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UNIDAD ACADÉMICA RIBERALTA

CAPITULO I: INTRODUCCIÓN GENERAL


AL ESTUDIO DEL AGUA.

FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar

1.1 GENERALIDADES

El agua es uno de los recursos naturales unido íntimamente a la vida. Todas las
actividades humanas están vinculadas al uso del agua: así es en los aspectos
domésticos, agrícolas, pecuarios, industriales y recreativos, solo para citar muy
rápidamente algunos de los aspectos del uso del agua.

Desde los tiempos más antiguos el agua ha sido fuente de alimentación y vía para el
transporte. Como el control del agua es fundamental para la vida humana resulta que
las ciudades y las sociedades crecen y desaparecen en concordancia con sus éxitos y
fracasos en el manejo del agua.

En la época actual las economías de los países están cada vez más dependientes unas
de otras, en consecuencia, tenemos que mirar el agua, recurso escaso y vital, como un
recurso planetario. De su importancia y escasez surge la necesidad de planificar su
uso.1

La ONU ha advertido que ya no podemos seguir tratando nuestros recursos hídricos


como si fueran inagotables, porque se ha demostrado que no es así. De hecho vasta
observar las siguientes cifras: 1’100 millones de personas no tienen acceso al agua
potable de calidad; 2’500 millones de personas carecen de sanidad apropiada; 5
millones de personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el consumo de
agua contaminada.

La progresiva disminución del agua ha afectado al abastecimiento de la población, ya


un 20% de la población carece de agua necesaria y se espera que para el 2025 esta
cifra aumente a un 30%. Esta carencia se ha producido fundamentalmente por cuatro
motivos:

¾ Ineficiencia de su uso. ¾ Degradación por efecto de la contaminación. ¾ Excesiva


explotación de aguas subterráneas. ¾ Aumento en la demanda para satisfacer
necesidades humanas, industriales y agrícolas.

1.2 EL CICLO HIDROLÓGICO

El concepto de ciclo hidrológico y el conocimiento de su funcionamiento no sólo son de


interés para la hidrología o la meteorología. En realidad es muy importante para la
planificación del uso de los recursos hidráulicos y para esclarecer una serie de
conceptos vinculados al uso de las aguas. El concepto de ciclo se basa en el
permanente movimiento o transferencia de las masas de agua, tanto de un punto del
planeta a otro, como entre sus diferentes estados (líquido, gaseoso y sólido). Este flujo
de agua se produce por dos causas principales: la energía Solar y la gravedad. El agua
de la Tierra - que constituye la hidrosfera - se distribuye en tres reservorios
principales: los océanos, los continentes y la atmósfera, entre los cuales existe una
circulación continua - el ciclo del agua o ciclo hidrológico (Ver Figura 1.1)

1.2.1 Fases del ciclo hidrológico

a. Evaporación

El ciclo se inicia sobre todo en las grandes superficies líquidas (lagos, mares y
océanos) donde la radiación solar favorece la continua formación de vapor de agua. El
vapor de agua, menos denso que el aire, asciende a capas más altas de la atmósfera,
donde se enfría y se condensa formando nubes.

b. Precipitación

Cuando por condensación las partículas de agua que forman las nubes alcanzan un
tamaño superior a 0,1 mm. comienza a formarse gotas, las cuales caen por gravedad
dando lugar a las precipitaciones (en forma de lluvia, granizo o nieve).

c. Retención

No toda el agua que precipita llega a alcanzar la superficie del terreno. Una parte del
agua de precipitación vuelve a evaporarse en su caída y otra parte es retenida (“agua
de intercepción”) por la vegetación, edificios, carreteras, etc., y luego se evapora. Del
agua que alcanza la superficie del terreno, una parte queda retenida en charcos, lagos
y embalses (“almacenamiento superficial”) volviendo una gran parte de nuevo a la
atmósfera en forma de vapor.

d. Escorrentía superficial

Otra parte circula sobre la superficie y se concentra en pequeños cursos de agua, que
luego se reúnen en arroyos y más tarde desembocan en los ríos (“escorrentía
superficial”). Esta agua que circula superficialmente irá a parar a lagos o al mar, donde
una parte se evaporará y otra se infiltrará en el terreno.

e. Infiltración

Pero también una parte de la precipitación llega a penetrar la superficie del terreno
(“infiltración”) a través de los poros y fisuras del suelo o las rocas, rellenando de agua
el medio poroso.

f. Evapotranspiración

En casi todas las formaciones geológicas existe una parte superficial cuyos poros no
están saturados en agua, que se denomina “zona no saturada”, y una parte inferior
saturada en agua, y denominada “zona saturada”. Una buena parte del agua infiltrada
nunca llega a la zona saturada sino que es interceptada en la zona no saturada. En la
zona no saturada una parte de esta agua se evapora y vuelve a la atmósfera en forma
de vapor, y otra parte, mucho más importante cuantitativamente, se consume en la
“transpiración” de las plantas. Los fenómenos de evaporación y transpiración en la
zona no saturada son difíciles de separar, y es por ello por lo que se utiliza el término
“evapotranspiración” para englobar ambos términos.

g. Escorrentía subterránea

El agua que desciende, por gravedad-percolación y alcanza la zona saturada constituye


la “recarga” de agua subterránea. El agua subterránea puede volver a la atmósfera por
evapotranspiración cuando el nivel saturado queda próximo a la superficie del terreno.
Otras veces, se produce la descarga de las aguas subterráneas, la cual pasará a
engrosar el caudal de los ríos, rezumando directamente en el cauce o a través de
manantiales, o descarga directamente en el mar, u otras grandes superficies de agua,
cerrándose así el ciclo hidrológico.

Las tasas de renovación del agua, o tiempo de residencia medio, en cada una de las
fases del ciclo hidrológico no son iguales. Por ejemplo, el agua de los océanos se
renueva lentamente, una vez cada 3.000 años, en cambio el vapor atmosférico lo hace
rápidamente, cada 10 días aproximadamente.

1.2.2 Importancia del ciclo hidrológico.

El ciclo hidrológico desde el punto de vista del aprovechamiento de los recursos


hídricos, representa una continua renovación, una presencia permanente de la
disponibilidad de agua en la Tierra. El estudio del ciclo hidrológico nos interesa para
conocer la forma de modificarlo en provecho de la humanidad.

Los recursos más utilizados son las aguas superficiales relegando las aguas
subterráneas a un segundo plano, a pesar de su importancia. Debido al creciente
aumento de la utilización de los recursos hídricos cada vez va adquiriendo mayor
importancia la creación de embalses para regulación. Asimismo, en los últimos años
cada vez son mayores los trabajos que se vienen desarrollando para promover la
utilización conjunta de aguas superficiales y subterráneas.

