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Covid-19, valorando la vida …

y a quienes nos cuidan.


nuestra experiencia y cómo cambió nuestra vida la pandemia…

Fotografía: EFE

Alejandro Gomez L.
E-Mail: alexgo2804@gmail.com
Web: www.scribd.com/alejandro_gomez_64
Consultor OMT

Diciembre de 2020/ Enero 2021

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Introducción.

Por lo general escribo sobre nuestras agradables relatos de nuestros viajes. Los apuntes de viaje
han servido para llevar a los lectores a esos destinos y compartir con nosotros la experiencia. Pero no
todo es ‘azul’ como el añil de Suchitoto. Esta vez el viaje es por la realidad de enfrentar una grave
amenza, que para muchos es solo una exageración que se ha usado para cometer abusos, o una
manipulación política.

He escrito sobre el COVID-19 desde que mi esposa me alertó sobre la posibilidad de una
pandemia. He escrito sobre medidas economicas, protocolos y medidas preventivas para hoteles y
restaurantes. Esta vez es diferente, a pesar de las medidas y protocolos, el COVID-19 me alcanzó.

He de aclarar que Gricelda, en su rol de médico y salubrista, ha sido promotora del estricto
cumplimiento de los protocolos de bio seguridad, tanto en el hospital donde trabajaba, como en casa.
Mi vida a su lado a lo largo de nuestra relacion ha sido de aprendizaje constante, y en este caso no ha
sido diferente. Con esto solo quiero decir que conocemos de medidas de bio seguridad y que a pesar
de lo mucho que se cuidó en su trabajo en el hospital, principalmente durante los más duros días de
la crisis que recien pasó, y que esperamos no se repita, tanto ella como yo cuidamos de no traer el
virus a casa. Nos hemos cuidado a lo largo del año y aun así, yo me contagié, presumo en el trabajo
como nexo de una compañera que se complicó de Covid. Nuestros hijos inistieron mucho en el retiro
de Gricelda del hospital debido al alto riesgo de contagio que implica vivir en ese ambiente, como ella
lo hace. Ella esperó hasta pasar lo peor de la crisis y luego presentó su renuncia. Está en casa ahora.

Un amigo que ya partió, Álvaro Menéndez, decía que había que escribir es hacer historia, y es
por ello que estimé importante documentar mi experiencia para ampliar un poco desde donde no se
habla mucho, desde donde solo el silencio acompaña a los médicos, sus pacientes y todo el personal
de salud.

La lucha que se libra cada día contra la muerte es dura, afortunadamente también , y gracias al
esfuerzo y sacrificio de muchos profesionales de la salud, muchas vidas se salvan. Hay muchas cosas
buenas e importantes que decir, estando habituados a señalar solo lo negativo, considero oportuno un
reconocimiento y agradecimiento a tantos paramédicos, médicos y enfermeras, técnicos de
laboratorio, tecnicos de rayos X, camilleros, personal de limpieza, etc, que estan trabajando
arduamente para salvar vidas, aun a costa de las suyas. Ellos son mis héroes!

De nuevo, independiente de nuestra idea de un Dios, es el momento de ponernos en paz con


él, alzar la vista hacia el cielo, cumplir las medidas de bio seguridad y pedir por nuestras familias y
nosotros. Las medidas han sido duras, pero frente a la realidad que nos abruma, debieron empezar
antes y debieron ser quizá, más drásticas.

Tuve COVID, gracias a Dios y a Gricelda aun estoy aquí para escibirlo…

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Preámbulo

Hace un poco más de un año, Gricelda y yo empezamos a vivir esta experiencia. Ella es
salubrista, una sub especialidad médica que estudia la planeación de los servicios de salud según las
necesidades de la población, dicho rápido. Su amplia experiencia como directora de Unidades Médicas
y hospitales en el ISSS a lo largo de sus 33 años de servicio, le permitió junto con su equipo de trabajo,
adelantar en tomar algunas medidas frente a lo que en aquel momento aún estaba lejos: un brote de
COVID-19 en Wuhan, una distante ciudad en China.

Empezamos a leer noticias sobre el avance de la enfermedad. Ya antes se había tenido


experiencias con otros coronavirus, el que ahora enfrentamos es parte de una ‘familia’ de coronavirus.
En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde
el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio
(MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). El coronavirus que se ha descubierto más
recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19. Ahora sabemos que el COVID-19
no es una sentencia de muerte para todos los infectados. La evidencia internacional demuestra que el
80% de los contagios presentarán síntomas leves, solo un 20 % de los casos requerirá atención médica
y cerca del 2 % llegará a presentar cuadros de gravedad y/o muerte. La protección especial para
personas de alto riesgo, como los adultos mayores, y el tratamiento temprano y oportuno, inciden
positivamente en la reducción de la letalidad. Los gobiernos ordenaron la fabricación a gran escala de
respiradores e insumos de bio seguridad.

Mientras esto sucedió ella trabajaba como Gerente de Servicios Médicos en un hospital y junto
con el equipo gerencial, tomaron las primeras medidas anticipadas para preparar al personal en el tema
y empezaron a buscar un abordaje del problema y planificar las diferentes necesidades, era el momento.
Un salubrista se prepara toda su vida para este momento y son los llamados a administrar la pandemia,
junto a otras especialidades afines como la epidemiología, medicina interna, neumología, pediatría ,
infectología, etc. Ya antes Gricelda había tenido experiencias por anticipar este tipo de epidemias,
cuando el Sika apareció, y ella empezó a reportarlo en su informe epidemiológico, las autoridades
superiores incluso le prohibieron hacerlo, ya que el Ministerio de Salud de la epoca no había
reconocido que teníamos un problema y por lo tanto “no lo había autorizado”…

La epidemia del COVID-19 sucedió como ella con su equipo lo habían anticipado, no obstante
no era previsible, en un mundo tan globalizado: la enfermedad se salió de control y al igual que otras,
viajó y se convirtió en pandemia. La OMS tardó mucho en declararla como tal, independiente de las
razones, el virus ya se había expandido mas rápido de lo que las autoridades habrían previsto, y para
cuando el Ministerio de Salud y el ISSS, empezaron a tomar medidas, ya el virus estaba a puertas.
Entre las medidas importantes que se tomaron en aquel momento en el hospital, se designó un área
para atender a los pacientes que buscarían atención por problemas respiratorios (IRAs), separada de
la emergencia, se habilitó una bodega y se convirtió en un “Gripario”. Se organizó jornadas de
capacitación para el personal en el uso del equipo de bio seguridad en los diferentes niveles de riesgo.
Fueron largas horas cada día.
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Al principio, debo decirlo, algunos compañeros veían estas medidas como exageradas,
‘disparatadas’, y había resistencia para recibir las capacitaciones por la incertidumbre hacia lo que nos
enfrentabamos. Pero era en serio, y el miedo se vestía de escepticismo, todos teníamos temor. El
protocolo para vestirse/ desvestirse tomaba tiempo y las rutinas debían aprenderse bien. No era fácil
y para muchos era frustrante repetirlas (aún mas complejas que vestirse para el quirófano), algunos
trabajadores se incomodaban por la necesidad de repetir las rutinas con monitoreo. Lo mismo sucedió
con el personal de enfermería. El Administrador y el Jefe de Mantenimiento estaban de cabeza con
tantos y tan rápidos cambios para adecuar y equipar el área designada con los cambios una y otra vez
y se insistía que había que avanzar con las capacitaciones y las modificaciones y hasta el personal de
vigilancia debía conocer sobre el riesgo y las medidas para enfrentarse a la enfermedad. Fueron días
largos de preparación y previsión de los insumos necesarios de bio seguridad para enfrentar la
pandemia que se avecinaba. A esto se sumó que el hospital es “Cabeza de Red”, es decir, tiene bajo su
responsabilidad Clinicas Comunales y Clinicas Empresariales adscritas a u jurisdicción, personal con
el cual también se debía trabajar y capacitar, ya que ellos son quienes atienden a los pacientes y según
nivel complejidad derivan o refieren pacientes al hospital.

