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La Ética Martiana es la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del

hombre siguiendo las doctrinas y el pensamiento de José Martí.

Su concepción acerca del mejoramiento humano y del papel de la virtud, lo


convierte en un paradigma ético para el mundo de hoy y el contenido humanista
del quehacer laboral resulta incuestionable mirando a su idea de que el ser
humano se degrada o ennoblece en concordancia con su posición respecto al
trabajo, mediante el cual se embellece y eleva moralmente a la personalidad y
también sitúa al trabajador como la vanguardia que posibilita el avance a la
humanidad.
Martí concedió amplia importancia a la relación entre los esfuerzos realizados y el
tributo recibido, ya sea para beneficio individual o colectivo.

Algunas frases que corroboran esta afirmación son las siguientes:

“El trabajo embellece. El trabajo disciplina. El trabajo nutre, la pereza encoleriza y enloquece.

El trabajo rehace en el alma las raíces que le arranca la muerte. El trabajo es piadoso”

“El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos. Es fácil ver cómo se
depaupera, y envilece a las pocas generaciones, la gente ociosa, hasta que son
meras vejiguillas de barro, con extremidades finas, que cubren de perfumes
suaves y de botines de charol; mientras que el que debe su bienestar a su trabajo,
o ha ocupado su vida en crear y transformar fuerzas, y en emplear las propias,
tiene el ojo alegre, la palabra pintoresca y profunda, las espaldas anchas, y la
mano segura. Se ve que son esos los que hacen el mundo: y engrandecidos, sin
saberlo acaso, por el ejercicio de su poder de creación, tienen cierto aire de
gigantes dichosos, e inspiran ternura y respeto”.

¨Al margen del trabajo creador, jamás podrán formarse verdaderos hombres.
“El trabajo, este dulcísimo consuelo, esta fuente de fuentes, esta fuente de orígenes, este
cincel, pincel, creador, evocador, este amigo que une, añade, sonríe, avigora y cura”

“El trabajo es el aire y el sol de la libertad”.

¨Nadie tiene derecho a lo que no trabaja.”

“El trabajo embellece. Remoza ver a un labriego, a un herrador, o a un marinero. De


manejar las fuerzas de la naturaleza, les viene ser hermoso como ellas”.

“hoy, con la colosal afluencia de hombres inteligentes y ansiosos en todos los caminos de la
vida, quien quiera vivir no puede sentarse a descansar”.

¨Nunca fue más grande ni más pintoresco el universo. Solo que cuesta trabajo entenderlo, y
ponerse a su nivel: por lo que muchos prefieren decir de él mal, y desvanecerse en quejas.
Trabajar es mejor, y procurar comprender la maravilla, y ayudar a acabarla.

“el hombre crece con el trabajo que sale de sus manos”,

“He ahí un gran sacerdote, un sacerdote vivo: el trabajador”


¨Los tiempos, los hombres están despiertos, y cada cual ha de labrarse con sus manos propias
la silla en que se sienta al festín de la Fortuna¨

“Quien quiera nación viva, ayude a establecer las cosas de su patria de manera que cada
hombre pueda labrarse en un trabajo activo y aplicable una situación personal independiente”

““El trabajo me engolosina. El trabajo me pone alas. A otros embriaga el vino; a mí el exceso de
trabajo”.

“es peligroso para un pueblo que nace, el espectáculo y el contacto de una agrupación de
hombres inactivos que no crea ni aspira”.

Entregados al trabajo, no hay manera de que la pena nos venza.”

El trabajo no es más que el arte de acuñar las ideas en oro o plata. Toda moneda ha sido
primero idea.

El trabajo disciplina.

El trabajo debe ser alimento y no modo enfermizo y agitado de ganar fortuna.

Ocupada las manos, anda menos inquieta la mente.

Pueblo ocupado es pueblo salvado.

Cada hombre es un trabajador, y muere bien, si muere en el trabajo.

Yo estrecho con gozo todas manos callosas.

De los obreros, suelen hablar con desdén los que no tienen el valor del trabajo, ni el de
ganar con sus manos, sea cualquiera la labor, una vida libre y honrada

Contra los vagos, Martí aseveró de manera certera que como no se tiene derecho para ser
criminal, no se tiene derecho para ser perezoso, pues “ni indirectamente debe la sociedad
humana alimentar a quien no trabaja directamente en ella”.

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José Martí también le atribuyó una gran relevancia a los principios en el modo de actuar
de los seres humanos, donde destacan la importancia que le atribuía a un
comportamiento honrado.

Persiste la acepción diferente para dos palabras similares; honestidad y honradez. Honesto
puede considerarse un hombre decente, recatado y decoroso. Honrado es el que procede con
honradez, que obra siempre con integridad y justicia.

