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Vida universitaria y jóvenes resilientes

Br. Chan Euan Cindy Janeth Br. Silveira González Jair Enrique
Universidad Autónoma de Yucatán Universidad Autónoma de Yucatán
Estudiante de Pregrado en la Licenciatura de Estudiante de Pregrado en la Licenciatura de
Educación Educación
cindy130999@gmail.com raes100gonzalez@gmail.com

Resumen
El presente artículo se propone estudiar los recursos resilientes asociados a la vida
universitaria; con base a investigaciones realizadas previamente por distintos autores, el interés
surge debido a las exigencias propias de los estudios superiores que involucran la capacidad de
sobreponerse a ellos. Entre los hallazgos se encuentra que este fenómeno, indica una
característica muy generalizada en la mayoría de los estudiantes universitarios (Caldera, Aceves
& Reynoso, 2016, pp. 228-230).
Palabras clave: resiliencia, mentalidad, factores de riesgo, factores de protección, emociones y
contextos educativos.
Abstract
This article proposes to study the resilient resources associated with university life; Based
on research carried out previously by different authors, the interest arises because of the demands
of the higher studies that involve the ability to overcome them. Among the findings is that this
phenomenon indicates a very widespread feature in most university students (Caldera, Aceves &
Reynoso, 2016, pp. 228-230).
Key words: resilience, mentality, risk factors, protection factors, emotions and educational
contexts
Introducción
Resulta de importancia involucrarse en el campo de investigación de la resiliencia, debido
que se asocia directamente con la salud mental y la manera en que las personas se adaptan al
entorno, asimismo, se relaciona con la confianza, el optimismo ante la presencia de dificultades,
el reconocimiento de áreas de oportunidad, la búsqueda de ayuda y el manejo de situaciones que
deben superarse preservando una calidad de vida (Werner, 1989, citado por Álvarez & Cáceres,
2010, p.38).
Es curioso que existan personas que pasan exactamente por las mismas circunstancias,
pero de cierto modo, no comparten la misma mentalidad y es debido a esto, que pueden tomar
rumbos distintos, es decir, dirigirse al éxito o fracaso, pero ¿Por qué algunos individuos logran un
éxito que nunca se hubiera podido prever dadas sus circunstancias?, ¿Cuál es la fuerza interior
que impulsa a algunas personas a superar poderosos obstáculos en su camino? (Brooks &
Goldstein, 2011, p.18).
Broche, Diago & Herrera (2012) citado por Espinosa, Jiménez & Bautista (2017)
realizaron un estudio de la resiliencia en jóvenes universitarios entre los cuales hay quienes
practican algún deporte y otros quienes no practican alguna actividad, evaluando autoestima,
factores resilientes y estilos de afrontamiento, entre otras variables, de modo que a través de este
análisis se pudo encontrar que
Que los alumnos que practican sistemáticamente deportes presentan mejores niveles de
autoestima, autonomía, seguridad al actuar y mejor uso de estilos adecuados de
afrontamiento. En los jóvenes que no practican deporte de manera constante, se apreció
un mejor uso de los recursos que ofrece el apoyo familiar y una menor tendencia a
experimentar sentimientos de aislamiento y soledad (p.139).
En el contexto educativo, la resiliencia tiene un papel muy importante, ya que, de esta
manera, los individuos miden sus fuerzas para hacer frente a diversos retos y demandas que el
mundo académico solicita (Álvarez & Cáceres, 2010, p.38). En concreto “este modelo tiene
importantes aplicaciones en escenarios socioeducativos porque tiene en cuenta la diversidad de
las personas que lo conforman y la complejidad de las interacciones entre los grupos que están
presentes en la comunidad educativa” (Forés & Grané, 2012, p.33).
El artículo resalta los factores protectores que constituyen un componente de interacción y
se refieren a los rasgos de personalidad, autonomía, autoestima adecuada, cohesión familiar,
disponibilidad de sistemas de apoyo, ya que refuerzan y alientan los esfuerzos de enfrentamiento
de cada persona; de este modo se justifica su importancia (Broche, Diago & Herrera, 2012, citado
por Espinosa, Jiménez & Bautista, 2017). Los jóvenes universitarios afrontan de manera distinta
las exigencias académicas año tras año, es por ello que nunca pierde vigencia y actualidad.
El principal objetivo es aportar al análisis en dicho contexto, examinando las posibles
correlaciones entre esta capacidad emocional y el desempeño académico en los estudiantes

