Una aventura en el desierto

Hoy te volví a ver, tan cerca a la distancia que pude oler ese perfume de miel que desprende tu
piel. En un instante, eterno y fugaz, mi alma se perdió en las ventanas de tu ser, mi corazón mato
al tirano llamado tiempo, el sol peino tu cabello que bailaba con el viento y sin previo aviso… mi
corazón se detuvo. El mundo entero se redujo a un paso de distancia, no recuerdo como fue o
como paso, solo se que estoy respirando el mismo aire que ella, recorriendo ese cálido desierto
en donde soy feliz. Perdido y desorientado, guiado solamente por mis instintos, recorro dunas y
valles sin saber que es lo que voy hallar. Me introduzco en el origen de la vida y todo cobra
sentido, ya no son necesarias las palabras, ni el cómo, ni el porqué, solamente existe el presente
que muere ante la presencia del futuro y es arrastrado por el pasado. En una amalgama de dolor
y placer, mi alma se funde con la tuya en una mezcla blanco-carmesí. Todo es silencio excepto
por el susurró del viento testigo de lo nuestro. Hoy te vi tan cerca y tan distante mientras tirabas
en trozos aquello te di.