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CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE DIVERSAS

CONCEPCIONES HISTORICAS DEL HUMANISMO

Jorge Ro/ando Molina Gonzélez'

INTRODUCCION nos hemos sentido movidos a escribir este modesto


ensayo que está encaminado al logro de los siguien-
Desde el momento en que los Estudios Genera- tes pro~ósitos:
les fueron establecidos en nuestro país, se les conci-
bió como una unidad académica llamada a procurar, 1. Ofrecer una visión panorámica y valorativa de lo
en el estudiante de primer ingreso, una conciencia que ha sido el humanismo a través del tiempo, a
humanista más allá de la que deparan los niveles de fin de destacar el enriquecimiento que ha experi-
escolaridad que preceden a la universitaria, y que mentado tal concepto hasta desembocar en el
estuviera encaminada a la formación de rof síona- significado totalizante que hoy se le reconoce.
'-~~~~~~~~~ 2. Señalar y valorar algunas de las distintas formas
les verdaderamente cultos en el sentido exacto del
término. Se pretendió con ello que el estudiante, o matices que ha asumido el llamado humanismo
además de profundizar en el campo de sus intereses contemporáneo.
y especialización, pudiese contar con na.Jom¡ación 3. Reproducir algunos importantes juicios vertidos
g~e índole humanista que lo capacitara para por hombres de ciencia y filósofos, sobre el equi-
pensar y escribir con claridad y corrección, a la vez librio que debe existir siempre entre ciencia y tra-
que desarrollar espíritu crítico sobre los problemas dición humanista.J
de nuestro tiempo, de manera que pudiese relacio- 4. Reiterar que anda sumamente perdido aquel que
nar su presente con el pasado. Se pretendía liberarlo todavía insista en negarle al humanismo de hoy,
del especialismo bárbaro en que había entrado nues- la dimensión científica que por naturaleza le co-
tra Universidad en sus primeros años, especialismo rresponde, sobre todo, en una época como la
que ya desde los años treinta de nuestro siglo, de- actual que está profundamente marcada por el
nunciaba y combatía con todo vigor Ortega y Gasset desarrollo de la Revolución Científico-técnica.
en su obra La Rebelión de las masas. 5. Ofrecer algunas consideraciones en torno a juicios
Era también pretensión de los Estudios Genera- negativos que se tienen sobre un cierto e incontro-
les -virtud que aún mantiene- enrumbar la educa- lado desarrollo científico-tecnológico que asusta,
ción superior hacia la formación de un hombre, que por el patrón de deshumanización que tiende a
sin renunciar al área de lo que ha de ser su especiali- vérsele.
zación profesional, fuese capaz de maravillarse e in-
teresarse por lo que hay de excelente en una forma- Antes de proceder al desarrollo de cada uno de
ción humanística, como condición indispensable estos propósitos, permítaseme consignar en el apar-
para captar y apreciar los valores de nuestra cultura, tado inicial de este trabajo unas breves notas intro-
sentirse más capacitado para comprender el mundo ductorias sobre el significado del humanismo, el ori-
circundante y tomar conciencia de sus derechos, gen del término y algunas conceptualizaciones que
pero también de sus responsabilidades. parecen importantes.
l1i De este noble afán por establecer y mantener
para bien de nuestra sociedad un ciclo integrado de
humanidades, que ya supera las tres décadas y que EL HUMANISMO: ORIGEN DEL TERMINO Y
ha marcado un importante hito en la vida nacional, CONCEPTUALlZACIONES

Alguien ha dicho con mucha propiedad que el


• Jorge Rolando Molina González. Profesor de Historia de la Cultu-
ra en la Escuela de Estudios Generales. Universidad de Costa humanismo es todo un proceso espiritual, intelectual
Rica. e histórico que va indivisiblemente ligado a una épo-

