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FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar
1.1 GENERALIDADES
El agua es uno de los recursos naturales unido íntimamente a la vida. Todas las
actividades humanas están vinculadas al uso del agua: así es en los aspectos
domésticos, agrícolas, pecuarios, industriales y recreativos, solo para citar muy
rápidamente algunos de los aspectos del uso del agua.
Desde los tiempos más antiguos el agua ha sido fuente de alimentación y vía para el
transporte. Como el control del agua es fundamental para la vida humana resulta que
las ciudades y las sociedades crecen y desaparecen en concordancia con sus éxitos y
fracasos en el manejo del agua.
En la época actual las economías de los países están cada vez más dependientes unas
de otras, en consecuencia, tenemos que mirar el agua, recurso escaso y vital, como un
recurso planetario. De su importancia y escasez surge la necesidad de planificar su
uso.1
a. Evaporación
El ciclo se inicia sobre todo en las grandes superficies líquidas (lagos, mares y
océanos) donde la radiación solar favorece la continua formación de vapor de agua. El
vapor de agua, menos denso que el aire, asciende a capas más altas de la atmósfera,
donde se enfría y se condensa formando nubes.
b. Precipitación
Cuando por condensación las partículas de agua que forman las nubes alcanzan un
tamaño superior a 0,1 mm. comienza a formarse gotas, las cuales caen por gravedad
dando lugar a las precipitaciones (en forma de lluvia, granizo o nieve).
c. Retención
No toda el agua que precipita llega a alcanzar la superficie del terreno. Una parte del
agua de precipitación vuelve a evaporarse en su caída y otra parte es retenida (“agua
de intercepción”) por la vegetación, edificios, carreteras, etc., y luego se evapora. Del
agua que alcanza la superficie del terreno, una parte queda retenida en charcos, lagos
y embalses (“almacenamiento superficial”) volviendo una gran parte de nuevo a la
atmósfera en forma de vapor.
d. Escorrentía superficial
Otra parte circula sobre la superficie y se concentra en pequeños cursos de agua, que
luego se reúnen en arroyos y más tarde desembocan en los ríos (“escorrentía
superficial”). Esta agua que circula superficialmente irá a parar a lagos o al mar, donde
una parte se evaporará y otra se infiltrará en el terreno.
e. Infiltración
Pero también una parte de la precipitación llega a penetrar la superficie del terreno
(“infiltración”) a través de los poros y fisuras del suelo o las rocas, rellenando de agua
el medio poroso.
f. Evapotranspiración
En casi todas las formaciones geológicas existe una parte superficial cuyos poros no
están saturados en agua, que se denomina “zona no saturada”, y una parte inferior
saturada en agua, y denominada “zona saturada”. Una buena parte del agua infiltrada
nunca llega a la zona saturada sino que es interceptada en la zona no saturada. En la
zona no saturada una parte de esta agua se evapora y vuelve a la atmósfera en forma
de vapor, y otra parte, mucho más importante cuantitativamente, se consume en la
“transpiración” de las plantas. Los fenómenos de evaporación y transpiración en la
zona no saturada son difíciles de separar, y es por ello por lo que se utiliza el término
“evapotranspiración” para englobar ambos términos.
g. Escorrentía subterránea
Las tasas de renovación del agua, o tiempo de residencia medio, en cada una de las
fases del ciclo hidrológico no son iguales. Por ejemplo, el agua de los océanos se
renueva lentamente, una vez cada 3.000 años, en cambio el vapor atmosférico lo hace
rápidamente, cada 10 días aproximadamente.
Los recursos más utilizados son las aguas superficiales relegando las aguas
subterráneas a un segundo plano, a pesar de su importancia. Debido al creciente
aumento de la utilización de los recursos hídricos cada vez va adquiriendo mayor
importancia la creación de embalses para regulación. Asimismo, en los últimos años
cada vez son mayores los trabajos que se vienen desarrollando para promover la
utilización conjunta de aguas superficiales y subterráneas.
Riego
Avenamiento (Drenaje)
Evacuación de desechos
Producción de alimentos acuáticos
Abrevaderos y consumo animal
Producción de energía
Industrias
Construcción
Navegación
Transporte de troncos
Evacuación de desechos
Industrias extractivas (minería, petróleo, etc.)
