16 B i l b ao 2006ko uztaila

Los artistas Fernando Eguidazu, Fernando Biderbost, Gustavo Adolfo Almarcha, Mariemi Otaola, Joseba Eskubi, Carmelo Camacho y Ramón Pérez

Del 5 de julio al 15 de septiembre en la Galería Lumbreras

‘Siete veces veinte’

El galerista bilbaino Juan Manuel Lumbreras ha invitado a seis pintores y una escultora a exponer sus obras más recientes
en la galería que lleva su nombre en Henao, 3. Como aliciente extra, en el catálogo se reproducen veinte respuestas a otras
tantas cuestiones formuladas por el autor de estas líneas. Una introspectiva a su sensibilidad artística que con el título
‘Siete veces veinte’, tiene la intención de convertirse en una muestra de especial interés. Texto José Luis Merino

Pepe
Carballo,
2005 Sin título,
2004

Gustavo Adolfo Almarcha (Miranda de Ebro, 1953)

“No existe creación
sin solución”
–¿Estaría dispuesto a tomar el arte como
un acto de venganza contra el mundo?
–¿Acaso no es el artista un ser capacitado
de ofrecer nuevas posibilidades estéticas al
individuo contemporáneo, al margen de có-
mo y cuáles sean sus propuestas?
–¿Los que sienten el arte como una
parte profunda de su ser son los perma-
nentes campeones de la inseguridad e in-
satisfacción?
–El creador que siente el arte como la
apotema de la vida, siempre encontrará de-
fectos, ausencias. Ya que no existe creación
sin solución.
–¿Consideraría injusto que se til-
den algunos de sus cuadros de sinies-
tros, truculentos, irónicos, satíricos,
mórbidos o punzantes?
–Excepto “mórbido”, que según el
diccionario de la Real Academia dice:
que padece enfermedad o la ocasiona.
Con los demás en absoluto. A veces
siento que por mis venas corre pesticida,
orines y jalea de petróleo.
–¿Sublimamos el arte para escapar
de la idea de la muerte?
–La sublimación es cosa de vivos, y
los vivos son muertos de vacaciones.
Fernando Biderbost (Bilbao, 1955)
“Con los colores tengo una
relación visual e inmediata”
–¿En sus obras prevalece el deseo de ha-
cer visible lo percibido secretamente?
–Sería más exacto decir que salgo al en-
cuentro de lo no percibido de ninguna ma-
nera. En la acción de pintar me abro a la
percepción. ¿De qué? No lo sé. Lo que yo
pretendo no es expresar sensaciones. Lo
que deseo es producirlas. Para lo cual es
conveniente huir de uno mismo.
–¿Por qué la mezcla de colores de al-
guna de sus obras tiende a expresarse de
manera un tanto estridente?
–Yo coloco los colores de forma muy
instintiva. Muy familiarmente. Ni siquie-
ra pongo nombres a los colores. Tengo
con ellos una relación exclusivamente vi-
sual e inmediata. Más que estridentes po-
dríamos decir que en ocasiones son áci-
dos.
–¿La alta cotización es la celestina de
lujo del arte?
–La alta cotización es la cabeza visible
del mundo del arte. El mundo es jerárqui-
co a imagen y semejanza del Vaticano.

