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6 Martes 15 de diciembre de 2020 | EL FARO DE MELILLA

Melilla

5
COLABORACIÓN SANTIAGO MONTOBBIO
Poeta

II
Una voz que crea mo de cada artista del verbo y el
idioma convenido de cada gremio

E
MPIEZO este Apéndice de profesores o de oficiales”. Dice
que reúne textos miscelá- algo que me ha llamado también
neos y sueltos de José An- la atención: “La literatura siempre
tonio Ramos Sucre, ade-
más de algunas cartas, con una
“Granizada” en varias secciones, y
que contiene aforismos. Unos po-
un mundo merece elogio. Es cuando menos
un derivativo; el sujeto que la ejer-
ce podría molestarnos con otra ac-
tividad más deplorable”. Puede
cos textos críticos -así llamados-, ser. Es un pensamiento a tener. Pe-
de poética, o de moral y poética, y
las cartas. Cartas que no son todas
(José Antonio Ramos Sucre) ro no respecto a este poeta, a José
Antonio Ramos Sucre, que hace
y que a veces están troceadas. Al- con su voz única al mundo otro,
gunas no se han dado, otras se han otro y más hondo, más profundo,
cercenado. ¿Qué habrá en estas más triste, más grande. Aún más
cartas que no están, o en sus frag- del hombre, un lugar que ha crea-
mentos omitidos? Tenemos las que do el corazón, el sentir y la voz de
podemos leer. En ellas algún juicio un lírico en el que perderse y en-
que impresiona sobre la conciencia contrarse. Como también Cervan-
de su propia valía lírica y también tes, a quien no quiero pueda po-
de su sufrimiento, lo único que co- nerse en duda, quizá por un rasgo
nocía por ser lo que se había repro- de ingenio o humor, por una ines-
ducido de ellas en la edición de sus perada palabra que se pone en lu-
poemas que publicó Siruela. Aquí, gar de otra. En una carta nos dice,
tal como lo recordaba: “Creo en la porque nos lo dice a nosotros ade-
potencia de mi facultad lírica. Sé más de a su hermano -y se lo dice
muy bien que he creado una obra por supuesto a sí mismo-: “Pon ad-
inmortal y que siquiera el triste jetivos originales, propios de ti,
consuelo de la gloria me recom- que sean la opinión tuya sobre lo
pensará de tantos dolores”. Al final que pienses o veas. Para ser origi-
de esta misma carta escrita a su nal, te basta escucharte a ti mis-
hermano en Caracas el 25 de octu- mo, evitando copiar. Pero no olvi-
bre de 1929 otra impresión muy des que primero está la belleza que
penetrante y muy reveladora: “Los la originalidad”. No lo olvidó José
juicios acerca de mis dos libros han Antonio Ramos Sucre, pues las
sido muy superficiales. No es fácil dos están en su visión del mundo y
escribir un buen juicio sobre dos li- su voz de poeta, una voz que crea
bros tan acendrados o refinados. un mundo, un mundo distinto y
Se requieren en el crítico los cono- con que se ensancha el que tenía-
cimientos que yo atesoré en el an- mos, pues al por él creado hasta
tro de mis dolores. Y todo el mundo ese momento no lo conocíamos. El
no ha tenido una vida tan excep- último texto de este Apéndice es
cional. Solamente Leopardi, el po- un poema en prosa no recogido en
eta de la amargura. Alguien ha libro y titulado “Residuo”. Quiero
apuntado ya mi semejanza con el transcribirlo para decir con él y que
lírico y filósofo italiano. Lírico es el él nos diga lo que he dicho, y que
que habla de sus propias emocio- muestre también cómo es un placer
nes”. Categórica y definitiva defi- y una muchas veces dichosa aven-
nición del lírico, y que debería bas- a sus contemporáneos. En el final de mis enemigos. Tú sabes que, al que el nivel moral se eleva con la tura -además de curiosa- la de
tarnos, pues es en esencia cierta, de una carta a Dolores Emilia, fe- contrario, soy muy accesible, muy más suelta condición de la mu- adentrarse en textos misceláneos y
aunque el lírico, y lo lírico, es tam- chada en Hamburgo el 5 de febrero indulgente y jamás he lastimado a jer.// Por primera vez ejercitó ésta desconocidos. Quiero que este poe-
bién la manera, la vibración en que de 1930: “Por cierto, en toda Euro- una mujer”. Se lo ha dicho de ma- con libertad sus facultades en ma muestre el tono y el color, el
se expresan esas emociones, aun- pa se es inmoral, se vive y se deja vi- nera muy parecida en la carta ante- aquella hora de la Edad Media en aliento extraño y salmódico como
que quizá ésta es también con la vir a los demás. Los rugidos de la rior (“Lo mejor en Europa es la que el perenne batallar absorbía la el mundo que crea la voz de este po-
que se da, quiero decir que son virtud antropófaga no se oyen por gente. Aquí todo el mundo es cor- atención de los hombres, aleján- eta. Aquí y así por ello, para cerrar
emociones que ya sólo pueden te- aquí. Los europeos trabajan espan- tés y risueño. Tú sabes que perso- dolos de sus hogares largo tiempo. estas palabras “Residuo”, que ade-
