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LECTURA COMPLEMENTARIA

EL VALOR DE APRENDER DEL ERROR

¿Qué entendemos por “error”?


Un error es algo equivocado o desacertado. Puede ser una acción, un concepto o una
cosa que no se realizó de manera correcta.

¿Soy consciente de mis errores?


¿Suelo revisar mis actos y sus resultados? Tomar conciencia de los propios errores
implica haber llegado a la capacidad de identificarlos, analizar su origen, aceptar su
presencia, proyectar su implicancia, plantear alternativas o generar condiciones para
superarlos.
Para no caer de nuevo en el mismo error, hay que enfocarse en perspectivas
diferentes.
¿Sabes cuál es el valor de los errores?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que cometer errores es algo natural y humano,
de hecho, supone una gran oportunidad para aprender.
Pues quien se equivoca descubre cuáles son sus limitaciones, pero también puede encontrar
cuáles son sus fortalezas. Porque es necesario caerse para levantarse. Sin embargo, quien evita
caerse, ignora lo mal que se pasa con la caída, y cuanto más tarde se caiga más duro ha de ser
el golpe.
“No soy perfecto; nadie es perfecto. Todo el mundo comete errores. Creo que intentamos
aprender de esos errores.” ​-Derek Jeter-

El valor de los errores


Los errores forman parte de la vida. Todas las personas en algún momento, tenemos que
afrontar un fracaso, pero esto no debe hundirnos. Todo lo contrario, esta situación debe servir
para aprender y llegar a ser la mejor versión de uno mismo. De hecho, se dice que las derrotas
nos hacen más fuertes que las victorias.
Por tanto, no hay que tener miedo a equivocarse, ya que es una fase fundamental del proceso
de enseñanza-aprendizaje. Así que vive, experimenta, descubre y recuerda que puedes caerte
y levantarte todas las veces que lo necesites.

“Si no estás cometiendo ningún error, no estás innovando. Si estás cometiendo los mismos
errores, no estás aprendiendo.” -Rick Warren-
En definitiva, todos luchamos solos y aprendemos de los golpes que recibimos a lo largo de la
vida. Estas experiencias nos forman como personas, son parte de lo que somos. Por ello, nunca
hay que lamentarse ante las adversidades, sino que hay que asumir que estas nos ayudan a
construir una muralla sólida que nos permite hacer frente de una mejor manera al futuro
incierto que nos toca vivir.

Tus errores pueden ayudar a los demás


Cabe destacar que los errores no solo son útiles para el desarrollo personal propio, sino que
pueden ser de gran ayuda para los demás, para aquellas personas que te ven crecer y avanzar
en la vida.

De nada sirve aprender de los errores y conocer las claves y los atajos que facilitan tu manera
de vivir, si no compartes tus experiencias y conocimientos con otras personas. Debes ayudar a
quienes están luchando contra las adversidades que tu ya has superado, a aquellos que se
sienten perdidos en una situación parecida a la que tú ya has vivido.
Utiliza lo aprendido en el pasado, para enseñar a las personas más vulnerables en el presente.
No dudes en ayudar a quien solicite tu mano como apoyo para levantarse. Nunca olvides que
tú también te caíste alguna vez y hubo entonces alguien que extendió su mano para levantar la
tuya.
“La gente exitosa busca la oportunidad de ayudar a los demás, la gente que fracasa siempre
pregunta: ¿y yo qué gano?” ​-Brian Tracy-