El virus avanzó vertiginosamente en el mundo y obligó a las autoridades a tomar medidas


drásticas. Para marzo 18 de 2020, El Salvador reportó el primer caso. El virus está aquí; a diferencia
de gobiernos anteriores que negaban la existencia de las epidemias hasta que el gremio médico lo
denunciaba, ahora el gobierno se había adelantado; había decretado emergencia nacional y se había
cerrado el aeropuerto. Las disposiciones incluyeron el confinamiento, las calles se quedaron vacías, era
como una ciudad fantasma y así lo fue en muchos países, la Gran Vía en Madrid, Londres, París,
Frankurt, San Salvador y otras ciudades importantes con sus calles desiertas, ¡impensable!, y solo se
permitió a las empresas de servicios que se consideró esenciales operar (supermercados, farmacias,
bancos y otros) y se permitió la circulación de las personas que con cartas de autorizacion podían
justificar estar fuera de sus casas, ya sea para trabajar en las empresas autorizadas o para buscar
medicamentos, alimentos, gasolina o dinero. Se organizó las salidas por número de DUI para escalonar
las salidas en los días de la semana. Había retenes policiales verificando el cumplimiento de las medidas,
estabamos en un estado de excepción, algo que no veíamos desde la guerra. En los supermercados y
bancos se pedía el DUI para verificar que efectivamente estaba autorizado. Hubo fuertes críticas de
los detractores del gobierno y se tomaron medidas limitándose la circulación y se cerró la economía.
El mundo había cambiado.

Los casos aumentaron dramáticamente. En poco tiempo el hospital donde trabajaba Gricelda
cambió, se suponía que dentro de la red organizada por el ministerio de salud ese hospital de segundo
nivel sería uno de “transfer”, es decir, solo para recibir, diagnosticar y luego transferir a los pacientes
a los centros designados para atención de “pacientes COVID”. Fue vertiginoso. Se suponía que
esperarían pacientes el lunes de la semana siguiente; pero la realidad no esperó. Era viernes por la tarde
y los pacientes inundaron el Gripario el sábado, literalmente. Para el lunes ya estaban en real
emergencia, el Gripario se saturó.

A pesar de las capacitaciones, aun había miedo, había dudas sobre el uso de los diferentes
equipos de protección, hubo un esfuerzo importante por parte de las jefaturas y epidemiologia para
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hacer tiempo y explicar una y otra vez personalmente a cada médico, enfermera, personal de limpieza,
motoristas, etc. sobre las medidas de bio seguridad. Pero el temor prevalecía, nadie había enfrentado
una situación como esta. Eran largas horas, el personal de atención de la emergencia COVID hacía
grandes esfuerzos y casi se ahogaban en sus trajes de protección; el de nivel III (EPP3)1 puede ser
asfixiante y no se puede ir al sanitario a cada rato, es un sacrificio.

Un internista muy dedicado, con un alto sentido de compromiso con su juramento y especial
trato con sus pacientes y quien había sido Sub Director de Salud del ISSS, escribía en su Tweeter:
“…todos los días toca vivir con la frustración, el miedo, la angustia, la resignación, la adrenalina en medio de todos los
pacientes. Cuando esta tragedia acabe, tendré tantas historias que contar a los míos, y podré sacar las lagrimas que
contengo ahora…” , y Facebook en sus anécdotas de la epidemia escribió también:

“…Viernes 10 de julio. Hoy fue un día oscuro y lluvioso. Fue el día en que despedimos a Roberto Romualdo. Y a
pesar de que no estuve allí, el trabajo en el hospital no me lo permitió, mi corazón y mi mente estuvieron con él. Es
tan grande el dolor entre tanta gente que le conocimos, que hasta el cielo lloró su partida. Puedes ir en paz, amigo.
Nos has mostrado el camino. Tu legado es imborrable. Y cuando todo esto acabe, y cuando estas autoridades del ISSS
al fin se hayan ido, volveremos a intentar reconstruir lo destruido. Como lo soñamos, por lo que luchamos tantas veces,
por nuestros ideales compartidos. Hasta siempre, chavo.

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Ayer y hoy hemos superado nuestros límites de pacientes críticos. Han sido días extenuantes, con canapés devorando
pedazo a pedazo los pasillos de nuestra emergencia, dejando cada vez menos áreas seguras. El virus y su estela mortal
se extienden inexorablemente, impasibles, ante nuestros ojos. Ayer falleció un paciente en la máxima urgencia, donde
permaneció un par de días esperando cupo en algún lado. Anoche dos más; esta mañana ya tuvimos el primer fallecido
en un pasillo. Y así, poco a poco, vemos crecer nuestra impotencia.

En el fondo prefiero y agradezco que haya sido así, fatigosa y exigente la labor del día. Con tanto dolor en el alma,
no puedo sentarme a llorar mientras hay tanta necesidad desparramada. Hay que cuidar de todos ellos, por aquellos
que no pudimos cuidar en persona.

Don Atilio (nombre ficticio) ha pasado allí más de 24 horas esperando poder recibir suplemento de oxígeno. Gracias
a Dios su condición no es crítica, aún, y ha podido soportarlo. Frente a él ha fallecido a media mañana de hoy don
Gerson (nombre ficticio), un señor mayor, quien llegó apenas ayer en muy mala condición. El manómetro (dispositivo
para regular el flujo de oxígeno) que tenía don Gerson es sanitizado para colocárselo a don Atilio. No sé qué pasará
por su mente, pero ciertamente es una situación espantosa para cualquiera: que tu vida dependa del fallecimiento del
paciente a tu lado. Es horrible.

Junto a él está Francisco (nombre ficticio). Tiene apenas 35 años. Apenas si pregunto algunos detalles de sus síntomas
y su probable fuente de contagio, pues está muy cansado. La mayoría lo están, y no hay mucho tiempo para detenerse

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Denominación dada al conjunto de elementos y dispositivos, diseñados específicamente para proteger contra la amenaza
de contagio que pudieran ser causados por Covid-19 generados con motivo de sus actividades de trabajo y de la atención
de emergencias.

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con cada uno, salvo lo imprescindible para evaluar su condición actual. Francisco me pregunta que si está bien -yo sé
que no lo está- y yo trato de dar esperanzas. Y me hace una petición: -"Haga lo posible, doctor".... Y yo contesto: -
Hacemos hasta lo imposible. No deje de luchar. Ore y ponga toda su fe en el Señor, y deje que El haga su voluntad...
Cuando llega la hora de salir, me despido de la manera más cruel, pero inevitable: -Los pacientes de la camilla 1, 2
y 3 están en condición crítica... Es probable que fallezcan más tarde...

