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SOCIOLOGÍA

DELAS
ORGANIZACTONES

Antonio Lucas MarÍn


Universidad Complutense de Madrid

Pablo García Ruiz


Universidad de Navara

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Estimado profesor: McGraw-Hill Interamer¡cana, S.A


le invita a comunicarse con su representante para
atender cualquier inqu¡etud acerca de nuestros textot
Fernando Gómez Castaño
Celulan 03-315 2280707 Cali
e-mail: fernando3omez@mcgraw-h¡ll.com

MADRID. BUEN-OS AIRES. GUATEMALA. LISBOA . MÉXrco


CONTENIDO

PRESENTACIÓN
ix
1. Introducción: el estudio de las organizaciones
1.1. Sociología y sociedad de las organizaciones
I
2
1.2. De la sociología industrial a la de las organizaciones
5
I 3. Cuestiones terminológicas y campos de estudio
9
1.4. La sociología de las organizaciones en la práctica
il
Parte I
HISTORIA SOCIAL DE LAS ORGANIZACIONES
) La Primera Revolución lndustrial
l7
SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES 2.1. Claves de un proceso histórico .........
18
2.2- La aparición de la industria
25
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tatamiento infor- 2-3. características económicas y sociales de la industri a\ización
mático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electró- 30
2.4. El fracaso de la Revolución Industrial en España
nico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y 34
2.5. El movimiento obrero y la organización de los trabaiadores
por escrito de los titulares del Copyright. 42

DERECHOS RESERVADOS O 2002, respectoa la primera edición en español, por


3. Las sociedades industriales avanzadas .
47
MCGRAW-HILL/INTERAMERICANA DE ESPAÑA. S. A. U. 3.1. El desarrollo hacia la madurez industrial ..... ... .. ,. .:.. ....
. . ... .. 48
Edificio Valrealty, 1." Planta 3-2. Características económicas y sociales de la evolución industrial
53
Basauri. l7 3.3. El proceso de industrializaciónen España
58
28023 Aravaca (Madrid) 3.4. Las llamadas sociedades posindustriales .
63
ISBN: 84-481-3659-4 4. La sociedad de la información
Depósito legal: M. -2002 7L
ISBN: 970-10-4754-O
4.1. De la sociedad industrial a la sociedad de la información
72
Editor: José Manuel Cejudo 4.2. Los ordenadores y la evolución de la sociedad
80
Asistente Editorial: Amelia Nieva 4.3. Internet: la red de redes
88
Cubierta: Creativos Arga 4.4. Las nuevas tecnologías de la información
9l
Compuesto en MOIRE Composición, S. L. 4.5. Luces y sombras de las nuevas tecnolosías
95
2345678901 098765431O2
IIV{PRESO EN MEXICO - PRINTED IN MEXICO parte II
Es ta obra se terminó de imprimir en febrero del 2005
TEORÍAS DE LA ORGANIZACIÓN
en los talleres de Litográfrca Ingramex. S.A. de C.V.
Centeno 162-'l Col. Granjas Esmeralda 5. La teoría clásica de la organización .......... 103
C.P. 09810 México. D.F. 5.1' Los inicios de ra sociolo gía de ra empresa y de las organizaciones 104
5.2. Max Weber y la expansión de la burocracia 109
VI CONTENIDO CONTENIDO vll

5.3. Taylor y la Organización Científica del Trabajo tt2 12. La estructura material 291
5.4. Aspectos críticos del taylorismo .................- 118 12.1. Instrumentos, procesos y relaciones sociales en la organización ......-..... 292
5.5. Los teóricos de la organización formal r24 12.2. Diseño e identidad en la orsanización ....-..... 297
12.3. Decisiones de localización 301
El descubrimiento de la organización informal 131 12.4. Localización y aprendizaje: cooperación y competencia ........................ 306
6.1. Los estudios de Hawthorne y la Escuela de Relaciones Humanas 132
6.2. Maslow y el desarrollo de las motivaciones humanas 139
Parte IV
6.3. El hombre organizativo de Ch. Barnard ................. 142
PROBLEMAS BÁSICOS EN SOCIOLOGÍA DE LA ORGANIZACIONES
6.4. Los fundamentos de la cooperación: Teoría Y,TeoríaZ ......'.'.....-...-...----'. 148
13. La participación en el trabajo 315
1 La teoría de sistemas r57 13.1. Perspectiva sociológica de la democracia industrial ................... 316
7.7. La perspectiva de la complejidad ............. 158
I3.2. La emergencia de la participación en las organizaciones 321
7.2. El modelo sistémico aplicado al estudio de las organizaciones 164
13.3. Cauces y tipos de participación ................ 325
7.3. Sistemas abiertos: teoría de la contingencia .'............... 172
13.4. Modelos históricos de participación ...............- 335
7.4. Teorías de la dependencia ............. t7'7

14. El problema de la motivación ............ 343


8. Teorías institucionales ................ 185
14.1. EI sentido del trabajo 344
8.1. La influencia de las teorías económicas de la organización .'.....'..'......-.... 186
14.2. Motivos y motivación en el trabajo 347
8.2. Organizaciones e instituciones: Selznick t92 14.3. Estudio psicológico de la satisfacción ............... 351
8.3. El modelo de Carnegie: coaliciones y <<cubos de basura> 196
14.4. Teorías sobre la satisfacción ................. 356
8.4. Mitos, ritos y legitimidad en las organrzaclones 20r 14.5. El absentismo laboral 364

Parte III 15. Los procesos de comunicación 371


ASPECTOS CENTRALES DE LA ORGANIZACIÓN 15.1. La imporlancia de la comunicación 372
I5.2. La comunicación en las organizaciones 379
9- El sistema de roles 2L5 15.3. Limitaciones y problemas en la comunicación interna 388
9.1. El rol directivo 216 15.4. Problemas en la comunicación externa 391
9.2. El rol de obrero y su evolución en la emPresa industrial 222
9.3. El técnico en la sociedad del conocimiento ............ 226 L6. Las nuevas tecnologías y el futuro del trabajo 397
9.4. Otros roles en la organización: mandos intermedios y empleados 232 16. 1 . Trabajo y empleo: hacia una perspectiva moderna 398
16.2. El debate actual sobre el trabajo 4O3
lO. La estructura social .......... 237 16.3. El trabajo como tratamiento de información 410
10.1. ¿Qué es una estructura social? 238 16.4. Nuevas tecnologías y empleo .. 418
10.2. Dimensiones de la estructura social .......'... 249 16.5. El trabajo como relación social 422
10.3. Diseño de estructuras .................. 253

ÍNDICE oNoMÁsrrco ..................................... ...._..... 44r


1 1_. La cultura en la organizacion .......... 267
1.1. La importancia de la cultura para las organizaciones .................. 268
1.2. Tres perspectivas de estudio 273
1.3. Creencias, valores y artefactos .- 280
1.4. Funciones de la cultura 285
PRESENTACION

Se pretende en este libro da¡ una explicación actualizada de la realidad de las orsa-
nizaciones, con especial referencia a las organizaciones económicas. La socieJad
contemporánea muy productiva e inestable- es una sociedad de orga-
nizaciones. Estas-compleja,
constituyen formas de agrupación humana que se han convertido
en-imprescindibles para lograr una gran cantidad de objetivoi importantes para Ia
vida personal. Se ha hablado de las organizaciones como de extensioñes del seihuma-
no para alcanzar metas difíciles. Esta afirmación es verdadera aun para los aspectos
ordinarios de la existencia. No se puede entender la sociedad actualsin considlrar el
conjunto de organizaciones que articulan el entramado de su funcionamiento norrnal:
empresas privadas, agencias públicas, entidades religiosas, políticas, deportivas, lúdi-
cas, asistenciales, etc. La satisfacción de buena parte de nuestras necésidades más
perentorias pasa, en la actualidad, por la relación con algunas de esas organizaciones.
Por ello, resulta necesario su estudio para hacerse cargó de nuestra p.opiu forma de
wida.
A comienzos del siglo xx, con el advenimiento de las sociedades industriales
avanzadas, se hizo patente la conveniencia de abordar el estudio científico de las
entonces nuevas formas de producción. Así lo hicieron autores como Max Weber,
Taylor o Fayol, cuyas obras iniciaron un entero campo de investigación y docencia
que no ha dejado de ampliarse hasta nuestros días. Por ello, el estudio deias organi-
zaciones forma parte, en la actualidad, de los planes de estudio de numerosas facul-
tades y escuelas universitarias. No se entiende que personas que van a dedica¡se al
1n9ndo de la empresa, a la coordinación de proyectos técnicos, á la política o a la par-
ticipación en las diversas experiencias educátivas y de formación, no tengan un cono-
cimiento amplio de la dinámica de las organizaciones.
Siempre han existido organizaciones, pues los seres humanos han abordado en
todas las épocas desafíos superiores a su capacidad individual. Pero no ha sido has-
ta el coniienzo de la sociedad industrial cuando se ha generalizado su importancia en
todos los ámbitos de la sociedad. Primero fueron las factorías, que duránte el siglo
)<vIII invadieron el panorama europeo, dando lugar a nuevos tipos de relaciones soc-ia-
les, mediante la disciplinl d9l trabajo fabril. Posteriormente,iparecieron las empre-
sas que extendieron e.l_trala.io altamente organizado a actividades distintas de la pro-
ducción industrial. Más adelante, las organizaciones crecieron en ambientes no iólo
económicos, sino relativos a casi todas las esferas del quehacer societario.
A diferencia de las agrupaciones primarias, como hlamilia, Ia organización es un
contexto de relación social en el que originariamente se obvian emóciones y senti-
rrrientos. Incluye, en cambio, tareas como la planificación, el control y la cooidinación,
y la distribución de autoridadypoder. EI contenido de este libro quiáre conjugar, des-
de nuestra experiencia pedagógica, la precisión teórica sobre este?istintivdgJnero de
realidad social con oportunas propuestas prácticas. Se trata de transmitir a lo; lectores
tx
PRESENTACION

la experiencia y el conocimiento acumulados en la disciplina durante largas décadas,


junto con su sentido y utilidad para la sociedad.
para ello, hemos dividido é1 tibro eR cuatro partes relativamente homogéneas. La
primera, se centra en la historia social de las organizaciones. Toma como punto de
p.ttiau la aparición del sistema fabril como punto de inflexión en la organización del
irabajo social. El estudio de la evolución posterior de las sociedades avanzadas nos
condlce al análisis de la actual sociedad de la información, que se articula en torno
a las nuevas posibilidades tecnológicas y sus consecuencias para la dinámica perso-
INTRODUCCION: EL ESTUDTO
nal y'Ensocial.
la segunda parte del libro se revisan las principales teorías de la organización,
DE LAS ORGANIZACIONES
de acuerdo con cuatro posibles paradigmas utilizados como recurso pedagógico para
e>(poner el desarrollo y especificidad de las perspectivas más importantes en la dis-
ciptina. En la tercera parte, se tratan asplctos centrales de la organización, como el
siitema de roles, la eitructura social y material y la cultura. Este enfoque temático
quiere completar, así, el estudio histórico y teórico desarrollado en los capítulos pre-
cedentes.
Finalmente, se abordan en la cuarta parte algunos problemas específicos, impor-
[antes para la vida de las organizaciones, que nos han parecido de especial relevan-
cia: la participación, la motivación, los procesos de comunicación y la influencia de
las nuevas tecnologías en el trabajo. Otros temas podrían haber sido incluidos en este
elenco, como los rélativos al cambio organizativo, a las relaciones de poder y al con-
flicto. Sirva como justificación la limitación de espacio siempre presente en las nego-
cjaciones con una editorial. Hemos, sin embargo, intentando paliar la ausencia de
estos temas con una atención transversal, en otros capítulos, a las dimensiones
de poder y conflicto, así como a la realidad del cambio. Sin ella, tanto la exposición de
los^enfoques teóricos como la explicación de los aspectos centrales de la organiza-
ción hubieran quedado incompletas.
Estamos, pu"s, ant" un libio de texto que pretende ser una guía adecuada para la 1 .1. socloLocíA Y SOCIEDAD DE LAS oRGANtzActoNES: La expansión de tas organi-
c omprensión áe las organizaciones; objetivo que, sin duda, constituye una necesidad zaciones. La organización como objeto de estudio.
para todos en las nuevas sociedades'
1 .2. DE LA SOCIOLOGíA INDUSTRIALA LÁ DE LAS ORGANIZACIoNES:Cambio históri-
co y reflexión teórica. Conocimiento y acción.
1 .3. CUESTIONES TERMINOLÓCICNS Y CAMPOS DE ESTUDIO.
1 .4. LA socloLocíA DE LAS oRGANtzActoNES EN LA pRÁcICA: Misión de ta socio-
logía en las organizaciones. Actualidad de la perspectiva sociológica en el mundo de la
gestión.
2 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES INTRODUCCION: EL ESTUDTO DE LAS ORGANTZACTONES

T A existencia de las organizaciones es uno de los ele ge' a su vez, formas de producción en masa con su correspondiente sofisticación. Los
I las sociedades más modemas. La complejidad de la individuos considerados de forma aislada van perdiendo importancia a la hora de conse-
-Llde los objetivos sociales propuestos hace que el ind guir satisfacer incluso las propias demandas personales más elementales. Tienen que ser,
se con sus semejantes para intentar conseguirlos. No es fácil entender la vida ordi- cadavez más, grupos organizados de personas los que respondan a las peticion"s, p*a
naria sin hacer continuas referencias a las organizaciones, que actúan como exten- asegurar la eficacia y la permanencia de la oferta, crecientemente estandarizada.
siones del hombre para lograr unas metas determinadas y difíciles de alcanzar. La complejidad de las demandas exige armonizar rutinas productivas, financieras,
comerciales, de transporte, de utilización de recursos humanos, etc., que no se pue-
den improvisar. De forma que existen paquetes de soluciones más o menos flexibles
I .1. SOCIOLOCíAY SOCIEDAD DE LAS ORGANIZACIONES que son producto de este constructo social que es cada organización: acumulación de
hábitos, expectativas recíprocas y conocimientos teóricoJ más o menos armonizados
El estudio de las organzaciones ha sido una parte signiñcativa del esfuerzo de las en una cultura de la organización. Un proceso productivo moderno exige también la
ciencias sociales para racionalizar la convivencia durante la última centuria y es pre- conexión de diferentes organizaciones en una red relativamente establé y armónica.
rzisible que vaya adquiriendo cada día más importancia. La fábrica, la empresa y la Este intercambio en la red es fundamentalmente de información. Lo esencial en cual-
organizaciín son las sucesivas formas habituales de organizar el trabajo desde el ini- quiera de las grandes empresas multinacionales que conocemos y lo que probable-
cio de la industrialización hasta nuestros días. Y cada vez somos más conscientes de mente le aporta una ventaja competitiva sustancial es la complejidad y óapiiaridad de
Ia importancia que tienen en nuestra vida las organizaciones. su red interna y de sus relaciones con otras organizaciones y personas.
La Sociología, que frjó su atención en las fábricas desde el principio, ha seguido La visión más sencilla de una organización podría reducirse a un conjunto de
preocupándose por el estudio de las organizaciones. Vamos a ver diferentes aspectos redes de comunicación especialmente densas e interconectadas. De la misma mane-
de este estudio. ra que al volar en un avión a gran altura, se tiene una nueva visión de la realidad en
la que.adquieren especial significado las líneas de transporte --cafieteras, autopistas
o caminos rurales- y una población o ciudad se distingue por una mayor deniidad
La expansión de las organizaciones de caminos, el estudio sociológico de las organizaciones permite observar su estruc-
La expansión de las organizaciones es, sin duda, una de las caracteústicas de la socie- tura como una red de comunicaciones especialmente espesa.
dad contemporánea. La expansión es tanto de rámbito de actuación -pues pasan de una
ubicación local a otra nacional y, finalmente, internacional- como de forma, pues ini-
cialmente respondieron al esquema familiar, posteriormente se centraron en el estable-
La organización como objeto de estudio
cimiento de fábricas y empresas, y alcanzan la forma de organizaciones multidimen- La madurez de la industrializacióncoincidió con la aparición de diferentes esquemas
sionales. En efecto, la industrialización signifrcó de una manera muy clara la aparición teórico interpretativos del mundo del trabajo, que forman lo que han venidó a Ia-
de la fábrica como forma generalizadade producción, con el emblema de la chimenea rnarse las teorías de la organizaciín laboral o teorías de la organización en el traba-
-nueva manifestación estética de la primera industrialización-,
que dio lugar el uso cen- jo. Todas ellas parece adecuado clasificarlas, siguiendo un óriterio tanto histórico
tralizado de los recursos energéticos y la apropiación de los medios de producción. La como de la concepción subyacente que ofrecen acerca del ser humano, en grandes
organización fabril acompaña, entonces, a la nueva fase de producción para el mercado grupos o escuelas: las teorías clásicas, las teoías de las relaciones humanas,las teo-
y a la aparición de un mercado de trabajo. La difusión y ampliación de la fábrica da lugar rías sistémicas y las teorías institucionales. Su repaso nos permitirá ver la tendencia
a la empresa, que se convierte en el concepto ca¡acterístico de la segunda industrializa- convergente en que se mueven, lo que nos será de gran utilidad para situarnos en los
ción, con un sistema de roles cla¡amente defrnidos -directivos, técnicos, mandos inter- actuales esquemas de valoración de la perspectiva innovadora ácerca de las organi-
rnedios, empleados y obreros-. La generalización posterior de la empresa como insti- zaciones como ¡edes de comunicación e intercambio social.
tución social hace que tengamos que hablar en el presente de organizaciones económi- Las organizaciones son grupos o asociaciones de personas relacionadas con las
cas, aunque podríamos prescindir de este calificativo en la medida en que, cada vez más, funciones básicas de la sociedad (comunicación, fijación de fines, producción y repar-
rnuchos de los servicios o soluciones que se dan a las personas y a toda la sociedad pro- to de bienes y servicios, etc.). Aunque pueden arcanzar un gran tamaño, las háy ám-
ceden de organizaciones e instituciones que han asimilado el modelo empresarial. bién de muy pocos miembros. Los fines propuestos en las organizaciones están deter-
La necesidad de organizaciones en la nueva sociedad surge de la creciente compleji- rninados con relativa precisión: así definen el tipo de relacién posible en su interior,
dad de sus problemas. Las demandas continuas, urgentes y generalizadas de abundantes aunque no se excluyen secundariamente -pero no por ello menos relevantes- otras
bienes y servicios de una población en crecimiento no se pueden satisfacer a través de formas de interacción social. Esto significa también la primacía conceptual de los
soluciones merarnente individuales. El consumo de masas crecientemente sofisticado exi- objetivos racionalmente propuestos y socialmente aceptados, de la planificación
4 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES ¡rurRooucoóN: EL ESTUDto DE LAs oBGANtzActoNES

jerarquía y división de funciones- y de la formalización,


-sobre todo en cuanto a humanos han aprendido de forma creciente a coordina¡se paralarcalizaciónde muchas
sobre la espontaneidad. Igualmente, los miembros actúan cumpliendo roles diseña- ta¡eas arduas en nuestro mundo complejo y desafiante. Con palabras de Kreps (1990: 11):
dos -al menos seminalmente- por los que han fundado o dirigen la organización, y <<La gente coordina actividades unos con otros para alcanzar sus objetivos, y, en último
desarrollados en la vida en común de los distintos actores, con unos canales inicial- término, la supervivencia y la prosperidad es la principal actividad de la organización,
rnente determinados de comunicación para enviar y obtener información. Son estas ca¡ac- que está basada en la cooperación. La cooperación no siempre se logra fácilmente. Hay
Eerísticas señaladas las que hacen a las organizaciones un tipo de grupo muy diferente que persuadir a la gente para que coopere, y la comunicación es una herramienta que ayu-
de los grupos primarios (pequeños y con relaciones básicamente afectivas y totalizado- da a obtenerla. A través de la comunicación, la gente recoge información de unoÁ y sé ta
ras), las asociaciones voluntarias o grupos secundarios (centradas más en la participa- proporciona a otros. La información puede determinar el que la gente coopere.>>
ción como proceso que como instrumento paraalcanzar resultados) o también de la masa Desde el campo de la teoría económica se ha ido acudiendo de manera creciente a la
(con unos canales de comunicación unidireccionales, externos y poco formalizados). ayuda de planteamientos psicológicos y sociológicos que permitieran ampliar los inten-
Una organización típica es la empresa en la que los objetivos planteados por las tos de racionalizactón de la conducta de los individuos en la actividad económica, que en
personas integradas en ella son fundamentalmente económicos. Su génesis y desarro- nuestras sociedades raramente es individual sino a través de orgalizaciones. El enorrne
lLo, unidos a los del capitalismo (Weber, 1923), dan origen a una institución distintiva desa¡rollo económico de algunas sociedades ha agrandado los problemas y ha hecho nece-
y expansiva de la modernidad, hasta el punto de que muchas otras instituciones adquie- sa¡io intenta¡ su comprensión racional desde diferentes disciplinas. La sociología ha apor-
ren formas empresariales. Pero lo más interesante es tener presente el múltiple sentido tado una importante perspectiva pata alcanzar nuevos hitos en esta comprensión.
social que ha desa:rollado, pues permite, sin engaño, referirnos a ella como una orga- Al hablar de la aparición de las ciencias sociales en el siglo xvIII es normal hacer
rización compleja, emblemática de las sociedades actuales. Al acercarnos a su estudio, referencia a la toma de conciencia de la sociedad, que se ve como objeto de estudio,
rlos encontr¿unos con la existencia de una organización formal -orientada racional- en un ambiente racionalista y positivista, y en una atmósfera fundamentalmente libe-
rrrente a fines específicos- a la que se superpone una organización informal --en Ia que ral. En esta toma de conciencia es fácil tener presente que los primeros economistas
priman lazos espontáneos de naturaleza afectiva-. Ambas dimensiones coexisten en y sociológos vieron a las fábricas nacientes como fermento de Ia modernidad. En ellas,
r.rna estructura en la que se intentan satisface¡ necesidades individuales y, además, en
la división del trabajo aparece como elemento fundamental, fuente de productividad
la que no puede dejarse de tener en cuenta el influjo del sistema estratificador de la (A' Smith, 1176) y de la necesidad de un nuevo tipo de solidaridad (Durkheim, 1897).
sociedad. Todo ello es la empresa, y lo mismo se puede deci¡, en cierto sentido, de todas
Ias organizaciones. Se ha señalado con frecuencia que, aunque las cosas que suceden
A los primeros sociólogos no pasó en absoluto desapercibido el fenómeno fabril; por
en las diversas organizaciones son muy distintas entre sí, no es casualidad el que se
el contrario, fue objeto de su atención minuciosa y de sus afanes de aplicar el cono-
cimiento científico a la sociedad. Así ha surgido la Sociología industrial o de la empre-
traya acuñado un término común -+rganización- para todas sus variantes. En todos los
sa, también llamada -en su versión más abarcante- Sociología de las organizaciones.
casos se dan unas características que definen la realidad común, que hace que compa-
rezcan una serie de problemas de funcionamiento, de relaciones entre los miembros,
etcéteru, que son similares en todos los casos. Se pueden presentar de formas diversas,
pero esencialmente responden a los mismos fenómenos. 1.2. DE LA SOCIOLOGíA INDUSTRIAL
En cualquier caso, la existencia de organizaciones es una de las características A LA DE LAS ORGANIZACIONES
distintivas de la sociedad contemporánea, en la que su papel es facilitar la consecu-
ción de fines que superan las posibilidades individuales. Aparecen como actores en La Sociología industrial surgió de la reflexión intelectual sobre los cambios sin pre-
la vida social, con sus propios derechos y obligaciones, lo que nos lleva a hablar fun- cedentes que sufrió la sociedad europea a partir de mediados del siglo xvltI. E; la
dadamente de personas corporativas y personas jurídicas. En este sentido -parafra- actualidad, nos referimos a aquel proceso de cambio histórico como p¡oceso de moder-
seando a Mcluhan en su referencia a los medios de comunicación-, podríamos decir nización, e incluye tanto la revolución en los medios de producción y distribución de
que las organizaciones son <<extensiones del mismo hombre>>, en la medida que encau- los bienes económicos como las transformaciones políticas y de mentalidad que ocu-
zanla acción social individual, que es más eftcaz a través de las organizaciones. Se rrieron casi simultáneamente a la revolución económica.
considera de esta manera que las organizaciones constituyen el punto de intersección
y de sincronizaciín de las funciones de utilidad individuales: el lugar algo fortuito Gambio histórico y reflexión teórica
en que las micromotivaciones de los actores se t¡ansforman en macrocomportamientos
individuales. Las organizaciones constituyen las herramientas con las que los parti- IJno de los resultados más sobresalientes de aquellas transformaciones sociales
cipantes tratan de alcanzar sus metas personales (Abravanel, 1992:2O). que dieron lugar a la sociedad moderna fue la aparición de la industria como cen-
En definitiva, la evolución de la sociedad modema hacia una sociedad de la infor- tro de la vida económica de las sociedades más avanzadas de entonces. La efica-
rnación es también una evolución hacia la sociedad de las organizaciones, pues los seres cia del sistema fabril se impuso rápidamente sobre los antiguos sistemas gremia-
6 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES INTRODUCCIÓN: EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES

les o familiares de producción de bienes. Además, la creciente confianza en el pro- diar las estructuras, procesos, conflictos y significados acaecidos en el contexto de
greso, fundamentada en la aspiración a una sociedad democrática más justa y las organizaciones industriales. A esta línea de investigación nos referimos cuando
én la apreciación del conocimiento científico como arma principal del proceso hablamos genéricamente de Sociología industrial.
de mejóra técnica y social, favoreció un clima de optimismo generalizado en las
rruevai formas de organización económica y social. Sin embargo, el siglo del indus- Conocimiento y acc¡ón
trialismo fue también un período de profundas convulsiones sociales: los benefi-
cios de la industria llegaron acompañados de nuevos y dramáticos conflictos socia- Tal vez la diferencia más importante entre la perspectiva sociológica y otras formas
f es. La Sociología, que daba sus primeros pasos, centró su interés en el estudio de de estudiar la vida en las organizaciones fue la intención con que se llevaron a cabo
las realidades sociales que surgieron entonces, tanto en su aspecto funcional como esos estudios. En efecto, los problemas asociados ala organizición industrial fueron
en su dimensión conflictiva. Entre los pocos puntos comunes que tienen entre sí detectados y analizados desde diversos puntos de vista. Entre ellos, destaca el punto
las diversas teorías de la Sociología clásica, se encuentra la importancia concedi- de vista técnico; es decir, el estudio que los propios encargados de tomar decisiones
da a la industria como núcleo de la organizacíón social, tanto en sus posibilida- y asumir responsabilidades en las organizaciones llevaron a cabo. O el de aquellos
des de desarrollo y progreso real para las condiciones de vida de las personas indi- que buscaban ayudar a los directivos a mejorar los resultados de los procesós pro-
widuales como en su aspecto de institución que albergay genera conflictos nunca ductivos. El perfrl del investigador técnico es, lógicamente, el del ingeniero qrr" pr"-
conocidos en épocas anteriores. Así, Comte, Marx, Weber, Durkheim, y otros auto- tende lograr una mayor eficiencia en la producción de los bienes yen los pro"lai-
res clásicos, oscilan entre el optimismo y el pesimismo a la hora de evaluar el pro- rnientos propios de cada fábrica. Un buen ejemplo de esta perspectiva son lós traba-
ceso de industrialización y sus consecuencias para las sociedades europeas de su jos de F. W Taylor, a quien dedicamos atención suficienté en la segunda parte del
tiempo (Aron, 1980). libro, pues su influencia en la organización de ras empresas ha sido énormé.
ia Sociología industrial se fue configurando poco a poco como la rama de Socio- La perspectiva sociológica en el estudio de las organizaciones no busca, sin embar-
logía que se interesó por los problemas específicos de las organizaciones económi- go, de forma inmediata la mejora de la productividad o de la rentabilidad,Je la inver-
cai de la sociedad moderna. Sus temas principales de estudio comenzaron siendo sión industrial. Más bien, se interesa directamente por los procesos sociales que ocu-
aquellas características que diferenciaron de una mane¡a radical las sociedades indus- rren en su interior para alcanzdr una comprensión más completa de la vidforgani-
triales de las sociedades anteriores y sus consecuencias p¿Ira Ia vida cotidiana de sus zativa. No signifrca esto que la Sociología industrial no tengi interés para la piacti-
habitantes. Entre esas características se suelen destacar las siguientes: el crecimien- c a empresarial. Muy al contrario, los principales avances recientes en la forma de
to de la población, gracias a los avances de la medicina y de la higiene; la concen- gestionar las organizaciones son deudores en gran medida de planteamientos socio-
tración de la población en las ciudades, en busca de puestos de trabajo en las fábri- lógicos. Es lógico que sea así, pues la perspectiva técnica tiende a reducir el núme-
cas; el auge de las comunicaciones; el aumento de la movilidad social; la expansión ro de variables o aspectos de la realidad que deben inclui¡se en la teoría y, por tanto,
de la movllidad psíquica, por la que la gente amplía su mundo desde el ámbito rural el las acciones que recomienda. En cambio, la Sociología procura dar uná explica-
en el que estaban confinados al ámbito de la nación; el progreso acelerado de la tec- ción m¡ás global tanto de los problemas como de las oportunidades de acción q.tl .or-
nologíL; la creciente masificación de la sociedad; la aceleración del cambio social. g€n en el contexto de las organizaciones. De todas formas, la intención de la plrspec-
En la primera parte del este libro tendremos ocasión de profundizar en estos rasgos tiva sociológica es fundamentalmente la comprensión de la organización y sólo secon-
de la Jociedad moderna. Baste ahora con esta enumeración para indicar cuáles fue-
dariamente, la intervención en busca de fines específicos de carácter económico.
ron las líneas de fuerza de la investigación sociológica inicial' La evolución dramática que ha sufrido la actividad económica a lo largo del
Por otra parte, con el paso del tiempo, la Sociología industrial fue prestando una
flrayor atención no sólo a las condiciones sociales que hicieron posible la aparición
s ¡ sobre la industria como centro del pro_
y el desarrollo del sistema fab'il, sino también y, muy especialmente, a lo que ocu- c han cedido el protagonismo al desarrollo
rría en el interior de las industrias, consideradas ahora como formas sociales de inter-
e cales se han quedado pequeños en el con_
acción, dignas de ser estudiadas en sí mismas. En efecto, la mayoría de las personas
texto de la globalización, consecuencia del progreso de los meáioi de transporte y
en la sociedad moderna emplean la parte principal de su tiempo en el interior de su comunicación; los recursos invertidos en la producción de bienes es cada u"fm"noi
lugar de trabajo que es, ahora sí, la organización industrial. Surge así, una especiali- en comparación con la atención dedicada a la prestación de servicios y al flujo de
daá de la investigación sociológica que comenzó a denominarse Sociología indus- información, etc. Estos y otros factores 1ue estudiaremos a lo largo dét hbro- han
trial. La denominación de esta rama de estudio no ha estado exenta de controversias, provocado que la industria -la fábrica- haya dejado de ser la institución protagonis-
como reflejaremos en el siguiente apartado, de acuerdo con los temas específicos que ta' de la sociedad actual. Lamayoría de la gente no trabaja ya en procesos industria-
se propuso estudiar o con el ambiente intelectual en el que se desarrollaron. Sin embar- les-muchos se han podido robotiza¡- ni administrativos -que dependen de los orde-
go, 1o que sí está claro es que se dio un interés específico de los sociólogos por estu- nadores-. Lariqueza de las naciones ya no depende de su riqueza productiva. La
A SoCIoLoGÍA DE LAS ORGANIZACIONES IruTROOUCCIÓN: EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES 9

