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EVOLUCION DE LA TECNOLOGIA

Recuerdo que en los años de infancia el simple hecho de pensar en el año 2000 ya nos
ponía inmediatamente en un futuro totalmente deshumanizado y controlado por los robots,
con rascacielos kilométricos y coches voladores en la más pura estética de «Blade
Runner».
Sin embargo llegó ese año de corte, en todos los sentidos, que ponía fin al milenio, y las
cosas iban mucho, muchísimo más lentas de lo que pensábamos.

Ese mismo año fue cuando tuvimos en casa la primera conexión a internet, que por cierto
no era de banda ancha, con lo cual al navegar, si se recibía una llamada se cortaba
automáticamente.

Además, cada vez que uno se conectaba el módem montaba un escándalo tal que
parecía que estábamos en una herrería. Era un sonido, que al recordarlo hoy en día se
me antoja entrañable y casi como algo digno de ser musealizado.

Hoy, veinte años después algo han avanzado las tecnologías, aunque no hasta el punto
de ser algo disruptivo. Las inteligencias artificiales han dado un salto cuantitativo más que
cualitativo, pero en cierto modo tengo la impresión de que son una continuación lineal de
lo que ya teníamos.

En muchas materias, incluida la sanitaria, las cosas podían haber mejorado más, de no
ser por los intereses comerciales, la obsolescencia programada y el poder de ciertos
sectores interesados en que las cosas funcionen tan solo a medio gas.

Estoy firmemente convencido de que el apoyo privado lejos de ciertas imposiciones


legales y tabúes pacatos ha llevado la ciencia y la tecnología mucho más lejos de lo que
pensamos.
Pero el disfrute del premio no lo vemos nosotros, simples mortales. Lo ven quienes tienen
el suficiente dinero como para costear tales investigaciones, dirigidas, en suma, a su
propio bienestar.

Parece mentira, desde la perspectiva de aquéllos años 80 y 90 que a día de hoy todavía
estemos como estamos. Creo que era más la esperanza que la realidad objetiva, quien
coloreaba la predicción de tintes más o menos positivos.

El avance de ciencia, tecnología, sociedad y economía, estando interrelacionadas éstas,


no es sin embargo parejo. Y mientras no haya un avance en la sociedad, el progreso
tecnológico siempre supondrá un sesgo discriminatorio para unos y beneficioso para
otros. Mala especie, la nuestra.

Han cambiado mucho los tiempos. Por cambiar, cambia hasta el clima. Sin embargo,
mirando los cabezos y el monte, a veces pienso que hemos vuelto al principio. Más
quemados, con más cicatrices, pero con el fondo de ilusión de cuando éramos niños. Feliz
futura semana, y a más ver, amigos. Nos vemos en el futuro. O eso espero.

Álvaro Clavero
Qué evolución tecnológica hemos vivido en los últimos
15 años
Puede que nuestro sobrino de quince años no nos crea si le decimos que cuando
nació muchos todavía no teníamos teléfono móvil. Los de la generación del 2000
son nativos digitales, los cambios tecnológicos son parte de su vida y conforme
han crecido han adoptado la tecnología como una parte más de su día a día.

Hace quince años todavía se hablaba del efecto 2000, pero pronto quedó olvidado
con las novedades tecnológicas acaecidas en los siguientes meses y años. Y es
que en este período la evolución de la tecnología digital de la información y las
telecomunicaciones se ha vuelto tan acelerada que, si hoy miramos algo que se
presentó como novedad hace apenas un año, nos puede parecer prehistórico.
Servicios, utilidades, aplicaciones, gadgets, comunicaciones o Internet móvil,
están presentes constantemente en 2015, pero hace quince años probablemente
muchos de ellos ni siquiera rondarían la imaginación del más geek.

En Self Bank cumplimos quince años y en este tiempo hemos crecido


paralelamente a los cambios tecnológicos. La tecnología es clave para nosotros,
por eso ahora queremos repasar qué evolución tecnológica hemos vivido en
los últimos 15 años.