/
estudios

r--
ea. a un pueblo, cuya contribución se ha hecho con Sin embargo, ningún concepto me ha parecido
letras o con sangre a fin de que el hombre sea más mejor elaborado que el que nos ofrece el filosófo
hombre y su vida más digna y más humana. Es indis- francés Jacques Maritain (1966: 12) cuando afirma:
cutible que el humanismo ha logrado en tal sentido
-desde la época antigua hasta el momento presen- r "El humanismo es el fenómeno que tiende a
( te- liberar al hombre en gran medida de su animali- hacer al hombre verdaderamente humano y a
manifestar su grandeza original haciéndolo
) dad tosca, para dotarlo de elementos espirituales participar de todo cuanto puede enriquecerle.
-, con los cuales pueda sentirse orgulloso de su condi- en la naturaleza y en la historia, concentrando
ción. al mundo en el hombre. y dilatando al hombre
en el mundo. Ello requiere desde luego que el
En lo que concierne puramente al origen del tér-
hombre desarrolle las virtualidades en él conte-
mino humanismo, vocablo del cual se han derivado nidas; sus fuerzas creadoras. su vida, su razón,
otras palabras como humanista, humanístico, huma- a fin de convertir las fuerzas del mundo físico
nizar, humanidades, etc, el diccionario filosófico de en instrumentos de su propia libertad".
José Ferrater indica lo siguiente: la utilización por vez
primera del vocablo humanismo corresponde al pro-
t
fesor bávaro F.J. Niethamer que lo empleó en 1808 EVOLUCION tltlSTORICA DE LA CONCEPCION
para referirse -por cierto en forma muy restringida- DEL HUMANISMO
al estudio de las lenguas y autores clásicos de origen
greco-romano. La misma fuente indica también que 1. El Humanismo de la Antigüedad.
la expresión humanista fue usada inicialmente por
los italianos en 1538 en tanto que el término huma- El humanismo universal ha recorrido desde el
nístico por el alemán Walter Rüegg a partir del año amanecer mismo de la historia, un espinoso camino
1784. (Ferrater, 1963:875) que se refleja en las diversas concepciones que so-
.bre el particular se han elaborado y que no han podi-
Estas notas contrastan ampliamente con las que
nos ofrece el profesor Guillermo Malavassi en su do escapar a la influencia de las ideologías, escuelas
filosóficas y hasta teorías socioeconómicas, que lo
trabajo de compilación que titula Humanismo. En sus
han adoptado para sustentar sus postulados. En me-
páginas establece que el término fue acuñado por
dio de una situación en la que todos lo reivindican
los antiguos romanos. (Malavassi, fascículo N° 2
Fundamentos de filosofía U.C.A. 1973:7) para abandonarlo a la hora de sus consecuencias
prácticas, el humanismo ha tenido que rescatarse a
Lo que está claro es que la expresión Humani-
sí mismo de las cenizas como Ave Fénix, para reco-
tas de la que derivan humanista y humanismo, fue
nocerse en una serie de ideas básicas que a través
empleada por Cicerón para traducir la palabra griega
de la historia, han conformado su esqueleto. (Restre-
paideia que significa educación o cultura. Aulo Gelio,
po. Mejía y Mila, 1984:70)
el gramático del siglo 11 A.C. la definió como conoci-
Intentamos en estos párrafos ofrecer un recuen-
miento e instrucción de las buenas artes. (Garraty J.
to histórico y valorativo de las diversas concepcio-
y Gay P. 1981:41).
nes o matices que ha tenido el humanismo, desde
Más importante que estas pequeñas diferencias las más generales hasta las más elaboradas y enri-
sobre orígenes y empleo del término, lo que debe quecidas. Ese recuento histórico arranca precisa-
quedar claro es que el humanismo ha sido concep- Lmente con las ideas que en plena antigüedad esbo-
tualizado como una idea que requiere ser vivida po;') zaban los primeros humanistas y que apuntaban a
cada época histórica y que descansa en una determi- \ ideales de igualdad. justicia, amor, paz, felicidad y
nada concepción de hombre sobre la cual se apoya, \ alegría de vivir. Tales ideas se pueden verificar a
a fin de impulsarlo hacia la consecución de un ideal J través de las luchas que sostenían los esclavos en
de perfección. (Toffarín, 1953:3). Egipto, Grecia y Roma, lo mismo que en las reivindi-
De esta manera muchos han definido el huma- caciones que en tales o parecidos sentidos deman-
nismo como~tud~o jes.oncie . aLque-se-lIega daban los plebeyos ante los patricios. Fue precisa-
y que debe estar al servicio_de.. la humanidad >(Gil mente en la Grecia clásica del siglo V A.C. y Iyego
~ Tovar, cit. por Díaz Ortiz, 1983:5) en la Roma de los siglos 11 y I A.C. cuando el pensa-
También se ha definido el humanismo .como el _ miento humanista antiguo alcanzó su máxima expre-
c?njunto de idea~ que eEl~an_fe_s~cia la diQ::.. sión. (Cuenca, 1978:13)
nidad humana. preocupacion por el bien y esarrollo Ahondando sobre este mismo punto señala don
multilateral de los hombres, por crear condiciones Abelardo Bonilla (1934: 19) que el humanismo -ya
de vida social favorables para la humanidad. (Cuen- no como abstracción o sentimiento más o menos
ca,1987:12). definido, propio de la naturaleza humana, cuyas raí-

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humanismo contemporáneo

ces se hunden en el tiempo, sino como materia de cular interés por el reconocimiento de cuatro ele-
pensamiento y de creación- arranca definitivamente mentos a saber:
con los griegos. Fueron ellos los que a través de su
mitología y ref¡gión antropomórfica, lo mismo que a a) El reconocimiento de la totalidad del hombre
través de las manifestaciones del arte, dieron senti- como ser formado de cuerpo y alma, destinado
do humano a toda su actividad. Este sentido humano a vivir en el mundo y a dominarlo, y que además
se encuentra presente en aquellos profundos pensa- reivindica para sí el valor del placer y la nega-
mientos de Protáqoras (el hombre es la medida de ción de la superioridad de la vida contemplativa
todas las cosas ... ) y de Terencio (soy hombre; nada sobre la activa. Este tipo de humanismo, libera-
de lo humano me es indiferente). Siglos más tarde dor de conciencias, se detuvo mucho en la exal-
Platón, considerado como uno de los más grandes tación y dignidad de la vida del hombre, en el
exponentes del llamado humanismo espiritualista, reconocimiento de su puesto central dentro de
contribuyó aún más a abrir el horizonte de las ideas la naturaleza y destino dominador de la misma.
a través de sus concepciones sobre la belleza, la b) El reconocimiento de la historicidad del hom-
bondad y la verdad. Su obra Fedón está considerada bre, o sea, su nexo con el hombre del pasado,
como el más alto monumento del espiritualismo grie- ya sea para distinguirlo o bien para mostrar su ~
go. (Bonilla, 1934: 10) oposición.
Con Aristóteles y sus discípulos, los griegos lo- En este sentido puede decirse que hubo
graron articular una concepción armoniosa del hom- una gran obsesión entre los humanistas de los
bre como elemento primario, como entidad espiri- siglos XV Y XVI, por conocer el rostro auténti-
tual y pensante y como parte de la colectividad. Es- co de la antigüedad liberándola de las distorsio-
tas y otras ideas, son las que definieron en forma nes y añadidos que había establecido la tradi-
definitiva la concepción griega de Paideia como sinó- ción medieval.
nimo de I~c~n integral dEtl hombre. Estas e) El reconocimiento del valor humano de las le-
ideas que son las que dan soporte al humanismo tras clásicas: griegas y romanas y de la educa-
antiguo, son también las que permiten decir categó- ción integral del hombre que los griegos llama-
ricamente como la hace Abelardo Bonilla (1934:9) ron Paideia. Esta es quizá la vertiente de ese
que el humanismo es producto del mundo occiden- humanismo renacentista que más se ha explo-
tal. Según don Abelardo, sólo los pueblos de occi- tado.
dente conciben a la humanidad como un mundo ce- ch) El reconocimiento de la anatomía de la naturale-
rrado en medio del universo, que se basta a sí mis- za como conocimiento indispensable para la
mo. En oposición a ello, los pueblos orientales tienen vida y para el éxito.
una cosmogonía en donde se liga al hombre con el
resto del cosmos y por lo tanto su existencia es una Dentro de esta concepción de humanismo sig-
forma pasajera en el infinito de las formas. nada por estos cuatro elementos, los humanistas
Veamos ahora, cuáles fueron o han sido las res- solían proclamar la libertad de la persona humana,
tantes concepciones humanistas que han aflorado combatían la sobrevaloración religiosa, se pronun-
con el paso del tiempo. ciaban por el sentimiento optimista de la vida, por
el placer y la satisfacción de las necesidades terrena-
2. El Humanismo Renacentista: Valoración y les, lo mismo que por una confianza del hombre en
crítica sus propias fuerzas y en la formación de una perso-
nalidad humana sin límites o barreras. (Cuenca,
Otro de los grandes momentos estelares que ha 1987:16)
tenido el humanismo en su devenir, es el que se Frente a esta manera de concebir al humanismo,
desarrolló en el tránsito de dos épocas: el fin de la surgió también la de orden filosófico que estimó
Edad Media, y el advenimiento de los tiempos mo- como tal, cualquier movimiento filosófico que entra-
dernos, fenómeno que podemos ubicar en los siglos ra a considerar como fundamento, la naturaleza hu-
XV y XVI y que se conoce como humanismo rena- mana o bien los límites o intereses del hombre, de
centista. acuerdo con el viejo dicho de Protágoras, "El hombre
Acerca de este humanismo que muchos autores es la medida de todas las cosas ... "
denominan humanismo clásico nos encontramos en Este tipo de humanismo renancentista que en-
el diccionario filosófico de Nicola Abbagnaro dos contró notable acogida en los círculos de la aristo-
acepciones bastante diferenciadas. Por un lado se cracia y que también estimuló el surgimiento de una
le define como sinónimo de movimiento literario filo- clase social emergente, la burguesía, es también co-
sófico que tuvo su cuna en Italia y que mostró partí- nocido como humanismo antropocéntrico, que per-

