Está en la página 1de 251

DOCTOR LINO

TOMASÉN, EL PODER
INVISIBLE DE CURAR:
LOS PACIENTES
REPORTAN
SORPRENDENTES
CURACIONES

Jorge Pareta Fernández


PÁGINA LEGAL

615.856-Doc-C
Pareta Fernández, Jorge
Doctor Lino Tomasén, el poder invisible de curar: los pacientes reportan
sorprendentes curaciones / Jorge Pareta Fernández. -- La Habana (Cuba) : Editorial
Universitaria, 2011. -- ISBN 978-959-16-2025-5. -- 251 pág.
1. Curanderismo

Edición: Jorge Pareta Fernández (jorge@poder-de-curar.com)


Diseño de cubierta: Ramón Horta Hayek
Edición, corrección, diseño interior y composición: Pilar Sa Leal
Depósito Legal: 9789591620255

Jorge Pareta Fernández, 2008 – 2012.


Si desea contactar al autor escriba a: jorge@poder-de-curar.com

La Editorial Universitaria (Cuba) publica bajo licencia


Creative Commons de tipo Reconocimiento, Sin Obra
Derivada, se permite su copia y distribución por cualquier
medio siempre que mantenga el reconocimiento de sus
autores y no se realice ninguna modificación de ellas.
Calle 23 entre F y G, No. 564. El Vedado, Ciudad de La Habana, CP 10400, Cuba
e-mail: torri@reduniv.edu.cu
En acceso perpetuo: http://www.e-libro.com/titulos
Jorge Pareta Fernández

doctor Lino Tomasén,


el Poder Invisible
de curar

Los pacientes reportan


sorprendentes curaciones
© by Jorge Pareta Fernández, 2007
Todos los derechos reservados a nombre de su autor:
Jorge Pareta Fernández

Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio sin expresa auto-
rización del autor.

Este material está protegido por la ley internacional de derechos de autor. La


información contenida en este libro es de carácter testimonial. El autor tiene en
su poder documentos de pacientes y de otras personas. La obra refleja opiniones,
experiencias y creencias del autor, también incluye los testimonios recopilados
por el autor. No se garantiza en modo alguno ningún resultado de los tratamientos
aquí descritos, por lo tanto, no se podrá imputar ninguna responsabilidad al autor
de esta publicación, ni a su editor, por no obtener los resultados deseados.
Si desea contactar al autor escriba a: jorge@poder-de-curar.com

Diseño de cubierta: Ramón Horta Hayek


Edición, corrección, diseño interior y composición: Pilar Sa Leal

Palabras clave:
Terapia energética, cura, curación, medicina alternativa, cura por las manos,
pranoterapia, salud, fenómeno paranormal, curación pránica.

http://www.poder-de-curar.com
A Gladys Vera Vidal, madre de Lino.
La recuerdo sentada en el consultorio,
orgullosa de la labor de su hijo.
Agradecimientos

Deseo expresar mi gratitud a cuantos me ayudaron en esta


investigación, cuya colaboración resultó de un apreciable
valor:
María B. Romero, Arminda Pareta y su esposo Felipe por
su asesoría en los temas bíblicos, el uso del idioma, sus va-
liosos testimonios y el apoyo logístico.
Pedro A. Vila Díaz, su esposa Imilka, por sus numerosas
sugerencias y apoyo en general y por el valioso testimonio
que me entregaron, el cual recoge facetas de la vida de Lino
desconocidas para muchos.
Nibaldo Hernández, por entregarme su valioso testimonio
acerca de la efectividad de la actividad de sanación de Lino
y por sus puntos de vista.
Esperanza Purón, por sus reflexiones sobre este médico,
que tituló: “Lino Tomasén: ¿acaso amas al que curas?”.
Alejandro Cabo, por su interesante análisis acerca de la
manera de curar de Lino desde el ángulo físico.
Francisco Barrera, amigo y popular documentalista argen-
tino, que me autorizó a utilizar citas de su padre, el último de
los jefes aborígenes Aonikenk de Ushuaia, en la Tierra del
Fuego, donde era muy querido y gozaba de prestigio.
Luis Carlos García Figueroa, conferencista, por la inte-
resante descripción de su primera visita al consultorio de
Lino.
Ramón Horta, amigo, por el estupendo diseño de la cu-
bierta del libro.
Jorge L. Robinson, autor del libro Dios bendice mis yer-
bas, por contagiarme con su fervor.
Pilar Sa, por la edición, corrección, diseño interior y com-
posición del libro.
Carmen Yolí Figueroa, por sus aportes a la redacción y
estilo.
Bobby Leonard, Jose Antonio Rodríguez, María del Car-
men Mombiela, Roberto Acuña, Carlos Izquierdo, Lidia Es-
ther Rodríguez, Jorge y Carlos Pareta, Aloima Torres, Ma-
riladys Pulido, Ismelis Iglesias y Ariadna Cordero, por su
importante apoyo logístico.
Rafael Sierra, Beatriz Fernández, Rosa A. González,
Betsys Lizaso, Jacinto Febles, Sonia Laíño, por sus valiosas
sugerencias.
Mi especial agradecimiento al doctor Lino Tomasén, por
su apoyo al desarrollo de esta obra, por confiar en mi trabajo,
por permitirme tener el honor de recoger testimonios y reali-
zar encuestas a una muestra de sus pacientes; también a ellos
mi eterno agradecimiento.
A todas las personas aquí no mencionadas, cuya colabo-
ración resultó de un inapreciable valor. Con todos me siento
comprometido; sin su apoyo, este libro no tendría sentido.


Presentación

El tiempo le preguntó al tiempo las cosas que no sabía.


Y el tiempo le contestó:
que el tiempo se las diría
Decía su padre a: Francisco Barrera, aborigen
aonikenk de Ushuaia, en la Tierra del Fuego.

He tenido el privilegio de conocer a un gran hombre: Lino


Bárbaro Tomasén Vera, un cubano nacido en 1961, que sien-
do un niño de siete años descubrió que con sus manos podía
curar a sus amiguitos y saber lo que iba a suceder o estaba
sucediendo en otro sitio. Poco a poco fue conociendo y apli-
cando su don natural.
Estudió la carrera de Medicina, en medio de una edu-
cación materialista. Conoció la terminología médica de las
enfermedades que ya venía curando. Ya médico, continuó
con su práctica de curar con las manos, que lo convirtió en
un personaje controversial, pues rompió los esquemas de su
época: era cuestionable que en un hospital donde se aplica-
ban métodos propios de la medicina occidental, ejerciera un
galeno que no necesitaba medicamentos ni cirugía y que cu-
rara con las manos. A este hecho se unía su forma un tanto
franca de expresarse, que no encajaba en ese medio laboral.
La administración decidió trasladarlo a un asilo de ancianos.


A Lino no le quedaba otra alternativa que aceptar la decisión
o comenzar a hacer historia desde su casa. Optó por lo se-
gundo, costara lo que costara...
Lino y su obra son polémicas. Cura con fotografías; diag-
nostica sin análisis ni placas de rayos X, no está mucho tiem-
po con una persona en la consulta. Los resultados de su la-
bor, a todas luces muy positivos, en ocasiones no han sido
bien mirados. Hay médicos, científicos y religiosos que lo
aceptan, otros niegan sus curas. En medio de todo ello, sus
pacientes, de forma casi absoluta, manifiestan agradecimien-
to y admiración hacia este médico-chamán.
Creo que es hora de escribir sobre la vida de este singular
médico, lo que me da la oportunidad de abordar un tema cu-
rioso, humano, folklórico y único, pues considero necesario
que se sepa la verdad sobre Lino, sobre sus métodos para
curar, cómo se desenvuelve en su peculiar consultorio y las
opiniones de sus pacientes. Me alienta conocer que existe
un médico a quien se puede acudir en casos críticos: Lino
Tomasén.
¿Y si dijera que la cuarta parte de las personas que van
a verlo llevan la foto de alguien que se encuentra muy lejos
o su estado de salud no le permite recibir la curación “en
vivo”. Dedico varias páginas a tratar ese asunto e incluyo
testimonios de personas atendidas por esa vía.
En este libro expongo las revelaciones sobre su manera
de curar, que pueden servir para comprender por qué en su
consulta lo insólito pasa a ser cotidiano. Aquí sabrá todo lo
esencial sobre Lino, pues durante dos años atendí su buzón
de e-mail y conozco cuáles son las interrogantes más fre-
cuentes.
Agrego fotos y textos de agradecimiento escritos sobre
las paredes de las dos casas-consultorio que ha tenido. Inclu-
yo otras fotos, con la intención de ofrecer al lector una idea
sobre este original sitio. Hago referencia, además, a artículos
de la prensa cubana e internacional, como evidencia de la


presencia de periodistas y documentalistas del cine y la TV
de varios países en la consulta.
Inserto en el libro cientos de testimonios. Por cierto, agra-
dezco a quienes han tenido la gentileza de dar a conocer sus
nombres, direcciones, teléfonos y firma, lo cual considero un
aporte de suma importancia.
Es mi mayor deseo que este trabajo le motive una reflexión
sobre la historia y la manera de curar de este hombre, que en
mi opinión posee el poder invisible de curar. Y si tiene gra-
ves problemas de salud, es posible que aquí descubra una
nueva vía para su curación. ¿Qué le impide probar?

Jorge Pareta Fernández,


15 de agosto de 2007.


Contenido
Presentación / 7
1- ¿Vino a sanar?
Lino se inicia / 14
El doctor Lino comienza a asombrar / 15
Las dificultades aparecieron... / 24
2. Las paredes hablan
El primer consultorio / 33
La calle que se hace célebre / 39
Lo insólito como cotidiano / 53
3. Confidencias sobre Lino
Anécdotas de los primeros tiempos / 57
Vivencias de otros discípulos / 73
Fui por complacer a mi hijo / 76
Cómo lo conocí / 81
Dios lo puso en mi camino / 85
4. Su secreto para curar
Ver es quedar sorprendido / 93
¿Tiene religión este hombre? / 108
¿Es cierto que Lino cura? / 113
Las paradojas de Lino / 127
El caso “Lino” visto por un físico / 131
5. ¿Cura por una foto?
Sobrevivió más de cinco meses / 143
Testimonios impactantes / 145
El paciente en Ghana / 152
6. Lino y el mundo
Los viajes de Lino / 159
La prensa opina / 162
7. Los pacientes opinan / 167
Epílogo / 245
Gladys Vera Vidal, madre del doctor Lino.

La cosa más bella que podemos experimentar


es el misterio. Es la fuente de la ciencia y del
verdadero arte.
Albert Einstein.
1
¿Vino a sanar?

Lino se inicia
El doctor Lino comienza a asombrar
Las dificultades aparecieron...

E
n un artículo publicado en Prensa Latina en 2001 se
citaba: “La grandilocuencia del cubano auténtico, la
sabiduría china y la fuerza de sus ancestros negros
se aúnan y multiplican en la personalidad de Lino Tomasén,
médico que constituye ya una nueva leyenda en La Habana,
curando solo con sus manos”.
Lino nació el 4 de diciembre de 1961 en Prolongación
de Calvario, en la ciudad de Santiago de Cuba, hijo de Lino
Tomasén Ortiz y de Gladys Vera Vidal. Como nació el día de
Santa Bárbara le pusieron Lino Bárbaro.
Cuenta la madre de Lino que cuando estaba embarazada, al-
gunos espiritistas le vaticinaron un niño prodigio. Recuerda que
el doctor Balón, pediatra de Santiago de Cuba, quien la asistió
en el parto le dijo: “Regáleme ese niño, pues ha nacido alguien
prodigioso. Me lo dice la luz azul que irradia su cabeza”.
A los tres años de edad, Lino con sus padres pasaron a re-
sidir en La Habana. Durante dos años vivieron en Tamarindo

13
no. 53, posteriormente se mudan al barrio de Marianao y de
ahí al de Centro Habana, en Infanta y Carlos III, donde vivió
hasta el 2000.

Lino se inicia
A los siete años, Lino descubrió que al pasar sus manos so-
bre la cabeza de un amigo le aliviaba el dolor. Un día le dijo
a su madre que su amigo Oscarito (Oscar Rodríguez López)
no había ido a la escuela porque estaba mal de la garganta.
Y así mismo sucedió. Gradualmente fue descubriendo otras
potencialidades:
“Abrir una flor en mis manos si me concentraba en ella,
enfriar en instantes un vaso lleno de agua caliente o vicever-
sa con mis manos” —expresa Lino.
Su madre lo llevó al médico porque estaba preocupada.
No tenía ninguna enfermedad, pero debía cuidarlo mucho
pues tenía dotes especiales, que podrían afectar su salud.
Con el tiempo se acostumbró y desde niño ha venido cu-
rando gente en su casa. También profetiza el futuro desde
pequeño. El conocimiento de su don fue pasando de boca en
boca.
Estudió en la escuela primaria, donde su mamá era maes-
tra. Se fugaba continuamente hasta el cuarto grado, cuando
comenzó a sentirse a gusto.
“No necesitaba ir a clases, pues aprendía solo. Desde pri-
maria hasta la universidad mis notas siempre fueron excelen-
tes” —expresa Lino.
“Su pensamiento siempre estaba en un sitio alejado. No
utilizaba casi los juguetes y los regalaba. Con 4 años era un
“niño viejo” y sorprendía a los mayores con sus temas de
conversación” —Expresa Gladys.
Cursó la secundaria básica y el preuniversitario en la es-
cuela “Ignacio Agramonte”, en La Habana. Curaba a sus

14
compañeros con bastante discreción, para no ser requerido
por los profesores.
En la universidad le tomó mucho trabajo adaptarse. No
le gustaba atender ni tomar notas. A veces no asistía a cla-
ses y esto le ocasionaba problemas disciplinarios. Cuando le
preguntaban sobre los temas impartidos en clases, respondía
con precisión. Nunca faltó a las clases del profesor Armando
Pena por considerarlo alguien extraordinario.

El doctor Lino comienza a asombrar


En 1985, Lino colocó en la sala de su casa el diploma de
doctor en Medicina, otorgado por la Universidad de La Ha-
bana.
El doctor Lino comenzó a trabajar en el Policlínico “19
de Abril” en Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana. Analiza-
ba electrocardiogramas e informaba sus apreciaciones a los
colegas.
En 1989, fue seleccionado por su expediente para trabajar
en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”, donde se hace Espe-
cialista de Primer Grado en Medicina Interna.

Lic. Rafael E. Rodríguez Bring, Asesor Jurídico del Poder Po-


pular de Ciudad de La Habana, vecino de Belascoaín no. 1164
altos entre Monte y Cristina, Habana Vieja, Ciudad de La Haba-
na, Cuba, viene por este medio a afirmar lo siguiente: Que el 16
de enero de 1987 fuí objeto de una sustitución valvular aórtica en
el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Que encontrándome aún de
certificado médico, se me presentó una Hepatitis B, siendo rein-
gresado en una sala de Medicina Interna durante el mes de abril
de 1987, y fui atendido por el doctor Lino Tomasén Vera con el
método o sistema Chi Kun y en aproximadamente un mes, logró
hacer desaparecer el virus causante de la enfermedad que pu-
diera ser consecuencia indirecta de una intervención ­quirúrgica

15
a corazón abierto, con cinco transfusiones. Debo señalar que en
mi cura el doctor Tomasén solo utilizó, además del Chi Kun, el
medicamento Bicomplex en tabletas y reposo, lo que posibilitó
mi pronta reincorporación a las actividades laborales en junio de
1987. Desde entonces hasta la fecha no he confrontado situacio-
nes al respecto, habiendo transcurrido cinco años desde entonces.
Debo significar además que en todo momento he recibido del doc-
tor Tomasén un trato afable, familiar y correcto, brindándome la
confianza necesaria con su actitud animosa y conducta ejemplar en
su trato con los pacientes, todo lo cual coadyuvó a mi recuperación
total. Y para que así conste, firmo la presente a los 24 días del mes
de febrero de 1992.

Posteriormente, trabaja en el Hospital de Emergencias y en


el Policlínico “Machaco Ameijeiras” de Guanabacoa, ambos
en Ciudad de La Habana. La Dirección del Policlínico le en-
tregó una carta de reconocimiento al concluir su trabajo allí:
“A quien pueda interesar: Por este medio le comunicamos
que el doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera, Médico Especia-
lista de 1er. Grado de Medicina, laboró en nuestro centro reali-
zando un trabajo perseverante con logros positivos con el úni-
co emblema de mejorar y curar sin medicamentos, atendiendo
varias patologías como: cólicos nefríticos, asma, sinusitis, in-
flamación pélvica, bursitis, hernia discal, entre otras, por lo
que el colectivo de la Dirección se siente profundamente con-
tento sabiendo que nuestros pacientes lo necesitan”.

Hace ya 18 años me encontré con el doctor Lino en la calle cuan-


do él trabajaba en el policlínico de Guanabacoa. Yo estaba con
mi niña en brazos esperando la guagua (ómnibus) mientras me
desahogaba con una amistad y le hablaba de mis dolores cervi-
cales. El también estaba esperando la guagua, me escuchó, con
gran compasión me pidió que le diera el niño a alguien y allí
mismo me dio una sesión de energía. Me citó al otro día al poli-
clínico para otra sesión. En ese momento me alivié totalmente de

16
esos terribles dolores. Actualmente mi esposo se trata con él. Le
estoy y le estaré eternamente agradecida. Que las bendiciones de
Dios sean con él.
Ida Hernández Falcón, 51 años, calle 10 no. 13, entre 1ra
y 3ra, Reparto Chibás, Ciudad de La Habana.

Desde 1987 entró en contacto con rosacruces, yogas, cha-


manes, espiritistas, monjes budistas y hare krisna que se in-
teresaban por su trabajo y en el dominio innato que poseía de
esas prácticas.
En esta época decía Lino: “Los valientes sobrepasan la
muerte, el dolor, la calamidad, el desprecio. La valentía es el
calmante de los enfermos”.
En 1990 se conoció públicamente que este médico curaba
con sus manos en el Hospital “Salvador Allende”, antes “Co-
vadonga”. Con su método atendía a más de cien pacientes al
día. Se distribuían los turnos con meses de anticipación.

Presentaba Hernia Discal, entre 4to y 5to discos lumbares. Luego


de varios tratamientos fui operada en octubre del 89 en el Hospital
“Frank País”. Seguí con la dolencia, caracterizada por dolores dia-
rios en la parte posterior de la cintura, que se extendía en ocasiones
a los lados del vientre y a la pierna derecha. Al barrer o caminar se
agravaba el dolor. Sentada se me entumían las piernas. También
se me inflamaban los músculos que van del cuello a los hombros.
A los 3 meses de operada tuve una crisis de dolor en ambas pier-
nas. Me indicaron ejercicios. En junio de 1990 me diagnosticaron
fibrosis y otra posible hernia. En julio de 1991 sufrí otra crisis de
dolor en la zona del riñón derecho que irradiaba a otras zonas. El
tratamiento de acupuntura no dio resultado alguno. En noviembre
de 1991 acudí a la consulta de Lino en “La Covadonga”. Me acosté
en una camilla y él ­comenzó a hacerme una serie de movimientos y
contracciones durante aproximadamente 3 minutos. A partir de ese
momento noté una gran mejoría: pude hacer cuclillas sin necesidad
de ayuda, pude levantar las piernas hasta un ángulo de unos 55

17
grados (antes eran solo 15 grados), desaparecieron los dolores.
Dos meses después pude visitar a mi hija en la escuela al campo,
recorriendo varios kilómetros en bicicleta.
Isabel Nodarse Suarez. Edad: 32 años. Sagua la Grande,
Villa Clara, Cuba. C.I. 59070504677,
25 de noviembre de 1991.

En esa etapa, José R. López, un ingeniero estudioso y


apasionado de la medicina y el deporte, además de brillan-
te profesor universitario realizó un minucioso estudio sobre
la actividad que venía desarrollando el doctor Tomasén. No
he tenido acceso al informe de investigación de López, ni a
mil testimonios sobre la curación de los pacientes que pudo
recopilar. El me explicó acerca de la alta capacidad del doc-
tor, para curar con sus manos diferentes enfermedades y que
tenía el proyecto de escribir un libro en el cual utilizaría esa
valiosa e inédita información.
En 2001, con vistas a la creación de un sitio web, pedí
a Lino que me entregara algunos testimonios que obraban
en su poder y me di a la tarea de solicitar testimonios a las
personas que iban a tratarse a partir de ese momento. Son los
que aparecen en este libro. El sitio web ha jugado su papel
de informar a Cuba y al mundo acerca de este insigne sana-
dor. Esto lo he escuchado de la boca de varios pacientes que
pudieron salvarse gracias a ello.

En el año 89 me diagnosticaron fibromatosis agresiva en el glúteo


izquierdo con infiltración al recto y al intestino. Recibí quimio-
terapia hasta agosto de 1990 sin lograr grandes resultados. Los
médicos suspendieron el tratamiento hasta realizar una nueva
valoración. Entonces escuché hablar de Lino que trabajaba en el
Hospital “Salvador Allende” y me llevaron a visitarlo. Los mé-
dicos no habían determinado el nuevo tratamiento y ya llevaba
varias consultas con el doctor Tomasén cuando comenzaron a ver
el cambio. Unos meses después en el resultado de un ultrasonido

18
Fila de personas a la entrada del consultorio del doctor Lino.

se confirmaba la desaparición total del tumor. Ahora me estoy


tratando una neuropatía que me quedó como secuela de los sue-
ros. Estoy mejorando mucho y me siento muy bien físicamente.
Le estoy agradecida eternamente y que Dios le dé siempre mucha
salud.
Aymara Legón. Calle 6 no. 115, entre 1ra. y 3ra.
Miramar, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Acudo en agosto de 2001 a la consulta de Lino presentando lin-


foma angiocéntrico de la línea media, tratado en el Hospital “Ma-
nuel Fajardo” y el “Oncológico”. Recibí siete sueros citostáticos
y 20 radiaciones. Hasta el presente he tenido 14 sesiones de tra-
tamiento y continúo asistiendo a su consulta. La primera vez que
estuve allí estaba totalmente sin fuerzas para caminar, no movía
la boca, no podía sostenerme en pie por las fatigas, no podía to-
mar agua, tampoco hablaba. En esa primera consulta recibí una

19
energía increíble, la cual me dura hasta hoy. Ya no tengo fatigas,
como de todo, mi estado de ánimo es mucho mejor, aunque aún
no he terminado el tratamiento. Opino que Lino es un profesio-
nal, que con seguridad y de un modo fuera de lo convencional
mejora a sus pacientes extraordinariamente. Él es mi esperanza,
pues ya me he sometido a otros tratamientos y hasta ahora no me
habían dado ningún resultado.
Elieser Iglesias Rivero, Jesús María no. 106 entre Cuba y
Damas, Ciudad de La Habana, Cuba. 6/9/01.

Lino me refirió que en esa etapa de su vida fue estu-


diado por el grupo de “Radiestesia” de la Academia de
Ciencias de Cuba, le midieron el aura y alcanzaba más
de 60 metros (la palabra radiestesia se relaciona con las
radiaciones y los rayos, cuya naturaleza aún se descono-
ce. En radiestesia terapéutica se usa un instrumento muy
simple: péndulo, que en la mano del radiestesista, capta
y amplifica los efectos de los rayos radiestésicos. El aura
es un campo energético que tienen los seres vivientes y
que generalmente mide centímetros o metros de espesor.
Hay quienes han fotografiado el aura utilizando una cá-
mara fotográfica especial llamada “Kirlian”, en honor a
su creador, el ucraniano Semyon D. Kirlian, el primero
en fotografiar el aura, mostrando una forma luminiscente
alrededor de los dedos de su mano).
Lino fue invitado para impartir una conferencia sobre
medicina alternativa en un centro de investigaciones del ce-
rebro, llamado INIFUNCE, frente a decenas de personas,
donde Lino les dijo a varios de los presentes cuál era su pa-
decimiento. Tuve la oportunidad de hablar con el director
del referido centro en esa fecha, doctor en Ciencias Médicas,
Nibaldo Hernández Mesa, que me hizo llegar un documento
donde relata los trabajos que realizó con el ingeniero José R.
López y sus consideraciones:

20
Muchos han sido los niños curados por Lino.

La información acerca de las capacidades diagnóstico-curativas


la tuve de primera mano de un amigo que visitaba su consulta
en el Hospital “Salvador Allende” y realizaba una observación
imparcial de los pacientes que exploraba y diagnosticaba con y
sin interrogatorio, y luego aplicaba el tratamiento. Me señaló
que había detectado una efectividad cerca del 90% en todas las
afecciones y en el caso de afecciones de la columna vertebral
más del 90%. Para la curación a distancia a través de una foto

21
también la efectividad ha sido elevada, aunque más difícil de
comprobar.
Como quiera que el amigo era de toda mi confianza y se ha carac-
terizado desde que lo conozco porque trata de cuantificar todo lo
que explora me dirigí al “Salvador Allende” durante dos maña-
nas cada semana durante gran parte del año 1991. Mi propósito
fue el de comprobar lo que escuché.
El resultado fue que mis observaciones aunque menos detalladas
que las referidas, se acercaron a las cifras citadas.
Con ese resultado cité al consejo científico del ININFUNCE, que
dirigía en esos instantes. Informé acerca de las estadísticas de mi
amigo y lo que comprobé yo mismo y el consejo decidió realizar
una sesión donde el expositor fuera el propio Lino Tomasén.
En la citada actividad estuvieron presentes, además de los miem-
bros del consejo científico, todos los investigadores del INIFUN-
CE que decidieron asistir. Estuvieron también algunas personas
interesadas y que tenían experiencias curativas alternativas, entre
los que habían psicológos, practicantes de Yoga, etc. Uno de los
participantes tomó un video de todo lo sucedido.
Lino realizó una intervención y luego respondió preguntas que
le hicieron.
El detalle que deseo resaltar es el de una joven investigadora (bio-
química) que padecía de estrabismo y se encontraba a unos dos
metros de distancia. Le pidió a Lino que la curara del estrabismo.
Lino no dijo nada acerca del estrabismo, pero le dijo que tenía
una seria alteración en su columna cervical que debía atenderse.
Le dijo con seguridad las vértebras que tenía afectadas.
Luego siguió repondiendo preguntas, que era el objetivo princi-
pal de la actividad que no se programó nunca como de diagnósti-
co específico o de tratamiento.
Concluyó la actividad y al otro día en la mañana me estaba espe-
rando la joven con las placas en la mano que le habían realizado
hacía varios días y me mostró asombrada que era lo mismo que
Lino de sólo verla lo había señalado.
Lo relato pues en este caso hay prueba en el video y testifical de

22
varios observadores de las placas que se encontraban a mi lado al
día siguiente. Ello elimina la posibilidad de confusión.
Lo resalto pues demuestra una de las capacidades que vi en Lino
en la consulta del “Salvador Allende”. No en todos los pacientes
pero al menos en un 10% de los que vi me llamó la atención que
sin tocar, ni preguntar a la persona pudo saber con exactitud lo
que le aquejaba.
Luego de la sesión científica del INIFUNCE deseo destacar que
me pidieron de la dirección de la Academia de Ciencias un infor-
me acerca de mi punto de vista acerca de Lino Tomasén, de sus
potencialidades curativas.
En el informe expresé mi punto de vista y que sostengo actual-
mente: Lino tiene capacidades realmente curativas y no es una
persona enajenada mental. Planteé entonces que Lino tiene un
desarrollo notable del hemisferio derecho que no está, como en
casi todas las personas, sometido a la tiranía del hemisferio iz-
quierdo.
Deseo plantear mi punto de vista, que no he conocido nadie con
mayores potencialidades diagnóstico-terapéuticas intuitivas (el
llamado ojo clínico) efectivas que Lino Tomasén. Tampoco co-
nozco nada escrito al respecto.
En cuanto a la explicación de cómo se producen esas capacidades,
veo coincidencia en muchos aspectos como la alegría sostenida,
seguridad que provoca y la ausencia de emociones negativas. Por
otro lado su fuerza es algo notable.
No obstante los resultados van más allá de eso y se quedan sin
explicación al nivel de la ciencia actual.
Doctor en Ciencias Médicas Nibaldo Hernández Mesa.
Profesor de Fisiología ICBP Victoria de Girón.
Mayo de 2007

El Centro de Perfeccionamiento Médico (CENAPEM)


le otorgó el Certificado de Profesor del Curso Nacional de
Postgrado de Medicina Alternativa que ofrece el Ministerio
de Salud Pública cubano (MINSAP), firmado por el director

23
del CENAPEM y por el Viceministro de Asistencia Médica
del MINSAP.

Las dificultades aparecieron...


Hasta 1992 trabajó en instituciones del Estado. En ese mismo
año, paralelo a ese sentimiento de respeto y admiración que
existía en el pueblo a favor de este hombre, se fue erigiendo
otro de rechazo por parte de algunos médicos y personal ad-
ministrativo, que lo tildaban de loco, de falso sanador. Sus
conceptos tan diferentes acerca de la salud y su sinceridad al
expresar lo que sentía hicieron que resultara incomprendido
por algunos en el hospital. Debe tenerse en cuenta que en
aquellos años en Cuba no se practicaban terapias como esta,
no existía esa cultura tampoco en los médicos. Se comenzaba
a hablar acerca de la medicina tradicional china, pero proce-
dimientos como el de Lino no eran aceptados como válidos.
Los fenómenos paranormales se trataban con cierta dis-
creción (para, prefijo griego que denota proximidad, seme-
janza. De ahí que paranormal lo interpreto como algo “casi
normal”, con un cierto toque de misticismo). Recuerdo que
para esa época sesionó en el Palacio de Convenciones de La
Habana un evento internacional sobre temas paranormales y
casi no se le dio publicidad.
Para que tengan una idea de los problemas que se buscaba
Lino: por ejemplo, el procedimiento médico para curar una
fractura ósea que es inmovilizar el miembro afectado durante
al menos 45 días, Lino lo resolvía en una semana o menos,
suministrando energía al paciente, ese hueso se soldaba, lo
cual se corroboraba por exámenes de rayos X. Muchos mé-
dicos no podían entender eso. Su situación en el hospital se
hizo insostenible y le propusieron trabajar a un asilo de an-
cianos.

24
En noviembre de 2000 llevé a mi niño de 5 años al doctor Lino
por presentar inflamación en costilla flotante. Un cirujano del
Hospital de San Antonio de los Baños diagnosticó que era una
hernia en la costilla o un lipoma que habría que operar pero no
de momento. Al traerlo a la consulta del doctor Lino ocurrió una
cosa insólita: Con tan sólo uno de sus masajes logró disolver la
inflamación que presentaba el niño.
Madre de Maikol Tejeda Díaz. Calle 80 s/n. La Salud,
Municipio Quivicán, La Habana, Cuba. 17/11/2001

En 1986, mi niña de 3 años tenía inflamación en la rodilla, en los


pies y en las manos. La llevé a varios médicos y ninguno lograba
un diagnóstico exacto. Fue el doctor Lino quien determinó que
era artritis reumatoide. Con su tratamiento se curó. Hoy mi hija
tiene 18 años. En los 15 años transcurridos nunca más tuvo pro-
blemas. Eso se lo agradezco al doctor Lino Tomasén.
Fara Mireya Linares Gómez. Calle Perfecto la Coste
no. 745 apto. 1 Bajos entre Panchito Gómez y Ayestarán,

Ciudad de La Habana, Cuba. 6/09/2001.

En 1999 producto de una caída tuve fisura y unión de dos vérte-


bras. Con 5 sesiones de tratamiento con Lino durante una semana
me curé. En septiembre del 2001 volví a Lino por Bursitis del
hombro derecho, discretos trastornos de la cervical que se ma-
nifestaban cuando estaba de pie, la creatinina estaba en 243. En
3 sesiones con Lino desaparecieron los trastornos y la creatinina
bajó a 90. Le deseo mucha salud y fuerzas para que continúe
haciendo el bien a la humanidad.
Inés Arozarena Fabelo, no. 455 entre Jovellar y San
Lázaro, Ciudad de La Habana, Cuba. 15/09/2001.

Hoy, quince años después vemos como algo normal es-


tos métodos de sanación. En cualquier policlínica del país se
aplica la terapia floral, la homeopatía, la energía piramidal,
en algunos sitios parece que comienzan a utilizarse los méto-

25
dos del Reiki (Reiki no es un don, ni una habilidad especial.
Cualquier persona puede practicarlo, tanto sobre si mismo
como a otros y ayudarle a mejorar su salud.). También en
cualquier farmacia del país ya se encuentran diversos prepa-
rados naturales. Ha sido necesario ir paso a paso rompiendo
esquemas mentales. Ya el “fenómeno Lino” es más com-
prendido.
Pero en aquel momento este doctor no aceptó tener que
trabajar la medicina de otra manera a como lo hacía y se
fue a trabajar a los muelles como estibador. Allí nadie sabía
quien era ese hombre corpulento, lo veían como un estiba-
dor más.
Lino expresaba: “Admiro y respeto el camino hecho por
otros pero prefiero hacer el mío, no me gusta la debilidad, ni

Atendiendo a una anciana. Decenas de personas aguardan para ser­ atendidas.

26
la codicia, ni el abuso ni nada que salga del hombre medio-
cre, no soy modesto, la modestia es hipocresía, los modestos
esconden debilidad y no luz. Digo lo real, lo bueno, lo puro,
rompo los límites, lo estrecho, adoro la firmeza, el valor y la
entrega total”.
El Embajador de Venezuela en Cuba en el 2001, Gonzalo
Gustillo, que conocía sobre sus poderes de curación en el
Hospital “La Covadonga”, muy pronto lo encontró en los
muelles. Cuando preguntaba por “el médico” todos se sor-
prendían. ¿Quien ha visto a un médico trabajando de estiba-
dor en los muelles?
Durante dos años Lino estuvo trabajando en la embajada
venezolana, atendiendo al embajador, a su familia y a perso-
nal diplomático de otros países. Dentro de los casos atendi-
dos se destaca el de Carlos Homobono, enfermo de Sida, que
tuvo una recuperación sorprendente en la propia embajada
de Venezuela.
A continuación más testimonios que pueden ofrecer
una idea acerca del poder de curación tan versátil de este
hombre:

Acudí al doctor Lino en junio de 1998 presentando serio proble-


ma en la mama izquierda, que se había extendido a los pulmones
y ganglios. Comencé el tratamiento y el doctor concentró todo
el mal en el seno. Se me abrieron siete huecos y por ellos ex-
pulsaba la infección. Llegó un momento en que hice una crisis
general y fue cuando se me hizo la intervención quirúrgica para
concluir el caso. Debo aclarar que aunque los médicos no me
decían nada, yo sé que estaban asombrados por mi caso, al pare-
cer bastante feo: no concebían que tuviera los pulmones limpios,
nada en los huesos ni en la zona del vientre, sólo un fibroma
sin peligro que es lo que me estoy tratando en estos momentos.
Este tratamiento se extendió por dos años. Siempre tuve mucha
fe en el doctor. Hoy, en octubre del 2001 me siento muy bien.
Se me realizó un ultrasonido, una gammagrafía ósea y cerebral,

27
análisis ­sistemático de sangre y todo dio perfecto. En estos mo-
mentos tengo 12 de hemoglobina y he aumentado 20 libras a sólo
8 meses de la intervención quirúrgica. Opino que el doctor Lino
Tomasén es lo máximo, es todo un médico, agradable, muy buen
trato, desinteresado y sincero, ya que cuando el caso no tiene so-
lución habla claro con el familiar, aunque lo alivie por el tiempo
que el destino ha marcado. A Lino le digo que siga hacia delante
con el mismo espíritu de lucha, que los que hoy lo ignoran maña-
na serán sus seguidores.
Carmen María Duthil Toledano. San José no. 904 entre
Aramburu y Soledad, Centro Habana, Ciudad de
La Habana, Cuba, 3/10/2001.

En enero del 2001 acudí al doctor Lino por presentar asma bron-
quial y dolores en la cervical. En 10 sesiones de tratamiento el
nivel de mejoría es óptimo comparado con otros tratamientos que
he recibido en más de 10 años, sin haber logrado una total recu-
peración.
Rolando Suárez Bencomo, Condesa no. 10 entre
Manrique y Antón Recio,
Ciudad de La Habana, Cuba.

Echaba líquido cefaloraquídeo por la fosa nasal derecha y estaba


esperando un turno para operarme de la cabeza. También padecía
de un dolor de oído hacia la mandíbula en la parte derecha de la
cara. Tuve 8 sesiones de tratamiento con Lino durante 4 semanas.
Desde la primera consulta desapareció la salida del líquido por
la nariz. El dolor del lado derecho de la cara se me quitó. Ya no
necesito ser operada. Le estoy muy agradecida.
Pilar Marrero Casanova. Ave 27 no. 8011 entre 80 y 82,
La Salud, La Habana, Cuba,
14/11/2001.

Cuando mi hijo de 14 años acudió al doctor Lino por primera vez


en enero de 2001, tenía un dolor de cabeza muy fuerte y cons-

28
tante y agotamiento físico. Le indicaron pruebas en el Somatón y
Resonancia Magnética Nuclear, también se mencionaba una po-
sible operación. Mientras esperábamos la operación se le indicó
reposo absoluto. El niño tuvo 5 sesiones de tratamiento con este
sanador, durante 2 semanas. Desde la segunda sesión, el niño
mejoró, desapareció el agotamiento y pudo realizar todas sus ac-
tividades sin limitaciones. Al repetir la Resonancia Magnética
Nuclear, se obtuvieron resultados normales.
Holbert Alá Cisneros. Neptuno no. 1208, apto.9, entre
Masón y Basarrate, Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba.
22/8/2001

Se me diagnosticó cáncer de cérvix. Tuve 3 meses de tratamiento


con radiaciones y quimioterapia. Hice 5 sesiones con el doctor
Lino y a partir de este momento me sentí con mejor estado aní-
mico. Los síntomas durante el proceso de curación eran simila-
res a los que me ocasionaban las radiaciones y la quimioterapia.
Diagnóstico final: curada y no operación. A este doctor todo mi
agradecimiento y admiración. Mayo /2002.
A los 10 meses de terminar mi tratamiento con Lino los médicos
me sugirieron operarme (hacerme una complementaria) para sa-
lir de dudas y estar tranquila. Se hizo la operación y la biopsia.
Todo dio negativo. No tenía cáncer. Abril /2007.
Raquel María Aluart Guelmes, Edad: 35 años. Calle
Ernesto Valdés Muñoz no. 104 B entre Martí y Maceo,
Sancti Spíritus. Telef.: 323863. 20/05/2002 Actualizado en
abril de 2007.

En enero de 1991 acudí a Lino en el Hospital “La Covadonga”


por un dolor en el abdomen que venía padeciendo. Fui aten-
dida y me entregó un turno para volver dentro de un año pues
había demasiados pacientes. No volví a verlo pues se me quitó
el dolor. En septiembre de 2001 regresé a su consulta por va-
rias razones: padecía de hipotiroidismo, espolones calcáneos,

29
bursitis, presión alta, insomnio y calambres. Para todos esos
padecimientos tenía tratamiento. En menos de 30 días visitando
a Lino, dejé de tomar medicamentos. La presión se normalizó,
duermo bien, los dolores han desaparecido o se aliviado en un
98% aproximadamente, mi calidad de vida es la mejor. Debo
decir que he asistido a su consulta de manera esporádica. Opi-
no que este médico mezcla la superinteligencia con los conoci-
mientos científicos, dominio de la cultura y sabiduría oriental
y un don para ver más allá de lo normal, con lo que logra diag-
nósticos certeros.
Nelsy Esther Lamorí Cardosa, edad 53 años, Sofía no. 951
entre Longa y María Luisa, municipio Arroyo Naranjo,

Ciudad de La Habana, Cuba, 17/10/01.

En 1993 padecía de cáncer en la próstata con metástasis en la pel-


vis, en la columna vertebral y en la cabeza del fémur. Recibí tra-
tamientos convencionales (sueros citostáticos, radiaciones, etc.)
y, además, tuve 17 sesiones de tratamiento con el doctor Lino.
Lo cierto es que estamos en el 2001 y aún trabajo; llevo una vida
normal y puedo decir que recibí un tratamiento combinado.
Fidel Presmani, Ciudad de La Habana, Cuba.
1 de octubre de 2001.

Cuando acudí al doctor Lino por primera vez, en julio de 1989,


padecía de una bursitis calcificada. Una comisión médica dicta-
minó invalidez total del hombro derecho. No podía mover el bra-
zo, pues los dolores eran terribles. Ni infiltraciones ni corrientes
me aliviaban. Tuve 10 sesiones de tratamiento durante 2 sema-
nas. Quedé totalmente curada. Ahora utilizo el brazo para todo y
cargo pesos apreciables sin dificultad. En 1990 me diagnostica-
ron trombosis en la pierna izquierda, que estaba paralizada. En
10 sesiones con Lino me curé.
María Isabel Dámeras Oquendo, San Lázaro no. 1218
apto.502, entre M y N, Vedado, Ciudad de La Habana,

Cuba, 24/8/2001.

30
En junio de 2000 sufría de tendinitis calcificada en el hombro
derecho que me dejó casi inválida. No podía hacer nada y el do-
lor era muy fuerte desde el hombro hasta la mano. Me aplicaron
corriente con agujas que me aliviaban momentáneamente. No
podía dormir de ese lado. Me informaron que el brazo no tenía
cura y que no podría realizar ningún movimiento con él. Supe
del doctor Lino y acudí a él en septiembre de 2000. Me hizo
unos ejercicios y otras cosas en el brazo. Como todo había sido
tan rápido dudé de que me fuera a curar en tan breve plazo. Lino
me dijo que volviera al otro día. Me aplicó el mismo tratamiento
exclusivamente con sus manos. Tuve que volver al día siguiente
y recibí el mismo tratamiento. Pensé que mi solución era para
largo. Al preguntarle a Lino si debía volver al día siguiente, me
contestó “¡Si ya usted está curada!”.Al llegar a la casa, empecé
a cargar cubos de agua para baldear y a hacer todo lo que hasta
ese momento no podía hacer, no tuve la más mínima molestia.
Desde ese día agradezco, respeto y admiro a Lino, que con tanto
cariño, bondad y sabiduría dedica sus conocimientos a aliviar y
curar enfermos.
Gladys M. García Dopico. Edad: 53 años. María Luisa
no. 667 entre Sofía y Pilar, Rpto. Averoff, Mantilla, A.

Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba, 16/10/2001.

Mi padre sufrió en 1986 una esclerosis lateral amiotrófica que le


provocó invalidez total, desahuciado por los médicos, sin resul-
tados algunos hasta llegar al doctor Lino Tomasén, quien lo curó
totalmente en el Hospital “La Covadonga”. Eternamente agrade-
cido por haber curado a mi padre.
Sus datos: Ernesto Alfonso Ibáñez. Edad: 66 años. Animas
no. 657 entre Lealtad y Escobar, Centro Habana, La

Habana. 25/05/2002.

31
El sol quema con la misma luz con que calienta.
El sol tiene manchas. Los desagradecidos
no hablan más que de las manchas. Los
agradecidos hablan de la luz.
José Martí. La Edad de Oro, Nueva
York, 1889.
2
Las paredes hablan

El primer consultorio
La calle que se hace célebre
Lo insólito como cotidiano

El primer consultorio

E
n 1992 Lino comenzó a atender enfermos en su casa,
ubicada en Infanta y Carlos III. Algunos pacientes
desearon dejar constancia testimonial de su agrade-
cimiento y lo hicieron escribiendo en las paredes de la sala.
Así sucedió hasta el año 2000, cuando se mudó para Concor-
dia no. 410.
A continuación encontrarán las fotos de las paredes y la
transcripción de los testimonios allí escritos.

33
Mi suegra fue curada, fue transmutado su karma, el gato fue cu-
rado de leucemia y de linfomas en sólo dos meses. Mi caso par-
ticular ha sido seguido y tratado por el Maestro durante año y
medio. La mejoría ha sido inobjetable, no sólo físicamente, sino
también en el plano espiritual. ¿Quién si no hubiera podido lo-
grarlo? Nada más Lino. Continúo con mi teoría, Dios en el cielo
y Lino en la Tierra. Muchas cosas buenas, a mi nombre y al de
mis seres queridos éxitos y lo mejor del mundo.
Silvia. Carmen no. 165 apto.1 entre Monte y Tenerife,
Centro Habana, Ciudad de La Habana, 9/1/99.

En estas paredes testigos silenciosos de miles de extraordinarias


curaciones doy testimonio de la grandeza de mi maestro y amigo

34
el doctor Lino Tomasén, quien al darme parte de su maravillosa
energía materializó en mí una transformación física y espiritual
sin precedentes, que han hecho hoy de mí un hombre nuevo. Mi
perra bóxer fue curada de un tumor y un coágulo cerebral y mi
esposa de asma y otras dolencias.
Pedro Vila. 5/1/99.

Yo Marlén Rodríguez de 44 años. El famoso doctor Lino me


sacó un daño (bilongo) del estómago. Le estoy eternamente agra-
decida.
Calle 253 no. 9213 entre 90 y 94, Reparto La Cumbre, San
Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana.

35
Yo Marta A. tenía hipertrofia del sectum y el doctor Lino me curó.
Boyeros, Calle 281, Mazorra.

Yo fui curada de cáncer en el hígado. Gracias doctor Lino. Su


eterna paciente.
Romelia

Yo soy Ana Rosa. Tenía hipertensión y cardiopatía, me iban a


hacer un cateterismo y me curé desde que vine aquí.
San José 653 entre Belascoaín y Desague.

Yo soy Martha. He sido tratada por el doctor Lino por dolores de


columna, osteocondritis y por problemas en el estómago. Le doy
las gracias por haberme curado. Eternamente agradecida”.
Calle 24 no. 359, Vedado. 10/1/99.

36
A mi madre el 20/2/98 le pronosticaron 3 días de vida y fue cu-
rada de cáncer de vagina. De ahí nuestra fe en el doctor Lino
Tomasén.
Teresa Tamayo. Edif. U-313, apto. 9 Distrito José Martí,
Santiago de Cuba. 5/1/99.

37
Yo, Francisco Rodríguez Sánchez de 48 años, desahuciado por
los médicos, inválido, pude caminar en tan sólo 4 sesiones del
doctor Lino. Eternamente agradecido.
Panchito. Calle Pinar no. 7411 entre San Francisco y 100,
Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, 20/11/99.

38
Dios continúe iluminando al doctor Lino para que continúe sa-
nando sobre todo a los niños.
Dra. Sotolongo. 9/1/99.

Gracias a ti pude tener a mi niña, después de mucho tiempo sin


lograrlo, además mi hijita no caminaba y con sólo 5 sesiones
tuyas lo logró. Mil gracias por siempre.
Lisette. Ave 41 no. 2622, Playa. 7/10/99.

