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ESTRUCTURAS DE
HORMIGO N ARMADO
Bases para el dimensionado de
estructuras de hormig6n armado
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ESTRUCTURAS
DE HORMIGO N ARMADO
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PLAN DE LA OBRA
TOMO I
F. Leonhardl • E. MOnnlg : BASES PARA EL DIMENSIONADO DE ESTRUCTURAS DE HORMI.
GON ARMADO
TOMO 11
F. Leonhardt - E. MOnn lg: CASOS ESPECIALES DEL DIMENSIONADO DE ESTRUCTURAS DE
HORMIGON ARMADO
TOMO /fJ
F. Leonhardl • E. MOnnig: BASES PARA EL ARMADO DE ESTRUCTURAS DE HOAMIGON AR.
MADO
TOMO IV
F. leonhardt: VERIFICACION DE LA CAPACIDAD DE USO
TOMO V
F. Leonhardl: HOAMIGON PRETENSADQ
TOMO VI
F. Leonhardt: BASES PARA LA CONSTRUCCrON DE PUENTES MONOLlTICOS
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ESTRUCTURAS
DE HORMIGON ARMADO
TOMO I
BASES PARA EL DIMENSIONADO
DE ESTRUCTURAS DE HORMIGON ARMADO
Fritz Leonhardt
Ingeniero civil. Profesor emérUo en el Instituto
-
de Construcciones de la Universidad de Sluttgart.
.Eduard Monnig
Doctor ingeniero. Doc tor Honoris Causa. Profesor eménto
en el Instituto de Construcciones de la Universidad de Sluttgarl.
SEGUNOA I n iC ie N REVISADA
Reimpre sión
•
11111111 LtB AERIA " EL ATENEO" EDITORIAL
IUENOS AIRES· LIMA - AIO DE JAIIIEIRO • CARACAS· MUltO
" BARCELONA · MADRID · I OGOTA
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IMPRESO EN LA ARGENTINA
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Prólogo
Sin duda 8S un honor prologar una obra del Dr. Ing. Leonhardt y especlalme,1te ésta
que llene tanta Importancia en 10$ más recientes progresos en la TécnIca de las Construc·
ciones de Hormigón Armado y Pretensado.
En electo. en los albores de esta técnica fas bases rBcionales con sustento experimen-
ta/ fueron establecidas por el famoso Ingeniero E. M6rsch en numerosos trabajos y en su cono-
clde obra en seis tomos, cuya traducción a nuestro fdloma ha tenido amplia difusión (Teorla y
practica del hormigón armado).
La obra de MOrsch data de la décade de/30 y desde entonces se ha progresado mucho
en la teorfa yen fas aplicaciones del hormigón armado. Varios nombres pueden asociarse 8 as-
tas progresos, tafes como Sa/iger, Olschlnger, Pucher, etcétera, pero, sin duda, la Influencia
más notable es la de Leonhardt, que ha realizado profundos estudios teórIcos, además de "u -
merosas experiencias en la Universidad de Stuttgart_ •
Conviene tener presente que los reglamentos en uso en la época de Morsch, tales como
la OIN 1045 en su edición de 1932, que fue adaptade en nuestro Reglamento Técnico de la
Ciudad de Buenos Aires de 1935, constltulan prácticamente un "manual" en el que unas pocas
reglas prácticas permitlan proyectar todos los elementos constitutivos de una estructura de
hormigón (en aquella época solamente en bases. columnas. vigas y losas). Eran tan simples las
reglas que aun un IngenIero sin conocimIentos profundos de la Técnica de las Construcciones,
ni del Análisis Estructural, podfa realizar un proyecto sin dificultad.
De aquel/os reglamentos-manual se ha pasado ahora a lo que pOdrramos l/amar los
reglamentos-tratado. En estos últimos, por ejemplo la Norma OIN 1045 de 1978, además de
reglas constructivas y de proyecto, se plantean una serie de problemas cuya resolucIón queda
8 cargo de quien realiza el proyecto en cada caso particular.
El proyectista en nuestros dlas debe ser, para poder actuar con éxito, un profundO cono-
cedor de la Mecánica de las Estructuras.
Lalnlfuencla de Leonhardt en la Norma O/N 1045 delalJo 1978es, sin duda, importantlsl-
ma y se ha ejercido a través de la ComisIón Alemana para el Hormigón Armado y también del
Comité Euro-Internacional del Hormigón.
En nuestro pals acaban de ser aprobadOS, en el ámbito nacionel, los Reglamentos CIR-
SOC (Centro de InvestigacIón de los Reglamentos Nacionales de SegurIdad para las Obras Ci-
viles) que en lo concerniente al Calculo de los Elementos de Hormigón Armado y Pretensado
son fundamentalmente una adaptacIón de la norma alemana citada en último término.
La importancia de la obra de Leonhardt, que a partir de ahora estará al alcance de los
estudiosos Ingenieros de habla hispana, asl como de quienes tengan un Interés profesional en
el hormigón armado, resulta de que él mIsmo no sOlo ha Influido en las nuevas normas, sino
que además es un critico de algunos aspectos de e/1as, con los que no está de acuerdo. Sus de-
sacuerdos en la gran mayorla de los casos tienen también sustento experimental y los resulta-
dos de sus experiencias están cuidadosamente expuestos en este magistral tratado.
Considero que esta obra es Indispensable para cualquier Ingeniero que deba tratar en
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VII
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alguna forma los temas del hormlg6n armado y pretensado, puesto que en ella encontrarán no
1010 el porqué de muchas disposiciones reglamentarias que ahora, por lo que se dilo , son co-
munes a la Norma OIN y a los Reglamentos CIRSOC, sino también /a descrlpci6n de su funda-
mento experimental y además su crftica muy correctamente sustentada.
La versl6n en nuestro Idioma fue realizada por e/Ingeniero Curt R. Lesser, egresado en
1936 de la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor, habiendo tenido durante su ex-
tensa carrera profesional un Intimo contacto con las estructuras de hormig6n. En esta impor-
tante y dillclltarea cont6 con la desinteresada colaboraci6n y gula del Ingeniero Enrique D. A.
Flless ( t 1984), Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires. cuya versaci6n en los te-
mas relacionado s con e/ hormigón armado quedó evidenciada a lo largo de una serie de traba-
jos de la especialidad bien conocidos en nuestro medio y en al extranjero.
En los tiempos que vivimos. la vida útil de los textos y los IIatados es, en general. muy
breve. Puedo afirmar que en este caso /a regla general no se cumplirá pues los experimentos y
fa profundIdad de la teorfa son tales que perdurarán por muchos allos. Es por ello que esta obra
servirá para la formación de alumnos, futuros ingenieros, que luego la seguirán consultando a
/0 largo de su vida profeslona/.
Esto justifica plenamente el esfuerzo realizado por ellng. Flless. ellng. Lesser y la Edl·
torla/ "El Ateneo".
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Indica
Notación , XVII
Blbllogralla de mayor Imponencia. XXLII '
, . INTRODUCCtON,
2. HORMIGON, 3
2.1. Cemento, -4
2.1 1. Cementos normales segUn DIN 116-4, -4
2.1.2. Elección del cemento, 5
2.1.3. Cemento no normalizado, 5
2.2. Agregados Inerles, 5
2.2.1. División de los agregados, 5
2.2.2. Dosificación de los agregados, 6 •
2.3. Agua de amasado, 1
2.4. AdlHvos al hormigón, 1
2.5. Hormigón fresco, 8
2.5.1. Composición del hormigón, 8
2.5.1.1. Contenido de cemento, peso del cemento, 8
2.5.1 .2. Contenido de agua, cantidad de agua, 8
2.5.1 .3. Contenido de material fino, 8
2.5.2. Propiedades del hormigón Iresco, 8
2.6. Factores que Influyen en el endurecimiento del hormigón, 9
2.6.1. Tipo de cemento, 10
2.6.2. Temperatura y grado de madurez, 10
2.6.3. Curado al vapor, 11
2.6.-4. Aecompactado, 11
2.6.5. Curado, 11
2.7. Plazo de desencofrado, 11
2.6. Resistencia del hormigón endurecido, 12
2.8.1. Resistencia ala compresiÓn, 12
2.8.1. 1. Probetas y método de ensayo, 12
2.8.1.2. Resistencia caracterlstica /JwN según OIN 10-45, 13
2.8.1.3. Ensayos de urgencia del hormigón, 1-4
2.8.1.-4. Ensayos acelerados, 1-4
2.8.1.5. Resistencia a la compresión para cargas de larga duraciÓn, '4
2.8.1.6. Resistencia a la compresiÓn para cargas de fallga u o.cllantes, ,-4
2.8. 1.7. Resl.tencla a compresión para temperaturas muy alta, y muy bajas, ,-4
2.8.1.8. Resistencia a la compresión en la estructura, ,-4
2.8.2. Resistencia a la tracción, 15
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,
www.codyjaramillo.com XI
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XII
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Notación
Sublndice
Origen:
F fatiga laligue
k fluencia lenta creep
s conlracc:Jón shrinkage
t lapso o in si ante lime •
T variación de temperalUra changa 01 temperature
Naturaleza:
B flexión bending, flexure
O compresión compresslon
K pandeo buckl ing
S resbalamiento (corte) shear
T torsión torslon
Z tracción tansion
Zw forzado. restringido restraln!
Dirección, ubicación :
b hormigón concrete
e acero para hormigón relnforcing sleel
k referido al núcleo de la sección referred lo kern
arriba, superior 'op
°u abajo, inferior bollom
z acero para pretensado prestressing steel
Varios:
signif ica magnitud " ideal"
n neto ne'
R significa valor caracterislico de una resistencia characteristic strenght
.,
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Indice superior
a relerir a la armadura comprimida relerrlng lo compression sleel
NotaciÓn principal
Dimensiones de la secciÓn:
longitud de anclaje de una barra de armadura anchorage length, anchoring '"
ancho de secciones rectangulares widlh
ancho del alma de vigas·placa web wldth, web Ihickness
anCho acllvo de vigas· placa effecllve wldth 01 T'beams
diámetro, espesor de losa, allura total de viga, diameler,
espesor de pared overall depth
de , 0 diámetro de barra de armadura dlameter 01 reinforcemenl bar
do altura total de vigas· placa overall deplh
d, dIámetro del núcleo de sección zunchada Fk
e = M/N = excentricidad del esfuerzo axil excenlrlcity 01 lorce N
e separación entre barras de armadura
e., separaciÓn entre estribos verticales
spacing 01 relnforcemen! bars
pilCh 01 stlrrups
es separaciÓn enlre barras inclinadas
F área de la secciÓn cross·secllonal area
Fo secciÓn de hormigón (Iotal) area 01 concrete
Foz zona traccionada del hormigón tension zone 01 concrete
F; = Fb + (n - 1) Fe = secciÓn ideal transformed section
Fn sección de hormigón (neta)
F. secciÓn de acero traccionado area 01 tenslon reinforcemenl
(generalmente armadura de borde, armadura
longitudinal)
secciÓn de la armadura de corte area 01 transverse
reinforcemen!, '" '" shear reino
lorcemenl
Fe. L secciÓn de la armadura longitudinal area 01 longitudinal
relnlorcemen!
Fe BO sección de un estribo
Fe: s secciÓn de una barra Inclinada
'e sección de armadura relerlda a la unidad de
longitud
fe, w secciÓn de armadura helicoidal helical relnforcement
h altura de un elemento estructural o de una helgh!
estructura
h distancia del baricentro de la armadura ellective depth
traccionada al borde comprimido, altura útil
lQ..mismo para la armadura comprimida
i = V J/F = radio de giro radius 01 gyration, '" '" inerlia
J momento de Inercia momen! 01 inertia, second
momen! 01 area
s.
S
S
longitud de barra, tramo
longitud de pandeo
momento estático de una superficie
lenglh ol· a member
buckllng leng!h
lirSI mamenl 01 area, s!alic
moment 01 a sectlon
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XVIII
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Magnitudes de deformación :
f /lecha deflection
v, v, w desplazamientos displacements
Al variación de longitud elongallon
( deformación especifica, variaciÓn relativa de strain
longitud fj tII , acortamiento especifico en
compresión
Tensiones:
° tensión stress
positiva = tensiÓn de tracción tenslle stress
negativa = tensiÓn de compresión compressive stress
0e tensión en la armadura de tracción
oe tensión en la armadura de compresión
0b tensión de compresión en el hormigón
0bZ tensión de tracción en el hormigón
01' 011 tensiones principales principal stresses
0a tensión dinámica
20 a amplitud de oscilación
T tensiÓn de resbalamiento o de corte s~ear stress
TO valor caracterlstlco de la tensiÓn de corte en
vigas de hormigón armado
T1 tensión de adherencia bond stress
Varios:
.1 = ~ = esbeltez de elementos comprimidos con slenderness rat io
peligro de pandeo
k coeficiente, en general coelliclenls
v desplazamiento del diagrama de M , displacemenl 01 ~ . line,
shift '" '"
" coeficiente de seguridad salety factor, factor 01 salety
Unidades de medida:
1 kg unidad de masa
1 kp = 9,81 kg mIs' unidad de fuerza = masa · aceleración de la gravedad
1 Mp = 1000 kp
1N (Newlon) = 1 kg miS' = 0,1 kp
1 KN (KlIonewton) = 100 kp; 1 MN (Meganewton) = 100 Mp
Ji = 1 Pa (Pascal)
m'
1.l:L =1 MN =
1 M Pa (Megapascal) = 10 ~
mm' m' cm'
Abreviaturas
DAIStb. ComisiÓn Alemana para Hormigón Armado
CEB Comité Europeo del Hormigón, Parl s
FIP Federación Internacional del Pretensado
,
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" XXI
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Haegermann, G. u. a.: Vom Caementum zum Spannbeton. Wiesbaden, Bauverlag GmbH , 1964
Leonhardt , F.: Spannbeton für die Praxis. Berlln, W. Erost u. Sohn, 1962
"
www.codyjaramillo.com XXIII
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Walz, K.: Herslellung van Beton nach DfN 1045. Düsseldorf, Beton-Verlag, 1971 ,
B6hm, F. Y Labutin, N.: Schalung und Rüstung. Berlin, W. Ernst u. Sohn, 1957
En lo que respecta a los novlslmos desarrollos relativos a encofrados y andamios, la me-
Jor InformaciÓn puede obtenerse en cada caso de los lolletos más recientes de ias firmas
especializadas.
Manuales
Beton·Ka/ender. Berlin , W. Ernst u. Sohn. Editado anualmente en una nueva edición; incluye,
entre otros temas Importantes, Normas (en parte completas y en parte resumidas), entre
ellas DIN 1045, 4227, 1055, 1075, etcétera, también el procedimiento de cálculo según DIN
4224 Y recomendaciones para la ejecuciÓn de la armadura.
Franela
Anna/es de I'lnstltut Technique du 8flt/ment el des TravauJl PuMcs (lTBTP), Paris; men°
sual
Gran Bretana
Magazine al Concrete Research. Cemen! and Concrete AssoclaUon , London ; trimestral
The Structural Englneer. Instltutlon 01 Structural Englneerlng, London; mensual
Concrete. Journal 01 the Concrete Society, landon; mensual
Suiza
Schwelzerlsche Bauze/tung. Zürlch; semanal
EE.UU.
Journa/ 01 the Amerlcsn Concrete Institute (Ael Journsl), Detroit; mensual
Proceedings 01 the AmerIcan Socíety al Civil Englneers (ASCE), Journsl 01 the Structural
Division. New York; mensual
Especificaciones
En lo que respecta a normas debe verificarse siempre sobre la edición mas nueva .
Suiza: sla 162 (1968) Norma para el cálculO, proyecto y construcción de estructuras
de hormigón , hormigón armado y hormigón pretensado .
Austria: ONOAM B 4200 (10 parles con datos de distintas ediciones). Estructuras de
hormigón, estructuras resistentes de hormigón armado .
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1
Introducción
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2
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2
Hormigón
HormIgón poroso, de estructura abierta, es decir con grandes espacios vaclos entre los
granos de los agregados, por falta de granulomelrla fina, por eJemplo, hormigón con granulo-
metrla de 8 a 16 mm.
Según el destino del hormigón se lo denomina hormigón en masa, por ejemplo, para pre.
sas de embalse u hormigón estructural, por ejemplo para esqueletos de edilic ios, o puentes, et·
eétera.
Blbllografla más Importante: (4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 , 12, 13).
2.1 . Cemento
Se obtiene c~lentando una mezcla de calcáreo y arcilla (margas calcáreas) hasta una
temperatura de slnterlzaelÓn (cllnker de cemento) que luego es finamente molida. Los cemen-
tos, como ligan tes hidráulicos, son los factores fundamentales de las propiedades de los hor·
mlgones.
L negro
350 350 SSO 450 marrón claro
F rojo
L r - .neoro
450 450 650 SSO verde
F rojo
Flg. 2.1 . Clases de resistencias de los cemenlos normales según DIN 1164.
tos de bajo calor de hIdrataciÓn y HS para cementos de gran resistencia a los sulfatos. Un ce-
mento con resistencia de clase Z 250 debe, además, satisfacer las exigencias para NW o HS o
ambas.
Es posible utilizar como agregados inertes materiales naturales o artificiales, que pose-
an la resistencia necesaria y no influyan en la resistencIa del hormigón (ver DIN 4226). Por esta
razón deben estar libres de Impurezas (limo, arcilla, humus) y componentes nocivos (0,02 % co-
mo máximo de cloruros y 1 % de sulfatos).
El azOcar es especIalmente peligrosa, por cuanto Impide el fraguado del cemento.
La forma de las partlculas y su textura superficial influyen considerablemente en la tr8-
bajabllldad del hormlg6n y en la adherencia del hormigón : 108 agregados con partlculas redon·
deadas y lisas facilitan el mezclado y compactación del horm igón, mIentras que las de superfi-
cie rugosa mejoran la resistencia a la tracción .
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: l00r--'--'--r-,--,--r-,,,~"
:l Zona utilizable e 8
.80f--+--I-+-+-+-\-"\-'i~
,
~ Zona más lavorable
o~ ro f---j---j--t-,J:-:;w,
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t---t"i:~~~~~~~~~~1
• LO
fo W
" 20 t--"fTb-~
'~~
~
O~ O ~__i7~~~~~~-l~G~"~"~U~I~ome~~'"_a-i.
discontinua
O 0,25 0.5 1,0 2,0 L,O 8,0 16,0 31,5 63.0
1amano de la malla (mm) Tamano de la malla (mm)
•
Flg. 2.2. LIneas de cribado segun DlN 1045 para la constituc ión de los agregados (Ejemplos para lamanos
máximos del agregado grueso de 31,5" 63 mm. Las zonas mas Ja'lorables aparecen rayadas).
1. Escalón.
Grano grueso (di)
porcentaje de vaclos 26 %.
2. EscalOn .
Grano medio (d, :: 0,156 d,::
porcentaje de 'lacios 12-J.
Grano grueso
d¡
3. Escalón.
Grano Uno Grano lino (d, :: 0 ,1 56 di)
porcentaje de vaclos 4 %.
Fig. 2.3. Escalonamiento del tamano de los granos para máxima compacidad con agregados redondeados
¡segun Hummel (7}).
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Casi la totalidad de las aguas naturales son aptas para ser utilizadas como aguas de
amasado. Se recomienda tener cuidado con las aguas de pantanos y de efluentes Industriales.
El agua de mar no es apropiada para hormigón armado u hormigón pretensado, por el peligro
de corrosión a causa de su contenido de sales.
Enlre tos aditivos al hormigón cabe distinguir entre materiales aditivos y medios aditi·
vos. Materiales aditivos son, por ejemplo, colorantes minerales, polvo de piedra, cenizas vola n·
tes o adiciones minerales con hidraulicidad (por ejemplo Trass). Medios aditivos o aditivos pro-
piamente diChos, son los que por efectos qulmlcos o !lsicos modifican las propiedades del hor'
mlgón; deben estar oficialmente aprobados y só lo deben usarse luego de ensayos de aptitud .
Se utilizan los siguientes aditivos:
8) Plasllficanles del hormigón (BV), por ejemplo " Plastimenl" o "Betonplast", para mejo-
rar la trabajabllldad del hormigón. Reducen el contenIdo de agua para alcanzar la con·
sistencia deseada, y pueden con ello contribuir a aumentar la resistencia del hormigón
(ver Flg. 2.5).
b) Retardadores (VZ), cuyo objeto es retrasar el comienzo del fraguado y en general están
contenidos en los plastificantes. Pueden retardar el comienzo del fraguado de 3 a 8 ho-
ras, para que en el caso de grandes superficies a hormlgonar las capas sucesivas
adhieran bien entre sI.
e) Incorporadores de aire (LP), cuyo Objeto es aumentar la resistencia a las hetadas. Al for-
marse burbujas microscópicas de aire en el hormigón, aumenta su resistencia a las he-
ladas, pero, en general , con ello se reduce algo la resistencia a la compresión y aumenta
la contracción. El porcentaje de aIre Incorporado debe quedar comprendido entre el 3 y
4% . •
d) Impermeabilizan tes del hormigón (OM), por ejemplo "Cereslta", "Sike", "Trlkosal", cuyo
objeto es disminuir la permeabilidad del hormigón. Su empleo debe analizarse con ca-
rácter critico, por cuanto conducen fácilmente a pérdidas de resistencia.
Un hormigón con una buena granulometrfa y con suficiente material fino (ver Seco
2.5.1.3) y compactado correctamente, resulta impermeable sin necesidad de aditivos;
por otra parte los impermeabilizantes son inoperantes si el hormigón está mal mezclado
o inadecuadamente compactado.
e) Aceleradores de fraguado (BE) que tienen por lin acelerar el fraguado y el endurecimien-
to. Estos productos contienen generalmente cloruro de calcio (ClzCe) que, aun en pe-
queflas cantidades, origina corrosión. i Es preferible usar cemento de aita resistencia
inicial!
f) Productos anffcongelantes: cuyo fin es bajar el punto crioscópico (punto de congela-
ción). Contienen generalmente c loruros y por ello, debido al peligro de corrosión, su
empleo está prohibido para el hormigón armado o pretensado. Es preferible calentar los
agregados y el agua de amasado y proteger la estructura una vez hormlgonada, usar ce-
mento de alta resistencia inicial o calelaccionar el lugar de trabajo bajo carpas o tingla-
dos protectores.
g) Otros aditivos. Las resinas PVC (polivinllicas) o epoxldicas juegan un papel especial ca·
da vez más creciente. Sirven para unir elementos prefabricados de hormigón con juntas
de pequeflo espesor o -mezcladas con arena- para preparar morteros artificiales pa-
ra juntas de mayor espesor o para reparaciones. Tanto su resistencia a la tracción como
a la compresión y adherencia son muy elevadas. Sin embargo, aún no ha sido suficiente-
mente verificada su Inalterabilidad tanto para solicitaciones de tracción permanentes
como para el efecto de altas temperaturas.
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Flg. 2.4. Inlluencia de la relación agua·cemento Flg. 2.5. Inlluencla de la relación agua-cemento
sobre la resistencia a la compre sión del hormlOón sobre la resistencia a la compresión fJw. para ce-
para distintos contenidos de cemen to. mentos de distintas resistencias normales (segUn
Walz (11D.
Para determinar la consistencia (rigidez del hormigón fresco) se han desarrollado diver-
sos métodos, ver 11n. las normas DIN 1045 Y DIN 1048 prescriben la medida de compacidad v
(relacl:!ln entre la altura total de un cajón prismático lleno de hormigón y la altura del hormigón
luego de compactado) y la medida de asentamiento a (diámetro med io de la torta de horm igón
resultante en la mesa de asentamiento luego de 15 golpes) . Con relación a dichas medidas de
compacidad, la norma DIN 1045 distingue tres zonas de consistencia:
Zona de conslslencia K 1: consistencia de tierra húmeda, rlgido;
(v =
1,45 a 1,26) compactación mediante apisonado, mesa de Impacto, mesa
vibradora o vibradores de gran potencia.
R = I:t·(T+10) (2,1)
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Fig. 2.6. Desarrollo de la resistencia del hormigón para una temperatura de + 20 0 e y distintas calidades
de cementos normalizados.
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Flg. 2.7. DesarroUo de la res istencia a la compresión durante el endurecimiento para dist intas temperalu-
r.s del hOlmlg6n (18).
2.6.4. Recompacta do
l a resistencia del hormigón puede aumentarse bastante por un recompaclado median·
te vibradores externos, luego de transcurridos de 15 a 45 mln. de la primera compactación con
vibradores de inmersión (yer Walz y SeMlller [221).
2.6.5. Curado
El hormigón recién ejecutado debe se r tratado a posterlad : debe mantenerse caliente,
hl.medo, protegido de l as altas temperaturas, del viento, de las heladas y de la lIul/la muy inten-
sa. la conservaciÓn del calor y la humedad inlluye favorablemente en tas resistencias a la
compresión y tracción, Impermeabilidad y contracción . Los medios adecuados son: cubrirlo
con panos empapados en agua o con arena saturada. Regarlo con agua fria orig ina grandes di-
ferencias de temperatura entre el interior (calor de hidratación) y la superficie, y puede dar lu-
gar a la formación de fisuras superficiales; por ello es poco apropiado.
Para grandes superficies conviene utilizar cubiertas o pellculas que se pulverizan sobre
las mismas e Impiden la evaporación de la humedad superficial , por ejemplo, " ant lsol" , que es
una emulsión de parafina. Estas pellculas no son permanentes en su mayorla, por lo que es ne-
cesaria una protección contra los rayos solares. Deben aplicarse a lo sumo una hora después
que el hormigón empieza a " tirar" [23J.
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lemperaluras superiores a + 180 e valen como Indice para el desencofrado, por ejemplo, de lo-
sas de hormigón armado para lechos, plazos mlnimos de:
10 di as para Z 250 5 dlas para Z 350 F Y Z 450 L
8 di as para Z 350 L 3 dI as para Z 450 F YZ 550
Con lemperaturas por debajo de + 180 C deben Incrementarse los plazos, de acuerdo
con lo Indicado en Fig. 2.7. Los encofrados laterales pueden retirarse antes, pero los del fondo
de vigas de gran luz, etcétera, deben serlo con posterioridad.
130/13w
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2,0 J -1- J- .> lf. --
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Pla~as ! 1-- rrISm¡s. cillndro.¡
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O O.S 1.0 1,5 2.0 3. 4.0 "' fb resp. "' Id
Flg. 2.8. Aelacl6n entre las resistencias prismáticas /Jo y cúbicas fJw a la compresi6n en funci6n de las res·
pecllvas esbelteces hld y hlb 125].
"
12
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Flg. 2.9. Configuración de rOlura de cubos de hormigón con (a) '1 sin (b) restricción ala deformación trans-
versal.
segun DI N 1045: Q
'w 1,25 ac para hormigones" Bn 150
(2.2)
a w "
1, 18 Q
'c
para hormigones i!": Bn 250
La división de las clases de resistencia del hormigón (p. ej. Sn 150, Sn 250, etc.) 5G efec-
túa sobre la base de ensayos de calidad a los 28 dlas, en relación al mlnlmo valor.de la resisten·
.,
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ensayos "no destructivos" mediante dispositivos especiales. Las probetas se preparan de tro·
zos de hormigón extraldos de la estructura, aserrándolos en forma cúbica o prismática, o mejor
aún, en forma cillndrlca mediante perforadoras. de núcleos.
Los ensayos no destructivos del hormigón en estructuras son de dos tipos: de impacto y
acústicos (ver [341 y DIN 4240); deben ser realizados únicamente por especialistas con experlen·
cia.
En el ensayo de Impacto se determina sea la impronta (penetración) de una esfera en el
hormigón mediante el marUllo de Impacto (por ejemplo: martillo a resorte de Frank) o bien se
mide el rebote de un martillo a resorte (esclerómetro de Schmidt). El ensayo acústico, en reali·
dad ultrasónico, se utiliza en los EE.UU. y ta U.R.S.S., pero en Alemania se emplea sólo en ca·
sos muy especiales. En este sistema se deduce la resistencia del hormigón, de su conductlbili·
dad al sonido O ultrasonido.
"1o
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iI~~J Tiempo
0.81-+-f-~
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.~ O,, '"l... ,~F::::(5'IJ+ 2(!f'a
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° 0,2 O,, 0,6 0,8 1,0 •<
O .¡.:....--I--4_~-":-~
° (\2 0.4 0,6 0,8 1,0
Tensión Inferior relativa ~ !! Tensión media relatlv. ~
1, ~,
FIO. 2.10. Resistencia a la I.tloa fJF del hormigón en l. zona de compresión p.r. 2· 10' alternancias.
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15
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~ ~clTI/t,3c I h2QO¡
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1,20 - ,-
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, ---,---,-,.---,--- , - , . - - ,
•• Zona de dispersión
-.~e 0,20..,~--+--+--+--+---+---+--'~~
.."
~
o T
[oC]
Flg. 2.11 . Influencia de las lemperaturas elevadas del hormigO n sobre la resistencia a compresión en cI-
lindros (d = 5 cm, h :: 7 cm), [32J .
o <,O
/ / ~-- "-
•
Iii
+
3,0
..." / Curado húmedo
•u
~ ,,/ I I
Curado a una humedad_
~ 2,0
re'atl~~~L
~
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•
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,,O
;' "" - ---
Secado ~ 105°
luego del curado
e - •
"•
o
.lO
~ O I Temperatura T del anuye
.20 0·20 -." -100 -14,0 -160 [oC I
Flg. 2.12. Influencia de lemperaturas de ensayo muy bajas sobre la resistencia a la compresión del horml·
gOn par. distintos tipos de curado antes del enlrlamlento [33].
z_
E ..1---- '. ' , . 'Hm
2
:1 _z
Fig. 2.13. PrObeta parata determl·
nación de la resistencia uil a 'a
tracción (tracclOn pura)
,l ~ . --
Z
J 30
." ,m
Z Fb
16
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la hipóte sis de una repartición lineal de tensiones en la sección, como valor numérico de la len-
sión de borde.
~3
2
"u / bd •
~BZ Z W 6
Tracción Compresión
p
5=0,10.
-Ji-
, Cubo. T
G,~
,p
4- PSPZ' nor
I
G,
-- ----
5 =O,ld
t- tt
d Cilindro
+- ,p
PSPZ' Ttdh P
Distribución de tensiones
Diagrama de tensiones
t TracciÓn . G' u I Pp
-1,4 -1,2 -1,0 -0,8 -0,6 -O,, -0,2 ° .0,2
0,1* .0 ,2
0,1
Compresión .....- o _ Tracción
. G, / ~,
/ /
/
· 0,2
.G, / ~,
/
/
- O,,
/
- - 6l~/~ -0,6
compresión crece, mientras que aun pequeMs tracciones en una dirección , reducen conside-
rablemente la resistencia a la compresión en la otra dirección .
El au men to de resistencia a la compresión para solicitación biaxial puede también origi ·
narse en la inhibición de la deformación transversal (ver Seco 2.8.1.1). En ello se basa la ac ción
beneficiosa del zunchado y armaduras transversales , usadas por ejemplo en columnas zuncha-
das, anclaje de elementos tensores y cargas superficiales parciales . la reducción de la resiso
tenci a a la compresión en la solicitación doble por compresión y tracción debe tenerse muy en
cuenta en esfuerzos que puedan originar fisuras o en la zona comprimida de l as vigas· placa, et-
cétera.
l
pecificas
Resistenci a al punzonado para el hormigón como
material
Resistencia a la torsión frágil
En realidad, tanto para los esfuerzos de corte, torsión o punzonado, se origina un siste·
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1. deformaciones elásticas, debidas a cargas o temperatura, las que al cesar la causa que
las originó desaparecen totalmente.
2. deformaciones plásticas, producidas por cargas de corta duración pero muy elevadas ,
que al descargar no desaparecen totalmente.
J. deformaciones en función delliempo y de las condic iones climáticas, debidas a mod ifi·
caciones del gel del cemento, entre las que es necesario distinguir:
contracción e hinchamiento, como deformaciones Independientes de las cargas, produ·
cidos por variaciones de humedad en el gel del cemento;
fluencia (creep) y recuperación , como deformaciones dependientes de las cargas como
consecuencia de cambios de volumen del gel del cemento debidos a cargas y descaro
gas.
Al cargar, comienza la fluencla al poco tiempo de actuar la carga, de modo que es dificil
observar deformaciones puramente elásticas. Por ello en mediciones al efectuar ensayos en
estructuras es necesario determinar siempre el tiempo transcurrido entre la aplicación de la
carga y la medición, pero también es necesario establecer la temperatura y humedad ambien·
tes.
El cálculo de las deformaciones se efectúa esencialmente mediante la teorla matemáti-
ca de la elasticidad. En principio se parle para ello de las deformaciones especificas c= olE
de un prisma solicitado axilmente con o, donde E es el módulo de elasticidad (módulo de
Young), constante elástica del material.
En lo que sigue trataremos las deformaciones del hormigón con agregados pétreos nor·
males, en lo esencial teniendo en cuenta el diagrama tensión-deformación (o - el correspon-
diente a un prisma solicitado axilmente. •
t- t
L-_~ __~~~~____-1> E
Flg. 2.17. Determinación del m6-
dulo E en prismas de hormigón se-
gun DIN 1048.
-tdE 10
~ -~ ~p Fuera de escala
.,
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Eb · 18 OOO~ (2.7)
En Alemania se admiten, según OIN 1045, los valores de la tabla de Fig. 2.18, siendo
aceptables variaciones de ± 20 "lo.
Clase de reslalencla
Eb
220 000 260 000 300000 340 000 370000 390000
2
( kp/cm 1
FIg. 2.18. Valores de calculo del módulo de elasticidad Eb segiJn DIN 1045.
Muchas veces aparecen en la blbliografla valores más elevados de un astllamado " mó-
dula E dinámico", que se determina, por ejemplo, en los ensayos sónicos (ver Seco 2.8.1.8). Para
variaciones muy rápidas de las tensiones, es decir para oscilaciones de alta frecuencia, no es
posible que las tensiones alcancen un mismo nivel en la totalidad Clel volumen del cuerpo, de
modo que la deformación resulta menor y el módulo E aparentemente mayor. Por ello no es po-
sible utilizar el "módulo dinámico E" para el cálculo de deformaciones en hormigón armado.
"'r0'.IO -. a 12. 10 -. f~
Oc 1
En promedio puede admitirse el mismo valor que para el acero (ver Cap. 3) O'T = 10 - 10 l .
El coeficiente de dilataciÓn térmica depende de la temperatura: c uando las mismas son
elevadas, O'T aumenta al crecer la temperatura (hasta cerca de 22.10-1 , ver (32]); para tempera·
turas bajas, (l'T disminuye al disminuir las mismas (hasta cerca de 5.10-1 , ver [33J).
G • E
(2.8)
El valor de G s610 puede utilizarse para determinar las deformaciones por corte en
estructuras constituidas por material homogéneo, de donde, para el caso del hormigón, sola-
mente antes de la fisuraclón y para tensiones bajas. Este valor no es posible utilizarlo para cal-
cular deformaciones por corte en el caso de elementos de hormigón lisurados.
1- -"7---- -~-
Descarga + nueva carga
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S"b[kPlcm 2j al b)
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O 2 J 4 5 , , ["1.0) O 2
"
l [olooJ
Fig. 2.20. Diagramas tensión-delormación pata hormigones de distinta calidad, determinados en prismas
con carga axll: a) velocidad de deformaciÓn cte. (361: b) velocidad de carga ele. (31].
2
G'b kp/cm
--
200
Cerga normal a la dirección
15. ,/
de hormigonado
Carga en ta direcciÓn
/. de hormigonado
s. y-
.00
•V O '.. "["'"" [
Flg. 2.21. Influencia de la diferencia entre las direcciones de carga y hormigonado sobre los diagramas
0-' de un hormigÓn con ~w '" 200 kp/cm J [381.
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Las causas Que originan estas variaciones anelástlcas de las tensiones y deforma-
ciones, residen en ia microestructura de la pasta de cemento endurecida (ver (6))_ Esta pasta de
cerTl8nto es la lechada endurecida, Que envuelve las parllculas de los agregados y las vincula
entre sI.
La base fundamental de la pasta endurecida la constituye el gel de cemento, masa co·
loidal de alta resistencia y muy homogénea, Que incluye en su seno partlculas de mayor lama·
no. como peQuenos trozos de kllnker y cri stales de hidrato de calcio. En el gel de cemento exls·
te agua en distintas formas: como agua combinada Qulmicamente, como agua coloidal en los
poros del gel (aproximadamente 100 veces menores Que los capilares) y como agua libre, ade-
mas de aire en los capi la res y macroporos.
Por ello, la contracción de fraguado se origina por corrugamiento (disminución de volu-
men) de la masa de gel, proceso duranle el cual se evapora agua no combinada Químicamente
del gel de cemento. Ello ocurre en los elementos de hormigón independientemente de su esta-
do de tensión y es función de las tensiones capilares, del tiempo o bien de la edad del hormi·
gón y esencialmente de las condiciones climaticas, es decir de la temperatura y humedad rela-
tiva ambientes. La contracción de fraguado es, en parte, reversible por expansión por curado
en agua o muy elevada humedad relativa ambiente (Fig . 2.22).
En la fluencia de los elementos de hormigón, sometidos a tensiones de larga duración,
el agua no combinada Qulmlcamente es Impelida de los microporos del gel de cemento (poros
del gel) hacia los capilares y se evapora, lo Que tiene como consecuencia una disminución de
volumen del gel (ver también 139, 40J).
Como en el caso de la contracción de fraguado, este proceso resulta Influido por las ten·
slones capilares y en especial influyen nuevamente las condiciones climáticas.
El Incremento de la deformación por fluenda es cada vez menor con el transcurso del
tiempo y se anula sólo después de mucho tIempo; en estructuras al aire libre, por ejemplo, re·
cién después de 15 a 20 anos.
En el caso de compresión axll 0l, aparece también en dirección Iransversal una defor-
mación por ftuencla debida a la deformación transversall q = "'ll- Los resultados experimen·
tales de este problema son aun escasos y se contradicen parcialmente [41 , 42]. Para poder cal-
cular deformaciones por lI uencia en estados dobles de tensión con suficiente exactitud, debe-
rla conocerse la deformación transversal por fluencia.
Análogamente con lo Que ocurre en el caso de la contracción de fraguado, las deforma-
ciones por fluencia son parcialmente reversibles. Es asl Que puede ob~ervarse al proceder a
una descarga que, además de la recuperación elástica, ocurre con elllempo una disminución
adicional de deformación, a la que se denomina " recuperación de lIuencla", "fluencia rever-
e
~e
'E S
0,2
..
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en agua
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20 [ meses )
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al aire
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al aire -
8 en agla
(70". rL F.¡ 18°C)
-Es I I
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( '/ )
Flg. 2.22. Contracción y expansión de un hormloón con Z 275 y un contenido de cemento de 300 a 350 kg/ml
(segUn A. Hummel [7]).
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o tI '2
E,k ,Ey • recuperación de Iluencia. elasticidad retardada.
Ebt. E, = deformación permanente por lIuencla, escurrimiento plástico.
Flg. 2.23. Desarrollo de la contracCión y de la fluencla para carga y descarga de un prisma de hormigón (es-
Quemalizado par. la comprensión del concepto).
sible" o "elasticidad retardada" (Fig. 2.23). Solamente la parte restante 'b( de la deformación
especifica es permanente o Irreversible y se la denomina "esc urrimiento plástico" (f.
En la relajación el proceso de expulsión del agua no combinada qulmicamenle comien-
za en un principio como en el caso de la fluencia. Por la pérdida de agua interior, debido a la
constancia de volumen, el eslado interno de tensión disminuye, es decir que el resto del agua
es expulsadO con menor presión . Esle proceso se desarrolla también con intensidad decrecien-
te y depende de las condiciones climáticas.
la lIuencla y la relajación ocurren para cualCluier tipo de solicitación, es decir compre-
sión, tracción, corte y torsión; deben tenerse en cuenta principalmente para compresión.
Estas deformaciones dependientes del tiempo resultan siempre Influidas por las pro-
piedades de la masa del gel, es d"Elclr por el contenido de cemento y la relación agua-cemento.
Un eremento de hormigón cargado al poco tiempo de comenzar a endurecer (secado y
grado de madurez reducidos), lIuye más que otro hormigón al que se le aplica la carga luego de
Iranscurrido mucho tiempo.
En las secciones siguientes se hacen consideraciones cualitativas y cuanIHatlvas
sobre contracción de fraguado y lIuenda.
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0 ~L-~~~---++---~,---+~ t
o 500 1000, 1500 2000 di., ,
2 3 4 5 anos
\r L F. 35'/,\
0,4+- -
0,2
o t
o 500 1009 ,
1500 2000 dias
2 3 4 5 anos
Flg. 2.24. VarIación en función del tiempo de la contracción de fraouado en prismas de hormlgOn de
12112136 cm, par. curados hUmedos de dlsllnla duración para aproximadamente + 180 C,hasta el comien-
zo de las mediciones (según M. Ms [43J).
3. las curvas de Fig. 2.24 muestran que la conlracción de fraguado de prisma con una seco
ción de aproximadamente 12 x 12 cm!, para una humedad relativa constan te (rLF) flnaH-
za entre los 2'y 4 aflos.
Elementos de mayor espesor requieren un tiempo mayor, por ejemplo, para d > 1 m. se lIe·
ga a los 15 anos, porque su secado es mas lento; alcanzan en su Interior un mayor grado
de madurez al comienzo de la desecación y muestran una contracción final menor. la
influencia del espesor es considerable y debe tenerse en cuenta al calcular la contrac·
ción de fraguado (ver Figs . 2.29 y 2.32).
4. Ya se ha aclarado, que tanto el contenido de agua como de cemento del hormigón Influ·
yen en el valor de la contracción del mismo: un elevado contenido de cemento y/o una re·
laclón agua-cemento alta, aumentan las deformaciones por contracción de fraguado. En
el cálculo, ello se tiene en cuenta partiendo de valores iniciales distintos de la contrac·
clón para los distintos tipos de consistencia K1 , K2 o K3 (ver Sec o2.9.3.6 y 2.9.3.7).
5. la temperatura del ambiente que rodea al hormigón influye en el desecamiento del hormi-
gón y con ello en la contracción de fraguado. Observaciones realizadas en estructuras
muestran que en Invierno, en general, la contracción se detiene. No existen prácticamen-
te todavla resultados experimentales al respecto; sin embargo, en la práctica, el inge-
niero debe tener en cuenta esta circunstancia.
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~ . (2.9)
El factor final de fluencia ep"" para un tiempo I = .... , es lo que caracteriza las propieda·
des de fluencla del hormigón.
El desarrollo con el tiempo de la deformación por fluencia de prismas cargados axilmen·
le, aparece en la Ftg. 2.25, donde {k está expresada por el factor de fluencta ¡PI referido al factor
final ¡p"". Puede observarse que la variación es similar a la de la contracción de fraguado, pero
la duración de la fluencia es mayor . El desarrollo con el tiempo de la deformación por fluencla
se tiene en cuenta, en general, en los cálculos mediante una función e (ver (44]), por ejemplo en
la " ecuación de Oischinger";
~
(
. (a - b· q¡
00
)+ t . ~oo (2.11)
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80 Prismas de 12112136 cm
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1W!l- , Caro. aplicada a lOS ,. dlas
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rLF. 70 '/.; T::::. 18°C , <4> : 2,25
~ ,1
(f'b = 200 kp/cm • ~w :::5OQkp/cm
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1 f-- 1-
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0 11 1 2 , 4 S
• 7 8 9
t
10 anos
l\
FIg. 2.25. VariaCión con el tIempo de la Iluencla de prismas con carga ul1 para humedad relativa ambiente
y temperatura constantes (segun M. R/Ss [43]).
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~
~ --1--;r7l . ~ . ;r.;
~
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90
/'
80 70 .0 50 40
1 humedad
rel8,llva ambiente
JO ("/. ]rLF.
Flg. 2.2e. Variación dellactor de Iluencia en lunclón de la humedad relativa ambiente para cemenlOS nOf-
ma'es '1 de alla resistenc ia (segun O. Wagner 139]).
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~
O 'L /'
, ,
I
• J Safios
Fig. 2.27. Influencia de la edad del hormigón al comienzo de la carga sobre el desarrollo de la lIuencla en
prismas de 12 x 12 x 36 cm (/lw-=' 500. !lb :: 100 kplcml; T = 18° C). (segun M. Al5s [43]).
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2.9.3.6. Expresiones para el cálculo de la contracción de fraguado y la fluencia segun DIN 1045
Para el cálculo de las deformaciones por contracción de fraguado y fluencla, la DIN
1045 parte de los siguientes valores básicos para el tiempo t = oo.