información, su generación, transformación y flujo son, ahora, los protagonistas de desarrollados en el estudio de las empre-
las decisiones económicas. Sin embargo, la organización -que ya no es preferente- a la investigación social en otro género
rnente industrial- no ha desaparecido de los cimientos de la vida social. Es más, como ar a un campo de estudio tan importan-
Lremos visto más arriba, nuestra sociedad se puede denominar con propiedad socie-
dad de las organizaciones. ca. por eso, ra sociorogía de ra empre,"Tfti"?li:'j:;Tfit".":ffiFlf¿';,',1'át;
El interés de la Sociología se ha trasladado, por todo ello, de la industria como hasta cubrir también otro tipo de realid des cólectivar qu" vertebian la sociedad
tema principal al análisis de las organizaciones -en cualquiera de sus formas y con- actual. Bien se podría utilizar, para referirnos a la materiá que nos ocupa, el térmi-
figuraciones- como actor colectivo crucial para la comprensión de la sociedad con- no breve de <<Sociolo gía de las organizaciones>, y así lo hacón muchos autores. Nos-
temporánea. Hay gran diversidad de organizaciones de acuerdo con los fines que per- nte, unirnos a esta corriente, aunque al principio nos
siguen, con las estructuras internas que desarrollan, con su capacidad de carnbio y .<Sociología de la empresa y de las orgánizaóiones>
adaptación al entorno, etc. Pero todas ellas tienen en común ciertos aspectos estruc- ta área del saber, así como a la centralidad de la acti_
turales y significativos que permiten investigar su funcionalidad y conflictividad de vidad socioeconómica que ha actuado como motor de su desarrollo.
rnanera, al menos, análoga. El bagaje que la Sociología -como perspectiva particu-
la¡- desarrolló durante el período industrial ha resultado tremendamente útil y clari-
ficador para lograr una comprensión atinada y progresiva de la <vida organizacio- 1.3. CUESTIONESTERMINOLÓGICASY CAMPOS DE ESTUDIO
nal>, en sus diferentes dimensiones.
La Sociología, hoy en día, se ocupa de las organizaciones en cualquiera de sus IJna enumeración de los temas tratados por la Sociología de las organizaciones inclui-
especificaciones concretas. No se limita ya a las organizaciones económicas, sino ría fundamentalmente los siguientes: los problemai históricos-relativos al indus-
que presta atención y tiempo al estudio de hospitales, museos, universidades, aso- trialismo y su evolución hacia la sociedad de la información; las diferentes teorías
ciaciones ciudadanas, etc. Le es lo mismo estudiar una clínica privada (una empre- sobre las relaciones sociales en el trabajo; el estudio de la empresa como sistema e
sa) que una clínica pública: las dos son organizaciones. No signif,rca esto que se institución social y de los roles que la componen; los problemás relativos a la moti-
kraya diversificado indefrnidamente el objeto de estudio. Es cierto que ha habido vación y a la satisfacción en el trab
una ampliación de los temas que interesan. Pero significa también que los diver- social de la organizaci6n, así como
sos tipos de organización social se parecen cadavez más entre sí, al parecerse todos relativos al entorno exterior en que
ellos cada vez más a la forma de estructuración de la acción colectiva que inaugu- sindicatos, ocio, cambio social de la
ró la industria en los albores de la sociedad moderna. Por ello, la Sociología de las Sociología del Trabajo,
organizaciones es un título que se refiere no tanto a un cambio en el objeto de estu- ién todavía como Socio-
dio como a una evolución del propio objeto estudiado, que se ha convertido con el quienes utilizan formas
paso de las décadas en algo cadavez más complejo y generalizado, configurador a' Sociología del Traba-
no sólo de la dimensión económica de la vida social sino también de muchos otros jo y el Ocio, etc.
aspectos de la vida cotidiana de las personas individuales. Por eso, la perspectiva preocuparnos excesivamente por la cuestión, pues las discusiones termino-
_ _ .Sin
sociológica ha recogido el reto del estudio de la evolución social en el centro de su lógicas suelen añadir,poco en lo científico y son más bien reflejo de problemas per-
dinamismo, que es, en nuestros días, el estudio de las organizaciones actuales. sonales de supremacía de escuelas y autores, vale la p"tru."pui- las denominacio-
De esta manera, la Sociología de la empresa recoge hoy, a la vez que 1o amplía nes más importantes que nos pueden servir como muéstrario de los diferentes enfo-
y 1o actualiza, lo que durante décadas fue el objeto de la Sociología industrial. A con- ques que han predominado en la disciplina:
tinuación, dedicaremos más atención a las cuestionemos terminológicas, pero ade-
I antaremos ahora que el término <<Sociología Industrial> ha quedado ya algo anti- a) término Industrial Sociology es posiblemente el que
cuado pues, aunque sigue existiendo un gran número de organizaciones esencial- do el mundo durante décadas y se corresponde con
rnente industriales, con sus virtualidades y problemas típicos, el tipo específico de tigación y docencia de la Sociología nórteameri_
agente colectivo en la actualidad ya no se puede decir que sea la industria, y no sólo cana. Sus estudios se han dedicado especialmente a los problemas humanos
por razones cuantitativas sino también cualitativas. Las organizaciones económicas en el interior de las fábricas, con una clara preocupación por la productividad.
típicas en la actualidad se configuran de maneras muy diversas de la que fue común Pero en buena medida se han olvidado de ün temá vital, óomo es la.necesidad
en la sociedad industrial. Qué maneras son éstas y qué consecuencias tienen para la de tratar las consecuencias sociales de industrialismo, sobre todo en sus ver-
wida social es uno de los hilos conductores del presente libro, que se va desarrollan- tientes más críticas y menos conformistas. Por otra parte
do a 1o largo de los diferentes capítulos de que se compone. -como es obvio- las
actividades profesionales y de servicios, privados ó públicos, donde se reali-
10 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES INTRODUCCION: ESTUD|o DE LAS ORGANTZACTONES 11

zaüna actividad productiva, también son objeto de estudio, aunque por el títu- blemas sociales planteados por la empreso (Dahrendorf 7974:IO). Algunos auto-
lo <<industrial>> pudieran parecer marginadas. res han intentado, durante las décadas pasadas, distinguir su rímbito del áe
b) Relaciones industriales. Es una derivación de la Sociología industrial, que h Socio-
logía industrial, pero --€n nuestra opinión- son intentos vanos en que no vale la
centra sus estudios especialmente en las relaciones entre asalariados y pro- pena entrar, una vez que ya hemos comentado nuestra postura al respecto.
pietarios, entre empleados y directivos; y más concretamente en lo relati-
vo a la negociación de los convenios de trabajo (salarios, duración de la Con todo lo dicho puede concluirse que la Sociología de la empresa, la indus-
jornada, participación, etc.). Con este título han proliferado en Europa y
trial, la del trabajo, la económica, la de las organizaciones y el estudio de las rela-
América departamentos de investigación y docencia en las universidades, ciones industriales tienen en esencia -junto con todos los vocablos híbridos que tam-
cuya actividad se enmarca claramente en nuestro campo de estudio, aun-
bién se han utilizado- un mismo contenido, pues objeto y métodos coincidln y los
que intentan reducir a un aspecto muy concreto su ámbito de interés.
enfoquen son muy simila¡es. Por nuestra parte utilizaremos el término Sociolog?a de
c) Sociología de las organizacio¡¿¿s. Es una denominación muy actual del estu-
las-organizaciones que nos parece fácilmente inteligible, incluso para los noirp"-
dio de las colectividades en función de su organización, que se considera como
cialistas en los campos de interés que nos ocupan, sin renunciar en momentos deter-
un sistema de actividades o fuerzas personales y estructurales conscientemente
minados a usar las demás expresiones.
coordinadas (Perrow, 1991). También se interesa por los efectos emergentes
de los distintos tipos de organización. La amplitud del objeto marcado como
campo de estudio hace quejunto a empresas quepan corporaciones cuyo fin
no es económico; por ejemplo, las organizaciones públicas, las asociaciones 1.4. LA SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES EN LA PRÁCTCA
no lucrativas, las iglesias, etc. En este sentido la sociología de las organíza-
ciones coincide en los problemas de su interés (comunicación, paficipación, La Sociología de las organizaciones intenta, como cualquier ciencia, racionalizar el
relaciones formales e informales, etc.) y en su misma metodología, con la mundo de nuestra experiencia, y se ocupa de problemas que afectan diariamente a
Sociología de la empresa, aunque aborda explícitamente otro género de acto- muchos individuos. Por eso es lógico suponer el interés práctico de sus conclusio-
res colectivos de índole no económica. res. Sin embargo, la Sociología no tiene como propósito descubrir los mecanismos
d) Sociología económica. Estudia las diferentes instituciones económicas, entre ocultos -desconocidgs. de la vida social para que puedan ser utilizados por <<inge-
las que sobresale la empresa, pero sin circunscribirse tampoco a la sociedad nieros sociales>>. Su objetivo es, más bien, difundir en la sociedad la compñnsiónáel
industrial tal y como la hemos descrito (Smelser y Swedberg, 1994). Real- modo en que las relaciones sociales están establecidas, persisten o puedán ser modi-
mente, una buena parte del campo de interés de esta disciplina coincide con ficadas, pero no tanto la acción o intervención sobre esias relaciones.
el de la Sociología de la empresa, aunque tenga otros apartados que a éste le
interesan sólo marginalmente (por ejemplo, los problemas del subdesarrollo) Misión de la Sociología en las organizaciones
o como elementos ambientales (por ejemplo, el consumismo).
e) Sociología del trabajo. Es una denominación típicamente francesa, con raí- La actividad del sociólogo en la sociedad de las organizaciones no es, principalmen-
ces en la tradición durkheimiana. La Sociologie du travail estudia <<todas te' dar norrnas de conducta, recetas para resolver los problemas concretos, sino iifundir
las colectividades humanas que se constituyen con motivo del trabajo: una racionalidad, ofrecer conocimientos, hacer más comprensibles los procesos sociales del
empresa industrial lo mismo que un trasatlántico o una lancha de pesca, gruPo como un todo, con sus subgrupos y grupos de referencia. Podrá así contribuir al
una gran explotación de agricultura intensiva o la finca del pequeño agri- fi¡ncionamiento óptimo, pero no es su tarea inmediata decir en qué consiste este funcio-
cultor donde trabajan algunos empleados con la familia del agricultor, una namiento o cómo se consigue. Su interés por los problemas económicos
-productividad,
gran tienda de departamentos o un pequeño comercio que sólo emplea a estabilidad, pérdidas por conflictos, etc.- es indirecto. Aunque en estos campos sus apor-
algunos vendedores, un taller de artesano y la oficina de una delegación de taciones, con base en investigaciones realizadas en diferentes grupos, puedan a", *rry
policía, el equipo de un avión que se constituye a intervalos regulares en prácticas para comprender realmente el problema y plantear correciamente su solución.
una línea aérea o el personal de una automotora de los ferrocarriles>> (Fried- Por otra parte, el interés del punto de vista sociológico no se refiere a la estructura
mann, 1977: 28). Quizá hagan más hincapié en el estudio de los problemas humana concreta de una empresa específica; es decir, a las personas individuales que tra-
más directamente relativos al trabajo como tarea humana genérica y en bajan en ella y al modo como se relacionan personalmente con quienes les rodeañ. Es la
aspectos más ideológicos (alienación, conflicto, sindicatos), desde un pun- Psicología la que puede da¡ racionalizaciones o consejos prácticos sobre la conducta de
to de vista explícitamente crítico. los individuos; por eso en cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede ser conve-
o Sociología de la empresa. Es la denominación que surgió y se ha mantenido niente contar con la colaboración de un psicólogo que ayude en los procesos de selec-
especialmente en la tradición alemana como .<ciencia sociológica de los pro- ción, de adaptación a las tareas y de solución a los péqueños conflictos cotidianos.
a2 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES
INTRODUCCION: ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES 13

hacen convenientes el estudio de la dinámica de las organizaciones para los res-


La Sociología de las organizaciones tiene más importancia en el contexto de
Las grandes emp.esas o instituciones donde los procesos de grupos adquieren una ponsables de la acción. Esas razones son: a) necesitan una visión global de las
entidad difícilmente abarcable, e incluso inabarcable a simple vista, o por pura organizaciones, y no sólo un conocimiento específico de alguna de sus partes; b)
intuición. El sociólogo se podrá ocupar de esta forma de las causas estructurales una mejor comprensión de los fenómenos organizativos puede redundar en una
del conflicto, de las funciones y conflictos del sistema de comunicaciones, de los mejora de las funciones que desarrollan en su área de responsabilidad; c) si la
grupos informales, de los prejuicios que impiden la cooperación y otros temas afi- innovación técnica es determinante para la competitividad, la innovación organi-
á.s-"uyu repercusión en la vida cotidiana de la empresa es evidente. También en zativa es imprescindible para una adecuada adaptación al entorno. Se requiere un
la pequeña émpresa estos problemas tienen su importancia, con frecuencia por los esfuerzo en el estudio de las organizaciones para innovar en este sentido.
condicionamientos externos del entorno sociopolítico en el que se encuentran. Pero no debemos olvidar que la sociología de la empresa, como saber específi-
En cualquier caso, como indicaba acertadamente Dahrendorf (1974:18), <<sería co, no proporciona a los hombres de acción recetas, sino conocimientos: por eso. su
deseable qué todo aquel que ocupa en una empresa o en una agrupación econó- tarea no es determinar qué opción resulta más conveniente en un momento concreto
rnica un puesto de responsabilidad se ocupara alguna vez de la problemática de Ia para una empresa determinada; pero tampoco puede perjudicar a las decisiones prác-
Sociología de la empresa>>, y es éste el sentido que tienen los cursos intensivos ticas que los que han de decidir se dejen enriquecer con lnayores y pertinentes cono-
organizádos con frecuencia para directivos o líderes sindicales. La perspectiva cimientos. En este sentido, es adecuado recordar la distinción que propuso Max Weber
puede aportar una visión de las organizaciones a sus directivos que (véase el Cuadro 1.1) entre las tareas del político y del científico (1919-1986), así
=oóiológicu
enriquezca su manera de plantear y enfocar los problemas cotidianos o los extraor- como el consejo que da al científico de evitar la tentación de ir más lejos. Para Weber,
dinaiios. En este sentido, Alfonso C. Morales (1991) aduce algunas razones que <una ciencia empírica no puede enseñar a nadie qté debe hacer, sino únicamente qué
puede hacer y, en determinadas circunstancias, qué quiere; jamás puede ser tarea de
una ciencia empírica proporcionar normas o ideales obligatorios de los cuales pue-
CUADRo 1.1 dan derivarse preceptos para la práctica>> (1973:44).
Conocimiento teórico y vida práctica

*Ustedes preguntarán, por último: "Si todo esto es así, ¿qué Actualidad de la perspect¡va soc¡ológica en el mundo
es lo que de realmente positivo aporta la ciencia para la vida de la gest¡ón
práctica y personal?". Con esto nos encontramos de nue-
vo ante el problema de su vocación. Por de pronto, la cien- Desde que, en el año 1929, se iniciaron los experimentos de Hawthorne, punto de
cia proporciona conocimientos sobre la técnica que, median- partida inmediato de la Sociología de la empresa contemporánea, el interés por nues-
te la previsión, sirve para dominar la vida, tanto las cosas tra disciplina tuvo Lrn auge creciente truncado a hnales de los años cincuenta. La cri-
externas como la propia conducta de los hombres. Dirán sis -como el esplendor- provino de las consecuencias prácticas sacadas por Mayo,
ustedes que por ese camino nos encontramos simplemen- en Hawthorne, que dieron lugar al movimiento de <.relaciones humanas>>. Sus discí-
te con la verdulera del muchacho americano; esa es tam-
bién mi opinión. Pero, en segundo lugar, y esto ya es algo
pulos quisieron utilizar.algunas de sus conclusiones como si fueran una receta uni-
que la verdulera no hace en modo alguno, la ciencia pro- versalmente aplicable por los encargados en las industrias de mantener el clima de
porciona métodos para pensar, instrumentos y disciplina trabajo. Pero los resultados no fueron buenos -no podían serlo, pues no era ese su
para hacerlo. Tal vez me objeten ustedes todavía que aun- objetivo-. Así pues, las primeras experiencias de llevar a la práctica sistemáticamente
que eso no son verduras, no pasan de ser medios para procurárselas. Aceptado; por hoy los resultados incipientes de la Sociología de la empresa, terminaron en un fracaso
que hizo temer por su misma continuación como disciplina científica. Sin embargo,
los avatares de la dirección de empresas en las últimas décadas han puesto nueva-
mente de relieve la importancia de una comprensión profunda de la dimensión social
de las organizaciones, como se puso de manifiesto, por ejemplo, desde la recepción
ustedes que, para simplificar, piensen en entusiasta de libros tan conocidos como Teoría Z. de Ouchi. o En busca de l,a exce-
ta tal postura, la experiencia científica e Jencia, de Peters y Wateunan. El éxito de estos gurús de la gestión no hizo sino subra-
para llevarla a la práctica. Si, por casua yar la importancia que para la vida real de las corporaciones grandes y de las orga-
se sienten obligados a rechazarlos, se v
nizaciones pequeñas tienen temas como la cultura compartida, el desarrollo de valo-
medios. ¿Resultan o no los medios santificados por el fin?"
res comunes, la flexibilidad estructural de la comunicación interna, los cauces de los
Fuente : Max Weber (1 9 l 9-1 986: 221 -222)
pr-ocesos de decisión, etc., tenlas todos ellos que perteÍrecen al acervo tradicional de
14 socloloef¡oEt-AsoRGANtzActoNEs
11

'rl almente, ros estudios de gestión de empresas privadas y de la


ca, entre otras técnicas de intervención práctica, se benefician
de los conocimientos básicos desa¡rolla-dos en el ámbito de la
Sociologfa. Esperamos que el estudio de los temas incluidos en el presente libro sea
también de utilidad para el lector.

HISTORIA SOCIAL
DE LAS ORGANIZACIONES

t,
LA PRIMERA REVOLUCIóN
INDUSTRIAL

A
rc.

2.1 . OLAVES DE uN PRocESo HlsróRlco: Etapas del crecimiento económico. carac-


terísticas económicas de la sociedad preindustrial.
LAAPARICIÓN DE LA INDUSTRIA: Un cambio ni revolucionario ni industriat. Extensión
de la industrialización.
CARACTERíSTICAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA INDUSTRIALIZACIÓN:
Características económicas de la primera industrialización. Características sociales de
la industrialización iniciaL.
2.4. EL FRACASO DE I.A REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN ESPAÑA: INIENIOS bAIdíOS dE
industrialización. Causas del fracaso.
2.5. EL MOVIMIENTO OBRERO Y I.A ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES: LOS OTÍ-
genes del sindicalismo anglosajón. El sindicalismo continental..
18 SOCIOLOGiA DE LAS OFIGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 19

países del mismo resulta cosa natural desde la segunda mitad del siglo xtx. La pre-
n Sociología de la empresa se propone estudiar las relaciones sociales que se
misa más general panla existencia del capitalismo moderno es la contabilidad racio-
constituyen alrededor de las organizaciones económicas, consideradas como la
nal del capital como norma para todas las grandes empresas lucrativas que se ocu-
institución calacterística de la Sociedad Industrial. Max Weber, en su Historia eco-
pan de la satisfacción de las necesidades cotidianas. Las condiciones para que exis-
nómica general (1923), explica cómo uno de los elementos constituyentes decisivos de
tan esas empresas son:
la empresa moderna es la apropiación del taller, de los instrumentos, fuentes de energía
y materias primas en una misma mano, la del empresa¡io, de manera que el proceso segui-
do en el trabajo o los instrumentos empleados tienen una importaricia secundaria.
1. Apropiación por las empresas de los bienes de producción como propiedad
de libre disposición.
La existencia de la empresa o fábrica moderna supone, desde el punto de vista
2. Libertad de mercado.
económico, la posibilidad de ventas en gran escala y con carácter permanente, con
J. Técnica racional contabilizable.
una organización productiva abocada fundamentalmente al mercado e independien- A
-- Derecho racional, calculable, con actuación previsible de los tribunales.
te del autoconsumo; y esto sólo es posible en una sociedad de economía monetaria
5. Trabajo libre; es deci¡ personas jurídica y económicamente obligadas a ven-
y donde las técnicas permitan una producción relativamente barata. Desde el punto
der libremente su actividad en un mercado.
de visp del orden social, la empresa moderna sólo surge cuando es posible contar
6. comercialización de la economía, con uso general de títulos de valor transfe-
con uná mano de obra libre, barata y abundante -aunque para algunos la experiencia
parece demostrar lo contrario-, situación sólo alcanzable mediante la disolución del
ribles para los derechos de participación en las empresas.
orden gremial que enmarcaba las relaciones productivas en la Edad Media.
En este ma.rco teórico que vamos perfrlando inicia su andadura la empresa indus-
trial moderna. Pero antes de estudiar el caso concreto de Inglaterra -prototipo y pri-
mer ejemplo histórico de proceso de industrialización- vamos a ver genéricamente
2.1. CLAVES DE UN PROCESO HISTÓRICO
las etapas por las que se considera debe pasar este proceso. Parece, en este sentido,
Se considera, normalmente, que es la Revolución Industrial la que está en el origen muy adecuado el análisis secuencial de Rostow sobre el desarrollo económico.
de la Sociedad Industrial y del concepto moderno de empresa. Más adelante abor-
da¡emos con más precisión las causas y efectos de dicha revolución, ahora sólo resal' Etapas del crecimiento económ¡co, según Rostow
taremos que sus comienzos coinciden con los inicios del capitalismo y que, como
precisaba Max Weber (1904-1981), existe el capitalismo donde quiera que se reali- Corresponde la aportación de Rostow a un intento de relaciona¡ las diferentes fuer-
za la satisfacción de necesidades de un grupo humano, con carácter lucrativo y por zas: económicas, políticas y sociales que inciden en el funcionamiento de una socie-
medio de empresas, cualquiera que Sea la necesidad de que se trate. De manera que dad integral. Las bases para una teoría del crecimiento económico las busca en la
habla¡ de los inicios del capitalismo, de la Revolución Industrial y del concepto moder- Historia Económica.
no de empresa es hablar de una misma realidad. El punto de partida de Rostow, expresado en su libro Las etapas del crecimien-
Al intenta¡ acla¡a¡ el anclaje decisivo del capitalismo algunos autores centran su aten- to económico (1973), es que es posible identificar las sociedades, en sus dimensio-
ción en la existencia del mercado; así, por ejemplo, Simmel (1977)considera que el capi- nes económicas, dentro de una de estas cinco categorías: la sociedad tradicional, las
talismo es fundamentalmente una economía monetaria, pues lo importante es la difusión condiciones previas para el impulso inicial, el impulso inicial, la marcha hacia la
del medio de intercambio, el dinero, y sus actitudes mentales concomita¡tes: el cálculo madurez y la era del gran consumo en masa. Estos son los pasos que de una forma
racional y la exteriorizaciín de las propiedades y posesiones personales; y en la misma más o menos úpida han seguido todos los países que actualmente llamamos des-
línea, para Sombart(1930) el alma del capitalismo es el cálculo racional de las ganancias. arrollados, y el itinerario señalado para los que están en un proceso de desarrollo.
Sin embargo, Karl Marx y Max Weber coinciden en que lo realmente importan- Vamos a repasar escuetamente el sentido que, para Rostow, tienen esas cinco etapas.
te es la forma de la producción; para Marx, sobre todo es importante la oferta de tra-
bajo y la necesidad de explotar el ejército de desocupados; para Weber, el trabajo l. La sociedad tradicional. Se caracteriza porque su nivel de producci6n per
monótono y pesado se inicia en un ascetismo motivado por la religión, pues no es cápíta no aumenta, debido a que las posibilidades científicas y técnicas moder-
suficiente el afán de lucro que existía anteriormente -por ejemplo, entre los comer- nas no se pueden aplicar de forma régular y sistemática. Eniérminos genera-
ciante chinos- (Gerth y Mills, 1977:1,28-I3O). les, las limitaciones a la productividad que caracterizan esta etapa hacen que
Indica Weber (1923) que el capitalismo se ha presentado de diferentes maneras la sociedad tenga que dedicar una gran parte de sus recursos a la agricultura.
en los diversos períodos de la historia, pero la satisfacción de las necesidades coti- Tienen gran importancia los nexos familiares, y el sistema de valores contie-
dianas basadas en técnicas caoitalistas sólo es oeculiar de Occidente. v aun en los ne una alta dosis de fatalismo a largo plazo.
20 soctolocíA DE LAS oBGANtzActoNES
LA PRIMERA nevoluclÓru INDUSTRIAL 21
2. para el impulso inicinl. Esta segund a etapa se correspon_
que se desarrollan las condiciones previas para el impulso 9l alto nivel de ingresosper cdpitapr-
ues requiere tie o defenderse de los rendimientos décre_ básicas en grado elevado, sino la bús-
cientes y gozar de los beneficios y opciones debidos al progreso a ritmo de inte- iales) y el bienesta¡ (productos estándar de
consumo dist¡ibuidos en gran escala: muy representativo de ellos es el coche).
rés compuesto. Se dieron estas condiciones en la Europa oócidental de fines del
siglo xvu y principios del xvru, y especialmente en Inglaterra, favorecida por
La existencia de estas stow importante para establecer tér_
unos recursos naturales y una estructura política y social flexibilizada. A eJta
minos comparativos entre y para óolocar lás diferentó, .o"i"-
situación preparatoria la denominó Rostow, siguiéndo el argot de la aviación,
dades en su momento evo críticas que se le han realizado han
como warming up (calentamiento de motores antes del despegue).
sido, en buena parte, asumidas por Rostow, pues no han sido tan radicales como p¿¡a
En otras sociedades, este paso se ha iniciado más poiinfluencia externa
descartar metodológicamente una progresión de este tipo en el crecimiento
que por factores endógenos. Para Rostow significa en óoncreto esta etapa: el econó-
mlco.
afianzamiento de la idea de que es posible el progreso, la extensión de la edu-
cación, aparición de instituciones para el mánejo del capital, inversiones en
Fi uarnos en el siguiente gráfico de Rostow, que nos
puede ideas acerca dé la evolución temporal de ías dis_
N[ransportes y comunicaciones. Y, sobre todo, una serie de cambios en el terre- tintas
'ño político que se pueden resumir en la construcción de un Estado nacional con base en la experiencia histórica. Desde esta
perspectiva vamos a abordar más profundamente el séntido que tiene la llamada
centralizado y efecüvo. Con todo ello, la economía sigue todavía con los méto- pri-
mera Revolución Industrial en Inglaterra partiendo de la destripción de la situación
dos tradicionales de baja productividad, con unos válores inalterables.
previa.
3. El impulso inicial. Es el paso definitivo, en opinión de Rostow. En esta fase,
se superan todos los obst¡áculos y resistencias contra¡ios a un crecimiento per- CUADRo 2.1
manente. continuando con el argot de la aviación, Rostow llama a esta etapa Etapas del crecimiento económico; según Rostow
take ffi el despegue propiamente dicho. Las fuerzas tendentes al progresoie
expanden, de forma que el crecimiento llega a ser condición normal. El es- 1780 1800 1820 1840 1860 1880 1900 1920 1940 1960 Despegue
tímulo inmediato es esencialmente tecnológico, ya sea en la agricultura o en Generación I
la industria; y supone tanto la formación de un capital social fijo-, como la apa- (1783-1802)
rición en el poder público de un grupo preparadó para aceptar la moderniza-
ción económica como asunto trascendental y de gian catégoría política. Despegue
La aparición de nuevas industrias produce una acumulición áe bienes üs- Generación ll
ponibles en la sociedad. El incremento de ingresos produce un aumento de (1 830-1 850)
ahorro (del 5 al 10.por 100 del ingreso nacionál) que, al invertirse, da lugar a
un proceso de crecimiento realimentado. Con lo que la estructura económica
y política se transforma de tal manera que, en lo sucesivo, puede sostenerse
con regularidad un ritmo fijo de crecrmrento. Despegue
4. La marcha hacia Ia madurez. Consiste en un progreso sostenido durante un Generación lll
largo intervalo de manera que la tecnología modema empieza a abarcar todo (1 870-1 901 )

el f'r'onte de-la aotividad econósrica de la sociedad. De esta^manera, indica Ros-


tow, al reinvertirse del l0 al2O por lO0 del ingreso nacional, los incrementos
de la producción sobrepasan los aumentos de población. Históricamente, este Argentina
proceso parece necesitar unos sesenta años de mejoras permanentes, de for_ Turquía
lna que sea posible qrre crezca el monto del capital y se realice la absorción Brasil Despegue
de la tecnología moderna por la sociedad, al menos pór tres generaciones acos- México Generación lV
tumbradas al crecimiento como estado normal; aoñque lógicamente es facti- India (1933 hasta la
ble pensar en un acortamiento progresivo de la etapa siguiendo la experien- China fecha)
cia de otras sociedades ya industri izadas. Taiwan
5. In era del consumo de masas. Esta última etapa está caracteizad.a porque los Corea del Sur
principales sectores productivos se orientan hácia los bienes y servicioj dura_
f> lmpulso inicial O Madurez IConsrtmo clc mases
22 socloloeiA DE LAS oRGANlzAcloNES LA pRIMERA REVoLUctóN TNDUSTRTAL 29

características económ¡cas de la sociedad preindustrial del siglo xvIII era inferior al de finales del siglo xv, jugando un papel impor-
tantísimo las variaciones en el aumento de la población. En definitiva, el círcu-
Si s menos desarrolladas de nuest lo vicioso de la pobreza es una situación relativamente estable cuya ruptura per-
ne la industrialización, Podemos mite inicia-r procesos de desarrollo socioeconómico (véase el cuaüo 2.2).
rís siguientes: pobreza' Ientitud d 3. La dependencia de Ia agricultura.En las sociedades tradicionales el modo de
económico , fuerza de trabajo no especializaday disparidades vida es de subsistencia, de forma que cada familia debe conseguir sus propios
separado de cada una de estas catacterísticas nos servirá para situar el punto en
que
medios de alimentación. Y lo habitual es que más del 80 por 100 de la pobla-
se encontraba una sociedad preindustrial como Inglaterra a mediados del siglo XVltt ción tenga en la agricultura su dedicación fundamental.
y señalar las pautas de actuáción que caracterizan el proceso de industrialización o
áe desarrollo económico. Phillips beane (1975) expone de manera acertada los ras- La situación inglesa a finales del siglo xvII entraba en este cuadro; puede
gos principales de las economías preindustriales: calcularse que un 68 por lO0 de las familias tenían en la agricultura su dedicación
primaria. Y que para 1750, aunque había empezado una cierta expansión industrial
1. La pobreza. Es difícil saber la situación de pobreza o riqueza de un pueb-lo y de comercio con ultramar, probablemente más del 66 por 100 de la población tra-
coáo el inglés en el siglo xvrll En primer lugar, por el carácter relativo del bajaban en el sector agrícola, aunque pudieran algunos dedicar parte de su tiempo a
término poÉr"ra,que hice necesaril lá elección de una entre las distintas medi- fa industria de Ia lana o el algodón. En cualquier caso, la mayoría de los habitantes
das posibles, y, e; segundo lugar, porque las series de datos disponibles no de Inglaterra en el siglo xvul vivían en zonas rurales, y sólo una de cada cinco per-
siempre .or, *.ry fiabIes. Para medir el grado de rique_za, podemos utilizar la sonas habitaba en una gran ciudad.
renti per cópita, que se acepta normalmente como índice más común'
4. La falta de especialización profesional. La economía moderna se caracteriza
En ta delnglaterra a finales del siglo xvru por la especialización en la producción, de manera que ésta se realiza en un
podría 50, el promedio se situaría entre las 12 proceso en el que intervienen diferentes individuos especializados en la rea-
ylastnalesdelsigloxvnr,habíapasadoa.l2 lización de una parte (una sola operación normalmente). Por el contrario, el
libras. O pueden equivaler a unas 70 de 1950' cifra trabajador tradicional es un hombre para todo.
y simi-
superior a las rentas per cápita anuales de muchos países subdesarrollados,
lai a la que podían táner ahediados del siglo xx muchos países de América Cen- La situación de Inglaterra a finales del siglo xvIII no era de una gran especiali-
tral y del Sur. zación, aunque existían numerosas fábricas en que la división del trabajo se había
Éosiblemente, Inglaterra estaría en el siglo XVUI entre los tres países más ricos realizado hasta el extremo. Puede calcularse que, a principios del siglo xvII, la ren-
del mundo --con Fraricia y Holanda- y sus habitantes tenían un nivel de vida supe- ta nacional correspondiente a salarios o sueldos era más o menos de un tercio del
rior en comida, vestido y alojamiento que el resto de sus contemporáneos. Pero toda- total; y que, hacia mediados de siglo, la proporción de los salarios pasaría a ser supe-
vía elnivel de vida era-muyvulnerabfe a los desastres climáticos y epidemias; con ri or a la mitad. En cambio, actualmente, en regiones poco industriálizadas como, por
unos excedentes en bienes áhmenticios en circunstancias normales, pero siempre al ejemplo, Nigeria, la proporción de salarios sobre el total de la renta nacional no alcin-
borde de la catástrofe. za el 15 por 100. Pero, sobre todo en Inglaterra, se habían ido desarrollando en el
si glo xvII una serie de instituciones económicas (comerciales, de seguros y moneta-
2. EI estancamiento. Es ésta una de las ca¡acterísticas fundamentales de la socie- rias) que formaban un sistema más conexo que el que puede darse actualmente en
dad preindustrial, que su nivel de vida está relativamente estancado o estable. casi todos los países subdesarrollados o de renta baja.
Los cambios económicos se realizan de manera lenta y pueden ser de creci-
miento o de decrecimiento. Como certerarnente indica Deane, refiriéndose a los 5. El escaso grado de integración geográfica. La falta de integración de las dife-
ingleses de principios del XVUr: <<Consideraban que la población, los precios y rentes regiones, debida a un sistema deficiente de comunicaciones, catacfeiza
la-productividad podían fluctuar tanto hacia a¡riba como hacia abajo' y que no también a la economía preindustrial. De manera que difícilmente se puede habla¡
haÉíarazónalguni para esperar que fueran en una dirección y no en otrD (1975: de economía nacional, sino de una amalgama de economías regionales.
17). De -u.t"á q.ré tu economíá lo mismo decaía que se desarrollaba, y el cte-
cimiento --cuandó existía- era tan lento que el hombre medio no tenía sensación En la economía inglesa del siglo xvm todavía se puede hablar de diveisos mer-
de vivirlo, pues la mejora conseguida durante un período (nunca superior al 1 ca-dos donde los precios, niveles de salarios y procesos productivos tienen tendencias
por 100 anüal) podíaier destruida por una mala cosecha, por una epfdg$1g dispares. Por eso, al intentar aunar los diferentes agregados regionales para darse una
por una guerra. ilay incluso indicioJ para pens¿Ir que el nivel de renta del inglés idea de la cualidad y ritmo del cambio económico, los resultados pueden no ser sis-
24 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 25

nificativos. Y cabe pensar que las posibilidades tecnológicas actuales en este campo
CUADBo 2.2 dan una cierta ventaja a los países ahora en desarrollo.
círcuto vic¡oso de la pobreza y modelo de desarrollo socioeconómico Resumiendo todo lo dicho, puede afrrmarse que en la economía brit¡ínica de media-
dos del siglo xvlu se observan rasgos todavía típicos de una sociedad preindustrial,
cíRcuLo vrctoso pero los cambios estructurales eran ya patentes. La población había iniciado, en 1740,
un proceso de crecimiento continuo, y antes incluso de que el sector textil y el side-
IGUAL IGUAL
t> ---.--.-----.-...->-.... rúrgico hicieran su cambio definitivo, la expansión de los ingresos reales empezó a ser
CAPITAL lo bastante importante como para que los contemporáneos tuvieran conciencia de ella.

