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Maggio, Marcelo

Diario El Mundo : PRT-ERP : prensa masiva para una política de masas /


Marcelo Maggio. - 1a ed . - Junín : Rama Negra ; Ciudad Autónoma de Buenos
Aires : La Caldera ; Ciudad Autónoma de Buenos Aires : A formar filas ;
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : A vencer, 2015.
210 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-987-45852-4-0

1. Comunicación. 2. Periodismo. 3. Historia. I. Título.


CDD 302.23

Escrito y diseñado con SOFTWARE LIBRE

Corrección de estilo: María Silvia Biancardi


http://ramanegra.wordpress.com

Diseño de tapa Lautaro Porras

Impreso en diciembre de 2015

Esta obra está sujeta a la licencia Reconocimiento-CompartirIgual 4.0


Internacional de Creative Commons.
Para ver una copia de esta licencia, visite
http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/
MARCELO MAGGIO

DIARIO EL MUNDO
PRT-ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA
POLÍTICA DE MASAS
Segunda edición,
dedicada a quienes sostienen e impulsan
los medios populares y alternativos.
ÍNDICE

Prólogo a la segunda edición ........................................................... ix


Prólogo a la primera edición ........................................................... xiii

Introducción ............................................................................................ 1
Sobre las fuentes ................................................................................... 5
Palabras sobre comunicación y periodismo ......................................... 7

Primera Parte: Prensa de izquierda y política cultural


1. Los '70 y el retorno a la legalidad .................................................... 13
2. Por qué la prensa escrita: el PRT-ERP y la tradición leninista ...... 22
3. Tras las huellas del marxismo-leninismo ....................................... 27
4. Política cultural y modelos de prensa ............................................. 35
5. Democracia, estrategias políticas y estrategias de prensa .............. 43

Segunda Parte: De lo histórico emerge lo político


1. El recorrido de una marca: El Mundo ............................................. 61
2. La segunda época, el retorno de El Mundo .................................... 66
3. La política de alianzas expresada en algunos
recorridos personales .......................................................................... 74
4. Organización y organicidad ............................................................ 93
5. Los intelectuales ............................................................................. 107

Tercera Parte: El diario que quiso ser


1. Popular, educativo y de izquierda ................................................... 115
2. Escritura y agenda: el enmascaramiento bajo presión .................. 127
3. Estructuras, secciones y agenda: un problema de ideología ......... 134
4. Fin del enmascaramiento, la agenda al rojo vivo y la clausura ...... 152

Palabras finales ..................................................................................... 177


BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 183
ANEXO DOCUMENTAL ...................................................................... 191
ix

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

Un libro siempre está en proceso de escritura, podrían agregarse


enésimas correcciones, y un autor puede dedicarse a quitar o
agregar palabras de modo compulsivo. En el caso de Diario El
Mundo... el texto se está completando a medida que circula, se lee y
debate. Por eso esta reedición, que nace quizás de la necesidad de
seguir escribiendo esta historia.
La investigación implicó varios años, más de los que se quisiera
reconocer públicamente, dedicados a una faena de resultados
azarosos, algo que siempre sucede con la comunicación. Entonces
sólo queda agregar unas palabras sobre lo recorrido desde la salida
de la primera edición, en octubre de 2012, hasta hoy.
Esa primera tirada fue distribuida en charlas, marchas, eventos,
librerías, mano a mano. Algunas de esas actividades se fueron
reseñando (Blog Fierrito, una suerte de bitácora digital). Muchas
otras son parte del cotidiano. Acaso si pensamos a esos libros en
tanto personas interesadas en el tema la cosa tome otro color. Qué
parte de esta historia interesó, no lo sabemos con certeza.
Esperamos, mediante esta nueva edición, ampliar y continuar un
recorrido que excede -por mucho- a este material.
Pero, ¿cuál es el punto, cuál es el atractivo de este asunto? ¿El
marxismo, la historia de la prensa argentina, el PRT, los setenta, la
teoría sobre la ideología? El autor lo desconoce, pero sí se atreve a
proponer su propio eje: la utopía.
Estamos lanzando esta segunda edición desde una variedad de
editoriales, algo destacable, cargado de gestos positivos también.
Participa la editorial que desarrollo e impulso actualmente, Rama
Negra, que se dedica a la literatura como principal rasgo. Pero la
idea de reeditar no viene de aquí, sino de los espacios militantes
que, desde sus editoriales, se interesaron en seguir difundiendo
este libro.
x

Los grupos políticos son La Caldera (Ediciones La Caldera),


Izquierda Revolucionaria (Ediciones A Vencer), y Juventud
Guevarista (A formar filas. Editora guevarista). Es gratificante el
interés que han manifestado estos valiosos grupos, pertenecientes
al marxismo argentino, por esta obra. Es preocupante el momento
en el que nos toca hacerlo.

Diciembre de 2015. Asistimos al preludio de una danza en la


que el conservadurismo lucirá renovados ropajes, acaso habiendo
aprendido de sus errores. Perplejos, no sin dolor o espanto,
asistimos a la función.
Pero no estamos en la quietud, la indiferencia o el desánimo.
No. Nos sigue moviendo la utopía. Y quizás un hecho de interés de
este libro sea ese, que narra una parte de lo logrado. "Mirá qué
cerquita que estuvimos", me dijo alguien una vez luego de una
charla. El vaso medio lleno que le dicen. "Y sí, cerquita, che". En
realidad no tanto, si miramos con honestidad hacia adentro, pero
hay un sabor medio dulzón que se llega a sentir a veces.
La actualidad de Diario El Mundo... tal vez radique allí, en sus
circunstancias históricas. Partidos políticos, teoría revolucionaria,
intelectuales, frentes de trabajo político, alianzas, medios de
comunicación. Todos elementos de plena vigencia y, en nuestro
caso, los medios no dejan de ser objeto de atención. Quizás revisar
estas políticas comunicacionales ayude a mejorar proyectos
actuales, a pensar y armar futuros medios digitales o plataformas
de masas, nuestra propia internet libre, o tal vez otras cosas, no lo
sabemos. Pero como no podemos prescindir de la comunicación, y
parece que hay que ser creativos en este terreno, todo indica que la
materia prima de la historia puede colaborar en abrir el juego.
xi

También sospechamos que hay una buena parte del interés por
este libro que proviene de la práctica, de esa militancia que
mantiene su carácter utopista. Y una de las maneras de reivindicar
y apoyar a quienes sostienen los espacios militantes a lo largo del
tiempo es también ésta, construyendo y aportando bibliografía. Así
fue gestado y pensado este texto desde siempre. Porque hay una
esperanza, y es que desde ese cotidiano, de esa ardua labor que se
multiplica por doquier, surja la semilla de la transformación, ese
germen creativo que sólo puede dar la práctica revolucionaria.
En definitiva, vislumbramos leyendo este libro a quienes se
preguntan por el hacer. En ustedes y en sus fuerzas, pues,
depositamos nuestra esperanza.

Marcelo Maggio
Junín, diciembre de 2015
xiii

PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

Hace rato que venimos pensando en la importancia de publicar


este libro. Diría desde que comenzó como un proyecto de
investigación para la graduación universitaria de su autor; incluso,
desde los intercambios y las lecturas iniciales. La expectativa era
grande desde las primeras charlas. Diario El Mundo. PRT-ERP:
Prensa masiva para una política de masas prometía cumplir con
holgura los requisitos académicos propios para una tesina de
licenciatura, pero además -y sobre todo- articular con la militancia
y serle útil. Este “plus” se presentaba como enriquecedor,
diferenciando este intento de otros menos preocupados por la
gravitación de las experiencias históricas populares en las luchas
del presente.
La revisión de los setenta fue (y sigue siendo) muy transitada en
los últimos años, fundamentalmente porque sucedió al enorme
trabajo de los organismos de derechos humanos y las
organizaciones del campo popular en la defensa de la memoria
histórica. Pero si bien en conjunto el aporte es significativo,
muchas de las publicaciones recientes suelen quedar encorsetadas
en una lectura edulcorada del pasado, anecdótica y por lo tanto no
disruptiva. Este libro aparece en cambio como una herramienta,
como parte de un esfuerzo colectivo por “rearmar” teórica y
políticamente los proyectos actuales de construcción de poder
popular.
Este punto de partida es fructífero, porque se asienta en la
necesidad de intervenir en el presente y alimentar la propia
práctica del autor, ligada a la prensa de los movimientos sociales.
Marcelo Maggio pone de manifiesto a lo largo de las páginas su
“inquietud acerca de la existencia de otra comunicación, y sobre el
conflictivo vínculo entre periodismo y militancia”, temas que
ofrecen una mirada que escapa a los esquemas maniqueos y sobre
xiv

todo a la lógica binaria y reduccionista que abunda en estos días.


Leído desde esta perspectiva, el abordaje del diario El Mundo,
periódico ligado al PRT ERP, viene a ofrecer elementos vitales para
re-pensar la comunicación alternativa y popular desde una de sus
dimensiones más polémicas y a veces negadas, que es la de la
masividad.
¿Cómo potenciar medios de comunicación populares? ¿Cómo
articular el trabajo de la prensa partidaria, o la propaganda, con
soportes destinados a públicos más amplios? ¿Qué papel deberían
cumplir las políticas culturales sobre las que se asienta la prensa en
tanto parte de un proyecto político totalizador? ¿Cómo combinar el
trabajo “legal” (de masas) y el “ilegal” (clandestino)? Todos estos
son interrogantes que dispara el libro, reflexiones que toman
cuerpo a lo largo de las páginas a través del análisis de las portadas
del diario, la agenda y su tratamiento en relación con las políticas
de “enmascaramiento” impulsadas por el PRT ERP para el frente
legal a lo largo de 1973 y principios de 1974.
Referencia histórica para quienes transitamos el camino de la
comunicación contrahegemónica, esta experiencia impulsada por
la principal guerrilla marxista de nuestro país enseña que la
cuestión de la llegada, es decir, lo alternativo masivo, es un
elemento central a tener en cuenta si lo que se busca es generar
consenso en torno a los caminos revolucionarios. Los contextos es
cierto que son diferentes -de hecho el diario sufrió profundas
tensiones que se exploran con detenimiento-, pero las prácticas que
nos antecedieron deben permitirnos no empezar siempre de cero
sino buscar entre sus pliegues orientaciones que nos sirvan para el
hoy. Ése es el valor más importante, junto con la rigurosidad del
análisis, del trabajo que Maggio pone en circulación a través de esta
editorial cooperativa, El Río Suena, y de su colección “Artillería del
pensamiento”.
Natalia Vinelli
Septiembre 2012
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 1

INTRODUCCIÓN

Las ideas no tienen en absoluto una historia independiente;


son el producto de unas condiciones históricas específicas
Terry Eagleton

Este trabajo se propone la tarea de acercarse a una experiencia


periodística y política que formó parte de un período
particularmente germinal y dinámico de la historia argentina. La
democracia representativa retornaba con las elecciones de marzo
de 1973, las organizaciones de izquierda se debatían acerca de los
caminos que debería tomar una revolución socialista que aparecía
como posible en un horizonte más o menos nítido. Una
rejuvenecida realidad institucional permitía el abandono de la
clandestinidad a los miles de militantes forjados en el choque
contra las Fuerzas Armadas, verdadero actor político.
La posibilidad de emerger a la superficie legal marcó la
prosperidad de una variedad de políticas de masas. Alianzas,
espacios de base, proyectos de propaganda: las tareas se
multiplicaban por doquier. Dentro de esa marea popular que
crecía, comenzaba a tomar un protagonismo cada vez mayor el
Partido Revolucionario de los Trabajadores - Ejército
Revolucionario del Pueblo [PRT-ERP], que hacia fines de 1972 e
inicios de 1973 incursionaba en autocríticas, debates y divisiones.
De cara a la nueva etapa y como resultado de un proceso de
debate interno, el PRT-ERP lanzó (y reforzó) durante 1973 diversas
herramientas para la acción política de masas: el Frente
Antiimperialista por el Socialismo [FAS], el Movimiento Sindical
de Base [MSB] y el diario de circulación masiva El Mundo. Con la
expresión “de frente hacia las masas” se ha sintetizado este
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momento histórico del partido, que describía la particular política