Estos valores básicos segun DIN 1045 aparecen en la tabla de Flg. 2.28, en función de la
humedad ambiente y de la consistencia del hormigón y son válidos para un curado de unos 28
dlas de duración a unos 20" C.
Para determinar la deformación por contracción de fraguado originada hasta un deter·
minado tiempo t se utiliza el coeficiente k! que aparece en Fig. 2.29 y, en consecuencia. para el
valor de la contracción tst se tiene:
(2. 13)
Hume ·
dad
latlva
.
, Valor final
de la conlracclón
e
Factor IInal de
Ituencia lenta
Valor redo-
Ubicación amblen· a,o ~o cido de la
de la conlrac·
estructura " para consistencias ción.
,
(rL A
["Io[
K1
K3
K1
K3 ,a,o
K2 K2
en agua - - - 1, O 1, S -
en aire 5 5 -S
90 - 10' 10- - 15· 10- 1, S 2,2 - 5· 10
muy húmedo
en general. 5
70 - 25· 10-5 - 37· 10- 2,0 3,0 - 10· 10-5
al aire libre
en aire 5 -S 5
40 _ 40'10- - 60· 10 3,0 4,S - 15 . 10-
seco
Fig . 2.28. Valor IInal de la contracción de fraguado asl como de la contracción reducida en funCIón de la
humedad relativa ambiente y de la consistencia del hormigón (segUn DIN t(),45: a 20 0 e para curado normal
durante 28 dlas).
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tiempo
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12 S arios
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~ _____ log Q Edad a del hormlg6n al
comienzo de la carga para
3 7 14 28 ,,~
'SO 365 dlas T=20oC=C 1e
grado de madurez'
JO 100 1000 10000 log R
Flg. 2.30. Coeficiente k, con8spondiente a la Inlluencia del grado de endurecimiento del hormigOn en lun-
eiOn de la edad 8 o del grado de madurez R del hormigón al comienzo de la carga y dellipode cemento (s.
gún DIN 1045).
Suele ocurrir que distintos elementos estructurales puedan contraerse libremente duo
rante un cierto tiempo t, antes de que se los vincule entre 51. Cuando por causa de dicha vincu·
lación resulte impedida la continuación de la contracción de fraguado, se originan tensiones
inducidas por el impedimento de que se produzca la contracción por fraguado restante tJ. {s
Mediante el coeficiente kJ se obtiene para A lS:
(2. 14)
El calculo de las deformaciones por fluencia para tensiones constantes se efectúa me·
dlante el ya mencionado factor de fluencla 'PI, es decir:
a
b
~ ~ - !P (2.9)
k Eb t
(2. 15)
la influencia del espesor sobre el factor linal de fluencia no se tiene en cuenta (sólo se lo
inCluye en el desarrollo con el tiempo).
no se considera la influencia de la humedad relativa ambiente sobre "el espesor activo
del elemento".
no se tiene en cuenta la influencia del espesor sobre el coeficiente k¡, de la DIN 1045 (un
elemento de hormigón de mucho espesor fluye con el tiempo más que uno delgado).
no existe en realidad ninguna influencia del espesor en estructura bajo agua.
al desarrollo de la fluencia durante los primeros di as en la Fig . ~.29 se lo subestima.
E)(isten otras posibilidades para tener en cuenta la división entre escurrimiento y como
portamiento elástico diferido. Para ello cabe referirse a los trabajos de Trost y lerna, quienes,
para el cálculo de los fenómenos vinculados con el relajamiento,introducen un "coeficiente de
relajamiento" [49]. En lo que sigue, aclararemos brevemente el procedimiento de cálculo segun
DIN 4227 (nueva edición 1972).
Para el cálculo del valor de la contracción de fraguada y del factor de fluencla se parte
del valor básico de la contracción (so Y del factor básico de fluencia <Po' que aparecen en la
tabla de Fig. 2.31.
La influencia del espesor del elemento estructural se conSidera mediante el "espesor
activo" d w, donde d w difiere del definido en la ecuación 2.13 (segun DIN 1045) por un coeficien·
te c, función de la humedad relativa ambiente, es decir:
2F (2 . 18)
d = c-
w U
donde: c = coeficiente según tabla de Fig. 2.31
F = área total de la sección de hormigón
U = contorno limite de zona de la sección expuesta al desecamiento.
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en general
70 - 25 . 10-
5
al aire libre 2,0 1, 5
en atmósfera 5
muy seca 40 - 40 . 10. 3, O 1
") Para estructuras de hormigones con consistencias Kl '1 K3, los valores lU y 'Po debe-
fan reducirse o aumentarse respecllvamente en un 25 '"l•.
Flg. 2.31. Valores básicos de la contraccIón de fraguado y dellactorde escurrimiento, para una consisten-
cia K2, as! como lamblén del coeficiente e correspondiente al espesor activo (segun OIN 4227, nueva edl·
clón 1972).
Cuando un hormigón preparado con cemenlo normal endurece en una temperatura nor·
mal de 20° e , la edad real vale, sin modllicaciones,como "edad eficaz". Para condiciones dis-
tintas, aparece en lugar de la edad real la "edad eficaz" que se determina como sigue:
Mediante la ecuaciÓn (2.19), se determina también la edad eficaz aw del hormigÓn, don·
de a w es la edad del hormigón a partir de la cual debe tenerse en cuenta la contracción o la que
corresponda al instante en que comienza la fluencia por aplicación de la carga.
El valor de la contracción de 'raguado t:sl correspondien te al periodo de tiempo
comprendido entre I =aw y I =
Iw se obtiene mediante el coeficiente ks de Flg. 2.32, de la
ecuaciÓn
, • e (k
s, t - k (2.20)
" t 6,0
w ',' w
donde (s,o = valor basico de la contraCCión segun tabla de Flg. 2.3 1.
ks = coeficientes correspondientes al desarrollo de la cont raCCiÓn con el tiempo. de
Fig:' 2.32, en funcIón del espesor activo d w.
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(2. 21)
donde:
(2.22)
k.
I '1
~
I. ~~-
ó~·
· ~ I"""
1
1,15
1,0
.
~rt
0.95
-
--: -"., It t .,- 4- .§
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- .
~¡;....~/ - t•
-
I
~J5
Opo
0.45
>
o tw
10 100 1000 tO 4 dlas
Flg. 2.32. Coeficiente ks correspondiente al desarrollO en elliempo de la contracc ión de fraguado, en fun·
ción de la edad eficaz del hormigón 'w y del espesor activo dw (segun DIN 4227, nueva edición de 1972).
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0.5 V ./
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L-
!
1 .
tw
I I I , 11. O I1 I I . I 100 I I III 1000 I I I II IIOL dlas
231.56789
Fig. 2.33. Coeficiente kt correspondiente al desarrollo en el tiempo del escurrimiento en función de la edad
eficaz del hormigón t w Y del espesor activo d w (segun DIN 4227, nueva edición de 1972).
Fig. 2.34. Coeficiente kv co rrespondiente a la deformación elástica diferida en función del perlodo activo
(1\11 - awl (según DIN 4227, nueva edición de 1972) ,
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3
Acero para hormigón
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catorias, que permiten conocer al l abrlcante y el tipo de acero. Es asl que las barras de acero 8
St 22134 R llevan nervaduras dispuestas en ángulo recto, las de acero 8 St 42/50 U nervaduras
inclinadas y dos rectas, dispuestas en la dirección de la barra, las barras de 8 St 42/50 K nerva·
duras inclinadas y dos nervios longitudinales hendidos. Para dichas barras endurecidas por
torsión el paso del nervio helicoidal es del orden de 10 a 12 de, para barras endurecidas por esti·
rada, 100 de. Si el paso de las nervaduras longitudinales es menor de 7 de puede prescindirse
de las nervaduras transversales; en ese caso se origina el llamado efecto tirabuzón, utilizadc
en el acero Caron fabricado en Suiza, que es un acero de sección cuadrada torsionado en fria.
la identificación dellabricante y del pals del que en ciertos casos es Importado el acero, se ob-
tiene mediante la disposición de 2 o 3 nervios engrosados ubicados a distancias preestableci·
das. Se llama la atención sobre el uso de aceros nervurados que no presenten dichas identifi·
caciones. (Es necesario en estos casos realizar ensayos completos segun DIN 488, Hojas 2 y 3.)
las secciones de las barras (Fe en cm l ) pueden obtenerse de tablas que figuran en los
manuales. Es necesario tener en cuenta que la sece,ión real puede ser mayor o aun menor hasta
un 5 % que la sección del circulo cuyo diámetro nominal es de' El diámetro ideal (mm] de los
aceros nervurados para hormigón se obtiene del peso G [g) de una barra de longitud 1 [mm) me-
diante la fórmula:
d
e
= 12 74
'
,rQ'
re (3.1)
3,2.1. Resistencias
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Tipo de acero BSt 22 / 34 G U BSt22 1 34RU B St 42 50 R U BSt 42 / 50 R K nSt 50/ 55 G K BSt5055RK
nervios
nervios incUnados
Conformación superficial liso transvers ales
"'" nervios incUnados
malta de acero
Presentación acero en barras para hormigón para hormigón
2 2 2
Umlte de Iluencla fJS o (J 0.2 2200 kp cm 4200 kp l cm 5000 kp / cm
Resistencia a la tracción Sz 2 2 2
3400 kp c m 5000 kp / cm 5500 kp / cm
barras rectas 2 2 2
1800 kp cm 2300 kp / cm 1200 kp / cm
Resistencia oscilante
para20 a = 00 - 0u barras dobladas 2 2 2
O .. 15 de 1800 kp 1cm 2000 kp / cm 1200 kp / cm
HA ; al tope con aporte de malerlal E - por arco voltaico RP .. al tope por resistencia eléctrica
Flg. 3.1. Tabla de aceros para hormigón segun DIN 1045'1 DIN 488 www.codyjaramillo.com
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La forma de las nervadura~ de las barras de armadura se determinó sobre la base de en-
sayos de fatiga [52]. Se demostró que las nervaduras transversales no deblan unirse con toda
su sección a las nervaduras longitudinales, como resultaba conveniente para el procedimiento
de laminaci6n, sino que era preferible que terminaran delante de las nervaduras longitudinales
con sus extremos en bisel. Además, las nervaduras transversales con una inclinación de 60°
con respecto al ele de la barra se comportaban mejor que las dispuestas normales al mismo.
Es as! como se llegó a las disposiciones de 105 aceros nervurados alemanes (Flg. 3.5).
Cada tipo de acero para hormigón deberla -aunque se lo utilice s610 en partes de
estructuras sujetas "principalmente a cargas lijas" (ver DIN 1055, Hoja 3)- admitir una ampli·
tud de oscilación de carga 2 0a;¡' 1000 kp/cm!.
Las barras que se utilicen en estructurós'sometidas a cargas pulsatorias que pueden re·
petirse más de 11('1.4 veces, deben admitir, en probetas según Fig . 3.3, para 2·10' reiteraciones
de carga, lo~ valores de la amplitud de pulsación 2 0a =
00 - 0u dadas en la tabla de Fig. 3.1.
2000
V¡J l'
..... ,,3'm
,,/ )/ L 13',
- / I "
//
/
iI
."
1000
o "
/
e/r' ,
¡./ V
E
c; ·1000
b' -- Resistencia a
las oscllacione - V G
m-
• G"Q.G"!.!
2
~
V ,
•
>-
·2000
O 1000 2000 3000 O 1000 2000 3000
G'm
LOOO [kp/cm 2]
Flg. 3.2. Resistencia pulsatorla 2 o, '" 00 - 0u para probetas no hormlgonadas para 2· 10" repeticiones
de carga en lunclOn de la lensiOn media 0m (Diagrama de Sml\h).
4000
~
-
u 3000 ""~ ....... / con barras rectas sin hormlgonar
~ ----
n
~
barras rectas
'6 2000
¡/j
"o
b
1000
1"----....... dobladas de
d.IOd.
dobladas de
barras
hormigonadas
N d . S d.
o
10' 2 .10 6 ] .'0 6 N° de repeticiones de carga
Ag. 3.4. Diagramas de W6hler de barras hormlgonadas de acero nervurado para hormigón, en probetas de
acuerdo con Fig. 3.3 1501.
1 SS, mu 1
Flg . 3.5. Distintos tipos de barras nervuradas para hormloón, según OIN 1045.
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,/
-
P,
F1Q.. 5..28. Forma de ¡as trayectorias de tensIones en una viga de gran altura , par. cargas superior e Inlerlor.
FIg. 5.29. Aspecto de la fisuraclón en vigas de gran altura,par. cargas superior e Inferior [88J.
sea resistente al resbalamiento o también a la flexión, se obtiene una estructura pleg9.da (lami-
nas plegadas) . .
Estas estructuras plegadas pueden estar formadas por rectángulos anchos o angostos
(estructuras plegadas prismáticas), por triángulos. por hexágonos, etcétera, lo que perm ite 01).
tener formas variadas (ver Flg. 5.2). Su capacidad de carga la alcanzan, en general , recién cuan-
do sus bordes resullan rigldlzados mediante láminas transversales o pórtiCOS transversales,
de modo que el angulo de plegado en los bordes no pueda modificarse.
Las estructuras plegadas se comportan transversalmente a las aristas como losas y en
la dirección de aquéllas, como laminas. En las aristas las deformac iones son respectivamente
iguales, por lo que los elementos se rlgldlzan entre si de modo que las aristas actúan como
vigas resistentes a la flexión. La capacidad de carga de estas " cuasi vigas" j::lepende de la rela-
ción entre la altura y la luz de la estructura plegada.
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tantes deben soportar el ensayo de plegado alternado, plegando primero a 90° en un sentido y
luego en el opuesto 20° sin que se produzcan ni fi suras ni roturas.
En este caso las barras, luego del doblado a 90° deben someterse durante media hora a
una temperatura de 250° C (eventualmente es suficiente someterlas a solo 100° e). El replega-
do de 20° se efectúa una vez enfriada la barra. En la tabla de Flg . 3.7 aparecen los diámetros de
los mandriles a usar en este último ensayo.
El coeficiente de dilatación térmica aT para el acero es en promedio el mismo que para
el hormigón (ver Cap. 2).
o.T " 10 ·1 0 - 6 [ l / o C. 1
Para muy bajas temperaturas el acero se vuelve frágil, especialmente en las zonas con
entalladuras.
La resistencia del acero a la tracción aumenta hasta una temperatura de 250° e, pero el
limite 0,2 % Y el de fluencla, sólo lo hacen hasta más o menos 100° e. Ambas propiedades dis·
minuyen mucho y muy rápidamente si la temperatura continúa aumentando sobre los valors in·
dlcados (ver Flg. 3.8) . Por ello, las temperaturas mayores de 350° e son peligrosas para las
estructuras, lo que debe tenerse presente en lo que respecta a la resistencia al fuego de acuer·
do con la DIN 4102.
Si, luego de un calentamiento algo mayor de 400° C, ocurre un enfriamiento lento, en el
caso de dureza natural se recupera la resistencia en un valor aproximado al original. Para un
enfriamiento brusco, en cambio, el acero se vuelve frági l.
Su deformabilidad disminuye considerablemente entre 150° y 350° y por ello las barras
deberfan doblarse a temperatura normal o muy alta (600° ).
Los aceros con tratamiento mecánico (tratados en fria) pierden su resistencia aproxima-
damente en la misma relación con la temperatura que los aceros de dureza natural , pero luego
del enfriamiento, no la recuperan o sólo lo hacen en parte. Para determinadas temperaturas ex·
perimentan también modificaciones en su estructura Interna, lo que puede significar peligro de
rotura frágil 154]. •
El coeficiente 'de conductibilidad térmica 1 del acero es .l. = 50 kcallmh o e (ver Sección
2.10.2).
o
eSt 50/55RK BS! 41'SO RU
-- -... t-..
700 O
¡..- ')
."'" ..". r-..
~
E
\000
p e SI 4//50 RK
~
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'''''' -
lOOO
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es! 22134GU y RU i'- ~.
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I
100 O
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O
O 2 , , • 10 12
E E.
1,0 [',. [
" 20
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ro y azufre, de modo que no es aconsejable la soldadura por arco voltaico, debiendo emplear-
se únicamente la soldadura al tope.
Los aceros tratados en 'rro B SI 42/50 K Y B St 50/55 K muestran una dispersión en su
constitución muy reducida, porque de lo contrario, la deformación en frlo y el deseado aumento
de resistencia no serian posibles. Por ello, por regla general, son más apropiados para soldadu-
ra al tope o por arco voltaico.
En DIN 488 Hoja 3 figuran indlcacior:es para la ejecución de ensayos de soldadura. Para
la ejecución de uniones soldadas véase DIN 4099 y el prefacio " Fundamentos constructivos".
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4
El material combinado "hormigón armado"
El hormigón armado debe sus favorables caracterlsUcas para ser usado en estructuras
a la unión resistente al resbalamiento entre el acero y el hormigón. Mediante la adherencia
(bond) se asegura que, en primera aproximación, las barras de acero experimentan las mismas
deformaciones especificas ( que las libras vecinas del hormigón . Considerando que la defor-
mación limite por tracción, [bZ =0 ,15 a 0,25 ' 10 ) es reducida, para sollcilaciones por tracción
más elevadas, el hormigón se fisura, por lo cual, la armadura de acero debe absorber los es·
fuerzas de tracción. la adherencia debe entonces actuar, de modo que el espesor de las fisu-
ras permanezca reducido, es decir que se pueda hablar de fisuras capilares. Dislingulremos
dos estados para el material hormigón armado:
Estado 1. La zona de tracción del hormigón no se encuentra fisurada, de modo que el hor·
migón también absorbe tracción .
Estado 11. La zona de Iracclón del hormigón presenla numerosas fisuras ; los esfuerzos de
tracc ión deben ser absorbidos en su totalidad por la armadura .
El comportami ento conjunto del hOrmigón con el acero en ambos estados se aclarará a
continuación, tanto enun prlsma de hormigón armado sujeto a solicitación axil de Iracclón co-
mo en una viga.
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B St 22/34 R U 4d 5d 7d 10 de
e e e
BSt 42/50 R U,
BSt 42/50 R K
5d
e
6d
e
8 d
e -
BSt 50/55 G K - - - -
BSt50¡55RK 4 d
e - - -
7000
8 SI 1
~z -,
N
E
'000
1\" . 8st mK
~
5000 f--~q,
.....;.. .... t::---.'
~
~
N 4000
,~
"'- P, ~,
N 3000
"'-
Ó
2000 ~s
........ " ,~,
......
"'-
~
lODO
r--..... "
--- T
°° 100 200 lOO '00 'iOO 600 [oc]
Flg. 3.8. Influencia de la temperatura s.obre fIs o {J•• I y fJz para los aceros para hormigón I '1111 K [53].
A los aceros utilizados en el hormigón armado no se los funde teniendo en cuenta su ap-
liIud para ser soldados. Cuando su constituciÓn es desfavorable, el efecto de la alta temperatu-
ra y el enfriado rápido pueden originar endurecimientos '1 una disminuciÓn de su deformsblli·
dad, flsuraclón en caliente y para aceros tratados en frlo, reducción de su resistencia. Por ello,
'1 como medida de precaución deben preverse en cada circunstancia distintos métodos de sol·
dadura, que en casos Importantes debe elegirse el adecuado mediante ensayos de soldadura.
G. Rehm ha descrito en (54J minuciosamente la aptitud de los dlstintoCj aceros alemanes para
ser soldados.
B St 22134 es en general apto para soldadura al tope, y según sea su contenido de carbo-
no, también para soldadura en arco. El B St 42150 U, de dureza natural, posee un contenido de
carbono favorable, pero también hay que contar con la presencia de Irnpurezas como ser IÓ510-
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donde u ="
i2I = perlmetro de la barra de armadura,
Fbn = Fb - Fe = área neta de la secctón de hormigón.
Fb = área total de la sección de hormigón .
Corte m - m
't t tlO:l
Flg. 4.1. DistribuciÓn cualitativa de las tensiones 0.> 0b Y T, en un prisma de hormigón armado sin lisurar
(Ulac\o 1) para tracción axll.
'e
la tensión en el acero disminuye en la longitud de "eo a "e,. En el extremo de la long l·
lud de transferencia 'e
el esfuerzo de tracción Zb transferido al hormig6n vale:
En la práctica se admite un vator medio Tlm para la tensiÓn de adherencia , por lo que es
posible simplificar la expresión anterior como sigue:
Entre ambas zonas de transferencia, para el estado 1,Ias tensiones "e y "b se determinan
mediante una condición de equilibrio y otra de deformación:
equilibriO (4.4 )
deformación 14.5)
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Para tensiones bajas 0b < flbZ, ambos materiales 58 compurtan casi elásticamente, es
decir Que son válidas:
(4. 6)
(4. 7)
donde el valor n = EelEb, relaciOn entre los mOdulos de elasticidad de ambos materiales, va·
rla entre 6 y 10, de acuerdo con la calidad del hormigÓn. En el estado 1, las tensiones en el
acero mantienen un valor reducido, y para un hormigón Bn 550 pueden alcanzar un valor de
n 0bZ = 6 ' 60 = 360 kplcm' .
la tensiÓn 0b en el hormigÓn se obtiene reemplazando la Ec. (4.7) en la Ec. (4.4):
I
F, + a b . F •
bn
p p
;1'F'b-n-'+C:n:-iF',---¡-· F i 14. 8)
(4.9a)
•e (4. 10)
puede alcanzarse nuevamente el esfuerzo de tracciÓn Zb, r requerida pala que continúe la fisu-
raciÓn. En la Ilg. 4.2 aparece rayada la distribuc!on cualitativa de las tensiones entre fisuras.
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Fisuras
1 , Corte 1·1
p-+~.
I
_----1±_+L------1t-PF.~
Flg .•. 2. Distribución pe las tensiones "e, "b YT, en un prisma de hormigón armado Ilsurado(estado 11)5011'
cllado a la tracciÓn 8l(1I.
(4.11)
1 n M· y
a • ----'.~ • (4. 12)
• JI
constituida solamente por ta zona comprimida por flexión FbO y las barras de acero Fe (Fig .
4.3). La tensión en el acero se obtiene del esfuerzo de tracción le = Miz en las barras median-
te:
Il Ze M
"e • -F- " z¡¡;- (4. 13)
e e
donde z es el brazo elástico, es decir, la distancia entre el esfuerzo de tracción le y la resultan-
te de compresión Db. Directamente a ambos lados de la fisura actuan en ambas direcciones
tensiones de adherencia TI sobre las longitudes de transferencia le, análogamente a lo que
ocurre en la barra tra~clonada en Fig. 4.2. Al producirse nuevas fisuras se repiten dichos picos
en la distribución de las tensiones de adherencia. las tensiones (lb en el hormigón de la zona
de tracción varlan entre (lb = O Y (lb < fJbZ.
Al aumentar la carga de PI a PJ se originan más lisuras, aun en las zonas en que los mo-
mentos disminuyen. Para estados de carga muy elevados, una viga de hormigón armado
muestra fisuras en casi toda su longitud, y por ello, prácticamente se encuentra en su totalidad
en estado 11. la adherencia resulta fuertemente comprometida en cada una de las fisuras.
Es fácil de entender la gran importancia de una adherencia muy buena para las estructu-
ras de hormigón armado.
fisura
:I i,
L
lA
1 .,¡------,-- T
, I 1
--'---'---f+- ____ -} ___+B
I
Tensiones en el ac~ro ~t para PI
--,
M ,.
1
- J,
I
1 I p&<' ",>,,'
I
1I \/\!--t
V I
I 1 I I I I
I I I I
Tensiones en el hormigón al nivel Ye
, 1
G"b::: PbZ para elescalóndecarga PI
II I I -¡--I
IIII ~
~ G'b para el escalón de carga P2 > PI
' 1 I 1
1 1 I I 1
I
Tensiones de adherencia 1
ti
I
II
1 I
1 I
Momentos lIexores M Estado I
I 1
I 1
Esfuerzos de corte a
Q: o
Flg. 4.3. Distribución de tensiones 0,.0b Y TI en una viga de hormigón armado para 10$ estados t y 11.
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- alambre tralilado
(4.14 )
Para nervaduras en rnedia luna o Inclinadas (Fig. 4.6), que conducen a una resistencia a
la latiga mayor que las nervaduras anulares se deben considerar las proyecciones de la super-
ficie de las nervaduras.
Tratándose de aceros comunes para hormigón usuales que responden a la DIN 488 se
tiene una superficie nervurada relativa IR que varia entre 0,065 y 0,10; fR no deberla ser mayor
de 0, t5, porque si no la resistencia de las consolas de hormigón no podrla ser aprovechada
(Flg . 4.5 b).
La superficie de rotura por corte de las consolas de hormigón, por tratarse de un mate·
rlal frágil, es una superficie endentada (Flg. 4.7) según las direcciones principales de tracción y
compresión (ver Fig. 4.7 b Y también c segun E. Mórsch 11)) . Es decir que la rotura por corte se
inicia por una rotura por tracción en la dirección de las tensiones principales de tracción, conti-
nuando con un desplazamlenlo transversal con fisuración en el hormigón vecino hasta que se
establezca un deslizamiento relallvo entre tos dientes.
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50
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/ / // ; , /,'
Efecto de agrietamiento
/
'4'/ / ' / -:/. /.
f /' ,/
/. /
_z
Separación grande entre nervaduras (fA < 0,10)
/,/
"/
/"//,,/,,
". ,
'
Separación pequena
~
..J!. / ~ entre nervaduras
_ (fA > 0,15)
_ z
al barra nervurada Ideal b) superficies de roturade
las consolas enlre nervaduras
Flg. 4.5. Aclaraciones de las caracterlstlcas de una barra Ideal, con nervaduras anulares y posibles superfl·
cles de rotura de les consolas de hormigón entre nervaduras [56].
F.
,,
1-
Tracción
~
~
/:
z.
Tracción
Flg. 4.7. Distribución cualitat iva de las tensiones principales y superficies de rotura en las consolas de hor·
mlgón entre nervaduras anulares.
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' :
adherencia por contacto, la parte inclinada a la adhe·
r-----'
Q
rencla por corte y la parte extendida, que para barras
laminadas lisas es muy pronunciada, representa la
adherencia por rozamiento. Si el diagrama TI·6 es ho-
JO
I I
rizontal o declina, eUo significa que la adherencia ha
sido destruida y la barra desliza como consecuencia
L____ _ de una res lstencla insuficiente por rozamiento.
G. Rehm ha Investigado exhaustivamente es·
ta relación, y menciona una " ley fundamental de la
Flg. 4.8. Mlcroflsuras en la zona de adherencia" (55). Los diagramas T\ ·6 asl como la re-
hOfmigón vecina a una barra ner- sistencia por adherencia y la rigidez por adherencia ,
vUfada (segUn Y. Goto [57]). se determinan por "ensayos de arrancamiento" .
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Trayecto·
Medición del desliza·
rias de las
miento relat!vo .1 entre
tensiones
el extremo de la barra y
prinCipales
la probeta
de compre'
sión
PreslOn trans-
versal debida
clOnla derestrlc·
'a la de- ~~f';l~ ~~:::t
formaclOn
transversal
p p
al Probeta Inadecuada, mostrando es· b) Probeta segun G. cl Probela según las Reco-
Quemáticamente el efecto de bóveda Rehnl (551 mendaciones de RI ·
y la presión transversal lEMICEBlFIP 1581
r-
"
L
Flg. 4.11. Probetas para el ensayo de arrancamiento y las correspondientes distribuciones de las ten·
siones de adherencia sobre la longitud I v.
La presunta distribución de T, sobre la longitud de anclaje de Fig . 4.11 muestra que con
ello, sólo en el caso de la probeta b) se obtiene un valor cercano a 11 max =:: (h,; para al y C), 1 1 m
queda muy por debajo de la resistencia por adherencia. Por otra parte, los valores de 1 , m son
salisfaclorios a los efectos comparativos y como base para los calcu las.
En realidad, la resistencia real por adherencia, especialmente para adherencia por coro
te, es mucho mayor y puede llegar hasta 2 veces el valor de cálculo, en cuyo caso pueden
ocurrir deslizamientos de hasta!J. =:: 1 mm. Teniendo en cuenta la gran dispersión de los valo-
res de la adherencia, se recomienda, sin embargo, utilizar para el dimensionado un valor de
cálculo bastante alejado de {Jn.
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A
, v..
" )
0.100
, t
~-
I
0.05
I I
I I
o
O ope 0,12'. O+-+-l-l--I--..J.J---4 '.
O 7 14 20 28 4042 t>O [mm]
FIg. " .12. Influencia de la superficie nervu·
rada relativa fR sobre el valor de cálculo de
la resistencia a la adherencia relsl lva TIR
para longitud de anclaje I v = 10 de cons-
Flg. 4.13. Influencia del diámetro de la barra
de sobre la ten$.lÓn media de adherencia
lativa para'" = 5 · lO 1, 'R = 0,065,
r.
'"1 = 14
cm, Pw = 225 kpJcml (561.
tante.
,
,
,, ,.
-
- acero n8fVorado ___ acero r6'1ondo liso
-
®
~ ...--
V
0,3
V
V V
0,2 /'
:/
~
0,1 /
V V _. ~
~/ r-'
¿'-
V ®
-- -- -~ -~ -- -~
o
O 0,2 0,4 O,, 0,8 '"
1,0 [mm}
Fig. 4.15. Repr esentaci ón eSQuemática de los resullados de ensayos de arrancamiento en barras re ctas,
con dist inta posición durante el hormlgonado, segUn G. Rehm [56].
12
• @)
O
0,4
~. -
-¡ H
barr.~ lisas
O,,
.12
~.
¡
'"
1,0 (nwnJ
Flg. 4.16. Dlagramasoe - .&. comparativos, para barras lisas de0 12 mm provlat., de oanchos en distintas
disposiciones durante el hormlgonado [56).
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56
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@
¡--
Q. 2;
_i,_
-\> _D~5'/ ~
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12 c-- '@1 V ~
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1,1 V v ¡.-- 'E
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,
-+ -_.
barras nervuradas )4 12
-
"
o
o
"
i5
~. r---r--'--'---r--r--'---r-~~~-,
Dirección del I
Pw hormlgonado V
0,01 0,2
Fig. 4.18. Influencia comparativa del ángulo" de plegado del gancho en los diagramas"e - a. para aceros
nervurados para longitud de anclaje Iv ::: 100 ,
~ l. ®
28 \~'(;)'
'o~
~I'P
'O b"
24 ®/.7
20
~ ~1~/~_
~,OII!.,S
./
" '/.",,- ,...- - r-' --
_. -
. @&,O
_
v: a., a~m
. ~_12,~-:::::
t;
oO Q02 'lOL 'l06 'l08 0,10 0,12 0,1l, 0,16 (mm]
Fig. 4.19. Diagramas promedio 0.,·,4 relativos para barras nervuradas con barras transversales soldadas
(según [59D.
4.4.1. Generalidades
Para una dada relación TI,A es poSible determinar la variación d aeJdx de la tensión en el
acero, siempre Que se conozca la distribución deTI (x). Para ello, en realidad, lo único interesan·
te son las condiciones para el estado 11. Empero en las fisuras, la distribución de TI (x) depende
de tantos factores Que la ecuación diferencial de ta adherencia, tal como fuera planteada por
G. Rehm (55J, SÓlo tiene un interés cienUllco, pero para la práctica hasta ahora no tiene ninguna
significación.
58
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2
Tladm [kp/cm 1
posición al
hormlgonar Sn Bn Bn Bn Bn
150 250 3~O 450 550
barras A 3 3, 5 4 4, 5 5
redondas IIllas
B 6 7 8 9 10
barras A 7 9 II 13 15
nervuradaa
B 14 18 22 26 30
Flg .•. 20. Valores admisibles de cálculo de la tensión de adherencia T" para cargas estáticas predominan-
tes (segun DIN 100i!5).
Posición A: para todas aquellas barras Que no respondan 8 la posición B (condiciones des-
favorables de adherencia).
Posición B: par. todas las barras que al hormigonar, estén lnclinadas entre 45° y 90° con
respecto a la horizontal; en el caso de tratarse de barras planas menos inclina-
das u horizontales, sólo 51 al hormigonar se encuentran ubicadas en la mitad In-
ferlOl' del elemento estructural o por lo menos 30 cm por debajo del borde supe-
rior de la parte de la sección o de la capa parcial hormigonada (condiciones de
buena adherencia).
Cuando la carga eCJtátlca no es predominante, sÓlo se admite el85 % de los valores Indl·
cados. Para estructuras solicitadas por cargas fuertemente variables, los valores deberán re-
duclrse de " = 1 - 0;6·2 aa1aeo ... 0,5.
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5
Comportamiento bajo carga
de las estructuras de hormigón armado
5_1. Vigas simplemente apoyadas de hormigón armado solicitadas por flexión y corte
5.1.1.1. Estados I y 11
La Flg. 5.3 muestra una viga de hormigón armado cargada con dos cargas concentradas
simétricas armada con una armadura longitudinal para absorber los esfuerzos de tracción por
flexión y otra para los esfuerzos de resbalamiento (armadura del alma). Esta ultima puede estar
constituida solamente por estribos b por una combinación de estribos y barras levantadas de
la armadura longitudinal (barras inclinadas).
Para cargas P reducidas' no aparecen en la viga fisuras mientras que la tensión en el bor-
de debida a la flexión se mantenga inferior a la resistencia a la tracción por flexión es decir
0bZ < {JbZ· Para este esrado I se origina un estado de tensiones principales de tracción y de
compresión; las trayectorias de las tensiones principales -que constituyen las envolventes de
las direcciones principales- se han representado en la Fig. 5.3 a. Al aumentar la carga apare-
cen las primeras fisuras de flexión en la zona comprendida entre las cargas, una vez que se ha
alcanzado la resistencia a la tracción del hormigón, es decir 0bZ = {JbZ (Flg . 5.3 b). Dicha zona
se encuentra entonces en el estado 11 (zona de tracción fisurada), mienfi"as que en las partes
comprendidas entre las cargas y los apoyos no se presentan fisuras y por lo tanto se en-
cuentran en estado lo
En la Fig. 5.3 b se han representado, además, la parte activa de la sección para los esta-
doSl y 11, asl como también las correspondientes distribuciones de deformaciorres y tensiones.
Continuando con el aumento de carga, aparecen también fisuras en las zonas entre caro
gas y apoyos, las que, como consecuencia de la inclinación de las trayectorias de la tensión
principal 01 en dicha zona, son oblicuas (fisuras de corte). La inclinación de las fisuras se
corresponde en cierto modo con la de las trayectorias de las tensiones principales (ver Flg . 5.3
a), es decir que es aproximadamente normlll a la dirección de las tensiones principales de trac·
ción .
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@ muro de contención
o Entrepisos 'Itecho~ aportlcados
ménsulas para
d, " " " •. ",0.
<!) Estructura laminar
columna Silo para cereales
@ recinto prefabricado
dado de fundación
•
Fig. S.1 . Estructuras portantes de hormigón armado. o Puente en arco con lablero superior
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~;:;;f!
L anillo
circular
16mins lroncocónlca
cilindro circular
(!) lamina plegada1rapecial {fuste)
Silo para
camento
® cáscara esférica
p p Armadura de corte
Armadura de corte
(sólo estribOs) EslfibOs '1 barras Inclinadas Sección
J 111111111111111111 1 1 1 1 IIll.JJtllilllll1
.---- Sistema formado por
la "iga con arrnadura
M Momento flex or
- - - Tracción
_ _ _ Compresión
,) o ,
Aparición de
las primeras
fisuras por flexión
o ~b
Deformaciones
especificas
y tensiones
en las secciones
para los estados I y II
.... b
i Fisuras por lIedÓn
y por corte
poco antes de
alcanzarse la
carga de rotura
J
cMe trb
Estado 11
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Flg. 5.3. Comportamiento bafo carga '1 eslados de una "iga de hormigón armado simplemente apoyada al
ser cargada hasta alcanzar la rotura
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..
1) ~ 1,0 " : O, U Sección
LO ,
1
•
i
,,O
,l -
~r
iPP
¡ lOO --
J O i'" I I
~s = 4880 kp/cll'l2 ae, Bii ¡kplcml]
5000
LOOO LOOO
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Pu - 1000
11 centro dellflmo
~ 4000
1- "
sooo -n:r O
JI P
G. [ko/em 2 ] \ P02 * 4700 lep Icm 2 ° 5 10 15 20 25 [ .. ~
Flg. 5.4 . Desarrollo de las solicitaciones en la zona comprimida del hormigón , en los estrlbos y en las
barras longitudinales a lo largo de una viga experimenta l, para tres escalones de carga lOO}.
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°
Se ha representado el diagrama de las correspondientes a la carga crllica, calculada
según la teorla de la ftexlón para el estado 11. Al establecer la comparación puede observarse
que las tensiones de borde en el hormigón, en la zona de flexión pura (Q =
O) alcanzan los valo-
res teóricos 0e y 0b, pero en la zona donde existen esfuerzos de corte, las 0b son menores y las
0e mayores que las teóricas. Sobre los apoyos el esfuerzo de traccIÓn no es nulo. Más adelante
aclararemos este hecho y deduciremos las consecuencIas que tiene para el cálculo. La viga
falló por haberse sobrepasado el limite de lIuencla de la armadura longitudinal 0e > Ils (rotura
por flexiÓn).
En los estribos (armadura de corte) aparecen tenstones elevadas únicamente en la parte
media de la zona en que existen esfuerzos de corte y, tanto en las cercanlas de los apoyos co-
mo en las del punto de aplicación de las cargas son visiblemente menores, por cuanto, en
dichos lugares, en fazón de la transferencia de cargas, actúan tensiones vertIcales de compre-
sión ay. Importa aclarar que las tensiones en los estribos debidas a la carga lit 11 mantienen un
valor reducido (en promedio 1000 kpJcm') y recién para elevados incrementos de carga aumen·
tan desproporclonadamente (duplicando la carga litil se llega de 3200 a 4000 kp/cm l , ver diagra-
ma cargas·tensiones). De ello se deduce que el dimensionamIento debe part ir del estado previo
a la rotura.
5.1.1.3. Rigidez y deformación 8 la flexión
La variación de la deformación en el centro del tramo, en función de la carga P, se ha
representado en la Fig. 5.5 para la viga de ensayo de Flg . 5.4 . Para el estado 1, la deformación se
manliene reducida y se corresponde exactamente con el valor teórico, calculado sobre la base
de la rigidez a la flexión E JI, teniendo los valores Ideales de la sección. En cuanto aparecen las
primeras fisuras, las deformaciones por flexiÓn crecen más rápidamente. Para fisuras cerradas
Carga P [Mp]
'.0
- ~I /'
3,0
iJ/ ./
/ "V
2p I V
I /
,,O / p p
II
I
F lg. 5.5. Di agrama c arga ·
deformación resultante de un en-
sayo realizado con una viga
• •I
simplemente apoyada, de sección O f
rectangular y ji" 1.0 'lo. O s 10 15 [mm]
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y repitiendo la carga ocurre una nueva relación, casi lineal, que corresponde a una rigidez a la
flexión E JII. En el estado lila viga se comporta también en forma algo elastica, y su deforma·
ción puede calcularse mediante la teorla de la elaSticidad, considerando ta sección activa del
estado 11 con E JII.
La relación de rigideces a la flexiÓn correspondientes a los estados I y 11, depende fun·
damentalmente de la cuanUa de armadura ¡,I: cuanto mayor sea ¡,I, tanto mayor resultará la zona
comprimida del horm igón correspondiente al estado 11 y con ello también será mayor E JII .
La elastica de deformaciÓn resultará más aplanada cuando el acero comienza, a es-
currir y/o el hormigón se, deforma plásticamente. Esta fase plástica del comportamiento de la
viga se denomina estado 111.
p p
Sección en la lisura
t t
ti !1I:1 ~
'b Gb
lli=\;=i::::=:)=\±=.E=)e"e"~"o
Reducido numero de lisuras grandes de lIexión para cuant!as de armadura relativamente pequenas o
para pocas barras gruesas
p p
Sección en la fisura
'b "'b
klS
ji ) : Eje 08""0
)lJJ::i1f
Numerosas fisuras finas para cuanUas relativamente grandes o barras delgadas bien distribuidas
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J
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51.3.1. Estado I
Para vigas simplemente apoyadas solicitadas por carga uniforme, los momentos lIe)(o-
res M(x) Y con ellos también las tensiones de INrde 0x crecen desde los apoyos al centro del tra·
mo, y simultáneamente actúa un esfuerzo de corte a (x) = dMldx . Sobre la altura de la sección
rectangular o en el alma de una viga· placa, existe en este caso un sistema de tensiones princi-
pales de tracción y de compresión, Que a nivel del eje neutro (para el estado I baricéntrico)
lienen inclinaciones de 45 0 y 135 0 respectivamente, respecto del eje de la viga (Fig. 5.7). De
acuerdo con la teoria de la Resistencia de Materiales, las tensiones principales pueden des-
componerse en las tensiones 0x. 0,/ Y TX,/' de las que 0,/ , que tiene importancia sólo en la zona de
aplicación de las cargas, puede despreciarse (Fíg. 5.8, ver también Cap. 8).
El ingeniero debe tener una noción precisa de QLIe la tensión de resbalamiento TX,/ no
=
constituye una solicitación Que actúa asl o asl U. sino que. lo mismo que las componentes de
tensión Ox y 0y, constituye solamente un valor auxiliar de cálculo, Que resulta de haber elegido
el sistema de coordenadas x-y con el eje x paralelo al eje de la viga. En realidad, en la viga ac-
túan únicamente las tensiones principales 01 y 011 de acuerdo con las Figs. 5.7 Ó 5.3 a. Sin em-
bargo para el dimensionamiento en hormigón armado se parte generalmente de 0x o T.
Todo esto fue perfectamente aclarado en 1927 por E. MOrsch (62). El hecho quo para la
tensión de resbalamiento T se trate de un valor auxiliar de cálculo y no de una solicitación real,
resulta perfectamente claro cuando se calculan las tensiones en un elemento prismático con
solicitación 8)(11, referido a un sistema de ejes coordenados x-y, inclinado de 45 0 y 1350 respec-
to del eje de la pieza (Fig. 5.9). Para una columna donde 00 = 100 kplcm1 , resultada T = 50
kplcm'. Esta columna no podrla ser construida de acuerdo a ningún Rewlamento; ¡por cuanto, T
supera considerablemente el valor admisible! En la realidad, es capaz de soportar cargas sin
ninguna armadura de corte.
5.1.3.2. Estado /1
Cuando la tensión principal de tracción en el alma de una viga sobrepasa la resistencia
a la tracción del hormigón tJbZ, aparecen lisuras de corte (Fig. 5.10) normales a 01, es decir, en la
dirección de las trayectorias de compresión. Las tensiones prlnclpales de compresión entre las
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I ,
DirecciÓn de 01 (tensiones de tracción) I
Dirección de 011 (tensiones de compresión) 1
I I
1, i1111+11111111111J1]JlllJD4 M
I :
I
Flg. 5.7. Trayectorias de las tensiones principales en una viga homogénea para carga uniforme (en el caso
de hormigón armado = es tado 1).
ángulo Ip entre el
semieje + 11 Y 01 Ig ~ • ...L
G¡
,
Flg . 5.8. Definición y calculo de las tensiones para un estado plano de tensión.
lisuras de corte, pueden continuar actuando prácticamente sin perturbaciones, siempre que
los esfuerzos de tracción que aparecen en el hormigón (como resultado de las 01) sean absorbi-
dos por armaduras de corte, con lo que se impide que las lisuras de corte se continúen abrien·
do. Para ello, lo mejor es disponer la armadura de corte en la dirección de las trayectorias de "1 ,
es decir inclinadas de aproximadamente 45°.
Las fisura s de corte, para secciones rectangulares, se originan generalmente a partir de
las fisuras de flexión, y su Inclinación resulta influida por la redistribución de esfuerzos en es·
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z o -+ ~
M
z 2
, D = -
M
z -,Q (5. 2)
p
p
,
<5, =
;¡,
/
, <>, =
1
2 G",
<5, = 1 <>,
X ~ .,1 ",
/<"
<3',,(,
'ty . " - 'txy='tyx =
Fig. 5.9. Tensiones princi pales. normales y de resba lamiento en un elemento prismatico con carga axl! , re-
feridas a un sistema de ejes coordenados orientad o a 45°.
- + 1
Fig . 5.10. Flsuraclón y rotura de una viga· placa con armadura de corte (las fi su ras de corte se desarrollan a
partir de las de lIexI6n).