Pesca comercial
Enfriamiento
Conservación del equilibrio ecológico y del paisaje
Recreación
FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar
2.1 INTRODUCCIÓN
Una de las mayores necesidades dentro del desarrollo mundial, lo constituye el recurso
hídrico, cuya cantidad y calidad cada día se ven amenazadas por las deficientes e
inoperantes políticas de manejo y aprovechamiento. El agua, constituida como un
valioso recurso, escaso en el tiempo y el espacio, sometida a la vulnerabilidad de la
contaminación de bajo costo y en algunos casos sin las medidas legales de protección,
requiere de un manejo integral, que muchas veces no es puesto en la práctica.
Bolivia cuenta con abundantes recursos hídricos. La red hidrográfica en el país es muy
densa, y grandes volúmenes de agua están almacenados en lagos y en innumerables
lagunas. El país tiene además una increíble riqueza de humedales, siendo los más
importantes las planicies de inundación en los llanos y los bofedales en el altiplano.
Además, se cuenta con enormes volúmenes no cuantificados de aguas subterráneas
cuya ocurrencia está determinada por procesos geológicos históricos.
En la actualidad, se advierte en el país una competencia por el uso múltiple del agua,
debido principalmente a las demandas poblacionales, energéticas y agrícolas. Se
advierten problemas críticos de contaminación del agua y la presencia de fenómenos
extremos como inundaciones y sequías, así como la aún incipiente política nacional de
desarrollo de los recursos hídricos.
En Bolivia, igual que en otros países andinos, se observa una creciente competencia
por el uso múltiple del agua. Las demandas para uso agrícola, doméstico e industrial
ya no están geográficamente tan separadas como antes. Estas demandas sectoriales
incrementan y se traslapan cada vez más, lo que ocasiona nuevos conflictos por el
agua de diferente índole.
Para abordar las cuestiones del agua, y sus conflictos de uso, el gobierno debería
adoptar idealmente el principio de la gestión integrada de los recursos hídricos, que
comprende las políticas, estrategias y leyes nacionales sobre el agua, un sistema de
información, planes de acción, y otros. Sin embargo, Bolivia carece de la mayoría de
estos instrumentos de manejo y gestión. Tampoco dispone de una ley de aguas que
regule el uso de los recursos hídricos, ni existen sistemas que integren toda la
información sobre el tema. Es notoria la variedad de institutos que trabajan en
diferentes aspectos del tema agua, pero al mismo tiempo es llamativa la falta de
coordinación entre éstos.
Con frecuencia, se toman las cuencas hidrográficas como las unidades más adecuadas
para la gestión de los recursos hídricos. Reconociendo que una división del país en
cuencas, subcuencas y microcuencas es el primer paso hacia un ordenamiento más
racional del agua, se propusieron diversos sistemas de división de cuencas en Bolivia.
La mayoría de los consultores propusieron sistemas de división de cuencas
hidrográficas sólo en base al criterio biofísico-hidrológico, mostrando una incongruencia
con las recomendaciones formuladas por MDSP-DGCTC (2002).
2.2.2 División del país en cuencas hidrográficas según Roche et al. (1992) y
el IGM (1998)
Uno de los primeros en proponer una división del país en cuencas hidrográficas fueron
Roche et al. (1992). Ellos distinguieron 13 grandes cuencas hidrográficas. Esta división
fue adoptada con leves diferencias por el IGM (1998).
2.3.1 Precipitación
La Cuenca Amazónica incluye los ríos Madre de Dios, Orthon, Abuná Beni, Yata,
Mamoré e Itenez cuyas aguas llegan finalmente al río Amazonas. Tiene una superficie
de 888.000 Km2 y recibe una precipitación de 1814 mm/año; la Cuenca de la Plata
está formada por el río Paraguay, Pilcomayo y Bermejo y desemboca a través del río
Paraguay; cubre una superficie de 235.000 Km2 y tienen una precipitación promedio
de 854 mm/año. La Cuenca Lacustre está formada por el Lago Titicaca, Lago Poopó,
Salar de Coipasa y de Uyuni y río Desaguadero. Tiene una superficie de 191.000 Km2
recibe una precipitación promedio de 421 mm/año; esta cuenca no tiene salida por lo
que también se la conoce como endorreica.