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duró en Europa especialmente durante todo el perío- los problemas más próximos a la condición humana
do medieval. En la visión antropocéntrica, el hombre individual y en otras como el libre albedrío, la satis-
se concibe como centro gravitacional de todas las facción mundana y la razón, olvidando en gran medí-
cosas. En el teocéntrico se señala a Dios como cen- da el trascendentalismo medieval. En una palabra, el
tro del hombre, lo que a su vez implica la concepción hombre se afirmó como individuo y como árbitro del
cristiana de un hombre pecador y redimido por la mundo y de su propio destino. (Moreno y otros,
acción de la gracia. (Maritain, 1966:30) 1978: 189)
Los enjuiciamientos que históricamente se han
hecho de este humanismo renacentista, permiten 3. Del humanismo naturalista al humanismo
colocarlo en dos dimensiones muy diferentes. Mien- contemporáneo
tras por un lado nos encontramos con una sobreva-
loración como la que expresa Toffarín (1953:10) Llamamos humanismo naturalista a la fase que
para quien el humanismo renacentista es el más se inaugura en el siglo XVII como resultado de una
completo de todos cuantos han aparecido; es el hu- revolución científica que empieza y que pone su
manismo por antonomasia, el llamado a servir de acento en el triunfo de las ciencias y del dominio del
modelo o paradigma. Por otro, nos encontramos hombre sobre la naturaleza. Uno de los filósofos de
con juicios como los de Herbert Marcuse para quien la época a quien con toda justicia se le puede señalar
este humanismo anticlerical y anti-autoritario, nunca como baluarte de esta concepción, es René Descar-
dejó de ser una ideología de élite, un humanismo tes. En un pasaje de su obra El Discurso del Método
idealizado que con frecuencia pecó de inhumano. alude al dominio del hombre sobre la naturaleza para
(Marcuse, 1975: 16) bien de todos los hombres en los siguientes térmi-
Sobrevalorado como lo entiende T offarín o dis- nos:
minuido como lo ve Marcuse, lo cierto es que este
humanismo renacentista, logró superar en demasía • ... esas nociones me han hecho ver que es
al que se cultivó durante la época medieval, incluso posible llegar a conocimientos que sean muy
útiles para la vida, y que en lugar de esta filoso-
, en el momento de su mayor florecimiento intelectual fía especulativa que se enseña en las escuelas,
en los siglos XII Y XIII. En efecto, con todo y que el se puede encontrar una filosofía práctica, me-
papel de la universidad medieval vino a satisfacer diante la cual, conociendo la fuerza y las accio-
con brillo una necesidad del espíritu humano que nes del fuego, el agua, el aire, los astros y todos
envolvió, tanto a sectores burgueses como cortesa- los cuerpos que nos rodean ... podamos em-
plearlos .... en todos los usos para lo que son
nos, también es cierto que se ignoró todo lo que apropiados y así hacernos dueños y poseedo-
corresponde al terreno de la personalidad individual. res de la naturaleza". (El Discurso del Método
No fue sino en el tránsito de los tiempos medievales pp 76-77, citado por Cuenca, 1987:18)
a los modernos, como ya se ha dicho, que empezó
a aflorar la tendencia que vendría a suplantar el cor- Posteriormente, tanto la Ilustración francesa del
poratismo y teocentrismo, por un individualismo y siglo XVIII como el Romanticismo de inicios del siglo
antropocentrismo de profundo matiz humanista. XIX, actualizaron de nuevo el humanismo poniendo
Entre los grandes precursores y exponentes de el acento en la esperanza de la razón y en la palabra
este humanismo, tanto dentro como fuera de Italia, humana como instrumentos del hombre para la
figuran personalidades como la de Francisco Petrar- transformación y mejoramiento de la sociedad y el
ea. Dante Alighieri, Boccaccio, Leonardo Bruni, Lo- individuo.
renzo Valla, Pico Della Mirandola, Marsilio Ficino, Ni- Fue justamente con el advenimiento del siglo de
colás de Cusa, Miguel de Montaigne, Erasmo de Rot- la Ilustración que el humanismo alcanza una cualidad
terdam, Juan Luis Vives, Lorenzo Agrícola y muchos diferente que se da en el aumento y triunfo de la
más que por limitación de espacio no podemos se- burguesía contra el absolutismo y los resabios feu-
guir enumerando. dales. En el centro del pensamiento de exponentes
Bueno es también destacar que aun cuando la de la época, de la talla de Locke, Spinoza, Rousseau,
mayoría contribuyó a que se formara una concepción Voltaire, Holbach, Lessing, Herder y otros que llena-
no religiosa del mundo, no lograron sin embargo, ron el siglo XIX tales como Goethe, Schiller, Kant,
salvo los casos calificados de Tomás Moro, Tomás Fitche, Hegel, Humboldt, Feuerbach, etc. prevalecen
Campanella y Tomás Munzer, unir sus concepciones las consignas de libertad, igualdad, fraternidad y dig-
humanistas a las luchas sociales. (Cuenca, 1987: nidad humana.
16) Se defiende el derecho de los individuos a desa-
En resumen, lo meritorio del humanismo rena- rrollar sin obstáculo alguno, su auténtica naturaleza.
centista. es que centró su atención en el estudio de Se insiste en la tolerancia religiosa y en la libertad