No obstante, el aprovechamiento de las aguas excedentarias debe contemplar la


prevención del agotamiento de los acuíferos y su defensa ante la contaminación.

1.3 DISTRIBUCIÓN DEL AGUA EN EL PLANETA


El 97% del agua del planeta se encuentra en los océanos, mientras que el restante
porcentaje se reparte entre: lagos y ríos (0.02%), capas y humedad del suelo
(0.58%), iceberg y glaciares (2.01%) y la atmósfera (0.001%). Sólo un 2.6% del total
de agua es dulce y sirve para consumo humano. (Ver Figura 1.2)

1.4 Uso del Agua

El agua se caracteriza no sólo por la diversidad de usos, sino por la multiplicidad de


usuarios. Vamos a señalar los principales usos del agua, sin pretender que esta
clasificación sea exhaustiva, es solo ilustrativa. Distinguimos tres grandes grupos de
usos de acuerdo a la siguiente descripción:

1.4.1 Uso Domestico

 Consumo (bebida, cocina, aseo personal, limpieza, medicina, religión, etc.)


 Evacuación de desechos
 Recreación (natación, deportes, pesca, etc.)

1.4.2 Uso Agrícola y Pecuario

 Riego
 Avenamiento (Drenaje)
 Evacuación de desechos
 Producción de alimentos acuáticos
 Abrevaderos y consumo animal

1.4.3 Usos industriales y comerciales

 Producción de energía
 Industrias
 Construcción
 Navegación
 Transporte de troncos
 Evacuación de desechos
 Industrias extractivas (minería, petróleo, etc.)
 Pesca comercial
 Enfriamiento
 Conservación del equilibrio ecológico y del paisaje
 Recreación

Más adelante examinaremos las demandas de los diferentes usos y el modo de


satisfacerlas. En términos generales el agua puede ser objeto de uso, de consumo y de
contaminación. Así por ejemplo una central hidroeléctrica es simplemente un uso del
agua, que no implica consumo ni contaminación. En cambio, una central de energía
nuclear implica uso, consumo y contaminación del agua.

Un determinado uso del agua, aunque no la afecte en cantidad ni en calidad, puede


disminuir o anular las posibilidades de nuevos usos del agua. Para concluir este breve
examen de las posibilidades de uso del agua, y a modo de recapitulación, conviene
recordar que el agua tiene múltiples usos y que estos son tanto alternativos como
sucesivos: a la vez que el agua es un recurso escaso y vital. En consecuencia, resulta
imperativo efectuar la planificación del uso de los recursos hidráulicos, como parte de
un Plan Nacional de Desarrollo.
UNIDAD ACADÉMICA RIBERALTA
CAPITULO II: RECURSOS HÍDRICOS DE
BOLIVIA.

FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar

2.1 INTRODUCCIÓN

Una de las mayores necesidades dentro del desarrollo mundial, lo constituye el recurso
hídrico, cuya cantidad y calidad cada día se ven amenazadas por las deficientes e
inoperantes políticas de manejo y aprovechamiento. El agua, constituida como un
valioso recurso, escaso en el tiempo y el espacio, sometida a la vulnerabilidad de la
contaminación de bajo costo y en algunos casos sin las medidas legales de protección,
requiere de un manejo integral, que muchas veces no es puesto en la práctica.

Bolivia cuenta con abundantes recursos hídricos. La red hidrográfica en el país es muy
densa, y grandes volúmenes de agua están almacenados en lagos y en innumerables
lagunas. El país tiene además una increíble riqueza de humedales, siendo los más
importantes las planicies de inundación en los llanos y los bofedales en el altiplano.
Además, se cuenta con enormes volúmenes no cuantificados de aguas subterráneas
cuya ocurrencia está determinada por procesos geológicos históricos.

Debido a su tamaño y su heterogeneidad geomorfológica, Bolivia cuenta con una


amplia variación de condiciones climáticas en su territorio. El Altiplano es una zona con
poca precipitación y bajas temperaturas, en cambio la zona oriental del país se
caracteriza por lluvias intensas y temperaturas relativamente altas. Entre estos dos
extremos, se encuentra toda una variedad de microclimas intermedios con diferentes
características, dependiendo de la geomorfología, la altitud y la posición geográfica del
lugar. La variación en la disponibilidad de las aguas superficiales está correlacionada
en gran medida con las tasas de precipitación. Las aguas subterráneas en cambio
generalmente son reservorios de agua más permanente, sin embargo éstas
recientemente también están afectadas por su explotación para consumo humano y
riego.

En la actualidad, se advierte en el país una competencia por el uso múltiple del agua,
debido principalmente a las demandas poblacionales, energéticas y agrícolas. Se
advierten problemas críticos de contaminación del agua y la presencia de fenómenos
extremos como inundaciones y sequías, así como la aún incipiente política nacional de
desarrollo de los recursos hídricos.

En Bolivia, igual que en otros países andinos, se observa una creciente competencia
por el uso múltiple del agua. Las demandas para uso agrícola, doméstico e industrial
ya no están geográficamente tan separadas como antes. Estas demandas sectoriales
incrementan y se traslapan cada vez más, lo que ocasiona nuevos conflictos por el
agua de diferente índole.

Para abordar las cuestiones del agua, y sus conflictos de uso, el gobierno debería
adoptar idealmente el principio de la gestión integrada de los recursos hídricos, que
comprende las políticas, estrategias y leyes nacionales sobre el agua, un sistema de
información, planes de acción, y otros. Sin embargo, Bolivia carece de la mayoría de
estos instrumentos de manejo y gestión. Tampoco dispone de una ley de aguas que
regule el uso de los recursos hídricos, ni existen sistemas que integren toda la
información sobre el tema. Es notoria la variedad de institutos que trabajan en
diferentes aspectos del tema agua, pero al mismo tiempo es llamativa la falta de
coordinación entre éstos.

Generalmente, no se aprecia la medida en que el aprovechamiento de los recursos


hídricos contribuye a la productividad económica y al bienestar social, aunque todas las
actividades sociales y económicas descansan en sumo grado sobre el suministro y la
calidad del agua potable. Con el aumento de la población y de las actividades
económicas, muchos países están llegando con rapidez a una situación en el que el
agua escasea o en que su desarrollo económico se ve obstaculizado.

2.2 CUENCA HIDROGRÁFICA DE BOLIVIA

Con frecuencia, se toman las cuencas hidrográficas como las unidades más adecuadas
para la gestión de los recursos hídricos. Reconociendo que una división del país en
cuencas, subcuencas y microcuencas es el primer paso hacia un ordenamiento más
racional del agua, se propusieron diversos sistemas de división de cuencas en Bolivia.
La mayoría de los consultores propusieron sistemas de división de cuencas
hidrográficas sólo en base al criterio biofísico-hidrológico, mostrando una incongruencia
con las recomendaciones formuladas por MDSP-DGCTC (2002).