Tus errores … mis errores


Todas las personas solemos tener una habilidad realmente especial: somos capaces de ver los
errores ajenos, pero no los propios. Seguro que te habrá ocurrido alguna vez. Esos momentos
en que algún amigo o compañero de trabajo, o incluso tu pareja, te señala todo aquello que
haces mal, pero sin reconocer nunca que también ellos cometen errores. Y si se lo haces ver es
posible que no reaccionen demasiado bien.
Todos cometemos errores, es parte de la vida. No haberlos cometidos significa no haberse
aventurado nunca fuera de la zona de confort. Arriesgarse, lanzarse a esa aventura, a ese
proyecto, o incluso a esa relación con la incertidumbre de si saldrá bien implica estar abiertos a
equivocarnos y aceptar los errores.
Investigadores de Clinical Psychophysiology Lab en la Universidad de Michigan encontraron
que las personas pueden encasillarse en dos campos cuando se trata de cometer
equivocaciones:
Los de mentalidad fija: “Me rindo, nunca seré bueno en esto” y los de mentalidad de
crecimiento: “¿Qué habré hecho mal? Lo voy a intentar de nuevo para no volver a errar”.
Aquellos que tienen mentalidad de crecimiento utilizan ese conocimiento de sus propias fallas
para crecer, mientras que los de pensamiento fijo están destinados a repetirlos porque se
esforzaron demasiado en ignorarlos.
No es que las personas inteligentes y exitosas sean inmunes a equivocarse, simplemente
tienen las herramientas necesarias para aprender de sus faltas. En otras palabras, reconocen
de inmediato la raíz de sus confusiones y no vuelven a cometer el mismo error dos veces.

Y como bien diría Paulo Coelho: "Cuando se repite un error ya no es un error: es una decisión."

¿​Cómo aprender a aceptar el error y cómo comprometerse a sí mismo a superarlo?


Quien sólo se fija en el comportamiento ajeno sin observar el propio carece de habilidades
emocionales, carece de empatía y de respeto hacia sí mismo y los demás.

Las personas que identifican sus propios errores y los aceptan actúan con humildad e
integridad, valores que todos deberíamos aprender a desarrollar y trasmitir a los demás.
Si alguien cercano tiene por costumbre señalarte los errores, no caigas tú también en la
trampa de señalarle los suyos por venganza. Al hacerlo entramos en un círculo vicioso sin
sentido. Lo mejor es argumentar y defenderte. “Puede que lo que haya hecho sea para ti un
error, pero para mí no lo es por estas razones”. “Sí, es verdad, me he equivocado. Lo
reconozco y lo asumo, a partir de ahora lo haré mejor. ¿Eres tú capaz de hacer lo mismo?”.
Si te ves obligada a señalar un error a otra persona, indícaselo de forma que pueda aprender,
que pueda reconocer el fallo y entender qué hacer para mejorar. Esto es especialmente
importante en la educación: señalar un error no debe ser un castigo, sino una oportunidad
para aprender.

¿por qué nos cuenta tanto aceptar nuestros errores?


A menudo los errores nos ponen en evidencia, y no sólo ante nosotros mismos. Sentimos que
decepcionamos a los demás. Pero nunca te fijes en otros. Los demás no viven tu vida. Tú eres
la protagonista de tu historia y eres tú quien va a tener que asumir ese fallo. Y deberás hacerlo
para poder avanzar y mejorar.
A veces los errores nos hacen creer que no somos capaces, o que no somos lo bastante
hábiles, o inteligentes, o intuitivos. Si piensas esto estarás de nuevo equivocada. Nadie viene a
este mundo sabiendo exactamente cómo tener una vida perfecta. En absoluto. No hay niño
que pueda aprender a caminar sin antes haberse caído, nadie ha aprendido a nadar sin antes
haber tragado un poco de agua… Así que, ¿por qué ser tan exigente contigo misma? Eso afecta
a tu autoestima y te impide avanzar.

Aprender es un proceso que dura toda la vida, y para aprender hay que aceptar los errores.
Asúmelos y aprende a superarlos. Verás cómo, día a día, conduces con más seguridad el timón
de tu vida.

Fuentes consultadas:

Sabater, Valeria (2019). El valor de aceptar los errores cometidos. En:

​https://mejorconsalud.com/el-valor-de-aceptar-los-errores-cometidos/

(recuperado el 30.07.2020)
Bradberry, Travis (2017). Los 10 errores de los que la gente inteligente siempre aprende

https://www.entrepreneur.com/article/269149​ (recuperado el 30.07.2020).

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