i 2.2. LA APARICIÓN DE LA INDUSTRIA


NO IGUAL
INVERSIÓN INGRESO REAL Es un lugar común a todos los historiadores económicos que el camino hacia una
sociedad moderna pasa a través de la industrializaci6n. Se necesita un proceso con-
tinuo de crecimiento económico que permita a cada generación superar la produc-
ción y el consumo de las precedentes, y esto sólo es posible rnediante la industriali-
NO
zación. Adam Smith fue uno de los primeros autores que impulsaron esta nueva for-
AHORRO rna de entender el desarrollo económico (véase el Cuadro 2.3).
Hablar de industrializaciín es hablar de Revolución Industrial, pues la experiencia,
realizada en los diferentes países de formas muy diversas, consiste en pasar en unas pocas
MODELO DE DESARROLLO décadas de unos niveles de vida estabilizados a otros muy superiores y progresivos en su
crecimiento. La transformación fundamental en la otganización económica que supone
AUMENTO MAYOR
¡* CAPITAL PRODUCTI
La Revolución Industrial viene definida, en opinión de Deane (r975), po. uña serie de
cambios -interrelacionados entre sí- entre los que cabe incluir los siguientes:

1. Aplicación amplia y sistemática de la ciencia moderna y del conocimiento


MAYOR empírico al proceso de producción para el mercado.
INVERSIÓN 2. Especializaciín de la actividad económica en la producción para los merca-
dos nacionales e internacionales, más que para el uso familiar o local.
3. Movimiento de población de las comunidades rurales hacia las urbanas.
AHOFIRO 4. Ampliación y despersonalización de la unidad típica de producción: para fun-
darse más en la empresa pública y privada, y menos en la familia o clan.
5. Movimiento de la mano de obra a las actividades relacionadas con la produc-
MAYOR ción de bienes manufacturados y servicios.
DEMANDA 6. Uso intensivo y extensivo de los recursos de capital como sustitutivo y com-
plementario del esfuerzo humano.
7. Aparición de nuevas clases sociales y profesionales determinadas por la pro-
FACTORES piedad de medios de producción que no sean la tierra; es decir, el capital.
EXTERIOR SOCIALES
Todos estos cambios, en efecto, al producirse conjuntamente, y acompañados por
El circulo vicioso nos señala el estancamiento en las sociedades no desarrolladas duran-
tu incremento de la población y un aumento de la producción de bienes y servicios,
te siglos El modelo de desarrollo, aplicado por los economistas a partir de los años cin- constituyen una Revolución Industrial.
cuenta, nos muestra la posibilidad de romper el círculo vicioso por una ayuda exterior- Las Como hemos ido viendo, la Revolución Industrial supone una acumulación de
posibilidades del desarrollo permanente dependen de la existencia de unos factores soc¡a- car¡bios econóllicos y sociales que pueden especificarse analíticarrrente en cuatro
les que hagan posible el ahorro y mantengan la inversión. revoluciones diferentes: demográfica, agrícola, comercial y de transpor-tes. Inglate-
26 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 27

ffa pasa de tener 5,8 millones de habitantes en l'l4l a 14 millones en 1g31, lo que
CUADBo 2.3
ha provocado alguna teoría sobre la expansión de la demanda como causa def,rnitiva
Ventajas de la división del trabaio
del crecimiento económico inglés. Igualn ente, desde principios del siglo xvlu, se
.Las más importantes mejoras en el potencial productivo extienden en Inglaterra nuevas técnicas productivas ug.i".lttura, ju-nto al siste-
del trabajo,... parecen ser efecto de la división del trabajo. "tr1u
ma de cercamientos y a cambios en las actitudes empresariáler que lle-
Pongamos un ejemplo... de una manufactura sin imDor- "u-p"ri.rus
van a unas posibilidades de excedentes notables en el sector; incrementándoseia pro-
tancia, pero en la que la división del trabajo ha sido muchas ductividad agrícola, en el siglo xvrrr en más de un 90 por l0o, según los est-udioi de
veces advertida: la fabricación de alfileres. Un trabajador Castronovo (1975). Este incremento de la productiviáad explica el descenso de los
no adiestrado especialmente en este oficio... ni familiariza-
precios agrícolas, así como las crecientes posibilidades'de mintener una gran pobla-
do con el uso de la maquinaria empleada en é1..., podrÍa
apenas poniendo el mayor empeño fabricar un alfiler en un ción de asalariados industriales y de elevar la capacidad de compra de-proáuctos
día, y ciertamente no haría veinte. Pero según la forma en manufacturados. Por otra parte, la Revolución come¡cial hace qul empiéce a pro-
que actualmente se lleva esta industria, no solamenre cons- ducirse para el mercado -interior y exterior-, llegando las exportaóiones inglesastasi
tituye un oficio particular, sino que está dividido en un núme- a triplicarse entre 1750 y 1800. y, finalmente, la Revolucióá en los Transp-ortes, con
ro de &eraciones, que en su mayor pane son igualmente mejoras en las carreteras y la navegación fluvial, y sobre todo con el feiocarril, da
oficios peculiares. Un hombre est¡ra el alambre, otro lo ende- l"gT_3 una ampliación inusitada de los mercados a precios asequibres.
.reza, un tercero lo coña, un cuaño lo afila, un quinto lo aplasta en la punta para recibir la
cabeza; el hacer la cabeza requiere dos o tres distintas operaciones; el colocarla es una
Históricamente ha sido, pues, Inglaterra er primei país donde se produjo la Revo-
tarea particular, el blanquear el alfiler, otra; aun el colocarlos en el papel es una tarea apar- lución Industrial; surgió además espontáneamente, iin ayuda del Estado. por este
te; y así la importante tarea de hacer un alfiler resulta dividida en unas dieciocho distintas motivo el estudio de su punto de partida y de sus fases hi revestido gran importan-
cia, pues su evolución ha sido tomada como modelo, llegando incluso a afirmarse
que sólo Inglaterra ha recorrido la Revolución Industrial en todas sus fases.
Suele admitirse 1769 como fecha clave de esta primera Revolución Industrial,
por ser el año del invento, por Arkwright, de la priméra hiladora mecánica que per-
mitía una producción doscientas veces superior que la hiladora manual anterioi; su
puesta en práctica coincidió, además, con el invento, por parte de watt, de la máqui-
na de vapor. Para A¡nold roynbee 1ue acuñó definiiivamenre, en lgg0, el tér-i.ro
<<Revolución Industrial>>- el punto de partida de esta revolución específrca
es 1760.
Sin embargo, Hoffman, economista alemán, en función de las serñs manejadas de
los índices de crecimiento industrial, señala que el momento importante és 17g0,
operacrones. ..
fecha en que el porcentaje anual de c¡ecimientó fue por primera vez el doble del que

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cisa el
;:,ff:"1i;,T,:d;1ti::'**ffi;:X'..#:_
sostenido de la economía britámca.
Sin embargo, el historiador norteamericano Nef sitúa el comienzo de la indus-
triali.zación en el siglo xvf, queriendo poner de relieve la lentitud del proceso y la
continuidad profunda de la historia. Péro no parece que hacer centrar la atención
sobre las discontinuidades -insistir en el caráctér revoluciona¡io de los cambios- ocu-
rridas en períodos relativamente breves, con alteraciones claras en las series estadís-
ticas, vaya contra la unidad histórica. En efecto, para comprender el proceso de cam-
bio económico deben [enerse en cuenta ambos enfoqt.."i y reconocer las disconti-
nuidades importantes que se pueden vislumbrar en el mantó inconsútil de Ia historia.
En cualquier caso, es necesa¡io insistir en que, para finales del siglo xvm, se ha
generado ya un gran cambio en Gran Bretaña que tránsformó tanto laápariencia
físi-
ca del país como el modo de vida y trabajo dé sus habitantes. Se ha producido un
Fuente: Adam Smith: La Riqueza de las Naciones, 1776-1955: 47 proceso espontáneo, creador de riqueza, que se mantiene y permite saii, d" las pau_
tas tradicionales de consumo de bienes y servicios en lá óconomía preindusñial.
28 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 29

Un cambio ni revolucionario ni industrial nas trabajando juntas, en factorías, como en el caso de la minería; si bien Ia mano de
obra utilizada no era libre y el alcance de las experiencias era limitado. Con el auge
Algunos autores, como Dahrendorf (1914), han sostenido que en los planteamientos del comercio, el desarrollo de actividades como la textil desde el siglo xII, la acu-
de fondo la Revolución Industrial no fue ni revolución ni industrial y que esta para- mulación de capital en manos particulares, el desan-ollo de la contabilidad, etc., iba
doja no era un simple juego de palabras. Vamos a ver detenidamente el sentido de señalando un camino; por eso, la Revolución Industrial puede entenderse como tér-
esta frase para intentar profundizar en el carácter de esta primera Revolución Indus- mino natural de una evolución secular.
trial.
Quizá el corte no fue rápido, pero sí radical, por su profundidad, por su exten-
En ef'ecto, para este autor la Revolución Industrial no fue industrial, por cuanto sión y por sus consecuencias. En efecto, la importancia medular de la producción
ni las causas ni sus consecuencias se mantuvieron ni siquiera predominantemente en industrial pasa a menudo inadvertida, debido a que, con frecuencia, fenómenos obvios
el mercado de la producción industrial. EI gran cambio que posibilita el desarrollo de transición se interpretan precipitadamente como resultados dehnitivos. Sin emba¡-
técnico y económico se da principalmente en el campo ideológico, rompiendo el sis- go, si escudriñamos los cambios enormes habidos en el siglo xx, a consecuencia de
tema de las ideas manejadas, de valores <<tradicionales>> para sustituirlo por otro racio- las posibilidades abiertas por la industrialización, no parece aventurado decir que la
nalista. Revolución Industrial representa un corte que no tiene paralelo alguno en la Historia.
El gambio ideológico, que da lugar al orden capitalista, requiere de unos nuevos
supuestós jurídicos, sociales, religiosos e incluso psicológicos. Vamos a repasarlos
separadamente, pues en ellos está la posibilidad del nuevo orden. Si nos fijamos en Extensión de la industrialización
el punto jurídico, lo más destacable es el aftanzamiento de la propiedad privada sobre
Inglaterra fue el país pionero en el proceso de industrialización. Es donde se da por
todo en lo referente a los medios de producción, con la generalización en la agricul- primera vez el cambio de una economía de base eminentemente agraria a otra basa-
tura de los cercamientos, la constitución de sociedades para el comercio y la indus-
da en la tecnología de las máquinas. De todas maneras, no es aceptable estudiar el
1ria, y con la clara distinción entre trabajo y capital. Socialmente, debe señalarse en
fenómeno inglés aislado de su contexto internacional. como indicó Kemp (r916),
primer lugar la liberación de la mano de obra que supone lo que hemos denominado
cuanto más se adentra uno en el estudio de la Revolución Industrial inglesa, más evi-
Revolución Agraria, y que junto a la disolución del régimen gremial da lugar a un
dente resulta su ininteligibilidad con independencia de los acontecimientos que tenían
auténtico mercado de trabajo, donde éste puede considerarse realmente como una
lugar fuera de las islas o sin un estudio más amplio de los procesos que paralelamente
mercancía.
se desarrollaban por doquier. La necesidad para Inglaterra del comercio internacio-
Desde el punto de vista religioso, se ha querido ver en el protestantismo, y muy
nal y la procedencia de una buena parte de los conocimientos empleados hacen que
especialmente en el calvinismo, el cambio ético o de valoración que permite el desa-
no tenga sentido hablar de un proceso autóctono aunque lo hayamos denominado
rrollo capitalista. Fue primeramente Max Weber quien estudió la influencia religio-
anteriormente espontáneo.
sa en el proceso de racionalización que supone el capitalismo. Expuso sus ideas en
La ética protestante y eI espíritu del capitalismo (1904), donde explica, por su teo- Más interesante y lógico es percatarse del carácter expansivo de la industrializa-
ría de las afinidades electivas, cómo la Revolución Industrial pudo realizarse inicial- ción, desde sus inicios. Pasa de una rama de la producción a otra y se contagia de
unos países a otros. Puede deci¡se que Francia inicia su take offdespués de las gue-
mente en Inglaterra y países centroeuropeos de influencia calvinista, donde la pose-
sión de riqueza aquí en la tierra era visto como signo de predestinación, de cara ala rras napoleónicas, Alemania después de 1871, Norteamérica después de la Guerra de
vida eterna, al contrario del tratamiento tradicional cristiano de la pobreza como vir- Secesión y Rusia después de Ia Primera Guerra Mundial.
tud. Esta reflexión dio a una abundante polémica en la que destacó la contestación de Pero la industrialización europea y americana tiene algunas características que
Fanfani (1958). Este autor propuso una argumentación acerca del retraso de los países la diferencia del fenómeno inglés. Comparado con Inglaterra, en ninguna otra parre
latinos mediterráneos más bien como consecuencia del traslado del centro de gravedad asumió el proceso de industrialización el mismo carácter autónomo y orgánico; en
económico del Mediterráneo al Atlántico, debido al descubrimiento de América y de ninguna otra parte fue tan completa -como fenómeno nacional- ni tuvo tanto éxito
la ruta africana hacia el Oriente, y no tanto por razones de orden religioso o moral. a la hora de cambiar toda la estructura social. Se debe ello, en buena parte, a que las
En el aspecto psicológico debe señalarse que el nuevo orden hace necesa¡io un nuevas industrias continentales y americanas surgidas en el proceso tenían un mode-
alto grado de disciplina, sólo posible en una economía monetaria donde la contabi- lo al que seguir, y un poderoso rival económico y político con quien competir; de
lidad alca¡rce un alto grado de desarrollo y la mano de obra esté sometida á unas pau- aquí la importancia que tienen en todos los países en desa¡rollo las disputas entre
tas claras de actuación. proteccionistas y librecambistas.
También hay numerosas razones para afirmar que la Revolución Industrial no fue En las industrializaciones que se dan en el siglo xtx tiene un marcado papel el
inequívocamente revolución, como lo fue claramente la Revolución Francesa. Efec- desarrollo del ferrocarril como medio de transporte. Por otra parte el Estado juega
tivamente, desde mucho antes había ramas de la industria con centenares de perso- un papel activo, de promotor del proceso. La ayuda internacional, a través de las
30 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 31

inversiones, de los empresarios y del mismo comercio, es siempre un factor a tener Casi todos los autores están de acuerdo en que el secto¡ algodonero y el siderúr-
en cuenta. Con todo ello, la industrialización -sobre todo en Europa- tendió a adop- gico actúan en las primeras experiencias histórióas como puntá de lanza dela indus-
tar un carácter regional, y la transformación completa de las economías globales no trialización, arrastrando tras de sí a los demás sectores. Y que es precisamente la uti-
alcanzó el nivel inglés, de manera que hasta una etapa muy reciente alternaban y se lización masiva del carbón como fuente de energía lo que posibiliia realmente y pone
mezclaban sectores y regiones en punta. en cuanto a industrialización, con otros sus límites a la primera expansión económica significativi.
-como la agricultura en general- con un régimen muy tradicional.
características soc¡ales de la industrialización inicial
El aumento extensivo de la producción viene slempre acompañado de una gran des-
2.9. CARACTERíSTICAS ECONÓMICAS Y SOCIALES otganización social. Como indica Dahrendorf (l974),Ia ináustrializacióni".aru"-
DE LA INDUSTR¡ALIZACIÓN terizó por una desorganización de las diferentes formas de convivencia t¡ansmitidas
tradicionalmente, que abarcaban todos los dominios de la vida. Los problemas para
La industrialización supuso el advenimiento de una serie de transformaciones que la aceptación individual y social del maquinismo provienen de este nuevo orden social
resulta &rteresante sistematiza¡, aunque sea de forma simplificada. Podemos distin- que conlleva, que amenaza con desterrar radicalmente las situaciones anteriores.
Es
guir un conjunto de cambios de carácter fundamentalmente económico de otros más quizá por ello por lo que el siglo xvIII, en Inglaterra, es de convulsiones y reformas.
generales, que llamaremos sociales, donde el principio de la escasez no aparece de como lo es en el Continente el xx.
una forma definitiva. Desde el punto de vista social, la desorganización aparejada a la Primera Revo-
lución Industrial se manifiesta fundamentalmente en lal siguientes características:
Característ¡cas económ¡cas de la primera industrialización l. La transformación de la sociedad estamental o de castas en una sociedad de
La ca¡acterística económica sobresaliente de la primera Revolución Industrial es un clases. Esto signifrca pasar de un sistema de est¡atificación rígido, cerrado o
aumento extensivo de la producción industrial.La aparición de fábricas por doquier casi cerrado, a un sistema formalmente abierto o al menos semiabierto. Si en
constituye la sorpresa principal de la industrializaciín, pues siembra el país de gran- la sociedad estamental el status de los individuos es principalmente adscrito
des chimeneas y factorías que se extienden progresivamente a todas las ramas de la y se recibe en función del nacimiento, la sociedad industriai de clases da pre-
producción. Lo importante es, pues, el nuevo modo de produceión que empezó a ferencia al status adquirido, en el que lo que vale es el esfuerzo personal. Éara
denominarse, ya a principios del xtx, con el término factory sistem, que designa la muchos estudiososdeltema esto no pasa de ser una mera ficciónlurídica, pues
obra combinada de muchas categorías de trabajadores, adultos y niños, que atienden la realidad, fuera de algunos casos contados, no es de grandes cambios-. En
con asiduidad y pericia a una serie de máquinas puestas en movimiento por una fuer- cualquier caso, después del proceso de industrialjzacióÁ, puede hablarse de
za central. Esta definición incluye muchas formas de organizar la producción: desde una sociedad con más movilidad social.
los talleres para la fabricación de algodón o de lino, de la seda y de la lana, a otras 2- Ruptura de las jerarquías tradicionales. Que en el campo político lleva al ascen-
fábricas en las que est¡ín presentes determinadas máquinas; pero no aquellas en las so de la burguesía como clase dirigente, y en el mundó dJt traba¡o adquiere una
que el trabajo mecanizado no da lugar a una serie de operaciones relacionadas entre especial importancia, gues el maquinismo iguala a maest¡os, ofici¿es y apren-
sí y no depende de una fuerzamoluiz. Vemos que esta primera industrialización vie- dices en una masa social indiferenciada. En efecto, los inicios de la industriali-
ne a significaraumentar.el.número de empresas, aumentar el número de fábricas, zactón llevan a un menosprecio de la habilidad personal, pues el elemento pro-
incrementar las máquinas existentes, y ello en todas las ramas de la producción. ductivo central es la máquina, que permite en muchos cásos la sustitución de
La industrializactón se traduce siempre en un uso más productivo de los factores personal califrcado por trabajadores ordinarios, e incluso de los hombres por
de producción. De manera que, buscando el individuo el propio interés ante la posi- mujeres y niños. Se origina así una masa socialmente indiferenciada de tra^ba-
bilidad de atender mercados más amplios, se expande la producción mediante apli- jadores asalariados poco preparados cuyo número crece tan rápidamente
que
cación de nuevas técnicas y métodos de organización. Hay un incremento cla¡o de la ya, por ello sólo, toda reestructuración se hace de momento imposible.
productividad del trabajo humano que permite y exige una acumulación de bienes 3. Creación de situaciones de inadaptación y alienación para los trabajadores. En
productivos, con lo que la expansión se realimenta. primer lugar porque los traslados masivos de población buscando tribajo y resi-
En términos económicos podemos afrrma¡ que la industialización significa siem- dencia a la gran urbe producen una situación inicial de falta de amparo-familiar,
pre un crecimiento importante del sector secunda¡io, con pérdida de posiciones del pri- tan unido al tipo de familia extensa tradicional. Por otra parte se transforma la
mario. X por otra pa-rte, que se catacferiza por un aumento de la inversión de capital. venta del trabajo personal en el cordón umbilical de relación con la producción
32 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 33

de la sociedad. También hay una pérdida de seguridad, tanto social (por la pre- reservando la mano de obra para el relleno de la mecanización. La iniciativa
ponderancia de status adquirido) como económica (situación de desposeídos). Y en la producción la lleva el empresario apoyándose fundamentalmente en la
finalmente se ve a la máquina -producida por las propias manos- como un ene- máquina, aunque necesariamente debe comprar fuerza de trabajo para com-
migo que enúa en competencia con el hombre en la producción y la aliena. pletar los procesos que la máquina todavía no puede realizar. De esta manera
4. Se provocan situaciones crecientes de miseria social entre los trabajadores el trabajo mantiene por primera vez en la historia una función auxiliar del capi-
industriales. Pues predominan los salarios bajos al njvel de subsistencia (ley tal invertido. Se da así el primer paso de un proceso, continuo hasta nuestros
de bronce de los salarios). Las aglomeraciones de viviendas de mala calidad días, de valoración del obrero como relleno de un proceso; aunque la expe-
son lo habitual. Se ca¡ece de seguridad social en el trabajo de mujeres y niños. riencia demuestra que no ha sido lo mismo en las grandes fábricas de pro-
Las jornadas laborales tienen como límite la capacidad física de los trabaja- ducción que en las pequeñas y medianas (la mayoría).
dores. Todas estas situaciones de miseria fueron abundantemente retratadas 6 El aumento de la importancia del trabajo en la vida del hombre. Por la impo-
por escritores de la época y reformadores sociales (véase el Cuadro 2.4). sibilidad de cubrir de otra manera las necesidades de supervivencia y por la
5. Valoración del obrer<¡ como relleno de la mecanización. La mayor rentabili- extensión de una especie de mística de trabajo. Se ve el propio trabajo como
la principal forma de aportación del esfuerzo personal a la construcción del
{ad de la máquina y el hecho de acarrear menos problemas hace que se vaya
nuevo orden social. Ya hemos mencionado la importancia que daba Max Weber
al calvinismo en los orígenes del capitalismo, aunque ésta no sea necesaria-
CUADBo 2.4 mente la explicación definitiva. Y puede afirmarse que frente al planteamien-
Situación de la clase obrera en lngtate¡ra durante Ia primera industrialización to negativo de la Edad Media ante el trabajo (al verlo quizá como castigo), en
que todos los que podían (nobleza, hidalgos, etc.) evitaban insertarse en el
.Las cuatro ramas de trabajo sobre las que se extiende la proceso productivo, la industrialización produce un incremento de motivación
ley sobre fábricas son las de la fabricación de telas para para partrcrpar en este proceso.
vestidos. Procederemos ordenadamente, siguiendo con los
obreros que reciben de estas fábricas su material y, en pri- 7. La oposición creciente de las clases sociales. Pues casi todas las manifesta-
mer lugar, los fabricantes de medias de Nottingham, Derby ciones anteriores conducen a antagonismos entre los poseedores de los medios
y Leicester. De estos obreros, la Agencia de Empleo Infan- de producción (capitalistas), y los trabajadores asalariados que viven exclu-
til refiere que la larga jornada de trabajo (que es retribuida sivamente delafuerza de su trabajo. La extensión de la industrialización
con un salario bajo) junto con la vida sedentaria y el esfuer- hace que vayan generalizándose formas de vida diferentes basadas en este
zo de los ojos, requéridos por la naturaleza de este traba- antagonismo de intereses y que se inicien instituciones asociativas de orga-
jo, comúnmente debilitan los cuerpos, en general enfermos, nización en la lucha. Sobre esta base aparecen diversas interpretaciones his-
y especialmente los ojos. Por la noche no es posible traba- tóricas y teorías sociales, que recibieron en buena parte unidad a través del
jar sin una fuerte luz y, por esto, los tejedores usan a menu-
trabajo de Marx, cuya interpretación de los fenómenos no se queda en un
do anteojos para concentrar la luz, lo que debilita mucho
los ojos. A los catorce años, casi todos necesitan anteojos. Los jóvenes que atienden los mero análisis, sino que toma parte, procurando se haga realidad la teoría
husos y están ocupados en coser, sufren comúnmente muchos daños en su salud y cons- mediante la lucha política. Es muy difícil, por no decir imposible, abordar
titución. Trabajan desde los seis, siete y ocho años, de diez a doce horas, en habitaciones una explicación sucinta de la teoría general de Marx sin referirse a las cla-
pequeñas y ajo, se vuelven impotentes: demasiado débiles ses sociales, que, por otra parte, constituyen el intento de aportación teóri-
para el más y tan miopes, que ya desde muchachos deben ca más impoitante de Marx a la Sociología. Es interesante observar cómo
usar'lentes, los comisarios todos los síntomas de la cons- Zeitlin (1968), al intentar en su línea metodológica resumir en pocas pro-
titución escrufulosa, y los fabricantes se niegan , en razón de la debilidad de estos jóvenes, posiciones la doctrina de Marx, introduzca en casi todas ellas como tema
a ocuoarlos en sus fábri estos muchachos es
central las clases (veáse el Cuadro 2.5).
ignominia para un país c deseo de que sea leg
informe sobre la fábricas s de la medias son los
cester: ganan 6 chelines y, cuando hay trabajo urgente, 7 chelines a la semana, por jor-
El desorden descrito es la ca¡acterística genéricamás marcada del inicio del pro-
nadas de 16 a 18 horas. Antés gandban 20 ó 21 chelines, pero la introducción de los gran- ceso de industrialización. Por eso, nos parece muy clara la denominación de Prime-
des telares ha perjudicado su oficio; la gran mayoría trabaja aún con viejos y sirhples tela- ra Revolución Industrial. La evolución histórica, seguida de búsqueda de un cierro
res, y difícilmente puede competir con el progreso de las máquinas. ¡También aquítodo orden, de institucionalización de los procesos, es lo que hemos llamado segunda
progreso es, para los obreros, un retroceso!. Revolución Industrial, cuyo estudio será objeto de otro capítulo. Antes puede intere-
Fuente: Fiedrich Engels: La s¡tuac¡Ón de la clase obrera en lnglaterra, 1979'. 179 sarnos ver la realidad específica de la Primera Revolución Industrial en España; a su
análisis vamos a dedicar el siguiente apartado.
34 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 35

CUADRO 2.5. La situación española a principios del siglo xx, sin embargo, es muy diferente;
Marx y Ia sociedad industrial: concePtos fundamentales los síntomas de industrialización son escasos en amplísimas zonas del país. En una
wisión genérica y global puede verse que estamos ante una sociedad de corte tradi-
t. La totalidad de las relaciones de producción consti- cional, donde el 70 por 100 de la población activa está todavía en el sector primario,
tuye la esfera más imporlante de una sociedad y su con una economía, por tanto, eminentemente agraria.
base económica. La base económica determina el
carácter de la sociedad en su totalidad y la psicolo-
gía de su pueblo. I ntentos baldíos de industrialización
2 El cambio social que una sociedad sufre totalmen-
te está en función de la tensión entre el desarrollo I--a evolución de los acontecimientos que desemboca en el fracaso en España de la
de las fuerzas de producción y las existentes rela- R-evolución Industrial merece la pena ser estudiada más detenidamente, pues no es
ciones de propiedad. factible pensar que la industrialización nos fuera totalmente ajena. En 1a España
3. El conflicto de clase entre capitalistas y obreros en decimonónica se intentó, sin regateo de esfuerzos por parte de algunos, ajustar la
las esferas económica, política, etc., es expresión del
rnarcha del país a la de aquellos otros que, con el Reino Unido al frente, estaban
conflicto objetivo de intereses entre las dos clases.
4 El criterio objetivo de la pertenencia a una clase lo inaugurando una nueva etapa, radicalmente distinta a las precedentes en la histo-
constituye la propiedad o no de los medios de producción. Los propietarios y los ri a del hombre. El salto, como es bien sabido, consistió en sustituir la base agraria
obreros son las dos clases básicas del sistema capitalista. de las sociedades tradicionales por otra nueva, de cuño industrial. Ya hemos visto
5. El conflicto de clases es condición inevitable en el sistema capitalista. que el cambio, ni excesivamente industrial, ni ¡adicalmente revoluciona¡io, se asen-
6. La explotación, o sea la extracción de la plusvalía del trabajo del obrero, es una tó sobre la hegemonía de los sectores básicos --el sector algodonero y el sector side-
condición objetiva e inevitable del capitalismo. rúrgico- buscando su impulso en la energía del carbón, ya sea utilizada directa-
7. El sistema cápitalista tiene la tendencia a la polarizaciÓn de su estructura de cla- rrrente o mediante su manipulación en las máquinas de vapor. Pero el intento fue
ses en, por un lado, propietarios de los medios de producción y, por el otro, tra-
bajadores. baldío.
a. El avance del capitalismo produciría el creciente empobrecimiento de los obreros. Hay suficientes datos p¿rra pensar, como argumenta Nadal (1977), que la ver-
o El capitalismo está sujeto a crisis recurrentes de superproducción. Tales crisis dadera industrialización en España es un fenómeno tardío, cuyo inicio se sitúa en
cuando se conviertan en suficientemente destructivas para el S¡stema y produz- la- reciente década de los sesenta. Y con esta perspectiva deberán juzgarse las rela-
can una gran miseria, pueden constituir la condición necesaria, pero no suficien- ciones de nuestro país con nuestros vecinos europeos en las dos últimas centurias.
te, de la revolución del proletariado y del cambio del sistema. Pues aunque la Revolución Industrial echó muy pronto raíces en el solar hispánico,
1 O. Como consecuencia de su explotación por los propietarios, los obreros, una "cla-
se en sí misma', se convierten en una.clase para sí'.
por falta de condiciones adecuadas los resultados fueron francamente raquíticos y
1 1 . A mayor indispensabilidad funcional de una clase en el sistema económico, mayor
dieron lugar a que la vieja potencia colonial quedase relegada a un lugar secunda-
es su poder político en el rio. La falta del dinamismo económico adecuado fue apartando a nuestro país de los
12. En la óociedad capitalista es clasistas en general, el Esta- centros hegemónicos mundiales, con esta fuerza de los hechos que a largo plazo
do reoresenta los interese rias y les sirve como instrumento irnpone la Economía.
coercitivo. El desarrollo industrial europeo, y predominantemente el inglés, se ha carac-
1 3. La clase obrera se apoderará del poder, pacíficamente o por la fuerza, y estable-
le,rizado por una serie de cambios simultáneos en campos tan diferentes como el
cerá una dictadura del proletariado, que signifique una fase de transición demo-
crát¡ca entre el capitalismo y el comunismo. económico, el político, el técnico, el ideológico, el comercial, el agrario, etc.;
todos ellos de alguna manera tienen como resultado la implantación del capita-
F ue nte : l. z.eillin, l de olo g ía y te o r ía soc ¡ olÓ g ¡ ca, 1 968. 07
1 .
lismo como sistema. El desarrollo español presenta, en cambio, desde sus ini-
cios, unos caracteres ambiguos: economía tradicional y moderna alavez, de sub-
sistencia y capitalista al mismo tiempo. Hacia 1870 la economía española era ya
2.4. EL FRACASO DE LA REVOLUCóN INDUSTRIAL EN ESPAÑA propiamente una economía dual, y en ella nos hemos mantenido hasta bien avan-
zado el siglo xx.
Hacia 1910, en casi toda Europa, ha terminado ya la Revolución Industrial. Incluso A mediados del siglo xIX, la conciencia de los hombres de estado españoles sobre
en la mayoría de los países se inicia con el siglo un importante cambio cualitativo en la necesidad de la industriaJización es clara. La creación en Madrid, en 1814, del Ins-
el proceso de la industrialización que vamos a denominar Segunda Revolución Indus- tituto Industrial de España para estudiar e impulsar la producción industrial es un sín-
trial. toma defrnitivo; es más, en el informe de una comisión de su seno se especifica ya
36 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 37

que la nación española debe fomentar la industria, si ha de ser algo, si ha de ser rica, Con los datos aportados es fácil pensar que el incremento de la población espa-
si ha de ser independiente. Por otra parte, la idea de que los sectores textil y siderúr- ñola, producido entre 1717 y la mitad del siglo xIX, se deba sobre todo a la elimina-
gic o eran los primordiales es también generalmente aceptada. ción de las causas exógenas que durante siglos habían mantenido los recursos huma-
En un plano más concreto, es el aumento de población experimentado en nos españoles por debajo de sus posibilidades. Por eso, el indicador demográfico
Ispaña en el siglo xIX, desde sus inicios, el que nos indica un cambio de ten- constituye en el caso español una falsa pista, pues los incrementos de población ini-
dencia histórica importante. Además, se ha señalado anteriormente que, para el ciados en el siglo xvIII no van acompañados de modificaciones cualitativas impor-
caso inglés, algunos autores consideran que la revolución demográfica es fun- ta-ntes (tasas de natalidad y mortalidad o esperanza de vida), que se unan a los cam-
darnental en su industrializactón, tanto por provocar un tirón en Ia demanda inter- bios económicos fundamentales. En realidad, puede hablarse de inicio de la indus-
na como por crear una fuerza de trabajo abundante (tan importante en los ini- trialización sólo a partir de 1830, con la desamorlización del suelo, los comienzos de
cios del capitalismo); aunque Schumpeter ha indicado que la interrelación entre la- industria algodonera, los procedimientos siderúrgicos modernos y la introducción
incremento demográfico y desarrollo puede tomar formas alternativas, depen- d.el vapor para la industria, pero en ningún caso de madurez industrial.
diendo del tiempo y lugar del análisis, que van desde el estancamiento a la inno-
vación. Causas del fracaso
Para saber si el despegue demográfico español está relacionado o no con la
industrialización habrá que ver, en primer lugar, las características que tiene. En
Intentar delimitar los factores que produjeron el retraso económico español no es
cualquier caso hay que resaltar su importancia cuantitativa pues, a lo largo de los
fácil, tanto por la multiplicidad de causas como por su interrelación. Sin embargo,
desde el punto de vista analítico es necesario, para aclarar el proceso, empezar por
siglos xvIII y xIX, la población española se duplica y casi triplica según indican los
al gún orden, aunque tengamos la idea clara del carácter parcial y metodológico de
datos del Cuadro 2.6.
esta clasificación, que intentaremos siempre no desconfigure excesivamente la rea-
CUADRo 2.6
lidad. Vamos a ver siguiendo el esquema de Deane (1975) -que distingue en la Revo-
Crecimiento de la población española (1717-2OOO)
lt¡-ción Industrial inglesa los aspectos demográfico, comercial, de transporte, y la
influencia de la industria algodonera y de la siderúrgica- un análisis de las causas
del fracaso de la industrialización española.
Años .Población
(en millones)
a) Fallos en la Revolucíón Agrícola. Hemos visto anteriormente cómo el cam-
1717
t, rt 7t tJtr,
bio en el sector agrícola suele citarse con frecuencia en la base del desarollo
1768 9,3 industrial, llegando incluso Rostow a sostener que los cambios revoluciona-
1787 10,4 rios en la productividad agrícola son una condición esencial para el despegue
1797 10,5 con éxito o, lo que es lo mismo, que la revolución agraria debe anteceder en
el tiempo a la industrial.
1860 15,6
1887 17,5
La reforma agraria, que en Inglaterra se había realizado con naturalidad a lo lar-
1900 18,6 go del siglo xvIn, inició en España en el xtx; pero, en lugar de seguir el camino
se
1910 19,9 de Ia vía normal, precipitó por la vía revolucionaria. Consistió en la desamortización;
1940 18,8 esto es, en la nacionalización, seguida de venta, de las propiedades de las manos
1950 28,8 muertas (la Iglesia, lanobleza y las instituciones). Es más, esta reforma que en el
pensamiento ilustrado de la segunda mitad del setecientos había sido imaginada como
1960 30,6
un correctivo de intención económica y social respondió en la práctica a motivacio-
1970 33,9
nes fiscales y políticas (Nadal, 1977:54). La incapacidad del Estado para cubrir sus
1980 37,6 necesidades financieras, acuciantes con la emancipación de las colonias, es lo que
1990 38,9 actuó realmente como detonante de la desamortización. En realidad la desamortiza-
2000 40,2 ción eclesiástica se llevó a cabo con el doble fin de sanear la Hacienda Pública y de
asegurar en el trono a Isabel II, o en el poder a los liberales. Para alcanzar lo uno, se
Fuente: INE Censos de población y Anuario Estadist¡co de España. admitieron los títulos de la deuda consolidada como medios de pago; para alcanzar
LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 39
38 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES

