Está en la página 1de 6

Anhelo de novedad

Tendencia buscar la Es natural en todos el


di cultad deseo de saber cosas



nuevas, extrañas,
Mentalidad barroca admirables, diversas, y

también de inquirir sus

causas.
Extravagancia

Ruptura de normas

Nuevo tópico

Todos los nuevo place.

La clase noble rechaza


la novedad ante el temor


de perder el orden social


A la novedad se le
Quizás esto se deba
excluye de todas Se la recluye en aquellas
por la amenazadora
aquellas áreas que se juzgan
irrupción del cambio,
manifestaciones de la inocuas o, por lo menos,
en la vida social
vida colectiva que no graves para el orden
organizada
puedan afectar al político.
tradicionalmente, que
orden fundamental
el sentimiento de

crisis despertaba

entonces en todo el

mundo.


La crisis

Una crisis económica, social,

con repercusiones de toda

índole, que el hombre barroco Es un estado de ánimo

vive, lleno de inquietud por las particularmente intenso en España.

desfavorables novedades que el

tiempo le puede traer.


De expectativas así, el hombre

del siglo XVII, y muy

especialmente el español, no

espera nada bueno.

La Novedad para llevar lo

tradicional a la vista de nuevo

En aparentes formas que no

afecten al fondo de las creencias

sobre las que se asienta la

estructuración social de la

monarquia absoluta

Sirviéndose de esas novedades

como vehículo, se introduce más

fácilmente la propaganda

persuasiva a favor de lo

establecido

Los intelectuales pre eren a Y un resorte de mucha fuerza es


apelar a resortes extra racionales ese de la novedad (tanto más


que muevan a la voluntad llamativa y extravagante, cuánto


más super cial se la ha dejado)


La novedad cautiva el gusto

y la voluntad le sigue

La gente está dispuesta en toda Europa,

como lo está en España, a esperar

efectos mágicos, hechos extra naturales

que le traigan alguna esperanza o la

con rmen en su perdida de ella.


Un jesuita cuenta que la

gente se sintió arrastrada a

esperar novedades mágicas

por la aparición de unos

“arreboles”.

A pesar de todos los Al desarrollo desmesurado y

mecanismos de control, a la alteración sustancial de

podemos observar que ese un fenómeno que el impulso

estado de animo tan dominador de la naturaleza

excepcional que se crea da en el Renacimiento había

lugar vigorizado: la magia

Lo oscuro y lo difícil, lo

nuevo y desconocido, lo

raro y extravagante, lo

exótico, todo ello entra Que se propone mover las

como resorte e caz en la voluntades dejándolas en

preceptiva barroca suspenso, admirándolas,

apasionándolas por lo que

antes no habían visto.

El hombre del Barroco,

siempre preferirá la Nunca la naturaleza produce algo en

naturaleza transformada bene cio del hombre que no necesite

por el arte a la naturaleza que el arte y su ingenio lo perfeccione.

simple.

La aparición de un nuevo

Todos los hombres del barroco


producto del arte humano

están dispuestos a preferir los


apasiona a muchas gentes, y

productos del arte o de la


cuando no se consigue cosa

técnica, esto es, la obra de la


mejor, ese apasionamiento

invención humana
se pone, por ejemplo, en la

banal invención de una

nueva forma estró ca.

Todo lo puede el ingenio humano

Pero mientras en Italia un Torricelli

inventa el barómetro; en Francia, un

Pascal establece los principios de la

prensa hidráulica; En Inglaterra se abre

la época del maquinismo, entre

muchos otros ejemplos;

El valor de la posición del arti cio En la mentalidad del español de

(A lo que se da el nombre de la época barroca está la general

ciencia) lo expresa Calderón en el condición de satisfacerse de

mito de Prometeo. todo arti cio de todo ingeniosa

invención del arte humano que

aparezca como como novedad.

El teatro en el Barroco

Una de las razones del teatro como

espectáculo en el siglo XVII es su carácter de

arti cio, en cuanto tal muy particularmente

adaptable a los objetivos del barroco.

No hay mejor manera de resaltar la

grandeza, el brillo, el poder, y éste ya

es un resorte e caz acción

psicológica sobre la multitud.

Al nal de la experiencia teatral del El teatro satisfacía el gusto cotidiano

barroco, bancos Candamo admiraba, y banal por la invención.

en el poema escénico o comedia, su


fábrica, su interior arti cio, la Las artes de la mímica, del pintor del músico
máquina ingeniosa de su contextura. del escenógrafo y del maquinista, se unen
aquí para asaltar a la vez todos los sentidos,
de suerte que el publico no pueda escapar.


Son de ahora de gran importancia los

juegos de luz, y sin disponer de estos,

los otros resortes no se hubieran podido

manejar, por lo menos alcanzado la

fuerza que se le reconoce. Es la luz

misma, con sus cambios, la que actúa

muchas veces.

Se pone en acción lo que de juego

cambiante y asombroso tiene el teatro y La idea de un juego semejante va


en otra medida la pintura y también las unida a los aspectos básicos de la


demás artes gurativas. cosmovisión barroca.


En un mundo cambiante, vario,

reformable, El gusto por los cambios

y por las metamorfosis se satisface

en los juegos escénicos y el interés

apasionado por los arti cios en los

recursos de la tramoya

Se observado que Lope estaba

contra el empleo de arti cios en el

teatro

pero lo cierto es que los arti cios,

invenciones, apariencias, o, las

tramoyas, van ganando cada vez

mas la escena y teniendo un

importancia mayor en las

representaciones.

También podría gustarte