Las isoyetas, según Rocha et al. (1992). Se puede observar que el sudoeste del país es
la región más seca con <100 mm de lluvia al año. Gran parte del Altiplano es seco con
una precipitación entre 100 y 300 mm. La cordillera volcánica recibe precipitaciones
entre 300 y 500 mm/año. La zona aledaña al lago Titicaca recibe entre 500 y 700
mm/año. La cantidad de lluvia aumenta hacia el oriente del país, donde se tienen
valores hasta 1700 mm/año. En el Norte del país (Pando) la precipitación alcanza
valores de 2200 mm. El Chapare constituye la zona con mayor precipitación en el país
(alrededor de 5000 mm).
Aparte de los ríos, el país cuenta con un alto número de lagos y lagunas. Si se asume
la denominación de lago para una masa de agua con un área mayor a 200 km2,
existen 6 lagos en Bolivia. Titicaca, Poopó, Uru Uru, Coipasa, Rogagua y Rogaguado.
En las cuencas del Altiplano y del Plata existen innumerables lagunas de altura, en la
cuenca del Amazonas, se tienen lagunas de origen fluvial (lagunas de várzea) y de
origen tectónico. Existen importantes variaciones anuales en el caudal de los ríos
principales, dependiendo de las variaciones en los parámetros climatológicos. Además,
cambios climáticos pueden influir en los niveles de evapotranspiración y escurrimiento.
Las aguas subterráneas no siempre son tomadas en cuenta en los planes de manejo de
cuencas, lo cual es extraño cuando consideramos que un gran porcentaje del
abastecimiento de agua potable y agua de riego en las zonas rurales y urbanas
proviene de acuíferos subterráneos. Por ejemplo, el Servicio Municipal de Agua Potable
y Alcantarillado (SEMAPA) de Cochabamba alcanzaba en 1999 un caudal de
aproximado de 740 l/s de los cuales cerca a 470 l/s provenía de los recursos
subterráneos extraídos mediante la explotación de pozos. Santa Cruz se abastece casi
exclusivamente de pozos profundos ubicados en el norte de la ciudad.
UNIDAD ACADÉMICA RIBERALTA
CAPITULO III: FORMULACIÓN PARA EL
DISEÑO DE PROYECTOS HÍDRICOS.
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CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar
La gestión de agua se puede definir como el conjunto de actividades más los medios
necesarios para lograr los objetivos formulados para el uso, la distribución y el manejo
del agua en un cierto espacio.
Cruciales en esta definición son el uso, distribución y manejo de agua: el uso, por ser
el objetivo del relacionamiento con el agua; la distribución porque es el proceso de
reparto de agua en tiempo y espacio hacia los distintos usos y usuarios, y el manejo
del agua, entendido como la construcción y operación de infraestructuras que dirigen
las aguas a los puntos de uso, o evitan que las mismas ocasionen daños no deseados.
En la gestión del agua se distinguen cuatro principales campos de acción, que son 1) el
uso y manejo del agua, 2) el monitoreo y control, 3) la definición e implementación de
políticas y 4) las inversiones.
Se puede aceptar como un hecho que aquellos planes que se han intentado sin la
participación de los actores sociales han fracasado. En este sentido, la conservación de
los recursos de la cuenca, debe ser planeada con la comunidad y para la comunidad.
a. Factibilidad Técnica
b. Rentabilidad Económica
c. Sostenibilidad
1. Definición de objetivos.
2. Estudios exploratorios.
3. Estudios de factibilidad.
4. Diseño y planificación.
5. Ingeniería del proyecto.
Esta fase de los proyectos, varía en cada caso específico; en algunos casos consiste en
un reconocimiento de los recursos, en otros se recopila información que ha sido
previamente obtenida, y en otros casos debe generarse la información necesaria para
los fines del proyecto.
1. Una propuesta específica puede ser seleccionada para cumplir con el objetivo
deseado mediante el proyecto.
2. Estudios adicionales sobre alguna(s) alternativa(s) son necesarios para llegar a esa
conclusión.
En caso afirmativo, esto implica que los involucrados cuentan con la disposición, los
recursos y las condiciones para proceder hasta llegar a la construcción y luego gestión
del agua por aprovechar. Se inicia el proyecto de diseño detallado de las obras
componentes del proyecto, la definición de las especificaciones técnicas relativas a su
calidad, procesos de licitación, etc.