lo otro, se aceptaron dichos títulos por su valor nominal a pesar de hallarse enorrne-
co de San Fernando, en 1829, al que sucedió el Banco de España en 1874- vino con-
rneTrte depreciados. Con ellos, los especuladores pujaron como quisieron, derrotan-
dicionada más por la necesidad agobiante de recursos por parte de la Hacienda, que
do en la subasta a los campesinos, que hubieran querido pagar en largos plazos, pero
por la idea de rcalizar una política monetaria. De manera que hasta principios áel
en efectivo. siglo Xx, en que se conceden créditos preferentes para las empresas, no hay una volun-
De esta manera, la desamortización acabó beneficiando a una parte de las fuer- tad de colaboración efectiva en el desarrollo económico de la nación.
zas tradicionales, a la alta burguesía que se hizo con los bienes de la Iglesia a precios
Desde 7820,la Hacienda Pública, que se había contentado para resolver sus difi-
ini sorios. Pero los perjudicados fueron los campesinos que pasaron de la condición
cultades con dinero casi exclusivamente interior, se ve obligada a operaciones de cré-
de siervos con tierra a la de hombres libres privados de ellas. Además, los nuevos
dito exterior. Y empieza así una larga serie de desventuras y endeudamientos pro-
propietarios, en muchos casos la antigua aristocracia que tenía unos derechos sim- gresivos que pusieron muchas decisiones importantes para el desarrollo económico
plernente jurisdiccionales, subieron las rentas en detrimento de los campesinos. Esto español en manos extranjeras, llegando a conseguir que algunos sectores económi-
explica, en buena parte, el apoyo campesino a las ideas políticas tradicionalistas y la cos, como la minería, fueran en la práctica simples enclaves exteriores, e impidién-
persistencia de las guerras carlistas. dose con ello ernplear sus riquezas para la producción nacional o al menos para ini-
La reforma agraria así planteada dio paso, en primer lugar, a unos trasvases de ciar la primitiva acumulación de capital (Nadal, 1977 50-121).
capitales de la ciudad al campo, ante la oferta de tierra en condiciones ventajosas;
este proceso es contrario al de industrialización. El mismo incremento de los ingre-
c) Revolución inad.ecuada en el transporte. Se reconoce, generalmente, que las
grandes diferencias entre los países industriales y preindustriales están en la
sos agrarios que caracteriza a casi todo el siglo xvur -por aumento de la roturación
de tierra y de demanda- no produjo la acumulación de capitales conveniente, por fal-
acumulación de capital social que caracteriza a los primeros, que hace las
ta de espíritu de empresa de los receptores. Solamente en algunas zonas, como en
inversiones tanto individuales como colectivas en general más rentables. Y
dentr-o de ese capital social están los sistemas de transporte
Cataluña, la renta de la tierra parece haberse trasladado a la manufactura y el comer- -puertos, carrete-
cio. En cualquier caso, tampoco se introducen grandes cambios en la productividad. ras, canales y ferrocarriles- que son recursos colectivos relacionados con la
Lo que sí logra la reforma agraria es la proletarización del campo, que liberó una seguridad militar y con la misma capacidad productiva (Deane, 1975: 8l).
cantidad considerable de brazos tanto para la industria como para la emigración. Se
calcula la emigración transoceánica española de 1882 a 1913 en más de 2.800.000 La Revolución inglesa en el transporte tuvo lugar preponderantemente en el
salidas, de las cuales cerca de un millón fueron pérdidas netas. Una pequeña parte de
período 1760-1830, en que se hizo una gran inversión de capital que permitió una
los brazos liberados del campo animó la inicial industrialización vasca y catalana, y
utilización más económica de los demás recursos existentes. Por la especial situa-
el resto permaneció subempleada en el sector agrario de origen.
ción inglesa, los canales tuvieron gran importancia, aunque también la navegación
En cualquier caso, la revolución agraria española del xtx no presenta las ca¡ac- exterior, las carreteras y finalmente el ferrocarril. En el caso español es particular-
terísticas de mecanización e incremento de la productividad que sobresalieron en el rrrente significativa la evolución del ferrocarril.
caso inglés. Por ello, no encontramos revueltas campesinas con quema de máquinas Es de suponer, aunque no tenemos datos, una mejora del transpone por carrere-
ra-, tan importante en un país de planteamiento político centralizado como el nuestro
tan características de otras latitudes.
y donde las vías fluviales interiores c¿Irecen de importancia. También podemos dar
b) Fracaso de la Revolución Comercial. Al terminar la Guerra de la Independen-
por definitivo un incremento de las dificultades en el transporte exterior en el siglo xx,
cia, en 1814, se inició con una fuerza irresistible la emancipación de las colo- con pérdida de importancia de nuestra flota (diezmada al terminar la Guerra de la
nias españolas. Las pérdidas para la Hacienda serían irreparables y darían lugar
Independencia), como consecuencia de la pérdida de las colonias y de la paralela dis-
a la situación endémica de deudas y bancarrotas que caractenzan al Tesoro espa-
rninución del comercio exterior. Los avatares de la política naviera española han for-
ñol a lo largo del siglo XIX. Se pierden con las colonias americanas sus envíos rnado siempre parte importante de su historia por la amplitud de nuestras costas.
directos de dinero y las tasas obligatorias sobre el comercio exterior. La organización, en 1856, del sistema financiero en verdaderos bancos de nego-
ci os con vistas a la promoción industrial mostró una marcada preferencia poi el
Vemos que rnientras en Inglaterra el incremento del comercio exterior colaboró negocio ferroviario. Por espacio de un decenio, hasta 1866, la ilusión del ferrócarril
activamente en el proceso de industrializaciín desde finales del siglo XvItt, en Espa-
galvanizó los flujos dinerarios más importantes. Baste decir que, a finales de 1864,
ña la pérdida de las colonias significa una disminución del comercio y un importan-
las compañías concesionarias habían conseguido drenar un total de 6.2I2 millones
tísirno problema de recursos para la Hacienda. de reales, fi'ente a sólo 941 millones invertidos en la constitución de sociedades manu-
Los apuros de la Hacienda le llevaron a una apetencia monetaria galopante. Y el factureras propiamente dichas. O sea, una inversión en medios de transporte siete
alto precio del dinero favorecía más las operaciones especulativas que la industria y veces superior a la inversión en industria. El contraste ela enorme con la situación
el comercio incipientes. Incluso la creación de las instituciones financieras --el Ban-
inglesa, en la que los recursos de los caminos de hierro no pasaban del 70 por 100
LA pRIMERA REVoLUoTóN TNDUSTRTAL
40 SOCIOLOG|A DE LAS ORGANIZACIONES 41

de los recursos del sector industrial. De esta manera, Ios recursos disponibles se decan- tria textil catafana se consiguió pronto una situación de autoabastecimiento nacional
taron ostensiblemente por la inversión en capital social f,rjo sacrificando otras posi- del orden del 97 por 100, pasando el valor de las importaciones textiles del 36 al l5
bilidades de inversión en actividades directamente productivas. Por esta vía se ha por lO0 del total de 1850 a 1913. Y, en tercer lugar, la adopción de la alternativa pro-
señalado uno de los factores de nuestro retraso.
teccionista, por el peso de los intereses textiles; se conformó Cataluña con colocar
En cualquier caso, en 1855 se publica la Ley General de Ferrocarriles intentan- su excedente -sin mucho esfuerzo- en el resto de España; de esta manera puede
do reordenai todo el sector y poner coto a las situaciones de abuso anteriores. En
hablarse de ausencia de exportación textil en nuestro país mientras que en Gran Bre-
1869 existían ya veintitrés compañías con capital desembolsado, principalmente taña, en 1815, esto suponía el 40 por 100 del valor de las exportaciones de produc-
ertranjero. Los resultados son que, en 1864, hay 4.062km. abiertos al tráfico, que tos elaborados y, en 1930, más de la mitad de las exportaciones. Estamos, pues, ante
pnsarán aser 10.234 km. en 1891. una industria relativamente fuerte, aunque no lo suficientemente extensa como para
Pero este nuevo medio de transporte, introducido con recursos foráneos y en la servir de fulminante en el despegue.
mayoría de las veces con importación de material extranjero, se mostró en seguida La industria siderúrgica tuvo en Inglaterra un papel retardado en la industriali-
inadecuado para las necesidades nacionales. Porque la red se planificó teniendo en zación, aunque más importante que la textil, pues su capacidad de arrastre en el mode-
cuerrta el gran negocio que el'a la construcción de las líneas, gracias a las generosas lo económico se manifiesta más directamente sobre los demás campos de la econo-
subr.enciones estatales, con independencia de la posterior explotación. También por- rnía (en especial la agricultura, el transporte y la industria textil). El reflejo español
que 1a rentabilidad era escasa por lo poco que había para transportar. Todo ello dio de esta situación puede verse hacia la mitad del siglo xIX, pero en una situación en
lugar a la quiebra de los ferrocarriles, en 1 866, que siguieron arrastrando una vida que la oferta siderúrgica nacional estaba siempre por debajo de la demanda y era
láng uida durante muchas décadas. Puede afirmarse que la colaboración del ferroca- necesario recurrir a importaciones. Así, en 1819, España produjo menos de 70.000
rril al desarrollo económico español fue mínima (Nadal' 1917:47-5O). torreladas de hierro colado, mientras su consumo se estima en unas 285,000. Y todo
ello porque la reconstrucción naval del siglo xIX se realizó con navíos construidos
d) Escasa Juerza de los sectores siderúrgico y textil. Realmente, la Revolución fuera casi en su totalidad, y las líneas de ferrocarril se hicieron con irnportaciones
Industrial supone un racirno de innovaciones en el sentido schumpeteriano rnasivas de hierros extranjeros, como consecuencia de la presión de los capitales
del término o, como sugiere Deane, una galaxia de revoluciones en el siste- e>(tranjeros para conseguir franquicia a¡ancelaria. Con estas y otras vicisitudes se per-
ma tradicional de la actividad económica, cada una de ellas surgida como par- dió la gran oportunidad de iniciar una industria férrica competitiva. Entre los pro-
te de una serie de causas independientes, todas en interacción con las demás blemas para el despegue de la industria siderúrgica está la escasez de materias pri-
para producir efectos acumulativos; en definitiva, causas siempre difíciles de rnas, sobre todo de combustible, la falta de una dinámica empresarial adecuada y la
áescub.ir. Hemos ido viendo las dificultades parciales para el cambio econó- ausencia de una ayuda decidida del Gobierno. El resultado es que de un valor insig-
mico radical en algunos aspectos de la sociedad. Pero debemos abordar el cen- nifrcante en la importación de maquinaria en 1850, pasamos en 1910 a suponer el 22
tro mismo de la P¡imera Revolución Industrial, que es indudablemente el des- por 100 del total; y todo ello con unos costes de producción superiores al resto de
arrollo de la moderna industria manufacturera. Es indudable que los prime- Er:ropa por la diversificación de productos que repercutía en las dimensiones de la
ros cambios revolucionarios en la tecnología y en la organización económica oferta y por la escasez de combustible. Estamos, pues, ante un sector siderúrgico muy
que convirtieron a Gran Bretaña en el <<taller del mundo>> se registraron sobre débil (Nadal, 7977 : 156- 1 87).
todo en dos ramas industriales: la del algodón y la del hierro. Vamos a ver la Los cálculos efectuados recientemente nos dicen que en 1913 el producto neto
aportación de ambos sectores al desarrollo español y en qué medida cumplen de la industria algodonera supone un valor de 216 millones de pesetas, frente a 49
el papel de sectores pilotos o de arrastre (leading sector) atribuido por algu- rnillones de la siderúrgica. Tenemos en esta comparación un índice muy elocuente
nos historiadores económicos. de la relación de fuerzas entre los dos sectores. La industria algodonera española
va.Iía, como mínimo, cerca de seis veces más que la industria del hierro, pudiendo
Respecto a la industria algodonera, considerada por Rostow como <<sector pilo- interpretarse esta situación como un éxito parcial en la industria algodonera acom-
pa-ñado de un relativo fracaso de la siderúrgica, o como un fracaso de ambas.
fo original" en el primer despegue inglés, podemos afirmar que tuvo una gran impor-
tanciien el inicio de la industrialización en nuestro país. De todas formas, algunas Se lra dicho que el caso español es menos el de un late joiner que el de un inten-
de las características que adoptó en España hicieron que su influencia para impulsar
to, abortado en gran parte, de figurar entre losTtrst conrnxers. Porque, como hemos
la economía fuera muy pequeña. Tenemos, en primer lugar, su alta concentración en
visto anteriormente, a principios del siglo XX hay todavía una preeminencia de la
¡na zona geográhca, que hace pueda hablarse con gran propiedad de la industria algo- industria productora de bienes de consumo sobre la industria productora de bienes
donera catalana, pues Cataluña controlaba el 90 por 100 de la producción de hilados
de capital; estamos, pues, ante una situación de industrializac\ón inicial. El aftanza-
en todo el territorio español. En segurldo lugar, se le ha achacado su carácter sim-
rniento de la industria pesada es una necesidad de madurez, de demanda de maqui-
plernente sustitutivo de imporlaciones; pues, en efecto, con el desarrollo de la indus- na-ria moderna para afrontar la competencia, pues en régimen de economía de mer-
42 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LA PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 43
cado se comprueba la existencia de un modelo general de industrialización caracte- el caldo de cultivo para que las demandas de igualdad social, nacidas en el ambien-
rizado por un progresivo mejoramiento relativo de la industria de inversión. De mane- te de la ¡evolución democrática que se inició en el continente europeo a principios
ra que el caso español es el de un país que inició la industrialización tempranamen- del siglo xvIII, encontraran un referente concreto. De esta manera, la nueva clase
te, en la segunda oleada de naciones que Io hicieron, pero que serezagó de sus acom- social, compuesta por los obreros industriales, comenzó a tomar conciencia de su
pañantes pera seguir las pautas de otras naciones industrialmente más jóvenes. Las propia existencia en el marco de un proceso económico y político más amplio. Ambas
causas de esta situación -de fracaso de la Revolución Industrial en España- hemos dimensiones, distribución de la riqueza y del poder, tienén una importancia vital, pero
intentado exponerlas en todas las consideraciones anteriores. Como resumen, se pue- diferente --como veremos- en las diversas tradiciones sindicales.
de afirmar que el problema básico de la industrialización española consistió en la Los sindicatos nacen con la industrialización. Son, en primer lugar, organizacio-
inadaptación del sistema político y social a las nuevas realidades económicas plan- nes de trabajadores asalariados en las fábricas. En este sentido, son organizaciones
teadas después de la pérdida de las posesiones de América. de clase' y de una clase que nace con la industria, como es el proletariado. Con el
tiempo, se extienden a otros sectores de la actividad económicá, la asricultu-
"o-o pro-fesiona-
ra, las tareas administrativas y de supervisión, e incluso las actividades
les- En sus orígenes, los sindicatos fueron, con f¡ecuencia, clandestinor, po", la legis-
2.s. É,r- n¡ovrrnENTo oBRERo Y LA oRGANlzAclÓN lación de aquella época prohibía la asociación de trabajadores por entenderla como
DE LOSTRABAJADORES una amenazapara el orden no sólo de la propiedad, sino, sobre todo, de la política
de entonces- Poco a poco fueron adquiriendo legitimidad social, tras una larga lucha
Una de las consecuencias socioeconómicas más importantes de la industrialización por los derechos de sus asociados, que ayudó a confrgurar la legislación laboral de
de la sociedad moderna fue la aparición de una nueva categoría social, los obreros o las sociedades occidentales (López pintor, lgg3:3793$).
trabajadores, compuesta por los asalariados de los nuevos modos de producción. La
transformación del antiguo orden estamental, basado en la estabilidad de la tierra
como fuente de trabajo y de riqueza, dio lugar a la formación de una sociedad de cla- Los orígenes del sindicalismo anglosa¡ón
ses en la que los desposeídos de las formas tradicionales de empleo acudieron a los Los primeros sindicatos propiamente tales aparecen en Inglaterahacia 1830, dando
centros urbanos industrializados para vender su fuerza de trabajo en las nacientes lugar con el tiempo al actual rrade union Congress, fedeáción nacional que agrupa
fábricas. Los numerosos obreros industriales fueron poco a poco organizándose para a más de cien sindicatos. En Estados Unidos el primer sindicato importante,
el Nati,o-
lograr mejores condiciones de vida y de trabajo, creando las primeras asociaciones nal l,¿fq¡ union, aparece ya bien entrada la segunda mitad del sigio xlx. A comien_
de trabajadores. Junto a este curso de acción, diversas corrientes intelectuales se inte- zos del siglo xx surgieron los sindicatos actuales, de cuyas luchas procede la fiesta
resaron por las nuevas relaciones sociales creadas a partir de las realidades laborales internacionalmente admitida del primer día de mayo. La federación áctual, AFL-CIO,
emergentes. Algunas de estas corrientes se alinearon con los trabajadores liderando agrupa a cien sindicatos nacionales y más de setecientos sindicatos locales.
diferentes movimientos asociativos hacia fines y objetivos no sólo laborales, sino La tradición sindical anglosajona tiene un marcado carácter pragmático. Las aso-
también sociales y políticos. Surgieron así, a 1o largo de todo el siglo xIX, los sindi- ciaciones primitivas y los posteriores sindicatos son independñnt"s e.r su origen y
catos, que han llegado a convertirse en uno de los pilares básicos de la organización en sus objetivos de los partidos políticos, puesto que sus ób¡etivos se centran en las
social contemporánea. mejoras progresivas de las condiciones laborales de sus asóciados. En la etapa ini-
La movilización y organización de los trabajadores es una característica estruc- cial, las asociaciones de trabajadores eran pequeñas y poco poderosas en relación con
tural de la sociedad industrial. En efecto, el movimiento obrero y su resultado, el esta- los propietarios de las industrias. Trataban de prestar áyuda mutua y protección fren-
blecimiento de organizaciones sindicales, sólo se explica desde las características te a la amenaza del despido. La asociación de los empleados de una misma fábrica
específrcas de las sociedades modernas. Los sindicatos no pueden entenderse como tenía como fin proteger el puesto de trabajo de cada lndividuo distribuyendo el ries-
meros continuadores de otros géneros de asociaciones laborales, como los gremios go del despido: las protestas y exigencias de mejorar las condiciones laborales
eran
o incluso las asociaciones profesionales que surgieron en distintas sociedades ante- más seguras si se realizaban colectivamente. El éxito de la estrategia colectiva de
riores continuando las antiguas corporaciones de la Roma clásica. Los sindicatos, tal reclamaciones sociales abrió la puerta a la constitución de asociaciones sectoriales
como los conocemos hoy, surgieron de la confluencia de las características econó- que agrupaban trabajadores de diversas fábricas dedicadas a actividades productivas
micas, sociales y políticas de la sociedad moderna. Es la consecuencia de la apari- similares- El sindicalismo consiguió, gracias a la lucha sectorial, que los salarios deja-
ción simultánea de diversos factores, el primero de los cuales es la producción masi- ran de ser una fuente de ventaja competitiva entre las empresas, dándo lugar
va de bienes y servicios, creciente y mecanizada; esta producción creciente provoca -median-
te la implantación de la negociación colectiva- a la hjación de salarios riínimos y de
una sran movilización urbana. Las masas urbanas asalariadas en la industria forman otros derechos de los frahaiadore.q
44 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA PBIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL 45

Con el tiempo, la defensa de las metas alcanzadas y la aspiración a cotas mayo- coreas de transmisión de los intereses de los respectivos partidos políticos, por enci-
res de igualdad social les llevan a participar en el mundo de la política, no directa-
ma de los intereses de los trabajadores afiliados.
Los avances en la igrraldad social logrados por la sociedad europea a lo largo del
mente sino mediante la formación de partidos políticos que representen en las esfe-
presente siglo han transfo¡mado también el talante y las aspiraciones de los siñdica-
ras legislativas y ejecutivas los intereses de los trabajadores. Este es el origen del par-
tos. Abandonan las ideas revolucionarias, por anacrónicas, sus objetivos se centran
tido laborista en Gran Bretaña. En Estados Unidos el movimiento obrero no dio lugar
ahora en el mantenimiento de las condiciones laborales de los aialariados y en la
a un partido político distinto sino que se constituyó -y así continúa en la actualidad-
vigilancia por los intereses de sus asociados. Las relaciones con los partidcis políti-
como uno delos lobbies, o grupos de interés, más influyentes de la sociedad norte-
cos ya no son de subordinación, sino de afinidad ideológica, lo cual explica que los
americana. El movimiento obrero anglosajón no ha estado directamente interesado sindicatos se hayan constituido como interlocutores sociales independiéntes y parti-
por la actividad política. Más bien, ha entendido su participación en la esfera políti- cipen directamente en el diálogo social con las asociaciones empresariatés y tos
co-o un medio, una continuación de su actividad específicamente sindical. gobiernos nacionales, como ha venido ocurriendo en nuestro país. Este protagónis-
"u
mo no oculta, sin embargo, los problemas de baja afiliación y representátividád, de
El sindicalismo cont¡nental los que nos ocuparemos al tratar el tema de la participación en ef rabajo.
s-
En la tratición de la Europa continental, el movimiento obrero surge de otras raíces
y se organiza de acuerdo con otros principios. A diferencia de sus homólogos anglo-
sajones, los sindicatos europeos tienen su origen en la acción política de carácter
revolucionario que creció en Europa, especialmente a partir de la segunda mitad del
siglo XlX. Ideológicamente, dependen en gran medida -aunque no exclusivamente-
del marxismo. Fundamentan su análisis de la sociedad industrial en la teoría de la
lucha de clases y del materialismo histórico. Los sindicatos continentales son aso-
ciaciones dirigidas a promover la conciencia de clase y la acción social entre los tra-
bajadores asalariados. Su origen y sus objetivos están ligados a la iniciativa de for-
maciones políticas revolucionarias que buscan la instauración de un nuevo orden
legal, político y social en la sociedad moderna. En este sentido, la acción sindical
está supeditada a la consecución de los objetivos políticos generales perseguidos por
el partido político al cual están asociados
De acuerdo con los diferentes partidos políticos, los sindicatos fueron más mode-
rados o radicales en sus planteamientos y en sus métodos reivindicativos. La histo-
ria del sindicalismo continental, así como las vicisitudes de la Internacional Socia-
lista ocupan un papel importante en la conhguración del movimiento obrero, pero
resultan demasiado amplias para resumirlas en estas páginas. Baste decir que, en las
últimas décadas del siglo pasado y en las primeras del siglo XX, hay una gran dife-
rencia entre los planteamientos sociales, los métodos de acción y los objetivos de las
tres corrientes piincipales del sindicalismo europeo: el comunismo, el anarquismo y
la socialdemocracia.
En España tuvieron mayor influencia, a principios del siglo XX, las organizacio-
nes obreras anarquistas y socialistas hasta la Guerra Civil, en la que se convirtieron
en las auténticas contendientes contra el alzamiento militar. Durante la dictadura, se
instauró un sindicato único, donde se asociaban trabajadores y empresarios. Con la
reinstauración de la democracia, los sindicatos que más protagonismo han logrado
son Comisiones Obreras -herederas de la tradición comunista y vinculadas al Parti-
do Comunista de España- y la Unión General de Trabajadores -ligada al Partido
Socialista Obrero Español-. Se ha considerado, con frecuencia, que los sindicatos
fireron los grandes oerdedores de la transición democrática, Dues actuaron más como
LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES
AVANZADAS

+,

3.1 EL DESARRoLLo HActA LA MADUREz TNDUSTRIAL: La segunda Bevotución


Industrial. La cuestión de la plusvalía. Época de crecimiento y óonciencia de pro-
greso.

E DE LA EVOLUCIÓN INDUSTRIAL:
m l. Características sociales de la éoo_
d
EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN EN ESPAñA: Cambios en ta estrucrura soc¡al
y económica. Las décadas del cambio.
3.4. LAS LLAMADAS soct EDADES PoStNDUSTR TALES: perspectivas económicas del
posindustrialismo. Tendencias sociales en el posindustrialismb.
48 SOCIOLOG¡A DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 49

ENTRO del proceso de industrialización se suele distinguir una segunda eta- La Segunda Revolución Industr¡at
pa, de aceleración del proceso, que se hallamado Segunda Revolución Indus-
Con la Segunda Revolución Industrial se consigue plenamente alcanzar la situa-
trial, caracterizada fundamentalmente por un aumento intensivo de la pro-
ción de sociedad industrial, que Aron (I91 1) caracteríza según los sisuientes ras-
ducción industrial -frente al carácfer extensivo que atribuíamos a la primera- con
gos básicos:
base en un incremento de la racionalización productiva. Se dio de una manera clara
en Norteamérica y en algunos países europeos a finales del siglo xtx y a comienzos
del xx. En efecto, hacia 1900, la Segunda Revolución Industrial se encontraba ya en
l. La empresa se halla radicalmente separada de la familia.
2. Existe una división del trabajo en el seno de la empresa.
pleno desarrollo. La Primera Revolución Industrial, la que podríamos llamar <<revo-
3. Supone una acumulación de capital que se renueva.
lución de la máquina de vapor>r, que tiene lugar en Occidente a frnales del siglo xvru, 4. Hay necesidad de un cálculo racional como consecuencia de la acumulación
había asegurado el paso de la manufactura a la fábrtca, y el triunfb de la gran bur-
de capital en vías de expansión.
guesía sobre la aristocracia terrateniente y sobre la pequeña burguesía de los oficios.
5. Da lugar a una concentración obre¡a en el sitio de trabajo, con independencia
Los mercados no dejaron de crecer, ni tampoco las necesidades dejaron de acrecen- de la cuestión que da la propiedad de los medios de producción qui plantea.
tarse. Lg manufactura resultó insuficiente, y el vapor y el maquinismo revoluciona-
ron la pftducción industrial. La manufactura cede lugar a los millonarios de la indus- Aunque de alguna manera estamos enumerando un conjunto de situaciones implí-
tria, y los jefes de verdaderos ejércitos industriales a los burgueses modernos. citas después del take-off, es ahora cuando se alcanzan de forma definitiva.
El término Segunda Revolución Industrial se utiliza con un claro sentido analí- La estabilidad de las nuevas formas, que son patentes después del acelerón al
tico y pedagógico, siguiendo una tradición científica crecientemente difundida, don- cambio impuesto por la Segunda Revolución Industrial, da lugár a unas posibilida-
de se incluyen sociólogos tan dispares en ideología y procedencia como George Fried- des de clarificación intelectual impensables en la etapa anterior. Nos eniontramos
mann, Ralph Dahrendorf y Daniel BeIl. Pues, si el capitalismo dio su origen a la plenamente inmersos en una sociedad organizada en torno al eje de la producción y
sociedad industrial, el capitalismo de las corporaciones y los directivos se distingue la maquinaria para la fabricación de bienes, frente a la sociedad preinduitrial, depen-
ampliamente del capitalismo familiar de los siglos xvIII y xIx; también la sociedad diente de la fuente de trabajos naturales y de la extracción de loi recursos primarios
industrial del siglo xx, con su dependencia de la tecnología y la ciencia, se diferen- de la Naturaleza. En su ritmo de vida y en su organización del trabajo, lasociedad
cia de la sociedad manufacturera de los dos siglos anteriores. Por supuesto que este industrial es el factor que define la estructura social --es decir la economía. el siste-
criterio tiene una fuerza relativa y no tendría sentido centrarse en problemas nomi- ma de empleo y el de estratificación- de la sociedad moderna a mediados del siglo xx.
nalistas p¿ra ver si es mejor considerar tres momentos de discontinuidad en la histo- Se puede, así, distinguir analíticamente la estructura social de las otras dos dimen-
r-ia de la sociedad industrial, cinco o cualquier otra cifra. siones de la sociedad: la política y la cultural. En este contexto tiene su pleno senti-
Vamos a centrar nuestra atención en el proceso de desarrollo hacia Ia madurez do la puntualización de Aron, acerca de que el hecho mayor de nuestra época .ro
industrial, que da lugar a un tipo de sociedad denominado con frecuencia sociedad ni el socialismo, ni el capitalismo, ni la intervención del estado, ni la llbertad de "s
industrial avanzada, con unas específicas características económicas y sociales que empresa, sino el desarrollo gigantesco de la técnica y de la industria, desarrollo que
van mas allá de la forma de realización del proceso. Sobre estos presupuestos gene- las concentraciones obreras de Detroit, de Billancourt, Moscú o coventry simbóü-
rales, intentaremos una aproximación al caso español. Terminaremos el tema con zan-La sociedad industrial es el género; las sociedades occidental y soviética del
algunas referencias a las llamadas sociedades post-industriales. momento, las especies. El proceso de industrialízación, como hecho o como proyecto
es -sin duda- el rasgo que defrnió a los Estados modernos, desde Gran Bretaña has-
ta China y la Unión Soviética (Ferraroti, 19j7: $.
3.1. EL DESARROLLO HACIA LA MADUREZ ¡NDUSTRIAL En efecto, la madurez industrial hace patente la distinción entre capitalismo e
industrialismo tan entrelazados históricaménte en los inicios de la industrialización
Si la primera revolución significó el inicio de la industrialización, mediante la apli- y, muy en concreto, en el proceso de industrialización inglés. <<El industrialismo se
cación de la ciencia a la producción, con la segunda viene a confirmarse esta ten- caracteriza por el proceso maquinista y por la producción en masa. El capitalismo
dencia. Es de resaltar que la Segunda Revolución Industrial, que poco a poco vamos representa un incremento del capital debido al ahorro privado. El capitalismo cons-
air caracferizando, se sitúe en la confluencia de las dos etapas que Rostow denomi- tituyó la base institucional del industrialismo desde los primeros momentos y desde
nó -como hemos viste- <<marcha hacia la madurez>> y <<era del alto consumo en masa>>, la Revolución Industrial hasta I 914, pero los desarrollos subsiguientes revelan que
pues significa fundamentalmente madurez del industrialismo, después de variás gene- la industrialización acelerada es posible sin capitalismo, de acuerdo con la defrnición
raciones de personas acostumbradas al crecimiento industrial como estado normal que acabamos de darr> (Akerman, 1968:53). En cualquier caso, como señala este autor
de la sociedad. en el Cuadro 3.1. se podrían distinsuir varias efanas en el nrneeqn indrrqrria'lizqdnr
50 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 51

