Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Oralidad, Lectura,
Escritura y Tic
Mionis Brisa
Mionis Brisa
ORALIDAD, LECTURA, ESCRITURA Y TIC
ACTIVIDAD:
Lea la siguiente declaración sobre el uso del voseo en la Argentina, publicada en 1964
por la revista cultural Leoplán.
Ernesto Sábato ha puesto su inteligencia, que es mucha, su cultura, que es rica, y su
ingenio, que es ágil y travieso, al servicio de frecuentes heterodoxias. “Leoplán” me
pregunta qué pienso de la suya más reciente, la defensa de la legalización del voseo.
Esa defensa era cosa ya trillada en los últimos decenios, pero Sábato ha asumido la
responsabilidad de sostenerla con el auxilio de la ciencia filológica. En la sola carilla
que me ha pedido “Leoplán”, aunque yo la exceda, no puedo seguir paso a paso la
argumentación con que Sábato ha llenado columnas de la revista; con todo, procuraré
oponerle mis dudas con muy apretadas razones. Él ha puesto mucha carne en el
fuego. Así nos avisa, citando a ilustres lingüistas extranjeros cuyos argumentos de
orden general no siempre hacen al caso, que las lenguas evolucionan sin cesar y que
la lengua y la lógica no corren parejas. ¿Qué haremos los académicos que
ignorábamos tales noticias, sino darle las gracias? Pero el caso es que el simple
hecho lingüístico en debate es una concordancia irregular, arcaica en sus orígenes,
pero no ya defendible hoy como un bello arcaísmo al que nos convenga revalidar,
según él lo admite. Todos los ejemplos que da para probar la evolución de nuestra
lengua son extraídos del vocabulario; ¿hay ciego y sordo que se resista a reconocer la
legitimidad de tales diferencias en una misma área lingüística y de tales cambios en el
tiempo? (…) Lo que importa saber no es si hay derecho a llamar “manteca” la
“mantequilla” española, y “calesita” al “tiovivo”, sino si conviene a los argentinos
legitimar en la enseñanza del idioma y en el empleo literario giros tales como “vos
andás”, “entendé”, “vení”, “hablá”, “fuiste” y todos los del mismo tipo, si de noble
prosapia en el idioma de los conquistadores, muy venidos a menos por las letras
perdidas en el camino.
No ampara a esos giros, parece, su belleza o elegancia, sino la realidad lingüística.
Que no los amparan viene a consentirlo el mismo Sábato en el número 716 de
“Leoplán” cuando reconoce que “las formas propias del ‘tú’ podrán ser reservadas para
ciertas exigencias estilísticas y de contenido”. Hay, pues, exigencias estilísticas y una
verdad artística superiores a la desnuda realidad cotidiana. Naturalmente, tales
exigencias y tal verdad superior no se hacen necesarias (excluyo la literatura
costumbrista y la dialectal regional) en muchas novelas nuestras contemporáneas,
sencillamente porque su chato realismo, su detallismo subalterno y superfluo, que todo
lo registra con pelos y señales, inclusive los diálogos de café más triviales, reclaman,
lo admito por solo medio de expresión, el lenguaje chabacano del “vos”. La cuestión se
planteará cuando nos elevemos sobre esos bajíos de la literatura narrativa. (…)
Giusti, Roberto 1964, citado en Fernández, Ruth. “¿Vos o tú?”, Leoplán, 16 de septiembre, n°
722, p. 13.
pág. 1
Mionis Brisa
ORALIDAD, LECTURA, ESCRITURA Y TIC
Respuestas:
4- Técnicas argumentativas
pág. 2
Mionis Brisa
ORALIDAD, LECTURA, ESCRITURA Y TIC
5- Texto
pág. 3
Mionis Brisa
ORALIDAD, LECTURA, ESCRITURA Y TIC
Las palabras AGUDAS (acento en la última sílaba) llevan tilde si terminan en VOCAL,
NoS:
Ejemplos
Cuestión
Muy
8- Extraiga del texto un ejemplo de palabra grave, una aguda y una esdrújula.
Aguda: Leoplán
Grave: ágil
Esdrújula: Sábato
pág. 4