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universitarios (Álvarez & Cáceres, 2010, p.38). Se estudiará desde dos enfoques, la perspectiva
de riesgo y el modelo de desafío.
Marco teórico
Los individuos resilientes son los que tienen una serie de presunciones o actitudes sobre
ellos mismos que influyen en su conducta y en las habilidades que desarrollan. A esta serie de
presunciones se le conoce como mentalidad. Una mentalidad resiliente está compuesta por varias
características, por ejemplo, sentir que se es capaz de controlar la vida, el fortalecimiento a la
resistencia del estrés, la empatía, el desarrollo de comunicación efectiva, habilidad para
solucionar problemas y establecimiento de metas (Brooks & Goldstein, 2011, p.19).
Forés & Grané (2012) mencionan que este modelo tiene una relación muy importante con
los escenarios socioeducativos, ya que toma en cuenta la diversidad de personas que lo
conforman y la complejidad de las interacciones entre los distintos grupos que están presentes en
cualquier entorno educativo; alumnos, profesores, personal no docente, familia y el propio
entorno sociocultural (, p.33). Estos mismo autores señalan que
En principio la escuela, al ser un contexto básico de socialización y estar centrada en
torno al aprendizaje y al desarrollo de competencias y habilidades, tiene los elementos
necesarios para ser un foco de resiliencia personal y comunitaria. Sin embargo, también
está sometida a presiones e influencias que inciden negativamente. (p.33).
La resiliencia puede tener dos enfoques; los factores de riesgo y el modelo de desafío. En
tal sentido, se asume, por un lado, la identificación de las variables que pueden afectar negativa y
considerablemente al individuo, pero, de igual manera, se contempla la existencia de barreras que
pueden contribuir a sobrellevar situaciones riesgosas e, inclusive, a sacarles el mayor provecho a
la adversidad, lo cual conllevará a un desarrollo y a una mejor calidad de vida para el individuo.
(Polo, 2009, citado por Caldera, Aceves & Reynoso, 2016, p.229).
Entre los meses de Julio a diciembre de 2010, Leonardo Álvarez & Laura Cáceres
llevaron a cabo una investigación con 180 estudiantes; 95 hombres y 85 mujeres, pertenecientes a
la Universidad Autónoma de Bucaramanga en Colombia, con el objetivo de explorar las
dimensiones de la resiliencia y la posible correlación con la edad, el estrato socioeconómico, el
número de hijos y las diferencias por género, estado civil y tipo de convivencia familiar (Álvarez
& Cáceres, 2010, pp.37-39).