listas. La acumulación del capital es un requisito del desarrollo. por lo


CUADHo 3.1 tanto, la
Las cinco Revoluciones lndustriales conocida frase de Marx: <Acumulad, acumulad, esta es la ley y los profetas>,
que
trata de sintetizar la ley de gobierno de la sociedad capitalisíu, pu-ao
Los intentos de sistematizar el proceso de industrialización, señalando los cambios en
,", upii"u_
algunas variables, han sido muy numerosos. Puede ser instructivo situar las sistemati- $a,ta-m!ign por Lenin a su propia sociedad; es, pues, una ley de las sociedades
lnou strlales.
zaciones realizadas con énfasis en la evolución tecnológica para dejar claro su carácter La teoría marxista de ra exprotación se basaba en el concepto de plusvaría que, a
relativo.
Así, siguiendo a Akerman, parece más adecuado considerar cinco revoluciones indus- su vez' se elabora con base en una teoría lel valor heredada poiMarx
de David Ricar-
triales en la civilización occidental, sobre todo centrándose en el avance técnico. Las eta- do Según Ricardo, las mercancías valen el valor del trabajá que tienen incorporado.
pas que considera son las siguientes: 1. La Primera Revolución, que tuvo lugar hacia el sin embargo, añadía Marx, los obreros producen ,u una cantidad de
siglo xtt con la invención del reloj mecánico y posteriormente de la imprenta; con una téc- "on La
valor' pero reciben con su salario menos áe lo producido. "rfu"rzo
diferencia entre lo reci-
nica sin base, basada en la madera; y como combustible el carbón vegetal para los pro- bido y lo producido es la plusvalía que
cesos rnetalúrgicos.2. La Segunda Revolución comenzó en la segunda mitad del siglo En efecto, tanto el obrero Darticula
xvlll cot-t la adopción de la maquinaria y la transición de la madera al hierro como mate-
derad a globalmente. rcciben ui valor de
ria prim a; como combustible, el carbón vegetal y el cok para los procesos metalúrgicos;
y con la máquina de vapor como prototipo de técnica industrial. 3. La Tercera Revolución de ocu¡rir de otro modo en una econom í
comienza hacia 1870, que inicia la producción en masa; utiliza energía eléctrica y moto- rnente planificada había igualmente una plusvalía; es decir, una fracción
del valor
res de combustión. 4. La Cuarta Revolución puede situarse alrededor de 1920; con la prcducido por los obreros que no les seríi restituida bajo foima de salario,
extensión de la dirección científica de las empresas (taylorismo y fordismo) y la produc- sino que
revertiría a la sociedad. La colectividad utitizaría ese valor suplementario
ción en rnasa; se expande la utilización de la electricidad y la utilización de motores para en función
de su plan, y distribuiría dicho valor suplementario entre los
el transpofte (coche y avión); y gran avance de la industria química. 5. Finalmente, la Quin- áif"r"nt., sectores para
ta Revolución Industrial, presagiada por la bomba atómica, a cuyas puertas nos encon- invertjrlo. Se dieron, pues, dos forrnas distintas de aprovechar la plusvalía.
En un sis-
tramos. Estas épocas técnicas que hemos señalado muestran una transferencia de ini- tema socialista, la reinversión del excedente la decidía y distribuía
el departamento
ciativa desde el continente europeo a Inglaterra y después a América; y tienden a seña- estatal encargado de la planificación industrial, mientras que en un
sistema de eco-
larnos el avance técnico como impulsor del industrialismo motivado por el instinto de curio- nomia de mercado dicho excedente es reinvertido con interposición
sidad oc iosa (Veblen). de los ingresos
industriales (Aron, l9j 5: 82.97).
Corno vemos, es fácilmente reducible este esquema evolutivo al nuestro; práctica- En la economía capitalista, se coüe el riesgo de que los que reciben los exce_
rnenle sólo es necesario reducir lo que Akerman llama tercera y cuarta revolución a lo que
dentes generados en el comercio los dilapiden en
conside ramos nosotros como sequnda. t"tt"Jt"jrtl";
9í. e" to, pu?r", socialisras, er prábrema .
eficac
Fuenle : Ake¡man, 1 968: 26-32
nifca.dores y en que_ éstos se uprou"óhu.on de s iada para su
beneficio personal. En cuanto a la eficacia de un
s la caída de
los,regímenes socialistas, parece evidente la superioridad de la economía
de mer_
caco.
La cuestión de la plusvalía
Siguiendo con estos planteamientos clarificadores sobre la sociedad industrial,
debernos hacer referencia a que, contrariamente a lo que indicaba el análisis mar-
Época de crecimiento y conc¡encia de progreso
xista, la obtención de la plusvalía es consecuencia de la sociedad industrial, no La Segunda Revolución Industrial se hace claramente visible por un
crecimiento
del sisterna capitalista, ya que una de las características fundamentales de la socie- econórnico sin precedentes, como consecuencia de la extensián
de los mercados
dad indu strial es la necesidad de una acumulación de capital. De aquí proviené (prodr-rc or la sran
la progresividad de su economía, \a necesidad de una racionalidad en las deci- técnico
siones y, en buena parte, la aglomeración de mano de obra en torno a los medios
de producción. En efecto, veíamos que, para Rostow, el take-off supone una capa-
que, de "#Tooli
triplicando el valor de los productos manuf¡
cidad de inversión del 10 por 100 de la renta percibida por una sociedad, y que, impuls o industrial y comercial creciente hasta la Primera Guerra
Mundial. A partir
para llegar a una situación de madurez industrial, todavía este porcentaje de acu- de este momento, el liderazgo económi;o mundial empieza a corresponder
a los
mulación de capital debe elevarse al 20 por 100. De esta manera, el carácter pro- Estados Unidos.
gresivo de las sociedades industriales depende de que la sociedad no consume Tarrrbién en Francia, por las mismas fechas, el desarrollo económico
es notable,
todo lo que produce. Esto es así tanto para sociedades capitalistas como socia- sin alcanzar los niveles norteamericanos, pues en la primera quincena
del siglo hay
52 SocIoLoGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SoCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 53

una fuerte expansión en la extracción de combustibles minerales, en la producción ducirá por sí misma la demanda necesaria para alimentar el proceso, a la vez que
de fundición, en el comercio exterior y en la producción de manufacturados (que incrementa el bienestar general de la población.
prácticamente se duplica). Y lo mismo ocurre en Alemania, incluso con resultados El mismo sentido de ideología del progreso, se quiso aplicar al stajanovismo. En
superiores a los franceses. Sin embargo, Inglaterra tiene un crecimiento menos espec- términos generales, su papel fue simila¡ al señalado anteriormente por Friedmann a
tacular, y, aunque no hay una situación de crisis antes de 1914, sí puede hablarse de propósito del fordismo. El <<héroe> -Alexis Stajanov- no era, en este caso, un empre-
un <<estancamiento en el éxito>>. sario norteamericano, sino un obrero ruso que, acompañado por unos camaradas, ini-
Desde el punto de vista técnico, es la energía eléctrica la que da el sello carac- cia, en 1935, una experiencia de racionalización de la producción que bate los récolds
terístico a la Segunda Revolución Industrial, como la máquina de vapor lo dio a la productivos conocidos. El hecho sirvió de acicate a un movirniento de racionaliza-
prirnera. Junto a ella, están los motores de explosión y los de aceite pesado, acom- ción en toda la Unión Soviética de aquella época. Señalaba Friedmann, lleno de ilu-
pañados por nuevos combustibles líquidos y gaseosos que se unieron al car-bón, que sión, en 1936, que <<1o que los stajanovistas ponen de manifiesto es ese don entusiasta
ha,bía sido el prirner <pan de la industria>. Estamos ante fuentes energéticas más de su experiencia y de sus conocimientos. Muestran tarnbién, en contra de lo que afir-
ricas. Y todo ello acompañado de un complejo de nuevas técnicas entre las que des- rlaba Taylor, que para el buen obrero la experiencia inmediata de una tarea, cuando
tacan sobresalientemente: las máquinas-herramientas automáticas; revolución en los
tlansportes terrestres, marítimos y aéreos; revolución del instrumental agícola; pene-
él tiene verdadero interés en esclarecerla, pensarla y entregarla, es un excelente pun-
tración masiva de la química en la industr-ia y la agricultura, y, en particular, en los
to de partida, sin duda el mejor, para la organización racional de las operaciones. Pero
para que el obrero quiera todo eso es necesa¡io que una revolución le haya hecho due-
procedimientos de la metalurgia y en la producción de abonos; y el intenso des-
arrollo industrial de técnicas de comunicación y de tiempo libre, como telefonía, ño de sus herratnientas y de su rnaquinaria.r> Parece claro que estas afinnaciones sobre
telegrafía, radiofonía y cinematografía. Además, puede decirse, este período está
el staianovisnto entran en lo que el mismo Friedmann en 191'7 -en el prólogo a la
rnarcado por una fiebre de invención en todos Ios dominios de la ciencia; se demues-
edición española de su libro citado- tachaba de <exceso de ingenuidad.>>
tra en el incremento apreciable del número de patentes registradas. El papel de las En cualquier caso, no parece muy aventurado afirmar que con la racionalización
<Exposiciones universales>, índice del desarrollo de las técnicas y al mismo tiem- del trabajo, introducida en sus diferentes formas por la Segunda Revolución Indus-
po de la difusión de la idea del progreso a través de las masas, es enorme, como nos trial, hay una planificación de las tareas en la que los modos de realización y sus
indican los 50 millones de personas en los pabellones de la Exposición de 1900, en tiempos escapan irremediablemente del ejecutor inmediato. Se cierra así la época
París. del trabajo artesanal a la medida del hombre, de sus ritmos natu¡ales únicos, y se
En el aspecto organizativo, la Segunda Revolución Industrial se basa en la Orga- abre la época del trabajo racionalizado. Significaba la conciencia adquirida de una
nízación Científica del Trabajo y en la experiencia organizativa acumulada en el for- lesión permanente entre tradicióny razón, entre cálculo y sentimiento, destinada a
disrno, ya que no cabe duda que, con el taylorismo, la división parcelar del trabajo p ermanecer como característica fundamental de la sociedad industrial: el precio del
asurne carácter riguroso y cobran fuerza las experiencias organizativas que en las fac- b ienestar.
torías de Henry Ford desembocaron, en torno a1913, en el trabajo en cadena. La
tarea de Taylor se transformó en el punto nodal de toda la estructura vital de pro-
ducción; y en cuanto tal, se definió para mantenerse estrictamente impersonal, inter- 3.2. CARACTERíSNCIS ECONÓMICAS Y SOCIALES
carnbiable, fungible: justamente lo que se necesita para garantizar la continuidad y DE LA EVOLUCIÓII IITIOUSTRIAL
la regularidad del flujo en cadena. La racionalización de la fase de producción
-a ello
podemos reducir la aportación de Taylor y de Ford- surgida en Norteamérica inun- De la misma manera que hemos estudiado los cambios económicos y sociales dis-
dó rápidamente el mundo industrializado dando lugar a un desarrollo de la produc- tintivos que sobrevinieron como consecuencia de la primera industrialización, inten-
ción sin precedentes. taremos ahora exponer ordenadamente algunos de los resultados que surgieron de la
Las ideas de Taylor fueron llevadas a su culminación práctica por Henry Ford. nueva aceleración de la actividad industrial.
Elfordismo no pretende ser una doctrina formal que reivindique en su base largas
investigaciones experimentales, que ponga en juego la actividad de todo un grupo de
técnicos, y que se discuta en las revistas científicas de ambos mundos. Más bien, se Características económ¡cas de la madurez industrial
trata de un conjunto de prácticas extlaídas de la más asombrosa experiencia indus- Hetros visto cómo, en esta fase de la industrialización,lo más visible en términos
trial del gran capitalismo moderno y cuyo héroe, una vez llegado al apogeo, nos genéricos es el incremento de la producción industrial por aprovechamiento intensi-
collenta la historia del éxito. Para Ford, la llave maestra del sisterna económico era vo de los recursos, que llega a alcanzar cotas insospechadas. Precisa Dahrendorf
la prosperidad global que debe asegural una producción masiva y altos salarios; su (. I974) que si en la primera Revolución Industrial la característica económica sobre-
idea general es prestar un servicio produciendo. La producción, al crear riqueza, pro- saliente es el aumento extensivo de la producción industrial, en la segunda se susti-
54 SocIoLoGíA DE LAS oRGANIZACIoNES LAS SocIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 55
tuye el aumento extensivo por otro intensivo. Se concreta esto en una serie de for- De esta manera, la madurez de la industrialización se manifiesta en nuevas nor-
mas que aparecen con el cambio claro de intensidad en la industrialización y, en cier- mas sociales de cierta estabilidad que conllevan una aceptación del maquinismo, aun-
to sentido, lo posibilitan, tales como: quesea críticamente. La polémica entre Marx y Proudhon sobre la técnica, manifes-
tada err sus respectivas obras, La filosofía de la miseria y La miseria de Ia filosofía,
1. Aprovechamiento más intenso de los lugares de producción, más que crea- es fiel reflejo del ambiente de transición. La actitud, más que crítica, de proudhon
ci ón de otros nuevos. No es tan importante la aparición de nuevas factorías ante la técnica llevó a Marx a darle el título de <<socialista utópico>>.
como la modernización y uso intensivo de las existentes. Dahrendorf (19'/4) propuso una enumeración pormenorizada de las consecuen-
2. C oncentración industrial, en lugar de dispersión. La industria trae industria, ciassociales de la industrialización en su madurez, que se pueden resumir de la
y la concentración física produce numerosos beneficios añadidos en servicios, sisrierrte forma:
abaratamiento del transporte y ayuda mutua. Aparecen las economías de esca-
la, que abar-atan la producción e incrementan, por tanto, la productividad. t. Institucionalízaciín de la movilidad social, sobre todo a través del sistema
3. Reorganización de la propia mano de obra para aprovechar intensivamente el de instrucción. De manera que el ascenso y descenso social se formaliza en
capital humano. Lo que exige personas con una cierta conciencia industrial, buena parte a través de la enseñanza, que concede conocimientos y status
farniliarizadas con las rnáquinas, con capacidad de especialización. social (escuelas superiores, escuelas técnicas, escuelas profesionales).
4. Ra,cionalización y economía de los medios, más que ampliación de éstos para 2- surgen nuevas líneas de estratificación de los trabajadores por las necesidades
obtener nuevas utilidades. La especializaciín, para atender un mercado más de la producción. Si la primera industrialización igualaba al transformar a todos
arnplio a unos precios más competitivos, es el plan propuesto. los trabajad ra se personas capa-
5. Irnportancia creciente de la gran emplesa, que se hace la forma dominante de citadas con para control y man-
producción en algunas ramas de la industria. La forma típica es una gran empre- tenimiento cada producción en
sa de ca¡ácter supranacional, rodeada de industdas auxiliares de tamaño medio masa y, para ello, la estandarización de la formación y la calidad de conoci-
o pequeño, que funcionan con un cierto grado de autonomía. mientos. También las consiguientes gratificaciones sociales hacen necesario
6. Aparición de la sociedad anónima, que separa la propiedad y el control de los un personal cualificado. Las clases medias pueden considerarse en esta línea.
rnedios de producción. Su predominio viene exigido por las crecientes nece- Se ponen de manifiesto formas de vida ya específicamente industriales. La
sidades de capital en su forma más pura. Supone una adaptación del sistema o del ciclo que hace tomar
para buscar eficacia y profesionalidad en la dirección. onarias en la etapa anterior;
a administrativa estatal. las
E,stas características, señaladas como acompañantes históricamente inseparables entidades de comercio intermedio, etc.
del incrernento intensivo de la producción, han merecido el calificativo de económi-
A
Institucionalización de la seguridad social, del derecho social a la protección.
cas polestar ligadas a aspectos muy técnicos de la administración de los recursos En lo político, esto se acompaña con la nueva concepción del Estado del bien-
escasos. Se dan unidas a unas consecuencias más generales, aunque con una influen-
estar social, intervencionista en lo económico, con una misión protectora
contra la pobreza, la enfermedad,lavejez, el paro, y con un continuo senti-
cia directa sob¡e la sociedad, que llamaremos sociales.
do redistributivo.
5- Institucionalizac\ón de la oposición de clases. Surgen los sindicatos fuertes
Garacterísticas soc¡ales de la época industrial y orgamzados, que rompen la superioridad de los empresarios en los con-
flictos salariales y
Desdeel punto de vista de las consecuencias o características sociales de la Segun-
los representantes
da Revolución Industrial debemos hacer hincapié en su sentido integrador o institu-
precisas de conduc
cionalizador. Si el inicio de la industriaTización supuso una etapa de desorden, al da frnal del Estado.
irrurnpir en los modos de vida anteriores nuevas formas, la madurez de la industria- ro se organiza: en sindicatos para hacer frente a la negociación colectiva en
lización viene a afianzar un nuevo orden. Se observa una estabilización paulatina de el interior de la empresa, en partidos socialistas para intentar el acceso al
las relaciones del individuo con la técnica, con sus formas de trabajo y con el nuevo poder político, y en cooperativas para intentar alcanzar la propiedad de los
medio social (la fábrica, la ciudad, etc.). La situación anterior de desorden e inadap- medios de producción.
tación viene reflejada por el mito antimaquinista, larga tradición cultural que con- 6. También se institucionalíza la separación entre las tareas de pensamrento y
trapone humanismo y técnica, máquina y hombre, civilización humanística y civili- ejecución del trabajo. Las oficinas técnicas, Ias oficinas de métodos y tiem-
zaciín rrecánica (Ferraroti, 197 7 : 67 -62). pos en el interior de la fábrica acaparan todas las tareas de pensamiento, de
56 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 57

forma que al obrero se le deja en todo lo posible solamente la ejecución de necesario abandonar el modelo inglés que hemos seguido, de alguna manera, al estu-
Tatarea, con toda \a carga de monotonía e insatisfacción, de alienación, que diar tanto el inicio del proceso como su madurez (a pesar de haber insistido que el
puede conllevar. Como podrían indicarnos Taylor o Ford: a muchas perso- país en punta en la Segunda Revolución Industrial fue Norteamérica) para ver tam-
nas en las fábricas se les paga por no pensar, sólo deben realizar su tarea. bién el sentido que tuvieron las teorías sobre la convergencia de las sociedades indus-
'1
. Yaloración del obrero como relleno de la mecanización, como consecuencia triales; es decir, cómo se explica que los diferentes caminos que tomaron los países
de lo anterior. Seguimos con una situación perirlada ya en los inicios de la ideológicamente diversos hacia la modernización dieran lugar a un mismo tipo de
industrialización que toma forma definitiva. Pa¡ece como si lo importante en sociedad en lo esencial ala estructura económica resultante.
la producción fueran las máquinas, en especial en las grandes empresas' Las teorías convergentes se inician con la indust¡ialización, y persistieron hasta
8. Aparición de los grupos en el trabajo. Aunque su descubrimiento fue poste- la, caída de los regímenes comunistas. Sabemos que es un elemento básico en las tesis
rior, en buena parte, a raíz de los experimentos de Hawthorne, la madurez de Marx, que el desarrollo de las fuerzas económicas subyacentes en las primitivas
sociedades capitalistas culminaría en la instauración del comunismo. Más reciente-
industrial y la consiguiente mejora en los procedimientos de trabajo y nivel
rrrente se ha recordado, tanto por historiadores como por economistas y sociólogos
de vida hacen que puedan emerger con fuerza propia las relaciones sociales,
(I(err, Galbraith y Schumpeter entrarían en esta larga lista) que el proceso de indus-
tanto con base en la estructura formal como en situaciones informales, no
trialización crea unas concretas estructuras económicas y sociales; como resultado,
previstas en la empresa.
toda sociedad avanzada posee una similar estructura ocupacional, de ingresos dife-
9. Se perfrla lo que podríamos llamar el sistema de roles de la empresa, con dife-
¡enciales, tasas de movilidad, y problemas de planificación, dirección económica y
renciación en el plano normativo de los diferentes papeles arealizar. Es fácil organización. Pero los teóricos de la convergencia clamaban, más que por una igual-
definir las expectativas claves, al menos de situaciones como las de empre- dad de los diferentes tipos de sociedades industriales modernas, por una tendencia
sario, técnico, obrero, empleado y mando intermedio. Esto es lo mismo que creciente a la igualdad con el paso del tiémpo.
concluir la existencia de una creciente institucionalización de la empresa. De todas maneras, diferentes estudios comparativos analizados han venido a seña-
10. La aparición de la sociedad de consumo. La producción masiva sitúa la deman- lar que, en.<la lógica de la industrialización>>, es conveniente distinguir entre las
da como necesidad social a conseguir. El sistema de distribución de bienes estructuras formales, que aparecen uniñcadas en su propia dinámica, y las conduc-
y servicios adquiere un gran dinamismo. Con lo que la economía y la socie- tas, que toman diversa forma según sea la cultura. Estamos ante una perspectiva que,
dad aparecen con una conexión e interdependencia total. en la década de los años setenta, distinguía analíticamente en la sociedad la estruc-
Iura social -que se impone en las sociedades industriales- de la estructura política y
Todas estas formas económicas y sociales definen el perfil típico de una socie- de la cultural. O sea, que la industrialización conduce a homogeneizar las socieda-
dad industrial madura en el sentido clásico. des, pero permitiendo grandes diferencias en lo político y en lo cultural.
Respecto a la diversidad de modelos, indica Touraine (1978) que mientras no
conocimos nada más que un tipo de sociedad industrial, el británico o su imagen man-
Modelos diversos de industrialización ctresteriana, no hicimos diferencias entre sistema y génesis. Pero al observar una plu-
Ya hemos comentado que la Revolución Industrial supuso la transformación de las ralidad de tipos de sociedades industriales -la revolución soviética constituyó pro-
sociedades tradicionales en otras modernas de base industrial. En un sentido pedagó- bablemente la principal ruptura- se hizo necesario establecer diferencias entre el fun-
gico y analítico hemos distinguido: la llamada Primera Revolución Industrial, que cionamiento de la sociedad industrial y el modo de industrialización. Y así, se pue-
señala el inicio de la industrialización (el primer take-off); de la Segunda Revolución, den distinguir tres formas de pasar de un modo de producción a otro dependiendo
que supone un incremento de la velocidad del proceso. No cabe duda de que se pro- del grupo dirigente que estuvo al frente del proceso:
dujo la emergencia de un nuevo tipo de sociedad, denominada -como después vere-
rnos- de formas muy diversas, pero que representó un cambio en la estructura social Modelo 1.' capitalista, en que el motor del desarrollo fue la burguesía nacional,
heredada de la industrializaciín. Sus consecuencias han sido distintas según las dife- como ocurrió en Inglaterra, en Francia y en Norteamérica, donde el Gobierno ape-
rentes configuraciones políticas y culturales de las sociedades. Sin embargo, tal for- nas contribuyó con sus esfuerzos.
rna social está siendo un factor sobresaliente, de cara al siglo XXI en la estructura social Mod.elo 11.' estatalista, en que el Estado fue el principal protagonista, que pudo
no sólo de los Estados lJnidos, Japón y Europa Occidental, sino también de muchos contar con la ayuda de una burguesía débil --como ejemplos, Rusia y China- dando
otros países debido a la creciente globalización de la economía y de la cultura. Iugar- al socialismo.
Señalar una nueva discontinuidad en el proceso mundial de industrialización ser- Modelo 1/1.' populista, en que la ayuda a la industrialización vino de fuera, como
virá., además, pa¡a intentar ver con una perspectiva conexa las tendencias actuales de el caso de Argentina o Egipto, y tantos otros países que accedieron tar-díamente a la
las sociedades avanzadas y su evolución futura. Pero antes interesa aclarar que es etapa de industrial\zación.
58 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 59

3.3. E L PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN EN ESPAÑA


Evolución del P-1.8.
CUADRo 3.2
per cápita en España (1955-2OOO)

Llegado este momento, en que hemos viso con una cierta precisión el sentido de la Pesetas Pesetas constantes
Año
expresión madurez industrial, parece oportuno hacer una escueta referencia al pro- Corrientes (de 1986)
ceso de rnodernización español que, por su aceleración, podía ser interpretado como 1 955 14.536 308.242
una acur¡rulación de lo que hemos denominado primera y segunda industrialización. 1 960 22.733 331.062
La rnodernizaciín de la sociedad española ha seguido una pauta poco conven- 1 965 40.412 475.196
cional, en relación con los demás países europeos, debido a las peculiaridades de su 1970 76.712 610.806
historia reciente. Hemos hablado, en el capítulo anterior, del fracaso de la industria- 1 975 168.525 744.O82
lización inicial de nuestro país a mediados del siglo XIX. Trataremos de dar cuenta 1 980 404.239 771.507
ahora del proceso por el cual se ha incorporado al grupo de los países desarrollados.
1 985 741 .568 823.633
Los carnbios que la sociedad española ha experimentado en las últimas décadas han
1 990 1.286.471 1.001.517
sido rnás rápidos y profundos que en cualquier otro momento de su historia. Es cier-
1 995 1.838.791
to que el proceso de cambio se inició en España durante el siglo xIX, pero los cam- 1.052.836
bios estrr.¡cturales que en otros países acompañaron a las transformaciones económi- 2000 2.495.149 1 .135.111
cas sedernoraron en nuestro país durante casi un siglo. Sólo a partir de 1950, el pro- Fuente: l.N.E.: Contabil¡dad Nacional de España, Banco de Bilbao Dara los años anteriores a 1965.
ceso de industrialización se reanima dando lugar a la configuración de una estmctu-
¡a social semejante a la de los países que lograron antes su desarrollo industrial bajo
un modelo de economía de mercado. años, se dan las transformaciones económicas y sociales fundamentales que actua-
rár como allanadoras de la transición política.
Carnbios en la estructura soc¡al y económ¡ca Estos procesos han venido acompañados de una mejora generalizadadel nivel de
vida ¡r de un mayor acceso a la educación primaria, media y universitaria por parte
Estas tra-nsformaciones de la economía española han llegado a generar una estructu- de los estratos medios y bajos de la sociedad. Muchos de estos cambios han tenido
ra social que, vista desde la actualidad, tiene muy poco que ver con la de hace sólo lugar, en la última etapa de un sistema autoritario de gobierno que fue necesitando
unas décadas. Básicamente, la economía española -siguiendo las pautas de los otros modificaciones comp¿Irables a las de la estructura económica y social del país. El
paísesindustriales avanzados- ha dejado de estar basada en la agricultura para girar mayor éxito de su evolución consistió en ser sustituido por otro sisterna político demo-
primero en torno al sistema industrial y, luego, a los servicios. crático de manera pacífrca. A la luz de los que sabemos de otras sociedades que han
Este proceso de cambio ha alterado sustancialmente la estructura ocupacional de exprimentado procesos de cambio equivalentes y de los propios estudios sobre nues-
la sociedad, tanto en términos del volumen de población activa en los distintos sec- tra situación, estas transformaciones han afectado profundamente a los estilos de vida
tores de la economía como de la cualificación laboral y profesional de esa población. y la rnentalidad de los españoles. Son muy escasos los estudios sociológicos sobre
Paralelarnente a estas transformaciones, y como consecuencia del modelo de indus- actitudes y comportamientos antes de la década de los sesenta. Sin embargo, los datos
trialización adoptado, también han cambiado las pautas de asentamiento de la pobla- de que disponemos en estos últimos cincuenta años indican que nuestra sociedad ha
ción o, lo que es lo mismo, la configuración poblacional del país: de una sociedad cambi ado drásticamente no sólo en sus actividades económicas, sino en su mentali-
rural hernos pasado a otra urbana. Simultáneamente, las transformaciones ocupacio- dad ante la vida. En estos breves comentarios nos limitaremos a estudiar las líneas
nales han cambiado la estructura de clases de esta sociedad: hemos asistido a una principales del cambio económico español hacia una sociedad plenamente industrial.
ampliación rápida de las ocupaciones obreras urbanas e industriales, a una mayor Aunque la industrialización de la economía española se inicia en la segunda mitad
complejidad de la gran y pequeña burguesía, y a la aparición de una nueva clase media del siglo xIX, las grandes transformaciones económicas sobre las que se ha cons-
-producto de la movilidad social y la burocratizaciínreciente de las actividades pro- truido la sociedad española actual tienen lugar, sobre todo, en los períodos 1957-
fesionales- que no reproduce ya la vieja clase media urbana de profesionales libera- 1973, 1986-1991 y 1997-2OOO. Son los períodos de mayor crecimiento económico
les y funcionarios públicos (López Pintor, 1993: ll9-I2I). del siglo xx, y ambos tienen como principal protagonista el cambio industrial, aun-
Tal y como muestra el Cuadro 3.2,1a evolución del P.I.B. per cápita español, que que en distintos sentidos. En torno a la década de 1960, se produce el mayor impul-
se cuadriplica en la segunda mitad del siglo xx, es un claro indicador del progreso so industrializador del país en todos los sectores de la producción. Algunas variables
econórnico durante este período. En estos datos queda patente el asombroso creci- externas influyeron decisivamente en el despegue económico de aquellos años: el fin
miento económico de los sesenta y de la primera mitad de los setenta. Durante estos delbloqueo internacional a España, que habría sido consecuencia de la victoria de
60 SocIoLoGÍA DE LAS oFIGANIZAoIoNES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 61

CUADRO 3.3
los aliados y la democracia en la Segunda Guerra Mundial; los acuerdos militares y
El cambio en España durante la segunda mitad del siglo XX
económicos con Estados Unidos a principios de los años cincuenta; la necesidad de
mano de obra de las economías en expansión de Europa Occidental que provocó el Sociedad Economía Política Cultura
rnovimiento masivo de emigrantes españoles; el flujo creciente de inversiones extran-
jens en España y el turismo internacional. El desarrollo industrial español no fue el Tradicional Estancamiento. Autarquía. Dictadura. Nacional.
resultado únicamente de estos factores, pero sin ellos su evolución habría sido, sin (años 40 y 50) Emigración
hacia América.
duda. diferente.
Por su parte, la etapa expansiva de 1986-1991 estuvo precedida por una política Modernización Grandes Desarrollo lnicio de la Apertura a
dereconversión industrial, que facilitó el crecimiento posterior y se vio favorecida espontánea cambios. planeado y apertura. Europa.
por dos factores externos fundamentales: la incorpo¡ación de España a la Unión Euro- (años 60) Emigración sosten¡do. Autoritarismo.
euroDea.
pea y el aumento significativo de la inversión directa extranjera. La política indus-
trial se concretó en los Decretos de l98O y 1981 sobre reconversión de los sectores Transición a la Nuevas Nuevo país Inicio de la Crisis de
deelectrodomésticos, aceros especiales, siderurgia integral, textil y equipo técnico modernidad perspectivas. industrial y democarcia. valores.
(años 7O) Crisis cnsts. Búsqueda del
para La industria de automoci6n1,laLey de 1982, que incluyó a los sectores de cons- mioratoria. cenlro.
trucción naval, componentes eléctricos, calzado y forja pesada, entre otras empresas.
Modernización Desempleo. Expansión Nueva clase Búsqueda
Como en la década de los sesenta, a finales de los noventa pueden identificarse política.
y alternancia Retorno de de servicios del éxito.
factores externos e internos favorables al desarrollo. El cambio operado en la segun- (años 80) emigrantes. (turismo y Inicio de las Europeos.
damitad de los años ochenta puede entenderse como consecuencia de la combina- financieros). Autonomías.
ción del crecimiento de la demanda interna nacional ante las favorables expectativas
Entre Toma de Expansión Nueva Localista.
suscitadas por la incorporación a Europa, la reestructuración de productos y técnicas
soclalismo y conciencia de exter¡or. alternancia. Globalista.
llevada a cabo por los empresarios para afrontar los retos de la mayor competitivi- liberalismo carencias en la Grandes Estado de las
dad en la nueva situación, las medidas fiscales que incentivaron la inversión, y la (años 90) sociedad civil. corporactones. Autonomías.
f,rnanciación ppcedente de las inversiones extranjeras. La insistencia en las mismas Inmigración.
políticas, acompañadas de un impulso de liberalización de actividades que hasta
entonces formaban parte del sector público, son las pautas del período de crecimiento
más reciente, cuyo análisis detallado excede los propósitos y posibilidades de este rres de turistas plantea otros modelos de vida alternativos. Los planes de desarrollo
capítulo. ¡r la apertura a Europa no tenían más remedio que rninar los esquemas autoritarios
dominantes.
Los años setenta se consideran de transición, no sólo política, tras la desapari-
Las décadas del camb¡o ción de la dictadura. También hay un importante cambio de valores, que se mani-
Para examinar las profundas transformaciones que han ocurrido en la realidad espa- fresta en la propia búsqueda política del centro. Las dificultades del sector industrial,
ñola durante la segunda mitad del siglo xx, puede ser interesante seguir la evolución que se ciernen sobre toda Europa en esta década como consecuencia de la crisis del
histórica por décadas de estos grandes títulos que son la Cultura, la Política, la Eco- petróleo, afectaron de una forma especialmente intensa a España, al tener que retra-
nomía y la Sociedad. Los resultados están sintetizados en el Cuadro 3.3, que intenta s ar las medidas de ajuste económico para no frustrar el delicado equilibrio de la tran-
ser una perspectiva de conjunto del cambio social acaecido. sición política.
La primera etapa se inicia tras la Guerra Civil española, correspondiendo tam- Los ochenta vienen muy marcados por el crecimiento del desempleo, que alcan-
bién a una Europa en reconstrucción tras la segunda contienda mundial. Estamos ante z.a amitad de la década a más del 2O por 100 de la fuerza laboral, cifra superada en
u¡a sociedad todavía tradicional, con una economía cerrada en sí misma por el blo- 1994 con el 25 por 100 de parados. La venida de una nueva clase política, con pro-
queo económico exterior impuesto, que mantendría hasta 7952 parc subsistir a sis- puestas sociales constructivistas, la continua expansión de los servicios y una pecu-
temas de ¡acionamiento; es una atmósfera cerrada del partido único y una cultura liar cultura del éxito, da a esta etapa un especial dinamismo. La adhesión a la Unión
también ensimismada en que se podía hacer poco más que mirar al pasado. Europea, en 1985, afi.anza el cambio hacia un nuevo tipo de sociedad. Toma impor-
La modernización se iniciaría, en la década de los sesenta, con una cierta espon- tancia la regionalización.
taneidad favorecida en todos los campos por la presión de las sociedades de nuestro Los años noventa han venido marcados por la toma de conciencia generalizada
entorno cultural. La experiencia de la emigración a Europa y de la recepción de millo- de las carencias de una <sociedad civil>>, tan desarrollada en los países de nuestro
62 SOCIOLOG|A DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 63

