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El Nombre De La Rosa.

Resumen por capitulos


A finales del 1327, el emperador Ludovico entró en Italia.
El papa Clemente V había trasladado la sede apostólica a Aviñón y Roma era
expuesta a la violencia y al saqueo. Los Clérigos organizaban todo tipo de tráficos
deshonestos.
en 1314, se eligió a Ludovico de Baviera como gobernante del imperio. Pero también
se había elegido a Federico de Austria.
Dos años más tarde era elegido en Aviñón Jacques de Cahors, francés y devoto del
rey de Francia, había apoyado a Felipe el Hermoso contra los templarios, y los acusó
de delitos ignominiosos. 1322, Ludovico el Bávaro derrotaba a Federico. Juan
excomulgó a uno solo.
Ese año en Perusa, se reunieron los frailes franciscanos y su general: Michele da
Cesena proclamó como verdad de la fe la pobreza de Cristo, queriendo preservar la
virtud y pureza de la orden, pero disgustó al papa, que condenó las proposiciones de
los franciscanos.

Ésta era la situación cuando el padre de Adso lo sacó del monasterio para conocer
las maravillas de Italia y ver la coronación del emperador en Roma. Pero se entretuvo
y Adso tuvo una vida libre y desordenada, asta que decidieron que acompañara a fray
Guillermo de Baskerville en una misión. Se convirtió en su discípulo.
Guillrmo era muy particular. Gran genio, cita mucho a Roger Bacon, a quien aprecia
mucho.

PRIMER DIA: prima


La abadía era una construcción impresionante. Cuando estaban llegando, el cillerero
(Remigio da Varagine) les encontró encuentro, y Guillermo adivinó que 1 caballo se
había escapado, cómo era, e incluso su nombre. El cillerero y Adso se asombraron de
la perspicacia de Guillermo, y cuando éste contó cómo lo dedujo, incluso Adso sintió
vergüenza por lo fácil que era.
descripción de la abadía, (de orientación perfecta/armoniosa)

PRIMER DIA: tercia


descripción del cillerero. van a una celda, donde dormirían.
Más tarde, después de cenar, el Abad entró en la celda, y le contó a Guillermo el
problema de las circunstancias de 1 muerte reciente. Le dijo que había recibido 1 carta
del Abad de Farfa, donde decía su misión y la circunstancia de que Guillermo había
sido inquisidor. Entonces, él y el Abad discuten sobre como condenaba Guillermo, y él
dice que solo condenaba cuando hubo delito, pero el Abad se empeña en que fue
causa del demonio.
Crimen: Adelmo da Otranto, monje joven pero famoso maestro en la miniatura, había
sido hallado en el fondo del barranco al pie del torreón del Edificio. Había caído en las
horas más oscuras de una noche de ventisca. Pero no se sabia desde dónde se había
caído, (a lo mejor por 1 de las ventanas del torreón). Deducción de Guillermo: Si se
hubiese tirado se hubiese encontrado 1 ventana abierta, pero no. Tampoco lo habrían
enterrado en tierra santa, y así fue. Al Abad le perturba la idea de que 1 fuerza
maléfica ronde por la abadía (sucedió en el Edificio, pero los 2 pisos superiores están
reservados al escriptorium y a la biblioteca, y después de la cena se prohíbe entrar).
El Abad le da libertad a Guillermo, pero no para entrar en el último piso del Edificio.
Luego discuten: “por los pecados de los hombres”.
La biblioteca se construyó según 1 plano oculto durante siglos, y que nadie puede
conocer. Sólo posee ese secreto el bibliotecario, = que sólo él sabe dónde encontrar
los libros y dónde guardarlos (salvo ellos, nadie entra en el último piso del Edificio).
Guillermo pregunta por Ubertino, y luego despide al Abad.

PRIMER DIA: SEXTA


Guillermo y Adso se dirigen a la Iglesia (1 pagina de descripción de la Iglesia + 6
páginas de descripción de la gran portalada). Adso comprende k habla d lo k estaba
pasando n la abadía. Conocen a Salvatore, que habla una lengua propia. Se
encuentran con Ubertino.
Historia d Ubertino: En la península había surgido 1s movimientos k buscaban una
vida pobre, y forman comunidades, mal vista x todos. San Francisco, había predicado
un amor a la pobreza. Como la orden franciscana era demasiado poderosa y ligada a
los asuntos terrenales, muchos franciscanos se pensaron debían volver a la pobreza
original. Muchos redescubrieron un libro de un monje cisternense del s.XII llamado
Joaquín a quien se le atribuía espíritu de profecía. Había previsto una nueva era en la
k el espíritu de Cristo, corrupto, volvería a realizarse en la tierra. Se refería sin
conocerla a la orden franciscana. los doctores de la Sorbona condenaron sus
proposiciones porque los franciscanos y los dominicos se estaban volviendo
demasiado poderosos, y querían eliminarlos acusándolos de herejes.
Hubo n la Toscana 1 franciscano, Gerardo da Borgo San Donnino, k repitió las
predicciones d Joaquín y surgió 1 grupo k apoyaba la regla antigua. Algunos frailes d
las Marcas s rebelaron, porque consideraban que se traicionaba la regla. El nuevo
general de la orden, Raimondo gaufredi, encontró a los presos y los puso en libertad.
Entre ellos estaba Angelo Clareno, que se reunió con 1 fraile d la Provenza (Pietro di
Giovani Olivi), k predicaba las profecías de Joakín y + tarde con Ubertino, y surgió el
movimiento de los espirituales. Xo Pietro da Morrone fue papa (CelestinoV), y renunció
a su dignidad papal y se retiró para vivir como ermitaño. Xo durante su breve reinado
todas las esperanzas d los espirituales fueron satisfechas. Mientras el papa debía
mediar entre los + poderosos cardenales de Roma, algunos de ellos apoyaron en
secreto las nuevas tendencias favorables a la pobreza. Ubertino, cuando x haberse
convertido en la figura + destacada entre los espirituales se expuso a ser acusado de
herejía, el cardenal Orsini lo nombró limosnero de su palacio.
Así Italia s vio invadida x lo k llamaban los fraticelli (frailes d la vida pobre). Celestino V
fue sustituido x Bonifacio VIII, y dio fue muy severo con los espirituales y los fraticelli.
los terciarios, los vagabundos pordioseros y los espirituales, intentaron obtener el
consentimiento para poder apartarse de la orden d modo no violento; Si no hubiese
mediado Juan XXII, k frustró sus esperanzas. Cuando fue elegido, pidió al rey de
Sicilia k expulsase d sus tierras a aquellos frailes. Mandó apresar a Angelo Clareno y
a los espirituales d Provenza.
Ubertino y Clareno lograron k se les permitiera abandonar la orden, y fueron
acogidos x los benedictinos y por los celestinos. Pero Juan los hizo perseguir y
muchos acabarn n la hoguera. Pero Ubertino defendió ante el papa el recuerdo del
amigo, y el papa no se atrevió a condenarlos, y le había ofrecido el ingreso en la orden
cluniacense. Ubertino aceptó, xo permaneció en Aviñon para defender la causa d los
franciscanos. Ahora se ocultaba en la abadía, porque querían eliminarle todos.
La última vez k G. y Ubertino se vieron fue en Umbría. Ubertino acababa de curarse
de sus males gracias a Chiara da Montefalco. En su vida sólo han habido 3 mujeres:
Angela da Foligno, Margherita da Città di Castello, y Chiara da Montefalco. Cuando se
le acusó (a Chiara), G. hubiese podido ayudar a Ubertino a protegerla, pero no quiso...
discuten sobre las ideas de Chiara, de sus amistades, etc. Ubertino dice que torturó a
Bentivenga, y que le confesó cosas importantes, pero G. dice que fueron fruto de la
tortura, inventadas. Cuando G. abandonó la Inquisición, estudió la naturaleza.
Discuten, y Ubertino da a entender k teme al Anticristo.
Adso se sorprende y aterra de estas discusiones, y después siente + miedo, porque
Ubertino moriría unos años después en extrañas circunstancias en Alemania, y nunca
se supo quién lo mató.