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Entre las principales hipótesis planteadas se esperaba encontrar, dimensiones de la
resiliencia tales como el humor y la iniciativa en el grupo estudiado, así como una correlación
entre la misma y el rendimiento académico de los estudiantes examinados mostrando valores
positivos fuertes y que las capacidades serían mayores en las participantes mujeres, en los de
mayor edad y con mayor número de hijos, así como en los casados (Álvarez & Cáceres, 2010,
p.39).
Después de llevar a cabo tales estrategias, Álvarez & Cáceres (2010) concluyeron según
lo hallado en su estudio que
La resiliencia en estudiantes universitarios no parece estar asociada con la edad de los
mismos, con su rendimiento académico, el estrato socioeconómico del que proceden, su
estado civil, su número de hijos, pero sí pareció que existió una diferencia con respecto al
género, pues las mujeres se mostraron más resilientes que los hombres ante las exigencias
del proceso educativo universitario, también parece que existió diferencia en cuanto a
quienes se independizan de su familia, influyendo de esta forma en una respuesta más
favorable en su desempeño escolar (p.45).
Por otro lado, entre los años 2015 y 2016; Juan Caldera, Brenda Aceves & Óscar
Reynoso, realizaron un estudio sobre la resiliencia en jóvenes universitarios, estos tuvieron como
objetivos primordiales, identificar y comparar los niveles de resiliencia en alumnos de distintas
carreras universitarias; medicina, psicología, derecho y negocios internacionales. De igual
manera, pretendieron comparar la variable de estudio conforme el sexo y la edad de los
estudiantes (Caldera, Aceves & Reynoso, 2016, p.232).
Caldera, Aceves & Reynoso desarrollaron su investigación desde un enfoque cuantitativo,
con un diseño no experimental y transversal y de alcance descriptivo-correlacional (Hernández,
Fernández & Baptista, 2010, citado por Caldera, Aceves & Reynoso, 2016, p.232), la muestra
estuvo integrada por:
141 estudiantes de educación superior del estado de Jalisco, México, de los cuales el 53 %
fueron mujeres y el 47 %, hombres. Específicamente, se encuestó a alumnos de los
últimos semestres de las carreras de Derecho (36), Negocios Internacionales (32),
Medicina Humana (43) y Psicología (30). La media de edad fue de 20,69 (DE=2,42), con
un rango de 19 a 35 años. Conviene señalar que la selección de tales programas
académicos se debió a que con los datos obtenidos se pueden realizar comparaciones entre

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tres ámbitos disciplinares distintos, a saber, las Ciencias Sociales, las disciplinas
económico-administrativas y el campo de las ciencias de la salud (p.232).
Caldera, Aceves & Reynoso (2016) midieron el nivel de resiliencia de los alumnos
utilizando la Escala de Resiliencia construida por Wagnild & Young (1993) en su versión
adaptada al español por Heilemann, Lee & Kury (2003). Es de importancia mencionar que
eligieron este cuestionario debido a la facilidad de aplicación, la validez otorgada por la
población joven y adulta y, por último, por las propiedades psicométricas que incluye (pp.232-
233). Estos autores indicaron como uno de los principales hallazgos de su investigación que:
Los estudiantes universitarios obtienen puntajes altos de resiliencia. Esta circunstancia
puede deberse a la propia exigencia de los estudios de educación superior, pues,
considerando que el trayecto obligatorio para que estos alumnos accedan a estudios
superiores implica 12 años de estudio previo, en los cuales se enfrentaron a muchas
circunstancias complejas y en ocasiones problemáticas (como el estrés, las evaluaciones,
los conflictos grupales y las demandas de los profesores y padres de familia, entre otras)
que exigen la adquisición, en ocasiones forzadas, de conductas y cogniciones con un
cierto grado de resiliencia (pp. 234-235).
Entre Febrero y Julio, Espinosa, Jiménez & Bautista (2017) se interesaron por conocer los
recursos resilientes asociados a las creencias familiares, para ello trabajaron con un grupo de 100
jóvenes (44% hombres y 56% mujeres), de entre 19 y 23 años (estudiantes de licenciatura en una
universidad pública ubicada en la zona sur de la Ciudad de México); el diseño de su investigación
fue no experimental, de corte transversal y descriptivo (pp.135-142).
Implementaron como instrumento, el Inventario de Recursos Resilientes Familiares
(IRREFAM), conformado por 88 reactivos que evalúan los recursos resilientes familiares a través
de tres áreas: Patrones de organización, Procesos de comunicación y Sistema de creencias; el área
de creencias se conformaba por 26 reactivos distribuidos en cuatro grupos: Dar sentido a la
adversidad, trascendencia y espiritualidad, enfoque positivo y aprendizaje y crecimiento
(Espinosa, Jiménez & Bautista, 2017, p.141), de igual manera reconocieron como una limitante
de su investigación el tamaño de la muestra, mencionaron que
Al ser pequeña, no permite generalizar los resultados obtenidos a otras poblaciones. Sin
embargo, brinda un panorama general sobre la manera que se perciben los jóvenes a sí

