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Biblia: Geografía del libro de Rut

Enviado por Héctor Orellana el jueves, 18 septiembre, 2008 a las 9:34:59 PM

El libro de Ruth es calificado por los comentaristas bíblicos como “una hermosa historia de
una también hermosa mujer, que sigue como la calma después de la tempestad a las escenas
turbulentas del libro de los Jueces”. Es un relato maravilloso de la vida doméstica en
tiempos de anarquía y disturbios en el Israel de finales del siglo X antes de Cristo[1].
            Mil años antes, Abraham había sido llamado por Dios para que fundara una nación
que algún día habría de dar a la humanidad un Salvador.
            En el libro de Ruth podemos apreciar cómo se comienza a fundar dentro de esta
Nación la familia de la cual provendría el Salvador, Jesucristo.  En adelante, todo el de
Antiguo Testamento se concentra principalmente alrededor de la familia del rey David.
 
  
ASPECTOS GENERALES
Autor: Desconocido. Diversos investigadores atribuyen la autoría del libro a Samuel, tal
como lo menciona la Biblia de Referencias Thompson, Editorial Vida, Florida, Estados
Unidos, 1991, p. 1445.
 
Contexto histórico: El libro de Ruth se desarrolla en la época de los jueces, quienes
estuvieron activos en Israel entre 1380 a 1050 antes de Cristo. También se especula que si
su autor es contemporáneo a David, el libro probablemente se escribió alrededor de 1000
A.C.
 
Ubicación geográfica: Se desarrolla en dos escenarios: la tierra de Moab (suroeste de
Jerusalén) y en Beth-lehem, en la provincia de Judá (que corresponde al territorio Sur de
Israel). 
 
Tema central: Cómo la vida de una joven moabita fue enriquecida.
 
  
DATOS GEOGRÁFICOS.
Una familia de Beth-lehem de Judá, obligada por la hambruna en la zona, decide
salir de ese lugar hasta los campos de Moab, la nación vecina. Considerando los datos que
nos aporta el texto bíblico, estamos frente a una situación crítica respecto a la economía en
esa época, la que seguramente se agudizó por la falta de lluvias en la zona.
1 Y ACONTECIO en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y
un varón de Beth-lehem de Judá, fué á peregrinar en los campos de Moab, él y su mujer, y
dos hijos suyos.
2 El nombre de aquel varón era Elimelech, y el de su mujer Noemi; y los nombres de sus
dos hijos eran, Mahalón y Chelión, Ephrateos de Beth-lehem de Judá. Llegaron pues á los
campos de Moab, y asentaron allí (Ruth 1, 1-2).
Beth-lehem significa “tierra o casa de pan”. Está ubicada a 8 kilómetros al Suroeste
de Jerusalén, hacia el  Neguev, en la provincia de Judá.  En Beth-lehem ocurrieron muchos
hechos importantes de la vida de la nación hebrea. Por ejemplo, fue el hogar de David y
donde también fue ungido (1 Samuel 16:1-13; 17:12-15). Además, fue el lugar cercano a la
sepultura de Raquel (Génesis 35:19); y sucedió el acontecimiento más importante de todos:
fue el lugar donde la profecía afirmaba que nacería el Cristo o el Salvador (Miqueas 5:2 ;
Mateo 2:6).
Actualmente, Beth-lehem es el lugar obligado de peregrinación, especialmente para los
cristianos.  Es habitado por la más vieja comunidad cristiana del mundo. Hoy es una
conglomeración de dos ciudades: Beit-Jala y Beit-Sahur. Durante la Independencia de
Israel, en el año 1947, jugó un papel estratégico de gran importancia, pues fue incluida en
el enclave bajo la protección de las Naciones Unidas. También se conoce por sus artesanías
tradicionales que incluyen la joyería verde oliva y de perlas.[2]
En tanto, el origen del nombre de Moab se debe al hijo de Lot (sobrino de Abraham)
con su hija mayor (Génesis 19:37), quien llevó ese nombre. Era una nación que ocupaba
una estrecha franja de tierra cultivable en una altiplanicie ondulada de aproximadamente
1.100 metros de altura.  Limitaba en el Oeste con un acantilado abrupto que desciende al
Mar Muerto, casi 450 metros bajo el nivel del mar; limitaba al Este con el desierto, dividida
en dos por el profundo cañón: el Wadi Mujib (río Arnón de los tiempos bíblicos); al Sur
limita con el Wadi el-Jesa, probablemente el arroyo de Egipto.
Por algún tiempo sus fértiles y extensos llanos fueron muy productivos, pero ahora sus
campos yacen estériles, desatendidos y desolados. 
Este pueblo también rechazó el paso pacífico de Israel por su territorio y buscó el apoyo
de Madián y Balaam contra los israelitas (Números 22:24), razón por la cual no fue
permitido la entrada de moabitas en la congregación de Jehová “hasta la décima
generación” (Deuteronomio 23:3-4). Pese a que Ruth era moabita, la gracia de Dios
permitió que fuese incluida entre los progenitores de David y por descendencia de
Jesucristo (Mateo 1:5-6). [3]
Con respecto a Judá, al momento de ser repartida fue la que le correspondió a esta tribu
(Josué 15), pero en la división del reino llegó a incluirse también a aquella que le
correspondió a la tribu de Benjamín, pues las dos tribus formaron el reino del Sur.  De
igual manera como se extendió la denominación del nombre Israel, así la tierra de Judá
llegó a comprender todo el territorio de la Tierra Prometida.  Este cambio se realizó
especialmente después del regreso de los judíos del cautiverio, la reconstrucción del
Templo y de la reorganización del pueblo de Dios. De este modo, se cumplió la profecía de
Génesis 49, 10-12: “No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies,
hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos”. De esta manera, los habitantes de
la Tierra Prometida, que antes fueron llamados hebreos o israelitas, llegaron a ser llamados
judíos y su tierra fue designada como “tierra de Judá”, “país de Judá”, “casa de Judá” o,
sencillamente, Judá. [4]
En relación con el término “Ephrateos”, se refiere a Ephrata, que quiere decir fructífero.
Es un pueblo cerca del lugar donde Jacob sepultó a Jacob (Génesis 35, 16-19), hogar de
Isaí, padre de David (1 Samuel 16, 1; 17, 12) cerca de Bet-el, lugar de origen del futuro
Mesías. [5]
 