La calle que se hace célebre


Al igual que en su casa anterior, a partir del año 2000 los
pacientes de Tomasén continuaron escribiendo sus testimo-
nios en las paredes de su nueva casa ubicada de Ciudad de
La Habana.
A continuación les presento la totalidad de los testimo-
nios escritos en las paredes de la casa de Concordia no. 410
hasta marzo de 2007. De todos ellos tengo fotos. Para una
mejor comprensión ajusté ligeramente la redacción de algu-
nos textos sin cambiar su contenido:

39
El niño mío que se llama Javier Cuba era asmático desde los 11
meses y el doctor Lino lo curó. Hace dos años que no le da ni
catarro.
Calle E no. 14223 entre Santos y Carabollos, S.
Francisco de Paula,
Ciudad de La Habana.

Yo, Laura Reinaldo Jiménez, de 10 años tenía una enfermedad en


el fémur, estuve 10 meses de reposo absoluto. Me hablaron del
doctor Lino y vine. En sólo 12 días estoy caminando, no siento
dolor ni molestia ninguna. Gracias doctor Lino.
Aranguren no. 13 entre Lincoln y Agramonte,
La Palma, Arroyo Naranjo,
Ciudad de La Habana.

40
En la sala no hay prácticamente un sitio libre de texto.

Yo me llamo Yane Nuviola, estuve inválida a causa de una her-


nia discal. En la primera sesión salí caminando y sentí un enorme
alivio.
Vivo en Matanzas, en calle 141 no. 16803
entre 168 y 170, Rpto. Reynold García.

41
42
Juana Fajardo estuvo 10 años con cáncer en los dos pulmones.
Con las sesiones que le dio, actualmente no tiene ni catarro y
tiene 80 años.
No aparecen datos del testimoniante.

Yo, Ileana Águila, le agradezco al doctor Lino por hacer


que mi madre mejorara del estado en coma. Ha estado 1400
días con dolor intenso en los pulmones y la fue curando
con mucha fe y voluntad, pero sin negar la ciencia. El doc-
tor transmite energía positiva. Gracias por ayudar a curar.
14/7/06.
No aparece la dirección del testimoniante.

43
Es común encontrar en los testimonios la cantidad de sesiones en que los
­pacientes refieren haber sido curados.

44
Hacía más de 3 meses que no oía nada. Estaba completamente sor-
da. Vine a curarme con este milagroso doctor y ya en la primera
sesión me curé. ¡Comencé a oír! ¡Cuánta dicha, satisfacción y feli-
cidad siento en mi corazón! ¡Que Dios lo bendiga por siempre!
Esperanza Betancourt Rivero. Ánimas no. 69 entre
Lindero y Final, Calvario, Municipio Arroyo, Ciudad de La
Habana. Telef.: 99-5262. 13/3/06.

Mi mamá, Inés Arosarena, de 86 años, fue curada de creatini-


na alta en sólo 5 sesiones. En estos momentos goza de buen es-
tado de salud. ¡Que Dios le dé salud y bienestar para que siga
­curando!.
Mi dirección es: N no. 455 entre Jovellar y San Lázaro,
Municipio Plaza, Telef.: 873-5287. 13/3/06.

45
A continuación les transcribo otros testimonios que tam-
bién se encuentran escritos en las paredes. No seguí inclu-
yendo fotos para ahorrar espacio en el libro. Si visita el con-
sultorio podrá leerlos directamente de la pared. Aquí van:

Yo, Noelia Rosalía Más Tápanes, de 60 años, tuve un derrame,


que me mantuvo en coma por un tiempo. Gracias al doctor Lino,
santo de las manos milagrosas de Cuba, que me curó a distancia
mediante una foto mía. Me fue dando fuerzas y poco a poco salí
del coma, comencé gradualmente a ver, a hablar, a escuchar hasta
que me recuperé totalmente. Gracias a Lino que me salvó la vida
ya que los médicos no contaban conmigo.
Mi dirección es Concordia no. 367 entre Lealtad y
Perseverancia, Ciudad de La Habana. 16/3/06.

46
Estando en el consultorio el 25 de marzo de 2007 conocí
personalmente a Noelia. Ella emocionada me refirió que el
tiempo que estuvo en coma fue de 3 meses. Al salir de ese es-
tado no podía hablar. Luego se fue recuperando gradualmen-
te. Me manifestó que hoy se siente muy bien y que pasaba a
ver a Lino para saludarlo y recibir de él un poco de energía.

A mi niña la traje aquí por epilepsia, después de varias consultas


ya está sana y salva.
Calle 10 no. 2310, Bejucal, provincia La Habana.

En el año 93 mi nieta de 3 años fue sacada de terapia ya había te-


nido 6 ingresos. Se la llevé al doctor Lino Tomasén y más nunca
le ha dado el asma.
Sonia Valdés, Licenciada en Enfermería. San Nicolás no.
817 entre Sitios y Reunión, Ciudad de La Habana.

Yo, Yiganis Wong Rodríguez, tenía que ingresar cada 6 meses


para aplicarme oxígeno permanentemente e inyectarme, pues
era asmática crónica de 4to. grado y gracias al doctor Lino me
curé.
García 708 entre Cristina y Minerva, Cárdenas,
Matanzas.

En el año 2003 le recomendé este caso al doctor Lino. Llevaba


más o menos dos años con cuadro de hemiplejía derecha, pérdida
de conciencia y lengua tropelosa, el cuadro aparecía y desapare-
cía. Acudió a neurología donde se estudió y no se comprobaron
alteraciones, se remitió al servicio de ortopedia y tampoco se
comprobaron alteraciones, se remitió finalmente al servicio de
psiquiatría donde tampoco se resolvió el cuadro. Así las cosas
la paciente de 46 años sin APP de interés y aparentemente sana
hasta ese momento transitó por varios hospitales y no resolvió su
cuadro. Fue así como yo había oído hablar del doctor Lino y le
recomendé que acudiera a él, la paciente acudió y todavía no se

47
cómo, en 3 sesiones en la paciente desapareció el cuadro. Hasta
la fecha no ha asistido a consulta médica alguna.
Doctor Arcadio Andino, Paseo no. 113 / 5ta y Calzada,
Médico General. Diciembre de 2005.

Desde el año 1976 soy diabética y casi siempre con el azúcar


alta, también soy hipertensa. Hace aproximadamente tres años
comencé a sufrir polineuropatía-diabética, que me impedía ca-
minar, sufría muchos dolores en las piernas y en la planta de los
pies, con la sensación de que me estaban picoteando los pies y
me quemaba. Las manos y los brazos se me inflamaban, me do-
lían y casi no podía hacer nada. Tuve la gran fortuna de conocer
a Lino por una amiga que me trajo a su casa, me he dado dos
sesiones y ya, desde la primera vez, el alivio fue tan grande que
puedo caminar sin dificultad, no he tenido que sentarme mientras
camino, la presión se ha estabilizado, se me bajó la inflamación
de los brazos y las manos, la glicemia me bajó de 25 a 12 por la
mañana y a 8 por la noche. Me siento mucho mejor y continuaré
tratándome con el doctor Lino. Muchas gracias.
Aleida Agrecot Hernández. Calle no. 7 entre 1ra. y 10
Bloque 11135 apto.11, 2do. Piso. Altahabana. Ciudad de
La Habana. Edad 63 años. 19/01/06

Hace cerca de 20 años padezco de diabetes que me ha provocado


hipertensión, cardiopatía y decaimiento general. Hace tres meses
comencé a padecer de mareos, me sentía muy mal. Me diagnosti-
caron vértigo, otro médico me diagnosticó artrosis cervical. Me in-
dicaron reposo absoluto pero no mejoré. Tuve una crisis nerviosa
causada por mis problemas. Me hablaron del doctor Lino que cura
con las manos y acudí a su consulta. A partir de la segunda sesión
comencé a experimentar mejoría: ya tenía estabilidad. Hoy me dí
la cuarta sesión y me siento muchísimo mejor, hasta camino sola.
Pronto comenzaré a trabajar. Doy gracias a Dios y a Lino.
Elsis Uranga Figueras. Finca Miranda-Mojica, Mariel, La
Habana. Edad 50 años. Teléf.: trabajo 9-2805. 17/01/06.

48
A Eduardito, de 10 años no le salían los dientes. El 8 de marzo de
2006 su abuelo trajo la foto. Había que operarlo y el niño tenía mie-
do. Al otro día, el 9 de marzo, después de un año que se extrajo el
diente de leche, el niño exclamó: ¡Abuelo, ya me salió el diente!.
Teléfono 265-2450 en calle 126, Marianao. Graciela
(paciente de Lino) Teléf. 881-5592. 2006.

Desde principios de 2005 comencé a tratarme el brazo derecho


a causa de una bursitis que me lo congeló. Me aplicaron, entre
otros tratamientos, fango medicinal, láser, acupuntura, infiltra-
ción. Todo sin resultado. La opinión de los médicos fue que mi
brazo no tenía cura. Entonces fue que acudí a Lino y a partir de
la décima consulta recuperé casi totalmente el movimiento del
brazo. Me queda sólo un poco de dolor. Marzo de 2006.
Graciela Álvarez (Conill 305 apto.6, N. Vedado), Ciudad
de La Habana. Teléfono 881-5592.

Mi testimonio es este: El ginecólogo me diagnosticó inflamación


crónica, me dijo que había que hacerme una histerectomía. Cuan-
do Lino me tocó llegué a mi casa sin dolor y cuando fui al hospi-
tal tenía el cuello del útero cicatrizando perfectamente.
Arianna González Cabrera. Candelaria, Pinar del Río.

Yo, Eusebio Linares Linares, en el año 1989 sufrí una caída


(trauma en el quinto metatarsiano), me llevaron al hospital, don-
de me pusieron un yeso en el pie, a los pocos días el pie comenzó
a deformarse. Acudí al doctor Lino y cuando miró a través del
yeso la forma que tenía el pie, diagnosticó que estaba haciendo
un trombo febril. Me quitó el yeso y me mandó a caminar. Al ver
la dificultad que yo tenía, me hizo unos movimientos en el pie,
con mucha delicadeza, y me llevó el pie a su lugar. Me dijo que
no tenía que ponerme más yeso. Volví a caminar normalmente.
Hasta el día de hoy no he tenido más problemas.
Eusebio Linares. Perfecto la Coste no. 745, apto. 1 entre
P. Gómez y Ayestarán, Ciudad de La Habana. 6/9/2001

49
Soy Gilberto López, padre de Isabel López, que sufría de artritis sin
diagnóstico. Después de la segunda sesión, ya camina sin dolores.
Cienfuegos no. 105 entre Apodaca y Gloria, Habana Vieja,
Ciudad de La Habana.

Llegué aquí con un par de muletas, a causa de una rodilla que me


lastimé en un accidente automotor. Este médico me hizo caminar
sin muletas en la primera sesión tan sólo con sus manos. Que
Dios le dé mucha vida y bienestar.
Lisset Reyes, vivo en el Reparto Chibás en Guanabacoa.:
Ave. 5ta, no. 23. Ciudad de La Habana.

En el mes de diciembre de 2005 llegué aquí recomendada por otra


paciente que se atendió con Lino. Casi no podía caminar por los
dolores de mis rodillas. En la primera sesión me alivié muchísimo.
Me dio siete sesiones, ya estoy muy bien, hoy 16/3/06. He venido
a traer a mi hija que es médico, aquejada de asma bronquial y 2
quistes y un nódulo en la tiroides. Espero que igual que yo se cure
de sus males. Ya con 4 sesiones está mejorando, tengo mucha fe
que sus padecimientos van a desaparecer. Gracias a Dios y a Jesu-
cristo. Dios lo bendiga.
Martha Betancourt Remedios, teléfono 792-9443
(casa), vecina de Calvo no. 63 entre Martí y San José,
Guanabacoa, Ciudad de La Habana.

Yo, Yakelia, hacía 14 años no salía embarazada y gracias al doc-


tor Lino tengo una niña de 2 meses.
Yakelia. 106 no. 5708 entre 57 y 59, Marianao.
Ciudad de La Habana. 27/7/06.

Desde los 9 años padezco de un LES y desde hace 4 años debuté


con una IRC. Una vez que conocí al doctor Lino la IRC se ha
detenido, manteniendo su estado de salud estable. Esto es desde
hace más o menos dos años!
Marloy Villavicencio. Calle 70 no. 634 Guanajay,
La Habana.

50
Tenía un linfoma en el estómago y gracias al doctor Lino fui
curada en sólo 15 sesiones.
Sonia, vivo en el kilómetro 5 de la carretera a Luis Lazo,
Pinar del Río.

Tengo 30 años. A los 13 años me diagnosticaron un tumor


agresivo en la región glútea izquierda. Tuve tratamiento con
quimioterapia durante 9 meses sin resultados relevantes y los
médicos decidieron suspender este tratamiento sin dejar mu-
chas esperanzas. Entonces conocí a este maravilloso doctor que
trabajaba en La Covadonga y comencé un tratamiento de dos
veces a la semana que duró varios meses. Me visitaron del hos-
pital para analizar mi caso y aplicarme un nuevo tratamiento.
El resultado del ultrasonido reveló que el tumor se estaba redu-
ciendo considerablemente y entonces decidieron no poner nin-
gún tratamiento. Continué visitando a Lino hasta que el tumor
desapareció del todo. Nunca fui operada. Los médicos piensan
que fue algo inexplicable. Yo diría milagroso. Que Dios le dé
siempre mucha salud a este salvador. Ahora me atiendo las se-
cuelas de la quimioterapia.
Aymara Legón. Calle 6 entre 1ra y 3ra., Miramar,
Ciudad de La Habana.
22/6/06.

En el 2003 visité a Lino, tenía Cáncer en el cuello del útero. Des-


pués de 8 a 10 sesiones todo se fue disolviendo y hoy puedo
contar que estoy curada.
Melba Contreras Ledesma. Calle 6 no. 15 entre Calzada y
F, Ciudad de La Habana.

Gracias a este hombre maravilloso mi hermana salió de un trata-


miento muy fuerte de citostáticos. Los médicos no contaban con
su recuperación y gracias a Lino mi hermana vino aquí por sus
propios pies.
Arelis Cabrera. Edif. Gran Panel no. 3 apto.11,
Candelaria, Pinar del Río. Teléf.: 98149.

51
Traje un caso con tumor cerebral. No se movía. Por la foto (se
atendió), está caminando y está bien.
Andrés Montero. Rodríguez Murino no. 8301 apto.1.
Telef.:796-1303.

A quien curó mi nieto con tumor en el cerebro, a mi nieto con 2


operaciones hechas en el cerebro. Los médicos no contaban con
el. Gracias al doctor Lino lo ha sacado del problema.
Norberto Chico. Vivo en Guines, en Río Seco, La Habana.

Tengo 42 años. Tenía múltiples fibromas que me provocaban


muchos dolores y abundantes sangramientos. El doctor Lino me
los desapareció. ¡Que Dios lo bendiga! Gracias.
Maribel Toledo. Calle 50 no. 2909-A entre 29 y 31, San
Antonio de los Baños, La Habana. 21/3/06.

Mi esposo José M. Quintero padecía de hiperplasia medular y


neuropatía además de un infarto cardíaco. Ya tiene 12 de hemo-
globina y el infarto está curado. Gracias a Lino. Mucha fe que él
los cura.
Bárbara López. Serafines no. 168 altos entre Flores y San
Benigno. Cerro, Ciudad de La Habana.

Tenía un pólipo premaligno en el intestino que me provocaba


sangramientos por el recto. Estuve con esto varios años, además
de hipertensión frecuente. Hasta orinar me daba trabajo, pues la
uretra la tenía un poco estrecha. No podía comer lechuga, pues
me provocaba sangramientos. Tuve la gran fortuna y la dicha de
conocer a este milagroso doctor que me ha devuelto la salud y la
vida. Con sólo 4 sesiones desapareció el pólipo maligno, cesaron
los sangramientos, se me estabilizó la presión, la uretra se amplió
y por tanto orino con más facilidad. Todo esto gracias a Dios y a
la misericordia. ¡Que Dios lo bendiga por siempre y le de mucha
salud! Estoy muy contento, feliz, tengo 64 años.
Niceno Blanco Padilla. Calle 70 no. 29B09 entre 29B y
29C, Rpto Buenavista, Ciudad de La Habana.

52
Expulsé 3 pólipos de la nariz gracias al tratamiento del doctor
Lino. Gracias doctor.
Emis Crespo. Concordia no. 423 entre Gervasio y Escobar,
Ciudad de La Habana.

Lo insólito como cotidiano


Digamos que debería resultar “cotidiano” para mí lo que ob-
servo cada vez que visito el consultorio del doctor Lino. Son
situaciones insólitas, casos muy difíciles. “Ya es hora de que
me acostumbre a ver lo insólito como cotidiano”.
Es interesante conocer cómo piensa alguien que acude
por primera vez a este sitio. Aquí lo tienen:

Una calle cubana dentro de un barrio de Centro Habana lleno de


costumbres, miradas y chismes populares es el lugar donde el
doctor Lino Tomasén hace su llegada; una llegada muy esperada
pues los que en la calle están no saben como saldrán de sus pro-
blemas, esperando según mensajes de boca a boca un milagro en
manos de este cubano.
Un salón lleno de recuerdos, mensajes de hombres curados, fir-
mas de gracias y otros nos hacen recordar la virgen Amelia del
Cementerio de Colón o las típicas paredes del restaurante “la Bo-
deguita del Medio” escritas por los visitantes.
Un individuo que muestra en su oratoria su defensa a la patria, a
su pueblo y a sus virtudes según él poderosas. Para él su pueblo
es lo primero, no importan sus enemigos. Lo visitan creyentes y
no creyentes.
Su oratoria repetitiva hace del salón un libro abierto como si nos
encontráramos ante algo que habla desde adentro y lucha desde
afuera, es un hombre espiritista tradicional con fuerte carga afro
y sus deidades que reflejan los collares en su pecho. Así protege
su persona y realiza limpiezas a pacientes que llegan cargados de
energías negativas o espíritus enviados, daños antiguos u otras

53
dolencias que reflejan más bien enfermedades psíquicas y espi-
rituales de la vida actual. Estas se resuelven bien dentro de su
campo de energía.
Su forma de hablar siempre triunfalista desmorona al insolente y
levanta el ánimo al afligido, él, sabe que amigos o enemigos no
viviremos eternamente. Su presencia forma parte de la vida de
esta área de Cuba donde sin él tal vez esa calle no diga nada más
en los próximos años.
Realiza su trabajo tranquilamente, pues al final no hace ningún
daño con querer ayudar al prójimo. Al mismo tiempo trabajar en
una limpieza encierra riesgos que él bien conoce; por eso entre
cantos, emisiones sonoras y saltos de desprendimiento usando
botas negras tradicionales libera a tierra la energía negativa que
recoge de los que llenos de ella buscan su alivio.
Posiblemente alivie a muchos, y cure a otros. Si usted acude a
este sitio por primera vez y no sale satisfecho, no deje de acudir
a la asistencia médica. No obstante si usted esta desahuciado no
pierde nada con visitarlo... Debe pagar un derecho como paga el
bus, el teléfono, el agua o la electricidad.
Como colofón de mi primera visita puedo añadir que uno de los
fenómenos más interesantes del ser humano es saber combinar a
favor de las satisfacciones las insatisfacciones, la experiencia de-
muestra que la persona es mas feliz mientras más cultive valores
y principios basados en la esperanza, la tenacidad, la confianza,
la solidaridad y el amor... De una forma u otra considero que el
doctor Lino Tomasén se ha planteado este camino basado en sus
intercambios energéticos y espirituales...
Afirmo que en él encontré los elementos esenciales de un espiri-
tista: “Vocación, canalización y contacto” y como el hombre es
médico, mejor.
Luis Carlos García Figueroa, Conferencista cubano de
marketing, historia y publicidad. Telf.: (537)203-6336

e-mail: hanan_pacha@yahoo.es

54
Hay algo que llama la atención en este lugar: decenas de
personas, sentadas, o de pie, alrededor de Lino, observando
su forma de curar y escuchando todo lo que él refiere sobre
su vida y obra y también escuchando a los pacientes que,
en el momento en que son atendidos, informan públicamen-
te cómo han progresado en su curación. En cualquier sala
de espera de un hospital siempre las personas conversan e
intercambian informaciones sobre sus enfermedades y pa-
decimientos. En este consultorio nadie habla de ello, se ob-
serva un ambiente positivo, de optimismo, de curación, cada
paciente le cuenta al que está a su lado acerca de cómo ha
mejorado desde que vino por primera vez.
Algo insólito sucede también: en cualquier hospital,
cuando el paciente es atendido, se marcha. En este sitio,
muchos pacientes se quedan un buen rato observando el
proceso de curaciones que se desarrolla, disfrutando del
ambiente positivo.

55
Pedro Vila con su esposa Imilka y su hijo.

“Admiro y respeto el camino hecho por otros pero prefiero


hacer el mío, no me gusta la debilidad, ni la codicia,
ni el abuso ni nada que salga del hombre mediocre,
no soy modesto, la modestia es hipocresía, ­
los modestos esconden debilidad y no luz.
Digo lo real, lo bueno, lo puro, rompo los límites,
lo estrecho, adoro la firmeza, el valor
y la entrega total”.
Lino Tomasén
3
Confidencias sobre Lino

Anédotas de los primeros tiempos


Vivencias de otros discípulos
Fui por complacer a mi hijo
Cómo lo conocí
Dios lo puso en mi camino

Anécdotas de los primeros tiempos

P
edro es graduado de Física en la Universidad de
La Habana que sufría de una tartamudez muy
acentuada. Su esposa Imilka me cuenta que le re-
sultaba muy difícil conversar con él. Todo el que se cura
de alguna grave enfermedad por el esfuerzo de Lino queda
muy agradecido. En el caso de Pedro, no sólo se trató de
su curación, sino de varias experiencias que vivió, ense-
ñanzas que recibió y que hicieron cambiar su vida de una
manera radical, una vida en la que este médico desempeña
un papel muy importante. Algo parecido sucedió con su
esposa Imilka.
Al escribir este libro dudaba colocar el testimonio de
Pedro al pie de la letra, pues consideraba que el escrito
denotaba demasiada pasión y era muy extenso. Posterior-
mente pensé que debía presentarlo tal y como Pedro lo

57
escribió, pues iba a perder ese encanto que se advierte al
leerlo. Espero pues, que lo disfruten, con sus anécdotas y
vivencias de épocas en que yo no conocía a Lino, en que
tenía discípulos o alumnos y les enseñaba a curar con las
manos, a dar masajes terapéuticos y también les enseñaba
artes marciales. Pedro expresa:

Conocí a Lino en marzo del año 1997, por mediación de Imilka,


mi esposa. Su mamá una noche sintió un dolor tan fuerte en el
pecho, que se orinó y se desmayó. Con urgencia la llevaron al
hospital. Los médicos le diagnosticaron osteocondritis, le sumi-
nistraron algunos antinflamatorios y la mantuvieron en observa-
ción, pero ella seguía con tanto dolor que apenas podía respirar
y mucho menos hablar. Al día siguiente viendo que el proceder
medico no aportaba otras variantes, la trasladamos a otro hospi-
tal, donde le aplicaron el mismo tratamiento pero su estado no
mejoraba.
Entonces Imilka que tenía referencias sobre él, decide llevarla
a su consulta. Lino al verla le dijo que le quitaba ese dolor
“ahora mismo”, que eso no era nada. Como en efecto, en me-
nos de un minuto ya podía hablar, respirar mejor, e incluso,
hasta reírse.
Al día siguiente asistieron de nuevo a su consulta y en unos po-
cos segundos, la ligera molestia que le quedaba desapareció por
completo. Imilka me contó toda esta historia y me insistió ir a
conocer al médico.
Desde el primer momento en que lo conocí tuvimos una gran
empatía, conversamos de muchísimos temas, particularmente de
física, de energía, pues soy Licenciado en Ciencias Físicas y él es
poseedor de una gran sabiduría.
Me explicó de una forma muy sencilla cómo era que curaba con
las manos, cómo se expresaba la desarmonía y los bloqueos ener-
géticos en el cuerpo humano, etc.
Fue para mi muy agradable y sumamente interesante conocer a
un hombre de la talla humana y espiritual de Lino.

58
Al día siguiente junto a mi esposa volví a su consulta y vi des-
filar a decenas de personas que desde muy temprano acudían a
verlo: desde mujeres embarazadas, niños hasta personas de muy
avanzada edad, todos sufriendo de disímiles enfermedades y pa-
decimientos.

Es impactante observar el poco tiempo de tratamiento y su alta


eficacia en solo unos pocos segundos las personas mejoran y se
alivian y en 4 o 5 días muchas ya están curadas. A pesar de per-
manecer de pie muchas horas sin tomar siquiera agua Lino no
muestra signos de cansancio, sino que, por el contrario recibe a
cada paciente con alegría desbordante. Cuando le preguntan si
está cansado alega tener en su interior algo así como un genera-

59
Demostración de fuerza. Década de los años 80.
dor atómico que cada vez saca más y más fuerza y vitalidad de
dentro de sí.
Un día, después de la consulta, como de costumbre, dije a Lino
que mi sentido común y mis concepciones de la vida armoniza-
ban con todas sus explicaciones, pero que quería sentir cómo era
eso de la energía de la que él tanto me hablaba. Entonces se paró
frente a mí y me dijo: “párate firme” y sin tocarme me lanzó con-
tra la pared; tal y como un bloque de hielo me desplacé por el aire
como un metro hasta chocar estrepitosamente contra la pared del
pasillo en que estábamos. Pensé que me había partido la cabeza
y mi esposa casi llorosa del susto, le suplica a Lino que no me
hiciera ninguna otra demostración, que era suficiente. Él, muy
sereno, le dijo que no se preocupara que esa energía era buena
que no me hacía ningún daño, que por el contrario, me protegía.
Yo lo único que pude decir en el momento en que choqué contra
la pared fue: “¡Ay Dios mío!”
Fue una impresión tan profunda que supera con creces toda una
biblioteca de libros que yo pudiera haber leído sobre el tema de
la energía. En todo ese proceso sentí como si mi cuerpo se frag-
mentara en átomos y moléculas y viajara a la velocidad de la luz
para luego formarse en el momento del impacto con la pared. A
partir de entonces no encontré otra palabra mejor para referirme
a él que “maestro”, pues con ella expreso el profundo respeto y la
alta valoración que tengo de su persona y de sus conocimientos,
de su maravilloso dominio de la energía y de la alta potencia que
puede desarrollar, capaz de tumbar un edificio, pero que, por el
contrario, emplea para curar a sus pacientes.
Como bien dice el doctor, las enfermedades son como tigres que
se esconden en la maleza esperando el momento oportuno para
atacar y solo un cazador muy bien entrenado con una altísima
potencia y conocimientos puede vencerlo.
Una vez siendo Lino un niño apenas siete años, se miró en el es-
pejo y al verse tan delgado se dijo “yo nunca fui así”, y comenzó
un camino de autoentrenamiento físico, mental y espiritual muy
poderoso, pues desde pequeño era consciente de la tamaña obra

61
de curación que iba a realizar en su vida y para la cual debía es-
tar muy bien preparado. A este sistema lo llamó Arfledupecam,
(camino de la armonía, la flexión, la dureza y la penetración) un
sistema poderoso de entrenamiento, capaz de convertir a un mi-
nusválido en un hombre muy fuerte, con este sistema entrena a
muchos de sus propios pacientes para devolverlos a la vida mejor
preparados y más aptos para enfrentar el futuro.
Con la idea de poner a prueba su sistema de entrenamiento y en-
contrar posibles puntos débiles, se presentó en varias escuelas de
artes marciales de La Habana y pidió combatir con el más fuerte
y con el más rápido de todos. No les causaría ningún daño, solo
se limitaría a defenderse. Jamás pudieron vencerlo. Le pedían
que se quedara para enseñarlos a ellos. Así pudo comprobar que
había creado algo maravilloso, que puesto en función de los en-
fermos, los haría más fuertes y mejores, libres de las flaquezas y
debilidades humanas.
Según él la fuerza evita los problemas y la debilidad los crea. La
fuerza hay que desarrollarla de adentro hacia afuera, con ejerci-
cios que fortalezcan los órganos interiores y los músculos, que
desarrollen los huesos y permitan una respiración profunda, todo
eso orientado a crear un cambio en el genotipo y no tan solo en
el fenotipo, un cambio que perdure con el tiempo y que sea para
siempre, de ahí las palabras de Lino “mientras más viejo, más
poderoso”, o sea que con el paso de los años sus capacidades no
se deterioran sino que, por el contrario aumentan.
Siempre me dice que cada día aprecia mas su sistema de entre-
namiento, pues cada vez se siente más fuerte, más apto y más
capaz. Muchas personas al conocerlo esperaban ver a un hombre
entrado en años y con una complexión física cercana a la media,
pero al verlo tan voluminoso y pletórico de fuerza, tan ágil y
siempre tan sonriente se sorprenden. Su biotipo y conocimientos,
lo asemejan a un Buda, que en lengua Hindú significa iluminado,
una persona que ha trascendido los limites de maya, de la ilusión
y ha penetrado en la esencia del conocimiento de la vida y ha lle-
gado a conocer las leyes espirituales que gobiernan este mundo.

62
Lo llamé maestro y con gran alegría nuestra nos lla-
mó alumnos a Imilka y a mí. A partir de entonces
comenzó a entrenarnos y enseñarnos su doctrina.
Nosotros abandonamos nuestro centro de trabajo y
nos entregamos por completo a Lino. Todos los días
íbamos a su casa temprano en la mañana y regresá-
bamos muchas veces tarde en la noche. Poco a poco
nos convertimos en parte de su familia, asumidos
con amor por sus hijos, su esposa y su mamá. A lo

63
Imilka recibiendo energía de Lino.
largo de nueve años nos hemos compenetrado pro-
fundamente y hemos aprendido mucho de él, de sus
enseñanzas directas y de su ejemplo. Nuestra vida se
ha transformado en todos los órdenes, aprendimos a
dar masajes, de nutrición, de hábitos de vida sanos,
del uso de plantas y piedras medicinales, de artes
marciales, de filosofía, de historia de la medicina, de
cómo educar a nuestro hijo y muchas cosas más.
Lino es una enciclopedia viviente. Un hombre multifacético y
con expresividad variable, que aprende cosas nuevas todos los
días y enseña cosas nuevas todos los días. Es como un manantial
que fluye constantemente que nunca se agota, que crece. Siempre
pensando en sus pacientes, siempre pendiente en busca de algo
nuevo que los pueda ayudar más, siempre reflexionando a cerca
de la vida y de las actitudes humanas.
“No me gusta causar dificultad, no quiero seguidores ni cultos, ni
honras, no soy el mejor ni el peor –dice– soy un curso más que
cumple con el legado sagrado de aliviar el dolor y el sufrimiento
de los demás, por tanto no tengo ningún mérito para ser aclama-
do. Deseo que todos los hombres y mujeres sean buenos, justos,
que se ayuden los unos a los otros, que desaparezcan el odio, el
dolor y el hambre, entonces seré feliz, que la paz sea para ese
momento dentro y fuera de mí, de otra forma yo seré el luchador
mas infatigable conocido en la Tierra”.
Es un batallador incansable por la salud de sus pacientes, si le
manda a alguien alguna hierba o remedio primero lo prueba él
mismo, lo estudia consigo mismo, lo paladea y lo siente, por
eso es un gran sabio, tiene raíces dentro de su propio ser, dentro
de sus propias vivencias. Por eso él siempre dice “cuando digo
azul es porque es azul, no lo dudes”. Un día él estaba preparan-
do un remedio a base de hierbas y leche de chiva cuando noso-
tros llegamos. El insistió en que Imilka tomara aquello. A los
pocos minutos ella vomitó varias babosas. Nos explicó que era
un maleficio. Imilka a partir de ese día no sufrió más de proble-
mas digestivos ni de decaimiento, y pudo comer cualquier ali-

65
mento sin ninguna contrariedad. Desde muy joven padecía de
asma y se agitaba con facilidad; tenia la capacidad respiratoria
disminuída, pero mediante el tratamiento energético de Lino y
sus métodos de entrenamiento físico, el asma desapareció para
siempre.
Antes de conocer al doctor, hacía dos años que teníamos una
dieta vegetariana y ambos habíamos perdido considerable peso,
sin embargo a los pocos meses de estar junto a él ya éramos
otras personas, mucho más fuertes y con una capacidad física
­superior.
Cuando comencé a entrenarme, había un joven que desde ha-
cía un año estaba aprendiendo de él y ya había alcanzado un
nivel físico impresionante y le comentó a Lino: “Maestro no
pierda el tiempo con ese muchacho que está muy rígido”.
Para darle pruebas de su poder le respondió: “Dame 15 días y
verás la transformación que voy a lograr en Pedro”.
No pasó una semana y ya me había dado tanta energía y
había hecho no sé qué magia en mí, que yo tenia más fuerza
que el otro joven, siendo este mucho mayor en tamaño y en
peso que yo. Para mí ésta fue una experiencia sorprendente
pues pude comprobar y sentir en mí mismo esa don indiscu-
tible de Lino de transformar al ser humano en algo mejor y
más perfecto.
En otra ocasión nos golpeó a mi esposa y a mí con un bate de
madera de un tamaño y grosor impresionante en la cabeza, en
los antebrazos, en el estómago y en las tibias. Es importante
puntualizar que fueron golpes muy fuertes que a otra persona
le hubiera partido un hueso, pero al estar fortalecidos por su
energía, no sentíamos el mas mínimo dolor. Experiencias como
esas siempre nos sobresaltaban, pues era inevitable el temor an-
tes de someternos a un entrenamiento tan drástico como el que
acabo de narrar y más que hacía poco tiempo que conocíamos
a Lino.
Después que terminaba el entrenamiento, quedaba un sabor a
alegría y la conciencia del salto físico y mental que habíamos

66
dado. Lino tiene esa magia y esa potestad: en vez de entrenar-
nos todos los días varias horas, como, de hecho, tienen que
obligatoriamente hacer todos los deportistas, él aceleraba el
camino de nuestro desarrollo mediante saltos cuánticos, pues
cada sesión de entrenamiento equivalía a meses o años para un
deportista normal.
Después de casi 2 años de entrenamiento, Lino desde hacía
unos meses me había orientado fortalecer el abdomen y periódi-
camente me daba golpes energéticos en esa zona, para acelerar
el proceso de endurecimiento, pero un día, después de los ya
conocidos golpes le pedí que golpeara una masa de hierro de 20
kg. Él me pidió agarrarla bien fuerte con ambas manos, y pensé
que absorbería toda la energía del golpe. Para sorpresa mía, fuí
lanzado por el aire junto con la pesa hasta chocar con la pared,
y me quede frío por la potencia del golpe. Sus demostraciones
son tan inverosímiles que te dejan sin palabras: Es capaz de
jorobar un tenedor con el ojo o de empujar una jabalina con el
cuello.
Sin embargo tiene la mansedumbre y la serenidad de un elefante.
Dice que lleva la música por dentro. Ha aprendido a controlar
sus estados de ánimo, siempre está en equilibrio, con una alegría
y un bienestar desbordantes. Dice: “Dado el laberinto de dificul-
tades que he tenido que vencer, he desarrollado mansedumbre,
no necesito que me comprendan, me siento contento con solo
comprender a los demás”. Recibe a sus pacientes con mucha
dulzura y escucha sus preocupaciones y lamentos con paciencia
para luego decirles que él se va a encargar de resolver todos sus
problemas
Lino tiene su propio ritmo de vida, sus propios patrones. No se
rige por los ciclos normales del día y de la noche como todos
los seres humanos. Cuando todos están cansados y prestos a
dormir, él renace y se renueva. Puede controlar el sueño y
permanecer hasta altas horas de la noche sin mostrar signos
de cansancio, para luego, después de pocas horas de sueño,
enfrentarse a una consulta kilométrica de enfermedades y do-

67
lores humanos. Como él mismo dice: “Soy el único mecánico
sin herramientas ni piezas de repuesto, sólo con el poder de
mis manos puedo restaurar un órgano dañado, pegar huesos,
subirle la hemoglobina a un paciente o desaparecer un tu-
mor”.
Hay una anécdota muy interesante entre otras muchas. Una mu-
chacha que pasó todo su embarazo ingresada en el hospital con
sangramientos, la hemoglobina en 7, había perdido casi todos
los cilios intestinales, por lo que apenas podía absorber los nu-
trientes, los médicos hacían todo lo posible pero su estado de
salud seguía muy critico y la amenaza de aborto era constante.
Además, el feto estaba transversal en el vientre. Con nueve me-
ses de embarazo, alguien le comentó acerca de Lino. Un lunes
bien temprano en la mañana acudió a su consulta, Lino le pasó
energía, le sopló aguardiente y humo de tabaco en la barriga y le
dijo que no era necesario que volviera, porque el viernes el feto
se iba a poner en posición cefálica, que iba a parir una niña sin
ningún problema, que él la estaba ayudando. La muchacha se
marchó bastante escéptica, pues los médicos ya le habían dicho
que iban a hacer todo lo posible por salvar a la niña, pero que su
vida corría mucho peligro, hasta el punto de poder morir en el
parto. El viernes se le presentaron los dolores y cuando la llevan
para el salón de parto, el enfermero (que tenía visión espiritual y
que por supuesto no conocía a Lino ni sabía nada sobre él), ve a
su lado a un mulato grande con un sombrero, fumando tabaco. Le
preguntó si ella conocía a alguien así y si era un ser todavía vivo
o que ya había muerto. Según la descripción del enfermero ella se
da cuenta de que es Lino y le responde que ese era su Padrino. El
enfermero le dijo: “Pues dale las gracias, pues te está ayudando
en el parto”. En media hora pudo dar a luz a una hermosa niña.
Desde entonces, le profesa a Lino un cariño y agradecimiento in-
finitos y cada vez que algún familiar suyo se enferma, ella misma
lo lleva donde él.
En una ocasión, después de finalizada la consulta nos quedamos
Imilka, y yo con Luis Bonito, que por aquella fecha visitaba mu-

68
Pedro Vila.

cho al médico, admiraba su trabajo y quería conocerlo mejor.


Un hombre muy estudioso, doctor en Ciencias y especialista en
nutrición. Lino nos brindó un pedazo de queso. Luis Bonito co-
mentó que no podía comerlo, pues desde hacía varios años pade-
cía de problemas digestivos que le imposibilitaban comer frijoles
y lácteos en general, pues se le inflamaba el estómago y sufría
de gases y malestares. Lino dijo que se debía a que su hígado no
estaba segregando varias enzimas y que él resolvería el problema
En segundos le pasó la mano derecha por el vientre. Imilka vio
que de Lino salía hacia arriba una halo de luz blanca que ilumi-
naba hasta el techo. Ese día Luis comió un buen pedazo de queso
y al día siguiente le dijo a Lino muy contento que la digestión
había sido magnífica. Desde entonces ha podido comer de todo,
sin ningún problema digestivo.
Lino es un hombre extraordinariamente solidario y humano, es
feliz viendo a los demás felices. Desde que lo conocí siempre
que reflexionaba conmigo de la vida me decía que el hombre vale

69
más mientras más capaz sea de servir a los demás, de ser útil a
la humanidad. Siempre me educó en ese concepto, bajo el cual
él ha vivido. Jamás ha usado sus poderes para engañar o para
fruto personal, por el contrario, desde muy niño siempre puso en
bien de los demás sus conocimientos. Ese don le dio la vía para
transformar la debilidad en fortaleza y la enfermedad en salud y
armonía.
Sus poderes y posibilidades son inconcebibles. A los pocos
días de comenzar a entrenarme me pide que salte hacia arriba
y al mismo tiempo tire dos golpes en el aire, primero con una
mano y luego con la otra pero todo eso en un solo salto, re-
cuerdo que yo me elevaba del suelo como si tuviera muelles
en los pies. Más tarde intenté repetirlo en mi casa, para que
mi mamá viera las capacidades de salto que yo tenía. Temía
golpearme la cabeza con el techo, porque el puntal de mi casa
más bajo y tenía fresca en mi memoria la altura a la que pude
elevarme en casa de Lino. Posiblemente tocaría el techo con
la cabeza. Cuando al fin me decidí a saltar, por más que me
esforcé jamás pude acercarme al techo. Entonces comprendí,
había alcanzado esa altura bajo la influencia de su energía
inductiva.
Meses después, de visita en casa de un amigo, tomábamos aguar-
diente con agua de coco. Lino me pidió que partiera el coco, una
vez pelado, con el canto de la mano. Muy dispuesto golpeé el
coco y lo hice añicos. Días después en casa de mi suegra tumba-
mos unos cocos y luego de pelar uno, traté de hacer lo mismo,
pero por más que lo golpeé nunca pude partirlo. Así, he tenido
muchas experiencias parecidas a lo largo de los años. Sin duda,
esa condición maravillosa de Lino es la que le permite suminis-
trar energía a una persona, para así curarla de su enfermedad o
potenciar sus capacidades o, mejor aún, crearle capacidades nue-
vas. Él disfruta viendo feliz a los demás, no se contenta con la
gloria propia sino que, por el contrario, arrastra consigo a los que
lo quieren para elevarlos a niveles superiores. Siempre está pres-
to a ayudar, a ser útil, no acepta la debilidad ni los limites.

70
Aquí aparece Tirson, quien padeciendo de esquizofrenia conoció a Lino en
1992. Ha mejorado muchísimo desde aquel entonces. En la foto aparece en
una posición Yoga.
El 4 de diciembre del 2004, como de costumbre en esa fecha,
estábamos reunidos varios amigos en casa de Lino, festejando su
cumpleaños. En horas de la noche, sentados a la mesa disfrutá-
bamos de una comida exquisita, cuando de pronto Lino comenzó
a sollozar; yo estaba sentado junto a el, y creyendo que estaba
emocionado por la alegría de aquella reunión de familiares y de
amigos, traté de animarlo. Tan pronto logró controlarse, me dijo
al oído que Cristo se le había presentado y le había puesto ante
los ojos toda su vida: desde que era un niño, todas las experien-
cias, los sufrimientos e incomprensiones que había pasado y de
cómo había tenido que luchar y de que era un triunfo que después
de tanto sufrimiento y trabajo incesante hubiera podido llegar a
cumplir 43 años. Cristo lloraba por él y siempre lo acompañaba.
Aquella revelación lo emocionó mucho, y a pesar de que nunca
más hemos vuelto a hablar de esa experiencia, quedó por siempre
en la memoria y en el corazón de todos nosotros.
No quisiera concluir estas líneas, que he escrito con mucho
cariño, admiración y respeto sin hacer un llamado a todos los
que lean este libro para que no pierdan tiempo, vengan velo-
ces a conocer a este creador e innovador que ha impuesto en
este siglo veintiuno un nuevo orden y un nuevo concepto en
la medicina: la curación con las manos, sin medicamentos, sin
aparatos, simplemente con su corazón y su fuerza. Sé que en
el mundo hay otros seres que practican este tipo de técnica y
ayudan a muchas personas, pero estoy convencido que Lino es
el padre y la madre de esta terapia de nuevo tipo pues su poder
y su fuerza no tienen comparación y como bien el mismo di-
jera: “He caminado el camino de los grandes y no hay manera
ya de borrar mis éxitos ni mis logros”.
Pedro A Vila Díaz. Edif 314, apto 4. Reparto Camilo
Cienfuegos, Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba.
Teléfono 768-2669. Año 2001.
Actualizado: 2006.

72
Vivencias de otros discípulos
Tomasén gustaba de enseñar artes marciales a sus pacientes
y amigos. Les presento tres testimonios que son breves, pero,
al igual que el testimonio anterior, ayudan a reconstruir esa
época de los años 90:

En un minuto me curó
En una sesión de un minuto Lino me ha curado de un esguince en
tobillo. En mi criterio creo que la energía que mi maestro utiliza
no es desconocida, pienso que es su propia energía más la energía
universal que él sabiamente utiliza. La sanación se logra gracias
a la grandísima preparación física y mental y a su fe y consagra-
ción por librar al prójimo de todos los males. Sus clases y sus en-
trenamientos son magistrales; siempre nos muestra con exactitud
cada ejercicio y es el primero en hacerlo. Le da suma importancia
a la preparación física para estar verdaderamente sano.
Después de atender a los pacientes, Lino no va a descansar, sino
que sigue preparando su cuerpo y su mente. Entrena para poder
soportar grandes cargas.
Haber tenido la oportunidad y la dicha de conocer al maestro
Lino fue muy bueno para mí, ya que él dio un vuelco a mi vida; y
pienso que a muchos que fueron a aprender de él, médicos, espe-
cialistas de primer grado, entre otros muchos, también les sirvió
de pauta a seguir en su vida.
He continuado cultivando sus enseñanzas, ayudando a sanar a
muchos de mis alumnos, profesores, familiares y otros, a mejorar
padecimientos, lesiones y enfermedades. Esto lo he hecho en la
Academia Provincial de Gimnástica y en la Escuela Nacional de
Ballet.
Por esto pienso que no solamente me ayudó a mí en particular,
sino que su ayuda ha sido a la humanidad; es como si sus manos

73
sanadoras se hubieran multiplicado en las manos de sus alumnos;
y aunque él no ha podido realizar su sueño de tener un instituto
o escuela; sabemos que aún sin condiciones, ha podido formar a
muchos, sanar a muchos, y es por esto que lo queremos, respe-
tamos y creemos en él. Su trabajo lo hemos vivido y visto con
nuestros propios ojos.
A él quiero expresarle por siempre mi profundo agradecimiento.
Su alumno Elio Velázquez.
Elio Velázquez Pla., 45 años. Calle San Juan de Dios,
no. 11, entre Habana y Aguiar, Ciudad de La Habana,

Teléfono: 861-6922 ó 94-8315. 27/11/2006

Me enseñó artes marciales


Soy alumno de Lino desde que estaba en el hospital La Cova-
donga, aprendí con él digitopuntura, quiropraxia y quiroter-
mia. Además, me enseñó un estilo de artes marciales creado
por él.
En ese período observé en su consulta casos que fueron curados
de enfermedades extremadamente graves y casos desahuciados
por los médicos. Considero que Lino es único e irrepetible.
Alberto Mesa Rodríguez. Teléf.: 94-9444. Calle 12 edif.
4, apto.9, Reparto Nalón, Guanabacoa, Ciudad de La
Habana. 27/10/2006.