PRIMER DIA: hacia nona


G. y A. conocieron al herbolario, Severino da Sant’Emmrano. tenía buen huerto, y dice
que es más rico que cualquier otro, luego les explica algunos remedios y problemas de
las plantas del huerto. el herbolario dice que se pueden tener visiones con alguna
plantas...
G. le pregunta sobre Adelmo; dice k no solía conversar, a veces lo oía discutir con
Venancio de Salvemec, o Jorge de Burgos, sobre su trabajo., y dice k sólo sabe k
pasaba muxo tiempo con Jorge, Venancio y .. con Berengario (...porque eran d la
misma edad...). Descripción del Edificio.

PRIMER DIA: después de nona


G. y A. ven al scriptorium, y ven k s difícil llegar asta las ventanas. Descripción. del
scriptorium y d Malaquías (alto, grandes ojos melancólicos, mirada d gravedad y
aflicción muy intensa).
Se les presenta a Venancio de Salvemec, traductor de griego y árabe, de voto de
Aristóteles; Bencio de Upsala, que se ocupaba de retórica; Berengario da Arundel,
ayudante del bibliotecario; Aymaro d’Alessandria, copista; y otros.
G. conversa con Malaquías y pide información sobre sus tareas. Malaquías le enseña
un libro con unas listas d los libros, ordenados según la fecha de su entrada. G. saca
unas gafas, que son objeto de curiosidad y admiración de los monjes. G. pregunta
sobre Adelmo; sólo trabajaba en los marginalia. Se describe el arte con k Adelmo
trabajaba y creaba.
Jorge d Burgos critica k los monjes rían. Venancio defiende a Adelmo, k aunque
pintaba horrores, se preocupaba de que su arte contase la gloria d Dios xo Jorge dice
k no recuerda, y Berengario empieza a decir k es viejo, xo s detiene a mitad de la
frase, y hay 1 situación incómoda. Berengario echa a Venancio 1 mirada d rencor, que
éste le devuelve, desafiándolo.

PRIMER DÍA: VÍSPERAS


Malaquías les cuenta que él mismo cierra las puertas de abajo desde dentro, x lo k hay
otra entrada que la principal. G. vio que detrás d los chiqueros la muralla era + baja, y
s podía asomar al exterior. Fuera, la nieve no cubría del todo el estercolero.
G. y A. conocen a Nicola da Morimondo, el maestro vidriero. G. le mostró sus lentes, y
aquél mostró especial interés, le pidió k otro día se las dejase, para fabricar 1s
parecidas, aunque era de difícil fabricación. G. le cuenta k algunas veces no las podía
sacar, porque para algunos era magia. Discuten, y Nicola dice que es mejor que no
todos los libros estén al alcance de todos, y que la biblioteca está protegida por
hechizos, visiones causadas por velas alucinógenas.
Nueva hipótesis d G. sobre la muerte d Adelmo:
 Se suicidó. El camino que pasa bajo el torreón tenia signos d derrumbamiento,
por eso el estiércol estaba poco cubierto d nieve. Del cadáver de Adelmo, s dijo
que estaba destrozado por rocas, pero al pie del torreón no hay; sí que hay
donde el estiércol. no se sabe porque, Adelmo se arrojó por la muralla, rebotó
en las rocas y se precipitó al montón d estiércol. Después, la tormenta provocó
un huracán, que lo arrastró debajo del torreón.
G. y Adso cenaron en la mesa del abad, y vieron que tenía también un utensilio
particular: tenedor.
Otra vez discuten con Jorge, porque no acepta la risa y se basa en que cristo nunca
rió.
Algunos monjes se levantan d noche para despertar a los demás al día siguiente.

SEGUNDO DÍA: MAITINES


Los sirvientes interrumpen un salmo porque había un hombre muerto. Era Venancio de
Salvemec, ahogado en la tinaja de sangre de cerdos. G. sospecha de Berengario, y se
dan cuenta de que Venancio ya estaba muerto antes de que lo tiraran a la tinaja. G. y
A. descubren unas huellas que van hacia el Edificio, deducen que a lo mejor
envenenaron a Venancio.
Severino explica sobre ciertas sustancias del laboratorio, dice que muchos venenos no
dejan huella, por lo que es difícil saber con k murió.

SEGUNDO DÍA: PRIMA


Berengario está aterrado, Bencio está nervioso después de la muerte de Venancio. G.
interroga a Bencio, sobre la conversación que tuvieron con Jorge, Malaquías y
Adelmo: al final d la conversación, pasó algo k Bencio no comprendió; + tarde, vio
como Venancio y Adelmo s acercaban a Berengario para preguntarle algo, y x la
noche vio a Berengario y Adelmo ablando n el claustro.
G. no sabe si Bencio quiere ayudarles, o alejarles d algo.
G. interroga a Berengario, que confiesa que vio a Adelmo como n 1 “visión” en el
cementerio, diciendo que estaba condenado, llamándolo maestro..., Berengario está
desesperado.
La versión d Berengario confirma cosas: Adelmo se suicidó, pero antes, estuvo dando
vueltas arrepentido por algo. Le reprochaba a Berengario haberle enseñado algo k lo
sumía n la desesperación.

SEGUNDO DÍA: TERCIA


Salvatore da comida a unos cabreros, pero el jefe de cocina lo ve y le echa la bronca y
lo saca de la cocina, luego habla con G. y acusa a Salvatore d cotilla.
 flagelantes: penitentes k se hacían sangre a la espalda con látigos, xo G. no lo
acepta como verdadera penitencia.
Aymaro d’Alessandira dice k la abadía debería de hacer como los demás sitios d Italia,
intentar conseguir dinero, no copiar libros, y echa la culpa al Abad, porque ha dejado la
biblioteca en manos d extranjeros, y lo piensan muchos monjes d la abadía.
Descripción del puesto de trabajo d Venancio.
Jorge es el “alma” del scriptorium, muchos le piden consejo, y sabe decirles en k libro
ver e incluso las páginas concretas donde deben consultar, es como la memoria d la
biblio.
Bencio y otros interrumpen todos los intentos d G. d registrar la mesa de Venancio.