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Flg. 5.11 . Fisuras de corte cerca del apoyo, en el alma de una vlgal no originadas a partir de fisuras de fle-
xión (en el alma 01 > tJbZI-
Flg. 5.12. Analogla del retl culado para los esfuerzos Interiores en la zona de corte en una viga da hormigÓn
armado con esfuerzo de corte constanle.
p p
Flg. 5.13. Eleclo resistente en forma eportlcada o arco conlensor en vigas reclangulares y placas.
las diagonales comprimidas resultan comparati vamente más rlg ldas que el cordón superior
comprimido, que es el caso, por ejemplo, de la sección rectangular. En este caso la inclinación
de las fisuras de corte es menor de 45° . llegando hasta los 30° y el esfuerzo en el cordón supe-
rior comprimido sigue una trayectoria en arco o también aportlcada(Flg. 5.13). La parte Inclina·
da del cordón comprimido absorbe una parte del esfuerzo de corte y con ello descarga el alma.
Si Inversamente, el cordón comprimido es muy ancho con respeclo al alma, es decir
b : bo '" 6, el esfuerzo en el primero sólo puede lener poca Inclinación y por ello las fisuras de
corte se diSPonen aproximadamente a 45° (Flg. 5.14).
r p~
,.....-~ 7 Z 1-/"" r lr ~ } ,
~
. _ f./z I.~ /',,'f / '1\t,
A
, •
t b 96 c"I
1-J.-
i
44
//,
//
'
"
/
/
-----.r•
•
L
~,
, DaL a
InclinacIón del esfuerzo en el cordÓn comprimIdo
Sección
~
FIg. 5.1• . Trayectoria del.esluerzo en el cordón comprimido en una viga-placa con una relación de anchos
de blb o :z: 6.
Las relaciones de rigidez, que se expresan en función de blbo, pero que también pueden
serlo en la proporCión entre la armadura longitudinal y la de corte, son determinantes de la
distribución de los esfuerzos internos. Para vigas, y a estos efectos, se ha desarrollado una
" ampliación de la ana logia del retlculado" (64] (ver Seco8.4). Con ello, la analogla del retlculado
constituye una valiosa ayuda para explicar cómo funciona en el estado 11 la transferencia del
esfuerzo de corte, pese a la existencia de fisuras.
Las vigas continuas de varios tramos o los pórticos múltiples, etcétera, soportan , ade-
mas de los momentos positivos, momentos negativos.
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72
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ela un aumento de los esfuerzos de compresión en los puntales que se forman entre las lisuras
de torsión (Fig. 5.18).
Los ensayos muestran que para el estado ti s610 resulta activa una capa exterior de po..
ca espesor del hormigón, debido a que los elementos estructurales rectangulares de hormigón
armado se comportan como cajones huecos de pared delgada (65J.
-
45" trayectorias de tracción
.L
trayectorias de compresión
/
/
GJ:"C t
Flg . 5.16. Trayectorias de las ten siones principales para la sollcltacl6n por torsión pura.
Fig. 5.17. Fisuración en un prisma de hormlgOn armado, sollcltado por lorsión pura (segUn E. M6rsch 11J).
SeccIón
Flg. 5.18. Oisposlclón de la armadura en piezas de hormigón armado, prismáticas, solicitadas por tor-
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sl6n.
73
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Las columnas con carga axll o aproximadamente axll podrlan construirse sin armadura,
por cuanto no aparecen tensiones de tracción. En la mayorfa de los casos, sin embargo, tanto
8s1ribO
barras longitudinales
74
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las losas como las vigas (o viguetas) se encuentran rlgldamente vinculadas con las columnas,
por lo que estas últimas, por efecto de aportlcamlento, deben también soportar momentos tia-
xores. Por ello, normalmente las columnas se arman en dirección longitudinal. las barras lon-
gitudinales se ubican en las esquinas de la sección, pero en el caso que las dimensiones de és-
ta sean grandes, también se las distribuye sobre los lados de la misma. Deben asegurarse
contra el pandeo mediante estribos que encierran a las barras longitudinales (Flg. 5.19),
siempre y cuando -por ejemplo en paredes- el recubrimiento de la armadura no sea sufi-
ciente por si solo.
las barras longitudinales experimentan el mismo acortamiento especifico, que el hor-
migón. Teniendo en cuenta que el hormigón se contrae y fluye, las tensiones en el acero de la
armadura longitudinal aumentan con el tiempo y pueden alcanzar valores muy elevados (hasta
el limite de escurrimiento). Es por ello que, en el caso de columnas que deben soportar cargas
muy elevadas, el asegurar las barras longitudinales contra el pandeo mediante estribos es muy
importante. Tanto la separación. como las dimensiones v la forma de los estribos. deben ade-
cuarse a dichos fines. la Flg. 5.20 muestra el lugar en que se prOdujo la rotura en una co·
lumna de ensayo, con barras longitudinales pandeadas.
Para carga axilla capacidad portante de una columl1i:1 pala carga creciente (sin fluencia)
se agota para 'b máx ::::: 2 "/00. En este caso, para barras longitudinales de acero de calidades de
! a IV se sobrepasa el limite de escurrimiento, de modo que la capacidad de carga resulta de la
suma Pu = Fb(JP + Fe 130,2, siempre que no exista peligro de pandeo. Esta capacidad de carga
se redUCe por Inevitables excentricidades de la carga que originan solicitaciones adicionales
por flexiÓn.
Si la esbeltez de la columna es mayor que sld = =
15 (s = altura de la columna, d lado
menor de la seCCiÓn), para cargas crecientes, pequeflas excentricidades originan deforma-
ciones laterales crecientes y con ello tensiones de compresión no uniformes, hasta que el hor-
migón en la zona más altamente solicitada llega a la deformación pléstlca y falla por rotura
(Fig. 5.21). A la rotura de columnas esbeltas por flexiÓn lateral creciente se la denomina "pan-
deo", aunque no corresponda al verdadero pandeo de la Teorla de la Elasticidad, es decir a un
problema de estabilidad, sino a un problema tenslonal. Para determinar1a capacidad de carga
de una columna esbelta. en el caso del hormigón armado es necesario. por ello, lener en cuenta
en el cálculo la inflUencia de excentricidades imprevistas de las cargas, asl como lamblén el
compor tamiento anelástlco del hormigón y el crecimiento no lineal de la lIexlón lateral (leona
de 2 0 orden).
las paredes y tabiques esbeltos de hormigón armado se comportan en forma semejan-
te. En este caso la transferencia de cargas en la cabeza y el pie de los mismos es más crItica
que el peligro de pandeo.
o)
, _ - [ - - - - " 1,
------...,
-=~~~~-~...
- ------j \
Deformación libre "v- para lajas delgadas 1
, ,
\
m,
b) ,
I
p
p
r =UITTTTI
J
Corte según el eje x
I
m_(x=O)
Fig. 5.22. Momentos fleKores rnll Y rny de una fosa armada en una dirección a) par. carga uniforme, b) para
carga concentrada.
al esfuerzo de corte, a una distancia entre x = 2 a 3d del apoyo, que debe impedirse disponien-
do una adecuada armadura de corte.
Para cargas no uniformes o para cargas concentradas, aparecen, aparte de los momen·
tos flexores m lC , momentos my transversales bajo las cargas y las correspondientes deforma-
ciones. Ambos momentos disminuyen con las distancias x e y al centro de la concentración de
cargas, ver Flg. 5.22 b. Por ello, estas losas deben armarse en dichas zonas con armaduras en
las direcciones )( e y.
Debajo de las cargas concentradas aparecen lisuras en ambas direcciones '1 hasta en
forma circular. En tales casos,en la rotura el hormigón está sujeto a un estado doble de ten-
sión. El ancho en la dirección ly)de la losa que colabora (ancho activo) depende de la relación
'ex: f ev de las armaduras. Para cargas concentradas muy elevadas, en el punto de aplicación
de la carga puede ocurrir una rotura por corte, en la que un cono aplanado de hormigón se pun-
zona (Rotura por punzonado, punchlng failure), ver Flg. 5.26.
De acuerdo con la leorla de las placas, '1 con el sistema usual de coordenadas)( e y, se
calculan los momentos componentes m)(, my y m)(y, que permiten obtener los momentos princi-
pales mi Y m, cuyas direcciones se apartan más o menos de las direcciones x e y según sea el
valor de m)(y. las magnitudes de mI Y m, '1 sus direcciones dependen tanto de la posición de la
carga o de su distribuciÓn como del tipo de apoyo.
El anclaje de las esquinas produce por Intermedio del momento de sentido opuesto mi
una notable reducción de los momentos m)( '1 my en la zona central del pano de tosa. la direc-
ción de tos momentos principales en el centro de la losa es normal a la de los bordes de apoyo
(Fig . 5.24) Y en las zonas de esquina, inclinada a 45° _
La Flg_5.25 muestra la distribución de las fisuras en las caras superior e inferior de una
losa rectangular de hormigón armado para el estado de rotura '1 donde puede observarse el
comportamiento bajo carga descripto anles.
las losas de este tipo fallan en general por rotura por flexión con solicitación blaxial del
hormigón . Para c81gas concentradas muy elevadas puede también ocurrir el ya mencionado
punzonamiento en el punto de aplicación de la carga_ Peligro de rotura por corte sobre los apo-
yos, se presenta raramente.
Un comportamiento similar ocurre en losas triangulares o trapezoidales y para losas
rectangulares apoyadas SÓlo en~tres lados o en dos yuxtapuestos.
la relación entre m)( y my puede resultar Influida por la elección de las cuantlas de ar-
madura en las direcciones x e '1 _ Sin embargo, es más conveniente adoptar una relac ión Que
conduzca a un material que pueda considerarse homogéneo.
las láminas son estructuras de superficie, cargadas en su plano (las losas o placas,
aquellas donde la carga actúa normal al plano). las láminas dispuestas verticalmente o tabi-
ques constituyen lo que se denomina vigas-pared o vigas de gran altura, cuando salvan una luz.
Flg. 5.23. losa rectangular apoyada en sus cualro lados con carga concentrada, con y sin anClaje en las
esquinas.
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"
Flg. 5.24. Distribución de la dirección de los momentos principales y'de las Irayeclorlas de 105 mismos en
una losa cuadrada y otra rectangular, con apoyos simples.
Flg. 5.25. Configuración de 'as fisuras en una loaa rectangular de hormigón armado. con carga uniforme,
par. el estado de rotura.
las láminas también pueden actuar horizontalmente como elementos para absorber cargas,
como por ejemplo en techos o tableros de puentes, para absorber los esfuerzos producidos por
el viento. En estos casos también están solicitadas normalmente a su plano.
El comportamiento bajo carga de las láminas de hormigón armado se aclara mejor ana·
lizando las vigas de gran altura.
La diferencia esencial con respecto a una viga corriente, reside en la distinta distribu-
ciÓn de las tensiones principales en la solicitaciÓn por flexión, perfectamente aclarada en el
diagrama de Ox para la !ecclÓn correspondiente a 1/2. Mientras que el diagrama de 0x en la viga
normal es lineal, en la viga de gran altura muestra una fuerte curvatura, con una zona de trac-
ción baja '1 una muy alta de compresión (Fig. 5.27). Esta diferencia 'la se pone de manifiesto pa-
ra llh = 4, pero en la práctica recién se la tiene en cuenta a partir de IIh 2. =
la mejor forma de visualizar el comportamiento estático es en este caso analizando en
la Flg. 5.281a5 trayectorias de las tensiones principales (direcciones de 01'1011). Cuando la car-
ga actúa en la parte superior, las trayectorias de compresión se dirigen casi verticalmente y
Juntándose hacia los apoyos, mientras que las de tracción, en las cercanlas de los aooyos, son
relativamente apianadas, de donde resulta que no existen tensiones principales de tracciÓn
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Flg. 5.26. Rotura por punzonado de un trozo CÓnico en una losa apoyada en un punto o con carga con·
centrada.
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muy Inclinadas Que puedan originar "fisuras de corte" Que hicieran necesario disponer una ar-
madura correspondiente. Las fisuras son todas empinadas y requieren armaduras horizontales
(Flg. 5.29). El peligro de rotura existe principalmente en la zona de los apoyos donde el anclaje
de la armadura y la acción de las reacciones de apoyo, conducen a una solicitación local izada
muy elevada.
De una forma muy distinta se comporta la viga de gran altura cuando la carga no la pre-
siona desdé arriba (- ay) sino Que cuelga por abajo, '10 Que origi na tensiones ay positivas. Por
ello las trayectorias de 011 se desarrollan en forma de arco (Flg. 5.28) Y en cierta medida, las caro
gas cuelgan de arcos. Las trayectorias de 01 son también en este caso aplanadas en la zona In·
feriar y su Inclinación aumenta hacia arriba al acercarse a los bordes lat8f'ales; en la zona me-
dia, en la parte interior 01 y 011 son positivas (tracciÓn), lo Que hace necesario disponer una ar-
madur. vertical, Que puede levantarse hacia los bordes laterales. Las fisuras Que muestra la
Flg. 5.29 confirman esta forma de transmisión de cargas.
En el ejemplo de la lámina resulta claro Que, en lo que respecta a los esfuerzos internos,
la ubicación de la carga juega un papel Importante y que es necesario tener en cuenta. En lámi-
nas puede ocurrir Que las cargas actúen no sólo en los bordes, sino también en el interior de las
mismas.
En ambos casos -carga superior o inferlor- el esfuerzo longitudinal en el borde trae-
clonado no disminuye de acuerdo con el diagrama de momentos flexores, sino que mantiene
su valor, una vez Iniciada la flsuraclón por flexión, prácticamente sin variaciÓn hasta los apo-
yos, de modo Que la armadura, actuando como tensor, no puede variar hasta alcanzar los apo-
yos, donde debe ser convenientemente anclada. La rotura del anclaje constituye un peligro en
vigas de gran altura.
Teniendo en cuenta que las láminas se construyen de reducido espesor, las tensiones
principales de compresión inclinadas pueden, en el entorno de los apoyos donde las ay tamo
blén se ponen de manifiesto, resultar criticas (rotura por compresiÓn). Esto vale especialmente
en los apoyos Intermedios de vigas de gran altu ra de varios tramos.
SI se vincul an entre si láminas formando un cierto ángulo diedro, y de modo que la unión
O
,l ,
- h. ,
- -O,l "Id
0,62 h
/
'.J- [
Z·O,20p ·' .,L,p:: 'u · O,28h
D.
l D. ' ~
( - - - - --.1',-'
Flg . 5.27. DIagramas de las tensiones 0)( en ta sección central de una vIga de gran altura (lid = 1) Y en una
vIga normal.
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,/
-
P,
F1Q.. 5..28. Forma de ¡as trayectorias de tensIones en una viga de gran altura , par. cargas superior e Inlerlor.
FIg. 5.29. Aspecto de la fisuraclón en vigas de gran altura,par. cargas superior e Inferior [88J.
sea resistente al resbalamiento o también a la flexión, se obtiene una estructura pleg9.da (lami-
nas plegadas) . .
Estas estructuras plegadas pueden estar formadas por rectángulos anchos o angostos
(estructuras plegadas prismáticas), por triángulos. por hexágonos, etcétera, lo que perm ite 01).
tener formas variadas (ver Flg. 5.2). Su capacidad de carga la alcanzan, en general , recién cuan-
do sus bordes resullan rigldlzados mediante láminas transversales o pórtiCOS transversales,
de modo que el angulo de plegado en los bordes no pueda modificarse.
Las estructuras plegadas se comportan transversalmente a las aristas como losas y en
la dirección de aquéllas, como laminas. En las aristas las deformac iones son respectivamente
iguales, por lo que los elementos se rlgldlzan entre si de modo que las aristas actúan como
vigas resistentes a la flexión. La capacidad de carga de estas " cuasi vigas" j::lepende de la rela-
ción entre la altura y la luz de la estructura plegada.
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Las cáscaras son estructuras de superficie, cuyo plano medio es curvo. Pueden ser de
curvatura simple (Flg. 5.2, N°9, 10, 12, 13) o de doble curvatura. Cuando en las cáscaras de
doble curvatura, ambos centros principales de curvatura quedan ubicados de un mismo lado
(Flg. 5.2, N° 11, 14), se dice que la curvatura es de un mismo signo; si en cambio ambos se en·
cuentran ubicados en lados opuestos se habta de una cáscara de curvaturas opuestas(ver Flg .
5.2, N° 15).
La cáscara reúne en slla forma de transmitir cargas de las láminas (tensiones normales
uniformemente dlstrlbuld,as en su espesor) con la de las placas o losas (flexión pura). Para con·
dlclones determinadas entre carga y forma, en zonas parciales o en toda la cáscara, las ten·
slones debidas a la flexión son, en comparación con las tensiones normales, tan reducidas,
que pueden despreciarse. En tal caso se dice que la cáscara trabaja en un estado de tensión
membranal ,
Las cáscaras son adecuadas para absorber en forma satisfactoria un estado de tensión
membranal, pero no lo son sin embargo para absorber tensiones de flexión. Aumentar el espe-
sor de la cáscara para absorber momentos flexores muy grandes, (jeneralmente no da resulta·
do, por cuanto la mayor rigidez a la flexión que se origina, conduce a mayores momentos flexo-
res.
Et estado membranalliene también Importancia práctica, siempre que considerado co-
mo un estado en equilibrio, pueda ser calculado en forma muy sencill.a, sin recurrir a condi·
ciones de compatibilidad. Por otra parte sólo es utilizable como base de cálculo cuando no
afecte en forma sensible las condiciones de cpmpatibilldad internas y externas.
En contraposición con el arco, donde un apartamiento de la curva funicular origina fle-
xión, cualquier cáscara puede, trabajando en estado membranal,soportar cargas superficiales
repartidas arbitrariamente o aun varlabtes (por ejemplo: peso propio, viento, nieve). Las cásca·
ras de curvatura simple disponen para ello de limites más estrechos que las de curvatura
doble. Sin embargo, Irregularidades en la repartición de cargas, o ta existencia de cargas con-
centradas, conducen siempre a una flexión tocaL Deben evitarse las cáscaras muy rebajadas,
porque por efecto de los esfuerzos membranados pueden curvarse tanlo que las correspon·
dientes tensiones de flexión ya no puedan despreciarse o aun no puedan ser soportadas.
Las mayores tensiones de flexión se originan en los bordes, donde generalmente es ne-
cesario disponer elementos de borde para transmitir los esfuerzos membranales, cuando sus
deformaciones no son compatibles con las de los bordes de la membrana, Estas tensiones de
flexión se amortiguan rápidamente hacia el interior de la cáscara y por ello se las denomina
perturbaciones de borde. En el caso de cáscaras de gran luz y muy rebajadas existe el peligro
de pandeo por abolladura, si son muy delgadas o no se les ha conferido rigidez medIante nerva·
duras. En lo que respecta a la seguridad contra el pandeo por abolladura hay que tener en cuen·
ta las Inevitables Imperfecciones constructivas. Constituyen la causa de que en lugar de un
estricto pandeo por abolladura, en general resulle un problema tensional, de flexión compues·
ta con esfuerzos de compresión longitudinales. Se prefiere adecuar la forma de las cáscaras de
modo que los esfuerzos membranales resulten de compresión. Pero también es posible cons·
trulr cáscaras que trabajan a la tracción (silos para cereales o cemento, depósitos para agua o
aceite). En estos casos se producen fisuras normales a las direcciones principales de tracción,
cuyo espesor puede limitarse mediante una adecuada elección de la armadura o eliminarse pa·
ra el estado de carga útil mediante pretensado.
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/
/
Vigueta transversal
Flg. 5.30. Tensiones ay en les lonas de aplicación de las cargas par. distintas lormas de aplicarlas.
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'0
Isotérmicas
,,
+- ' i~
t fL1-LllilJ.llllLlWJ.llLU,
, ,,
1J Distribución de lemperaturas en la sección
central
<o~-
'1'--
k= -~-_---::-<-~-~
I I jf ~
DeIOfmaciones por temperatura, lal como
ocurrlrl_n si no hubiera restricción
I ,
I
Compresión
~TraCCi6n~
restricción de las deformaciones, la sec-
ción se mantiene pl!!:n.
Flg. 5.31 . Variación de la temperatura y repartición de tensiones en un prisma de hormigOn producidas por
descenso de temperatura ambiente (según [!SD.
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tos casos, el hormigón pretensado se adapta mejor que el hormigón armado. La gran amortl·
guaclón interna de las estructuras de hormigón armado constituye una ventaja en lo que se re-
fiere a evitar las oscilaciones por resonancia, para excitaciones de cergas repetidas. El decre-
cimiento logarltmico de la amortiguación varIa entre 0,4 y 0,6, siendo mayor en el estado ¡¡ que
en el estado 1.
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6
Bases para la verificación de la seguridad
6.1.2. Solfclfac/ones
l as estructuras están solicitadas por cargas (peso propio, carga útil) y efectos climátl·
cos, como ser el sol, viento, lluvia, calor, frlo y heladas. Como acciones extraordinarias deben
considerarse eventualmente electos slsmlcos, fuego y explosiones. De estas soliCitaciones,
parte son conocidas (determinadas) y fácilmente calculables como por ejemplo las cargas de-
bidas al peso propio, parte son previsibles dentro de determinados limites y dispersiones, pu·
diendo utilizarse valores máximos probables o estadlslicos (por ejemplo, efecto del viento y de
la temperatura) y parte de acuerdo al desUno de la estructura (cargas útiles). En ciertos casos,
las cargas útiles originan cargas oscilantes, por ejemplo, en el caso de maquinarias o vehlcu,
los que originan en la estructura cargas dinámicas (oscilantes). Teniendo en cuenta lo expues·
to, distinguiremos entre cargas esláticas o predominantemente estáticas, que conducen a soli·
citaciones estáticas y cargas repetidas reiteradamente o cargas oscilantes , que lo hacen a so-
licitaciones dinámicas.
Las solicitaciones efectivas o prObables a que conducen las mencionadas, se conocen
como "cargas útiles" (design load·working load). Aparte de dichas solicitaciones exteriores,
existen además solicitaciones de las estructuras debidas a esfuerzos Internos originados por
una restricción a la li bre deformaCión, debida a efectos externos. En este caso debemos distin-
guir entre:
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fuerzas inducidas externas, que actúan sObre la estructura, como consecuencia de una
restricción a su libre deformación. Originan reacciones de apoyo y esfuerzos caracterlsti·
cos en secciones y son función de la rigidez del sistema;
fuerzas Inducidas internas en estructuras, que no originan reacciones de vinculo y si solo
estados propios de tensión, por ejemplo, diferencias de temperatura en elementos de
gran espesor. Estos estados propios de tensiÓn afectan la capacidad portante de la
estructura. En los razonamientos relativos a la seguridad, juega un rol Importante cuál es
la probabilidad de que los distintos tipos de carga y de acciones puedan ocurrir con su
máximo valor y que resulte necesario superponer para el dimensionamiento. Ello será ob-
jeto de un estudio más detallado en la Seco 6.3.1.
las solicitaciones debidas a las cargas útiles deben mantenerse con suficiente seguri·
dad por debajo de los estados limites de la estructura. ·'Seguridad suficiente" se obtiene me-
diante los coeficientes de seguridad 11, con los que se multiplica la carga útil, para obtener la
carga portante o carga limite. En la sección 6.3.1 se analizan con más detalles tos coefIcientes
de seguridad. Del desarrollo histÓrico del problema pueden distinguirse Ires métodos de
cálculo distintos.
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I
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En las normas, o adm se fiJa de forma tal que se cumpla v . o adm " (J. Con ello la segurl·
dad se establece sobre la base de la resistencia de los materiales '1 no sobre la del elemento
estructural o la de la estructura resistente. El prOCedimiento de cálculo basado en o adm con-
ducirla a resultados correctos si para la totalidad de las solicitaciones '1 tipos de estructuras
portantes, la tensión o tuviera un comportamiento lineal hasta llegar a la rotura. Pero este no es
el caso, especialmente para el hormigón armado o pretel}sádo. Es por ello que en el método bao
sado en o adm, existen diferencias muy considerables en lo que respecta a la seguridad real, si
los valores de o adm no se refieren a los estados limites de la capacidad de carga de la estruc·
tura, esto último contemplado en ciertos capitulaS de las normas DIN .
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I
I
1
I Seguridad caracterfstica
I
I / t-
I / I" " ca,•• IImll.
J
Fracciones porcentuales
complementarlas
I
!
95*1.
/'
/ I
!
"
'--
Magnitud de la soliCItación
o respectivamente de la carga 1Imlte
Flg. 6.1. La posición relativa de las curvas de frecuencia de la solicitación y de la carga limite determinan
la segurIDad.
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De acuerdo con la teorla de las probabilidades deben analizarse cada una de las Influen.
clas mencionadas en lo que respecta a la seguridad y cubrirse por un factor seria demasiado
complicado. Además, es poco probable que la totalidad de dichos factores de incertidumbre
aparezcan simultáneamente; pero también para la simultaneidad de acción de Inseguridades ,
es necesario plantear consideraciones probablllstlcas. Pero siempre resulta evidente que debe
exigirse un coeficiente de seguridad suficientemente elevado.
La magnitud del coeficiente de seguridad se elige segun sea el tipo de colapso: si se es-
pera que la rotura se produzca bruscamente, sin aviso previo mediante deformaciones o lisu-
ras (rompe de esta forma el hormigón de alta resistencia por compresión) se considera necesa-
rio adoptar un coeficiente de seguridad más elevado que para el caso de un tipo de rotura en la
que se presentan manifestaciones de advertencia, por ejemplo, grandes deformaciones, IIsu·
ras de gran espesor o asllllamiento del hormigón comprimido que preanuncian el Colapso, an-
tes de que se llegue a la carga de rotura.
Los coellcientes de seguridad exigidos están fijados por las normas, por ejemplo en
DIN 1045. Actualmente para los esfuerzos caracterlsticos debidos a cargas, en elementos de
hormigón armado, los valores establecidos son:
para rotura con preavlso:" = ',75
para rotura sin preaviso: " =
2,1.
Además de los esfuerzos caracterlsllcos debidos a cargas, pueden orig inarse esfuerzos
caracterfsticos inducidos por temperatura, contracción, etcétera (ver Seco6.1.2). Los esfuerzos
caracterfsUcos Inducidos, determinados para el estado 1, resultan sin embargo, al pasar al es·
tado 11, menores, al disminuir la rigidez, es decir que no crecen como los esfuerzos caracterfsti·
cos originados por las cargas hasta llegar a la carga critica, sino que en general, hasta pueden
disminuir. Por ello, al dimensionar no deben ser afectados como en el caso de las cargas por
coeficientes de 1,75 a 2,1 sino solo de un coeficiente de seguridad más reducido "Zw' A este
respecto, la DIN 1045 parece un poco arbitrarla pues establece:
coeficiente de seguridad para esfuerzos Inducidos "Zw = 1,0.
Cuando los esfuerzos inducidos (forzados) juegan un papel Importante, deberla verifi-
carse el valor que mantienen poco antes de alcanzarse el estado limite, partiendo del estado de
deformación existente.
. Los esfuerzos Inducidos pueden en este caso haber desaparecido totalmente o, por
ejemplO, en columnas con pequena excentricidad, continuar creciendo con la carga. En este ul-
timo caso, no se Justifica una reducción de "Zw a 1,0, debiendo aplicarse un coeficiente de se-
guridad para este tipo de esfuerzos, mayor que 1,0.
La norma DIN 1045 utiliza coeficientes de seguridad "globales" (glObal safety factors,
overa/l = ) que cubren tanto un posible aumento de carga como una reducción de la resistencia
de los materiales. En el CES y en determinados paises se usan coeficientes parciales de segu·
ridad (partial safety factors), por ejemplo, factores para cargas 15 > 1 Y factores para mate-
riales 1m < " y que se diferencian segun el riesgo relativo a la carga limite y a los danos emer·
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En laque respecta a los valores limites admisibles, no es posible dar indicaciones de va-
lidez general: la deformación admisible por flexión, por ejemplo, depende totalmente del destl·
no de la estructura; el ancho de las fisuras de una viga en una planta qu[mlca, donde existe ele-
vado peligro de corrosión, debe ser menor que en una viga de entrepiso de un edificio seco de
oficinas. El Ingeniero proyectista debe en estos casos, juntamente con el comitente, adoptar
decisiones lógicas.
la seguridad requerida puede verificarse en las secciones Criticas, mediante los esfuer·
zos caracterfsticos N, M, MT Y a , debiendo siempre tenerse, por ejemplo:
En este caso (M + N) significa la acción conjunta del momento (flexión) y esfuerzo axi !.
Cuando M se origina preponderantemente por causas distintas que N, este ú1limo puede tam-
bién aumentar la capacidad parlante debida a M, siempre que actUe en el interior del núcleo
central de la sección, orl glnando asl una compresIón en la zona tracclonada de la seccIón, y
dismInuyendo con ello la armadura de tracción necesaria. En tales casos, la seguridad necesa-
ria sólo se alcanza si se tiene \11 Mg + p + 1/2 Ng < carga limIte, donde 1/2 < 1,0 según que exis·
ta la probabilidad que NO resulle en realidad menor que la calculada. Respecto a esto, un caso
Ilplco lo constituye el de una torre solicitada por el viento, cuyO Ng disminuye las tensiones de
tracción por flexión debidas al viento.
En estructuras estáticamente indeterminadas puede, además, utilizarse las reservas de
resistencia originadas por redistribución de esfuerzos caracterlsllcos debidos a las deforma·
ciones correspondientes a los reglmenes elástico o plástico (mecanismos de rOlura). Este te·
ma será tratado en detalle en un volumen posterior.
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8.4.3. Dimensionamiento para los distintos tipos de esfuerzos caracterlsticos en una sección
En las estructuras actúan los esfuerzos caracterfstlcos N, M Y a simultáneamente, pu-
diendo los momentos flexores y esfuerzos de corte solicitar a la sección en forma oblicua, es
decir, con componentes según dos ejes ortogonales. Cuando las estructuras son de materiales
homogéneos, es posible calcular las tensiones máximas para solicitaciones combinadas fácil·
mente mediante el empleo de la Resistencia de Materiales y la Teorta de la Elasticidad. Ello no
ocurre para el material heterogéneo con coherencia que es el hormigón armado, porque para
éste, los esfuerzos Interiores, por la existencia de fisuras en el hormigón y por la dirección im-
puesta generalmente a la armadura por razones constructi .... as, no pueden determinarse en for-
ma exacta. Por esta razón, el dimensionamiento de las .... igas de hormigón armado se realiza
habitualmente en forma separada.
6.4.4. lnflufJncia sobre los esfuerzos caracterlsticos de las reta clones de rIgidez de los estados I
y 11 en las estructuras estáticamente indeterminadas
En el caso de estructuras estáticamente indeterminadas, para determinar los esfuerzos
caracterlstlcos, al realizar el cálcu lo estático, es necesario tener en cuenta las rigideces de los
distintos elementos de la estructura, con el objeto de poder calcular las deformaciones nece-
sarias para las condiciones de compatibilidad.
En las estructuras de hormigón armado se uUlizan normalmente las rigideces EF y EJ de
la sección total para el estado 1, y generalmente sin tener en cuenta la existencia de la armadu-
ra . Con ello se obtiene una distribución de esluerzos caracterlsticos aceptable.
En realidad las rigideces cambian para todas aquellas estructuras no pretensadas, al
pasar al estado 11 , lo que ocurre en los elementos solicitados por flexión, torsión o tracción, en
cuanto las tensiones de tracción en el hormigón sobrepasan su resistencia a la tracción.
Estas rigideces correspondientes al estado 11, difieren en parte, muy considerablemente
de las del estado 1. Ello se cumple, por ejemplO, para la rigidez a la flexión de vigas muy planas,
que siempre alcanzan el estado 11, mientras que las columnas permanecen generalmente en el
estado 1. la rigidez a la torsión al pasar al estado 11, disminuye considerablemente con relación
al caso de la flexión. Como consecuencia de estas variaciones entre las relaciones de rigide-
ces,resullan notables diferencias en la distribución de los esfuerzos caracterlsticos, con res-
pecto a las obtenidas introduciendo en forma glObal las rigideces correspondientes al estado I
y determinadas mediante el cálculo estático.
En algunos casos es posible al dimensionar con esfuerzos caracterlsticos correspon-
dientes al estado 11 (eventualmente mediante una acertada distribución de las cuantlas de aro
madura), obtener economlas en los casios de construcción.
De acuerdo con DIN 1045, las rigideces correspondientes al estado 11 pueden utilizarse
para la determinación de los esfuerzos caracterlsticos. Son función de las cuanUas de armadu-
ra, que previamente debe ser estimada. Cada variación de armadura significa un cambio de ri·
gldez. Un análisis exaclo resullana muy circunstancial y extenso, por lo que es necesario con-
formarse con valores medios de las rigideces. Por otra parte una determinación exacta de los
esfuerzos caracterlstlcos no es mayormente necesaria , porque las estructuras de hormlg6n aro
mado estállcamente indeterminadas pueden reacomodarse por redistribución de momentos.
de momentos, que ocurre cuando la capacidad de carga a la lIexlón en una zona esta por ago-
tarse, mientras que una zona vecina es capaz aun de absorber momentos. En construcciones
metálicas, hace t~mpo que se hace uso de dicha reserva de resistencia.
El procedimiento de los estados limites de la capacidad de carga, ha sido adoptado pa·
ra la solicitación compuesta en casi todos los paises. pero sin embargo para los estados de
carga correspondientes a carie y torsiÓn presenta aún diflcultades. porque para los mismos no
ha sido posible desarrollar aún leorlas de rotura aceptables.
Tampoco en el caso de cáscaras, laminas '1 estructuras similares es posible aún aplicar
el método de los estados limites.
En la utilizaciÓn práctica de las especificaciones alemanas. no se consideran practica·
mente los diferentes procedimientos de calculo, porque se utilizan como elementos auxiliares
de calculo, tablas, diagramas, etcétera (por eJemplo DIN 4224 o también Cuaderno 220 DAfStb).
en los Que en todos los casos se puede partir de la carga de servicio.
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7
Dimensionado para flexión y esfuerzo ax~1
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4 __
..,f-- El
-I-__·~J·_neulro
'.
Fig. 7.1. Diagrama de delormaciones especificas segun la hi-
J-
pOtesls de B8fnouUilpara piezas esbellas (constancia de las
secciones planas en la deformación por lIexlón, diagrama line-
a' de deformaciones). deformaciones l
Si una pieza posee un plano de slmetrla y los esfuerzos caracterlsticos actúan sobre el
mismo, se dice que la "solicitación es unlaxial" (uniaxialloadlng).· Este caso, el más común,
se tratará en las secciones 7.2 a 7.3.3. El dimensionamiento de las secciones asimétricas o
cuando los esfuerzos caracteristlcos no actúan en un plano de simetrla, se analiza en la sec o
7.3.4.
Para flexión normal con esfuerzo axil, la sección activa a tener en cuenta para el cálculo
depende det signo del esfuerzo axll (+ tracción, - compresión) y de la magnitud de la ex·
centricidad (excentricity)··' (Flg. 7.2). La posición del eje neulro (neutrat axis) depende, en cada
caso, también de la relación entre la sección de la armadura y la del hormigón, es decir de la
cantidad de armadura (grado de armadura o cuanlla de armadura).
La capacidad de carga de una sección de hormigón armado se agota cuando el horml·
gón falla por compresión, O el acero por tracción. Por encima de dicha carga de rotura
Pu (U = ultima te) noes posible un aumento de la misma. Al dimensionar, no se utilizan las fa.
slstenclas obtenidas en ensayos realizados con probetas de los meter.lales a utilizar(ver caps. 2
y 3) sino valores menores preestablecidos y garantidos, denominados "resistencias caracterls·
ticas" (characterfstlc strengths). La carga limite obtenida mediante dichos valores se designa
como "carga critica" Pcrit.
En lo sucesivo, utilizaremos para dicho estado limite el sublndlce " U", como por
ejemplo: Pu, Mu, Nu. etc., por cuanto dichas designaciones son uUllzadas en las normas DIN
1045 Y DIN 4224.
7.1 .2. Valores caracterlsticos de las resistencias de los materiales y de los diagramas tensión·
deformación
(7. 1)
• En el ".Ico usual de la Argentina se habla de lIexlón normal o corte normal por lo Que en lo sucesivo
usaremos esla denominación. (N. del r.)
NI-)
dias 'f grandes e de
una fuerza normal de
compresión N , defor·
F"~
~// 1
~1 E;
maclones por trac- (.11
1
ción en el borde Inle- F' •
rlor
_ Estado!!
• l E'
•
• E,
~E.,
E"
peQuena excentrlcl·
dad e de una luena
normal de compre·
slón N, no existen de-
1- 1
formaciones por trae-
'Ió"
_ Estado 1
E,
pequena excentrlcl·
dad e de una fuena
normal de tracción N:
sólo existen deforma·
clones por Iracclón
- - Estado 11
(actua solamente la
• seccl6n del acero)
.
L excentricidades me·
dlas y grandes e de
una fuena normal de
traccl6n N:
deformación por trac-
ción en el borde Infe.
no<
F~UJ._I
F¡
- E;
/ /
•
1-1/
/
E,
_ Esladoll
-- ------------ -- - - - - -- ---
o Flexión simple
---1- M
_ Estado 11
.. -
N=O
Flg. 7.2. Posiciones caracterlsticas de una fuena normal excéntrica as{ como también las correspOndien-
tes sacclones activas y repartición de deformaciones especificas.
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,,O
- - - - -2r"TTTTTn1
,{ ¡ 11 - 13w:225
I 1 1
I
i i ¡ill1Ii 1
I
2
I I Eb
3,5[· / •• 1 , ],5 ¡"/.. 1
Valor de fJ R en kplcml ') Valores relativos medios de los diagra-
mas o', del hormlgOn par. zonas compri -
midas por fleKiÓn rectangulares, corres-
~wN 150 250 350 450 S50
pondientes a distintas cal,l dades del hor·
mlgOn (según 136] ver IIg. 2.20).
~R lOS 175 230 270 300
Flg. 1.3. Valores caractertstlcos del diagrama 0-1 del hormigón segun OIN 1045 Y su comparación con los
.... lor9S Obtenidos en ensayos con prismas con carga excéntrica.
G',
1-- - -
I
;1 I
I
I
~
11 I
;1 I E , Fíg. 7.4. Diagrama 0-( bllineal del hormigón para
simplificar el cálculo (segu" DlN 1045).
1,0 1,35 2,0 3,5["'•• ]
[ kplcrrf !G e
.Q
,"
ce
e
2200 ,"e S S t 221 Jl. ISSt 1)
~
• I
,
I I
I
'OS 1: E: e
'36
,,O ,,O 3,0 ,,O 5,0 I",•• J
Flg. 7.5. Valores caracterlsUcos de los diagramas O·l de los aceros para hormIgón (según DIN 1045).
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Para simplificar el cálculo, de acuerdo con la OIN 1045, puede adoptarse un diagrama IN
blllneal de acuerdo con Flg. 7.4 (ver dimensionado de elementos comprimidos, Cap. 10), o tam-
bién utilizar según Fig. 7.54, una repartición rectangular de tensiones tal como se explica en la
Seco 7.3.4.4. Para los diagramas de dimensionamiento y tablas que figuran en las Seco 7.2 y 7.3,
se utilizó el diagrama parabólico rectangular según Flg. 7.3.
La norma OIN 1045 fija los valores caracterlsticOSfJR de la resistencia a la compresión del
hormigón para las distintas calidades del mismo (ver Fig. 7.3 a). Su reducción con respecto a
los valores garantidos de la resistencia cúbica a la compresión fJwN, se basa en lo siguiente:
Para calidades de hormigón donde fJwN~ 350 kplcrnl, por lo pronto los valores caracte-
rlstlcos fJA que aparecen en la DIN 1045, son mucho más reducidos aunque no se los justifica
objetivamente.
Al establecer estos valores de la resistencia caracter1stlca no se ha tenido en cuenta el
hecho que el hormigón, en estructuras delgadas,no puede compactarse tan bien como en las
probetas empleadas en la determinación de la resistencia del hormigón, de modo que en
dichos casos la resistencia real a la compresión, aun para una ejecución cuidadosa, no se
corresponde con los valores de los ensayos de calidad. En estructuras delgadas existe, ade-
más, la Influencia del hecho de que la capa superior de mortero tiene siempre menor resisten·
cia que las más profundas (ver (70]), Influencia que es mucho mayor para los elementos
gruesos normales. Para poder, a pesar de ello, utilizar siempre los valores tJR especificados, de
acuerdo con la OIN 1045, en las estructuras de altura útil h < 10 cm, deben dlmensionarse para
esfuerzos caracter1stlcos aumentados de la relación 151(h + 5).
En la sección 7.3.3.1 se tratará de las recomendaciones expresadas por el C.E.B., basa·
das en los mismos fundamentos anteriores en el sentido de reducir la deformación limite del
hormigón en el caso de placas delgadas comprimidas y de vlgas·placa.
Rotura a tracción por flexiÓn: En las secciones de hormigón armado con cuantlas nor·
males de armadur., comienza muy pronto la fisuración en la zona traccionada por flexión, es
decir para tensiones de tracción en el acero aun reducidas. Al aumentar la carga y en cons~
cuencla los momentos flexores, la armadura Iraccionada alcanza el limite de escurrimiento o
la deformación limite, con 10 que la capacidad de carga de la sección prácticamente se ha ago-
tado. Como consecuencia de que el diagrama 0·[, para aceros tratados en fl1O, continua creo
ciendo luego de superarse el limite de escurrimiento (Jo 2 o por la consolidación de los aceros
de dureza natural al sobrepasarse la deformación limite 'de escurrimiento, es posible, evidente-
mente, un pequeno Incremento de carga para la aparición simultánea de fisuras extremada·
mente anchas. Teniendo en cuenta que el acero rompe sólo para muy grandes deformaciones,
la rotura ocurre finalmente por sobrepasarse la resistencia del hormigón en la zona compriml·
da de la sección cuya altura se reduce cada vez más al aumentar la abertura de las fisuras; sin
embargo el origen de la rotura reside en la falla del acero.
Rotura repentina por tracción por lIexión: En este caso, la resistencia a la tracción de la
armadura de acero ubicada en el borde !racclonado de la sección, se sobrepasa bruscamente
en el preciso Inslante en que se presenta la primera fisura de tracción y entonces el hormigón
no es capaz de absorber el esfuerzo de tracción que hasta ese Instante (en estado 1) soportaba
mediante las tensiones de tracción existentes en la altura de la fisura. Este esfuerzo de trae·
clón debe entonces absorberlo Integramente la sección de acero, lo cual para cuanUas de aro
madura muy reducidas o para el caso de secciones de hormigón relativamente grandes, de hor·
mlgón de alta calidad (elevada resistencia a la tracción), puede conducir a la rolura sin aviso
previo (61J. Debe prestarse especial atención a la posible existencia de tensión previa de trac·
clón en alguna parte de la estructura, originada por solicitaciones inducidas, como por
ejemplo, contracción de fraguado o efectos de temperatura, de modo que la resistenc ia a la
tracción del hormigón se puede alcanzar aun para cargas reducidas. Esta forma de rotura no
puede evitarse mediante el dimensionamiento corriente segun Seco 7.2 y 7.3. En numerosas es·
peciflcaclones extranjeras -pero no en la DtN 1045- se prescribe por eUo una armadura mIni·
ma (ver Seco 7.5).
Rotura a la compresión por flexión: SI la sección está tan fuertemente armada en la za-
na de tracción, de modo que las tensiones de tracción en la armadura, en comparación con las
tensiones de compresión en el hormigón, crecen en forma lenta al aumentar la carga, se llega
entonces a alcanzar en el borde comprimido de la sección la resistencia a la compresión del
hormIgón, antes que la tensión de tracción en el acero alcance los valores de (Js o {Jo 2 segun el
caso. la rotura ocurre para este caso casi inmediatamente luego de la aparic ión delas prime-
ras fisuras o deformaciones por flexión visibles, es decir con escaso anuncio previo.
Rotura repentina a fa compresión por flexión : En secciones con armaduras de tracción
excesivamente robusta y especialmente en aquellas en las que, para absorber esfuerzos nor·
males de pequena excentricidad, se ha dispuesto una· armadura adicional en la zona de
compresión (= armadura comprimida), por ejemplo en el caso de columnas, la tensión de
compresión en el hOrmigón puede alcanzar el limite de resistencia aun antes que en el borde
menos solicitado aparezcan fisuras (es decir para el estado 1). En estos casos la sección rompe
repentinamente, sin anuncio previo, con desintegración del hormigón en el borde comprImido.
la probabilidad de ocurrencia de este tipo de rotura se mantiene reducida en lo posible me-
diante el dimensionamiento que describimos, prescindiendo de una rotura repentina de trac·
ción por flexión (prescripción de una armadura mlnima) .
se con un colapso sin prealliso para deformaciones en el acero (e < O %0; en estos casos, los
esfuerzos caracterlstlcos de la sección se afectarán para el dimensionamiento con el máximo
valor del coeficiente de seguridad \1 = 2,1.