Padecía de asma
A finales de la década de los 80 conocí al doctor Lino gracias a
mi hermano que trabajaba en aquel entonces en el Hospital “Ma-
nuel Fajardo” y era su compañero de trabajo. Tendría 12 o 13
años de edad. Venía padeciendo de asma desde pequeño y era

74
Fotos de Lino en la época en que practicaba artes marciales.
muy delgado y de baja estatura. Lino me enseñó muchas técnicas
de defensa personal.
Con toda la energía que me transmitía con sus manos santas y
milagrosas experimenté un cambio en toda mi estructura física y
molecular. Engordé, crecí, al cabo de 3 meses aproximadamente
me sentí muy aliviado y ya al año estaba completamente curado
del asma Me convertí en su primer discípulo. Tuve la dicha de
que visitara mi casa y compartiéramos todos en familia.
En la actualidad lo visito cada cierto tiempo, ante cualquier duda
o padecimiento, voy a él, a mi maestro. ¡Cuan agradecido me
siento por tanta misericordia! ¡Que el amor, la paz, la dicha y la
buenaventura estén con el por siempre!
Roberto Noya González. Bruzón 207 / Pozos Dulces y
Boyeros, Plaza, Ciudad de La Habana. Teléf.: 870 1756.

En una sola sesión


Amigo y discípulo del maestro, doctor Lino Bárbaro Tomasen
Vera, doy el testimonio siguiente de curación. Mi madre, María
Rodríguez Benítez en el año 1990 tuvo cáncer en el útero y se la
lleve a Lino y le dio una sola sesión de medicina alternativa tras-
cendental. Cuando la operaron el cáncer estaba seco y muerto. Le
estoy muy agradecido al doctor Lino por su obra. Que Krisna le
dé todas sus bendiciones.
Rafael Chávez Rodríguez. Diciembre de 2005.

Fui por complacer a mi hijo


Este caso me ha impactado mucho. Es el testimonio de Estela
María Lan Rivas, que sufría de esclerosis lateral amiotrófica.
Pedro Vila la ayudó a redactarlo. He tratado de contactar a
Estela para conocer su situación actual de salud, pero no he
podido localizarla. Sólo supe de ella a través de un amigo de

76
su hijo, que ahora reside fuera de Cuba. Ese amigo reside en
la calle 23 esquina a 22, en el Vedado, La Habana. El mismo
me contó sobre Estela una historia que coincide con la que
ella expresa en su testimonio.
A continuación se los presento:

En el año 1995 comencé a presentar debilidad en el pié derecho


y luego en la mano derecha. Tuve caídas frecuentes. El resultado
de la electro tomografía arrojó una diferencia significativa entre
las latencias de los potenciales motores (P.M.) del nervio media-
no derecho y del nervio mediano izquierdo, lo que se traducía en
daño mielénico de fibras motoras del nervio mediano derecho.
Esto se observa también en las latencias de los P.M. de ambos
nervios peroneos, lo que pudiera sugerir daño mielénico del ner-
vio peroneo izquierdo. La velocidad de conducción nerviosa era
normal.
En 1996 tenía mucha falta de fuerza y debilidad muscular, con
muchas fasciculaciones. Los médicos que me examinaron me
diagnosticaron polineuropatía epidérmica. Ya a finales de 1996
apareció la desnervación y la atrofia muscular progresiva. Mi es-
tado de salud se fue deteriorando, tenía mucha dificultad para
tragar, salivación continua, estreñimiento y falta de fuerza total,
apenas podía caminar y lo hacía apoyada en las paredes o en un
bastón.
Desde 1995 al 2000 me hicieron un total de 10 electromiografías
y disparo magnético, encontrando siempre más nervios dañados.
Me hicieron exámenes para buscar neoplasia en el útero y en
la columna que resultaron negativos. En junio del 2000 tenía
mucho dolor y dificultad para mover la cabeza. Después de mu-
chos exámenes que incluyeron tomografía axial computarizada
(TAC), la fisiatra Gilda Echevarría, Jefa del team médico que me
examinó exhaustivamente diagnosticó Esclerosis Lateral Amio-
trófica (E.L.A).
Me indicaron un collarín blando, un sillón de ruedas, beber agua
por cucharadas para evitar una bronco aspiración, comidas se-

77
miblandas, etcétera. Me explicaron que el proceso de esta enfer-
medad iba a ser cada día peor, que era una enfermedad fatal, que
primero se había manifestado un miembro-ataque y luego vulvar
y que no existía cura en el mundo para ella. En conversación
aparte con mi hijo le explicó que por el estado en que yo estaba,
no llegaba al año de vida.
En diciembre de ese mismo año ya no podía reírme, ni bostezar,
ni abrir la boca, no tenía apenas músculos en mi cuerpo, ante
cualquier movimiento que hacía en la cama se me montaban los
huesos, tenía que aguantarme la mandíbula para hablar, no podía
pronunciar muchas palabras, no tenía control de la mano derecha
y los dedos de los pies estaban abiertos y el dedo pulgar hacia
arriba. Tampoco tenía control de los esfínteres. Era pellejo sobre
hueso. Estaba totalmente encogida, sentía mucha apretazón en el
tórax. Me indicaron oxigenación con balón tres veces al día con
suero fisiológico (para oxigenarme e hidratarme al mismo tiem-
po). Ese mismo año escribí a la Asociación del E.L.A. en España.
De ahí me enviaron todos los folletos de ayuda psicológica y de
información sobre mi enfermedad.
Visité a Lino el 16 de mayo del 2001. Fui en contra de mi vo-
luntad, sólo por complacer a mi hijo. Mi estado de salud era tan
deplorable y el conocimiento que tenía de la enfermedad, no me
animaban a creer que alguien con energía pudiera curarme. La
consulta con Lino no demoró ni un minuto. Pasó las manos a una
cuarta de mi cabeza y me puso los dedos índices en la base del
cuello. Todo eso no llegó ni a 10 segundos. Me dijo que volviera
al día siguiente para seguir dándome energía.
Salí de ahí más desanimada que cuando entré y enfadada, pues
después de tanto trabajo para llegar ahí en un carro, con el colla-
rín, el sillón de ruedas, tres almohadas y mucho dolor y que Lino
me pasara las manos por encima de la cabeza sin tocarme.
Al día siguiente me preguntó cómo estaba, le respondí que
peor, me hizo el mismo pase de manos y me dijo que volviera
al día siguiente. Entonces insultada me quité el pañuelo de la
boca y en un graznido le pedí que me calzara la mandíbula, o

78
sea, que hiciera algo concreto por mí, pues lo de aquel pase de
manos me parecía absurdo y él me respondió: “De lo que te
morías ayer ya no te vas a morir, ahora vamos a recuperarte”.
Me fui insultada y con menos fé que el día anterior, me pa-
recía imposible que sólo con pasarme las manos sin tocarme
pudiera curarme.
Tan pronto llegué a mi casa me acosté. A las dos horas siento
como un calor, con vibraciones en los pies y veo que los de-
dos de los pies estaban cerrados, en estado normal, como hacía
años que no los veía. Entonces por primera vez pude levantar y
flexionar la pierna derecha por mi propia voluntad e hice circu-
lar el pié. La señora que limpiaba en mi casa y yo nos echamos
a llorar de alegría. Me dije que aquello debía ser la energía
que estaba trabajando por donde mismo había empezado la en-
fermedad. Eso fue a la 1:00 p.m. del viernes 17 de mayo. Ese
mismo día a las 11:00 de la noche me miré en el espejo y pude
reírme y hablar normal, ya podía mover la mano. Pedí una aguja
y un hilo para comprobar si aquel cambio era cierto y ¡pude
enhebrar la aguja! Pedí un peine y pude peinarme, pestañear,
hacer señas con los ojos, maquillarme, caminar normal, subir
los brazos, todo lo que yo durante años no había podido hacer.
Lo hice en un momento. Hasta me tomé un vaso de agua entero
tragando normal. Incluso los labios que estaban recogidos ya
estaban pulposos como siempre.
El sábado por la mañana, los huesos que estaban fuera de su
lugar se habían recogido. Mi abdomen estaba plano, total-
mente recogido, pude volver a mi figura esbelta y sentarme
normalmente. El domingo las piernas que las tenía separadas
volvieron a su posición normal y el lunes ya tenía la estatura
mía normal, o sea, había recuperado los 10 cm. que había per-
dido producto del estado tan deforme de mi cuerpo. Ese día
en la consulta Lino me dijo que siguiera usando el sillón de
ruedas unos días más y que en la casa caminara con el bastón,
como medida de seguridad, pero que tratara de arrastrarlo, que
no lo apoyara.

79
El doctor Lino atendiendo al autor de este libro.

Continué visitando a Lino durante 15 días más, en carro y con


la ayuda de mi hijo. Después sola en transporte público. Ahora
caminaba sola por la Habana Vieja, había recuperado mi modo
de andar de cuando era joven y me sentía muy bien.
Lino me indicó que hiciera planchas, cuclillas, saltos, etcétera
y que me mojara en la lluvia, que hiciera una vida totalmente
normal.
Me siento con una fuerza tremenda, no veo límites para desen-
volverme en la vida, lo mismo paleo escombros, que martillo
un clavo, que levanto un objeto cualquiera en la casa. En la
consulta número 15 levanté un peso y trasladé tres metros un
saco de recebo. En total, había asistido a 40 consultas cuando
me dio de alta.

80
Cómo lo conocí
De niño padecía de dolores muy fuertes de espalda. En la
calle tenía que sentarme si caminaba más de 300 metros, no
resistía estar varios minutos de pie. Me recetaron usar botas
ortopédicas. Las usé y cuando llegué a los 13 años decidí
dejarlas, pues no observaba mejoría. Durante la adolescencia
la situación mejoró algo espontáneamente, aunque siempre
persistió. Con la madurez todo siguió igual. Aprendí a con-
vivir con esa situación.
En la década de los 90 comencé a padecer de hipotensión,
que me obligaba a tomar café, gengibre y extracto fluido de
cola para sentirme mejor. Pero el efecto era sólo pasajero y
volvía a sentirme mal.
En el año 2000 ya superaba los 50 años. Noté que mi vi-
sión estaba cada vez peor. De cerca, utilizaba espejuelos de
aumento (+2.5). De lejos y de cerca veía triple. Había pasado
por la consulta de varios oftalmólogos y los criterios eran
disímiles: mácula del ojo inflamada, inicios de cataratas,
opacidad en el humor vítreo... Me sentía desorientado. No
encontraba una solución.
Decidí buscar vías alternativas y empecé a preguntar a
personas que podían ayudarme. Fue así que alguien mencio-
nó a un médico llamado Lino que hacía curas milagrosas, y
que su consultorio estaba ubicado cerca de la intersección de
las calles Carlos III e Infanta, en La Habana.
Pasaron algunos meses, mi visión empeoraba, así que
decidí buscar a Lino. En la dirección que me habían indica-
do me dijeron que él ya no vivía allí. En Abril del 2001 salí
a caminar por la zona que me habían indicado y preguntan-
do logré llegar al destino deseado: Concordia no. 410, entre
Gervasio y Escobar, Centro Habana. Eran las 11:30 a.m.
Encontré una larga hilera de personas que no cabían en la
casa-consultorio y salía a la calle, donde el sol castigaba.
Intrigado pregunté a los que se encontraban al final de la

81
fila acerca de las características del trabajo de Lino y su
efectividad. Me contaron de cómo habían mejorado de sus
dolencias y de su fe en el tratamiento que recibían. Como
mi caso no era tan urgente, decidí marcharme y volver otro
día con más tiempo.
Días después regresé con mi esposa y nos incorporamos
a la fila de espera. Estando allí observamos la llegada de un
hombre con muletas que no podía caminar, acompañado por
dos mujeres. El hombre no se incorporó a la fila sino que fue
directo, por ser impedido físico, a un pequeño cubículo en
que se encontraba Lino. Pasaron unos pocos minutos y todos
quedamos asombrados al ver salir al hombre caminando sin
las muletas. Los allí presentes comenzaron a aplaudir y a
vitorear a Lino. Ese paciente tuvo suerte, en una sola sesión
caminó, lo cual no siempre sucede. Los allí presentes me
contaron que la mayoría de las veces, para apreciar resulta-
dos hay que recibir más de una sesión de tratamiento.
Cuando llegó mi turno, le expliqué en pocas palabras que
no lograba ver bien. Me comenzó a tocar la frente, la cabeza
y me dio algunos golpes en la espalda y me hizo torsión del
tórax. Todo fue en cuestión de un minuto. Me dijo que vol-
viera algunas veces más.
Estuve asistiendo a esa consulta unas tres veces por sema-
na por espacio de un mes. En una ocasión al tratar de leer el
periódico no podía ver bien las letras, me quité los espejuelos
y cual sería mi sorpresa al darme cuenta que podía ver con
total exactitud las letras del diario que tenía en mis manos.
¡Ya no necesitaba espejuelos de aumento para leer! Comen-
cé a experimentar con mi vista: Podía leer los letreros que
aparecían en la esfera de mi reloj de pulsera (todavía hoy
puedo hacerlo).
El problema de la visión triple no lo solucioné con Lino,
sino con unas oftalmólogas que con mucha paciencia lo-
graron identificar mi problema y corregirlo con espejuelos.
Pero noté que me sentía muy bien de salud y que la pre-

82
sión arterial estaba normal. Se acabaron esas sensaciones
tan molestas de la presión baja. A los dos meses de haber
ido por primera vez a la consulta se rompió mi auto y tuve
que esperar a que repararan la bomba de frenos. Estuve de
pie bajo un intenso sol durante dos horas. No había dónde
sentarse, todo estaba muy sucio de polvo y grasa. Mi hijo,
que me acompañaba, se quejaba de dolores en la espalda y
que ya no podía estar un minuto más de pie. Allí fue cuando
me percaté de que yo estaba como si nada, no me dolía la
espalda ni tampoco las piernas. Todo se ha mantenido muy
bien hasta hoy.
También mi esposa asistió a la consulta de Lino. Al princi-
pio se mostraba un poco escéptica pero se trató con él. Padecía
hipertensión a pesar de las tabletas que tomaba. A los 20 días
comenzó a tener la presión totalmente normal y a partir de ese
momento estuvo varios años sin tomar más tabletas.
Estábamos impresionados con los resultados. Comencé
a recomendar a Lino a mis amistades y familiares, quienes
también observaron el poder sanador de este hombre. En
muchas ocasiones, estando en la calle, conversaba con extra-
ños y si me mencionaban que tenían alguna dolencia no me
podía resistir y les recomendaba a visitarlo.
Conocerlo ha resultado ser muy interesante. Es el primer
curandero que conozco y estoy sorprendido por todo lo que
he observado.
Parece que yo no soy el único que queda impresionado
por la obra de Lino. A continuación les muestro el testimo-
nio de un hombre que ha llevado a su familia y a remitido a
amigos y hasta desconocidos a esa impresionante consulta
del doctor Lino:

Una vez supe de Lino por una entrevista que vi en la televisión.


Asistí a su consultorio cuando estaba en el hospital “La Cova-
donga”. Cuando entré y lo ví me dije “Ese es Lino, es el salvaje”.
Mi esposa Moraima había perdido tres embarazos a las pocas se-

83
manas. Al tener nuevamente 14 semanas de embarazo presentaba
serios problemas de salud que la amenazaban. Según chequeos
médicos tenía colicistopatía crónica, problemas de la vesícula,
hipertensión arterial, abundantes vómitos y desnutrición ma-
terna. Los médicos opinaban que debía operarse de la vesícula
cuando llegara a las 25 semanas de gestación, pues peligraba su
vida y la del niño. Le propuse llevarla con Lino y decidió verlo
inmediatamente. El le dijo que no se operara. El 18 de diciembre
tuvo 24 vómitos, que en ocasiones eran con sangre y estaba muy
mal. Fui a ver a Lino y éste me dijo –No hay problemas, va a
parir bien. Ella concurrió a la consulta de Lino 4 veces. La niña
nació sana el 19/12/2005, se llama Jazmín Pérez Burgos. Luego
Moraima asistió a consulta médica por los problemas antes seña-
lados. A los 44 días después de parir le realizaron ultrasonidos y
rayos X y no encontraron patología. Ella era incrédula y ahora
cree en la obra de Lino. Me agradece que la haya llevado a ese
sitio. Mi suegra estaba con neumonía, hipertensión, cáncer en la
matriz y útero y tenía puesto un anticonceptivo desde haca 40
años. Lino la atendió y después de ocho sesiones expulsó el an-
ticonceptivo y se ha normalizado del resto de las dolencias. Más
nunca ha presentado problemas. Mi cuñada estaba muy mal con
hipotiroidismo, insuficiencia renal, creatinina muy alta, ovarios
quísticos, fibroma y pérdida de la visión. Recibió doce sesiones
de energía de Lino y ya tiene una armonía general en su cuerpo.
En análisis que se ha efectuado, sólo queda un pequeño mioma
en la pared del útero. He recomendado a Lino a todos quienes me
dicen que tienen algún problema de salud. Cada persona posee
un don. A Lino le tocó el don de sanar. Me he entusiasmado con
el tema de las curaciones y ya recibí el tercer nivel de Reiki. Ya
he aliviado a varias personas de dolores de cabeza y he realizado
curas pequeñas a mi esposa.
Plácido Pérez Martínez. Mi esposa se llama Moraima
Burgos Ferrer. Ave. 31, no. 12217 altos, entre 122 y
122A, Zamora, Marianao, La Habana, Telef.: 265-0774.
Diciembre de 2005. Confirmado: Junio/2007.

84
Antes de finalizar estas notas les cuento que hace casi
dos años una señora amiga de la familia me telefoneó pre-
guntando por la dirección exacta de Lino. Refiere ella que
una vecina suya estuvo a verlo por unas postillas que tenía
en las piernas desde hacía años, motivadas por problemas
circulatorios y no se le desprendían. Lino la atendió y le
dijo que cuando llegara a su casa (en el batey del Central
Toledo, en las afueras de La Habana) se le iban a despren-
der esas postillas. Así mismo sucedió, para asombro de
todos.

Dios lo puso en mi camino


Desde su nacimiento, 11 de Julio de 1949 a mi hermana Ar-
minda se le detectó un problema cardíaco que posteriormen-
te se fue agudizando.
Su niñez transcurrió llena de limitaciones y de inseguri-
dad. Tuvo que abandonar los estudios de ballet al no poder
seguir el ritmo de las clases.
Los médicos no podían definir exactamente que tipo de
cardiopatía ella padecía. Era la década de los 60.
Ya en la década de los 70 su salud se vio seriamente que-
brantada y continuamente tenía que ser asistida en el cuerpo
de guardia de los hospitales. En muchas ocasiones, por los
padecimientos más simples y ante el temor de una complica-
ción, era remitida para el Instituto de Cirugía Cardiovascular
de La Habana.
En 1979 se descompensó, lo cual provocó edemas y falta
de aire continuadas por lo que tuvo que ingresar y someterse
a un cateterismo. Por fin se pudo definir exactamente cuál
era su dolencia: una Estenosis Pulmonar Calcificada Severa,
cuya única solución era una intervención quirúrgica.
En ese momento comenzó una odisea, pues en Cuba no
se había operado ese tipo de cardiopatía y ningún cirujano

85
q­ uería operarla. Supimos que en ese entonces, se habían rea-
lizado 33 operaciones de este tipo en el mundo. Solamente
había un médico cubano dispuesto a realizarla, pero se en-
contraba en el extranjero.

Foto de Arminda Pareta, que con la asistencia conjunta de


Lino y de la medicina cubana ha logrado sobrevivir a su
grave padecimiento cardiovascular.

Arminda tuvo que esperar 11 meses para someterse a


la operación, realizada con éxito en diciembre de 1980.
Debido a las presiones en la válvula pulmonar no fue
factible sustituirla, sólo se pudo eliminar el calcio y dar-
le una mayor apertura. Esta operación en esa época fue
considerada un gran logro de la medicina cubana dado

86
que los recursos tecnológicos existentes no eran como
los actuales.
Ella siempre supo que la válvula podía irse obstru-
yendo con el tiempo debido al calcio. Durante aproxi-
madamente 15 años, su salud se mantuvo estable y
pudo realizar una vida con ciertas limitaciones, pero
con calidad.
Ya a partir de 1995 aparecieron taquicardias, arrit-
mias y los ecocardiogramas evidenciaban prolapsos en
las válvulas mitral, tricúspide y por supuesto en la pul-
monar. La situación fue empeorando y en 2001 fue ne-
cesario hacerle una cardioversión, poner su corazón en
ritmo. Sin duda una maniobra peligrosa. Pude presenciar
cómo le colocaban el desfibrilador en el pecho y asusta-
do miraba que tardaba en reaccionar. Al fin pudo volver
a tener su corazón latiendo y callado pensé que ese mé-
todo para recuperarla no podía repetirse, por lo riesgoso
que era.
Las arritmias continuaron, solamente se podían con-
trolar con un medicamento de última generación no pro-
ducido en Cuba: Clorhidrato de Propafenona. También,
en 2001, en el Instituto de Cardiología le pronosticaron a
Arminda que debía realizarse con cierta urgencia la val-
vuloplastia y si con esto no se resolvía, debía operarse
de nuevo a corazón abierto. No le ocultaron el riesgo que
todo ello conllevaba, pues ya pasaba los 50 años. Pero
tampoco se decidieron a operarla. Fue a numerosas con-
sultas médicas y nunca se concretó la operación. Hubo
algún médico que le refirió que su caso era tan complejo
que no descartaba la posibilidad de realizar un trasplante
de corazón.
Expresa Arminda:

De más está decir que el mundo se me vino abajo. Más aún cuan-
do previamente había podido investigar y conocer que este tipo

87
de operación aún hoy resulta muy riesgosa, tanto en nuestro país
como en los más desarrollados. Eso es debido a que son pocos
los casos en el mundo que presentan esta patología y mucho lo
que aún debe conocer la medicina occidental para su solución.
Salí llorando de la consulta. Mi hermano que me esperaba afuera
me recordó que aún quedaba una opción: asistir a la consulta de
Lino. En ocasiones anteriores ya él me había comentado sus ex-
periencias al respecto, pero yo le hacía cierto rechazo a este tipo
de tratamiento. Me resultaba extraño y dudoso a la vez. Era poco
creíble. Pero debido a la gran necesidad que tenía de mejorar
mi salud, pues no podía casi caminar ni subir escaleras; al más
mínimo esfuerzo me faltaba la respiración. Conociendo que los
caminos de Dios no siempre los entendemos, esta vez decidí ir
para recibir un tratamiento que complementara al que recibía en
el Cardiovascular.

Bueno, ¡al fin logré convencer a mi hermana para ir a ver


a Lino! Ella no creía nada de lo que yo le contaba acerca de
él. Les sigo presentando lo que dijo Arminda:

Al llegar a la casa del doctor Lino lo primero que me llamó la


atención fue la gran cantidad de personas que estaban esperan-
do y por supuesto los comentarios favorables que allí hacían
muchas de estas personas. Cuando me tocó mi turno también
fui sorprendida con la brevedad del tratamiento: sólo unos dos
minutos. Lino fue sincero y me dijo que lo mío era complicado
y que tenía que asistir a muchas sesiones. Debo reconocer que
ya desde esa primera consulta salí mejor pues había llegado
prácticamente aguantándome de los brazos de mi hermano y
de mi esposo y salí caminando sin ayuda. Paralelamente conti-
nuaba atendiéndome en las consultas de arritmias del hospital y
­haciéndome las ­diferentes pruebas como electrocardiogramas,
placas y ecocardiogramas. Mi tratamiento con el doctor Lino
resultó poco sistemático pues vivo un poco lejos y tengo di-
ficultades con la transportación. Mi hermano fue mucho más

88
persistente que yo y llevaba mi foto varias veces a la semana.
Transcurrieron años y continué mejorando. Algo muy significa-
tivo: ¡Desde que comencé a asistir a las consultas de Lino casi
no había tenido que faltar más al trabajo por causas achacables
a mi corazón!

Yo diría que el tratamiento de Arminda con Lino ha sido


casi siempre por fotos, pues ella por una razón o por otra
nunca puede ir a verlo. Siempre trataba de llevar su foto a
Lino al menos una vez por semana, semana tras semana, mes
tras mes...
A mediados de 2006, mi hermana me refiere:

Un médico amigo nuestro al hacerme un chequeo rutinario


me dijo que mi corazón no latía como antes, que casi era un
latido normal y me orientó hacerme un estudio detallado, que
fue realizado con equipos de última generación recién insta-
lados en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Cuando allí me
hicieron el ecocardiograma no encontraban nada anormal ex-
ceptuando los lógicos traumatismos en un corazón operado,
y algunos problemas que continúan presentes, pero los pro-
lapsos se habían reducido a niveles muy compatibles con una
vida con calidad y con la sonrisa en los labios observaba cómo
los médicos se turnaban para revisarme y tratar de encontrar
algo que no podían encontrar. No entendían la causa del es-
tudio. Igual de sorprendida quedó la médica que me atiende
en el hospital, pues la estrechez de la válvula Pulmonar no
era tan severa como antes. Como dejé de verla por un tiempo
relativamente prolongado ella pensó que yo me había hecho la
valvuloplastia en otro lugar.

En el segundo semestre de 2006 Arminda camina, sube


escaleras, lleva una vida prácticamente normal en cuanto a
alimentación, y sobre todo: su mente ahora puede pensar po-
sitivamente y eso la ha hecho feliz.

89
A finales de 2006 se descompensó, al parecer por un
fuerte susto que recibió y sufrió una fuerte arritmia. Estuvo
hospitalizada cinco días. Ha continuado atendiéndose con
sus médicos y a la vez he continuado llevando su foto a
Lino.
Dice Arminda:

Agradezco tanto la maravillosa atención recibida en el hos-


pital como la energía que recibí de Lino, que me ha ayudado
muchísimo. No obstante no dejo de atenderme con mis que-
ridos médicos de siempre, sean los del policlínico de mi ba-
rrio, o los de los hospitales donde habitualmente me atiendo.
Creo que los efectos que logran ambos tipos de medicina se
complementan a la perfección. Doy gracias a Dios por poner
a Lino en mi camino y le pido en mis oraciones que le siga
manteniendo ese maravilloso don de sanar para que muchos
como yo puedan obtener la salud. En mi caso su apoyo ha sido
decisivo.

Considero que sin la ayuda de Lino mi hermana no estu-


viera viva en este momento. Gracias a él, su corazón ha se-
guido latiendo todos estos años, a pesar de la calcificación
de la válvula pulmonar y de otros problemas.
Los médicos insistían en que tarde o temprano Arminda
tendría que ser operada de estos problemas. Ella siempre
estuvo dispuesta a ello. A Lino no le gustaba mucho la idea
aunque respetaba esa decisión y le ofreció apoyo con su
energía cuando llegara ese momento, para que todo saliera
muy bien.
Por fin, el 9 de julio de 2007 Arminda fue operada. Se
empleó una sonda especial que entrando por la arteria fe-
moral llegó hasta el corazón. La operación, realizada en
tres partes el mismo día, fue compleja y muy riesgosa, pero
tuvo un éxito total. Se pudo solucionar todo lo relativo a
la calcificación de la válvula pulmonar y varios otros pro-

90
blemas. Sólo quedó pendiente la eliminación de unos que-
loides surgidos en una zona operada a corazón abierto en
1980. Esos queloides pudieran causar arritmias y flutter. De
ser necesario, este asunto quedaría pendiente pera un futuro
no inmediato.
Estoy muy agradecido a Lino y a los médicos y paramé-
dicos que con inmenso amor ayudaron a extender la vida de
mi hermana durante estos años y también a los cirujanos que
en dos ocasiones han trabajado en su corazón y ahora lo han
dejado totalmente renovado.

91
Es posible que todo pueda ser descrito científicamente,
pero no tendría sentido; es como describir una sinfonía
de Beethoven como una variación
en las presiones de onda.
¿Cómo describirías la sensación de un beso
o el “te quiero” de un niño?
Albert Einstein

92
4
Su secreto para curar

Ver es quedar sorprendido


¿Tiene religión este hombre?
¿Es cierto que Lino cura?
Las paradojas de Lino
El caso “Lino” visto por un físico

Ver es quedar sorprendido

“V
er es creer”. Si desea ver y además quedar sor-
prendido, solo tiene que visitar el consultorio
del doctor Lino en el barrio de Centro Habana,
en una casa sin publicidad ni lujos, donde la hilera de perso-
nas en espera de ser atendidas le indicará que ha llegado al
sitio indicado.
Una vez allí, siéntese en un banco de la sala y dispóngase
a ver algo excepcional: un médico graduado con todos los
honores, notas de excelente y título de Especialista de Pri-
mer Grado en Medicina Interna y Especialista de Medicina
Alternativa (Medicina Natural y Tradicional) rodeado de de-
cenas de personas, algunas de ellas que han recorrido cientos
y hasta miles de kilómetros para ser “tocadas” por espacio de
uno a tres minutos.
Encontrará a un hombre bien fuerte, en ropa ligera, short,
camiseta, con sombrero o gorra, o sin ellos, luciendo sus sor-
tijas, collares y varias cadenas de oro, obsequio de pacientes
agradecidos. Como en un pequeño teatro, delante de todos

93
¿Podrá alguien saber cómo cura Lino?

va atendiendo a cada uno de los allí presentes. Con memoria


increíble recuerda cómo estaba cada paciente la vez anterior
que estuvo en la consulta.
Este doctor, curandero, chaman, o como se le desee lla-
mar, tabaco en mano, o en boca, con sus historias, chistes,
mantras, cantos y danzas, hace todo lo posible para aliviar
a sus pacientes. Aplica la llamada “medicina alternativa” y
dentro de ella, la “terapia energética”. Las llamadas medici-
nas alternativas son prácticas médicas no consideradas parte
integral de la medicina convencional ortodoxa, aunque algu-
nas de estas prácticas se han considerado seguras y efectivas
y por ello han sido aceptadas de manera gradual por la cien-
cia y por el sistema cubano de salud.
La ciencia no ha logrado explicar el porqué de muchos
fenómenos y los niega. El caso Lino es uno de esos. Todo lo

94
que he conocido sobre la obra de este médico me ha moti-
vado para leer sobre temas afines, conversar con especialis-
tas diversos, hacer búsquedas en Internet, e incluso intentar
aliviar con mis manos las dolencias simples de familiares y
amigos, y lo he logrado algunas veces.
A mi esposa y a mí se nos presentó la oportunidad de reci-
bir un curso de Reiki, palabra japonesa que significa energía
vital universal. El Reiki es un proceso de encuentro de la
energía universal con nuestra porción física, y ocurre des-
pués que la persona es sometida a un proceso de iniciación
en el método, hecho por un maestro capacitado. Una noche,
estando en balcón de mi casa me concentré y envié energía a
mi hermana, que vive a 11 kilómetros y estaba muy delicada
del corazón. Al día siguiente ella me llamó por teléfono para
contarme que la noche anterior estaba con arritmia cardiaca
y que de momento sintió que su corazón comenzó a latir de
forma normal. Le pregunté a qué hora había sucedido eso y
me respondió que aproximadamente las 9.00 p.m., la hora en
que yo estaba enviándole energía.
Existe otro método de terapia energética parecido al Rei-
ki: la curación pránica. Así podemos encontrar en el mundo
muchas técnicas alternativas diferentes. Algunas de ellas son
milenarias o centenarias, otras se han mezclado con los mé-
todos más recientes, se han occidentalizado. Las más cono-
cidas provienen de China, de la India, de Sudamérica, de los
Incas, de los indios de Norteamérica, de los Mayas, de los
Aztecas...
La medicina tradicional oriental considera que el equili-
brio o desequilibrio del chi o energía vital se refleja en la
salud y la enfermedad respectivamente. Esta medicina utiliza
la acupuntura, el masaje oriental, la fitoterapia y el chi kun,
que es una variante de terapia energética.
En la India su sistema de medicina tradicional se denomi-
na Ayurveda y significa ciencia de la vida. Este sistema colo-
ca en un mismo nivel al cuerpo, la mente y al espíritu. Entre

95
los tratamientos de este sistema se encuentran la meditación,
la respiración, la dieta, el ejercicio, el masaje, las hierbas y la
exposición a la luz del sol.
En cuanto a su validez científica, estas terapias están
establecidas sobre bases experimentales sólidas, y algunas
de ellas de comprobación sistemática a través de miles de
años, por parte de la población, y resultados positivos evi-
dentes.
Está bastante aceptado que en nuestro cuerpo existe un
campo energético, el cual debe estar en cierta armonía.
Cuando esa armonía desaparece surge la enfermedad. Son
bien conocidos los puntos de acupuntura y de digitopuntura
determinados por los chinos, o los chacras o centros de inter-
cambio energético del cuerpo humano determinados también
hace mucho en la India. Cuando la energía que circula por
esos puntos no lo hace de manera armónica surgen las enfer-
medades y desajustes de todo tipo y es necesario armonizar
esa energía.
Las terapias energéticas se concentran en los campos de
energía ubicados dentro del organismo. Mediante la impo-
sición de las manos el sanador actúa sobre la recuperación
del paciente, buscando el equilibrio de esa energía corporal.
Muchas veces se utilizan símbolos o signos hechos con las
manos y hasta mentalmente para lograr una interacción del
paciente con la energía vital universal utilizada por el sana-
dor. Esos símbolos a veces se conjugan con la expresión de
mantras o afirmaciones, a veces en idiomas provenientes de
generaciones pasadas. Nunca pensé que ello fuera tan impor-
tante. Lo supe cuando recibí el curso de Reiki. Hay símbolos
que son secretos y se deben conocer a medida que se progre-
sa en el grado de maestría.
Mucha gente subestima la medicina alternativa por con-
siderar que no es científica. Hay quienes piensan que sus
principios son antagónicas a la medicina oficial y también
los hay que opinan que sus principios pueden ser contrapro-
ducentes.

96
En mi opinión, los médicos actuales logran cubrir el cono-
cimiento sobre las enfermedades y curan con elevada efectivi-
dad y amor. Es algo indiscutible el desarrollo que ha alcanzado
la ciencia a nivel mundial. Pero creo que hay personas con de-
terminadas cualidades o poderes, digamos especiales. A esas
personas las catalogan “curanderos”. Con sus conocimientos
ancestrales, a veces innatos o adquiridos logran, también con
amor, en ocasiones, la mejoría o solución de enfermedades, e
inclusive resuelven casos considerados difíciles y hasta casos
no curados por la medicina convencional. Estimo que cada
uno tiene su mérito y que los resultados del trabajo de todos
se complementan y ello resulta muy importante para quienes
padecen enfermedades. Todo esfuerzo, aunque sólo sea un
granito de arena, por aliviar al ser humano es importante en el
camino hacia la salud. Por ello, quizás sea mejor denominar a
esta terapia alternativa como “complementaria”.
Los profesionales de la salud que utilizan terapias alter-
nativas se han dado cuenta que con estos sistemas naturales
de salud, es perfectamente posible aplicar también el método
científico recurriendo a la observación, el análisis, la com-
paración, la experimentación, la inducción, etcétera, al igual
que en el campo de la medicina oficial. Ejemplo de ello son
los trabajos que se han realizado en el Instituto Superior de
Ciencias Médicas de Camagüey, Cuba, han logrado aplicar
la energía de las pirámides y la electromagnetoterapia para
acelerar la soldadura de los huesos y para la curación de pa-
cientes de disímiles dolencias. En Cuba hay varios grupos
de entusiastas estudiosos de este tipo de terapia alternativa
que han obtenido importantes resultados. Estudios científi-
cos similares se pueden realizar por especialistas que aplican
ya en varios centros de salud cubanos las técnicas del Reiki,
de curación pránica, o variantes de ellas, cuyo propósito es
servir de complemento a la terapia oficial.
Lino aplica un método de medicina alternativa muy
personal, que no estudió en ninguna parte. No indica

97
­ edicamentos, aunque a veces recomienda tomar algún pre-
m
parado. Básicamente transmite al enfermo la energía curati-
va de sus manos por espacio de segundos o minutos, según
necesidad. A veces da golpes o toques, ligeros o fuertes, en
la espalda o zonas afectadas del enfermo. Con frecuencia le-
vanta a los pacientes colgándolos por el cuello por dos o tres
segundos. El efecto de mejoría se hace sentir de inmediato.
Un tratamiento en su consulta puede consistir en una o varias
sesiones, en general con frecuencia diaria, según la dolencia.
Con este método ha curado o mejorado de sus dolencias a
muchas personas. Téngase en cuenta que su tratamiento dura
pocos minutos y lleva más de 35 años sanando. He estado en
su consulta y he sido testigo de que ha entregado su energía a
más de 300 personas en 5 horas. Calcule y sorpréndase: cien-
tos de miles de personas atendidas, o quizás más, en unos 30
años. Cuando usted pregunta a esos pacientes cómo se sien-
ten, la mayoría manifiesta mejoría o curación total.

Traje a mi niño de 1 año porque cada vez que le daba fiebre con-
vulsionaba y me preocupaba. Todos los análisis daban negativos,
realmente no encontrábamos solución a este problema. Hasta que
una médica me recomendó al doctor Lino. En una sola sesión mi
hijo se curó, nunca más convulsionó. Mi hijo tiene hoy 16 años.
Osvaldo González Ortíz. Aranguren 665, apto. 32, entre
Panchito Gómez y Mazó, Cerro, Ciudad de La Habana,
01/02/06

La paciente acude al doctor Lino por presentar diabetes mellitus


tipo I que estaba muy descompensada. Desde la 2da. sesión ya
bajó la glicemia y se mantiene compensada.
Thalia Calvo Rodríguez, 29 no. 3604, Playa, Ciudad de La
Habana. Diciembre de 2005.

Expresa Lino que observa al enfermo con su visión astral


y determina la verdadera causa de su problema Muchas ve-

98
ces detecta problemas que no se notan a simple vista. Rara-
mente lee los resultados de pruebas o informes médicos que
traen los pacientes. Les pide que al terminar el tratamiento
energético, repitan los análisis. Es en ese momento que los
médicos que anteriormente atendían al paciente y conocían
del caso se asombran al observar los resultados de los nuevos
análisis. Muchas veces no pueden creer lo que ven y ma-
nifiestan que no es posible que haya existido curación, que
seguramente los resultados de las pruebas originales eran
erróneos. Dice Lino:

Para asombro de algunos pacientes les digo los detalles de sus


padecimientos antes de leer los documentos médicos que traen
en sus manos. El autor de este libro ha sido testigo de varios
casos. Una vez me trajo a una amiga que reside fuera de Cuba.
Al verla llegar, no dejé que ella hablara y le expliqué con lujo de
detalles en qué consistía su problema en el ovario izquierdo. Ella
impresionada sólo dijo que eso mismo se lo habían diagnosticado
días atrás en su país a través de un ultrasonido y otros procedi-
mientos.

Para cada caso Lino determina el tipo de tratamiento a


seguir, indicando muchas veces la periodicidad y cantidad de
sesiones necesarias. A veces un paciente se sorprende cuan-
do le dice que ya está curado y no tiene que volver, pues
esperaba que el tratamiento iba a ser prolongado.

Trato de explicarles a los pacientes que estas curaciones ocurren


en la cuarta dimensión de la materia donde el tiempo y espacio
son continuos. Y que por eso, en muchos casos no son conscien-
tes de la rapidez de la curación, ya que su mente ha estado adap-
tada al tiempo lineal que aprecian sus sentidos. Es por ello que
personas que llevaban meses o años enfermas no puedan con-
cebir que en tres sesiones (y hasta en una) hayan sido curadas,
expresa Lino.

99
Llegué un día aquí inválida, con mucho dolor en las piernas y
sintiéndome muy mal. He venido en 9 ocasiones y me ha curado.
Diciembre de 2005.
He seguido muy bien de salud. Nunca más tuve los dolores que
me quitó en 2005. Abril de 2007.
María Regla Genés Loneiras. Espada no. 266, entre
Concordia y San Lázaro, Teléf.: 879-4012. Diciembre de
2005. Actualizado en abril de 2007.

Muchas personas acuden a este hombre luego de agotar


sus posibilidades de curación por la vía convencional. Al-
gunas buscan acelerar su cura. Han acudido muchísimas
personas desahuciadas por cáncer y otras enfermedades y ha
logrado curarlas. Lino me cuenta acerca de un hondureño
que vino solo la primera vez y al apreciar los resultados del
tratamiento, ha traído poco a poco a toda su familia.

Mi madre de 82 años se fracturó el fémur por la parte superior. Es-


tuvo un día hospitalizada y luego de las placas y pruebas realizadas
nos dijeron que había que operarla para colocarle un pasador en el
hueso. Ese tipo de operación tenía el riesgo de la invalidez por su
avanzada edad. Hablé con el doctor Lino y éste me dijo que se la
trajera a su consultorio. Ha venido nueve veces. Le repetimos las
placas en el mismo sitio y se observa que el hueso se ha soldado. El
mismo médico que la atendió la vez pasada quedó asombrado de lo
que veía y dijo que ya no era necesario operarla y recomendó que
siguiera recibiendo la energía de Lino y que hiciera reposo. Ahora
nos comunicó que no la trajéramos, sino que viniéramos con su
foto. Ella se siente muy bien y está muy contenta.
Roberto Huete González hijo de María Alicia González.
Calle 82 no. 322 bajos, Boca de Mariel, La Habana. Enero
de 2007.

Tuve la oportunidad de conocer personalmente a esa an-


ciana cuando recibía la quinta sesión de tratamiento. Ella

100
estaba muy contenta. Observé cómo, a petición de Lino, se
levantó de la silla prácticamente sola. Muy entusiasmada
me expresó que al ritmo que observaba en su curación muy
pronto iba a poder bailar.

He sido una persona enfermiza. Sufría de varias dolencias que


tenían mi vida en peligro: tumor en la glándula hipófisis que me
provocaba dolor de cabeza, malestar y mareo. Ello estaba con-
firmado por un resultado de la tomografía axial computarizada.
También tenía un tumor y quiste en el útero y tenía turno para la
cirugía el 4 de este mes de junio. Adicionalmente padecía de artri-
tis reumatoidea que me provocaba fuertes dolores en las piernas
y brazos. Casi no podía estar de pie y caminaba con dificultad.
Por esa razón había estado ingresada en hospitales varias veces.
Poseo todos los documentos que avalan estos diagnósticos. Soy
fumadora y a pesar de todos los consejos recibidos no he dejado
el cigarro. Personas que me querían me decían que creían que
yo no llegaba viva a junio. Alguien en la calle me habló sobre
Lino y vine por primera vez a inicios de mayo de este año. He
estado viniendo todo el mes, cuatro días cada semana y he obser-
vado cómo ha mejorado mi salud de una manera asombrosa. El
27 de mayo, domingo, comencé con unas diarreas muy fuertes
que se extendieron hasta el lunes y desaparecieron súbitamente
sin haber tomado medicamentos. Tuve una secreción constante
de un líquido transparente por la fosa nasal derecha, que pasó a
ser una sustancia blanca. Desaparecieron los dolores de cabeza
y mareos. Mi médico decide no repetir la tomografía y me retira
el tratamiento. El viernes 1ro. de junio, ya próxima a la cirugía
del útero, me hicieron ultrasonido transvaginal y no encontraron
el tumor canceroso. Cuatro médicos me revisaron. Sólo me que-
daba un fibroma pequeño. Hoy 7 de junio me siento muy bien,
camino, llevo una vida normal, me resulta difícil expresar lo que
siento, es una mezcla de gratitud y de felicidad. La artrosis no ha
desaparecido pero me siento muchísimo mejor. A Lino lo veo
como a un ser enviado a la Tierra a curar a muchas personas. En

101
su consulta he visto personas entrar con bastón y salir caminando
normal, he visto niños muy mal de salud que han mejorado en
muy poco tiempo, entre ellos conocí a uno que tenía que hacerse
diálisis y no fue necesario, los médicos se preguntan cómo ha
sido esa curación. Conocí a una señora de Casablanca que casi
no podía orinar y en breve pudo hacerlo, he visto de todo, es algo
realmente impresionante. La ciencia de Lino no es una ciencia
oculta, es una ciencia de luz. De mayo a junio soy otra persona.
Gracias Lino.
Adelfa Abad Ruiz, 41 años, calle G no. 312-B entre 25
y 26, Cojímar, Habana del Este, Ciudad de La Habana,

Teléfonos: Celular: 05-281-2275


y casa de una vecina: 05-222-7391, 7 de Junio de 2007.

Llevaba 9 años casi sin poder orinar, cuando lo hacía era a gotas
y con ardor. He tenido 13 linfangitis en las piernas, dolor en el
riñón izquierdo, un quiste en el ovario derecho, el hígado con
exceso de colesterol y agrandado según se aprecia en ultrasonido.
Por la dificultad al orinar tenía llagas en los pies y no podía utili-
zar zapatos. Llevaba tres meses con unos dolores muy fuertes en
los pies. Desde que era recién nacida he padecido de enfermedad
en un oído. Hace años se me quedó atorado un algodón en un
intento de higienizarlo, pues tenía una secreción purulenta. Un
médico me dijo que si no resolvía pronto el problema del oído
corría el riesgo de tener meningoencefalitis. Tenía miopía (-7,5).
Descubrí a Lino y ya en pocos días de recibir su energía la mejo-
ría es asombrosa: Ya orino normalmente, mis piernas volvieron
a la normalidad, se me desaparecieron los dolores, salió casi todo
el algodón que tenía atorado en el oído. La miopía se redujo algo
(ahora es –6,0). Sigo viniendo, segura de que me curaré total-
mente. Muchas gracias Lino.
Antonia Marlene Prado Arguelles, 54 años, Asilo no.
52-D, entre Laureles y Majagua, Casablanca, Habana del
Este, Ciudad de La Habana. Teléfono (Juana) 866-3970,
7 de junio de 2007.

102
A la interrogante de cuál es su secreto para curar, Lino
expresa:
“Me siento capaz de estimular las células totipotenciales
que están en el mesénquima humano y en el tejido adiposo,
descritas a fines del siglo xix por los doctores Virchow y Ro-
kitansky, fundadores de la patología celular, y que tienen la
potencialidad de cambiar y convertirse en células de hígado,
de bazo, de hueso, de piel, etc. Yo logro que esa transforma-
ción sea posible por estímulos especiales de la energía sutil
e inteligente que brota de mí. He perfeccionado mi técnica
para restaurar lesiones agudas y crónicas del sistema nervio-
so central y periférico, que hasta el presente no tienen cura.
Por ejemplo, hace unos diez años el hijo de 4 años de Olga
Lidia y Humberto, vecinos de Infanta no. 804 entre Carlos
III y Estrella (altos), se cayó de una altura y se fracturó la
cervical, con compresión medular aguda y paraplejia total,
los rayos X mostraban fractura de 3 vértebras cervicales (C4,
C5 y C6), además de un hematomielia. Atendí a ese niño in-
mediatamente y se restableció en una sola sesión. Para asom-
bro de los médicos el chico comenzó a caminar a la media
hora”.