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mismos y a sus familias, y como esta percepción les permite enfrentar situaciones difíciles
y de riesgo (p.145).
Concluyeron que “la resiliencia es una capacidad que se desarrolla y actualiza a partir de
las interacciones del sujeto con su entorno a lo largo de las distintas etapas de vida,
cobrando particular relevancia por las situaciones adversas que se presenten” (p. 145).
La incorporación a la universidad es un cambio rotundo a nuevos retos que enfrentar “el
ingreso a la vida universitaria es el momento de abrirse al mundo, de evaluar las alternativas que
ofrece y de decidir cómo comenzar a escribir la propia historia” (Moya, 2015, p.2). Para un joven
suele ser difícil la permutación de un ambiente a otro provocando de esta manera la ansiedad, un
desequilibrio emocional, entre otros sentimientos.
Se espera que el joven universitario se adapte a las exigencias que la educación superior
demanda, buscando así egresados de calidad. Este grado académico es una etapa por la cual no
todos los jóvenes deciden optar, y prepararse profesionalmente. Según Moya (2015) la
universidad:
Es una institución de enseñanza superior, dividida en facultades según las especialidades
de estudio que la misma pueda ofrecer. En tanto institución de grado superior de la
enseñanza sistematizada, es la encargada de formar a los futuros profesionales, teniendo
en cuenta que estos no solamente deberán ser especialistas en sus correspondientes áreas
de conocimiento, sino también individuos con una formación integral y conscientes de su
responsabilidad social (p.4).
La diferencia de exigencia entre un nivel y otro es enorme, “los jóvenes entran en un
universo desconocido, una nueva institución que rompe en muchos sentidos con el mundo
familiar y escolar previos” (Garay, 2004, p.216.)
Es necesario que al haber una visión de futuros profesionales de calidad tendría que existir
como trasfondo una preparación bien estructurada, sistemática; dando como resultado el buen
desempeño en el área laboral por parte de los graduados.
No obstante, esa perspectiva por parte del alumno viene borrosa desde el grado inferior,
ejemplo de esto, es cuando el alumno se prepara para ingresar al sistema universitario y la falta
de orientación y búsqueda de información para la elección de una carrera, así como también la
ausencia de una perspectiva de futuro profesional, conducen al estudiante a no priorizar y darle la
importancia necesaria al conocimiento y el aprendizaje de una profesión (Garay, 2004, p. 94).

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Debido a que la educación superior demanda un alto nivel de rigurosidad, surgen
interrogantes, por ejemplo ¿cómo atraviesa el joven esta etapa de su vida?, ¿qué problemas
surgen en el transcurso de esta?, sin embargo, la posible solución para salir adelante depende de
la persona y la mentalidad que esta tenga ante cada situación.
Ser estudiante universitario conlleva una gran responsabilidad individual, es saber hacerse
cargo de los propios actos con la conciencia que es posible trazar el camino propio, elegir
la propia manera de actuar, encontrar sentido a las tareas y prácticas cotidianas, buscar
razones para vivir, tener derecho a tomar decisiones y participar en un devenir compartido
(Moya, 2015, p. 17).
La transición que el estudiante afronta para alcanzar una mejor preparación da como
resultado en este una inestabilidad académica, según Casillas (1998) citado por Garay (2004)
comenta que la relación maestro-alumno, “desde la perspectiva adquirida en el pasado debe ser
desestructurada y reestructurada para dar lugar a relaciones basadas en el compromiso y la
responsabilidad individual” (p.217)
Se espera que todo estudiante tenga la disponibilidad de afrontar las dificultades que la
vida universitaria oferte; el amor y la actitud que este anteponga le permitirán sobresalir ante cada
situación siendo ejemplo para futuras generaciones.
Durante la vida universitaria se requieren de ciertas cualidades para salir adelante: el
espíritu crítico, es decir, la capacidad de priorizar entre lo importante y lo no necesario para la
formación académica, de esta forma valorando todo aquello que se realiza, actúa o procede
incluyendo así todo el conocimiento; pertinencia para atender a las necesidades del entorno
universitario procurando una competitividad y la eficiencia necesaria para este nivel; el liderazgo,
para mejorar el desempeño universitario teniendo en cuenta la superación, obteniendo así buenos
resultados al solucionar problemas (García, 2001, p.57).
El rendimiento escolar esperado en este nivel se ve afectado por diversos factores. Entre
estos se encuentran los que afectan directamente al área de aprendizaje debido al cambio de
método de educación.
Es posible suponer, con cierto grado de certeza, que los estudiantes que ingresan a la
educación superior no dominan las habilidades ni la información y conocimientos
indispensables para utilizar, de la mejor manera posible, los recursos que la universidad
pone a su disposición. (Buentello, 2013, p.11)