AUTOR

Equipo Singular Bank

Evolución tecnológica
A lo largo de los últimos sesenta años los videojuegos se han convertido en uno de los segmentos
del macrosector de las tecnologías de la información y las comunicaciones que ha conocido una
evolución más acusada. En 1947 Thomas Goldsmith Jr y Estle Ray Mann presentaron ante la
United States Patent and Trademark Office (USPTO) el embrión del primer videojuego1 . La idea de
ambos autores aludía a un sistema electrónico de juego que simulaba el lanzamiento de misiles
con un objetivo que había que abatir. Este primer prototipo se basaba en las pantallas del radar
(una innovación que por aquel entonces apenas tenía una década de antigüedad), funcionaba con
válvulas y utilizaba una pantalla basada en la tecnología de tubo de rayos X de cátodo
incandescente que Coolidge había desarrollado en 1913 y “cuyo campo de aplicaciones fue muy
amplio, desde los oscilógrafos hasta la televisión” (García de Diego et al., 2007: 52)2 . El primer
videojuego, denominado OXO, era una versión electrónica del juego de las tres en raya
desarrollada por Alexander S. Douglas como parte de su tesis doctoral referida a la interacción
entre el ser humano y la máquina de computación operacional EDSAC (Electronic Delay Storage
Automatic Calculator), el primer ordenador que podía almacenar programas electrónicos3 . Desde
ese momento hasta la actualidad podemos distinguir cuatro etapas diferenciadas según la
tecnología y soporte de acceso predominante en cada momento. La primera de ellas corresponde
a las máquinas recreativas, con precursores como Spacewar! (padre de todos los mata-marcianos)
en la década de los sesenta y, sobre todo, Pong a comienzos de los años setenta, considerada una
de las claves estratégicas que popularizó los videojuegos y dio paso en años sucesivos a juegos
como Space Invaders, Galaxian y Pacman. La segunda se refiere a los ordenadores e incluye desde
el primer modelo Spectrum (que utilizaba cintas de casete) hasta los ordenadores personales de
comienzos de los ochenta sustentados en el sistema operativo MS-DOS. Esta etapa implica una
notable evolución en los niveles de calidad y creatividad y sienta las bases para lo que años
después sería la eclosión de los videojuegos. Una tercera fase se centra en las videoconsolas, con
los referentes de Nintendo y Sega. Como elementos más destacados se advierte el paso de un
soporte como el cartucho a los modernos CD’s, así como notables mejoras en los gráficos y
definición de los contenidos. Comienza a percibirse una creciente difusión de esta tecnología,
hasta esos momentos circunscrita a los grupos poblacionales más jóvenes.

Y el cuarto y último de los momentos distinguidos corresponde a las videoconsolas portátiles


(sobre todo con fabricantes como Nintendo, Sega o Microsoft) y el desarrollo de nuevas
generaciones de productos y contenidos digitales de la más variada índole, así como la posibilidad
de compartir experiencias a través de la Red.

AUTORES

Joaquín Pérez Martín, Universidad Europea de Madrid.

Antonio García de Diego Martínez Universidad Complutense de Madrid.

David Parra Valcarce, Universidad Complutense de Madrid.

La evolución de la tecnología: cómo los cambios en el


comportamiento del consumidor impulsan el desarrollo de
la industria de la tecnología

La tecnología está en constante evolución, y esto no es ninguna


novedad. Sin embargo, nos acostumbramos a mirar solo el
crecimiento del mercado, en lugar de observar a la fuerza motriz de
este crecimiento: el consumidor. Con el crecimiento del acceso a la
información, el consumidor actual tiene más conocimiento
sobre el sector, lo que lo hace más exigente a la hora de comprar un
producto.
 
Atentos a la Generación Z
 
En primer lugar, es necesario comprender el perfil del consumidor
que está moviendo el mercado. Actualmente, la Generación Z es el
centro de las atenciones: Nacidos entre 1994 y 2000, son el primer
grupo de personas que crecieron conectadas en el entorno digital, y
nunca vieron el mundo sin Internet. De forma inmediata y
espontánea, son responsables en gran medida de cambiar la forma
en que el mundo se comunica y consume contenido, y eso tiene todo
que ver con la tecnología.
Si hace diez años la única función de los teléfonos celulares era hacer
llamadas, hoy en día es la actividad que menos importa. La evolución
en los dispositivos es el resultado de este cambio de
comportamiento, especialmente cuando junto con resultados de
investigaciones como la realizado por WGSN en 2018: según la
empresa, las características más buscadas en los teléfonos inteligentes
son el espacio de almacenamiento, duración de la batería y calidad de
la cámara, funciones esenciales para quienes siempre tienen el
smartphone en la mano.
Los teléfonos inteligentes de gama media están mejorando
La demanda de funciones premium en los teléfonos de gama media
está creciendo en América Latina, y sigue la tendencia identificada en
un informe trimestral de IDC, el Rastreador de teléfonos móviles, que
registró que la población local está dispuesta a pagar un valor mayor
por los teléfonos móviles. En el mercado global, la búsqueda de
teléfonos en esta categoría aumentó un promedio de 35 % entre 2017 y
2018 según GfK Global, lo que refuerza la idea de que las tecnologías y
características de alta gama también se requieren en teléfonos más
básicos.