2.2.1 División General

Bolivia pertenece a tres grandes cuencas hidrográficas: la cuenca del Amazonas, la


cuenca del río de La Plata y la cuenca Endorreica o Cerrada del Altiplano. Esta división
generalmente es adoptada en la mayoría de los libros generales sobre el tema (por
ejemplo, Montes de Oca, 1999). Sin embargo, esta división es demasiado general, y
para fines de manejo se necesita un refinamiento de la organización espacial en
cuencas.

2.2.2 División del país en cuencas hidrográficas según Roche et al. (1992) y
el IGM (1998)

Uno de los primeros en proponer una división del país en cuencas hidrográficas fueron
Roche et al. (1992). Ellos distinguieron 13 grandes cuencas hidrográficas. Esta división
fue adoptada con leves diferencias por el IGM (1998).

2.2.3 División de cuencas según MAGDR-PRONAR (2001)


MAGDR-PRONAR (2001) recientemente propuso una división detallada de cuencas de
Bolivia (Ver Cuadro 2.2). Dividieron el país en 3 grandes cuencas (Amazonas, Del
Plata, Endorreica), 10 cuencas y 36 subcuencas.

2.3 OFERTA DE AGUA EN BOLIVIA

2.3.1 Precipitación

La precipitación normalmente tiene una marcada distribución espacial. Hay lugares


donde llueve mucho y otros donde casi no llueve. Aún dentro de una misma cuenca, en
lugares relativamente cercanos, hay variaciones importantes en la cantidad de
precipitación. Una parte de la precipitación que cae sobre una cuenca da lugar a la
escorrentía superficial, otra a la evapotranspiración y finalmente una parte que se
infiltra.
La precipitación usualmente se expresa en milímetros acumulados en un lugar durante
un cierto tiempo. Se tiene así valores horarios, diarios, mensuales o anuales de la
precipitación en una estación determinada. La precipitación se mide por medio de
pluviómetros: cuando estos son registradores se llaman pluviógrafos.

Para comprender mejor la distribución temporal de la precipitación debe observarse los


valores diarios, y para ciertos cálculos debe conocerse la distribución horaria, en cuyo
caso es indispensable el uso de pluviógrafos. Bolivia cuenta con tres sistemas o
cuencas hidrográficas: la Cuenca del Norte o Amazónica, la Cuenca Central o Lacustre
y la Cuenca del Sur o de La Plata (Ver página anterior).

La Cuenca Amazónica incluye los ríos Madre de Dios, Orthon, Abuná Beni, Yata,
Mamoré e Itenez cuyas aguas llegan finalmente al río Amazonas. Tiene una superficie
de 888.000 Km2 y recibe una precipitación de 1814 mm/año; la Cuenca de la Plata
está formada por el río Paraguay, Pilcomayo y Bermejo y desemboca a través del río
Paraguay; cubre una superficie de 235.000 Km2 y tienen una precipitación promedio
de 854 mm/año. La Cuenca Lacustre está formada por el Lago Titicaca, Lago Poopó,
Salar de Coipasa y de Uyuni y río Desaguadero. Tiene una superficie de 191.000 Km2
recibe una precipitación promedio de 421 mm/año; esta cuenca no tiene salida por lo
que también se la conoce como endorreica.

Las isoyetas, según Rocha et al. (1992). Se puede observar que el sudoeste del país es
la región más seca con <100 mm de lluvia al año. Gran parte del Altiplano es seco con
una precipitación entre 100 y 300 mm. La cordillera volcánica recibe precipitaciones
entre 300 y 500 mm/año. La zona aledaña al lago Titicaca recibe entre 500 y 700
mm/año. La cantidad de lluvia aumenta hacia el oriente del país, donde se tienen
valores hasta 1700 mm/año. En el Norte del país (Pando) la precipitación alcanza
valores de 2200 mm. El Chapare constituye la zona con mayor precipitación en el país
(alrededor de 5000 mm).

La información extraída de las estaciones de AASANA, SENAMHI y PROMIC, refleja que


el comportamiento de las precipitaciones en el Valle Central (Cochabamba) registra
hasta mediados de marzo del presente año hidrológico (julio de 2002 a junio de 2003),
un déficit del 20% en relación al promedio histórico de precipitación hasta la fecha,
dado que la precipitación acumulada de julio a mediados de marzo es de 380 mm,
mientras que el promedio histórico de precipitación para el Valle Central hasta la fecha
es de 482 mm.

2.3.2 Aguas Superficiales

Las aguas superficiales constituyen la fuente de agua mayormente utilizada hasta


ahora. A menudo están cargadas de sedimentos provenientes de la erosión de la
cuenca. Esto encarece y dificulta su aprovechamiento, así como el funcionamiento de
obras de toma, desarenadores, canales turbinas y obras de almacenamiento. Las aguas
superficiales tienen muchas veces problemas de calidad. Los ríos son colectores de
desagües poblacionales, industriales, mineros y agrícolas. Si no existe o no se pone en
práctica una política nacional de preservación de la calidad de las aguas, estas pueden
deteriorarse de tal modo que su aprovechamiento quede fuertemente limitado.

Las aguas superficiales comprenden un complejo sistema de ríos, lagos, lagunas,


humedales y otros cuerpos de agua. Los recursos hídricos superficiales de una
determinada región provienen de la precipitación pluvial caída en su cuenca de
alimentación y de los manantiales (descarga subterránea). Las aguas superficiales de
Bolivia han sido descritas en detalle por Montes de Oca (1997).

Debido a la irregular distribución de las precipitaciones pluviales, y en función a la


magnitud de las cuencas receptoras, se puede indicar que la cuenca del Amazonas
tiene la mayor disponibilidad de aguas superficiales, y la cuenca del Altiplano la menor.
De un modo preliminar, se estima que por la cuenca del Amazonas fluyen 180’000
millones de m3/año, por la cuenca del Plata 22’000 millones de m3/año y por la
Cuenca Cerrada 1’650 millones de m3/año2.

Aparte de los ríos, el país cuenta con un alto número de lagos y lagunas. Si se asume
la denominación de lago para una masa de agua con un área mayor a 200 km2,
existen 6 lagos en Bolivia. Titicaca, Poopó, Uru Uru, Coipasa, Rogagua y Rogaguado.
En las cuencas del Altiplano y del Plata existen innumerables lagunas de altura, en la
cuenca del Amazonas, se tienen lagunas de origen fluvial (lagunas de várzea) y de
origen tectónico. Existen importantes variaciones anuales en el caudal de los ríos
principales, dependiendo de las variaciones en los parámetros climatológicos. Además,
cambios climáticos pueden influir en los niveles de evapotranspiración y escurrimiento.