de inserción que se propuso la organización liderada por Mario
Roberto Santucho.
Esta investigación aborda una de esas herramientas, el diario El
Mundo, lo que obliga necesariamente a reflexionar acerca de las
circunstancias que motivaron su aparición y su ocaso y, por qué no,
intentar adentrarse en esa compleja trama (distante y cercana a la
vez) que fueron los años setenta.
El diario El Mundo (segunda época) circuló entre el 28 de
agosto de 1973 y el 13 de marzo de 1974, con una cantidad de 164
números salidos a la calle. Su aparición no fue ininterrumpida:
hubo intentos de clausura, atentados e incluso una quema de
ejemplares en la esquina de la cooperativa COGTAL, la imprenta
que asumía el riesgo de ponerlo en la calle.
La derrota de las fuerzas populares en los años setenta tiene hoy
diversas consecuencias. Si la memoria popular fue dañada por un
fuego de artillería impiadoso, las herramientas teórico-políticas
que pueden hacer posible la construcción de proyectos alternativos
también fue diezmada. “Nos han expropiado la teoría
revolucionaria, nos han desarmado. Nuestro desarme histórico no
fue casual ni accidental. Fue un resultado directo de la derrota
-provisoria, siempre provisoria: donde hay poder hay resistencia- a
la que nos sometieron los poderosos” (Kohan, 1998, p. 18-19).
Este trabajo se inicia en el interés por abordar un objeto
particular, un diario, impulsado por la guerrilla marxista de
Argentina. Esa combinación propone preguntas y recorridos, de lo
comunicacional a lo político, y llegando a lo organizacional de
vuelta a lo periodístico. En el nudo de estos senderos aparece el
citado desarme teórico. Si bien el marxismo no está inerme, ya que
persiste de diversos modos en las resistencias contemporáneas de
la lucha de clases, su presencia como resistencia se da en los
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 3

pliegues, en las orillas, sin poder conmover nuevamente los


cimientos del poder. “Los dueños de la vida y de la muerte”, de un
modo velado o mediante la dictadura militar, centraron sus odios
en un supuesto “demonio”. Lo llamaron “subversión” y el
marxismo era su ideología maldita. Es por ello que no ha salido
indemne de la historia. El rearme teórico, entonces, aparece a su
vez como punto de partida y como necesidad para este abordaje
comunicacional sobre el diario El Mundo.
La inquietud acerca de la existencia de otra comunicación, y
sobre el conflictivo vínculo entre periodismo y militancia, establece
las preguntas que guiaron esta investigación. La idea de una
comunicación alternativa tomó cuerpo en una lejana charla-debate
que organizó la agrupación Viejo Topo y en la que Natalia Vinelli
explicó la experiencia de Rodolfo Walsh con ANCLA. Ese encuentro
disparó en quien esto escribe el inicio de un camino y el interés por
ese tipo de comunicación que comenzaba a aparecer como posible.
A partir de allí vendrían numerosos años de trabajo
comunicacional dentro del Colectivo RedAcción. Se abrían
entonces nuevos horizontes de militancia donde la teoría y la
práctica periodística quedaban cuestionadas y conmovidas. A lo
largo de esa experiencia es que alguien leyó en algún lugar sobre El
Mundo, y también sobre Noticias, los diarios que se hacían en los
tiempos de la lucha armada. Aparecía de modo borroso la figura de
aquellos viejos militantes que tenían nada menos que un diario. Si
de modo general esa experiencia setentista cautivaba, intrigaba e
influía a nuestra generación, esos proyectos periodísticos no
tardaron en convertirse en una presencia mítica y en una referencia
demasiado distante de lo posible.
Pero mientras los proyectos actuales y los debates sobre
coyuntura movían el hacer contemporáneo, las preguntas sobre el
pasado fueron creciendo y la inquietud acerca de qué era El Mundo
4 | MARCELO MAGGIO

tocó un límite en lo personal. Había que aproximarse, y si era


posible estudiarlo también. Y era El Mundo porque también esa
pregunta inacabada seguía siendo el marxismo.
Fue posible entonces convertir esas inquietudes dispersas en un
proyecto de investigación gracias a la guía y el apoyo de Natalia
Vinelli. El texto inicial producto de este primer impulso fue
presentado como tesis de grado para la carrera de Ciencias de la
Comunicación de la UBA. Luego vendría la posibilidad de difundir
este trabajo y adaptar ese primer texto académico para su
publicación en la colección Artillería del pensamiento. Mi gratitud
por esta oportunidad.
Quisiera agradecer finalmente a mi compañera María Silvia
Biancardi por la corrección de las muchas versiones de este libro y
sobre todo por impulsar su continuación cada vez que aparecía una
excusa para su abandono.
La matriz de análisis de esta experiencia fue dividida en tres
capítulos que parten de articular en todo momento la concepción
política y la comunicacional como guía y orientación general. El
primer capítulo avanza sobre la elaboración cualitativa del tipo de
prensa de masas que realizó el PRT-ERP. La reconstrucción de los
términos políticos e históricos que determinaron la aparición del
diario El Mundo se podrán leer a lo largo del segundo capítulo. En
el tercer capítulo, finalmente, se encontrará un análisis de los
textos periodísticos que vieron la luz desde las páginas del diario El
Mundo.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 5

Sobre las fuentes

El primer contacto con los ejemplares del diario El Mundo


(segunda época) se pudo realizar gracias al archivo especializado
del Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de
Izquierdas (CEDINCI), ubicado en la ciudad de Buenos Aires, que
mantiene en buen estado aproximadamente un tercio del total
editado. En una segunda instancia se ha podido acceder a la
colección personal de El Mundo que conserva el periodista
Norberto Vilar, protagonista de esta experiencia periodística que
colaboró con su testimonio y su estimulante apoyo personal a la
realización de este trabajo.
Del grupo de máximos dirigentes políticos del PRT-ERP (la
dirección que integró el denominado buró político), que eran los
responsables con capacidad de decisión sobre el diario El Mundo,
sólo se ha podido entrevistar a Luis Mattini, ya que es el único
sobreviviente de aquellos años.1 Su testimonio es una pieza
invaluable para reconstruir esta experiencia. Esas ausencias son
una herida profunda de la historia. Desde el presente, desde otra
generación, se ha reflexionado bastante acerca de cómo el poder ha
dirigido su fuego de terror contra el movimiento popular y
revolucionario, sobre todo contra sus valores y su memoria
histórica. La memoria colectiva va apareciendo como tema que nos
interpela, no sólo a medida que se develan las técnicas del horror
militar sino también, y sobre todo, al indagar las tramas de la
utopía.
La bibliografía sobre los setenta va creciendo poco a poco y las
editoriales van introduciendo nuevos aportes o reeditando valiosos
títulos. Para realizar un abordaje sobre el espíritu y el carácter del

1 Se puede consultar la composición de la dirección política del PRT-ERP a través


de los años en el Anexo Documental de la biografía de Mario R. Santucho, Todo
o nada, de María Seoane.
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PRT-ERP resultó medular la selección de los principales


documentos que publicó Daniel De Santis bajo el título A vencer o
morir. PRT-ERP. Documentos.2 Dentro de la bibliografía
especializada se destaca la consulta a la historia del PRT-ERP
escrita por Pablo Pozzi (2004) y el influyente proyecto editorial que
fue la revista Lucha Armada en la Argentina (2005-2008). Por
último, es menester agradecer la colaboración de Daniel De Santis
que de modo generoso y con calidez personal apoyó esta
investigación con reiteradas entrevistas, respondiendo consultas,
aportando contactos y documentos inéditos, como son los
Boletines Internos (BI) de la organización, que eran hojas
distribuidas para ser leídas en las células partidarias.
Se recurrió a la prensa escrita de la época para comparar tipos
de cobertura periodística, sobre todo en lo temático a nivel agenda.
Se realizó una utilización preferencial de lo tratado en las portadas
de los diarios siguiendo el criterio que establece que las tapas de los
diarios son un “espacio privilegiado” para la construcción de la
identidad pública de un medio gráfico (Sunkel, 2002).
Los variados testimonios de protagonistas directos en la
experiencia del diario El Mundo resultaron centrales para la
comprensión del fenómeno en toda su extensión. Las entrevistas se
convirtieron en una posibilidad de encontrarse y permitir no sólo
la indagación intelectual de datos, sino también la oportunidad de
tomar contacto con otra sensibilidad. Los recuerdos sobre aquellos
años aparecen de distinta manera en la memoria personal. Se
repone en el orden del discurso algo no dicho en mucho tiempo y se
abre una ocasión para convertir ese recuerdo personal en memoria
histórica. Los testimonios también se nos pueden aparecer como
2 Se ha recurrido para este trabajo al Tomo 1 (Vol. 1 y Vol. 2) publicado por la
editorial Nuestra América en 2004 y 2006, y al Tomo 2 publicado por Eudeba
en el año 2000. A lo largo de esta investigación se citarán los documentos del
PRT-ERP que hacen referencia a estos tres libros bajo la forma De Santis, año,
nº de página.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 7

elaboraciones taxativas, fruto de años de un prolijo repaso. En


todos los casos, sin embargo, sabemos que la memoria puede ser
muy selectiva, por lo que nosotros podemos (debemos) darnos la
tarea de hacer balances propios. Es oportuno agradecer aquí a
todos aquellos que mantienen la valentía de seguir ofreciendo su
palabra sin condicionamientos y con profunda generosidad.

Palabras sobre comunicación y periodismo

Las preguntas acerca de la experiencia de El Mundo están signadas


por una cantidad de expectativas generadas por una apropiación
particular de la teoría de la comunicación alternativa. Un cuerpo
teórico disímil, arduo, cargado de prácticas y múltiples puntos de
vista. A esto se suma una dificultad extra, la escasa exploración de
la zona que articula la perspectiva de masividad y alternatividad
comunicacional.
Para hacer una aproximación que permitiera comprender lo
netamente comunicacional, primero fue necesario atender a los
aspectos políticos que determinaron al diario. Como organización
marxista-leninista, el PRT-ERP apuntaló su raigambre hacia una
tradición de prensa particular, que se combinó con tradiciones
propias de la izquierda local. Sin embargo, la introducción de El
Mundo en la perspectiva de un trabajo de masas de tipo “legal”
aportó una novedad que abrió todo un terreno de búsqueda
original: su implementación por fuera de la tradicional área de
“propaganda” (algo heterodoxo en un partido identificado con la
tradición leninista).
El escenario queda delimitado a partir de observar de qué modo
se combinó la lucha armada con el trabajo legal comunicacional y
cómo fue la relación con el campo periodístico y cultural por parte
del PRT-ERP. El particular modo de entender la inserción político-
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social también aportó a la configuración de un modelo


comunicacional de oposición, que se intenta explicar en este
trabajo. Ese modelo tiene profundas raíces, algunas de las cuales se
retoman aquí, y que configuran un recorrido que llega hasta las
primeras organizaciones de la clase obrera que concebían los más
diversos proyectos de ilustración popular y que muestran a la
prensa de izquierda influenciada siempre por un verdadero modelo
educativo. Luego, y como fuerza motriz, la impronta de la tradición
leninista aportó esa función del periódico como “organizador
colectivo”, presente en todo tipo de prensa del PRT-ERP.
El análisis sobre las experiencias comunicacionales advirtió que
en América Latina desde los años '70 se dio un florecer de
experiencias de todo tipo. A la vez que se denunciaba el
desequilibrio internacional de los flujos de la información,
germinaban proyectos de comunicación popular, cultura
alternativa y horizontal. Estas experiencias podían ir desde lo
micro hasta las denominadas políticas nacionales de comunicación
o incluso contemplar proyectos de articulación regionales
(Mattelart, 1986). Lo comunicacional va ganando un espacio
práctico y teórico, y la articulación de balances y propuestas
aparece promediando los '80 bajo una particular manera de
entender la comunicación alternativa y el cambio social (Simpson
Grinberg, 1986).
Sobre la certidumbre de combatir una ideología dominante que
partía de la comunicación de masas, se partía de denunciar a los
mass media como sencillas instituciones educativo-culturales que
poseían una naturaleza social neutra y apolítica, lo cual les
permitiría efectuar sus funciones ideológicas al margen de los
intereses de las clases que los detentaban (Esteinou Madrid, 1986).
Lo comunicacional entonces se va ubicando y construyendo
como respuesta a un sistema dominante -en lo informativo y en lo
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 9

social en general- ubicando a las experiencias concretas en un


proceso de liberación de los pueblos que efectivamente se había
desatado. Se erige así una idea de comunicación alternativa como
necesariamente inserta “en una praxis transformadora de la
estructura social en tanto totalidad” (Graziano, 1980).
Este énfasis puesto en el cambio social fue una de las ideas
germinales y directrices que atravesó esta otra comunicación. Así
apareció la necesidad de pensar en los medios y en su imbricación
con una renovada idea de masas. El diario de circulación masiva El
Mundo, impulsado por el PRT-ERP, se orientó en esa búsqueda
respecto a la masividad, un diario que perteneció a esa pléyade de
experiencias que florecieron y desafiaron al poder en el terreno de
la cultura.
“A medida que se acercaban las elecciones, que llevaron por
tercera vez al peronismo al poder, era posible sacar a la luz las
formas alternativas de comunicación”, explicó un germinal estudio
(Prieto Castillo, 1986, p. 307). Se trató de dar forma legal a esa
experiencia articulada bajo una clandestinidad obligada por el
poder militar, desde la creación de nuevos proyectos hasta la
legalización de viejas publicaciones ilegales y subterráneas, como
fue el caso de Estrella Roja (órgano de prensa del ERP) que se llegó
a distribuir en los kioscos durante 1973. Ese año quedó abierto por
un corto período el intento de institucionalización de formas de
comunicación de lo más variadas que respondían o se anclaban en
ese recorrido clandestino realizado en el pasado.
Hay una necesidad en las experiencias acumuladas de
proyectarse más allá de la marginalidad e influenciar fuertemente
la sociedad con el objetivo del cambio, cada una desde lo específico
de su posición. Toda comunicación alternativa se plantea
inicialmente como un fenómeno marginal y en la medida que se
afianza como medio y que se vuelve parte inextricable de la praxis
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social va dejando de serlo. Desde este punto de vista, una