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Este cambio provoca que las dificultades para adaptarse al trabajo académico del nivel
superior sean de mayor impacto para los jóvenes, ya que tienen que familiarizarse con las nuevas
técnicas de trabajo escolar que el sistema superior requiere. Las investigaciones por medio de
fuentes confiables, trabajos bien estructurados, la entrega de trabajos a una hora determinada,
etc., muchas de estas labores no son muy frecuentemente practicadas en el bachillerato
(Pascarella & Terenzini, 1991, Galland & Oberti, 1996 citados por Garay, 2004, p. 217).
La metodología de enseñanza utilizada por los educadores es diferente al del nivel media
superior. Entre los problemas ocasionados por el cambio de sistema, se encuentran las
“dificultades de comprensión para captar las explicaciones de los profesores o los textos y
dificultades asimismo de expresión, clara y precisa, para expresarse tanto oral como por escrito”
(Moya, 2015, p.19).
A las anteriores consecuencias se integran
No saber utilizar un método adecuado que favorezca la comprensión, es decir,
memorizar sin comprender, no consultar las palabras o conceptos que se
desconocen, no valerse de esquemas y resúmenes, no ordenar las ideas
adecuadamente, etc.; quedarse con dudas o sin aclarar dificultades por no atreverse
a preguntar a los profesores o compañeros, no consultar enciclopedias o
diccionarios, no acudir a textos de cursos anteriores para recordar conceptos ya
sean olvidados o mal asimilados, etc.; no hacer aplicaciones prácticas o ejercicios
que obliguen a aplicar a problemas o situaciones concretas los conceptos
aprendidos: narraciones, traducciones, problemas de matemáticas, etc.; no
memorizar lo suficiente limitándose a “prender con alfileres” los contenidos, o no
ejercitándose en una memorización inmediata, con lo que no se asimila en
profundidad; presentar los trabajos poco ordenados, confusos, mal estructurados,
sin claridad ni corrección; dificultad para concentrarse y dominar la atención tanto
en el estudio personal como en las explicaciones de los profesores (Moya, 2015,
p.19).
La universidad suele ser difícil para la mayoría de los de nuevo ingreso, el sistema medio
superior al cual los estudiantes se habían adaptado viene a ser sustituido por uno que requiere de
más esfuerzo y responsabilidad por parte de los alumnos. Debido a lo anterior los fracasos
escolares durante el primer año son intensos precisamente porque no se ha originado el ajuste y