Salgo a prisa del lugar. La desolación y el temor allí son aterradores. Hay que retomar fuerzas, y esperar en Jesucristo,
que cumpla su voluntad en mi. Todavía falta mucho tiempo y mucho dolor hasta el final….”. (Dr Benjamin
Pompilio Coello Villalobos)

Esta anécdota, como él la llama, permite


ver un poco al interior de lo que se vive el Gripario
personal de salud en nuestros hospitales.

En poco tiempo la situación obligó


nuevas y drásticas medidas. La emergencia se
trasladó al primer nivel del edificio y
prácticamente toda el área que antes ocupaba
la emergencia se dedicó a la atención de
pacientes con problemas respiratorios. El
COVID ya era una abrumadora realidad.

Los servicios de como emergencia como este, están diseñados con un flujo de trabajo que
inicia en la Recepción, donde se separa a los pacientes según riesgo, luego pasan al medico que
selecciona según el triage y luego al consultorio donde se inicia su historia clínica, examen físico y
toma de exámenes para su diagnóstico, dependiendo del caso pasan a observación o donde
corresponda, y si es un caso grave a la Máxima Urgencia, donde hay personal especializado para este
tipo de atención. Aquí hay equipo de monitoreo y diagnostico, así como oxigeno (que en el caso que
nos ocupa es vital) para asegurar la atención, pero en este caso ¡ en la máxima solo habían 2 camas
con acceso a instalación de oxigeno (el que esta empotrado a la pared)! La situación fue tal, que el
Gripario se volvió insuficiente y se necesitó TODA el área de emergencia para convertirla en área
COVID, quedando el área que inicialmente fue Gripario, para la atención de los niños con el tamizaje
neonatal y las inmunizaciones.

El diseño del hospital (como un hotel), son diseños especiales, no es cualquier arquitecto quien
lo hace, es una especialidad; en este caso, el diseño y distribución de espacios no obedece a las
necesidades tales, y los criterios de quienes diseñan sin asesoría de especialistas −salvo contadas
excepciones− son erráticos, por decirlo amablemente, y el ISSS no es la excepción. Este hospital fue
diseñado para acceder a la emergencia por detrás del edificio (¡!), era una Unidad Medica y sobre
esta se diseño un hospital, por lo que no tenía una entrada franca o directa desde la calle principal;
esto sin mencionar que la calle lateral que da acceso a la Emergencia y al estacionamiento del segundo
y primer nivel, invariablemente está congestionada a ambos lados con taxis y otros vehículos que
bloquean el acceso de las ambulancias, sin mencionar otros crasos errores de flujos de trabajo, pero

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ese es otro tema. En medio de todo, pienso que, con el COVID, el hospital ganó y ahora se puede
acceder desde la calle principal a la Emergencia.

Pero la pandemia cobra más vidas de las que pensamos. El hospital tenía (¿o aún tiene?)
capacidad para DOS cuerpos en la morgue. Su mortalidad promedio por año era de DOS pacientes,
y de pronto los cuerpos se acumulan, habiendo días en los que se llegó a tener hasta 10 o 12! Recuerdo
que en aquel momento se pensó en la necesidad de contratar contenedores refrigerados. El
procedimiento establecido por medidas de seguridad, implica que sean los equipos designados,
capacitados y certificados en el cumplimiento del protocolo COVID-19 (equipo de camilleros y
motoristas de ambulancias, acompañados por la policía) quienes movilicen los cuerpos hacia el
cementerio y estos en ese momento no daban abasto. Las Alcaldías dispusieron de áreas COVID para
sepultar a estas personas.

Rápidamente, el personal de los equipos de salud empezó a contagiarse. En un solo día la


Emergencia tuvo que retirar por sospecha de contagio a 22 personas, entre médicos y enfermeras.
Aunado a esto el hospital ayudó a reforzar a otros hospitales que requerían más personal. Esto es muy
grave, significa que los pacientes no tendrían suficiente personal en el sistema de salud para atender la
emergencia. No había suficientes equipos de oxigeno y respiradores mecánicos para atender a los
pacientes que se ahogaban y se vio la opción de hacer uso de cilindros de oxigeno; ¡pero no había
manómetros de presión (reguladores) y el Ingeniero a cargo de la Administración vivió un calvario
para obtenerlos era fin de semana y todo estaba cerrado! solo había 2 camas con oxigeno (en la
Máxima).

No había suficientes cilindros ni reguladores y empezó la crisis a nivel hospitalario dentro de


la red, prestando equipo de unos a otros. Lo mismo pasó con los equipos de protección personal que
son más que mascarillas, según nivel de exposición requieren de diferentes piezas (zapateras,
gabachones, gorros, guantes, mascarillas quirúrgicas o KN95 −según sea el caso−, mascarilla acrílica
y/o anteojos protectores).

Asimismo, había que preparar áreas y rutas seguras para


que el personal se cambiar minimizando el riesgo de contagio,
para lo cual también existe un procedimiento específico, así como
personal de monitoreo que asegura la protección de los médicos
y enfermeras, etc, que han de ingresar a las áreas de riesgo
contaminadas y evitar contagios.

Había días duros en los cuales el Administrador se vio en


la necesidad comprar mascarillas de emergencia para cubrir los
fines de semana. Los equipos de protección personal son
desechables y se requieren de por lo menos 4 por equipo para
cubrir un turno (no se puede estar con el equipo de protección
personal más de 6 horas).

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Es mucho equipo desechable y ningún hospital en todo el país estaba preparado para algo así,
Gricelda lo había previsto en sus reuniones de planificación, pero el sistema no funciona con la
celeridad que se necesitó, dada la demanda y los proveedores no tenían suficiente stock y la UACI
(responsable de compra) no puede suplir sin licitación. La declaratoria de emergencia se necesita para
la compra directa y los fondos circulantes de los diferentes Hospitales y Unidades médicas dan risa.
Esto tendría consecuencias graves y la perdida de muchas vidas, valiosas todas.

De pronto y sin haberse preparado para esto, ¡el hospital paso


de ser un hospital ´transfer´ a un hospital COVID!, mientras debía
seguir atendiendo a los pacientes de otras especialidades que igual
seguían llegando al hospital.

Estando fuera del hospital podía ver lo que sucedía y era una
locura, el virus es intimidante, se desconoce mucho aún para
combatirlo efectivamente, los protocolos son nuevos y a diario
estamos en una situación de prueba y error, son cambiantes. Hubo
muchas declaraciones de algunos profesionales de la salud y
medicamentos que levantaron polémicas entre los especialistas sobre
el manejo, había mucha confusión sobre el uso de anti inflamatorios,
Ivermectina e Hidroxicloroquina y, a la fecha, después del primer año
del COVID-19, los investigadores continúan aprendiendo.

Cada día, entre las víctimas había médicos y enfermeras,


muchos conocidos y amigos, buenos profesionales, para diciembre 11
de 2020 el Colegio Médico ya reportaba 70 médicos fallecidos a causa
del SARS-CoV2 (solo en julio fallecieron 30 médicos), y 154
empleados del sistema de salud. Al 6 de diciembre 2020, se reportaba
ya 40,131 casos confirmados, el número aumentó a 44,619 para el 27
de diciembre de 2020 y para el 02 de enero 2021 ya se reportaban
46,242 casos confirmados.
Muertes por Coronavirus al 27 de Dic
2020, hospital John Hopkins.
El gobierno centralizó las acciones, unificó al Ministerio de
Salud y al ISSS para atender como un solo cuerpo la emergencia, (¡una
medida que se propuso cuando Gricelda presentó en la propuesta para la reforma del sector salud a
su regreso de Israel en 2001!).