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humanismo contemporáneo

del pensamiento científico y filosófico. La Ilustración putándole el poder económico y político a la nobleza,
tiene en resumen, un alto valor humanista por cuanto no vaciló en proclamar una doctrina y humanismo
enarboló como bandera de lucha una serie de princi- que exaltaba entre otras cosas. la libertad individual--
pios que hicieron posible después del triunfo de la y respeto a la personalidad, la garantía de una serie
Revolución Francesa en 1789, un gran avance en el de derechos como los de propiedad privada, resis-
desarrollo social. Gracias a los invaluables conoci- tencia a la opresión, libre tránsito y agrupación políti- ,
mientos proporcionados por el desarrollo científico ea, oposición al privilegio legal, abolición del régimen
y filosófico de estos siglos, el humanismo ensanchó esclavista en las colonias de ultramar y otros( Siri"
su horizonte bajo una nueva denominación: el Neo- embargo, cuando esta burguesía conquistó nuevos
Humanismo, que desde entonces habría de carac- poderes que le permitieron consolidarse como clase
terizarse por la aparición de todo un abanico de di- privilegiada, no vaciló en someter los postulados de
versificaciones y adjetivos, muchas veces irreducti- la doctrina liberal a una nueva reinterpretación, mu-
bles y contrapuestos. Es así como se empieza a cho más acorde con las nuevas circunstancias. Justi-
hablar de un humanismo liberal, un humanismo so- ficó toda clase de prerrogativas en tanto que evitaba
cialista, marxista, existencialista, cristiano, integral, llevar a la práctica la libertad e igualdad de derechos
artístico, heroico, científico, tecnológico, etc. que otrora defendiera con poderoso ardor. (Kuhnl,
Sobre algunos de estos particulares acentos 1971:80-81)
neo-humanistas, ofrecemos en el siguiente apartado Fue decepcionante que la doctrina liberal ac-
una brevísima referencia a fin de que se entienda tuando en nombre de proclamadas libertades-por
cuales son algunos de sus respectivos alcances. Por cierto de muy profundo contenido humanista en el
lo pronto solo resta decir que todos esos matices tanto en que reconocía al hombre como centro del
neo-humanistas aparecen fusionados dentro de lo universo filosófico-, terminara poniéndole cortapisas
que genéricamente se ha dado en llamar también a una cantidad considerable de derechos (no había
(Humanismo Contemporáneo y cuya finalidad su- suficiente correspondencia entre el decir y el hacer)
prema es la lucha por una mejor condición del hom- al mismo tiempo que estimulaba como contrapartida
bre, comprometida con el estudio de la totalidad de un individualismo a ultranza que no sirvió más que
las manifestaciones espirituales y materiales, recha- para santificar la lucha del más fuerte, y acentuar con
zando como ajeno todo aquello que induzca a la es- ello, las desigualdades entre los hombres por razo-
pecialización unilateral y autoritaria del mismo. nes de condición social, fortuna, educación y otros
privilegios que en el pasado juró combatir
4. El Humanismo contemporáneo: sus diversas En consecuencia, ¡énrumanismo liberal pasó a
l'
formas o matices convertirse en la mayoría de los casos en una simple t ,

expresión vacía de contenido, de lo que pudo haber


Con el afán lógico y legítimo que ha tenido y sido y no fue, y que por los aspectos frustrantes ya
tiene el hombre contemporáneo por encontrar el señalados, provocó la irrupción de una nueva doctri-
sentido a su existencia en un mundo signado por na y por ende de una nueva concepción humanista:
recurrentes crisis de toda índole, ha ideado diversas el Socialismo.
concepciones en las cuales refugiarse. Con el propó-
sito de que se comprenda por lo menos en grado El Humanismo Socialista
mínimo los alcances de cada una, se ofrece a conti-
nuación una brevísima referencia dejando como par- Sobre este particular refiere el conocido filósofo
te segunda de este apartado, algunas consideracio- francés Michel Verret (1978: 146-150) que el huma-
nes sobre los temores que abriga la humanidad con nismo socialista no solo ha respondido y aún conti-
respecto al extraordinario desarrollo tecnológico y núa respondiendo a las necesidades funcionales del
los factores crecientes que contribuyen a deshuma- proletariado, expresión inequívoca de su vocación
nizarlo. liberadora universal, sino que también constituye
Algunas de estas diversas formas o acentos de una especie de trinchera para protestar y luchar con-
humanismo contemporáneo son las siguientes: tra las mismas deformaciones burocráticas del Esta-
do socialista. Agrega que el socialismo es humanista
El Humanismo Liberal. por definición, en la medida en que no solo se con-
vierte en voz de protesta contra los excesos del
Este humanismo cuyos orígenes datan de fines modo de producción capitalista, uno de los modos
del siglo XVIII y principios del XIX, encontró su ma- de producción más destructivos del factor humano
yor soporte- por lo menos inicialmente- en la clase y en consecuencia, dipapidador. de carne, sangre,
burguesa, que mientras permaneció en la llanura dis- nervios y cerebro, sino también en el tanto en que