El aprovechamiento en Cochabamba se estima en un promedio anual de 1,60 m3/seg.


Dadas las condiciones topográficas y geológicas en la mayoría de los torrentes3, es
posible incrementar los caudales disponibles en la época de estiaje construyendo y
mejorando pequeñas obras de almacenamiento en las partes altas de la cordillera,
hasta llegar a un caudal aprovechable de alrededor de 2,50 m3/seg.

Se estima que el caudal proveniente de cuencas vecinas en Cochabamba para agua


potable y riego llega a unos 0,50 m3/seg. Sin embargo, el mayor potencial todavía
aprovechable radica en el trasvase de aguas de otras cuencas hacia el Valle Central,
encontrándose entre ellos los proyectos de Misicuni, Corani y Palca.
Además de las categorías de recursos hídricos antes señaladas, que están referidas a
la fuente de agua, es importante destacar que la oferta de agua también puede
incrementarse en función de la gestión de manejo y las eficiencias de operación de los
sistemas de suministro y distribución.

2.3.3 Aguas Subterráneas

Las aguas subterráneas no siempre son tomadas en cuenta en los planes de manejo de
cuencas, lo cual es extraño cuando consideramos que un gran porcentaje del
abastecimiento de agua potable y agua de riego en las zonas rurales y urbanas
proviene de acuíferos subterráneos. Por ejemplo, el Servicio Municipal de Agua Potable
y Alcantarillado (SEMAPA) de Cochabamba alcanzaba en 1999 un caudal de
aproximado de 740 l/s de los cuales cerca a 470 l/s provenía de los recursos
subterráneos extraídos mediante la explotación de pozos. Santa Cruz se abastece casi
exclusivamente de pozos profundos ubicados en el norte de la ciudad.
UNIDAD ACADÉMICA RIBERALTA
CAPITULO III: FORMULACIÓN PARA EL
DISEÑO DE PROYECTOS HÍDRICOS.

FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar

3.1 GESTIÓN DEL AGUA

La gestión de agua se puede definir como el conjunto de actividades más los medios
necesarios para lograr los objetivos formulados para el uso, la distribución y el manejo
del agua en un cierto espacio.

Cruciales en esta definición son el uso, distribución y manejo de agua: el uso, por ser
el objetivo del relacionamiento con el agua; la distribución porque es el proceso de
reparto de agua en tiempo y espacio hacia los distintos usos y usuarios, y el manejo
del agua, entendido como la construcción y operación de infraestructuras que dirigen
las aguas a los puntos de uso, o evitan que las mismas ocasionen daños no deseados.

En sistemas de aprovechamiento del agua, como sistemas de riego, sistemas de agua


potable o centrales hidroeléctricas, el uso, distribución y manejo, o sea el complejo de
la gestión del agua, se ubican en un espacio limitado, con objetivos más o menos
unívocos y convenidos dentro de un grupo de usuarios específicos.

En la gestión del agua se distinguen cuatro principales campos de acción, que son 1) el
uso y manejo del agua, 2) el monitoreo y control, 3) la definición e implementación de
políticas y 4) las inversiones.

3.2 ETAPAS EN EL PROCESO DE LA GESTIÓN INTEGRADA DE LOS RECURSOS


HÍDRICOS

La gestión integrada de recursos hídricos, incluida la integración de los aspectos


relativos al manejo de los recursos naturales a nivel de cuenca o subcuenca, debería
perseguir cuatro objetivos principales:

1. Promover un enfoque dinámico, interactivo y multisectorial de la ordenación de los


recursos hídricos, incluidas la protección y la determinación de posibles fuentes de
abastecimiento de agua dulce, que abarque consideraciones tecnológicas, económicas,
ambientales y sanitarias.
2. Planificar la utilización, la protección, la conservación y la ordenación sostenibles y
racionales de los recursos hídricos con arreglo a las necesidades y prioridades de la
colectividad, dentro del marco de la política de desarrollo económico nacional.

3. Elaborar, aplicar y evaluar proyectos y programas que sean tanto económicamente


eficientes como socialmente adecuados, dentro de unas estrategias definidas con
claridad y basadas en un enfoque de plena participación pública, incluida la de la
mujer, de la juventud, de las poblaciones indígenas y de las comunidades locales, en
las medidas y decisiones sobre la ordenación del agua.

4. Determinar y fortalecer o implantar, según sea necesario, en particular en los países


en desarrollo, los mecanismos institucionales, jurídicos y financieros adecuados para
lograr que la política sobre los recursos hídricos y su ejecución sean un catalizador del
progreso social y el crecimiento económico sostenible.

Las etapas en un proceso de gestión de cuencas son:

Previa: Estudios, formulación de planes y proyectos.

Intermedia: Etapa de inversión para la habilitación de la cuenca, con fines de


aprovechamiento y manejo de sus recursos naturales, y con fines de desarrollo del
hombre. Esta etapa se conoce usualmente como desarrollo de cuencas o desarrollo de
recursos hídricos o hidráulicos.

Permanente: Etapa de operación y mantenimiento de las obras construidas, manejo y


conservación de los recursos y elementos naturales. Esta etapa se conoce como
administración de recursos hídricos y como manejo de cuencas.

3.3 PLANIFICACIÓN EN CUENCAS

La planificación, por su parte, es un proceso de toma de decisión de tipo político,


social, tecnológico y ambiental; el cual, dentro de la estrategia de participación de la
sociedad y de acuerdo a un esquema metodológico, deberá establecer las mejores
alternativas de aprovechamiento, manejo y conservación de los recursos naturales
renovables. En este sentido, la planificación es un instrumento para la gestión y no un
fin en si mismo; es decir, la planificación debe ser un proceso continuo al servicio de la
gestión. La planificación tradicional suele basarse en grandes metas cuantitativas de
producción o de ejecución de ciertas obras o acciones. La planificación de cuencas en
la región debe basarse más en la búsqueda de equilibrios que en alcanzar metas
prefijadas. La planificación de cuencas hidrográficas, es el proceso de formular y
aplicar un conjunto de operaciones y acciones, de acuerdo con los problemas y con la
situación actual en que se desenvuelve la cuenca para cumplir con los objetivos
propuestos.