comunicación alternativa se tiene que incorporar plenamente a la
comunicación masiva para alcanzar a amplios sectores sociales,
“entregando la riqueza de un mensaje cuyo origen está en las
inquietudes, en los debates y luchas populares” (Reyes Matta, 1986,
p. 125). Así, marginal y alternativo no van de la mano, sino más
bien lo contrario: lo alternativo, si aspira a cuestionar el sistema,
tiene que tener vocación de masivo.
De este modo se fue construyendo un camino hacia lo
alternativo masivo, en el cual el proceso social de producción de
información implica dos cosas: imbricación/inserción social -en
primer lugar- y un contenido antagonista u oposicional, en
segundo término.
¿Cómo entender desde lo comunicacional un medio masivo
alternativo? El investigador Fernando Reyes Matta (1986) utilizó la
categoría medios de desarrollo intermedio, que es aplicable al caso
que aquí nos interesa (el periódico masivo El Mundo). Estos
medios “constituyen expresiones alternativas en el marco de
proyectos políticos que afectan a las grandes mayorías sociales; son
aquellos medios que postulan los grandes temas y las plataformas
de síntesis donde una comunidad nacional alternativa encuentra
sus orientaciones, informaciones y motivaciones”. Medios que se
relacionan de otro modo con la acción popular, pues ya no se trata
sólo de la inmediatez que imponen las bases, sino que también “se
ven obligados a dinamizar sus mensajes en las estructuras del
mercado y de una circulación que les permita tener una
distribución importante, de alcance nacional” (p.368). Alcance
nacional, posibilidad de intervención en las estructuras del
mercado editorial, y relación directa con la acción popular. Estos
ejes caracterizan lo masivo alternativo no sin dificultades, ya que
pueden aparecer las contradicciones entre la ligazón que se
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 11

mantiene con las organizaciones políticas y sociales y las


necesidades que plantea el “mercado editorial”.
Hacia 1973 aparecen dos proyectos periodísticos de
envergadura que se enmarcaron en esta lógica de desarrollo
intermedio: los diarios El Mundo y Noticias. El primero aparece en
agosto impulsado por la organización PRT-ERP y el segundo en
noviembre de la mano de Montoneros. Ambos medios iban más
allá de la “ligazón”: se trataba de una verdadera pertenencia
orgánica que, por supuesto, determinó muchos aspectos del
funcionamiento. Las organizaciones revolucionarias decidieron que
los diarios se desarrollaran bajo el manto de protección y con las
potencialidades de masividad que les podía brindar la figura de
periódico independiente de información general en el terreno de la
legalidad. En ambos casos, los objetivos excedían al propio medio
de comunicación, por lo que funcionaron como verdaderas
herramientas políticas. No se analizará aquí el particular modo de
apropiación y utilización de la figura de diario masivo legal por
parte de Noticias. Sí adelantamos lo que se abordará para el caso
del diario El Mundo, en el cual la supuesta empresa editora
“independiente” fue en realidad una fachada que funcionó bajo el
principio de “enmascaramiento”, una concepción que el PRT-ERP
aplicó a sus diversas estructuras legales.
El medio alternativo masivo va desarrollando un carácter de
oposición y enfrentamiento al pretender librar una lucha de ideas.
El terreno editorial se convierte así en una zona hostil. Sus ideas se
nutren de un tipo de relación particular con el campo popular (lo
político-social), con aquello que se quiere comunicar, que se define
por el grado de inserción, relación y confianza con los actores a los
que se pretende dinamizar. Y por último, el medio va tomando
conciencia en la práctica cotidiana de la dificultad de tener un
carácter instrumental, una instrumentalidad direccionada por una
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estrategia política que le es dada y en la que participa, pero que


corre el horizonte más allá de las propias necesidades
comunicacionales como podría ser en otro tipo de proyecto
editorial (Vinelli y Esperón, 2004).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 13

PRIMERA PARTE
PRENSA DE IZQUIERDA Y POLÍTICA CULTURAL

1. Los '70 y el retorno a la legalidad

Hacia el inicio de 1973, cuando el diario El Mundo comenzaba su


gestación, para la amplísima gama de organizaciones de la
izquierda argentina los aires podían ir desde el optimismo -por la
confianza en el avance de las propias fuerzas- hasta la abierta
sensación de triunfo. En perspectiva, la situación parecía que venía
con un impulso rampante desde los sucesos de mayo de 1969 en la
provincia de Córdoba, con el tiempo conocidos como Cordobazo.
¿Todo era posible a partir del 29 de mayo de 1969? Al menos era
posible imaginarlo a partir de la ingente movilización política, y
uno de sus componentes fue el “gran apetito por la información”
(Esquivada, 2004, p. 17).
El general Juan Carlos Onganía, presidente de facto desde junio
de 1966, acusó el impacto del alza de masas y a partir de la
insurrección popular comenzó su tiempo de descuento. Fue
destituido por las mismas Fuerzas Armadas en junio de 1970.
Ocupó su lugar durante nueve meses el general Roberto M.
Levingston, hasta que en marzo de 1971 finalmente llegó al
Ejecutivo nacional el general Alejandro Lanusse. La inestabilidad
política y económica era el sello del momento. La dictadura
autodenominada “Revolución Argentina” llevaba como marca de
fuego el sello del general Onganía: “la noche de los bastones
largos”, que fue la represión sobre las universidades a sólo un mes
de asumir, y el plan económico de “modernización” del ministro
14 | MARCELO MAGGIO

Adalbert Krieger Vasena, cuyas políticas impactaron duramente en


el salario real de los trabajadores.
Por lo tanto, el auge del descontento incluía a vastos sectores
sociales, y la oposición popular tenía como puntal de lanza la
actividad sindical de nuevo tipo, expresada en gran medida por la
CGT de los Argentinos y a las organizaciones que impulsaban la
lucha armada al calor de la confianza que irradiaba la Revolución
Cubana: en ese clima el PRT decide fundar el ERP, en junio de
1970, como “brazo armado del pueblo” ya que, como afirma en las
Resoluciones del V Congreso, “nuestra guerra civil revolucionaria
(...) tendrá un carácter prolongado” (De Santis, 2004, p. 314). A
fines de mayo de ese mismo año se había dado a conocer
Montoneros con el secuestro del ex general Pedro E. Aramburu. Se
convertirían en las dos organizaciones más importantes de la
izquierda armada.
Lanusse y los militares advirtieron la crisis política en la que
estaban inmersos, era una crisis de dominación. El poder se les
escurría entre las manos y luego de las frustradas intenciones
originales de la “Revolución Argentina” de mantenerse muchos
años en el poder, veían fracasar también su propuesta de Gran
Acuerdo Nacional (GAN). La lucha de clases se iba radicalizando
mediante el auge del clasismo y la extensión de la lucha armada, lo
cual mostraba a las luces que los paliativos del GAN eran inviables.
“El dictador Lanusse propone una salida electoral porque era
evidente que la Argentina se encaminaba hacia una revolución”,
explica De Santis (2007, p. 15). El “partido militar” y la burguesía
vieron en Juan Domingo Perón la única figura capaz de frenar el
avance revolucionario. Horacio Tarcus efectúa una síntesis muy
interesante y precisa que ayuda a comprender el espíritu de época:
“La prolongada crisis de hegemonía de las clases dominantes
latinoamericanas (su imposibilidad estructural de legitimar su
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 15

dominación dentro de las reglas formales del juego democrático)


reflejada en la práctica del fraude electoral, la proscripción de los
partidos populares, o la recurrencia a los golpes militares, así como
su contraparte, la enorme legitimidad que fue capaz de construir el
modelo cubano, constituido a partir del método de la guerra de
guerrillas, empuja a importantes sectores de la izquierda (y de la
sociedad) al camino de la lucha armada” (1996, p. 419).
Los hechos de la historia reciente hacían sospechar a una parte
de la izquierda argentina acerca de las verdaderas posibilidades
que se abrían aquí. Las jóvenes generaciones vivían desde el golpe
de 1955 un vaivén que tenía como contrapunto a las Fuerzas
Armadas que siempre reaparecían asegurando los intereses más
reaccionarios. Un joven militante del PRT-ERP (el conscripto
Hernán Invernizzi, que participó en el copamiento del Comando de
Sanidad en 1973), lo explica con claridad: “Nadie tenía una clara
conceptualización histórico-estratégica de lo que significaba la
democracia en el país. (...) Para nosotros la democracia era una
especie de entelequia de la que hablaban nuestros abuelos, por lo
tanto no era parte de nuestras preocupaciones. En el mejor de los
casos la democracia era una herramienta de trabajo” (Rot y Bufano,
2006a, p. 61). Una etapa en la cual la vía pacífica al socialismo
aparecía como una utopía irrealizable porque eso era lo que se
refrendaba tanto en la propia historia argentina como en la de
América Latina. En los últimos años del GAN, el PRT-ERP había
entrado en una espiral poco estimulante, con muchos dirigentes
presos y el desarrollo de lo que la propia organización denominó
como “desviación militarista” durante los años 1971 y 1972, que
implicaba un énfasis casi exclusivo en la lucha armada en
desmedro del trabajo de masas.
Así, el PRT-ERP se enfrentaba (con una corta experiencia en las
espaldas, una dura y reciente autocrítica y con varias escisiones a la
16 | MARCELO MAGGIO

fecha) a la necesidad de impulsar el trabajo de masas en el marco


de una apertura democrática que sería valorada de diversos modos,
a medida que la experiencia asestaba enseñanzas.
Si en lo político la situación se presentaba con esa complejidad
de creciente crisis de dominación, a nivel económico eran las
dificultades -y no la bonanza- las que marcarían el ritmo. Según el
historiador Richard Gillespie, “fue la crisis económica y no la
prosperidad lo que saludó al peronismo cuando, en 1973, volvió al
poder: se encontró con la herencia de un importante déficit
presupuestario y una tasa de inflación del 6,5% mensual (datos
sobre cinco meses hasta marzo de 1973)” (2008, p. 209). Frente a
esta situación entró en escena la estrategia económica del tercer
gobierno de Juan Perón: El Pacto Social. El PRT-ERP rechazó de
plano esta política, por lo que se encaminó a un enfrentamiento
abierto y declarado contra el presidente Perón y su ministro de
Economía, José Ber Gelbard. El Pacto Social era un acuerdo entre
la CGT y la Confederación General Económica (CGE) de los
empresarios nacionales, patrocinado por el nuevo gobierno
peronista, que prometía a la clase obrera un aumento de
participación en la renta nacional, que tendría que pasar del 35%
que tenía en mayo de 1973 al recordado 48% que tenía en 1955.
Implicaba además control de precios a cambio de dejar en
suspenso por dos años los derechos de libre negociación colectiva.
Si en lo económico el Pacto Social resultaba irrealizable, “en lo
político era potencialmente represivo, al menos en cuanto a sus
implicaciones”, ya que con la legislación que lo acompañaba, “las
huelgas podían ser declaradas ilegales por el gobierno, el ministerio
de Trabajo quedaba autorizado para imponer la conciliación
obligatoria y los sindicatos que organizaran huelgas se exponían a
la suspensión o pérdida de sus derechos legales” (Gillespi, 2008, p.
225). En ese sentido se orientó la Ley de Asociaciones
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 17

