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Compensaciones y Beneficios
Todo negocio que sobrevive y florece debe competir por los servicios de empleados
calificados para las tareas y funciones requeridas para lograr los resultados esperados por
los accionistas a través de la organización desarrollada a tal efecto
Entre los numerosos instrumentos para lograr la lealtad, cooperación y esfuerzo de los
individuos están las varias formas de recompensa. La principal recompensa es el pago en
forma de sueldo o salario habitualmente denominado compensación o remuneración y
en otras varias formas de recompensas en especie habitualmente denominadas
Beneficios y Emolumentos.
En la antigua Roma, alrededor de los 500 años antes de Cristo, algunos de los que
trabajaron en la construcción de un camino que conectara el yacimiento de sal de Ostia
con la ciudad de Roma fueron remunerados por los gobernantes romanos con la sal que
se iba extrayendo de la mencionada zona, a dicho estipendio se le llamó “salarium
argentum” (o “efectivo en sal”, literalmente).
Es así que los pagos regulares por un trabajo continuo y dependiente, recibieron esta
denominación. Siempre ha habido alguna forma de trabajo y por lo tanto, alguna forma
de remunerarlo. La forma de pago ha ido mutando a lo largo de la historia desde el pan
del Génesis y la sal de Grecia y Roma pasamos a otros “commodities” valiosos como el oro
y la plata hasta llegar en los tiempos modernos al papel moneda y más recientemente, en
casos selectos, parte en acciones.
Por otra parte también el concepto de remuneración ha ido mutando a lo largo del
tiempo en lo que hace a su definición, contenido e importancia. El nuevo “deal”. Con el
advenimiento de la globalización de los mercados a finales del Siglo XX , el crecimiento de
las economías mundiales y la necesidad de las empresas de ser cada vez más eficientes
para competir en el nuevo escenario se desarrollaron importantes procesos
de downsizing, rightsizing, reengineering, mergers , acquisitions, spni-off que cambiaron
drásticamente la típica relación empleador/empleado (el viejo “deal”).
Estas acciones generaron un cambio de paradigma en las relaciones del trabajo, ya que
las nuevas generaciones de jóvenes profesionales tienen una actitud diferente hacia el
trabajo luego de haber vivido en familia las crisis de sus padres, empleados “full life” y
padres “ausentes”, que de pronto quedaron “desocupados” por los mencionados
procesos. Los jóvenes tienen claro que el “acuerdo tácito” empleador/empleado ha
cambiado de la siguiente manera, por lo tanto se volvieron permanentemente activos en
la búsqueda de trabajo, bajando su nivel de compromiso y haciendo subir los niveles de
rotación voluntaria (empleados que se van de la empresa por propia decisión).
– Las tendencias a futuro de las pirámides poblacionales de los países desarrollados que
muestran una reducción de las generaciones más jóvenes y la próxima jubilación de las
generaciones más viejas (los baby boomers)
Este fenómeno ha desatado una guerra por el talento de escala mundial, agudizada por la
escasez de determinados perfiles capaces de adaptarse a las nuevas exigencias del
mercado global del trabajo. Esta guerra por el talento recalentó en muchos aspectos el
mercado del trabajo, haciendo subir los precios y generando que se crearan herramientas
cada vez más sofisticadas de atracción, motivación y retención del talento.
En este sentido, una “compensación justa” sería aquella que logra un equilibrio razonable
entre lo que el empleado da y lo que recibe. Desde ya, existen factores externos (por ej.:
la escasez o el exceso de oferta o de demanda de mano de obra) e internos (por ej: la
equidad interna) que influyen en dicho equilibrio y que pueden producir cambios en el
mismo a lo largo del tiempo.
Asimismo, a partir de la sofisticación de los mercados a finales del Siglo XX, incluyendo el
mercado del trabajo, el concepto de remuneración se ha ampliado, incluyendo no sólo la
compensación como retribución por aquello que el empleado ha dado a la organización
en el pasado y/o brinda en el presente, sino también en función de lo que potencialmente
puede dar o dará en el futuro. Al final del día, el empleado no deja de ser un producto /
recurso más que la organización debe valuar (qué precio tiene) en función de diferentes
variables tales como valor agregado, precio de mercado, costo de reposición, valor actual
y valor futuro, costo de la inversión en entrenamiento, ingresos que genera para la
organización. En función de la combinación de estos factores, surgirá un precio que es
aquel que determinada organización en determinado momento, está dispuesta a pagar
por determinada persona. Contenido Ahora bien, cuando hablamos de aquello que el
empleado recibe a cambio de lo que da, debemos comprender que la compensación no
es sólo la remuneración dineraria que el empleado recibe. Así como el empleado brinda
diferentes cosas tales como tiempo, conocimientos, habilidades, compromiso, lealtad,
fuerza de trabajo, la organización también brinda variados aspectos compensatorios al
empleado. Hoy por hoy está aceptado el concepto de compensación integral, que
incorpora otros aspectos fundamentales aparte del dinero: los beneficios, el ambiente de
trabajo y las oportunidades de capacitación y desarrollo dentro de la organización.
Esto es lo que hoy llamamos la propuesta de valor al empleado, la cual está compuesta
por los factores descriptos, trascendiendo la remuneración
exclusivamente. Objetivos Ahora bien, qué se propone una organización a la hora de
definir un paquete de compensación a un determinado empleado.
A nivel de la Compañía
A nivel Individual