26 de septiembre del 2020 Universidad Nacional de Colombia
RESEÑA DE COERCIÓN, CAPITAL Y LOS ESTADOS EUROPEOS DE CHARLES TILLY Charles Tilly nació en Chicago el 27 de mayo de 1929 y murió el 29 de abril del 2008 en Nueva York. Fue un politólogo, historiador, sociólogo y profesor. Estudió en Harvard y en la Universidad de Oxford. Ejerció la docencia en la Universidad de Delaware, en la Universidad de Toronto, en la Universidad de Michigan, en Harvard y en Columbia. Es conocido por sus aportes en el desarrollo de la sociología histórica, en el uso de los métodos cuantitativos en el análisis histórico, en el estudio de la historia del trabajo, entre otros. Palabras clave Coerción, Capital, Estados Europeos, Guerra, Ciudadanos, Formación de los Estados El proceso por el cual la guerra se fue profesionalizando y estandarizando, sirvió también para civilizar al Estado. Este proceso se compone de 4 etapas: La primera etapa es en la cual los hombres poderosos contaban con recursos suficientes para tener a su disposición ejércitos y armadas, que ellos mismos capitaneaban, reclutaban y armaban; la segunda etapa, cuenta con el apogeo de los empresarios militares y aquellos poderosos civiles que contrataban mercenarios; sigue la tercera etapa que nos expone la integración de la estructura militar al Estado con la formación de los ejércitos permanentes; y la cuarta etapa que refleja “el paso a las levas masivas, las reservas organizadas y los ejércitos voluntarios bien remunerados, reclutados esencialmente entre los propios ciudadanos del Estado, lo cual produjo a su vez sistemas de prestaciones para los veteranos, protección legislativa y las pretensiones de potenciales o antiguos militares a la representación política”. (185-186) La razón por la cual se buscó disminuir los poderes autónomos de los grandes señores fue la propensión a un poder centralizado soberano, que logrará controlar efectivamente a la población de un territorio dado, para que esto se diera intervinieron múltiples elementos como la creación de armas de fuego, la tecnificación de la guerra (que amplio sus costos), el proceso de capitalización de la economía, entre otras. Se paso entonces al uso de mercenarios, los cuales se volvieron peligrosos debido a su lealtad cuestionable y a sus amplios costos, ya que, solían servir a cualquiera que les pagara lo máximo posible, por esto, se integro la estructura militar al Estado, en búsqueda de controlar los medios de coerción y desarmar a los particulares; así el Estado empezó a regular la fabricación y el porte de armas. Con esto, se trajo mayores demandas de la población civil y de los militares, con lo cual el Estado tuvo que crear barreras que subyugaran al poder militar y le quitaran cualquier intensión de autonomía, en el proceso de especialización militar; y empezar a intervenir en necesidades de la población civil y militar. Los costes de la guerra se debían subsidiar, por lo mismo se recogían tributos para financiar la misma, con la nacionalización de la guerra, se paso de los tributos a los impuestos, logrando para el Estado no solo el monopolio de la coerción sino también el monopolio fiscal. Fue por esto por lo que, el Estado-nación supero a las Ciudades-Estado fuertes en capital y a los grandes imperios fuertes en coerción, ya que, perfeccionaron la recolección de impuestos, logrando un equilibrio entre capital y coerción. La intervención del Estado en la vida cotidiana incita a la acción popular colectiva, ya sea en oposición al Estado o en la producción de nuevas demandas al mismo. Primero empezaron las rebeliones de grandes personajes regionales, los cuales no estaban de acuerdo con el paso al control estatal; estos fueron entrando a ser parte del Estado y se paso a rebeliones populares contra los impuestos y la conscripción. Así que, el Estado para evitar o disminuir estas revueltas tuvo que negociar con grupos económicos y populares. Cuando se habla de negociar no se refiere a negociaciones horizontales carentes de violencia, sino a negociaciones verticales que buscaban detener a toda costa la sublevación, quizás cediendo en algunos puntos. “Todas aquellas negociaciones crearon o confirmaron demandas al Estado individuales o colectivas, los derechos individuales y colectivos frente al Estado, y las obligaciones del Estado con sus ciudadanos. El núcleo de lo que hoy denominamos <<ciudadanía>> está formado, en efecto, por múltiples acuerdos configurados por gobernantes y gobernados en el transcurso de luchas en torno a los medios para la acción del Estado, en especial para la guerra”. (157) El Estado, además, buscó homogenizar a la población para lograr un control más efectivo sobre la misma, imponiendo un idioma, religión, moneda y derecho (legislación). Con esto, se logro una homogenización dentro del Estado y una heterogenización entre los Estados, ampliando la conciencia nacional y ampliando el nacionalismo. Sin embargo, los nacionalismos referentes al Estado no son los únicos que florecieron, pues aparecieron en escena naciones sin Estado como el pueblo palestino, la comunidad francocanadiense, etc. Con la instauración del gobierno directo, la expansión del Estado y del nacionalismo, el Estado contaba con mayores responsabilidades referentes al mantenimiento y protección de la población civil. Entre las cargas no impremeditadas que tuvo que asumir el Estado fueron las demandas y los costes de la burocracia estatal; las obligaciones del Estado para con sus ciudadanos, con el fin de prevenir revueltas y la formación de una economía planificada que tenía en cuenta la asistencia estatal. Todo lo anterior ocasionó que los gastos de la renta nacional aumentarán disminuyendo así los gastos militares; era como si conforme los Estados se iban fortaleciendo, la necesidad militar (tan importante en su formación) iba disminuyendo. El texto de Tilly nos habla de la formación de los Estados europeos. Podemos notar como estos procesos no aplican ni para los Estados latinoamericanos ni para la mayoría de los Estados orientales. En el caso colombiano específicamente, nunca se ha buscado como tal una acumulación de capital por parte del Estado ni una asistencia estatal eficiente, además, la coerción siempre se ha expresado de manera muy fuerte y muchas veces sin respetar los límites constitucionales. Esto ha ocasionado que no se logre un equilibrio entre coerción y capital, por lo cual se impide hablar de un desarrollo estatal igual al europeo. REFERENCIAS Tilly C (1990) “De como la guerra forjó a los Estados, y viceversa” y “El Estado y sus ciudadanos” de “Coerción, capital y los Estados europeos”. Alianza Editorial S.A. Madrid, España.