Profesionales, que ponía el foco sobre el sindicalismo combativo,


fortaleciendo a la “burocracia sindical”: una ley que le daba el
poder a la CGT para “intervenir” las secciones regionales.
El PRT-ERP encaró este período democrático bajo una
concepción: aprovechar la legalidad todo lo que se pueda pero sin
abandonar la lucha armada. Esa decisión terminaría afectando a
los proyectos del frente legal. “La situación nacional se caracteriza
en este terreno porque el condicionamiento del GAN y la ausencia
total de una opción genuinamente popular exige la continuidad del
accionar armado. (...) Las operaciones de envergadura servirán
para demostrar al pueblo la fuerza y la decisión de la guerrilla”,
afirmó el PRT-ERP en sus Resoluciones del Comité Central de
diciembre de 1972 (De Santis, 2006, p. 281), resoluciones de
carácter fundamental ya que en su redacción participaron los
fugados de Trelew, que regresaban al país, se disponían a hacer una
autocrítica y lanzar la nueva política del partido para la etapa
naciente.
En abril de 1973 el PRT-ERP reafirmó, en sus Resoluciones del
Comité Ejecutivo, la decisión de lanzar “un amplio movimiento
legal” con el objetivo de “nuclear en su seno a las amplias masas
antiimperialistas (...) [ya que] nuestra actividad legal realizada
hasta el momento se caracterizó por el sectarismo, salvo
excepciones” (Pozzi, 2004, p. 312). Hacia diciembre de 1972 había
surgido un proyecto (el Frente Antiimperialista Antidictatorial) que
sería el antecedente inmediato del Frente Antiimperialista y por el
Socialismo (FAS), verdadero espacio para la acción política legal
del PRT-ERP e instrumento para “la unidad de los revolucionarios”
(que aparece con el nombre de FAS públicamente en noviembre de
1973). En segundo lugar se creó el Movimiento Sindical de Base
(MSB), que fue lanzado en un acto en Córdoba en julio de 1973 con
la intención de contener agrupaciones sindicales combativas, no
18 | MARCELO MAGGIO

necesariamente alineadas con el partido, en un sentido más bien


amplio y clasista. El tercer componente de este lanzamiento de un
amplio movimiento legal lo constituye el diario El Mundo que
aparece hacia fines de agosto de 1973.
María Seoane, en la biografía del secretario general del PRT-
ERP, Mario Roberto Santucho, lo explica de la siguiente manera:
“Santucho estaba decidido a extenderse en el movimiento social y
político del país, especialmente en las grandes concentraciones
obreras. Convocó a Mattini, Urteaga y Menna para discutir varias
cuestiones; el viejo sueño de comprar un diario; el lanzamiento
público del FAS en el mes de agosto y la fundación formal de una
federación de agrupaciones obreras, el Movimiento Sindical de
Base (MSB) (...) Propuso también una política de alianzas más
cercana al PC y a lo que consideraba la izquierda no peronista”
(2003, p. 205).
La cuestión de la combinación del trabajo legal con el ilegal, una
influencia de Lenin, era toda una materia para el PRT-ERP. La
llevaron a cabo como adaptación particular de esa política. En el
Boletín Interno N° 35 (16 de enero de 1973), la dirección partidaria
le transmitía a las células militantes cómo tenía que ser el trabajo
en la nueva etapa. Para ello se remitía a lo expuesto en mayo de
1971, cuando “el Comité Ejecutivo adoptó la línea de los Comités de
Base como forma principal de trabajo para preparar nuestra
intervención en un posible proceso electoral. (...) Nosotros
desarrollamos hoy día tres tipos de actividades legales, la sindical
antiburocrática y reivindicativa, la estudiantil y la de los Comités
de Base. (...) El trabajo legal tiene entonces una gran importancia
estratégica y tiene paralelo al trabajo clandestino, protegiéndolo,
proporcionándole recursos, movilizando a las más amplias masas
en su torno”.1
1 Este Boletín Interno hace la siguiente referencia bibliográfica a Lenin: “La
enfermedad infantil del izquierdismo, en las Obras Escogidas”.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 19

La evaluación de la apertura como “momentánea” y la vocación


de influir en las masas en sentido amplio tenía un sentido práctico.
Según Luis Mattini, miembro del Buró Político del PRT-ERP hacia
1973,2 el carácter momentáneo estaba dado porque según el PRT
“las Fuerzas Armadas se iban a retirar de la escena principal para
acumular fuerzas para otro golpe”, entonces el PRT justifica
mantener el accionar armado porque había que “golpear a las
FF.AA. y no dejar que se reorganizaran” (entrevista personal,
2008). Silvio Frondizi también había realizado su aporte en
relación a esta caracterización al afirmar que la crisis de hegemonía
de la burguesía argentina explicaba el peso y la relativa autonomía
que fue ganando el poder militar. En esta línea el PRT-ERP
comenzó a hablar de la existencia de un Partido Militar. Y para
influir en las masas durante esa apertura momentánea Mattini
recuerda la necesidad que tenía el partido de disputar con el
peronismo: “Lo más peligroso para la revolución que nosotros
estábamos poniendo en marcha era el tema ideológico en la
población y sobre todo el peronismo. Considerábamos que el
peronismo echaba agua en la pólvora de la revolución, que la
misión de Perón era salvar el capitalismo y que el peronismo era la
fuerza más influyente”. Para el PRT-ERP se trataba de impulsar
una verdadera disputa por las masas populares, y debía dotarse de
las herramientas para ello.
En esa necesidad de influir ideológicamente en la población,
que emergía de la lucha antidictatorial y sindical, surge la idea del
diario. “Entonces, en ese marco, decimos 'vamos a sacar un
instrumento para discutir con las masas', para influir en la masa
más amplia” explica Mattini.
La tradición de prensa escrita de los grupos marxistas estaba
signada por el ejemplo de la “prensa de partido” en los términos
2 Buró Político: órgano de dirección del partido con funcionamiento permanente
y atribuciones para decisiones políticas, militares y de disciplina.
20 | MARCELO MAGGIO

que formulaba Lenin a comienzos del siglo XX. Pero este proyecto
que concebía el PRT-ERP iba más allá de las clásicas nociones
porque “tenía que quedar claro que no era un periódico del PRT:
no había ni que insinuarlo. Al contrario, era un periódico que tenía
que estar al servicio de lo que nosotros llamábamos la 'alianza
básica', o sea de las fuerzas motrices de la revolución”, lo que
implicaba que “el diario tenía que hablar de todos los conflictos”.
La alianza básica, según el PRT-ERP, estaba constituida por
diversos sectores, la clase obrera -urbana y rural-, la pequeña
burguesía urbana, el campesinado y “un sector que Santucho
denominaba 'los pobres de la ciudad', como los habitantes de
barrios marginales”, según detalla Mattini.
De modo que el PRT-ERP fue dando cuerpo en este período a
una visión de trabajo político complejo, en diversos terrenos,
impulsando líneas de acción en los espacios que consideraba
definitorios para la transformación de la sociedad. “El FAS y el
MSB eran también la alianza básica y el diario tenía que estar al
servicio de eso. Pero, como proyecto, el diario no era para el PRT,
ya que el partido se expresaba mediante El Combatiente. En
cambio el diario tenía que ser la voz del MSB, del FAS, y de todo el
movimiento popular, eso es lo que le pedíamos al diario” (Mattini,
entrevista personal, 2008).
Es decir que el diario El Mundo no sería concebido ni como
órgano partidario en el sentido tradicional, ni tampoco como la
teoría del periodismo entiende a los periódicos independientes de
información general, esto es, el que “se define y actúa en función de
los objetivos permanentes de lucrar e influir, excluyendo toda
relación de dependencia estructural respecto de cualquier otro
actor que no sea su empresa editora”, como afirma Héctor Borrat
(citado por Esquivada, 2004, p. 124).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 21

Más bien el carácter del diario tenía que estar signado por esa
frase que arroja Mattini, “no había ni que insinuarlo”. Ese
particular modo de encarar este tipo de prensa iba a estar
relacionado con un enfoque generalizado para todo el terreno legal,
el enfoque del “enmascaramiento”. Y esa idea ya está presente en el
Comité Central de diciembre de 1972, el de “la vuelta” de la
dirección: “Saber enmascarar nuestra presencia y la de nuestros
colaboradores es un principio metodológico que debemos aferrar
con firmeza, forma parte del arte de la combinación del trabajo
legal e ilegal y tiene importancia estratégica en esta etapa de
preparación. La próxima etapa de la guerra revolucionaria, aunque
de un nivel cualitativamente superior, deberá desarrollarse aún
fundamentalmente en territorio ocupado por el enemigo y nuestras
bases de apoyo deben estar cuidadosamente enmascaradas y
protegidas” (De Santis, 2006, p. 279).
El principio político del enmascaramiento sería sistematizado
por Mario Roberto Santucho un año y medio después (agosto de
1974) en un trabajo que se convirtió rápidamente en una referencia
obligada para la militancia perretista. Se trata del folleto titulado
Poder burgués y poder revolucionario, donde se establece el modo
en que una tarea política de orientación revolucionaria puede
accionar en distintos niveles, utilizando el enmascaramiento que
permita asegurar dos objetivos a la vez: tener efectividad en las
masas y a la vez ocultarse de la represión. Más adelante se
analizarán algunas partes del folleto.
Si tomamos en consideración lo que afirma Mattini, esto es, que
“tenía que quedar claro que el periódico no era un periódico del
PRT” y que también estaba en función de esa alianza básica
(verdadera fuerza revolucionaria según el partido), entonces cabe
ver desarrollada en El Mundo una estrategia de trabajo político
22 | MARCELO MAGGIO

revolucionario enmascarado y esta será una de las formas


fundamentales de pensar el retorno a la legalidad.

2. Por qué la prensa escrita: el PRT-ERP y la tradición


leninista

En tiempos en que los medios electrónicos (radio y televisión)


habían llegado a desarrollos masivos, para el PRT-ERP seguía
siendo la prensa escrita el soporte privilegiado para llegar a las
masas. “El instrumento escrito siempre fue determinante respecto
a los otros. 'Está bien la televisión, está bien la radio', podíamos
decir, pero el problema era el instrumento escrito. Éramos muy
ortodoxos en eso, muy hegelianos, en el sentido de que son las
ideas y las ideas están relacionadas a la palabra, y la palabra escrita
es la forma superior de la palabra”, explica Mattini (entrevista
personal, 2008).
Aunque la radio llevaba décadas de desarrollo y experiencia en
relación a la política, el PRT-ERP sólo se abocó a impulsarla dentro
de lo que fue la guerrilla rural de Tucumán y de un modo
tangencial. Esta radio era un proyecto clandestino que se guiaba
por los principios políticos que había establecido el Movimiento 26
de Julio durante la Revolución Cubana con la célebre Radio
Rebelde. Sin embargo, la radio en Tucumán nunca pudo funcionar
bien porque “no se solucionaron los problemas técnicos,
principalmente respecto a la energía”. Según Mattini, “con tanto
esfuerzo que habíamos volcado a tantas cosas, con la guita que
teníamos, cómo no íbamos a poder poner una flor de radio”. Pero
con el recurso material no bastaba, porque la decisión política
estaba abocada a la prensa escrita.
El PRT-ERP intentaba incorporar e implementar del mejor
modo posible los principios establecidos por Lenin sobre la prensa.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 23

Para un correcto trabajo en la etapa de apertura democrática que se


iniciaba, resultaba fundamental entonces que los militantes
conocieran y manejaran los fundamentos leninistas acerca de la
prensa. Por ello en febrero de 1973 el Comité Central “resolvió
iniciar en todo el Partido una campaña de estudio de textos
marxistas-leninistas sobre la agitación y la propaganda,
fundamentalmente el artículo de Lenin Por dónde empezar y los
capítulos IV y V del ¿Qué hacer?” (De Santis, 2006, p. 299). Y una
consecuencia directa de esta concepción leninista de la prensa es la
valoración que se le da a una publicación: “Santucho cuidaba, en
esfuerzo, tanto del diario El Mundo como de una unidad militar. Él
tenía un concepto sobre la propaganda muy calado en Lenin”,
explica Mattini. Este énfasis resulta medular si se tiene en cuenta
que estamos analizando una organización que estaba desarrollando
la lucha armada.
Esta campaña de formación sobre agitación y propaganda de
febrero de 1973 que impulsa la dirección del partido intenta
relanzar a los cuadros militantes de frente hacia las masas, ya que
los años de trabajo clandestino habían creado serias dificultades en
la distribución y venta de los materiales de prensa orgánicos. La
evaluación de la situación fue categórica: “De acuerdo a las
enseñanzas leninistas, sin el papel activo, ideológico, de la
propaganda y agitación revolucionarias, sin la incorporación 'desde
afuera' de las ideas revolucionarias, la vanguardia y las masas se
mantienen en concepciones reformistas, populistas,
espontaneístas, empíricas [por lo cual] no llegan a desarrollar una
conciencia revolucionaria. (...) El Comité Central consideró que el
criterio de regalar o volantear el periódico Estrella Roja
corresponde a una concepción populista, no bolchevique, de la
propaganda y la agitación” (De Santis, 2006, p. 297). Sería
interesante reflexionar sobre los usos de esta idea de Lenin
24 | MARCELO MAGGIO

planteada en el ¿Qué hacer?, el concepto “desde afuera” (Lenin,


2004 [1902], p. 127), ya que puede aparecer como contrario a los
reaseguros en la proletarización que siempre manejó el PRT-ERP,
es decir, “desde adentro”. Esta política será tratada más adelante
por sus implicancias con los intelectuales.
La citada resolución sobre propaganda hace especial énfasis en
el rol central que tienen las ideas, y la prensa adquiere centralidad
por ese carácter ideológico que permite a las masas avanzar hacia
concepciones revolucionarias. Si bien el término ideología arrastra
complejas y arduas discusiones, aquí debemos, en principio, hacer
algunas precisiones. Terry Eagleton sintetiza el concepto en el
sentido que nos interesa. Según Eagleton, para marxistas como
Lenin “la ideología significa un conjunto de creencias que mantiene
unido e inspira a un grupo o clase específico en el logro de intereses
políticos considerados deseables. Entonces la ideología es a
menudo sinónimo del sentido positivo de 'conciencia de clase'”
(1997, p. 70). Pero estos intereses no son para nada algo arbitrario.
El propio Lenin en ¿Qué hacer? afirma que “el problema se plantea
así: ideología burguesa o ideología socialista. (...) En una sociedad
desgarrada por las contradicciones de clase nunca puede existir
una ideología al margen de las clases ni por encima de las clases.
(...) Todo lo que sea rebajar la ideología socialista, todo lo que sea
alejarse de ella, equivale a fortalecer la ideología burguesa” (2004
[1901], p. 137). Néstor Kohan (2003) señala que esta obra de Lenin
muchas veces funcionó como “fuente” doctrinaria congelada en la
historia del marxismo pero, sin embargo, entre sus numerosos
aportes se cuenta la difusión de una concepción de ideología
abierta hacia una perspectiva sociológica, es decir no peyorativa, 3
que permite el abordaje ideológico para la construcción política.