SEGUNDO DÍA: SEXTA


Según Bencio el monje cultivaba su vicio peor, porque recurría al chantaje para
obtener d otros lo que la virtud y el decoro les habrían impedido otorgar.
La noche en que Adelmo moriría, había vigilado sus pasos y los de Berengario. Los
había visto caminando juntos hacia el dormitorio, Vio que Adelmo se deslizaba hacia la
celda de Berengario. Más tarde vio que se abría la puerta de Berengario y que Adelmo
escapaba casi a la carrera, mientras su amigo intentaba retenerlo. Berengario lo había
seguido hasta el piso inferior. Berengario estaba allí, casi temblando, y clavaba los
ojos en la puerta de la celda de Jorge. Adelmo se había arrojado a los pies del anciano
monje para confesarle su pecado, Y Berengario temblaba, porque sabía que su
secreto estaba descubierto.
Después Adelmo salió pálido, apartó de sí a Berengario que intentaba hablarle, y se
había precipitado fuera del dormitorio. Fue a la iglesia, pero Berengario no había
entrada, y se paseaba entre las tumbas del cementerio. Una cuarta persona llegó,
también había seguido a Adelmo y Berengario, era Venancio. Al verlo, Berengario se
había agachado entre las tumbas. Venancio había entrado en el coro, entonces Bencio
decidió volver al dormitorio. A la mañana siguiente, el cadáver de Adelmo había
aparecido al pie del barranco.
hipótesis de Guillermo sobre lo ocurrido:
 Berengario revela 1 secreto a Adelmo, éste solo piensa en franquearse con
alguien, y corre a la celda de jorge, que abruma a Adelmo con reproches.
Adelmo corre a la iglesia a arrodillarse ante el altar, pero no calma sus
remordimientos. Venancio aparece y a lo mejor Adelmo le confía el secreto.
Adelmo se queda solo, y se dirige al cementerio, donde se encuentra a
Berengario. le dice palabras tremendas, le echa en cara su responsabilidad, lo
llama maestro y entonces Berengario se marcha en una dirección y Adelmo en
otra, decidido a matarse. Venancio sigue investigando por su cuenta, hasta que
alguien lo detiene, andes o después de descubrir lo que buscaba, pero quién?
solo saben que Jorge sabe todo de todos.
Guillermo planea entrar en la biblioteca con Adso.

SEGUNDO DÍA: NONA


El Abad farda de las “donaciones” a la abadía, con las que decoran los altares y otros
sitios, que cree que además de la fe, se debe rendir culto con riquezas.
Michele de Cesena, el general de los franciscanos.
Surge la idea de un encuentro preliminar entre los miembros de la legación imperial y
algunos enviados del papa, a fin de probar las respectivas posiciones y redactar los
acuerdos para un encuentro en que la seguridad de los visitantes italianos estuviese
garantizada La organización de ese primer encuentro había sido confiada a Guillermo
de Baskerville; no es empresa fácil, pero hasta el momento Guillermo se había
movido con gran habilidad. Después de consultas con varios abades benedictinos
había elegido la abadía porque sabía que el Abad era devotísimo del imperio, y
tampoco era mal visto en la corte pontificia: Territorio neutral; pero las resistencias del
pontífice no habían acabado allí. había puesto como condición que la indemnidad de
sus enviados estuviese garantizada por la presencia de unos arqueros del rey de
Francia. Al final se había aceptado que los hombres armados y el que los mandara
tendrían jurisdicción “sobre todos aquellos que de alguna manera tratasen de atentar
contra la vida de los miembros de la legación pontificia y de influir sobre su
comportamiento y juicio mediante actos violentos”. Si la legación llegaba a la abadía
antes de descubrir al autor de los crímenes habría que reconocer que en aquel recinto
circulaba alguien capaz de influir mediante actos violentos sobre el juicio de los
legados pontificios.
Sólo habían dos soluciones: que G. descubra al asesino antes de que la legación
llegue, o que se informe directamente de lo que estaba sucediendo al representante
del papa, y pedirle que se ocupara de que la abadía estuviese bajo estricta vigilancia.
G. y Abbone tiene 2 tareas en común: encontrar al asesino y el éxito del encuentro.
El Abad sospecha de que hubo una etapa muy oscura en la vida de su cillerero,
Remigio de Varagine.
Abbone y Guillermo discuten sobre la herejía

SEGUNDO DÍA: DESPUÉS DE VÍSPERAS


G. quiere investigar los papales de Venancio, pero siempre le interrumpen.
El viejo le cuenta a G. cómo entrar a la biblioteca, y le advierte de que ha visto una
bestia (el Anticristo).
Todo el mundo alrededor de la abadía está infestado de herejía, y en la abadía hay
alguien que ha violado la interdicción y ha roto los sellos del laberinto.

SEGUNDO DÍA: COMPLETAS


G. y A. entran en el osario, y oyen un ruido. Van a investigar a la mesa de Venancio, y
se dan cuenta de que le falta un libro, pero encuentran un pergamino con tinta
invisible. Vuelven a oír ruidos, y se lanzan a por el intruso, que le roba las lentes a G.
Descubren que las letras invisibles son un mensaje en clave de Venancio.

SEGUNDO DÍA: NOCHE


Entran en la biblioteca, pero se acaban perdiendo. Adso descubre un espejo, y cae en
la trampa de unas velas con sustancias alucinógenas. G. y A. encuentran el sistema
de ventilación, que al principio parecía el aliento de fantasmas. Consiguen salir por
suerte, y el abad les encuentra y les dice que Berengario no aparece, ya creen quien
es el culpable del ataque del scriptorium.

TERCER DÍA: ENTRE LAUDES Y PRIMA


Buscan a Berengario por todas partes, y solo encuentran en su celda un paño
manchado de sangre.
TERCER DÍA: TERCIA
Adso sube al scriptorium, y reflexiona en que su orden se a convertido en demasiado
poderosa.
-> los monjes, para pasar página se tenían que chupar el dedo.

TERCER DÍA: SEXTA


Cuentan la infancia nefasta de Salvatore, y de la desesperada hambre que ha vivido
de pequeño. En su aldea, incluso habían caníbales, y huyó de su aldea natal.
--
El papa Juan arremetió contra los predicadores mendicantes, y Salvatore pasó a
formar parte de unas sectas y grupos de penitentes. Unos treinta años atrás había sido
acogido en un convento franciscano de Toscana, y allí se había entregado a la vida de
penitencia, que no tenían claras las ideas, y que atacaron a un canónigo, matándolo y
saqueando su iglesia.
También formó parte de los pastorcillos, que arrasaban todo, y que atacaban a los
judíos porque se decía que eran los enemigos de la cristiandad. Los señores no
querían que los pastorcillos pusieran en peligro sus bienes, y tuvieron la suerte de que
los jefes de los pastorcillos dijesen que las riquezas estaban en manos judías.
El rey de Francia ordenó que se les opusiese resistencia, pero muchos cristianos no
obedecieron al rey, entonces el rey ordenó bajo pena de muerte que no se diera ayuda
a los pastorcillos.
Salvatore le contó la historia como si se tratase de una empresa muy virtuosa.
Salvatore no partió a luchar contra los infieles, porque tuvo que retirarse a toda prisa
de las tierras francesas. Llegó a Casale, donde logró que lo admitieran los
franciscanos. Allí conoció a Remigio, que lo convirtió en su ayudante.
Entonces Adso le pregunta sobre Dulcino, y Salvatore se extraña de que se lo
pregunte, y inventa alguna excusa para no hablar de ello.

TERCER DÍA: NONA


Nicola y Guillermo están fabricando una gafas nuevas, pero se rompen. Llega Adso,
que está hecho un lío, y Guillermo le explica sobre los herejes y los tipos que existen.
Le dice que los apóstoles de fray Dulcino predicaban la destrucción física de los
clérigos y señores, y cometieron muchos actos de violencia. También hablan de los
leprosos que, al ser marginados de la sociedad, se vuelven malvados, y quieren
arrastrar a todos con ellos. Dulcino quería soliviantar a los excluidos. Francisco quería
que los excluidos, dispuestos a la rebelión, se reincorporaran al pueblo de Dios.
Guillermo explica algunos comportamientos de la iglesia contra los herejes. La
experiencia de los simples se traduce en actos salvajes e incontrolables (también para
las cosas prácticas se requiere un tipo de teología).