Cada día el noticiero iniciaba con el conteo de casos a nivel mundial y nacional, luego se
desprestigió el vocero del ministerio de salud y se perdió la importancia del conteo. Las fuerzas
políticas empeoraron el problema y se volvió un caos sin una voz cantante que dirija las acciones, al
punto de haber caído en el ridículo de haber resuelto inconstitucional la declaratoria de emergencia,
¡estando el mundo entero en emergencia! Pero así somos.

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Para finales de año la vacuna es una solución (?). Estados Unidos inició la distribución a inicio
de diciembre y Europa inicia su aplicación la tercera semana de diciembre. Nosotros, aunque
estuvimos entre los primeros países en el mundo en comprar la vacuna, aún no sabemos cuándo
llegará.

En el caso de los virus, hay una delgada línea entre la severidad y la transmisibilidad. Si son
demasiado virulentos, matan o dejan incapacitado a su huésped, pero esto limita su habilidad de
infectar a otros nuevos. Por el contrario, si hacen poco daño, no pueden generar suficientes copias de
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sí mismos para volverse infecciosos. Pero, el SARS-CoV-2, el coronavirus que causa el COVID-19,
esquiva esta compensación evolutiva. Para diciembre de 2020 se anunció la aparición de una nueva
cepa del virus en Inglaterra, hasta 74% más contagiosa, muchos países –incluido el nuestro−
anunciaron el cierre de sus aeropuertos a pasajeros llegando de Inglaterra y de Sud África. el SARS-
COVID2 VOC202012/12

El rebrote en enero 2021.

Ante la realidad de la reapertura económica y la casi imposibilidad del gobierno de una nueva
suspensión de garantías y de las autoridades sanitarias de tomar medidas drásticas, la población ha
abusado. Los centros comerciales estan llenos casi cada día. La pandemia habría causado un
desequilibrio en la psiquis de la población que ahora esta avida de diversión luego de varios meses de
restricciones y de desafio a las autoridades, restando importancia al problema y deambulando sin
mascarilla. Esta situación solo es un anuncio de una nueva ola, un rebrote o cómo se quiera llamar; en
enero de 2021 estaremos en campaña política para elegir Diputados y muy probablemente la situación
obligará a un nuevo cierre... Suena dramático, pero en ausencia de educación y disciplina de la
población para acatar medidas de protección y bio seguridad, nos lo hemos ganado.

En la tercera semana de diciembre, el Hospital El Salvador ya estaba sobercargado con casos,


el sistema de salud ya esta muy diezmado, faltan muchos médicos y enfermeras que el 2020 se llevó y
muchos profesionales de la salud han desertado del sistema de salud. De nuevo veremos las largas
colas en las gasolineras, los supermercados para comprar alimentos y otros productos, habrá escasez
y espero con ésta no haya alza de precios, pero ya sabemos que así es. Habrá desorden social en medio
de una campaña política en donde los políticos se culparán unos a otros de lo que ha pasado y lo que
ahora pasa.

Ya habíamos pasado por la experiencia del caos en los meses de la crisis, muchas personas perdieron
su trabajo, muchos empresarios perdieron sus negocios, otros sacrificaron sus utilidades y pagaron los
salarios. Hicimos compras innecesarias empujados por los medios tanto tradicionales como virtuales.
Muchas personas exageraron la compra y los establecimientos empezaron a racionar los productos
por persona.

Todo indica que se avecina un rebrote, una nueva cepa del virus que podría ser una nueva crisis
sanitaria y un nuevo cierre de la economía, en medio de la locura de la campaña electoral.

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https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/transmission/variant.html
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Aprendiendo un poco

Los síntomas del virus, por lo general, no aparecen hasta que la persona infectada ha estado
propagando el virus durante varios días.

Día 1- La garganta es el lugar donde a menudo comienzan los síntomas, como dolor de garganta y tos
seca. Otros síntomas incluyen fiebre, fatiga y dolor muscular. Un estudio muestra que los síntomas
más comunes son fiebre (88% de los casos), seguidos de tos seca (68% de los casos), fatiga y debilidad
general del cuerpo (38%) y tos con flema (33%).

Días 2-3- El virus se propaga por las vías respiratorias a los pulmones, lo que puede ocasionar la
dificultad para respirar.

Días 7- Cuando las membranas de los pulmones se inflaman, es más difícil que funcionen
correctamente. Para este tiempo una persona es admitida al hospital si sigue con problemas para
respirar. En promedio, las personas se quedaron sin aliento dentro de los cinco días posteriores al
inicio de sus síntomas. Se observaron problemas respiratorios severos en aproximadamente ocho días.

Día 8- Dificultad respiratoria aguda: Si los pulmones no están funcionando correctamente, es muy
probable que el paciente tenga neumonía. El virus también puede causar náuseas, diarrea o indigestión
si infecta las células del sistema gastrointestinal. (En los casos más graves, COVID-19 puede provocar
insuficiencia orgánica y la muerte).

Día 10- Unidad de Cuidado Intensivo para los que tienen peores reacciones.

Día 12- La fiebre cesa, aunque puede cesar días antes

Día 12- 13- La persona puede respirar mejor. El tiempo estimado de recuperación es de dos semanas
para casos leves y entre tres y seis semanas para casos más graves.

Día 18- La muerte puede ocurrir para los más afectados.

A nivel hospitalario, en el peor de los casos la situación es muy dura, desde el momento que un
paciente ingresa con temperatura y otros síntomas de COVID, se despide de sus parientes, se ingresa
en un área aislada y controlada, se le examina y diagnostica como sospechoso COVID. Luego, se
hacen pruebas y otros exámenes, mientras tanto si presenta dificultad respiratoria se le suministra
oxígeno y cuando este no puede ser suministrado por mascarilla, o “naricera” (cánula), se necesita
intubar y conectar a un respirador que hará el trabajo de los pulmones.

Este procedimiento ya se considera de máxima urgencia e implica el uso de equipo especializado,


estamos hablando de requerir la máxima capacidad del personal para brindar la atención que se
necesite. Sumado a esto, muchos pacientes presentan otras enfermedades crónicas de base que
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comprometen más su situación. Aquí estamos ya ante la necesidad de personal de cuidados intensivos,
personal de UCI.

En este punto se induce al paciente en


coma y es así como permanece por
varios días (pueden ser hasta 8
semanas) mientras su organismo
responde al tratamiento con
respiración mecánica. La ventilación
mecánica NO es una máscara de
oxígeno puesta en la boca mientras el
paciente está cómodamente acostado.
NO. La ventilación invasiva para el
Covid-19 es una intubación dolorosa -
que por eso se hace bajo anestesia - y
cuando se induce el coma el paciente ha
de quedarse de 2 a 3 semanas sin
moverse, muchas veces boca abajo, con
un tubo insertado desde la boca hasta
Deutsche Welle la tráquea y que permite respirar al
ritmo de la máquina a la que está conectado.

