***

El año de la liebre

EL calendario chino un calendario agrícola, muy ligado a lo concreto, a lo material. Los

chinos han elaborado un calendario muy manual, muy entre los budistas e hinduistas. Más bien
un calendario lunar. Es un año estilo horóscopo, a diferencia de los años cristianos que parten
del teórico nacimiento de Jesucristo,  a partir de ahí cuentan 1,2.... En cambio el calendario
chino tiene referencia con cosas muy materiales, con cosas muy concretas.
El horóscopo chino trata de ser lo menos especulativo posible y ligado a figuras
conocidas, excepto la figura del dragón, que se nos hace un poco… aunque si nos vamos a la
época de los dinosaurios…

AÑO de la LIEBRE
Tiempo de huida de todo aquello que nos hace daño.
Es el año de la huida, huir de la mentira, de la vanidad, de la violencia... Ya estamos
cansados de tanta violencia.
Huir de la persecución. Aunque te sigan persiguiendo tú huyes más y más…
Huir de las críticas fáciles, lanzadas con todo tipo de granadas y misiles…
 La liebre es una gran huidiza. Personalmente le llamo el “Gran Shaolin” porque cuando
la atacan, retrocede, rehúye el combate con sus grandes saltos, sus requiebros…
Como originalidad, huir de todas estas cosas que se hacen habitualmente sin más oficio
que el egoísmo, la vanidad, la importancia personal.
Huir y refugiarnos en otro estar: solidario, de compartir, de colaborar, de sincerarse, de
ser algo más buenos.
Huir un poco de lo que llamamos mal. Y es un momento preciso el año de la liebre para
hacerlo. Es un año que nos compromete a todos.
Será más favorable para los que sean liebres.
Los que sean liebres tendrán más oportunidad de darse cuenta de qué deben de huir.
Como se ve, la huida no es un mecanismo malo, sino un mecanismo de buscar… otras
opciones. Y no por eso son cobardes.
Huir hacia un diálogo mejor, huir hacia tierras mejores. 
***

Año de la ESPERANZA
“Desde la Oración, la Meditación, la intuición y las sensaciones, nos atrevemos a esgrimir
la idea de que  la Espera está abriendo sus puertas a la Esperanza, a una Esperanza bien
diferente a la que creíamos haber vivido. Una Esperanza que nos hace sentir simultáneamente,
instancias excepcionales de vida y partículas insignificantes de un todo.
Redefiniendo el sentido de la palabra “Esperanza”, y sin pretender agotarla, podríamos
decir que es ese estado de gracia en el que se da la confianza mutua, la aceptación individual y
solidaria, la gracia del detalle, la grandeza de lo pequeño y… la percepción de lo que llamamos
amor como una vía de liberación y, con ello, de sanación, iluminación, trascendencia,
redención…. No parece ser nuevo el correlato de esta aparente definición, pero sí resulta
totalmente diferente el percibirlo simultáneamente, dejando de ser “yo” y convirtiéndome en
una Consciencia Eterna sin límite ni corrección.
La óptica sanadora en esta perspectiva de Esperanza, sin duda, nos abre a nuevas
actitudes, a nuevas escuchas y a infinitas posibilidades que, en la certeza de “lo siempre
posible”, nos puedan convertir en unidad de FE inquebrantable, que realmente sean
conscientes de la participación permanente en la transformación de la vida hacia la Eternidad”.
***

El año de la liebre

EL calendario chino un calendario agrícola, muy ligado a lo concreto, a lo material. Los chinos han
elaborado un calendario muy manual, muy entre los budistas e hinduistas. Más bien un calendario
lunar. Es un año estilo horóscopo, a diferencia de los años cristianos que parten del teórico
nacimiento de Jesucristo,  a partir de ahí cuentan 1,2.... En cambio el calendario chino tiene
referencia con cosas muy materiales, con cosas muy concretas.

El horóscopo chino trata de ser lo menos especulativo posible y ligado a figuras conocidas, excepto
la figura del dragón, que se nos hace un poco… aunque si nos vamos a la época de los
dinosaurios…

AÑO de la LIEBRE

Tiempo de huida de todo aquello que nos hace daño.

Es el año de la huida, huir de la mentira, de la vanidad, de la violencia... Ya estamos cansados de

tanta violencia.
Huir de la persecución. Aunque te sigan persiguiendo tú huyes más y más…

Huir de las críticas fáciles, lanzadas con todo tipo de granadas y misiles…

La liebre es una gran huidiza. Personalmente le llamo el “Gran Shaolin” porque cuando la atacan,
retrocede, rehúye el combate con sus grandes saltos, sus requiebros…

Como originalidad, huir de todas estas cosas que se hacen habitualmente sin más oficio que el
egoísmo, la vanidad, la importancia personal.

Huir y refugiarnos en otro estar: solidario, de compartir, de colaborar, de sincerarse, de ser algo
más buenos.

Huir un poco de lo que llamamos mal. Y es un momento preciso el año de la liebre para hacerlo. Es
un año que nos compromete a todos.

Será más favorable para los que sean liebres.

Los que sean liebres tendrán más oportunidad de darse cuenta de qué deben de huir. Como se ve,
la huida no es un mecanismo malo, sino un mecanismo de buscar… otras opciones. Y no por eso
son cobardes.

Huir hacia un diálogo mejor, huir hacia tierras mejores. 

***

Año de la ESPERANZA

“Desde la Oración, la Meditación, la intuición y las sensaciones, nos atrevemos a esgrimir la idea
de que  la Espera está abriendo sus puertas a la Esperanza, a una Esperanza bien diferente a la que
creíamos haber vivido. Una Esperanza que nos hace sentir simultáneamente, instancias
excepcionales de vida y partículas insignificantes de un todo.

Redefiniendo el sentido de la palabra “Esperanza”, y sin pretender agotarla, podríamos decir que
es ese estado de gracia en el que se da la confianza mutua, la aceptación individual y solidaria, la
gracia del detalle, la grandeza de lo pequeño y… la percepción de lo que llamamos amor como una
vía de liberación y, con ello, de sanación, iluminación, trascendencia, redención…. No parece ser
nuevo el correlato de esta aparente definición, pero sí resulta totalmente diferente el percibirlo
simultáneamente, dejando de ser “yo” y convirtiéndome en una Consciencia Eterna sin límite ni
corrección.

La óptica sanadora en esta perspectiva de Esperanza, sin duda, nos abre a nuevas actitudes, a
nuevas escuchas y a infinitas posibilidades que, en la certeza de “lo siempre posible”, nos puedan
convertir en unidad de FE inquebrantable, que realmente sean conscientes de la participación
permanente en la transformación de la vida hacia la Eternidad”.