Acudí al doctor Lino en febrero de 1997. Me habían detectado


dos hernias discales, una L5 y otra S1. Por las molestias y dolores
no podía apenas usar mis piernas. Estaba en fase de estudio para
posible operación. Tuve doce sesiones de tratamiento con Lino
por espacio de dos semanas. Posteriormente, en 2001 realicé es-
fuerzos físicos sin protección alguna y se me presentaron sínto-
mas parecidos a los de 1997. En el Hospital Naval me realizaron
un estudio radiográfico y para asombro de los médicos no apare-
cían hernias discales. Uno de los médicos que me atendió me dijo
que al parecer en el lugar en que yo había recibido el tratamiento
lograron eliminar o desaparecer las afectaciones en el L5-S1. Por
las molestias que tenía me remitieron al fisiatra, el cual al ver
que los dolores continuaban me remitió al Hospital “Hermanos

103
Ameijeiras” para hacerme un TAC de columna. A continuación
transcribo el resultado de esta última prueba: “RMN DE CLS
IMB 9361-62. Se realizaron cortes sagitales con técnicas de T1
y a continuación técnica de mielografía, apreciándose disminu-
ción en la altura del disco L5-S1 sin definirse prolapso discal.
La técnica de mielografía es normal 1/11/01”. El resultado fue
negativo.
Diego Oliva Valdés. Lealtad no. 353-A. Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001.

También Lino indica que aplica técnicas diferentes de


acuerdo con la edad, la enfermedad y la gravedad entre otros
factores. Determinadas operaciones las realiza con mayor
frecuencia, lo otro viene de adentro. Son una mezcla de di-
gitopuntura, quiropraxia, reflexología, tai chi chuan, wo kin
chu, do in, lean qun, shia su, chi kun, reiki, homeopatía, pra-
noterapia, naturismo, cromoterapia, macrobiótica, heliotera-
pia, cristaloterapia, masoterapia, fitoterapia, iridología, cha-
manismo (africano, mexicano, persa, de los indios Valdivia,
cubano), osteopatía, mantroterapia, imanoterapia, quiroter-
mia, fototerapia, radiestesia y el no menos importante trata-
miento espiritual. El afirma: “Quizás parezca abrumadora la
cantidad de técnicas de curación que conozco, pero lo cierto
es que llevo dentro de mí el conocimiento de todas y las apli-
co de manera particular”.

Vine con mucho dolor de sacrolumbagia, no podía doblar la cin-


tura y con solo tocarme unos minutos me ha quitado casi com-
pletamente el dolor.
Calle 13, no. 63, apto. 2, entre M y N, Vedado, Ciudad de
La Habana, Telef.: 832-0972. Diciembre de 2005.

Yo también vine con un terrible dolor de sacrolumbagia,


en 2006. Mi hijo me trajo en el carro. Para bajarme del mismo
pasé tremendo trabajo. Cuando Lino me vio llegar jorobado

104
y casi sin poder caminar exclamó: “¡Tienes sacrolumbagia!
Eso te lo quito en un minuto”. Me tocó la espalda y me hizo
algunos giros del tronco. Luego me dijo: “Ahora viene la
prueba para saber si se te quitó el dolor: siéntate y párate”.
Me senté en un banco que estaba a su lado y de inmediato me
levanté como si nada. Repetí la operación varias veces como
buscando el dolor, pero ya no existía. Me fui manejando el
carro, como si nada hubiera ocurrido.
Mi amigo Ricardo Lamar en el 2003 me dijo que tenía un
dolor muy intenso en el pie. Le recomendé ver a Tomasén.
Acudió un viernes y luego de pocos minutos salió a la ca-
lle casi sin dolor. Ese fin de semana el dolor arreció y tuvo
que regresar el lunes siguiente. Al verlo llegar, Lino le dijo:
“Te dolió mucho el fin de semana. Pero no te preocupes, que
ahora mismo te quito completamente el dolor”. Ricardo me
cuenta que daba saltos con el pie afectado para convencerse
de que ya estaba completamente bien. Luego de ese momen-
to no ha tenido más dolor.
El italiano Moreno de Rosso, estudioso de la medicina
alternativa, considera que el cáncer aparece cuando por es-
trés, existencia de virus, u otras causas aumenta el pH del
cuerpo humano. Manifiesta que existen personas que han
experimentado la reducción o eliminación de tumores cance-
rosos utilizando soluciones de bicarbonato de sodio al 5% en
sueros intravenosos. También en el caso de cáncer de colon
se ha empleado lavados intestinales con solución de bicarbo-
nato de sodio. Opina Moreno que Lino, con su energía, logra
reducir el pH del paciente y ello influye en la desaparición
del cáncer.
Hay personas que no creen que Lino puede curar, no en-
cuentran una explicación científica, este es un milenio del
desarrollo de la mente, no sabemos a lo que puede llegar
el ser humano cuando logre su desarrollo completo. Estoy
seguro de que en los próximos años habrá importantes re-
velaciones sobre lo que se puede hacer con la mente. Hay

105
otras que sí creen que cura, pero alegan que eso es cosa del
demonio, que el único que puede curar es Dios. Si vamos a
la Biblia encontramos que Jesús curaba, no hay duda de eso,
pero en su época los fariseos (miembros de una secta judia
que presumia de un rigor y una austeridad puramente exte-
riores, hipócritas que solo tiene la apariencia de la virtud) no
lo creian.

Llevaron a Jesús un hombre ciego y mudo, que estaba endemo-


niado, y Jesús le devolvió la vista y el habla. Todos se pregunta-
ban ¿Será éste el Hijo de David? Al oir esto, los fariseos dijeron:
“Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien le ha dado a este
hombre el poder para expulsarlos...”
Así también, si Satanás expulsa al propio Satanás, contra si mis-
mo está dividido; ¿Cómo, pues, mantendrá su poder? Ustedes
dicen que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú;
pero si es así, ¿quien da a los seguidores de ustedes el poder para
expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que ustedes están
equivocados. Porque si yo expulso a los demonios por medio del
Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ya ha llegado
a ustedes...
Mateo 12. 22-28. Dios habla hoy. La Biblia. Versión
popular. 1993.

Hay otro pasaje de la Biblia que dice:

... Una persona puede recibir diferentes dones, pero el que los
concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir,
pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes po-
deres para actuar, pero es un mismo Dios el que lo hace todo en
todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Es-
píritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les
concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíri-
tu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos re-
ciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de

106
curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros
para comunicar mensajes recibidos de Dios. A unos, Dios les da
la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu
verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía
a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en
esas lenguas. Pero todas esas cosas las hace el único y mismo
Espíritu, dando a cada persona lo que a él mejor le parece.
1 Corintios (NT) 12.1-11. Tomado de la Biblia “Dios habla
hoy”, Versión Popular, Sociedades Bíblicas Unidas, 1993.

A lo largo de la historia han existido muchas personas que


han dedicado sus vidas a la salud humana. En Cuba también
hay muchas personas que curan a su manera: curas energé-
ticas, espirituales, con preparados de plantas, miel y otras
sustancias, con radiestesia, pirámides... Se puede apreciar el
entusiasmo y el amor con que aplican sus métodos de cura-
ción.
Lo significativo de Lino es que ha logrado combinar su
don natural, con los conocimientos científicos sólidos que se
adquieren en la carrera de Medicina. Y eso le permite detec-
tar e interpretar mejor los problemas de los pacientes y hace
más eficiente aún su labor.

La niña tenía síntomas de fiebre reumática, amigdalitis frecuentes


con dolores articulares y cojeaba. Estuvo dos años inyectándose
penicilina benzatínica cada 21 días. La traje a Lino porque des-
pués de 9 meses de terminado el tratamiento, le repitió la amig-
dalitis y volvió a cojear. Le dio 3 sesiones y nunca más ha tenido
problemas y hace un año que la vio. Diciembre de 2005.
En 2006 mi niña sólo tuvo amigdalitis en julio, después de es-
tar en una piscina donde, al parecer, el cloro la afectó, pero no
tuvo dolores en las articulaciones, la llevé con Lino y se lo quitó.
También llevé a mi madre que tuvo isquemia cerebral, se atendió
9 veces y nunca más la ha presentado. Y mi esposo tuvo tres
isquemias cerebrales en un mismo día, lo llevé con Lino y nunca

107
más se le ha repetido. Me gusta ir de vez en cuando a su consulta,
pues estando allí observo muchos casos de curaciones y salgo
renovada. No por ello dejo de atenderme con mi médico. Pero sin
dudas, el tratamiento con Lino es muy eficaz. Abril de 2007.
Ana María Ulloa, Calle 11 entre 1ra. y Final, Santa
Marta, Varadero, Matanzas, Teléfono 61-0202.
Diciembre de 2005.
Confirmado en abril de 2007.

¿Tiene religión este hombre?


“Mi religión es sanar a la persona enferma.” –expresa Lino.
“Es difícil aceptar que acercando las manos o tocando a al-
guien por breves instantes, se pueda alcanzar la cura total
o una gran mejoría al momento o en pocos días. Además
de médico, me considero un espiritista multidisciplinario,
un medio de comunicación de varios chamanes africanos, de
dos sanadores chinos y de un monje franciscano. Navego as-
tralmente buscando información acerca de los problemas de
mis pacientes, que con frecuencia provienen de sus vidas pa-
sadas. Mi mayor anhelo es trabajar en un local amplio frente
al mar y con muchas ventanas, para poder atender mejor a
mis pacientes, en un ambiente energéticamente más positivo.
Siempre he deseado que mi trabajo de medicina alternativa
se considere como un pequeño grano de arena que comple-
mente a la prestigiosa salud pública cubana, de la cual me
siento muy orgulloso”.
Lino no pertenece a ninguna secta. En un ambiente mís-
tico tiene en la primera habitación de su consultorio una
pequeña escultura de la Virgen de Lourdes, otra de Buda.
Diseminados en estantes y en el piso, una estatuilla de la
Caridad del Cobre tallada en madera, objetos pertenecientes
a diversas religiones africanas y velas encendidas, un cuadro
con la imagen de Jesús, los bastones de quienes han salido

108
caminando y los han dejado de recuerdo, un machete, una
botella con aguardiente... Hay vecinos que cariñosamente le
llaman “padrino”, que en Cuba conlleva determinado nivel
protector de carácter religioso.
Su frase: “No te preocupes, que yo te voy a curar” parece
tener un efecto especial y complementa la eficaz transferen-
cia de energía y calor de sus manos.

Fui paciente de Lino por una semana. Me presenté por primera vez
con un nódulo de seno endurecido que se agrandaba. Primero ha-
bía sido una displasia. Estaba muy deprimida cuando me atendió.
A la semana, la lesión había desaparecido. La explicación cientí-
fica que le veo a esto es que Lino tiene unos canales abiertos por
donde circula mucha energía. La explicación religiosa es que Dios
lo colocó entre nosotros para compensar un poco el dolor que algu-
nos sufren. Sus pacientes lo adoran pues ha salvado muchas vidas
y ha curado a infinidad de personas. Con mucho cariño.
Geisha Guerra. Calle Concordia no. 409, Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba. 17/07/2002.

Llevaba años padeciendo de una afección en la garganta que pro-


vocaba que ésta se cerrara por momentos. Tenía que toser para
que la sensación pasara. Acudí a ver al doctor Lino y después de
la cuarta sesión una mañana al levantarme temprano sentí que
tenía la boca llena de algodón, cuando fuí a escupir eché un coá-
gulo de sangre con unas cosas oscuras, placas, qué se yo, sólo
sé que a partir de ese momento no sentí más molestias, toda mi
afección desapareció. Mi voz se hizo vibrante, se aclaró porque
se había afectado mucho a consecuencia de mi enfermedad. No
tengo con que agradecerle este gran milagro, hay que verlo para
creerlo. Muchas gracias.
Evangelina Vinagera. Calle 43 no. 1203 entre 112 y 114.
Marianao, Ciudad de La Habana,
Edad 59 años,
16 de enero de 2006.

109
Aunque la cura o mejoría que se alcanza aplicando el mé-
todo de este doctor es duradera, en general han existido casos
en que enfermo no ha sanado, o ha existido mejoría y luego
ha aparecido una recaída. Creo que igual que en la medicina
occidental nada es absoluto. Por eso, Lino recomienda vol-
ver a la consulta pasado un tiempo, para aplicar una dosis de
“mantenimiento”.

Soy profesor. Investigo en ciencias y tecnologías láser. De forma-


ción soy físico y tengo un doctorado en Ciencias Físicas. Mi for-
mación técnica y científica me ha hecho por mucho tiempo creer
que la metodología científica occidental era infalible para evaluar
la validez de cualquier hecho o descubrimiento. Sin embargo,
después de conocer al doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera, este
hombre excepcional que dedica su vida a curar, a aliviar penas o
promulgar la paz entre la gente, he tenido que reorientar mi vi-
sión del universo. Hoy creo que, efectivamente, hay cosas que no
pueden ser tratadas según la metodología científica occidental.
El doctor Lino ha aliviado a mi familia de diversos males. Algo
que no puedo explicar: Mi abuelita de 86 años muy enferma de
neumonía y con un derrame cerebral fue atendida por él mediante
una foto. Esto parece increíble o casualidad. Cuando ya llevaba
4 o 5 sesiones mi abuela me dijo: “¿Hijo, vas a ver al gordo?”
“—¿Pero abuela como tu lo sabes?”, —dije yo. Ella respondió,
“Si “mi´jo”, yo lo vi, fue a verme al hospital, tenía unas gafas
oscuras y me dijo algo que no entendí”. Esto me dejo perplejo.
No le había comentado a nadie de mis visitas a Lino, pero, de al-
guna forma mi abuela lo vio cuando estaba inconsciente. Quedó
curada de la neumonía y del derrame.
Doctor Miguel A. Arronte. Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

Paciente de 68 años que llevaba 5 años sin poder caminar por


dolor intenso en ambas rodillas y piernas. Se le indicó una ope-
ración de ambas rodillas, no resolvía con analgésicos ni antiinfla-

110
matorios. Acudió al doctor Lino y con una sesión, observó nota-
ble mejoría. Ya camina y no tiene dolor.
Aida Rosa Rodríguez, Ave 62 no. 21101, San Miguel del
Padrón, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Visité el doctor Lino el 26/12/2000, pues padecía de Espolones


Calcáneos desde hacía varios años. Con una sola sesión de tra-
tamiento quedé en perfectas condiciones. Hoy puedo caminar
todo lo que quiero. Antes no lo podía hacer por el dolor que me
producía.
Mayda María Cabrera Marrero. Calle 240 no. 24768,
Rpto. Abel Santamaría, Municipio Boyeros,
Ciudad de La Habana.
25 de mayo de 2002.

Entre las dolencias que con mas frecuencia Lino cura es-
tán: aceleramiento de la soldadura de los huesos en caso de
fractura, artritis reumatoide, asma, autismo, cefalea migra-
ñosa, colitis ulcerativa inmunológica, depresión, diabetes,
enfermedad de Azheimer, enfermedad de Parkinson, esteri-
lidad, fibroma, hernia discal, hepatitis, hepatitis B, hepatitis
C, hernia hiatal, hipertensión, hipertrofia, ileitis regional, im-
potencia sexual patológica, infertilidad, inflamación pélvi-
ca, leucemia, linfomas (incluyendo el linfoma de Hodking),
diversas parálisis, recuperación de politraumatizados, sida,
sinusitis, trastornos circulatorios en todo el cuerpo, trastor-
nos del corazón, traumatismos medulares, tumores benignos
y cancerosos. Ha mejorado a muchos pacientes que presen-
taron sufrimiento fetal.

Presentaba insuficiencia respiratoria obstructiva crónica severa,


que mejoró gradualmente desde que empecé a verme con Lino.
Antes utilizaba constantemente el oxigeno y todo fue disminu-
yendo de forma paulatina, también los aerosoles. Antes no podía
ni bañarme. Hoy voy sola a la consulta y puedo elaborar mis

111
alimentos. Antes venía diariamente y ahora cada 15 días. Gracias
a él hoy estoy mejor de salud.
Hilda Márquez Vega, Dirección: Edificio 64 A, apto.
8 Rpto. Bahía, Ciudad de La Habana, Edad 64 años.
Diciembre de 2005.

Me dirijo al doctor Lino por presentar sangramiento continuo


durante 54 días. Lino me diagnosticó un fibroma y útero aumen-
tado de tamaño, diagnóstico que corroboré con un ultrasonido
al día siguiente: fibroma de 28 mm y útero de 7.8 cm Luego de
8 sesiones de tratamiento por espacio de semana y media fui al
instituto de salud correspondiente y repetí el ultrasonido: el fibro-
ma desapareció y el útero está de tamaño normal. Los médicos
decidieron repetir el ultrasonido y este nuevamente dio negativo.
Tengo menstruación normal y me siento bien. Me siento muy
agradecida.
Iluminada Rodríguez Amengual, edad 46 años, Ave 47 no.
17210 entre 172 y 180, municipio La Lisa, Ciudad de La
Habana, Cuba.. 03/11/01.

Muchas personas han dejado de usar la silla de ruedas, las


muletas o el bastón al recibir el tratamiento de Lino. Tam-
bién ha logrado en sus pacientes la eliminación radical de
adicciones a las drogas y el alcohol y ha tratado casos de
obesidad con buenos resultados.

Acudí al doctor Tomasen Vera por los dolores de rodilla salien-


do muy satisfecha pues mis dolores al momento desaparecieron,
pudiendo flexionar ambas rodillas sin problema alguno. Esto es
algo increíble. Parecen cosas del señor Jesucristo que solo de
tocar a las personas surge el milagro de sanar. Gracias a Dios,
Gracias al doctor pude salir caminando sin dolor alguno.
Martha Betancourt Remedios, Calor no. 63 / Martí y San
José Guanabacoa, Teléfono 97 6041.
Diciembre de 2005.

112
Una de las satisfacciones mayores de Lino es resolver ca-
sos que la medicina occidental no ha resuelto, y mucho más
si la atención ha sido mediante una foto.

Llegué a la consulta de Lino en estado muy crítico, me habían


dicho que no tenía cura. Estuve años con un líquido oscuro en
los senos, que en la primera sesión con Lino desapareció, al igual
que el dolor del nervio ciático que presentaba desde hace 10
años, producto de hipertrofia muscular que él me detectó. He te-
nido entre 11 y 20 sesiones de tratamiento con Lino. Cada sesión
de un minuto. No he recibido tratamiento médico junto al que
me ofrece Lino. Opino que Lino sana a las personas aplicando
energía desconocida y espiritualidad. Lino es un gran médico,
persona de valores incalculables, da amor a sus pacientes y se-
guridad general, me siento bien a su lado, con confianza, segura
que todo mal tiene cura si llegamos a él, pues sé que tiene como
don una energía que cura todo tipo de enfermedades, que cura lo
que no han podido curar los médicos. En fin sé que está dotado de
protección, sabiduría, inteligencia que nació con él, para el bien
de personas con múltiples patologías, que llevan años padecién-
dola y que él ha curado. Lino —no estoy exagerando—, eres lo
máximo, se que no hay que desesperarse, como yo que llevaba
una vida que no era vida, hasta que te conocí.
Kenia Ramos Riverón. Colón no. 12806, Reparto Martí,
Ciudad de La Habana. 27/10/2006

¿Es cierto que Lino cura?


¿Es cierto que Lino cura? Es difícil de responder. Me parece
que no es correcto dar un valor excesivo a casos individuales
o aislados que reportan mejoría o curación, se requiere de
una muestra suficientemente amplia de la población objeto
de estudio para realizar una encuesta que ofrezca resultados
confiables. Comencé a organizar esa encuesta para dar a este

113
libro un rigor adicional, pero al final decidí no continuarla
en este momento, pues me iba a consumir mucho tiempo y
recursos, además de que iba a retardar la aparición de este
libro tan solicitado.

Así permanece la sala de espera todas las mañanas. Muchos vienen de muy
lejos para ser “tocados” uno a tres minutos.

No obstante, decidí hacer una prueba inicial y anónima


del cuestionario de la encuesta a unos 150 casos escogidos
aleatoriamente. El resultado indicó que la gente se cura, la
casi totalidad refiere que ha existido mejoría o curación total,
que la sanación ha sido en pocas sesiones de tratamiento, con
una duración de menos de tres minutos, no importa la enfer-
medad. Este resultado incluye también a personas atendidas
a través de una fotografía. Debo reconocer que me resultó
difícil encontrar a pacientes que reportaran que no habían
sido curados, pues en ese consultorio se respira un aire de
entusiasmo por la obra que Lino realiza.

114
Tengo el proyecto de asociarme a alguna organización es-
pecializada en este tipo de encuestas para rediseñar el objeto
a investigar y el modelo de captación de los datos, lograr
mayor confiabilidad en el cuestionario, utilizar el tamaño de
muestra requerido y buscar los detalles de mayor interés, que
aparecerán en una próxima edición de este libro.
Se dice que Lino sugestiona a sus pacientes. Según la en-
ciclopedia libre Wikipedia, se llama efecto placebo al fenó-
meno por el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar
con un “falso” tratamiento, aparentemente porque el enfer-
mo espera o cree que funciona. Eso pudiera ser, pero ¿Cómo
explicar entonces los escritos de personas que manifiestan
haber sido curadas por él a través de una foto? Muchos de
ellos nunca han estado físicamente en su consultorio, a veces
han estado en otros países.

Concurrí a la consulta del doctor Lino Tomasén con el objetivo


de salvar a mi tía, Yolanda Fernández Ramírez, residente en Mia-
mi, pues el día 25 de agosto del 2005 sufrió un infarto cerebral, al
parecer causado por las emanaciones que provocó un fuego que
se produjo en su casa. Los médicos de Miami dijeron a los fami-
liares que no tenía salvación, pues no reaccionaba al tratamiento.
Estuvo entubada 3 meses. Ella es religiosa. Los santos tampoco
le daban esperanza alguna de vida. Sin embargo, cuando yo vine
a ver al doctor Lino, me dijo que a los 5 días ella iba a reaccionar,
que abriría los ojos y abriría las manos. Mi familia de Miami no
sabia que yo la estaba atendiendo con el doctor. Al quinto día
sucedió lo que él me había dicho. Hasta el momento mi tía esta
mucho mejor. No depende de aparatos. Ya respira por ella misma
y esta reaccionando muy bien. Estoy muy agradecida, porque me
dio esperanza de vida para mi tía y me la salvó.
Marisela Quintero, Dirección Calle Matanzas no.
659 entre Estrella y Camilo Sierra, Arroyo Naranjo.
Teléfono 44 5372. Diciembre de 2005.

115
Por lo que he podido investigar, algunos pacientes ni si-
quiera sabían que estaban recibiendo energía a distancia, de
manera que en estos casos no es posible que haya existido
sugestión o el efecto placebo. ¿Cómo explicar, entonces, la
cura a los niños? Ellos no saben lo que les están haciendo,
pero los informantes, generalmente sus padres, manifiestan
que este médico los ha curado. También han acudido a esta
consulta personas que no creen en él ni en curas alternativas,
que sólo van a verlo por complacer a un familiar y luego han
manifestado que se han curado.
Durante la época en que Lino consultaba en el Hospital
“Salvador Allende”, ubicado en la barriada del Cerro en La
Habana, fueron recogidos unos mil reportes de personas cu-
radas. Testigos presenciales como José R. López, Nibaldo
Hernández, y discípulos y amigos de este médico como Pe-
dro Vila, me informan que los citados documentos recogen
informes sobre situaciones de salud difíciles que fueron su-
peradas mediante el tratamiento de este doctor.
He sido testigo presencial de cientos de casos de personas
que han estado atendiéndose y delante de mí han manifestado
que se sienten mejor o se sienten bien. En este libro presento
cientos de casos de personas que aseguran haberse curado o me-
jorado a partir de que empezaron a recibir esta misteriosa ener-
gía. Algunas tenían tratamiento médico paralelo y otras dejaron
todo tratamiento y confiaron en Lino. Soy de los que piensan
que ambos tipos de tratamiento se pueden complementar.
Desafortunadamente, también he conocido algunos casos
de personas que llegaron a la consulta en muy malas condi-
ciones y no lograron su recuperación. Uno de ellos fue una
señora que vino de Argentina, la conocí personalmente. Ella
estaba en cama con esclerosis. Sólo podía sonreír a medias.
Todo su cuerpo estaba inmovilizado. Tenía esperanzas de
salvarse. Supe que Lino hizo todo lo que pudo para sacarla
de ese estado, durante los 20 días que ella estuvo en la Haba-
na, pero no lo logró.

116
Algo similar pude apreciar con una señora mexicana que
presentaba similar dolencia y también estuvo 20 días aquí.
En ese lapso de tiempo recuperó varias libras. Quizás hubie-
ra necesitado estar más tiempo.
También una cubana vecina del barrio de Miramar en La
Habana, aquejada de esta terrible enfermedad considerada
incurable hasta el presente. Ella asistió a la consulta muchas
veces, pero no pudo mejorar. En los tres casos, a mi parecer,
se acudió a recibir la sanación bastante tarde.
Conocí a una colombiana que llegó en una silla de ruedas
con cáncer generalizado y a los 20 días me volví a encontrar
con ella y la encontré muchísimo mejor, ya levantaba la ca-
beza, hacía chistes, no tenía dolores y estaba muy optimista.
En todos esos días no había estado en otro sitio que en la casa
donde residía y en el consultorio. La invité a pasear por La
Habana Vieja y se alegró muchísimo de poderla recorrer en
su silla de ruedas y hacer fotos. Regresó a Colombia y supe
que varios meses después falleció.
Coincido con quienes dicen que no existen enfermeda-
des, sino enfermos. Cada persona es un mundo aparte y la
evolución o el camino para la curación de cada persona no
es el mismo. Hay quien está enfermo grave y se cura en 3
días y otro enfermo de algo leve tarda 3 meses. La visión
triple que padezco no pude resolverla con energía, sino con
espejuelos.
Opino que no se puede ver al cuerpo humano como la
suma de sus partes, sino como un todo, holísticamente. Nues-
tros pensamientos, nuestros estados de ánimo, nuestras ideas
sobre la vida y la muerte, nuestros hábitos alimentarios, el
hábito de fumar o de beber, el estrés y modelos de vida son
granitos de arena que se acumulan día a día para luego emer-
ger a la superficie bajo la forma de enfermedades físicas o
mentales.
Según Lino, tenemos una tendencia natural a abusar de los
fármacos a pesar de nuestra capacidad para paliar ­dolencias

117
Muchos niños son atendidos. A pesar de su corta edad,
muestran confianza en su sanación.

118
por nosotros mismos. Los que cuestionan la posibilidad de
curar sin medicamentos, olvidan que los fármacos son un
invento humano y forman parte de los desórdenes entre el
hombre y el medio. La naturaleza lo ofrece todo: plantas
curativas, calor, oxígeno, carbón, luz. Todo eso se pone en
cápsulas, en cámaras u otros equipos, pero el decursar del
tiempo nos ha llevado de retorno a los orígenes. Además, los
medicamentos que consumimos presentan efectos adversos,
hay situaciones de diagnóstico erróneo que hacen que el pa-
ciente ingiera preparados, que además de no curarlo, quizás
le hagan daño. Hay sobredosis y también mezcla inapropiada
de medicamentos que afectan nuestro organismo.
Desde tiempos inmemoriales en la religión de la India y
otros sitios se dice que cada cual tiene su karma y que rige
la llamada ley del karma o ley de causa y efecto. También
existe la teoría de la reencarnación, que sustenta que vivimos
varias vidas, en cada una de las cuales se nos ofrecen opor-
tunidades para evolucionar. Existen terapias de regresión a
vidas pasadas con vistas a identificar sucesos por los que ha
pasado el alma en su desarrollo, entender los pensamientos y
sentimientos que se generan y curar las heridas emocionales
que trastornan la vida actual.
La salud depende de muchos factores. Creo que desde que
un ser se encuentra en la barriga de su madre, ya está influido
por aspectos genéticos, las emociones que sufre esa madre
durante el embarazo, si es fumadora o ingiere drogas, su ali-
mentación y otros factores que influyen fundamentalmente
en el desarrollo del cerebro del nuevo ser. También la salud
depende de la interacción con la naturaleza, de la posición de
la Tierra con el sol y los planetas de nuestro sistema solar, de
la actividad solar, de los rayos cósmicos que arriban a nues-
tro planeta, de las condiciones del hábitat, de la calidad de la
alimentación a lo largo de la vida, del estado emocional y de
cómo respiramos, entre otros factores. He podido comprobar
durante años cómo los biorritmos influyen en las personas,

119
desde el ángulo físico, intuicional, intelectual y emocional,
por citar los fundamentales.
Lino no puede modificar los factores ambientales nega-
tivos que continúan afectando al paciente cuando sale de la
consulta. Los chinos refieren desde hace miles de años que
sobre la salud inciden la ubicación y orientación geográfica de
las piezas de una casa, los muebles, los colores, los sonidos,
la existencia de radiaciones nocivas de energía, de corrientes
telúricas, la presencia de aguas subterráneas, etc. Hay edi-
ficios donde han coincidido muchos casos de enfermos de
cáncer. ¿Eso es casual? Una compañera de trabajo padece de
asma muy fuerte y sus familiares siempre están enfermos. Al
indagar supe que su casa se encuentra encima de una enorme
cisterna de agua. Estas cuestiones se tratan en libros de Feng
Shui, el arte milenario chino de la ubicación de las cosas y
también se mencionan en libros de ­“radiestesia”.
Una vez acompañé a mi amiga Elena Venegas, que se en-
contraba muy mal de salud. Le decían que tenía un problema
en la columna vertebral, pero en realidad tenía cáncer muy
avanzado. Cuando entró al consultorio, Lino, aún estando a
dos metros de distancia, sin saludarla ni escuchar cuál era su
dolencia, de manera repentina la señaló con el dedo índice
y exclamó: “¡No vayas a fumar ni un cigarro más!” Ya era
muy tarde y a pesar de que dejó de fumar y asistió algunas
veces a su consulta, no tuvo cura.
Lino afirma que muchas personas han llegado a su con-
sulta después de haber agotado todos los recursos conven-
cionales, buscando la “última variante” y él ha logrado que
recuperen su salud, pero hay personas que están “vencidas”
y que no tienen salvación. “Ese era su karma”.
He sabido de personas que se han marchado disgustadas
pues esperaban “otra cosa” y no conciben “venir de tan lejos
para que te pasen la mano sobre la cabeza un instante y ten-
gas que volver otra vez”. Incluso hay personas que estando
en la sala de espera se han molestado al observar en Lino

120
“su inesperado comportamiento” y sus “frases” de “auto
reafirmación”, que recuerdan a las técnicas empleadas por
los deportistas cuando se preparan sicológicamente para una
competencia.
Tengo una amiga que prefiere no ser mencionada. Acudió
al consultorio en 2001 por sufrir polineuritis en ambas pier-
nas. Prácticamente se curó, quedando un ligero cosquilleo
en un dedo del pie izquierdo. Ella dejó de asistir a consulta
pues: “... no me gustaba la manera de expresarse de Lino...”
Pero así y todo la curó, eso lo agrego yo.
Mi amiga Sonia Laíño me manifestó que no se curó tan
pronto como deseaba de tendinitis en un brazo. Otro amigo,
Santiago, que acudió muchas veces a consulta, no logró cu-
rarse de su problema de la columna vertebral y decidió seguir
la vía de la medicina occidental (aún no se ha curado). Este
es uno de los muy pocos casos que he conocido que decidió
no seguir con Lino e ir a lo convencional.
Como se aprecia, aunque se considera que la efectividad
de curación es muy alta, no es absoluta y creo que resulta
muy difícil de medir, aunque sería muy interesante la rea-
lización de un estudio que pudiera acercarnos a la cifra de
curados por este método alternativo.
A pesar de estos y otros casos desafortunados, he podido
constatar que la mayoría de las personas está convencida de
que Lino sí cura. Yo me incluyo en ese grupo. Hagamos la
pregunta al revés: ¿Alguien cree que la medicina occidental
cura a todos los enfermos?
En todo este proceso de investigación he conocido a indi-
viduos parapetados tras su buró o en sus limitados conceptos
de lo que es la curación. Me han manifestado que este doc-
tor debe avalar científicamente su método de curar. ¿Porqué
no hacerlo al revés? Ellos deberían visitarlo y reconocer su
trabajo. Y si fuéramos a avalar su trabajo habría que hacerlo
también desde el ángulo espiritual, radiestésico, etc. Me pa-
rece imposible que un ser “único” tenga que avalar su “don”.

121
He apreciado que varios físicos en vez de esperar a que Lino
explique cómo cura, hacen sus conjeturas al respecto y arri-
ban a determinadas conclusiones, que en gran medida coin-
ciden con mis puntos de vista, lo cual me hace pensar que
ha valido la pena escribir este libro y que el mismo pueda
resultar de interés a estudiosos del tema.

En el año 2003 tuve un derrame cerebral. Estuve varios meses


en cama con muy pocas posibilidades de vivir, según los médi-
cos. Entonces el doctor Lino puso las manos sobre mí y empezó
la recuperación. En este momento estoy totalmente recuperada.
Gracias doctor.
Noelia Rosalía Más. Concordia 367 entre Lealtad y
Perseverancia. Diciembre de 2005.

Algo que me llama poderosamente la atención es la sin-


ceridad con que los pacientes han escrito sus testimonios. Se
trata de personas serias, muchas de ellas de avanzada edad,
con niveles de escolaridad que oscila desde la primaria hasta
la universitaria. Sin embargo, los testimonios también mues-
tran algo en común: que los pacientes aprecian amor en la
actividad de curación que realiza Lino.
Mi amigo, el ingeniero Jorge Luis Robinson me contaba
que a veces la burocracia afecta los intereses más íntimos del
hombre. Él fue por muchos años el director en funciones de
la institución “Cuba-RDA”, dedicada a la ortopedia técnica.
Por Resolución Ministerial se estipulaba que a los niños que
requerían prótesis de miembros inferiores y superiores no se
les debían hacer hasta que cumplieran los ocho a diez años.
Una niña de casi dos años llegó a su institución buscando
la prótesis para una piernita. Si Robinson se hubiera dejado
conducir por ese documento frío, esa niña y su familia hu-
bieran tenido que esperar varios años para gozar el desarrollo
normal de un ser humano. Mi amigo tomó la decisión de ha-
cerle la prótesis como regalo de cumpleaños. Para asombro

122
de todos, la niña salió caminando como si jamás le hubiera
faltado la piernita. ¿Cómo se puede expresar científicamente
la emoción que sintió la niñita al poder caminar?

Es común encontrar nombre y dirección en los testimonios.

Robinson llegó por primera vez a la consulta de Lino, lue-


go de un prolongado proceso de recuperación de una ­cirugía

123
en la rodilla izquierda. Llegó con su muleta, cojeando un
poco. Dejemos que él refiera su opinión:

La vida me ha dado la oportunidad de tratar con personalidades


de diferentes latitudes, incluyendo más de un presidente. El en-
cuentro con este doctor me ha causado una especial impresión.
Es una mezcla de humanismo con sabiduría. Su don de curar no
puede ser medido, nadie puede por ello cuestionarlo y tampoco
imitarlo pues Lino es único.
Llegué con una muleta, fui tocado por sus manos por sólo un
instante y salí caminando normal, con amor por la vida.
Que a nadie le quepa duda, sea creyente o materialista, burócrata
o productor. Vaya cuanto antes al encuentro con este sanador.

Mi amiga y Licenciada Física de profesión Esperanza Pu-


rón, ha tenido la amabilidad de brindarme unas reflexiones
sobre este médico, “Lino Tomasén: ¿acaso amas al que cu-
ras?”, que a continuación les ofrezco:

No olvido el encuentro con un muchacho que conocí de estudian-


te de Física (ahora graduado) y que no veía hacía algún tiempo;
fue una tarde de octubre de 2003 en la entrada de la Facultad. Su-
bía con su bicicleta al hombro y desde la última vez que lo vi, aún
estudiante, se había efectuado en él un cambio notable. Risueño,
buen color, musculatura marcada en la camiseta y piernas al aire,
pues llevaba pantalones cortos. Cuando me saludó y hablamos lo
hizo con seguridad, ya tenía un hijo que le ocupaba tanto su men-
te como su corazón y era la razón por la que no estaba trabajando
como físico, pero se sentía feliz y realizado.
Según Pedro, así se llama el joven graduado de Física, el motivo
de haber podido cambiar y sanar plenamente tenía un nombre:
Lino. .., el doctor Lino Tomasén.
A continuación se enfrascó en una descripción llena de alabanzas,
que me llevó a pensar en el supermédico cubano, en el guru tropi-
cal, el chamán del Caribe, el curalotodo del período especial.

124
¡Claro que prometí visitarlo! Por favor Pedro, le dije, habla y dile
que iré...
El 23 de Octubre ya estaba en Concordia (fecha que conservo en
la agenda de ese año) con la suerte de que Pedro había anunciado
para un dia no fijado mi visita. Eran las diez de una mañana oto-
ñal y el local estaba bastante lleno, demasiado para lo que espe-
raba encontrar. Observé un rato a Lino (menos de diez minutos),
lo vi sudar, chupar su tabaco y llenar de humo al que consultaba.
Presté, junto al resto de los presentes atención casi hipnótica a
sus movimientos y palabras; Lino, con su sombrero y su tabaco,
posee una fuerte personalidad que impone a todos cuando está
realizando su actividad.
Terminada la cura (cuando ya todos respirábamos tranquilamen-
te, pues antes estábamos en suspenso) nos saludamos, al pre-
sentarme, afirmó saber ya por Pedro quién era yo, y me invitó
familiarmente a continuar observando cómo se desarrollaba la
consulta de ese día. Le agradecí sobremanera su gesto, pasé la
vista por las paredes, las firmas, las personas que esperaban, él
continuaba ensimismado en su tarea y a mí me crecían por se-
gundos los deseos de salir de allí. Cuando se persentó la ocasión,
con una sonrisa, una promesa de regresar y un batir de manos en
señal de adiós, me alejé del lugar.
Decididamente no me gustó, puro sincretismo, no creí en las cu-
raciones de Lino. Esta no creencia mía en sus curaciones aumen-
tó con la experiencia de una colega de treinta años de trabajar
juntas, ella acudió allí y el resultado fue... un rotundo fracaso.
Corría el 2006, cuando un amigo me presentó a Jorge Pareta y ...
volvió a mi el doctor Lino Tomasén como un eco de Pedro Vila,
una onda sonora que regresaba con más fuerza, con testimonios
escritos de las curaciones en personas cercanas (su hermana), en
él mismo y en cientos de personas por él entrevistadas.
Comencé a leer una primera versión del libro de Jorge, pero no
he sentido curiosidad por ver de nuevo a Lino. Me he pregunta-
do muchas veces si será verdad que cura. No lo sé. Su método
de curar no lo siento cercano a mi forma de ser y de pensar; he

125
estudiado Física y Matemática por más de 30 años, profeso la re-
ligión católica desde pequeña y actualmente estoy comprometida
con la Iglesia.
Como es de suponer, he puesto también oído a sus detractores,
que dicen que es un timador, un brujero, un curandero sincrético,
etcétera.
Al leer el libro sobre Lino, que amable y generosamente Jorge
Pareta puso a mi alcance, interioricé y admití el deseo de Lino
Tomasén de curar al necesitado, de darle de su fuerza, de com-
partir su don, de infundirle si es preciso parte de su propia salud.
Eso es servir, eso es para mí amar al otro y darle al que sufre, lo
que se tiene más preciado, que es la vida.
Conózcase que el que puede pagar paga módicamente, pero el
que no, también es curado.
Entonces recordé y les recuerdo ahora lo que narra el evangelista
Marcos en su capítulo 9, versículo 38 cuando Juan, uno de los
discípulos le dice a Jesús:
—Maestro, hemos visto a uno expulsando demonios en tu nom-
bre, pero se lo hemos prohibido porque no es de los nuestros.
Yo soy de las que hubiera imitado al discípulo amado si me pre-
guntaran si deseaba que Lino Tomasén siguiera curando con su
método. Como otros, hubiese tratado de hablar a la gente y de-
cirle que ese método no es científico, que no está avalado por
ensayos, que pienso que es una hipnosis, que no es para mi algo
de Dios, y más y más cosas que les prohibiera el llegar a Lino,
pues yo no entiendo cómo puede curar.
Pero también sé, y se los repito a ustedes ahora, qué le contestó
Jesús a Juan:
No se lo prohíban, porque nadie que haga un milagro en mi nom-
bre podrá luego hablar mal de mí.
Claro que tanto ustedes como yo podemos decir que Lino To-
masén no cura en nombre de Jesús. Pero nadie puede negar que
Lino ama y sirve al curar a todo enfermo que sufre y reclama
su ayuda, y donde hay amor, ahí está Dios, porque Él, Dios, es
Amor [1Jn 4,8].

126
Las paradojas de Lino
Opino que el tratamiento de Lino es paradógico. No tiene
límites o fronteras para atender a un paciente, logra sanar o
mejorar al paciente ante cualquier enfermedad, pero sucede
que cura o alivia a personas que han presentado situaciones
muy críticas de salud, sin solución por la medicina occi-
dental y que al ser atendidos por él se han sanado. Y sin
embargo, a veces una afección relativamente leve no la ha
curado, o la mejoría ha sido muy leve.
La lógica nos indica que si se trata de una enfermedad
muy grave, su curación tome tiempo. A menudo ha suce-
dido lo contrario. A veces las curas de enfermedades muy
graves han sido inmediatas, mientras que la curación de
dolencias leves o relativamente sencillas ha requerido de
muchas sesiones de tratamiento.

Mi hijo padece de estenosis uretral congénita del pene desde


los 10 meses y ya tiene 10 años. Se lo traje a Lino y en una
sola sesión de un minuto, comenzó a orinar normal. Antes de
acudir a él ya habían sido muchos los sitios visitados, el niño
había estado ingresado en varias ocasiones (hasta 5 meses una
de ellas) y nada se había logrado. Se mencionaba posible ope-
ración. Felicito al doctor Lino por lo que ha logrado. Hoy traje
por segunda ocasión al niño para seguirlo tratando. Muchas
gracias.
María Luisa Martín Gato, La Grifa, Municipio Sandino,
Pinar del Río. Diciembre de 2006.

Lino ha curado a distancia a personas con disímiles enfer-


medades, con la foto del paciente. Sin embargo, hay quienes
se han tratado estando presentes en el consultorio y no se han
curado. Lo mismo ha sucedido con el tiempo de curación, a
veces alguien por una foto ha sido curado más pronto que
alguien que ha asistido personalmente al consultorio.

127
Yo era epiléptico desde los dos años de edad. Comencé a
tratarme con Tomasén y después de 12 sesiones de trata-
miento jamás he vuelto a tener una crisis. Considero que
ya estoy curado. Gracias a sus prodigiosas manos, a su don
y a Dios.
José Manuel Santamaría, Dirección Calle 48 no. 1708
entre 17 y 19 Playa, Ciudad de La Habana.

Diciembre de 2005.

A veces ha llegado alguien a atenderse y no se ha curado


a pesar del esfuerzo de Lino. Hemos expresado: “Es que esa
persona llegó aquí demasiado tarde, ya no había remedio”.
Sin embargo, el ha atendido a personas que se suponía que
ya iban a fallecer y han recuperado su salud, a veces de una
forma muy rápida.
He visto llegar a personas que han estado utilizando
muletas por espacio de meses sin poder dar un paso y lue-
go de unos minutos de tratamiento, han salido caminan-
do. Sin embargo, personas con problemas sencillos en las
extremidades inferiores han tardado varias sesiones para
su recuperación. También he conocido de casos en que el
enfermo no confiaba en absoluto en la curación de Lino
y era curado, mientras otros confiaban ciegamente y no
mejoraban.
Deepak Chopra, en su libro Conocer a Dios menciona
la existencia de “coincidencias significativas” a veces
fatales como, el choque del Titanic con un iceberg. A
esta situación de coincidencia en el tiempo del encuentro
de dos cosas le ha denominado “Sincronicidad”. Recuer-
do un caso de un pasajero que en 1986 luchó por obtener
un boleto de última hora para un vuelo a Italia, lo logró y
a los segundos de despegar el avión se estrelló. Mirándo-
lo desde el ángulo positivo, ¿cuántas veces nos topamos
con alguien clave en nuestra vida en el momento en que
más lo necesitábamos? Para el caso que nos ocupa, agre-
garía que para determinado grupo de pacientes muy gra-

128
ves el encuentro con Lino ha sido en el momento opor-
tuno y por ello se han salvado. Yo mismo he pensado:
“De haberlo conocido antes, quizás mis padres hubieran
vivido un poco más”.
Es muy interesante el análisis de Chopra sobre cómo el
ADN está dentro y fuera del tiempo, cómo las partículas de
ácido nucleico aprendieron a leer un reloj con una exacti-
tud de milésimas de segundo. Toda esa sincronicidad sale
de nuestro cerebro y suceden sorpresas, encuentros inespera-
dos, a veces increibles.
En el caso que les muestro a continuación, al paciente se
le retardaba la operación por diferentes causas y ello le per-
mitió conocer a Lino y recuperarse sin necesidad de cirugía.
Lo conocí personalmente y a veces pasa a saludar al médico
que lo salvó.

Vine a este lugar en febrero de 2003. Llevaba 2 meses ingresado


en el Hospital Clínico-Quirúrgico “Joaquín Albarrán” debido a
que presentaba sangramiento continuado en la orina durante más
de 6 meses y tenía 4,8 de hemoglobina. En el hospital se me diag-
nosticó Papiloma Vesical grado III-IV. Además, tenía los dos
riñones llenos de cálculos y la próstata dilatada y deformada. Era
indudable que tendría que someterme a una gran operación. Por
suerte hubo varias demoras en mi proceso preoperatorio, lo que
me dio la oportunidad de oír hablar del doctor Lino, a quien acudí
inmediatamente. En tres meses de tratamiento con este doctor
comencé a orinar normal. Me repetí los análisis médicos en el
mismo hospital y los médicos quedaron sorprendidos de los re-
sultados. Quedé curado totalmente y de eso han transcurrido 3
años.
José Roberto Rodríguez Valdés,
Capitán de la Marina Mercante.
2 de febrero de 2007.