La planificación de los recursos hídricos y cuencas hidrográficas debe contemplar un


estudio de reconocimiento de las cuencas hidrográficas nacionales y su priorización,
con el objetivo central de evaluar los recursos y las condiciones, para luego planificar
la ordenación futura. Si bien los planes nacionales contemplan, a nivel macro, una
primera aproximación y proporcionan lineamientos generales del manejo de cuencas,
los niveles regionales, departamentales y municipales son los encargados de viabilizar
las acciones propuestas. A nivel municipal, los Planes de Desarrollo Municipal pueden
ser la base para la formulación del Plan de Gestión Integral y Participativa de la cuenca
hidrográfica principal de la jurisdicción municipal.

La gestión de los recursos hídricos y cuencas hidrográficas es el proceso de dirección y


supervisión de actividades, tanto técnicas como administrativas, orientadas a
maximizar en forma equilibrada los beneficios sociales, económicos y ambientales que
se pueden obtener con el aprovechamiento de agua y recursos conexos, así, como
controlar los fenómenos y efectos adversos asociados al uso de los recursos, con el fin
de proteger al hombre y al ambiente que lo sustenta.

3.3.1 La Participación social

Se puede aceptar como un hecho que aquellos planes que se han intentado sin la
participación de los actores sociales han fracasado. En este sentido, la conservación de
los recursos de la cuenca, debe ser planeada con la comunidad y para la comunidad.

La participación ciudadana debe estar organizada conjuntamente con la entidad


responsable a nivel nacional, regional y local, durante todo el proceso del proyecto. La
participación se debe ir desplazando cada vez más desde las instancias nacionales a las
regionales y locales, y desde las entidades oficiales hacia la comunidad organizada.

3.4 CARACTERÍSTICAS DE LOS PROYECTOS HIDRÁULICOS

Generalmente, los proyectos se inician con el objetivo de optimizar la captación y el


aprovechamiento de los recursos hídricos que, por su marcada escasez en la zona
occidental del país, unida a las irregularidades de las épocas de lluvias han tenido un
notorio efecto en la producción agrícola. De esa manera, se llevan a cabo estudios y
justificaciones que tienen relación con los aspectos siguientes:

a. Factibilidad Técnica
b. Rentabilidad Económica
c. Sostenibilidad

La factibilidad técnica y la rentabilidad económica son requisitos básicos para la


viabilización de cualquier financiamiento y en general la atención que requieren son de
amplio conocimiento en las instituciones que impulsan proyectos de desarrollo. La
sostenibilidad en los proyectos de riego es un aspecto que ha sido enfatizado en los
últimos años. Sin embargo, los diversos enfoques que se le han dado muestran todavía
resultados muy pobres y es necesario prestarle mayor atención a las causas de ello.

3.5 FASES DE UN PROYECTO DE APROVECHAMIENTO DE AGUA

A fin de realizar una primera aproximación a los procesos de formulación de un


proyecto de riego, se consideran las siguientes fases:

1. Definición de objetivos.
2. Estudios exploratorios.
3. Estudios de factibilidad.
4. Diseño y planificación.
5. Ingeniería del proyecto.

3.5.1 Definición de Objetivos

Considerando que un proyecto de aprovechamiento de aguas es por lo general un


emprendimiento que involucra a muchos actores e instituciones, es vital establecer
desde el principio los objetivos de cada uno de ellos, de manera que los alcances y
dimensiones del proyecto se acomoden a los roles, responsabilidades y expectativas de
estos.
En general el desarrollo de un proyecto de aprovechamiento de agua con fines de
riego, desde la óptica institucional busca el mejoramiento del bienestar regional o
micro regional (en función del alcance del proyecto). Este objetivo puede interpretarse
de diversas formas, entre las cuales se incluyen:

 Generación de mayores y mejor distribuidos ingresos en el área de influencia.


 Estimular la creación de mayores fuentes de trabajo y empleo.
 Lucha contra la pobreza.
 Promoción de crecimiento económico.
 Objetivos intangibles como la ocupación territorial, preservación ecológica, etc.
 Otros objetivos.

Mientras tanto, la perspectiva de los usuarios regantes, el proyecto de riego y la


respectiva oferta de agua para la agricultura con la que viene asociado el proyecto,
puede estar referido a resolver situaciones concretas como ser:

 Disminución de riesgos agrícolas contra efectos climáticos adversos.


 Asegurar la producción de alimentos para la subsistencia familiar.
 Aumento de la capacidad productiva de sus parcelas.
 Creación de mayores oportunidades de trabajo en su predio.
 Otros objetivos

En la medida en que los objetivos e intereses de los involucrados en el proyecto sean


compatible, podrá facilitarse la toma de decisiones de quienes deben asumir roles y
responsabilidades en su concepción, posterior ejecución y finalmente en la
correspondiente gestión.

3.5.2 Estudios Preliminares

Esta fase de los proyectos, varía en cada caso específico; en algunos casos consiste en
un reconocimiento de los recursos, en otros se recopila información que ha sido
previamente obtenida, y en otros casos debe generarse la información necesaria para
los fines del proyecto.

De cualquier manera, es en esta fase que se compatibilizan objetivos e intereses de los


involucrados, y se define el alcance de los proyectos. En esta fase también se define el
marco dentro del cuál deberían tomarse las decisiones inherentes al proyecto.
3.5.3 Estudios de Factibilidad
Esta es una fase de alto contenido técnico, dónde si la fase previa lo garantiza, en los
estudios de factibilidad se deja libertad a la imaginación y la creatividad, para inventar
alternativas que satisfagan los objetivos del proyecto. Cada una de estas alternativas
imaginadas debe estudiarse con suficiente detalle, para permitir su evaluación en
términos de desempeño, costo, calidad, etc.

Las alternativas evaluadas son posteriormente comparadas para la selección de la


mejor. Los resultados de esta fase deben presentarse en forma clara y coherente a las
instancias de toma de decisiones, de donde deben salir las conclusiones respecto a:

1. Una propuesta específica puede ser seleccionada para cumplir con el objetivo
deseado mediante el proyecto.

2. Estudios adicionales sobre alguna(s) alternativa(s) son necesarios para llegar a esa
conclusión.

3. Dentro de las condiciones económicas, ambientales y/o tecnológicas, el proyecto no


debería proseguir.

3.5.4 Diseño y Planificación

Esta fase empieza solamente después de la toma de decisiones descrita en el acápite


anterior, respecto la ejecución del proyecto.

En caso afirmativo, esto implica que los involucrados cuentan con la disposición, los
recursos y las condiciones para proceder hasta llegar a la construcción y luego gestión
del agua por aprovechar. Se inicia el proyecto de diseño detallado de las obras
componentes del proyecto, la definición de las especificaciones técnicas relativas a su
calidad, procesos de licitación, etc.

La fase de planificación y diseño debe llevarse en el marco de una visión integral de los
problemas y necesidades a resolver. Los pasos clave para ello pueden sintetizarse en:

1. Establecer claramente los objetivos del diseño: La importancia de este paso


radica en la importancia que tienen los objetivos en los aspectos técnicos del
diseño.