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adaptación a las exigencias que la universidad demanda provocando en el estudiante la
preferencia a desertar (Garay, 2004, p.217).
La falta de recursos económicos es un factor primordial que impide el óptimo avance en
la preparación del estudiante, como bien se han realizado diferentes estudios que demuestran que
el contar con una estabilidad económica ayuda al mejor desempeño del estudiante.
Distinguimos tres grupos según capital educativo familiar, aquellos cuyo padre tiene una
educación hasta la secundaria, padres con educación media superior y aquellos con
licenciatura o posgrado. Destaca que el capital educativo familiar influye sobre la
deserción en dos sentidos. El primero es que, entre menor capital, suele haber mayores
problemas económicos y es más frecuente que el estudiante trabaje. Eso confirmaría la
hipótesis latinoamericana de que parte de la deserción se debe a las condiciones de
pobreza (Vries, León, Romero, Hernández, 2011, p. 40).
Otros que cuentan con un nivel económico un tanto más estable, de la misma manera
desertan, sin embargo, lo hacen para cambiarse de carrera o universidad, la mala elección de su
vocación es un factor determinante para el cambio, puesto que influye en el interés, las ganas y el
entusiasmo que se le otorgue a la carrera (Vries et al, 2011, p. 42).
La deserción escolar se ve apoyada por la falta de material de apoyo para las clases, el no
contar con una computadora personal vuelve más difícil el trayecto estudiantil, de modo que el
estudiante al verse encajonado y sin apoyo opta por una decisión que en frecuentes casos no es la
más viable.
Poseer computadoras con internet significa tener acceso a los circuitos de innovación e
interactividad en las redes electrónicas. Sin embargo, como dice García Canclini, se trata
de un medio restringido a las elites empresariales, políticas y universitarias, ya que sólo el
2 % de los latinoamericanos tienen accesos a ellas, en comparación con el 38 % de la
población estadunidense (García, 1999, citado por Garay,2004, p.80).
Es importante mencionar que la falta de un material de cómputo exige al alumno a
permanecer en las instalaciones de la universidad hasta altas horas de la noche, en contraposición
se encuentran los que no permanecen en las instalaciones y se retiran a sus casas para realizar los
trabajos escolares, a este último grupo de estudiantes se le complica la situación al llegar sus
hogares.

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“¿Cómo realizan sus tareas escolares los miles de alumnos cuyos profesores exigen que
entreguen los trabajos en algún procesador de textos?” según Garay (2004), Matilde, estudiante
de H. de sexto semestre de la UAM comentó que cada trimestre se le hace más difícil la carrera
debido a que no tiene una computadora en casa. Y que en su casa son una familia de seis
hermanos y pues no alcanza para equipar a todos con una computadora, de modo que tiene que
quedarse en la universidad a terminar sus tareas (p.81).
Otro de los problemas económicos con los cuales se afronta el universitario es el cambio
de residencia para ejercer una carrera, debido a que el nivel socioeconómico de la familia influye
en la permanencia en la licenciatura. Al cambiar de residencia ciudad o país, el joven se enfrenta
a problemas como el pago de una renta, vivir solo el cual genera un gasto personal más de lo
habitual.
“El estudiante contrasta los beneficios vinculados a la obtención de un determinado grado
en una determinada institución, con los recursos financieros necesarios para hacer frente a la
inversión que supone estudiar en la universidad” (Buentello, 2013, p.14).
En general, lograr una meta académica más en la vida, genera recompensas que a la larga
tendrán relevancia en la estabilidad económica de una persona. El estudiante de bachiller tendrá
que lidiar con cada uno de los problemas durante la licenciatura/ingeniería.
Por otro lado, según Jáuregui (2007) & Martín (2008) citado por Forés & Grané J (2012)
“Es menos controvertido afirmar, que el humor proporciona importantes beneficios con relación a
la salud mental, ayudando a las personas a afrontar los problemas, ser más resilientes y disfrutar
más de la vida” (p.57). Se pretende explicar cómo y por qué el humor puede considerarse un
elemento de resiliencia, y quizás incluso uno de los más importantes (Ward en Forés & Grané,
2012, pp.57-59).
En una situación traumática o difícil, la risa puede colaborar a endulzar un poco la
amargura del momento, ayudando a la persona a ejercitar la resiliencia con esta dosis de placer.
En algunos estudios, incluso se ha podido comprobar que experimentar la risa refuerza una
actitud optimista ante el futuro, permitiendo a la persona afrontar mejor su situación, la risa no
solo es placentera, sino que además funciona como un eficaz antídoto contra el estrés y las
emociones negativas en general (Martín, 2008 citado por Ward en Forés & Grané, 2012, p.61).
Marco metodológico

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Tabla 1. Cambios en exigencia académica en la universidad en comparación con el bachillerato