TERCER DÍA: VÍSPERAS


El Abad recibió una carta del abad de Conques donde comunica la persona a quien
Juan ha confiado el mando de los soldados franceses, es Bernardo Gui, que no gusta
ni a Guillermo ni al abad. Gui intentará demostrar que las tesis de Perusa son las
mismas de los fraticelli o de los seudoapóstoles.
Guillermo quiere entrar a la biblioteca, y tiene la idea de usar una brújula para
orientarse en ella. Al final hacen un mapa de la biblioteca para intentar no perderse.
Adso habla con Salvatore sobre Brunello y le dice un truco para que cualquier caballo
corra mucho, y concierta una cita, porque Guillermo quiere hablar con él.

TERCER DÍA: DESPUÉS DE COMPLETAS


Adso le pregunta a Ubertino sobre fray Dulcino.
historia de fray Dulcino.
En Parma comenzó a predicar un tal Gherardo Segalelli, que invitaba a la vida de
penitencia, pero exageró; fue acusado de no reconocer la autoridad de los sacerdotes
ni la celebración de la misa ni la confesión, y de vagar ociosos por el mundo.
Gherardo pidió que lo admitieran los franciscanos, pero no lo quisieron. Entonces creó
su propia orden; conquistó entre los simples fama de santidad. Vendió lo que tenía y lo
dio a los pobres, pero lo había dado a los “malos”, y su secta fue condenada por el
para Gregorio X. Se hizo circuncidar, y fue recogiendo a los simples y los impulsaba a
robar. Gherardo fue como un bandido. Uno de sus discípulos, Guido Putagio, intentó
apoderarse de la dirección del grupo, y se enfrentaron por el control de la secta.
Muchos siguieron a Gherardo. Los seudoapóstoles decían que las mujeres podían
predicar de ciudad en ciudad. Por último, el obispo Obizzo, de Parma, decidió
encarcelar a Gherardo, pero acabó por liberarlo. Al final intervino el para, y lo
quemaron.
Dulcino era el bastardo de un sacerdote, de gran ingenio, que tuvo estudios, pero
huyó hacia Trento. Empezó a predicar lo mismo que Gherardo, de modo más herético.
En la región de Bolonia estuvo en contacto con aquellos herejes, y sedujo a una
muchacha de familia noble. El obispo de Trento lo expulsó de su diócesis, pero
Dulcino ya había reunido más de 1000 adeptos. En Vercelli había una lucha entre las
familias de la ciudad, y los seudoapóstoles se aprovecharon de la situación para
predicar la lucha contra la propiedad ajena en nombre de la pobreza.
Cerca de Novara construyeron fortificaciones y Dulcino enviaba cartas a sus fieles n
ls q exponía sus doctrina herética “era el enviado para interpretar el sentido de las
escrituras del testamento”. A los miembros del clero secular, a los predicadores y a los
franciscanos los llamaba ministros del diablo.
Dulcino llevó la guerra a todas partes. Y es cuarto papa fue Clemente V, que convocó
la cruzada contra Dulcino. Se instaló en la Pared Pelada, y empezó a saquear las
aldeas cercanas. Cuando llegó el invierno (1305) la miseria se instaló allí, y murieron
muchos.
El obispo de Vercelli había apelado a Clemente V y éste había convocado una
cruzada vs. los herejes. Muchos se pusieron bajo las órdenes del obispo de Vercelli,
pero las fortificaciones de Dulcino eran inexpugnables. Hacia final de año fue obligado
a retirarse de la P. Pelada, y fue hacia monte Zubello, que se llamó Rubello o Rebello.
Los rebeldes tuvieron que rendirse, Dulcino y los suyos fueron capturados, y
quemados, junto a la bella Margherita. Torturaron a Dulcino.
---
Adso y Ubertino hablan del amor. Entonces Adso se encuentra un manuscrito y sube a
a la biblio. Adso cuenta que vio quemar a un fraticelli:
Michele, un hombre piadoso había sido arrastrado por la malicia de ciertas mujeres.
Adso intentó asistir al juicio a Michele, pero no pudo, y le contaron que a fray Michele
le acusaban falsamente, y le pidieron que se retractara, pero se mantuvo firme, y le
condenaron a la hoguera. De camino muchos le pedía que no se sacrificara, pero no
les hacía caso, decía que quería tener por pobre a Cristo crucificado, y por hereje al
papa Juan XXII. A Adso le cuentan los asistentes al juicio que querer la pobreza es
rechazado porque los pobres pueden sentirse orgullosos, y rechazarían a los demás.
Al final queman a Michele.
---
Adso entra en la biblioteca, y ve unos libros, y curiosea. De repente se siente aturdido,
y sale precipitadamente de la biblioteca. Entra en la biblioteca, pero ve que hay alguien
más. Una sombra huye, y él se encuentra con una muchacha asustada. Luego le
“sucede algo malo”. Era una chica de piel blanca, con la cabeza altiva y ojos claros. Se
acuestan y, al despertar Adso, ella ya no está. Cuando mira el paquete ve que es un
corazón y se desmaya.

TERCER DÍA: NOCHE


Llega Guillermo, Adso se confiesa, y intentan descubrir quién era el que había allí. Al
final se aventuran a sospechar de Remigio y de Salvatore, y deciden sonsacar
al cillerero y a Salvatore todo lo que saben. Después encuentra a Berengario
en los baños.

CUARTO DÍA: LAUDES


Informan al abad y examinan el cadáver. Descubren que Berengario era epiléptico.
Berengario robó un libro, pero antes de morir estuvo en otra parte. Excluyen la
posibilidad de que lo hayan metido a la fuerza en el agua. Ven que las yemas de los
dedos de la mano derecha están oscuros, igual que los de Venancio.
Hace mucho tiempo, Severino guardaba una sustancia muy poderosa, que le había
dado un hermano al regresar de un viaje por países remotos, y que provocaba al cabo
de media hora una sensación de gran abatimiento, después una lenta parálisis de
todos los miembros, y por último la muerte. AL saber eso, formulan la hipótesis de que
un novicio le robase la sustancia, pero la medio descartan. Severino le dice que se lo
dijo al Abad, a Malquías, a Berengario y no sabe a quién más; buscó información
sobre la sustancia, pero no encuentra nada.

CUARTO DÍA: PRIMA


Guillermo y Adso van a interrogar a Salvatore, que contó una extraña historia.
Para complacer al cillerero, le buscaba muchachas en la aldea, y las introducía de
noche en el recinto, pero juró que obraba de buen corazón. Dice que conoció a
Remigio en la Pared Pelada, y habían huido y entrado en el convento de Casale.
Ahora buscan al cillerero, que admite que sí que pedía muchachas, y G. ve que sabe
más de lo que suponía.
En el caso de Salvatore, era comprensible, los suyos eran siervos de la gleba, había
tenido una infancia de miseria. En el caso de Remigio era distinto, procedía de una
familia de la ciudad. Fue una fiesta de locos, pensaban que lo que hacían era justo.
Les dice que fue él quien encontró a Venancio, en la cocina. Al descubrir el cadáver
decidió dejar las cosas como estaban, esperando que alguien descubriera el cuerpo.
Había corrido a detener a Salvatore y se habían ido a su celda a dormir, pero no
saben quién había hecho desaparecer el cadáver de la cocina.
Entonces llega Severino, que tenía las lentes de Guillermo. Dice que estaban en el
sayo de Berengario. Al mismo tiempo llega Nicola corriendo con unas lentes nuevas
acabadas

CUARTO DÍA: TERCIA


Adso va a dar una vuelta, y piensa en la chica constantemente, era como si toda la
creación le hablara de ella, y siente la penosa marca de una ausencia.
Llega Guillermo con el folio de Venancio descifrado, que parece un delirio de un
demente. Deben ser apuntes que tomó mientras leía el libro, frases del finis Africae. Es
preciso averiguar qué dice ese libro que no tienen.
El cillerero dio a entender que está unido a Malaquías por una extraña complicidad.
Malaquías habrá escondido algún peligroso texto herético que Remigio pudo haberle
entregado?
Hay 2 hechos que no encajan en la hipótesis de G.: Venancio no parecía interesado
en tales asuntos y la 1º hipótesis que formuló no explicaría la presencia de frases
como la de las higueras, la piedra o las cigarras.