Carmelo Camacho (Valdepeñas, 1959)
“El arte, razonablemente
lento, es el futuro”
–¿Realmente algunos colores es-
tán más locos que otros?
–Sí, y, generalmente acaban en el
fondo de las tiendas; hay que viajar
a veces para descubrirlos. Puede
ser que para Occidente India sea un
lugar enloquecido de color; para
ellos es cotidiano. ¿Sabes que co-
nozco esmaltes y óleos que ateso-
ran la belleza de quien nunca los
quiso?
–¿El arte es obsesión?
–Sí, pero también tiempo conge-
lado y un halagador seguro para el
futuro. ¿Hay algo peor para el hom-
bre que usurparle el futuro? El arte,
razonablemente lento, es el futuro.
El entusiasmo como parte de la historia. A Karel Appel, 2006
Fernando Eguidazu (Bilbao, 1954)
“El dinero sólo adula al
dinero y a quien lo tiene”
–¿El arte nunca ha sido más
adulado que ahora, justamente
cuando está demostrado que
nunca ha merecido tal adula-
ción?
–Probablemente en ninguna
época se dedicará tanto dinero al
arte como en la actual, y probable-
mente ese caudal esté originando
la adulación a la que aludes, pero
creo que va dirigida no al arte, me-
ra excusa en el juego de poderes,
sino a aquel que proporciona los
fondos. El dinero sólo adula, sólo
adora al dinero y a aquel que lo tie-
ne. La adulación es el baile que
Vaca-loca, 2006
Naturalmente, con independencia de
ser bueno o llamémosle malo.
–¿El heroísmo en arte está en la
paciencia de un momento?
–De un momento que, quisiera
creer, durará toda la vida. No obs-
tante, respeto la actitud del que con
muchas cualidades abandonó.
–Si pintar es vivir, ¿no resulta
tentador el imperativo de vivir pa-
ra pintar?
–Lo tentador es sentirse bien en el
pellejo, ordenar el taller, saberse,
comprenderse y tener amigos. Es
importante saber lo que sientes. En
estas circunstancias cualquier tarea
se hace mejor.
provoca la música del dinero, algo
de lo que ni siquiera el arte es ajeno.
–¿La obra maestra es una va-
riedad del milagro?
–La obra maestra es un buen cua-
dro, que el paso del tiempo y gene-
raciones posteriores, consiguen ter-
minar.
–¿La historia es el folletín de las
personas serias?
–La historia es el catálogo razo-
nado de las miserias y errores del
género humano, algo que es espe-
cialmente entretenido para las per-
sonas serias, siempre y cuandono
les afecte a ellas.
julio de 2006
Joseba Eskubi (Bilbao, 1967)
“El color genera
sensaciones
no visuales”
–¿Diría al espectador no que vea sus cuadros
sino que los entrevea?
–El cuadro tiene más de una lectura; una más
genérica y directa, donde se aprehenden los as-
pectos generales de la obra y otra posterior a par-
tir de la cual se adaptan aquellos pequeños deta-
lles que en un primer momento pasaron desaper-
cibidos.
–¿El arte de un artista es precisamente su
conciencia, desarrollada lenta y cuidadosa-
mente, con varios errores en el camino?
–Con errores que también sirven para valorar
todo aquello que se ha dejado apartado en el cami-
no, todo aquello que hemos decido no continuar.
Mariemi Otaola (Bilbao)
“Lo que cuenta,
se oculta detrás
de lo obvio”
Enlaces Helicoidales. Enlace 9, 2006
Ramón Pérez (Bilbao, 1964)
“Lo invariable
es mi
intención”
–¿Nada hay más misterioso que el destino de
un cuerpo?
–No creo que sea tan misterioso. Es tan natural
como el polvo.
–¿Su yo de ayer es muy diferente a su yo de
hoy?
–Desde hace treinta años mi intención es pin-
tar; consumir días implica que me transformaré
continuamente. Lo invariable es mi intención.
–¿Sólo el que logra lo más tierno, crea lo
más fuerte?
–La ternura y la fortaleza son dos partes de un
todo. Cuando se plantea algo habrá que pensar en
su contrario. En la confrontación, las formas ad-
quieren mayor intensidad.
–¿Es imposible pintar con los instantes con-
tinuos de los pinceles el verdadero discurrir
lento y desaprisado del tiempo?
B i l b ao 17
Sin título, 2006
–¿Los colores puros tienen un cierto volu-
men sonoro?
–Una sonoridad muy ligada con la experiencia.
Los colores generan muchas sensaciones no vin-
culadas estrictamente a la percepción visual.
–¿El arte tiene todos los derechos, excepto el
de no ser claro?
–La claridad entendida como una cualidad invi-
sible, que aligera y despeja la obra en su proyec-
ción hacia el exterior.
–¿El gran arte consiste en hacer real lo
quimérico?
–Es la quimera, la imagen, la obsesión, el
sueño... son absolutamente reales y necesa-
rios. Es indispensable vivir con ellos y dejar
que ejerzan su magia en nosotros y nos
acompañen en el proceso creativo. ¿Hacer
real lo quimérico o quimera lo real? En la
experiencia humana concreta y en el gran ar-
te, los dos crecen juntos.
–¿Dotar de forma estética nuestras pa-
siones significa transformarlas en un esta-
do libre y activo?
–Darles forma estética es procurarles un
cauce creativo. Es aprovechar su alto poten-
cial de energía para expandir nuestra imagi-
nación y liberar nuestra creatividad.
–¿Todo lo que cuenta está oculto?
–No todo y no siempre. A veces es tan evi-
dente que no lo vemos. A veces, lo que cuen-
ta, se oculta detrás de lo obvio. Para descu-
brirlo hay que mirar y, sobre todo, tener muy
pocas certezas.
–¿En el dominio del pensamiento, la im-
prudencia es un método?
–Yo diría que es una necesidad y una vir-
tud. El pensamiento interesante y creativo
está siempre en el límite, en el extremo. El
pensamiento prudente sólo repite pensa-
mientos ya pensados.
Sin título, 2005
–Algunas imágenes clavadas en el tiempo
pactado, tiemblan con el tiempo dentro, paran-
do el tiempo, poniendo en suspenso lo que el
tiempo sea.
–¿Será verdad que cuando no nos creemos
excepcionales, importantes e irremplazables
estamos perdidos?
–Me temo que el ser imprescindible y único es
una mentira. A veces estar perdido es un estado
de gracia.