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Golpe de Estado

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Golpe de Estado militar en Polonia en 1926.

Jorge Rafael Videla juramentando como presidente de Argentina tras el Golpe de


Estado de 1976.

El general Napoleón Bonaparte durante el golpe de Estado del 18 de brumario en


Saint-Cloud,pintura de François Bouchot, 1840
Un golpe de Estado (calco del francés coup d'État) es la toma del poder político de
un modo repentino por parte de un grupo de poder, vulnerando las normas legales de
sucesión en el poder político vigente con anterioridad.

Se distingue de los conceptos de revuelta, motín, rebelión, "putsch"(en alemán),


revolución o guerra civil. Usualmente estos términos se utilizan con poca propiedad
o con intenciones propagandísticas, y en el transcurso de los hechos y procesos
históricos, se suelen combinar entre sí.

América Latina atravesó por un sinnúmero de golpes de Estado, muchos de ellos


agrupados con base en periodos definidos dentro del proceso de transformación
social, económica y política del continente. Así las dictaduras personalistas
tuvieron auge desde la creación de las repúblicas latinoamericanas, en la mitad del
siglo XX y con la afirmación de la Guerra Fría, se instauraron dictaduras en
América del Sur mayoritariamente institucionales.1
Origen y evolución del concepto
El concepto de golpe de Estado comenzó a ser empleado en Francia en el siglo XVII,
para referirse a una serie de medidas violentas y repentinas tomadas por el Rey,
sin respetar la legislación ni las normas morales, generalmente para deshacerse de
sus enemigos, cuando el rey mismo consideraba que eran necesarias para mantener la
seguridad del Estado o el bien común.2 En este sentido original, el concepto era
muy similar a lo que se denomina en la actualidad autogolpe, es decir, el
desplazamiento de ciertas autoridades del Estado, por parte de la autoridad
suprema.

El término se fue ampliando a lo largo del siglo XIX para significar la acción
violenta de un componente del Estado, por ejemplo, las fuerzas armadas, con el fin
de desplazar a la cabeza del mismo. El concepto se superpuso entonces, y a la vez
se diferenció, del de "revolución", caracterizado sobre todo por estar
principalmente organizado por civiles ajenos al Estado.

Ya en el siglo XX, en 1930 apareció el libro Técnica del colpo di Stato (Técnica
del Golpe de Estado) de Curzio Malaparte, que impondría el uso generalizado del
concepto, básicamente en su acepción moderna, a partir del análisis crítico de las
acciones del fascismo y el nazismo. Malaparte aplica el concepto del golpe de
Estado no solo a una operación ejecutada por integrantes del Estado, sino también
por poderes civiles, que —mediante la desestabilización del gobierno a través de
acciones orientadas a generar caos social— provocan su caída y acceden al poder.

Para Malaparte, la diferencia sustancial del concepto de golpe de Estado con los de
«guerra civil» y «revolución» es esencialmente el uso de la sorpresa y la escasa
duración relativa de las operaciones, «reduciendo "al mínimo el tamaño y la
intensidad de la confrontación armada"».2

En 1962, Samuel Finer escribió otro libro importante para la conceptualización del
golpe de Estado: The Man on Horseback: The Role of the Military in Politics (tit.
trad. Los militares en la política mundial).3 La edición original de Finner fue
ampliada en 1975 (Peregrine Books) y en 1976 (Penguin Books); en 1988 se realizó
también una edición publicada por Westview Press.
Finner, pensando en los militares, distingue cuatro niveles de presión sobre el
Estado, de los cuales considera legítimo solo al primero:

Presión sobre el gobierno o los parlamentarios, para influir a favor de sus


intereses;
Reclamos al gobierno o el parlamento bajo aviso de que, en caso de no ser
aceptados, procederán a realizar acciones dañinas. Finner considera este nivel como
extorsión ilegítima. Aun sin que el gobierno cambie, Finner sostiene que esta
situación podría dar lugar a un «golpe de Estado tácito», en el que el gobernante
toma las decisiones que le impone el grupo de presión.
Uso de la violencia o amenaza de violencia para reemplazar al gobierno civil por
otro gobierno civil.
Uso de la violencia o amenaza de violencia para reemplazar al gobierno civil por un
gobierno militar.4
En el curso del siglo XX, el golpe de Estado adoptó la forma típica de una acción
de las fuerzas armadas desplazando por la fuerza al gobierno establecido. Sin
embargo, sobre todo a partir del colapso de las dictaduras latinoamericanas, en la
década de 1980, los golpes de Estado han ido adoptando formas más complejas y menos
evidentes, mediante técnicas de desestabilización económica ("golpes de mercado") y
generación de climas de caos social (saqueos, huelgas, etc.), que pueden ser
agudizados mediante el uso de medios de comunicación de masas.

Diferencias y similitudes con otros conceptos emparentados


El concepto de "golpe de Estado" está emparentado con otros conceptos relacionados
con trastornos del poder político, como los de revuelta, motín, rebelión,
revolución o guerra civil. Estos términos se utilizan de ordinario con poca
propiedad o con intenciones propagandísticas o de desinformación. En el transcurso
de los procesos históricos, estos fenómenos no suelen presentarse en forma pura,
sino combinados entre sí.

Golpe de Estado y revolución: una revolución, en la Ciencia Política, es un cambio


social profundo y relativamente veloz, que usualmente —aunque no necesariamente—
implica confrontaciones violentas entre sectores. Una revolución puede combinarse,
y suele suceder, con uno o más golpes de Estado, cuando las autoridades legales son
desplazadas por medios ilegales, sean estos evidentes o manteniendo una apariencia
de legalidad.
Golpe de Estado y guerra civil: una guerra civil es un enfrentamiento militar
generalizado y extendido en el tiempo, entre dos bandos de una misma sociedad. Se
diferencia del golpe de Estado, sobre todo, por su duración, ya que el golpe de
Estado es repentino y de corta duración (horas, a veces pocos días).
Golpe de Estado, rebelión y motín: Muchas veces los golpes de Estado han tomado la
forma de sublevaciones o rebeliones militares. En estos casos deben ser
distinguidos del "motín", ya que este es una desobediencia colectiva de un grupo de
militares frente a sus mandos naturales, que no tiene como fin derrocar al
gobierno, ni establecer determinadas políticas o cambios institucionales.
Golpe de Estado y revueltas: los trastornos institucionales suelen ir acompañados
de revueltas, en parte provocadas intencionalmente y en parte espontáneas, en las
cuales muchedumbres ocupan los espacios públicos, desafiando la autoridad de los
poderes establecidos, a veces de manera violenta. Las revueltas generan situaciones
de caos social, que pueden ser aprovechadas tanto por quienes impulsan los golpes
de Estado, como por quienes buscan defender el poder establecido.
Golpe de Estado y putsch: el término alemán putsch (textualmente «empujón») tiene
un significado muy similar a golpe de Estado, pero usualmente está referido a
intentos fallidos de golpe de Estado, como el putsch de Múnich.5
Golpe parlamentario: en muchos países suele estar previsto que el Congreso haga
juicio político y eventualmente destituya al presidente de la nación, en caso de
que este cometiera algún delito durante su gestión. En algunos casos dichos juicios
son equiparados con golpes de Estado, dado el uso de artificios legales para que
una mayoría parlamentaria destituya a un presidente,6 aun cuando se trata
evidentemente de procedimientos con un objetivo político. El concepto —
relativamente nuevo— de golpe parlamentario no es compartido por todos los
analistas políticos.78
Medidas legales contra los golpes de Estado
Varias constituciones del mundo[¿cuál?] poseen normas especiales para prevenir y
castigar a los responsables de la comisión de golpes de Estado, a la vez de un
régimen penal para sancionar los delitos contra la democracia.

Estas normas están básicamente orientadas a dos situaciones:

El efecto de los actos efectuados por las autoridades que asumieron el poder en
virtud de un golpe de Estado, disponiendo, por ejemplo, que los mismos serán
"«insanablemente nulos»;9
Las penas a ser aplicadas a los responsables de haber intentado o realizado un
golpe de Estado.

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