3 Al decir “no peyorativa” Kohan está oponiendo la perspectiva sociológica a la


otra concepción ampliamente difundida que es la epistemológica, en la que la
ideología sería un obstáculo para el conocimiento científico de la realidad.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 25

Antonio Gramsci seguirá reelaborando el concepto a partir de


Lenin, llevándolo a un plano aún mucho más interesante: para
Gramsci la ideología es “una concepción teórica del mundo que
implica un conjunto de normas de conducta práctica” (Kohan,
2003, p. 30). Claramente el PRT-ERP retoma esta tradición al
llevar la ideología a su dimensión más política, la del
desenvolvimiento en un terreno que pretende desencadenar
acciones revolucionarias, e interpela no sólo a sus militantes como
vanguardia sino también a las más amplias masas.
Un poco más en detalle cabe indagar en qué consistían las
“enseñanzas leninistas sobre agitación y propaganda”. Se han
citado pasajes de esa propuesta a través de la cual se aplicó el
estudio de los trabajos de Lenin acerca de la prensa. ¿Qué
postulados se desprenden de asumir esas tesis de Lenin?
En principio hay que destacar un particular interés de Lenin por
las prácticas concretas y la vida cotidiana del pueblo, por lo que
toma distancia y critica la producción intelectual “desde la
redacción” o mediante la simple especulación de grupos reducidos
y aislados. Desde sus textos, y con ese estilo de permanente
convocatoria al debate, denuncia: “Prestamos poca atención a la
vida cotidiana de las fábricas, del campo, de los regimientos, donde
lo nuevo crece en número, donde hace falta concentrar la mayor
atención” (1980 [1918], p. 49). Para que los textos sean útiles a las
masas propone hablar en veinte líneas en vez de doscientas, y al
denunciar un hecho insiste en hacerlo en “estilo telegráfico”
ahorrando palabras. Los lectores no debían permanecer sólo como
receptores, debían estar organizados “en fábricas y barriadas”
colaborando como corresponsales, en la organización del periódico
y también en su difusión. “Hay que conseguir que los obreros
tomen parte de manera sistemática en el trabajo de redacción”
(1980 [1914], p. 36). Todo un modelo de comunicación popular que
26 | MARCELO MAGGIO

le permite a Lenin decir que “un periódico obrero es una tribuna de


los obreros” (1985 [1912], p.146). Claro, se estaba en los albores de
transformar la sociedad rusa y la movilización social daba paño de
sobra para esta concepción inclusiva y participativa.
Esta propuesta tan de masas respecto de la prensa en Lenin es
propia de un amanecer revolucionario y reporta antecedentes hasta
los primeros años del siglo XX, cuando escribió el artículo ¿Por
dónde empezar?4 En este primer momento, Lenin no dejó de tener
en cuenta al periódico como una herramienta con vocación de
tribuna (aunque formalmente garantizado por los grupos de
vanguardia) dirigido hacia todo el pueblo, para intentar minar la
legitimidad del poder opresor: “Debemos crear una tribuna para
denunciar ante todo el pueblo al gobierno zarista” (1985 [1901], p.
47).
Pero en este momento histórico inicial, el énfasis de Lenin
estaba puesto en el trabajo estrecho entre los grupos de
revolucionarios y simpatizantes. Y es lógico, pues de acuerdo a los
grados de represión que maneja el poder estatal se abren o se
achican los márgenes para la política. En ese hacer política
siempre contó, para Lenin, la presencia de una herramienta
fundamental: el periódico. Sin un periódico, “nuestra tarea, la tarea
de concentrar todos los elementos de descontento político y de
protesta, de fecundar con ellos el movimiento revolucionario del
proletariado, es totalmente irrealizable” (1985 [1901], p. 46).
De modo que la prensa, sea convocando a una activa
participación popular o apelando a ser garantizada por el trabajo
de los “revolucionarios profesionales”,5 siempre adquiere un
carácter organizador de las fuerzas populares. De ahí que la
4 El artículo ¿Por dónde empezar? fue publicado originalmente en el periódico
Iskra en 1901. Luego se incorpora como planteo introductorio en la obra ¿Qué
Hacer? de 1902.
5 Sobre este concepto en Lenin se puede consultar la obra ¿Qué hacer? (2004, pp.
202-226).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 27

siguiente afirmación de Lenin, en el artículo ¿Por dónde empezar?,


se haya convertido en célebre y central: “El papel del periódico no
se limita, sin embargo, a difundir ideas, a educar políticamente y a
ganar aliados políticos. El periódico es no sólo un propagandista y
un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo. En
este último sentido, puede compararse con el andamiaje levantado
en un edificio en construcción, que marca sus contornos, facilita el
contacto entre los diversos grupos obreros, les ayuda a distribuir
las tareas y a ver el resultado final obtenido gracias a un trabajo
organizado” (1985 [1901], p.47). Cuando el PRT-ERP considera las
enseñanzas leninistas y el papel activo, ideológico, de la
propaganda y agitación revolucionarias como centrales para
ingresar a la apertura democrática, está teniendo en cuenta estos
conceptos.

3. Tras las huellas del marxismo-leninismo

El PRT-ERP fue evidenciando pretensiones de mantener una


identidad política sólida desde el lenguaje utilizado en las
comunicaciones partidarias y para ello utilizó expresiones como
“de acuerdo a las enseñanzas leninistas”, por ejemplo. El uso de esa
retórica, que forma parte del espíritu de época aunque a la
distancia parece una exageración doctrinaria, es un recurso que
necesariamente se ancla en un proceso de conformación ideológica
y colectiva del PRT-ERP. Un recorrido que atravesó numerosas
rupturas en su corta vida, en el cual las diatribas y las luchas
internas no daban lugar a ambigüedades o ambages.
Esa rigidez de la retórica partidaria va de bruces con la
flexibilidad táctica y la heterodoxia política que se permitía en
otros aspectos, como la idea que se extendía sobre el modo de
intervención del partido en los frentes de masas, o como el caso de
28 | MARCELO MAGGIO

la insistencia de Santucho en la convivencia con otras fuerzas


políticas dentro del MSB, en donde el PRT-ERP debía hacer el
esfuerzo de conducir junto a otras fuerzas de modo que el frente
fuera una expresión plural (Pozzi, 2004, p. 324). Es el mismo grado
de apertura y heterodoxia que se permitió la organización para
concebir el diario El Mundo, que implicaba un tratamiento de la
información lo más amplio posible y una plantilla de periodistas
políticamente diversa.
El mencionado proceso de conformación político-ideológico del
PRT-ERP se remonta a 1961, cuando un pequeño grupo de
militantes, entre los que estaban los hermanos Francisco René,
Asdrúbal y Mario Roberto Santucho, fundaron en la provincia de
Santiago del Estero el Frente Revolucionario Indoamericanista
Popular (FRIP), con el que “organizaban estudiantes y trabajadores
del noroeste argentino”. Desde el FRIP hacían el Boletín Mensual
que incluía artículos en castellano y en quechua. 6 Posteriormente
se dieron la tarea de publicar un periódico al que llamaron Norte
Revolucionario. Uno de los principales saldos políticos de esta
época fue el trabajo logrado junto al proletariado azucarero
tucumano en la Federación Obrera de Trabajadores de la Industria
Azucarera (FOTIA). Ya en 1965, este grupo en crecimiento se unió
con una organización trotskista que conducía Nahuel Moreno,
Palabra Obrera (PO). De esa fusión surgió el Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Según Pablo Pozzi, el
momento en que el FRIP se une con PO, la izquierda argentina
presentaba un vacío, ya que se oscilaba entre el reformismo (PC) y
el nacionalismo populista. Varios sectores del trotskismo tuvieron
algún tipo acercamiento y simpatía por la Revolución Cubana, algo
que colaboró en presentar al trotskismo como una alternativa

6 “...lo que iba en quechua era la idea central del artículo, el espíritu, lo esencial
resumido, que era en realidad lo que le llegaba a la gente, a los campesinos”,
explica Cacho Ledesma (Rot y Bufano, 2006b).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 29

revolucionaria para el joven grupo norteño. De este modo se fue


generando una “mezcla poco ortodoxa”, como señala Pozzi (2004,
p. 88), que a poco de andar ya encontraba serias diferencias de
criterio político.
En 1968 el PRT realizó su IV Congreso, en cuyas deliberaciones
se produjo la primera ruptura. El tema central a tratar era el “poder
y la lucha armada”. El grupo Combatiente rechazaba las opciones
insurreccionales y adoptaba firmemente la vía armada “tomando
los ejemplos de Cuba, China y Vietnam”. Aunque al parecer el
sector de Nahuel Moreno estaba de acuerdo, no coincidía con la
opción de comenzar de inmediato con la acción guerrillera. El PRT
se dividió entonces en dos: PRT El Combatiente, sector
identificado con Santucho, y PRT La Verdad, liderado por Moreno.
Esta última denominación fue utilizada muy poco tiempo ya que
Moreno decidió luego organizarse bajo otro nombre que duraría
bastante más, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Son
varias las opiniones que afirman que ese cambio se debió en gran
medida a la intención de no quedar comprometido con las acciones
armadas que comenzaba a encarar el PRT El Combatiente.
Sin embargo, los debates también se hacían sentir dentro del
grupo Combatiente que había impulsado el documento del IV
Congreso y que intentaba incorporar los aportes de las distintas
corrientes marxistas acerca de la estrategia necesaria para la toma
del poder con el objetivo de realizar una nueva síntesis teórica.
Básicamente se trataba de llevar adelante la tarea teórica de
“fusionar los aportes del trotskismo y del maoísmo en una unidad
superior que significará un retorno pleno al leninismo”, según dice
el propio documento del IV Congreso del PRT (Pozzi, 2004, p. 92).
El grupo político enfrentaba la necesidad de inscribirse en una
tradición histórica y política, y no sólo eso, sino que tenía la
ambiciosa intención de enriquecerla.
30 | MARCELO MAGGIO

Entre las muchas marcas que dejó la unión FRIP-PO sobre el


núcleo que devino en el PRT-ERP, se destaca una elaboración
particular sobre las características humanas a desarrollar por parte
del militante revolucionario. Se va construyendo un imaginario de
un militante integral, que además de poseer una sólida formación
política debe llevar adelante su vida de acuerdo a los valores que
promueve desde su ideología. Algunos -como el historiador Pozzi-
ven en esta propuesta una reacción antiintelectualista (Pozzi, 2004,
p. 89) por parte del PRT-ERP frente a las duras disputas internas
que se entablaron contra Nahuel Moreno y los miembros de PO.
Esta unión política y el debate desatado habría sido determinante
para muchos de los rasgos identitarios y políticos del futuro PRT-
ERP. Pozzi estaría visualizando la opción por el militante integral
como un vitalismo antiintelectual, lo cual choca con los datos que él
mismo proporciona sobre el espacio ocupado por la formación
política dentro de la organización. En todo caso una crítica similar
a la corriente trotskista había realizado Silvio Frondizi varios años
antes, en la cual le endilga al trotskismo sostener prácticas como
“sectarismo, burocratización, pequeñez, atraso teórico”, lo que lo
habría “divorciado de los grandes movimientos de masas de los
últimos años” (citado en Tarcus, 1996, p. 148). No por casualidad
también Frondizi había prefigurado y promovido al militante
integral, aunque a él no se lo acusó de antiintelectualismo sino de
pertenecer a las filas de la intelligentzia.
Lo cierto es que en el PRT-ERP se produjo un deslizamiento de
énfasis hacia la práctica política (empujados tal vez por una
urgencia práctica de llevar a cabo la revolución). Así, los teóricos y
los intelectuales deberían demostrar que no eran simples
“revolucionarios de café”, que era como lo consideraban a Moreno.
Arribando hacia el V Congreso (Paraná, julio de 1970) una
disputa de tendencias hace estragos y produce el alejamiento de
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 31

