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Examen 2
Examen 2
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9. Expulsión de los judíos (1492) y de los moriscos 1 (1609)
La intolerancia religiosa, especialmente en épocas de crisis económica, fue
frecuente durante la Edad Media. Algunos judíos eran prestamistas y banqueros, y
estaban protegidos por el Rey. Pero eso no les libró del rechazo general y de falsas
acusaciones (asalto a juderías en 1391). A finales del siglo XV, los RRCC querían
completar su unión dinástica y territorial con una unidad religiosa bajo el cristianismo
católico. Se presionó a los judíos para que se convirtieran el cristianismo y se llevó a
cabo un control muy estricto de los conversos con la creación del tribunal de la
Inquisición en 1478, única institución, junto a la Corona, con jurisdicción en todos los
reinos hispanos, que sería un instrumento de control so solo religioso sino también político
e ideológico de la población. Su finalidad era perseguir la herejía y las doctrinas filosóficas
y científicas que la Iglesia consideraba contrarias al cristianismo. En España no fue
abolida hasta 1812. Finalmente en 1492 se decretó la expulsión de los hebreos de
todos los reinos de los RRCC.
Siguiendo la política de unidad religiosa, los Reyes decretaron en 1502 la
obligación de todos los musulmanes (mudéjares) de la Corona de Castilla de convertirse
al cristianismo. Años después, también se forzó a los de la Corona de Aragón. La mayoría
lo hizo oficialmente y se convirtieron en moriscos, pero mantuvieron sus costumbres y su
fe de forma privada. El siglo XVI se caracterizó por la presión continua que sobre ellos
ejercieron las autoridades, obligándolos a abandonar su lengua y sus costumbres. Esa
opresión produjo rebeliones como la de los moriscos de las Alpujarras. Finalmente,
durante el reinado de Felipe III (1609) fueron expulsados de España acusados de
apoyar a los piratas berberiscos.
La expulsión de judios y moriscos provocó un desastre demográfico y
económico: muchos judíos y moriscos eran profesionales y obreros cualificados,
médicos, comerciantes, artesanos, albañiles, agricultores...
1 Morisco: Los moriscos (palabra que deriva de moro) fueron los musulmanes de Al-Ándalus que se
convirtieron al cristianismo. Tanto los convertidos con anterioridad al catolicismo de forma voluntaria, como los
convertidos obligatoriamente en adelante pasaron a ser denominados moriscos.
10. Conquista y colonización de América. Leyes de Indias.
2 Encomienda: era una fórmula legal por la cual un español recibía de manos del rey un lote de tierra para su
cultivo, con los indios que vivían en él incluidos. El encomendero debía cuidar del indio, instruirlo, curarlo en caso de
enfermedad y hacerlo trabajar en su hacienda, debiendo pagar el "quinto real" a la Corona. En estos recintos de las
encomiendas es donde fray Bartolomé de las Casas encontró mayores abusos y no cesó de denunciarlos ante el rey.
11. Política exterior de la Monarquía Hispánica en el reinado de
Felipe II (1556-1598).
Con Felipe II la hegemonía española llega a su apogeo. Felipe II heredó un
inmenso imperio de su padre, el emperador Carlos V: las posesiones españolas en
América, más amplios territorios en el centro y sur de Europa (Países Bajos, Franco
Condado, Luxemburgo, Milanesado, Nápoles, Sicilia, Cerdeña), así como numerosos
enclaves en el norte de África. Aunque ya no fue emperador de Alemania, como su
padre, fue, sin embargo, rey de Portugal y puso bajo su control el enorme imperio
marítimo portugués.
Desde estos territorios estratégicamente situados, Felipe II pudo hacer frente
con cierto éxito a sus enemigos: Francia, el Imperio Turco, la Holanda calvinista e
Inglaterra. A los franceses los venció en la batalla de San Quintín y a los turcos en
Lepanto. Sin embargo, no logró derrotar a los ingleses (fracaso de la "Armada Invencible")
ni evitar que los calvinistas holandeses se independizaran.
El objetivo era mantener la hegemonía político-militar mundial de la que gozó su
padre. Para ello contó con numerosos recursos en metales preciosos (sobre todo plata),
que llegaban de América y que sirvieron para financiar sus ejércitos (los tercios). Y como
Carlos V, Felipe II utilizó una justificación religiosa para explicar su política exterior,
considerándose la espada de Dios y defensor de la Iglesia católica frente a herejes
(protestantes) e infieles (musulmanes).