2. Transformar los objetivos en criterios de diseño: La importancia de este


proceso es que permite mantener la dimensión del proyecto dentro de los alcances
establecidos en un marco concreto de objetividad.

3. Utilizar los criterios de diseño para la obtención de los objetivos: En este


paso es fundamental efectuar la revisión de aspectos referidos a ingeniería,
economía, agricultura, medioambiente, gestión, etc.

3.5.5 Ingeniería del Proyecto


Durante la fase de diseño, se debe tomar permanentemente en cuenta el futuro
desempeño del sistema de riego, de manera que los efectos de las obras que se
introducen en el proyecto puedan ser razonablemente pronosticados.

El buen desempeño de un sistema, esta relacionado con la calidad y funcionalidad de


su infraestructura, así como con la rentabilidad en el uso de los recursos productivos.
Sin embargo, en el marco de los sistemas de riego, la participación humana, las
características y magnitud de la movilización que promueve el riego, nos llevan a
destacar principalmente los aspectos relacionados con la gestión institucional de su
manejo.

En este contexto, desde el punto de vista de la ingeniería, minimamente deberían


establecerse las siguientes pautas relacionadas con el diseño, la importancia y la
pertinencia de las obras:

a. Definición de criterios de diseño y dimensión de las obras.


b. Escala del emprendimiento y resultados esperados del riego.
c. Definición de los criterios operativos del futuro sistema.

a. Definición de criterios de diseño y dimensión de las obras

En principio, es fundamental conocer la disponibilidad de agua, lo que se traduce en


una evaluación hidrológica satisfactoria, que permita el adecuado dimensionamiento
físico de las obras para cumplir con los objetivos de suministro de agua.

La disponibilidad de agua se analiza en la dimensión del territorio que pretende ser


atendido por el futuro sistema de riego, para lo cual es necesario efectuar el pronóstico
sobre las aguas potencialmente utilizables, que incluyen: agua de lluvias, agua
superficial, agua regulada y agua subterránea. En todos los casos es necesario que el
pronóstico se establezca considerando la cantidad, calidad y oportunidad en que las
aguas se encuentran disponibles y pueden ser aprovechadas.

b. Escala del emprendimiento y resultados esperados del riego

Las metas específicas y los resultados esperados de un proyecto de aprovechamiento


de agua deben quedar claramente definidos, puesto que en función de ellos se
establecen los criterios de medición de sus efectos e impactos. Además, en la medida
que haya claridades la escala del emprendimiento propuesto, se posibilita una mayor
compatibilidad y realismo respecto a los diversos objetivos de los actores involucrados
en el proyecto.

c. Definición de los criterios operativos del futuro sistema

En el alcance de un proyecto de riego, es necesario que los criterios operativos sean


detalladamente planteados y analizados, de manera que con los involucrados se defina
la articulación entre las formas de manejo posibles de parte de quienes se harán cargo
del sistema, características y dimensiones de las obras.
3.6 ESTUDIOS TÉCNICOS APLICADOS AL DISEÑO DE ESTRUCTURAS
HIDRÁULICAS

Para el diseño de estructuras hidráulicas previamente deberá tomarse en cuenta


estudios previos, para determinar el tipo de obra requerida de acuerdo a las
necesidades del proyecto en cuestión. Entre estos estudios podemos citar en forma
general: la hidrología, topografía, aforos, geología, estudio de suelos, estudio del
clima, etc.

3.6.1 Aplicaciones de la Hidrología en Ingeniería

El estudio de la hidrología es imprescindible para el diseño de un proyecto hidráulico. A


continuación, se muestran las aplicaciones (el tipo de estudio hidrológico por cada
proyecto hidráulico) e importancia de la hidrología en ingeniería:

 Selección de fuentes de abastecimiento de agua para uso doméstico o industrial


 Estudio y construcción de obras hidráulicas:
- Fijación de las dimensiones hidráulicas de obras de ingeniería, tales como
puentes
- Proyectos de presas
- Establecimiento de métodos de construcción
 Drenaje
Estudio de características del nivel freático.
Examen de las condiciones de alimentación y de escurrimiento natural del nivel
freático: precipitación, cuenca de contribución y nivel de agua de las corrientes.
 Irrigación
- Selección de agua necesaria
- Estudio de evaporación e infiltración
 Regulación de los cursos de agua y control de inundaciones
- Estudio de variaciones de caudal y previsión de crecientes máximas.
- Examen de las oscilaciones del nivel de agua y de las áreas de inundación.
 Control de polución
- Análisis de la capacidad de recepción de los cuerpos receptores de efluentes de
sistemas de agua de desecho: caudales mínimos, capacidad de reaireación y
velocidad de escurrimiento.
 Control de erosión
- Análisis de intensidad y frecuencia de precipitaciones máximas; determinación de
coeficientes de escorrentía superficial.
- Estudio de la acción erosiva de las aguas, y de la protección contra ésta por
medio de la vegetación y otros recursos.
 Navegación
- Obtención de datos y estudios sobre construcción y mantenimiento de canales
navegables.
 Aprovechamiento hidroeléctrico
- Caudales máximos, mínimos y promedio de los cursos de agua para el estudio
económico y el dimensionamiento de las instalaciones del aprovechamiento.
- Estudio de sedimentos par determinación de embalse muerto.
- Estudio de evaporación e infiltración.
- Estudio de oleaje en embalses.
 Operación de sistemas hidráulicos complejos
 Recreación y preservación del medio ambiente.
 Preservación y desenvolvimiento de la vida acuática.
3.6.2 Medición de caudales

La información de caudales (o niveles de agua) registrada a través del tiempo en los


distintos cuerpos de agua (lagos, ríos, lagunas, agua que fluye en canales, etc.) es de
suma importancia en el diseño de obras hidráulicas. Pero esta información debe ser
manejada e interpretada adecuadamente por el ingeniero a cargo del diseño, de
acuerdo a la estructura que este vaya a diseñar. Los datos de medición de caudales
requeridos, están en función al tipo de estructura, la demanda y oferta de agua y otros
factores como el período de retorno; estos pueden ser caudales de medición continua
(por ejemplo para el diseño de canales) o caudales pico o máximos (por ejemplo para
el diseño de alcantarillas).