UAM UAM- UAM- Total


Azcapotzalco Iztapalapa Xochimilco
Mucho Abs. 332 462 462 1.256
% 74,3 76,2 72,4 74,3
Poco Abs. 13 23 36 72
% 2,9 3,8 5,6 4,3
Similar Abs 100 118 136 354
% 22,4 19,5 21,3 20,9
No sabe Abs 2 3 4 9
% 0,5 0,5 0,6 0,5
Total Abs 447 606 638 1.691
% 100 100 100 100
Tabla 1. Nota: recuperado de integración de los jóvenes en el sistema universitario, de Garay,
A., 2004, p.218, México: Pomares
Tabla 2. Jóvenes universitarios que tienen equipo de cómputo en casa

UAM UAM- UAM- UAM UIA UNAM


General
Azcapotzalco Iztapalap Xochimilco
a
SI Abs 256 290 386 932 430 250
% 57.3 47,6 60,2 54,9 90,3 43,3
NO Abs 191 319 255 765 46 328
% 42.7 52,4 39,8 45,1 9,7 56,7
Total Abs 447 609 641 1.697 476 578
% 100 100 100 100 100 100
Tabla 2. Nota: recuperado de integración de los jóvenes en el sistema universitario, de Garay, A.,
2004, p.80, México: Pomares

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Tabla 3. Índices de ingreso en las últimas 4 generaciones (lic. en Administración de empresas y
Lic. en Contaduría

80

70

60

50

40

30

20

10

0
2004-2008 2005-2009 2006-2010 2006-2011

Tabla 3. Nota: Recuperado de Deserción escolar, factores que determinan el abandono de la


carrera profesional” estrategias y condiciones para el desarrollo del estudiante, de Buentello,
C., (11, 12,13 de septiembre de 2013). Recuperado de
http://www.fca.uach.mx/apcam/2014/04/04/Ponencia%2069-UACoah-Piedras%20Negras.pdf
Tabla 4. Índices de deserción en las últimas 4 generaciones (Lic. en Administración de empresas
y Lic. en Contaduría

14
12
10
8
6
4
2
0
2004-2008 2005-2009 2006-2010 2011

Tabla 4. Nota: Recuperado de Deserción escolar, factores que determinan el abandono de la


carrera profesional” estrategias y condiciones para el desarrollo del estudiante, de Buentello,
C., (11, 12,13 de septiembre de 2013). Recuperado de
http://www.fca.uach.mx/apcam/2014/04/04/Ponencia%2069-UACoah-Piedras%20Negras.pdf

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El problema planteado se analizó con ayuda de los resultados de unas encuestas realizadas
en años anteriores, dichos resultados fueron plasmados en las tablas y gráficas antes puestas, cabe
mencionar que cada una pertenece a diferentes instituciones a nivel superior y diferente año para
brindar un mejor panorama de la situación actual que se vive con respecto a la problemática.
Según Maya (1997) “Los métodos y técnicas de investigación permiten descubrir
procesos y adquirir nuevos conocimientos sobre ellos” (p.16), por consiguiente, toda
investigación necesita de fuentes de información, las cuales sustenten de manera objetiva le
temática a abordar.
“Cuando se decide que se va a realizar la investigación y bajo cualquier enfoque que
utilicemos es muy importante visualizar el alcance del estudio que se va a llevar a efecto”
(Cortés, Iglesias, 2004, p.20), el estudio llevado a cabo fue el descriptivo, el cual busca analizar a
cierta población, indagando sobre las características de las personas, grupos o comunidades; de
este modo recolectando datos para ampliar el conocimiento del tema o aprovechar las áreas de
oportunidad que ofrece.
El tipo de investigación utilizada en este artículo fue una investigación de tipo documental
según Maya (1997) “consiste en revisar en forma separada todo el acopio del material necesario
para la investigación” (p.13). La búsqueda de información en diferentes fuentes tanto digitales
como libros físicos, ayudó a conocer estudios o investigaciones previas relacionados con el
problema.
Durante esta investigación se necesitaron de diferentes recursos, los cuales facilitaron a
localizar la información necesaria. Entre los materiales utilizados se encuentran computadoras
personales, así como también las existentes en las instalaciones de la Unidad Multidisciplinaria
Tizimín. Otros recursos importantes son los libros físicos de la biblioteca de la Universidad
Autónoma de Yucatán plantel Tizimín.