entorno. La alternancia política ha venido acompañada de una importante expansión sa fiabilidad de las estadísticas sectoriales-, no debe subestimarse. En 1960, atrave-
económica en el exterior y nuevos problemas internos como los migratorios. La ten- saron nuestras fronteras unos cinco millones de turistas; en 1.987, fueron casi cin-
sión entre lo local, cristalizado en el Estado de las Autonomías, y lo global, patente cuenta millones y, a finales de los noventa, el número de turistas superaba ya los
en la política exterior o las crecientes salidas turísticas de los españoles, muestra nue- setenta millones anuales.
vas situaciones a las que enfrentarse. Los tres factores mencionados: inversión extranjera, emigración y turismo, apor-
Apoyándose en este esquema general de la transición española a la modernidad, taron al desarrollo nacional no sólo capacidad de inversión en forma de capitáles,
hay que tener en cuenta que entre los facto¡es que han contribuido más significati- paliando así la escasez crónica de flujos dinerarios para el desarrollo, sino támbién
vamente al cambio económico y social español, en la segunda mitad del siglo xx, se -y quizá con una mayor transcendencia histórica para el cambio social- una nueva
encuentran: la inversión de capitales extranjeros, la emigración a países más des- mentalidad cultural. La renovada capacidad de inversión permitió el serio despegue
arrollados y el fenómeno creciente del turismo (López Pintor, 7993: 729-133). Se ha hacia la convergencia en términos económicos con los demás Daíses industriáliza-
considerado que estos fue¡on los tres grandes pilares del inicial despegue español. dos. La aportación de nuevos valores y estilos culturales facilité el proceso de cam-
La inversión extranjera en España era prácticamente inexistente a mediados de los bio político y social que incorporó políticamente a nuestro país aiconjunto de las
años cincuenta. Aún en 1960, el volumen de capital extranjero invertido en propor- naciones democráticas occidentales.
ción supQior al 50 por lO0 del capital social ascendía sólo a 135 millones de pese-
tas. En I97O,la inversión extranjera representaba ya más de 13.000 millones de pe-
setas y en 1917, más de 110.000 millones. Durante la segunda gran expansión eco- 3.4. LAS LLAMADAS SOCIEDADES POSINDUSTRIALES
nómica de los años 1986-1991, el volumen de las inversiones extranjeras superó con
mucho los niveles de la etapa anterior coincidiendo con la creciente internacionali- La situación que presenta el sector industrial en las sociedades más desarrolladas a
zación de las empresas españolas y del comercio mundial. Los casi 300.000 millo- finales del siglo xx, se puede definir por un aumento muy intensivo de la producción
nes de pesetas de 1985 se incrementaron hasta cerca de un billón, en apenas cinco mediante la <<automatización>> y el <<control numérico>, que favorece la eliminación
años. Estas cifras resultan pequeñas en los tiempos actuales de liberalización del flu- del factor humano en la producción industrial. La base enérgética del cambio está en
jo de capitales; pero, en su momento, representa¡on un notable impulso de la activi- la utilización de fuentes de energía cadavez más efrcientes, desde el punto de vista
dad económica en nuestro país. productivo, pero también social, como la energía limpia o renovable.
Durante los años sesenta tuvieron un papel importante, como fuente de divisas, Las características del tipo de sociedad a que da lugar esta nueva forma de pro-
los envíos de los emigrantes españoles en otros países europeos. Se trataba de una ducción son fáciles de vislumbrar si sacamoi consecuencias de fondo acerca de la
pauta migratoria nueva en el panorama histórico español, diferente de las migracio- larga industrialización que durante casi dos siglos ha sido norma en estos países. El
nes tradicionales a las Américas de la primera mitad del siglo xx. El flujo migrato- ca¡ácter interdisciplinar de las investigaciones en marcha puede dar una mayor segu-
rio hacia otros países de Europa alcanzó su punto álgido en 1964 con más de 30O.OO0 ridad a las conclusiones. Muchas de las consecuencias están implícitas enlos dife-
salidas. Al final dela década comienza a descender y aún lo hace más bruscamente rentes nombres que se les da a estas sociedades de un tipo nue*ro que se están for-
con la primera crisis del petróleo en 1973. Situación muy diferente es la que tiene mando ante nuestros ojos y que ya no responden al modelo típicamente industrial.
lugar durante la segunda etapa de expansión, en los años ochenta, cuando se asiste a A estas sociedades se las denomina <<posindustriales>>, si se pretende señalar la
las migraciones de retorno de aquellos emigrantes. Actualmente, el número de emi- distancia 1ue las separa de las sociedades de indust¡ialización qüe las han precedi-
grantes españoles a otros países por razones de empleo es insignificante. Estas migra- do, con independencia de la forma capitalista o socialista del proceso. Se lás llama
ciones a los países europeos desarrollados fueron relevantes no sólo desde un punto <<tecnocráticas>', si nos fijamos en el tipo de poder que las domina. Se las denomina
dewista económico, sino también, y quizá de manera más importante, desde un pun- <<programadas>>, si se intenta definirlas ante todo por su modo de producción y orga-
to de vista cultural. Para grandes sectores de la población, emigrantes y familiares o nización económica. <<Corporativas>r, si hacemos referencia a la hegemonía queln
amigos, hubo un contacto directo con otras culturas y estilos de vida, a los que la su seno tiene la gran corporación como forma de organización produitiva. <.Aótiva>r,
sociedad española se iba acercando poco a poco. para indicar que es dueña de sí misma, en continua dialécticá con sus resultados.
En relación con el fenómeno del turismo, también hay que reconocerle efectos <Tecnotrónica>, por ser una sociedad conformada cultural, psicológica, social y eco-
culturales, además de los propiamente económicos. Las masas de turistas extranje- nómicamente por el impacto de la tecnolo gía y La electrónica, en especial en él ,área
ros que acuden a E,spaña en número creciente representan un factor de acumulación de los computadores y las comunicaciones. <<Tecnológica)>, por ser su característica
de divisas, pero también de difusión cultural, especialmente en un país que había vivi- fundamental la automatización progresiva del aparato material e intelectual que regu-
do en el aislauriento intemacional durante décadas. Los flujos turísticos no han hecho la la producción, la distribución y el consumo. <Técnicocientífica>>, po. s"i la cién-
sino crecer desde mediados de siglo. Su importancia económica como fuente de divi- cia el factor decisivo en el crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad.
sas y factor clave en sectores como la construcción y los servicios -a pesar de la dudo- <<Posteconómica>>, porque los costes, cada yez más, tienen una menor importancia en
64 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 65

las decisiones de producción. También se le han aplicado otros epítetos como teórica e incluso ideológica. Quizá la denominación de sociedad posindustrial para
poscapitalista, posburguesa, posbienestar y posideológica. señalar el futuro que se empieza a hacer presente en los años setenta sea la más gene-
Quizá la más afortunada de estas calificaciones sea la que inicia Bell (1916), a ralizada y la que implique un tratamiento más técnico y neutro.
mediados de los años setenta, al emplear el término <sociedad posindustrial>>, que
caracteriza de una manera muy precisa, pues considera que el concepto de sociedad
posindustrial es una generalización amplia. Se comprenderá más fácilmente su sig- Perspectivas económ¡cas del posindustrialismo
nifrcado si se especifrcan las cinco dimensiones, o componentes del térrnino, que son, Al referirnos a la evolución previsible de la sociedad industrial, poníamos el acento
en opinión de Bell: en la aparición de la automoción, del control automático o uso de las máquinas para
controla¡ otras máquinas. Aunque pequeños ingenios automáticos existían desde anti-
7. Sector económico: el cambio de una economía productora de mercancías a guo, su aplicación real extendida es fruto de la electrónica. La aplicación de la elec-
otra productora de servicios. trónica a procesos repetitivos, a la producción industrial, y, sobre todo, a la industria
2. Distribución ocupacional: la preeminencia de las clases profesionales y téc- del automóvil, en la que tiene puestos los ojos el gran público, explica la actualidad
nicas. de Ia automafización, al igual que su aplicación espectacular en las administraciones
3. P&cipio axial: la centralidad del conocimiento teórico como fuente de inno- y oficinas con la introducción de las calculadoras electrónicas. Y también insistía-
vación y formulación política de la sociedad. mos en la posibilidad abierta de utilizar fuentes de energía mucho más ricas, como
4. Orientaciónfutura: el control de Ia tecnología y de las contribuciones tecno-
la atómica.
lógicas. Vamos a tepafar en una serie de consecuencias económicas que se van manifes-
5. Tomas de decisión: la creación de una nueva <<tecnología intelectual>>.
tando, como líneas de tendencia, conforme evolucionan las sociedades industriales.
Son las siguientes:
Touraine (1973) utiliza también el nombre de sociedad posindustrial, pero cree
más conveniente todavía la denominación de sociedad <<programada> por indicar más
directamente la naturaleza del trabajo y la acción económica. En las sociedades pro-
1. Incremento de la productividad basado, sobre todo, en las transformaciones
gramadas, aunque parezcaparadójico, las decisiones y los combates económicos no
tecnológicas que han permitido un incremento de los salarios reales durante
poseen ya la autonomía y el carácter fundamental que tenían en un tipo de sociedad el último siglo. Señala Bell (1976: 224) que <<el aumento de renta per cápita
en los Estados Unidos ha dado un promedio deun2 por 100 al año desde 1870
anterior. Esta menor autonomía en las decisiones económicas va acompañada por una
mayor dependencia del conocimiento, de la capacidad de la sociedad para crear inno- hasta 1970.>> El cambio tecnológico, acelerado después de la Segunda Gue-
vaciones; por otra parte, las decisiones políticas influyen crecientemente, hasta el rra Mundial -la energía atómica, los ordenadores y ).os jets son las innova-
punto de que las grandes inversiones no se toman habitualmente por su rentabilidad. ciones más espectaculares- hace comprender el aumento espectacular de la
En esta situación no tiene tanto sentido hablar de explotación económica como de productividad.
dominación social ma¡rifestada en tres formas: 2. Necesidad de grandes inversiones de capital. La producción para grandes mer-
cados y el carácter tecnológico de las inversiones hacen necesarias sumas cuan-
1. Media¡rte la integración, con una inducción del aparato de producción a acep- tiosas, que en los sectores en punta exigen el desa¡rollo de los mercados frnan-
ta¡ los objetivos, tanto en el sistema de trabajo como en el consumo en la for- cieros y, en ocasiones, la ayuda estatal.
mación. 3. Proceso productivo cadavez más largo, complejo y científicamente elabora-
2. La manipulación cultural; actuando sobre las necesidades y actitudes ante el do, que hace afirmar a algunos que la promesa metodológica de Ia segunda
trabajo y ante la vida, los medios de que se dispone conforman una gran <<indus- mitad del siglo xx es la dirección de la complejidad organizada. Los proce-
tria de la concienciarr. sos productivos son más largos, en el sentido de más elaborados, necesitán-
3. El influjo creciente de las grandes organizaciones económicas, que orientan dose la unión de la ciencia, tecnología y técnicas económicas o, lo que es lo
cadavez más su actividad al control del poder político. mismo, de .<investigación y desarrollo>r. Ha surgido una tecnología intelec-
tual: la sustitución de intuiciones por algoritmos.
De esta manera, la dominación social se manifiesta, para Touraine, en aliénación, 4. El aftanzamiento de la economía de servicios, manifestado en un rápido cre-
o reducción del conflicto social por medio de una participación dependiente. cimiento del sector servicios, con influencia tanto en la nueva estructura de la
Con los dos ejemplos señalados, de BeIl y Touraine, es fácil concluir que cada población activa como en su mayor aportación de riqueza. De los datos dis-
uno de los nombres adoptados para señalar el tipo de sociedad a que da lugar la lla- ponibles se deduce la existencia de una pérdida de fuerza del sector primario
mada, en algún momento, Tercera Revolución Industrial, incluye una fuerte carga oue se transforma en incremento del secundario v tercia¡io hasta la consoli-
66 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 67

dación como sector preponderante del secto¡ cuaternario (salud, educación, CUADBo 3.5
finanzas y administración estatal). La Revolución Industrial supone un aumen- Distribución de la mano de obra por sectores y tipos de países
to de importancia del sector secundario y también del terciario, en cuanto
aumentan, en un primer momento, las necesidades correspondientes a las ayu-
das auxiliares para la producción; por ejemplo, el transporte y la distribución.
Y, más adelante, otros servicios auxiliares que van cobrando protagonismo.
El Cuadro 3.4 nos indica la distribución de la fuerza de trabajo a lo largo de
este período en distintas sociedades, y pone de manifiesto que, muy proba-
blemente, la madurez industrial se alcanza primero en Norteamérica (años

CUADRo 3.4
Evolución comparativa de la mano de obra en distintas sociedades

i_L, Estados Unidos


Año Pr¡mar¡o Secundario Terciario
1900 38 36 26
1910 e1 38 31
1920 27 40 ?a
1 930 zl 40 39
1 940 17 40 43
1 950 t¿ 41 47 Fuenfes: Mac¡onis (2000: 404), a partir de est¡maciones del Banco Mund¡al (1995).
1 960 B 38 54
veinte); después en Europa (en los cincuenta) y posteriormente en España (en
1 970 .lb 59
64
los setenta). El declive relativo del sector industrial -que puede señalar laapa-
1 980 3 33
1 990 2 27 70
rición de las sociedades posindustriales- se inicia en Estados Unidos en los
25 73
ci¡cuenta, en Europa en los setenta y en España en los ochenta. Es fácil dedu-
2000 2
cir que, en uria sociedad posindustrial, se pone el acento sobre un tipo dife-
Unión Europea rente de servicios, tales como sanidad, educación, investigación y gobierno.
38 33 29 5. Planteamientos económicos a cadavez más largo plazo,lo que incluye inquie-
1 950
1 960 23 41 36 tud ecológica, administración de los recursos naturales considerados como
44 39 escasos, crítica al consumismo y preocupación por la calidad de vida.
1970 17
1 980 10 39 6. Interacción creciente entre las decisiones económicas y sociales. Lo que sig-
1 990 8 32 bU nifica una pérdida de autonomía de la economía, como ya hemos comentado
2000 2 31 67 anteriormente, compatible con una gran movilización por el crecimiento eco-
nómico (más que en cualquier tipo de sociedad anterior).
España
1 900 70 IE De todas estas consecuencias económicas señaladas, la distribución de la mano
1 950 52 24 24 de obra es especialmente significativa. El Cuadro 3.5 nos muestra la diferente estruc-
1 960 42 .Jl 27 tura productiva de los diferentes tipos de países según su renta; de esta manera, se
1970 29 34 37 señala la evolución del desanollo previsible
1 980 't9 36
ee 5b
1 990 11
Tendencias soc¡ales en el pos¡ndustrialismo
2000 32 61
Fuentes:Paru Norieamér¡ca, la Of¡c¡na del Censo; para Europa, Eurostat y datos de los cualro grandes países de A1 igual que las formas económicas señaladas, cabe habla¡ de unas tendencias en las
la OIT; para España, lNE. formas sociales. Desde el ounto de vista social. es de destacar. en un sentido senéri-
68 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES AVANZADAS 69
co, la creciente aparición, en los años setenta del siglo xx, de nuevas pautas de 6. Se desdibuja la lucha de clases. Esto es así, en primer luga¡ al nivel de toda
conducta en las sociedades industriales más avanzadas, manifestadas en comDorta- la sociedad, lo que lleva a la desaparición de lo que se ha llamado partidos
mientos babituales muy extendidos, con carácter normativo, tales como obediencia de clase obrera, que se transforman en partidos del pueblo en generar. Tam-
a consignas, puntualidad, ejecuciones cuidadosas, disciplina, etc., que forman su bién, en la misma empresa, el conflicto se establece no en la propiedad, sino
ambiente más característico. Estas nornas delimitan externamente la visión externa en el poder de decisión, lo que hace que se valoren más los medios de for-
de las sociedades denominadas posindustriales. mación del grupo obrero como forma de asegurar la continuidad en la lucha
A mediados de los años setenta, Friedmann (1911) apuntaba las líneas de evolu- por el poder. Puede afirmarse que más que formas de conducta de clase, las
ción de la sociedad industrial de aquellos años. Sus previsiones de entonces han resul- hay, quizá, de status socioeconómico quedando la vivienda todavía como
tado ser una buena descripción de la etapa transitoria hacia la sociedad de la informa- vestigio principal.
ción en la que ya nos encontramos y de la que hablaremos en el siguiente capítulo. 7. Intentos, no resueltos, de superación de la enajenación a que se ha sometido
Esas líneas evolutivas son las sieuientes: al obrero y su medio. Parece claro que la superación de la <<tristeza obrera>,
vendrá por la vía del acercamiento del medio obrero y el medio de decisión,
Transformación del trabajo en una actividad fundamentalmente simbólica y pero en ningún país industrial se ha conseguido una plena democracia indus-
docurftental. Las ta¡eas manuales dejan paso a otras no manuales de ejecu- trial. Los intentos de superación de la enajenación han venido, por parte de
ción relacionadas con la comunicación e información. Incluso la misma algunas individualidades obreras, por diferentes caminos: anestesia de Ia cul-
noción de calihcación ha de entenderse tomando como criterio del nivel pro- tura de masas, donde están expuestos a lo peor por no estar preparados para
fesional: la calidad, la dificultad,la rapidez en la codificación y descifra- lo mejor; la evasión a otros sectores, al pequeño comercio, al pequeño ofi-
miento de los mensajes que el obrero debe ¡ecibir y luego emitir en forma cio artesanal o al empleo tercia¡io, y la activa participación política o sindi-
de acciones sobre la máquina o de comunicaciones. cal que permite a un pequeño grupo de dirigentes eludir su situación. por
a Valoración del obrero como relleno de la automatización. pero se exigen parte de la empresa han sido positivas las experiencias de ampliación y enri-
unos conocimientos técnicos precisos, aunque limitados, más emparentados quecimiento de tareas, pero sus resultados son parciales, poco extensos y
con la dirección (obreros de cuello blanco), con posibilidades de permitir calificables en la línea antes denominada por Touraine como participación
una valoración personal de la tarea y orgullo por realizarTa. Estamos ante el dependiente; en cualquier caso, hay una serie de dificultades derivadas de
orgullo del granjero que debe saber manejarse con unas máquirras y un orde- los problemas crecientes de promoción interna (por las necesidades de la for-
nador, o del ama de casa capaz de programar su lavadora para eonsegui_r la mación técnica imprescindible), las consecuencias desfavorables de la des-
colada de una forma precisa y concreta. aparición del esfuerzo físico y la <<diferenciación cultural> entre las diversas
3. Nuevas formas de separación entre pensamiento y ejecución de las tareas. secciones en las grandes empresas. Por otra parte, el incremento del tamaño
Distinguiendo entre especialistas programadores, ej ecutantes y mantenedo- de la organización dificulta los intentos de aumentar la participación.
res. Con un proceso de producción muy reglamentado donde es igualmente 8. Disolución progresiva del régimen de salarios. La satisfacción generalizada
importante la aportación de las diferentes partes. Los trabajos de manteni-
aceptables,
miento son los que más se coffesponderían, posiblemente, con los artesana-
o en la pro-
les anteriores a la industrialización exigiendo una visión integradora y minu-
tareas más
ciosa del proceso.
del sala¡io,
1^ Pérdida defrnitiva de peso del trabajo manual. Tanto en su importancia numé-
'su capacidad de primar la insatisfacción que produce la realízación de una
rica (yá viniós láb nueVás estructurás de población activa) como en impor- tarea concreta. Por otra parte, el corporativismo creciente hace que aparez-
tancia económica (inversiones que suponen de capital), y quizá menos acu- can los grandes grupos de intereses y el Estado como planificador de las fuer-
sadamente en la valoración social. El principal recurso de la sociedad pos- zas del mercado, también del mercado de trabajo, señalando el abanico cada
industrial es su personal científico, esta <<élite científica>> es la que escala vez más estrecho en que es posible la negociación del salario.
puestos. 9. Importancia creciente del no trabajo. Estamos asistiendo al inicio de una civi-
5. Pérdida de importancia del <<grupo obrero'r. No sólo por la misma disminu- lización del ocio generalizado, del consumo masivo. La imposición de la éti-
ción porcentual, sino sobre todo porque desaparece la homogeneidad con la ca consumistafterza en buena parte las ventajas conseguidas enjubilacio-
creciente especialización y la aparición de nuevas tareas cada vez más difí- nes y jornadas reducidas. Los fines de semana de descanso (dos o tres días)
ciles de encuadrar. Por otra parte, va difuminándose la mística del obrero aparecen como un paso irreversible.
manual explotado. Aparecen, además, otras fuentes de diferenciación -gui- 10. La red de trabajo sustituye cadavez más el grupo de trabajo. Los progresos
zátambién en retroceso- más claras: el sexo. la nacionalidad. la raza- etc. de la autom attz,aciín nermiten eliminar casi todas las tareas renetifivas v
70 SOCIOLOGíA DE LAS ORGANIZACIONES

monótonas. La división del trabajo se va haciendo progresivamente menos


tajante, mrás flexible, permitiendo e incluso exigiendo la colaboración en la
realización de tareas complejas.

Terminamos, con estas consideraciones, una breve exposición de la denominada


historia social de la industria, donde hemos procurado ver con perspectiva histórica
el significado que ha tenido la sociedad industrial. En el siguiente capítulo, nos cen- LA SOCIEDAD
tramos en caracterizar los principales rasgos de la situación socioeconómica de las
sociedades actuales, en las que globalización y flujos de información son los princi- DE LA INFORMACION
pales ejes de coordenadas. Todo lo dicho nos sitúa ante el cambio que se va hacien-
do patente en los años setenta y ochenta del siglo xX. Hablar de posindustrialismo
es una definición genérica y negativa de la nueva situación. En los años noventa,
resulta claro q¡re está comenzando un nuevo tipo de sociedad que, positivamente,
podemos denoihina¡.<sociedad de la información>r, cuyos rasgos fundamentales vaÍnos
a estudia¡ en el capítulo siguiente.

4.1. DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL A LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION: LA iNfOT-


mación como contenido. lnnovación y nuevas tecnologías. Investigación y des-
arrollo.
4.2. LOS ORDENADORES Y LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD: EI iNiCiO dC UNA NUEVA
tecnología (1 945-1 969). Los miniordenadores (1 970-1 979). Los ordenadores persona-
tes (l gSó-19e9). El ordenador portátil y c )nectado (1990-2000). La máquina de la moder-
nidad.
4.g. INTERNEt LA RED DE REDES: Una idea con una evolución explosiva. La expansión
de unas aplicaciones.
4.4. LAS NUEVAS TECNOLOGíAS DE LA INFORMACIÓN: Tecnologías convergentes. La
industria de las telecomun¡caciones.
4.5. LUCES Y SOMBRAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS: EI NUEVO IUd|SMO. LA bTEChA
digital. Consecuencias económicas y sociales de la revolución informacional.
72 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 73

sTE capítulo se dedica al estudio de la evolución reciente de las sociedades más CUADRo 4.1
El cambio hacia la sociedad de Ia información
avanzadas, que pueden denominarse con propiedad sociedades de la informa-
ción. Es evidente que una de las características indiscutibles de este nuevo SOCIEDAD SOCIEDAD SOCIEDAD
modelo de sociedad es de carácter económico: una gran productividad debida a Ia TRADICIONAL INDUSTRIAL INFORMACIONAL
aparición y genercTización de nuevas tecnologías. Pero la gran capacidad productiva
no es algo natural o que se pueda improvisar, sino que responde a un proceso gene-
Población Estancada Creciente Estable
ral de cambio en toda la sociedad que lo hace posible. Con frecuencia, las personas
sometidas a los procesos de cambio social no son demasiado conscientes de ello. Só1o Urbanización Muv escasa Abundante Suburbana
en el futuro otras personas serán capaces de ver ese momento histórico con una cier- Educación Minoritaria General¡zada Especializada
ta objetividad y perspectiva. De todas maneras, ya empezamos a tener datos para Modelo famil¡ar Extenso Nuclear Informal
poder pensar que, desde la aparición y extensión del uso de ordenadores -debido en Emancipaciónfemenina Escasa Crec¡ente Total
buena parte a sus posibilidades de interconexión-, ha habido unos cambios de mag-
nitud análoga glos ocurridos al comienzo de la sociedad industrial.
Movilidad física creciente: mecánica MuY grande:
electrónica
posible: stafus adqu¡r¡do crec¡ente: acceso
4.1. DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL A LA SOCIEDAD Movilidad social Nula: stafus adscrito
a la información
DE LA INFORMACIÓN Movil¡dad psíquica Poca En expansión Grande
Aceleración Grande Muy grande
Las sociedades que llamamos posindustriales en el capítulo anterior mostraban ya
algunos rasgos propios de sociedades más avanzadas. De hecho, lo que señalaban es
que estaba apareciendo otro tipo de sociedad. No es tarea sencilla delimita¡ cuáles de Rac¡onalidad Poco valorada Valorada Suouesta
esos cambios son los más importantes para la configuración de la vida social actual y Capitalismo Testimonial Creciente Generalizado (crisis)
futura. Sin embargo, parece que se pueden señalar como centrales los siguientes: la Burocratización Ninouna En expansión Flexibilizada
transformación del conocimiento en recurso crucial y fuente de innovación y acción Democracia Inexistente En expansión Ampliándose
política; la aparición de la tecnocracia como una élite dominante; el remplazo de la Tecnología Abundante Necesaria
ética protestante del trabajo por un énfasis en el ocio y la cultura; el cambio hacia valo-
res sociales cercanos a la individualidad y la autonomía personal; el cambio de la base
económica de la sociedad apoyada en los servicios y no en los bienes producidos. En Mercado y consumo regional
Limitado, Expansivo, nacionai Total, bloques
el Cuadro 4.I: El cambio social hacía la sociedad de la información, se presentan Tipo de producción extractiva,
Agrícola, Industr¡al, fabricación, Servicios, informac¡ón
también otras variables signifrcativas para comprender este proceso de cambio social. individual en grupo en red
Es imporlante ver que las modifrcaciones sociales tienen sentido en su proceso histó- Forma de producción Artesanal En ser¡e Adaptable
rico; por eso, es interesa¡te ver la evolución de cada variable desde las sociedades tra- Masificación Inconsciente Toma de conciencia En la diversidad
dicionales a las industriales y, finalmente, a las informacionales (Lucas, 2OOOI. 19-27).
Intentando-concretar estos cambios en un terreno empírico, más cercano a los Problemas sociales lmplíc¡tos Explícitos Intentos de solución
procesos económicos y sociales tangibles, algunas de las características cruciales
Comunicación Personal Mediada, colectiva Global nuevos medios
serían las sisuientes:
V-alqrqq!ón lel t¡empo Escasa Grande: DUntual¡dad Muy grande:
1. Modificaciones en la distribución de la fuerza del trabajo por sectores. Hay flexibilidad
un crecimiento de la gente que trabaja en el uso de información hasta alcan- Medio ambiente Natural Alterado Intentos de control
zar casi la mitad de la población activa, mientras que la industria se sitúa, en Gobierno Autocrát¡co, Consultivo, cap¡talismo Democrático,
torno al 2O por 100 y los servicios tradicionales en poco más del 20 por 100, comunrtansmo oarticioativo
con muy poca gente trabajando en la agricultura. Organización Afect¡va Burocrática Desrequlada
2 Cambia también la forma de trabajar, por una disminución de la jornada, pero Confl¡ctos Personales, De trabalo Nuevos: sexo,
territoriales minorÍas, culturales..
sobre todo por una gran flexibilidad que permite trabajar desde cualquier sitio
Itamhién pn crsa si se dese.¡) en el maneio de información. Seguridad Poco valorada En apar¡c¡ón Fundamental
74 SOCIOLOGiA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCÍ EDAD DE LA INFORMACIÓN 75
las sociedades industriales avanzadas, en las que no sólo hay industrias sino que una
Frente al modo tradicional de trabajar en torno a la producción de bienes y
servicios. ahora se realizan tareas como manipular símbolos o crear y proce- parte dominante de las formas de vivir son industriales (ia comida, el vesiido, la
sar información. vivienda, la formación, el estilo de vida en general), en las sociedades informacio-
4 El poder, que en las sociedades más tradicionales iba unido a la posesión de nales la información y el conocimiento están presentes en cualquier sitio y tienen un
1a iierra, y en las industriales a la propiedad de los medios de producción, se carácter activo. Como indica Castells (1997: 47), el término oinformaciónal>> viene
liga ahorá a la información y al conocimiento necesario para generar innova- a caracterizar <<una forma específica de organización social en la que la generación,
el procesamiento y la transmisión de Ia información se convierten en las fuentes fun-
damentales de la productividad y el poder debido a las nuevas condiciones tecnoló-
gicas.>>

La informac¡ón como conten¡do


las tareas.
6. Adquiere una gran importancia todo lo relativo a las innovaciones, especial- Por nuestra parte, siguiendo el esquema planteado anteriorrnente, del paso de la socie-
.n".rt" en la adópción áe las nuevas tecnologías. Frente a la natural resisten- dad tradicional a la indust¡ial y a la informacional (Cuadro 4.I: Et cambio socictl
cia al ritmo de cámbio, aparecen unos innovadores pioneros seguidos de unos hacia la sociedad de la información) es evidente que, para estudiar el cambio con
primeros adaptadores. La evidencia de los beneficios conseguidos da lugar a detenimiento y en toda su extensión, habría que acudir ál conjunto de variables des-
-una
segunda generación de adaptadores, y a otra de seguidores, quedando criptivas básicas y ver su evolución temporalén las tres grandás etapas señaladas. Se
siempré un resto de resistentes al cambio. Entre los adaptadores más o menos tendría así una visión minuciosa, polifacética y evolutivá del proceso de moderniza-
entuiiastas de las nuevas tecnologías y los que la rechazan, e incluso la sabo- ción. Sin embargo, varnos a limitarnos a un comentario de lós cinco tipos de varia-
tean, encontramos siempre una tensión que el tiempo disipa por la asimila- bles en su conjunto -evolución demográfica, movilidad, racionalizacióf, producción
ción o rechazo de la novedad (Burton' 1992: 18-22). y consumo' y conflictividad y complejidad- pues muestran suficientem"nf. la impor-
tancia que ha adquirido el manejo de información.
llacia finales de los años setenta, empieza a ser claro que la dirección adoptada
por las nuevas formas de producción y por e desarrollan . En efecto, aparentemente, la situación de la población en las sociedades tradi-
cionales y en las llamadas inicialmente posindusiriales es similar, de equilibrio. La
In paralelo tienen qrr"lner el manejo de ón <sociedad
diferencia de la estabilidad y del estancamiento, que señalarros en el óuadro, está
"ott
de ia información> no empieza a usarse co inicio de los en el manejo de conocimientos e información, qrrJsupone la posibilidad de control
ochenta. El libro de Yonesi Masuda: La sociedad de la información como sociedad con base en el conocimiento. Frente al ajuste automáiico de la natalidad y mortali-
posindustriat (I98I), ap¿rrece como un punto de referencia claro en este cambio. En dad tradicional, el manejo de información hace posibles las capacidades interven-
él se ha-ce una propuesti de compresión de la radical evolución social que está tenien- toras sobre la natalidad en la modernidad. También la disminu.ión d"l crecimiento
do luga.r, y r" plu.ri"u un programa de futuro para Japón. Hasta esos años, las palabras urbano, que supone la posmodernidad, hay que entenderlo en un entorno de incre_
y .,sociedadri, que raramente aparecían juntas si no era para referirse rnento de la información disponible. De igual manera desaparece aparentemente, en
"info-lrnaóióno uti-
a la asociación áe bibliotecarios y temas semejantes, empiezan paulatinamente a las sociedades informacionales, el éxodo del campo a ta óiudad, úpico de los pro_
lizarse unidas en el campo de las ciencias sociales, y sigue haciéndose de una forma
cesos de industrialización. Se podría pensar incluso los datos estadísticos dis-
creclerlte en nuesrros díás, para referirse al nuevo tipo de sociedad. La organización ponibles- que se vuelve al campo. Pero la realidad -con es que crecen las zonas subur-
por par-te de la Comunidad Económica Europea, en Dublín, en 1980, de una Confe- lranas, cercanas a la ciudad y caraeterizadas sobre todo po. tener una buena comu-
iencia l.rter.tacional con eI título <<Sociedad de la Información>>, reuniendo a especia- nicación y abundantes servicios disponibles entre los qúe debemos destacar, indu-
listas de diferentes disciplinas para estudiar el futuro inmediato, es también una mues-
dablemente, los de información.
tra de este cambio de sensibilidad. Vemos, durante toda la década de los ochenta, una
De la misma manera, si nos frjamos ahora en la movilidad en sus diferentes face-
progresiva toma de conciencia de la nueva situación y la aparición de publicaciones
tas, es fácil deducir que, en muchas de las situaciones señaladas en la tercera de las
en el árnbito de las ciencias sociales.
columnas, lo importante es el manejo de información, como cuando hablamos de
En la década de los noventa, la expresión <<Sociedad de la información>> empie-
educación especializada, de gran movilidad física o psíquica, y todavía más al refe-
za a ser de uso normal, incluso fuera de los ambientes académicos. Es más, recien-
temente se ha empezado a hablar con acierto de <<sociedad informacional>>, para insis-
rirrtos a la movilidad social creciente basada en el cónoóimiento. En efecto, el nue-
tir tanto en el carácter central que tiene la creación y el manejo de información en las vo principio estratificador, más allá de los lazos de sangre y del tipo de trabajo des-
nuevas Sociedades como en su capacidad generadora' De la misma manera que en ernpeñado, está -en las sociedades más avanzadas- en las posibilidades que ofrece
76 SocIoLoGÍA DE LAS ORGANIZAoIoNES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 77

el conocimiento, incluso -con más precisión- en la facilidad de acceso a los proce- CUADRo 4.2
sos de información (nuevas tecnologías, medios de comunicación de masas, conoci- Aceleración de los ciclos de innovación
mientos de idiomas, etc..¡.
En cuanto a los avances de racionalidad, que supone la modernización, en tér-
minos generales, al igual que los más específicos que están implícitos en la amplia-
ción de la democracia, la burocratizactón,la producción capitalista o el creciente uso
de la tecnología, siempre van acompañados de más utilización de información. En el
caso de las tecnologías, lo importante son las propias tecnologías de la información
que, mediante la digitalización, permiten un uso extensivo, permanente y sencillo del
conocimiento acumulado.
Respecto a la producción y el consumo, la globalización de los mercados es posi-
ble por la difusión de las tecnologías de la información, que definen los bloques por
los límites de la circulación del conocimiento común aceptado. La nueva forma de
producción es la obtención, elaboración y traslado de la información, cuyo trata-
miento se va transformando en la principal actividad económica de la mayoría de las 1 845 1990 2020
personas. €
Lo mismo oculre con el tratamiento de la complejidad y la consiguiente conflic- años
tividad. Se valora -e incluso se considera imprescindible- el manejo de información, 60 años 55 años 50 años 40 30 años

desde luego al abordar la solución de los complicados problemas sociales o al con-