CUARTO DÍA: SEXTA


Adso decide ir con Severino a buscar trufas, ve que llegan los frailes franciscanos y
corre a avisar a su maestro Guillermo.
Los franciscanos se reúnen, y critican a Juan XXII. De inmediato se forma un consejo
tripartito entre Guillermo, Ubertino y Michele de Cesena.
Michele era muy extraño. Ministro general de la orden de los franciscanos era el
heredero de san Francisco, y debía asegurar el respeto de la regla y la riqueza de la
orden, debía vigilar que la necesidad de penitencia no arrastrase fuera de la orden a
los espirituales más fervientes, etc. Debía contentar al papa, al imperio, a los fraticelli y
a san Francisco. Cuando Juan condenó a todos los espirituales acusándolos de
herejes, Michele le entregó a 5 de los más tercos a la hoguera.
Juan quería que fuese a Aviñón, y él quería y no quería ir, y en la reunión del día
siguiente debería decidirse de qué manera y con qué garantías habría d realizarse el
viaje.
(vuelta atrás) Felipe V subió al trono, y Dulcino (o Felipe) reunió a los cardenales
que huían de Carpentras, hizo que el cónclave volviera a reunirse en Lyon, y los
encerró con llave y ordenó que se les fuera reduciendo la comida a medida que
pasasen los días sin que tomaran ninguna decisión. Al final los cardenales aceptaron
cualquier cosa, y acabaron elevando a la cátedra de Pedro a ese. Dio a Felipe el
hermoso los consejos para que lograra la ruina de los templarios. Supo escapar a una
conjetura de los cardenales, que querían matarlo, y tiene una gran habilidad para
traicionar a los juramentos sin que pueda acusársele de perjurio. Ha añadido una
tercera corona a la tiara papal.
Está elaborando una proposiciones insensatas que podrían alterar la sustancia
misma de la doctrina y que invalidarían la prédica de la orden franciscana. Se propone
sostener que los justos sólo gozarán de la visión beatífica después del Juicio.
---
Los franciscanos se pusieron de acuerdo sobre cuál sería la actitud que adoptarían al
día siguiente.
La segunda legación estaba entrando a la Abadía.
CUARTO DÍA: NONA
Las dos legaciones se saludan y el Abad informa a Bernardo Gui (70 años, ojos fríos y
duros) de los crímenes. Bernardo pregunta a los criados, se informa de cosas
relevantes de la abadía.

CUARTO DÍA: VÍSPERAS


Alinardo da información a Guillermo, y éste le explica a Adso cómo deduce a partir de
ciertos datos algunos “enigmas”.

CUARTO DÍA:COMPLETAS
Adso encuentra a Salvatore, que le dice que va a hacer un hechizo para que una
chica se enamore de él.

CUARTO DÍA: DESPUÉS DE COMPLETAS


Guillermo y Adso entran en la biblioteca y se dedican a investigar todos los detalles
que pueden. Encuentran un sentido al orden de las habitaciones (es probable que la
planta de las habitaciones reproduzca el mapa del mundo). Descubren que la
biblioteca poseía la mayor colección de copias del libro del apóstol de toda la
cristiandad.
Guillermo cree que tiene una idea para el finis Africae, cuando lo encuentran ven que
es una habitación sin puerta, y piensa que Venancio encontró un pasadizo, o bien
Adelmo se lo había descrito, y a éste, a su vez, Berengario (lo deducen de descifrar el
texto de Venancio).
Adso encuentra un libro con muchas citas sobre el amor (de fray Máximo),
comprueba que está mucho más “enfermo” de lo que creía.
CUARTO DÍA: NOCHE
Los arqueros tenían cogido a Salvatore y a la muchacha de Adso. Los habían
sorprendido mientras Salvatore maniobraba ante la puerta de la cocina. Bernardo
acusa a Salvatore de grave herejía y brujería, y también a la muchacha. Bernardo
ordena que los encierren. Si Salvatore decía a Bernardo lo de su pasado y sobre el
pasado del cillerero, y si hacía alguna referencia a Ubertino, se crearía una situación
bastante incómoda.

QUINTO DÍA:PRIMA
Adso ve a Bernardo despidiéndose de Malquías, que luego se aleja del lugar. Adso
sigue a Bernardo por la niebla y ve que hojeaba unos folios. Después entró en el
edificio. Dentro estaban las dos legaciones reunidas, y la sesión empezó con Abbone
resumiendo los hechos más recientes (capítulo de Perusa, concilio de Vienne, cuando
el papa arrancó la decretal de las puertas de la iglesia mayor de Aviñón y corrigió
varios puntos, cuando se condenaron definitivamente las tesis del capítulo de Perusa).
Entonces recordó la invitación del papa a Michele para que se reuniera con él, pero
tuvieron que ir Giovanni Fidanza y fray Modesto Custodio de Perusa, porque estaba
enfermo, pero se dijo que estaba manteniendo contactos con Ludovico de Baviera.
entonces Ubertino resumió los puntos capitales de las ideas que la orden
franciscana ya había hecho definitivamente suyas.
Por el lado contrario se levantó Jean d’Anneaux, y dijo que la tesis de Ubertino le
parecían reñidas. Entonces se puso en pie fray Girolamo, obispo de Caffa, que
empezó a argumentar confusamente. Pero la argumentación en contra que expuso
Giovanni Dalbena fue aún más defectuosa, y a partir de entonces empieza una
discusión que va alzando el tono cada vez más, hasta perder del todo la cordialidad, y
pasar a decirse de todo, menos halagos. Sólo permanecieron en su sitio Guillermo y
Bernardo Gui.

QUINTO DÍA: TERCIA


Severino le dijo a Guillermo que quería hablarle con urgencia. Le dijo que antes de ir a
los baños, berengario estuvo en el hospital, y dice que ha encontrado un libro extraño.
Se interrumpió, se dieron cuenta de que Jorge aparece, pro parece que no ha oído
nada. G. le dice a Adso que lo siga, y entonces Guillermo le grita a Severino (que ya
se iba), que fuera con cuidado con los folios, y el cillerero lo oye y se asusta, y que
sigue a Severino, por eso Adso decide seguir a Remigio. Cuando volvía, Adso choca
con Bencio, que sabe cosas, pero no sabe de qué van exactamente.
Cuando regresa, ve que las legaciones estaban dándose el beso de la paz.
Bernardo Gui dice que le agradaría que Guillermo fuese a someterse al juicio del
pontífice, pero éste le dice que no quiere ir.
De pronto aparece el capitán de los arqueros, que le dice algo a Bernardo, que
decide suspender la sesión.

QUINTO DÍA: SEXTA


Encuentra a Severino muerto con la cabeza partida. En el otro extremo de la
habitación estaba el cillerero que estaba cogido por los arqueros gritando que era
inocente. Cuando se lo llevaban, vio a Malaquías, y se arrojó sobre él diciéndole unas
pocas palabras antes de que lo cogieran. Cuando se lo llevaban, gritó: “¡Si juras, yo
también juro!”, a lo el otro respondió que no haría nada contra él.
Bencio les dice a Guillermo y Adso que Malaquías estaba antes que el cillerero en el
laboratorio, y se ponen los tres a revisarlo. Formulan posibles culpables, pero los van
descartando. Guillermo le ordena a Bencio que vigile a Malaquías.
Cuando ya se había ido, se dan cuenta de que no han registrado bien el laboratorio,
pero cuando vuelven, es tarde, y deciden vigilar a Malaquías y a Bencio.