El paciente no puede hablar ni comer, ni hacer nada de manera natural. La molestia y el dolor que se
siente, obligan a administrar sedantes y analgésicos para asegurar la tolerancia al tubo durante el tiempo
que se necesite la máquina - por ello se induce el coma-. Es un coma artificial. A 20 días de éste
tratamiento, un paciente joven pierde el 40% de masa muscular, asociado a traumatismos de la boca
o de las cuerdas vocales, así como de posibles complicaciones pulmonares o cardiacas. Es por ésta
razón que las personas ancianas o ya débiles, no
soportan el tratamiento y mueren. Mientras tanto su
contacto con el mundo exterior y su familia cesa.

Hay que hacer un paréntesis para explicar que


el personal de una UCI es altamente capacitado, es
una especialidad de la medicina: los intensivistas. Y
con ellos las enfermeras, que al igual que las de Sala
de Operaciones, se han especializado en este tipo de
atención.

¿Pero ha pensado cuántos de estos


Intubación especialistas tiene el PAÍS?, muy pocos, de ahí la
dificultad de las UCI, aun cuando se cuente con el
equipo de monitoreo de signos vitales, bombas de
infusión, las bombas que suministran oxígeno, entre otro equipo que se requiere, la realidad es que

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NO HAY SUFICIENTE personal sanitario para dar una respuesta a la emergencia, debiendo
movilizar otras especialidades para paliar la necesidad.

Muchos pacientes con sus problemas de base no responden al tratamiento y fallecen, otros llegan
muy tarde. La familia no recibe su cuerpo. Muchos han sido sepultados sin la intervención de sus
familiares, lo ha hecho el Ministerio de Salud y las Alcaldías; cuando los familiares intervienen, se les
notifica el fallecimiento y la funeraria que contraten se hará cargo del manejo bajo un protocolo
aprobado para llevarlo y sepultarlo con mucha restricción para su familia. Es una cruel realidad y este
es el escenario al que se enfrenta una persona que se contagia de COVID y sus familiares.

Hubo problemas con el cierre de la economía; al principio las Farmacias no daban abasto para
suplir mascarillas, alcohol líquido y en gel, cloro y otros productos, era una locura. Los precios se
dispararon con la demanda, los empresarios inescrupulosos abusaron, no hubo control de precios y
es impensable cuánto gastamos en 10 meses desde que estamos en esta situación, en lo que ahora son
artículos de uso diario para prevenir el COVID-19. Los suministros de desinfección se han vuelto
parte del presupuesto, como pagar la energía o el agua.

Con todo, nuestro mayor


problema sigue siendo la
capacidad limitada del sistema
de salud para dar respuesta a la
demanda de servicios. Se
necesita de un equipo que
incluye intensivistas, internistas,
neumólogos, personal de terapia
respiratoria −entre otros−
además del personal de
enfermería, el respaldo de
laboratorio y demás personal de
apoyo. Pero cuando se necesita
intubar a un paciente se requiere
el ambiente de unidad de
cuidados intensivos (UCI).

¡Cuando esto inició en


marzo de 2020, el sistema de
salud (incluido el privado) no tenía capacidad para atender ni a 100 pacientes! El gobierno inició un
proyecto de reconversión a nivel nacional para aumentar la capacidad del sistema y transformó la Feria
Internacional en un hospital COVID para dar respuesta. El hospital El Salvador en su primera etapa
ofrece 664 camas UCI y vestidores para médicos, oficinas administrativas, área de farmacia, bodega
de medicamentos, laboratorio, banco de sangre, baños para hombres y mujeres y cuando este
terminado ofrecera 1,064 camas UCI para atender la demanda. Se ha criticado esta decisión, pero de
otra manera simplemente el sistema habria colapsado.

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Solo como un ejercicio saludable, revisemos los datos −tomados mientras escribo estas líneas−
arriba indicados para entender la gravedad de la situacion. Antes indique que “…solo un 20 % de los
casos requerirá atención médica y cerca del 2 % llegará a presentar cuadros de gravedad…” si esto es así, de los
46,242 casos confirmados, al menos 9,248 personas necesitan de cuidado hospitalario y muy
seguramente 924 estarán en grave riesgo de perder la vida!!! Esas son las cifras frías, que cuando
las escribí en la introducción no parecían importantes al lector, pero al verlas y contarme entre los
casos confirmados, la vida cambia. El sistema hospitalario no esta en capacidad de atender tantos
casos y si hay una segunda crisis, será muy grave.

Uno de los aspectos que no puedo dejar de lado, es la escasa o casi nula valoración del trabajo y
calidad de los profesionales de la salud, pudimos ver los anuncios ofreciendo las plazas para médicos
internistas (su especialidad), por USD$600.00 o el caso de un neurocirujano con post grado en Salud
Publica con 6 años de experiencia para jefatura en un hospital nacional por USD$600.00 al mes.

Recuerdo que en la misma pagina del periódico había un anuncio quizá mas grande ofreciendo
la plaza para Asistente del Administrador de un conocido club a 50 metros del redondel Masferrer en
el Paseo General Escalón, frente a una taquería conocida como “Tacos Lips”, ofreciendo la plaza por
USD$1,200.00 (sin mencionar lo que sucede con los abusos de los políticos y sus salarios)… Espero
que la pandemia nos permita valorar más a quienes salvan nuestras vidas.

14
El COVID-19 toca a nuestra puerta.

Es diciembre y desconozco con exactitud como me contagié, pienso que he seguido protocolos
de bio-seguridad; pero obviamente algo falló. En casa, Gricelda tenía su rutina de hospital, tenia ropa
y zapatos para viajar al hospital, ropa para cambiarse en el hospital, equipo de protección (gabachón y
más), compramos lentes protectores y guantes. Hicimos una zapatera como la que habíamos usado en
Alemania y los zapatos quedan al lado de la puerta luego de la desinfección. Al salir del hospital, ella
se cambiaba a su ropa de viaje y se desinfectaba los zapatos al subir al auto. Al llegar a casa se
desinfectaba y me desinfectaba, luego se cambiaba su ropa de viaje y tomaba un baño y se vestía con
ropa limpia, la ropa de viaje directo a lavado. Yo por mi parte luego de la desinfección, me lavo las
manos y anteojos y me cambio de ropa. Se desinfecta todo lo que entra a la casa −desde vegetales en
adelante− iniciamos como todos, desinfectando con lejía (zapatos y ropa perecieron), luego con
amonio cuaternario (se usa para desinfectar quirófanos), nos ‘casamos’ con el atomizador de alcohol
y el alcohol gel.

Una compañera de mi oficina con quien habíamos estado en reunión de trabajo, se reportó
enferma y en pocas horas requirió oxigeno, otro compañero la llevó a su casa un sábado y el domingo
ya estaba hospitalizada con diagnostico COVID en el nuevo Hospital El Salvador, pienso que ese fue
mi nexo de contagio. Esto obligó a buscar pruebas de tamizaje para quienes estuvimos con ella, que,
aunque guardando distancias y usando mascarillas, habíamos estado en esa reunión. Mi prueba se
tomó el jueves de la semana siguiente y el resultado fue positivo, recuerdo que era sábado el día que
recibí la llamada del Ministerio de Salud, estaba llegando al Cafetalón en Santa Tecla a caminar con los
salchichitos, oímos la llamada con Gricelda. Llamó una doctora para darme el resultado y las
indicaciones sobre el aislamiento. Me pareció que el mundo se paró, y en ese momento regresamos a
casa, había que iniciar el aislamiento que se prolongaría hasta el 30 de diciembre de 2020.