129
Jose Roberto Valdés, recibiendo una sesión energética de mantenimiento.

Francisco Barrera, argentino de Ushuaia, una ciudad muy


próxima al Polo Sur, estaba muy mal de diabetes y sin saber
cómo, escribió a un buzón de correo electrónico preguntan-
do si alguien le podría informar acerca de un médico llamado
Lino que hacía curas milagrosas y si eso era cierto. Ese buzón
a donde escribió era el mío. Yo le respondí: “Estás haciendo
la pregunta a alguien que está escribiendo un libro sobre ese
médico”. ¿Cómo llegó Francisco a mí? Le dije: envíame tu
foto y anota en tu agenda esta fecha. Vas a recordar tu vida
antes de recibir la energía de este médico y después de recibir-

130
la. Con su foto acudí a Lino y después de la primera sesión de
tratamiento sus niveles de glicemia en sangre se han reducido
sensiblemente y durante medio año no han vuelto a subir a
los niveles que antes presentaba. Debo decir que Francisco ha
acudido en Argentina a varios curanderos, por lo que quizás
ha recibido un tratamiento combinado de todos.
¿Será que Lino con su energía y con el poder de su mente
actúa sobre la sincronicidad de las células, sobre las sustan-
cias que las componen y sobre el ADN y logra determinados
cambios que se reflejan favorablemente en la recuperación
del paciente? Algunos físicos opinan que algo pudiera su-
ceder en la cuarta dimensión, donde el tiempo transcurre
de manera diferente. Eso podría explicar el porqué alguien
que se encuentra grave se cura en muy breve plazo con sólo
pasarle la mano por encima de la cabeza. Todo esto podría
tener alguna interpretación religiosa, sea católica, islámica,
de origen africano, etcétera. Lo cierto es que hay un efecto
común para la mayoría de los casos: el paciente mejora o es
totalmente curado, esté o no físicamente en el consultorio,
crea o no en el poder de Lino.
Parece que Lino vino a este mundo con una preparación
extrasensorial, que le ha permitido percibir lo que sucede a
cada cual y curar desde que era un niño. Y quizás eso sea
lo que explique su capacidad para predecir el futuro y para
saber lo que sucede en otro sitio.
Pudiera asociarse estos poderes de Lino a la existencia de
Dios, de Buda, de Mahoma, a las leyes de la física, etc... Yo
preferiría dejar todo a su interpretación y que usted saque sus
propias conclusiones.

El caso “Lino” visto por un físico


Les presento algunas reflexiones del doctor Alejandro Cabo,
Investigador Titular del Grupo de Física Teórica, pertene-

131
ciente al Instituto de Cibernética, Matemática y Física de la
Academia de Ciencias de Cuba, acerca de la medicina al-
ternativa y en particular sobre el tema “Lino”. Aunque se
trata de un análisis muy profundo, el doctor Cabo ha logrado
explicar todo de una forma magistral:

Escribo con gusto estas líneas en honor del gran esfuerzo que
esta realizando mi estimado amigo Jorge Pareta en clarificar y di-
vulgar la obra del doctor Lino Tomasén. He querido expresarme
desde un ángulo que se ha hecho básico para mí en el análisis de
casi todos los aspectos de la vida: el de la física teórica. Deseo
además expresar que mi principal objetivo con estas opiniones
esta lejos de pretender dar justificación o denegar los sorpren-
dentes resultados curativos que se argumentan en el texto. Mi
intención más bien, es la de contribuir un tanto a la completitud
de su obra, expresando algunos conceptos de la física moderna,
que pudieran resultar asociados a la comprensión de los efectos
descritos, una vez asumido que la información empírica presen-
tada acerca de las curaciones fuera válida. Esta información la
consideraré dividida en dos grupos básicos:

A) Experiencias de contacto directo. Aquellas que se relacionan


con tratamientos en que el doctor Tomasén realiza una inte-
racción fisica e intelectual directa con los pacientes
B) Experiencias de interacción lejana. La otra clase de acciones
terapéuticas en que se afirma que las posibles curaciones se
realizan por la vía de fotos observadas y tratadas por el doc-
tor Tomasén, situado a distancia del paciente.

Antes de continuar, creo útil resaltar que soy de la opinión de


que, para el más óptimo beneficio de la humanidad, la ciencia
debe incorporar a la estructura de los conocimientos aceptados,
solo aquellos fenómenos y efectos naturales cuya verificación
experimental sea rigurosamente establecida. Sin embargo, tam-
bién con vistas al máximo beneficio para el ser humano, debe
evitarse a toda costa, que representantes de la ciencia reconocida,

132
puedan tomarse el derecho de denegar a priori y sin base, aquello
que pueda argumentarse empíricamente con plena rigurosidad.
Estimo que desde un punto de vista científico la información cua-
litativa brindada en este libro tiene suficiente plausibilidad para
motivar un estudio más cuantitativo de la validez de los fenómenos
descritos, por parte de la ciencia establecida (organismos, institu-
ciones, publicaciones, etc., de carácter científicas). Los múltiples
y detallados testimonios de sorprendentes curaciones, constitu-
yen de por si ya, argumentos empíricos muy positivos, inclusive,
pese a la segura existencia de múltiples resultados negativos no
evaluados estadísticamente. En soporte de la anterior opinión se
presentan además los criterios muy positivos de dos conocidos
investigadores cubanos: El Ing. Jose Ramón López y el Doctor
Nibaldo Hernandez. De ambos investigadores se mencionan en el
texto consideraciones evaluativas, que indican una alta efectividad
de los tratamientos realizados por el doctor Tomasén.
Dada esa situación, asumiré, pero aún sin darla por sentado, la
existencia de una base empírica bien fundada para los dos tipos
de curaciones descritos: A y B, con vistas a comentar en lo que
sigue acerca de posibles temas de la física moderna que pudie-
ran estar relacionados con dichos efectos. Los criterios emitidos
constituyen estimaciones personales sugeridas por los fenóme-
nos relatados en el texto.
Consideraré además que los tipos de interacción hoy conocidas:
la Electromagnética, la Débil, la Fuerte y la Gravitatoria son las
únicas que efectivamente existen en la Naturaleza (o posiblemen-
te una teoría mecánico quántica unificada de todas estas fuerzas,
basada por ejemplo en la actualidad, en que todas las partículas
son estados de vibración en espacios multidimensionales de pe-
queñas “cuerdas”: la Teoría de Cuerdas). En estas circunstan-
cias, estimo que los efectos de curación observados de tipo A o
B, con mayor probabilidad pudieran estar relacionados con los
siguientes temas de la Física Teórica en la actualidad:
1) La Física de los Sistemas Complejos (Vidrios de Espín, Re-
des Neuronales,…)

133
2) La Teoría de las Mediciones en la descripción mecánica
cuántica de las mencionadas interacciones naturales.
3) La existencia de nuevos tipos de partículas y campos aso-
ciados a descripciones mas básicas de las interacciones na-
turales y las partículas fundamentales, tales como la arriba
mencionada Teoría de Cuerdas.

Finalmente, algunas consideraciones acerca de cómo estos tema


de la Física pudieran estar relacionados con las dos clasificacio-
nes A y B adoptadas para los tratamientos descritos en el texto.

A) Experiencias de contacto directo

Asumamos aquí que la efectividad de los tratamientos en que


el doctor Tomasén toma contacto directo con los pacientes sea
estadísticamente validada, tal como sugieren como factible los
datos presentados en el texto. En ese caso podría especular que
esos resultados, con buena probabilidad, deberían estar relacio-
nados con el primero de los tres temas antes mencionados: La
Física de los Sistemas Complejos, y en particular en los temas
relacionados con la descripción de las redes neuronales en analo-
gía a como como se analizan los llamados Vidrios de Espín. Las
redes neuronales, tal como los mencionados vidrios, son sistemas
que debido a la complejidad de las interacciones (por ejemplo,
cada espín interacciona con todos o muchos de los otros espines
o cada neurona interacciona con muchas otras neuronas a través
de los impulsos nerviosos que viajan por los axones), poseen una
infinidad de estados de equilibrios distintos. Eso los diferencia
de sistemas más simples como podrían ser por ejemplo los cris-
tales semiconductores. La multitud de estados equilibrio de esos
sistemas motiva hoy día a los investigadores, la idea de deducir
la memoria y mas ambiciosamente la Conciencia, de esas formu-
laciones.
En la base de esas descripciones como no es difícil imaginar,
podrían estar propiedades de tanto interés, como las tan men-
cionadas potencialidades ocultas del cerebro y el cuerpo hu-
mano en general. Existe un simple resultado de la sugestión

134
hipnótica, cuya realidad me ha sido referida por un amigo, el
doctor Sergio Insua, y que considero que su veracidad ilustra-
rá claramente las citadas potencialidades no descubiertas de la
mente. Según Insua, él conoce que una persona puede ser su-
gestionada hasta tal punto, de convencerla de que se le va a
tocar con la punta de un cigarro encendido, y al tocarla efecti-
vamente, con el extremo de un lápiz, en el punto de contacto se
forma una llaga similar a la producida por una quemadura. En
mi criterio particular esa simple experiencia, muestra claramen-
te la increíble potencialidad oculta del sistema nervioso. Ese
efecto implica que la interpretación sicológica de los impulsos
nerviosos trasmitidos por los axones que viajan desde el punto
de contacto al cerebro, es capaz de “disparar de vuelta”, por
medio del envío de nuevos impulsos viajando por los axones en
retorno a la misma región de la piel, una respuesta ya no solo
nerviosa, sino inflamatoria (¡muchas veces muy vinculada a la
respuesta inmune!) en la misma y por demás muy localizada
región de contacto. Así de ser cierto este efecto, imagínese en-
tonces qué no podría lograrse, si se tuviera un control de cómo
dirigir a voluntad la respuesta inmunológica hacia la región del
cuerpo en que fuera de interés hacerlo. Por tanto de ser real
esa experiencia, la Física de los Sistemas Complejos mostraría
una vía efectiva para comprender y caracterizar las enormes
potencialidades de lo que en esencia podría también describirse
simplemente como el conocido Efecto Placebo.
Debido tal vez a una prejuiciada forma de pensar, prefiero como
una posible explicación, este mecanismo de las curaciones de
tipo A, el carácter de tipo Vidrio de Espín de los sistemas neu-
rológicos, inmunológicos, etc. acoplados dentro del cuerpo hu-
mano. Esta descripción podría estar determinada simplemente
por fuerzas de origen electrodinámico sin necesidad de recurrir
a desconocidas propiedades de la materia. Sin embargo, me doy
cuenta como se hará claro en el próximo punto, que existen tam-
bién otras propiedades físicas menos estándar, como las ligadas
a los temas de la Fisica 2 y 3 arriba mencionados, que pudieran

135
también ser relevantes en la descripción de una eventual efecti-
vidad de los tratamientos por medio de contacto directo con el
paciente.
Puede resultar útil resaltar aquí un punto expresado antes por
el autor del texto. Tiene que ver con la formación del doctor
Tomasén como Médico Clínico. Interpreto que esa formación,
combinada con una gran inteligencia emocional, pudiera haber-
le permitido al doctor Tomasén, interpretar profundamente los
vínculos fisiológicos precisos entre las sensaciones propio-cep-
tivas enviadas por su propio cuerpo (Libre Albedrío) y el fun-
cionamiento y control neuronal de los órganos corporales. Tal
conocimiento de si mismo, podría entonces hacer posible, podría
decirse que mediante un mecanismo de “mapeo de percepciones”
con el paciente, hacer sumamente eficiente en el sentido curativo,
sus interacciones con los pacientes. Tal posibilidad resulta fuer-
temente apoyada en mi criterio, por los excepcionales casos de
“diagnóstico“ al instante por la simple observación del paciente.
La argumentación dada en el libro sobre la veracidad de estos
casos, es bastante convincente, lo cual podría tomarse como una
prueba (en el caso de no admitir la presencia de percepción extra-
sensorial) de la alta capacidad del doctor Tomasén en determinar
el estado interno de las personas por medio de la simple observa-
ción de su apariencia externa. Esto podría resultar ser, como una
suerte de generalización de otros métodos de diagnóstico cono-
cidos, como el asociado a la observación de Iris, por ejemplo. En
ese sentido estimo que la investigación detallada de la labor del
doctor Tomasén por parte de instituciones científicas nacionales,
podría llevar al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico.

B) Experiencias de interacción lejana.

Refirámonos finalmente a la clase de curaciones acerca de las


cuales se plantea en el texto que están ligadas a la observación
y procesamiento por parte del doctor Tomasen de una foto del
paciente que se encuentra en un lugar alejado. Lo primero que
me interesa resaltar en relación con estas experiencias, es que

136
resultaría estrictamente necesario el realizar un estudio bajo cui-
dadosas condiciones experimentales, para poder determinar la
real validez estadística de esos resultados. El principal elemento
a favor del anterior argumento, es que siempre sería posible den-
tro de un número grande de casos, el seleccionar solo los que
por efectos estadísticos, evolucionen positivamente. Si posterior-
mente se ignoran los resultados negativos, se puede entonces lle-
gar a una argumentación positiva similar a la argumentada en el
texto para éste tipo de tratamientos a larga distancia. En el caso
de los tratamientos de contacto directo, la situación es mejor, ya
que se dispone de las afirmaciones del Ing. Jose Ramón López y
el Doctor Nibaldo Hernández, relativas a la observación de con-
juntos de casos en que se contaron tanto los resultados positivos
como negativos.
Sin embargo, asumamos de todos modos que los resultados pu-
dieran ser verificados empíricamente, y discutamos condicio-
nalmente, con qué aspectos de la física moderna pudieran estar
vinculada su existencia.
La evidente acción a distancia implicada por las mencionadas cu-
raciones, es un efecto que podría concebirse en primera instancia
que esté relacionado con uno de los aspectos más debatidos en la
física en la actualidad: el llamado Problema de las Mediciones en
la Mecánica Quántica (MC).
Este tema viene discutiéndose desde los mismos orígenes de
la MC a principios del Siglo xx, cuando los mismo creado-
res de esta teoría: Bohr, Schrödinger, Heisenberg, D’Broglie,
Einstein…, estaban divididos acerca de si interpretar que la
MC daba o no una descripción completa de la realidad Física.
Bohr, Heisenberg y otros defendían la tesis de que la teoría
describía la totalidad de la realidad y por otro lado Schrödin-
ger, D’Broglie, Einstein y otros consideraban que la MC era
incapaz de describir completamente los fenómenos físicos.
Por ejemplo: los defensores de la llamada Interpretación de
Copenhagen (Bohr, Heisenberg, Von Neumann...) considera-
ban que en un experimento de interferencia, el electrón que se

137
lanzaba no tenia en ningún momento bien definidos ni su po-
sición ni su cantidad de movimiento, y que solo “la medición”
realizada podía definir que real posición o cantidad de movi-
miento tenía la partícula. Mas aún, según J. Von Neumann, el
instante en que se definía esa posición o ese impulso se reali-
zaba precisamente cuando el observador tomaba “conciencia”
del resultado de la medición.
Por otro lado, el Grupo de Schrödinger, D’Broglie, Einstein …
consideraba que las partículas podrían tener ambas magnitudes
bien definidas en cada instante, y que por tanto la MC era incapaz
de predecirlas, resultando entonces incompleta. En conclusión,
la discusión llega hasta nuestros días. Sin embargo, es necesario
señalar que la Interpretación de Copenhagen, es la más aceptada
aún, no habiendo podido los defensores de la opinión alternativa,
aún proponer una teoría consistente capaz de reproducir los re-
sultados experimentales. Por ejemplo, puede decirse que la elec-
trónica moderna basada en la Teoría de Sólidos, verifica con gran
exactitud las predicciones de la Interpretación de Copenhagen.
En este sentido es curioso que precisamente uno de los princi-
pales opositores, el propio Einstein, contribuyó grandemente a
mostrar la existencia de posibles efectos de interacción a distan-
cia en el marco de esa aceptada actualmente Interpretación de
Copenhagen. La llamada paradoja de Einstein, Podolsky y Rosen
ilustra tal interacción: los tres autores (EPR) consideraron el cho-
que por corto tiempo de dos partículas, que después se separan
propagándose a regiones muy alejadas una de la otra. Las ecua-
ciones del movimiento de la MC para las partículas permiten en-
tonces predecir que si se mide la posición de una de las partículas
en su correspondiente región alejada, entonces se puede predecir
la posición de la otra partícula situada a grandes distancias. Por
el contrario, si se mide la cantidad de movimiento de la primera
partícula, entonces también se es capaz de determinar con exacti-
tud la cantidad de movimiento de la partícula alejada. Como EPR
consideraban que ambas magnitudes debían estar bien definidas
concluían que la MC era incompleta. Sin embargo, en la Inter-

138
En ocasiones el paciente es tocado en la cabeza.

pretación de Copenhagen, las dos magnitudes no estaban defini-


das mientras no se midiera, y por tanto, el hecho de medir una u
otra determinaría que magnitud se definiría para la partícula muy
alejada. Claramente esto ilustra una interacción a larga distancia
presente en la Interpretación de Copenhagen y por tanto en la
Ciencia aceptada de la actualidad.
De lo anterior se sigue, que la clase de curaciones reporta-
das en texto, una vez asumida su efectividad, podría enton-
ces imaginarse como relacionada con los citados efectos de
interacción a la larga distancia dentro de la teoría de las me-
diciones en la Mecánica Cuántica. Sin embargo, pese este
posible vínculo de principio, cuesta trabajo aún imaginar
concretamente canales de comunicación efectivos y formas
etéreas de almacenamiento de la información, con base en
interacciones conocidas y efectivos para la transmisión de

139
toda la informática asociada a un proceso de cura de un orga-
nismo extremadamente complejo como es el Humano, entre
regiones lejanas espacialmente. Sin embargo, la Naturaleza
es más amplia que toda representación que podamos tener
de ella, y debemos dejar a la evidencia experimental, la de-
finición de qué clase de fenómenos son objetivos o no. La
posibilidad de la existencia de múltiples nuevas formas de
materia y de su organización asociadas con las teorías Unifi-
cadas de las Interacciones, tales como la Teoría de Cuerdas
en particular, podría proporcionar la existencia de mecanis-
mos responsables de la efectividad de las formas de cura a
distancia argumentadas en el texto. Es difícil de prever la
enorme variedad de fenómenos que pudieran emerger de la
existencia de la gran cantidad de nuevas partículas y campos
que resultan de los múltiples campos y dimensiones adicio-
nales existentes en los citados modelos unificados. Es cierto,
que la dinámica de dichos campos pudiera ser semejante a la
de los ya conocidos y aparentemente simple como para poder
explicar los descritos efectos curativos de larga distancia, que
implican gran cantidad de almacenaje y transmisión de muy
compleja información, por canales difíciles de imaginar hoy
día. Sin embargo, la innegable existencia de un elemento sui
generis y reconocido por todos los Seres Humanos: la Con-
ciencia, sugiere, en mi opinión, el dejar abierta la posibilidad
de que la experiencia nos pueda confirmar la existencia de
tales efectos. Si pudiera demostrarse que la Conciencia exige
para su existencia, irremediablemente de su base material:
las neuronas, los axones y los impulsos nerviosos, la duda
podría ser mucho mayor. Pero, aún hoy con todo el avance
de la Ciencia, no ha podido comprenderse la naturaleza de la
Conciencia y tampoco su basamento material. No obstante,
queremos señalar que consideramos que esta área de las tera-
pias aplicadas por el doctor Tomasen es la más cuestionable y
necesita de cuidadosos estudios experimentales y estadísticos
para establecer sin dudas su real efectividad.

140
Finalmente quisiera expresar que la evidencia que estimo es brin-
dada en el texto acerca del efecto curativo de los tratamientos
considerados, amerita sin duda para mí, el que la sociedad dedi-
que esfuerzos a apoyar la valoración rigurosa y aplicación de los
métodos del doctor Lino Tomasén. Por último, aprovecho para
felicitar sinceramente a este médico por la misma cualidad que
ya antes bien valoró mi también estimada amiga Esperanza Pu-
rón: su poderosa y noble vocación de ayudar al prójimo.
cabo@icmf.inf.cu

141
El doctor Lino enviando energía a través de una fotografía.

Para resolver un problema hasta el momento indescifra-


ble, tenemos que dejar abierta la puerta a lo desconocido.
Richard Feynman, Premio Nóbel de Física.

142
5
¿Cura por una foto?

Sobrevivió más de cinco meses


Testimonios impactantes
El paciente en Ghana

Sobrevivió más de cinco meses

E
l actor de cine y TV, Bobby Leonard, que reside fue-
ra de Cuba, entró en mi buzón de correo electrónico
el pasado 13 de febrero para solicitar ayuda por la
enfermedad de su padre de 90 años, ingresado en un hospital
en La Habana y reportado de grave.
Al explicar a Bobby sobre la existencia de Lino y la posi-
bilidad de que su padre recibiera energía a través de una foto
para ayudar a su recuperación, su respuesta fue: “Creo en lo
alternativo menos en lo de la foto, está tratando con alguien
que ha recorrido el mundo....”
Así piensan muchos a quienes les relato sobre esa face-
ta de Lino. Es muy difícil creer que alguien se pueda curar
mediante el envío de energía a través de una fotografía. Sin
embargo, cerca de la cuarta parte de las personas que asisten
al consultorio de Lino lo hace con la foto de un ser querido
enfermo que no puede trasladarse a la consulta. A veces, la
persona enferma no reside en Cuba.

143
Según Lino, la energía en este tipo de tratamiento solo
funciona cuando la foto proviene de manos de alguien
muy allegado. “La foto la debe traer un familiar o una
amistad cercana, —explica Lino— varias veces, como
si fuera una consulta en vivo”. Según Lino una foto en-
viada por correo electrónico no funciona. El efecto que
produce la persona allegada que trae la foto del enfermo
es decisivo.
He observado que para enviar energía a distancia Lino
toma la foto en la mano izquierda, coloca su mano derecha
a escasos centímetros encima de la foto y hace unos signos
en forma de ondas. También le da fuertes golpes con la punta
de los dedos, muchas veces dejando la huella en la foto. En
ocasiones le echa exhalaciones del humo de su tabaco o le
acerca su extremo encendido.
A pesar de que Lino ofrece esa posibilidad a quienes no
pueden asistir a su consultorio, recomienda que cuando el
paciente esté más recuperado acuda a verlo personalmente
para un tratamiento presencial.
Retornando al tema del señor Leonard. Estuve en el hos-
pital y conversé con los médicos que lo atendían y con los
familiares a su cargo. El pronóstico era totalmente desfavo-
rable: un riñón no funcionaba, el otro estaba en mal estado,
con cálculos; posible tumor en la vejiga; por las dificultades
en la respiración, le aplicaban oxígeno; estaba cuadrapléjico.
Todo se agravaba por la avanzada edad de Cándido. Según
los médicos, era difícil que sobreviviera un día más.
Al ver que Bobby no me enviaba una foto del enfermo,
volví al hospital y la solicité a sus familiares. En la mirada
de la acompañante del padre noté incredulidad o quizás
desconfianza y no volví a insistir. El 22 de febrero Bobby
me envió una foto de su papá, “a ver qué se podía hacer,
pues todo parecía indicar que estaba muy mal”. También
dio instrucciones a su familia para que me entregaran otra
foto impresa. La recogí y de inmediato se la llevé a Lino.

144
Le expresé que el anciano estaba reportado de muy grave,
que su hijo pensaba venir en pocos días y que desesperaba
por verlo vivo y rogaba que, de ser posible, se le prolon-
gara un poquito la vida a Cándido. Lino observó la foto
y me dijo que Bobby iba a encontrar a su padre mucho
mejor. Volví unas 4 veces más con la foto en un lapso de
dos semanas. Bobby llegó el domingo 4 de marzo. Venía
preparado para lo peor.
¿Qué sucedió? El sábado 3 de marzo Cándido estaba de
alta en su casa. Bobby no tuvo que ir al hospital. Transcurrie-
ron cinco meses y la recuperación de Cándido fue muy rápi-
da. Logró mover la cabeza, los brazos y las piernas; sonreía,
conversaba y ansiaba volver a caminar. Lo visité por última
vez el domingo 9 de junio, día del padre. Su mente estaba
clara, se sentía bien y me contó diversos episodios de su vida
y de la de su hijo, Bobby. El 13 de agosto falleció, aparen-
temente a causa de un infarto cardiaco. Pudo compartir al-
gunos días con su hija y nieto, que habían venido a visitarlo
desde Puerto Rico. Lamento su muerte, pero tengo la satis-
facción de que el tiempo que sobrevivió, lo hizo con alegría
y con felicidad.

Testimonios impactantes
A continuación, algunos testimonios que he recopilado sobre
este tipo de curación. Para facilitar la lectura los he ordenado
por tipo de padecimiento. No soy médico, ruego me discul-
pen si he cometido algún error:

CEREBRO, ANEURISMA CEREBRAL


Aparentemente como consecuencia del parto, después de haber
sido dada de alta a los 6 días se me presentó una aneurisma cere-
bral y fui ingresada en terapia intensiva en el Hospital Naval. Mi
papá con una tía llevaron una foto mía a Tomasen a través de la

145
cual me trasmitió energía. Después de esto fui cada día recupe-
rándome y le comenté que estando en terapia intermedia al cerrar
los ojos veía como sombra de personas pasando alrededor mío.
Además sentía olor a Tabaco. Y gracias a eso aquí estoy al lado
de mi pequeño.
Miledi Martín Martínez, Maloja 453, apto. 11 entre
Belascoain y San Carlos, Centro Habana,
Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

CEREBRO, derrame CEREBRAL


En abril de 1988 se me reventó una arteria cerebral y como con-
secuencia se produjo un derrame cerebral. Quedé en estado de
coma profundo. Los médicos pensaban que yo no me salvaba. Mi
tía fue a ver a Lino y le explicó mi situación. Lino le dijo que yo
tenía una entidad energética negativa que me estaba obstruyendo.
Comenzó a darme energía a través de una foto que mi tía le lleva-
ba y la mandó a que me hiciera un trabajo espiritual que él mismo
guió. Una vez hecho ese trabajo comencé a recuperarme. Salí del
estado de coma y los signos vitales comenzaron a manifestarse.
Al mejorar mi estado general los médicos decidieron operarme,
La operación resultó un éxito.
Teresa Morales. Edad: 43 años. Edif. 202, apto.305, Rpto.
Camilo Cienfuegos, Habana del Este,
Ciudad de La Habana, Cuba.
29/4/2002.

Circulación, ANEURISMA
Mi papá reside en los Estados Unidos y una paciente del doctor
Lino me comentó que a través de una foto él lograba curar. Cuan-
do quise informarle lo que tenía, de solo mirar la foto me dio el
diagnóstico: aneurisma abdominal. Esto era totalmente cierto, yo
había recibido por correo la noticia y nadie la conocía, ya que yo
no la había comentado. Él me dijo que no me preocupara, que mi

146
papá se salvaría y en la actualidad está recuperado. Los médicos
no contaban con su vida y Lino lo salvó.
Caridad Rojas. Campanario no. 209, Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba.
23/01/2002.

CORAZÓN
Estuve hospitalizado dos meses en Sagua provincia de Santa
Clara. Inválido con mucho dolor y el eritro en 150. De allí me
remitieron a La Habana, donde estuve dos meses más hospitali-
zado. Me realizaron resonancia magnética, tenía un prolaxo en la
columna vertebral. Me recomendaron al doctor Lino. Una vecina
de mi tía le llevó una foto mía. Anterior a todo esto me habian
hecho pruebas buscando leucemia. Cuando Lino vio mi foto, dijo
que la prueba no iba a dar positivo. Cuando fue mi tía a verme ya
me sentía mejor, me levantaba sin ayuda. Estoy curado gracias
al doctor Lino.
Silverio Peñate Falcón. Vivo en Viana,
provincia de Villa Clara.

Diciembre de 2005.

CORAZÓN
Mi concuña debía ser operada con urgencia por presentar un blo-
queo en el corazón. El ventrículo izquierdo no le funcionaba, y
las funciones cardiacas disminuían. Fue necesario ingresarla y
estuvo en el hospital desde un miércoles en espera de cama para
colocarle un marcapasos. El viernes siguiente mi vecino le llevó
la foto a Lino para que la tratara. El domingo le dieron de alta con
tratamiento para la casa. Actualmente se mantiene bien. No fue
necesaria la intervención gracias a Lino.
Leticia Suárez del Monte. Fecha 19/12/05. Dirección San
José no. 516 entre Coronel Verdugo e Industria, Cárdenas,
Matanzas. Diciembre de 2005.

147
CUADRO DE ACCIDENTE VASCULAR ENCEFÁLICO
Por este medio comunico, que hace más de un año un pacien-
te masculino presentó un accidente vascular encefálico, pre-
vio al cual presentaba alteraciones hematológicas de confuso
diagnóstico, la lámina periférica arrojaba la posibilidad de una
leucemia, pero no estaba claro el diagnóstico. Los familia-
res acudieron al doctor Lino que con solo mirar una pequeña
fotografía del ­ paciente diagnosticó una Policitemia Vera. Al
comunicarlo a los facultativos, el doctor Lino incluso previó
la posibilidad de un accidente vascular encefálico, previó re-
sultados de láminas periféricas e incluso dijo que bajaría la
hemoglobina de 22.4 gle hasta 14.6 gle, donde la tiene actual-
mente. Hoy precisamente, 14/12/05, el paciente se recupera
satisfactoriamente. Próximamente se le dará el alta del hospi-
tal. Hemos hablado con el hermano del paciente, cirujano car-
diovascular quien ratifica la notable mejoría del caso. Puedo
afirmar con toda confianza que fue el doctor Lino quien hizo
el diagnóstico en este paciente.
Doctor Arcadio Andino. Calle Paseo no. 113 entre 5ta. y
Calzada, Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

DIABETES
Mi papá es diabético. Se le complicó un dedo del pie, se le
necrosó y se lo amputaron. El médico dijo que era muy posible
que tuvieran que amputarle hasta el tobillo, porque la infección
era muy grande. Le llevé la foto de mi padre al doctor Lino. Fue
algo realmente asombroso, sólo en cinco sesiones mi papá se
mejoró completamente del pie, le dieron el alta en el hospital,
los demás pacientes se asombraron de su rápida recuperación.
Qué felíz y contenta me siento de que mi papá ya esté bien, todo
gracias al doctor Lino.
René Cáceres Linares. Calle 33 no. 5622 entre 56 y 58.
Artemisa. Edad. 69 años. 17/01/06

148
HUESOS, PIEL
Vine aquí con el doctor Tomasén para verme por una enferme-
dad de los huesos. Gracias a Lino ya puedo caminar y trabajar.
No podía hacer nada, estaba rígida. Ya estoy como nueva. Hago
saber que con una foto de mi esposo, que llevaba 5 años pade-
ciendo una dermatitis crónica, gracias a Lino está perfectamente
bien. Gozando de salud gracias a Lino.
Minerva García, Finca Bobadilla, San Pedro, Bauta.
Diciembre de 2005.

ORINA. INFECCIÓN EN LOS RIÑONES


Después de dar a luz, a Maylín Puig Cruz se le presentó una
fuerte infección en los riñones, le subió la presión, le faltaba el
aire y tenía una abundante pérdida vaginal. La llevaron a terapia
intensiva. Al pasar por segunda vez con su foto por la consulta
de Lino, éste me dijo que ella mejoraría ese día. Cuando llegué
al hospital estaba muy bien, a pesar del parte anterior de “gra-
ve”. Al volver con la foto Lino la vio y me dijo que al otro día
salía del hospital. Efectivamente, pasó para el Hospital Materno.
Luego me dijo que iba a ser dada de alta, lo que se cumplió. Los
médicos no encontraron lo que tenía, pero el peligro de muerte
desapareció. En investigaciones posteriores se supo que lo que
tenía Maylín era una bacteria alojada en los riñones. Yo fui a ver
a Lino a petición de mi esposa que un tiempo atrás iba a quedar
inválida y en 4 veces que lo visitó se mejoró. Ella tiene mucha
fe en este médico. No soy creyente en asuntos religiosos, pero
pude comprobar que Lino logra buenos resultados, recuerdo que
estando en el consultorio había varias personas escribiendo testi-
monios sobre sus curaciones, entre ellos recuerdo a un niño que
contaba que estaba en silla de ruedas y caminó.
Reynaldo Jimeno Granda, Teléf.: 866-0710. Calle 4ta.,
entre G y Calzada de San Miguel, Ciudad de La Habana.

Diciembre de 2005. Confirmado en abril de 2007.

149
ORINA, RIÑÓN
Fui profesora del doctor Lino en secundaria básica y el pre-
universitario. Les informo que la doctora Marisol atendía a un
niño de siete años en el hospital infantil de Centro Habana, pero
cuando le correspondía hacer un transplante de riñón al niño,
estaba de licencia y otros médicos lo operaron. Fatalmente se
agravó de tal manera que no se contaba con él. Los padres del
niño fueron a ver a la doctora Marisol reprochándole que si ella
lo hubiera operado, todo sería diferente. Esas palabras desper-
taron en la doctora un sentimiento de culpabilidad que la hizo
acudir a Lino, quien le pidió una foto del niño. Marisol consul-
tó con los padres y estos accedieron. Con solo una sesión de
energía el niño salió de la gravedad. Hoy los médicos aún no se
explican cómo fue posible que el niño reaccionara de la forma
en que lo hizo. Hoy ya corre, salta y juega como cualquier niño.
Esto ocurrió en el año 2001.
Carmen Yolí Figueroa Evans, municipio Plaza,
Ciudad de La Habana. Teléf.: 878-6563.
Confirmado en 2007.

TUMOR CANCER DE ESTÓMAGO


Mi cuñada tenía una tumoración en el estómago. Traje su foto
al doctor Lino en 3 ocasiones. Luego la operaron y no encontra-
ron nada. Mi hermana mayor estaba con cáncer ingresada en el
Hospital “Ernesto Guevara” de Las Tunas. Ya le habían dicho
a la familia que estaba en sus últimos momentos. También vine
a Lino con su foto y enseguida se solucionó su salud, ahora le
dicen que tiene falta de calcio en los huesos pero está en su casa
llevando una vida normal.
Aleida Fuentes. Calle I no. 15014, apto. 20,
entre 7ma. y D, Altahabana.

Ciudad de La Habana,
Febrero de 2006.

150
TUMOR, CÁNCER DE PULMÓN
Mi papá de 75 años tiene cáncer en el pulmón en fase termi-
nal. Los médicos dijeron que le quedaban 3 meses de vida.
Llevé la foto de mi papá a este gran señor y en la tercera
sesión mi papá comenzó a mejorar. Apenas comía y todo pa-
sado por batidora. No caminaba. Todo el tiempo acostado, sin
ganas de vivir, en una cama. Han pasado 9 meses desde el
pronóstico de los 3 meses de vida. Ya mi papá come de todo,
alimentos sólidos, tiene buen apetito, camina por la casa, va al
baño solo, tiene tremendas ganas de vivir y hace planes para el
futuro. Yo como hija estoy tan contenta y tan agradecida que
no tengo palabras con qué expresarlo. En cuanto pueda traer a
mi papá personalmente, lo traigo, porque él dice que Lino lo
va a curar completamente.
Olga Tres Palacios. Egido no. 660,
entre Gloria y Misiones, apto.no. 7. Habana Vieja,

Ciudad de La Habana.
Febrero de 2006.

TUMOR, CÁNCER DE TIROIDES


Mi mamá tuvo un carcinoma de tiroides, tenía que operarse
y la traje con Lino. Vino unas 10 veces y en ocasiones traje
su foto. Cuando se volvió a hacer pruebas el carcinoma había
desaparecido. De eso hace 2 años, se ha repetido pruebas y todo
sigue negativo.
Caridad Rodríguez, San Anastasio no. 535,
entre Dolores y Concepción, Lawton,

Telef.: 99-2907. Diciembre de 2005.


Confirmado en 2007.
Sigue bien.

TUMOR, CÁNCER DE PULMÓN


Hace 10 años, mi nieto Carlos Prieto González tenía siete años y
estaba con cáncer en el pulmón y había sido ya desahuciado por

151
los médicos. Supe de la existencia del doctor Lino y le traje una
foto del niño. Gradualmente fue mejorando y actualmente goza
de buena salud. Muchas gracias Lino.
Concepción González Miranda. Calle Los Mangos s/n,
Peñalver, Guanabacoa, Ciudad de La Habana.
Julio /2006.

Esta es la foto que Concepción Miranda ha estado mostrando a Lino para


la curación de Carlos Prieto. él aparece en la parte izquierda. La mano que
sostiene la foto es la de Lino.

152
El paciente en Ghana
Feliciano Gómez se encontraba residiendo en Ghana, Afri-
ca y fue atendido por Lino a distancia a través de una foto
suya que un hermano llevaba a la consulta. Lino le solicitó
al paciente un bastón ceremonial para utilizarlo en su cu-
ración.
A continuación mensajes de correo electrónico intercabia-
dos, asociados a este caso y que obran en mi poder.

20 de enero de 2002: Doctor Lino: Yo soy el paciente a quien


mi familiar en La Habana ha ido a consultarlo con unas foto-
grafías mías. tengo un carcinoma de vejiga de grado 3. tengo
mucha fe en que a través suyo voy a sanar y pongo todo mi
optimismo y confianza en sus manos.
Mi familiar me informa que usted me recomienda tomar dos cáp-
sulas de “uña de gato” al día y unos tres o cuatro pedacitos de
sábila, mientras dure el tratamiento. en cuanto a la sábila no hay
problema pues tengo incluso sembrada esa planta en la casa, mi
duda se refiere a la “uña de gato” que desconozco qué planta
es esta. si usted me pudiera aclarar qué tipo de planta es esta
o su nombre científico pudiera tratar de localizarla en ghana. la
traducción al inglés de “uña de gato” es “cat claw”. a propósi-
to, conversando con una amiga mía que usted me está tratando,
he descubierto que esa amiga es una amiga y antigua compañe-
ra suya y que trabajo con usted en el “Machaco Ameijeiras” de
Guanabacoa. ella es la doctora Claribel Cabarrocas Primelles, es
ginecologa obstetra. He recibido de ella palabras encomiásticas
acerca de usted y me pidió que le transmitiera un saludo.
Doctor Lino, espero que me pueda dar alguna luz en cuanto
a la planta “uña de gato” para poder localizarla en ghana. es-
pero su respuesta y si no es posible por esta via me transmi-
ta la información a través de mi familiar quien lo va a visi-
tar el próximo viernes 25 de enero. mi correo electronico es:
abilio@ghana.com

153
Tiene usted toda la confianza del mundo depositada en mi resta-
blecimiento y curación. respetuosamente,
Feliciano Lázaro Gómez Varela

13 de febrero de 2002: El lunes mandé por mensajería interna-


cional el bastón ceremonial que usted solicitó para mi curación.
espero que llegue antes del fin de semana. el bastón ceremonial
lo envié a la dirección de mi madre. le dire que el símbolo de
este bastón es el “sankofa” que significa “volver a vivir” o “re-
tornar en la historia”. me pareció que era el más apropiado por
su simbología para los fines que usted le tiene destinado. sigo
confiando en usted y espero poder sanar y recuperarme pronto
con su ayuda y la de dios. atentamente,
Feliciano Gomez Varela

Escribí a Feliciano y recibí este mensaje:

Hace algo mas de dos años comencé a padecer de ardentía al ori-


nar, posteriormente empezaron a aparecer pequeños coágulos de
sangre. Con el tiempo el volumen de orina disminuía, la ardentía
se acentuaba y hasta llegué a sentir dolor al orinar y ya última-
mente orinaba color rojo, lo cual era una prueba de la sangre que
expulsaba.
Me había hecho muchos urocultivos pero no aparecían seña-
les evidentes de infección. Me prescribieron que tomara algún
alcalinizante para la orina para evitar que esta fuera ácida. Co-
mencé a tomar citrato de potasio varias veces al día. Los pri-
meros tiempos hicieron algún efecto pues la ardentía disminu-
yó pero posteriormente reapareció nuevamente. La frecuencia
de orinar se hacia notar pero la cantidad de orina era poca.
Llegué a tomar toda una serie de cocimientos de plantas para
tratar problemas urinarios y a tomar algunas medicinas que me
indicaron, pero lejos de mejorar, con el tiempo empeoraba.
Un día cambié de especialista viendo que no tenía ninguna mejo-
ría y fui a ver a un urólogo ghanés que me hizo un reconocimien-

154
to profundo y me diagnosticó un carcinoma en la vejiga. Procedí
a hacerme las investigaciones correspondientes: citología de la
orina y uretroscopía con biopsia. Los resultados fueron que pre-
sentaba un carcinoma transicional de grado 3 en la vejiga.
Me indicaron quimioterapia porque el carcinoma estaba difu-
so en la pared del epitelio de la vejiga y no procedía la inter-
vención quirúrgica. Los citostáticos que me indicaron fueron
Methotrexate, Vinblastatin y Carboplatin. Estos dos últimos los
tuve que encargar al extranjero por no encontrarlos en Ghana.
Paralelamente a este tratamiento en Ghana, mi hermano en
Cuba fue a consultar a Lino con una fotografía mía, le dijo el
mismo diagnóstico que habían arrojado las pruebas de labora-
torio aquí en Ghana y que me podía curar.
A partir de ese momento puse toda mi fe en que podía superar
este cáncer y que Lino me iba a curar. En Ghana el urólogo gha-
nés me aplico la quimioterapia indicada. Actualmente aunque
no estoy dado de alta, puedo decir que me han retirado la sonda
que tenia para poder orinar, que orino sin dificultad y sin arden-
tía y que no hay señales de hematuria, al menos microscópica.
Me he hecho una tomografía axial, ultrasonido, rayos-x y los
resultados van dando bien. Confío que próximamente lograré
la curación total de mi enfermedad. Quiero dejar testimonio
escrito de mi agradecimiento al doctor Lino Tomasén y expre-
sarle mi profunda fe en mi curación. Atentamente.
Feliciano Lázaro Gómez Varela,
República de Ghana,África Occidental.
22/08/2002.

Nota: En mensaje a Lino el 15 de octubre del 2002, a tra-


vés de su hermano en Cuba, refiere Feliciano que se acaba
de realizar todo tipo de pruebas y los resultados son no tiene
cáncer.
A continuación se incluye la foto que se empleó para cu-
rar a Abilio a distancia y la del bastón africano.

155
Lino dice que fumar tabaco ayuda a mantener la vitalidad masculina.

Lo más importante de todo es no


dejar de preguntarse.
Albert Einstein

158
6
Lino y el mundo

Los viajes de Lino


La prensa opina

L
ino viaja a varios países donde hace historia. La obra
de Lino se difunde por el mundo por la prensa extran-
jera y por canales de televisión de Estados Unidos,
Francia y Japón, entre otros. Un documental sobre su obra
obtuvo premio en México en 2001. Un sitio web sobre Lino
aparece en primeras posiciones de Google.

Los viajes de Lino


En 1994 estuvo en Colombia durante 25 días, invitado por
un paciente que atendió en Cuba. Durante su estancia, ca-
lificada por Lino de fabulosa, atendió a cientos de personas
con patologías disímiles: inválidos que hizo caminar, hernias
discales, bursitis, hepatitis, impotencia sexual, asma Todos
le pedían que se quedara en Colombia.
En 1995 visitó Argentina, también por invitación de un
paciente. Entre los casos que atendió están personas enfer-
mas de sida, hepatitis, con afecciones de la sangre, a niños

159
con estrabismo, sinovitis, luxación congénita de la cadera y
cáncer.
Desde 1998 visitó España 5 veces y visitó Pamplona,
San Sebastián, Valencia, Puente de la Reina, Alicante,
Madrid, Cantabria, Andalucía, entre otras ciudades. Allá
atendió a personalidades de todas las esferas y dejó asom-
brados a los más escépticos. Sanó a cientos de personas.
Muchas fueron las ofertas para que se quedara por allá,
pero Lino dijo que nada disfrutaba más que atender a su
pueblo, en Cuba.
Testimonio de Miguel Angel González Vega, Alcalde
Presidente del ayuntamiento de Val de San Vicente (Can-
tabria, España)

Informo: Que según las averiguaciones que he llevado a cabo y


según mi propio conocimiento personal, resulta que el doctor Lino
Bárbaro Tomasén Vera, Especialista de Primer Grado en Medicina
Interna, es un profesional de alta calidad social y ha prestado sus
servicios en Cantabria, España, a total satisfacción y en beneficio
público. Abundando en esa condición del doctor Tomasén, debo
hacer constar que de modo totalmente voluntario y actuando siem-
pre en interés de la comunidad, a costa de su esfuerzo personal,
ha facilitado el acceso a sus servicios a cuantas personas han re-
sultado interesadas en ellos. A este fin se ha desplazado hasta el
término municipal de Val de San Vicente, de cuyo Ayuntamiento
soy Alcalde, y en los servicios prestados con ocasión de este des-
plazamiento, el doctor Tomasén también ha realizado una labor de
gran utilidad social, siendo beneficiarios de sus conocimientos y de
su actuación cuantos vecinos han demandado sus servicios.
Para que conste y surta los efectos oportunos y para su entrega
al interesado, expido el presente informe en Pesués, Val de San
Vicente, a veintiuno de marzo del año dos mil.
Miguel Angel González Vega. Alcalde Presidente. Plaza
doctores Sánchez de Cos, 2 - 39548 PESUES - Teléfono

942 71 80 11 - 942 71 80. 78 Fax - C.I.F.P. - 3909500-E

160
Testimonio escrito por Don Miguel ángel González Vega.

161
La prensa opina
El milagro de la ciencia
Diario Torremolinos, España, 14/12/2000.
En un artículo con el nombre “El milagro de la ciencia” se
relata lo sucedido en Torremolinos, España cuando fue visi-
tado por el doctor Lino Tomasén. A continuación reflejamos
algunos aspectos aparecidos en este artículo:

El doctor cubano Lino Tomasén llega a Torremolinos con un


revolucionario método medicinal capaz de curar enfermedades
crónicas sin entrar en quirófano…
…Algunas demostraciones constataron la veracidad de estos co-
mentarios y Tomasén enfrió en menos de un segundo un vaso de
agua hirviendo y rebajó e incrementó los grados de alcohol en
una copa de ron…
…Lino Tomasén sólo lleva en Torremolinos dos días de los 30
que permanecerá en el país. En este intervalo de tiempo ya le
han visitado numerosas personalidades y rostros conocidos de
la Costa del Sol, quienes han declarado al diario haber superado
sus dolencias…
…De esta forma, todos los que han acudido a la consulta, inclui-
do los mayores escépticos, salen convencidos de lo inefable de
esta metodología, híbrido absoluto de los conocimientos científi-
cos y un don natural…

Tocando puntos secretos


Servicio Especial de Prensa Latina, La Habana, 1991
En un artículo con el nombre “Tocando puntos secretos”
se relata la visión de la periodista Maritza Barranco sobre
este tema. Entre los aspectos tratados en este artículo se en-
cuentran:

162
…Esa fuerza biológica del eki (sistema de exploración de la re-
lación hombre-universo) y los conocimientos de la filosofía hu-
mana, le permiten al joven médico apreciar los mecanismos que
enferman y curan…
…Apasionado de las artes marciales, su especialidad de primer
grado en Medicina Interna le sirvió de aval científico para inte-
ractuar con las técnicas de defensa, el enfoque biosocial y ar-
monización de unos 800 puntos, identificados como rectores del
organismo humano…
…Todo ello conforma su proyecto terapéutico y, en primer or-
den, está la meditación con convencimiento del medio interno lo
que ofrece al individuo confianza en el tratamiento…
…Además de medicina y marcialidad, en Lino Tomasén conver-
gen la pasión y la curiosidad que lo llevan a un enfrentamien-
to constante contra lo inerte, inarmónico e intrascendente de la
vida…”.