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lucha por la afirmación de valores. Esto lo logra en camente, socialmente, de manera que cuando el
dos sentidos: primeramente estableciendo que la hombre es privado de ella y de otras posibilidades;
economía socialista tiene por motor y por objetivo cuando siente que es engañado; cuando se siente
la satisfacción de las necesidades de los producto- frustrado o irrealizado, se convierte en un ser aliena-
res asociados, en vez de la necesidad de plusvalía do o enajenado.
mentalidad muy propia de la clase capitalista y de En lo atinente al trabajo y a las condiciones en
los sectores que le son parasitarios. En segundo lu- que se desempeña el trabajador, añade que la enaje-
gar, procurando la satisfacción misma del hombre y nación se establece desde el momento en que el
la búsqueda de su superación. trabajador se convierte en instrumento del trabajo y
su labor en medio de provecho para el que posee
El Humanismo Marxista los medios de producción.
Dentro de la concepción de humanismo marxis-
El marxismo como cuerpo de ideas, es la expre- ta la relación hombre trabajo solo cuadra dentro del
sión más radical de las ideas socialistas que surgie- concepto de totalidad humana en la medida en que
ron hacia mediados del siglo XIX, como reacción a se conciba como práctica social y como acción co-
la doctrina liberal. Sin embargo, la concepción de lectiva sobre la naturaleza. En conclusión, el huma-
humanismo socialista y marxista, pese a lo expresa- nismo marxista, en vez de partir de proposiciones
do anteriormente, no está del todo consagrada. So- metafísicas, abstractas y hasta sentimentales, parte
bre el particular se ha suscitado en las últimas déca- de un análisis concreto de hechos históricos y prácti-
das un fuerte debate que aún no termina en relación cos que hacen que el hombre total se realice históri-
con las fuentes y el sentido mismo que tienen las camente a través de una serie de separaciones, de
expresiones humanismo socialista y humanismo oposiciones, de conflictos, de contradicciones, que'
marxista. Por limitación de espacio, no vamos a dis- hay que superar o remontar, no con pensamientos,
cutir si el marxismo es como dicen unos y objetan sino con actos que frecuentemente son revoluciona-
otros, una forma de humanismo. Entrar a considerar rios. (Lefebvre, 1949:808-809).
en este trabajo el valor teórico e ideológico de la
expresión humanismo marxista, excede los límites El Humanismo Existencialista.
de este breve ensayo, por lo que preferimos remitir
al lector a la obra de Louis Althusser y otros titulada Esta tendencia tuvo en el siglo XIX como fuente
Polémica sobre Marxismo y humanismo, en la se- común de inspiración, nada menos que la obra filo-
guridad de que allí encontrarán respuesta a ese inte- sófica de Sóren Kierkegard y en el siglo XX, a figuras
rrogante. Hecha esta salvedad, me parece oportuno de la talla de Martín Heidegger, Herbert Marcuse,
consignar algunas ideas que en opinión de Henri Le- Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir entre otros.
febvre no solo garantizan la vigencia de la expresión Aún cuando entre el existencialismo alemán y el
humanismo marxista, sino que representan un lega- francés se establece una fuerte ruptura en el hecho
do del mismo. Una de estas ideas es la noción de de que la concepción existencia lista alemana que re-
hombre total que según Lefebvre pertenece a Marx. posa en buena medida en las imágenes de la sole-
Sobre el particular añade que hasta Marx, la noción dad, la angustia, la inquietud y la muerte, no es com-
de totalidad había sido una noción metafísica, espe- partida a plenitud por el existencialismo francés, no .
culativa y abstracta. De esta manera se aprecia por podemos dejar de reconocerle al primero un gran
ejemplo en los escritos de Spinoza y de Hegel. Se aporte: la concepción heideggeriana (el hombre es
trataba de una totalidad cósmica, no de totalidad el pastor del ser) en la que nos muestra un humanis-
humana. Aún más, en la metafísica tradicional la no- mo que se realiza en el compromiso total con el
ción de totalidad, disociaba por un lado a la naturale- mundo, antes que la relación unilateral con una sola
za con sus leyes, y por otra, al hombre con su liber- de sus realidades.
tad. El mérito de Marx estriba entonces, en haber En cuanto al existencialismo francés, dos figuras
demostrado que ese dualismo estaba desprovisto de las que tangencialmente queremos ocupamos en
de sentido y de verdad; en señalar que existe una este momento son: Simone de Beauvoir y Jean Paul
unidad dialéctica hombre-naturaleza, en la que el Sartre. Para la Beauvoir, el existencialismo es una
hombre lucha contra esa naturaleza pero sin separar- moral de libertad y responsabilidad permanente; es
se de ella. A lo largo de la misma, el hombre se una doctrina inquieta que no ofrece el alivio del opti-
configura, se cambia a sí mismo, se transforma, mismo, pero tampoco de un pesimismo definitivo.
transformando con ello la naturaleza. El hombre por definición -añadía- no es naturalmen-
En relación con la libertad humana expresa que te ni bueno ni malo. El hacerse bueno o malo es algo
es una libertad conquistada históricamente, prácti- que le pertenece según asuma su libertad o reniegue