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Tabla 5. Cronograma de actividades realización del artículo de revista científica
Meses Octubre Noviembre
Actividades Lu. Ma. Mi. Jue Vie. Sá. Do. Lu.
29 30 31 . 2 3 4 5
1
Búsqueda de información en
biblioteca de la UMT
Reuniones grupales
Asesoramiento(profesor)
Visita a lugar donde hay internet
(ciber)
Reuniones grupales para analizar la
información ya escrita

Tabla 5
Conclusión
Después de llevar a cabo el análisis de investigaciones realizadas previamente por
distintos autores, los hallazgos que estos encontraron fueron de mucha ayuda para entender los
recursos resilientes asociados a la vida universitaria; algunos estudios indicaron que existen
factores de protección y riesgo que pueden influir en la capacidad de los individuos para hacer
frente a distintas situaciones.
Un ejemplo muy curioso que menciona Forés & Grané (2008) es “Harry Potter, un chico
que ve como matan a sus padres a manos de aquél que no se puede nombrar y tiene que vivir con
unos tíos y un primo que le hacen la vida imposible” (p.21).
“Los egresados son una oferta en el mercado en la medida de su potencial” (Porter, 2003,
p.178). Es por eso por lo que resultó de relevancia conocer, cuáles eran los factores que influyen
en los universitarios a tener éxito o fracaso durante su vida académica; la deserción, puede
deberse a la mentalidad débil de una persona o bien la carencia de recursos resilientes. Se
concluye que una de las concepciones fundamentales de la resiliencia es la manera en que
contempla al individuo y su interacción con el mundo (Forés & Grané, 2012, p.115).
Se amplía la visión, se encuentra y hace énfasis en los recursos personales, se declara al
individuo como un agente dinámico con la suficiente capacidad de transformar por su propia
voluntad y en base a sus propios fortalezas y experiencias, el mundo que lo rodea (Forés &
Grané, 2012, p.115). Se comparte el pensamiento de Forés & Grané (2012) al decir
La experiencia nos ha demostrado, una y otra vez, que el cambio es una premisa
irrenunciable si queremos incorporar esta nueva mirada. Y esta nueva mirada sobre la
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realidad que propone la resiliencia, requiere de pequeños pasos que consoliden la
incorporación de esta en nuestro día a día (p.115).
Se recomienda abarcar más artículos, libros físicos y electrónicos que tengan un enfoque
en el tema de la resiliencia, consultar fuentes que contengan información actual del tema, para
que de esta forma se pueda extender el panorama que se tiene sobre la posible correlación entre
las diversas situaciones con las que los individuos se enfrentan y su desempeño académico.
Las principales dificultades que se tuvieron, fue la variedad de información en la red y la
veracidad de estas, en la consulta de libros físicos se tuvo que ser muy astutos para localizarlos,
ya que algunos pueden contener el título como tal del tema hablado, sin embargo, sus enfoques
eran completamente distintos.
La formación de un licenciado en educación requiere de muchas habilidades, mismas que
les será de utilidad en varios momentos de su vida, es necesario que este aprenda la habilidad
para la búsqueda de información; la curiosidad por explorar temas que sean de su interés ayuda a
fortalecer su capacidad crítica, fomenta su aprendizaje; en específico, el tema de resiliencia,
ayudó a entender que todas aquellas circunstancias, buenas o malas, pueden ser de gran utilidad
para los individuos, pero está en uno mismo utilizarlo para alcanzar el éxito o dirigirse al fracaso.

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Nota. Cuidar y mejorar la redacción y los enlaces, serpia bueno que lean nuevamente para que
ustedes mismo identifiquen sus errores además de los que ya señale.

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