Curso Toxicología para líderes en seguridad y salud en el trabajo

David Andrés Combariza Bayona MD MSc

Modulo 3. Evaluación de la exposición

VALORACIÓN DEL RIESGO DE EXPOSICIÓN A SUSTANCIAS QUÍMICAS
Una vez conocida la forma en que los agentes tóxicos pueden generar efectos sobre la salud
humana, se requiere conocer la forma en la que se pueden dar las condiciones de exposición
y como se pueden tomar acciones para que dichas condiciones no afecten la salud de los
trabajadores y la actividad laboral se pueda desarrollar de manera segura. En este punto,
se integra el conocimiento que brindan diferentes áreas del conocimiento como lo son la
toxicología y la higiene industrial, con el fin de poder identificar, evaluar y controlar los
peligros de tipo químico y poder tomar las decisiones más acertadas en pro de la prevención
de riesgos.
La evaluación del riesgo derivado de las condiciones de exposición a sustancias químicas en
el contexto laboral parte de la identificación de las sustancias que se manejan en el
contexto de la empresa, para luego conocer las condiciones de exposición y de acuerdo a
esto, tomar las medidas necesarias para prevenir o reducir el riesgo de exposición; para
esto se requiere conocer las características de peligrosidad de las sustancias y entender las
condiciones en la que los trabajadores las usan, en cuanto a frecuencia y cantidad de uso,
de modo que se puedan efectuar los ajustes necesarios para garantizar que la exposición a
las sustancia no representa un riesgo para la salud.
Para efectuar este proceso existen diferentes metodologías de tipo cualitativo o
cuantitativo, sin embargo, sus principios son similares, ya que lo que buscan es poder
conocer las sustancias, entender su peligrosidad, identificar la ruta por la cual se puede dar
la exposición, y tomar las medidas correctivas o de control que se consideren necesarias.
Metodologías cualitativas
Las metodologías cualitativas permiten llegar a una estimación de un nivel de riesgo y a
partir de este, definir las estrategias de control. Una de las más usadas es la metodología
francesa de evaluación simplificada del riesgo químico, desarrollada por el INRS (Instituto
Nacional de Investigación Científica ) de Francia, la cual permite identificar y clasificar las
sustancias químicas priorizando los grupos que tienen condiciones homogéneas de
exposición que son más riesgosas y requieren una evaluación más detallada de los agentes
de mayor riesgo por inhalación, sin necesidad de realizar mediciones ambientales de
concentración de sustancias químicas.
Para ejecutar esta metodología, el primer paso es conocer cuáles son las sustancias
químicas que se manejan en la empresa, considerando entre ellas a las materias primas, los
productos intermedios y los productos finales; para esto se requiere tener un inventario de
todas las sustancias químicas que se manejan en la empresa. Si no está disponible, se
requiere efectuar el reconocimiento de todos los productos que se utilizan y/o generan en
los diferentes procesos y actividades y registrarlo. Cada producto identificado debe contar
con una ficha de datos de seguridad en la cual se puedan consultar las diferentes
características que permiten conocer y entender la peligrosidad de la sustancia. Esta
información incluye los siguientes aspectos:
1. Identificación de la sustancia o mezcla
2. Identificación de los peligros
3. Información sobre los componentes
4. Primeros auxilios
5. Medidas de lucha contra incendios
6. Medidas en caso de liberación accidental
7. Manipulación y almacenamiento
8. Control de exposición / protección individual
9. Propiedades físicas y químicas
10. Estabilidad y reactividad
11. Información toxicológica
12. Información ecológica
13. Consideraciones sobre eliminación
14. Información sobre el transporte
15. Información reglamentaria
16. Otra información