QUINTO DÍA: NONA


Bernardo interroga al cillerero, que estaba muerto de miedo, y todo parecía indicar
que era él el asesino.
Traen a Salvatore, que ha sido torturado, y ha confesado TODO. Admitió la historia de
la época de Dulcino, añadió que Dulcino, cerca de la derrota, le había dado a Remigio
una cartas, y que cuando llegaron a la abadía se las había dado a Malaquías para que
las ocultara.
Bernardo llamó al bibliotecario, que lo confirmó, y dice que las cartas habían sido
entregadas a Bernardo por la mañana, antes de que “Remigio matara a Severino”.
Entonces Remigio quiere contar lo que sucedió por la mañana: cuando oyó a
Guillermo y Severino hablar de unos folios, pensó que eran las cartas, y quería
destruirlas => por temor a un peligro se metió de cabeza en otro.
Remigio acepta que estuvo con Dulcino, pero que no cometió fechorías como los
demás. Cuando quiso irse del grupo de Dulcino éste le dijo que le diese las cartas a
unos partidarios suyos, pero nunca se las dio.
Entonces Bernardo le pide con confiese que había pertenecido a la secta de los
dulcinianos, y que sigue compartiendo esas ideas, y que es culpable de los crímenes.
Fue en ese momento que se supo lo que quería Bernardo: quería demostrar que
Remigio compartía las ideas defendidas por los teólogos del emperador, y asestó un
golpe mortal a sus adversarios.
En ese momento, Remigio cuento TODO lo que hicieron en la época de Dulcino, pero
cuando niega los crímenes, Bernardo pide que le preparen los utensilios de tortura.
Remigio, desesperado, acepta todas las acusaciones, justificándolas y todo, y le da un
ataque de pánico. El interrogatorio había concluido.
---
En ese momento, Bernardo dice 5 formas de detectar la herejía, y estaba claro que iba
dirigido a Ubertino.
---
La misión de Bernardo había sido un éxito: había conseguido que cualquier arreglo
entre ambos grupos fuese imposible.

QUINTO DÍA: VÍSPERAS


Una semana después de los hechos, Michele fue a ver al papa. Se mantuvo firme,
hasta el abril del año siguiente cuando Juan convocó un consistorio donde lo trató de
loco, cómplice de los herejes, etc. Pero Juan tenía razón, porque en ese tiempo
Michele se había hecho amigo de Guillermo de Occam, y compartía sus ideas (más
radicales).
A finales de mayo Michele tuvo que huir, y cuando llegó a Pisa denunció
públicamente a Juan. Éste pretendía reemplazar al general de los franciscanos, y
acabó consiguiéndolo.
En la abadía había otro problema: Ubertino debía huir para estar seguro. Pero murió
asesinado misteriosamente dos años más tarde.
---
Guillermo le pide el libro a Bencio, pero éste le dice que no puede dárselo porque será
el nuevo ayudante de Malaquías.

QUINTO DÍA: COMPLETAS


Jorge da un discurso sobre el saber y el castigo a querer saber demasiado. Guillermo
comenta que el viejo sabe más de lo que dice.
Jorge continúa el discurso, pero ahora sobre en Anticristo.
La charla que dice consterna profundamente a todos los monjes, y Adso quiere saber
qué le pasara a su muchacha, pero Guillermo le convence que no hay nada que hacer,
es pasto de las llamas.

SEXTO DÍA: MAITINES


Guillermo y Adso van a maitines, y ven que el sitio de Malquías está vacío. También
se dan cuenta el Abad (preocupado), y Jorge (muy nervioso y agitado). A mitad de la
misa, Malaquías vuelve a su sitio, y los 3 se tranquilizan, pero parece dormir, y cuando
un vigilante va a despertarlo, cae al suelo, moribundo. Guillermo va a verle, y Malquías
le dice algo.
Bernardo se “lava las manos” del asunto, y Jorge llora asustadísimo. Se dan cuenta
de que las yemas de los dedos están manchadas de negro.

SEXTO DÍA: LAUDES


El Abad le da las funciones de cillerero a Nicola da Morimondo, y las de cerrar las
puertas del Edificio a Bencio.
Se quedan Guillermo, Adso, Alinardo, Pacifico da Tivoli, Aymaro d’Alessandria y
Pietro da Sant’Albano, y comentan que el problema no es el bibliotecario, el problema
es el Abad. Cuando Alinardo dice que cometerán otra injusticia, Pacifico se lleva a
Guillermo, y le da algunas pistas, sin saberlo del todo. Le dice que el bibliotecario debe
saber griego y árabe, y que todos los que murieron con los dedos negros sabían
griego, por lo que el próximo que muera seguramente sabrá griego. Faltan dos
personas por morir, equivalentes a las dos trompetas que faltan.
Existe una confabulación para deponer al Abad, pero Alinardo habló en plural.

SEXTO DÍA: PRIMA


Nicola da Morimondo es el nuevo cillerero, y le pide a Guillermo y Adso que le
acompañen para poder hablar. Van a la cripta del tesoro, donde les enseña todas la
maravillas de la abadía. Guillermo le pregunta sobre Malaquías, y Nicola le dice que
parecía reflexivo, pero era muy simple (según Alinardo era un tonto).
---
Cuando Nicola llegó al monasterio, el bibliotecario era Roberto da Bobbio, y los viejos
murmuraban acerca de una injusticia cometida contra Alinardo. Roberto tenía un
ayudante, que luego murió, y su puesto pasó a Malquías, muy joven. Decía saber el
griego y el árabe, y algunos decían que no era cierto, que un bibliotecario tenía que
ser más culto. Alinardo dijo cosas durísimas sobre aquel nombramiento. Siempre se
ha murmurado que Malquías defendía la biblioteca como un perro de guardia, sin
saber qué estaba defendiendo. Se murmuró mucho contra Berengario, cuando
Malquías lo escogió como ayudante.
Se decía que Malquías andaba siempre en conciliábulos con Jorge, como si el Abad
dirigiese su alma, pero Jorge gobernara su cuerpo. Cuando alguien quería alguna
indicación sobre un libro antiguo y olvidado, no preguntaba a Malquías, sino a Jorge.
Existen muchas leyendas sobre él. De niño parece que fue tocado por la gracia
divina, y después de haberse quedado ciego, se sienta durante largas horas en la
biblioteca y se hace recitar el catálogo, y pide que le traigan libros para que se los
lean. Lo recuerda TODO.
----
Guillermo pregunta quién más conoce los secretos de la biblioteca, y Nicola le dice
que el Abad. Según la tradición, el bibliotecario ocupa después el cardo de Abad, pero
Abbone no ha sido bibliotecario, porque:
---
Antes, el abad era Paolo de Rimini, que tenía una debilidad: era incapaz de escribir.
Cuando fue nombrado abad, Roberto da Bobbio ocupó su puesto en la biblioteca, pero
tenía un mal incurable, y cuando Paolo da Rimini desapareció Roberto no pudo
reemplazarlo, y eligieron a Abbone, y Roberto lo inició en los misterios de la biblioteca.
Por eso Nicola no sabe si el Abad querrá iniciar a Bencio, sería designarlo sucesor
suyo, y es muy imprudente (él).
Nicola le dice que Malaquías y Berengario han muerto, quizá, para que no llegaran
a ser abades.
Dice que el país se ha convertido en luchas por la conquista del poder, igual que a
lo que se ha reducido también esta abadía, a un nido de víboras.