Los caudales continuos son requeridos en aquellas estructuras que regulan el caudal a
una cierta demanda del proyecto (por ejemplo, la demanda de agua en un proyecto de
irrigación). Para comprender de mejor manera este concepto es necesario manejar el
concepto de hidrograma: “Un hidrograma es la expresión gráfica del caudal (Q) en
función del tiempo”, un hidrograma es obtenido a través un hietograma (gráfica de
altura del agua en función del tiempo). Por lo tanto, los datos necesarios para el diseño
con caudales continuos pueden ser fácilmente representados en un hidrograma como
se muestra a continuación:

A diferencia de las estructuras diseñadas con un cierto caudal de demanda, los eventos
máximos o picos en mediciones de caudal, son esenciales para el diseño de estructuras
hidráulicas destinadas al control de crecientes, además de estructuras que utilizan
caudales máximos con una cierta probabilidad y un periodo de retorno determinado.
Entre estas estructuras podemos mencionar por ejemplo: las alcantarillas, vertederos,
torrenteras, etc.
Tanto para el estudio de la erosión, como para el cálculo y diseño de las estructuras de
conservación de suelos e hidráulicas, es necesario el estudio de las precipitaciones
máximas. El período de retorno será mayor cuanto mayor sea la importancia y la
repercusión social, ecológica y económica de la obra. Así la necesidad de disponer de
amplios períodos de retorno contrasta con la disponibilidad de series de datos
climatológicos, por lo que se debe recurrir a estimaciones estadísticas.

Cuando se requiere estimar los caudales máximos asociados a diferentes períodos de


retorno, necesarios para estudios de control de inundaciones, diseños de estructuras
hidráulicas, etc., se pueden emplear varias metodologías siempre y cuando se
disponga de registros hidrológicos de longitud suficiente. Sin embargo, cuando existe
escasez de información hidrológica se presenta el problema de como determinar los
caudales con cierto nivel de confiabilidad.

3.6.3 Información básica para presas de almacenamiento

Determinar alternativas (presas de tierra, gravedad, enrocado, etc.) de acuerdo al


acceso, geología y geotecnia, materiales de construcción, costos, facilidad de
construcción y mantenimiento.

Topografía (las escalas son recomendables):

 Plano de la cuenca hidrográfica (Carta IGM 1:50.000).


 Topografía del vaso (escalas 1:1.000 a 1:5.000)
 Topografía de la boquilla (escalas 1:100 a 1:200)
 Curvas relación altura-área y altura-volumen

Geología y geotecnia:

 Geología general del vaso y la cuenca (morfología y estructura)


 Geología aplicada (Fallas en vaso y boquilla). Existencia de suelos calcáreos en
la cuenca. Posibilidades de deslizamientos y filtraciones en el vaso.
 Estudio geotécnico de la cimentación y estribos de la presa: material de
recubrimiento, espesor, tipo de cimentación (roca, lecho aluvial).
 Excavación de calicatas.
 Análisis de mecánica de suelos (resistencia y permeabilidad).
 Determinación del tipo de suelos.
 Ubicación, características y cuantificación de materiales de construcción (bancos
de préstamo y acceso a los bancos).

Hidrología aplicada

 Operación del embalse.


 Volúmenes de almacenamiento y regulación.
 Caudales máximos para diferentes probabilidades
 Tránsito de avenidas
 Transporte de sedimentos

Peligros eventuales de falla:

 Poblaciones agua abajo


 Pérdidas de tierras de cultivo e instalaciones.
 Planes de actuación en caso de falla.

3.6.4 Información básica para obras de captación

Determinar alternativas de acuerdo al caudal de captación, ubicación, geología,


hidrología, acceso, materiales, etc.

Topografía:

 Topografía del cauce 100 a 200 m aguas arriba y aguas abajo del
emplazamiento (escala 1:200 a 1:500).
 Topografía del lugar del emplazamiento (escalas 1:100 a 1:200)

Geología y Geotecnia:

 Características de la cimentación y materiales de construcción.


 Resultados de la excavación de calicatas.

Hidrología aplicada:

 Caudales al 75% de probabilidad y los máximos y mínimos a ser captados.


 Condiciones hidrogeológicas en caso de captación de aguas subterráneas
(pruebas de bombeo)
3.6.5 Información básica para canales, obras de arte y de control (aforadores)

Escoger alineamiento adecuado entre las alternativas consideradas de acuerdo a los


costos (movimiento de tierras, necesidades de revestimiento, obras de arte, etc),
límites de propiedades, facilidades de construcción, transporte de cemento y
agregados, facilidad de mantenimiento y cobertura del área de riego.

Topografía (las escalas son recomendables):

 Plano general (escalas 1:5.000 a 1:10.000)


 Topografía de franja (escala 1:1.000)
 Topografía para obras de arte (escalas 1:50 a 1:200)

Geotecnia:

 Descripción de las condiciones geológicas y geotécnicas a lo largo del trazo del


canal.

UNIDAD ACADÉMICA RIBERALTA


CAPITULO IV: MEDICIÓN DE
CAUDALES (AFOROS).

FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar

4.1 INTRODUCCIÓN

El régimen de caudales de una corriente de agua durante un período determinado, es


el único término del balance hidrológico de una cuenca que puede ser medido
directamente con una buena precisión. Los otros elementos de ese balance, como las
precipitaciones, la evaporación, etc, no pueden ser sino estimados a partir de
mediciones observadas en distintos puntos de la cuenca o deducidos de fórmulas
hidrológicas, los cuales son siempre estimativos muy aproximados. El régimen de
caudales es un dato básico, indispensable, para todos los diseños hidráulicos y para
muchas obras civiles en los que ellos son parte importante como las carreteras,
puentes, acueductos, presas, etc. El objeto de toda estación de aforo es poder
establecer la curva de caudales contra el tiempo, así la instalación de muchas
"estaciones de aforo" que permitan observar, en una serie de años tan larga, como sea
posible, los caudales escurridos en puntos característicos del río principal y, si fuere
oportuno, de sus diversos afluentes, es el principio de todo estudio hidráulico de una
cuenca. Sin embargo en países como el nuestro las estaciones de aforo de caudales
son inexistentes en muchos sitios, lo que ha obligado a recurrir a métodos
aproximados para la estimación de los caudales de diseño, como son los métodos de
regionalización. Sin embargo jamás debe olvidarse que ningún método por bueno que
sea reemplaza la medida directa de la variable.
4.2 PRESENTACIÓN DE LOS DATOS DE AFOROS

Estos datos pueden presentarse como:

1. Caudales (m3/seg, litros/seg), que, aunque se trata de un dato instantáneo, pueden


referirse al valor medio de distintos periodos de tiempo:

Caudales diarios. Pueden corresponder a la lectura diaria de una escala limnimétrica


o corresponder a la ordenada media del gráfico diario de un limnígrafo.
Caudales mensuales, mensuales medios. Para un año concreto es la media de
todos los días de ese mes, para una serie de años se refiere a la media de todos los
Octubres, Noviembres, etc. de la serie estudiada.
Caudal anual, anual medio (módulo). Para un año concreto es la media de todos
los días de ese año, para una serie de años se refiere a la media de todos los años de
la serie considerada.

