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Caldas, 11 de febrero del 2020

Doctores/a

Darío Rey Mora Presidente

María Paula Echeverri Parra con C.C 43. 632. 739

OPERADORA AVICOLA COLOMBIA SAS


E. S. D.

REFERENCIA: RECURSO DE REPOSICION Y SUBSIDIO DE APELACION DEL


DESPIDO INTERPUESTO POR LA EMPRESA OPERADORA AVICOLA COLOMBIA
SAS.

HECTOR ANDREY ESCORCIA, mayor de edad y vecino de la ciudad,


identificado como aparece al pie de mi firma, en condición de EX trabajador
de OPERADORA AVICOLA COLOMBIA SAS, quiero solicitar que se me revise
el despido interpuesto, ya que considero es muy injusto, por los hechos que
pasare a narrar:

HECHOS.

PRIMERO: Que el día 07 de febrero de 2020, la empresa ha tomado la decisión


de dar por terminado mi contrato laboral por justa causa, ya que supuestamente
viole las normas del R.I.T., me sorprende más aun de esta decisión es cuando
ustedes no me conceden el recurso de reposición y el subsidio de apelación como
garantía al debido proceso y el derecho a la defensa y el acceso a la justicia,
garantía que se encuentra en el art. 29 de la carta política colombiana. Es por eso
que hoy, estando dentro de los términos legales, les presento mis recursos.

SEGUNDO: Ustedes como empleadores consideran de que “es una falta grave al
reglamento interno de trabajo evidenciar al señor Mateo Posada Usuga
desplazarse por los techos de logística sin estar anclado a una línea de vida y no
hace ningún reporte sobre esto, omisión que pone en peligro la seguridad propia y
de sus compañeros de trabajo.

I. Ante los hechos anteriormente expuestos, quiero manifestarles


Honorables Doctores/a que el día (24) de enero de 2020 por orden del
señor Raúl García de mantenimiento, me dispuse a auxiliar a mi
compañero Mateo Posada mientras el revisaba las líneas de energía, de
las luces del parqueadero, anterior a esto el señor Mateo lleno el
permiso para realizar trabajos en alturas y el jefe inmediato Sergio
Enriques, llamo al coordinador de alturas “brigadista” el cual verifico las
condiciones y riesgos a los que estábamos expuestos, también vio como
estaba anclada la escalera y dijo que todo estaba bien, dando luz verde
para que se hiciera el trabajo, firmo y se fue. Nosotros terminamos el
trabajo recogimos las herramientas y nos fuimos hacer otras actividades
sin presentarse inconveniente alguno.
TERCERO: lo anterior no quiere decir que la responsabilidad haya sido netamente
del “brigadista”, la empresa también tiene una grave responsabilidad en ese acto
inseguro en cabeza de la señora Johana Tamayo encargada de la seguridad y
salud en el trabajo de la planta caldas, ya que esta en ningún momento hizo
presencia ni mando uno de sus auxiliares para que verificare las condiciones
inseguras a las que estábamos expuestos, dejando de un lado su Rol como
encargada del SST, además a los brigadistas no se les debiere asignar estas
tareas de coordinación de alturas, ya que estos solo cuentan con un mínimo
conocimiento en riesgos laborales, la coordinación en alturas debe adelantarla
directamente seguridad y salud en el trabajo de la mano con los brigadistas.

CUARTO: es necesario dejar claro que cuando la empresa dice en mi carta de


despido que “permaneció a nivel del piso y no entendió como el auxiliar de salud y
seguridad en el trabajo se percató que el señor Posada Usuga no estaba
realizando bien el trabajo, porque no se encontraba asido a una línea de vida y les
ordenó suspender la actividad” esta aclaración carece de verdad dado a que en
ningún momento hizo presencia ningún auxiliar de salud y seguridad en el trabajo,
y así mismo como ya se dejó claro anteriormente la coordinación de alturas es
competente estrechamente de Salud y Seguridad en el trabajo, quien debió hacer
presencia cosa que nunca paso, y no después de que se iniciara el trabajo si no
antes de iniciarse para que verificase los riesgos a los que se estaban exponiendo
los dos trabajadores y dar el permiso para que se llevase a cabo el trabajo en
alturas, por este motivo debió llamarse a proceso disciplinario a la señora Johana
Tamayo encargada del SST, ya que incumplió con su trabajo y puso en riesgo la
vida y salud de dos trabajadores de OPERADORA AVICOLA COLOMBIA SAS.