Come on, come all, see the magical doctor


Chicago Tribune. 27 April, 2001
En un artículo cuyo nombre traducido sería “Vengan,
vengan todos, vean el doctor mágico” se detalla lo que expe-
rimentó una periodista del diario estadounidense “Chicago
Tribune” en la consulta de Lino.
Se detalla por Laune Goering cómo Lino le torcía su cue-
llo a ambos lados y con sus manos hacía determinados movi-
mientos y hasta cómo escuchaba el sonido de sus articulacio-
nes a las maniobras de Lino, a la vez que éste le mencionaba
de su colosal fuerza.
En el artículo explica acerca de la formación de Lino y las
técnicas que emplea, las filas de pacientes que acuden a ver-
lo por presentar diversas dolencias, y que “acuden a verme
como la última opción” —decía Lino.
También describe la singular apariencia de Lino, sus ro-
pas y atuendos y los objetos y fotos encontrados en ese con-
sultorio.

163
Se explica la manera en que Lino va aplicando su energía
al paciente y cómo le transmite todo su optimismo y seguri-
dad en su curación. Les dice que su fuerza está en el conoci-
miento de lo infinito, que es algo que no puede ser explicado
científicamente.
Se recogen en el documento expresiones de pacientes
entrevistados que indican que se han mejorado o curado de
muchas dolencias como asma, infertilidad, problemas intes-
tinales, artritis y otras en pocas sesiones de tratamiento, por
lo que estiman que este método de curar funciona. Piensan
que este doctor tiene mucha energía positiva y los pacientes
salen “con la sonrisa en los labios”.
También se refiere cómo hace Lino la curación a distan-
cia mirando una foto del paciente y cita el testimonio de una
ersona familiar de alguien que ha sido atendida utilizando
ese método.

Healer with following claims amazing powers


South Florida Sun Centinel. 22 April, 2001
En un artículo cuyo título traducido podría ser: “Curan-
dero con renombrados poderes increíbles”, se detalla la
visita de Vanessa Bauza del diario estadounidense South
Florida Sun Centinel a la consulta de Lino y lo que allí
encontró. A continuación hago mención a algunos aspectos
tratados:
Se menciona la necesidad que existió de acudir a la medi-
cina alternativa en la década de los 90, donde el doctor Lino
Tomasén se mostró como el menos ortodoxo.
Lino declara sobre el origen de su energía y su aclaración
acerca de que él no cura por hipnosis o sugestión, sino utili-
zando la cuarta dimensión y de esa manera hace curaciones
de todo tipo de enfermedades desde cáncer, sida, hepatitis
B hasta impotencia. Afirma que el barómetro de su obra es la
fila de cientos de personas que esperan horas para ser aten-
didas.

164
Se incluye una breve reseña biográfica del doctor Lino y
varios testimonios de pacientes entrevistados, donde se des-
taca el de Antonio Sarmiento, físico retirado que inicialmen-
te era escéptico a este tipo de tratamiento y se convirtió en su
creyente cuando fue curado de artritis en el cuello. A partir
de ese momento ha sido visitante asiduo de esa consulta para
recibir energía y se siente joven con sus 67 años.
También se ofrecen detalles sobre el consultorio y varios
de los objetos que allí se encuentran.
Se explica sobre la breve duración de una consulta y acer-
ca de la curación a distancia utilizando la foto del enfermo.
Si es muy penoso para ti criticar a tus
amigos, puedes criticarlos sin peligro; pero
si al hacerlo te causa el más ligero placer,
ponle freno a tu lengua.
Alice Duer Miller
7
Los pacientes opinan

A
continuación les presento la transcripción de más
testimonios escritos por pacientes atendidos por
el doctor Lino, casi todos escritos en un lenguaje
popular. Aparecen impresiones sobre la atención recibida y
sin duda se aprecia el agradecimiento a este médico por su
esfuerzo diario de curación. Los testimonios aparecen agru-
pados por tipo de enfermedad o dolencia para facilitar su
lectura. Quizás haya varios que puedan considerarse pade-
cimientos simples, yo respeto esa opinión. Incluí solo una
pequeña muestra.

Siempre fui alérgica a perfumes y aromatizantes, se me dormía


la lengua y también la garganta, me quedaba sin presión, sin
pulso, casi descoyuntada, me llenaba de granos, mucha picazón
en todo el cuerpo, la piel se me ponía toda roja. Hace alrededor
de 3 años me traté esta alergia en distintos hospitales. Gracias
a Dios, di con el doctor Lino que me está curando. En la quinta
sesión tropecé con aromatizantes en una guagua del trabajo y
solo me dolió un poquito la cabeza. Ahora he podido acercarme

167
a compañeros que usan perfumes que antes yo podía ni oler.
Maricela Cabrera Díaz. Calle 70, no. 29B09, apto. 7,
entre 29B y 29C, Reparto Buena Vista, Playa. Ciudad de

La Habana. 10/02/06

Estuve aquí el miércoles a tratarme con el doctor Lino. Padezco


de asma crónica, desde los siete años, que me producía agota-
miento general, extremo cansancio, por eso me jubilaron antes
de tiempo. Anímicamente me sentía muy mal, muy deprimida,
sin fuerzas para realizar algunas actividades, hasta que él puso
sus benditas manos sobre mí. En una sola sesión experimente una
reacción muy positiva. En un mismo día subí y bajé día 4 veces
las escaleras del edificio donde vive mi hija, en el cuarto piso,
sin sentir cansancio alguno. Todo gracias a las manos del doctor
Lino. Muy agradecida por siempre.
Milagros Figueroa Evans, Barreras, cerca de Tarará, La
Habana. Teléf. de mi hermana Yolí: 878-6563.

Cuando acudí a la consulta del doctor Lino por primera vez en


el mes de septiembre del 2005, tenía dolores de cabeza y ma-
reos intensos, no podía permanecer en pie. Me habían detectado
una malformación en el cerebro y un coágulo. El tratamiento con
Lino duró 12 semanas. En la segunda sesión desaparecieron los
dolores y mareos. El tratamiento con Lino se extendió porque
me detectaron una malformación congénita que me provocó un
coágulo en el cerebro. Gracias a él me siento mucho mejor. Es
un ángel, hace milagros. En la última prueba que me hicieron, el
coágulo no aparece. ¡Desapareció! Estoy esperando otro examen
para precisar. Ha curado muchas personas y tengo fe en que me
cure a mí pues experimento una mejoría increíble. Sus manos son
prodigiosas. Diciembre de 2005.
Después de escribir este testimonio seguí visitando el consultorio
muchas veces. Hoy me siento bastante mejor, estuve viviendo
en Palma Soriano y regresé hace 15 días. Espero volver pronto.
Estoy recibiendo tratamiento de mis médicos y también Lino me

168
ayuda. Abril de 2007.
Amarilys Lorenzo Rodríguez, edad 40 años, Dirección
calle Zaragoza no. 222, entre Cañongo y Atocha,

teléfono 417190. Diciembre de 2005.

Confirmado en abril de 2007.

Vine de Estados Unidos para ser atendido por Lino, que me está
curando un adenoma en la cabeza, no ha crecido más y los daños
ocasionados se están recuperando.
Enrique Bejar. Diciembre de 2005.

Mi niño tenía asimetría ventricular, migraña vascular crónica,


padecía de fuertes dolores de cabeza. Le realizaron cuatro to-
mografías, todas con el mismo diagnóstico. Después de la cuarta
sesión con el doctor Lino se le realizó otra tomografía el 6 de
noviembre y el resultado fue negativo.
Marlon Jorge Méndez. Calle 1 entre L y K no. 867A,
Ciego de Ávila.
7/11/2006.

Mi hijo de 9 años nació con asimetría ventricular en el primer


ventrículo lateral derecho del cerebro. Ha venido recibiendo tra-
tamiento médico desde entonces y recientemente estuvo un año
en cama. El médico que lo atiende nos sugirió traérselo a Lino.
Después de la quinta consulta con él repetí la tomografía y el
resultado ya es normal.
Marlon Jorge Méndez, calle 1 no. 867A, entre K y L,
Ciego de Avila.

Fui a donde Lino en febrero del 2001 con dolores de cabeza muy
fuertes. Me había caído el 6 de octubre de 2000 y me dijeron
que tenía un coágulo en la cabeza. Me hicieron varias pruebas
en el Hospital “Miguel Enríquez” y posteriormente en el Insti-
tuto de Neurología. El dolor seguía y cada vez era más fuerte,
ni con calmantes se aliviaba. No podía ni dormir. A los 15 días
de tratamiento con Lino ya pude dormir, desapareció el dolor
de cabeza así como el coágulo que durante 4 meses me estuvo
martirizando. Hace ya 8 meses que no he vuelto a sentir dolor
de cabeza ni otra molestia. Esto se lo agradezco eternamente a
Lino. Quisiera decir que lo conocí por una vecina que se curó de
bursitis en 3 sesiones. Además, hace unos 10 años en el Hospital
La Covadonga este mismo doctor le quitó a mi madre un fuerte
dolor, en una sola sesión.
Biorika Bustamante Ramorú. Edad: 22 años.
Sofía no. 951 entre Longa y María Luisa,
Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana, Cuba.
16/01/01.

Mi hija Yamilé estaba en cama con un dolor de cabeza insopor-


table. Tenía que permanecer en un cuarto totalmente a oscuras y
tenía vómitos y náuseas ante cualquier olor fuerte, no comía, no
hablaba. En 8 sesiones con Lino está prácticamente bien, solo
le ha quedado un leve malestar que se le quita con un simple
calmante.
Daisy Naranjo Alba. Calle 4ta entre Norte y Sur, Rpto.
Residencial Almendares, Boyeros,
Ciudad de La Habana, Cuba.
3/12/02.

Desde febrero de 1996, mi hija Yadira comenzó a sufrir unos


horribles dolores de cabeza debido a un golpe en la cabeza. No
podía coger sol. En el hospital le diagnosticaron Cefalea Migra-
ñosa con crisis vasovagales y le explicaron que tenía que apren-
der a vivir con ese problema, que el tratamiento era de por vida:
ingerir cada vez que tuviera el dolor (lo cual ocurría casi diario
y le abarcaba incluso los ojos y los dientes) un analgésico fuerte,
un antihistamínico y un antiinflamatorio. Tratar de no coger sol y
hacer reposo. Todo difícil de cumplir, pues ella no quiso dejar de
estudiar, a pesar de esos dolores horribles. Cuando supe de Lino
la llevé a su consulta. ¡Qué maravilla! A partir del 28 de marzo

170
171
de 2002 comenzó a tratar a Yadira. El fuerte dolor de cabeza le
desapareció desde el mismo 28 de marzo. Ya lleva siete sesiones
y le curó, además, una fuerte artrosis en la cervical. Desde su
primera consulta con Lino mi hija no sabe lo que es tomar esas
tabletas, que ya le estaban afectando la memoria.
Mamá de Yadira. Calle 6 no. 16405 apto 3, entre Vento
y D, Altahabana, Boyeros, Ciudad de La Habana, Cuba.

5/04/02.

En 1992, en una sola sesión, el doctor Lino me eliminó una


migraña que padecía desde que tenía 14 años. Esto es maravi-
lloso.
Julio Soto Santiesteban. Edad: 48 años. Calle 6 no. 115
entre 5ta y Calzada, Vedado, Ciudad de La Habana,

Cuba, 19/11/2001.
Desafortunadamente, no se pudo
confirmar este testimonio pues Julio falleció

en octubre de 2005.

Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en agosto de 1996


sufría de problemas circulatorios en el cerebro. Los intensos vér-
tigos casi no me permitían caminar. Si cambiaba la posición de
la cabeza, a causa del vértigo, podía caerme. Tuve 100 sesiones
de tratamiento en 20 semanas. Quedé totalmente curada. Hoy me
siento magníficamente bien.
Lázara Niurka Cisneros Dámeras. Vista Hermosa Edif.
608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 23/8/2001.

En septiembre de 2003 me comenzó un dolor de cabeza y,


además, mareos insoportables. Estuve ingresada en el Hospi-
tal “Calixto García”. Conocí acerca del doctor Lino y comen-
cé a visitarlo. Con dos sesiones se me quitaron los dolores de
cabeza y los mareos. El médico me detectó un coágulo en el
cerebelo. En el mes de noviembre me hicieron un examen con

172
yodo donde parece indicar que del coágulo ha desaparecido
aunque no hay nada con exactitud. En el mes de Enero del
2006 me piensan hacer una prueba (angiografía) para decidir
la situación. Pienso que este doctor hace milagros, desde la
primera vez que me tocó hasta entonces no he vuelto a tener
dolores de cabeza ni mareos. Tengo mucha fe en él. He mejo-
rado notablemente.
Amarilys Lorenzo, Zaragoza no. 222, entre Cañongo y
Atocha, Cerro. Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en agosto de 2001


me sentía deprimido, triste, sin ánimo, decaimiento general acen-
tuado en los miembros inferiores, tenía pensamientos e ideas pe-
simistas y me fallaba la memoria. Tuve 4 sesiones de tratamiento
en una semana. Paulatinamente he venido eliminando los sínto-
mas de depresión. Noto un mejor estado de ánimo general, más
deseos para hacer las cosas. Se ha elevado mi autoestima. No he
notado mejoría en lo referente a la falta de memoria, pero pienso
que se debe a mi avanzada edad y al desgaste físico.
Máximo Díaz Valdés. 1ra.-B no. 29622. Sta. Fe, Playa,
Ciudad de La Habana, Cuba. 28/8/2001.

En abril de 1988 sufrí un derrame cerebral y quedé en estado de


coma profundo. Los médicos pensaban que yo no me salvaba.
Mi tía fue a ver a Lino y le explicó mi situación. Lino le dijo
que yo tenía una entidad energética negativa que me estaba obs-
truyendo. Comenzó a darme energía a través de una foto que mi
tía le llevaba y la mandó a que me hiciera un trabajo espiritual
que él mismo guió. Una vez hecho ese trabajo comencé a recu-
perarme. Salí del estado de coma y los signos vitales comenza-
ron a manifestarse. Al mejorar mi estado general, decidieron
operarme. La operación resultó un éxito.
Teresa Morales. Edad: 43 años. Edif.202 apto.305 Rpto.
Camilo Cienfuegos, Habana del Este,
Ciudad de La Habana, Cuba. 29/4/2002.

173
En la foto Ramón González, quien firma un testimonio acerca de
la curacion por Lino de su madre que se encontraba grave.

El niño nació en 1983 bajo fuertes contratiempos. Por ejem-


plo, sufrimiento fetal crónico y una libra y media de peso. En
3 meses se detectó la hidrocefalia comunicante. De esa época
a la fecha el niño ha sido operado 14 veces por rechazo a las
diferentes derivaciones. A consecuencia de esto hizo una he-
miplejía con rotación interna de la cadera izquierda. Ha sido
tratado en el Hospital “Julito Díaz” y no ha sido resuelto el
problema, a pesar de utilizar twister y terapia. En este mo-
mento el niño tiene 5 sesiones con el doctor Lino y afirmo
que ahora es que ha resuelto su problema de salud. Gracias a
este doctor ha mejorado tanto que ya puedo asegurar que en
poco tiempo ha logrado lo que ningún otro médico con todos
los adelantos de la ciencia haya podido. Por lo que ofrezco mi
apoyo firme y decidido a defender y ampliar la noble labor de

174
este sabio en aras de la salud de todos. Para cualquier opinión
que desee y cualquier ayuda me pueden localizar.
Alain Rodríguez Marín. Padre del niño de 8 años.
Mariona no. 87 entre Delgado y Progreso, Mantilla,
Arroyo Naranjo,
Ciudad de La Habana,
Cuba, 1991.

En marzo de 1990 Cándida Pereira sufrió infarto cerebral que


le produjo hemiplejía en el lado derecho, no permitiendo así po-
der caminar ni mover su mano derecha. Desde su ingreso se le
aplica fisioterapia, estímulos eléctricos y masajes con ejercicios

Lino se siente feliz curando y transmite esa felicidad.

175
Lino levanta a los pacientes como si fueran muy ligeros.

176
en el gimnasio. Esto mejora su situación pero no logra caminar.
A mediados de julio de 1991 comienza con la aplicación de la
digitopuntura por Lino. De su aplicación ya en la tercera sesión
su mejoría fue notable. Ya se sienta sola en la cama, se para sola
y logra caminar con ayuda. Su estado de ánimo es muy bueno y
espera poder lograr caminar sola.
Cándida Pereira Sosa. Edad: 77 años. Calle 150 no. 14907
entre 149 y Hospital Militar, Reparto Reynold García,

Matanzas, Cuba. 1990.

En 1995 estuve dos meses ingresado en el hospital por un in-


farto cerebral trombótico, que me dejó secuelas en el lado iz-
quierdo. Los medicamentos no ayudaban. Desde que comencé
a tratarme con Lino, mejoré notablemente. Muy agradecido.
Alejandro Díaz, Calle 122 no. 27A10 entre 27 y 27-A,
Marianao, Ciudad de La Habana, Cuba., 16/07/2002.

Hace aproximadamente 1 año me dio una parálisis facial. A


las 3 semanas aproximadamente de haber comenzado el trata-
miento médico, fui a ver a Lino. Desde la primera sesión sentí
un gran alivio, una gran relajación. Hasta ese momento estaba
muy tenso. Al cabo de un mes estaba casi recuperado. A los
tres meses de haber sufrido la parálisis comencé a trabajar, ya
recuperado completamente y sin secuelas. Los médicos habían
pronosticado una recuperación de alrededor de 6 meses a un
año. Pero me recuperé en 3 meses, todo gracias a la infinita
compasión y misericordia del doctor Lino. Tengo mucha fe en
él. Agradecido eternamente.
Salvador Felipe Deslis Peguero, 40 años, Águila 518
entre San José y Barcelona,

Centro Habana, Ciudad de La Habana.

Mi mamá, de 80 años, tuvo una trombosis y quedó hemipléjica


del lado izquierdo. A los 15 días, la llevamos al doctor Lino. Mi
mamá no podía caminar, había que llevarla cargada. La ­consulta

177
era en la casa de Lino, en Infanta y Carlos III que tenía una es-
calera bastante alta. El doctor le dio dos sesiones y conversó con
ella. Ese día caminó ayudada por la familia, incluso bajó las es-
caleras sin ayuda. Fue realmente un milagro. Estamos tan conten-
tos y tan agradecidos que no tenemos palabras con qué expresar
nuestra gratitud.
Miguel, “La Rosalía”. 2006. (este testimonio llegó
mutilado; no fue posible conocer su dirección completa).

En 6 sesiones desapareció angenoma que me sangraba mucho


cuando se reventaba.
Leander Falero. Minerva 162, Cárdenas, Matanzas.
Diciembre de 2005.

Los médicos del Hospital “Ameijeiras” y del Instituto de An-


giología, me comentaron que Maritza tenía que dejar de fumar
y tomar Frental, medicamento que en la farmacia internacional
cuesta 20 dólares. Además Maritza no caminaba ni una cuadra y
no podía mover sus brazos ni para peinarse. En estos momentos
todavía estamos viniendo a la consulta de Lino y ya tenemos muy
buenos resultados con ella, pues ya casi no se le entumen los
pies y puede mover los brazos, la cervical no le duele. Yo soy
su esposo y estoy asombrado porque pensé que le iban a cortar
la pierna.
Mi esposa se llama Maritza García Valle, tiene 39 años de
edad. Vecina de Estrella 36 ½ entre Calzada de Bejucal y

Matanzas. Diciembre de 2005.

Vine a ver al doctor Lino porque hacía 4 meses tenía el acido úri-
co en 546, no obstante estar tomando Alupirinol por espacio de 5
meses además de tener una rigurosa dieta de proteínas. Lo vi un
martes, me hizo su tratamiento de la energía y me mandó a tomar
cocimiento de hojas de mango como si fuera agua normal. Exac-
tamente a los 12 días en el hospital militar Finlay me hicieron el
análisis y el resultado dio 144 (Los reactivos estaban nuevos y en

178
perfecto estado). Los doctores me dijeron en ese momento que
no creían lo que había sucedido.
Rafael Lestegas Carreras, calle 24 no. 364 / 21 y 23
Vedado, Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

No podía caminar ni 10 pasos debido a una obstrucción en las


arterias. Me las operaron desde el corazón hasta los fémures y
quedé bien, pero al poco tiempo comencé a ir para atrás, al punto
que estaba igual que antes de la operación. Ahora me debían ope-
rar de los fémures hasta los pies, pero decidí ver a Lino para ver
si evitaba esa otra operación. En aproximadamente 30 sesiones
durante 4 meses ya puedo caminar sin problemas hasta 4 cuadras,
subir y bajar escaleras y manejar el auto.
Deisy Naranjo Alba. Calle 4ta. entre Norte y Sur,
Rpto. Residencial Almendares,
Municipio Boyeros,
Ciudad de La Habana.
03/12/2002.

Doctor Lino Tomasén: Con frecuencia me acuerdo de tí y hoy


frente a la computadora te envío este correo de saludos y agrade-
cimiento. Hace un mes estuve en Cuba, vivo en Guatemala y te
conocí por la enfermedad de mi mamá, que vale decirte que sigue
estable en su problema de las plaquetas bajas y disfrutando de la
vida con su familia. Una vez más gracias y que la vida te deje
ayudar a muchas personas más. Un abrazo.
Efraín,
easaguate@guate.net,

Guatemala.
21/09/2001.

En abril del 2001 llevé a mi hija Lizandra Hernández de 4 años a


Lino. Los médicos le habían diagnosticado Púrpura Anafilactoi-
de y le habían ordenado reposo. En mayo de ese año, después de

179
cinco sesiones de tratamiento, la enfermedad desapareció, cesa-
ron los dolores, desaparecieron las manchas y el hígado volvió a
su tamaño normal. Le estoy eternamente agradecida y creo en su
profesionalidad.
La niña se llama Lisandra Hernández, Edad: 4 años. Calle
B no. 601, Municipio Plaza,
Ciudad de La Hababa, Cuba.
06/11/2001.

Al acudir a la consulta de Lino sufría de trombo venoso hemo-


rroidal y estaba propuesta a operación. Después de 10 sesiones
de tratamiento, me he recuperado totalmente.
Marlén Cabrera Noy. Edad: 48 años. Calle San Miguel
no. 509, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba.

Quiero dejar testimonio que a través de un tratamiento ejecutado


por el señor Lino, en aproximadamente 10 sesiones, el padeci-
miento de un grave problema circulatorio, debido al cual se me
abrieron múltiples úlceras, ha quedado superado. Al menos ya mi
pierna no padece o ha sido sanada de ellos.
Francisco Díaz Valle. 6/11/2002.

Después de una operación por várices que no tuvo buenos resul-


tados, acudí a Lino, desde el primer tratamiento he tenido mucha
mejoría. Le estoy muy agradecida por sentirme mejor. Él me dijo
que bastaban 5 tratamientos para curarme. Hace tiempo que ve-
nía presentando estos problemas y ya casi estoy curada con su
ayuda.
Odalys Olivares. B no. 211. Diciembre de 2005.

En el año 2001 estuve sufriendo crisis de asma que apenas me


permitían trabajar. Tenía mucho decaimiento y cansancio ca-
minaba con mucho trabajo. Un electro y una radiografía que
me hicieron no dieron buenos resultados. Me indicaron un eco
cardiograma. El resultado fue una estenosis mitral severa, con

180
doble lesión y reducción en la vena aorta. Me remitieron para
el Hospital Cardiovascular en La Habana, donde fui atendida.
Tiempo después un día que regresaba me encontré que mi hijo
mayor de 31 años tuvo los mismos síntomas. Aprovechando
mis relaciones en el hospital, se lo llevé a los médicos que me
habían atendido. Le hicieron los exámenes correspondientes,
cuyos resultados fueron una estenosis mitral severa. Lo pusie-
ron en la lista de espera para operarlo. Un amigo nos recomen-
dó a Lino y decidí llevarle a mi hijo. Le dio 5 sesiones y le
dijo que no tendría que operarse. Yo comencé a tratarme. En 3
sesiones me destupió la válvula.
Catalina Medina Borrego. Calle Piti Fajardo no. 8a,
Municipio Sandino, Manuel Lazo, Pinar del Río. Diciembre
de 2005.

Fui curado del corazón y del hígado cuando los cardiólogos del
Hospital “Asclepios” me habían desahuciado. El me sanó. Des-
pués me repitieron todas las pruebas y todos los males habían
desaparecido.
Dargelo Rodríguez Rodríguez, Calle B no. 430 apto 3 / 13
y 14 Lawton, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

El cardiólogo que me atendía me diagnosticó una cardiopatía.


El tratamiento es quirúrgico. Al saber de la existencia del doctor
Lino Tomasén fui a su consulta, porque en el instituto siempre
me posponían la consulta. Entonces con el tratamiento de Lino
no tuve que volver al hospital. No tengo ningún síntoma y me
siento muy bien. Antes me faltaba el aire y se me acalambraba
el brazo izquierdo. Ya no siento nada. Continúo asistiendo a su
consulta.
Vilma Rodríguez, Edificio del Minaz, Loma y Tulipan,
Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Mi concuña debía ser operada con urgencia por presentar un blo-


queo en el corazón. El ventrículo izquierdo no le funcionaba, por

181
ende las funciones cardíacas disminuían cada vez. Un miérco-
les fue necesario ingresarla en espera de cama para colocarle un
marcapasos. Ese viernes mi vecino le llevó su foto a Lino para
que la tratara, el domingo le dieron de alta con tratamiento para
la casa. Actualmente se mantiene bien. No fue necesaria la inter-
vención gracias a Lino.
Leticia Suárez del Monte. Fecha 19/12/05. Dirección San
José no. 516 entre Coronel Verdugo e Industria,
Cárdenas, Matanzas.
Diciembre de 2005.

Acudí a la consulta de Lino en mayo de 2000 con fatiga, falta


de aire y dolores en el pecho al hacer cualquier esfuerzo físico.
Después de caminar 4 o 5 cuadras tenía que detenerme a des-
cansar y, a veces, administrarme nitroglicerina, pues padezco de
isquemia coronaria en 3 válvulas. Mi corazón funcionaba tan mal
que me indicaron una angioplastia de corazón. Tuve 20 sesiones
de tratamiento con Lino por espacio de 4 semanas. Al mes ya no
presentaba los síntomas anteriores. Aún sigo visitando a Lino. A
la consulta voy en bicicleta.
Germán Lázaro Ramos Miguel. Edad: 61 años. Calle
Paula no. 222 apto no. 3, Municipio Habana Vieja,
Ciudad de La Habana, Cuba.
Teléfono 867-4791.
07/07/2002.

Llevaba muchos años padeciendo de acidez. Todo lo que comía


me producía una ardentía que me quemaba el estómago y gases
que me provocaban fuertes dolores. En una sola sesión el doctor
Lino me curó.
Mercedes Hernández Torres, 52 años. Ricardo Trujillo,
no. 111, entre Pedro Betancourt y Varona,

Colón, Matanzas.
02/02/06

182
Llegué aquí un día inválida con mucho dolor en las piernas y
sintiéndome muy mal. En 9 sesiones he sanado, ahora me estoy
curando otras enfermedades.
María Regla Genés Loreiro. Espada no. 266, entre
Concordia y San Lázaro, Ciudad de La Habana.
Teléf.: 879-4012.

Estuve padeciendo de dolores muy fuertes que me tumbaban la


pierna izquierda y no me dejaban dormir. El ardor me quemaba,
tenía el nervio ciático comprimido. Me indicaron inyecciones,
pero no resolví. Al mes estaba peor. Continué con mis dolores,
hasta que conocí al doctor Lino que con solo 2 sesiones me curó,
todo desapareció. En otra ocasión vine por dolores en la columna
y también me los quitó. Las manos del doctor Lino son santas,
milagrosas, no tengo con qué agradecer lo que ha hecho por mí.
Dios lo colme de todas las bendiciones.
Eduardo Juantorena, 47 años, Industria 171
entre Neptuno y Virtudes, Centro Habana,

Ciudad de La Habana.

Me caí en un hueco y los brazos se me quedaron trabados. Se me


afectó uno más que otro y no los podía levantar. Diagnosticaron
fractura del plexo braquial; no tenía fuerzas. Con muy pocas se-
siones con el doctor Lino me curé y me recuperé rápidamente.
Todo mi agradecimiento para el doctor Lino.
Néstor Rojas, Edad 50 años, Ánimas y Oquendo,
Centro Habana, Ciudad de La Habana.

Desde noviembre del 2001 sufrí múltiples lesiones en el hombro


izquierdo que me provocaron tendinitis, bursitis y calcificación
del escafoides. Como consecuencia de esto presentaba una gran
inflamación en los músculos deltoides, el subclavio, el pectoral
mayor y los de la espalda, que me provocaban mucho dolor e
invalidez del brazo izquierdo. Cuando acudí al doctor Lino en
abril del 2002, no podía mover el brazo y los dolores eran tan

183
El paciente ya puede subir el brazo.

intensos que ningún antiinflamatorio, relajante muscular, incluso


opio, podía aliviarlo. Con 12 sesiones de digitopuntura me curé
definitivamente de estas afectaciones. Con ejercicios y corriente
he logrado la movilidad total de ese brazo.
Dra. Sofía Borrego Alonso. Calle Águila no. 453,
1er piso, apto.7, entre San Rafael y San José,
Centro Habana, Ciudad de La Habana,
06/10/2002

Estaba padeciendo de unos dolores fuertes en el brazo y en las


manos. Con nada me curaba o aliviaba. Supe de Lino y fui a

184
verlo. A partir de ese momento, con solo siete sesiones, me ha
desaparecido todo el dolor. Y hasta ahora me ha ido bien. Toda
persona que esté enferma y vaya seguro que se curará y no se
enfermará más.
Clara Hemimng, Barbería no. 20 apto 1 / Estévez y
Universidad, Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

En mayo del 2000 tuve que acudir al doctor Lino por dolor en
el estómago y vómitos. Estos síntomas los comencé a presentar
desde el año 1997, que no me permitían comer ni tomar agua y
me ocasionaba pérdida de peso, fatigas mareos y náuseas. Con
sólo 3 sesiones que recibí del doctor Lino fui completamente cu-
rada.
Isabel María Acosta Peña. Calle Santiago no. 461, entre
Zanja y Salud, Centro Habana, Ciudad de La Habana.
06/10/2002.

Tuve dolor en la espalda durante una semana que no se me ali-


viaba a pesar de los medicamentos. Cuando el doctor Lino me
aplicó energía con sus manos, me curé totalmente en dos sesio-
nes. Muchas gracias.
Oscar González Moreno. Calle Concordia no. 416,
Centro Habana, Ciudad de La Habana.
15/07/2002.

En el año 2000 tuve un molesto dolor en la pierna izquierda, que


nunca supo el ortopédico a qué se debía y ante la disyuntiva que
me recetaron hormonas, acudí al doctor Lino y en dos días de
tratamiento desapareció totalmente el dolor.
Xiomara A. Pérez Rodríguez, Benjumeda no. 661 entre
Pozos Dulces y Almendares, apto. 5, Plaza de la
Revolución, Ciudad de La Habana. Teléf.: 879-8391.
20/05/2002. Confirmado 2007.

185
Acudí a Lino en mayo del 2000 por dolor en un pie. En 5 sesiones
desapareció y de paso Lino me encontró un problema en el bajo
vientre y me lo curó.
Massiel Reyes Funet. Edad: 33 años. Fernando no. 101
entre María Luisa y Unión, Mantilla, Ciudad de La

Habana, Cuba. 13/12/2001.

Me alivié mucho de un dolor en una cadera que me trata-


ron con tabletas antiinflamatorias y con el doctor Lino. Muy
­agradecido.
Angel A. Edad: 46 años. Calle 3ra. no. 446 apto 312,
Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana. 24/05/2002

Visité a Lino, no podía caminar de dolores en las piernas y salí


sin dolores. Tengo 78 años de edad.
Orfelina Pérez Pérez, Vives entre Calzada y Coronel
Verdugo, Cárdenas, Matanzas. Diciembre de 2005.

Yo, Mirna Pérez, de la provincia de Holguín asistí a esa consulta


y obtuve resultados muy buenos ya que tenía problemas serios
del interior, y cuando volví a la consulta con el ginecólogo me ha
encontrado de lo mejor, así como un lipoma en la espalda que ya
ha ido desapareciendo.
Mirna Pérez, provincia de Holguín, Cuba. 5/04/2002.

Estuve ingresada 10 días por una inflamación pélvica aguda,


al darme de alta seguía con la inflamación y me prescribieron
tratamiento para seguirlo en casa; pero acudí a la consulta de
Lino y en cinco sesiones desapareció completamente la infla-
mación. Al ver la mejoría no tuve necesidad de seguir con el
tratamiento.
Geisha Guerra, 36 años. Concordia, no. 409, entre
Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La
Habana. 30/01/06.

186
En ocasiones Lino levanta al paciente por las axilas o por el cuello.

187
Lino trabajando sobre el séptimo chacra.

Recientemente Lino me curó de una cervicitis que venía pade-


ciendo desde hacía dos años con diferentes tratamientos sin efec-
to. En dos meses quedé curada.
Lázara Niurka Cisneros Dámeras. Vista Hermosa Edif.
608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 23/8/2001.

Mi esposo confrontaba problemas con la cantidad de espermato-


zoides vivos -aproximadamente de un 30 %- Actualmente posee
un 75% gracias al doctor Lino.
Tania Acosta, esposa de Jesús Ramos Gonzáles,
calle C no. 56 entre Segunda y Ave. Rosario

Arroyo Naranjo,
Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

188
En febrero de 1992 llevé el niño de 4 años al nefrólogo, pues
un día, al despertar, uno de los testículos se había inflamado. Se
le indicó un chequeo urgente y someterlo a una operación. Se
me explicaba que el conducto urinario no se había desarrollado
adecuadamente durante la etapa de feto y había que corregir ese
defecto. El niño tuvo 10 sesiones de tratamiento con Lino en 2
semanas y su testículo quedó curado. Hoy ya tiene 12 años, y sus
testículos son normales.
Eduardo Hernández Cisneros. Vista Hermosa Edificio
608 apto. 3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 23/8/2001.

Acudo a Lino en octubre de 2001. Antes de verlo, había ido a la


consulta de Patología de cuello, debido a una secreción vaginal
intensa. El diagnóstico era Ectopia extensa. Había realizado exu-
dados vaginales y endocervicales, criocirugía, entre otros exá-
menes a los que me sometí. Algún tiempo después de los trata-
mientos comenzó un sangramiento vaginal muy intenso que duró
36 días. De vuelta en el hospital me sometieron a un tratamiento
con tabletas anticonceptivas, pero no mejoré. Es entonces cuando
acudo a Lino. Tuve 8 sesiones de tratamiento. Ya en noviembre
estaba curada totalmente. Los exámenes médicos realizados con
posterioridad han tenido resultados satisfactorios. Siento un gran
respeto y profunda admiración hacia el doctor Lino. Lo exhor-
to a continuar haciendo el bien a la humanidad y que Dios lo
­bendiga.
Leonor Lázara Hermida Gotay, Edad: 16 años,
Ave 87 no. 2 entre 148 y Río, Municipio La Lisa,
Ciudad de la Habana, Cuba. 21/01/2002.

Desde los 9 años vengo padeciendo de hepatitis crónica. Voy por


4 sesiones y ya en la segunda me hice análisis y los resultados
fueron muy favorables. Feb. /2006.
Todavía no estoy totalmente curada, pero me mantengo estable.
Abril /2007.

189
Dayneris Días Cabrera, 20 años. Calle Real, no. 93, La
Gallega, Guanabacoa, Ciudad de La Habana.
Teléf.: 96-9570. 09/02/06.
Actualizado en abril de 2007.

Llevaba 4 meses con hepatitis y la transaminasa me subía en vez


de bajar. En dos sesiones con Lino me bajó 100 unidades. Tomé
muchos remedios que la gente me recomendaba pero no mejora-
ba, hasta que me hablaron de Lino. He mejorado. Hay que tener
mucha fe en él.
Yadier Fonte Hernández, Calle 90 no. 7309 a / 75 y 72
Guines. Diciembre de 2005.

En septiembre del 2000 me sentía muy mal y se me detecta hepa-


titis A en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”. Me explicaron que
la enfermedad podía mantenerse en mi organismo 6 meses, un año
o más tiempo, hasta que la transaminasa tuviera un valor normal.
Estuve varios meses acostado sufriendo la enfermedad. Acudí a
Lino y después de la primera sesión sentí que la energía que me
transmitió fue bien recibida por mi organismo, sentí que volvía a
vivir. En 15 sesiones de tratamiento me curé y desde ese entonces
gozo de una perfecta salud. Opino que el doctor Lino posee unas
manos milagrosas que puede curar cualquier enfermedad.
Frank Alejandro Díaz Monteagudo. Santa Irene no. 3
entre 10 de Octubre y Rabí,

Ciudad de La Habana, Cuba.


17/09/2001.

Desde siempre he padecido de hernia hiatal, vesícula acodada,


taquicardia y descontrol de la presión. He tomado medicamentos
sin resultado. Me mandaron Atropina para la taquicardia y me
puse peor. En estos momentos que me siento tan bien, que soy
otra persona gracias al doctor Lino Tomasén.
Gladys Pérez Díaz. Edificio 326-A apto. 6, Habana del
Este, Ciudad de La Habana, Cuba. 17/07/2002.

190
Son muchos los pacientes que han dejado de usar bastón.

Mi hija Marena Yeney Guerrero Rodríguez a los 14 años pre-


sentó parálisis facial periférica. Buscando la solución de su
enfermedad fue operada en la garganta. Estuvo gravísima e

191
Este modelo de encuesta se aplicó a cientos de pacientes. Este puede ser el pun-
to de partida para un trabajo más profesional. Los pacientes confeccionaban
el modelo y seguían escribiendo al dorso largos textos, queriendo exponer su
agradecimiento a este sanador.

192
inválida. El Profesor Llorens del Hospital “Hermanos Amei-
jeiras”, nos dijo que tenía muchas posibilidades de no lograr
la curación de la miastema gravis (músculo cansado) que pa-
decía. Es una enfermedad del timo. Fue el caso 72 timiosini-
zado (extracción del timo) de ese hospital. Le hicieron varias
plasmasérisis y accidentalmente adquirió el virus de hepatitits
C. Para los médicos no tenía cura. Alguien me dio la dirección
de Lino y de inmediato la llevé. Comenzó el tratamiento con
Lino el 8 de Abril y a las 12 sesiones se curó de la hepatitis.
Le hicieron los análisis y los resultados fueron ya normales.
Es asombroso, pues para los médicos era un caso desahuciado.
Diciembre /2005
Ya estamos en 2007 y Yeney sigue asintomática de la hepatitis C.
Sigue atendiéndose la Miastenia. Lleva una vida normal y puedo
asegurarles que Lino fue quien la curó de la hepatitis C. Abril
/2007.
Dulce Rodríguez. Dirección calle 92 B no. 5312 / 53 y
53-a Marianao, Ciudad de La Habana. Teléfono 265-3392.
Diciembre de 2005.
Actualizado en abril de 2007.

En julio del 2002 acudí a Lino por presentar Hepatomegalia de 3


cm de textura heterogénea, multinodular. Nódulo mayor en LHD
que mide 82x86 mm. Recibí 11 sesiones de tratamiento, por 6 se-
manas. Después de las consultas con Lino la nodulación se detuvo,
el tamaño no aumentó, las fatigas y náuseas desaparecieron, au-
menté 2 Kg. de peso y anímicamente me siento muy bien. Se me
realizaron estudios para determinar las causas de esta enfermedad
(laparoscopía, TAC, Mamografía, Panendoscopía, Colonoscopía,
exámenes ginecológico y Transvaginal con biopsia, biopsia de es-
tos nódulos) y no se encontró la causa. Fui atendida por 9 médicos
especialistas y determinaron que me mantuviera en reposo y sin
tratamiento. Clínicamente los especialistas me encuentran muy
bien, soy un caso único de nodulación hepática a mi edad, no hay
referencia de otro caso en el país. Tengo buen apetito, duermo bien

193
y con cuidados dietéticos continúo mi vida normal. Comencé a
mejorar después de haber asistido a la consulta de Lino.
Yolanda Anás Labrada. Edad: 33 años. Calle A Edif.6
entre 1ra y 3ra, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.

23/09/2002.

El niño padecía Ostecondritis. El médico le dijo que tenía que


hacer reposo absoluto. Vino con dos muletas y salió caminando
gracias al señor que lo curó.
Roger David Rizo Vizcaíno. San Juan de Dios entre
Cristina y Minerva. Cárdenas, Matanzas.
Diciembre de 2005.

Hace alrededor de dos meses, no podía mover el pie derecho, se


me había regado el líquido en la rodilla. Tenía programada una
operación en el hospital en que me estaba atendiendo. Desde que
el médico Lino me vio la pierna, camino y la flexiono bien. Me
doy la terapia con él cada vez que puedo. Es lo mejor que he
encontrado como médico.
Caridad Ramos Yero, Calle 24 entre Comesaña y Dos
Ríos, Nave 1 Cubículo 1,Comunidad Levilla, Vista Alegre,
Lawton, Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

Vine con el doctor Lino Tomasén por una enfermedad de los


huesos. No podía hacer nada, estaba rígida. Ya puedo caminar y
trabajar, estoy como nueva. También he traído a Lino una foto de
mi esposo, que llevaba 5 años padeciendo de dermatitis crónica.
Ya mi esposo está perfectamente bien. Gracias, Lino.
Minerva García, Finca Bobadilla, San Pedro,
Bauta.
Diciembre de 2005.

Desde 1964 tengo tratamiento médico para la artritis. Mientras


trabajaba me chequeaba cada 6 meses. Después que me jubilé,

194
los tratamientos han sido más espaciados y he ido empeorando.
Desde hace 2 meses no voy al médico. A fines de diciembre
de 1991 padecía de artritis cervical y lumbar que también me
afectaba una rodilla. Tenía inflamada la pierna por causa de la
linfangitis. Vine a la consulta del doctor Lino Tomasén, en el
Hospital “Salvador Allende”, el 28 de diciembre de 1991. Me
trató un alumno con digitopuntura para pierna, hombro y rodi-
lla. Volví el 6 de enero de 1992. Esta vez me atendió el doctor
Lino. He mejorado muchísimo. A los pocos minutos del segun-
do tratamiento ya pude mover la pierna, antes rígida. El médico
me indicó caminar sobre chícharos, para estimular la planta de
los pies, así como ingerir jugo de limón sin azúcar.
Viviana Soroa García. Edad: 74 años. Benjumeda no. 112
entre Marqués González y San Carlos, Centro Habana,

Ciudad de La Habana, Cuba. 06.01.1992.

Acudí a Lino en diciembre del 2001 pues en el hospital en que me


atendía me dictaminaron artrosis en la rodilla, pero la inflamación
y el dolor no se me aliviaba con ninguno de los tratamientos reci-
bidos. En dos sesiones el dolor se ha aliviado considerablemente
y espero que desaparezca en próximas sesiones.
Candelaria Pura Oliva Edad: 60 años. Concordia no. 611,
Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 11/12/2001.

En enero de 1991 acudí a la consulta del doctor Lino. Padecía de


artrosis generalizada que provocó mi peritaje por invalidez total.
Tuve dos sesiones de tratamiento durante una semana. Quedé cu-
rada sin tener que tomar una pastilla. Ahora tengo otras enferme-
dades que pienso que el doctor me resuelva. Que Dios le dé salud
para que siga dando salud.
Elsa Moreno Edad: 60 años. San Miguel no. 658, Centro
Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001.

Estoy retirado desde 1985, por incapacidad física, básicamente


artrosis, espolones calcáneos y gran limitación en el movimiento

195
del brazo izquierdo, que me impedía hacer mi trabajo de vigilante.
También se me fracturó el húmero del brazo izquierdo. Me enye-
saron en un hospital de Cárdenas. El brazo me quedó más corto y
parcialmente inmovilizado, no podía subirlo a la altura del hom-
bro, casi no tenía fuerza ni en ese brazo ni en la mano. Desde hace
años, además, padezco de artrosis lumbar y de una hernia umbili-
cal. En enero de 1992 acudí a la consulta de Lino, en el Hospital
Salvador Allende. Sólo le hablé del problema del brazo. Me trató
durante 2 minutos. Me hizo unos movimientos suaves en la mano
y en el brazo. Despacio y con facilidad, elevó mi brazo extendido
hasta ponerlo vertical. Después lo bajó despacio y me pidió que
lo subiera yo solo, que para mi asombro, pude hacer sin dificultad
ni dolor. Yo había llegado a la consulta con poca fe. Observé con
duda y burla los tratamientos que el doctor aplicaba a las personas
que estaban delante de mí. He podido continuar elevando el brazo
sin dificultad, sólo experimento un pequeño dolor.
Antonio Fernández Rodríguez. Edad: 53 años. Frank País
no. 9, Municipio Martí, Hoyo Colorado, Matanzas, Cuba.

06/01/1992.

Desde hace tres años he padecido de artrosis en la cervical, me


sometí a varios tratamientos, pero no mejoraba. Apenas podía
caminar por los mareos, no podía comer. Dos veces me caí en la
calle. Tenía dolor y calambres. Me sentía tan mal, que muchas
veces lloraba de la desesperación. Por una amiga tuve conoci-
miento del doctor Lino que cura con su energía. Acudí a su con-
sulta y me ha aliviado mucho el dolor. Ya no siento mareos ni
calambres, ya no me caigo. gracias a este doctor puedo hacer de
todo en la casa. Le estoy muy agradecida.
Patria Peñalver. Calle Egido no. 579 entre Luis y Acosta.
Habana Vieja, Ciudad de La Habana. Edad. 36 años.
17/01/06

Era deportista y estando entrenando me caí. Se me dislocó el


brazo completamente hacia atrás. Lo tuve inmovilizado por un

196
mes. Entonces fui a ver al doctor Lino. Me estuve atendiendo
con él durante 2 semanas. En la cuarta sesión podía mover el bra-
zo y en la décima sesión no presentaba dificultad. Estoy curado
completamente.
Ahmed Mesa Correa, 16 años. Escobar, no. 258, entre
Neptuno y Concordia, Centro Habana, Ciudad de La
Habana. 08/02/06.

