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El delito de lesiones forma parte del libro II del Código penal vigente (1995), que
contempla los “delitos y sus penas”, en los cuáles incluye sucesivamente el homicidio
(título I), el aborto (título II) y las lesiones (título III).
Medicolegalmente, tan solo interesa resaltar ahora que el Código penal vigente
establece, en relación con las lesiones dolosas, lo siguiente.
Art. 147
“1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causara a otro una lesión que
menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado como reo del
delito de lesiones con la pena de prisión de seis meses a tres años, siempre que la
lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia
facultativa, tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento
facultativo del curso de la lesión no se considerará tratamiento médico.
Con la misma pena será castigado el que, en el plazo de un año, haya reali- zado
cuatro veces la acción descrita en el artículo 617 de este Código”.
No obstante, el hecho descrito en el apartado anterior será castigado con la pena de
prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses, cuando sea de menor
gravedad, atendido el medio empleado o el resultado producido”.
Art. 149
“1. El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o
una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o mal- tratare de obra a
otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o
haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o
persona especialmente vulnerable que convi- va con el autor, será castigado con la pena
de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de
treinta y uno a ochenta días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y
porte de armas de un año y un día a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo
estime adecuado al inte- rés del menor o incapaz, inhabilitación para el ejercicio de la
patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.
Si la víctima del delito previsto en el apartado anterior fuere alguna de las personas a
que se refiere el artículo 173.2, exceptuadas las personas contempla- das en el apartado
anterior de este artículo, el autor será castigado con la pena de prisión de tres meses a
un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días y,
en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día
a tres años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor
o incapaz, inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o
acogimiento de seis meses a tres años.
Las penas previstas en los apartados 1 y 2 se impondrán en su mitad supe- rior cuando el
delito se perpetre en presencia de menores, o utilizando armas, o
tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se realice
quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una
medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza.
No obstante lo previsto en los apartados anteriores, el Juez o Tribunal, razonándolo en
sentencia, en atención a las circunstancias personales del autor y las concurrentes en la
realización del hecho, podrá imponer la pena inferior en grado”.
Art. 617
“1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causara a otro una lesión no definida
como delito en este Código será castigado con la pena de localización permanente de
seis a doce días o multa de uno a dos meses.
2. El que golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión será castigado con la
pena de localización permanente de dos a seis días o multa de diez a treinta días”.
Art. 620
Los que de modo leve amenacen a otro con armas u otros instrumentos peligrosos, o
los saquen en riña, como no sea en justa defensa, salvo que el hecho sea constitutivo
de delito.
Los que causen a otro una amenaza, coacción, injuria o vejación injusta de carácter leve,
salvo que el hecho sea constitutivo de delito.
Los hechos descritos en los dos números anteriores sólo serán perseguibles mediante
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal.
En los supuestos del número 2 de este artículo, cuando el ofendido fuere alguna de las
personas a las que se refiere el artículo 173.2, la pena será la de localización
permanente de cuatro a ocho días, siempre en domicilio diferente y alejado del de la
víctima, o trabajos en beneficio de la comunidad de cinco a diez días. En estos casos no
será exigible la denuncia a que se refiere el párrafo anterior de este artículo, excepto
para la persecución de las injurias”.
El delito de lesiones
La legislación penal española distingue las violencias lesivas contra las personas,
desde el punto de vista punitivo, según la gravedad que dichas lesio- nes alcancen.
Surge, así, una división que separa las lesiones mortales de las lesiones no mortales.
Las primeras se engloban bajo el epígrafe de homicidio y dan lugar jurídi- camente al
delito de homicidio simple y al delito de homicidio cualificado.
Las segundas son llamadas simplemente lesiones y dan lugar jurídicamente a la falta de
lesiones y al delito de lesiones.
Las lesiones no mortales o simplemente lesiones, son todas aquellas que por si solas y por
sus complicaciones, más o menos alejadas del momento de la agresión, no producen
la muerte en un caso determinado.
Su curación puede tener lugar, desde el punto de vista médico, con una restitución
integral completa, anatómica y funcional, o dejando tras de sí secuelas, lo que les
concede un alto interés jurídico y medicolegal.
Concepto de lesión
La lesión, elemento objetivo del delito de lesiones, no es definida por el Código penal,
por lo que, para conocer el alcance jurídico del término, hemos de valernos del análisis
doctrinal de la jurisprudencia de los tribunales judiciales.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo consideró, hasta el año 1920, que el concepto de
lesión era igual al de herida.
La sentencia del Tribunal Supremo de 20 de diciembre de 1921 dice: “al emplear el
legislador ... la palabra lesión, que no es sinónimo de herida, ha evi- denciado su
espíritu de castigar todo daño ... corporal causado violentamente y constitutivo, según sus
distintas gradaciones, de herida, contusión o erosión, que es lo que, en general, integra el
concepto jurídico-penal de lesión”.
La orientación, según esta doctrina, sería la de limitar el concepto de lesión,
exclusivamente, a las consecuencias orgánicas de los traumatismos.
Posteriormente, se fue manifestando una tendencia a ampliar el concepto de lesión
haciéndola más acorde con el significado médico del término.
Así, ya en la sentencia del Tribunal Supremo de 8 de mayo de 1956 se dice: “en el
lenguaje usual y corriente ... la lesión ... designa aquellas alteraciones que
... causen daño o detrimento corporal motivado por erosión, contusión, herida, o
enfermedad”.
Desde un punto de vista jurídico, la lesión puede definirse como el daño causado en la
salud física o en la salud mental de una persona.
Desde un punto de vista médico, por lesión hemos de entender toda altera- ción anatómica
o funcional ocasionada por agentes lesivos externos o internos.
Distinción cronológica
Los efectos patológicos de los agentes lesivos pueden ser inmediatos o tardíos
atendiendo al momento de su aparición, lo cual, medicolegalmente, tiene que ver con el
nexo de causalidad, por cuanto la demostración de la relación entre acción y resultado
lesivo, se va haciendo más difícil en función del tiempo transcurrido.
Distinción topográfica
Los efectos patológicos de los agentes lesivos pueden producirse en el sitio mismo de
aplicación del agente vulnerante (acción local), o bien producirse a distancia, o sea, en
un punto alejado de la aplicación de la potencia lesiva, como sucede en las lesiones por
contragolpe, lo cual, medicolegalmente, tiene que ver con la fisiopatología de las
lesiones.
Distinción etiológica
Los agentes lesivos, etiológica o causalmente, pueden diferenciarse en agen- tes lesivos
externos y agentes lesivos internos.
Introducción
Con las reformas introducidas en el Código penal por la Ley de 21 de junio de 1989,
que permanecen, con el añadido de la irrelevancia de la vigilancia médi- ca, en el Código
penal de 1995, medicolegalmente, las lesiones resultantes se califican, aparte de otros
criterios estrictamente jurídicos, en falta de lesiones o en delito de lesiones, en virtud de
los conceptos “primera asistencia facultativa” y “tratamiento médico o quirúrgico”.
Esta afirmación originó tal resistencia en los médicos legistas que el legisla- dor penal de
1995 añadió al texto penal de 1989 esta modificación: “la simple vigilancia o
seguimiento facultativo del curso de las lesiones no se considerará tratamiento médico”.