ner esa expresión, constituir por sí tosamente y son muy afables. Aquí nas interesadas han esparcido por Al amparo de esas circunstancias más de un resto y un texto encon-
mismas, por su naturaleza, por có- nadie echa maldiciones ni blasfe- allí que yo soy intratable. No dejes surgió la caballería, la más alta trado quiero que sea no sólo una
mo son, una voz lírica. En la carta mias. Étos son países muy cultos. triunfar esa infame leyenda. Yo soy presea de la dignidad humana, despedida sino una bienvenida a la
siguiente, también a su hermano, Yo debí nacer en Europa porque muy accesible y fácil”). Y en otra de por cuyo enterramiento el noble obra de este poeta de Venezuela y
el año siguiente -1930-: “Yo no soy profundamente corrompido, o las que la preceden, también a su Gobineau acusa a Cervantes de del mundo todo, que haga las veces
puedo mandar mis libros a Una- sea humano”. Un asterisco sobre la prima: “La mujer es una criatura haber aplebeyado el mundo”. de invitación a leerlo y descubrirlo
muno. No sé cómo puede conocer- palabra “corrompido” nos lleva a celeste”. Y la última carta, escrita Transcribo estas palabras porque para quien no lo conozca: “Yo decli-
los. La opinión del mundo castella- una nota del editor, quien razona y en Merano el 25 de febrero de 1930 me llaman la atención, y lo hacen né mi frente sobre el páramo de las
no es que mi literatura es nueva y nos explica que Ramos Sucre debió y dirigida al cónsul general de Ve- porque pienso que no esto sino lo revelaciones y del terror, donde no
sin antecedentes”. Opinión verda- empezar “a escribir “compasivo” nezuela en Ginebra: “Me voy a en- contrario había que decir de la se atreve el rocío imparcial de la pa-
dera. Recuerdo que Cernuda decía antes de que se le ocurriera jugar contrar muy solo en Suiza cuando obra de José Antonio Ramos Sucre rábola.// Salí a una ciudad ilustre y
que había escritores que se incor- con el sentido y sorprender a su te hayas ausentado. Yo poseo el há- en relación con el mundo. Sus poe- las vírgenes cerraban su ventana al
poraban y continuaban una tradi- prima con el inesperado “corrom- bito del sufrimiento, pero estoy fa- mas únicos y originales, su voz acento de mi laúd siniestro.// Una
ción y otros que creaban su propia pido””. La sorpresa de una palabra tigado de la vida interior del asce- única y como la de nadie han he- forma casta, de origen celeste, de-
tradición. Lo decía, creo, en rela- inesperada, también en ella la de ta, del enfermo, del anormal. Leo- cho el mundo más distinguido. positaba en mis cabellos su beso
ción a Aleixandre, pero también un sentido extraño. Quiero trans- pardi es mi igual. Tú me habrías Creo que así hemos de sentirlo. En glacial. Acudía a través de mi sueño
(quizá las dos cosas que recuerdo cribir esta confidencia a su prima servido mucho y nuestra amistad sus aforismos iniciales, los que de proscrito, a mi cama de piedras,
son ciertas) que el caso de estos úl- en otra carta: “Pasado mañana es fraternal”. Es un juicio que estre- abren este Apéndide, leemos có- fosa de Job, abismo de dolores de
timos es también el de los que han cumplo cuarenta años y hace dos mece y que conocía ya por estar en mo se ha de escribir sólo como es- Leopardi. ¿Se habrán lastimado
de esperar que nazca un público que no escribo una línea. Apenas la edición de Siruela. Lo reencuen- cribe uno, de la manera en que só- sus pies de azahar?// Un árbol,
para ellas. Creo que se podría decir puedo consolarme buscando la vi- tro aquí. Encuentro también, como lo a él le es dado escribir: “Es buen emisario de la tormenta, azota el
de modo extremo respecto a la da de enfermos ilustres a quienes apartado final de este “Apéndice”, escritor el que usa expresiones in- horizonte con su rama desnuda en
obra poética que creó José Antonio la fatalidad apagó en plena juven- unos textos no recogidos en libro - sustituibles”. “Una lengua carece el curso del día monótono. Mi voz
Ramos Sucre, que sigue siendo sin- tud. Te ruego que no permitas la le- así se presentan y anuncian. Leo al de existencia propia. Al lado del te ha ahuyentado de mi duro cami-
gularísima y única, mantiene esa yenda de que soy antropófago y final de uno de ellos, “Comentarios idioma abstracto, general e imper- no, ave procelaria, cenit de la cúpu-
feroz y potente originalidad, y es- salvaje y enemigo de la humanidad a un crimen”: “Así pensando, pier- sonal, recogido en los léxicos reza- la del cielo”. (Ginebra, marzo de
pecialmente insólita debía parecer y de la mujer. Esta leyenda es obra den el tino esos retrógrados, por- gados, existe el idioma singularísi- 1930).

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