Nicola les muestra algunas reliquias que están guardadas en la abadía, y después
Guillermo decide volver al scriptorium para ver otra vez los libros de Venancio.

SEXTO DÍA: TERCIA


G. sube al scriptorium, y Adso va a la iglesia, donde tiene una visión extraña:

Sube por una escalera estrecha hasta la cocina del Edificio, pero además de olla,
había fuelles y martillos, y los novicios saltaban para atrapar a los pollos (era un
infierno o un paraíso concebido por Salvatore). Había enanitos con una cabeza en
forma de cacerola, que lo obligaron a entrar.
Entra en una sala adornada para una fiesta. En el centro de la mesa estaba el Abad,
y junto a él estaba Jorge, y también el cillerero, que leía un libro en forma de
escorpión. A cada frase, Jorge reía dando puñetazos.
A una señal del Abad entró una procesión de muchachas. La primera era “la de
Adso”, y tenía una copa de oro con un ungüento mortal robado a Severino. Supo
incluso cómo se llamaban.
El Abad hizo otra señal y entro otra procesión de personajes sagrados. En medio del
grupo estaba sentado en el trono “Nuestro Señor” y al mismo tiempo Adán, y tenía una
copa llena de sangre de cerdo.
A una tercera señal del Abad, muchos personajes santos además de otros de la
Abadía (como Malaquías, Venancio...), se pusieron a poner la mesa, y cada uno traía
una comida.
El Abad, ya borracho, les hace cambiar la ropa que llevaban por una mejor.
Todos estaban borrachos, y Jesús tenía todos los dedos negros y repartía folios de
un libro diciendo cogedlos y comedlos. Dulcino se echaba a llorar e iba a apoyar su
cabeza en el hombro de Bernardo Gui, y lo llamaba papa angélico.
Se abrieron las bóvedas del Edificio y Roger Bacon descendió en una máquina
voladora. Salomé danzó con sus 7 velos, y cada vez que caía uno tocaba una de las 7
trompetas.
Entonces el Abad montó en cólera, porque nadie le había regalado nada, entonces
todos empezaron a rivalizar en ofrecerle regalos, pero aquél se puso a gritar que
querían distraerlo para robar el tesoro, y que había desaparecido un libro preciosísimo.
Encontraron un gallo negro a la muchacha, y la llamaron bruja y todos se arrojaron
sobre ella para castigarla.
Ya no se veía a los personajes del banquete, todos estaban en la cripta, cada uno
momificado en su propio residuo. Por todas partes se invitaba a morir, y Ubertino le
dijo que lo que antes triunfaba en su locura ahora estaba castigado.
De golpe entró Salvatore y le gritó idiota, y la cripta se iluminó de rojo y otra vez era
la cocina, era el interior de un vientre, y en el centro había una bestia negra que cogía
a los que estaban a su alrededor, y no era más que Salvatore.
Otra vez salían los comensales, que cantaban que todo empezaba de nuevo, y le
agradecían al Abad por la fiesta, y montados en caballos que arrojaban azufre por la
nariz, entraron los fraticelli, llevando bolsas de oro colgadas de la cintura. Entró el
papa Juan quejándose de la confusión, pero todos se burlaban de él, y salieron los
cerdos a buscar trufas en el bosque.
Entonces Adso ve a Guillermo en un rincón, venía del laberinto y cogía un imán.
Entonces se despierta.

SEXTO DÍA: DESPUÉS DE TERCIA


Adso se va y se encuentra con los franciscanos, que ya partían, y le cuenta a
Guillermo el sueño, que le dice que es la Coena Cypriani, donde todo aparecía
también patas arriba.
El sueño de Adso le da ideas a Guillermo, y dice que coincide con una hipótesis
suya.

SEXTO DÍA: SEXTA


Guillermo sube de nuevo al scriptorium, y le pide a Bencio el catálogo. Ahora sabe que
es el libro que buscan, que llegó hace 30 años. Hay un período anterior a la llegada de
Nicola, durante el cual Paolo da Rimini fue bibliotecario, pero no saben desde cuando
ocupó ese cargo.
Analizan los libros que entran en cada época de bibliotecario por la caligrafía. Ven
que la parte de Paolo de Rimini es muy extensa. Demasiado (les habían dicho que no
podía escribir, por lo tanto, quién escribía por él?). Entre Paolo y Roberto hubo otro
bibliotecario, el misterioso competidor de Alinardo.
Guillermo le pregunta a Bencio si el día de la discusión sobre los enigmas
misteriosos alguien mencionó la Coena Cypriani, y aquél le dice que si, que fue
Venancio, y Malquías montó en cólera, dijo que era una obra innoble.
Bencio le confiesa a Guillermo que tiene miedo, que sabe demasiado. El grupo de
los italianos hablaba con frecuencia de Malquías. Le pide consejo sobre qué hacer, y
G. se lo reprocha, y Bencio le contesta que fue él quién cogió el libro, pero no lo abrió.
Se fijó en que los folios estaban impregnados de humedad, que costaba separarlos,
porque el pergamino era raro, más blando.
Guillermo y Adso van a buscar al Abad.

SEXTO DÍA: NONA


Guillermo y Adso van a la habitación de Abad, y aquél quiere evadir sus preguntas
reflexionando sobre los números sobre los cuales se ha construido la abadía. Al final
Guillermo alude a los crímenes, y el Abad lo acusa de haber obrado con demasiada
lentitud, y Guillermo le revela algunos datos que molestan al Abad, le advierte que
podría ser el siguiente, a no ser que le diga dónde está el libro prohibido, pero el Abad
quiere cambiar de tema y se pone a hablar del maravilloso anillo que lleva.
Finalmente el Abad le quita importancia al asunto y le dice a G. que se olvide de
todo, y le da permiso para irse.
Adso formula posibles hipótesis:
 1: el Abad ya lo sabía todo, y no quiere que Guillermo lo saque todo a la luz.
 2: el Abad nunca ha sospechado nada, creía que era una simple disputa entre
monjes, pero quiere olvidar el asunto para salvar el honor de la abadía.
Guillermo acusa a los cluniacenses de deshonestos (el grupo religioso de Adso).
Ahora el desafío no es entre Abbone y G., sino entre G. y todo el asunto. Entonces
Adso se molesta y formula una
 3º hipótesis: Hay un grupo de monjes italianos que no ven con buenos ojos la
sucesión de bibliotecarios extranjeros, y acusan al Abad. Alinardo es el
“estandarte” de ese grupo. Pudiera ser que el Abad temiese que las
revelaciones d G. fuesen un arma para ese grupo, y quiere olvidar el asunto
con prudencia.
G. y A. ven a Pacifico, Aymaro y Pietro hablando con Alinardo, y al final van hacia la
residencia del Abad. Entonces salió Nicola con Jorge hacia allí también. Nicola le dijo
algo al oído a Jorge y éste movió la cabeza y se fueron hacia otro sitio.

SEXTO DÍA: ENTRE VÍSPERAS Y COMPLETAS


En las horas siguientes G. no estaba y A. paseaba sin rumbo. Fue a la iglesia y vio
que faltaba Jorge. Bencio no estaba tampoco. También Alinardo faltaba, estaba
enfermo. regresó el maestro de los novicios seguido de Bencio. Jorge no estaba ni en
el scriptorium ni en su celda. A. va a buscar a G. y le cuenta lo sucedido. En el
refectorio vieron a Nicola, que había acompañado antes a Jorge. Le preguntaron si
había entrado enseguida a las habitaciones del Abad, y Nicola les dijo que había
tenido que esperar mucho tiempo.
Alinardo y Jorge seguían ausentes, y el Abad ordena que NADIE circule fuera del
dormitorio.
El grupo de los italianos dudan de que el Abad no sepa dónde esta Jorge.
G. y A. ven al Abad que entra en el Edificio. Esperan y entran en la iglesia.