En la zona de transición entre le = 30/00 Y (e = O 0/00 el coeficiente de seguridad crece li-
nealmente desde 1,75 a 2,1; en consecuencia se tiene:
<e
2,1 i! V " 2,1 - 0,35""3 ~ 1,75 (7 . 3)
Recta d: en el borde superior se tiene 1e,I = [bmáx = 3,5 croo, la deformación de la arma-
dura Inferior es te = 3 croo.
Zona 3 entre las rectas e y d,incluye los casos de secciones sobrearmadas solicitadas a
flexión sImple o flexión eon esfuerzo axil(tracción o compresión) para excentricidades grandes
o medias (Estado 11, eje neutro ubicado muy abajo en la sección, ver casos e o a y d en Fig . 7.2).
Las armaduras de la zona de tracción resultan sobredimenslonadas y para la carga critica al-
canzan valores de la deformación inferiores a [e = 50/00. Se aprovecha la resistencia a la
compresión del hormigón y el centro de las posibles rectas de deformaciones es B.
La causa de la rotura reside en la falla del hormigón a la compresión, luego que el acero
fuera solicitado más allá del limite de escurrimiento; coeficiente de seguridad II = 1,75.
102
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E, '
I // /
1// / /
1 /
/1 / I
CID 1
E" E"
A E,
-f-- b --+ 5,0 3,0 E,S • O ,,O
[i;15 liCl',1
Coeficiente de seguridad ..
J'
Fig. 7.6. Zonas de posibles reparticiones de deformaciones en secciones de hormigón armado. al alcanzar
la caroa criti ca, esf como también yalores de los correspondientes coeficientes de seguridad v (segun OIN
1045).
lona 5, entre las rectas 9 y h, abarca los casos de esfuerzo normal de compresión con
pequefla excentrlcldad(Estado 1, el eje neutro no corta a la sección, ver caso b de Fig. 7.2). En la
sección sólo se originan tensiones de compresión, por lo que, cuando disminuye la excentrici-
dad del esfuerzo normal de compresión (es decir al aumentar el acortamiento '2 del borde Infe-
rior) la deformación admisible del hormigón [1 en el borde superior debe reducirse. El centro de
las rectas de deformación posible es e, y para '1 , en función de la deformación '2 en el bordo in·
feriar (Iás deformaciones expresadas en valores absolutos) se -tiene:
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M • M .. - NU . Y, (7.6)
•U ~ ~
(j) (j) ® ® N
~r
y'
•
MeU '
aMU'NU·Y.
~
y'
'. s, /
/~
-t" ~ í: t1 Lt:
iJ
,",u·
/// •• ::JL y.
NU aMU·NU·y~
F
L~/
~
NU
L NU
Flg. 7.7. Transformación de los esfuerzos caractellslicos que aClúan según los ejes baricéntrlcos de una
sección Mu y Hu. en esfuerzos caractertstlcos "de leducclón" elegidos a voluntad, Nu Y M_u o M'el)
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+ =
•••
ox ldebldo o.. debido o. debido
sólo a N sólo a M aMyN
Flg. 7.8. Comparación del efecto de N y M sobre una sección de material homogéneo y otra de hormigón ar-
mado en el estado 11.
Por esta razÓn, no es posible determinar los efectos de ios esfuerzos caracterlsllcos Nu
y Mu sobre las tensiones y los esfuerzos internos, en forma separada y luego superponerlOs,
como en el caso de una sección de material homogéneo elástico, tal como se demuestra en los
fundamentos de la mecánica teórica del sólido (Fig. 7.8). De ello se deduce que cada posible
combinación de los esfuerzos caraclerlsticos Nu y Mu, debe analizarse para cada caso particu-
lar, a efectos de poder apreciar las condiciones más desfavorables. Para ello es posible que un
elemento estructural, en un primer caso, esté solicitado por NUl Y MUl del lado comprimido de
la secciÓn de hormigón, y en un 2° caso por NU2 y MU2 en la zona traCCionada, es decir en el
acero, y que ambas solicitaciones resulten criticas.
Reglas de signos:
los valores céVacterlstlcos de los diagramas o-t: del hormigón y acero (ver Figs. 7.3 y 7.5) deter-
minar los vaJores de las tensiones 0b y 0e. Las Flgs. 7.9 y 7.10 muestran este proceso para seco
ciones de hormigón armado en los estados 11 y I respectivamente.
Una vez determinados los esfuerzos Internos, el control del equilibrio entre los esfuer·
zos Internos y los esfuerzos caracterlsticos externos da una pauta acerca de silos valores 8U-
puestos péVa las deformaciones t son correctos (ver Sec. 7.2.2).
Reglas de signos:
Deformaciones por tracción, positivos, por compresión (= acortamientos), negativos.
lb en valor absoluto.
0b en valor absoluto, ya que no se consideran tensiones de tracción en el hormigón, con
lo que quedan excluidas confusiones.
0e positiva = tensión de tracción en la armadura traccionada de secciones en el estado
11.
0e en valor absoluto =
tensión de compresión en la armadura comprimida Fe.
Db, De, Ze, en valores absolutos, sentido de la fuerza según actúe como fuerza de tracción
o de compresión.
Esfuerzos
Deformaciones Tensiones Esfuerzos caracterlstlcos
F' HormlgOn Acero Internos eKternos
•
"..
n~ --tt y Eb "b
E' O~ .G'.· Fe'
~K •
n:~~r)j-
DD'r~b ' b·d9
"
Oh , b-
'.
-j; -
U
/ '01
/
/
E. 0',
Z.=6". · F.
F,
Flg. 7.9. Cálculo de los esfuerzos Internos en una sección de hormigón armado en el estado 11 solicitada
por flexión y esfuerzo axll (gran excentricidad; el eje neutro corta a la sección).
Esfuerzos
Delormaclones Tensiones Cálculo Esfuerzos caracterlstlcos
(Compresión) Hormigón •• o" Inleroos externos
F" Acero
t1 E,
".1
iff
d h "
"
"
E.
°bl - · -
"U
"u~
III '.,
- "
j;
EJ~l
neutro
r
Yu
~
t ---+
11
E"
E,
/1
,
l'
3, , D.,
I , 0b = 0bl- 0 b2
"
Flg. 7.10.Cálculo de los esfuerzos Inlernos en una sección de horml~n armado en estado I solicitada por
flexión y compresión para pequefla eKcenlrlcldad (el eje neutro no corta a la sección).
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y"'x
Db '" _ J a(y\. b (y) - dy (7. S)
y=o
y"x
(7. la )
x
a =
1
x -- b
Db
J o- (y) • Y' dy (7. 11)
°
r - --7
1 3 ,S·I.. /
I
r-20'/041
o.: -
T x
. +-0,
__ ---C- Q ::kQ.x
11 EJ.
neutro
V:
- - - r--t ---
<1. . ~R
al deformación en el borde tb < 2,0 , ... b) deformación en el borde lb > 2,0 cy.."
Flg. 7.11. Aclaraciones relativas ala magnitud y forma de la superficie del diagrama de 0b ya la ubicación
de su barlcenlro para el caso de una zona comprimida det hormigón. rectangular (b = cte.), deducidas de
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los valores caracterl sticos del diagrama eN del hormigón según Flg . 7.3 a.
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Db=b-x·a.'~R (7.12)
a = k - x (7, 13)
a
'b
para Eb ~ 2 %o: •· 12 (6 - E )
b
(7. 14a)
8 - 'b
k
a
• 4(6-E ) (7_ 15a)
b
3 Eb - 2
para Eb i!; 2
"' , • •
3 'b
(7. 14b)
Eb (3 Eb - 4) + 2
k
a · 2 Eb (3 Eb - 2)
(7. 15b)
Yo Yo Yu
0b = D b1 - 0b2 = La (y) . bG)· dy = f a (y) .b{Yl· dy- f aGIo bG)· dy (7.16)
Yu O O
la posición de la resultante Db conviene referirla al eje neutro; para dicha distancia Yd,
su expresión es:
1 Yo - __ Yu
y
d
=-
0b O(
fa(y)'b(y).y· dy- f aGI· bGI· y. (7.171
O
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Eje neutro
q 810 - '"
-a;8
ka
0,410
0,416
0,7 0,400
0,667--
O,, 0,390
0,5
II '"" .
~
-0,375
0,4 0,3 70
O,J 0,360
0,2 0,350
0,1 0,3 40
0,333
°° US 1,0 1,5 2p 2,5 J,O J,S Eb [',.. [
Flg , 7.12. Coeficiente de uniformidad", 'J coeflclente de altura ka para zona comprimida del hormigón rec·
tangular de una sección en el Estado 11 (el eje neutro corta a la sección), con ejemplo de aplicaciones para
'b = 2%0.
, Db = b·d·ad·~R
yd kd' d
(7. 18)
(7. 19 )
Luego de resolver las integrales, se obtienen para los coeficientes O"d y kd las
ecuaciones siguientes:
1
"d • 189 (125 + 64 El 16 E~) (7,20)
(El - 2)2
40
kd -, 2
(7. 21)
125 + 64 El -16 El
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Por transformación de la Ec. (7.4) resulta para la deformación [2 del borde inferior en fun -
ció n de la correspondiente al borde superior .q :
(7. 2 2)
La Fig . 7.13 muestra la variación de los coeficientes ad '/~ , as! como también la de la
deforma ción [2 del borde Inferior en función de la correspondiente al superior q .
Para una zona comprimida de ancho variable es posible establecer coeficientes slmlla·
re s, siempre que b(,/) pueda expresarse anallticamente. En el caso de una zona comprimida
trIangular del hormigón , por ejemplo, los coeficientes a y ka aparecen en Flg. 7.14. En la practi·
c a, sin embargo, para zonas comprimidas de forma Irregular, se utilizan programas de calculo
po r computadoras o si no la repartición rectangular de tensiones indicada en la Seco7.3.4.4.
r, ,- ,
E, ~R
- ,f--
/ - T =.f\:Db ~ tÍc! 'P R 'b ·d
oc,
L: +--.r-
,,O
-.1---- b
Sb '
T
E2
Yd= k d · d
kd
0,09
de
0,0 81,
0,9
0 915 - 0,08
om
- 0,06
•
O~
,1& 0,05
E 2 (',.. 1
2,0 O,O L
kd J O lJ
0,03
~¡ .:. E2
II
,,O ~~ ..., 0,02
0 66 U
0,01
-- •,
O O
2,0 2,1 ,2 ,3 2, ' 2, S 2,6 2,7 2,' 2,9 3,0 3, ' 3,2 3,3 3,' 3,5 E, (.,•• ]
Flg. 7. 13. CoeficIente de uniformidad O'd, coeficiente de altura k(j y deformación 12 en el borde menos
compri mido, en función de (1 para una sección rectangul ar en Estado I (el eje neutro no corta a la seCCión),
con un ejemplo de aplicación para f1 = 3 '/.0' .
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Eje neutro
----- -- -_.....:...
------"""' -
OC J.- b
0,7
O,, 0,56
0,54 - -
O,S 0,55
0,3 0,53
0,2 0,52
0,1 0,51
Flg. 7.14. Coeficiente de uniformidad" y coeficiente de altura k. para una zona comprimida del hormigón
triangular de una sección en Estado 11 (el eje neutro corta a la sección) con ejemplo de aplicación para
'b = 2,25 'Il00.
Para la primera condición I N =O se tiene, por ejemplo, Dara una sección en el Estado
11:
N+D+D-Z = O (7. 23)
b e e
- D (y - a) - D (y _ h') - Z (h - Y )
bo eo e o
+ M '" O (7.24)
o también
- 0b (y - al - D . y' - Z . y
o e e e e + M '" O
-D z -D (h-k')+M ;: O (7.25)
b b e e
Para secciones en Estado 1, de acuerdo con Fig . 7.10 es posible plantear las correspon·
dientes ecuaciones.
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7.2.2, Dimensionamiento para flexi6n con esfuerzo axil con grandes excentricidades (e;e neutro
ubicado muy arriba de la secci6n)
k h (7.27)
x
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donde
k (7. 28)
x
<'
e x - h'
• x
<b
los esfuerzos DeU Y Zeu en la zona comprimida y en la armadura de tracción respect iva·
te
mente, quedan definidos mediante las deformaciones I y t e tomadas del diagrama CH del ace-
ro de Fig. 7.5.
D '" (T' • F' (7. 31 f
eU eU e
(7. 3 2)
Para establecer el equilibrio de los momentos, es necesario recurrir a los brazos de pa-
lanca de los esfuerzos Internos (brazos elásticos) . Para el brazo elastlco entre la resultante de
compresión del hormigón 0bU y el esfuerzo de tracción Zeu, de acuerdo con la Ec. (7.13) y con
a = k.x:
h - a • h - k x • ( 1 _ k k ) h .. k h (7. 33)
a a x z
es decir
k - l-kk (7.3 4)
, a x
Análogamente, para el brazo elásticó entre los esfuerzos DeU Y Zeu, con t = h'/h, se
tiene:
,
ze - h - h '" (1 - ~ ) h (7. 35)
Con ello se conocen todos los valores necesarios para establecer las condiciones de
=
equilibrio 1 N OY I M = O, en función de las dimensiones de la sección de las deformaciones
y de la calidad del hormigón.
La Ec. (7.23) permite plantear IN O: =
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(7.36)
M -O · z -D ·Z = O
eU bU b eU e
2
- bh k k Q ~ - (J' • F' h(l-~ I· O (7.37)
x z R eU e
Las ecuaciones (7.36) y (7.37) constituyen la base de todos los cálculos que siguen; las
mismas incluyen las siguientes 12 incógnitas:
En general se conocen las calidades de los materiales, es decir fJs y fJR, asl como tam:
bién las dimensiones b, h, Ye y h', con lo que restan sólo 6 incógnitas:
(7 . 38)
2
-bhkkaf!R • O (7. 39)
x z
Tensiones Esfuerzos
Deformaciones Esfuerzos caracterlst lcos
r• • E. HormigOn Acero internos externos
F' -
• 1,- E'. G.
"-;U
D.u·G;u · F~
°bU,a~bll
-+
o ak o' '(
- <'-
Y~
, t, '.
MoU
-j-
'.
-~- - h
I
S. I
• I
. •• -
I
I N
G. u U
F. Z.U~ G.U·F•
E.
Flg. 7.15. Notaciones en una secciOn en el Estado 11, con zona comprimida del hormigOn para el estado li-
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En flexión pura sin armadura comprimida las expresiones de las ecuaciones son las si·
guientes:
(7.40'
M
-~
• O
bU
. z
b V
2
.. M.._ . bh k k o.
x z ~R • O ( 7. 41 \
7.2.2.2. Diagrama de dimensionamiento adlmenslonal (segun H. Rüsch) para secciones sin ar·
madura comprimida
Para poder utilizar un diagrama de cálculo independiente. da las dimensiones de la sec-
ción , asl como tamb;én para toda s las calidades del hormigón y del acero. conviene transfor-
mar el momento critico Meu respecto del eje baricéntrico de la armadura Fe expresado por la
Ec. (1.6) en una expresión adlmenslonal:
(7.42)
k. con Ec. (7 .27) ka con Ec. (7. 15) o con el diagrama de Flg. 7.12_
(7.44)
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De I M = Ocon respecto al punto de aplicación de leu se slgue,según Ec. (7.39):
2
M U :: b h k k
• x z o. ~R
M
eU - M
_.-U _ N
U · ye y
Mediante meU puede obtenerse el valor de kb y con ello, segun la Ec. (7.44), calcular el
esfuerzo DbU. El esfuerzo de tracción en la armadura leu se calcula luego mediante la Ec.
(7.38)0
El diagrama de Flg . 7.16 permite también determinar para meU la deformaciÓn del acero
(e, a partir de la cual , mediante el diagrama de Fig . 7.5 puede obtenerse la tensión en et acero
0eU. Con ello la secciÓn necesaria de acero resulta:
Fe nec = (7. 4 6)
El cálculo de DbU segun Ec. (7.44) puede evitarse, eliminando dicho valor con ayuda de
la Ec. (7.39), es decir:
Fe nec. '"
k h. a U
z • a.u (7. 47)
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"'icH 1 ' ¡+1 1111
O,,
=rr. ~n
~,::
'+ 0,7
~I I
2:0 3:5 ,,:, 0,6
E
•1 ==¡
[,1.. 1:
5,0 0,5
::::¡:: ::c
, 4,0 , Q< 0,39
, 1:~: 'fil*~
'-
, ~ \,
1, I!
,
,
i: ~ 1 r~1
::
!-h 1:
¡
2,0
- , rE, ,
3,0
E, , ~
1'
1}
M.U · ""U ·NU·Ye
6 M. U NU
+ --
O.77h · ~~ + Ih- h'¡PS Ps
A N.U
F~ nec. ~
(1'1_1'1') G"U
Flg. 7.16. Dlaorama de calculo segUn H. ROscn para secciones con sección comprlmlda del hormigón rec-
tangular, solicitada por flelllón '/ esfuerzo IXI1, par. grandes y medias 8ltcenlrlctdades. refer ido a esfuer·
zos caracterlstleos crlt leos = 1/ . esluerzos debIdos ala carga de servIcio.
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En el diagrama de Fig. 7.16, para valores 100 meU ~ 34, todas las rectas se han dibujado
a trazos, por cuanto a partir de dicho valor la deformaciÓn del acero es (e < 3 "/00, lo que condu-
ce a 11 > 1,75. Resulta antleconOmlco J sin sentido, utilizar el diagrama de cálculo en dicha za-
na, para secciones sin armadura comprimida (ver Seco 7.2.2.6).
El Betonkalender (y también la DIN 4224) muestran una transformación del diagrama an·
tes mencionado, basada en la utilización de los esfuerzos caracterlsticos M y N debidos a las
cargas de servicio.
7.2.2.3. Utilización del diagrama de cálculo (según H. Rüsch) para secciones con armadura
comprimida
Ei diagrama de Fig. 7.16 muestra que, para momentos reducidos grandes, es decir para
deformación del acero le ~ 3 "loo, como consecuencia del incremento del coeficiente de seguri-
dad, resulta afectada la economla de la sección. En estos casos, conviene más utilizar una aro
madura comprimida. El limite a partir del cual se debe adoptar esta solución, queda librado al
criterio del proyectista. Se recomienda sin embargo, considerar como valores limites de Meu ó
meu para dimensionar sin armadura comprimida, el momento que corresponde a (e = 3 "/00
(meu = 0,34). Para momentos mayores que Meu, el exceso sobre dicho valor limite
(7.48)
debe ser absorbido por un par de fuerzas, constituido por una fuerza que actúa sobre la arma·
dura comprimida Fe y una sección adlclonalllFe de la armadura de tracción. El brazo elástico
de dicho par es ze = h - h'.
En consecuencia debe tenerse:
La sección total de la armadura de tracción está constituida por el valor Fe dado por la
Ec. (7.47), aumentado del valor llFe dado por la Ec. (7.49), es decir
(7.50)
7.2.2.4. Tablas de cálculo, con dimensiones, para secciones sin armadura comprimida
En la práctica, las tablas numéricas son más simples de usar que el diagrama de Fig.
7.16. Con ellas es posible determinar más fácilmente, por ejemplo, la altura útil necesaria o el
momento admisible, que la sección Fe de acero requerida. Pero por otra parte, deben observar·
se determinadas limitaciones, por cuanto modificaciones de la sección activa o de los coefi-
cientes de seguridad incluidos en las tablas, son diflciles de lograr.
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las tablas que se muestran a continuación en Figs. 7.17 '17.18 ut/flzan coeficientes vin -
culados a las unidades de medida, de modo que nunca deben olvidarse las relaciontS con las
dimensiones a utilizar.
la ecuación (7.39), sobre la base de 1 M = O con respecto al punto de aplicación de Zeu
conduce a:
M • b h2 k k a. \3
eU l( 'Z R
despejando h, resulta:
(7. 52)
con el coeliciente
(7. 53a)
h
(7.53 b)
El valor kh tabulado en Fig . 7.17, que puede calcularse para cualquier combinación de
(b, te '1 fJR. ha sido determinado sobre la base de las siguientes dimensiones:
h rcm] , [Mpm]
2
b [m] ~R [ Mp/cm ]
1
k• • (7.54 )
se obtiene:
M.U
-h-+ (7. 55)
h [m]! M
eU
['Mpm]
2
NU [ Mp ] a [Mp/ cm]
eU
Dado Que ka depende de la tensión en el acero 0eU '1 para cada tipo de acero correspon·
den distintos valores limites, la tabla de cálculo debe contener, para cada calidad de acero, la
correspondiente columna con los valores de ke'
De la tabla de Fig . 7.17 pueden separarse partes válidas únicamente para una determi-
nada calidad de acero. La Fig . 7.18 muestra una tabla reduc ida de este tipo, correspondiente a
SSt 42/50.
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El maneJo de estas tablas es muy simple: partiendo de las dimensiones de la sección de
hormigón y para el M.u dado, mediante la Ec . (7.53 b) se determina el valor básico kh. El corres·
pondlente ke para calcular F. nee se lee en el ren~16n que, para la calidad de hormigón emple·
ada, corresponda un valor de kt. menor que el calculado.
Las tablas sólo se han extendido en la medida que se correspondan con las zonas 2 y 3
entre las rectas b y d de Flg. 7.6, es decir, que siempre resulta le > 3 %D Y 0eU =
'S y además,
se tiene un untco coeficiente de seguridad \1 1,75. =
Con ello, para la utilización de la Ec. (7.55) no son necesarios otros medios auxiliares. El
valor kh. correspondiente a la relaelón de deformaciones le = 3 %O, lb =
3,5 %D (recta d de Flg.
1.6), por r8.2anes prActicas debe ser considerado como valor limite. Por ello se lo designa kti (ver
definición de Meu en Sec. 7.2.2.3) Y figura en el ultimo renglón de dicha tabla. SI, mediante la
Ec. (7.52) se llega a un valor kh Inferior a kti, en el caso de flexión simple debe aumentarse la
sección de hormigón o en casos forzosos, prever de acuerdo con Seco 7.2.2.5 una armadura
comprimida.
Tanto en el Betonkalender como en la DIN 4224 figuran tablas más completas que las de
Figs. 7.17 y 7.18, pero SÓlo son aplicables para esfuerzos caracterlstlcos debidos a cargas de
servicio.
k k
h e ,e k k
Bn Bn Bn Bn Bn BSt BSt BSt
'b • z Observaciones
150 250 SSO 450 550 22/34 42/50 SO/55 [%oJ [ %o]
42,2 31,9 27,8 '!5,7 24,4 0,46 0,24 0,20 0,25 5, 00 0,05 0,98
21,7 16,8 14, 7 13,5 12,9 0,47 0,25 0,21 0,50 5,00 0,09 0,97
15,3 11,8 lO, : 9.5 9.0 0,48 0,2 5 0,21 0,75 5,00 0,13 0,96
12,1 9.4 8.2 7.5 7.1 0, 48 0,25 0,21 l. O 5,00 0,17 0,94
10,2 7.9 6._ 6.4 6.0 0,49 0,26 0,22 1,25 5,00 0,20 0,93
9.0 6.9 ,; ,0 5.6 5.3 0,50 0,26 0,22 1,50 5,00 0,23 0,92
,'"
~
8.1 6.3 5.5 5. 1 4.8 0,50 0,26 0,22 1,75 5,00 0,26 0,91 .-
~
á
¡¡:
•"•
7.5 5.8 5.1 4.7 4.4 0,51 0,27 0,22 2,00 5,00 0,29 0,89
0,27
~ •
7.0 5.5 4.8 4.4 4. 2 0,52 0,23 2,25 5,00 0,31 0,88 N
6.7 5.2 '.5 4.2 4. O 0,52 0,27 0,23 2,50 5,00 0,33 0,87 •e
¡¡
6.4 5. O 4.3 4.0 3.8 0,53 0,28 0,23 2,75 5,00 0,35 0,86
6.2 4.8 4.2 3.9 3.7 0,54 0,28 0,24 3.0 5,00 0,38 0,85
6.0 4.7 4.1 3.8 3.6 0,54 0,28 0,24 3,25 5,00 0,39 0,84
~
5.9 4.6 3.7 3.5 0,55 0,29 0,24 3,50 5,00 0,41 0,83
'.0
-"·
~
5.8 <.5 3.9 3.6 3.4 0,55 0,29 0,24 3,50 4,6 0,43 0,82
5.7 <.< 3.8 3.5 3,35 0,56 0,29 0,25 3,50 4.2 0,45 0,81 >
M
5.5 <.3 3. 7 3,45 3.3 0,57 0,30 0,25 3,50 3.8 0,48 0,80 •e
¡¡
5.4 _.2
3,65 3._ 3.2 0,58 0,30 0, 25 3,50 3._ 0,51 0,79
-- -- --
5,31 4.11 3,59
-- --
3.31 3,14 0,59 0,31 0,26 3,50 3. O 0,54 0,78
último renglón
L____ I
co.!!espon.!e...! kIi _____ J
Flg. 7.17. Tablas de c'lculo, en base s dimensiones par. secciones con .rmadura simple, con zona comorl·
mida rectangular para flexión con solicitación oU, con 8ICcentrlcldades medias y grandes p... " veces l.
carga de servicio.
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....-
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- ~, k
Bn 150 IIn 250 Bn 3;;0 Bn 4 50 l3n 550
• M
42 32 28 2G ,. 0,24
h [cm]
12 9, O ',0 7,5 7, O f).2~ k
h
Meu[Mpm]
8, O 6,5 5 ,5 S, o 4,8 0,2(¡
-b-[m)
6, 7 5,2 4, 5 4,2 4, O 0,27
6, I 4,8 4. I
M.U [Mpm) "N [Mp )
3.8 3,6 0,2 8 F, nec • k - - +- ,
• h [m) ~S [Mp/cm)
5,7 4 ,4 3,85 3.55 3,35 0,29
7.2.2.5. Empleo de fas tablas con dimensiones para sec ciones con armadura comprimida
Cuando para flexión con Sollci!aci6n axi1 los mo mentos MeU son de una magnitud tal
Que el valor determinante kh resulla Inferior que el kti que figura en el ultimo renglón de la tabla
de Flg . 7.17 o Fig. 7.18 (~e correspondiente = 3 '0/(0), es necesario disponer una armadura
comprimid a. Ta l como se ha demostrado en 7.2.2.3, la ar madura comprimida deberá calcularse
para la diferencia
• M* ~
-M.U
-.-
.U
*'
de donde M* •
eU
(7.57)
k
h
k'
OM
eU
• M
eU
- M
eu
h
'*"2 "
kh
[1 (7. 58)
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El 2° cociente del miembro derecho constituye un valor de calculo ke para secciones con
armadura comprimida, cuando se quiere utilizar una fÓrmula de cálculo del tipo de la Ec. (7.55):
(7. 60)
En las tablas siguientes (por ejemplo Fig. 7.19 b) figura ka únicamente para /a separa-
ci6n de la armadura comprimida ~ = h'/h = 0,07. Si ~ es menor, resulta en realidad ke menor
que el valor de la tabla y en consecuencia el valor calculado de Fe nec algo mayor, se esta del
lado de la seguridad. En cambio si t es mayor que 0,07, el correspondiente ke resulta mayor, y
por ello Fe nec también deberá ser mayor que la Que corresponde de acuerdo con la tabla . Para
~ > 0,07 debe, en consecuencia, introducirse un factor de corrección Q (Flg. 7.19 al.
donde, de acuerdo con la definiciÓn del valor k;' utilizado, la deformaciÓn es (b = 31foo y la ten·
siÓn en el acero 0eU = fJS.
Para obtener el correspondiente valor auxiliar ke para determinar Fe, se Introducen las
expresiones anteriores en la Ec. (7.51) para Fe y se obtiene finalmente:
k 2
1 _( ~)
k
h
Fe nec = (7. 63)
(7.64)
'22
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Este coeficiente también figura en las tablas solamente para los casos donde ~ = 0,07.
Para valores mayores de t se requiere un lactor Q' de corrección, que resulta ser:
0,12
. h'/h 0,14 0,16 0,18 0,20 0,22
,
P 1, O 1,01 1,03 1,06 1,08 1,11 1,13 1,16 1, 19
",/~ P
1, O 1,00 1,01 1,01 1,01 1,01 1,01 1,02 1,02 1,02
0,95 1,00 1,01 1,01 1,02 1,02 1,02 1,02 1,03 1,03
0,90 1,00 1,01 1,02 1,02 1,02 1,03 1,03 1,04 1,04
0,85 1,00 1,01 1,02 1,02 1,03 1,04 1, 04 1,05 1,06
0,80 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1,05 1,06 1,07
0,75 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,05 1 ,0 6 1,07 1,08
0,70 1,00 1,01 1,02 1,03 1,04 1,06 1,07 1,08 1,09
",/~ k'
•
k
•
1, O 0,00
0,31 BSt 42/50
0,975 0,01
0.95 0,025
0,925 0,04
0,30 M N
0, 90 0,05 -..!!! k
U
Fe nec " P+
h •
0,875 0,06 ·.U
M
0 ,85 0,07
~k'
,
0,825 0,08
Fé nec = h • P
0,80 0,09
0,29
0,775 0,10
0,75 0,11
0,725 0,12
0,70 O, 13 0,28 Fig. 7.19. Tabla de cálculo para secciones con zona comprl·
mida rectangular con armadura comprimida, complementa-
ria de la tabla adimenslonal de cálcu lo de Flg. 7.17 (valida
b) coeficientes lié y ke para ( < 0,07 únicamente par. eSt 42/50).
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'23
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M
' eU
F e nec = -h-
I
ke' p' (7. 66)
En la Fig . 7.19 se ha reproducido como ejemplo una tabla válida para el acero BSt 42/50.
Mencionamos aqul los diagramas de Interacción, que se tratan en la Sec o7.2.3, los que
para secciones rectangulares solicitados por flexión con esfuerzo axil y armadura simétrica
(Fe =
Fe), también son de aplicación para grandes y medianas excentricidades.
kh=~kbh2a (7.69)
Z z eU
"u
-;;"--' "k •
a.u (7. 70)
2
bh ~R ~R
la condición I N = O conduce a DbU = ZeU; de donde, mediante las Ec. (7.30) y (7.68):
a. u
"- ~R
Qk
x
(7. 7I)
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valor porcentual de ¡¡ se muestra en la Flg. 7.20 para un hormigón de calidad Bn 250 y aceros de
distintas calidades. Todas las curvas presentan un quiebre, para cuando se llega a 'eS = PslEe
(por cuanto (b = 3,5 %0 corresponde a la distribución de deformaciones de la recta e de Fig.
7.6). Para deformaciones del acero (e < (eS el porcentaje de armadura necesaria crece conside-
rablemente; dImensionar en dicha zona resultarla antieconómico.
Ellfmite de la cuantla económica de armadura resulta más evidente si se divide mu por
el correspondiente coeficiente de seguridad y se representa la variación del momento reducido
m (Uneas punteadas en Fig. 7.20). Dichas curvas experimentan un segundo Quiebre en corres-
pondencia con la deformaciÓn del acero del 3 'fOIl, Y muestran claramente que, para
m > 0,33811 ,75 =
0,193, un progresivo aumenlo de la sección de armadura Fe SÓlo conduce a
Incrementos reducidos de los momentos Que es posible absorber.
Para construir un diagrama de cálculo adimenslonal, Que debe ser Independiente de las
calidades del hormigón y del acero, se introduce la cuantla mecánica de armadura ¡;; Que se de·
fine como:
(7.72 )
IJ • a.k (7 . 74 )
x
mu,m
0.50..---r~-'- - TI --r-
0,424-
0,40 E~,2.38·~;,
~~d''1'~}"'_lE'r's=';"~"'~'1"~'__tm-=u=t-1-
_~! ~
BS~~~-'~Í) ~'~O
0)79-
0)63- -
BSI 22/3<
IBSt NI / / les. mI [BS111
O,JO /j -+-
-!-++I V -7!-----------+---+-----t
m
(1
,1.
/
/
r- BStI
F.
bh
o 2 l < , , 1 • ('1, J
FIg . 7.20. Vl' :aci .. ... de lOS momentos reducidos mu, que pueden ser absorbidos en flell iOn simple en una
secciOn rectangular sin armadura comprimida. pata Bn 250 en lunciOn de la cuanUs geométrica .. y de la
calidad del acero.
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~ ... ¡:¡(1-O,5p:) (7 .7 5\
0,3
AproxImacIón
demparaz", irh
IJ..t'H-I+'+-'¡e' H++ 11 I
I±
0,2 IJ •
mparaz ", lh
9
O,,
FIg. 7.21 . Distribución del momento reducidO mU que puede ser absorbido en flexión simple normal por
una sección rectangular sin armadura comprimida en función de la cuanlla mecanlca ~ (las aproxima-
ciones segun Seco 7.2.2.7, con fOrmulas emplrlcas para el brazo elastlco Interno, se han representado en U-
neas Interrumpidas).
7.2.2.7. F6rmulas emplricas para dimensionar secciones sin armadura comprimida en flexi6n
simple normal
la sección necesaria de acero, en el caso de flexión simple normal sin armadura
comprimida, puede, de acuerdo con la Ec. (7.47), es decir
,. .eU
determinarse fácilmente, Siempre que sea posible conocer una aproximación para el valor del
brazo elástico interno z '" zb. El diagrama de Fig. 7.16 muestra que el brazo elástico interno,
aproveChando una deformación del acero de (e '" 5 0/00, segun sea et grado de solicitación del
hormigón en la zona comprimida, dentro de los limites de utilización prácticos, vada entre
z = 0,83 h Y z = 0,92 h.
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, • ~h
8
• 0,875 h
"U
Fe nec = 7 (para ~'" 0.3) (7.76)
8h .
's
1
Para elevadas cuanllas de armadura ~ > 0.3, l = gh = 0,78 h se obtienen valores segu·
ros, con lo que res ulta
Estas fórmul as aproximadas o emplricas son también aplicables al caso de flexión con
solicitación axil, siempre '1 cuando se mantengan los mismos limites para ¡ '1 no se considere
en el calculo ninguna armadura comprimida.
7.2.3. C~/culo para flexiÓn con esfuerzo axil para excentricidades media y reducida (eje neutro
muy bajo o que no corte a la sPcciÓn)
7.2.3.1. Diagramas de cálculo segun MOrsch·Pucher para armadura asimétrica (el eje neutro
corta a la sección muy abajo de la misma)
Cuando se utilizan las tablas de cálculo de la Sec. 7.2.2.5 para secciones con armadura
comprimida, a menudo se sobrepasan los limites de Fe lijados por la DIN 1045, Seco 17.2.3 (Fe
debe ser < Fe Y cuando predomina la flexión, Fe debe mantenerse menor que 0,01 FtJ. Para es-
tos casos. se obtiene und solución si en la zona de tracción . Fe no se utiliza al máximo: con el In
el eje neutro se acerca a Fe, ¡la zona comprimida aumenta y Fe
nec se reduce!
Dado que. en la zona de II<lCCIÓn la deformación puede reducirse por calculo, el proble
ma del dimensionamiento se transforma en un problema de múltiples soluciones (ver Sec o
7.2.2.1). E. Mórsch fue el primero en proponer traducir en un diagrama de fácil interpretación .
las relaciones entre las posibles deformaciones y las distribuciones arbitrarias de las armadu-
ras Fe y Fe' Pucher slmpliflcó dicha representación .
En lo que sigue 1se muestran en forma abreviada los caminos para llegar a dichos diagra·
mas para el Estado 11 y se explica la forma de usarlos.
La sección rectangular de hormigón armado debe poseer simalria geométrica en lo que
respecla a la ubicación de las armaduras Fe y Fe (ver parte superior de la Fig . 7.22). Se tiene
asl Ye = 'le y con ¿ = h'lh resulta :
1
h. - - d 17.78;
1+ \
~ _ h' = 1 - ~ d (7. 79 )
2 2(1+~)
k - I
k
x
• ,, _
~x';:-_ k ,
x h • k
x
'b
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ok
=-~bd
¡ + \
,
Refiriendo las correspondientes armaduras a la sección tolal de hormigón Fb = b d, las
expresiones de las c~antlas geométricas son
\J.o
F
• _e_
b d
, ,
lJ o " b d
F'
e
(7, 80)
D • (7. 82)
eU
cr
zeU • bd Q ~ (7.83)
\J.o I-'R ~
S
M·M-N·y
eU -LJ U e
,
se los refiere a la sección total de hormigón:
(7.84) , M'
eU
(7. 85)
Si se plantea I M = U respecto de Fe
y de Fe respectivamente, se obtienen dos
ecuaciones, en las cuales aparecen en cada una de ellas s610 Feo Fe. Con ka segun Ec. (7.15)
se tiene:
Con las ecuaciones (7.61) a (7.83) se obtienen para los momentos reducidos:
, 1 _ k k
cr eU ¡ - , , x
~+ o. k (7 . 86)
8s 1 + ~ x
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1 - ,
~-Qk
a x - I!;
k k
(7.87)
1+ ~ x
En estas relaciones , t PR YPs son valores conocidos; las magnitudes o, ka, kx, 0eU y 0eU
pueden determinarse para cualquier diagrama de deformaciones. Con ello se ha llegado a las
ecuaclones con las que es posible expresar los momentos reducidos méu y meU. De las Ec.
(7.86) y Ec . (7.87) luego de algunas Iransformaciones, se llega a:
,
m.u (1+~)2+ k (k k _ ~)
Q
x a x eS
"o 1 - ~2 o.u
(7.88\
2
-, n\U (1 +~) - o.k
x
{l - k
a
k)
x es
"o 2
, (7.89)
1 _
~ o.u
Fe nt1c = "o
eS/SR
bd (7.90 a) ; F~ nec = bd (7.90 b)
A la derecha del diagrama figuran los coeficientes kx que filan la posicIón del eje neutro
y los coeficientes de seguridad v correspondientes a las respectivas deformaciones del acero.
En la Fig. 7.24 los coeficientes de seguridad ya se han incluido en el diagrama (tal como
en [72J), de modo que las curvas correspondientes ame = maulv y me = meUIv son válidas. Para
los casos normales, los diagramas referidos a los esfuerzos caracterlstlcos debIdos a las car-
gas de servicio, son más !aclles de utilizar que aquellos establecidos sobre la base de magnitu-
des de rotura. Sin embargo la vinculación Interna debida a la reducción debida a v, no resulta
lan evidente.
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.,
BSI
PSi P.
L2I50
150
40,0
250
2',0
h'/h.O,l
l50
18,3
"O
15,6
5SO
14,0
".u
m.U
M'
.U
MU"NU'Y,
M.U
b d 2 ~R
MU' NU'~~
-
M~ U
ti F~ E:b"3,S"" m~U bd 2 p;-
t--~ '-.-.--'-.-.' f - DeU
I ,~ D bU
F
•
",
PS /f3R bd
-,
F'
•
", bd
f3S'PR
, k,
r 1,75 0}.12
- - -- , 1L + 0,438
,,O
3,0
~
",
.,
~
o'
t- +
-~
_L
,
-
-l
, 0,467
0,500
1,15 - 0,538
o' ~
• O' ~
l- E
1-
o' ~
-
O
-'-
,I
-'
~
- 1,81 O,sel
1,87 0,635
1,93 0,700
1,98 - 0,778
I / 2,10 1,000
o 0,\ 0,2 0,3 0.1. 0,5 0,6 0,7 o,e 0,9 1,0 '.1 ¡lo,il~
Fig. 7.22. Diagrama de MÓrsc h·Pucher para el dimensionado de secciones rectangulares con armadura
comprimida para esluerzQS caracterlslicos de rotura MU y NU{eje neulro bajo en la sección) para SSt 42/50
y h '/h = 0.10.
Para una utilización razonable de los diagramas de Figs. 7.22 y 7.24 Y una adecuada
elección de la armadura, es necesario realizar algunas observaciones:
Si el punto de intersección de la recta con las curvas calculadas para meU y meu o respec-
tivamente me y me queda por debajo de (e = (eS (2 'Yoo para SSt 42150), entonces ¡io Y en
consecuencia Fe aumentan mucho y correspondientemente se reducen lió y Fe' En tal ca·
so 10 más económico es disponer armadura simétrica Fe = Fe.
Si el punto de intersección de meu con meU o de me con me queda ubicado por encima de
los limites del diagrama (aprovechamiento de la deformación del acero (e = 5 'Yoo y para
el hormigón (b < 3,5 0/00), de acuerdo con lo establecido en Seco 7.2.2.2 y 7.2.2.4, corres-
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Recta a: Intersección con meu - i'o e,
Intersección con meU - iiO
,, ,
Flg. 7.23. Guia para el uso del diagrama de Flg. 7.22. 110 t ,
110' P:o
il,
h I
'1" d
-}----
+. F, "
~S/PRbd
fl~
,
"
,,----
,.---
h ~
••••
F.
b -~
! t(',S-O·foo
Z.
F'
• • - - - bd
~S' PR
te (Ofo.]
•\,15 k,
5,0 TlT-----rr r r Trr n, -lrT---rr" l1r 'n----¡ ' 0,1, \2
~ l ~
o
¡
0,1,38
.
o'
L,O ~ 0,1,61
o' o 1
" ;:;.
+/-+,/ ,
o
~
o' ¡ 0,500
1,93 0,700
1,98 0,118
2,01, 0,815
1,000
0,2 0,5 0,9
° 0,1 0,3 O,L 0,6 0,7 0,8 1, O 1,1
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Fig, 7.24. Diagrama de Mórsch-Pucher para el dimensionado de secciones rectangulares con armadura
comprimida para es/uerlOs csrsc/er/sOcos debidos a cargas de servicio M 'J N (eje neulro bajo) para aSI
42150 y h-/h -= 0,10_
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ponde prever armadura s imple, Por esta razón sE!.. prescinde de la interpretación del
diagrama para dicha zona,
SI el punto de intersección de las curvas antes mencionadas queda ubicado por debajo
dellfmlle del diagrama de Fig. 7.22, estamos ante un caso de pequena excentricidad con
tensiones de compresión en toda la sección (Estado 1).
En la Flg . 7,25 se muestra a titulo de ejemplo un diagrama correspondiente a este ámbito
de deformaciones para ~ = h'lh = 0,1 Y aSt 42/50. Se util iza enJa misma forma que el de
Flg. 7.22, la manera de evitar que resulte Fe > Fe debe Invertirse: sólo son utilizables las
soluciones correspondientes a rectas ubicadas por encima de las intersecciones de las
curvas correspondientes a meu y meu.
la Flg . 7.25 permite además conocer que para las secciones que trabajan en Estado I re-
sulta siempre conveniente adoptar armadura simétrica , que también conduce a un mlnimo del
consumo total de acero, Para secciones con armadura simétrica son, sin embargo, más aproo
piados los diagramas de Flgs . 7.27 y 7.29, que se reproducen en las secciones siguientes.
rt
h - 2,O~El~ · 3,S ·I.. M,U
m,u
• • ••
-r Dt'l,U b d2 ¡3 R
h+-
, ,2
"" h',
'"
',2
••• • - (-
d
DbU
De2,
r. NU
m'eU
F,
M. U
bd 2 PR
~bd
PS' P.
~'o
Ts'iifR bd
k b
--
0~E2~-2 ·1 ..
"•
< ti·,. J
~ l l.o, r n
I a ,
_. -0,67 ·3,0 r;.tl' .0p.-. .
. ~ V V .~~
> ·1,33 · 2,5
11/
wV ~ ki~ ~_9
V g
i3' f-'-.'/'-.,
N~
l. 2,00 • 2,0
E o' o o ~./- _.~-,,::,-
-
o 0,1 0,2 O) O,, 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 1,1 !lo'p. o
.-
I- -= = '::-~ +I -.
I 1zona no utilizable
I
Fíg. 7.25. Diagrama segUn M6rSCh,PuCher para el dimensionado de secciones rectangulares con armadura
comprimida para valores de rotura Mu Ij NU (el eje neulto no corta a la secclOn) para eSt 42150 Ij
h'/h = 0,10,
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7.2.3.2. Diagramas de cálculo para flexi6n con esfuerzo axil y armadura simétrica
Como fuera demostrado mediante el diagrama de Fig . 7.25, para flexión con esfuerzo
axil de compresl6n y pequena excentricidad (Estado 1) lo más conveniente es la armadura si-
métrica Fe = Fe o Fe1 Fe2. =
El diagrama que se muestra a continuación en Fig . 7.27 permite un dimensionamiento
rápido y exacto de las secciones rectangulares con armadura simétrica. Su deducción se acla·
rará con la notación de Flg. 7.26 para el estado de deformación correspondiente al Estado 1.