Hacía años no sentía miedo. Lo he sentido durante los años de la guerra y pienso que estaba
preparado para lo peor, la persecución y constante amenaza nos lleva a aceptar que en cualquier
momento ya no estaremos y de alguna manera, el miedo lo enfrentamos. Ese día de nuevo sentí miedo.
No pienso que estoy aun listo para irme, aun tengo planes de viajar y compartir con mis hijos, planes
de vivir en una casa de adobe en un pueblo lejos de la ciudad junto a mi esposa, muchas ideas vinieron
a mi mente, muchos recuerdos y anécdotas de diferentes momentos. ¡Había que hacer una revisión de
la vida, ¡hay que escribir un testamento y decidir a quién dejamos cuál deuda!

Ese día de la llamada, durante el camino de regreso a casa hablamos de las implicaciones y los
posibles nexos que yo habría generado el fin de semana anterior a mi prueba, y ella a su vez con su
Madre y su grupo familiar que incluye sus abuelos maternos, mayores ya y con sus propios problemas
de salud. Llegamos y de inmediato fue buscar los “kits” de medicamentos que habíamos recibido
meses atrás. Ese día iniciamos el tratamiento, ya que conviviendo como lo hacemos, Gricelda también
estaría contagiada, y vaya, ¡como se había cuidado! Nunca me hizo comentario de lo que ella piensa
sobre el contagio que lleve a casa, solo actuó como médico y se dispuso a iniciar un expediente clínico

15
en casa para llevar registro de los signos vitales (temperatura, oxigenación, respiración, tensión arterial,
medicamentos, etc.).

Habíamos hecho nuestra parte en lo que fortalecer el sistema inmunológico refiere, desde que
inició la emergencia Gricelda lo previó y hemos tomado vitaminas C y D3, Zinc, Magnesio, ya que
este es el sistema que debe dar respuesta −como con cualquier otra infección− al coronavirus, y al
parecer esto haría una diferencia.

Nosotros somos muy dados a la automedicación, y es importante decir que el uso de anti
inflamatorios, el Acetaminofén, la Loratadina, la Ivermectina o la Hidroxicloroquina o los antibióticos
como la Azitromicina, NO son parte de una recomendación para el fortalecimiento del sistema
inmunológico, y al igual que cualquier otro fármaco NO se deben usar sin indicación médica.

A partir de la llamada inicial, he recibido a diario llamadas de monitoreo para dar seguimiento a
mi condición de salud. Asimismo el Ministerio de Salud, al día siguiente del diagnóstico, hizo entrega
del kit de medicamentos a domicilio, lo cual es muy bueno.
***
“Cuando esto pase y tengamos mayor control de este virus, deberíamos replantearnos cuáles son las
guerras que los humanos tenemos que enfrentar y qué armamentos necesitamos para enfrentarlas. No
son bombas ni cañones, sino hospitales, servicios de salud, desarrollo científico y tecnológico”3

El aislamiento4

El día lunes siguiente fuimos para un examen de sangre, un “perfil 3 COVID”, y a esperar el
resultado para verificar los valores alterados por el virus. Programamos pruebas COVID para
Gricelda, Nicole y Noemi, lo mismo se hizo con Pamelita y su familia. A esperar resultados.

No es para nada agradable saber que habría sido yo quien pusiera en riesgo a todos. En casa
todo cambió, el aislamiento domiciliar tiene las mismas características que uno hospitalario, cumplir
con unos requerimientos higiénicos, implica medidas drásticas, empezando por designar una
habitación y baño para mi, un basurero exclusivo para los desechos de mi habitación, uso permanente
de mascarilla y demás protocolos ya normales (lavado de manos frecuente con jabón), limpieza con
desinfectante del sanitario después de cada uso con una dilución de lejía, cambio frecuente de ropa de
cama, evitar visitas, tomar alimentos separado de Gricelda .

3
https://www.bbc.com/mundo/noticias-52057110
4
La cuarentena mantiene a alguien que podría haber estado expuesto al virus lejos de los demás.
El aislamiento mantiene a una persona infectada con el virus lejos de los demás, incluso en su hogar.

16
Estaba absorto pensando cuánto cambia la vida en un momento. Como de pronto todas las
cosas pierden importancia y
se piensa en nuestros seres
queridos. Mi diagnóstico no
es cáncer, pero casi, suena a
una grave amenaza y no es
para menos, muchos
amigos han muerto.

Gricelda contactó a
una compañera quien es
Neumóloga y le consultó.
Ella, luego de ver los
resultados de nuestros
exámenes, dio indicaciones
e incluyó un nuevo examen
de sangre para seguimiento.
Los resultados nos sorprendieron un poco, el valor de la vitamina D3 estaba bajo. Habíamos tomado
por meses desde que supimos que había que reforzar el sistema inmunológico, uno de mis exámenes
salió muy bajo (glóbulos blancos) y habría que vigilarlo de cerca. Al parecer el encierro de tantos meses
y mi trabajo sin salir de la oficina y sin actividad bajo el sol, también pasó factura.

Nuestros hijos se sorprendieron con la


noticia y han estado pendientes de
nosotros. Jennifer y Carmen quienes viven
en España, habían escapado de la crisis del
COVID en Madrid, se refugió en México
por varios meses hasta que pudieron viajar
de nuevo a España.

Nuestro hijo en Alemania y su esposa Liz


han tenido menos restricciones, vive en
Hessen al sur de Kassel y ahí las medidas
han sido menos drásticas. Hay menos casos
registrados, además el sistema de salud es
más robusto y las personas −a diferencia
nuestra− son más disciplinadas y siguen
indicaciones sin rechistar. Jonathan ya se
enlistó para la vacunación de millones de
alemanes.

Nuestra hija menor Nicole quien vive en El Salvador con Noemí, ha sido muy cuidadosa y ha estado
pendiente de nosotros. También Karlita, nuestra más reciente hija, se preocupó.

17
Pensé también en Natalie, mi hija del primer matrimonio, hace años no sé de ella o de su madre,
espero están bien. Hay tiempo para pensar, y que bueno, muchos que se fueron por COVID no han
tenido la oportunidad.

El resultado de la prueba COVID de Gricelda fue negativo. Esto obliga redoblar medidas
durante el asilamiento, para no contagiarla. Los resultados de Pamelita y su grupo familiar gracias a
Dios, fueron negativos y eso me da tranquilidad. Habría sido una carga muy fuerte saber que estaban
contagiados, en riesgo, y que yo habría sido el responsable.

Tenemos que aprender a ver a cada persona fuera de nuestro núcleo familiar, como un potencial
riesgo de contagio, como una persona que se nos acerca y nos contagiará con el virus, no es agradable
pensar así, pero es la realidad.

Nuestro aniversario y la separación.

La vida es extraña a veces. Ya antes nos habíamos separado, principalmente por sus estudios en
el exterior. Habían sido largos meses cuidando bichitos, pero había que hacerlo. Esta vez por la
pandemia, y no esperaba estar separado de Gricelda en un momento así importante, ¡celebramos 40
años!, pero estamos separados… Empezamos el aislamiento justo el día de nuestro aniversario de
boda, han pasado todos estos días y seguimos separados, durmiendo −literalmente− en camas
separadas, las noches son laaargas y la cama se siente muy grande. Lo acepto de buena gana, es
importante asegurar que no la voy a contagiar. Ha sido una bendición que desde mi contagio hasta mi
diagnóstico no lo haya hecho.