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humanismo contemporáneo

de ella. Aquí lo que importa, es la manera como el los problemas de nuestro tiempo y así, ayudar de
hombre supera su situación. manera más eficaz a los pueblos y gobernantes que
Este tipo de existencialismo no niega el amor, luchan por la organización de una sociedad más hu-
la amistad y la fraternidad como muchos han querido mana y acorde con la voluntad de Dios en el mundo.
ver; más bien lo potencia porque solo a través de (E. Guerry, 1963:21)
estos sentimientos, puede encontrar el individuo el La Doctrina Social de la Iglesia, que también se
fundamento y realización de su ser. Sin embargo, es sustenta en las enseñanzas del Santo Evangelio, es
preciso añadir que esos sentimientos no aparecen una doctrina social y moral. A través de ella, la Iglesia
dados desde el principio sino que hay que conquis- no pretende resolver los problemas sociales de
tarlos y quizá aquí está lo inquietante de ese existen- nuestro tiempo, pero sí señalar los principios mora-
cialismo que no es sinónimo de desesperación pero les que ello trae aparejados, en un esfuerzo porque
sí de tensión constante. (Beauvoir, citado por Picón, la justicia, la paz y la caridad prevalezcan entre los
1958:787- 790) hombres. Estos principios morales han sido dados
En lo que respecta a Jean Paul Sartre, su mayor a conocer a través de las llamadas encíclicas papa-
mérito estriba en haber reivindicado la libertad abso- les. En ellas la Iglesia aborda los problemas sociales
luta del hombre como valor supremo de la humani- económicos y morales; se señalan normas para el
dad y la capacidad de inventarse a sí mismo como buen uso de la riqueza, las fuentes de sustento pro-
principio esencial de lo humano, (un hombre, es decir greso y bienestar. También se han expresado con-
una libertad en posesión de su destino) (Restrepo, denas contra las doctrinas materialistas que consi-
Mejía y Mila, 1984:71). deran al hombre como un esclavo o siervo. Final-
mente, se fijan derechos y deberes de la Iglesia, el
El Humanismo Artístico Estado, los patronos y los trabajadores con el fin de
conciliar al hombre y a la sociedad, dentro de un
La concepción del arte como actividad creadora marco de paz y justicia. En concreto, la doctrina so-
del hombre, constituye también una importantísima cial-cristiana que se ha venido practicando desde el
función humanista. En este sentido resulta oportuno momento en que se promulgó la primera gran encícli-
lo que argumenta Adolfo Sánchez (1978:52) cuando ca social denominada Rerum Novarum en 1891, es
señala que el arte establece un gran entronque con enteramente humanista porque desde ese entonces
la esencia humana ya que permite al hombre elevar- apunta hacia tres grandes principios: la dignidad de
se, afirmarse, transformar la realidad, humanizándo- la persona humana, la igualdad fundamental de los
la, de manera que por esta razón, no puede haber hombres por encima de los criterios de raza, credo
arte por el arte, sino arte para el hombre. En conse- o fortuna, y la defensa de los derechos inalienables
cuencia todo artista debe buscar y elaborar las imá- del hombre.
genes que le servirán para dar a conocer la realidad
y ordenar el caos que ésta le presenta. (Sánchez
Molina, Ana, 1987:6) El Humanismo Científico-Tecnológico.
Por otra parte, el humanismo artístico debe pro-
mover el desarrollo máximo posible de una concien- Es indiscutible que la evolución del mundo ac-
cia histórica que permita interpretar esa realidad con tual, está dominada ostensiblemente por el extraor-
un verdadero sentido humanista. dinario desarrollo que han alcanzado la ciencia y la
técnica. Si esta ciencia y técnica ha sido creada para
El Humanismo Cristiano el servicio del hombre, habrá que convenir que esta
es la época más humanizada de la historia del horn-:
Esta es una de las corrientes que mayor vigencia bre. Así debería ser, pero desafortunadamente pare-
mantiene a lo largo de los últimos cien años. Promo- ce que no lo es a pesar de que una multitud de pensa-
vido por la Iglesia Católica empezó a alcanzar profun- dores y científicos de todas las especialidades cla-
do significado desde el momento en que la jerarquía man por este principio.
eclesiástica consideró como inmerecida la situación Sobre los temores que suscita el desarrollo in-
de la clase obrera europea, débil y abandonada a su controlado de la tecnología nos ocuparemos más
propia suerte, sin una legislación que la protegiese adelante. Por lo pronto, hemos de insistir en la lógica
de la inicua explotación. El resultado inmediato de conexión que siempre debe prevalecer entre ciencia
esta preocupación, fue la elaboración de todo un y tradición humanista. Sobre el particular, nada más
cuerpo de principios, valores, verdades, extraídos oportuno que apoyamos en juicios que han expresa-
por el Magisterio Vivo de la Ley Natural y de la Reve- do verdaderas autoridades como Lynn White Jr, Ma-
lación, con el propósito de adaptarlos y aplicarlos a rio Bunge, Federic Joliot, Henri Lefebvre y otros.