QUINTO: Que aparte de mi persona, tres trabajadores más presenciaron este acto
inseguro, ellos son: Raúl García Piza, Juan Esteban Rojas y Sergio Enriques
coordinador de mantenimiento y jefe inmediato, los cuales en ningún momento
intervinieron ni nos hicieron ver el riesgo al que nos estábamos exponiendo,
además tampoco fueron llamados a descargos junto con Johana Tamayo, por lo
que evidencio un trato diferente y discriminatorio y que encaja en una de las
modalidades de acoso laboral de acuerdo a la ley 1010 de 2006, a ello se suma
una violación del derecho a la igualdad garantizado por la constitución política de
Colombia.

ARTÍCULO 2o. DEFINICIÓN Y MODALIDADES DE ACOSO LABORAL. Para


efectos de la presente ley se entenderá por acoso laboral toda conducta
persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un
empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de
trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y
angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir
la renuncia del mismo. En el contexto del inciso primero de este artículo, el acoso
laboral puede darse, entre otras, bajo las siguientes modalidades generales:

Discriminación laboral: todo trato diferenciado por razones de raza, género,


origen familiar o nacional, credo religioso, preferencia política o situación social o
que carezca de toda razonabilidad desde el punto de vista laboral.
Artículo 13. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la
misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza,
origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado
promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará
medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá
especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o
mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los
abusos o maltratos que contra ellas se cometan.

Declaración Universal de Derechos Humanos

Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y


derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.

SEXTO: Que se violo el debido proceso ya que no se tuvo en cuenta el buen


servicio que he prestado a la compañía durante mis 12 años, donde no he tenido
ningún llamado de atención y tampoco proceso disciplinario alguno, y considero
una decisión desproporcionada a la falta y que es contraria a la jurisprudencia que
asentado la H corte constitucional, a ello podemos sumarle también las
obligaciones y prohibiciones especiales de la empresa con sus trabajadores:
REGLAMENTO INTERNO DE TRABAJO
Artículo 64. Literal 2. Procurar a los trabajadores locales apropiados y elementos
adecuados de protección contra accidentes, enfermedades profesionales en forma
que se garanticen razonablemente la seguridad y la salud.

I. Dice también el artículo 70. Las sanciones se aplicaran teniendo en


cuenta los antecedentes o conducta anterior del trabajador y los
perjuicios causados a la empresa con motivo de la falta, así las cosas, la
empresa no sufrió ningún perjuicio por la falta, pero la negligencia de la
señora Johana Tamayo por el incumplimiento de sus labores
encomendadas con la seguridad y salud en el trabajo, si puso en grave
riesgo la vida del trabajador que se hacía en los techos buscado
identificar las líneas de energía, del alumbrado del parqueadero,
también se suma la responsabilidad del señor Sergio Enriques quien
siendo un coordinador y teniendo más conocimientos de tipo laboral no
intervino y a cambio debió haber comunicado al área de salud en el
trabajo para lo de su competencia, y entregarle al trabajador todos los
elementos de protección para que su integridad estuviera protegida.

Habla la honorable Corte Constitucional en Sentencia C-593/14:

DEBIDO PROCESO DISCIPLINARIO POR ENTIDAD PARTICULAR-


Alcance
 
La jurisprudencia ha señalado que el hecho que el artículo 29 de la Constitución disponga
que el debido proceso se aplica a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas
implica que “en todos los campos donde se haga uso de la facultad disciplinaria,
entiéndase ésta como la prerrogativa de un sujeto para imponer sanciones o castigos,
deben ser observados los requisitos o formalidades mínimas que integran el debido
proceso”. En virtud de lo anterior, ha determinado que este mandato “no sólo involucra u
obliga a las autoridades públicas, en el sentido amplio de este término, sino a los
particulares que se arrogan esta facultad, como una forma de mantener un principio de
orden al interior de sus organizaciones (v. gr. establecimientos educativos, empleadores,
asociaciones con o sin ánimo de lucro, e.t.c.)”. Agregó la Corporación, en relación con la
sujeción al debido proceso en los procedimientos en que los particulares tienen la
posibilidad de aplicar sanciones o juzgar la conducta de terceros, lo siguiente “no podría
entenderse cómo semejante garantía, reconocida al ser humano frente a quien juzga o
evalúa su conducta, pudiera ser exigible únicamente al Estado. También los particulares,
cuando se hallen en posibilidad de aplicar sanciones o castigos, están obligados por la
Constitución a observar las reglas del debido proceso, y es un derecho fundamental de la
persona procesada la de que, en su integridad, los fundamentos y postulados que a esa
garantía corresponden le sean aplicados”. En otras ocasiones, esta Corte ha llegado a la
misma conclusión apoyada en el argumento de que “la garantía del debido proceso ha
sido establecida en favor de la persona, de toda persona, cuya dignidad exige que, si se
deducen en su contra consecuencias negativas derivadas del ordenamiento jurídico, tiene
derecho a que su juicio se adelante según reglas predeterminadas, por el tribunal o
autoridad competente y con todas las posibilidades de defensa y de contradicción,
habiendo sido oído el acusado y examinadas y evaluadas las pruebas que obran en su
contra y también las que constan en su favor”.