Estuve por aquí por el año 1990 con unos dolores crónicos en la
columna vertebral. No podía caminar ni dormir siquiera, hasta
que llegué a Lino y con solo 3 sesiones me recuperé totalmente.
La columna me dolía como una montura vieja. Gracias al Dios y
a Lino me siento bien. Eternamente agradecida.
Ileana Aguilera, 54 años, hermana de Leonida Aguilera.

Fui a ver a Lino a “la Covadonga” por dolores crónicos en la


columna vertebral y en solo 6 sesiones me recuperé totalmente.
Gracias a este doctor maravilloso de manos santas y milagrosas.
Leonida Aguilera, 73 años, Lagunas no. 362 entre
Gervasio y Belascoaín, Centro Habana, Ciudad de La
Habana.

Desde hace 40 años padezco de dolores fuertes en todo el cuerpo,


fundamentalmente en la columna, los brazos y pecho. Además
siento cansancio en los pies. Luego de doce sesiones con Lino me
siento totalmente restablecido. Doy las más expresivas gracias al
doctor Lino.
Diego José Rodríguez García. Edad: 57 años. Calle 50 A
no. 2706 entre 29 y Final, La Salud, Provincia Habana,

Cuba. 27/01/2002.

En 1978 una caída de caballo, me causó el desvío de la quinta vér-


tebra cervical. Se me cortó la médula y quedé cuadrapléjico. Me
ingresaron en el Hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba,
donde se me practicó una tracción cervical mínima. ­ Durante

197
c­ inco meses usé una minerva. Permanecí un mes ingresado en
ese hospital y me informaron que no caminaría más. A base de
fuerza de voluntad logré caminar con muletas, la mano derecha
estaba caída y tenía muy poca fuerza. En ese estado llegué a la
consulta del doctor Lino Tomasén en noviembre de 1991. A la
sexta sesión de tratamiento, se habían reducido los dolores de la
columna y la cadera, tengo más fuerza en los músculos, puedo
agacharme más y ya puedo dar algunos pasos sin muletas. En re-
sumen, ha sido una mejoría lenta pero sostenida. Lino me sugirió
no fumar ni tomar café. Antes fumaba mucho.
Israel Rodriguez Noa. Edad: 45 años.
Plan Uva Yateritas, San Antonio del Sur,
Guantánamo.
06.01.1992.

En enero de 1996 acudí a Lino por mielopatía espondilótica con


opresión medular de C5 y C6, y hernia discal en L3. El médico
me pronosticó que quedaría cuadrapléjico. En dos sesiones con
Lino desaparecieron los síntomas. Con los rayos X no aparece
nada. ¡Maravilloso!.
Abilio Jesús Trujillo. Edad: 53 años. Infanta 866, entre
Estrella y Maloja, Centro Habana, Ciudad de La Habana,
Cuba. Teléfono 870-7575. 26/11/2001. Confirmado en 2007.

A inicios de 2007 conversé con Abilio. Él vive fuera de Cuba,


pero casualmente se encontraba en el país por unos días. Le
leí su testimonio y me lo confirmó y me resaltó que se siente
perfectamente.

En noviembre del 2001 sufría fuertes y constantes dolores de


columna. Los estudios médicos realizados diagnosticaban mar-
cada escoliosis dorso lumbar, así como quistes óseos en las
piernas. He tenido 12 sesiones de tratamiento con Lino por 4
semanas y aún debo continuar. Puedo confirmar que desde que
comencé el tratamiento, el nivel de mejoría es grande, pues los

198
dolores han desaparecido por completo. Opino que Lino es un
gran médico que con sus manos es capaz de devolver la salud
a los pacientes.
Dunia Díaz Calvo. Edad: 15 años. Basarrate no. 60,
entre Neptuno y San Miguel, Plaza,

Ciudad de La Habana, Cuba.


Teléfono 878-2846.
09/12/2001.

Estuve hospitalizado dos meses en Sagua, provincia de Villa Cla-


ra, inválido con mucho dolor y el eritro en 150. Me remitieron al
Hospital Miguel Enríquez en La Habana. Allí estuve dos meses
hospitalizado. La resonancia magnética dio un prolaxo en la co-
lumna vertebral. Estando ahí me recomendaron al doctor Lino.
Una vecina de mi tía fue con una foto mía. Además, me hicieron
pruebas buscando leucemia. Cuando Lino vio mi foto dijo que en

Lino combina flexiones con golpes ligeros o fuertes, según


­necesidad. Incluso en ocasiones acerca su tabaco encendido a la
parte afectada por unos segundos.

199
la prueba no iba a salir la enfermedad. Cuando fue mi tía a verme
ya me sentía mejor y me levantaba sin ayuda. Hoy estoy curado
gracias al doctor Lino.
Silverio Peñate Falcón. Vivo en Viana, provincia de Villa
Clara. Diciembre de 2005.

Comencé a padecer de escoliosis dorsal con vértice hacia el


lado izquierdo, que me ha producido un abultamiento de la par-
te posterior de las costillas del lado izquierdo. Hace más de 15
años sufrí dolores de artritis. Estuve utilizando zapatos ortopé-
dicos hasta diciembre de 1990. En esa misma época los dolo-
res reaparecieron, pero más fuertes y en ambas piernas además
del sacro y eran prolongados. También me dolía la nuca y me
daban mareos. En ese estado concurrí a la consulta de Lino en
el Hospital Salvador Allende en diciembre de 1991, me trató
con quiropraxia y digitopuntura. Me sentí aliviada de los dolo-
res. Recibí 8 sesiones más de tratamiento. También me atendió
problemas digestivos. El resultado del tratamiento ha sido gran
reducción de los dolores de las piernas y la espalda baja, in-
cremento de la fuerza muscular, por lo que puedo caminar más
rápido y subir las escaleras con mucha mayor facilidad. Tam-
bién ocurrió una mejoría en las digestiones y tengo más apetito,
quedando unos dolores moderados en el estómago. En resumen,
mejoré apreciablemente.
Eloína Rodríguez Basnuevo. Edad: 82 años. Calle 3ra.
no. 61 entre A y B, Reparto Virginia, Santa Clara, Cuba.

23.01.1992.

Acudí al doctor Lino por tener un esguince en un pie que no


me permitía caminar hacía tres meses, además de presentar dolor
intenso en la cervical y en la columna. En la primera sesión des-
apareció el dolor y toda molestia.
Ramona Linares Pedroso. Calle Napoleón Diego, entre 20
y 22, Edificio no. 15, Cumanayagua,

Cienfuegos, Cuba. 11/12/2001.

200
Mi niño de siete años tuvo 2 fracturas en la cervical, producto de
una caída en la escuela. Lo ingresaron inmediatamente pero no
lo podían operar porque era en la primera vértebra. Los médicos
decidieron esperar a que el niño creciera para ver si la fractura se
cerraba. Me enteré del doctor Lino y enseguida traje al niño. El
doctor le dio 4 sesiones. En la tercera fui al médico y le hicieron
una placa cuyo resultado fue asombroso: las vértebras estaban en
su lugar, parecía que el niño no había sufrido de fractura alguna.
Realmente fue un milagro y una gran bendición. Eternamente
agradecidos. ¡Qué dios lo bendiga por siempre!.
Yanisel Acosta Hernández, 28 años. Calle 30, no. 3109,
entre 31 y 33, Municipio Jaruco. Provincia La Habana.

23/2/2006.

En el año 1985 sufrí un accidente automovilístico que me pro-


dujo un estrechamiento entre dos vértebras de la cervical. Desde
1998 venía sufriendo mucho dolor en la espalda, cuello y cabeza
y en 4 consultas con el doctor Lino desaparecieron mis dolores.
Le estoy muy agradecido a Lino.
Reynaldo Martín Aguilera. Calle 42 no. 1917 apto.4,
entre 19 y 21, Municipio Playa, Ciudad de La Habana,

Cuba. 29/04/2002.

Supe de la existencia del doctor Lino cuando tenía a mi niño


enfermo. Hacía casi un mes que estaba haciendo fiebre recurren-
te de 390 C. y todas las pruebas que le hacían daban resultado
negativo. Una vecina me llevó con Lino. Este me dijo que si yo
quería saber dónde estaba la infección, le hiciera un exudado
naso-faríngeo. Efectivamente, el resultado dio alterado. En tres
visitas al doctor Lino el niño volvió a la normalidad Cuando acu-
dí a la consulta del doctor Lino en abril de 2001 sufría de dolor
en la cervical, con crisis de náuseas, vértigos, cefalea y vómitos;
padecía de inflamación pélvica y de dolor frecuente en hipocon-
drio derecho. Tenía bacterias en los riñones, según diagnóstico
del Hospital Julio Trigo. Me sentía mal de los nervios. Tuve 10

201
sesiones de tratamiento con Lino por espacio de 2 semanas. A los
tres días de comenzar el tratamiento ya estaba bien de la cervical.
Desde el inicio desapareció la inflamación pélvica. El dolor del
hipocondrio desapareció en los primeros días. En cuanto a los
riñones, sin haber tomado medicamento alguno, a los pocos días
de haber comenzado a tratarme con Lino, repetí el análisis y dio
negativo. De los nervios no me curé del todo pues no pude asistír
más a su consulta.
Dolores Almeida Cedeño. Edad: 48 años. Calle María
Luisa no. 230, Mantilla, Arroyo Naranjo, Ciudad de La
Habana, Cuba. 16/04/2001

Con padecimientos de hernia discal, sin apenas poder caminar


fui a la consulta de Lino. En la actualidad puedo hacer fuerza y
levantar pesos y aunque a veces tengo un pequeño dolor, nun-
ca he caído en crisis. También tenía oclusión de las carótidas,
pero al repetirme los exámenes los resultados han mejorado y me
mantengo estable.
Raúl Rojas. Ave. 9na. no. 4204 Playa, Ciudad de La
Habana. 57 años. Diciembre de 2005.

Vine a ver al doctor Lino por una hernia discal en la zona sacro-
lumbar, que desde hacía 2 años me producía muchos dolores, a
duras penas podía caminar. Me sometí a diversos tratamientos
y nada. Voy por 6 sesiones con el doctor Lino y la mejoría es
asombrosa. No me ha dolido más la columna, ya puedo caminar
derecho porque antes estaba jorobado; solamente me queda un
poco de dolor en la pierna izquierda que estoy seguro desapa-
recerá también. Estoy muy contento y agradecido a este santo y
maravilloso doctor”. ¡Qué Dios le dé mucha salud y lo bendiga
por siempre!
Eudelio Ramos Martínez, 42 años. Calle 6ta no. 200,
entre C y Lindero, Guanabacoa, Ciudad de La Habana.

20/2/2006.

202
Otro formato utilizado por el autor para recoger testimonios

Acudí a Lino hace 2 meses con una hernia discal muy doloro-
sa que no me permitía caminar. Me vieron varios médicos, tuve
varios tratamientos pero no mejoré. Hasta que di con el “doctor
milagroso”. Ya camino sola, los dolores son leves y muy escasos,
me siento mucho más animada, recuperada, todo gracias al pode-
rosísimo y santo doctor Lino Bárbaro Tomasén Vera. Continúo

203
bien dándome sesiones segura y convencida de que me curaré
del todo. Infinitamente agradecida, suya y a su disposición. El
suegro de mi sobrina se encontraba mal con cáncer. Estaba muy
desanimado y lloraba mucho. Es un hombre que trabaja en el
campo. Lo llevaron con Lino y se curó. Se encuentra trabajando
de nuevo en el campo.
Paula Fuentes Savón, Calle O no. 112
entre 3ra y 1ra, Playa.

Teléf.: 205-3957.
Confirmado 05/2007,

Acudí al doctor Lino en agosto de 1999 por padecer de vértigos,


parestesia, dolores musculares y de la cervical. En 12 sesiones
de tratamiento durante 4 semanas mejoró mi cuadro de pareste-
sia, desaparecieron los dolores musculares y de la cervical y sólo
quedó mareo al girar bruscamente la cabeza. Este tipo de trata-
miento proviene de la antigüedad. El sabio trata a los enfermos
con medios diversos. Respeto ante todo.
Ladisleo Camacho Silva. Calle 28,
Municipio Mayarí, Holguín, Cuba.
19/11/2001.

En 1990, a causa de un accidente, tuve un derrame sinovial


en la rodilla izquierda. Gracias a una vecina supe del doctor
Lino, que atendía (y atiende) con amor a todos los enfermos
que a él lleguen. Vivo muy agradecida al doctor Tomasén ya
que no solamente curó mi pierna en 6 sesiones, sino también
a mi padre, que orinaba con dolor y sangre y a mi nieto de
un año, a quien se le había trancado la orina. Con sus manos,
sin medicamentos, los sanó. Agradecida y con mucho amor se
despide, Eloisa.
Eloisa Álvarez Planche. Calle Concordia no.466 entre
Belascoaín y Gervasio, Cayo Hueso, Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba. Mayo/2003.

204
205
Mi niña nació con displasia ósea. Su crecimiento era
muy lento. Sus manos y su quijada eran muy peque-
ñas, estaban atrofiadas. Los médicos le mandaron a
ponerse un aparato en la mandíbula, pero a ella le
molestaba mucho y no quería ponérselo. Ella quería
aprender a tocar guitarra, pero no podía pues sus de-
dos eran demasiado pequeños. En 1992 cuando tenía
8 años la llevé a ver a Lino. En unas cuantas sesiones
le hizo crecer la mandíbula y los dedos de las manos.
Y pudo tocar guitarra.
Teresa Morales, madre de Dené Casañas de 18 años.
Edif.202 apto.305 Rpto. Camilo Cienfuegos,
Habana del Este, Ciudad de La Habana, Cuba.
29/4/2002.

El 30 de enero me caí y me di un golpe en la pierna izquierda


en la zona que está entre la pantorrilla y el talón, donde muchos
años antes había sufrido una fractura. Esto me provocó inflama-
ción, dolores agudos que se irradiaban casi desde el talón hacia
la zona de la cadera. El dolor era tan grande que no podía dor-
mir, caminaba con dificultad, los calmantes no me aliviaban. Por
último me mandaron acupuntura. Me traté muchas veces, pero
sin ningún resultado. El dolor continuaba aún más fuerte hasta
que, por fortuna, un compañero de trabajo me dio la dirección de
Lino, que en solo 2 sesiones me lo quitó completamente. En estos
momentos continúo atendiéndome con él, para que me arregle la
columna. ¡Cuán agradecido, contento y satisfecho estoy!
Francisco Duncan Villalón, 50 años. Aguacate, no. 513,
entre Sol y Muralla, apto. 19, Habana Vieja, Ciudad de La

Habana. 27/2/2006.

Soy vecino del doctor Lino. Me fracturé una muñeca y no podía


mover la mano. El dolor era intenso. Decidí verlo. Él me dijo que
me había visto antes de ir para el trabajo y que pensó decirme que
tuviera cuidado con algún accidente en el trabajo, pero ya yo iba

206
lejos. Me tocó la muñeca y me dio mucha energía. Al anochecer
ya no sentía dolor. ¡Gracias, Lino!
Juan Manuel Vázquez. Calle Concordia no. 416 entre
Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 16/07/2002.

En noviembre de 2001 traje a mi hijo de 3 años a Lino pues desde


los 2 meses padece de histiocitosis o células de Langerhans con
lesiones osteolíticas de cráneo y maxilares, otitis media y diabe-
tes. Como progresión de su enfermedad tiene afectación del cuero
cabelludo (dermatitis seborreica) y lesiones cutáneas a nivel de
pliegues axilares e inguinales. Después de siete sesiones con Lino
por dos semanas, el niño tiene una evidente mejoría de su estado
general. Le subió apreciablemente la hemoglobina, las lesiones de
cráneo se han desinflamado bastante y no le duelen ya. El apetito
se ha restablecido un poco y en 10 días el niño ganó 2 kg. de peso.
Pienso que la asistencia de Lino lo ha mejorado muchísimo y pron-
to le haremos exámenes para ver si se ha curado definitivamente.
El niño se llama Jordán Rodríguez Rabeiro. La madre
Raiza Rabeiro. Calle 70-A no. 2510 entre 27 y 29. La
Salud, Municipio Quivicán. Provincia La Habana, Cuba.
12/12/2001.

En octubre de 1999 acudí al doctor Lino por inflamación en el


codo derecho, dolor cervical y fuertes dolores del nervio ciático.
Recibí 5 sesiones de tratamiento por una semana y desaparecie-
ron los dolores y la inflamación. Opino que Lino es un gran mé-
dico, capaz de curar cualquier síntoma.
Giovanni Galeotti. Via Garibaldi no. 20. Bologna, Italia.
Teléfono 00516555157. 24/09/2001.

A los 9 meses de vida, a mi hija Laura Suárez Queris se le detectó


un PCA de 2 mm. A los dos años y 10 meses de vida en diciem-
bre de 1976, se le diagnosticó necrosis aséptica de la cabeza del

207
fémur. La cabeza del fémur quedó totalmente plana. En enero de
1997 visité a Lino. En siete sesiones de energía la cabeza comen-
zó a regenerarse como nueva, el PCA desapareció.
Lilliam Queris Hernández, madre de Laura. D´Strampes
no.170 esquina a Libertad, Santos Suárez, Municipio 10 de

Octubre. Ciudad de La Habana. Junio/2003.

Soy bailarina. Sufría de osteocondritis, problemas en la columna,


inflamación de los huesos. Me he visto con los mejores doctor es
del país, me hice muchos tratamientos, fisioterapia, infiltraciones
en el pecho, pero no encontraba mejoría. Estuve así un año. Los
médicos me dijeron que no podía limpiar ni lavar ni bailar. Gra-
cias a Dios y a Lino hoy puedo bailar. Pero lo más grande de todo
es que a la semana de iniciar el tratamiento ya podía hacer de
todo y nunca más he sentido algo. No tengo cómo agradecerle lo
que ha hecho por mí. Le aconsejo a todo el que tenga problemas
de salud que venga a verlo. De verdad que hace milagros. Con
mi respeto.
Mercedes de la Caridad Álvarez Gamiotea. Edad: 30 años.
25/05/2002.

Desde niña he tenido muchos padecimientos en las rodillas. Me


han operado 10 veces. En la última operación me pusieron una
prótesis y casi no caminaba. Quedé muy afligida y mal de los
nervios. Después de acudir a Lino, en agosto de 2000, comencé a
sentirme mejor al punto que en diciembre me incorporé a trabajar
y ya casi ni usaba el bastón. Tenía padeci-miento de la columna y
sacrolumbagia y me siento muy bien ya de todo. ¡Su tratamiento
ha sido maravilloso!.
Raquel González Jiménez. Edad: 44 años. Concordia no.
419 entre Gervasio y Escobar, apto 409, Centro Habana,
Ciudad de La Habana, Cuba. 26/01/2002.

Mi padecimiento es inflamación en la rodilla derecha, llevo mu-


chos meses sufriendo de dolores intensos, sin apenas poder cami-

208
nar. Cojeo mucho. Me diagnosticaron artrosis y he utilizado an-
tinflamatorios y pomadas analgé-sicas, pero no mejoraba. Acudí
a la consulta del doctor Lino y hoy es la segunda sesión y puedo
decir que desde la primera, experimenté un alivio muy grande,
Camino mejor, tengo menos dolor, subo y bajo el coche con más
facilidad al igual que las escaleras, en fin, me siento mucho mejor
por lo que voy a continuar asistiendo a su consulta. Tengo mucha
fe en él.
Olga Tres Palacios. Edificio no. 660.
apto 7 entre Gloria y Misiones.

Habana Vieja.
Ciudad de La Habana. Edad.
75 años. 2006.

Asistí a 3 sesiones de tratamiento del doctor Lino por una ten-


dinitis calcificada por dos lugares en el hombro. A la segunda
sesión ya yo estaba haciendo de todo. Gracias a las maravillosas
y prodigiosas manos de este médico.
Gladys García Dopico. María Luisa no. 667 entre Sofía y
Pilar, Ciudad de La Habana. 24/05/2002

Sufría de tendinitis de mano derecha. Durante 6 meses me hice fi-


sioterapia e infiltraciones sin mejorías. Vine aquí y en unas cuan-
tas sesiones se me curó la mano. Hoy dos años después, tengo
mi mano bien y puedo trabajar y hacer las labores de la casa sin
ninguna dificultad. Gracias.
Rosario R. Romero, Edad 59 años, calle 107 edificio 3
apartamento 35, entre 20 y 22, Sierra Maestra, Boyeros,

Ciudad de La Habana. Diciembre de 2005.

Padecía de tendinitis y me habían programado la operación


para el 20 de agosto de 2005. Acudí al doctor Lino y me curé
totalmente. Ahora me está tratando un quiste en el hígado que
de 13 cm. se ha reducido en la actualidad a 8 cm. Continúo
visitando su consulta para curarme del todo. Felicito al doctor

209
Lino y le deseo muchos éxitos en su vida personal y profe-
sional.
Nelda Puig, Dirección H no. 506 entre 21 y 23, vedado, 65
años. Diciembre de 2005.

Tenía tendinitis en el brazo izquierdo desde hacía un año, que el


tratamiento médico no pudo aliviar. En las siete ocasiones que
visité a Lino, me curé.
Yanet Cabrera, Edad: 26 años. San Miguel no. 509,
Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 26/11/2001

Hace 8 años, cuando tenía 12, me operaron en el pediátrico de


Centro Habana de Osteomelitis en el tobillo izquierdo. Cerca
de un mes después asistí a la consulta de Lino y en una sola
semana todo el tejido óseo infectado que me habían extirpa-
do se regeneró exitosamente. Le agradezco mucho su ayuda
con la enfermedad y aunque no comprenda bien esa misteriosa
energía, sé que en estos momentos puedo correr y caminar.
Alejandro Cuba Ruiz. Teléfono 8706417, Estrella no. 901,
apto 2, Centro Habana, Ciudad de La Habana.

Acudí a Lino porque no lograba salir embarazada en 5 años de


intentos con mi pareja. Nos hicieron todos los chequeos mé-
dicos tanto a mí como a mi esposo y todo era normal. Cuando
me iban a destupir las trompas, conocí de Lino y decidí ir a
verlo primero. En 4 sesiones de tratamiento por espacio de 4
semanas logré salir embarazada. Hoy tengo 28 semanas de
gestación.
Arelis García Garcia. Edad: 29 años. Calle María Luisa
no. 667 entre Sofía y Pilar, Reparto Averoff,

Mantilla, Arroyo Naranjo, Ciudad de


La Habana,
Cuba.
16/10/2001

210
Hacía 4 años que trataba y no salía embarazada. Asistí a la con-
sulta de Lino y a la cuarta sesión lo logré.
Anisley García. Edad: 29 años. María Luisa no. 667 entre
Sofía y Pilar, Ciudad de La Habana. 24/05/2002

Perdí un embarazo hace dos años y no salía en estado. Empecé


a visitar a Lino y a la 9na. consulta salí embarazada. Además,
padezco de artritis y he mejorado mucho, me duelen mucho me-
nos los huesos. Estoy satisfecha de haber conocido a Lino. Estoy
muy feliz, pues cuando me tocó con sus manos pude realizar mis
sueños. Le doy las gracias a Lino y recomiendo al que tenga pro-
blemas que vaya a verlo.
Jackeline Jiménez Conde. Calle Gervasio no. 317 entre
Neptuno y San Miguel, Centro Habana, La Habana.
07/07/2002

Logramos una niña llamada Jazmín Pérez Burgos el día


19/12/2005 gracias a la energía de Lino después de haber perdido
tres embarazos. Dic./2005.
Mi esposa y yo estuvimos más de 10 años atendiéndonos por in-
fertilidad sin ningún resultado. Acudimos a ver al doctor Lino en
septiembre de 2005, ambos recibimos 10 sesiones de tratamien-
to. El doctor me había detectado una prostatitis y a mi esposa
útero fibromatoso, que le impedía salir embarazada. Él nos ase-
guró desde el primer día, que mi esposa iba a salir embarazada.
Después de una larga y angustiosa espera, gracias a Lino mi es-
posa lo acaba de lograr a principios de este año 2006. Yo me curé
de la prostatitis. Estamos realmente muy contentos, satisfechos y
agradecidos por este milagro.
Juan Hernández Mederos, 44 años. Milagros Herrera Lam,
43 años. Calle 78, no. 1119, entre 11 y 13, Playa, Ciudad
de La Habana. Teléf.: 203-2290. 10/2/2006.

En el 2004 sufría terribles dolores en la pierna izquierda por cia-


talgia. Casi no podía caminar. Vine a la consulta de Lino y desde

211
la primera sesión sentí un gran alivio. Me di ocho sesiones en
total y me curé. Nunca he vuelto a sentir esos dolores.
María Regla Rodríguez Álvarez. Belascoaín no. 409 apto.
40 entre Zanja y San José. Centro Habana, Ciudad de La
Habana. Telef. 879-8301. Edad. 63 años.

En 1996 padecí por varios meses de un ruido muy agudo y mo-


lesto en el oído derecho. Los médicos que me vieron no lograron
resolver el problema, que nunca supe qué fue. Gracias a Dios
contacté con el doctor Lino Tomasén y al tercer día de tratamien-
to el ruido desapareció completamente y para siempre.
Xiomara A. Pérez Rodríguez. Benjumeda no. 661
entre Pozos Dulces y Almendares, apto.5, Plaza de la

Revolución, Ciudad de La Habana. Teléf.: 879-8391.


20/05/2002. Confirmado en 05/ 2007.

Mi hijo Youseff nació el 2 de mayo de 1979. Su niñez fue relati-


vamente normal hasta los 5 años. En la escuela lo sentaban cerca
del pizarrón por su sordera. De joven se sentía acomplejado con
su padecimiento. En el hospital de emergencias Freire de Andra-
de le diagnosticaron sordera congénita, incurable pues la cavidad
del oído estaba totalmente sellada. En el Hospital “Hermanos
Ameijeiras”, cuando Youseff tenía 16 años me dijeron que mi
hijo era sordo y que nada se podía hacer por él. Pasaron 8 años,
pero hace dos meses mi hijo dejó de ser sordo, gracias a Dios.
Fue con su papá Luis Pedro Vázquez Rodríguez a la consulta del
doctor Lino Tomasén en calle Concordia no. 410, Centro Haba-
na. En 5 consultas mi hijo dejó de ser sordo congénito. Ahora
trabaja como mecánico automotor, ya que siendo sordo no podía
escuchar el sonido del motor para afinarlo.
Migdalia Leyva Romero, madre de Youseff Rodríguez
Leyva. 02.01.2003

El doctor Juan Carlos, Oncólogo del Hospital Miguel Enríquez,


al yo manifestarle que mi médico me había sacado un cálculo de

212
4 milímetros. del riñón, me manifestó: “El único en el mundo que
hace eso es el doctor Lino Tomasén”.
Raldo M. Torres. Edif. A-33 apto.20 Zona 11, Alamar, H.
del Este, Ciudad de La Habana. 24/05/2002

Padezco de cálculo en los riñones desde los 14 años. Periódica-


mente sufro al orinar y me inyecto Espasmoforte en vena, que no
me cura. Es un tratamiento paliativo simplemente. Pero un día
apareció en mi vida el doctor Lino y en 3 tratamientos pude ex-
pulsar 4 cálculos. Luego del primer tratamiento, llegué a mi casa
y con ardor al orinar expulsé el primer cálculo. Al día siguiente,
expulsé los otros.
José Antonio Vargas Santos. Montero Sánchez no. 29,
Vedado, Plaza, Ciudad de La Habana. Teléfono: 832-2061.
23/07/2002

Desde 1987 presentaba litiasis renal múltiple, cólico nefrítico re-


sistente a tratamiento. Hace un tiempo llevaba 3 días asistiendo
al cuerpo de guardia, me habían inyectado 2 Avofortán en vena
y un suero también en vena. El alivio era momentáneo. Vine con
Lino y me dio una sesión de tratamiento. Tuve la sensación de
que el cálculo ya tenía movilidad. Al día siguiente era más fuerte
la mejoría, no sentí la necesidad de darme otra sesión de trata-
miento. A las 2 semanas expulsé el cálculo que medía aproxima-
damente 3x2x1 mm. Después de eso no he vuelto a tener cólico
nefrítico.
Andrés Amián Gómez Soria. Bernardo Posse no. 20305 esq.
3ra. San Miguel del Padrón, Ciudad de La Habana.
Telf.: 91-2015. 2006.

Créalo o no, lo cierto es que Sandy se curó. Nuestra gatita San-


dy de 8 años, pelicorta, blanca, con manchas negras y amarillas
en la cabeza y rabo, hermosa y simpática como todos los gatos,
padeció de hematuria debido a cálculos (de oxalato de calcio)
en la vejiga; operada y con tratamiento de antibióticos varias

213
veces, hizo una crisis, esta vez más aguda que la de hace un año.
Una nueva operación parecía inevitable. Un amigo nos habló
del doctor Lino Tomasén y ni cortos ni perezosos fuimos a su
casa a conversar con él, un poco apenados porque se trataba de
una mascota (lo cual para algunas personas puede parecer una
ridiculez), le planteamos el caso y nos respondió afirmativa-
mente (él ya había tratado con anterioridad casos parecidos o
en otras especies de animales). Llevamos a Sandy a su consulta
dentro de una jaulita rosada, Sandy que no es una gata muy dó-
cil se negó a salir de ella, entonces Lino pasó sus manos alrede-
dor. Un poco escépticos repetimos la sesión en tres ocasiones,
en días diferentes, por unos pocos segundos y aunque parezca
increíble, Sandy mejoró inmediatamente, dejó de sangrar, los
cálculos desaparecieron (los rayos X lo confirmaron) y un año
después no ha vuelto a repetir su enfermedad. Así que si tiene
dudas sobre este tipo de tratamiento, deje los prejuicios a un
lado, no pierda tiempo y aunque no es magia por supuesto, no
hay dudas de que su efectividad está probada, nosotros lo com-
probamos.
Margarita González, psicóloga y Leonardo Acosta,
periodista y musicólogo. Calle 17 no. 1422 entre 26 y 28,

Municipio Centro Habana,


Ciudad de La Habana,
Cuba. 26/01/2002.

Acudí al doctor Tomasén Vera con incontinencia urinaria, pade-


cida desde 3 años atrás. Siempre tenía que estar con paños que
cambiaba constantemente. Desde que visité al doctor Lino vi
una mejoría, luego de ser operada simbólicamente, desapareció
la incontinencia urinaria. En estos momentos soy una persona
normal, gracias a Dios.
Mirta Ibáñez, San Lázaro no. 661 entre Gervasio y
Belascoaín, Centro Habana,
Ciudad de La Habana. Teléfono 866 7645.
Diciembre de 2005.

214
Insuficiencia renal grado IV producto de un lupus eritematoso.
Desde que comenzó a atenderse con el doctor Lino nunca ha te-
nido que ingresar a pesar de ser una enfermedad incurable.
Marloy Villavicencio Andrés. Calle 70, no. 6311, entre
63 y 65, Guanajay, Provincia Habana. Diciembre de 2005.

Me diagnosticaron insuficiencia renal de primer grado. Tenía que


comer bajo de sal y poca proteína. Me enteré del doctor Lino y en
la octava sesión me dijo que me hiciera la prueba de creatinina.
Todo estaba normal.
Leonel Hernández Serrano, 62 años. Ave. 283, no. 10413,
entre 104 y 108, Calabazar, Boyeros, Ciudad de La

Habana. 30/01/06

Yo tengo un riñón cloraliforme y se me dificultaba orinar. Tenía


mucho dolor y bajé de peso. Gracias al doctor Lino he engorda-
do, ya no tengo dolor y orino en abundancia.
Aracelia Lugones Ponbo. 51 años, Finca Santa Eloisa,
kilómetro 3 ½ carretera de Managua, Reparto Sierra

Maestra. Diciembre de 2005.

Llegué a la consulta de Lino con sepsis urinaria que como conse-


cuencia me provocaba dolor en la espalda que me impedía cami-
nar. Con sólo una sesión de tratamiento logré sentirme mejor. Al
siguiente día me realicé un examen, que dio como resultado que
ya no tenía infección.
Elisa Iris Escalona Arias. Edad: 18 años. Estudiante de
Licenciatura en Enfermería. Calle 30 no. 3304
entre 39 y Final, Cabañas,

Mariel, La Habana.
16.01.1992

Después de dar a luz se le presentó a Maylín una fuerte infec-


ción en los riñones, le subió la presión, tuvo falta de aire y una
abundante pérdida vaginal. Estaba en terapia intensiva. Al pasar

215
la segunda vez con su foto por la consulta de Lino, este me dijo
que ella mejoraría ese día. Cuando regresé al hospital estaba muy
bien a pesar de haber estado grave. Al otro día fue dada de alta.
Hoy se encuentra bien. Los médicos aún no han sabido qué es lo
que tenía que en dos días mejoró.
Reynaldo Jimeno Guda, Telef.: 866-0710.
Maylín Puig Cruz, Calle 4ta., entre G y
Calzada de San miguel,
Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

Traje a mi hijo Juan Carlos Grasso Ledón de 13 años a la con-


sulta del doctor Lino por una dermatitis que tenía en la pierna y
una pústula (llaga, postilla) en la cabeza. Los médicos le habían
indicado varios tratamientos y no había mejorado. Mi hijo es de-
portista y se sentía muy decaído, con falta de energía. El doctor
Lino con sus manos, en una sola sesión, lo curó completamente
de estas dolencias. Realmente es un milagro, estamos muy agra-
decidos su papá y yo por lo que hizo por nuestro hijo.
Georgina Ledón. Ánimas no. 657 entre Belascoain y
Gervasio, Centro Habana, Ciudad de La Habana.

Hace aproximadamente 15 días se me presentó en la zona de la


cabeza un herpes zóster (culebrilla). Fui al doctor Lino, que cura
con las manos. En la segunda sesión experimenté que ya me esta-
ba curando, hoy vine por cuarta vez y estoy completamente bien.
Que Dios lo bendiga, doctor. Muchas gracias.
Ernesto León Hernández. Calle H no. 305 entre 13 y 15,
Vedado, Ciudad de La Habana. Edad. 41 años. Telf.: 836-
2203. 17/01/06

Diagnóstico: obstrucción intestinal. En dos sesiones con Lino,


Hortensia se levantó de la cama a recibir a las visitas. La mamá
está muy esperanzada. Se le dieron dos sesiones de nuevo. El
viernes se iba a operar, pero no fue necesario pues estaba mejo-

216
rando. Fue Lino el que influyó en el criterio de no operarla. El fin
de semana ha mejorado muchísimo.
Hortensia Aragón Paz, 30 años, Ave. 26 no. 8790, entre 26
y 28 Nuevo Vedado, Ciudad de La Habana.

Diciembre de 2005.

Tuve diarreas continuadas durante aproxima-damente un mes y


medio. Durante ese tiempo me hicieron diversos análisis de he-
ces fecales, tratamientos antiparasitarios, ultrasonido, gastro, etc.
y no se pudo determinar las causas que las motivaban. Hubo que
hospitalizarme por lo decaída que me sentía. Me pusieron sueros
y recuperé algunas fuerzas. Al tercer día me dieron el alta con las
diarreas controladas y con turno para otras investigaciones. Ese
mismo día las diarreas comenzaron de nuevo. Al día siguiente mi
esposo me llevó a la consulta del doctor Lino Tomasén. Tuve 13
sesiones de tratamiento con Lino en 4 semanas. A las 3 sesiones
las diarreas habían disminuido. A las 5 ya estaban controladas.
Luego seguí mejorando anímicamente. Quedé totalmente bien. A
Lino mi agradecimiento por haberme curado.
Melania Piñera López. Edad: 63 años. Virtudes no. 881,
Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba. 09/03/2002.

Mi hijo pequeño nació con 26 semanas, con estrechez en el esó-


fago. Bajaba de peso y corría el riesgo de desnutrirse. No man-
tenía los alimentos, vomitaba después de ingerirlos. A pesar de
seguir al pie de la letra el tratamiento del pediatra, cada día estaba
peor. En 20 sesiones de tratamiento con Lino durante 4 semanas
el niño quedó totalmente curado.
Lázaro Andrés Hernández Cisneros. Vista Hermosa edif.
608 apto.3-D entre Concepción y Sta. Ana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 23/8/2001.

En septiembre del 2000 fui atendido por Lino. Padecía una giar-
diasis, de ataques epilépticos y de mal comer. En 10 consultas
mejoré totalmente de estos padecimientos y no me han dado más

217
ataques epilépticos. En cierta ocasión tuve un accidente y me sa-
lió una bola en la cabeza. Fui atendido por Lino y al día siguiente
ya estaba eliminada la bola.
Rancel Parejas González. Edad: 14 años.
Concordia no. 409 entre Gervasio y Escobar,
Vedado, Plaza,
Ciudad de La Habana, Cuba.
5/04/2002.

Durante años padecí de una insuficiencia enzimática que me


impedía ingerir productos lácteos. Además, con el decursar del
tiempo se me había hecho sumamente pesada la digestión de le-
gumbres y chocolates. Según se me había diagnosticado, la do-
lencia que yo padecía era progresiva e incurable. Acudí al doctor
Lino en 1997 y tuve una sola sesión de tratamiento que duró va-
rios segundos. Quedé totalmente curado y ahora puedo ingerir
con libertad cualquier alimento.
Ing. Luís Antonio Bonito Lara. Calle Mazón no. 112,
Municipio Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba.
Teléfono 878-3438.
01/10/2001.

Conocí a Lino recomendado por mi sobrina que ya es su pacien-


te. Milagrosamente curó a mi hijita de 5 meses que está a pocos
días de cumplir un año. Ella tenía una hipotonía generalizada,
no movía las manos, ni los pies ni la cabeza. ¡Nada! Y hoy ya
camina, tiene dientes, hace de todo, gracias a él. Muchas gracias
y mucho amor. Diciembre de 2005.
La niña sigue muy bien, no ha vuelto a tener más problemas.
Junio de 2007.
Ana Emilia Jiménez Cárdenas, Ave. 63, no. 12825, entre
128B y 130, Ciudad de La Habana.
Telef.: 267-2273.
Confirmado en 2007.

218
Vine en el verano desde Holguín con muletas a causa de una
crisis gotosa. En la primera sesión solté la muleta y hasta hoy,
diciembre del 2005, no he vuelto a tener crisis igual a esa. He
mejorado notablemente.
Gladys Fernández: Calle I no.411 esquina a 21. Diciembre
de 2005.

Llevaba 18 años padeciendo neuralgia trigeminal. El dolor co-


menzó siendo leve, pero poco a poco se hizo intenso. Tuve una
intervención quirúrgica y tratamiento con Carbamazepina, 6 ve-
ces al día, así como tratamiento con acupuntura. No fumaba ni
tomaba café. El doctor Lino logró en una sola sesión de trata-
miento que dejara de sentir ese dolor.
Emerio Escalona Escalona. Revillavigedo no. 215 apto.
13 entre Misión y Esperanza, Habana Vieja, Ciudad de La
Habana, Cuba. (Sin fecha).

En noviembre de 2001, cuando concurrí a la consulta de Lino


padecía de neurosis y reacción a la adaptación. No he sido visto
por el médico que me atiende pero sí estoy curado (en solo 4
visitas a Lino, durante una semana). Antes no salía de mi habi-
tación ni quería relacionarme con nadie. Vivía todo el tiempo a
base de medicamentos. Hoy todo ha cambiado. Por favor Lino,
siga siempre ejerciendo la gracia y el don de repartir sanidad,
que es lo más hermoso, lindo y grande que pueda existir en el
universo, siempre con amor y amor al prójimo. Gracias a Dios
por ese don.
Billi A. Borges. Edad: 15 años. Martí no. 325, Baracoa,
Provincia Habana, Cuba. 23/1/2002.

Mi hija Taili presentó en 1991 una parálisis del nervio ciático po-
plíteo externo que le impedía bailar (era bailarina de ballet). En
10 sesiones de tratamiento del doctor Lino recuperó la movilidad
de la pierna y a los dos meses ya estaba bailando nuevamente.
Fidel Presmani, La Habana, Cuba. 01/10/2001.

219
Acudí en julio del 2001 al doctor Lino por presentar parálisis
parcial en el ojo izquierdo. Estuve ingresada en el Hospital Pro-
vincial Gustavo Aldereguía Lima, en la sala de Neurología, en la
cual me hicieron varios estudios, placas, tomografía, etc. Tam-
bién fui tratada en el Hospital CIMEQ donde me hicieron una
resonancia magnética. Esas pruebas no pudieron ser realizadas
del todo pues mi organismo rechaza el yodo, que es un elemento
fundamental para estas pruebas. En dos sesiones con el doctor
Lino he sentido una apreciable mejoría. En la segunda sesión el
ojo ya se abría totalmente. No he vuelto a realizarme estudios
médicos, me siento muy satisfecha y contenta y he recuperado la
esperanza perdida.
Roselia Negreira Pérez, Ave 62 no. 6310 entre 63 y 65,
Ciudad de La Habana, Cuba. 1/9/01.

Cuando acudí al doctor Lino Tomasén, en julio de 1977, esta-


ba afectado por una parálisis de la hemilaringe derecha, glotis,
epiglotis y velo del paladar, que me había sido investigada pro-
fundamente en el Hospital Hermanos Ameijeiras sin resultados
curativos. Todo ello se debía a una parálisis del nervio recurrente
derecho. Hice varias broncoaspiraciones. Se realizó una consulta
con el Hospital Johns Hopkings de Boston en Estados Unidos,
que ratificó el diagnóstico, pero sin tratamiento curativo reco-
mendado. A este diagnóstico, el doctor Tomasén agregó que la
parálisis del nervio recurrente era consecuencia de su compre-
sión por las vértebras cervicales. Tuve 8 sesiones de tratamiento
con Lino durante 8 semanas. Después de la tercera sesión quedé
curado totalmente de la parálisis de glotis, epiglotis y velo del
paladar, y después de la octava sesión se eliminó la parálisis de
la laringe. Recuperando totalmente la voz. Actualmente estoy en
tratamiento por polineuropatía periférica inflamatoria, que tiene
como base la enfermedad de Charcot-Marie-Toth, en mi caso de
carácter hereditario, diagnosticado en el Centro de Investigacio-
nes Médico-Quirúrgicas (CIMEQ) en noviembre del 2000, con
tratamiento de inyecciones de Badoyecta-Tri y Neurovión 5000,

220
sin haber logrado mejoría alguna. También estuve ingresado 2
semanas en el Hospital Hermanos Ameijeiras con anterioridad,
donde el diagnostico fue de polineuropatía periférica de origen
diabético y como tratamiento recibí inyecciones de vitaminas B1,
B6 y B12. También sufría giardiasis. Es incuestionable que el
tratamiento bioenergético del doctor Lino en 1977 salvó mi salud
en aquel momento. Espero que en esta ocasión el tratamiento de
Lino me ayude a recobrar la salud, y me eliminé las dolencias
actuales.
Humberto Valdés Ríos, Calle Aguila no. 760, 4to. piso
(entrada por C. Suspiro) entre Monte y Corrales, La
Habana Vieja, Cuba. Teléfono 863-9297, 25/8/01.

Este paciente falleció en octubre de 2006. Refiere su hija


Irina Valdés Nodal que su fallecimiento se debió a una is-
quemia. El paciente había sido intervenido quirúrgicamente
10 veces. Irina confirma lo que expresaba Humberto en su
testimonio en 2001. El había dejado de visitar a Lino porque
vivía en altos y la escalera le resultaba muy alta. Refiere Iri-
na que ella en muchas ocasiones llevaba la foto de su padre
a Lino y vio en la consulta a niños con un estrabismo muy
pronunciado que resultaron curados, también vio personas
entrar con bastones y salir caminando bien. También ella lle-
vó a su bebé que sufría de ataques de llanto y mejoró consi-
derablemente. Actualizado en junio de 2007.

En enero de 1991 no caminaba, había perdido la mente. Estaba


desahuciada sin posibilidades. En 8 sesiones de tratamiento con
Lino por dos semanas ya estaba totalmente recuperada, caminan-
do y hablando.
Leonila Hernández, Edad: 83 años. Calle 25 no. 1066,
Pedro Betancourt, Matanzas, Cuba. 26/11/01.

En Junio del 2005 a mi madre Fredesvinda Zúñiga le diagnosti-


caron carcinoma de amígdalas y mediastino con un volumen de 5

221
cm que le oprimía el esófago y no podía ingerir alimento, ni siquie-
ra liquido. Perdía una libra de peso diaria. En agosto por recomen-
dación de un amigo conocí al doctor Lino Tomasén. Desde enton-
ces mi madre comenzó un tratamiento con mucha fe y confianza en
el doctor Lino. Hoy 17/12/05 mi madre casi está curada. Ya come
de todo y con aumento de peso considerable. No ha terminado el
tratamiento, pero los resultados son palpables e innegables.
Juan Antonio Bernal, 1ro. de Mayo, no. 17509, esquina
Circunvalación, Barrio Obrero, Ciudad de La Habana.
Diciembre de 2005.