seguir una comunicación global. No es posible plantear una flexibilidad en el apro- tecnologías, se puede señalar que parece cierto que estamos al inicio de un nuevo
vechamiento del tiempo sin información más que abundante, como ocurre igualmente ciclo económico basado en las nuevas tecnologías y, por consiguiente, ante la posi-
con los problemas ecológicos o de seguridad. bilidad de un crecimiento del empleo y de la riqueza. Es el quinto gran ciclo desde
el inicio de la Primera Revolución Industrial, como podemos ver en el Cuadro 4.2:
Aceleración de los ciclos de innovación, donde se nos muestran las diferentes tec-
Innovación y nuevas tecnologías nologías que han actuado como motores del cambio en cada uno de los anteriores
En un reciente informe monográfico sobre la innovación en la industria, Nicholas Valéry ciclos: la energía hidráulica, la industria textil y la del hierro en la primera; la máqui-
(1999) ha llegado a afirmar que la innovación se ha convertido en la religión industrial na de vapo¡ el ferrocarril y el acero en la segunda; la electricidad, la industria quí-
de finales del siglo xx, de forma que, en buena parte, ha sustituido al lenguaje de la eco- mica y los motores de combustión interna en la tercera; la electrónica, la aviación
nomía del bienesta¡ de la posguerra. A pesar de esto, no es fácil saber en qué consiste y la petroquímica en la cuarta, y las redes de comunicación, el software y los nue-
exactamente la innovación: mejor producto, mejor proceso, materiales diferentes, mejor vos medios en la quinta. Parece ser que estos ciclos se han ido acortando, debido a
distribución; todo lo más conveniente apa-rece como innovación. Peter Drucker (1993) la aceleración del cambio social, de manera que si el primer ciclo iniciado al final
ha enunciado seis fuentes de oporhrnidad que deben aprovecha¡ los innovadores: el éxi- del siglo xvIrr duró unos sesenta años (Valéry, 1999: 8), el último -en el que esta-
to inesperado, la incongruencia entre lo que actualmente sucede y lo que se esperaba mos ahora mismo- se va a reducir a la mitad.
que iba a suceder; la inadecuación de un proceso claro, que se daba por cierto; los cam- El interés de estos presupuestos es grande por alentar a un aprovechamiento rápi-
bios en el mercado o en una industria que llegan a todos por sorpresa; las alteraciones do de las ventajas del ciclo económico enalza sabiendo que hay datos para pensar
demográficas imprevistas; las modificaciones en la percepción o en la moda, que dan que va a ser más corto que los anteriores. Hay que actuar, por tanto, con rapidez
lugar a altibajos en la economía; y los cambios en la conciencia causados por nuevos facilitando la formación de las personas en las nuevas tecnologías y haciendo muy
conocimientos. Estos son los senderos por los que ha marchado la evolución en las últi- asequible la utilización generalizada de procedimientos comunicativos como Inter-
mas décadas. Muy concretamente en Nofteamérica, donde las empresas que están crean- net. Decisiones como facilitar unas tarifas planas de acceso a Internet a los consu-
do empleo y tirando de la economía entran en campos evidentemente nuevos como la midores no son, en absoluto, de poca importancia. La introducción de las grandes
informática o la biotecnología, que apenas existían en la pasada década. Desde l99O,la innovaciones tecnológicas exige tiempo para adquirir naturalidad y facilidad en el
extensión de este proceso por todos los países avanzados es patente. manejo de los nuevos procedimientos. Los hábitos para utilizar con eficacia y rapi-
Desde el punto de vista teórico, desarrollando el planteamiento schumpeteria- dez los ordenadores o saberse mover en la World Wide Web son costosos para el
no de la <<destrucción creativa>> a que da lugar siempre la introducción de nuevas individuo y se adquieren, con frecuencia, con naturalidad mediante juegos o
78 SocIoLoGíA DE LAS oRGANIZAOIoNES LA soctEDAD DE LA tNFoRMActóN 79

desafíos personales que no pueden ser demasiado dificultosos. En este sentido, se utilización de los ordenadores, de las autopistas de la información y los mode¡nos
hace necesaria una actuación política adecuada que facilite el cambio en los siste- medios audiovisuales. Por una parte, los ordenadores, en versiones progresivamente miás
mas formativos y productivos. cercanas al hombre corriente, facultan para organiza¡ y crear la información de mane¡a
Este planteamiento teórico ayuda, además, a explicar algunos problemas socia- asequible a las necesidades ordina¡ias. Por otra, las autopistas de la información perrni-
les y económicos recientes. Así, por ejemplo, si el frn de la crisis del petróleo de ten también el traslado rápido de grandes volúmenes de información. Finalmente, las
los años setenta dio lugar al inicio del problema del desempleo que ha azotado a técnicas audiovisuales son un elemento imprescindible en la difusión y el tratamiento
los países desarrollados, el inicio del quinto gran ciclo económico explicaría la de la información pan hacerla inmediatamente disponible. Pero es el empleo creciente
excelente coyuntura norteamericana desde principios de los noventa, fundamenta- de las tecnologías digitales en cada una de estas facetas lo que está permitiendo la nece-
da sobre todo en el auge de las nuevas tecnologías. También el poco impulso polí- sa¡ia confluencia y va a dar lugar a un crecimiento cada vez más uñita¡io.
tico y social de los países europeos para aprovechar las bonanzas del nuevo ciclo
-la llamada <<euroesclerosis>- nos puede ayudar a entender la situación actual de
Europa, intentando mantener a flote y preservar empresas de la cuarta ola, sin enfren- Investigación y desarrollo
tarse con el futuro con la misma decisión con que lo ha hecho la sociedad nortea- Los datos disponibles a finales del siglo xx sobre la inversión en investigación de los
merlcana. *. países más desarrollados son muy esclarecedores de las exigencias del tipo de socie-
La innoüáción, basada en el conocimiento y en los descubrimientos científicos, dad. Así, la inversión en I+D de suecia está próxima al 4 por lo0 de ru ttB; lu d"
se ha transformado en una carrera donde cuenta la investigación básica y la aplica- Estados unidos es superior a| 2,5 por 100; la media ¿e ra ocoB es del 2,2 por 100,
ción industrial de los hallazgos. Los laboratorios dedicados a la investigación y la
universidad se encuentran en el centro del proceso y, junto a la propia investigación
industrial, van a la cabeza del cambio. Este esfuerzo exige inversiones millonarias: CUADRo 4.3
más de un 1 por 100 del PIB en todos los países avanzados. Muchas empresas inno- lnversión comparativa en l+D en algunos países
vadoras emplean para investigación hasta el 4 por 100 del producto de sus ventas, y Gasto en investigación y desarrollo
los propios gobiernos t¡atan de dar suficiente apoyo financiero a todos los actores como o/o del PlB. 1999
implicados.
La simbiosis entre nuevas tecnologías, empresas e investigación tiene un mode-
lo en la realidad de Silicon Valley, la zona industrial más dinámica del mundo. Esta
zonaha generado 250.000 nuevos empleos con los salarios medios más elevados de
Estados Unidos (más.de 50.000 dólares en 1998). Situada entre San Francisco y San
José, a ambos lados del viejo camino Real español, es el paradigma inalcanzable de
diferentes intentos iniciados en muchas zonas de todo el mundo, desde Taiwan (Isla¡rd)
a klanda (Bog), desde Finlandia (Plain) a la India (Plateau). su cenrro es, induda-
blemente, la universidad de Stanford, ¡odeada de su parque tecnológico, que alber-
ga desde importantes empresas tradicionales, como Xerox o Hewlett Packard, hasta
no pocas de las 3.500 nuevas compañías que se han creado cada uno de los últimos i
años en la zona, muchas de ellas promovidas directamente por los hallazgos de algu-
nos de sus profesores' A pooos .metros del campus de Stanford, en Menlo park, ha i
4
nacido un distrito financiero donde es fácil encontrar abundante capital riesgo, dis-
puesto a iniciar aventuras con posibilidades de éxito.
Algunos países como Suecia, Finlandia, Irlanda, canadá, corea o Israel han apos- tl
tado por las ventajas que puede suponer ser de los iniciadores de este nuevo ciclo, y
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han encauzado en este sentido sus inversiooes:En cualguier caso, el dominio de lai
nuevas tecnologías, la familia¡idad con ellas, parece que debe ser el camino más.ade-
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les que se están dando actualmente en nuestra vida son consecuencia de las posibi- D
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lidades abiertas por el manejo de cantidades ingentes de información, mediánte la ¡ Fuente: OODE
80 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 81

y la República Checa invierte el 1,3 por 100. Las cifras hablan por sí solas. España lámparas al vacío. Su precio final fue de medio millón de dólares. Su empleo fue
se queda con una inversión en torno al 0,8 por 100 de su PIB, lo que sin duda tendrá reper- sobre todo para resolver problemas balísticos que requerían una gran rapidez de
cusiones a largo plazo -si no se corrige- en su nivel de productividad y competitividad. cálculo. Pero el manejo era muy complicado exigiendo un equipoáe técnicos que
El Cuadro 4.3 muestra niveles comparativos de inversión en I+D en diferentes países. manejaran los 6.000 cables de conexión. En realidad se trataba todavía de una cal-
En este marco, la consideración de las universidades, donde se realiza por defini- culadora electrónica más que de un verdadero computer con toda su complejidad y
ción una abundante labor investigadora, como motor del desarrollo y del cambio eco- magnitud enorme, la capacidad de almacenar datos llegaba nada más que a ochenta
nómico y social, está firmemente asentada. La extensión de la nueva sociedad de la caracteres de información (Gates, 1 996: 29).
información, con una economía basada en la ampliación y difusión de conocimiento, Este ordenador tiene sus antecedentes en anteriores instrumentos de c¡ílculo como
tiene mucho que ver con la existencia de cent¡os universitarios que cumplan con su pro- el
,ába9o
utilizado por los chinos desde hace siglos, las máquinas calculadoras de pas-
pia misión de creación y transmisión del conocimiento al más alto nivel. El papel de cal ()623-1662) y Leibniz (1646-1716) o la <<máquina anaiítica>> del visionario mate-
las universidades de Stanford y Berkeley, o del Instituto Tecnológico de Massachus- mático inglés charles Baggage, a mitad del siglo xrx, cuyo objetivo era hacer
sets (MIT), sin cuya existencia seía difícil entender la existencia de la sociedad de la cálculos matemáticos lo más rápidamente posible. Esta necesidad Je vio acrecenta-
informació4, es paradigmático de la importancia que üenen, en un momento determi- da durante la Segunda Guerra Mundial dando lugar a diferentes iniciativas en Ale-
nado, las d&isiones de los hombres injertadas en relaciones sociales institucionaliza- mania, Gran Bretaña y Norteamérica, poco conocidas por el carácter militar reser-
das. Estas instituciones universitarias -y otras que no mencionamos- han tenido una vado de las investigaciones. En Norteamérica se han citado, como antecedentes inme-
responsabilidad definitiva en la creación y difusión de las nuevas tecnologías de la infor- diatos del trabajo de Eckert y Mauchly, las investigaciones de Atanasoff en la Uni-
mación. versidad de Iowa, que abandonó a finales de los años treinta una máquina de cálculo
muy avanzada sin conseguir su operatividad. Más interés tiene el trábaio del mate-
mático John von Neumann, que conoció el funcionamiento del ENIAC y escribió en
4.2. LOS ORDENADORES Y LA EVOLUCIÓru OE LA SOCIEDAD 1945, un memo¡ando en que estableció el modelo de funcionamiento de los ordena-
dores proponiendo el principio de que almacenando instrucciones en su memoria se
De la misma manera que hemos hablado de la evolución de la sociedad tradicional a podría evitar el manejo de cables; al poner en práctica esta idea, se pusieron los fun-
la industrial y a la informacional, parece interesante referirnos a unas etapas de des- damentos de los ordenadores actuales. Thmbién, desde el punto de viita teórico, pode-
arrollo de la propia sociedad de la información hasta nuestros días, que nos permi- mos señalar el informe de Norbert Wiener, de 1940, proponiendo al ejército unbrde-
tan situamos adecuadamente en nuestro pasado más próximo. Pa¡a definir estos perío- nador electrónico con disco magnético. otros proyectos paralelos que mejoraban
aspectos parciales del ENIAC y hechos por personas que conocían su funcionamiento
dos hemos elegido las pautas evolutivas de la utilización de ordenadores, pues sabe-
mos que los cambios tecnológicos son uno de los ingredientes básicos de las gran- fueron: el EDSAC (Electronic Delay Storage Automatic Calculator, dirigido por Mau-
rice wilkes en la universidad de cambridge, operativo a partir de 1949; el IÁS, cons-
des transformaciones sociales, hasta el punto de convertirse con frecuencia en su
truido en Princeton por Julian Bigelow siguiendo las ideas de von Neumann; el Mark I
representación primordial. De esta manera, hablar de la Revolución Industrial nos
de Howard Aiken, en Harvard, seguido por el Mark II y el Mark III, y el whirlwind,
lleva a pensar en la máquina de vapor, que se concreta en la hilatura mecánica o en
proyecto iniciado en 1947, en el MIT, utilizando ya memoria magnética.
el ferrocarril. Igualmente, la madurez industrial nos remite a la cadena de montaje
De todas maneras, lo importante del ENIAC es, más que su operatividad primi-
para la producción en serie y al automóvil como su expresión más conseguida. La
genia, su trayectoria para convertirse en un ordenador comercial. En efecto. á fr.ru-
siguiente revolución -ya no industrial, como hemos visto-, centrada en el tratamiento
les de 1946, Eckert y Mauchly firmaron un contrato con la Oficina del Censo de los
de la inforrnaciéb-v.ienerepresentada por los ordenadores, considerados la máquina
por excelencia de la nueva forma de sociedad. lstldos unidos para construir, en colaboración con Remington Rand, el primer uNI-
VAC (Universal Automatic Computer), que estaría en funcionamiento en 1951 man-
teniendo su actividad hasta 1963 después de 73.000 ho¡as de uso. Su existencia empe-
El inicio de una nueva tecnología (1945-1969) zó pronto a ser públicamente conocida, al ser empleado para hacer predicciones el'ec-

Hay un cierto acuerdo en considerar que el primer ordenador aparece, en 1945, al fora]es en 1952 por la cadena de televisión CBS, pues pudo adelantar la elección de
Dwight Eisenhower con un éxito absoluto, en contra dé la opinión de los especialis-
completarse una máquina denominada ENIAC (Electronic Numerical Integrator tas políticos. De esta manera, en los años cincuenta, la palabra computer enira tími-
Analyser and Computer). Esta máquina se construyó en la Universidad de Pennsyl- damente en el vocabulario público.
vania por J. Presper Eckert y John Mauchly, que, en 7946, dejaron la Universidad La actividad principal de los primeros ordenadores tiene que ver con la tecnolo-
para no cederle sus derechos en exclusiva. El artefacto, de unos treinta metros de lar- gía, en especial para estudiar temas relativos a la nafuraleza.lá defensa nacional o la
go, ffes de alto y uno de profundidad, pesaba 30 toneladas y estabahecho con 18.000 exploración espacial. Los datos disoonibles nos muestran oue- en 1955 la ntilizaaiín
82 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 83

de ordenadores es básicamente para cálculos de ingenieros (65 por 100), investiga- que le perrnitió adaptarse a las diversas necesidades que empezaban a surgir. En cual-
ción científica (30 por 100) y procesamiento de datos económicos, aunque ya enton- quier caso estamos hablando todavía de grandes ordenadores cuyo coste (cientos de
ces se pensaba que iría aumentando la última dedicación. Las grandes instituciones rniles de euros, cuando no millones) impedía la posible utilización por personas indi-
estatales son las que muestran un mayor interés por su desarrollo, que es visto como viduales o por pequeñas empresas.
una rnáquina con importante futuro, aunque siempre en actividades circunscritas a la
solución de problemas técnicos complejos y muy concretos. La extensión del uso de
los ordenado¡es tiene mucho que ver con las aplicaciones iniciadas por IBM para Los miniordenadores (1 970-1 979)
grandes empresas, que continuó las actividades del UNIVAC con un modelo inicial Gracias a la aparición de los microprocesadores, en 1969, el tamaño de los ordenado-
de grandes prestaciones como el 701 (en 1953) o más baratos como el 650 (en 1954) res pudo reducirse notablemente. Pa¡te del impulso para este nuevo };'allazgo vino de
delque llegó a hacer más de 1.000 ejemplares. la carrera espacial que mantenían rusos y americanos en aquellos años. El éxito pro-
El número de ordenadores en funcionamiento en todo el mundo en 1950 era de pagandístico de la nave rusa Sputnik, en 195'1 , y el desafío posterior de alcanzar la Luna
sólo quince; de ellos, dos del gobierno norteamericano, pero el crecimiento fue rápi- en la década de los sesenta,lanzado por el presidente Kennedy, dio lugar a Ia necesi-
do. Se alcanza la cifra de 2OO en 1955, sobre todo en industrias importantes, en orga- dad de reducir drásticamente el tamaño de los circuitos eléctricos. Gracias a la nueva
nismos oficiales y en universidades; y distribuidos ya por diferentes países: Norte- tecnología de los transistores y circuitos integrados, fue posible integrarlos enun chip.
américa (80), Gran Bretaña (25), Alemania (8), Rusia (7), Francia (4), Holanda (4), De esta manera, se disminuyó el volumen, se aumentó la capacidad y fue posible redu-
Japón (4). Tres años más tarde hay ya 5.000 ordenadores tan sólo en Norteamérica. cir los costes y, con ellos, el precio al cliente final. En 1970, Intel lanza al mercado los
El gobierno norteamericano, que tenía sólo un par ordenadores en 1950, en 1960 tie- rnicroprocesadores, que suponen un cambio radical en la arquitectura de los ordena-
ne ya €n su inventario 5.272 unidades. Como muestra de la importancia que se les
dores. Su modelo Intel 8008 tiene ya 6.000 transistores. Son interesantes, en este sen-
empieza a conceder, debemos reseñar que el gobierno de Japón acuerda, en 1957,
tido, las palabras de Bob Noyce -cofundador de Intel- al señalar, en 197'7, que un
darle prioridad nacional a la industria electrónica, algo que tendrá gran importancia
rnicroprocesador de 3OO dólares era veinte veces más rápido que el ENIAC, tenía más
en el posterior desarrollo técnico y económico del país.
rnemoria, era miles de veces más seguro, consumía la energía de una pequeña bombi-
El descubrimiento de los transistores en 1958 va permitiendo, progresivamente, lla, ocupaba 30.000 veces menos espacio y costaba 10.000 veces menos, y además se
disminuir el tamaño de los primeros ordenadores. Por eso, empieza a habla¡se de una
podía enviar por coffeo. En efecto, durante esta etapa se hace patente lo que había pre-
segunda generación de ordenadores diseñados ahora para asuntos administrativos,
busca-ndo sobre todo resolver problemas económicos, pues realizan con eficacia acti-
dicho en 1965 Gordon Moore antes de fundar Intel con Bob Noyce: que la capacidad
vidades muy repetitivas y son capaces de controlar actividades con muchas variables, de un chip de ordenador se duplicaría anualmente, aunque posiblemente no pensaba
de forrna que la rapidez de cálculo permite reducir la incertidumbre y encontrar pron- que duraría tanto este proceso. Diez años después pensó que su pronóstico era un poco
to los resultados. Un ejemplo del nuevo uso de los ordenadores nos lo ofrece la ini- alto y afirmó que se duplicaría cada dos años, posteriormente se ha visto que la dupli-
ciativa- del Bank of America con sede en San Francisco. Con la ayuda de la Universi- cación se está haciendo cada dieciocho meses: esta es la famosa Ley de Moore.
dad de Stanford mandó diseñar un ordenador para manejar sus cuentas, que se con- Es muy importante señalar cómo las posibilidades técnicas abiertas por los micro-
cretó en el ERMA (Electronic Recording Method of Accounting) fabricado por Gene- procesadores, en 1970, conectaron con una amplia demanda social de personas <<af,r-
ral Electric en 1959. El interés de esta operación es grande, al mostrar la velocidad de cionadas> (hobbyists y hackers) a los ordenadores, que los construían ellos mismos
difusión de la innovación en el propio banco y en la competencia, hasta el punto de comprando las piezas sin ensamblar. Esta realidad empezaba a ser habitual, sobre
que, ocho años después del lanzamiento, el 95 por 100 de los bancos norteamerica- todo en el área de San Francisco y especialmente en Silicon Valley; muchos desea-
nosutilizaban ordenadores en su negocio. Otra nueva e interesante experiencia en el ban tener su propio ordenador. Esta inesperada demanda social, y el éxito fabuloso
empleo de ordenadores fue su utilización en la campaña presidencial de 1960 por John quetuvo elApple 11 ensulanzamientoalmercadogeneral, enl9TT,hizoplantearse
F. Kennedy, que usó los servicios de Louis Harris, especialista en sondeos. En la déca- a. algunos constructores de grandes ordenadores la necesidad de centrar su actividad
da de los setenta, ya no era concebible una campaña política de un candidato serio sin en el mercado de los ordenadores más pequeños. Estamos ya en los albores de la
que se basara en los resultados ofrecidos por especialistas en sondeos que ofrecieran cuarta etapa de la evolución de los ordenadores
de inrnediato las cifras de continuas encuestas electorales (Roszak. 1994:2I3). Durante toda la década siguió creciendo el número de ordenadores en funcio-
En estos años, IBM domina el mercado con su System/360. Lanzado al reduci- namiento. Se calcula que podía haber unos 200.000 en todo el mundo, en 1975, y
do pútrlico de las grandes ernpresas, en 7965 disponía de diferentes tipos de acceso- 350.000 al final de los años setenta. Más de la mitad estaban en funciona.miento en
rios y mejoras versátiles distribuidas en seis grandes modelos en los que las capaci- Norteamérica, que era además el productor por excelencia. Al terminar esa década,
dades y precios variaban en una escala de 1 a 10 para rcsponder a las diferentes deman- la industria de los ordenadores es ya la décimosegunda más importante de los Esta-
das de los clientes. Realmente. más que un modelo es una familia de ordenadoles dos Unidos.
84 SocIoLoGiA DE LAS oRGANIZACIoNES LA SooIEDAD DE LA INFoRMAOIÓN 85
Los ordenadores personales (1980-1989) torio sobre la difusiónde ordenadores en casa>> estaba financiado en buena parte por
Los años ochenta traen consigo la aparición y difusión de los ordenadores persona- 1a Fundación Hewlett-Packard. Para ese momento, la suerte ya estaba echada.
les que empiezan a transforma¡se en bienes de uso individual generalizado, casi como En estos años, el ordenador empieza a utilizarse para actividades individuales de
electrodomésticos. Esta evolución se impone en contra de las ideas dominantes en trabajo, de juego, de enseñanza, etc. Comienza a verse el uso de esta máquina como
los fabricantes de ordenadores, encabezados por IBM, que pensaban en unas máqui- una ampliación de la capacidad individual que facilita algunas tareas como la de escri-
nas de gran capacidad (nninfranne conxputers) para uso de grandes organizaciones, bir a máquina -u otras tareas editoriales- transformándola en algo totalmente dife-
deforma que el uso individual, cuando pareciera necesario, vendría mas bien por la rente de lo que se hacía anteriormente hasta constituir casi otro tipo de actividad. En
utilización compartida por diferentes puestos de trabajo. Frente a esta oferta, la deman- definitiva, aparece una nueva cultura aplicable al uso de los ordenadores con un ca¡ác-
daprevalente empezaba a ser de ordenadores individuales que cada cual pudiera tener ter mucho más individualista y personal. Esto crea, además, una demanda de ínter-
en su mesa de trabajo para emplear a su antojo. A estos ordenadores más pequeños ¡faces más asequibles; así, por ejemplo, el Apple de Macintosh incorpora, en 7984,
seles denominó inicialmente de muy diferentes manera -microcomputer, desktop un sistema operativo gráfico, en una línea buscada también por Microsoft, que faci-
computef housing computer o personal computer-, pero ha prevalecido la de orde- I ita mucho su manejo.
nador personal, e incluso la simple abreviatura PC. Se generalizan también en esta nueva etapa algunos de los problemas señalados
lJnpreámbulo de esta etapa es la fabricación del Altair 8800 en 1975, consi- con la aparición de ordenadores, como los relativos a la pérdida de intimidad o a la
derado por muchos como el primer ordenador personal, aunque por la dificultad difusión de informaciones o los temores por la disminución de puestos de trabajo. A
demanejo todavía resultaba un instrumento propio de <<entendidos>>. Pero lo real- 7avez, se ve clara la desapalición de muchas actividades tediosas, burocráticas y repe-
men[e importante es la aparición del Apple II en 19'77 . El éxito de su salida al mer- titivas. En cualquier caso, la experiencia personal generalizada del uso de ordenado-
cado da lugar a una de las más prodigiosas aventu¡as económicas de nuestro tiem- res hace que se pueda habla¡ de ellos con más propiedad y sea fácil entender sus con-
po: los siete millones de dólares de ventas de 1978 se transforman en 48 millones secuencias para la vida ordinaria.
enL9'79, y casi llegan al centenar en 1980. En diciembre de este último año salen La aparición de los LSI (Large Scale Integrated Circuit) es el avance técnico más
al rnercado 4,6 millones de acciones de Apple que fueron arrebatadas por el públi- significativo. Los circuitos integrados a gran escala son la base técnica que permiten la
co sn minutos e hicieron millonarios a unos 40 empleados que habían sido paga- ampliación de la capacidad de los ordenadores y la progresiva disminución del tama-
dos en parte de su trabajo con acciones. Cada uno de los dos fundadores -Jobs y ño y del precio. El número de ordenadores en funcionamiento empieza ya a ser difícil
Wozniak- se encontró de repente con más de 100 millones de dólares en el bolsi- de calcula¡, pues son ya máquinas de fabricación masiva que, además, sufren la rota-
Ito. El éxito de la operación atrajo la atención de los medios de comunicación de ción que impone la necesidad de rápidas reposiciones tecnológicas. Los datos dispo-
masas y transformó a los dos aficionados en celebridades. Todo esto, y la eviden- nibles nos indican que, en 1981, se vendieron 344.OOO ordenadores de tipo personal;
cia de una clara demanda social ya totalmente explícita, dio lugar a cambios estra- en 1982,la cifra es de 926.000; en 1983, se venden 1,5 millones; en 1984, sonya2,4
tégicos en la fabricación de ordenadores. rrrillones, y, en 1985, se llega a unas ventas de 3,3 millones de unidades. Vemos que las
En el verano de 1980, IBM estabatodavía dudando de la conveniencia de entrar ventas llegan casi a duplicarse anualmente durante el primer quinquenio de esta etapa,
en el negocio de los ordenadores personales. Dos emisarios de IBM visitaron la sede y podríamos pensar que se está casi cumpliendo aquí también la Ley de Moore.
de Microsoft para hablar de un ordenador personal que <<podría o no construirse>>. En
agosto de 1981, se presentabaya al público el PC de IBM, que se fue transforman-
do en el estándar de los ordenadores personales; utilizaba como sistema operativo el
El ordenador portátil y conectado (1990-2000)
MS-DOS (Microsoft Disk Operating System) y el microprocesador 808 de Intel. El La última etapa en el desarrollo de los ordenadores ha venido de la mano de su peque-
precio de salida era asequible a todos los públicos (1.365 dólares en su modelo más ño tamaño y de sus posibilidades de interconexión. El uso generalizado de Internet,
bataLo). Se había consolidado una nueva etapa con un líder empresarial indudable, y de otros sistemas de comunicación electrónica en red, abre posibilidades inusita-
cono se pudo comprobar en 1984: IBM batió el récord histórico de beneficios de das para eI uso de los ordenadores hasta el punto de que un ordenador sin capacidad
cualquier empresa alcanzando los 6,6 miles de millones de dólares, más de la mitad de conexión a red empieza a parecer ridículo o anacrónico. Las redes inicialmente
del negocio con los PC. Ese mismo año empezó ya a utllizar el microprocesador permitían (hasta 1995) comunicarse e intercambiar información a gran velocidad,
8028 6 de Intel, tres veces más rápido que el anterior. compartlr recursos, no tener que estar necesariamente cerca de los recursos infor-
Otras empresas se fueron sumando paulatinamente al proceso de fabricación de rnáticos que se usan. A esto se ha añadido la posibilidad de interconexién propor-
ordenadores personales hasta hacer de ellos el tipo de ordenador normal. Es curioso cionada por la generalización de las páginas Web que permiten, a coste prácticamente
encontrar, en la biblioteca de Stanford University, un informe realizado por M. Roger nulo, resolver muchos de los problemas informativos de la vida ordinaria: leer cen-
y un grupo de colaboradores, en 1982, con el interesante título de <Estudio explora- tenares de periódicos con noticias actualizadas en los que es posible ver y oír vídeos;
l.P6',,, ;soclolocíA DE LAS oRGANlzAcloNES
SocIEDAD DE LA INFoRMAoIÓN
LA 87
búsquedas informativas; consultar enciclopedias; comprar y vender en Bolsa; plane_ anos clncuenta y sesenta, cuyo peso se medía en toneladas; en los setenta, los minior-
. ár comPras tan diversas como un libro, una casa o un coche; recibir videos. y ún lar- denadores; después aparecieron los ordenadores de sobremesa, en los ochenta, de
go etcétera que va c¡eciendo de día en día.
' La aparición de los VLSI (circuitos integrados granescala) unas pocas decenas de kilos; y, en la última década del siglo, aparecen los ordena-
a aumenta mucho más dores portáüles, cuyo tamaño y peso (entre uno y tres kilos) está limitado por la mane-
todavíala capacidad y la velocidad de tratar információn, con lo que el tratamiento jabilidad. Todo ello con aumento general de capacidad y disminución dL precio. Lo
ás aceptable y generalizada. Es significati_ conseguido en este proceso ya es mucho, y es lógico que la influencia de los orde-
el en 1995 a j5 MHz, fue superado por el nadores sea, con el tiempo, mayor. Ni la Primera Revolución Indust¡ial ha afectado
n marzo de 1999 a 500 MHz, y con pre_ a nuestra vida ordinaria tanto como la revolución de los o¡denadores. De todos los
es. En abril de 2003, se pone a la venta inventos, quizá sólo el automóvil y el teléfono hayan tenido una influencia similar,
una versión del Pentium rY a 32 GHz, y se anuncia para finales de éste mismo año
pero los dos han alcanzado el fin de su evolución
-ninguno de los dos difiere mucho
de lo que eran hace cincuenta años-, mientras que los ordenadores están empezan-
do. Incluso el ordenador está a punto de reemplazar al teléfono.

