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Genero y Discriminacion PDF
Genero y Discriminacion PDF
Equipo de Coordinación
Cooperativa Educativa “Educación para la Transformación”:
Soraya El Achkar
Glenis Rodríguez
Mariana Paz
Esther Rojas
Editor
Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología
e Industias Intermedias
Corrección
Antonia Cipollone
Validación
Este material fue validado por personas del Consejo
Comunal Fundadores, en la comunidad José Félix Ribas zona
5 de la parroquia Petare, municipio Sucre, con el propósito de
reconstruir los contenidos, adecuarlos a las prácticas concretas
de organización comunitaria y sistematizar un discurso colec-
tivo y compartido
Diseño Gráfico
Coordinación, diseño y diagramación
Tibisay Rojas
Diagramación
Beatriz Serra
Portadas
Ramón Blanco
EL FEMINISMO 23
¿Qué es el feminismo? 24
La lucha de las mujeres… Un poco de historia 25
La Querella de las Mujeres 26
La Ilustración, la Revolución Francesa y las mujeres 27
El movimiento sufragista 29
Feminismo socialista 31
El segundo sexo: Simone de Beauvoir 33
Feminismo de la diferencia y feminismo de la igualdad 36
Nuevas tendencias del feminismo 36
SOCIALISMO FEMINISTA 42
Muy respetuosamente;
Jesse Chacón Escamillo
Ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias
Intermedias.
“En mi casa, desde pequeña se nos enseñó que debíamos servir primero a los
hombres, que ellos debían ejercer la autoridad y el mandato y nosotras teníamos que obedecer,
sin contradecirles. Que nos prepararemos bien para poder agradar al marido con nuestros
quehaceres, que incluso en la cama fuésemos complacientes a todas sus peticiones. Que el
hombre debía representarnos en todos los lugares, a nosotras y a nuestros hijos e hijas. Que
ser una buena mujer era ser una buena madre y una buena esposa. En definitiva, que nuestra
vida se conducía de acuerdo a las decisiones que nuestros padres, maridos o hermanos tomasen
para nosotras”.
Isabella
Marcela Lagarde
Patriarcado y capitalismo
Por otro lado, dado que el patriarcado nos erigió como seudo-
reinas en el predio de lo privado, en todos los sistemas, las mujeres
hemos sido las principales responsables de la crianza de los niños, las
niñas y los(as) adolescentes, hemos sido quienes les inculcamos sus
valores primarios, sus intereses y sus falsas necesidades. Para una socie-
dad como la capitalista donde se encuentran mercantilizados todos
los aspectos de la vida, y dicha mercantilización debe aumentar sin
descanso el nivel de consumo de sus integrantes, la mujer juega un
papel significativamente importante. La mujer alienada y sumergida
sumisamente en el sistema capitalista debe reproducir seres igualmen-
te alienados que entren en el proceso de acumulación de capital sin
Actividad
Por ejemplo:
son las ‘huellas dactilares’ del capitalismo hoy día, mientras la fuerza de
trabajo femenina se ha convertido en la más explotada. Esta condición ha
fortalecido como nunca antes y auspiciado viejas y nuevas instituciones y
prácticas patriarcales y, simultáneamente, ha perpetuado y hecho cada vez
más fuertes los prejuicios culturales hacia las mujeres que existen desde
hace milenios. Y ha hecho todo esto de manera solapada y con careta,
bajo la consigna de la supuesta ‘igualdad de oportunidades’ para todos y
todas, apelando a la ‘democracia’ y a los valores democráticos”.
Pobreza y género
Feminización de la pobreza
¿Qué es el feminismo?
«No importa que únicamente sea fiel la mujer, sino que su ma-
rido la tenga por tal, sus parientes y todo el mundo; importa que sea
modesta, recatada, atenta y que lo mismo los extraños que su propia con-
ciencia den testimonio de su virtud. Si es muy importante que el padre
ame a los hijos, también lo es que ame la madre a sus hijos. Estas son las
razones que constituyen la apariencia misma como una obligación de las
mujeres, siéndoles la honra y la reputación no menos indispensables que
la castidad (...). El sostener de una manera vaga que son iguales los dos
sexos y que tienen las mismas obligaciones, es perderse en manifestacio-
nes vanas, sin decir nada que no se pueda rechazar (…). Agradarles, serles
útiles, hacerse amar y honrar de ellos, educarlos cuando niños, cuidarlos
para mayores, aconsejarlos, consolarlos, hacerles grata y suave la vida son
las obligaciones de las mujeres en todos los tiempos, y esto es lo que
desde su niñez se les debe enseñar(...). El hombre dice lo que sabe, y la
mujer dice lo que agrada; el uno para hablar necesita conocimiento y la
otra gusto; el principal objeto de él deben ser las cosas útiles, y el de ella
las agradables (...). Todo lo que tiende a generalizar las ideas, no es propio
de mujeres; sus estudios se deben referir a la práctica, y les toca a ellas
aplicar los principios hallados por el hombre y hacer las observaciones
que le conducen a sentar principios (...) es necesario que estudie el espíritu
del hombre, no en general y en abstracto, sino el de los hombres de su
entorno y a quienes está sujeta, sea por ley, sea por opinión»
El movimiento sufragista
«El principio que regula las relaciones actuales entre los sexos, la
subordinación legal de un sexo al otro es injusto en sí mismo y es actualmente uno
de los principales obstáculos para el progreso de la humanidad»
■ España: 1931
■ Turquía: 1934
■ Pakistán: 1954
■ Estados Unidos: 1965 (desde 1920 podían votar las mujeres, pero
sólo las de piel blanca)
■ Suiza 1971
El feminismo socialista
«El enunciado mismo del problema (¿qué es una mujer?) me sugiere inme-
diatamente una primera respuesta. Es significativo que me lo plantee. A un hombre
no se le ocurriría escribir un libro sobre la situación particular que ocupan los varones
en la humanidad. Si me quiero definir, estoy obligada a declarar en primer lugar: “soy
una mujer”, esta verdad constituye el fondo sobre el que se dibujará cualquier afirma-
ción. Un hombre nunca empieza considerándose un individuo de un sexo determinado:
se da por hecho que es un hombre (...) La relación entre ambos sexos no es la de dos
electricidades, dos polos: el hombre representa al mismo tiempo el positivo y el neutro,
hasta el punto que se dice “los hombres” para designar a los seres humanos, pues el
singular de la palabra viril se ha asimilado al sentido general de la palabra homo. La
mujer aparece como el negativo, de modo que toda determinación se le imputa como una
limitación, sin reciprocidad. A veces me he sentido irritada en una discusión abstracta
cuando un hombre me dice: “usted piensa tal cosa porque es mujer”; yo sabía que mi
única defensa era contestar: “lo pienso porque es verdad”, eliminando así mi subjeti-
vidad; no podía replicar: “y usted piensa lo contrario porque es hombre”, pues se da
por hecho que ser hombre no es una singularidad; un hombre está en su derecho de ser
hombre, la que se equivoca es la mujer. (...) La mujer tiene ovarios, útero; se suele decir
que piensa con las glándulas. El hombre olvida olímpicamente que su anatomía tam-
bién incluye hormonas, testículos. Percibe su cuerpo como una relación directa y normal
con el mundo, que cree aprehender en su objetividad, mientras considera el cuerpo de
la mujer lastrado por todo lo que lo específica: un obstáculo, una prisión. “La hembra
es hembra en virtud de una determinada carencia de cualidades” decía Aristóteles.
“Tenemos que considerar el carácter de la mujer como naturalmente defectuoso”. Y
Santo Tomás decreta a continuación que la mujer es un hombre “fallido”, un ser “oca-
sional”. Es lo que simboliza la historia del Génesis, donde Eva aparece como sacada
(...) de un “hueso supernumerario” de Adán. La humanidad es masculina y el hombre
define a la mujer, no en sí, sino en relación con él; la mujer no tiene consideración de
ser autónomo. (...) La mujer se determina y se diferencia con respecto al hombre y no a
la inversa; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el ser Sujeto, es el Absoluto:
ella es la Alteridad (...)”.
cación) que incidieron en una “vuelta al hogar” por parte de las mujeres
norteamericanas. Veamos un extracto del libro de Friedan:
Consideran que los avances por igualar los derechos con los
hombres, no conducen propiamente a la liberación femenina como tal,
pues en ese proceso de luchar por los mismos derechos que tienen los
hombres tiende a perderse la diferencia con ellos y además, a homogenei-
zar a las mujeres entre sí. Es un feminismo que apunta a la construcción
de un nuevo referente, completamente femenino.
feminista, quizás porque a veces sólo se analizan los aspectos más externos de su lucha,
sin intentar profundizar en las causas que la motivan. Para algunos, las feministas son
mujeres frustradas, sexual y afectivamente, que desembocan su fracaso personal hacia
un abusivo enfrentamiento entre los sexos. Para otros, son mujeres que quieren imitar
al “macho” y que renuncian a sus “naturales condiciones femeninas”. Hay quien
piensa que el feminismo es una revancha irracional contra la supremacía masculina,
una especie de machismo al revés. Para los que creen esto último, las feministas son
las amazonas de un matriarcado futuro que pretenden convertir el sexo masculino en
un siervo de sus ambiciones y propósitos. A lo largo de la historia de la humanidad,
ha habido pocos movimientos tan anatematizados, ridiculizados e incluso ignorados
como el feminista. Quizás porque el feminismo cuestiona las raíces más profundas de
las relaciones entre hombres y mujeres y apunta a una nueva manera de entender el
mundo».
Actividad
Sistema sexo-género
Tanto para mujeres como para los hombres, salir de los roles
y espacios que le están señalados, supone a nivel personal cuestiona-
mientos, malestar, dudas, culpa, etc., pues son señalados(as) social-
mente, cuestionados(as), discriminados(as), humillados(as), etc.
Diferencia y desigualdad
Relaciones de Género
Práctica productiva
Práctica reproductiva
Actividad
Masculinidades
He allí un punto de partida. No podemos hablar de la
existencia de un solo y único modelo de hombre, menos aún de su
abolición y proponer la construcción de un “modelo unitario”. En la
masculinidad existen múltiples identidades y esa diversidad es parte
de la riqueza de los aspectos transformadores que pueden darse en el
universo de ser y llegar a ser hombre.
bres con tendencias más igualitarias con las mujeres, los hombres
feministas, etc.