13
estudios

Para Lynn White Jr, la historia de la ciencia y la los estudios introductorios fueron de nuevo afian-
tecnología, resulta tan absorbente, tan ilustrativa y zándose en una sólida base humanista de cultura
tan profundamente humanista como la literatura mis- general, base de la cual no conviene apartarse nunca
ma. Por su parte Mario Bunge señala que un huma- para beneficio del género humano.
nismo sin ciencia y además neutral, es tan inoperan- Ahora bien, para que este humanismo científico
te, como altamente peligrosa una ciencia sin huma- sea consecuente con las mejores concepciones que
nismo. (Sagot y Zeledón, 1980:94-95). Criterios sobre humanismo hemos recogido en las páginas de
semejantes los han expresado Joliot y Lefebvre este trabajo, es menester que la labor de científicos
cuando afirman categóricamente que ningún tipo de y tecnólogos se humanice. Esto significa que tal la-
humanismo puede construirse fuera de la ciencias y bor debe estar bajo el control y dirección de perso-
menos aún en contra de ellas, puesto que son las nas provistas de una elevada dosis de humanismo
dominadoras de nuestro tiempo. (Joliot y Lefebvre, y consagradas al servicio pleno y dicha de la humani-
1946-1949, citados por G. Picón, 1958:808- dad entera. De no procederse en esa dimensión, es
809). posible que sigamos escuchando la dura y nada gra-
Si hay claridad en esas premisas, ¿por qué en- tuita acusación que en muchos casos pesa sobre la
tonces esa obstinada actitud en la que se empeña ciencia y la técnica de ser las responsables de gran-
el sistema educativo de muchos países, de enfrentar des males. Es lamentable tener que prestar atención
a las humanidades con la ciencia y en negarle al hu- a tales acusaciones cuando por definición sabemos
manismo esa dimensión científica que también tie- que tanto una como la otra son bienhechoras. Lo
ne? ¿Por qué esa porfía de considerar a las humani- que en estos casos falla, es la existencia de una
dades como no científicas y a la ciencia como sus- sociedad insuficientemente penetrada de espíritu-
ceptible de no ser integrada dentro de un programa humanista de servicio. Sobre quien debe recaer real-
de humanidades? Sobre este particular hay que reco- mente el peso de estas acusaciones, es sobre los
nocer que ya desde los inicios de la década de 1960, hombres que la aplican y la utilizan en perjuicio de
el francés Edgar Faure y grupo de colaboradores, los intereses de las mayorías. Es precisamente den-
ponían al sistema educativo en la picota, a través de tro de este contexto en donde se asientan los mayo-
las páginas de sus obra Aprender a Ser que publicó res temores de la ciencia y la tecnología como facto-
UNESCO. Ponían el acento en ese obstinado e in- res de deshumanización. Por la importancia que ello
comprensible espíritu que tienen muchos pensado- reviste, ofrecemos a continuación algunas notas
res e intelectuales de no reconocer la existencia del acerca de la visión negativa que sobre el particular
llamado humanismo científico. Pese a las agudas se tiene.
y atinadas observaciones de Faure y colaboradores,
diversas universidades prestigiosas de Europa y La Tecnología como factor de
América anglosajona, persistieron una vez más en deshumanización.
convertir sus centros de enseñanza en recintos dedi-
cados a la producción de bárbaros especialistas, qui- La base de referencia que sirve de soporte a
zá como un acto de rebeldía contra lo que a lo largo este apartado, ha sido tomada de un enjundioso ar-
del período 1960-1972 denominaron "Diletantisrno tículo escrito por la colombiana Lucía Sierra (1983:
Cultural" que bien podría traducirse como el simple 53-58). Para esta intelectual, la deshumanización
asomarse en forma curiosa al conjunto del saber. que cunde hoy en el mundo, se explica por la presen-
Para un grupo de profesores y autoridades universi- cia de tres fenómenos que por lo general intervienen
tarias de centros tan prestigiosos como París, Berke- en forma paralela. Tales fenómenos son los siguien-
ley y Columbia entre otras, los estudios humanísti- tes:
cos y de humanidades eran los responsables direc- 1- La falta de una auténtica comprensión sobre lo
tos de ese dilentantismo cultural. El resultado de que representa el avance tecnológico.
este acto rebelde fue la proliferación de millares de 2- Un exceso de tecnología sin control alguno.
estudios técnicos que florecieron por doquier, y la 3- Su deficiente utilización.
transformación de esos centros de enseñanza supe- Con respecto al primer fenómeno, no se tiene
rior en lo que ya señalamos. plena conciencia de los efectos desastrosos o catas-
Esta actitud que fue denunciada y criticada por tróficos que puede originar si se la emplea mal. En
el filósofo Herbet Marcuse, es tan solo una muestra relación con el segundo fenómeno lo que ha pasado
de lo que es capaz de producir en las generaciones es que como resultado de un crecimiento tecnológi-
universitarias, el desequilibrio entre especialismo co que ha sido y sigue siendo vertiginoso, se ha
bárbaro y formación humana integral. Gracias a que creado también un cúmulo cada vez mayor de "nece-
como dice el adagio, solo los ríos no se devuelven, sidades" que antes no existían. Este exceso es des-

14
humanismo contemporóneo

humanizador en el tanto que afecta el desenvolvi- c) La realización de esfuerzos encaminados a crear


miento normal de las expectativas de los grupos hu- estructuras científicas que hagan posible la ex-
manos que se ven reducidos a un esclavismo ploración y potencialidad de nuevos recursos a
consumista. En este sentido ha sentenciado E.F. fin de aumentar la productividad de aquellas re-
Schumacher que: giones en donde la producción alimenticia y los
servicios siguen siendo precarios.
"La tecnología de la producción masiva es in- ch) El empleo planificado en todos los órdenes a fin
herentemente violenta, ecológicamente dañi-
de obtener resultados óptimos.
na, autodestructiva en términos de recursos
no renovables y embrutecedora para la perso-
na humana. Es deshumanizadora por cuanto el
hombre pierde con ella los valores de la con- CONCLUSIONES.
servación". (Citado por Sierra, 1983:54)
Como conclusiones de lo que se ha expresado
Compartido o no, no cabe duda que se trata de a lo largo de este ensayo, conviene destacar lo si-
un edicto sobre el cual conviene reflexionar un poco. guiente:
En cuanto al tercer fenómeno, este recoge el
peso de las acusaciones mayores. Sabido es que 1. Que el humanismo, más que una actitud y el co-
desde los tiempos de la Revolución Industrial, se nocimiento del hombre, la sociedad y su historia,
señala a la tecnología como la responsable directa lo que exige es el compromiso vital y beligerante
de la producción excesiva de bienes que crea y tam- por el ser humano concreto que a diario nos ro-
bién de la despreocupación que asume por la distri- dea.
bución equitativa o cuando menos de la forma me- 2. Que el humanismo a través de su paso por la
nos desigual. También se le acusa de haberse con- historia, se ha nutrido de numerosas corrientes
vertido en instrumento de poder en manos de ideológicas, que han luchado y continúan luchan-
minorías privilegiadas y en factor de dependencia o do en aras de una mejor condición para el hom-
yugo al cual están uncidos de manera preferente, los bre.
hoy llamados pueblos tercermundistas. 3. Que en este siglo XX, más que en cualquier otro
Es lastimoso comprobar entonces que la orien- tiempo, se ha dado una irrupción incontenible de
tación que en muchos casos se da al desarrollo tec- temas humanistas que no son más que la expre-
nológico, no esté siempre encaminada a contribuir sión inequívoca de lo que muchos llaman NEO-
y solucionar necesidades humanas tales como aba- HUMANISMO y cuya preocupación central con-
ratar productos y mejorar la calidad de vida de los siste entre otras cosas en:
humanos, sino más bien a derrochar y deteriorar re-
cursos. Doblemente lastimoso es comprobar que la a) Librar una lucha contra la amenaza termonu-
tecnología puede servir también para promover el clear a través del apoyo irrestricto a la disten-
desarrollo de una actitud conformista ante la depen- sión y la existencia pacífica.
dencia, la explotación y la falta de equidad. Esta de- b) Corregir los problemas que en el plano de la
cadencia de valores espirituales se palpa también en economía mundial, plantea la internacionaliza-
la magnitud que ha alcanzado el consumismo, la agu- ción de la producción y en donde las relacio-
dización de la violencia y la despreocupación por la nes desiguales de intercambio (realidad anti-
convivencia humana, actitudes completamente aje- humanista) marcan la pauta.
nas a un espíritu humanista tal como se entiende hoy e) Mitigar al menos, los agudos problemas del
día. hambre en el mundo que como ya sabemos,
De continuar el mundo por esta senda de irracio- no son producto solo de una insuficiente pro-
nal y deficiente utilización tecnológica, no sería ex- ducción y de un crecimiento acelerado de la
traño que esta pase a figurar como uno de los más población mundial, como muchos intelectua-
tenebrosos jinetes del apocalipsis. Para evitar que les unilateralmente han querido ver, sino más
estos efectos nocivos que derivan de su mala utiliza- bien, de la desigual e inhumana distribución y
ción se amplifiquen, es menester el uso controlado comercialización de los alimentos.
y racional de manera que esté orientado hacia: d) Buscar fórmulas de arreglo a la crisis perma-
a) La solución de las desigualdades entre países y nente y creciente de endeudamiento público
regiones a fin de disminuir la brecha que ha esta- por el que atraviesan especialmente los países
bleciddo el desarrollo frente al subdesarrollo. subdesarrollados a fin de aliviarlos de esa pe-
b) El conocimiento cabal de sus efectos y el por sada carga que los con dena cada vez más al
qué de sus desventajas sociales. empobrecimiento y miseria.