2. Aportación, normalmente referida a un año, aportación anual, aunque a veces la


referimos a un mes, aportación mensual. Es el volumen de agua aportado por el
cauce en el punto considerado durante un año o un mes (Hm3).
3. Caudal específico: Caudal por unidad de superficie. Representa el caudal
aportado por cada km2 de cuenca. Se calcula dividiendo el caudal (normalmente el
caudal medio anual) por la superficie de la cuenca o subcuenca considerada
(litros/seg.km2). Nos permite comparar el caudal de diversas cuencas, siendo sus
superficies distintas. Las áreas de montaña proporcionan más de 20 litros/seg.km2,
mientras que, en las partes bajas de la misma cuenca se generan solamente 4 ó 5
litros/eg.km2.

4. Lámina de agua equivalente. Es el espesor de la lámina de agua que se


obtendría repartiendo sobre toda la cuenca el volumen de la aportación anual
(Unidades: milímetros o metros). Se obtiene dividiendo la aportación anual por la
superficie de la cuenca. Es útil especialmente cuando queremos comparar la
escorrentía con las precipitaciones.

4.3 TRATAMIENTO ESTADÍSTICO DE LOS DATOS DE AFORO

Supongamos que disponemos de n datos de caudales. Es deseable que sean más de


20, y es frecuente disponer de series históricas correspondientes a 30 ó 40 años. El
tratamiento estadístico más común está encaminado a evaluar la probabilidad de que
se presente en el futuro un caudal mayor o menor que un determinado valor, o (la
operación inversa) evaluar qué caudal se superará un determinado % de los años,
para tener presente la probabilidad de que se produzcan crecidas o estiajes de efectos
no deseados. Por ejemplo: ¿Qué probabilidad hay de que la aportación anual del río
supere los 900 Hm3? ¿Qué aportación se superará el 10% de los años? ¿Qué caudal
medio mensual se superará el 75% de los meses de Octubre?

Hay que ordenar los datos disponibles (42 aportaciones anuales, 36 caudales
mensuales de 36 meses de Octubre, etc.) de menor a mayor, olvidando su orden
cronológico, y calcular para cada uno de ellos la probabilidad de que el caudal o
aportación alcance ese valor. Asi, si son 42 datos, la probabilidad de que se alcance el
mayor será 1/42, la probabilidad de que se alcance o supere el 2º será de 2/42, y así
sucesivamente1. Si representamos en un gráfico en un eje los datos de menor a
mayor, y en el otro las probabilidades así calculadas obtendremos una curva que nos
permitirá inferir gráficamente las cuestiones planteadas más arriba. Esto es sólo
aproximado, para más exactitud hay que realizar el mismo proceso, pero ajustando los
datos a una ley estadística. Los datos anuales suelen ajustarse a la ley normal o de
Gauss, mientras que los datos extremos (los caudales máximos o mínimos de una
serie de años) suelen ajustarse a la ley de Gumbel.

En cualquier caso, la probabilidad de que se alcance un determinado valor es el inverso


de su periodo de retorno. Por ejemplo, si la probabilidad de que se alcance o supere un
determinado caudal es del 5%, quiere decir que el 5% de los años el caudal será igual
o mayor, el periodo de retorno de dicho caudal será de 20 años. Es decir, que si el
caudal supera ese valor 5 años de cada 100, eso es igual que uno de cada 20
(1/20=5/100).

4.4 MÉTODOS PARA MEDIR CAUDALES

Entre los más conocidos tenemos los siguientes:

 Volumétrico.
 Método área velocidad.
 Dilución con trazadores.
 Método área pendiente.
 Limnímetros.
 Vertederos de aforo.

4.5 MÉTODO VOLUMÉTRICO

La forma más sencilla de calcular los caudales pequeños es la medición directa del
tiempo que se tarda en llenar un recipiente de volumen conocido. La corriente se
desvía hacia un canal o tubería que descarga en un recipiente adecuado y el tiempo
que demora su llenado se mide por medio de un cronómetro. Para los caudales de más
de 4 l/s, es adecuado un recipiente de 10 litros de capacidad que se llenará en
segundos (Ver Figura 4.1). Para caudales mayores, un recipiente de 200 litros
(Turriles) puede servir para corrientes de hasta 50 1/s.

El tiempo que se tarda en llenarlo se medirá con precisión, especialmente cuando sea
de sólo unos pocos segundos. La variación entre diversas mediciones efectuadas
sucesivamente dará una indicación de la precisión de los resultados.

Se deben realizar por lo menos 5 pruebas para obtener un caudal promedio. Nunca se
debe llenar todo el turril, sólo hasta cierta altura, por lo que se deberá tener dentro del
turril una escala que indique cual es el volumen. El proceso para calcular el caudal con
este método es el siguiente:

Conocer el volumen del contenedor. [V]


Medir el tiempo de llenado. [t]
Q = V/t (4-1)

4.6 MÉTODO ÁREA VELOCIDAD (FLOTADOR- MOLINETE)

a.) Calculo del área

Este método consiste básicamente en medir en un área transversal de la corriente,


previamente determinada, las velocidades de flujo con las cuales se puede obtener
luego el caudal. El lugar elegido para hacer el aforo o medición debe cumplir los
siguientes requisitos:

- La sección transversal debe estar bien definida y que en lo posible no se


presente erosión o asentamientos en el lecho del río.
- Debe tener fácil acceso.
- Debe estar en un sitio recto, para evitar las sobre elevaciones y cambios en la
profundidad producidos por curvas.
- El sitio debe estar libre de efectos de controles aguas abajo, que puedan
producir remansos que afecten luego los valores obtenidos con la curva de
calibración.

Uno de los procedimientos más comunes empleados en este método es el descrito a


continuación.

En el sitio que se decidió hacer el aforo, se hace un levantamiento topográfico


completo de la sección transversal, el cual dependiendo de su ancho y profundidad,
puede hacerse con una cinta métrica o con un equipo de topografía. La sección
escogida se divide en tramos iguales tal como muestra la Figura 4.2. El ancho entre
ellas no debe ser mayor que 1/15 a 1/20 del ancho total de la sección. El caudal que
pasa por cada área de influencia Ai no debe ser mayor que el 10% del caudal total. La
diferencia de velocidades entre verticales no debe sobrepasar un 20%. En cada
vertical, de las varias en que se divide la sección, se miden velocidades con el molinete
a 0.2, 0.6 y 0.8 de la profundidad total o con flotador. Cada vertical tiene su respectiva
área de influencia (sombreado en la figura).

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