Soy afortunado hasta donde voy, no tengo síntomas. Pero tengo amigos que han estado
comprometidos con la enfermedad y les he oído sus dramáticos relatos de su experiencia, la dificultad
para respirar. Pienso que esa dificultad para respirar debe ser cruel, los pulmones no funcionan bien,
los alveolos se inflaman y no pueden responder a la necesidad de oxigenar el cuerpo. Con frecuencia
se desarrolla la pulmonía. Las personas se debilitan. Miles se recuperan, pero de muy pocos oímos su
experiencia, dicen es indescriptible. El agotamiento es tal que no se puede caminar por la falta de
oxígeno, y el viaje desde la cama hasta el baño es un largo y cansado desafío. Hace 5 días finalicé mi
aislamiento, y de nuevo me ha permitido ver lo banales que son nuestros afanes, y lo importante que
es la vida. Lo he visto de cerca y no me gustaría, para nada, experimentar la hospitalización, menos
aun la intubación. Ha habido tiempo para pensar, tiempo para orar y pensar en Dios, tiempo para
agradecer por la vida y la importancia que esta tiene, principalmente cuando esta esta en riesgo. Hemos
compartido cada quien desde su mesa, a veces viendo series de TV, otras leyendo, haciendo jardinería
o limpieza. Así ha sido nuestra celebración de navidad, nuestro aniversario y será nuestro año nuevo.
El nuevo año será un mejor año y esperaría que el próximo ensayo sea un apunte de otro viaje…
Estoy asintomático y así espero seguir.

18
Lecciones aprendidas

En lo que al manejo de pandemia respecta, hay medidas que se han tomado que considero
fueron oportunas, no se supone que nos gusten o estemos de acuerdo, pero han tenido su resultado
disminuyendo la cantidad de contagios −y víctimas− tales como el cierre del aeropuerto, dando tiempo
para que el sistema de salud se organizara y preparara para atender la emergencia.

Se han reparado y equipado muchas instalaciones sanitarias que históricamente no fueron


importantes, a pesar de que NO es la primera epidemia que enfrentamos y que hay muchas otras
afecciones endémicas con las que convivimos a lo largo de las 52 semanas epidemiológicas (1 año),
los centros de salud del Ministerio de Salud, y algunos del ISSS han permanecido en abandono por
años. Se ha habilitado un hospital para la atención de esta pandemia con muchas camas UCI y ese ha
salvado la vida de muchas personas que de otra manera habrían muerto al colapsar la red hospitalaria
con la capacidad instalada que tenía.

Hemos visto la integración de esfuerzos del Ministerio de Salud y del ISSS para enfrentar la
crisis, compartiendo recursos y experiencia, independiente de cómo se arreglen legalmente los
políticos después de la crisis. Mientras tanto muchas vidas han sido salvadas.

Considero que ha sido un error no haber hecho un llamado al Colegio Médico o a las
Sociedades Médicas para integrar un equipo de especialistas (salubristas, infectólogos, virólogos,
epidemiólogos, neumólogos, intensivistas), para asesorar o fortalecer las decisiones para enfrentar la
pandemia COVID 19.

La pandemia no es para menos y causa miedo; pero además de ese miedo legítimo, hemos sido
aterrorizados con falsas noticias e información infundada y ha sido irresponsable el no haber orientado
a la población respecto a como enfrentar la saturación de los medios creando temor y que ha volcado
a la población a las compras innecesarias e inútiles, habiendo permitido, además, los abusos en los
precios de los insumos (alcohol, mascarillas, alcohol gel, amonio cuaternario, etc), así como la
automedicación de productos que no han servido al propósito de la profilaxis, como se hizo creer. Las

19
alcaldías, supermercados y otros, organizaron arcos de rociadores de substancias que supuestamente
neutralizarían el virus, sin que su efectividad estuviese realmente demostrada.

Se politizó la pandemia y se ha usado como instrumento para enfrentamientos estériles entre


políticos. La historia juzgará estas acciones que considero mezquinas.

Solo cuando estamos frente a la muerte, valoramos la vida. Espero que con esta pandemia, el
valor del trabajo de quienes cuidan de la salud sea justipreciado y se dé el lugar que corresponde al
gremio médico y el sector salud en general.

Esperaría que las autoridades hiciesen −cuando esta crisis haya pasado− un homenaje a los
héroes caídos en el cumplimiento de su deber de salvar vidas.

Esperaría también que además del reconocimiento que se hiciera el gobierno al personal que
se ha dado en llamar de “primera línea”, se haga una revisión y JUSTIPRECIE de las tablas de salarios
del personal sanitario, dada la importancia de su rol al cuidado de la población, aun a costa de sus
propias vidas.

No todo es perfecto, estamos aprendiendo. No todo es malo, también hay muchas cosas
buenas.

20
glosario

El coronavirus nos está dejando un diccionario nuevo. Decenas de términos imprescindibles para
entender mejor un tema de salud pública que llena los periódicos y telediarios de todo el planeta y
que hemos recopilado en este glosario imprescindible sobre el coronavirus:
Antibióticos. Son aquellos medicamentos eficaces COVID-19. Según define la OMS, "es la enfermedad
contra las infecciones bacterianas. El coronavirus está infecciosa causada por el coronavirus que se ha
causado por un virus, de modo que los antibióticos no descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus
sirven para luchar contra esta enfermedad. como la enfermedad eran desconocidos antes de que
estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de
Aplanar la curva. El objetivo para luchar contra el 2019". El origen léxico del COVID-19 proviene de
coronavirus es reducir el número de contagiados. La 'co', en alusión la forma de corona solar del virus, 'vi'
curva de la gráfica de contagio se aplana cuando deja corresponde a la palabra virus y 'd' hace referencia a
de crecer el número de contagiados y se dibuja algo enfermedad ("disease" en inglés). Finalmente se le
así como una 'meseta'. Es la forma gráfica de ver que puso el número 19 por el año en que se detectó en
durante un periodo de tiempo, el número de contagios seres humanos.
se mantiene y no se incrementa, lo que significa que la
velocidad de los contagios es menor y, por tanto, que Cuarentena. Se trata de un aislamiento preventivo
se ha frenado la tendencia al alza. Esto es lo que se durante un tiempo determinado con el objetivo de
consiguió en China en su lucha contra el COVID-19 evitar el contagio de ciertas enfermedades. No tienen
de forma rápida al optar por medidas extremadamente por qué ser 40 días exactos.
restrictivas de movilidad.
Curva de contagio. Es la gráfica que cruza el número
Asintomático. Que no presenta síntomas. La de casos con el tiempo durante el que se extiende la
investigación señala que la carga viral de los enfermedad, midiendo de este modo la velocidad con
pacientes asintomáticos es muy parecida a la de la que el virus se está contagiando. Si el número de
aquellos que cursan con síntomas. Es por ello que casos sube de forma muy rápida en poco tiempo, la
el estudio aboga por el aislamiento como medida línea de la gráfica es cada vez más vertical, lo que
indica un alto número de contagios en muy poco
necesaria para todos los contagiados de Covid-19, tiempo.
independientemente de si manifiestan síntomas o
no. Enfermedades zoonóticas. Son las enfermedades
que pueden transmitirse entre animales y seres
humanos y que son provocadas por virus, bacterias,
Coronavirus. Son una gran familia de virus que parásitos y hongos. Son transmitidas por contagio
pueden provocar enfermedades tanto a animales directo con el animal enfermo y a través de algún
como a humanos. Se sabe que en los humanos, todos fluido corporal como orina o saliva, o por la presencia
los virus de esta familia pueden causar infecciones de algún animal intermedio, como un mosquito en el
respiratorias, que pueden ir desde un resfriado normal caso de la malaria. También pueden transmitirse
a una enfermedad grave, como son la SRAS, la MERS cuando se consumen productos de origen animal que
o el COVID-19. La primera vez que se habló de este no han pasado por los controles sanitarios
tipo de virus fue en la revista Nature el 16 de correspondientes, o por el consumo de frutas y
noviembre de 1968. Los investigadores lo llamaron verduras mal lavadas.
'coronavirus' porque la forma del virus al microscopio
era como similar al de la corona solar. Epidemia. es una enfermedad que se propaga en un
país durante un tiempo determinado y que afecta