La información de la ficha de datos de seguridad permite conocer la peligrosidad de la
sustancia. Si se requieren datos adicionales, pueden consultarse fuentes adicionales de
información toxicológica en las que se encuentran registros más completos de la sustancia
química y sus posibles impactos sobre la salud.
Una vez identificada la peligrosidad, se requiere definir la ruta sobre la cual espera hacer la
evaluación, entre las que se incluyen la inhalatoria y la dérmica. Para la evaluación del nivel
de riesgo por la vía inhalatoria se revisa, la cantidad utilizada, la frecuencia de uso, su
volatilidad, el tipo de proceso en el cual se presenta la exposición y el tipo de estrategia de
protección con que se cuenta. La metodología cualitativa del INRS, desarrolla un proceso
de jerarquización de riesgos, clasificando los agentes químicos peligrosos y priorizando los
grupos de exposición similar que van a requerir una evaluación más detallada. Esta
metodología utiliza la estrategia de control por bandas, la cual asigna categorías a los
peligros (bajo, medio, alto, muy alto) y a la exposición (improbable, bajo, posible, probable),
a partir de la cual se genera una matriz para la que se asignan un conjunto de controles de
diferente nivel.
Metodologías cuantitativas
Por su parte, las metodologías cuantitativas permiten obtener datos específicos de las
concentraciones ambientales de los agentes químicos, para lo cual se requiere contar con
una estrategia para conocer cuantas muestras se deben tomar, en que lugares, cuales
trabajadores, durante cuánto tiempo, en que momento de la jornada, cuantas jornadas y
con que frecuencia repetirlas. También se debe tener claro cuales son los equipos que se
necesitan para hacer esas mediciones, los análisis químicos que se requieren para obtener
el resultado y la forma de interpretarlo y compararlo con valores de referencia para llegar
a obtener una conclusión respecto al nivel de riesgo.
Debido a que la vía inhalatoria es la mas frecuentemente involucrada en las exposiciones
del ambiente laboral, la medición de la concentración de los agentes en el aire permite
valorar el nivel de exposición. Este tipo de mediciones pueden hacerse en el trabajador
(medición personal), colocando un equipo de medición portátil en el trabajador,
usualmente bombas de succión que funcionan con baterías y se amarran a la cintura y
cuentan con una manguera que absorbe el aire a la altura del cuello del trabajador, el cual
pasa por un filtro que retiene el contaminante o agente químico de interés y permite su
posterior medición. Este tipo de equipos son portátiles y se pueden utilizar durante toda o
una parte de la jornada laboral, de acuerdo a lo que se espere medir. También pueden
hacerse mediciones ambientales utilizando equipos que pueden hacer mediciones
puntuales en tiempo real de los agentes en evaluación, o mediciones acumuladas,
efectuadas con un equipo que se deja instalado toda la jornada en un lugar específico, que
permiten conocer la concentración a la cual puede presentarse exposición en un área o
lugar.
Estas mediciones son efectuadas por higienistas industriales, quienes conocen los métodos
específicos de medición y cuantificación para los agentes de interés, los cuales dependen
de las características del agente. El resultado que se obtiene, es comparado contra un valor
de referencia específico para la sustancia, conocido como limite permisible, el cual
corresponde a una concentración a la que se considera que los trabajadores pueden
exponerse de manera segura sin ocasionar efectos adversos sobre su salud. Estos valores
pueden ser definidos por diferentes agencias. En Colombia se utilizan los TLV (Treshold Limit
Values) elaborados por la Conferencia Americana de Higienistas Industriales ACGIH (por sus
siglas en ingles). Estos valores límites permisibles pueden tener diferentes categorías de
acuerdo a las características del agente químico.