varios militantes acusados de “neomorenistas”. Producto de la


presencia del morenismo en la historia de la organización surge el
concepto de la “lucha de clases dentro del partido”. Y este es el
tema que abre el documento definitivo de 1970, donde se hace un
balance del recorrido hecho en términos de orientación política,
tradiciones y aportes ideológicos. Es el momento en que se empieza
a hablar de un PRT-ERP ya que es el momento de la fundación del
Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) bajo la concepción de
encarar una “guerra civil revolucionaria de carácter prolongado”.
Esto implica que el partido no esperaría a que estén dadas las
condiciones ni a que las masas espontáneamente se lancen a la
insurrección: crearía esas condiciones mediante la acción política y
armada con las herramientas que se daba para tal fin. También es
el momento de la consolidación de Santucho como referente
principal.
¿En qué consistía ese “retorno pleno al leninismo”? Según
Daniel De Santis, “la definición marxista-leninista que asumía el
PRT no se emparentaba con la del maoísmo ni con la de los
partidos estalinistas, ya que para ellos era como un dogma en el
que todo pensamiento culminaba en Lenin o en Mao, es decir, en el
pasado. Por el contrario, con marxista-leninista el PRT quería decir
dos cosas: una estricta, que no se reivindicaba trotskista; y una
amplia, que tomaba todas las vertientes del marxismo
revolucionario sin cerrarse sobre ninguna” (2010, p. 403). De
hecho, un artículo de El Combatiente del 17 de agosto de 1973
explica que el PRT se retira de la IV Internacional debido a los
cambios que se producen en la Cuarta, estos son que decide
asumirse “principalmente trotskista” y entender que el “trotskismo
es el leninismo de nuestro tiempo”. Además añade De Santis, “el
PRT-ERP se reivindicaba marxista-leninista, pero había generado
32 | MARCELO MAGGIO

una identidad política propia que la podríamos definir como


guevarismo argentino” (p. 405).
La identidad guevarista era un componente central en la
concepción política del PRT-ERP, que estaba planteando un
partido leninista para la guerra. Bajo la creciente influencia de la
Revolución Cubana, el Che se fue construyendo como el “Jefe
militar de la revolución latinoamericana”. El guevarismo impulsó
así un ideario bien amplio para el PRT: la persona del Che se
asociaba a una conducta personal y esto derivaba en una
concepción de militante integral; la posibilidad de la revolución
socialista se hacía real; internacionalismo y antiimperialismo
volvían a unirse como banderas; y se asumía que la lucha por el
poder político podía cobrar formas violentas. A partir de aquí la
lucha armada se torna la actividad central. Pero esa violencia
revolucionaria tenía que implicar a las masas para conmover los
cimientos del poder burgués. Según Cacho Ledesma, fundador del
PRT, la lucha armada era un proceso de desarrollo de la violencia
de un modo organizado que estaba marcado por la participación de
los destacamentos avanzados, esto es por la vanguardia
revolucionaria. A un ejército revolucionario, entendido como
organismo de masas como lo hacía el PRT, podían converger
militantes de distintas procedencias políticas e ideológicas. Si la
lucha armada tomaba el componente de masas, es decir si las
masas hacían suyo el problema de la violencia, era porque “ese
proceso de lucha armada empezaba paulatinamente a dar lugar al
inicio de una etapa de guerra revolucionaria” (Rot y Bufano,
2006b) y esto era así porque el PRT-ERP había diferenciado lo que
era autodefensa, lucha armada y guerra revolucionaria. Entonces
era posible plantear al ERP como un frente de masas, porque la
impronta estaba dada por una fuerte vocación de poder que se
estaba manifestando.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 33

Con la llegada de la nueva etapa política de 1973, se reanudaron


las disputas internas y los debates con la conformación de dos
corrientes de opinión al interior del PRT-ERP que luego tomarían
los nombres de Fracción Roja y ERP 22 de agosto. La Fracción Roja
se produjo a instancias de un grupo de militantes trotskistas
enviados por la IV Internacional hacia Argentina para hacer
experiencia conjunta con el PRT. Como la organización estaba en
proceso de alejamiento de la Cuarta, estos militantes se abocaron a
dar un debate a fondo sobre la orientación general del partido, pero
la Fracción Roja sólo terminaría llevándose consigo un pequeño
grupo de La Plata. En cambio la otra división produjo mayores
consecuencias, fue la de un grupo que posteriormente se conoció
como ERP 22 de agosto, una ruptura que tuvo directa relación con
la apertura democrática: esta corriente afirmaba que el PRT debía
“acompañar la experiencia del movimiento obrero peronista” y
llamar a votar por Cámpora en las elecciones del 11 de marzo.
Según Eduardo Weisz (2005), el PRT-ERP no fue receptivo ni dio
espacio a las propuestas-críticas de este grupo, y por lo tanto fue
empujado a la separación.
Es necesario hacer un último señalamiento en este sentido de
los recorridos ideológicos. Fue a partir del regreso de Santucho al
país en noviembre de 1972 -luego de la fuga del penal de Rawson y
su paso por Cuba- que se comenzó a discutir el alejamiento del
PRT-ERP de la IV Internacional. No fue un simple abandono ya
que desembocó en el abierto planteamiento de acercarse a la Unión
Soviética. El trabajo interno de división por parte de la Fracción
Roja selló este camino: “A partir de este Comité Central [diciembre
de 1972] el Partido comienza a reorientar su actividad y a corregir
sus déficits (...) Por su participación en el trabajo fraccional y las
enormes diferencias ideológicas y políticas el CE resuelve romper
relaciones con la IV ad referendum de este Congreso [sexto]” (De
34 | MARCELO MAGGIO

Santis, 2006, p. 286). El alejamiento también implicaba una


búsqueda y el costado original e inesperado no tardaría en llegar.
Luis Mattini cuenta que en un Comité Central de 1975 Santucho
plantea que la Unión Soviética es la retaguardia de la revolución
mundial. “A nosotros nos gustó la idea, porque nos permitía tener
otra mirada, porque mientras el Partido Comunista Argentino
[PCA] decía 'somos la vanguardia', nosotros les decíamos 'son la
retaguardia'”, señala Mattini (entrevista personal, 2008). La
relación del PRT con los comunistas no es un tema que haya tenido
especial tratamiento en la bibliografía especializada, incluso Pozzi
(2004, p. 115) afirma que jamás hubo acuerdos orgánicos entre el
PCA y el PRT-ERP. Sin embargo, hay información en sentido
contrario. Armando Jaime narra lo siguiente: “Al momento de la
ruptura con el trotskismo, el grupo dirigente del PRT empieza a
incursionar sobre la literatura soviética. Recuerdo conversaciones
que tuve con Santucho en las que consideraba que el PCA tenía que
ser un aliado del FAS” (entrevista personal, 2010). Aunque el PCA
rechazó la alianza política con el FAS, sí realizó acuerdos puntuales
con el PRT-ERP, como fue en el caso del diario El Mundo.
Se fue produciendo así un acercamiento táctico entre ambas
organizaciones que cristalizó sobre todo dentro de la redacción del
diario El Mundo mediante la incorporación en puestos de dirección
de destacados militantes del PCA como Sergio Peralta, Norberto
Vilar, o José María Pasquini Durán. Esta cuestión se verá en detalle
al tratar la historia de la conformación de la plantilla de personal
del diario El Mundo.
Este recorrido y desarrollo político del PRT-ERP, que implicó
confrontaciones y redefiniciones, conduce a una necesaria
insistencia en el tratamiento de los clásicos del marxismo, en
particular de Lenin, ya que se trataba en definitiva de un retorno
pleno al leninismo.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 35

4. Política cultural y modelos de prensa

Toda organización política tiene el desafío de garantizar un


desarrollo propio y a la vez influir en la sociedad. Como partido, el
PRT-ERP tuvo que impulsar una política cultural interna coherente
con sus objetivos de organización para el combate, pero además
debía concebir la política dirigida a las amplias masas a las que
quería influenciar. Eran los materiales impresos, los boletines
internos, los clásicos del marxismo y la prensa los vehículos
principales para este desarrollo.
Para consolidar la fortaleza y el crecimiento del partido, el PRT-
ERP tenía presente la máxima leninista sobre la centralidad de la
actividad de la prensa, ya que le permitía efectuar esa doble
operación orgánica y de masas antes señalada. Al respecto Pozzi
sintetiza: “En su punto más alto, el quincenario clandestino El
Combatiente tiraba 21.000 ejemplares, mientras que el periódico
del ERP, Estrella Roja, imprimía el doble o más; [el PRT-ERP]
tenía además publicaciones dirigidas a sectores obreros específicos,
y tres publicaciones legales: el diario El Mundo, el quincenario
Nuevo Hombre y la revista política Posición” (2004, p. 27). Cazes
Camarero señala que el 22 de agosto de 1973, primer aniversario de
los fusilamientos de Trelew, se dio el pico de difusión: “Se
vendieron más de 100 mil ejemplares de Estrella Roja y, entre los
clandestinos y los legales, pasamos de 40 mil ejemplares de El
Combatiente” (entrevista personal, 2008). Además, según el
Boletín Interno Nº 67 (11 de septiembre de 1974), el PRT-ERP
estaba impulsando 32 boletines fabriles.
Luis Mattini le da mayor dimensión al asunto y afirma: “No
cabe duda de que nosotros teníamos en todo lo que era prensa
escrita una enorme ventaja. En ese sentido nosotros fuimos dignos
hijos de Lenin. Tal es así que en los años 75-76 el PRT hizo un
36 | MARCELO MAGGIO

intercambio con Montoneros en el cual nosotros les brindamos


toda una 'industria editorial' y ellos nos pasaron fábricas de armas.
Así que cambiábamos propaganda por armamento”. Si el PRT-ERP
tenía disponibilidad material y conocimientos para el intercambio
que señala Mattini en momentos previos al golpe de 1976 era
porque la organización había cultivado las tareas de prensa durante
un tiempo prolongado como política sostenida, sistemática y
constante.
Una muestra de esa preocupación por la prensa escrita aparece
como una huella en la historia cuando hoy, al tomar contacto con
experretistas, es posible encontrarse con permanentes referencias a
“imprentas” del PRT-ERP en las localidades más variadas. Ante la
pregunta de cómo es esto posible, si no son exageraciones o
imprecisiones de los militantes luego de muchos años, Mattini
responde: “Siempre tuvimos capacidad instalada de sobra. Eso es
porque cada Regional formaba su imprenta. Cada zona también.
Por poco cada célula tenía capacidad para imprimir. Es una
tradición muy vieja. Hubo un momento en el período de legalidad
en el que estuvimos a punto de montar ¡rotativas clandestinas!
Pero nos cayeron antes. El proyecto era hacer unas cavernas
enormes. Me acuerdo que había unas rotativas alemanas que
costaban una millonada, que iban a ser para sacar el comba...
clandestinas, absolutamente. Si hubiéramos tenido más tiempo lo
habríamos hecho” (entrevista personal, 2008).
Todo este desarrollo de un verdadero aparato cultural en un
sentido determinado es posible a partir de una elaboración
conceptual y política sobre las dimensiones de la cultura y el poder.
Y esas concepciones ya son visibles en la superficie de la política
cultural implementada.
El investigador de la comunicación Carlos Mangone (1990)
plantea en un artículo que “para la izquierda socialista y marxista
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 37

de nuestro país la discusión, elaboración y aplicación de políticas


culturales, como no podía ser de otra manera, estuvo condicionada
y más o menos subordinada a sus tácticas y estrategias en relación
al poder político”. Claro que la subordinación al proyecto político,
es decir la instrumentalidad establecida por un objetivo mayor, de
inmediato plantea una crisis cuando se trata de un trabajo cultural
en el que aparecen necesidades que van desde la flexibilidad táctica
(y de cómo encontrar el límite para sus márgenes), hasta la
autonomía o la libertad de crítica (cuando no se plantea incluso
cuestiones lindantes a la creatividad). Respecto a esto Mangone es
categórico: “La revisión de las políticas culturales intentadas
muestra una correspondencia estrecha con las decisiones de los
aparatos. En los comités centrales no se habla tanto de políticas
culturales como se decide su destino”. Uno de los problemas que
arroja la historia de las políticas culturales es cómo se ejerce esa
capacidad de decisión en última instancia sobre los proyectos y
mediante qué mecanismos político-participativos.
En el PRT-ERP se trabajaba según un criterio que se proponía
mantener unidas “la firmeza de principios y la flexibilidad táctica”,
según se declama en un editorial titulado “Perspectivas de la lucha
democrática” publicado en El Combatiente del 3 de abril de 1974
(De Santis, 2000). Los principios constituyen el marco ideológico
estratégico definido para el largo plazo, y la flexibilidad táctica se
entiende como los grados de autonomía que se tiene para
intervenir en un frente político.
Mangone (2005) señala que hay una primera tensión entre
educación, cultura y arte, más allá de las orientaciones ideológicas
de las políticas y de la definición que se maneje de estos tres
términos. Esta tensión aparece con claridad al momento de repasar
las iniciativas culturales de las organizaciones de izquierda, ya que
lo que está en juego es la potencialidad de representar, incidir y
38 | MARCELO MAGGIO

hasta orientar a las masas. Se manifiesta ese eje que relaciona la


política de prensa con una dimensión educativa. Beatriz Sarlo
realiza una afirmación interesante respecto a la relación entre
prensa, educación y masas: “La historia de la prensa del siglo XIX y
buena parte del XX refiere un proceso de democratización del
instrumental político-cultural, el paradigma educativo (eficaz en
la incorporación a la ciudadanía) fue, entonces, un paradigma
exitoso” (1993, p. 55). Claro que Sarlo parte de analizar y valorar el
sistema educativo, por ello afirma que sólo fue posible una amplia
extensión de la prensa en la medida que los idearios de ese
paradigma orientado a incorporar ciudadanos se extendía.
En cambio el investigador de la comunicación Guillermo Sunkel
hace la operación inversa. Parte de considerar como centrales los
procesos de “autoaprendizaje impulsados desde las primeras
formas de organización del movimiento obrero nacidas a
comienzos del siglo XX”, esto es, de los proyectos de “ilustración
popular” desarrollados por las organizaciones obreras, desde
escuelas nocturnas hasta bibliotecas y por supuesto periódicos.
Quizás se pueda afirmar que gran parte del énfasis puesto por los
Estados en garantizar una incorporación a su “máquina cultural”,
como la llamó Sarlo, tenga que ver con asegurar la hegemonía del
proyecto dominante frente a estos dispositivos culturales
emergentes.
La explicación de Sunkel es importante porque recuerda que, en
esos tiempos iniciales del movimiento obrero, sólo a través del
aprendizaje de la lectura “los obreros podían 'educarse' en las
doctrinas políticas. En el mundo obrero de comienzos de siglo la
lectura tiene un claro sentido de liberación” (2002, p. 13).
Participación política, educación y liberación establecen así una
compleja trama.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 39