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simultáneamente a un gran número de personas. ácidos del aceite u otro cuerpo graso. Al lavarnos las
Llama la atención de las autoridades sanitarias porque manos, el jabón disuelve la membrana lipídica que
se propaga de repente, de forma muy rápida, y afecta rodea el coronavirus, inactivándolo y evitando su
a mucha más gente de lo normal comparado con otras poder infeccioso.
enfermedades.
Mascarillas. Las mascarillas son un producto
Estado de alarma. En España, se declara en todo el sanitario que permite tapar la boca y las fosas nasales
país (o en parte de este) mediante un decreto del para evitar que entren agentes patógenos y contagiarse
consejo de ministros en el caso de calamidades, de enfermedades. Igualmente se pueden usar en
desgracias públicas como inundaciones, terremotos o sentido contrario, para evitar contagiar a otras
crisis sanitarias como la que vivimos por culpa del personas en caso de estar infectado. Si no se presentan
coronavirus. Esta disposición permite limitar la libre los síntomas respiratorios característicos del
circulación de las personas, intervenir industrias, coronavirus (sobre todo, tos) o no se cuida de una
requisar temporalmente bienes, y limitar o racionar los persona que pueda haber contraído la enfermedad, no
servicios o el consumo de artículos de primera es necesario llevar puesta una mascarilla clínica.
necesidad.
MERS. El Síndrome Respiratorio de Oriente Medio
Gel hidroalcohólico desinfectante. Se trata de una (MERS por sus siglas en inglés, Middle East Respiratory
solución líquida o en gel con un alto porcentaje de Syndrome) también está causado por otro coronavirus,
alcohol (entre el 60 y el 95 %) y que permite en concreto el MERS-CoV. En este caso, involucra
desinfectar de manera rápida la piel. Aunque es una también el tracto respiratorio superior y causa fiebre,
buena alternativa si no se dispone de agua y jabón para tos y dificultad para respirar, igual que ocurre con
lavarse las manos, hay que tener en cuenta que no otros trastornos causados por el coronavirus. Este
tienen la misma efectividad para deshacerse del peligroso virus se detectó por primera vez en 2012 en
coronavirus. Arabia Saudita y como otros virus de su familia, se
transmite de animales a humanos. De hecho, el virus
Gripe española. Fue una pandemia de inusitada se encontró en camellos.
gravedad que ocurrió durante la Primera Guerra
Mundial, en 1918 y se calcula que mató en un año Orthocoronavirinae. Normalmente se les conoce
entre 20 y 40 millones de personas, entre ellos gente como coronavirus, y es una subfamilia de virus
joven y niños. Se originó en Estados Unidos pero perteneciente a la familia Coronaviridae. Son capaces
recibió el nombre de 'gripe española' porque fue de infectar mamíferos y aves produciendo una serie de
España la que, al no estar entre los países en guerra, enfermedades respiratorias y digestivas.
informó más sobre esta enfermedad y sin censuras. Paciente cero. Es el término que se usa para describir
Incubación. Se trata del tiempo comprendido entre al primer humano infectado por un virus o una
la exposición a un organismo patogénico y el enfermedad infecciosa. Se infecta con un agente que
momento en que los síntomas aparecen por primera el sistema inmunitario no anula y que es capaz de
vez. En el caso del coronavirus, el tiempo de transmitirse a otras personas. Localizarlo facilita las
incubación es de 5,4 días de media, aunque se han investigaciones médicas ya que ayuda a analizar el
observado casos en que el periodo de incubación es potencial de contagio, la dispersión geográfica del
de hasta 14 días. agente infectante y por tanto permite tomar medidas
para combatirlo. Recientemente se identificó al
Infodemia. Este curioso término normalmente se paciente uno del COVID-19 en Europa, un alemán de
emplea para referirse a la sobreabundancia de 33 años, según informó la publicación
información (ya sea rigurosa o falsa) sobre un tema especializada New England Journal of Medicine y las
concreto, en este caso el coronavirus. autoridades sanitarias continúan buscando ese
paciente cero en Europa que puede ser clave para
Jabón. El jabón es una solución soluble al agua frenar la pandemia.
compuesta por la combinación de un álcali unido a los
22
Pandemia. Tal y como establece la OMS, se llama
pandemia a la propagación a gran velocidad y a escala
mundial de una nueva enfermedad. Lo que la
diferencia de la epidemia es el grado en que aumentan
los casos y su alcance internacional. La OMS declaró
la pandemia cuando el coronavirus se extendió por los
seis continentes y se certificaron contagios en más de
100 países de todo el planeta.
Pangolín. Los pangolines son un tipo de mamíferos
placentarios cuyo orden contiene ocho especies vivas,
todas pertenecientes al género Manis. Una
investigación reciente comprobó que los pangolines
pueden portar diversos coronavirus relacionados con
el SARS-CoV-2.
SARS. Se tratan de las siglas del Severe Acute Respiratory
Syndrome (Síndrome Respiratorio Agudo Grave)
causado igualmente por un tipo de coronavirus
distinto al COVID-19, el COVID-2. El SARS se
originó en la región china de Cantón en 2003 y se
expandió en dos docenas de países de Norteamérica,
Suramérica, Europa y Asia. El virus infectó a 8.422
personas y murieron 916 personas.
Vacuna. Se trata de una sustancia compuesta por
microorganismos atenuados o muertos que se
introduce para estimular la formación de anticuerpos
y conseguir inmunidad frente a ciertas enfermedades.
Hasta la fecha no existe ninguna vacuna ni
medicamento antiviral específico para prevenir o
tratar el COVID-19.
Wuhan. Es la capital de la provincia de Hubei, en
China central. Tiene una población de 11 millones de
personas. Es donde se produjo el primer contagio del
coronavirus en humanos y el primer foco de la
pandemia que comenzó a finales de 2019.
Zoonosis. Las enfermedades zoonóticas son aquellas
que se transmiten por zoonosis de algunos animales a
los humanos. Las zoonóticas representan el 60% de
las enfermedades infecciosas conocidas.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/glosario-
coronavirus-todos-terminos-que-rodean-covid-19_15314

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