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Análisis reflexivo sobre la inmanencia, trascendencia y epicureísmo

La inmanencia es el ente intrínseco de un cuerpo; en filosofía se califica a


toda aquella actividad como que pertenece a un ser, cuando la acción
perdura en su interior, cuando tiene su fin dentro del mismo ser. Se opone
por lo tanto a trascendencia.

Así, Agustín de Hipona pudo decir que la inmanencia es, precisamente, la


propiedad por la que una determinada realidad permanece como cerrada en
sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar. La trascendencia
supone, por tanto, la inmanencia como uno de sus momentos, al cual se
añade la superación que el trascender representa. Estos conceptos ocuparon
también un papel importante en la filosofía escolástica, de la cual emanan
los términos actio immanens y actio transiens, y que se constituye en la
absoluta diferencia entre ambas expresiones. Autores como Wolff y
Spinoza adoptaron esta interpretación, sobre todo en este último, donde la
inmanencia se erige como un punto de apoyo y noción elemental del
método spinozista. Esto se debe a que según Spinoza, Dios es causa
inmanente en oposición a causa transitiva de todas las cosas en este
método. Si Dios es la causa de todas las cosas que residen en Él, y que todo
está en Dios, fuera de Él no es concebible la existencia de ningún cuerpo
porque Dios es causa inmanente y no transitiva de todo lo que existe. Esta
corriente, calificada también como “inmanentismo racionalista” es propia
del pensamiento moderno; la trascendencia se suele ubicar en las filosofías
contemporáneas.

El sistema de Spinoza se identifica con cualquier planteamiento filosófico


perteneciente al panteísmo, de modo que inmanencia en este caso es un
concepto en el que la existencia de todos los seres no puede ser explicada
sin la presencia de Dios.
También se considera filosofía inmanentista la que mantiene la
preeminencia de la experiencia religiosa interna por encima de la sapiencia
reflexiva de Dios. En Maurice Blondel y sobre todo en Edouard Le Roy
tenemos una acérrima defensa de esta perspectiva.

El concepto de inmanencia, entendido aquí como total y consciente rechazo


de la trascendencia, es también importante en la tradición marxista.
Particularmente, Antonio Gramsci califica la filosofía de la praxis como un
"inmanentismo absoluto", un "historicismo absoluto" y un "humanismo
absoluto".

Algunos antropólogos como Marvin Harris, entienden que los seres


humanos son los únicos seres vivos que tienen esta característica, la
Inmanencia, siendo ésta la base de la Cultura. Es la interpretación no solo
de lo que se conoce, sino también de lo que no se conoce. El resto de los
seres se adaptan, aprenden que hay fenómenos que se repiten, pueden
vincular acontecimientos como causa-efecto, tienen conciencia de que
pueden proteger y ser protegidos, tienen sentimientos, emociones, códigos
de comunicación, memoria e incluso inteligencia colectiva, pero no
inmanencia y por tanto no cultura.

Neury Luna

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