En el caso de Argentina, el movimiento obrero comienza a


organizarse de modo más extendido hacia 1880 y llega a 1890 con
una incipiente experiencia a cuestas: huelgas, petitorios de
reivindicaciones y coordinaciones conjuntas. El periódico socialista
La Vanguardia, fundado por Juan Bautista Justo el 7 de abril de
1894, es una de las expresiones que dan cuenta de esa época. No
hay acuerdo sobre si es anterior o posterior a la fundación del
Partido Socialista (la versión oficial dice que el partido nace en
1895, aunque hay investigadores que plantean que el partido se
origina en 1892, con lo cual la organización política sería previa a la
prensa). En relación a las tareas desarrolladas por este grupo
político, Mangone (1990) señala: “La política cultural de los
socialistas se estructuraba como una red comunicacional y social al
margen del Estado y con el objetivo principal de disputarle el
territorio y la conciencia al aparato cultural católico”. La actitud
pedagógica es una constante en los socialistas, que reafirma esa
relación entre política, educación y liberación que señalamos antes,
en la que el periódico y la organización política ocupan puestos
destacados.
De igual importancia en el proceso de desarrollo del
movimiento obrero argentino fue la presencia de la corriente
anarquista, con múltiples publicaciones, una de las cuales ha
tenido prolongada vida y se ha hecho célebre incluso
mundialmente. Se trata de La Protesta. “La aparición de La
Protesta Humana en 1897 sería de gran importancia, debido a que
el periódico se convirtió en una especie de nexo entre los diversos
grupos otorgando una relativa coherencia al accionar de los
anarquistas, estimulando su creación y desarrollo, y publicando
infinidad de notas sobre sus actividades” (Suriano 2004, p. 47). A
partir de 1903 pasaría a llamarse tan sólo La Protesta. Según el
historiador Juan Suriano, “el acontecimiento más importante de la
40 | MARCELO MAGGIO

prensa anarquista en este período fue la conversión de La Protesta


en publicación diaria a partir del 1 de abril de 1904. La Protesta
salió regularmente desde esa fecha hasta el 13 de mayo de 1910” (p.
188), fecha en que fue clausurado. En vísperas de 1910 su tirada
llegaba a la friolera de 10 mil ejemplares diarios.
Esta insistencia y proliferación de proyectos hizo que en los
inicios del siglo XX hubiera en Argentina un amplio campo de
lectura popular, del cual las iniciativas periodísticas eran en parte
responsables, ya que ayudaron a constituir ese nuevo público
lector, incorporando decenas de miles de trabajadores al hábito de
la lectura.
Sobre todo interesa aquí la explicación de Suriano respecto a
esta relación entre prensa y política como marco general para
comprender los emprendimientos editoriales: “Los periódicos, la
edición de escritos de carácter político ideológico, la prensa escrita
en general, han sido desde la revolución francesa el eje de las
organizaciones y las luchas políticas. (...) Hasta las revoluciones de
1848 ese derecho era casi exclusivamente burgués en el sentido que
el acceso a la prensa (o a la publicidad) requería, casi sin excepción,
instrucción y propiedad. A partir de ese momento las capas no
burguesas, especialmente los trabajadores, ingresaron a la política
y a sus instituciones fundamentales, una de las cuales es sin duda
la prensa. De esta forma se produjo, en términos de Habermas, una
notable ampliación del público, modificando y transformando de
raíz el sentido de la prensa” (p. 180).
Mientras las clases dominantes de Argentina ya disponían de
diarios como La Prensa y La Nación, relativamente estabilizados a
inicios del siglo XX (habían surgido en 1869 y 1870
respectivamente), la andanada de publicaciones populares
comenzaba a cambiar el panorama del espacio público.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 41

Comienza a producirse entonces una disputa de modelos (tanto


políticos como de prensa): “Una línea ligada al movimiento popular
y a los partidos políticos de izquierda, que toma como punto de
partida la prensa obrera, que encuentra su significación principal
en el proyecto de ilustración popular” (Sunkel, p. 57), en el cual
quedan conformados los pares educación y prensa, alfabetización y
liberación. Por otro lado, se desarrolla y potencia con fuerza un
modelo de prensa vinculado al concepto de industria de las
comunicaciones.
Se trata de dos modelos que chocan pues promueven intereses
contrapuestos, entablando una disputa en la que muchas veces la
prensa popular y obrera se encuentra en desventaja, entre otros
motivos, por el modo en que la industria de las comunicaciones se
presenta, esto es, mediante el aparente objetivo de informar sin
opinar: “Existe acuerdo en que la objetividad fue una invención
tardía dentro de la historia del periodismo”, motivada en gran
medida por “la necesidad práctica y comercial de estar al servicio
de grandes públicos heterogéneos y conseguir que la consignación
de los nuevos acontecimientos no resulte problemática” (Dellamea
1995, p. 108). Una de las consecuencias de esta relación entre
medios industriales y públicos amplios es que el periodismo fue
adquiriendo la capacidad de orientar la opinión pública, y no sólo
eso, también de actuar como un factor de control social.7
El concepto de industria de las comunicaciones implica
concebir a los periódicos comerciales como parte constitutiva de la
sociedad capitalista, y no sólo como una mercancía que tiene el
objeto de ganar dinero. Lo interesante es la ambigüedad que se
genera entre el periódico como objeto comercial, por un lado, y
como objeto ideológico, por otro. En términos de Habermas, “la
publicidad burguesa desarrollada acaba basándose en la ficticia

7 Cfr. Ford (1985).


42 | MARCELO MAGGIO

identidad de las personas privadas reunidas en calidad de público


en sus dos roles de propietario y hombre” (1994, p. 92). Según la
conveniencia, los propietarios de los medios de prensa siempre se
han escudado bajo el derecho de propiedad o bajo el derecho de
opinión, oscilando entre ambos según se presente el caso, todo
avalado por esta ficticia identidad construida históricamente de la
que habla Habermas, y que genera esa ambigüedad sobre la que se
monta el “periódico independiente de información general”, objeto
comercial o ideológico según marque la oportunidad.
Por su parte, la prensa obrera y popular hizo eje en la tarea
educativa e ideológica, presente desde estos primeros periódicos
para las masas. Los periódicos gremiales, impulsados por las
propias organizaciones obreras, se proponían “informar sobre la
situación de cada grupo de trabajadores”, pero también “encauzar
las luchas y corregir las deformaciones producidas por la prensa
general” (Lobato, 2009, p. 45). Y desde las páginas de La Protesta
Humana, por ejemplo, se proclamaba que el diario reunía todas las
bellas cualidades emancipadoras de la escuela, el libro, el círculo y
el folleto, y que además los superaba, porque “el periódico educa y
armoniza con más eficacia”. Tal era su importancia. Aunque el
mensaje de este tipo de prensa no era como el de los periódicos
industriales, no se presentaba con el objetivo de informar sin
opinar, sino que era abiertamente ideológico, “intentaba convencer
a los desposeídos a través de un mensaje estético-doctrinal
diferente al de la prensa de información” (Suriano, 2004, p. 192).
La prensa obrera plantea su identidad abiertamente, manifiesta
explícitamente su inscripción partidaria y su “contaminación con lo
político” (Gándara, 2004). Este modelo de prensa -que presenta
debilidades y fortalezas y se fue construyendo con los años y al
calor de las luchas populares- terminó arrinconado al igual que las
organizaciones que lo impulsaron.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 43

Complejizar este modelo doctrinal mediante varias de las


formas ofrecidas por el modelo de información, imbricarse con la
dinámica del movimiento obrero bajo un esquema de
enmascaramiento, es lo que quiso hacer el diario El Mundo. El
ambicioso proyecto ofreció atisbos de ese pretendido modo
diferente de prensa popular y masiva, pero con una tendencia a
hacer mayor anclaje en la tradición de prensa obrera que en la
informativa. Como se verá más adelante, esa tendencia colaboró
con la encerrona del final.

5. Democracia, estrategias políticas y estrategias de


prensa

En agosto de 1973, momento en que el diario El Mundo ve la luz de


las calles, el presidente en ejercicio era Raúl Alberto Lastiri, quien
había sido designado originalmente para presidir la Cámara de
Diputados de la Nación y se hizo cargo de la presidencia de modo
interino hasta las nuevas elecciones. Poco recordado en la historia,
este presidente tenía relación parental e ideológica con José López
Rega. Lastiri gobernó entre el 13 de julio y el 12 de octubre de 1973,
para dar paso a la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.
Lastiri asumió el cargo de presidente interino luego de la
forzada renuncia de Héctor José Cámpora (y de su vicepresidente
Vicente Solano Lima). Las promesas de una apertura democrática
se resquebrajaban rápidamente en lo que el PRT-ERP de inmediato
caracterizó como un “autogolpe”. El regreso de Perón al país se
quedó marcado a fuego por la denominada Masacre de Ezeiza, el
20 de junio de 1973. Ezeiza fue una bisagra y una expresión de
cómo estaba configurada la política nacional durante el último
gobierno de Perón, en la cual los sectores reaccionarios dieron una
contundente muestra de hasta dónde estaban dispuestos a llegar.
44 | MARCELO MAGGIO

La célebre primavera camporista había durado 49 días (desde el


25 de mayo hasta el 13 de julio de 1973).
El historiador Pablo Pozzi plantea que es un lugar común
extendido acusar al PRT-ERP de no haber valorado la democracia,
junto a otro lugar común -pero menos difundido- que es la
acusación de no haber comprendido el peronismo (Pozzi, 2006).
Esta cuestión resulta de importancia ya que el proyecto periodístico
del diario El Mundo y el resto de las actividades de masas
impulsadas por el PRT-ERP demuestran una permanente
preocupación no sólo por el peronismo sino también por los límites
de la democracia representativa.
Siguiendo entonces con el problema de la valoración de la
democracia, se suele citar el famoso volante Por qué el ERP no
dejará de combatir. Respuesta al Pte. Cámpora, del 13 de abril de
1973, que establece una consigna que le costó al PRT diversas
acusaciones: desde “no comprender la etapa” hasta la de
“guerrillerismo”. Daniel De Santis aporta un dato para tener en
cuenta y salir de los reduccionismos: “Pese a la rotunda respuesta a
Cámpora, durante su gobierno el ERP no realizó acciones armadas.
Incluso la liberación de los presos políticos y otras medidas
progresistas llevaron al Buró Político del Partido a discutir la
posibilidad de un cambio táctico” (De Santis, 2000, p. 35). En
rigor, la última acción de magnitud fue el copamiento del Batallón
141 en Córdoba (febrero de 1973), durante los últimos días de la
dictadura de Lanusse.
Con las elecciones del 11 de marzo, la asunción de Cámpora, la
liberación de los presos políticos -Devotazo-, la reanudación de
relaciones con Cuba, por nombrar los principales hechos, la
apertura se muestra en concreto ampliando la brecha legal más
allá de lo que el PRT-ERP suponía en diciembre de 1972. Pero la
posibilidad de discutir un cambio táctico fue rápidamente
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 45

congelada, ya que la escena se transformó abruptamente con las


disputas internas del peronismo. Para De Santis, con la matanza de
Ezeiza “grupos terroristas comenzaron a adueñarse del gobierno,
objetivo consumado el 13 de julio” (2000, p. 35). De modo que
frente a la caída de Cámpora y la masacre de Ezeiza “el PRT tensó
todas las fuerzas a su alcance para transformar la 'revolución
democrática' que comenzaba a ser traicionada por la burguesía, en
revolución socialista dirigida por el proletariado” (p.38).
Montoneros por su parte juró venganza por la emboscada en Ezeiza
y al cargar contra el secretario general de la CGT, José Rucci, logró
unificar a la derecha del movimiento con las bandas armadas de la
ultraderecha.
Claro que para el PRT-ERP tensar todas las fuerzas implicaba
exponer todas las herramientas legales desplegadas, aunque en ese
momento no se pensara en la gravedad que ello podía alcanzar. La
organización impulsó entonces una política de golpear y debilitar,
mediante el ejército popular, al más poderoso garante del poder
opresor: el Partido Militar. De este modo pretendía también
demostrar a la población la fuerza de los revolucionarios. Al mismo
tiempo se debía ir desarrollando la construcción de poder local y
obrero. Santucho sintetizó esta perspectiva en 1974 en el escrito
Poder Burgués y Poder Revolucionario, un material que se
convirtió en una referencia ineludible para los miembros de la
organización.
Entonces en 1973 avanzó el desarrollo de una política en dos
sentidos definidos: en el frente legal se profundizaban las tareas
sindicales, se concebía e impulsaba una prensa masiva y se
extendía el armado de comités de base territoriales (vinculados al
FAS); en el terreno militar se comenzaba a organizar el proyecto de
guerrilla rural en Tucumán, que necesitaba de todos los pertrechos
posibles y que serían obtenidos en “operaciones de envergadura”.
46 | MARCELO MAGGIO