La fase de planificación y diseño debe llevarse en el marco de una visión integral de los
problemas y necesidades a resolver. Los pasos clave para ello pueden sintetizarse en:
Los caudales continuos son requeridos en aquellas estructuras que regulan el caudal a
una cierta demanda del proyecto (por ejemplo, la demanda de agua en un proyecto de
irrigación). Para comprender de mejor manera este concepto es necesario manejar el
concepto de hidrograma: “Un hidrograma es la expresión gráfica del caudal (Q) en
función del tiempo”, un hidrograma es obtenido a través un hietograma (gráfica de
altura del agua en función del tiempo). Por lo tanto, los datos necesarios para el diseño
con caudales continuos pueden ser fácilmente representados en un hidrograma como
se muestra a continuación:
A diferencia de las estructuras diseñadas con un cierto caudal de demanda, los eventos
máximos o picos en mediciones de caudal, son esenciales para el diseño de estructuras
hidráulicas destinadas al control de crecientes, además de estructuras que utilizan
caudales máximos con una cierta probabilidad y un periodo de retorno determinado.
Entre estas estructuras podemos mencionar por ejemplo: las alcantarillas, vertederos,
torrenteras, etc.
Tanto para el estudio de la erosión, como para el cálculo y diseño de las estructuras de
conservación de suelos e hidráulicas, es necesario el estudio de las precipitaciones
máximas. El período de retorno será mayor cuanto mayor sea la importancia y la
repercusión social, ecológica y económica de la obra. Así la necesidad de disponer de
amplios períodos de retorno contrasta con la disponibilidad de series de datos
climatológicos, por lo que se debe recurrir a estimaciones estadísticas.
Geología y geotecnia:
Hidrología aplicada
Topografía:
Topografía del cauce 100 a 200 m aguas arriba y aguas abajo del
emplazamiento (escala 1:200 a 1:500).
Topografía del lugar del emplazamiento (escalas 1:100 a 1:200)
Geología y Geotecnia:
Hidrología aplicada:
Geotecnia:
FECHA:
CARRERA: Ingeniería Civil ASIGNATURA: Obras Hidráulicas I
15/04/20
CURSO: 5to Semestre DOCENTE: Ing. Juan Carlos Noza Melgar
4.1 INTRODUCCIÓN
Hay que ordenar los datos disponibles (42 aportaciones anuales, 36 caudales
mensuales de 36 meses de Octubre, etc.) de menor a mayor, olvidando su orden
cronológico, y calcular para cada uno de ellos la probabilidad de que el caudal o
aportación alcance ese valor. Asi, si son 42 datos, la probabilidad de que se alcance el
mayor será 1/42, la probabilidad de que se alcance o supere el 2º será de 2/42, y así
sucesivamente1. Si representamos en un gráfico en un eje los datos de menor a
mayor, y en el otro las probabilidades así calculadas obtendremos una curva que nos
permitirá inferir gráficamente las cuestiones planteadas más arriba. Esto es sólo
aproximado, para más exactitud hay que realizar el mismo proceso, pero ajustando los
datos a una ley estadística. Los datos anuales suelen ajustarse a la ley normal o de
Gauss, mientras que los datos extremos (los caudales máximos o mínimos de una
serie de años) suelen ajustarse a la ley de Gumbel.
Volumétrico.
Método área velocidad.
Dilución con trazadores.
Método área pendiente.
Limnímetros.
Vertederos de aforo.
La forma más sencilla de calcular los caudales pequeños es la medición directa del
tiempo que se tarda en llenar un recipiente de volumen conocido. La corriente se
desvía hacia un canal o tubería que descarga en un recipiente adecuado y el tiempo
que demora su llenado se mide por medio de un cronómetro. Para los caudales de más
de 4 l/s, es adecuado un recipiente de 10 litros de capacidad que se llenará en
segundos (Ver Figura 4.1). Para caudales mayores, un recipiente de 200 litros
(Turriles) puede servir para corrientes de hasta 50 1/s.
El tiempo que se tarda en llenarlo se medirá con precisión, especialmente cuando sea
de sólo unos pocos segundos. La variación entre diversas mediciones efectuadas
sucesivamente dará una indicación de la precisión de los resultados.
Se deben realizar por lo menos 5 pruebas para obtener un caudal promedio. Nunca se
debe llenar todo el turril, sólo hasta cierta altura, por lo que se deberá tener dentro del
turril una escala que indique cual es el volumen. El proceso para calcular el caudal con
este método es el siguiente: