Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Cuantas veces te ha pasado que tras una emoción o circunstancia surge una
idea, un plan, un negocio, un proyecto de vida, una necesidad de cambio, una
decisión, un viaje, un romance, un hijo, una familia?
¿Te has detenido a pensar si lo que estás haciendo y lo que estás planeando es lo
que Dios, El universo o esa fuerza infinita quiere para tu vida?
Todo esto para definir que nacimos para vivir en un laberinto de oportunidades y
tenemos tantos caminos como opciones para llegar a nuestro destino. ¿Cual
destino? ¿El éxito, el triunfo, el reconocimiento, la fortuna, el placer, el poder, la
familia ideal?
Debes obedecer
Debes estudiar
Debes ser mejor que los demás
Debes graduarte con honores
Debes estudiar para ser profesional
Debes comprar tu auto nuevo
Debes viajar por el mundo
Debes casarte y tener familia
Debes tener casa propia
Debes tener títulos
Debes triunfar
Debes cuidarte de los demás
Debes asegurar tu futuro
Debes irte
Debes quedarte
¿Cuándo nos dijeron: “Debes ser Feliz”? Con lo mucho, poco o nada que tengas,
debes ser feliz. Nunca nos enseñaron que la felicidad es una opción; que no
debería depender de nada ni de nadie.
Que una persona puede ser feliz por el solo hecho de vivir y respirar por el tiempo
que dure de paso por esta vida.
Son creencias que gobierna la sociedad para la satisfacción colectiva del ego y
nuestra inocente etapa infantil nos contaminan con tanta información que se aleja
de lo simple, de lo elemental, de lo básico.
Es muy probable que quien lea esta reflexión sea una persona muy preparada con
títulos y rótulos sociales y profesionales muy elevados.
Aun así, debo advertir que estas líneas no son tan estructuradas.
Simplemente surgen de una humilde filosofía de vida basada en una experiencia
personal.
Pero si decides guardar por un rato tus conocimientos y abrirle la puerta de salida
al niño o niña que hay dentro de tu corazón, y que te pide a gritos dejarle salir a
gritar, reír, correr y gozar, te invito a que te sueltes la corbata, te retires la
pashmina, te quites los zapatos y dejes volar la imaginación sana y pura de ese
infante que hay dentro de esa persona tan importante.
Claro. Yo comprendo que el ser humano está programado por el ego para
conseguir aprobaciones de sus actos. Que también le gusta los reconocimientos y
le teme a los errores.
Entonces nuestro mundo se llenó de asesores, de psicólogos, de guías
espirituales, o ahora último, de coaches motivacionales que, en resumen, te
recuerdan que el poder está en ti.
Solo quiero aportar algo que pueda sumarse a todas las ayudas que estás
buscando para salir del fango en el que te metiste, o para tomar una decisión
importante.
Hakuna Matata