Se introduce la fuerza normal referida a la sección de hormigón b·d (y no a b·h como
ocurre en la Ec . (7.42)):
(7. 9l)
h' 1
~ . h h ·--d h' " d-h . ~d
1+ I 1+ I
El eje neutro, exterior a la sección, dista del borde más comprimido de la misma (las de·
formaciones en valor abSOluto):
x • d (7.92\
3 <1 ( 7. 93)
x ' -7 d 2
<1 -
h' e
Eel .. (1 _ -)
x 1
(7.94)
h
€e2 · (1-~)EI (7.95)
(7.1 8)
oel ,U 2 a
el,U
- F
e1 y D ,. a . F
e2,U e2,U e2
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oe1,U oe2, U ..
d • 17.96)
el, U bd SR bd SR
d ,
-D (--h)-M .· O
e2,U 2 --u
Sobre la base de los esfuerzos reducidos según las Ec. (7.18), (7.91) Y (7.96) resultan de
las anteriores ecuaciones:
a +a
el , U e2,U (7.97 )
'S
1 ~ ~ (7. 98)
kd + 2 (1 + ~)
Para valores dados de ¡ro, ~ y Ps, estas ecuaciones nos dan los valores de nu y mu para
cualquier dlstribucl6n de deformaciones supuestas para el Estado I (para el Estado 11 pueden
plantearse relaciones similares), con los cuales es posible calcular la excentricidad reducida
eld.
(7.991
En la Fig. 7.27 se han representado nU y eld para 8St 42150 Y~ = h'lh = 0,10, aparecien·
do ademAs ~ como parámetro, en un diagrama de cálculo válido para cualquier calidad del
hormigón. AdemAs, se han Incluido curvas auxiliares para los coeficientes de seguridad v. La
curva correspondiente a v = 2,1 deflne el pasaje del Estado I al Estado 11, que es función de PO y
que comienza para excentricidades reducidas de eld = 0,15 (¡:ro = 0,05) hasta eld = 0,3
~ = 1,1). Ademas en la figura se han representado los OslOA, como también ~ mln correspon ·
diente a la armadura mlnlma de ¡..co = 0,4 % para elementos comprimidos (DI N 1045, Sec o
25.2.2.1) .
Para dimensionar secciones, es decir para determinar la armadura necesaria para di ·
mensiones dadas del hormigón, se calcula eld asl como tambié" el esfuerzo axll reducido nU
para un coeficiente de seguridad v estimado y se busca en la Intersección de las correspon·
dientes abscisa y ordenada el coeficiente de seguridad en las curvas auxiliares. SI el coef iclen·
te de seguridad hallado no coincide con el estimado, debe repetirse el cálculo con un coeficien·
te de seguridad corregido, es decir calcular un nuevo nU. Si la coincidencia es suficientemente
sat isfactoria, el punto de Intersección de "U y eld permite obtener el valor PO buscado. De ahl
se deduce que la armadura necesaria es:
~ bd z (7. 100)
o
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¡
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Deformaciones Tensiones esfuerzos esfuerzos
especificas hormigón acero Internos caracterlstlcos
externos
Gd,U
,f /
I I
11 1/
l ________ li__
Flg, 7,26, NotaciOn en una secclOn rectangular en estado 1.
1
NU
nU ' -;-b-;d"'
~R- B SI 1. 21 SO h/h.O,1
<,
- l,2
-3,0
- 2,8
h
1, <"
DbU
- ?
,
- 2,6
1
· 2,1.
- 2,2
¡ ",' ¡l,
~S' ~R
-2,0
- I,e-
• 1,6
I n. r ___rF_' _' _",F_'_'-,"c"_ , _b '_-._-,
Bn I SO
-1,0
·0,8
- 0,6
- 0,4
·0,2
•
o O,, O,, 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0.9 1,0 1.1 1,2 1,3 1,1. d
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Flg, 7,27, Diagrama de cálculo para secciones reclangulares con armadura simétrica para esfuerzo normal
de compresión para, excentricidades relativas eld medias y redu cidas (el eje neutro no corta a la secCIÓn o
es muy cercano al borde) para B St 42150 y h'/h :: 0,10.
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Para el uso practico, también en este caso resultan mas simples los diagramas traza·
dos a partir de los esfuerzos caracterlstlcos debidos a la carga de servicio, por cuanto el coefl·
ciente de seguridad ya esta Incluido, lo que evita la estimación de v y un eventual recalculo.
En el caso de esfuerzo axlf(e = O) el acortamiento del hormigón es lb = 2,"00 constante
sobre toda la sección, teniéndose para un coeficiente de seguridad \1 = 2,1:
N
U
" - b d?
R
- {F
el
+ F e2 1 a eU (7.101a)
o, por ser Fe1 = Fe2, de la Ec. (7.97) con 0el ,U = 0e2,U = 0eU:
a
eU
nU ,. -( 1+2 -- l (7.101bl
Üo 'S
EN • O. N
U
- Z el, U Z
e2,U
• O
EM' O respecto a Zel,U N U (Yel + el Ze2,U (Yel + Ye2) ., O
rM - O respecto a Z
e2, U N
U (Ye2 - el Zel.u (Yel + :v e2 ) " O
Con Zel.U = Fe! . (ls y Ze2,u = Fe2 · (15, se obtiene para las armaduras necesarias
y e2 - .
Fe1 nec = (7. 102)
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Esfuerzos
Tensiones Esfuerzos caraclerfslicos
en el acero Inlernos
r
el(lernos
• • • • Ps
7. 1,U
1 -
I'.1
-
h
~
s, i
',2
,• L
•NU
." , • •• •
G.2 U' PS
Z.2,U
Flg. 7.28. Notación en una sección totalmente tisurada para esfuerzo normal de tracción con pequena el(·
centrlcldad.
(7. 104)
Dado que la sección Fel se calcula mediante la diferencia de los valores de Ye2 Y e, que
pueden llegar a ser casi Iguales, para pequel'las diferencias (Ye2 - e) es preferible adoptar para
Fe 1 un valor mayor que el que arroja el cálculo (tener presente: inexactitudes'en el cálculo de
loS esfuerzos caracterlsticos M y N Y con ello de la excentricidad e, iasl como también en la co·
locaciÓn de la armadura a la distancia '1e2!)'
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¡ .. .
> ~
h ~
r.:
Fe!; (' 2 "U
d h - -'--' -
NU 1• ' j • ...
~,
-
F. 2
~
nU =
bd PR b
-"
-3,0
- 2,8
8n 150 250 350 ' SO 550
- 2,6
- 2,2
-1 ,6
• 1,4
T
,?~
- ,?' -
T r'F
- 1,2 ,,96 -
-1,0 1.., ,9? _
1,92 _ _
- 0,8
I 190
- 0,6 + " '
- 0,1, "i='~'
.. .¡otb+4'~ - ',87
1.8t.
'01
- 0,2 ',75
O
0,2
O~
1,0
.' .
' ,1
0,_ L
O,.
t
',0
t
1,2
1,4 I
',- I ~
I
1,. 1 J 1
I L J_I_ l "'1
2Jl f
~2 -'-- I 1---1
FIg . 7.29. Diagrama de interacción para fte~IOn con esfuerzo ax ll en el estado de rotura en secciones rec-
tangulares con armadura simélrica de SSI 42J50 y para h Ih = 0.1
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7.3,1. Introducción
En las estructuras de hormigón armado suelen presentarse secciones cuya zona
comprimida afecta la forma de T,O , ~. O o también una forma arbitraria, de modo que en estos
casos, el dimensionamiento debe efectuarse siguiendo los principios básicos de la Seco7.1 . De
enlre éstos. se destaca en primer término la viga con zona comprimida en forma de r , Que, por
sus ventajas económicas constituye el caso más comUn.
Ji
d,
alma con armadura
/
L
de corle
Fe en el cordón
Iraccionado
mas de la losa la deformaciÓn es menor que en la viga, el eje neutro de la seccIÓn ya no es más
recto sino c urvo. la variaciÓn de las tensiones en la losa depende del tipo de carga, del tipo y
separación de los apoyos, de la relación entre las rigideces a la flexión entre la losa y el alma
de la viga y de la esbeltez l/do de la viga-placa. También influye que los bordes de la losa se·
an libres (viga Independiente) o que aquélla se extlenda lateralmente sobre una serie de vigas.
En el dimensionamiento practico de las vigas·placa de hormigón armado, en lugar de un
cálculo exacto según Fig. 7.32, es suficiente utilizar valores auxiliares tabulados, calculados '
en base a la teorla rigurosa pero mediante hipÓtesis ideales. Estos valores auxiliares nos dan
el ancho de la placa denominado "ancho activo" de la misma (effeet/lle width). Con ello resul·
tan en las fibras superiores del alma la misma deformaciÓn lX y, aproximadamente,la misma re·
sultante de compresión en el cordón comprimido, que las reales. la Flg . 7.34 muestra el volu·
men ideal de tensiones .
la Fig . 7.35 muestra otra forma de representación de las variaciones real e ideal de las
tensiones de compresión longitudinales 0x· Ten iendo en cuenta que en el ámbito del ancho bo
de la viga practicamente no existe variación apreciable de la deformaciÓn de las fibras supe-
riores , las condiciones de igualdad de intensidades de los esfuerzos de compresión. sólo de·
ben satisfacerse para el ancho de la losa excluida la parte correspondiente al alm a:
bl
b
ml °x max ~ lO ax . dX l
b2
b
m2
a~ max ~J
O
ax dX
2
Por la forma de las trayectorias de compresión en la losa que muestra la Fig. 7.31 . es po-
sible observar que en el entorno de un apoyo extremo el ancho activo b de la losa debe ser me-
nor que en el 'ramo; en co'nsecuenci a, b es función de la distancia al apoyo. También en los
apoyos intermedios. O en correspondenci a con una carga concentrada, b es menor que en el
tramo. porque también en dichos lugares la colaboraciÓn de los esfuerzos de resbalam iento se
Corte Sección
~~~-~-~-~
/ ~,it~~~~ /
I Zonas de
// 1/ d
p
I I un 16n pe
~
¡¡grosas
Trayectorias de tracción
- - - - - Trayectorias de compre·
slón
Planta: Trayectorias de las tensiones
principales en la zona de transición de
las tensiones longitudinales de flexión
en la losa, con un modelo de las com-
ponentes de tracción y compresión su·
: := ::. --=---=---1
--
puestas.
(El esluerzo de resbalamiento Ax se
Flg. 7_31. TrayectorIas de las tensiones principales en el extremo de una vIga-placa simplemente apoyada.
140
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Os
--------J
J.~-
-t
Colaboración d,
la losa en la Ile- I
xlón (da). I
I Esfuerzos de
- --- - -
resbalamiento T
I
L - -
--~-----
T
-----
-------.-
Flg . 7.32. Colaboración de la losa en una Yiga-placa segun Brendel (74).
-- -----1
Fig. 7.33. Distribución de las tensiones de compresión 0x '1 forma del eje neutro de una viga-placa para el
Estado 11.
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,
;¡¡,~'I',,:----'>,,:-c;J rectas
.J. ",",,">,
supuesto recto
Fig. 7.34. Repart ición de tensiones Ideal sobre el ancho b de losa. supuesto como col aborante en una vi·
ga-placa en el Estado 11.
do
Xt_
•• ••
_x 2 -1 ,
L
i,~-- " ---~- ,o ~~ ~ - ', -
Fig . 7.35. Comparación. para una viga simple. entre las tensiones de borde (I~ supuestas constantes sobre
los anchos activos parciales b m l Y bm 2 Y la distribución real de ten siones.
a) en el
apoyo
b) bajo una
carga con·
t
IJ cen t rada o
en un apoyo
Intermedio
\'--------'
~ I ~
Flg. 7.36. Disminución del ancho activo b de la losa en un apoyo ex tremo y en uno intermedio en vigas con·
tinuas (, bajo ca rgas concentradas.
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,
viga de borde viga interior
Flg. 7.37. Ancho activo de losas para vigas Interiores y de borde. en el caso de vigas-placa múltiples.
0,10 0,18 0,20 ·0,2 2 0,25 0,31 0,38 0,48 0,62 0,82 1,00
O, 15 0,20 0,22 0,25 0,28 0,33 0,40 0,50 0,64 0,82 1,00
0,20 0,23 0,26 0,30 0,34 0,38 0,45 0,55 0,68 0,85 1,00
0,30 0,32 0,36 0,40 0,44 0,50 0,56 0,63 0,74 0,87 1,00
1, O 0,67 0,72 0,78 0,85 0,91 0,95 0,97 0,99 1,00 1,00
Flg. 1.38. Anchos activos-~educ ldos bm,/b" brntlbt Y brnJlb3 en función de las relaciones dldo Y b,lIo o
~ ' o Yb:;'o para carga uniforme.
desarrolla paulatinamente (Fig. 7.36). Pese a dicho estrechamiento del anchO activo b. para los
cá.lculos está.tlcos de las vigas continuas. los esfuerzos caracterlstlcos debidos a las cargas
e)(terlores pueden calcularse con un momento de inercia J constante.
1
b"'3"e (7.105)
o
'o
donde es la distancia entre puntos de momento nulo. Como simplificación pueden admitirse
los siguientes valores para ' o (1 = luz).
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,
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En la DIN 4224, para el calculo exacto de los correspondientes anchos activos, en lugar
de un cálculo riguroso, se simplifica utilizando coeficientes basados en los trabajos de G.
Brendal (74}.
En este caso se desprecia el hecho de que los estudios teóricos se han efectuado apli·
cando la leorla de la elasticidad al caso de vigas de material homogéneo, mientras que en el
caso del hormlgOn armado debemos lener en cuenta la existencia de zonas lisuradas (lisuras
de flexión y de corle en la losa y el alma) y para cargas considerables, lonas comprimidas plas-
tillcadas. Ambas circunstancias actúan en sentido contrario y se compensan algo. de modo
que las aproximaciones son admisibles.
Con las notaciones de Figs. 7.35 y 7.37, el ancho activo vale:
b • b + b + b (7.106a)
o m1 m2
Para vigas Interiores: b • b + b +b (7. 106b)
o m2 m3
donde los anchos parciales b m1 23 pueden determinarse con los coeficientes de la tabla de
Fig. 7.38 en función de dld o y blll~ o b~lo Y bJl1o·
Para el caso particular de una viga·placa, en la Que la losa se une al alma mediante una
cartela inclinada (vou/e) es posible, prescindiendo de lo establecido por la DIN 4224, reempla-
zar en las Ec . 7.106, b o por el ancho medio aumentado bom del alma, de acuerdo con Fig . 7.39.
,
I
\ 1I
J
b.
Flg. 7.39. Ampliación del ancho del alma de bo a bom para lener en cuenta la elllstencla de las cartelas al
determinar el ancho activo de la losa.
b / e resp. b /t
l o 2 o
2,0 1, O 0,8 0,6 O,, 0,2 0,1
Flg. 7.40. Factor>: para la reducción del ancho activo de la losa, valido para carga uniforme, al correspon·
diente a los puntos de aplicación de grandes cargas concentradas o en apoyos Inlermedlos (para un
ancho de carga 8110< 0,1). .
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Considerando que los valores de la tabla de Flg. 7.38, han sido determinados para car-
gas unilormemente repartidas, para el caso de cargas concentradas, y siempre que las mismas
sean determinantes para los momentos, deben ser corregidos. El factor de reducción le puede
tomarse de la tabla de Fig. 7.40. Se tiene asl :
b .. )t. b (7.107)
m,P m,p
donde bm, p se toma de la tabla de Fig. 7.38. Se consideran como "concentradas" aquellas car-
gas que actúan sobre una longitud a < 0,1 'o'
Si a es mayor. no es necesario electuar ninguna
reducción.
la DIN 4224 propone, por razones de simplicidad, disponer sobre los apoyos de una viga
contin ua una losa de compresión inferior, disminuyendo el ancho activo en un 40 %.
En las "igas de borde (edge beams) y vigas aisladas asimétricas, sólo podrá utilizarse el
ancho activo determinado por la Ec. (7.106 a). siempre que la viga resulte asegurada contra fle·
xión lateral mediante vigas transversales, losas o elementos similares. En caso cont rario el eje
neutro resulta inclinado, existiendo entonces "flexión oblicua" de acuerdo con lo establecido
en Seco 7.3.4.
1) El eje neutro cae dentro de la IOS8, es decir )( < d (Fig. 7.4 tI. la zona compr imida es
rectangular y el dimensionado se efectúa de Igual forma Que para una zona comprimida rectan-
gular del hormigón, según Sec o7.2. (Determinación de kx mediante kh en la tabla de Fig. 7.17;
por medio de ke puede calcularse de inmediato Fenec.)
2) El eje neutro corta el alma, es decir x > d (Fig. 7.42). la zona comprimida se extiende
sobre una parte de la sección en forma de T. Para el dimensionamiento pueden considerarse
los siguientes procedimientos:
a) SoluciÓn exacta: la determinación exacta del eje neutro y del punto de aplicación de la re·
sullante de compresión requiere un considerable esfuerzo de cálculo (ver Seco 7.3.3.2), pe-
ro el procedimiento tiene validez general , de modo Que en casos espec iales es posible te·
ner en cuenta la armadura de compresión.
b) Solución aproximada para secciones compactas con blbo .. 5: el alma absorbe una parte
considerable del esfuerzo de compresión en el hormigón y el dimensionado se efectúa
utilizando uná zona de compresión rectangular de un ancho substituto b¡ (Sec.7.3.3.3).
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i'-- - - , ,"
•••
Fig . 7.41 . Viga-placa con el eje neutro ubicado dentro de la losa (x < d, dimensionamiento como para el ca·
so de zona comprimida rectangular de ancho b) .
.,--
I
,
D,
L z.
e) Solución aproximada para secciones esbeltas con blbo'" 5: ,a parte del esfuerzo de
compresión que actúa sobre el alma es reducida y simplificando puede despreci arse en
comparación con la que actúa sobre la losa (ver Seco 7.3.3.4) .
(7.109)
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(1 ·~)lbq
x R
(7. 110)
Dbl . k al . x - D b2 [ d + "a2 (x - d) ]
k x •
om Db
(7. 11l)
b d [d d 1
_·-,I,--·_kO",I,--_·-",-,(,-I_--,~,-)_(:...lh--'.~c.),,;~+_k0"",-,(,--1_--';'-):2-. x
b d
'1 - ', (1 - bO)(1 -;)
z =h-k -x (7.112)
b am
constituye el control de que la ubicación estimada para el eje neutro es correcta. Si la diferen-
cia es grande (mas del 4 o/,), debe repetirse el cálculo con una estimación mejorada de lI.
Una vez hallada la posición de equilibrio, de la condición I N = O se tiene
M
eU
• - z- + N
U
[tI+-
•
L b,
----
/
/
/
I
Fig. 7.43. Determinación de la resultante de compresión Db como diferencia de loS esfuerzos Dbl en la su·
perficie F , :: b)( 'J ~2 de ias superlicles F2 ::: (b - bo) (x - d).
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Fe nec
z U
= _e_
Ps
La determinaciÓn de la posición correcta del eje neutro x puede obtenerse también me-
diante el procedimiento gráfico de E. M6rsch (ver Sec. 7.3.4.3).
Debe tenerse:
x
f0 a (y). b (y) . dy "
.
b. x
0. .
11
~
R
el
1 - 0.
2 ( 1 -.;;- ) ( 1 - ~) b • ). . b (7.113 )
o1
con
ho)( 1 - ;d)
(1 -b d ')
,. 01 - o. 2
0.
1
z 1 _ 0. 2 (1 _ bO'\(l _ h
0.
1 b ) kx
(7. 114 )
En la tabla de Fig. 7.45 figuran los valores de A en función de d/h, b/bo Y kx . Para que la
tabla resulte de uso sencillo y evitar en lo posible muchas interpolaciones, se han disminuido
los valores de l, desde el punto de vista de la seguridad. Para kx ante todo y por precauciÓn, de·
be tomarse un valor mayor (obsérvese que para (e = 5 %G Y lb máx '= 3.5 %G se tiene
kx =
0,412).
Con el ancho Ideal b¡ =
A· b es posible realizar el cálculo como para una sección con zo-
na comprimida rectangular. Si en este caso kx resulta mayor que el supuesto para la determina·
ciÓn de A y b¡, ¡entonces debe calcularse nuevamente para el mayor valor de kx!
La labia vale hasta k)( = 0,54 (correspondiente a k';). es decir para la totalidad del ámbi·
to de las deformaciones hasla que sea necesaria una armadura de compresión.
7.3.3.4. Procedimiento aproximado para vigas'placa con alma delgada (blbo O). 5)
En esta aproximación se desprecian las tensiones de compresión en el alma, y el punto
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,
in
b
í •
" Db T
dIT Obi
JI h
•
•••
Fig. 7.44. Transformación de la zona comprimida en forma de T en un reclángulo, con un ancho Ideal b, pa-
ra Iguales esfuerzos de compresión Db = ~ para vlgas,placas de sección compacta, (blb o " 5) .
d (7. 115)
z = h - 2'
'i de I M = O con respecto al punto de aplicación de Zeu. resulla ObU = MeUIz, donde MeU se
determina mediante la Ec . (7.6) y utilizando la condición IN = O, se obtiene la sección necesa·
rla de acero.
Fe nec (7,116)
D M
bU eU
a
b,m
• --
b d
o ---'"'-7d (7. 117 )
bd(h-2')
Esta estimación de 0bm sólo es aceptable cuando la parte lineal del diagrama tensión-
deformación cubre totalmente el espesor d de la losa, es decir, cuando la deformación en el
borde inlerior de la losa 'es (r'" 2 'Y.... Si esto no se cumple. es decir Sllr< 2 Ofo:, (a la parte infe-
rior de la losa le corresponde la zona parabólica del diagrama eN del hormigón). las diferencias
resultan sin embargo muy reducidas y se equilibran al adoptar un brazo elástico Interno desfa·
vorable. Si de la Ec . (7.117) se obtienen valores 0bm > PR debe aumentarse ya sea el espesor de
la losa o la altura h de la viga-placa.
los procedimientos aprO)limados e)lplicados parten de suponer la falla del acero (es de·
cir le>'eS> y en consecuencia conducen a resultados admisibles solamente en el caso de fle-
)lión simple sin esfuerzo a)(il o con esfuerzo axil de tracción y especialmente para vigas-placa
con dlh <; 0 ,4.
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k, ,
para d/h . b/bo
para
0,40 0,35 0,30 0,25 0,20 0, 15 0 , 10 0,05 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0 5,0 7,5 10 15 20 25
0,46 0,40 0,34 0,29 0,24 0,18 0. 12 0,06 0,99 0,99 0,99 0,99 0,99 0,98 0,98 0,98 0,98 0,98 0,98 0,98
0,50 0,44 0,39 0,33 0,27 0,21 0,14 0,07 0,97 0,96 0,95 0,95 0,95 0,94 0,94 0,93 0 , 93 0,93 0,93 0,93
0 ,50 0,42 0,36 0,30 0,23 0,16 0,08 0,95 0,92 0,90 0,89 0,89 0 , 88 0,87 0,86 0, 86 0.85 0 , 85 0,85
0,50 0,42 0,35 0,28 0,20 0,10 0,91 0,87 0,84 0,82 0,81 0,80 0,79 0,77 0,76 0,75 0,75 0, 7 5
0,50 0,41 0,33 0,24 0, 13 0,87 0,81 0,77 0.75 0,73 0 , 71 0,69 0,67 0,66 0,65 0,64 0,63
0,50 O.3~ 0,29 0, 16 0,83 0,75 0,70 0,86 0,64 0 , 62 0,60 0,56 0,54 0,53 0,52 0,51
0,50 0,36 0 , 21 0.79 0,69 0,62 0,58 0,55 0,53 0,50 0,45 0,43 0, 4 1 0,40 0,39
0,50 0,29 0.75 0.62 0.55 0.50 0.46 0.4 4 0.40 0.35 0.32 0.30 0.29 0.28
0,50 O. ?1 0.56 0,47 0.42 0.37 0.34 0.30 0,24 0,21 0,18 0,17 0, 16
Fig. 7.45. Coeficientes l = b ¡lb para la determinación del ancho Ideal b¡ para el dimensionado de vigas-placa.
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r'
1,
/"
o
s-'-
Eje neutro
d~f~~u
¡_h .d'2
- ~~ [- ---
<,
-
i
W
•• 1 2.U
-
NU
"
Flg . 7.46. Dimensionado de vigas-placa de sección esbelta (blboil' 5) Y control de las tensiones de compre-
sión.
7.3 .• . 1. Generalidades
Las secciones cuyas zonas comprimidas difieren de la forma rectangular o de r, sólo
son posibles en algunos casos especiales, de resolver por calculo en forma sencilla (secciones
cillndricas, anulares y triangulares) , de modo que en general sólo se dispone de muy pocos ele-
mentos au)(iliares de eálculo. En algunos casos es posible, con suficiente aproximación, re·
emplazar por rectángulos las formas que difieren de los mismos, como sucede en los ejemplos
que muestra la Fig . 7.47.
Cuando las diferencias con respecto a la forma rectangular son considerables y para
secciones cuya asimetna es grande, no es posible un calculo directo. En tales casos se calcula
en forma aproximada admillendo una repartición de tensiones rectangular en la zona comprl·
mida del hormigón, o se conforma uno con la verificación de que la armadura de tracción pre·
viamente estimada, juntamente con la sección de hormigón dada (eventualmente incluyendo
armadura comprimida) en posición y dimensiones, conduzcan a una seguridad su.f iciente en lo
que respecta a alcanzar el estado limite .
Para una repartición de tensiones lineal en la zona compr imida del hormigón (por
ejemplo en el antiguo método n) como consecuencia de proporcionalidad existente entre ten·
siones y deformaciones, son aplicables procedimientos de cálculo mas sencillos (ver (2]). Ac·
• •
••• •• •• •
Fig. 7.47. Transformación aproximada de lonas comprimidas de forma arbllrarla en l o nas rectangulares.
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tualmente, sin embargo, sólo son aplicables para verificaciones con grados de solicitación
muy reducidos, por ejemplo, para cargas de servIcio.
Es común tener que dimensionar secciones solicitadas por " flexión oblicua" (blBx/al
bendlng) es decir, cuando el eje neutro no es paralelo al borde comprimido. Este caso se pre-
senta para secciones asImétrIcas (por ejemplo vigas·placa con arrlostramlento unilateral
contra la torsión, o solicitadas por momentos en que la linea de fuerzas es Incllnada,con y sin
esfuerzo axil (Fig. 7.48). En la práctica se presentan relativamente pocas secciones de formas
arbitrarias, pero en cambio son muy comunes las secciones rectangulares sujetas a flexión
oblicua con I.$sfuerzo Bxll (por ejemplo columnas de esquina en los esqueletos de hormigón ar-
mado).
Para estos casos, se dispone de algunos métodos gráficos auxiliares de cálculo, por
ejemplo en DIN 4224 Y en (72) y (76). Han sido preparados para una serie de problemas posibles
solamente para calidades elegidas de aceros, de la distancia al borde de la armadura, de la dls·
posición de la misma y de la magnitud relaUva de la fuerza axil . Prescindiremos aqul de las de-
ducciones y aclaraciones, debiendo para ello recurrlrse a la blbllografla.
Con estos datos se construye la circunferencia de Inercia siguiendo las reglas de la me-
cánica del sólido (Flg . 7.49). la Intersección e de la linea de fuerzas N - O con la circunferencia
se une con el eKtremo del segmento representativo del momento centrifugo JI! . Su prolonga·
clón corta a la circunferencia en D, con lo que queda definida la dirección del efe neutro por la
recta O· D. la posición verdadera del eje neutro, paralela a O· O,debe estimarse. Esta cons·
trucclón supone una repartición aproximadamente de la armadura sobre el perlmetro de la sec-
ción .
El momento centrifugo siempre es fácil de calc ular sobre la base de J450 cuando la seco
ción está limitada por rectas, puesto que en este caso J-450 (momento de Inercia con respecto a
la bisectriz de un cuadrante poslllvo) puede calcularse en forma sencilla mediante sumas o res-
tas de superficies triangulares. Para secciones que poseen uno o dos ejes de slmetrfa, resulta
J xy =0, 'J en este caso, en la Flg . 7.49, T Y E colncldlnan .
2. Para secciones rectangulares, supuestas previamente como de material homogéneo,
resulta más sencillo construir la elipse de inercia (elipse central), cuyos semiejes son dJVl2 y
bI.j"IT(ver Fig. 7.50). la tangente trazada en el punto de Intersección de la linea de fuerzas N . O
con la elipse da la dirección del eje neutro; como valor del ángulo o entre la tangente y el eje x
se tiene:
M
tan o. J. (7.118)
M
x
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N N
0-- -- - -----:-1 t' Corle
•
I Eje neutro
Eje neutro I ~.¡.
,
.
.-.' .
Z\ •
M.
Viga rectangular solicitada por los momentos Mx Y
My según ambos ejes de slmetrla (1lexl6n oblicua)
Fig. 7.48. Ejemplos de secciones con perlmetros rectangulares, pero en que la zona comprimida del hormi·
gón no es rectangular.
•••
Circunferencia de inercia
\
' \ Dirección del eje neutro
Flg. 7.49. Determinación de la dirección del eje neutro mediante la circunferen cia de Mohf, para un a seco
clÓn arbitraria, supuesta homogénea (fuera de escala).
Una vez hallada la dirección del ele neutro, se traza perpendicu lar a la misma un diagra·
ma de deformaciones y con elto se obtiene una primera orientación acerca de la posición del
eje neutro (Fig. 7.51). ~ara ello se adopta un diagrama de deformaciones, que parta de Le
max = 5 %o Idel lado traccionado o de lb max = 3,5 "too del lado comprimido.
Para la zona comprimida delimitada de esta forma, en general , ~ calculo de la resultan·
te de compresión Dbu, utilizando el diagrama rectiUneo·parabóllco de Flg . 7.3, resulta muy la·
borloso. Para ello es necesario dividir la zona comprimida en fajas paralelas al eje neulro de es·
pesor Ay y determinar para cada una de ellas esfuerzos parciales .tr.Db en función del Lb corres·
pondlente al barlcentro de la faja (Flg. 7.51); se tiene as!:
(7. 11 9)
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donde debe reemp lazarse de acuerdo con F lg. 7.3 O Ec. (7.1):
1
• - o ('
4 'R
~ Centro de presl6n
í- 1-
I d/V12
d -+\--'1- ._,
tangente en A = direc·
Elipse ci6n del eje neulro
centra! de
inercia
Fig. 7.50. Determinaci6n de la dlreccl6n del ele neutro mediante la elipse central de Inercia para una sec·
clón supuesta homogénea, solicitada a la lIexión oblicua.
Direccl6n del
eje neutro
o E~para ÓF".
lb correspondiente a la faja
o I.&. y - b
(9)
Linea de fuerzas
E, p.r. 6F,
Fig. 7.51 . Determlnacl6n de los esfuerzos parciales.&. 0b, .&.De y.&. le partiendo de las deformaciones" para
una dirección del eje neutro supuesta () determinada aproximadamente (en el caso Ilustrado la poslcl6n
del eje neutro se supuso para un estado de deformación te "" 5 %o Y lb" 3,5 ""'J.
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Los esfuerzos 60e Y lIZe se obtienen de las correspondientes deformaciones del acero
v . M
M M
N : e
\IN ' N
2. El esfuerzo axil no se aumenta (VN = 1,0), es decir el valor de la excentricidad varia con
vM:
·u
(7.120)
donde y
(7.122)
·u
•
•
7.3.4.4. Verificacl6n de /a capacidad de carga suponiendo una d/stribucl6n constante de les
tensiones en la zona comprimida del hormlg6n
Con el objeto <le poder resolver numéricamente con facilidad casos en que la zona
comprimida del hormigón no es rectangular, la DIN 1045 admite reemplazar la distribución de
tensiones de Flg. 7.3, por una plasUficaclón total de la zona comprimida, es decir un diagrama
de tensiones rectangular según Flg. 7.50. Con el objeto de que las diferencias con respecto a
las soluciones más exactas basadas en un diagrama parabólico-rectangular resulten lo menor
posible, se han Introducido las siguientes limitaciones :
'
al Armadura de tr acción determinante
ITft
'b
+--
Q -
OfU _
--+ ,
I Yo y; D
bU
d
-'J '/
L
1
Y,
Yo
~ Ee = 5'1••
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I'u <bU
\
',/
(O,.Ob'oO
+h... !:...hIPÓlesls
J-
h f-t---Sb-
E, : 5" ••
I
Fig . 7.53. OeterminacióR de la ex-
cen tricidad BU 0, respeclivamente,
1 ---
- 2' hipótesis
/
/
"-IN. Z,I .Z
del momento Mu para un esfuerzo
axil Nu cons tante dado, mediante el <, L --f11--j
procedimiento graflco de E. Morsch
para una sección arbitraria dada.
s',.
I t Eb ~J .5 '/" l'
l~~l-+
O,9S PR
I 0,4)(
, 0,8 11 f-- :~
L ~~/
L /
I Deformaciones lb
/
1---'" - -
Tensiones (lb
Fíg 7.54. Aeparlici6n rectangular de tensiones (segun DIN 1045) para el dimensionado simplificado para
secciones con la zona comprimida del hormigón no rectangular '1 comparación con el diagrama
parab61ico-rectangular,
Baricentro
Posición del .- de la superl lcle
eje neutro --:::...
Dirección del
eje neutro
•
•
•
Fíg. 7.55. Aplicación del diagrama rectangular de tensiones para el dimensionado de una sección rectan·
guiar solicitado a flexión compuesta oblicua (representada para un diagrama de deformaciones supue sto
con lb = 3,5 %0).
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, F
cuantla geométrica de armadura: "o . ._-,
n,
(7. 123)
z o ,
1
- P d (7. 128)
a o ~
, 2C
z
Teniendo en cuenta que p actúa sobre toda la superficie del agua nd 2/4, la carg a que
puede sopoqar un recipiente de este tipo depende de la resistencia de la pared:
p
U
0_"_4d'- (7.129)
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• 3,0
1J. 0 = ••
ils/P.
F. = 1J.0 TU 2
• 2,5
- ,,O 1<--'"
Fig . 7.56. Diagrama de inleracciÓn para lIe)(ión y esfuerzo a)(il de compresiÓn para secciones circulares
con Q = deld = 0,8 Y eSI 42150.
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p 'k
11: ! , 11j ' , t t
-
"
•
-.-;.-_-:"":;.=::
--;.;-------- -
l
d
-'" ::;:~:--- =t
.f-
, ~
'..,
z
Fig. 7.57. Presión hldrostatlca en un cI-
lindro completamente cerrado. Flg. 7.58. Notación en una columna con
armadura en espiral.
En las columnas zunchadas de hormigón armado, las circunstancias son similares, pe-
ro, sin embargo, el hormigón sujeto a compresión, al contrario de lo que ocurre con el agua , no
es incompresible, sino que se deforma transversalmente en función del coeficiente de Polsson
J.I . De ello resulla que la presión lateral sólo es la l /foI parte de la presión superficial . Un zuncha-
do constituido por barras de sección 'ew separadas de w (paso de la espiral) (Fig. 7.58), puede
imaginárselo transformado en un cilindro de acero de diámetro dk y un espesor fict icio de pa·
red f z = fewl w.
En comparación con la carga portante de columnas sin zunchar, según Ec . (7 ,127), me·
diante el zunchado deJas mismas se obtiene un incremento tJ NU de la capacid ad de carga:
1
nd
k
rew
( 7,130)
~·w ~Sw
"
donde )l = coeficiente de Polsson
d, = dlamet ro del eje de la espiral
f,. = sección de la barra espiral
w = paso de la espiral
Ps. = limite de escurrimiento del acero de la espiral
Introduciendo
r
F '" n d ew (7.131 )
w k----W-
resulta
p (7.132)
w ~Sw
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P
U
" N+f¡.N " -
U U ( "d~
--~+F~+-F,
4 R e S
1)
2 ~ w Sw
(7. 133)
En la parte NU de ta carga, en este caso, y a diferencIa con la Ec. (7.127) no debe consi-
derarse la sección total del hormigón de diámetro d, sino sólo la parte interior de diámetro dk,
por cuanto, al alcanzarse la deformación del zuncho correspondiente a (JSw, el revestimiento de
hormigón exterior al "núcleo" de diámetro dk, puede estallar, resultando asl como parte activa
del hormigón.la "sección del núcleo" .
la ecuación (7.133) deducida teóricamente en la forma Indicada, debe, naturalmente,
compararse con resultados experimentates y adecuarse a los mismos. En primer lugar, y sobré
ta base de consideraciones posteriores, es necesario Introducir tres correcciones.
N " NO + Il N (7.134)
donde U U U
Capacidad de carga de la columna , por ejemplo, según Sec o7.3, Fig. 7.56, te-
niendo en cuenta una excentricidad de carga e = MulNu, correspondiente a la
sección bruta Fb del hormigón .
(7.13 5)
y F • .!!. d 2
k 4 k
y = factor que tiene en cuenta la Influencia del coeficiente de Polsson y el aumento de re·
sistencia por la existencia de un estado tr iax ial según Fig. 7.6\>;
la expresión entre paréntesis (Fb - F¡J fJA tiene en cuenta nuevamente la eliminación del
revestimiento de hormigón exterior ~a espirat :
la expresión entre paréntesis (1- ~ llene en cuenta el efecto desfavorable de cargas
o~ NU
excéntricas; conduce para e = M/N =
dk/B a un valor nulo y con ello a !J. Nu '"' O.
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L d
1-<r---- dk
w ·p -+~f¡,O:.•=. . =:l=f~w
I w-~w
F w' flSw 2 _
~6(2,3-1 ,4 x + 11 0 ) (7. 137 )
Fb' ~R
con.
De la ecuación (7.137) se obtienen, por ejemplo, para x: = 0,9 los valores de ¡iw max. Que
figuran en la tabla de Fig. 7.60.
La Fig . 7.61 muestra dentro de qué limites es posible utilizar ventajosamente un zuncha·
do. Para ello se eligieron dos cuantlas mecánicas extremas iJo de Fig. 7.56 Y además se repre·
sentaron para algunos valores de ¡iw las curvas de interacción . Puede observarse Que el efecto
del zunchado se aprecia recién a partir de un determinado valor de ¡iw o de Fw, Y Que al aumen·
tar el momento desaparece muy rápidamente. Dicho limite puede estabt"ecerse mediante las
ecuaciones anteriores y su expresión es:
1 _,2
IJ
w
min • (7. 138)
y
Corresponde hacer notar que las cargas Nü + 4 Nu según Ec. (7.134) originan conside·
rabies deformaciones verticales (ise han observado acortamientos de hasta un 30 o;oo!), las Que
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deben tenerse presentes al proyectar las estructuras continuas que se apoyen sobre dichas co·
lumnas.
Además. al construir co lumnas zunch adas, deben tenerse en cuenta diversas exigen·
cias constructivas de acuerdo con la OIN 1045, Seco 25.3.
Al analizar los tipos de rotura en Seco 7.1.3.1 se aclaró que para armaduras muy débiles
existia el peligro de una rotura brusca, cuando al pasar del estado I al estado 11 el esfuerzo de
tracCión en el hormigón liberado resultaba mayor que el que era capaz de absorber la armadu·
ra, o también cuando el momento que podla ser absorbido en el estado U resultaba ser menor
que el correspondiente al estado 1.
Si se pudiera confiar en la resistencia a la tracción del hormigón, la seguridad para el es·
tado I resultarla mayor que para el estado 11. Sin embargo no se debe dejar de tener en cuenta la
existencia de tensiones propias e inducidas debidas a temperatura. contracción, etcétera; las
mismas pueden alcanzar fácitmente la resistencia a la tracción . Como consecuencia, aun para
la carga de servicio. puede aparecer una fisura, lo que origina simultáneamente la rotura brus·
ca. La fisura puede hacer desaparecer las tensiones propias o inducidas, pero ello resulta in·
cierto para la primera fisura.
La seguridad contra este tipo de rotura sólo se alcanza cuando se cumple:
~.~
De esta condición surle la necesidad de una armadura m(nima. que depende de las cali·
dades del acero y del hormld'6n, y que deduciremos a continuación para una sección rectangu·
lar con armadura simple.
El esfuerzo de tracción que actúa en la armadura longitudinal poco antes de la fisura·
ción es:
E
Zl • Z + Z ,. e (7. 139)
~ + F .-
b e bZ e Eb
\ 1 (7. 1(0)
Z ... '2 F bZ fl bZ
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\ 66
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donde la sección Fbz corresponde a la zona de tracción det hormigón , que en este c aso se su·
pone aproximadamente igual a d . b/2.
Para el estado 1, a igual Que para una sección homogénea, es válida la expresión
J 1 1 !d
M": - w.~ · Z·z ~Z .
U U bZ b 3
B SI 42/50
- 4,0.,_ _ _- ,_ _ Bn 2SO
~SwsL200 (kp/cm 2 )
d s 50tm
" de las barras longl·
tudln ales: 22 mm
- 3,0 ~~""tt---t---+-
-t-.k-+
recIa ® (;&12 j dk %L3,L cm,llw ·O,L7
@ !/:Il0,dl( . 43,2tm¡ Ilw s O,33
o r:b 8,dl( • L3.0cm, p-w . 0,2 1
Flg . 7.61. Influencia del zunchado en columnas circulares con una espiral de paso w = 4 cm y Ires dlstin·
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tos diémelfos de barras (0 w t2, tO 'J 8 mml(para dos cuantlas mecánicas iOo lomadas de Flg 7.56.
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yen consecuencIa
1 2
"'Sb d ~bZ (7. 141)
1
~bZ ... 10 ~wN
resulta:
~ ~wN
2
... 0,0167 bd (7. 142)
Para el estado 11, la armadura Fe, para una tensiÓn igual a la resistencia a la tracciÓn de!
acero /3z, puede absorber un esfuerzo de tracciÓn Zll = Fe' ¡JZ' Con un brazo elAstico estimado
en zll::: 0,95 h, de acuerdo con Seco 7.2, resulta un momento:
~ ~ ~ (7. 144a)
Introduciendo los valores de las Ec. (7.142) y (7 .143), se obtiene con h = 0.9 d:
De la misma resulla la cuantla v mino que por lo menos debe preverse para evitar una ro-
tura brusca :
F ~
IJ. min '" b h - •
:. 00217
.
wN
S (7, 145)
z
Como valores promedio. y teniendo en cuenta resultados e)(perimentales de los que se
obtuvieron cuanllas criticas reducidas, pueden recomendarse los valores de v min que, para
secciones rectangutares, figuran en la tabla de Fig . 7.62.
En este caso debe tenerse presente que las calidades de hormigón especificadas para
Bn < 350, en la practica se sobrepasan a menudo. Estas cuanti as mfnlmas se encuentran en
muchas especificaciones e)(tranjeras para hormigón armado.
Para secciones que no son rectangulares, v mln debe referirse a la zona traccionada del
hormigón FbZ correspondiente al estado 1:
(7. 146)
es decir. que para las cuantlas mlnlmas de armadura vz min referidas a las zonas de tracción
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por flexión Fbz, corresponden los valores de la tabla de Fíg. 7.62, multiplicados por 1,8. Estos
168
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F
",min • b h
e
Calidad del hormigón
Bn
• 450 0,20 % 0,14 %
Bn
• 550 0.25 "!G 0,18 %
Fig. 7,62. CuanHas mlnimas de armadura", mio para secciones rectangulares solicitadas POI lIexión . para
distintas calidades de hormigón y acero.
valores de 11 min y IIz mln deben tenerse especialmente en cuenta en secciones rectangulares
(¡losas!) y para secciones Icon atas Iraccionadas muy grandes.
Los ensayos realizados en Stuttgart descriptos en [61J confirmaron que pafa armaduras
inferiores a 11 min o ,..z mln, la carga, y en consecuencia el momento flexor. podlan aumentarse
de 1,5 a 2,0 veces los valores erlllcos, sin que se observaran manifestaciones ostensibles.
luego se producla una rotura brusca, es decir que la primera fisura significaba la rotura simul·
tánea de la armadura de tracciOn. Este colapso brusco fue tanto más notable, cuanto mejor era la
adherencia de la armadura. Como hasta ahora, por el empleo corriente de armaduras y mallas
lisas de acero para hormlgOn tipo 1, no se tenian en cuenta las cuantlas minimas de armadura
(y que no se especificaban en las Normas), un constructor responsable, ante el empleo predo·
mlnante de los aceros nervurados con muy buenas condiciones de adherencia, aunque no lo
exijan las normas, no.debe prescindir de los limites inferiores teniendo en cuenta las posibles
solicitaciones inducidas.