Uno de sus mayores triunfos fue conseguir la unidad ibérica con la anexión de
Portugal y sus dominios, al hacer valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de
Tomar, tras morir sin descendencia el rey portugués Sebastián. La anexión significó la
unión de dos enormes imperios. Las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia
pasaron al Imperio de Felipe II. Un imperio “en donde nunca se ponía el sol”.
Durante el reinado de Felipe II se consolidó la hegemonía hispánica en el mundo,
pero el esfuerzo militar y económico que exigieron sus empresas europeas dio lugar a un
grave desequilibrio de la Hacienda Real, que conoció sucesivas bancarrotas3. Las
grandes cantidades de oro y plata americanos no pudieron compensar la sangría
económica (endeudamiento) y humana que suponían los esfuerzos militares y tuvieron
un efecto negativo sobre la economía hispana, al cuadruplicarse los precios en todo el
siglo -efecto inflacionista-.
4 Los validos son personajes, miembros de la aristocracia, en los que el Rey depositaba su total confianza. El monarca
se desentendía de las labores de gobierno y el valido tomaba las principales decisiones.
13. Decretos de Nueva Planta y centralismo borbónico.
Los Decretos de Nueva Planta -1707 Aragón y Valencia, 1715 Mallorca y 1716
Cataluña- imponían las leyes de Castilla en los territorios de la Corona de Aragón
(que no habían apoyado a Felipe V cuando fue nombrado por Carlos II sucesor y
heredero de la Corona española), de modo que estos antiguos reinos perdían sus
fueros, parlamentos regionales, instituciones y leyes propias (fueros) que hasta
entonces habían respetado los reyes españoles. Los fueros de las provincias vascas y de
Navarra se mantuvieron, ya que apoyaron a Felipe V en la guerra.
5 Los bandos enfrentados eran, por una parte, los partidarios de Felipe de Anjou (borbónicos), nieto del rey francés
Luis XIV, y, por otro, los del archiduque Carlos de Habsburgo (austracistas). En España, la Guerra de Sucesión
evolucionó hasta convertirse en una guerra civil entre borbónicos, cuyo principal apoyo lo encontraron en la Corona de
Castilla, y austracistas, mayoritarios en la Corona de Aragón.
14. Carlos III y el despotismo ilustrado.
A. EL DESPOTISMO ILUSTRADO
6 Asociaciones surgidas en la segunda mitad del s. XVIII, cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y
conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración. Nacieron en el reinado de Carlos III, quien las puso bajo la
protección real para que fueran un instrumento del reformismo borbónico. En la actualidad, algunas de ellas todavía
permanecen activas y siguen teniendo como objetivo el fomento de la economía de los lugares donde se asientan y
de toda España.
7 Bienes amortizados: aquellos cuyos dueños podían disponer libremente de los frutos o de las rentas que generasen, pero
no podían enajenarlos (venderlos, cederlos o donarlos.)
○ Apoyos a la libre circulación de mercancías y a la libertad de precios.
○ Liberalización del comercio colonial con América (fin del monopolio del
puerto de Cádiz, que había sustituido al de Sevilla).
○ Incentivos a la actividad artesanal textil, construcción de astilleros y creación
de las manufacturas reales de productos de lujo y armamento.
SIGLO XIX
1. Describe la Guerra de la Independencia (1808-14): sus
causas, la composición de los bandos en conflicto y el
desarrollo de los acontecimientos.
I. CAUSAS (resumir este apartado)
El resultado de la guerra fue catastrófico para España, que tuvo que hacer
frente a una importante crisis demográfica y económica: campos arrasados, ciudades
destruidas, comunicaciones inutilizadas, etc.
Además, la guerra provocó un gran desorden en el medio rural, donde van
a pervivir antiguas partidas de guerrilleros convertidos ahora en bandoleros.
Por otra parte, la Guerra de Independencia va a suponer la aparición del
intervencionismo militar en la vida política española, una constante durante el siglo
XIX y buena parte del XX.
El conflicto también animó y favoreció las aspiraciones
independentistas de las colonias americanas, de tal forma que los primeros procesos
de independencia se dieron en 1808 y los demás en los años de posguerra.
Por último, puede afirmarse que la revolución liberal (Cortes de Cádiz)
que surge durante la Guerra, es en parte consecuencia del propio conflicto , al
generar un nuevo estado de cosas que los sectores políticos más interesados en el
cambio supieron aprovechar.