EI La máquina de la modern¡dad
vo Wi
facilid F.l crecimiento exponencial de la utilización de ordenadores, además de la expansión
ta, por consiguiente, la facilidad de utili de su capacidad que hemos visto, constituye una realización sobresaliente de nues-
raüvo ZP permite mejorar las prestaciones tra época, como muestra el Cuadro 4.4.
sottware respecto al hardware, como se va viendo cada vez más en su Los miles de ordenadores en uso durante los años sesenta se transformaron en
mayor apor_
tación d s. La mecánica del proceso de crecimiento con_ cientos de miles en los años setenta, en millones en los ochenta. en decenas de millo-
tinuo in nes en los ochenta y en cientos de millones en los noventa. En el año 2001 había más
racción
vida a las zonas económicamente más dinámicas
iilt"J: Ji::,:; de seiscientos millones de ordenadores, y se calcula que se superarán los mil millo-
nes en el año 2005.
induda_
blemente por Silicon VSiley en C-alifornia. I a adecuada interpretación
económica de
este proceso está todavía sien_do investigada, aunque parece
responsable de la mejo_
ra económica de este último fin de siglo en ros países más desarrolrados.
Estamos ante unas nuevas situaciones q,t" difi"il-ente se podían predecir. CUADRo 4.4
En
9fect9, J. PresperEckerr, uno de los invenbrés del ENIAC, hablándo en 1991, mani- Crecimiento del número de ordenadores en el mundo
festab-a su asombro por la evolución de ros ordenadores y
su influencia. Decía: <<yo
pensaba que los ordenadores serían una idea universal apíicable, 1 950 15
como lo es un libro.
Pero nunca pensé que se desarrollaría tan rápido hizo,'porque no era capaz
I YCC

"o^oio
de imaginar que podríamos juntar tan diferentes partes .n un ,iip, como finarmente 1 960 9 000
inesperadamente. Todo sucedió mucho más rápido de I voJ 35.000
(PatteiJon y Hennessi, 7994:21). En efecro, la apari_ 1 970 80.o00
desarrollo ha producido una acumulación de cambios 1 975 200 000
que han hecho posible la continua aparición -de nuevos usos y
aplicaciones. 1 980 3s0.o00
En cualquier caso, lo caracterísiico de esta quinta etapa deios ordenadores,
su 1 985 8.000.000
actividad principal, puede definirse muy bien poi dos aspéctos: movilidad
y poriu;- 990
lidad de conéctar con otios. Ambos aspéct( , que se manifiestan en ra 1 98.O00.000
expansión de 99s 222 000.ooo
los ordenadores portátiles y en la aparición e internet, merecen un 1
especial comen-
tarto. 2000 579.000.000
Respecto a los ordenadores portátiles, debemos señalar que su disminución 2001 625 000-000
de
tamaño es una consecuencia inmediata del creclente aumento de la capacidad
de los Fuente: Computer Industry Almanac
chips. De manera que primero tuvimos los grandes ordenadores (mainframe).
de los
88 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 89

4.3. INTERNET: LA RED DE REDES CUADBo 4.5


Evolución de lnternet
La realidad de Internet merece también una especial consideración por haber supuesto Año Nodos Usuarios Webs¡tes
un cambio ext¡aordinario en la utilización de ordenadores. Se ha llegado a afirmar que 1 969 4
es el desarrollo más importante en este mundo desde la introducción del PC de IBM en I O7l tf,
198 1 . Y quizá eI comenta¡io se quede corto. En la actualidad es posiblemente el uso pri-
1 981 ¿tó
mordial que se da a los ordenadores. En una definición sencilla de Internet podemos
985 1.961
decir que consiste en un grupo de ordenadores conectados entre sí mediante el uso de 1

protocolos estánda¡ para intercambia¡ información. En una definición más precisa, faci- 1 990 313 000
litada por la sociedad que ha sido creada para cuidar del mantenimiento de la red, se 1 991 617.OOO
pude decir que es un sistema de información global que: 1. Estrí lógicamente unido por 1 992 992.O00 50
una serie de direcciones basadas en unos determinados protocolos. 2.Es capaz de sopor- 1 993 1.776.OOO 150
tar la comgnicación. 3. Hace posible, para uso público y privado, unos servicios de alto 1 994 3.212 o00 3 000
nivel depeñdiendo de las infraestructuras disponibles. I OOq 6.642.000 39.0O0.000 25.OOO

1 996 12.881.O00 65.000.000 300.000


Una idea con una evoluc¡ón exp¡os¡va 1997 19.540.O00 100.000.000 1.200.000

La historia de Internet ha sido vertiginosa. Se inicia a finales de los años sesenta con 1 998 29.670.O00 150.000.oo0 2.450.000
la decisión del Departamento de Defensa norteamericano de financiar la creación de 1 999 56.218.O00 259.000.0o0 4.389.000
ARPANET siguiendo las ideas de Baranek y Neumann. La propuesta era desarrollar 2000 93.047.O00 318.000.000
un sistema de comunicación fácil y barato mediante una <<tela¡añu (Web) de comu- 2001 125.888.O00 446.OO0.000
nicaciones múltiples que pudiera seguir funcionando incluso en caso de un ataque
Fuente: PaÍa nodos, /nlernel Softwart Consod¡um; para usuarios, Computer lndustry Almanac.
nuclear. Su empleo se piensa inicialmente para temas científicos y de defensa.
Cuando se inició Internet, la idea dominante era hacer posible la utilización a situados en las principales universidades. El Gobiemo deja de subvenciona¡ARPANET
<<tiempo compartido>> de las grandes computadoras. La aparición de los ordenadores
en 1989, organizándose una sucesión comercial denominada INTERNET, aun cuando
personales y, posteriormente, de los portátiles, así como los cambios en las tecnolo- los usua¡ios continuaban siendo sobre todo cienlfrcos y universitarios. En 1992,sefor-
gías de transmisión, han ido ma¡cando nuevos horizontes impulsados por las posibi- ma Internet Society, que involucra ya al sector privado en el ma¡rtenimiento de la Red.
lidades de la comercialización. De todas maneras, la utilización de la Red se habría quedado en un interesante
El crecimiento de utilización de la Red, ha sido vertiginoso, como nos muestra medio de comunicación de profesores e investigadores si no hubiera sido por el ini-
el Cuadro 4.5'. Evolución de Internet, tanto en el número de nodos conectados como cio de las páginas Web. En 1990, Tim Bernes-Lee crea la World Wide Web en el
en el de personas que lo utilizan . En 7969, se realiza el primer nodo, la primera cone- CERN, en Suiza, con capacidad de utilizar tres nuevos recursos: un lenguaje con el
xión de cuatro centros universitarios (UCLA, Stanford, Santa Barbara y Utah). En que escribir las.páginas Web (HTML), un protocolo de trasferencias (http) y un nave-
7977,había 15 nodos; en 1981, ya son 2I3;en 1987,la cifra es de 10.000, en 1989 gador incipiente. Este procedimiento permite convertir o traducir material desde cual-
se llega a i0O.00O; se alcanza el millón de nodos en 1992, que se transforman en 2001 quier ordenador y formato en un lenguaje común de palabras, imágenes y direccio-
en 125 millones. Los usuarios han crecido todavía más rápidamente pasando de las nes dando lugar a una ampliación inusitada de las posibilidades de Internet, con capa-
docenas iniciales a 40 millones en 1996, a 100 millones en 1997 y a miís de 500 millo- cidad de utiliza¡ documentos multimedia (Bernes-Lee, 2000).
nes en 2001. Si el crecimiento de la red se estimaba de un 10 por 100 mensual en La utilización de Internet se ha extendido increíblemente en los últimos años.
1990, en al año 2000 se calcula que el tráfico se está duplicando cada cien días. Los datos disponibles en marzo de 2OO2 indican que cási un tercio de las personas
Ante el creciente tr¿áfico de la Red, el Departamento de Defensa norleamericano creó que utilizan la Red están viviendo en América del Norte (30 por 100), y porcentajes
su propio sistema de comunicación dejando progresivamente de financiar ARPANET similares en Europa (3 I por 100) y Asia (32 por lO0), mientras la extensión es menor
desde la segunda mitad de los setenta. Un paso importante en la funcionalidad de la red en América Latina (4 por ciento) y Africa (menos del 2 por 100). Aunque la media
es el inicio, en 1983, de los protocolos TCP/IP, que facilitarían su crecimiento ordenado europea de utilización de Internet es inferior a la norteamericana, varios países euro-
y la precisión de las conexiones. En los años ochenta, la red recibe un impulso impor- peos, en especial los nórdicos, tienen índices de uso equiparables e incluso superio-
tante al conectar la NSF (National Science Foundation) sus propios superordenadores res a los americanos.
90 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 91

CUADRo 4.6 nerse al fracaso. Es curioso, en este sentido, que en un magnífrco libro de Donald
Evolución de los ordenadores e Internet en España Spencer: Computer and society, publicado en l9'14, cuando piensa en lo importan-
Año 1 996 't 997 1998 1999 2000 2001
tes que van a ser los ordenadores en la vida del hombre, habla de su uso generaliza-
ordenador do en el futuro (año 2001) para montones de cosas: hacer la lista de la compra, pla-
Usan 6.543 7.429 8.548 9.444 1 0.1 60 1 1 .490
(19,4o/") (21 ,ey") (25,O%) (27,47"\ (26,3"/"\ (33%) near inversiones, ayudar en las tareas escolares de los niños, etc. Pero no llega a pen-
5.971 sar en las posibilidades de comunicación abiertas por Internet. Es capaz de ver un
Usan ordenador 4.473 5.014 6.743 7.360 8.497
habitualmente (13,2%\ (14,40/"1 (17,5%) (1e,5"/o) (21%l (24,4"/") futuro a veinticinco años vista en que habrá incluso un ordenador en cada cása, pero
Usan Internet 277 919 1.642 2.441 3.942 7.O79
ni se Ie ocurren las posibilidades de interconexión de la nueva máquina, que están
último mes (0,8%) (2,7%) (4,8/") (7,1%) (11 ,3%) (2o,3%) siendo las verdaderamente impofantes.
Fuente: EGM También conviene ¡ecordar previamente dos pequeñas historias que cuenta Bill
Las c¡fras que aparecen enlre paréntes¡s representan el porcentaie de penetración sobre la poblac¡ón de catorce Gates en la presentación de su interesante libro The Road Ahead. La primera hace
años y más en la encuesta realizada en abril y mayo del año correspond¡ente referencia al profesor de Oxford que, en 1 878, desech ó lalu,z eléctrica como un tru-
co publicitario. La segunda nos recuerda la perspicacia atribuida a la Comisión de
Españá; que inició el uso de Internet en 1990, ha ido ampliando las instalaciones Patentes de Estados Unidos que, en el paso al siglo xx, se planteó el cierre de su pro-
de la red y su utilización, aunque ha conseguido unos niveles inferiores a los de la media pia ofrcina porque <todo lo que podía ser inventado ya se había inventado.>>
europea, al igual que ha ocur¡ido con los ordenadores. El Cuadro 4.6, elaborado con . Asumiendo, pues, el riesgo que lleva consigo toda predicción, quizá se puede
insinua¡ ya que los temas de futuro en la utilización de los ordenadorés vendnín por
los datos proporcionados por el Estudio General de Medios, nos muesffa que, a mitad
de 2ool, más del 20 por 100 de los adultos españoles está¡ conectados a la Red. la capacidad de generar y transmitir imágenes en tres dimensiones, el reconocimiento
Los resultados de una encuesta reahzadaen 1999 por el EGM ofrecen algunos de habla, el reconocimiento de la escritura y la aplicación de la simulación a la solu-
datos interesantes sobre el perfil del usuario español de Internet. Por una parte, los ción de problemas de muchos tipos, sobre todo en la investigación científica, Ia edu-
hombres son cla¡amente los que la utilizan más: el 68 por 100 dice que ha accedido cación y los problemas sociales. Y que las aplicaciones concretas se van a extender
en el último mes a la red, frente a ta¡ solo el32 por 100 de las mujeres. Lo hacen sobre todavía más a todos los campos de nuestra vida. Lo más probable, como ocurre con
todo las clases más altas (alta y media alta); así, constituyendo en la encuesta tan sólo todos los cambios tecnológicos vertiginosos, es que las proyecciones sob¡e las nue-
el 2I,9 por 100 de la población, el 55,1 por 100 dice tener acceso a Internet y han efec- vas situaciones que se vislumbran se queden cortas. Tenemos como ejemplo los gran-
tuado el 57,6 por 100 de las entradas en el último mes. De la clase media, en la que des predictores del futuro que hemos tenido en la literatura de frcción de nuestrá pri-
se considera al 39 por 100 de la población entrevistada, el 35 por 100 tiene acceso y
mera mitad del siglo xX. Muchos de ellos han quedado superados por la realidad al
han dado lugar al 32,2 por 100 de las entradas. De las clases más modestas (media no tener en cuenta los ordenadores. un mundofelia, de Huxley La guerra de los
baja y baja), en las que se consideran el 38,3 por 100 de la población, tienen acceso mundos, de H. G. Wells, o la clásica trilogía In Fundación, de Assimov, han queda-
do anticuados por no tener en cuenta las posibilidades de las nuevas tecnologias de
únicarnente el 1,4 por 100 y ha accedido realmente durante el último mes el l,l por
la información.
100. En los años posteriores, el acceso a la Red se está democratizando paulatinamente
impulsado por diversas iniciativas públicas y privadas.
Los datos del EGM para el 2001 muesnan, además, un perfil claro para la mayo-
ría de usua¡ios. Llevan más de dos años conectados (76,5 por 100). Con acceso des-
4.4. LAS NUEVAS TECNOLOGíAS DE LA INFORMACIÓru
de el trabájo(34,2 por l0o) o desde casa(23,7 por 100), sobre todo. Se conectan va¡ias
Aunque nos hemos fijado anteriormente en los ordenadores como máquinas carac-
veces al día (51 por 100), para hacer uso de la web (93 por lo0) y el correo electró- terísticas de las nuevas sociedades y promotoras principales de su dinamismo, sería
nico (95,5 por 100). Acuden para uso personal (50,2 por lo0) o profesional (39,1 por más exacto hablar de un conjunto de nuevas tecnologías a ctya cabeza están los orde-
100), en días de sem¿rna (45 por 100). No tienen página web (76,6 por 100). No com- nadores. Vamos a intenta¡ dehnir qué entendemos por nuevas tecnologías de la infor-
pran por Internet (51,2 por 100) y, si lo hacen, son libros (18,8 por 100). Finalmen- mación, cuáles son y cómo han evolucionado. No estamos interesados en conocer
te, una buenaparte de ellos habla algo de inglés (66,3 por l0O). los aspectos eminentemente técnicos, tan sólo parece conveniente situarnos en tér-
minos generales en este campo para entender su nomenclatura y, sobre todo, para ser
La expansión de unas apl¡cac¡ones capaces de advertir su complejidad.
El impacto del conjunto de estas tecnologías está fuera de toda duda. Hay al menos
¿Y el futuro de la sociedad y de los ordenadores? El futuro siempre es incierto, las siete tecnologías que han sido calificadas como <<de la información>>, pues han per-
oredicciones son siemore a¡riessadas. aunoue muchas veces hav oue atreverse a exDo- mitido grandes cambios en el modo de tratar v trasladar la información. Estas ion:
92 SOCIOLOGÍA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 93

L La fibra óptica. algo benigno, neutral, inevitable y pafte del progreso, dicen que <<tecnologías de la
2. Los ordenadores como elemento esencial de todo el proceso. información es un neologismo acuñado para describir una tendencia de las tecnolo-
3. Los sistemas de interacción del ordenador y el usuario, que permiten -{omo gías de los ordenadores y de la telecomunicación a integrarse y converger.>> Estos
Windows- una fácil relación entre el sujeto y la máquina. autores hacen, a continuación, una descripción amplia de esta tendencia al indicar-
4. La digita'tización de la información, al favorecer la transmisión, almacena- nos cómo se manifiesta en los procesadores de texto, equipos de oficina, correo elec-
miento e incluso comprensión de la información. trónico, televisión por cable, videotex, robótica, juegos televisivos, redes de ordena-
5. Las comunicaciones vía satélite. dores, comunicación vía satélite e incluso pafes significativas de electrodomésticos
6. Las tecnologías telefónicas celulares. de consumo. En la misma idea de afrnidad insiste Burton (1992:2) al decir, ya con
7 - Las redes de comunicación. más precisión, que nos encontramos con <<unas tecnologías de convergencia entre los
ordenadores y las telecomunicaciones para el manejo de información aplicables a
Estas nuevas tecnologías han cambiado las formas habituales de comunicación diferentes ilreas, tales como la dirección, la administración, el gobiemo o la edición.>>
humana permitiendo una mayor npidez, una capacidad superior de manejo de infor- En su opinión, estamos ante unos planteamientos convergentes más allá de las par-
mación, un acceso más fácil, unos tipos dife¡entes de mensajes y una gran demanda tes diferentes que puedan contemplarse (ordenadores, líneas de comunicación elec-
por parefoe los usuarios. trónica o pura información). Por eso, palabras como <<computación>>, <telemática>> o
Esta évolución tecnológica puede ser considerada ya como un proceso social, pues <<informática>> no le dan todo su sentido.
hay una total interdependencia entre los aspectos técnicos, económicos y sociales del La convergencia ha sido posible, en buena parte, por la creciente digitalización,
cambio. Por una parte, las nuevas tecnologías ofrecen un considerable potencial de pro- tanto en la producción como en el manejo, almacenamiento y traslado de la infor-
ductividad por ser de fácil aceptación, ya que dan lugar a una disminución importante de mación. Ya hemos visto el aumento de capacidad de los ordenadores y la aparición
costes. Por otra, el cambio a las nuevas tecnologías supone unos ciertos requisitos edu- de las autopistas de la información. La confluencia entre ambos tipos de tecnologías
cativos y da lugar a unas estrategias organizativas que requieren también entrenamiento. está unida al empleo de procedimientos digitales: se produce y se transmite infor-
La expresión <<nuevas tecnologías> se emplea, con f¡ecuencia, como equivalente mación en clave digital.
a la de <<nuevas tecnologías de la información>> o incluso <<tecnologías de la informa- Intentando hacer un esquema útil para movernos en el campo que nos interesa,
ciónt>. Es, por tanto, un concepto un tanto amplio y difuso que conviene precisar en podríamos distinguir las industrias de la informática y la de la telemática. La prime-
lo posible. Para el hombre de la calle, no especialista, las nuevas tecnologías le sugie- ra está centrada en la producción de información y en su tratamiento; es decir, en lo
ren complicados sistemas informáticos o producción informatizada, pero también tele- referente a ordenadores en general. La telemática se centraría en la telecomunica-
visores de múltiples utilizaciones o lavaplatos de la última generación. Quizá, si inten- ción, los procesos de traslado o transporte de información. La informática compren-
táramos saber lo que efectivamente puede hacer que en todos estos casos se hable de de los ordenadores en sentido estricto (el hardware, hablando técnicamente), el soft-
tecnología de la información, nos encontraríamos con el uso de microprocesadores. wÍrre y los elementos auxiliares -€n estos últimos incluimos la pantalla, la impreso-
De todas maneras, consideramos que el té¡mino <<nuevas tecnologías> eS un tanto ra, el escáner, el CD-ROM y el módem-. Respecto a la telemática, las técnicas a las
ambiguo, y sería mejor no utiliza¡lo en el tema específico que nos interesa que nos varnos a referir muy someramente son: la frbra óptica, la telecomunicación
Como paso previo para abordar una definición, deberíamos distinguir entre tecno-
vía satélite, la tecnología celular y las redes de comunicación (de las que Internet es
logías de la comunicación y de la información, considerando que las primeras hacen
el prototipo). Como ya nos hemos referido extensamente a la primera, nos centrare-
referencia necesariamente a coneúón o transmisión de información entre diferentes indi-
mos, a continuación, en la segunda.
viduos o grupos sociales, sea de forma personal, cara a caÍa o mediada, utilizando afe-
factos para aumentar la capacidad en el tratamiento del mensaje. Hemos visto en otro
momento que la comunicación exige un mínimo grado de circularidad, de existencia de La industr¡a de las telecomun¡cac¡ones
feedback; es una ida y vuelta de contenido informativo. A diferencia de la comunica- Hemos comentado ya el gran cambio experirnentado con la interconexión de los orde-
ción, la información hace referencia tanto al dato en sí (en bruto, aislado) como al que
está incrustado en un sistema en el que ha sido social y culturalmente compartido.
nadores, que les dan una utilidad insospechada y en expansión. La tradicional forma
de comunicación telefónica, iniciada hace más de un siglo en Norteamérica, y trans-
formada recientemente en un servicio universal en los países más avanzados, ha sufri-
Tecnologías convergentes do importantes transformaciones tecnológicas que le dan una capacidad extraordi-
Centrándonos ya en las tecnologías de la información, una primera definición es la de naria en su conjunción con los ordenadores. Quizá debeíamos, previamente, comen-
Webster y Rubins (1986) en un libro que pretende ser crítico con estas tecnologías, tar cómo desde la primera conexión telefónica, en 1876, de unas pocas millas entre
Information technology: a luddite analysis, en el que, después de considerarlas como Cambridge y Boston, ha habido una incesante ampliación de la interconexión tele-
94 SOCIOLOGIA DE LAS ORGANIZACIONES LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION 95 99
fónica. Así, la primera conexión entre las dos costas norteamericanas (el Pacífico y CUADRo 4.7 a socie-
el atlántico) se hace ya en 1899. Pero, desde la Segunda Guerra Mundial, el ritmo
Crecimiento de la telefonía fija y móvil en España ro redes
de crecimiento de los canales de comunicación a larga distancia ha sido imparable. (En millones de unidades)
Las tres nuevas tecnologías que han incrementado espectacular-mente la capaci- ir a tra-
Teléfonos fijos.
dad, rapidez y calidad de la transmisión son, sin duda, la fibra óptica, las comunica- A 30-6-2000
- Teléfonos móviles. fragili-
ciones vía satélite y la tecnología celular.
La frbra óptica es una tecnología reciente para la transmisión de información, debi- - :iona el
15,77 muchas
do a
su gran índice refractivo, que le permite transferencias digitalizadas a un ancho de
banda grande. Pasamos así de los 64.000 bites por segundo que deja pasar el hilo de
no para
cobre a los miles de millones que es posible enviar por la fibra. De manera que las trans- rlantea-
rnisiones de información a larga distancia -las denominadas autopistas de la informa-
ción- se están haciendo por medio de la instalación de canales de fibra óptica.
Las comunicaciones vía satélite se realizan mediante artefactos estacionados en e deno-
órbitas alrededor de la Tierra que permiten la comunicación alarga distancia, refle- 1996 1997 1998 1999
jando y relanzando señales de radiofrecuencia. Se reciben así señales de una estación
terrestre, se amplifican y, a continuación, se envían con diferente frecuencia a otra PAíSES POR NUMERo DE MÓULES r social.
esta-ción. La enetgía utilizada para la recepción y la emisión es solar. De esta mane- )s c¿un-
"/ode
ra, desde el lanzamiento del primer satélite norteamericano de comunicación, en 1958, de móviles población
se advirtieron las posibilidades que se habían abierto. En 1965, INTELSAT lanzó al (1 -6-2000) con móvil r buena
rnundo la primera operación de comunicación vía satélite (Early Bird). Teníala capa- Suecia 5.544.866 62,7 n gran-
cidad de unos 240 circuitos telefónicos. Se doblaba así la capacidad de conexión Austria 4.897.666 60,7
siático,
Ital¡a 31.109.666 54,2
atlántica y se permitía la conexión televisiva. En 7969,Ia interconexión norteameri- Holanda 8.184.740 52,7
c¿na con el Pacífico por esta vía es una realidad, y 500 millones de personas son capa- Portugal 5.086.991 51 ,2 rombre
ces, por primera vez, de asistir simultáneamente a un acontecimiento como el aterri- Reino Unido 29.343.797 49,9
llo está
España 19.220.000 48,9
ztje de Neil Armstrong en la Luna. A partir de este momento ha ido creciendo expo- Grecia 4.633.129 44,2 medios
nencialmente la capacidad de recepción y emisión. A principios de los años noven- Francia 23.540 604 aoo in defi-
ta ya- eran 15 los satélites de comunicación en órbita, y en la actualidad son cientos Alemania 31.700.O00 38,7 ts.
perrnitiendo la realidad de la globalización comunicativa que estamos viviendo. Fuente. Mobile Communications, elaboración propia. la polí-
IJna de las últimas tecnologías que ha aparecido en el campo de las comunica- )ampos
ciones es la celular, que permite la individualización y traslado de mensajes sin nece- nueva expansión en el uso del teléfono no sólo como medio de comunicación, sino como
sidad de una conexión física directa. Motorola produjo, en 1940,un Hardy Taltq para herramienta de acceso a bancos de información y de interacción con plataformas digi- I COmO
la arrnada estadounidense, que fue el embrión del wallcy Tallcy y, posteriormente, del tales. Los teléfonos de tercera generación, digitales, permiten también un acceso rápido is posi-
teléfono móvil. La telefonía celular ha permitido la recepción de mensajes por pa-rte a gran cantidad de información multimedia y una buena calidad de sonido, de manera
de un emisor-receptor móvil. El territorio está ahora distribuido en celdas que tienen que la navegación por Internet o las videoconferencias estiín ya aseguradas.
una cobertura local y pueden recibirse así señales individualizadas. El resultado es El Cuadro 4.7 nos muestra la reciente expansión del uso de teléfonos móviles en ) enten-
que, en el cambio de siglo, en muchos de los países más avanzados, el número de España, que ya en el año 2000 era superior al número de fijos. Hay que resaltar que modos
usua¡ios de telefonía móvil era ya superior al de conexiones fijas. Se calcula que, en la utilización de móviles es una característica especialmente europea, en compara- )onocl-
rnarz.o de 2002, el número de teléfonos celulares en el mundo será superior a 1.000 o rnter-
ción con Norteamérica.
rnillones y habrá empezado a ser mayor que el de líneas ordinarias. En este momen-
to, los usuarios con acceso a Internet habrán superado los 500 millones. En tres años
rnás, la mitad aproximadamente de las conexiones a Internet serán inalámbricas.
Esta aceptación de los teléfonos celulares abre también un nuevo camino a la exten-
4.5. LUCESY SOMBRAS DE LAS NUEVASTECNOLOGíAS
sión de Internet. El gran cambio que está teniendo lugar respecto a las nuevas tecnolo-
glas a comienzos del siglo xXI es la expansión de la utilización del teléfono móvil para
Aunque sea de una forma muy escueta, no podemos dejar de referirnos a los plan-
el acceso a Internet. La tercera generación de telefonía celula¡ (3G) está propiciando una
teamientos críticos que han ido surgiendo respecto a la utilización de las nuevas tec-
nologías. Los avances tecnológicos a lo largo de la historia han mostrado con fre-
96 SocIoLoGiA DE LAS ORGANIZACIONES LA socrEDAD DE LA tNFoRMActóN 97

cuencia su ambivalencia, como ocurre también con algunos de los más modernos. ticularmente en aquellos grupos de asalariados que, por edad y formación, ya no están
Los grandes descubrimientos que permitieron, en la década de 1930, la extensión de en condiciones de suma¡se al nuevo mundo de la tecnología.
los procedimientos de refrigeración, se han mostrado recientemente como seria ame- Es preciso, por todo ello, atender a los cambios sociales que proceden de la exten-
taz.a Para la capa de ozono de la atmósfera; de la misma manera, la energía eléctri- sión de las nuevas formas y procedimientos de trabajo. Hay que ver si el tremendo
ca barafa producida por las centrales nucleares da lugar a peligros radiactivos y a resi- cambio de la productividad, que tuvo lugar en la primera industrialización con el
duos difíciles de elimina¡; o la libertad individual que nos da el coche tiene su con- maquinismo, tiene visos de ser comparable con la situación actual. Hay que com-
trapafida en la polución que amenaza nuestras ciudades. Por eso, es necesario hacer probar si la rápida expansión de la tecnología de los ordenadores ha dado lugar a
una escueta referencia a las consecuencias negativas de las nuevas tecnologías, que grandes mejoras en el precio o la calidad de la comida, el vestido, la vivienda, el
pueden afectar al empleo y a la igualdad, antes de intentar sintetizar sus aportacio- transporte o las posibilidades de descanso. Esta es la tarea a abordar, aunque somos
nes económicas y sociales. conscientes de su dificultad por la plasticidad y ubicuidad de las nuevas máquinas
aplicables a campos tan diferentes que hace difícil la medida de su aportación al incre-
El nuevo ludismo mento de productividad. El problema es llegar a conocer con detalle la aportación de
las nuevas tecnologías de la información a la mejora real de la sociedad.
Posiblemente, la perspectiva reflexiva y crítica sea más necesaria en el tratamiento Merece también la pena considera¡ que el desarrollo de los nuevos medios --el telé-
de las tecnologías de la información, por el carácter amable y atractivo que presen- fono móvil, los ordenadores, los satélites, los CD-ROM, DVD, etc.- es producto de
tan, hasta hacer perder la objetividad. Por una parte, la utilización de lo nuevo se ha un constantejuego dialéctico entre la aparición de necesidades sociales y las ofertas
transformado en un componente psicológico más y más acusado de la modernidad. que las satisfacen. Se crean tecnologías para satisfacer necesidades al mismo tiempo
Por otra, hablando de los grandes incrementos de productividad, la mayor velocidad, que se crean necesidades que pueden ser satisfechas por existir las tecnologías ade-
la rnayor acumulación y numerosas mejoras cuantitativas, todas importantes o sig- cuadas. En cualquier caso, la relación entre las nuevas tecnologías y la sociedad es
niñcativas, se ha caído con frecuencia en un optimismo excesivo. Como ocurrió en indudablemente un tema importante de la historia reciente de la ciencia. Son muchas
sus inicios con la televisión, destinada por algunos a regir los destinos de la socie- las preguntas sobre si las tecnologías crean o responden a las necesidades de la socie-
dad, las nuevas tecnologías tienen un cierto efecto narcotizante. dad. Pero la respuesta parece indudable: la relación entre la técnica y las demandas de
Lo más importante, aunque sea una consideración general, es recordar que no la sociedad es circular, pues una remite a las otras y viceversa. La tecnología es una
podemos esperar de la tecnología o de la ciencia la solución de los grandes proble- construcción social y, alavez, contribuye a modificar la realidad social; por eso tene-
ma-s del hombre, como ya planteó Max Weber a principios del siglo xx, en su ensa- rnos que acudir a explicaciones ponnenorizadas para entender su desarrollo.
yo La ciencia como vocación. Lo mismo ha manifestado Roszak (1994: xx) más Es indudable que, en el uso y abuso de las nuevas tecnologías, hay mucho de bús-
recientemente, en un ensayo crítico sobre el papel de los ordenadores, al decir que queda de la novedad y de mentalidad tecnológica. La novedad del empleo de estas
no deben ser objeto de un especial culto, aunque estemos en la era de la información: tecnologías, su increíble dinamismo, que hace que queden obsoletas en un plazo de
(es importante recordar que la mente humana no ha necesitado nunca de la máqui- fneses, hace muy difícil una medida precisa de su aportación económica real. Sin
ra para alcanzar sus grandes realizaciones.>> dudar de su utilidad en términos generales, es necesario precisar su aportación al pro-
IJno de los planteamientos críticos recientes sobre las nuevas tecnologías tiene ceso productivo y a la mejor utilización del conocimiento y de los medios materia-
que ver con el posible desplazamiento del hombre en su trabajo, un nuevo ludismo. les disponibles. Con todo ello, es posible que el planteamiento deba hacerse más en
Aquí han predominado los esquemas apocalípticos que señalan la tecnología como términos políticos que económicos.
un ttecho económico brutal de la vida actual en el mercado de trabajo, con el argu-
merrto de que se podría generar un mayor número de puestos de trabajo prescindiendo
de los ordenadores en vez de multiplicándolos. Es indudable que la alta tecnología La brecha digital
liene rodeada con un aura de caballo ganador pues está generando aumentos en la Progresivamente, va quedando claro que hay abundantes razones para pensar que el
productividad laboral y, por tanto, permite obtener los mismos rendimientos con una gran crecimiento económico que acarrea la introducción de las nuevas tecnologías
merror cantidad de horas de trabajo. Ello ha dado lugar, entre otras consecuencias, a de la información viene acompañado de un crecimiento paralelo de la desigualdad
la generalización de políticas de downsizing es decir, de reducción en las plantillas social. Merece la pena hacer algunas referencias concretas a los planteamientos teó-
de las empresas, generando pérdidas de empleo para miles de personas. Bien es ver- ricos subyacentes, como también a las realidades concretas.
dad que las nuevas industrias de la informíticay las telecomunicaciones son los moto- Se puede decir que el cambio tecnológico ha traído un crecimiento económico y
res de la nueva creación de puestos de trabajo, pero está aún por ver el efecto neto de una mejora general del nivel de vida continuados durante los últimos años. En un
las nuevas tecnologías sobre la tasa de desempleo de las sociedades avanzadas, par- proceso de destrucción creativa, las nuevas tecnologías destruyen empleos, espe-
98 soctolocíA DE LAS oRGANtzActoNES
LA soctEDAD oe Ln truroRv¡clótrl 99
cialmente en aquellas actividades poco cualificadas y fácilmente convertibles en auto-
3. Importancia creciente de las organizaciones debido a la complejidad de la socie-
máticas, mientras lo crean en otras que requieren, con frecuencia, mayor formación
dad. Estas organizaciones hay que entenderlas, fund.amentalmente, como redes
profesional. Esta creación neta de empleo y de riqueza da lugar, lógicámente, a pro-
mediante las que se intenta alcanzar objetivos imposibles de conseguir a ra-
blemas personales, de manera que aunque los efectos generales deéstas tecnologías
vés del esfuerzo individual.
sobre la creación de riqueza son positivos, será muy diferente su distribución entre
4- La valotación progresiva del medio ambiente, por consideración de la fraeili-
sectores, empresas o categorías de trabajadores; algunos pueden salir perdiendo en
dad del equilibrio ecológico, y la capacidad de intervenir que proporcioná el
el proceso de cambio. Las empresas que adoptan las <<mejores prácticaér, en orden a aumento de información en problemas complejos con incidencia de muchas
mantenerse competitivas reciben más y mejores empleos (salarios más altos). El pre- variables.
mio se consigue cadavez más, en este ambiente global, por el papel ejercido g.uliut 5- Influencia en la toma de decisiones del consumo como elemento necesario para
aI conocimiento y la instrucción profesional, como muestran lás diierencias en el el mantenimiento de la producción, pero también como expresión de plantea-
ámbito internacional. Pero en una explicación más rigurosa de la <<nueva economía>> mientos éticos y de voluntad popular.
norteamericana de los años noventa, comparada con la realidad europea, se podría
ver que lg importante es la dife¡ente evolución de los salarios reales: en Estados Uni-
dos han d.éc¡ecido, mient¡as en la Unión Europea han crecido tendencialmente (Lucas, . En términos más generales, puede hablarse también de unas tendencias que deno-
mina¡emos sociales, ent¡e las que pueden subrayarse:
2OO: t4O-145).
De esta manera, en la última década se está haciendo patente el relativo descen- 1. La incorporación paulatina de la mujer a los diversos ámbitos de la vida social.
so de oportunidades para los trabajadores de menor formación, lo mismo que la mayor Esto es claro en los procesos productivos, pero va ampliándose a otros cam-
dispersión o desigualdad salarial, especialmente en los países con políticás más üte- pos como la política o las distintas facetas de la vida profesional.
rales como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia. Está brecha <digital>, 2. Lapercepción de las grandes divisiones curturales, que imponen en buena
que divide a las poblaciones de las sociedades más desarrollados, puede estai mar- medida los límites ala globalización y señalan la división del mundo en sran-
ginando, crecientemente, también a los países menos desarrollados. des bloques (Norteamérica, Europa, china, India, Japón, Sudeste Asiático,
mundo islámico, Latinoamérica, etc.).
Consecuenc¡as económ¡cas y soc¡ales 3. La expansión de la movilidad psíquica, entendida como capacidad del hombre
moderno de adaptarse a las continuas demandas de su ambiente. Todo ello está
de la revoluc¡ón informacional relacionado con las mejoras en la educación y la propia importancia de los medios
La importancia de las tecnologías de la información, desde el punto de vista econó- de comunicación de masas que aumentan las expériencias mediadas. En defi-
nitiva, se incrementa el repertorio de roles disponible para los individuos.
Ti:o I social, está en permitir el traslado, almacenamiento, búiqueda y clasificación
de la información sin tener en cuenta el sitio y de un modo rápi-do y barato. podría- 4. I a expansión de la democracia, que no se reduce al campo estricto de la polí-
mos pensar que esto da lugar a unas trasforrnaciones económicas y sociales que nos tica. También es un valor que hay que tener en cuenta én diferentet
pueden señala¡ el camino en que nos movemos. vamos a terminar ál tema, y eita pri- como la economía o la vida ciudadana. "u-po,
mera parte del libro, subrayando algunos de estos cambios. El carácfer sisi¿micó ¿e 5. Nuevas formas de movilidad social relacionadas con la información como
estos avatares hace que no tengan sentido más que en su conjunto, y que incluso la principio productivo. La estratificación actual se orienta en torno a las posi-
distinción que hacemos entre aspectos económicos y socialeJparezcatener un inte- bilidades de acceso a la información.
rés puramente-discursivo.
Desde el punto de vista económico habría que destacar: Estamos viviendo un momento histórico de gran dinamismo. No es posible enten-
derlo sin considera¡ las grandes tendencias que han ido trasformando nuest¡os modos
l. Ia, globñzzción, de vida._Nos dirigimos hacia un tipo de sociedad en que la información (el conoci-
consec uencia
nicación, que ha dado lugar a u
miento, lainvestigación o la educación) se está constituyendo como el principio inter-
pretativo fundamental de su realidad.
tos, como el financiero, tiene's
2. La expansión de la economía
so s el 50por 100 de la población trabaja ya
en de información; también hay que señalar
la ogía para resolver los problemas de todo
tipo.

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