7
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En secciones rectangulares, cuando la Unea de fuerzas coincide con uno de los ejes de
simetrla, la repartición completa de las tensiones, cuando sólo existen tensiones de compre·
slón,puede obtenerse mediante los coeficientes (1d según Ec. (7.20) y con (1 de Ec. (7.14) para
junta abierta, con un máximo en este caso de (1 máx = 0,81 . En consecuencia, para una sec-
ción rectangular se tiene
para junta cetiada:
y = k . d
d d
Y = d/2 • 0,416 x
d
1 (7.150)
e 11m_ "'Y = Z"d. O,416d· O,084d
d
es decir que las juntas abiertas ocurren, cuando se tiene e > 0,084 d.
La máxima excentricidad admisible e mAx. se alcanza cuando x = d12, de donde
e mAx = Yd = dl2 - 0,416· d/2 =
0,292 d "" 0,3 d.
la evaluación de las relaciones anteriores conduce a que, para secciones rectangulares
sujetas a lIexlón compuesta normal , la siguiente fórmula aproximada conduce a resultados
muy coincidentes con los de las anleriores (ver E. Grasser 172)):
(7.151)
la verlllcación de que la junta. para la carga de servicio (suponiendo una repartición li-
neal de tensiones) no se abre más altá del baricentro, no es necesaria cuando se emplea esta fór-
mula, por cuanto la hipótesiS utilizada de la repartici6n parabólico-rectangular queda del lado
de la seguridad.
Para secciones de forma cualquiera, se recomienda utilizar el diagrama rectangular de
tensiones explicado en Seco 7.3.4.4, Fig. 7.54. los cálculos resultan asl muy sencillos. pues s6·
lo es necesario determinar la sección. su barlcentro y momento resistente de la zona comprimi-
da reducida en el 20 % de su altura , para verificar si la máxima tensi6n en el borde o, se man°
tiene inferior a 0,95 PR- En 172J figuran mayores detalles para estimar en forma aproximada la
capacidad de carga de secciones no rectangulares.
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8
Dimensionado para esfuerzos de corte
En la Seco 5.1.3 se aclaró Que en todo el ámbito de una viga solicitada por momentos
flex ores varIables y como consecuenci a de ello por un esfuerzo de corle a = dMldx , para el es-
tado I se originaban en tre los cordones tensiones principales Incl inadas 01y 011 (principal stres·
ses), las que pod!an ser ca lculadas sobre la base de las tensiones longitudinales 0M y las ten·
siones de resbalamiento T (shear stre sses) (Fig. 5.7), Lo s esfuerzos de tracción en el alma
correspondientes a las tensiones principales de t racción exigen una armadura , denOrT.inada ar-
madura de corte (shear reinlorcemen t), porque también en este caso tampoco es posible admi·
tir esfuerzos de tracción en el hormigón . las ten siones principales de tracción conducen. ya
sea para la carga de servicio o al crecer ésta para al canzar la carga critica, a la formaciÓn de fi ·
suras de corte, que autorizan a considerar, para el estado 11 , que la estructura de la viga se com-
porte como un reticulado (truss) segUn muestra la Fig. 5.1 2.
la capacidad portante de las vigas de hormigón armado sólo resulta asegurada cuando,
además de los esfuerzos en los cordones, los esfuerzos de IracciÓn y compresión que se origi·
nan en l as barras ideales del alma , se absorben con la seguridad requerida. la direcciÓn más
favorable para la armadura de corte coincide con la de la tensión principal de tracciÓn 01. es de·
cir aproximadamente 45° (Fig. 5.12 al. Pero, teniendo en cuenta que los estribos normales al eje
de la viga (estribos verticales) son de ejecución más simple, se les da preferencia; el reticulado
es capaz también de absorber cargas disponiendo en el mismo barras traccionadas verticales
(Flg.5.12b).
Para veri ficar la capacidad portante al cort e en vigas de hormigón armado en el estado
11, loS esfuerzos de tracción y compresión en el alma se calculan para el est ado critico (carga
portante necesaria) mediante un modelo de reticulado.
Sobre la base del desarrollo histÓrico, se utiliza, para el dimensionado al corte. el valor
calculado de la tensión de resbalam ien to TO' Apoyándose en numerosoS resultados de ensa·
yos, el valor de TO se limita, con el objeto de garantizar una seguridad suficiente contra la
compreSiÓn oblicua (rotura de las diagonales comprimidas). En la OIN 1045 se utilizan valores
de cálculo TO para cargas de servicio y se dan los correspondientes valores de TO adrn, que pro·
porclonan una amplia seguridad contra una rotura por compresión de las diagonales comprimi·
das.
Análogamente como para el dimensionado a la lIexión con solicitación axil (Cap. 7), en
lo que se sigue se explicará el dimensionado al corte solamente para vig as esbeltas (lid ;¡,2);
las vigas de gran altura y las ménsul as muestran un comportamiento bajo carga fund amental-
mente distinto, tanto a la flexión como al corte, y deben ser objeto de un análisis especial.
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Para un elemento b (ZI) . dx . dz, la condición de equilibrio para las fuerzas de dlre<:ción x
y con T = T (Zl) y b = b (ZI) tiene por expresión
~a
()
,~
(r- b) . d z· d x + ~
",x
d x' b' d z " O 16. 1)
es decir que, el Incremento del esfuerzo sobre el elemento como consecuencia del aumento de
las tensiones 0x debe originar un esfuerzo de resbalamiento debido a las tensiones T (zl)·
M M
Para la tensión normal 0x vale: a ,, - z. " W
x J 1 i
16. 2)
donde 5(zl) es el momento estático de la parte de la Se<:ción comprendida entre zl Y lo, con su
signo. En la Ec . (8.2) ya se tiene en cuenta que para el borde libre superior de la Se<:ción zl = lo
no existe tensión de resbalamiento .
Para la tensión de resbalamiento se obtiene de la Ec . (8.2) la conocida fórmula
QS
T • -- 16. 3)
J b
tiene:
p
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~-fÍ
~=+
:' ¿_.
+'¡"'d ll
I Superficie
1, correspon-
diente •
,s (z¡)
íd
1 1
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'o 1 1 ar>
_ l:. b·d .
~D'''··i.'d.)I>d'
al
, ,MW, - tH-- 1 M. dM
cr.'b.d 11
~
, i
~ dz
I
,-
t~1
1 -
IO.dO
1
,
-
[t · bO!;ltbl.dljdll
1 1
1
), G.
-" -< G .. • d G.
Flg . 8.1. Esfuerzos sobre un elemento de viga, para la determinación de la tensión de resbalami ento tiz)
(sistema general de coordenadas empleado en la Mecánica Técnica). En realidad actuan tensiones prin ci-
pales Inclinadas de tracciÓn y compresión.
2 J
T ' Q -6-
b d3
[<-)
d 2
2
-z .
I
(8.6)
3 Q
Tmax t
2" bd (8. 7)
Al mismo valor se llega si en la Ec. (8.3) se reemplazan los valores S = bcP18 correspon·
dientes al ele baricéntrico y J =
bd'J12; en este caso el valor JJS 2dJ3 es igual al del brazo =
elástico interno z entre las resultantes de tracción y compresión O y Z.
En la misma forma se obtienen los valores máximos de la tensión T, a nivel del eje bario
céntrico para el
circu lo: 4 Q Q
Tm ax = '3 F'" 0,425
2r
(8.8)
N M
la tensión de flexión: o +
x ji' - w
la tensión de resbalamiento: T • T
xy
• T
yx .-QS
J b
(8.3)
o
la tensión principal de compresión: o" · Tx !.2 Irl +
x
4 T
2
(8. 10b)
Para el angula cp entre 01 y el eje x, de acuerdo con 182] y la regla de signos de Flg. 8 .2, se
liene
.-- T
(S. 11)
o también
2 T
tg2cp =
o
x
Dos ejemplos slIVen para visualizar mejor lo anterior, correspondientes a una sección
rectangular homogénea, con un esfuerzo de corte positivo, es decir para una sección sobre el
apoyo izquierdo. la Fig. 8.3 muestra la dirección e intensidad de las tensiones principales en
flexión con corte y la Flg . 8.4,en el caso de flexión con esfuerzos axll y de corte (valores numéri-
cos, por ejemplo, en kp/cm J ).
la repartición de las ten siones principales varia considerablemente cuando el esfuerzo
axil es grande (por ejemplo en el caso de pretensado). Corresponde hacer notar especialmente
que la máxima tensión principal de tracción 01 resulta menor que T mb y que, además, no
siempre ocurre en el borde de la sección, sino que también puede aparecer en el alma; en cuan-
to resulte T"O, aun para grandes esfuerzos axiles, continúan existiendo tensiones de tracción
en el alma.
Además, debe tenerse en cuenta que las tensiones 01 y 011 no pueden determinarse me-
diante las fórmulas corrientes de la teerla de la flexión en las zonas vecinas a los puntos de
aplicación de grandes fuerzas concentradas (por ejemplo en los apoyos). En dichas zonas, de
una profundidad x:::: d, denominadas también " zonas de perturbación de Salnl Venant", deben
emplearse las funciones de tensión correspondientes a las láminas cargadas en su plano.
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,
+it, "' - "O -- -
or'
, ,
,
-
-1 ~.~.
~+I
, 't.,
--.
, "o
, ,+-) G'J
, 0', ,0 ,
Flg. 8.2. Disposición de las tensiones '1 del ángulo!p para un estado plano de tensión (sistema corriente de
coordenadas).
Angula
Estuer- Ten - Ten- DlrecclOn e In- Dirección e In- d. IncU-
UlS ca· s 16 n si 6 n lensldad de la lensldad de la nación
rae t e- normal d. tensión princi· tensión prlnci- (., res -
rfsticos
" • .,
corte pel de tracción pel de compre-
816n 0n
pacto del
eje x) 1/1
90'
f
100
Fig . 8.3. Tensiones prlnclpaJesol y 011 '1 sus direcciones en una secclOn rectangular sujeta a lIexlOn con es-
fuerzo de corte positivo.
Ten ·
516 n
Estuer- Ten - Ten · p r In· Tensión Angulo de
zos ca· s 16 n s 16 n el psi principal Inclinación
r se I e- no r. d. d. de compresión (01 con respecto
rlsUcos malo. co rte t r s e· al eJe X) 1/1
• e 16 n '"
"- SO O ., O ,----,50 ,---,----,""
Fig. 8.~. Tensiones principales 0\ you Y sus correspondientes angulos de inclinación para una sección rec-
tangular solicitada por flexión y tracclOn, y esfuerzo de corte positivo.
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MOrsch en su "analogla clásica del reticulado" (classica/ truss ana/ogy), parte de retlcu·
lados donde se tiene:
cordones paralelos O I Z,
diagonales tracciohadas Inclinadas de un ángulo cualquiera O' (en general a 45° Ó 90°).
Una armadura de corte con diagonales tracclonadas a 45° es la más efectiva, porque
corresponde con la direcciÓn de las tensiones principales de tracciÓn para el estado I a nivel del
eje baricéntrlco y, en esta forma, las barras traccionadas ubicadas en el alma de la viga cortan
a las fisuras de corte aproximadamente en forma normal. Estas diagonales traccionadas
pueden estar constituidas sea por barras longitudinales levantadas (bent-up bars) o bien por
estribos inclinados (inClined stirrups). Por razones prácticas se utiliza, sin embargo, en la ma·
yorla de los casos como armadura de corte estribos verticales (vertical stlrrups), de modo que
es necesarlo conSiderar reticulados especiales con barras traccionadas verticales.
Al proyectar la armadura de corte debe tenerse presente que no basta considerar retlcu-
lados simples, estáticamente determinados, porque debido a la gran separación entre las
barras traccionadas, una fisura de corte que se origine entre dos de etlas, puede conducir a la
rotura (Fig. 8.5 a). En consecuencia, las barras tracclonadas deben estar más juntas -lo que
conduce a los retlculados que muestran las Figs. 8.5 b Y c- con diagonales múltiples o tamo
blén reticulados cruzados (ver a este respecto las configuraciones de fl suraclón y rotura 5.10,
5.11 asl como también 8.8 y 8.11.
Los retlculados cruzados son estructuras de múltiple indeterminación estática por
vinculas internos, pero, de acuerdo con la analogla del retlculado de MOrsch , se los considera co-
mo la superposición de numerosos reticulados estáticamente determinados, ligeramente
desplazados entre si y donde cada uno de ellos absorbe la parte de carga que le corresponde.
Con ello el cálculo de los esfuerzos de traccrón y compresión en las barras Ideales del alma se
efectúa como en el caso de los reUculados simples.
8.3.2. Cá/culo de los esfuerzos y tens iones en las barras Ideales de los reticulados de Mórsch
a) Par. retlculados simples (sep. de barras !raccionadas ~ 2 z 6 z) es posible una rolur. prematura por coro
te, porque pueden formarse lisuras de corte, no cortadas por barras.
Con la sección Fe, s de las barras de la armadura, situadas a la distancia es medida hori-
zontalmente, resulta como tensión 0e, s en la armadura del alma
e, 1
a e, , (8.13)
Fe,o sen 0.+C08 o.
1
D', • 2 Q .
, l + coto.
(8. 14)
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de donde se obtiene la tensión media en el hormigón de una diagonal comprimida de espesor
"o
Q 1
• 2 (8. 1 5)
.,..-,; l+coto.
o
Z .. D : :M- , (8.17)
muestra que los esfuerzos Z en los cordones tracclonados de un reticulado cruzado con mon-
tantes Iraccionados verticales resultan mayores, y menores los de los cordones comprimidos
D. El valor del incremenlo ó-Z del esfuerzo de tracción en el cordón puede determinarse para el
centro de un pano ti mediante la siguiente expresión
Mm
.oZ • Z -
n z
Con Zn según Ec. (6.16 a) y Mm = (n - Y2) as' O = (n - YI) z(1 + ctg a) a se obtiene
los esfuerzos en el cordOn comprimido se reducen del mismo valor. Por ello, para un re·
ticulado cruzado, los esfuerzos en los cordones pueden expresarse como sigue:
M
z • -+
Z
92 (1 - cot 0.) (8. 19a)
D • M Q
z
"2 (1 - cot a) (8. 19b)
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a) Retlculado
1,
Z,' ® \
J
\ OI:Z[1.COIQI/
Diagrama Miz
v:t (1 - col a)
~~ Esfuerzos en el
--~ cordón comprimido
r_-~",,~;"1"~-~~~~D~~ -~{\-COI al
O
~ M
Diagrama Miz
~~7- t':::::::'::--
~é>¡-"'l'-t.: ~ ~-COI al Esfuerzos en el
cordón tracclonado
1="T 11-col a )
Z
"O" ' -COI a
Z~z.'2'" ~! --- _:::. .....____~ .
Retlculado cru~ado l
Retlculado doble
Fi.9. 8.6. Calculo y distribución de los esfuerzos en los cordones y barras de alma de un retlculado ideal se-
gun Mórsch con barras de alma tracclonada s Inclinadas de un angula cualQuiera a.
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Se tiene as!
6M
• """Q
y con AM =
AZ . Z y AZ segUn Ec. (8.18) se obtiene el valor del desplazamiento horizontal , deno-
minado medida v del desplazamiento y cuya expresión es:
z
. 6 xz-(l_cota.)
V" (8.20 )
2
8.3.2.2. Reticu/ados clásfcos con barras de alma fraccionadas, inclinadas de 45° Ó 90°
De las ecuaciones generales de la sección anterior, pueden deducirse las siguientes re·
laclones para los reticulados más comunes con (J = 45° ó 90° .
Retlculados con barras fraccionadas a 45° Retlculados con barras fraccionadas a 90°
(Barras levantadas o estribos Inclinados) (Estribos verticales)
Alma:
,
Z' • Q (8. 21a) ZBü .. ~ (8. 21b)
• ;V; z
e e
a e,. • Q
z
• (8. 22a) ae,Bil
.~
z F
Bü
(8. 22b)
F ¡f2 e, Bü
e,'
,
9z D' • 2 Q (8. 23b)
••
D (8. 23a)
• z
a b ,45° " b z
..9...- (8. 24a) -'L
a b ,45° " 2 b z
(8. 24b)
o o
Cordones:
------
M
(8. 25a)
M
Z • - +
Z
.,
Q
(8. 25b)
Z • D • z
(8. 26a) D • -M
z
- .,
Q
(8. 2Gb)
SI se comparan los esfuerzos en ambos reliculados, resulta que el retlculado con dlago·
nales a 45° se comporta en forma más favorable,pofQue en este caso la dirección de la armadu·
ra de corte coincide a nivel del eje baricénlrico, con la de las tensiones principales de tracción
para el Estado I (ver trayectorias de las tensiones principales de Fig. 5.7). En los reuculados
con estribos verticales, la diferencia con la dirección de las tensiones principales de tracción ,
origina que las tensiones en el hormigón de las barras ideales comprimidas se dupliquen, y que
los esfuerzos de tracción en los cordones aumenten de AZ =
0 12.
8.3.2.3. Inffuencla del nivel de aplicación de fas cargas sobre los esfuerzos en un reticulado
Al comienzo de la Seco 8.3.2.1 se estableció Que, para reticulados sometidos a cargas
uniformes, éstas se deben suponer siempre como si actuaran por mitades en los cordones su·
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a) Carga aplicada arriba
U I 1] 1 LlUIU I I I I I I I I I I I ¡ ¡ I 1 p
1,
J
o I I I I l LU '-LO U IlLI I r 1 t 11 p
b) Carga colgada de abajo
el Garga p/2 arriba y abaJo
-- -
--
(carga al
Esfuerzos relativos de
~
- [carga b]
[carga el
I tracción en el alma leú
- --
-~
I
! Esfuerzos de tracción
I en el c~d6n
/" ,--, ' , . DlagramaMlz l
Aetlculadoslmplel 7..:a......-~~__ I
Retlculado doble F~~~;""¡;.~~;¡¡;_;;¡=...,--,___~I
Z~M.Q
z 2 Retlculado mulUple cruzado
Flg. 8.7. Distribución de los esluerzos relativos de tracción en el alma '1 de tracción en el cordón para dis-
tintas formas de aplicación de las cargas, para un retlculado con estribos verticales y carga uniforme.
perlor e Inferior, con el objeto de poder establecer las ecuaciones correspondientes a los es-
fuerzos en el reticulado. SI se determinan los esfuerzos en el alma teriendo en cuenta el nivel
de aplicaciÓn de las cargas, se llega por ejemplo para un retlculado con estribos verticales a lo
siguiente:
Para una carga p actuando superiormente (caso a de Fig . 8.7) los esfuerzos relativos de
tracciÓn en el alma disminuyen en p12.
Para una carga p suspendida de la parte inferior (caso b de Fig . 8.7) los esfuerzos relati ·
vos de tracciÓn en el alma Z'Bü aumentan de p/2.
En la Flg. 8.7 aparecen los esfuerzos relativos de tracciÓn en el alma, as! como también
su distribuciÓn a lo largo de la viga. En comparaCión con una viga cargada superiormente, los
estribos, en el caso de una viga con carga inferior soportan una carga Al = P veces mayor. El
nivel de aplicación de la carga no influye en la magnitud de los esfuerzos en los cordones ni en
los de compresión en el alma.
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8.3.3. Vafor numerico de fa tensiOn de resbalamiento TO en el alma psrs el Estado 11
(8.28)
Este valor puede admitirse como el valor del esfuerzo de resbalamiento a nIvel del eje
neutro de una secciÓn en el Estado 11, porque el brazo elástico Interno z corresponde al coelen·
te JfS para el eje barlcéntrico o,en su caso,para el eje neutro de la secciÓn fisurada; ver a este
respecto Ec. (8.3) y (8.7). Para las verificaciones de tensiones, en la práctica son suficientes va·
lores aproximados del brazo elástico z, por ejemplo ver Seco 7.2.2.7 y 7.3.3.4.
El valor numérico de la tensiÓn de resbalamiento, asl como también la solicitaciÓn de
las diagonales ideales comprimidas del hormigón resultan máximas, donde el ancho bo del ai·
ma entre el eje neutro y la armadura del cordón tracclonado es mlnlmo.
Con el objeto de evitar para secciones circulares y anulares cálculos complejos para la
determinaciÓn de z, se Indican a continuaciÓn las siguientes expresiones aproximadas:
Q
- Circulo: T
o
~ 0.402' para r " 0,85 r
r e
(8.29)
Q
T ~ 0,36 para r • 0,95 r
o 2r e
SecciÓn
anular:
T
o - 0,64
r
•
2
Q
- 2
r,
(B.30)
1B2 www.codyjaramillo.com
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I
" - -" -.......
..:.. '.~
Fíg. 8.8. Rotura de corte por lIexlón en una viga reclangular y una losa sin armaduras de corte.
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que para un anclaje deficiente, ceden las uniones entre las diagonales Ideales comprimidas y
el cordón tracclonado en las cercanras del apoyo (Flg. 8.12). Cuando existen ganchos, el hor-
migón del alma puede astillarse (rotura por astllladura). La rotura en el anclaje (anchorage
!ailute) se produce bruscamente . El cedlmlento del anclaje por deslizamiento de la armadura
puede tener como consecuencia una rotura por corte en el alma; estrictamente hablando, este
último tipo de rotura no es en realidad,una rotura por corte porque no son los elementos resiso
tentes del alma los que ceden, sino que es el anclaje del cordón tracclonado el que lo hace en
la zona cercana a los apoyos.
1. Tipo de carga:
carga concentrada P, carga uniforme p o q
2. Ubicación de la carga y esbeltez de la viga:
distancia relativa alh de una carga concentrada P al apoyo o valores relativos entre mo-
mentos y esfuerzos de corte MIOh
esbeltez de la viga l/h en el caso de carga uniforme
9. Altura absoluta de la sección: las leyes de similitud mecá.nica no tienen validez general
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Fisuras de corte
V
r/
-r/ ~ ¡..- Estribos
I ~isurasJd e flexión
'" p
Estribos estirados
)
V o fracturado$.
[j \ \
C>
Flg. 8.9. Rotura a tracción por corte, en una viga con alma de poco espesor y débil armadura de corte:
Fig. 8.10. Rotura por compresión de las diagonales ideales en el caso de una armadura del alma muy fuerte
(Ialla brusca del hormigón del alma por tensiones oblicuas de compresión).
Fig. 8. t 1. Rotura por compresión del alma en una sección lcon luerte armadura de corte constituida por
estribos a 45° Iflp = 225 kplcm l , TOU = 159 kp/cm l al alcanzarse la carga de rotura). Ensayos de Stuttgart
[8~ .
•
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I I I I I I I I I I
I I I I 1 I I I I I I
I I I I ~ I I ,1 I I
~- ... ~-~-
.... -t--.-1'"- ~-~-'-F--
-.-T-t-- - -...--T-
-.,--
En los capltulos siguientes se analizarán las Influencias mas Importantes sobre la base
de resultados experimentales que, en su mayarla, se obtuvieron en los resultados de ensayos
de corte realizados en Stuttgart entre los arios 1960 y 1966 (Informes relativos a ensayos: [64,
85, 86. 87, 88] Yresumenes [63, 89)).
La Influencia del tipo de carga es significativa: para carga uniformemente repartida (car-
gas que actúan directamente aplicadas en la parte superior) los ensayos muestran para vigas
esbeltas, sin armadura de corte, una capacidad portante al corte entre el 20 'le. Y el 30 % supe-
rior a la del caso de cargas conceniradas ubicadas en la posición más desfavorable (Flg. 8.13).
Teniendo en cuenta que en la realidad no puede garantlrse una repartición uniforme de las caro
gas, al establecer las normas de cálculo deben considerarse tos resultados más desfavorables
correspondientes a cargas concentradas.
En el caso de cargas concentradas la distancia de las mismas al apoyo Influye conside-
rablemente, en cambio para cargas uniformes es determinante la esbeltez lIh (Flgs. 8.14 Y 8.15).
Como posición más peligrosa para una rotura por corte, con o sin armadura de corte, pa-
ra el caso de una carga concentrada, resulta ser una distancia a :::: 2,5 h a 3,5 h, a lo que corres·
ponde una relación momento-esfuerzo de corte MIQh = alh :::: 2,5 a 3,5. Para el caso de cargas
uniformes, esbelteces lIh = 10 a 14 corresponden al máximo peligro de rotur&por corte, es de·
cir, a la mlnlma capacidad portante al corte.
la capacidad portante al corte crece considerablemente, en el caso de cargas cercanas.
a los apoyos, al disminuir la relación a/h < 2,5; para cargas uniformes ocurre un incre·
mento similar cuando se tiene llh < 10. Esto responde a que el efecto de estallido resulta más
favorecido, cuanto mayor sea la pendiente de las diagonales Ideales comprimidas, suponiendo
naturalmente un buen anclaje de las barras longitudinales !racclonadas (Fig. 5.13). Al dimen·
sionar la armadura de corte, conviene tener en cuenta este efecto favorable en la capacidad
portante al corte.
SI en un dlagr~ma se representan los momentos de rotura de vigas de hOímigón armado
similares sin armadura de corte, con respecto a las relaciones entre momentos y corte, puede
observarse una disminución, que comienza para aJh = 1, alcanza su mlnlmo para a/h ::: 3 y
luego comienza a crecer hasta que para a/h =
7 alcanza el valor del momento de rotura por fle-
xión teórico. G. Kanl denominó a dicha depresión "Valle de corte" 190, 91). Flg. 8.15. El ancho y
la profundidad de dicho valle dependen de la rigidez de la armadura longitudinal tracclonada, es
186 www.codyjaramillo.com
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p p
,
'Col) [kp/cm 2 ]
100
\ carg1as con~entra~as
•O
,
\ V ./ Car~a unlf~rme ,l ,l
.0
40 t\\ O¡¡¡¡¡O¡¡U¡¡Op
12S 1=$
2S
JI\;:...,
'0 .... ~
~
l ' l
~
Flg. 8.13. Capacidad portante al corte de vigas sin armadura de corte para cargas uniformes y concentra·
das en función de JIh y respectivamente de a/h.
M [Mpm} p p
SU
12
- , -,- V=tl,1M;;;
Momento rotura por fleK. calculado _ Me
- h r- 1
•
10 j
§ \ V ,
&•
•, . 1\.... /' V\Momento MSU
,l ,l
;; Relación momento-corte
Q ·h
" .- .
h
O
, •
O 3 4 5
• 7 • h
Flg. 8.14. Influencia de la posición de la carga sobre la capacidad portante al corte en vigas sin armadura
de corte!J,lL = 1,88 %l.
- 1,88
~ 2,8~L ['/.)
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decir de la cuantla de armadura longitudinal f.ll y del grado de adherencia (ver Seco8.4.2.4). Al
disminuir f.ll, el momento de rotura por flexión decrece más rápidamente que el momento que
produce la rotura por corte, de modo que eluvalle", para cuantlas reducidas, es menos profun-
do que para cuantfas f./L grandes. La misiÓn de la armadura de corte es equilibrar la falta de ca-
pacidad portante al corte, puesta de manifiesto por la existencia del "valle" , de modo que
siempre se alcance la capacidad portante a la flexiÓn.
En el caso de cargas con M/Oh = alh > 1 o cargas uniformes para esbelteces IIh > 24,
aun sin armadura de corte, no existe peligro de rotura por corte. Considerando que en la zona
a < 1 h no es posible excluir la existencia de cargas concentradas, en las vigas esbeltas, en ge-
neral , se dispone una armadura de corte (arma'dura mlnlma).
Viga apoyada en
forma Indirecta (vi-
ga principal) (Iras-
*' -- -
d mite carga)
b) Zona de en -
cuentro
cl Rellculado
Flg. 8.16. Modelo de retlculado y determinación de la zona de encuentro de una viga apoyada Indirecta-
mente.
'88 www.codyjaramillo.com
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Sin embargo, fuera de la zona de encuentro, las vigas no resultan Influidas por esta for-
ma de apoyo y transferencia de cargas, es decir que el comportam iento resistente al corte se
mantiene Igual que para el caso de carga o apoyo directo; en lo que respecta al dimensionado
al corte, valen las mismas consideraciones. En la zona de encuentro los caballetes tracclona·
dos cumplen simultáneamente las funciones de la armadura de corte.
.,',' . t oU pat....l
toUparaPl ""l'!.
',2
: [J I I Zona de dispersión
',a 1- "-
: !m
-
111
--
a,e W I
0,_ :
I
¡
I
a "'l" .f!..
bh
a \0 2,0 3,0[·'.)
FIg. 8.17. Inf luencl. de la cuantf. de .rmadur. longltudin.I"L sobre la c.p.cldad portante al corte en vi·
gas sin armadura de corte (93).
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lar. Ambas influencias deben tenerse en cuenta, desde un punto de vista constructivo, ai pro-
yectar la armadura.
infiuencia adicional tiene el grado o calidad de la adherencia de la armadura longitudl.
nal: por ejemplo los ensayos efectuados muestran que, para una misma cuanlla de armadura
longitudinal, la subdivisión de Fe en barras de menor diámetro influye en forma favorable sobre
la capacidad portante al corte (85J .
K -
S
,
-=S- -
.
E EF (8.31)
Cuanto mayor sea EF, tanto mayor será la rig idez. Las barras de acero (armadura) resul·
tan en este caso en gen eral mucho menos rlgidas que las barras de hormigón (cordones
comprimidOS, diagonales comprimidas); por ejemplo, para,.. = 1% Y ·EeJEb = 7
1
K
e - E e F e ... 7 E b
. O 01 F • O 07· E F ... -
' b • b b 14
190
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U
~- b - - jI.
b) Viga-placa
7
+-
•• _0_ _ ::lo,. O
_1_1"-
'bo ·
11
6
z:;? •
Flg. 8.1 8. Comportamiento baJo carga de vigas de sección rectangular y vlgas·placa de hormigón armado.
at e, Bu (kp/cm 2 ]
3500
~
3000 "T
u
~
2500
1 t
·s
2000 - :J
o
~
I~ ' ..•
<
•
'l ..., • • -
1500 Ji
I! •
~ ,
1000
o" •
'"
o"
ir ",
• 3 0---0
- ......l/V
1j • 2 +-+
500
",
O
-500
I
P
!I " • 1
-
O 3
• 9 12 15 18 (MPJ
Flg. 8. 19. Tensiones medias en los estribos en vigas con distintas relaciones blb o (las restantes dlmen·
slones incluso ta secciÓn de ta armadura de corte se mantuvieron constan tes).
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I i i
I
I
/ I ,
I I
¡
I
I Flg. 8.20. Esfuerzo de tracción en los estribos con un
grado de seguridad al corte" para en un todo Iguales
o o 04 06 I~ y blbo = 6 (ver FIg. 8.21).
Fig. 8 21 FisuraCló n de una "Iga con bfbo ::: 6 p ara grados de cobefl ura del co rte muy dISPiJl(" ,
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100~.
I I
I 3 ,
,L ,
zona usual en la práctica zona usual en la práctica
Flg. 8.22. Repartición del esfuerzo de corte snlre el alma y el cordón par. carga de servicio y par. carga
celcana a la de rotura, en función de blbo.
PI
,
r
lP"
3000
1
2000
1000 1- Viga n: pu == 80 Mp
estribos verllcales 0-----0
~
Viga T2: PU == 100 Mp
estribos a 0 .5 -
O-I""'~-+-r- P
O 20 80 100 [Mp]
Flg. 8.23. Variación de las tensiones en los estribOs en vigas-placas de alma muy delgada (b/b o = 15) para
cobertur a total de la solicitación al corle.
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Ocurre también Que una parte del esfuerzo de corte es absorbida tanlo por el cordón
comprimido Inclinado como por la armadura del alma. Dicha parte origina efectos secundarios,
tales como:
También debe. tenerse presente Que aun para almas muy delgadas con blb o = 15 Y ca·
bertura total al corte segun M6rsch , la parte del esfuerzo de corte absorbida por la armadura no
debe Sobrepasar del 80 %, Y por ello tanto para estribos verticales como inclinados a 45 0 la
prueba de ello la dan las vigas T1 y T2 de los ensayas al corte efectuados en Stuttgart (Flg. 8.23).
Aun para vigas 1 con cordones extremadamente gruesos, la resultante de compresión en los
mismos puede tener Inclinaciones entre 1:12 y 1:20, de modo Que los cordones comprimidos
pueden absorber entre el 25% yel 15% del esfuerzo de corte Q.
1,2
Q'
O,,
0,<
r zona de disperslOn
0,2
O~--~----~----r----r----r----r----r---~
O 10 20 lO 50 60 70 80 [cm 1
,
Flg. 8.24. Influencia de la altura absoluta de la viga, o re3pectlvamenle de la altura útil h sobre la capaci·
dad portante al corte de vigas y losas Sin armadura de corle (segun 1931).
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(modified 'russ 8nafogy). En este caso la inclinación de los elementos comprimidos depende
de las relaciones de rigidez (expresada por blbO> y de la magnitud de la armadura de corte (ver
Sec. 8.4.2.5).
Los reliculados son estáticamente indeterminados por vinculo interno y s610 pueden re-
solverse con mucho trabajo debido a los numerosos parámetros que Influyen. Es por ello que
no son adecuados para dimensionar la armadura de corte, pero si para mostrar el comporta-
miento bajo carga. Análogamente al caso de la analogla clásica del retlculado (Sec. 8.3), es po·
sible, también en ta analogla ampliada mostrar, mediante reticulados simples, cómo influye la
Inclinación del cordón comprimido y de las diagonales Ideales comprimidas sobre los esfuer·
zas en los cordones y el alma (Flg . 8.26). Se observa asl que los esfuerzos de tracción en el alma
se reducen en función de la Inclinación del cordón comprimido o de las diagonales ideales
comprimidas de pendiente inferior a 45° y Que el esfuerzo en el cordón !racclonado aumenta en
los apoyos.
La analogla del reticulado ampliada conduce, desde el punto de '.lisia de los esfuerzos
de tracción en el alma que interesan especialmentE¡, a resultados que concuerdan con las me-
diciones efectuadas en los estribos.
Como consecuencia, y en lo Que respecta a la magnitud de los esfuerzos actuantes en el
cordón comprimida, deben tenerse en cuenta los esfuerzos de tracción en el alma y la medida
de los desplazamIentos v calculados en Seco 8.3.2 para el reticulado clásico son demasiado re·
ducidos y que en la práctica es necesario aumentarlos.
El cálculo de los esfuerzos internos que ocurren en el alma poco antes de alcanzarse la
rotura deberla tener en cuenta las reales relaciones de rigidez entre los elementos tracciona-
dos y comprimidos de la estructura para el estado 11 y el gran número de factores que influyen
(ver Seco 8.4.2.). Hoy aún no es posible un cálculo de esta naturaleza, por lo que el dimensionado
al corte se realiza mediante la analogla del reliculado .
Morsch ha desarrollado un modelo de este tipo en su " analogla clásica del reticulado"
mediante diagonales ideales comprimidas inclinadas a 45 0 . Si se dimensiona la armadura de
corte FeS según Seco 8.5.2, se habla entonces de "cobertura total al corte según MOrsch".
Si se compara el dimensionado según la "analogla ampliada del reticulado" deducida
de los ensayos de Stultgart con la armadura reducida en una cierta medida correspondiente a
los resultados de Mor-sch , se dice entonces Que se trata de una "cobertura al corte disminuida"
pero con una seguridad al corte total. Como concepto de "grado de cobertura al corte 1)" se en-
tiende la relación
, = Fe S efectiva existente
FeS según M6rsch
(8.32)
Como concepto adicional se introduce además la cuantla de armadura de corte ~S; que
corresponde a la relación entre la sección de armadura de corte medida horizontalmente (en la
dirección x = eje de la viga) y la sección de hormigón ba . es, donde es es la separación hori-
zontal entre las barras de la armadura al corte y bo el espesor del alma. Se liene asl
F
para barras de e,'
"S • b e sen a.
(8. 33a)
inclinación 0-: o •
para barras a V2F e,'
" 45 D : U
s • bo e , (8. 33b)
para estribos F
e, BU
verticales: "S • b o e
Bü
(8.33c)
8.5.2. Dimensionado de la armadura del alma para cobertura total al corte segun Morsch
Para reticulados que responden a la ana logia clásica según E. Mórsch, en la Seco 8 .3.2
fueron calculados los esfuerzos de tracción asl como también las tensiones 0e. S.
Dichas tensiones en el acero 0e, S' para la carga portante exigida, no deben sobrepasar
el valor caracterlstico ~S correspondiente a la calidad del acero empleado, es decir que para la
carga de servicio a debe cump lirse: 0e S" /3s/l ,75.
Con ello es posible dBterminar, mediante las Ec . (8.13) y (8.22) las secciones necesarias
de la armadura del alma Fe, s que corresponde a una separación es o también la sección
fe. s[cm1Im] referida a la unidad de longitud.
,,'
fe,snec. = ~,,~ 1
(8.34)
e '0 sen Ct + cas Ct
• e
En estas expresiones deben Introducirse la totalidad de las barras afectadas por un coro
le horizontal, con el área de su secciÓn: Un estribo de dos ramas con el doble del área de la sec-
ción, o en el caso de dos estribos de dos ramas yuxtapuestos, con el cuádruple de su secciÓn
por tratarse de 2 x 2 = 4 rama s. lo mismo vale para barras inclinadas levantadas, sean
simples o mültlples simultáneas.
SI en estas ecuaciones se Introducen los valores carac/erls/lcos de la tensión de corte
TO = Olboz definidos en Sec. 8.3.3 segün Ec. (8.28) se obtienen las siguientes fórmutas, de uso
corriente en la practica:
F ,
1
fe, s nec. =~:~b (B. 371
o o, sen o; + cos o.
"
para diagonales inclinadas de O' = 45°:
,
F
fe, s nec . =~ ,, .-- o
b
12
o (8. 38)
Fe,Bil 'o
'e, Bij nec. = ·-b (8.39)
'sa o, o
la cuantla de armadura al corte 115 segün Ec (8.33), para reticutados con eslribos vertica,
les y barras Inclinadas a 45° , surge de una fórmula fácil de recordar para el dimensionamiento
al corte con cobertura total segün Morsch , y que es
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Esfuerzos de tracción
RellculadO Esfuerzo de tracción Esfuerzo de tracción
en el alma Z. sobre en el cor~~~ _Z.
una longitud Z sobre el apoyo
CD 0,75Q
2 ® O,60Q /,50
1.00 1,00
J
,
t- 0.710
11° O,SQ
5 0,67Q /,50
A.O t - -1,5z ~ ~5l - .
2.j 1'.50 ~
1 íf .
, 0, 590 1,730
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198
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con respecto al eje JC. Para la carga porlante requerida , la armadura de corte sólo es necesario
que se la calcule para la parte (Ou - 00) del esfuerzo de corte 0u, cuando se utilizan las fór-
mulas de cAlculo de la snalogla clAslca del reticUlado, es decir que para la ecuación (8.34) re·
sulta:
F 1
fe, s nec. = -.!!..!
e
• , sen a. + coe a.
(8 .41 )
s
F
fa, s nec . = ___
e,s o
7
0U
- 7
00
b
1
(8.42)
•8
'- o sen a. + cos a.
:
,
:
I 21
'. ,
1--..
zona considerada
• a
Fig. 8.27. Dislrlbuclón earaelerlsl lca de las tensiones reales en las armaduras de corte.
Fig. 8.26. Modelos de retleulados simples que aclaran la influencia de talnclinación del cordÓn comprimi·
do '1 de las diagonales Ideales comprimidas sobre los esfuerzos de Iracclón en el alma '1 en el cordón trae-
cionado.
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que, para los apoyos intermedios, M/Oh crece hacia los mismos, y con ello las fisuras de corte
se hacen más verticales y penetran considerablemente en ta zona comprimida. En vigas con
armadura de corte se observó una correspondencia aproximadamente lineal con la resistencia
a la compresión del hormigón: en vigas de un solo tramo resultó TOO::::: ~w/20. para vigas conti-
nuas TOO::::: ~w/28 (ver [63]).
Mientras dichos ya lores no se confirmen en forma indubitable. TOO debe en lo posible
reducirse. Se recomienda uniformar su valor en
con ello las influencias de blbo y I-lL se mantienen del lado de la seguridad.
Mediante el valor caracterlstico de la tensión de corte, en las Seco 8.5.2 y 8.5.3.1 se obtu·
vieron las siguientes expresiones para la armadura de corte Fe S, inclinada de un ángulo cual-
quiera a con respecto del eje x .
segun M6rsch :
, 1 V ' 7" 1
fe, s nec . = - b ° o sen o. + cos o. -"Cs- -,o,- bo sen o. + cos o.
V· 7" o 7" 00 1
fe. s nec. = - --.;;,-s--"'-"- °
b -,:,.0,;;-;.;-;+0-;,000,:-:-.
V, 7" o ~ 7" 00
I'J nec. =
' oD
1 - v . , (8.44 )
v· ,
° °
Si de acuerdo con Seco8.5.3.2 se introduce el valor TOO =
0,03 (1wN y se tiene en cuen-
ta, de acuerdo con Sec o8.5.3.6 el limite superior de TO' resulta para I'J la curva de Fig. 8.28.
A titulo comparativo, se ha representado en dicha figura la reducción I'J = Toh o2, admiti-
da corrientemente por DIN 1045 (ver Sec o8.5.4.3) solamente para el entorno 2.
2
~ s min . ~s = 6 % · kp / mm (8 .4 5)
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2DO
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0,25
"tofl3WN
--
1 - . r-'
t omoJl . 0,23I3wN
(p ara eS!ribos Inclinados,
I k ---- t
1¡:----~
~ B"
--:..~t'
_.;;~:-- - _ en
0,05 ¡-
"---.::-,..~
- - ~
-
--:...:-...:- ::..;.
_- Bn
o •
I
O 0,2 O,~ 0,6 O,. 1,0
Ó, '17. !s1!l
t 02
Fig . 8.28. CuanUa de cobertura al corte rt para cobertura reducida y su comparación con OIN 1045.
= 0,14%
acero para hormigón 111 : IlS min
En vIgas cuyo espesor de alma es b > d es suficiente, en cada zona de borde, disponer la
armadura mlnima referida en cada una de ellas a un ancho br = h12.
Para vigas cortas de esbeltez lIh " 8, en el caso de cargas uniformemente distribuidas puede
utilizarse como factor de reducción del esfuerzo de corte
"
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... 8 h - . -.,
•
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Qred"KQ g+p
8.5.3.6. LImite superior de las tensiones de corte TO para el/ltar /a rotufa de las diagonales Ide·
ales comprimidas
Los ensayos al corte de StulIgart realizados en I/Igas1con cordones robustos y almas
delgadas, pero fuertemente armadas 186J mostraron que la capacidad portante al corte para
cuantlas al corte muy elevadas .,S, queda limitada por la resistencia a la compresión del hormi·
gón (ino existe resistencia al corte del hormigón!). Las tensiones en el hormigón 00S Ó 0b, 450
en las diagonales ideales comprimidas dependen de la dirección de la armadura de corte . De
acuerdo coo la aoalogla clásica del reticulado (Sec. 8.3.2.2) ya se tenia:
• 1,0 - ., ~
<
",
u
-
u
,'
••
~
O,S
T !¿/ ' ~~~::~-h.
,,
~
;; !-
¡;
•
-f +- I~
~
,, ,,
X ,-,- x.-º-
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o 2 a
,
\0
" h,
o• • ~ ~,
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G'"b,4S- [kp/cm 2]
C>b,45-
-
200
~PI
lOO
J[
120
- --
-
lo
80
40
O 2.
.0 200 (t-Ip]
O
" 120 160
Flg. 8.30. Tensiones Ob.45- medidas en las diagonales Ideales comprimidas en vigas con blbo :=: 15 para
elevadas so1icitaclones al corte (86].
Con el coellciente de seguridad 2,1 (rotura por compresiÓn) con respecto al valor carac·
terlstico de la resistencia a la compresión /lA = 0,7 fJwN y un factor de dispersión 1,15, resultan
los siguientes valores limites superiores de las tensiones admisibles al corte para cargas de
servicio:
0,7 "
TO max '"
"wN
2,0.I,15.2,1 .... 0 ,14I\vN
para estribos inclinados (a de 45° a 55°) muy juntos y para armaduras longitudinales de
tracción de barras nervuradas (factor 0,75 por tracciÓn transversal en las diagonales ide-
ales comprimidas):
O, 7 ~ . 0,75
w
TO max z
'1'.ñOC-:-''1".'1'5-:.-'2'.'1- " O, 2 3 ~w N
La DIN 1045 ha reducido los limites superiores. Por razones constructivas no tiene ma-
yor sentido uutlzar valores superiores aTo >::; 70 kp/cm J , porque en ese caso la armadura de
corte necesaria es dificil de colocar en las almas delgadas . Además, las barras gruesas de la
armadura en almas delgadas pueden originar astillamlento, ver {99j.