DEBIDO PROCESO DISCIPLINARIO-Implica materialización del derecho a la


defensa
 
En aras de garantizar y hacer efectivo las garantías consagradas en la Constitución
Política, la jurisprudencia ha sostenido que es  “indispensable que los entes de carácter
privado fijen unas formas o parámetros mínimos que delimiten el uso de este  poder y que
permitan al conglomerado conocer las condiciones en que puede o ha de desarrollarse su
relación con éstos. Es aquí donde encuentra justificación la existencia y la exigencia que
se hace de los llamados reglamentos, manuales de convivencia, estatutos, etc., en los
cuales se fijan esos mínimos que garantizan los derechos al debido proceso y a la defensa
de los individuos que hacen parte del ente correspondiente”. De igual forma, se ha
especificado que en los reglamentos a los que se alude “es necesario que cada uno de las
etapas procesales estén previamente definidas, pues, de lo contrario, la imposición de
sanciones queda sujeta a la voluntad y arbitrio de quienes tienen la función de solucionar
los conflictos de los implicados”. Además, ha agregado que tales procedimientos deben
asegurar al menos:  La comunicación formal de la apertura del proceso disciplinario a la
persona a quien se imputan las conductas posibles de sanción; la formulación de los
cargos imputados, que puede ser verbal o escrita, siempre y cuando en ella consten de
manera clara y precisa las conductas, las faltas disciplinarias a que esas conductas dan
lugar y la calificación provisional de las conductas como faltas disciplinarias; el traslado
al imputado de todas y cada una de las pruebas que fundamentan los cargos formulados;
la indicación de un término durante el cual el acusado pueda formular sus descargos,
controvertir las pruebas en su contra y allegar las que considere necesarias para sustentar
sus descargos; el pronunciamiento definitivo de las autoridades competentes mediante un
acto motivado y congruente; la imposición de una sanción proporcional a los hechos que
la motivaron; y la posibilidad de que el encartado pueda controvertir, mediante los
recursos pertinentes, todas y cada una de las decisiones.

SEPTIMO: Ya para terminar y de mayor importancia es, que los compañeros


Santiago Arias y David Agudelo también hicieron parte de un proceso disciplinario
por trabajo en altura, con el agravante que estos no tenían arnés, elemento de
protección principal para trabajo en altura, y los cuales se les suspendió con 8 días
de trabajo, lo que pone nuevamente en un alto grado de desigualdad y trato
diferenciado, y que este despido el cual considero injusto pone en grave riesgo mi
dignidad humana, el derecho a la igualdad, el debido proceso y el derecho al
trabajo, el mínimo vital, todos garantizados por la legislación colombiana y carta
magna del 1991.

PETICIONES

1. Por lo antes expuesto les solicito, que se me conceda el recurso de


reposición y el subsidio de apelación para que esta decisión de
despedirme con justa causa la revise un superior jerárquico de
compañía, y de prosperar a mi favor solicito ser reintegrado
inmediatamente a mis labores, de lo contrario otorgarme la vía de la
jurisdicción ordinaria laboral para dirimir los anteriores desacuerdos.

2. Solicito respuesta clara y escrita de acuerdo a la decisión que tomen


Honorables Doctores.

Despidiéndome como medio de castigo no es la manera más apropiada de una


empresa comportarse con sus trabajadores, y más con mí persona que he sido
disciplinado y cumplido con mis obligaciones y que he dado mi mayor esfuerzo
para dar los mejores frutos a la compañía en estos 12 años de labor.

Agradezco su atención.

Cordialmente,

HECTOR ANDREY ESCORCIA


CC: 70878673
Dirección: CRA 49 A # 100 SUR 13 TABLAZA MUNICIPIO DE LA ESTRELLA
Cel. 3197099010

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