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Hemorragias: En este tipo de lesiones rara vez se asocian

hemorragias externas, siendo lo más común que se produzcan al


interior (1). Sin embargo, cuando el territorio afectado tiene vasos
sanguíneos próximos a la superficie cutánea, estas extravasaciones
sanguíneas pueden producirse al exterior, como ocurre en lesiones
penetrantes en axilas, y cara anterior de brazos, ingle, hueco poplíteo
y, por supuesto, el cuello.
Continuando con el estudio de las características de la lesión debe
analizarse el trayecto. Aparece en forma de una línea rojiza que
resulta del derrame sanguíneo en el interior del canal que atraviesa los
tejidos lesionados. En él debe estudiarse la dirección de la herida por
planos, para comprobar como en cada uno de ellos es diferente
dependiendo de la que poseen sus elementos elásticos,
encontrándose en ocasiones cómo en dos túnicas consecutivas
aparecen soluciones de continuidad que forman entre sí un ángulo
recto, tal como sucede en las heridas en el estómago
Trayecto: La principal característica del trayecto originado por este
tipo de armas, es que la lesión en los diferentes tejidos que atraviesa
está orientada en todos ellos en la misma dirección, a diferencia de lo
ya descrito en las heridas perforantes en las que depende de las fibras
elásticas, que en este caso únicamente influyen en su dimensión.
Resulta de importancia conocer que las lesiones en órganos dotados
de movilidad pueden presentar un mayor tamaño que el arma, tal
como sucede en pulmones o en diafragma, con una característica
morfológica añadida en corazón, en la que la herida adopta una forma
de acento circunflejo ya que al contraerse se hiere a sí mismo contra
el instrumento. Una última particularidad respecto al trayecto reside en
la posibilidad de que sea único o múltiple para un único orificio de
entrada, en razón de que el arma sea o no nuevamente introducida sin
haberse extraído del todo.
Reactivos para revelar huellas digitales

“Los polvos para el revelado de huellas latentes son afines a los residuos depositados por
fricción de la piel en la superficie de contacto, debido a que los componentes grasos se
adhieren a la superficie siendo adsorbidos”. “Debido al tamaño de las partículas del polvo, se
cubre el área de la superficie muy bien”

Algunos polvos son combinados con sustratos luminosos u oscuros, como es el caso de los
polvos bicromáticos, los cuales consisten en mezclas de polvos de aluminio con polvo negro
que permiten la visualización de las huellas latentes en superficies claras u oscuras.
 
La ninhidrina fue descrita por primera vez en 1910, cuando Siegfried Ruhemann (1910)
preparaba una mezcla del compuesto, quien observó que la mezcla reaccionaba con
aminoácidos y la piel dando como resultado un color púrpura.

Otro reactivo ampliamente utilizado en el revelado de huellas latentes en color rojo a rosadas,
debido a su reacción con aminoácidos es el 1,8-Diazafluoren-9-ona (DFO), el cual fuera
preparado por primera vez en 1950, J. Druey (1950), reacción que no fuera estudiada a fondo
sino hasta 1990 cuando fuera aplicado como un reactivo para el revelado de huellas latentes,
con la ventaja de ser una técnica más sensible respecto a la ninhidrina en el revelado de
huellas latentes en superficies porosas

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