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203
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al Para flexión simple o compuesta, siempre que el eje neutro corte a la sección :
el valor caracterlstlco de la tensiÓn de corte en el alma para el estado 11, TO = O/boz, don·
de es determinante el menor espesor del alma en la zona traccionada (ver Seco8.3.3).
bl Para flexión y compresión y eje neutro que no corta a la secciÓn:
la máxima tensión principal al en el estado 1, en la zona comprimida del hormigón .
c) Para lIexión y Iracción y eje neutro que no carla a la sección:
el valor caracterlstlco TO calculado sin tener en cuenta el esfuerzo normal de tracción.
las variaciones de sección (altura variable, Sec. 8.6.1, o entalladuras y aberturas) deben
tenerse en cuenta para la determinación de TO ' tanto si su infl'Jencia es favorable como desfa-
vorable .
Zona 1:
T" o ~ .,. 011 para losas
.,. o ;ti; .,. 0 12 para vigas
., o < k 1 . ., 011
20
donde: } a: k} ,. O'd + 0,33 ~ 0,5 (8.46)
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(d = espesor de la losa en m)
204
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En las losas, con carga permanente total uniformemente repartida, sin cargas con-
centradas, no es necesaria una armadura de corte
si:
"'0 < k 2 · "'011
donde: 1 -~ k 2 ~ 0,12
d
+ O,60-~ O. 7 (8.47)
Si se dispone en las losas una armadura mlnima al corte de acuerdo con DIN 1045, Sec o
18.5.3.1, pueden utilizarse los valores de To12' Las vigas anchas (bo > 5 d) pueden ser considera·
das como losas .
En el caso de vigas, no es necesaria para la zona 1 una verificación de la cobertura al
corte, pero sin embargo, siempre debe disponerse una armadura m(nima al corte de
para aSt 111 y aSt IV, Que corresponde a una cuan tia mlnima al corte de ¡.¡s min = 0,125% (ver a
este respecto Seco 8.5.3.4). Para aSt 1, se requiere el doble del valor anterior.
Zona 2:
7' 011 < 7' o !!! 7' 02 en losas
7' 012 <,.. o j¡ ,.. 02 en vigas
~. (8. 49 )
T 02
y se lo compara en Fig . 8.28 con el grado posible '1 de cobertura reducida, de acuerdo con las
experiencias.
La reducción segun Ec. (8.48) no se permite en los casos siguientes:
Zona 3:
7' 02 < 7' o ~ 7' 03
Para dicha zona se exige cobertura total al corte, es decir Que la cobertura vale '1 = 1,0 Y
el valor de cálculo para toda la zona de la viga con el mismo sIgno del esfuerzo de corte es
T • T
o
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No se admiten valores TO > T03·
205
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En el caso de flexión y tracción y eje neulro que no corta a la viga, no se admiten valores
TO > T02'
2 , 02 12 18 24 27 3. necesaria
cobertura reducl·
.a
Flg. 8.31. Limites de los valores caracterlstlcos de ta tensión de corte TO par. cargas de servIcIo según DIN
1045.
206
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Despreciando las tensiones de compresión en el alma, el factor de transferencia" para el caso
de simetrla vale
d • b d (b - b ) b - b
• mI a o o (8.50)
b· d
• 2b
2 b da
a
6x
, Q (8. 5 1)
b - b
z' o
_ (8. 52)
• 2 b
,
Si la armadura de vinculaciÓn tiene una separaciÓn ea y una secciÓn efectiva Fe, a. re-
sulta entonces con fea = Fealea una tensiÓn en el acero
z'a Q
b - b
o
e,a •
o -f- (8.53)
z· f 2b
e,a e,a
b - b
o v ·Q
fe,a nec. (8 . 54)
2 b z· ~S
Partiendo del valor caracterlstico establecido en 8.3.3 para la tensión de corte en el al-
ma TO = Olboz, puede deducirse un valor caracterlstico Ta para la tensión de corte en la unión:
b (b - b )
T •
o o
a 2 b d (8.55)
a
F T.
fe,a nec. =~ d (8 . 56)
e o •
a e
Este valor Ta es mayor que TO para da < bo (b'bo) f2b lo que ocurre muy a menudo para las
grandes losas comprimidas en puentes.
Cuando se trafa de la vinculación de un cordón traccionado fuera del alma (Fig. 8.33) el
esfuerzo .6Z1 en cada lado, la correspondiente armadura del cordón Fe,l, debe unirse en el alma
a las diagonales ideales comprimidas a 45°. Para igual tensión en la totalidad de las barras de
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¡
¡-+ I I it=~-b-m-'---~r
- b: -.!'-
,,
I I
f, 0,,-<-+
~
al Variación del esfuerzo en el cordón comprimi-
do en el extremo de la viga y nolación de la seco
h
ción
F.
Fig. 8.32. Modelo de rellculado para la vinculación del cordón comprimido con el alma de una viga-placa.
Q . 6.x
, (8.57)
, ÓZ 1
t:.Z "'-- (8.58)
a Ox
y para una carga = 1,75-carga de servicio con 0e, a = (JS,la armadura de vinculación requerida
.5
F
fe,a nec. ~ ~ (8.59)
e z· ~S
•
El valor caracterlstico Ta de la tensión de corte en la unión de un cordón fraccionado es
b
= F el o • T (8.60)
F d o
e a
yen este caso, también es válida la Ec . (8.56) para la armadura necesaria de vinculación.
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#- b - - - - - ___
¡ - - - bml-\'o-
~Ia
F. tal.
lo
Diagrama de Z Fe ,a
,
h
~
z.j "Q
-"-'-'-
3
Z
Q ' 3
Flg . 8.33. Modelo de reUculado correspondiente a la unión del cordón Iracejonado del alma de una vig a-
placa.
Observación: Segun DIN 1045 valen como limites para los valores caracterlslicos Ta los
valores que aparecen en la tabla 8.31, donde, según 8.5.4.3, en la unión de un cordón tracciona-
do sólo se admiten valores Ta <; T02. Una cobertura reducida al corte, en principio no es admi -
sible; ver también a este respecto la deducción de las ecuaciones de dimensionado de las ar-
maduras de unión .
(8. 61)
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y z
,
M.
Zi' COB y Z •
'. h Z¡
de donde resulta
Mi
(tan YO + tan YZI (8. 62)
" Q - -
z,
SI se admite en forma aproximada, que los esfuerzos en los estribos pueden siempre re-
ferirse a las longitudes aso, i ;;r z¡, se obtiene con ello el esfuerzo relativo de tracción en los
estribos
z'
Bil,)
.• _
'l
zi
Q __
1 (tan y
M.
zi D
+ tan y )
Z 1 (8.63)
La armadura vertical en el alma con una sección activa de barra Fe, Bü y una separación
de las mismas de eeü, resulta, para 08 = (Js y, en general, para 1,75 veces la carga de servicio
conM¡=Myz¡=z
fe,Bil nec. =
Fe,Bil
eSO
" :z v• f3 [ Q - ~ (tan YO + tan Yz) ] (B. 64)
S
Para una viga de cordones paralelos, de acuerdo con Seco 8.5.2, Ec. (8.36) se tiene
'e.80 nee . = v· Q
:lo. J:l
s
y la comparación muestra que una viga con cordones Inclinados puede dimensionarse para un
esfuerzo de corte supuesto reducido:
En este caso, y en forma aproximada, puede admitirse que la incl inación del cordón
comprimido es Igual a la del borde superior del mismo; la armadura del cordón traccionado se
ubica siempre paralela al borde inferior del mismo.
E. Morsch 121 y H. Bay /100] llegaron a establecer por airo camino una expresión similar
a
para red:
Q red'" Q _
M (8. 65a)
11 tan ep
Q red
T (B. 66)
o b . z
o
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Cuando se apliquen las ecuaciones (8.65) y (8.65 a) debe tenerse en cuenta lo siguiente:
La Flg. 8.35 muestra algunos ejemplos de vigas de altura variable, donde en los casos al
y b) M Y z no aumentan o disminuyen simultáneamente y en consecuencia las tensiones de
tracción en el alma resultan mayores que en el caso de vigas de cordones paralelos (a red> al.
Para vigas continuas con cartetas segun Fig. 8.35 e -en especial para cargas mÓviles
de tránsito- E. Mórsch en (101 , 1), luego de minuciosos ensayos, recomienda tener en cuenta
la influencia variable de M y a a lo largo de la viga, mediante la siguiente aproximación , que
queda del lado de la seguridad:
a, red '" Q¡
• g+p
(8. 67a)
¡
+ '2 M 2 M2
al red " Q - -,,,,..g-;--,,--,,,,..,p (tan YO + tan Yzl (8. 67b)
2, g+ P z
D D, / D, /'
L--'--/ ~../... / / /
/
/ /
Z1li.o4 /
/
Zlli,i)//
/
Zs..z / ZSul/
/ a
/
/ / / /
/ / Z, / / Z3 / / Z2 / / z,
Diagrama de Cremona
~------------------, a
Li I I
Variación de los esfuerzos de tracción en los estribos
I I ZOo
Fig. 8.34. Retlculado clásico correspondlenle a una viga con cordones inclinados y delermlnaclón de los
esfuerzos en la misma.
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¡, al Ee (8.66) con ro = O Y 1Z =-,
a red =a + Mlzlan,
y z decreciente
foil creciente
~-----'!M
,---~",.;~~----<! bl En t. lona entre XI y X,
Ee (8.66) con 10 = -1 Y 1Z =O
~ z creciente a red = a + Mlz tan,
~- M decreciente
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Si el esfuerzo axil es de tracción, las fisuras de corte tienden a verticalizarse y los es·
fuerzas de tracción en el alma aumentan; sin embargo, ensayos efectuados en Stuttgart [1021
demostraron que la capacidad portante al corte de las vigas dimensionadas según la DIN 1045
no resulta afectada.
De eUo puede deducirse que, tanto en la zona de corte 2 (en que se admite una cobertura
al corte reducida) como en la zona de corte 3 (donde se exige una cobertura total), el dlmen·
sionado de la armadura de corte posee siempre grandes reservas de seguridad.
Por ello, fa DIN 1045 establece perfectamente que la influencia de los esfuerzos axiles
puede despreciarse en el dimensionamiento al corte, siempre que el eje neutro corte a la seco
ción.
8.6.3.2. FlexIón y esfuerzo axil de compresión cuando el eje neutro no corta a la sección
Si la excentricidad e de un esfuerzo normal de compresión es pequena (por ejemplo, si
en la sección rectangular es inferior a 0,15 d hasta 0,30 d, ver Fig. 7.27), en este caso el eje
neutro es exterior a la sección y la totalidad de la misma está solicitada a la compresión. Las
tensiones normales de tracción resultan ser en este caso muy reducidas, de modo que no de·
ben temerse roturas por corte en la forma indicada en Seco 8.4. En tales casos no se justificarla
efectuar un dimensionado al corte.
Por ello la DIN 1045 permite que en estos casos, cuando se utilicen sus especifica·
ciones para verificar la seguridad al corte, y para dimensionar la armadura de corte, puede par·
tirse no del valor caracterlstico corriente TO de la tensión de corte, sino de la máxima tensión
principal de tracción 01. La determinación de los valores de estas tensiones en secciones de
hormigón armado es muy laboriosa, debiéndose por ello partir de los valores correspondientes
a una sección de hormigón simple. En elementos estructurales sujetos a esta forma de solicita·
ción (como por ejemplO columnas) no es necesaria una verificación especial de la armadura
constructiva prevista (por ejemplo tos estribos de la columna considerados como armadura de
corte) cuando 01 < To12 (Tabla 14, DIN 1045). Seria de desear para el proyectista poder estimar
en forma fácil dicho limite . En principio sólo puede admitirse que para vigas rectangulares es
posible aceptar dejar de lado la verificación al corte cuando -Independiente de la excentrici·
dad- y para el eje neutro fuera de la sección,el esfuerzo de corte se mantenga a " 0,20 ·I NI.
8.6.3.3. Flexión con esfuerzo 8xil de tracción cuando el eje neutro es exterior a la sección
Si la excentricidad de un esfuerzo axil de tracción resulta e < Ye1 o e < Ye2, estamos ante
una sección totalmente fisurada (ver Seco 7.2.3.3), y sólo se dispone de los dos tensores forma·
dos por la armadura 'para absorber los esfuerzos de corte. En la práctica ello ocurre en el coro
dón traccionado de vigas de hormigón armado con aberturas en el alma. No se dispone aún de
ensayos de este caso excepcional de solicitación al corte, pero fundamentalmente, la capaci·
dad portante al corte sólo puede alcanzarse por el efecto de enclavamiento originado por la aro
madura longitudinal, para lo cual es necesario un buen estribamiento del hormigón que rodea a
la armadura.
Las normas que da la DIN 1045 no son s.atlslactorias y sólo pueden considerarse como
una Solución de compromiso. Conforme a ello no es necesaria ninguna verificación de la caber·
tura al corte, si la máxima tensión principal de tracción 01 para el estado I (!j, 0lmáx no sobrepa·
sa el valor caracterlstlco T0 12 de la tabla 14de la DIN 1045. En los casos donde 01 > Tot2, la veri·
ficaclón de la cobertura al corte debe calcularse mediante
Q
(8.68)
70 b (h-h')
o
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8.6.3.4. Influencia de los esfuerzos axiles en vigas de cordones pretensados
SI se calculan para una viga de hormigón armado de altura variable los esfuerzos relati-
vos de tracción en el alma mediante un reticulado clásico, teniendo en cuenta un esfuerzo axil
N, aplicado a nivel del cordón tracclonado, y Que origina un momento de reducción Me, puede
demostrarse Que el dimensionado según Seco 8.6.2.1 u 8.6.2.3 puede efectuarse para un esfuer-
zo reducido de corte O red, ver Ec. (8.65)
M
OredsQ- ,e (tan Y
D
+ tan YZ) - N· tan YZ (8.69)
La DIN 4224 (Cuaderno 220 DAfStb) c'on tiene una ecuación simplificada
Me
ared = Q-TtanqJ (8. 69a)
donde se supone el cordón traccionado paralelo al eje x, siendo tan cp la pendiente del borde de
la zona comprimida.
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9
Dimensionado a la torsión
las tensiones en el acero para el estado 11 permanezcan por dobajo del limite de escurrl·
miento.
las tensiones de compresión en el hormigón para el estado 11 no sobrepasen una fracción
de la resistencia a la compresión del mismo. que debe ser baja, porque en los punlales
comprimidos aparecen considerables tensiones secundarias.
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Los momentos torsores se originan muy a menudo por restricciones, es decir por Impe-
dimento de la deformación; se habla en este caso de "torsión por restricción". El caso clásico
lo constituye la viga de borde de un esqueleto de hormigón armado (Fig. 9.1), que como conse-
cuencia del empotramiento de la losa sufre torsión, y es Impedida de rotar por la rigidez a la fle-
xión de las columnas.
Considerando que en el estado It la rigidez a la torsión de una viga con armadura rectan-
gular (0° y 90° con respecto al eje de la barra) disminuye de 5 a 8 veces con respecto a la rigidez
a la flexión (ver Seco 9.3.1), estos momentos torsores por restricción resultan considerablemen-
te disminuidos durante la transición al estado de flsuraclón. Tanto es asl que, para el dimen-
sionado de este tipo de vigas pueden despreciarse, pero sin embargo, en el estado 1, ¡es nece-
sario tener en cuenta su influencia sobre las columnas!
En la torsión debida a cargas, los momentos torsores son necesarios para satisfacer las
condiciones de equilibrio; en consecuencia se producirla el colapso de la estructura si falla la
capacidad portante a la torsión.
Estos elementos estructurales (Fig. 9.2) deben dimensionarse para absorber totalmente
los momentos torsores.
En el caso de perfiles poco rlgidos a la torsión, por ejemplo, vigaslesbeltas, el esfuerzo
de alabeo por torsión puede ser importante para la absorción de cargas y en consecuencia es
necesario para el equilibriO. Para perfileslpuede considerarse en forma aproximada mediante
unas flexiones opuestas actuando horizontalmente en ambas alas. Para un análisis riguroso
ver [141}.
me (losa) ~-
Momento de cálculo
de la losa
Momento de empotramiento me de la
MT(viga losa = mT momento torsor en la viga
de borde (referido a la unidad de longi-
/' tud) mT = me (losa)
/
Me (COlumna).", /'
"•TIU
"1 e o " o , d • • mpoIT.mloo,o
~ MT de la viga de borde en la colum·
oa
'"moa
= momoo'o ""'0' MB. P'" ,. 'o·
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: P o
Momento torsor
Flg. 9.2. Ejemplo de torsión debido 8 cargas exteriores: voladizo solicitado e)(céntrlcamente.
Observación: el momento torsor debe referirse al centro de corte M, que coincide con el
barlcentro S únicamente en secciones con dos ejes de slmetrla; ver ejemplos en Flg. 9.3.
La torsiÓn pura con alabeo libre origina en las barras un sistema de tensiones prlnclpa·
les Inclinadas de 45° y 135 0 , de tracciÓn en el sentido de giro y compresión en el opuesto (Fig.
9.4). Dichas tensiones principales tienen trayectorias en espiral en torno a la barra y son máxi·
mas en la superficie (ver Fig. 9.5).
Para un sistema de ejes coordenados x·y paralelos y normales al eje de la barra, se ob-
tiene como tensión de torsiÓn sÓlo una tensión de corte
T • (9. 1)
T
(9.2)
o
dirección de 01 : Q:l " 45
I
+
S= M
-
:,
1. , S = barlcentro
=r ," S I 1,
para secciones de pared delgada:
1, L
I
b
'I
--L
I
6t,'h+t2'b
Flg . 9.3. Ubicación del centro de corte M y del barlcenlro S para algunas secciones.
Compresión Tracción
Flg. 9.4. Trayectorias de tensiones principales de una barra cillndrlca sujeta a lorsl6n pura.
-
-
-+-T-_ =
¡
t
- • -¡
- • (l-
t
- \V
- -
Flg. 9.5. Distribución de las tensiones de torsión en secciones rectangulares circulares y huecas.
21.
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Sección www.libreriaingeniero.com
TTm!x =
MT
JT
WT
~1 "r
-"n dT n d4
32
d
d;tOJ
-
"" d" di' "r " (d 4 .d;4)
-32
-+ "
-f-,
-" ",
G . b~ " • ,,2'
-" ,2
+-, -,¡..-+ " "
-t,
"r ,4
+,.,¡..
-+ ',SI
-;;l 0 ,1'1
"r
-r- d _·t p
bTd '" b' d
Fórmula da 8radt
tI tI
'2t:~t ",
2Fm · t min
¡, .!L
';
',:$:: 1 4 ' bm ' d m
+- 'm-.f..
Sección hueca reclangutar
"r 2
- - - > - •- > •
Fm : b m · d m 20 m · dm · tmln bm ·tl dm · t2 dm ' l]
-,¡..
d - 5,32
"r
dT 0,113 d'
-t-
.j - S,'I :~ 0,130 d'
Flg. 9.6. Tensión de torsión TT mb y momento de inercia polar para algunas secciones homogéneas según
la leerla de la elasticidad.
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21.
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En secciones huecas, cuyo espesor de paredes es pequetlo en relación con las restan-
tes dimensiones de la sección, la burbuja debe extenderse de la linea media de la sección ha-
cia todo el espacio vaclo. La analogla de la membrana de Prandtl es especialmente útil en sec-
ciones Irregulares para ubicar rápidamente los puntos de máxima tensión de torsión.
Asl como en la teorla de la elasticidad la ana logia de la membrana sirve para visualizar
las tensiones de torsión, lo mismo ocurre en la teorla de la plasticidad con la ana logIa del mon-
tlculo de arena de A. Nada/. Una sección totalmente plastificada posee tensiones de torsión
constanles, asl como el correspondiente montlculo de arena tiene el mismo talud en todos los
bordes (Fig. 9.8). El volumen del montlculo de arena es proporcional al momento de plastifica·
ción total Mr. u.
Para secciones constituidas por rectángulos es poslDle, aproximadamente, sumar los
JT de cada uno de ellos y distribuir el momento torsor MT en proporción a los JT individuales
(Flg. 9.9). Se supone con ello que cada rectángulo parcial gira en torno a su propio centro de
corte; en realidad existe un único eje total de torsión que pasa por el centro de corte de la sec-
ción total. En realidad el cálculo de los JT deberla efectuarse en relación al centro de corte M.
Pero como en el cálculo sólo aparecen las relaciones relativas de los JT, en general el error co-
metido es mlnlmo.
Para secciones cualesquiera irregulares, secciones substitutas constltuidas por elipses
o circulas Inscriptos, conducen a valores utilizables de Tf y JT (Fig. 9.10).
En secciones huecas se utiliza la fórmula de Bredt (ver Flg . 9.6).
2. F t (9.3)
m
Tangente
Membrana
Corte a-a
PresiÓn Interior
horizontal
tangente G' TT = O
tangente ~ TT max
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Flg. 9.7. Analogla de la membrana de L. Prandtl para régimen elastleo.
220
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:,...;//
\
)..-
-
Flg. 9.8. Analogla del monUculo de arena según A. Nadar para régimen pléstlco.
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s
~ S
anillo
" I
I
Secciones constituidas por la·
M
• s
Jas angostas cuyas lineas me·
dias se corlan en un punto.
,.
circulo
,,
"
l-
I
" " I ~ '-
V --.
I M
I
"
I ,-/
,-
- - - ~ -1
t-
"
, ,
. " b
," ~
Secciones huecas para deter·
minadas condiciones geo-
métricas
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I ¡-
I
I ~l
-W-
~I I
~ Sistema estátIco
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Flg. g.1 4. Distribución de las tensiones longitudinales por alabeo para una viga de sección rectangular.
223
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My [Mpm]
• f //1
6
4
V (la misma armadura)
2
ángulo especifico de t()(slón
O
O 2 , L
•
[1 ·10 · 2 J
Flg. 9.15. Torsión especifica de vigas de secciones llenas y huecas.
FiGTTl de dl b = 1
.0 ....... d/b:2
<
'º§• 60
~
•
•
• 40 di b '6 f&%B' :!0&:J =$
•"•
~
N
C.
J.-. ~
ii
20
O l-----1-.::.==~~=--~ MT
O 2 3 [Mpm]
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Flg.9.16. Rigideces a la torsión de distintas secciones rectangulares de igual area para los estados I y 11.
224
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Flg. 9.17. Modelo de una sección llena IIsurada en torsión pura según W. Fuchssteiner [lOS}.
por el centro de las barras longitudinales ubicadas en los vértices. En lo que respecta a la in-
tensidad de las tensiones en el acero y con ello en el dimensionado de la armadura de torsión,
el espesor tr de la pared de tubo hueco supuesto no tiene ninguna influencia y sólo se necesita
para el cálculo de las tensiones de compresión en el hormigón o del valor caracterlstico de la
tensión tangencial de torsión (ver Seco 9.3.3). Los valores limites de los espesores Ir de pared a
considerar figuran en Seco 9.3.3.
Al proyectar la armadura de torsión debe tenerse en cuenta que las paredes del tubo
hueco de pared delgada considerado para el cálculo se suponen constituidas por reticulados,
sea por una sucesión de reticulados múltiples o por reticulados cruzados, análogamente al caso
de los reticulados supuestos para las almas de vigas solicitadas al corte (Fig. 8.5). Las diago-
nales comprimidas de hormigón tienen un desarrollo hellcoidal en torno al tubo hueco con una
Inclinación de 135° con respecto al eje de la pieza. Análogamente que en el caso de corte, en la
torsión los reticulados tubulares se consideran como resultado de la superposición de reticula·
dos tubulares simples, de modo que el cálculo de los esfuerzos y tensiones se realiza en relicu-
lados simples; ver al respecto las figuras 9.18 y 9.19 según sea la dirección de la armadura.
Los esfuerzos de tracción del reticulado son totalmente absorbidos por la armadura, por
lo que no es posible una reducción Isimilar al caso del corte, porque estos reticulados no pose·
en ni cordones . comprimidos inclinados ni diagonales comprimidas de Inclinación menor de
45°.
(9. 4)
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Par. pasar al retfculado multlple se requiere conocer los esfuerzos relativos referidos a
la unidad de longitud aZ =2 bm . sen 45 0 bm V2 ao= = =
Con ellas es posible calcular las tensiones que ocurren en rellculados cruzados. Si para
una secciÓn rectangular se reemplaza b:n por el área media Fm de la secciÓn hueca, se tiene
para
- la tensión en el acero:
e
F
•. ..¡2 (9.6)
e,.
donde
F • secciÓn de la espiral
e, •
e • separaciÓn de las barras en la direcciÓn x
• (eje de la pieza)
- la tensIón en el hormigón:
O'
a o - o (9. 7)
b t 2· F . t
T m T
con tr = espesor de la pared del tubo hueco supuesto; para valores limites de tr ver Seco 9.3.3.
9.3.2.2. Reticulado espacial con barras longitudinales y estribos transverseles
Del equilibrio del nudo B del reticulado espacial de Flg. 9.19 (comparar con la armadura
de Flg. 5.18) se tiene con D450 = D:
0 -
o
12
y del equilibrio en la sección vertical 11·11 resulta
4,-
o
V2
asl como también
b
40 m (9,8)
0_' -2- o
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Empotramiento en
Esfuerzos caracteristlcos en la sección H la cara extrema
I
.......-'/.I. 0,,_
0,,_ /
Las barras de corOón no
absorben esfuerzos I
b ..
actoa MT
"."""",
===
Diagonales ideales
comprimidas
Flg. 9.18. Retlculado para torsión pura, con armadura de lorsión a 45 0 (sección cuadrada hueca y de-
sarrollo simple del reliculadc).
D
D " y " -{2 "
• D MT
D " (9. 9)
a
D Tm
ZBü MT
Z~tl " - - "- -
aBü 2
(9. 10)
2b
m
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227
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-cona
L
- -,-m .
U
b
m z'L • (9.11)
Para un retlculado compuesto, resultan con ello, para una sección rectangular con Fm
en lugar de b:n:
e Ba
(9. 12)
F
e. BU
z'L u
m
u • (9.13)
EF e, L m EF
e,L
D
Esfuerzos en las barras
que concurren ar nudO B
r'm
Cara extrema en
---- Barras traccionadas
Frg. 9.19. Retrculado para torsión pura en el caso de armadura de torsión paralela y ortogonal al eje de la
pieza (sección tubular cuadrada, retlculado simple).
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- la tensiÓn en el hormigón
(9, 14)
F . t
m T
v' M
T (9.15)
en la que, con la notaciÓn de Fig. 9.20, para un espesor tT de pared valen los limites siguientes:
tT '" ~ donde bm es la separación entre los ejes de las barras de los vértices correspon-
dlent~s al lado menor de la sección, resultando con ello definido d m.
Para una sección rectangular, la Fig. 9.20 muestra las distintas poSibilidades de elec·
ción de la secciÓn hueca sustituta:
b
b
..
para ;: < IFlg. 9.20 b)' F b d (9. 16)
6 m m m
b
m b b b 5 b
para > 6 (Fig. 9.20 c): F m "(b-6') (d-6') z sb(d- ) 19. 17)
S
SI resulta determinante el criterio tT = bl6, es decir cuando tas barras de esquina están
ubicadas cercanas al borde (Fig. 9.20 cl, corresponde elegir la sección tubular sustituta, según
[24J, de modo tal que sus lados exteriores coincidan con el perfmetro de la sección dada.
Observación: antes, de acuerdo con E. Aausch (1091 en la fÓrmula (9.15) se consideraba
a Fm como la superficie encerrada por el eje del estribo. Esta hipótesis resulta sin embargo In-
segura, porque con elta Fm resulta demasiado grande y .en consecuencia T~ demasiado reduci-
da.
En el caso de secciones constituidas por rectAngulos, para la determinaciÓn del área de
la seoclOn hueca se procede como indica la sección 9.21.
Para secciones irregulares, la sección hueca ficticia se forma de acuerdo a lo indicado
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en Fig. 9.22, donde d o en su caso d m corresponden al máximo circulo inscripto.
229
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• Detalle A
fF
• 'm
t,
II
/ = dm ....
d t,·t .,f.-,," -,¡..
a) esquemas básicos
T•
1 d •L
b) barras de esquIna ubicadas
Fm-t b1d -+¡
el barras de esquina ubicadas
profundamente cerca del borde
Flg. 9.20. Secciones huecas sus titutas para torsión en seccIones rectangulares en el estado 11 , y distintas
ubicaciones de las barras de esquinas.
I
r,2·
.~
5
t r ,l
d
="6
'tT ,n =
MJ
.-,-
dm
Flg. 9.21. Sección hueca sustituta para torsión de Flg. 9.22. Sección hueca sustituta para lorslón de
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una sección larmada por rectángulos. una sección ¡rregular.
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_• 'm
resp. __
• s
d se tiene en cuanta al
aplicar la fórmula de Brad!
1-
Flg. 9.24. Sección sustituta para el calculo de una sección tiples en cajón para puentes.
9.4.1. Ensayos clásicos,ala torsión de E. Mórsch efectuados en los afias 1904 y 1921
La rotu ra por torsi6n en cilindros huecos sin armadura (Fig. 9.25) confirma existencia de
tensiones principales de tracci6n a 45° y su trayectoria helicoldal.
Morsch, medi ante la serie de ensayos representados en Fig. 9.26, constat6 que una aro
madura dispuesta en una sola direccl6n a 0° 6 90° (s610 armaduras,longitudinales o transver-
sales) no podla aumentarse la capacidad de carga a la torsi6n. En cambio, las armaduras heli-
coidales dispuestas según las trayectorias de las tensiones principales de tracción en una úni-
ca dirección a 45°,conduclan a los mejores resultados, siendo la carga de rotura considerable-
mente mayor que la correspondiente al caso de armaduras en dos direcciones, a 0° y 90°. Es·
tos resultados recién fueron confirmados y ampliados en los anos posteriores a 1966 mediante
nuevos ensayos.
9.4. 3. Rotura a la compresión por torsiÓn (aplastamiento de los puntales comprimidos del hor-
migón)
La solici tación del hormigón depende en primer término de la dirección de la armadura;
además, adicionalmente aparecen tensiones elevadas secundarias .
Para armaduras a 0° y 90° se han observado en el centro de las superficies exteriores de
Fig. 9.25. Cilindro hueco de homllgón simple luego de su rotura por torsión (Morsch, 1904).
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,
,> ¡,'"
'>'V'-,"-,'
~ --- # . . . ...
Flg. 9.26. Ensayos a la torsión de E. MOrsch (1921) en cilindros con distintas armaduras (fJw = 150 kplcm').
las partes comprimidas, acortamientos (b del hormigón a 135 0 , que corresponden a tensiones
0b = 4 TT a 6 TT, es decir mucho mayores que las de esperar en la analogla del reticulado (ver
Sec. 9.3.2). Thürlimann y Lampert (Zurich) encontraron que la justificación res id la en el conside-
rable alabeo de las superficies laterales (Flg. 9.28), por lo cual las partes comprimidas lo eran
con gran excentricidad y por ello el colapso ocurrla mucho antes que para el caso de corte.
En consecuencia, en la torsión el limite superior de TT debe reducirse con respecto al ca·
so de corte.
Con armadura a 45 0 , el alabeo es menor Y 0b mAx un 40 % más reducido, pero, sin em·
bargo, y a este respecto, sólo existen actualmente pocos ensayos, por ejemplo ¡tl0).
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G'. ,Bu
' OOO~----------'-----'-----r-7?-'
4000
GJ
-----
Si mb
- ->---
f 6, Q :S cm
2000 -1--------+----
1000
o 2 3 4
Flg. 9.27. Varlacl6n de las tensiones en los estribos en vigas rectangulares, con armadura perpendicular
en torsión pura.
"
Tensiones secundarias de
flexión t través de un corte de la
-"'0-""" zona comprimida Os
'1 i,
tracción
Superficie de
dOble curvalura
estribo
.,11 04 13 N
T .. 0. w,
" ,----,
. e, BU Fe de un estribo
(9. 19)
T, BU t · e T BU tr' separación de los estribos
F
e,s
.,¡2
(9.20)
IlT , s '" t T . e s . "o< t .,
T s
con es = separación entre barras en espiral en dirección x; las barras longitudinales sólo son
constructivas, en especial en las esquinas.
- lensión en el acero
1I 1I
TT TT
a
e ".,,--'---
IJ T , L IJT,BU
resp. a , IJ T, El
(9. 21)
tensión en el hormigón
_F EF L 1,75 MT
f e, eo nec ,. -:'''-'",Bü" , 'e,L nec :: e, '" (9 . 24)
e u 2· F
BO m m
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(9.26)
F
0 __ "
_,8
'e, s nec (9.27)
• 8
~s
donde es =
separación entre armaduras a 45° con respecto al eje de la pieza.
Con el valor caracterlstlco T~ según Ec. (9.15) resulta
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(9.23)
a • (9.22)
b
Para el valor de T~, calculado con la Ec . (9.15) en la sección tubular suslituta según Seco
9.3.3 y con 1,75 veces la carga de servicio, es posible sobre la base de los resultados experi·
menlales disponibles, establecer los siguientes limites superiores:
II
'T m3.ll: "
1
"6
. O, 7 ~
w. N
para armadura de torsión constituida por barras
longitudinales y est ribos normales.
Dichos valores sólo pueden utilizarse para separaciones de estribos reducidas e" '" 10
cm (ver Seco 9.4.4).
I
I-IT nec = 'T
0e adm
(9.29)
donde 0e adm no debe superar el valor 2400 kp/cm l . Todas las restantes consideraciones como
en la Seco 9.5.1.3.
Ellfmite superior de la solicitación por torsión se establece limitando la tensiÓn tangen·
cial de torsIÓn TT, determinada mediante la teorla matemática de la elasticidad para carga de
servicio, a los valores TO,2 de la tabla 14, de la DIN 1045.
9.6. Dimensionado an el caso da torsión combinada con esfuerzos de corte y/o mo·
mentos flexores
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poder deducir modelos correspondientes al estado de rotura. Como aciaraciÓn damos a contI-
nuaciÓn algunos eJemplos; en lo que sigue nos referiremos a la blbllogratla especializada (113,
1141 además de otras citas bibliográficas.
Si predomina la flexiÓn, la zona comprimida de la misma permanece libre de fisuras
(Fíg. 9.3O).
Para torsión de valor considerable, reducido momento flexor M y gran esfuerzo de corte
a puede suceder que sÓlo quede sin IIsurar aquella cara donde las tensiones tangenciales por
corte y torsión sean de distinto signo (Fig. 9 .31), es decir en la cara donde las zonas comprimi-
das correspondientes a la ana logia del retlculado para corte tienen dirección opuesta a los de
las zonas comprimidas del rellculado espacial del caso de torsión.
En las superficies de rotura que muestran las Flgs. 9.30 y 9.31, se supone una fisura con·
tinua en espiral en tres caras, de pendiente constante y una zona comprimida en la cuarta. los
esfuerzos de tracción en las armaduras que aparecen a lo largo de las fisuras, pueden deducir·
se de tas condiciones de equilibrio, si se admite como Simplificación, que en todas las barras
se alcanza slmultaneamente el limite de escurrimiento (lo que en realidad no siempre ocurre).
P. lambert ha investigado en detalle la combinaciÓn momento flexor + torsiÓn (651. Su·
pone, para el caso en que predomine la torsiÓn, un modelo de retlculado espacial hueco en ca·
Jón, en el que los elementos comprimidos varian su Inclinación de cara a cara. El ángulo de
Inclinación con respecto al eje de la pieza es, en general, distinto de 45°; supone con ello Que
en las caras determinantes de ta rotura, tanto las barras longitudinales como los estribos,
alcancen el limite de escurrimiento.
El dimensionado sobre la base de un modelo de rotura de este tipo es relativamenle
complicado. Por ello es comun proponer como base para el cé.lculo diagramas de Interacción
deducidos de resultados experimentales. Dichos diagramas no tienen aun una aceptación ge-
neral, por cuanto el cálculo y disposición de la armadura en los ensayos ha sido en muchos ca-
sos deficiente, hecho éste que influye considerablemente en los resultados. Ensayos cuidado-
sos mostraron cómo, en el caso de torsión con flexlón,los esfuerzos caracterlstlcos posibles
de absorber (en la rotura) dependlan de la disposición de la armadura longitudinal (Flg . 9.32,
165]).
-, - +-I·,Hi¡
.
.,/ .---, . .
1'"
e "'12 ;8.Q~l1cm
-....., ~ ~
1.0
e
O~
O.' " M~
~
10,12 "12,0:11("1
0.4 ~
\ " 16'12 111 12,0;l1c"1
~
O)
armadura
O ~ longitudinal transversal
O 0.2 Q4 O.' 1,0 Mulo!
Flg. 9.32. Relación momento torsor-momento fla)(or para el estado de rotura par. distintas disposiciones
de 'a armadura (segun (65D.
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sino solamente los valores de Fe correspondientes a los esfuerzos caracterlstlcos resultantes
de los mismos estados de carga. Asl se deben sumar
Al dimensionar los estribos, en ciertos casos, puede aplicarse para la parte que corres·
ponde a la tensión tangencial por corte,la reducción de la cobertura segun Sec. 8.5.3 ó resp.
8.5.4, pero sin embargo, MT debe considerarse siempre con todo su valor.
',' \
\
,,O OIN 1045 119721 " I I Bo 250 I
I
I
I
I
I
I
I
O 'o,
lo I t o O t-~------~~-7.~~
O 0,18 0,78 \0 ~4 2l,4 lO kplcm 2 ]
Fig. 9.33. Umltfls para". y to asl como también 1: ho + T'f) en corte y torsión (el lndiCI10 ) representa el valor
limite cuando .ctúan independlentemenle a 6 Mr).
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Como limite superior de TO 'J rr valen las condiciones (ver Sec. 9.6.2.3):
7'0"7'03
·7'T ;!;7'o2
La armadura de corle necesaria debe determinarse por separado pare TO 'J rr. en el caso
que I (To + rr) > To12' SI se tiene TO < To12, en ese caso la armadura calcul ada en base a TO
puede reemplazarse por la armadura mlnlma segun DIN 1045, Sec. 18.5.3.1. los valores de las
armaduras calculadas para cada caso deben sumarse. .
Si I (TO + rr) " To12, no es necesario proceder al cálculo de verificación de la armadura;
só lo corresponde prever una armadura conslructiva, lenlendo en cuenta las normas relativas a
armaduras mlnlmas.
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10
Dimensionado de elementos comprimidos
de honnig6n armado
ff p
.,..,---l ---+It
para peQueflos Angulos
1resulta:
B ;¡ B' ¡ a.
e
N ¡ O
¡.. p
deformada con
~r!:) =P(e+'1)
Flg. 10.1. Viga sin deformar(l)., deformada(2)(fuera Flg. 10.2. Columna esbelta solicitada por compre-
de escala). siÓn excéntrica.
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,--- ~s
---/----< ----l----<
-~s
Flg. 10.3. Diagrama,,· ( para un materlalldealmen- Flg. 10.4. Diagrama" -, para un material Ideal
te elástico (Ley de Hooke). elastoplástlco.
con respecto al de e. Para asegurar el equilibrio entre los momentos e)(teriores y los Inlernos es
necesario tener en cuenta las deformaciones al determinar los esfuerzos caracterlsticos. En
consecuencia, las condiciones de equilibrio deben satisfacerse para el sistema deformado, es
decir, en leorla de 11 orden. Las bases para el cálculo de las deformaciones las constituyen los
diagramas tensión-deformación (o' l) del material utilizado, donde debe tenerse en cuenta la
dispersión de todas las propiedades.
1 " -~--
P
"
[
\
J
P"
\ 10
\
p••
P
P P
,
Fig. 10.5. Barra con
carga 8)(11.
.,
.,
I
'
'. ' .. '. " \
r@~IO"""""@~Ib"""""@~""""""P-'O-b-,e-m-'-d.-.-Sl-'-b;-lid-'-d-'-O-'-b-'-"-"-'-'-"-'-d-.-,-.-q,-,-,,-.,-,o-11P
@prOblema tenslanal
Fig. 10.6. Diagramas
carg.delormacl6n.
o Problema de establ1idad sin bifurcación del equilibrio
miento elastoplastlco Ideal según Flg. 10.4, el comportamiento bajo carga varia fundamental -
mente al alcanzarse el limite de escurrimiento en la secci6f'\ más solicitada.
En el penodo elásllco (oe '" j1s) el momento interno que es capaz de absorber la sección
'i que se opone al momento de las fuerzas exteriores, puede aumentar t;n la medida que lo hace
este ultimo momento M = P (e + v) en función de la deformaciÓn v creciente. Sin embargo, el
momento Interno crece mas lentamente cuando en el borde se alcanza el limite de escurri·
miento y la plastlficación continúa penetrando. La capacldaljl de carga se agota cuando el
diagrama 3 en Flg. 10.6 alcanza su máximo para Pkr = carga érltica.
Para cargas P < Pkr Y deformaciones v < vkr el equilibrio se mantiene es l ... ble; para
P = Pkr Y v = vkr el equilibrio resulta Indiferente. En este estado la plastiflcaclón de la sección
ha penetrado tanto que, para pequenos incrementos de Pkr del orden de II P, el momento de las
fuerzas Int9flores crece menos que el de las exteriores. Para P > Pkr ya no es posible equilibrio
alguno y se produce el colapso de la barra; Pkr se denomina carga portante.
Si se aumenta la deformación por sobre vkr. el equilibrio sólo es posible cuando simultá·
neamente se reduzca la carga P. Esta rama descendente del diagrama carga-deformación defl·
ne el estado de equilibrio Inestable, por cuanto pequenas perturbaciones conducen instantáne-
amente al colapso de la barra.
SI P < Pk .. exlsten dos posiciones de equilibrio; uno estable cuando v VI Y otro ines- =
table para v = v1 . Debido a que el diagrama carga-deformaciones es continuo, se dice que se
está ante un problema de estabilidad sin bifurcaciones del equilibrio.
La configuración de deformación (configuración de pandeo) correspondiente a P = Pkr
se denomina elástica de pandeo del sistema, ver Seco10.1.2.1.
10.2.1. Planteo del problema de los elementos esbeltos de hormigón armado comprImidos
El comportamiento bajo deformación del hormigón armado no puede ser descrito en foro
ma tan simple como muestran las Figs. 10.3 ó 10.4. El diagrama o - t para el hormigón no es line-
al y es distinto según sea la calidad del hormigón (ver Fig. 2.20). La distribución en la zona
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comprimida difiere de la correspondiente a la zona traccionada, donde s610 es posible alcanzar
valores reducidos de la resistencia. Además, en el hormigón sujeto a una carga de larga dura-
ción, se originan deformaciones plásticas función del tiempo, que aumentan la deformación ia-
teral v. Para '31 acero de dureza natural puede suponerse con suficiente aproximación un com-
portamiento elastoplástico según Fig. 10.4, con las mismas resistencias en las zonas trac·
cionada y comprimida, ver Fig . 7.5. F'ara el acero deformado en fria, las reservas de resistencia
por sobre la rama horizontal 0e = fJs son de cierta Importancia e incrementan la carga porlante.
Al actuar conjuntamente el acero con el hormigón en el hormigón armado, resulta despropor·
cionadamente más complejo el tratamiento anaUtico de la relación entre cargas y deforma·
clones que lo que resulta para el acero solamente. Los métodos de cálculo utilizados en cons·
trucclones metálicas para resolver problemas tenslonales en teonas de 11 orden y en problemas
de estabilidad del equilibrio, no pueden aplicarse sin más a elementos de hormigón armado.
Los diagramas cargas-deformaciones de columnas de hormigón armado tienen , en ge-
neral, y en función de la cuan tia de armadura, la forma que muestra la curva 3 de Fig. 10.6. La
columna puede romper antes de alcanzar la deformación cntica vkr. Tal es el caso cuando para
P < Pkr, se alcanzan los esfuerzos caracterlsticos de rotura que es capaz de absorber la seco
ción según Cap. 7 (Indicados como Mu y Nu). En la Flg. 10.7 se han representado en un diagra·
ma de interacción función de Pu y Mu las posibilidades de Colapso. En el mismo la curva O ca-
racteriza el colapso por haberse alcanzado los valores de los esfuerzos caracterlsticos de rotu-
ra según Cap. 7 con deformaciones [e Y ~b limitadas, ver Fig. 7.29.