Decía Martí al respecto que:

“La honradez debía ser como el aire y como el sol, tan natural que no se tuviera que hablar de
ella”

Libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin
hipocresía. Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa,
no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar
para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado. Un hombre que se
conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el país en que nació, los
hombres que se lo maltratan, no es un hombre honrado.

El niño, desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por
todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser honrados
todos los hombres, y debe ser un hombre honrado. El niño que no piensa en lo que
sucede a su alrededor, y se contenta con vivir, sin saber si vive honradamente, es como
un hombre que vive del trabajo de un bribón, y está en camino de ser bribón.

...Así queremos que los niños de América sean: hombres que digan lo que piensan, y lo
digan bien; hombres elocuentes y sinceros.

“Decir es hacer cuando se dice a tiempo, y honrar a los que cumplieron con su deber es el
modo más eficaz que se conoce hasta hoy de estimular a los demás a que lo cumplan”.

La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.

Hacer es la mejor manera de decir

¨La honradez no es la debilidad, no es la cobardía, ni es el consejo pusilánime que se


pide a los adversarios, ni la resolución que se inspira en lo que los adversarios quieren.
La honradez es el vigor en la defensa de lo que se cree, la serenidad ante las exigencias
de los equivocados, ante el clamoreo de los soberbios, ante las tormentas que levanten
los que entienden mejor su propio provecho que el provecho patrio”.

“No es honrado el que desgarra en la hora de un peligro el seno todavía conmovido de


la patria”.

Honestidad:

“…la verdad no es más que una, y quien la dice cuando los demás tienen miedo de
decirla, impera”.
”El que nada quiere para sí, dirá la verdad siempre”.

“La verdad no se razona; se reconoce, se siente y se ama”.

“Se ha de vivir y morir abrazado a la verdad”.

1. HONESTIDAD
Sáquese a lucir, y a incendiar las almas, y a vibrar como el rayo, a la verdad, y síganla,
libres, los hombres honrados.

La verdad, una vez despierta, no vuelve a dormirse, que el espíritu, más vasto que el
mar, ni se seca ni se evapora.

Contra la verdad, nada dura, ni contra la naturaleza.

Somos hombres para mirar cara a cara la verdad.

Ocultos están largo tiempo la traición y el engaño, más una vez sospechados, tienen
para ser descubiertos rapidez asombrosa, alas malditas.

Es necesario ser hábil y honrado, contra los que son hábiles y no honrados.

El alma humana tiene una gran necesidad de blancura. Desde que lo blanco se oscurece,
la desdicha empieza.

Las almas nacidas para la honradez no tienen conveniencia, ni viven tranquilas, fuera de
la honradez.

Los hombres honrados no necesitan discutir mucho en un acto de honor.

No se le pregunte al interés, sino a la honradez, cual es el mejor modo de vivir.

Todos los que están manchados, en cuanto alcanzan a ver a un hombre puro empiezan a
correrle detrás para llenarle la túnica de manchas.

Medida de la honra propia, en diarios y en hombres, es el respeto en que se tiene la


honra ajena. El que no respeta la honra ajena, no respetará la propia.

El hombre se deshonra cuando deshonra a los demás.

Sólo el que es capaz de vender su honra, tiene el valor de proponer la venta de la honra
ajena.

El verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de que lado esta el deber.
la revista La América de Nueva York, en 1883 y 1884, acerca de la necesidad e importancia de
trabajar.

En sus artículos publicados en La Opinión Nacional, de Caracas, y La Nación, de Buenos Aires,


José Martí califica así al quehacer laborioso

Cuaderno de Apuntes

Carta al Director de la Nación de Buenos Aires, Nueva York, mayo de 1886


Grandes motines de obreros, Al Director de La Nación de Buenos Aires, Nueva York, mayo 16
de 1886
Carta de Martí, La Nación, Buenos Aires, Nueva York, 13 de junio de 1885.
Carta de Martí, La Nación al Director de la Nación de Buenos Aires, Nueva York, 26 de mayo de
1888.
Hombre del Campo, Obras Completas, Tomo 19, p. 381.
Folleto Guatemala, Obras Completas, Tomo 7, p. 124.
Carta a La Opinión Pública, Montevideo, Buenos Aires, 1889, Obras Completas, Tomo 12, p.
251.
LOZANO R., JORGE JUAN. Fundamentación ética de la revolución martiana. Revista
Cuba
Socialista, (La Habana), No. 5, enero-marzo de 1997.
MARTÍ PÉREZ, JOSÉ. Obras Completas. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1975.
T. VIII,
XIX y XXVII.

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