Autor.
Samsung
EVOLUCIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y
COMUNICACIÓN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

Las formas de aprender del ser humano están evolucionando y la


innovación de la tecnología es parte importante en este proceso de
aprendizaje. Actualmente, la educación superior se está integrando con
el sistema de educación virtual e-learning, al mismo tiempo que la
educación superior está teniendo mayor acceso, es decir, cada vez más
personas tienen la posibilidad de ingresar a una educación superior a
través de espacios de aprendizaje virtual que buscan romper entre el
estudiante y la academia barreras de espacio, tiempo y ubicación
geográfica.

El uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones


(TIC) se está expandiendo hacia diversos campos en la sociedad, lo cual
no podía ser la excepción siendo la educación un aspecto relevante en la
vida del ser humano. Así, la educación a distancia ha cobrado relevancia
vinculándose con el uso de las TIC y generando, tanto en el tutor como
en el estudiante, la necesidad de apropiarse de las nuevas tecnologías.
De este modo, el estudiante deja de ser un actor que escucha a su
maestro pasando a convertirse en un lector constante y crítico que
empieza a disfrutar, por ejemplo, de las ventajas de la disponibilidad de
tiempo y flexibilidad en los horarios de la educación virtual o sistema e-
learning. Rompe mitos pasando a ser protagonista de su propio
aprendizaje con autonomía y disciplina.

El uso y apropiación de las TIC en la educación superior a distancia o


sistema e-learning logra generar motivación en el estudiante, ya que,
además de desarrollar su capacidad de creatividad, habilidades
comunicativas y colaborativas, le permite acceder a una cantidad
ilimitada de información que deja ver en el estudiante su capacidad
lectora y de análisis crítico.

Autores.

Nubia Esperanza Suárez Suárez

Universidad Distrital, Bogotá, Colombia.

José Custodio Najar

Universidad Distrital, Bogotá, Colombia.


Cambio tecnológico según Karl Marx

Para Marx el cambio tecnológico vehiculiza la acción de la ley del valor-trabajo,


que rige el funcionamiento del capitalismo. A través de la innovación se alteran las
proporciones de trabajo contenidas en las mercancías, y esta transformación
modifica los precios relativos que orientan la producción. La ley del valor
determina cómo se distribuye el trabajo social entre las distintas empresas, ramas y
negocios, de acuerdo a los parámetros del costo y el beneficio. Establece cual es la
plus ganancia receptada por las compañías que reducen el tiempo socialmente
necesario de fabricación, y como ocurre la desaparición de las firmas que
derrochan trabajo social.
Este enfoque evita estudiar a la innovación partiendo de constataciones
superficiales del tipo: “habrá innovación si se espera un incremento de la
demanda “, o “se introducirán nuevas tecnologías si la competencia se endurece “.
La ley del valor-trabajo permite conocer cuál es la dinámica rectora de la
innovación, y cómo es posible que rija un patrón de coordinación para los cambios
tecnológicos en la producción mercantil, dispersa, y anárquica.

Caminar en la era del smartphone


El smartphone constituye un dispositivo sociológico que extiende los lazos de
conectividad tanto en el espacio como en el tiempo. Se puede comprender
como una herramienta para deslocalización de la ciudad (Mitchell, 1995), por
la que los límites del territorio urbano se diluyen. Así, la experiencia
individual del smartphone, en tanto tecnología relacional, precisa de un
ejercicio de aquello que Charles Wright Mills llamase “imaginación
sociológica”: “El individuo sólo puede comprender su propia experiencia y
evaluar su propio destino localizándose a sí mismo en su época” (Wright
Mills, 1999: 25) . En consecuencia, urge contextualizar una actividad de
individualismo en red, como es el uso del smartphone, en las corrientes de
prácticas sociales determinadas por nuestra cultura, en gran medida
condicionada por la tecnología digital.
Norbert Elias (1989: 52) señaló que a medida que la urbanización se adueña
de los enclaves humanos, la medición y la regulación del tiempo se hallan
más sujetas a los símbolos sociales que coordinan, orientan y sincronizan
nuestras actividades prácticas. La ciudad digital, a través de la pervasive
computing (McCullough, 2005), y en concreto el smartphone, desencadena la
densificación del haz de relaciones sociales merced a la hiperconectividad. Se
podría decir que supone la urbanización total del tiempo vital, en tanto
portamos con nosotros toda esa cadena de interdependencias al situarnos en
cualquier momento en el tránsito de las redes del smartphone. Paul Virilio
(1995: 33) nos enseñó que “à l’urbanisation de l’espace réel succède alors
cette urbanisation du temps réel”. Es el ciudadano el que se convierte
en terminal, dotado de las prótesis que sustituyen el espacio próximo por su
inclusión en redes distales. Sin embargo, las innovaciones técnicas no
preceden a los usos sociales, sino que son catalizadas por las formas sociales
ya presentes como estructuración en red (Mercklé, 2011: 108).
AUTOR.
Antonio Fernández Vicente, Universidad de Castilla-La Mancha, Spain.

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