Este es un testimonio anónimo. Un paciente de Lino me dijo que


conoce a un viejito que estaba con cáncer muy mal y lo trajeron
a la consulta a ver que podía hacerse. Lino lo atendió en varias
ocasiones y el viejito se encuentra curado y trabajando en el cam-
po como si nada hubiera pasado. El reside en las afueras de La
Habana. Para localizarlo se toma la carretera que va del Cano
al Wajay. Cuando llegue al Chico pregunte dónde se encuentra
el restaurante “La Rueda”, tome por la calle que conduce a ese
lugar y en vez de entrar al mismo siga unos metros más, doble
a la derecha y camine hasta encontrar una rotonda, doble a la
izquierda y a los 100 metros doble a la derecha. Allí pregunte por
el viejito que tenía cáncer, todos lo conocen.
Acudí a Lino en junio del 2001 por sufrir de cáncer de próstata
con metástasis ósea en huesos iliaco y cabeza de fémur derecho.
Tuve tratamiento desde abril del propio año y me colocaron son-
da. Posteriormente por rayos X se sospecha también de nódulos
en el pulmón derecho y se me detecta cardiopatía isquémica, por
lo que recibo tratamiento de digoxina y nitropental. Se me indicó
retirar la sonda el 30 de junio y si seguía sin orinar tendrían que
perforarme la uretra. En ese mes acudí a Lino, por recomendación
de una señora que fue curada por él de cirrosis hepática. Lino me
indicó que no me hicieran la perforación. En agosto, luego de 9 se-
siones de tratamiento (3 por semana), mi situación es la siguiente:
no me había realizado más estudios médicos y había suspendido

222
los medicamentos. Lino me dijo que yo tenía cáncer diseminado
por todo el organismo que su tratamiento me iba a curar, así como
lo del corazón. Lino me orientó que tomara como agua común un
preparado de 3 raíces de marabú y una de bambú. Conseguí esas
raíces hace un mes, pero no las he podido conseguir más. En esa
fecha aún no estaba curado, había días que me sentía mejor y otros
me sentía mal, pero sin dudas algo mejoré. Desde el 1ro. de agosto
ya podía orinar sin la sonda. Confiaba que con la ayuda de Dios y
siempre que esa fuera su voluntad, con Lino pudiera recobrar mi
salud. Entregué una foto a Lino por si no podía asistir a la con-
sulta para recibir tratamiento a distancia. En ese mes de agosto di
muchas gracias a Lino por asumir como propio mi dolor y por el
esfuerzo que hacía para devolverme la salud. Confíé en que más
temprano que tarde lo lograría. Tuve un total de 50 sesiones de
tratamiento con Lino hasta el 23 de septiembre en que me dijo que
ya estaba curado. Me hice una placa de rayos X de cadera en esos
días, dando normal. Tengo señalado para noviembre otras pruebas
que incluyen tomografía. Los médicos están asombrados del cam-
bio ocurrido en mí. Espero que las pruebas de noviembre den bien,
pues confío en Lino. Muchas gracias por todo.
Eduardo González Isa. Edad: 60 años. Calle Maloja
975, Cerro, Ciudad de La Habana, Cuba. Prefiero que de
momento no se publiquen mis datos personales, aunque si

este testimonio pudiera ser útil a otros hermanos no me

opondré a brindarlos. 24/10/01

Concurrí ante este gran médico por mi papá que estaba en fase
crítica con metástasis en todo el cuerpo, en solo una sesión mi
padre dejó de sentir dolor, se levantó de la cama y se sentó en
perfectas condiciones, el cáncer era en la próstata.
María Esperanza Torres, vecina de la calle 2da.. no. 79
entre A y Guachinanga, 21/12/05.

El caso que ahora narro le sucedió a una amiga mía a mediados del
año 2005. Su nombre es Mimi, entre 39 y 40 años de edad. Mimi

223
padecía de cáncer en los riñones, los dos estaban ya en muy mal
estado. Estuvo ingresada y tuvieron que operarla de apendicitis de
urgencia. A raíz de esto le detectaron el cáncer y entonces comenza-
ron a mandarle pastillas pero estas hicieron que se hinchara. Mimi se
enteró del doctor Lino en el hospital donde estuvo ingresada, fue a
verlo y a partir de la tercera sesión comenzó a sentirse muy bien. En
total se dio alrededor de 15 a 20 sesiones. El doctor le orientó que se
hiciera los exámenes para que ella misma comprobara que ya estaba
curada, y así mismo fue, el cáncer había desaparecido.
Carmen Benítez Montano, 59 años. Benjumeda no. 661,
apto. 1-A, entre Pozos Dulces y Almendares, La Habana.

Teléf.: 873-3100. 03/03/06

Un tumor benigno de la mano derecha, de operación. El doctor


Lino me hizo una consulta y cuando llegué a la casa ya había des-
aparecido. Le doy gracias y mucha salud para que siga haciendo
la gran obra de curar. Gracias.
Domingo Payan Pérez. Vecino de Santa Martha, Varadero.
Diciembre de 2005.

En agosto del 2001 me dirigí al doctor Lino por nódulo en la


cuarta vértebra dorsal, fiebre, Hodgking (esclerosis nodular) en
mediastino y pulmones, y tos. Tuve 22 sesiones de tratamiento
por 4 semanas. En septiembre me encuentro mejor. Me realiza-
ron una placa de columna donde no se observa ninguna lesión
ósea y una placa de tórax en la cual se observa una gran mejoría.
Opino que el doctor Lino está realizando una gran labor a favor
de la curación de tantas personas que sufren por enfermedades y
en especial destaco que a mi hijo además de mejorar su salud le
ha hecho síquicamente mucho bien.
Reinier Feria Hernández, 122 no. 4108 entre 41 y 43,
Marianao, La Habana, Cuba. 09/01.

Hace 6 años que vengo padeciendo de un fibroma de aproximada-


mente 9.4 cm, con un nódulo de 2 cm y un quiste de 8 mm. Todo

224
esto se me reprodujo nuevamente pues había sido operada en 2
ocasiones anteriores. Comencé a tratarme con el doctor Lino, ya
voy por la tercera sesión y ha desaparecido la inflamación pél-
vica, se me han quitado los dolores de cabeza, solo me queda
una penita de dolor en el vientre. Mi pronta recuperación ha sido
asombrosa y milagrosa. Continuaré tratándome con él hasta que
esté completamente curada. Sumamente agradecida.
Marielena Estrada Díaz, 38 años. Edif. E, apto. 11,
Reparto Santa Mónica, Quivicán. Telef.: 42-690,10/2/2006

Hace años que vengo padeciendo de abundantes sangramientos


durante la menstruación y dolores agudos con punzadas y calam-
bres, que me atacaban las piernas. Era doloroso caminar, hasta que
fui al médico por salir embarazada. En el ultrasonido detectaron
múltiples nódulos fibromatosos, el mayor de los cuales medía 43 x
47 mm. Con testosterona se detuvo el sangramiento. El médico me
aconsejó que me operara los nódulos después de parir. De eso hace
ya 5 años. Acudí al doctor Lino. Me he dado 2 sesiones y ya en la
primera ocurrió, diría yo, un milagro. Al cabo de más o menos 25
días expulsé un nódulo fibromatoso grande. Voy a hacerme esta
misma semana un ultrasonido para corroborar todo cuanto me ha
sucedido e informárselo al doctor santo y milagroso. La expulsión
de este nódulo ocurrió cuando fui a orinar de noche, no sentí do-
lor alguno cuando este salió, con abundante sangre y un coágulo
enorme, carnoso, de color oscuro. Después de esto he continuado
expulsando restos de nódulos fibromatosos con un poco de sangra-
miento que al rato desaparece, es algo así como una limpieza. Me
siento más liviana, como si me hubiera quitado un peso de encima.
Realmente estoy muy contenta y animada ya que me libré de un
salón de operaciones que tantas complicaciones puede traer. Ahora
estoy segura que después que termine con este proceso purificador
la hemoglobina me subirá y podré al fin realizar mi sueño: salir
embarazada. Muy agradecida le estoy.
Olga Guilarte Cremé, 39 años. Santos Suarez, no. 60,
apto. 5, entre Rabí y San Indalecio. 15/2/2006.

225
Vine a Lino por presentar un dolor que pensaba que era en el hí-
gado, pero era un fibroma. He tenido un resultado satisfactorio,
pues medía 83 mm. y ya mide 64 mm., me siento muy contenta y
espero seguir con el tratamiento hasta que el fibroma desaparezca
totalmente.
Xiomara Ruiz Reinó, Pezuela s/n, Foxa y Chacón, Cojímar,
Municipio Habana del Este, La Habana, Cuba. Teléfono:
97-0715 ext. 62 (farmacia). 11/12/01.

Vine a casa de Lino desesperada. Llevaba 3 meses con fiebre


de 39 a 40 grados. Me ingresaron en el Hospital Ameijeiras y
me hicieron muchísimas pruebas incluyendo biopsia de médu-
la, tomografía, etc., pero no lograron un diagnóstico. Lino en la
primera sesión me diagnosticó un linfoma de Hodkings, la fiebre
comenzó a desaparecer. Vine durante un mes todos los días y
ahora vengo una vez por semana. Me siento muy bien. He recu-
perado las 20 libras perdidas y le doy gracias todos los días por
haberme salvado.
Yrelis Saroza Carvajal, Dirección 25 no. 162 esquina
ave Infanta, Plaza de la Revolución. Teléfono 830 8565.

Diciembre de 2005.

Hace tres meses me atendí en el Oncológico por un lunar que


había aparecido. Antes de hacer los exámenes que me indicaron
he venido a 4 sesiones del doctor Lino. Hoy acudí al médico que
me vio originalmente y al reconocerme no encontraba el tumor
ya que está desapareciendo y es tan pequeño que ni se requiere
el examen indicado.
Silvia Peraza Novo. Ave. 55 no. 9004 entre 90 y 92,
Guanajay, La Habana. Teléfono: 45-6733. 23/07/2002.

Yo, Ana Gloria Milián, escribo mi testimonio aquí para el conoci-


miento de todos aquellos que de una forma u otra les pueda servir
de bien. A mi me diagnosticaron un nódulo en un seno y varias
adenopatías en las axilas en el mes de mayo por lo que tenía que

226
ser intervenida quirúrgicamente para extraer el nódulo y realizar
radical de axila. Después de haberme repetido el estudio médico
dio negativo. Gracias a las manos prodigiosas de Lino Tomasén,
ya estoy bien, no es necesaria la cirugía y me siento feliz.
Ana Gloria Milián. Ave. 99A, no. 4013, entre 40 y 42,
Lotería, Cotorro. 2/8/2006.

Fui diagnosticado con un nódulo en la tetilla izquierda y me


curó el doctor Lino. Gracias a él mi hijo de 3 años con una aler-
gia terrible también fue curado en 10 sesiones (cura ­total).
Noel Morera Cruz, Calle 17 no. 463 / E y F.
Teléfono 832 0873. Diciembre de 2005.

Presenté problemas al hablar, me fallaba la voz. Acudí al médico


y me confirmaron nódulos en las cuerdas vocales, que tendría
que operar próximamente. Gracias a Lino desaparecieron en 10
sesiones. Eternamente agradecida.
Belinda Rodríguez Castillo. Pinar del Río no. 53 entre
Virginia y Ruano, Rpto. Callejas, Arroyo Naranjo,
La Habana, Cuba. 01/11/2002.

Tenía un nódulo en dos cuerdas vocales. Me di tratamiento con


el doctor Lino que me dijo que me los quitaba. Asistí a Lino 4
veces. Cuando vi a mi doctora, ella me dijo que los nódulos ha-
bían desaparecido.
Alfredo Fumero Peraza. Ceiba del Agua. Diciembre de 005.

A mi esposa Jackelín le salió un quiste en el ovario que a veces


la molestaba y le propusieron operación. Desde que Lino la tocó
quedó curada totalmente en 3 sesiones.
Ulises González Moreno, esposo de Jackelín. Concordia
no. 416, Centro Habana, La Habana. 15/07/2002.

Al acudir a la consulta en septiembre de 2001 tenía un quiste en el


ovario derecho con membranas y tabiques de 5,4 cm. de diámetro.

227
Tenía dolor constante pero leve. A las 4 sesiones en 15 días de
tratamiento con Lino, ya los síntomas habían desaparecido. Ya no
me daban los dolores y al volver a hacerme el ultrasonido el quiste
medía 1,5 cm. y no tenía ni membrana ni tabiques. Debo hacerme
el último ultrasonido en dos meses, pero yo sé que el quiste que
iba a ser operado inmediatamente en aquel entonces, ya habrá des-
aparecido. El doctor Lino posee un Don que Dios le ha dado para
beneficio del mundo. Yo doy gracias por haberlo conocido y por
tener la oportunidad de ser atendida por él y por creer en él.
Mayelín Verdecia Carballo. Edad: 21 años.
Telef.: 862-2189. Reina 404, apto. 10, entre Gervasio y
Escobar, Municipio Centro Habana,
Ciudad de La Hababa, Cuba.
13/1/2002.

Por este medio doy a conocer que el doctor Lino Tomasén me


redujo un quiste ovárico que medía 83x74 mm. Me iban a inter-
venir quirúrgicamente, pero al hacerme un segundo ultrasonido
solo medía 28x28 mm., por lo que decidieron no operar.
Aida Almeida. Lealtad no. 313
entre San Miguel y Neptuno,

Centro Habana, La Habana.


25/05/2002.

Tenía un quiste muy grande en el seno. La doctora que me atendía


me habló de la posibilidad de operarme y hasta de mandarme una
mamografía. Conocí de la existencia del doctor Lino y fui a verlo.
Me ha dado 16 sesiones y el quiste ha reducido el tamaño de mane-
ra asombrosa. La doctora se quedó sorprendida y no se lo explica,
me dijo que ya no tenía que operarme ni hacerme la mamografía.
Elena Aguilar García, 42 años. Ave. 15, no. 40401,
Banes, Caimito. 02/02/06.

Tenía 3 quistes, uno de 9 cm. en el ovario izquierdo y dos de 3 cm.


en el derecho. Llevaba dos años con este padecimiento que me pro-

228
vocaba hemorragias abundantes y muchos dolores, hasta que una
compañera de trabajo me habló del doctor Lino. Me di 5 sesiones
con este maravilloso doctor, ya a la tercera sesión experimenté ali-
vio, no volví a sentir más dolor. Después de concluir las 5 sesiones
me hice un ultrasonido y para sorpresa mía y del médico los tres
quistes habían desaparecido. Me siento realmente muy contenta y
satisfecha por esta gran bendición. Mis saludos y respetos.
Bárbara González Tomás, 43 años. Calle 44, s/n, “Finca
Husillo”, Marianao. 23/2/2006.

Tenía un quiste fulicular en el ovario derecho, sangramiento y


cistitis al orinar. Gracias a Lino todo eso desapareció.
Marta Sánchez Paula. Calle 246 entre 31 y 33 A,
Edif. 210, apto.14, San Agustín,
La Lisa, La Habana.
23/05/2002.

Mi niño tenía astrocitoma de segundo grado en el tálamo cerebral,


cuando lo traje a la consulta el tumor había crecido a pesar del
tratamiento de radioterapia (fueron 32 sesiones) por lo que había
que operarlo. El doctor Lino le dio 14 sesiones de tratamiento por
lo que a la hora de la operación, el tamaño del tumor era menos de
la mitad. El tumor no se pudo erradicar mediante operación por el
lugar en que se encuentra, seguimos trayendo al niño a Lino.
Pilar Bazán, madre del niño, Calle Heredia, no. 58,
Bayamo, Granma. Diciembre de 2005.

Doctor Lino Tomasen Vera es un hombre maravilloso. Hace años


lo visito por diversas dolencias. En marzo de este año mi esposo
José E. Cuesta tuvo una caída en su trabajo que le provocó rotura
casi total del triceps del brazo izquierdo. Le informaron que debía
operarse, aunque quedaría limitado de ese brazo. Lo traje a ver a
Lino y éste le mando a quitarse el yeso a causa de la inflamación
que tenía en la mano y el brazo. Lino lo frotó con sus manos y ese
mismo día se le bajó la inflamación. En el ultrasonido le habían

229
visto que tenía los ligamentos del tríceps como hilachas. A los 15
días de ver a Lino se hizo otro ultrasonido y se vio que todo esta-
ba ya compacto de nuevo. No hubo que operarlo y ya comenzó a
trabajar sin ninguna secuela. De igual forma luego de tratarse con
Lino le ha desaparecido todo signo de haber tenido un infarto,
que había sucedido en 1998, del cual le salían las marcas en todas
las pruebas que le hacían y ahora al hacerle un ecocardiograma,
un electrocardiograma y placa en el 2005 aparece que el corazón
está tan normal como el de una persona que no hubiera tenido
infarto. Mi hijo José A. fue atendido por Lino en julio de este año
2005 por fractura de clavícula en el brazo izquierdo que los orto-
pédicos le habían dicho que era de operación. Lino lo atendió y
ha quedado normal, hace todo tipo de esfuerzos y trabaja. En mi
caso Lino me trató por anemia, la vesícula, artrosis y por grandes
pérdidas de sangre (durante 56 días) por conducto vaginal que
me atendí con diversos tratamientos ginecológicos sin resulta-
do. Me colocaba pedazos de toalla que en menos de media hora
debía cambiar por estar empapadas en sangre y con coágulos del
tamaño de una yema de huevo. Al ver a Lino en solo 4 sesiones
se me retiro el sangramiento por completo sin medicamentos y
estoy pasando normal la etapa de climaterio. En el día de ayer
7/12/05 vine con un fuerte ataque de sacrolumbagia, fuerte dolor
en las piernas que apenas me permitía caminar (llevaba así más
de una semana) y en la sola sesión de ayer desapareció el dolor
de todos los miembros y solo me quedan algunas molestias. Mi
hija Susana Lara Barranco, 15 días antes de tener su hijo tenía 8
de hemoglobina, le traje una foto a Lino y Lino le pasó la mano
(5 o 6 sesiones) y cuando fue al salón (pues era cesárea) entró y
salió del salón de operaciones con 12 de hemoglobina. También
la atendió de un absceso en su seno izquierdo, que le iban a ope-
rar en el Hospital Oncológico y no fue necesario pues el se lo
curó. A mi nieta Karla Domínguez de 6 años, el 28/12/2000 se
le presentó un cuadro cardiópata con dolor fuerte en el pecho y
el pulso con más de 132 pulsaciones por minuto. Determinaron
operarla y 17 días antes, se la traje a Lino. Le dio 17 sesiones y

230
cuando fue al salón los médicos se maravillaron al observar que
ella con 30 libras menos de peso, con problemas inmunológicos
de nacimiento, padeciendo un síndrome de Tunner, resistió la
operación y salió del salón hablando con los médicos, con una
fortaleza similar a la de una persona con mejor desarrollo orgáni-
co. Por todo ello nuestro agradecimiento y veneración a Lino.
Bárbara Barranco, Porvenir 130 entre Bouza y Aguilera,
10 de Octubre. Teléfono 699 5066 (Tamara y Susana, mis
hijas). Diciembre de 2005.

Confirmado en junio de 2007 con Susana Lara.

En octubre de 2001 me enfermé de hipoplasia medular y neuropa-


tía sensitiva-motora (periférica). Tenía las plaquetas bajas. Estuve
20 días ingresado en el hospital “Calixto García”. También estuve
ingresado tres meses en el hospital “Miguel Enríquez” debido a la
neuropatía. En enero de 2004 me dio un infarto que me produjo
una cardiopatía isquémica (T-Invertida). En estos años que sufrí la
enfermedad no salí de mi casa, sólo al Hospital “Miguel Enríquez”
que estaba a 8 cuadras. Cuando salía me desmayaba, los dolores en
las piernas eran terribles, en el resto del cuerpo también me dolía,
aunque en menos grado, tenía impotencia total, mucha inapetencia,
triglecéridos altos (8.3), tenía que vivir con medicamentos, los ma-
lestares y mareos eran constantes, sufría de severos estreñimientos,
me administraron vitaminas B1, B6 y B12, la hemoglobina estaba
por el piso, las plaquetas bajas... No tenía ganas de vivir, se dice y
se lee muy fácil pero fueron 4 años así sin vida. Así fue hasta que
mi esposa comenzó a llevar mi foto a Lino y posteriormente pude
asistir personalmente a la consulta. Lino me curó, ahora volví a
vivir. Diciembre de 2005.
Ya no se manifiestan la cardiopatía ni la neuropatía. Los médi-
cos no comprenden cómo me curé. La hemoglobina ha subido.
He seguido acudiendo al consultorio de Lino, aunque con poca
frecuencia, sobre todo cuando hay mucho calor. Estoy bastante
estable, no he tenido que ingresar más al hospital. De la hipopla-
sia estoy estable. En 2006 tuve un dolor de estómago muy fuerte

231
y los médicos no sabían que tenía, me mencionaron una posible
cirugía para encontrar la causa. Lino me diagnosticó que era giar-
diosis y me lo curó al momento. Junio de 2007.
José M. Quintero Fernández, 55 años, Calle Serafines,
no.168 Altos, entre Flores y San Benigno, Cerro,

Teléf.: 870-3348. Diciembre de 2005.


Actualizado en junio de 2007.

He resuelto diversos procesos de estrés, dolor en los huesos y


procesos infecciosos renales, mediante las sesiones con el doctor
Lino Tomasén. Sus tratamientos han sido muy eficaces. He equi-
librado la tensión arterial.
Lic. Caridad Valladares. Via Blanca, no. 4844, entre
Puente de Martín Pérez y Rotonda de Guanabacoa,
Guanabacoa, La Habana. Diciembre de 2005.

Visité a Lino el año pasado por dolor de cintura debido a una


hernia discal. En solo 5 consultas fui curado. Un familiar mío fue
operado de vejiga 2 veces y cuando el médico le hizo la citosco-
pía tenía problemas otra vez, también tenía dolor en la próstata.
Fue ahí donde decidí traerlo a este máster de la ciencia. Tuvo
5 sesiones, repetida la citoscopía todo dio perfecto, agradecido
eternamente del doctor Lino.
Norberto Delgado García, Camarioca, Cárdenas,
Matanzas. Diciembre de 2005.

Tuve un accidente hace 6 años y vine a ver al doctor Lino. Tenía


problemas con los ovarios, la cervical y las articulaciones. Desde
que entré a ver al doctor, este no me dejó hablar, me dijo del
accidente y que me iba a curar. Quedé impresionada. Me di siete
sesiones y la mejoría que experimenté fue asombrosa.
Miladys Laguardia Rodríguez, 32 años. Ave. 29, no. 7005,
entre 70 y 72, San Antonio de los Baños, Habana.

03/03/06.

232
Vine a ver al doctor Lino por un nódulo que me detectaron
debajo del brazo. Sufría, además, de hipertensión, no dormía
bien y me sentía un poco deprimida. Desde que empecé con
este santo doctor mi presión se estabilizó, duermo todas las
noches tranquilamente, el nódulo desapareció. Me siento muy
bien.
Lucinia Jiménez Gorrín, 70 años. Compostela, no. 775,
entre Jesús María y Merced. 02/02/06.

Vine a ver a Lino por gastritis y úlcera, un foco epiléptico que


me provocaba fuertes dolores de cabeza y retención de líquido
por mal funcionamiento de los riñones. Me tomaba a diario 6
cimetidina, una levotiroxina y 3 furosemidas, además de utilizar
calmantes fuertes, inyecciones y sueros para los dolores de cabe-
za que me daban. Voy por 4 sesiones con Lino y en la primera
ya sentía alivio total. Ese mismo día pude comer pizza y no me
dio ni acidez ni tuve ardentía en el estómago. Se me quitaron los
dolores de cabeza, no estoy tomando medicamento alguno.
Reina Alicia Vázquez Ayala, 40 años. Ave. 21,
no. 1410, entre 14-A y 16, Jaruco, Provincia Habana.

Teléf.: 87-4059.
08/02/06

Conocimos de Lino por un vecino de Sagua la Grande que él curó


de cáncer en la columna. Después curó a mi hermana mayor de
un quiste maligno en la garganta. Entonces con fe en él decidimos
traer a la niña Adriana Couto Abad, con 14 días de nacida cuyo
padecimiento es síndrome de Down. Ha recibido 6 sesiones y ya a
partir de la cuarta sesión hemos visto mejoría, los rasgos de la niña
están más normales y realmente estamos muy contentos y satisfe-
chos, seguros de que el doctor Lino la va a curar. Que Dios bendiga
esas manos santas y milagrosas. Amén. Testimonio sin fecha.
La niña mejoró desde que Lino le dio energía. Las facciones me-
joraron, la cabeza no se le vira, sabe mucho, es muy activa. Los
dientes le brotaron en tiempo, camina bien. En el hospital “Pedro

233
Borrás”, donde se atiende, están asombrados de su mejoría y de
su rápido aprendizaje. Junio de 2007.
Amarilis Abad (madre de la niña). Santa Catalina no. 9
entre Delicias y Buena Ventura, Lawton, Teléf. 698-1671.

Testimonio original sin fecha. Confirmado en 2007.

El niño tuvo una crisis de sus amígdalas atrofiadas. Querían


operarlo y en pocas sesiones mejoró tanto que cuando lo vio de
nuevo la especialista, dijo que no había que operarlo, que con
un tratamiento resolvía. De eso hace ya cerca de un año y no ha
tenido más crisis.
Dayron Edwin Expósito Arias de 11 años. Calle I no.411
esquina a 21. Diciembre de 2005.

Hace 2 años mi hijo de 4 años fue visto por el doctor Lino To-
masén en su consulta. El niño tenía bajo peso y constantemente
se enfermaba de la garganta. Después de tratarlo Lino en varias
ocasiones, el niño comenzó a recuperar el apetito, se elevó su
nivel inmunológico y hoy es un niño saludable. Gracias, doctor
Lino, sus conocimientos y el amor con que lo trató.
Yaneisy Rodríguez. Ave. 9na. no. 22206, Playa, La
Habana. 15/07/2002.

Vine a ver al doctor Lino por un abultamiento en el glúteo iz-


quierdo en la zona sacro-lumbar, que me provocaba dolor al
momento de sentarme y pararme. También padezco de diabetes
desde hace aproximadamente 10 años. La cervical la tenía en mal
estado, y me provocaba mareos y malestar general. En estos mo-
mentos voy por 4 sesiones y ya en la segunda comencé a expe-
rimentar la mejoría, el abultamiento ha disminuido muchísimo.
Ya puedo caminar y levantarme sin ningún problema, no siento
dolor. La cervical ya no me molesta, se me quitaron los mareos
y en cuanto al azúcar, me sube muy poquito, a diferencia de an-
tes, pues cuando comía un poco más de lo debido se disparaba.
Ahora me encuentro en sentido general mucho mejor. Continuaré

234
dándome las sesiones con este santo y milagroso doctor hasta
que esté completamente restablecida. Me siento muy contenta y
esperanzada. Muchísimas gracias.
Pilar Jimenez Gorrín, 62 años. Calzada no. 957, entre 8 y
10, apto. 501, Vedado, La Habana. 17/2/2006.

A Mailín Puig Cruz, después de dar a luz se le presentó una fuerte


infección de los riñones, subida de presión, falta de aire y una
abundante pérdida vaginal al punto de llegar a terapia intensiva.
Pasé por Lino y me dijo que ella mejoraría, ese día cuando re-
gresé estaba muy bien a pesar de dar el parte de grave y al otro
día dado de alta, hoy se encuentra bien. Los médicos aun no han
sabido que es lo que tenía. En dos días salió.
Reynaldo Jimeno Gurla. Calle 4ta. entre G y Calzada de
San Miguel. Teléf.: 866-0710.

Estaba desahuciada por osteocondritis (inflamación en las cos-


tillas que oprime el esternón) y cardiopatía isquémica y además
de eso era diabética. No podía hacer ningún esfuerzo físico ni tan
siquiera limpiar; me daban dolores en el pecho y en el medio de
la espalda, no podía caminar ni dentro de la casa; el médico decía
que el dolor que tenía era muy parecido al del infarto, que cuando
me diera tenía que pararme. Gracias a Dios vine a tratarme con el
doctor Lino, ya voy por la séptima sesión, y a partir de la tercera
he ido mejorando. Ya camino, no me falta el aire ni me da dolor.
Estoy estabilizada con la diabetes.
Dolores Caridad González Santana, 69 años. Calzada de
Managua no. 584 esq. Duany, Mantilla, Arroyo Naranjo.
La Habana. 28/2/2006.

Cuando acudí al doctor Lino por primera vez en junio del 2001 sen-
tía decaimiento general al punto que siempre deseaba estar acosta-
da. No tenía ánimo ni para salir a pasear. Estando en el trabajo sólo
pensaba en llegar a la casa y acostarme. Desde la primera sesión
de energía que recibí todo cambió. Comencé a salir, mi ánimo es

235
inacabable, y siento entusiasmo ante las tareas que realizo. Tam-
bién desapareció una gastritis que era constante y se normalizó mi
presión arterial. Hacía años que venía sufriendo de presión alta y
tomando medicamentos de forma periódica. No hizo falta tomar
más, estoy con la presión muy estable. He continuado asistiendo a
la consulta de Lino de vez en cuando y soy una nueva persona.
María B. Romero Franco. Ave. 25 Edif. 309 apto.30,
Lisa, Ciudad de La Habana, Cuba. 07/07/2002.

Una tarde me sentía muy mal, con fiebre alta, temblores y dolor
en los huesos. Salí a la calle y me encontré con el doctor Lino que
estaba fuera de su casa. Me revisó y me dijo que tenía dengue.
Me hizo varias cosas en la calle y cuando me soltó ya no sentía
dolores. Los temblores desaparecieron y la fiebre bajó. Gracias al
Padrino, como le digo cariñosamente, por haberme curado de tan
grave enfermedad sólo con sus manos.
Juan Manuel Vázquez. Calle Concordia no. 416 entre
Gervasio y Escobar, Centro Habana, Ciudad de La
Habana, Cuba. 16/07/2002.

Al ir a la consulta del doctor Lino tenía un dolor grande en los


dos brazos, entumecimiento de estos y de las manos, no podía
mover la cabeza ni subir los brazos. Desde que el médico me tocó
me curó. Agradecida.
Norma Linares. Edificio F, apto. 18, Reparto Van Troi,
Caibarién, Santa Clara, Cuba. 11/12/2001.

Con un diagnóstico de esclerosis lateral amiotrófica el 3 de ene-


ro de 2002, que me provocaba pérdida de fuerza en los brazos,
problemas al tragar, problemas de respiración, fasciculaciones y
cansancio, dolor de cintura e incapacidad de permanecer tumba-
da hacia abajo, acudí al doctor Lino Tomasén en La Habana el
12.7.2002. Después de 24 sesiones excepto las fasciculaciones
y la fuerza de los brazos, mejoré notablemente el resto de los
síntomas. A la vista de los resultados y si continúan así, volve-

236
ré dentro de 6 meses para acelerar la recuperación. Eternamente
agradecida.
Elena Fernández Iturrioz. Edad: 42 años. Ondarroa (País
Vasco) C/ Artibar 14. Teléfono: 946832915. 23/07/2002.

Diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica el 11 de febrero


de 2002 que me provocaba problemas de respiración, atrofia de
la mano derecha, de la pierna derecha (debía usar férula y bastón)
y fasciculaciones, acudí al doctor Lino Tomasén en La Habana
el 12.7.2002. Después de 24 sesiones, hay una sensible mejoría
en la fuerza de la mano derecha, mejora notable de la respiración
y mejoría de la pierna derecha, anulando la férula y el bastón.
Las fasciculaciones se han reducido notablemente. A la vista de
los resultados y si continúan así, volveré dentro de 6 meses para
acelerar la recuperación. Eternamente agradecido.
Pedro María Burgoa Arakistaín. Edad: 53 años. Ondarroa
(País Vasco) C/ Arta Bide 20-5. Teléfono: 946831706.
23/07/2002.

En octubre del 2001 me dirigí al doctor Lino pues mi niña empe-


zó a padecer espasmo del sollozo desde los 6 meses de nacida. La
estaba atendiendo en el Hospital William Soler y los médicos no
daban con lo que tenía. Durante una semana la llevé a 4 sesiones
de tratamiento con Lino y ya desde la primera sesión la niña ha-
bía mejorado. Al parecer fue un milagro.
La niña se llama Arlemis Brizuela Álvarez. Edad: 2 años.
Avenida 85 no. 13634 entre 136 y 138, Marianao, La
Habana, Cuba. 26/11/2001.

Cuando acudí a Lino tenía una herida abierta que estaba aparen-
temente cerrada y él determinó la presencia de un estafilococo
que no había sido detectado, además casi no podía caminar, tenía
que usar muletas. Después de tres sesiones ya no tuve que usar-
las, solo en lugares donde hay mucho público, pues me falta un
tendón. Estoy haciendo una vida normal, incorporada al trabajo,

237
con las limitaciones propias de mi situación. La herida la sufrí en
un accidente automovilístico, y sin hacer sesiones de fisioterapia,
solo con las sesiones de Lino mejoré. Considero que Lino es un
caso atípico porque pocas son las personas que poseen un don y
lo combinan con conocimientos científicos sólidos.
Caridad Rojas. Edad: 37 años. Campanario no. 209, Centro
Habana, Ciudad de la Habana, Cuba. 16/1/2002

Mi hijo padecía de un herpes en la boca que, según los médicos,


no tenía cura. Acudí a la consulta de Lino desesperada y con su
tratamiento se curó totalmente.
Marta Sánchez Paula. Calle 246 entre 31 y 33 A, Edif.
210, apto.14, San Agustín, La Lisa, La Habana. 24/05/2002

Desde los 18 años mi hijo padece de presión alta. El doctor Lino


le dio siete sesiones de tratamiento y no ha tenido más proble-
mas. Dejó de tomar Clortalidona y Atenolol, medicamentos que
tomaba desde hacía 2 años. Se mantiene con presión arterial de
110 con 70. Le doy las gracias Lino, y lo venero.
Dinora González García, madre de Alexander Luis
Martínez González, edif. 887 apto.1 Rpto. Guiteras, La
Habana, Cuba. Telef. 768-0671. 17/07/2002.

Paciente de leptospirosis, aún padeciendo de la enfermedad, lado


derecho seco e inválido. Los médicos agotaron los recursos. Lle-
gó a tener la piel de color amarillo y descompensado el azúcar.
A las 3 sesiones con Lino se levantó de su silla. Al mes de trata-
miento con Lino fue dado de alta. La madre también se atendió
pues tenía dolor en un seno que no le permitía levantar el brazo.
Con solo una sesión resolvió el problema.
Raynel Calas. Arroyo Arenas, calle 23 esquina a 270 no.
3117. Diciembre de 2005.

Acudí al doctor Lino el 3 de octubre del 2001 por padecer de leuce-


mia mielomonocítica crónica, con anemia hemolítica autoinmune

238
y un ganglio inflamado en la axila derecha, que según la biopsia,
tenía infiltración de blastos. En esos momentos estaba en trata-
miento con citostáticos porque la enfermedad se había acelerado
y casi había caído en fase aguda. Yo estaba muy deprimido viendo
que empeoraba lenta pero inexorablemente. Me habían mandado a
darme radiaciones en el ganglio y lo más probable era que tuviera
que recibir un tratamiento de citostáticos en un “cuarto aislado”.
Hasta hoy 26 de noviembre he tenido 23 sesiones de tratamiento
con Lino por 5 semanas. Mi estado de ánimo ha mejorado consi-
derablemente. La inflamación del ganglio desapareció por com-
pleto sin ninguna dosis de radiación. Aclaro que yo me mantuve
aproximadamente dos semanas con citostáticos y luego recomencé
tratamiento con interferón, que lo había iniciado antes de tener la
recaída y venir a ver a Lino. Hasta el momento no he tenido que
hacer tratamiento en “cuarto aislado” y yo siento como mi cuerpo
está más fuerte, que mi organismo resiste mejor. Pienso que el pro-
ceso sea de varios meses para curarme.
Marcos Aurelio Díaz Díaz. Edad: 29 años. Santa Catalina
no. 312, esquina a Cortina, Víbora, Municipio 10 de

Octubre, La Habana, Cuba. Teléfono 41-5762.


26/11/2001.

En febrero del 2001 se me diagnosticó VIH-SIDA. En ese mes


los CD-4 estaban en 365 con 15%. En junio acudí a Lino. En
julio los CD-4 descendieron a 180 con 11%. 15 días después as-
cendieron a 298 con 13%. En noviembre ya el conteo de células
CD-4 arrojó 610 con 18%, sólo con las manos de este hombre,
sin tomar medicamento alguno. No hay palabras para describir el
poder de sus manos.
Osniel Pérez Pérez, Compostela no. 530 entre Brasil y
Muralla, Habana Vieja, La Habana, Cuba. 6/11/2001.

En julio del 2001 acudo a Lino por asma crónica de tercer gra-
do, acompañada de enfisema pulmonar, insuficiencia cardiaca
crónica y de hipertensión arterial. Padezco de asma desde hace

239
64 años, por lo que reconozco que Lino necesitará tiempo para
curarme, pero hoy tras recibir 6 tratamientos distribuidos entre
13 semanas he sentido mejoría y la frecuencia de las crisis se ha
alargado, por lo que tengo la esperanza de algún día dejar de ser
una enferma.
Melvia Galán Ortuño, Ave Independencia edificio 315-B
apto 16 entre 12 y 14, Reparto Martí, Cerro,

Ciudad de La Habana, Cuba. 22/10/2001.

Desde que nació mi hija, ha tenido problemas respiratorios. Ha


estado ingresada por asma grave en 4 ocasiones. Desde que tra-
je a mi niña con Lino estoy muy satisfecha de su recuperación.
Ahora está sin tratamiento médico convencional. Sólo la traigo a
sesiones de tratamiento con Lino.
Martha Elina Rodríguez Mejías. Calle 10 no. 509 entre 21
y 23, Vedado, Plaza, La Habana.

23/05/2002.

Padecía de asma desde la edad de 1 año. Me hicieron todo tipo


de pruebas en el Hospital Reyna Mercedes en la Habana. Era
alérgica casi a todo, desde comidas hasta el polvo y los perfumes,
por lo que casi toda mi vida la pasé cohibida de muchas cosas.
Tengo 54 años de edad y en el mes de octubre del 2005 conocí
del doctor Lino y me puse en sus manos y puedo decir que desde
esa fecha no he tenido asma, ni siquiera falta de aire. No hubo
medicamentos y todo gracias al doctor Lino.
Omaida Puerto Martínez. Dirección: Edificio 4, apto. 7,
Zona de Desarrollo, Güines, La Habana. Diciembre, 2005.

Soy asmática y padezco de alergia desde los dos años de edad. A


los 12 años me enfermé con dermatitis atípica y me infecté con
estafilococo coagulasa negativa. Oímos comentarios sobre Lino
que lo curaba todo, hasta lo imposible y fui allí. Desde el 28 de
julio del 2005 estoy asistiendo a la consulta y no he tenido más
problemas con el asma ni con la dermatitis. He mejorado mucho.

240
Le recomiendo a las personas que estén enfermas que vayan con
él que lo cura todo.
Dayana de las Mercedes García Himeliz, calle Barbería
no. 20, apto 1, entre Estévez y Universidad, Cerro Ciudad

de La Habana. Diciembre de 2005.

Visité a Lino por neumonía frecuente, crisis de asma (4 a 5 veces


en el año) y otras dolencias. Puedo decir que desde el primer día
he sentido la mejoría y no he sufrido más crisis de asma. Recupe-
ré el apetito y he aumentado de peso.
Caridad Espinosa Baudón. Ave. 27, no. 2614, Catalina de
Güines, Prov. Habana. Diciembre de 2005.

Estimado doctor Tomasen: Me ha de recordar por las visitas que


he hecho a su oficina en el mes de mayo cuando le solicité con-
sulta para curar mi problema respiratorio (asma). Hice el viaje
a Cuba después de haber leído un artículo que apareció en el
Chicago Tribune (envío copia del artículo). Decidí hacer 3 visitas
consecutivas en 3 días seguidos a su consultorio. Desde aquel día
yo me he sentido mejor, sin embargo, creo que todavía puedo
mejorar mi estado de salud. Por esta razón lo estoy contactando
nuevamente. Por este medio le solicito sea tan amable de realizar
esta consulta a larga distancia, ya que por el momento me es
imposible visitarle. Entiendo por el artículo que ese es uno de los
servicios que usted puede brindar. Mi solicitud es que usted se
concentre el el problema de asma, como lo hizo cuando lo visité
en La Habana. Acepto y reconozco su trabajo y profesionalismo
y estoy convencido de los excelentes resultados que he tenido. Le
proveeré de los avances que tenga en las próximas semanas.
Roger A. Ragland, Chicago, Illinois, U.S.A.
(Se adjunta foto). Año 2001.

En marzo de 1998 acudo al doctor Lino. Padecía de asma, sufría


de crisis frecuentes. Las pruebas respiratorias orientadas por el
neumólogo arrojaban que tenía rendimiento físico por debajo del

241
patrón normal y signos espirométricos de enfisema pulmonar.
También padecía de dolores de columna y problemas digestivos
(diarreas, vómitos, acidez) aunque la gastroscopía que me hice
no dio muestras de nada anormal. Luego de 5 sesiones de trata-
miento durante una semana, mi estado de salud es excelente, el
asma desapareció totalmente Mi rendimiento físico y mi capaci-
dad respiratoria están por encima del nivel normal. Mi salud se
ha potenciado hasta niveles que nunca creí alcanzar. Los proble-
mas digestivos desaparecieron a partir de tomar un preparado de
hierbas que Lino me dio. Vomité cosas raras. El me dijo que eso
era un bilongo que me habían dado. Los malestares de columna
también desaparecieron. Desde mi primera consulta aprecié las
grandes cualidades de Lino como sanador, con una capacidad
energética muy grande y única, puesta en función de los enfermos
de mente y cuerpo. Desde ese día no dejé de ir a su consulta pues
me interesaba aprender de él. Le estoy eternamente agradecida.
Lino también curó a mi madre en dos sesiones de una osteocon-
dritis tan fuerte que hasta se orinó y perdió el conocimiento. En la
primera sesión el dolor desapareció en un 95% y ya en la segunda
mi madre volvió a ser la misma. A los pocos días se le fracturó
el escafoide carpiano y nuevamente acudió a su consulta. En 3
sesiones tuvo una total mejoría sin necesidad de yeso. Mi sobrina
tiene el síndrome de Rett. Esta enfermedad le provocaba apraxia,
ataxia, pérdida de coordinación en el uso de las manos, autis-
mo, problemas digestivos, trastorno del sueño, la mirada perdida,
etc. A lo largo de varios meses de tratamiento hubo una mejoría
de sus problemas digestivos, su mirada está más encontrada, ya
duerme normalmente y está más fuerte físicamente.
Imilka Nardo Prieto. Edif. 314 apto 4. Reparto Camilo
Cienfuegos, Habana del Este La Habana, Cuba. Teléfono
768-2669. 16/09/2001.

Al asistir el paciente a la consulta en el policlínico, le fue diag-


nosticada bronconeumonía. Tenía dolor de cabeza, poco apetito,
estaba bajo de peso, además casi no podía hablar, pues tenía mu-

242
cho decaimiento. También padecía de asma. En solamente 5 se-
siones de tratamiento con Lino desapareció la bronconeumonía,
los dolores de cabeza y el asma no han vuelto a aparecer. Tanto
el paciente como toda la familia estamos agradecidos, además de
sorprendidos de que en tan breve tiempo el doctor haya puesto en
pie a una persona que estaba tan mal de salud.
Vitalia Monsegue Chávez. Finca Tamarindo, Quivicán,
Provincia Habana, Cuba. 23/1/2002.

En noviembre del 2001 me atendí con Lino por padecer de cata-


ratas, más aguda en el ojo derecho, sin haber tenido tratamiento
anteriormente. A partir de la tercera sesión comencé a sentir me-
joría y actualmente gozo de buena visión en ambos ojos. En total
fueron 11 sesiones en 2 semanas. Considero que el tratamiento
ha sido efectivo, lo cual he podido experimentar personalmente.
Jorge Delgado Fuentes. Edad: 70 años. Calle 13 no. 1357
entre 24 y 26, Plaza, La Habana, Cuba. 11/12/01.

Refiere que tiene a su padre de 74 años operado de catarata senil


y que no resolvió la visión después de la operación. La doctora
oftalmóloga le planteó que su padre tenía además glaucoma y
atrofia de ambos nervios ópticos, lo cual le provocaría una cegue-
ra total y definitiva. Con ese cuadro acudió al doctor Lino y con
sólo dos sesiones su padre comenzó a recuperar visión y hasta la
fecha no ha tenido más dificultad para ver.
Milagros Guanchi. Calle 60 no. 3101 entre 31 y 33. Playa.
La Habana.

El doctor Lino trató a mi hija Ariadna la miopía y se curó en un


período bastante corto. También el asma, que no le ha vuelto
más, por lo que le agradezco eternamente su ayuda.
Mamá de Ariadna de la C. Valdés. Fernando no. 575 entre
Jústiz y Carlos. La Habana. 23/05/2002.

243
No hay que desanimarse ni aún en tiempo calamitoso; porque
con constancia se puede llegar a puerto de salvación, como el
mercader que, naufragado en el mar, desea atravesarlo aun-
que sea con la nave rota.
El PANCHATRANTA, India, Siglos IV a VI a.n.e.

244
Epílogo

Lino es un caso muy especial. Es un libro abierto para quien


desea conocer el amor hacia el paciente, para quien desea ver
con sus propios ojos qué es un sanador, para disfrutar todo lo
que sucede en ese pedazo de calle, ... para salvarse, si le han
pronosticado que su enfermedad no tiene remedio.
Conocer a Lino es conocer la historia de la medicina, apren-
der de folklore, es descubrir que hay un médico que se pasa
horas y más horas de pie dando su energía y salud por los de-
más, sin descanso, sudando, absorbiendo esa energía nega-
tiva que todos traen y que generalmente es muy fuerte, pues
muchas veces se acude a este sanador cuando se ha agotado
la gestión de la medicina oficial.
El haberlo conocido ha representado en mí un cambio en
la actitud ante la vida y me ha permitido comprender muchas
cosas asociadas a la filosofía de la vida. Estar en su consul-
torio me ha permitido conocer acerca del inmenso agradeci-
miento de sus pacientes, algo que no se puede expresar en
unidades de medida.

245
Nuestra mente del siglo xxi tan analítica, no puede pro-
cesar lo que no tiene explicación científica. Pedir a Lino que
demuestre cómo es que cura, es algo similar a pedir a la teo-
logía que demuestre la existencia del átomo. Sin embargo es
muy fácil constatar que la gente sale en su inmensa mayoría
con una sonrisa en los labios, con una fe en su definitiva
curación.
Siento una gran satisfacción por colocar este libro en sus
manos, por hacer pública toda esta información que he logra-
do recopilar. Me sentiré muy feliz al observar que el doctor
Lino Tomasén Vera, especialista de Primer Grado en Medi-
cina Interna y sanador innato es conocido por todo el mundo
como él se merece.
Quisiera con este libro rendir un modesto homenaje a
todos aquellos que en Cuba y en todo el mundo ayudan a
sanar al prójimo, desde el investigador de más alto nivel y el
médico especialista hasta quienes curan con sus manos, con
plantas, con brebajes, con humo, con masajes, reikistas, cu-
radores pránicos, en fin, sanadores con todo tipo de métodos.
También enfermeras, fisiatras y otros trabajadores de apoyo
en el logro de la salud humana. Además, deseo reconocer el
anónimo e importante papel que juegan los acompañantes de
los enfermos en los hospitales y casas, nunca he leído una
expresión de gratitud a estos últimos. Todos tienen algo en
común: el amor hacia los enfermos. Y para finalizar, una ex-
presión en idioma Aonikenk, de los aborígenes de La Tierra
del Fuego, Ushuaia, Argentina. Esta es aún muy usada por
los pocos descendientes que quedan y la recibí de uno de
ellos, mi amigo Francisco Barrera. La frase es: “Mari Mari
Peñi”. Su significado es: “Que todo lo que hagas con tus ma-
nos, tu corazón y tu cabeza, sea con éxito”.

246

También podría gustarte