• TLV-TWA: Corresponde a la concentración del agente a la cual pueden exponerse

los trabajadores durante 8 horas al día y 40 horas a la semana, durante toda su vida
laboral, sin que esto genere un riesgo para su salud
• TLV- C: Corresponde a la concentración del agente que nunca puede ser superada
en ningún momento de la jornada laboral, para evitar riesgos a la salud de los
trabajadores
 • TLV-STEL: Corresponde a la concentración a la cual el trabajador puede exponerse
de forma continua por un periodo de máximo 15 minutos, sin presentar efectos
relacionados con irritación o daño en los tejidos. Esta exposición puede repetirse
hasta un máximo de 4 veces durante la jornada laboral de 8 horas y debe haber
como mínimo un periodo de 60 minutos entre cada exposición.
Una vez se cuenta con el resultado obtenido en la medición de higiene, y si la sustancia
cuenta con valores TLV, se realiza la búsqueda por orden alfabético en el cuadro de
sustancias y se identifica el valor definido para el TLV-TWA, el cual puede expresarse en
diferentes unidades de acuerdo al tipo de sustancia (partes por millón [ppm] – miligramos
por metro cubico [mg/m3] ), y se verifica la notación referida, la cual puede corresponder a
información de su potencial de sensibilización dérmica o respiratoria, capacidad de
comportarse como agente carcinógeno de acuerdo a la clasificación de ACGIH, o
disponibilidad de indicador biológico de exposición.
Infortunadamente no todas las sustancias químicas cuentan con este tipo de valores de
referencia, por lo cual no siempre es posible contar con información cuantitativa para todas
las sustancias.
Es importante aclarar que debido a la posible susceptibilidad individual y a las diferencias
entre individuos, estos valores no son garantía de protección para todos los trabajadores;
además, solo corresponden a la valoración de la exposición por vía respiratoria, y no se
consideran otras vías como la dérmica, por lo cual, resulta importante identificar si dentro
de las sustancias de interés para evaluación al interior de la empresa existen alguno que se
comporte como sensibilizante (es decir que pueda generar un efecto similar a una reacción
alérgica con una exposición previa), o que también pueda ingresar por vía dérmica.
La valoración de la exposición también considera las mediciones biológicas que pueden
hacerse sobre el trabajador expuesto. Esto corresponde a las determinaciones cuantitativas
de niveles de las sustancias químicas o sus metabolitos, presentes en los fluidos corporales
como sangre, orina o aire exhalado, y que permiten conocer el nivel de la sustancia que ha
ingresado al cuerpo y estimar el grado de exposición que puede tener el trabajador. Este
tipo de mediciones deben realizarse en un momento especifico de la jornada (inicio, final,
final de jornada semanal), de acuerdo al tipo de sustancia que se esté evaluando. Es
importante conocer las indicaciones necesarias para que la toma de la muestra y el
resultado obtenido no se vean afectados por factores externos. El resultado obtenido se
compara con los valores de referencia para el respectivo indicador biológico de exposición,
de acuerdo a lo cual se establece un criterio de decisión frente al nivel de exposición.

Referencias
• Woolley, Adam. A guide to practical toxicology. Evaluaton, Prediction and Risk Taylor
& Francis 2003
• Klaassen, K. Watkins, J. Cassarett & Doull. Fundamentos de toxicologia. McGraw Hill
Interamenricana 2013
• Gupta, P. Fundamentals of Toxicology. Essential concepts and applications.
Academic press. Elsevier. 2016
• Gilbert, S. "A Small Dose of Toxicology“. Institute of Neurotoxicology & Neurological
Disorders (INND) Healthy World Press HWP 2nd Edition
• National Library of Medicine. Toxtutor. https://toxtutor.nlm.nih.gov/
Toxicology and Environmental Health Information Program
• Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT). Herramientas para
la gestión del riesgo químico. Métodos de evaluación cualitativa y modelos de
estimación de la exposición.2017
• NIOSH [2019]. Technical report: The NIOSH occupational exposure banding process
for chemical risk management. By Lentz TJ, Seaton M, Rane P, Gilbert SJ, McKernan
LT, Whittaker C. Cincinnati, OH: U.S. Department of Health and Human Services,
Centers for Disease Control and Prevention, National Institute for Occupational
Safety and Health, DHHS (NIOSH) Publication No. 2019-
132, https://doi.org/10.26616/NIOSHPUB2019132external icon