Cuando las deformaciones v son despreciables (por ejemplo, para columnas cortas), la
barra rompe para PUl (rotura del material, curva 1). Para esbelteces moderadas l. = sK'i Y defor·
maciones v perceptlbles,sólo se puede alcanzar la carga PUl < PUl , en cuyo caso y como conse-
cuencia del incremento de la excentricidad de e a (e + v), resulta Mu1 > MU I (rotura del mate-
rial, curva 2). El colapso tiene en este caso también origen en el hecho de haberse alcanzado
los esfuerzos caracterlstlcos de rotura; estamos ante un problema tensional de Ir orden. $1
continúa aumentando la esbeltez, la deformación adicional v crece muy rápidamente, y para
Pkr ' < PUl la barra se vuelve inestable, sin que se hayan alcanzado los esfuerzos caracterlsti·
cos de rotura según Cap. 7 (rotura por Inestabilidad del equilibrio, curva 3).
p
--- ,
I
I
1, •
p. Q'l M Q'l
U' U
p
~------------~~--------~"U
curva~: Se alcanzan los esfuerzos caracterlsticos de rotura de la sección (Pu y MU segun Cap. 7).
Curva Relación P·M para y
I : = O; MI .0/Pu..0 .. v; rotura del material.
Curva : Relación P.M para y" O; Mu01Pu 'D = (e + v); rotura del material
Pk,@no se alcanza por rotura previa del material.
Curva@: Relación P·M para y .. O; Mkr@/Pkr'® = e + v; rotura por Inestabilidad.
Flg . 10.7. Posibilidades de colapso de elementos comprimidos de hormigón armado, representadas como
diagramas de interacción entre Pu y Mu.
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p para
z
QM F{1 para " "
2,0 Po Po
,,
1
" 3
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1,0
..-/: V ,,
I
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o
O 50
d""=T
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3
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1
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I
,
1 "
1,0
,,,
). .",
--,-
J
O
O 50 100 150 100
Fig. 10.8. Relación 0M entre las cargas portantes de columnas con distintos diagramas de momentos en
función de la esbeltez ..1. [118].
"u "u
1,6
O,, O,,
"
IOL
156
156
"u
1,'
Caso a) Caso b) Caso e)
laL
•
,', / " / / " P /
Pu, Pu u
.)<
,,
,,,
I
O,,
,
I
" I ,
I
,,
-,
m
/ , Pu Pu P
lJ<! _~
O,L 'Is '1 'l~-'l
Caso c) a, = - e,
Flg. 10.9. Oiagramu de Interacción para esfuerzos caracter1sllcos relativos da rotura mu y nU de colum·
nas rectangulares con distintos diagramas de momentos, en función de la esbeltez .1..11191 .
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La mayor capacidad portante de las columnas cuyo diagrama de momentos no es cons-
tante reside en el hecho que las deformaciones laterales de la barra son menores. Por ello, las
verificaciones de la capacidad portante de columnas con diagramas de momentos variables,
en la hipótesis que se tenga el =
el' resultan siempre del lado de la seguridad.
En la FIg. 10.9 se han representado los diagramas de Interacción para esfuerzos carac·
terfstlcos de rotura relativos mU y nU para tres distintos diagramas de momentos que corres-
ponden a las mismas conclusiones que las derivadas de la Fig. 10.8. Han sido construidos para
secciones rectangulares, con armadura simétrica y una cuanlla de armadura promedio y cons-
tante.
« -
b - Pu para Bn 150
,,O
~
-'-_l - -
d-.
2,0
..·t. . . . .
d •
B St 42/50
•• 5
d •
r- a
¡.la "I-'~
h'
:0,1
=0,4 .,.
1,0
O ).:~
O 50 100 150 200 i
Flg. 10.10. Relación 0b enlre las cargas portantes de columnas de Bn 550 y de Bn 150 en función de la es·
beltez 1 y la e)(centrlcldad relativa eld (118].
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Pu p.r. 851 50155
a,' pupar• eS! 2un
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~o ~
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O ~. S.k
O 50 100 150 200 '
Flg. 10.11. Aelaclón "e entre 'as cargas portantes de columnas con B SI 42150 Y las con B SI 22/34 en fun-
el6n de la esbeltez 1. y la excentricidad relativa eld [118j.
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851L2/50
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0,1
J
o
O so 100 ISO
Flg. 10.12. Aelaclón al" entre las cargas portantes de columnas con una cuantla)l.o =..
'o = 2 -;. Y las de
columnas con fo'o =
Ji o = 1 % en función de la esbeltez 1. y 'a excentricidad relativa eld (118J.
una reduccIón de la carga portante; véase al respecto (120, 121). En la Flg . 10.13 se han repre-
sentado los resullados de ensayos (121]. en los cuales columnas con .1. = 104 Y e/d 0,1 =
fueron sometidas a cargas de larga duraciÓn consIderablemente distintas, ya que en una serie
el tiempo de aplicación de la carga fue de 4 meses y en otra de cerca de 8 anos. Puede obser-
varse la Influencia favorable del endurecimiento a largo plazo sobre la carga portante luego de
cerca de 8 afias, pero también la fuerte reducción de la capacidad de carga en 'unción del valor
relativo de la carga a largo plazo y de la duración de la carga con respecto a la de corto plazo.
La reducción de la carga portante es, para carga de larga duración elevada, tanto mayor
cuanto más grande sea la excentricidad. Con armadura más fuerte, la disminución puede redu-
cirse considerablemente. Resulta especialmente pequena para elásticos de doble curvatura (el
pOSitiva, ea negativa).
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Deformaciones de la barra O
bajo carga de larga duración O 0,4 0,6
Las deformaciones de cada una de las secciones de la barra o las curvaturas de sus ele-
mentos de longItud dx, resultan influidos por los siguientes parámetros:
"u
l:a/d
L_+l____J~:;¡;:=_=:6="~,~d=.:b¡dOt l:Jf/d
twd
a
T"
FIg. 10.14. Influencia de un. Inexactitud lIe sobre el esfuerzo exll relativo nu que puede ser absorbido para
pequeflas y grandes excenlrlcldades, representada en torma de diagrama segun Flg. 7.27.
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De acuerdo con (1221, la Fig. 10.14 muestra, por ejemplo, cuán dillcil es tener en cuenta
la incertidumbre mencionada en 1): para pequeflas excentricidades e" para un error en el valor
Aa, la reducciÓn tt.n, del esfuerzo axil nU es considerable, mientras que en el caso de excent rici-
dades eJ mayores, para errores tt.e de Igual magnitud, la diferencia ¿nI en el esfuerzo a absor-
ber es despreciable (ver a este respeclo Flg. 7.27).
En muchos campos de las construcciones se utiliza cada vez mb la excentricidad acci·
dental eu como parte del tratamiento anatltlco de la seguridad. Al valor eu se lo hace depender
en general de la longitud de pandeo sK o también la excentricidad accidental relativa euld de la
esbel tez SK/d, porque la carga portante depende fundamentalmente de la esbeltez (ver Seco
10.1.2).
E: dx
2 (10. 1)
dx
d
la variaciÓn angular referida a dx, dqJdx , es la derivada segunda, y", de linea elás Ilca,
o sea igual a la curvatura It:
~ : y"
d x ." d
'2
(10 . 2)
en la misma, (, y {I deben introducirse con su signo; en consecuencia los valores de It: son nega-
tivos.
la eco (10.2) es también válida para secciones con zona de tracción fi surada (Estado 11,
Fig . 10.15 b), siempre que tI se haga igual a:
d - X
E" = I!: (10. 3)
2 e~
(10. 4)
Db + D', + D,
MzD
i b' Y d
+(D'e -D e I(~2 - h'l
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a) Estado I
d'
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,
2
--- d
b) Estado 11
t---------------.-__~----,~
dk E:zdk
d,
d.
, ,l
+.- - - - - h ,L
Fig, tO,t5. Notación de un elemento dk para la determinación de la curvatura ~ para flex ión con compfe·
slón en los estados I 'J 11 .
, 1
Ide - de ) 1-- .)
2 ':>
(10, 6)
Para determ inar los esfuerzos inlernos relativos db 'J de, de es necesario además cono-
cer los diagramas,, · (para el hormigón y el acero. Para el cálculo de deformaciones al verificar
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la capacidad portante (teorla de II orden), en general se utilizan los diagramas ideales (bi-
lineales) 0-' del hormigón y acero, según Figs. 7.4 y 7.5 respectivamente.
5i, para cuantlas mecánicas dadas
F' ~s
y e
bd
~R
, Tensiones en el hormigón
~ ';J.: b
• /~ 0
/
Tensiones en el acero
,
," ""
/ G'
i
G,
d /
I
I~ F~ F,
II Esfuerzos internos
Olstrlbución de deformaciones
"
E, -- E.
E,
Fig. 10. 16. Deformaciones. fuerzas y esfuerzos caraclerfsllcos en una seCciÓn rectangular con armadura
simétrica para el estado l. www.codyjaramillo.com
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Flg. 10.18. Diagrama m -n - IC con n como parametro para secciones rectangulares con armadu ra si-
métrica con "o ;- ;;O :: 0 ,24 y B SI 42/50 (segun Flg. 10.17 b)
m;
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Q)Q)
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n¡ :: consto
- - - - .- :.=---"
<D ni = const o
.ji .ji
a) esfuerzo longitudinal redu cido b) esfuerzo longitudinal de gran
0\ intensidad n,
Flg. 10.19. Principales re laciones momen tos-curvatura para esfuerzos axUes de compresión de pequena y
gran Intensidad.
Las diferencias generales ent re las curllas correspondientes a pequenO$ y grandes es-
fuerzos de compresión, surgen de la observación de la Fíg. 10.19 claramente:
Para la estabilidad de una columna esbelta de hormigón armado ocurre a menudo que
no es el punto 4 el determinante, sino los puntos 2 ó 3, que corresponden a haberse alcanzado
el ¡¡mite de escurrimiento en la armadura, porque en dicho caso el momento de los esfuerzos
internos no crece tan rápidamente. las recomendaciones que figuran en la Seco 10.5 y en la
DIN 4224, para cálculos aproximados, utilizan las propiedades antes mencionadas de las curo
vas M - N - x, con N como parámetro; ver Fig. 10.18.
la inclinación de las curvas ni, analogamente a lo que ocurre en la teorla de la elastici·
dad. puede interpretarse como rigideces a la fle)(ión EJ. Aproximadamente dichas curvas dan
al mismo tiempo, aproximaciones válidas de la verdadera rigidez a la flexión de secciones de
hormigón armado sometidas a solicitaciones crecientes.
wo ó x (3, 5'
12 )0,0 + 3· )0,1 • 0,5 · )0,2) (extremo superior de la barra)
óX (10. 7)
Wk :: 12 (1'.k_1 + 10 "k + kk+ 1)
óx
W
n
12 (3,5· )O,n + 3 1'.n.l - 0,5· )\.n-2) (extremo Inferior de la barra)
Para la barra recta se tiene que, para ell er paso de la iteración, M = constante y con
ello x = cte., de modo que resulta:
1
wo ~ W
n
~
2
!lx,)\. (10. 8)
- , y - p
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260
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puede concebirse la determinación de la linea eláslica v(x) como el trazado del diagrama de
momentos M(x) debido a una carga Ideal Plx) = xIx). Para ello se supone a la barra cargada en
los puntos k con las ca~as concentradas Wk y luego se determina para este estado de carga
tos momentos flexores Mk mediante los procedimientos corrientes. En consecuencia, los mo-
mentos flexores M k corresponden a las deformaciones de la barra vk(11, los esfuerzos de carie
Qk a las rotaciones de la barra f4lk(11 debidos al primer paso de la iteración.
, Las condiciones de apoyo del denominado sistema substituto de Mohr deben elegirse
en concordancia con las condiciones de deformación de la barra comprimida. Para una barra
comprimida articulada en ambos extremos se tiene:
v • O M' O
• I O QI O
Por conveniencia se adopta un numero impar de elementos 6.X y en consecuencia, en el
primer paso de la iteración de los pesos elásticos W puede expresarse Inmediatamente:
- 1 1
e Q " - r:W - W " - 8' It (10.9)
n 2 O 2
..
y para el centro de la barra m
. --.-.
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(1)
M v (lO. 10)
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Fig. 10.20. Cálculo de deformaciones segun Vianello (ler paso de iteración).
261
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O- O
O
Mn~~2~O
(10. 11)
comprobándose ast \a exisl encia de un estado de equilibrio estable para una carg a \1 veces la
carga de servicio.
El colapso de una barra por efecto de una carga \1 veces la carga de servicio se man if ies·
ta por el hecho de que, en un paso de iteración, el valor J(k de la c urvatura corre spondiente a los
esf uerzos caracterl sticos Ni = \l' P y Mi = \1 • P (e + vl\ln)), en las relaciones M - N - J( segUn
Flg. 10.7, resulta exterior a la envolven te de las curvas M - N-J(. Los puntos exteriores a las
envolventes, implicarlan deformaciones lb> 3,5 %o o (e > 5 %O, lo cual no es admisible según
Cap . 7.
Ello signific a que las deformaciones de la barra no convergen hacia una linea elástica
estable, sino que las mismas crecen continuamente y por (lila conducen a la rotura de la barra
Esta tendencia es común en las deformaciones del acero poco antes de alcanzarse ellfmite de
escurrimiento .
En forma totalmente análoga puede efectuarse la verificación de la capacidad portante
de una columna empotrada en su base y libre en su extremo superior. Sólo hay que tener pre·
sente que el sistema substituto de Mohr lo constituye una barra empotrada en su extremo su·
perlor y libre en el inferior (Fig. 10.22).
En el caso de una barra comprimida estáticamente indetermi nada por v(ncu(o externo,
se parte en general de una barra articulada en ambos extremos y las incógnitas hiperestáticas
se determinan de forma tal que satisfagan las condiciones de deformación.
Para la barra articulada en su extremo superior y empot rada en el inferior (Fig . 10.23), lo
anterior significa que: en cada paso de la iteración para determ inar las deformaciones horizon·
tales, debe determinarse el momento de empo tramiento Xn en el punto n, también por iteración
medi ante las relaciones M - N - x, de modo tal que se obteng an <¡In = 5 = o.
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También en el caso de barras comprimidas, las dimensiones de sus secciones varlan en
forma continua o discontinua (b, h, Fe) o cuyo eje se encuentra predeformado, o con varias car-
gas concentradas, la verificación de la capacidad portante según la teorla de II orden, puede re-
alizarse adaptando el método de Engesser-Vianello.
El método de Engesser-Vianello permite tener en cuenta el aumento de las deforma·
ciones como consecuencia de la contracción si, por ejemplo, se establecen nuevas relaciones
M - N - ¡( para un módulo E reducido del hormigón Eb = Et/(1 + Ip). En la práctica es sufj·
ciente adoptar hipótesis simplificadas que se verán más adelante.
10.4. Método de la barra sust itut a y determ inación de las correspondientes luces de
pandeo
-.¡r! v ' .
O
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O W,
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k k
1Barra comprimida
W,
Fig. 10.22. Sistema sustituto de MOtif de una columna empotrada en su base y libre en su extremo supe-
rior.
O w, ao:..po ¡;jo ~ vD
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k Wk Mk ~ vk
1 'Tv.
Qk' "Pk
x, ,1 W, C!in:-Pn' O Mn • v n
Fig. 10.23. Cálculo de las deformaciones segun Vlanello (Teorla de 11 orden). en una barra rigidamente em·
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potrada en su extremo inferior y articulada en el superior (estáticamente indeterminada).
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De esta definición de la barra equivalente surge que en primer término es necesario esti-
mar en forma adecuada la "longitud" de pandeo sK (en realidad la longitud de la barra equiva-
lente que conduce al mismo grado de seguridad), denominada también simplemente "longitud
equivalente".
Mediante la esbeltez Á como cociente entre la longllud de pandeo sK Y el radio de giro ¡,
en la práctica puede establecerse rápidamente si no existe peligro de pandeo, si el mismo es
insignificante '1 con ello es posible un cálculo aproximado, o si el mismo es grande lo que hace
Indispensable recurrir a las relaciones M - N - J( y al complejo procedimiento numérico de
Vlanello según Seco 10.3.4. En la verificación general de la capacidad portante de acuerdO con
la teorla de 11 orden no es necesario recurrir al concepto de esbeltez.
Para la barra normal se han desarrollado medios auxiliares en funciÓn de la esbeltez,de
la magnitud de la excentrlcidad,de los valores que definen a la sección y al material, etc. (por
ejemplo D1N 4224 o cuaderno 220 de la DAIStb) que slmpllllcan enormemente el trabajo numéri-
co, siempre y cuando la longitud de pandeo de la "barra sustituta" pueda estimarse con sufi·
ciente seguridad.
10.4.2.1. Generalidades
En general, la longitud de pandeo para la aplicación del procedimiento de la barra
equivalente se determina sobre la base de la teorla de la elasticidad,para lo cual se consideran
cargas transversales aplicadas solo en los nudos. El comportamiento aneláslico de los ele-
mentos de hormigón armado (en especial pérdida de rigidez como consecuencia de fisuraciÓn
en el estado 11) debe tenerse en cuenta,especialmente en los dinteles de los pórticos de nudos
desplazables.
De los clásicos "casos de Euler" se sabe que la relaclólI /l entre la longitud de pandeo
SK '1 la de la barra es funciÓn del tipo de sustentación de los extremos '1 que sK corresponde
siempre a la longitud de la semionda de la configuración de pandeo del mismo sentido de curo
vatura o, en su caso, de la distancia entre los puntos de inflexión de aquélla (Flg. 10.24). Si los
extremos de la barra son desplazables horizontalmente, en tal caso sK resulta ser conside·
rablemente mayor que cuando no son posibles los desplazamientos; en consecuencia, es in-
dispensable tener presente si las estructuras están fijadas horizontalmente en forma rlgida o si
pueden experimentar desplazamientos, en cuyo caso estos últimos pueden obedecer a distin-
tas causas (aslmetrla del sistema o de las cargas, efecto del viento, temperatura, expansión
del hormigón, asentamientos del terreno, esfuerzos de frenado de grúas, etc.). También puede
ocurrir que el empotramiento de las columnas no sea rlgido, de modo que loS " casos de Euler"
no pueden considerarse como una base segura para la determinación de la longitud de pandeo.
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r (EJS / S)
k • (10.1 2)
E( EJ
R
I t)
k = O corresponde a empotramiento rlgido y k = ... a articulaciones.
En la Fig. 10.26, se indican las rigideces kA y kB correspondientes a los nudos A y B de la
columna AB.
En general, para EJ se considera la sección de hormigón en el Estado I sin tener en
cU,enta la existencia de armaduras . En rigor deberlan utilizarse las rigideces para v veces la caro
ga de servicio, lo cual para Jos dinteles significa prácticamente considerar siempre el Estado 11 .
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Flg. 10.25. Configuraciones y longitudes de pandeo de algunos pórticos con nudos no desplazables.
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I 1 A 1
kA ~
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EJ. 1 I '1 EJ A1 ' '1
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EJe, It 1
Flg. 10.26. Ejemplo de calculo de '8S rslaclones de rigidez kA '1 ka segun Ee. (10.12) para la columna A-B.
k, I3 z 'M's k,
~
- 50,0
10,0
5, 0
3,0
1,0 1,0
0, 8
1,0 1,0
0,8
0,0
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0,7 -_
0,8
0,0
O,,
No ..
t o"
la ul lUzaclón
0,1
t
de esta zona
0,1
Fig. 10.27. Nomograrna para determinar la longitud
1 0,5
de pandeo SI( para barras comprimidas con extre-
° mos elasticamente empotrados no desplazable!.
[126, 127).
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n.-.- 15
f .2,5 (lIáUdo para K < 2,5)
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Fig. 10.28. Longitudes de pandeo de barras elásticamente apoyadas [1281.
266
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la rigidez del dintel EJII resulta con ello notablemente menor que EJI , 10 que reduce el grado de
empotramiento de las columnas y aumenta las relaciones k de rigidez.
B. C. Johnston (126J y J. G. MacGregor (127) han construido un nomograma . Que permile
obtener la longitud de pandeo SK = ~. s en función de las relaciones de rigidez kA y kEi (Fig.
10.27). Puede observarse, Que para mayores valores de k también aumenta la longitud de pan
deo. Para una barra comprimida con kA = 1,0 Y ka = 0,5 por ejemplo, de la Fig. 10.27 se ob·
tiene una longitud de pandeo sK = 0,725 s.
A este respecto, en DIN 4224 (H. 220 DAfStb), se hace notar que por razon es de seguri·
dad, no se debe partir de valores de k inferiores a 0,4.
Para casos especiales de barras elásticamente empotradas, desarrollaremos a conti-
nuaciÓn un procedimiento debido a H. Kupfer (128J . las constantes elásticas de rotación c (mo-
mento en el nudo que origina un giro + 1) se suponen conocidas. En este caso, con
En la expresión de c deben considerarse sólo los dinteles que concurren al nudo, cuyas
rotaciones elasticas e, en el caso de pilares superpuestos con peligro de pandeo, deben reparo
tirse entre dichos pilares. la repartición debe efectuarse de modo tal que el "g rado de solicita·
clón al pandeo" [K = SKJ PI Eb J b resulte el mismo para todas las co lumnas con longitudes de
pandeo sK > sI2 (y siempre y cuando para las mismas sK no haya sido determinado para articu-
laciones).
En la bibliografla, por ejemplo (129},existe numerosa información complementaria relati·
va a la longitud de pandeo en elementos comprimidos de sistemas de nudos no desplaza bies.
Pueden ser aplicados a casos generales aunque han sido desarrollados para materiales homo-
géneos como el acero.
2fi7
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2 - 2
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Fíg. 10.29. Configuración de pandeo de un pórtico de varios pisos.
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P p ,,
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Fig. 10.30. Comparación de las configuraciones y longitudes de pandeo de sistemas con nudos fijos '1
desplazables.
T
'K,
1
Fig. 10.31 . Configuración de pandeo de un pórtico empotrado. desplazable con cargas en (as columnas de
distinta Intensidad.
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268
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k, ka
~ ~
100
"30 ,, 'l30
%
20 20
10 3 10
,• ,•
, 2
,
2 2
'.'
----- - --- --
a
,W7f0 W/0~~
1 a
no debe utilizarse esla
lona
Flg. 10.32. Nomograma para la determinación de la longitud de pandeo SK de barras comprimidas. corres-
pondientes a pórticos múltiples desplazables \126, 1271.
se
¡las I
seguridad! Sin en
también Q.uede ser
En el caso d.Pó"';''os desplazables, para determinar el valor k del dintel , debe necesa-
riamente ulllizarse momento de inercia JIU) correspondiente al Estado 11, mientras Que para
las columnas puede aceptarse JII), Cuando Jt
quiere evitar cálculos muy precisos, puede acep-
tarse una reducción de la rlgldeP'. la flexiÓn del dintel hasta por lo menos el 60% y en el caso
de un dintel articulado en un extremo, hasta el 35%.
En los pó rti cos múltiples de varios pisos, el nomograma da coeficientes ~ de la longitud
de pandeo suficientemente exáctos, unlcamente cuando el grado de solicitaciÓn al pandeo de
dos columnas superpuestas no difieren en más del 25%.
Además, en sistemas aportlcados desplazables, es Indispensable elegir culdadosamen·
te las condiciones de empotramIento en las fundaciones, porque aun peQuenas rotaciones de
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269
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f, ---f',
1
I -1
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~ .
'1 Rotación lfI
de la fund a-
•
N
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•
J
clón
\ N
"l',
~
I \ •
Empotramiento d· Empotramiento elástico I \
gido en el terreno
I,
en el terreno
I
\
,
\
\
I \, -.f
Fig. 10.33. Comparación de las deformaciones y longitudes de pandeo correspondientes a una columna d·
gidamenle empotrada en el terreno y otra elasticamente empotrada.
J,
J,
í, 'K2
, 2SVN¡+ N Z' VI. O,l.e
'N,
- ,t N, N, t
-J , •
J ,
,
I
J,
" I -+
pórtico empotrado , 'VN!, N, oN Z
,,.. 0,1. c;
'K' 0,2 e
J,
1, , ,.
J. 'K2
'V NI' N 2
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O,l. e
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N, N,t,
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J,
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entramado múltiple
J,
~ ,
, J, I
J, " F, ' , J,
Jofo Ji,F, J,f¡ J
J, 0'
J, , m
[2J a o lm-11 Jil
. .
F, , [ 2F a o ¡m ·I} F,
m
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Fig. 10.34. Fórmulas para el cálcu lo de \a longitud de pandeo de sistemas aporticados desplazables.
270
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'lA" 20
2) eld ... 3,5 para Á< 70
eld ... 3,5 ·mo para Á> 70
(10.14)
En casos especiales, como ser torres o pilares de puentes muy altos, puede convenirse
con la direcciÓn de la obra, otro tipo de verificaciÓn.
Fundamentalmente, la distribuciÓn de la excentricidad accidental o consecuente curva·
tura Inicial de la barra comprimida debe ser afln con la configuraciÓn de pandeo: es decir que la
barra solicitada ai pandeo posea, cuando no está sujeta a tensiones una deformacIÓn previa
cuyo máximo valor sea eu en la sección de la máxima defOfmactón por pandeo (Fig. 10.35 a, c.) P.
ra simplificar el cálculo debe, sin embargo, suponerse a la deformaciÓn previa con variaciones
lineales parciales (Flg. 10.35 b) o tenerse en Cuenta mediante una excentricidad adicional (Fig.
10.35 dI.
las deformaciones lentas deben tenerse en cuenta cuando en sistemas no despla·
zables resulta..l. > 70 (en sistemas desplazables..l. > 45) o cuando en el tercio medio de la longi·
tud de pandeo resulta eld < 2,0. Deben determinarse p~lIfa las cargas permanentes correspon·
dientes al estado de carga de servicio (en casos especiales Incluyendo las partes correspon·
dIentes a las cargas mÓviles) y teniendo en cuenta las deformaciones elbticas originadas por
las mismas (Teorla oe 1I orden) )' excentricidades accidentales eu. la deformaciÓn por fluencia
lenta puede calcularse en forma aproximada mediante las ecuaciones que figuran en Seco
10.5.4.5.
las def-:>rmaclones conducer" especial en barras comprimidas de sistemas aportica·
¡ ~
"
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-.-- , -#-- ,.3 ,
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I ,I
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I • Iy
I
1
}
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I I .1
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Flg. 10.35. Hipótesis sobre la distribución de excentricidad accidental ey Sobre la longitud de la barra.
272
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10.5.3. Verificación simplificada de elementos comprimidos de reducida esbeltez (20< .l." 70) Y
sección constante
Estos elementos comprimidos pueden. sobre la base del procedimiento de la barra sus-
tituta. dimensionarse mediante una excentricidad adicional l. la deformación laterat y de la
. barra por efecto de v veces la carga de servicio y la excentricidad accidental eu• se tienen en
cuenta mediante la excentricidad adicional f. que debe suponerse constante sobre toda la ton-
gitud de pandeo. En sistemas desplazables con}. > 45 debe considerarse, ademb, la deforma-
ción por fluencia lenta vk.
Para la verificación de la seguridad al pandeo es determinante la sección ubicada
dentro del tercio medio de la longitud de pandeo, a la que corresponde para el estado de carga
de servlclo,la máKima excentricidad normal e del esfuerzo axll. En sistemas no desplazables. la
máxima excentricidad normal e debldai a la carga de servicio en el tercio medio de la longitud
de pandeo, para variación lineal de momentos entre extremos de barras. puede calcularse en
forma aproximada en la forma siguiente:
1
• • -
N (O ' 65 . (1 0. 15)
J:M1
r• O ' ~O •• "N'
-+
~i
,
..'
- +
•
","" 1...,
,• - - - - -
~
~
1
,~
o' f
- -+ '1.
•• .,.':tt j..., •
<l 'l
1 N
SecciÓn de dimensionado (). Conflguracl6n de pan- DistribuciÓn de la ex·
O para la verlllcacl6n de la deo y lercio medio de centrlcldad adicional I
seguridad al pandeo la longitud de pandeo
Flg. 10.36. Sección de dimensionado y distribución de 'a excentricidad adicional I para una barra compri·
mida no desplazable, empotrada en su extremo superior y articulada en el Inferior.
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273
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t ~
¡
\ \
~'~
N
\
-,
.,¡.- ,
:~+, ~
t
______ I "
Distribución
de la excentri·
do' tud de pand~o cldad adi-
cional'
Fig, 10.37. Sección para dimensionar y distribución de la excentricidad adicional f para un pórtico em·
potrado de nudos desplazables.
En los pórticos desplazables los nudos, en general, estan ubicados en el tercio medio de
la longitud de pandeo. Por ello, en estos casos, e debe siempre determinarse mediante los mo·
mentas de los pilares en correspondencia con los nudos del pórtico. En el caso de la figura
10,37 se ha representado la determinación de f para el extremo superior del pilar.
. Con el valor de e as! determinado puede calcularse la excentricidad adicional f median-
te las siguientes ecuaciones:
e 20 e
f=d h -
para O • d
< 0,30
100
YO ' 10 +
d
~ O (lO. 18)
e f = d h - 2O
para 0,30!: < 2,50 ~ O (10. 19)
d 160
e
para 2,50!:d' <3,50: r"'d~(350_~)
160 ' d 'O (10. 20)
donde
(= S<fdi'm.m ~' ~?,.".~,)
(= 3,46· SK'd para secciones rectangulares)
e = máxima excentricidad normal del punto de aplicación del esfuerzo para carga de servicio
en el tercio medio de la longitud de pandeo
tez reducida, ocurre al agotarse la resistencia de los materiales (ver curva para 1 = O en Fig.
10.38).
La barra de Fig. 10.36 (correspondiente a un sistema no desplazable) debe dimensionar-
se en la sección Q.O para Nu = v N y Mu = v N (e + f) Y en el extremo empotrado para
Nu = \1 N Y Mu = \1 M"
10.5.4. Verificación al pandeo simplificada para elementos comprImidos esbeltos O. > 70)
Las formas muy variadas de las curvas de los diagramas m-n - It, de Fig . 10.18 -con
n como parámetro- se reemplazan por tramos rectos según Flg . 10.19. Dichas recias, para
barras comprimidas con BS! 42150 y BSI 50155 se han elegido como prolongaciones de las rec·
tas de unión de los puntos 8 y b, donde el punto 8 queda ubicado a una altura de 0,5 mU sobre
las verdaderas curvas n y el punto b a 1,0 mu sobre el punto de Intersección a - 2 (en el caso
de carga axil reducida) o respectivamente O - 3 (para grandes cargas axiles), ver Fig . 10.19.
Las tablas 28 b a 36 b del cuaderno 220 de la DAIStb, contienen los siguientes valores:
3
curvatura relativa XV · - la . KU . d
" m_ o
_
bU (10.22)
I ¡¡ I
n • (10.23)
(10.24)
El factor fJ (ver labia de Fig. 10.41) sirve en este caso para poder usar para otras calida·
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des de hormigón, las tablas calculadas para Bn 250.
275
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(10.25)
Para barras comprimidas con eSt 22134, en el cuaderno 220 de la DAfStt:;, en las tablas
37 b a 39 b se incluyen valores basados en un.diagrama poligonal en lugar de la recta sustituta .
NU
nu; _ _-
i3
b·d · R nu d•
1,_ ,< Según teorla de
I orden
"Ud
f ¡N
\2 Según teorla de
11 orden I
If
I
¡f
• • K
~,
1
0,<
\
\
IN
1
N•
O m U '· ~
b· i3
O 0,1 0,2 0,3 0,< R
Fig. tO.38. Curvas de carga portante de elementos comprimidos para distintas esbelteces l .
m m
0,5 m.n--t-;~
Curva correspondiente a n
, Curva correspondiente. n
0f-------------~--~
O
a) Diagrama para esfuerzos
U R
"U "
b) Diagrama para esfuerzos longitudinales
longl1udlnales reducidos de gran Intensidad
Fig. tO.39. Aproximaciones de las relackmes m-n -2, con n como parámetro, para elementos comprlml·
dos con eSt 42/50 y BSI 50155.
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276
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y moJI
- '-=-fl -,
/
I
'.
J:im : T
\
.... Yk \
,
----f
'. 1
2
•
t V.N
Flg. 10.-40. Distribución de la curvatura y diagrama de momentos virluales para el cálculo de la dellexión ia-
tera' v max.
- 2 [ 5
v
ro
=
J ."'. M. da .. - 8 K 48 ( "'m -
(10.26)
1 2 1
v m ... - 10 8 K ( )l m + '4 "' e)
1
r}m EN
U [
••
300
2
-(e+-)+-("
10 m
+ ~
4
.)]
e
(10.27)
M
--lJ
IIN
U (
sodm "odm
-(e+--)+--
300 10
[
•
U
"u
+_+
4
"u + N U
4
(e
Bu
+ ';g;) 1) :
Sodm
=N - (e + - - ) + (lO. 28)
U{ 300
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277
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Para barras comprimidas con aSt 22/34, resultan dos ecuaciones de condición, debido a
las rectas sustitutas quebradas necesarias para este caso, reproducidas en OIN 4224 (H. 220,
OAfStb).
10.5.4.4. Nomogramas
Partiendo de la Ec. (10.28), K. Kordlna ha construido nomogramas, que figuran en OIN
4224 (H. 220 OAIStb) como tablas 28 a a 39 a. las mismas permiten dimensionar para n, mi, eld
y SK'd dados, es decir, determinar directamente la armadura necesaria. En ellas se tiene en
cuenta la excentricidad accldenlal eu y no es necesario sumarla a la excentricidad normal e. En
la Flg . 10.41 se ha reproducido uno de dichos nomogramas; en la Seco 10.5.4.6 se aclara su
empleo mediante un ejemplo.
(10.29)
En la misma se tiene:
N
• ~ = seguridad al pandeo, relerida a la carga de pandeo de Euler NE
No
2
(EJ)TT
N E • _ _,,...--'W,- • carga de pandeo de Euler, d,!nde
'K
(E JI • [0,6+ 20· (\l + ¡.l' ) ] . E . J : rig idez activa a la flexión
W o o b b
N
D
• parte de la carga de servicio que actúa en forma permanente = carga permanente
q:¡ • coeficiente de contracción diferida según Ec. (7) de OIN 1045, Seco 16.4.2 (ver a este
respecto Seco 2.9.3.3)
'K
e • 300 = excentricidad accidental según Ec. (10.14)
u
(10. 30)
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cuya solución se ha representado en el diagrama de Flg. 29 del cuaderno 220 de OAfStb.
278
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Tabla 29 a
f7.1=l=T
Esfuerzo normal reducido Bn 250
RU\ B SI 42150
h'/d_O. IO
". ~-'-;- ~r--------'
~,-I '..,;
Sistema estético de la bar" sustitut a
)..'
•
"
..
aplicación: SK'd > la
El efecto de la excentricidad accidental Su
según DlN 1045,Sec. 17.4.6, ya se tiene en
, ~__~C~"~'~O~I'~'~O~.~I~~~~~~~~___________
Excentricidad normal
Factor de transformación fJ
Calidad del
Bn 150 Bn 250 Bn 350 Bn 450 Bn 550
,
hormigón
Armadura necesaria:
Fe tot F +F
e e
Fig . 10.41 . Nomograma para el dimensionado de elementos comprimidos esbeltos (Tabla 29 a del cuader-
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no 220 DAIStb, DIN 4224).
279
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). a
1.r;;;' 8K
V12. d a 3,46 rr
10 O
, - 87 > 70
Considerando Que la esbeltez}. eSj> 70, es necesario tener en cuenta las deformaciones
por contracción diferida.
Con Ho =
0,5 Mp, No 25 Mp,= qJ=
0,2 Y~o tol. =
2,5% se calcula la deformación dife-
rida en la forma siguiente:
,u 'K 10,0
" 300 • 300 " 0,033 m " 3,3 cm
3
n· [0,6 + 20· 0,025] . 3· 10 . 03~
2 6
, 12
",," - 20 . R
2
10,0 . 25,0
0,8' 2,0
v
k
'" (0,100 + 0,033)
[
2,718
20,8-1
1] a 0..011 m - 1,1 cm
Bn 250
BSt "2ISO
E
t .0,266m o
'ii
• ~
•
o _. O
tolo . 8," toIpm
Momentos
t
Barra sustituta Secci6n y materiales
lIexores
1 8,' 2
m .. 1, O • 175 Mp/m
0,3 ' 0, 4'0,4
'K lO, O 25
-d- ' O,T "'
• 0 , 277
O,, " 0,69
En ia parte derecha del nomograma (Flg . 10.41) se marca el punto Que corresponde a los
valores SK'd = 25 Ye/d = 0,69; en la escala del borde Izquierdo se busca m 175, Yluego se =
unen ambos puntos mediante una recta. Entre las rectas gula verticales vecinas, correspon·
dientes a n = - 200 Y n =- 300, se determina por Interpolación sobre la recta 1 el punto
correspondiente a n = - 263. La ubicación del punto asi determinado, que da la solución, refe-
rida a las rectas fJJ • foIo tal) nos da la cuantla necesaria de armadura.
En este caso se llene
O,confJ = 1,OYfolotol = 0 ,0 22
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SI se traza una linea auxiliar 2 entre el origen de la escala SK/d derecha y el punto que da
la soluciÓn, su prolongaciÓn hasta la escala de momentos de la Izquierda nos da el momento
\Ag según la teorfa de 11 orden:
Il 2
m • 300 Mp/m
"_ N
- b. d · ~1t
- 0,7 ,
I
- 0.6 t--+-j-+--"--~
i-::--+---.--1
-O.'
- 0.5f'-.,-l'.....-+-cr....'-+----1~+--1
-0,45--
- 0,4
- O. J t----+-+_
-0.2+-+_
- 0,1
"
FIg. 10.43. Ejemplo de la determlnacl6n de la armadura mlnlma para el caso de secciones de hormlgOn no
utilizad.s al maxlmo.
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282
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la Flg. 10.43 sirve como aclaración , y corresponde a una parte simplificada de la Fig .
7.20. Para una sección rectangular de 30140 cm armada simétricamente con SSt 42150 y de 8n
250, se han obtenido como esfuerzos caracterlsUcos determinantes (por ejemplo luego de reali·
zar una verlfic.c16n simplificada de la seguridad al pandeo según Sec. 10.5.3) los siguientes:
Con estos valores, el punto 1 nos da JoIo nae = ..o = 0,04 o también
, 0,04
¡.lo nec " !Jo 24.,0
• '" 0,17 %
0,355 2
Fenec = Fenec = l'Otl . 30· 40 • 4.,3 cm
10.8.1. Seguridad al pandeo para el caso de esfuerzo de compresión con excentricidad en dos
direcciones
10.6.1.1. Generalidades
SI una fuerza de compresión excéntrica actúa, por ejemplo, en una sección rectangular
no sobre el eje x o el y sino en un plano oblicuo con excentricidades ex y ey (compresión axil
con flexión oblicua, pandeo oblicuo), la barra, según sean los valores de ex/b y eyld , las corres-
pondientes rigideces a la flexión EJ x Y EJ y Y las configuraciones de pandeo en las direcciones
x e y, pueden pandear tanto en la dirección x como en la y.
Para determinadas relaciones, la dirección de pandeo puede, sin embargo, ser también
oblicua (no " pandeo en dos direcciones" sino en una dirección oblicua). Para pandeo oblicuo,
las verificaciones son naturalmente dltlclles, y no se conocen aún soluciones exactas que re·
Quieran un trabajo ,ezonable.
283
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Si se superponen los tercios medios de las configuraciones de pandeo (por e/emplo, co-
mo en el caso corriente de las columnas de esquina de edilicios elevádos) pueden lambién
efectuarse las verificaciones en forma ~areda peral .. direcciones principales x e y, siempre
que la columna tenga sección rectangular y la relaciÓn entre las excentricidades relativas ex/b
y eyld se mantenga Inferior a 0,2. Ello significa que el esfuerzo normal resultante está aplicado
dentro de la zona rayada de Flg. 10.45, en cuyo caso es tg CI " 0,2 bid.
En todos los casos restanles, la OIN 1045 exige una verlflca~/6n pandeo para f'ex/ón a'
compuesta oblicua, para lo cual la excentrlcld.ad accidental e u se determina sobre la base de la
mayor de las longitudes de pandeo sKx Y SKy' pero que se supone actuando en el plano del mo-
mento actuante.
La DIN 4224 (H. 220 OAIStb) da para este caso un procedimiento aproximado, pero de
aplicación limitada a columnas de sección rectangular y longitudes de pandeo sKx = SKy'
Con la notación de Fig. 10.46, el procedimiento aproximado se aplica en la forma que se
explica a continuación. De las excentricidades relativas a los ejes ¡( e y
M
•• • J.
N 'y • N i
M
• e · Ve •2 + ey2' (10.31)
tan J' a
•
J.. (10.32)
••
Con ello introduciendo la excentricidad accidental eu resulta
tan CL •
•• ( ~)
2 M
• -L (~)
2
(10. 34)
•y b M
x
b
Con este ángulo CI y sKx = SKy = sK se determina un valor de célculo sKr de la longitud
de pandeo .
•Kr • 2 2
(10.35)
+ (d / b) . cos Cl
El resto del desarrollo de la verificación al pandeo con respecto a un eje oblicuo se redu-
ce, medIante el valor de cálculo er par. la excentricidad según Ec. (10.33) y sKr para la longitud
de pandeo, a una verificación de ' ••egurldad al pandeo respecto del eje y (Flg. 10.46), mediante
los procedimientos aproximados explicados en Seco 10.5.3 y 10.5.4.
Como valores relativos se Introducen e,lb y sKld Y respectivamente 1 = 1/12 . sKlb,,ln·
dependlentemente de si b es el lado mayor o menor de la secciÓn. En la Ec. (10.33), de acuerdo
con el procedimiento aproximado para el cálculo de er, no es necesario tener en cuenta espe-
cialmente la excentricidad accidental.
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N N N
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Direcc ión del
pi. no de tre-
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285
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(10. 36a)
(10. 36b)
(10. 36e)
(10. 36d)
El factor 1,3 en la Ec. (10.37) tiene en cuenta que la excentricidad accidental determina·
da para cada una de las barras, deberla suponerse alln con la con figuración de pandeo. Dado
que las barras apenas se Inclinan manteniéndose rectas, para obtener una seguridad su ficien-
te, se ha introducido el factor de mayoraclón 1,3. En forma aproXimada, y para las relaciones
corrientes de rigidez, puede también suponerse:
1 (10. 38)
tan 0." 154
Para el sistema tetal supuesto inclinado en la forma Indicad a, utilizando las rigideces a
flexión (EJ)w muy cercanas a las reales , puede calcularse por Iteración una distribución de los
esfuerzos caracterlsticos y determinar las deformaciones mediante la Ec. (10.25) que da valo·
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res aproximados de las relaciones M - N - lt.
286
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(10. 40)
Para columnas zunchadas esbeltas, sólo podrá tenerse en cuenta el aumento de la ca·
pacidad portante como consecuencia del zunchado, cuando se cumpla
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Fig. 10.48. Carga portante NU de elementos comprimidos sin armadura en función de la esbeltez SKld Y de
la excentricidad relatlva eld j137j.
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10.7.2. Dimensionado de elementos comprimidos esbeltos de hormigón simple según DIN 1045
La DIN 1045 da un procedimiento aproximado para tener en cuenta la Inlluencia reduc·
tora de la esbeltez sobre la capacidad portante, que, junto con las normas de célculo dadas en
Seco7.6, permiten obtener estructuras porlantes suficientemente seguras.
En principio se exige que para barras comprimidas la esbeltez.l. = SKIi" 40 (es decir,
que para secciones rectangulares SK/d < 11 ,5) no debe ser sobrepasada. Para paredes, donde
fallas localizadas resullan protegidas por zonas vecinas más resistentes, la esbeltez limite es
mayor,a saber .l." 70 (para la sección rectangular SK/d" 20).
La reducción de la carga portante como consecuencia de las deformaciones del eje de
la barra, se tiene en cuenta mediante un coeficiente le, con el que debe disminuirse la carga por-
tante calculada mediante la Ec . (7.151): La expresión le es
A m
x · 1 --(1+-) (10.41)
140 3
, • 1 (1 + 2: ) (10.42)
la DIN 4224 (H. 220 OAfStb) Incluye un diagrama, del que pueden obtenerse los valores
de le.
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