SEXTO DÍA: DESPUÉS DE COMPLETAS


Espían al Abad y formulan algunas hipótesis. Van a los establos, y Adso dice una
tontería de Salvatore que le da una idea a G. Le dice que coja 2 lámparas y que vaya
a la iglesia. Cuando están en el osario, oyen unos golpes, y se dan cuenta de que hay
2 personas: 1, atrapada en el túnel; la otra en el finis Africae, o tratando de acceder a
él. Suben al scriptorium y llegan hasta la habitación del espejo; Adso casi le prende
fuego a unos pergaminos.
Consiguen abrir el laberinto a través de las inscripciones de las puertas. Están en el
finis Africae.

SÉPTIMO DÍA: NOCHE


Entran y ven que hay alguien allí. Sentado en una silla estaba Jorge, que admite que
el que está encerrado en el pasadizo del lado del osario es el Abad, y que no tiene
posibilidad de vivir.
Cuando le llamó (el Abad a Jorge), le dijo que gracias a G. había descubierto todo,
pero nunca comprendió exactamente los fines de la biblioteca. El grupo de los
italianos la había pedido que acabara con el misterio alimentado por Jorge y sus
predecesores. Entonces Jorge le preparó una trampa al Abad. Sabía que no podría
entrar por el espejo, así que le habló del otro pasaje.
Jorge estaba asustado, no podía fiarse de nadie. Había estado utilizando al Abad
durante 40 años. Cuando se dio cuenta de que se estaba volviendo ciego logró que
nombraran Abad a alguien de su confianza, 1º a Roberto da Bobbio i después a
Malaquías. El grupo de los italianos lo sabían, por eso estaban en contra suya.
Jorge le cuenta a G. que sabía todo lo que había hecho para descubrirlo, y le
confiesa que hizo que Malaquías (que actuaba por celos), matase a Severino, pero no
le dio tiempo de huir, porque llegó el cillerero. Pero Jorge no quería que Malaquías
muriese. Por primera vez en muchos años Malaquías quiso actuar por su cuenta, y
murió.
G. le pide que le enseñe el libro, el 2º libro de la Poética de Aristóteles. Jorge se lo
da y G. mira el libro, pero no lo toca. Saca unos guantes y se pone a ver el libro. Llega
hasta el texto en griego, con páginas de otro material. Hojeó las otras páginas hasta
que pronto encontró resistencia, porque los folios estaban pegados unos con otros.
Jorge le incita a leerlo, y G. le revela que lleva guantes, y que sabe lo del veneno
que le robó a Severino, y le cuenta cómo actuó Jorge, y dice que se da cuenta de que
las muertes no seguían las 7 trompetas.
 construyó un esquema equivocado para interpretar los actos del culpable, y el
culpable acabó ajustándose a ese esquema.
le dice todas las pistas que siguió: el enemigo de Alinardo que cayó más temprano de
lo debido en las tinieblas (ceguera), la referencia a una serie de adquisiciones en el
catálogo... pero no pudo estar seguro hasta que se enteró de que el libro robado
estaba hecho con folios de tela.
Esa noche, aún sabiendo que no seguían las 7 trompetas, insistió en ir a las
caballerizas, pero A. le proporcionó la clave para entrar en el finis Africae.
Jorge no quiere que G. muera, sólo quiere convencerle, pero le pide que le explique
cómo adivinó que era el 2º libro de Aristóteles. G. le dice que le ayudaron algunas
notas de Venancio, que son ejemplos que Aristóteles daba en el 1º libro de la Poética.
G. le cuenta cosas del libro, aún sin haberlo leído.
A. se da cuenta de que aunque esos dos hombres estaban enfrentados, se
admiraban.
G. le pregunta porqué quiso proteger tanto el libro, y le dice que porque era del
Filósofo, que cada palabra suya ha trastocado la imagen del mundo. Pero aún no
había llegado a trastocar la imagen de Dios. Si ese libro llegara a ser objeto de
pública interpretación, habrían dado ese último paso.
Jorge le explica porqué el libro no debe leerse (porque la risa tiene + poder de lo
que parece. Si algún día alguien elevase el arte de la risa al rango de arma sutil, todo
el saber quedaría destruido), pero G. no quiere aceptarlo, y consigue confundir a
Jorge, que le dice que es peor que el diablo, y intenta que se “arrepienta” de sus
palabras, pero G. siempre le encuentra la parte chistosa porque, dice, que es así
como enseñaba francisco a la gente cómo ver las cosas de otra manera.
Entonces Jorge cogió el libro
SÉPTIMO DÍA: NOCHE
Jorge calló, y entonces empezó a desgarrar las páginas del manuscrito y a metérselas
en la boca. G. se quedó parado, pero reaccionó para quitarle el libro, y Jorge lo
impide, diciendo que quiere morir con la 7º trompeta. Y se rió, y apagó la luz que
llevaban G. y Adso. G. intenta pararlo, pero no puede, porque no ve nada. Jorge está
intentando encerrar a G. y A., pero llegan a la puerta a tiempo y salen. Jorge había
huido. Encienden de nuevo la lámpara, y salen a la búsqueda de J, antes de se coma
todo el libro. Lo ponen nervioso y éste cae al suelo, intentando ponerse de pie,
alrededor de muchos libros. A. le acerca la llama, y Jorge la tira sobre los pergaminos,
provocando un incendio. lo intentan apagar, pero no lo consiguen, hay demasiados
libros tirados. G. ordena a Adso que busque ayuda, mientras él intenta encontrar
agua.
A. da la alarma, pero ya es demasiado tarde, los monjes no le hacen caso, la
biblioteca ya estaba perdida.
La Abadía se convierte en un hormiguero de gente y animales alocados de un lado
para otro, se quemó todo: los dormitorios, establos, iglesia, Edificio...
Guillermo le cuenta a Adso que ha visto el rostro del Anticristo en Jorge, que pecó
de excesivo amor a Dios. G. está triste, porque dice que descubrió todo por suerte.
La Abadía ardió durante 3 días y 3 noches, algunos sirvientes intentaban entrar en
la cripta del tesoro y huir con algo. Llegaban hombres del pueblo para ayudar, pero no
servía para nada.
G. y A. huyeron hacia oriente. Fueron a Bobbio, donde supieron que en Roma el
pueblo había elegido al emperador, y había elegido un antipapa, Nicolás V.
Roma se estaba convirtiendo en un caos. Marsilio y Jean de Jandun habían
declarado hereje a Juan, y Ludovico lo había hecho condenar a muerte.
Cuando llegaron s Pomposa, Roma se había rebelado contra Ludovico. Michele da
Cesena había huido a reunirse con Ludovico en Pisa. Castruccio había muerto.
Italia estaba dejando de ser un país seguro. Cuando llegaron a Munich G. y A.
tuvieron que separarse, porque A. volvía a Melk. G. le dio muchos consejos, y le
regaló sus lentes. No volvió a verlo. Más tarde supo que había muerto durante la gran
peste de Europa a mediados del siglo.
Años después, A. hizo un viaje a Italia, y regresó a la Abadía, de donde recogió
algunos deshechos, cogió algunas reliquias y llegó a componer con el tiempo una
pequeña biblioteca hecha de fragmentos. stat rosa pristina nomine, nomina nuda
tenemus.

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