15
estudios

e) Crear conciencia sobre los efectos perniciosos un imperativo del sistema educativo. Estimo que ya
que crea la mala aplicación de tecnologías en es hora de que la clase pensante de nuestras nacio-
el acelerado deterioro y la destrucción de los nes comprenda la necesidad de humanizar las condi-
ecosistemas. ciones de vida absolutamente indignas, donde la mi-
f) Atender en forma prioritaria los grandes y gra- seria, el hambre, la soledad, la represión y la muerte,
ves problemas de salud que aquejan a millones son realidades cotidianas. Es hora ya de que nues-
de seres humanos en el planeta. tros estudios humanísticos, aborden y denuncien
g) Aunar voluntades que conduzcan a la solución todo aquello que castra las potencialidades del hom-
de dificultades que impiden extender y facilitar bre latinoamericano y que le impide realizarse plena-
la cooperación científica internacional. mente.
4. Que en virtud de lo anterior y comprometido con Pienso finalmente que solo una educación inte-
el estudio de la totalidad de las manifestaciones gral de profunda base humanista, puede garantizar
espirituales y materiales del hombre, este huma- felizmente la consecución de los objetivos que den-
nismo contemporáneo, no puede en modo algu- tro de esa visión persiguen los Estudios Generales
no refugiarse en visiones unilaterales y hasta au- en la Universidad de Costa Rica y que aparecen con-
toritarias que apunten hacia un extremado espe- sagrados en el artículo 114 de su estatuto orgánico.
cialismo.
5. Que hablar de humanismo en abstracto, olvidán-
dose de las circunstancias económicas, tecnoló-
gicas, científicas, político-jurídicas y socio-
culturales que determinan la vida de la especie REFERENCIAS BIBLlOGRAFICAS
humana, no es más que caer en falsas y vacías
posturas que contrastan con la causa del hombre.
Abbagnano, Nicola, Diccionario de Filosofía, editoral
6. Que la orfandad de humanismo que registran
Fondo de Cultura económica, México. 1963
grandes contingentes de población en nuestro
tiempo, unido a legítimos temores que se abrigan Althusser, Louis y otros, Polémica sobre Marxismo
como resultado del extraordinario desarrollo y Humanismo, editorial Siglo XXI, México, 8ava
científico-tecnológico, no siempre controlado y edición. 1978.
al servicio de la humanidad, son aspectos que
Bonilla, Abelardo, La crisis del humanismo, publica-
deben debatirse permanentemente a fin de no
ciones La Hora, San José, Costa Rica. 1934
olvidar que el hombre es la medida de todas las
cosas y por lo tanto, nada de lo humano, como Cuenca B., Juan, HEIhumanismo: algunos aspectos
decía Terencio, me tiene que ser indiferente. generales". En Cuadernos de Estudio N° 19,
Universidad Nacional, Centro de Estudios Ge-
En consecuencia, si lo deseable es que la huma- nerales, agosto de 1987.
nidad emprenda una cruzada que la libere de los peli-
Díaz O., Pablo, "En torno al humanismo". En Revista
gros potenciales y reales que la acechan, hay que
del Colegio Mayor de Nuestra Sra del Rosario
pugnar porque las generaciones del presente y del
N" 521, Bogotá, Colombia, octubre de 1983
futuro estén imbuidas o compenetradas de una sóli-
da cultura humanista, basada en un conocimiento Dou, Alberto, "Humanismo en el año 2000". En Re-
minucioso y nunca superficial del hombre en todas vista Razón y Fe, N° 903,Madrid, España, abril
sus diversas manifestaciones, es decir, las históri- de 1973
cas, filosóficas, lingüísticas, antropológicas, socio-
Ferrater, Mora, José, Diccionario Filosófico, Torno
lógicas, psicológicas, políticas, económicas, artísti-
1, editorial Sudamericana, Buenos Aires, Ar-
cas y científicas.
gentina. 1965
Aún más, en un momento en que muchos seres
humanos vagan en un mar de incertidumbre y sole- Garraty John y Gay Peter, Hacia el mundo moderno,
dad, en donde sus esperanzas se ven borradas en Manual de Historia Universal Tomo N° 3, edito-
el horizonte, y en donde sus interpretaciones se tor- rial Bruguera, Barcelona, España. 1981
nan confusas, sólo una actitud humanista puede de-
Guerry, Emile, La doctrina social de la Iglesia, tercera
volverles la guía necesaria para reencontrar su cami-
edición, ediciones Rialp, Madrid, España. 1963
no.
Con el propósito de tomar bandería en lo que Kuhnl, Reinhard, "El liberalismo". En Abendroth W y
debe ser el humanismo en América Latina, pienso Lenk K. Introducción a la ciencia política, edicio-
que humanizar la vida del hombre en esta región es nes Anagrama, Barcelona, España. 1971

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