CONDICIONES CLIMÁTICAS
Luego de la muerte de Elimelech y de sus dos hijos, quienes habían tomado por esposas a
moabitas, Ruth decide acompañar a su suegra a Judá, incluso rechazando la propuesta de
Noemí de volverse con sus familiares en Moab.
El texto bíblico también nos da a conocer un dato interesante: “Jehová había
visitado á su pueblo para darles pan”, lo que nos hace interpretar que los tiempos de hambre
ya habían pasado.
    “6 Entonces se levantó con sus nueras, y volvióse de los campos de Moab: porque oyó en
el campo de Moab que Jehová había visitado á su pueblo para darles pan. 
    7 Salió pues del lugar donde había estado, y con ella sus dos nueras, y comenzaron á
caminar para volverse á la tierra de Judá” (Ruth 1, 6-7).
Por deducción, se desprende que el hambre en dicha época fue provocada por una
severa sequía y que a esta altura se había aminorado. Éstas pueden tener dos orígenes: uno
natural, producido por el hecho de que el año se divide prácticamente en dos grandes
estaciones de cinco y siete meses respectivamente. Desde mayo hasta octubre rara veces
llueve; sin embargo, las cosechas se desarrollan normalmente.  No obstante, el calor es
insoportable y el suelo se seca, endurece y agrieta, se secan las verduras y escasean las
cisternas. Esta podríamos llamarla una sequía de “carácter natural”.[6]
El otro origen de las sequías -y como parece ser en este caso- es provocado por un
castigo deliberado de Dios propinado a su pueblo por su desobediencia, como es el caso de
Elías, que relatan las Escrituras en 1 de Reyes 17:18, cuando a petición del profeta Dios
cerró los cielos durante tres y medio año.
Campos de Booz: Como a medio kilómetro al Este de Belén hay un terreno llamado el
“Campo de Booz”, donde según la tradición Ruth espigaba. Junto a éste se halla el “campo
de los pastores”, en donde dice la tradición que los ángeles anunciaron el nacimiento de
Jesús.  Según estas tradiciones, pues, la escena de los amores de Ruth y Booz que
condujeron a la formación la familia que había de traer al Cristo, fue escogida de Dios para
ser 1.100 años después, escena de la anunciación celestial de su venida [7].
Cebada: La cebada cultivada (Hordeum vulgare) desciende de la cebada silvestre
(Hordeum spontaneum), la cual crece en el Oriente Medio. Desde el antiguo Egipto se
cultivaba la cebada y fue importante para su desarrollo y en el libro del Éxodo se cita en
relación a las plagas de Egipto. La cebada también fue conocida por los griegos y los
romanos, quienes la utilizaban para elaborar un pan y era la base de alimentación para los
gladiadores romanos; en Suiza se han encontrado restos calcinados de tortas elaboradas con
granos toscamente molidos de cebada y trigo que datan de la Edad de Piedra.
La cebada se cultiva principalmente en climas templados como cosecha de
primavera y generalmente su distribución es similar a la del trigo. La cebada crece bien en
suelos drenados, que no necesitan ser tan fértiles como los dedicados al trigo [8].
En el caso del libro de Ruth, se menciona que el objetivo principal del cultivo de la
cebada era para la producción de pan.

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