¿Son estas líneas contradictorias entre sí? ¿Cómo entendía el


partido lo que hacía? ¿No se exponía a los militantes legales si se
continuaba con el accionar armado? Consultado con estas
preguntas, Daniel De Santis afirma que es necesario tener en
cuenta lo siguiente: “El PRT tenía una estrategia de poder en la que
la lucha armada era la actividad central y todas las demás
actividades estaban en función de ella” (entrevista personal, 2008).
Y apunta que para ubicar en su justa medida esta centralidad de la
lucha armada es necesario realizar una distinción en tres niveles:
“está la forma fundamental de lucha, el frente principal de trabajo,
y la tarea principal. La tarea principal era la construcción del
partido; el frente principal de trabajo era el proletariado industrial;
y la forma fundamental de lucha era la lucha armada”. Desde este
punto de vista, la lucha armada no es algo más a desarrollar y
complementar con otras tareas. Si la caracterización es que hay una
guerra civil revolucionaria, la cuestión militar es fundamental. Y
para que la cuestión militar se sostenga “hay que incorporar a las
masas a la guerra. ¿Y cómo las incorporás?, haciendo todas las
demás tareas: propaganda, lucha sindical, trabajo legal”. De Santis
completa su perspectiva explicando que si bien “la forma
fundamental de lucha era la lucha armada, en el PRT el
presupuesto de propaganda siempre fue muchas veces superior al
presupuesto militar”, lo cual reafirma lo planteado por Mattini
anteriormente en relación al énfasis puesto por el partido en el
desarrollo de la prensa.
Pedro Cazes Camarero, que en 1973 se mostró como vocero
público del PRT-ERP y fue director formal de las publicaciones
orgánicas, hace un contrapunto interesante sobre el lugar de la
lucha armada en la política partidaria. Plantea: “Nosotros
habíamos conseguido un lugar político muy importante a través de
nuestra más abnegada militancia. Siendo un grupo de jóvenes de
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 47

veintipico de años lo rifamos todo por sectarios en el 73”. Según


Cazes Camarero, el problema estuvo en la continuidad de la lucha
armada porque, en su opinión, “sirvió como un elemento
aglutinador de la organización”, y eso fue un serio problema ya que
“la lucha armada es una decisión política que depende de
condiciones objetivas y no un principio moral” (entrevista
personal, 2008).
¿Cuáles fueron las consecuencias de la continuidad de la lucha
armada? ¿Qué significó ese tensar las fuerzas del que habla De
Santis? El ERP realizó tres acciones de tipo militar de gran
magnitud en los meses siguientes a la renuncia de Cámpora
(sumadas a las más pequeñas que se realizaban en el cotidiano y
que eran contabilizadas en las páginas de Estrella Roja). En esos
meses ya estaba en la calle el diario El Mundo, que dio cuenta de
esas tres operaciones en sus páginas.
La primera se produjo a los pocos días de aparecer el diario en
la escena pública. Se trata del copamiento del Comando de Sanidad
del Ejército, en la ciudad de Buenos Aires, el 6 de septiembre de
1973. La segunda fue el secuestro de Víctor Samuelson, ejecutivo de
la ESSO, detenido el 6 de diciembre de 1973, con gran repercusión
internacional. Y en tercer lugar el copamiento del Regimiento C-10
de Caballería Blindada de Azul, realizado el 19 de enero de 1974
(que el diario El Mundo se atrevió a cubrir desde la primera línea
de combate, sin sopesar las consecuencias).
Todos estos hechos repercutieron negativamente en la vida del
diario El Mundo, e influyeron tanto en el alejamiento del director,
Luis Benito Cerruti Costa (cada vez más acorralado por las
amenazas de los grupos fascistas), como en la clausura de la
publicación, por nombrar sólo dos hechos centrales.
Algunas de las críticas que recibía el PRT-ERP por parte de
grupos cercanos en su marco de alianzas, como los peronistas de
48 | MARCELO MAGGIO

izquierda, se referían a que la organización conducida por


Santucho no respetaba ni valoraba la democracia ni la decisión
popular, por el hecho de sostener este accionar beligerante luego de
las elecciones que consagraron a Perón como presidente en
septiembre de 1973 con el 62% de los votos. Otros, como el PCA,
congelaron las relaciones con el PRT-ERP luego de Azul. Ya a
mediados de 1974 los comunistas acusaron a los militantes del
PRT-ERP de ser “simples terroristas” (Seoane, 2003, p. 232).
Sucedía que en realidad el PRT-ERP tenía una concepción
diferente del tema democrático. Pozzi lo explica así: “La
organización desarrolló un concepto de 'democracia' equivalente a
participación y poder popular que parece haberse perdido hoy en
día. En este sentido, habiendo desvinculado democracia de proceso
electoral, el PRT-ERP planteaba su camino como la vía para la
creación, por primera vez en la historia argentina, de una
verdadera democracia clasista” (2004, p. 42). Más allá de cuánto se
había desarrollado esa concepción de participación y poder popular
que Pozzi destaca, lo cierto es que los procesos electorales estaban
en el ojo de la tormenta como alternativa viable para constituir un
gobierno popular, principalmente luego del golpe militar que sufrió
el presidente Salvador Allende en Chile el 11 de septiembre de 1973,
un hecho que conmueve no sólo al PRT sino a todo el arco de
organizaciones de izquierda y progresistas. Si Ezeiza era una
bisagra en la política nacional, Chile abría las puertas a la
ratificación de la “estrategia de guerra revolucionaria” para el
continente. Para el diario El Mundo el tema chileno implicó una
amplia cobertura: fue una constante en las portadas del diario
durante sus primeras semanas de vida.8
Dentro de esa situación inestable, se asumía que de ninguna
manera la burguesía, los militares y la burocracia sindical mirarían

8 Ver en el Anexo Documental “Situación política en Chile”.


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 49

impávidos el auge popular, como parecían suponer otros grupos.


Por lo tanto, 1973 jamás significó para el PRT-ERP algo así como
“un período abierto de posibilidades y de largo plazo para la
democracia”. El “máximo aprovechamiento de las posibilidades
legales”, planteado en el Boletín Interno Nº 35 (16 de enero de
1973), implicaba también profundizar todas las formas de lucha,
incluyendo la armada. Benito Urteaga, responsable del Frente
Legal en el PRT-ERP y miembro del Buró Político, partía entonces
de esa idea de “ampliar la brecha legal” para impulsar su tarea. Y
bajo estos principios es que realiza la convocatoria inicial, en
febrero de 1973, a quienes considera deberán garantizar la salida
del diario El Mundo (Gaggero, entrevista personal, 2008).
Sin embargo, para la intervención dentro de la democracia
formal y de la legalidad no sólo contaba el modo en que el PRT-
ERP concebía la participación popular o su particular manera de
adaptar el arte del trabajo legal y su combinación con el ilegal. Fue
el peronismo el tema político que cristalizó esas concepciones
generales en una dirección concreta y determinada. De modo que
los perretistas se abocaron al estudio del peronismo, su discusión y
al establecimiento de las políticas que tendrían hacia este
movimiento, tanto por el desarrollo que tenía dentro del pueblo
como por su presencia en fuerzas políticas con las que podía
establecer alianzas y a las que sentía cercanas. El peronismo
también afectaba la concreción de cualquier proyecto masivo y de
prensa, como el diario El Mundo, ya que hacer un diario popular y
no tenerlo presente era ignorar la relación pueblo-peronismo que
se había forjado desde mediados de la década del 40 en Argentina.
Al respecto afirma Mattini: “Pensamos un diario popular, que
pudiera ser popular enfrentando el populismo. Para nosotros el
populismo era el peronismo. Incluso el lenguaje del periódico tenía
que ser amplio, abierto, pero nada de chabacano; también
50 | MARCELO MAGGIO

cuidábamos que no tuviera refinamientos de tipo intelectual”


(entrevista personal, 2008). El peronismo era un fenómeno tan
extendido, que hasta la forma de escritura también podía ser
peronista. “De alguna manera los peronistas siempre nos jodían,
porque el periódico en todo momento terminaba teniendo algo de
populismo”, se lamenta Mattini.
En agosto de 1971 salió por Ediciones El Combatiente uno de los
best seller de Julio Parra, una recopilación de artículos reunidos
bajo el nombre en cuestión: El peronismo. En rigor no sería “la
postura” del PRT-ERP sobre el tema, pero sí sería muy influyente.
Pozzi explica que “allí Parra retomó algunos de los planteos de
Milcíades Peña en cuanto al peronismo como forma de
bonapartismo” (2004, p. 305). A diferencia del Partido Comunista,
para quien el peronismo era “un atraso en la conciencia de los
obreros”, para el PRT-ERP era un “avance hacia la conciencia
socialista”, pero era un avance de menor grado que el que podía
tener un reformista (o sea un miembro del Partido Socialista o del
PCA). Todo esto implica una concepción en la que subyace una
gradación en el desarrollo de la conciencia de clase y no una
polarización simple entre propios y enemigos. La gradación es la
que permite valorar el trabajo ideológico, sus avances y retrocesos,
una concepción que marca los contornos de un terreno fértil donde
se puede desenvolver una política de prensa popular.
El otro best seller de Julio Parra es Moral y proletarización
(julio de 1972) que complementa este último aspecto. Este folleto
(publicado en un boletín desde la cárcel) avanza en el análisis de la
dominación capitalista remitiendo a Antonio Gramsci y su
concepto de hegemonía. “Gramsci señala con claridad la cuestión
de la hegemonía. Esto quiere decir que si la burguesía nos tiene
aún bajo su dominio no es solamente en virtud de su aparato
represivo sino y ante todo porque una parte considerable del
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 51

pueblo continúa adherida a las concepciones burguesas y porque


prácticamente la totalidad del pueblo continúa viviendo el sistema
de vida que la burguesía ha construido” (De Santis, 2006, p. 93).
La intención de Julio Parra era motivar un nuevo tipo de moral
militante, pero para el PRT-ERP este planteo también implicaba
asumir que una política de masas no es la mera difusión de un
programa (una discusión que ya estaba presente en la ruptura con
Moreno). La política de masas que se abre con el periódico masivo,
el FAS y el MSB tiene en cuenta los cambios en el sistema de vida a
partir de una influencia gradual y progresiva sobre los niveles de
conciencia de clase.
Mario Roberto Santucho publica entre el 20 de julio y el 10 de
agosto de 1973 en las páginas de El Combatiente un extenso
análisis sobre el peronismo y la situación del país, una suerte de
balance y proyección de tareas a días de haberse producido la
renuncia de Cámpora. Bajo el título Las definiciones del peronismo
y las tareas de los revolucionarios, Santucho somete a crítica la
figura del futuro presidente. Ante la pregunta “¿Es Perón un
traidor?” afirma que malamente puede ser calificado de traidor
porque “es un consecuente defensor de su clase, la burguesía, a la
que permanece completamente fiel” (De Santis, 2000, p. 74). Sin
embargo Santucho llama a la unidad a los sectores “progresistas y
revolucionarios” del peronismo, a que no confíen en Perón y a que
retomen una línea independiente del peronismo burgués y
burocrático que encabeza Perón, para que de ese modo se acerquen
de una vez a sus “verdaderos compañeros, las organizaciones
armadas no peronistas y el resto del campo popular” (p. 88).
Montoneros sólo comienza a asumir esta posibilidad seriamente
casi un año después, sólo después de la muerte del viejo líder (julio
de 1974), cuando el enfrentamiento con la derecha peronista se
encarniza de modo atroz.
52 | MARCELO MAGGIO

No conforme con este escrito, Santucho insiste con la temática y


publica el 21 de noviembre de 1973 el artículo Seis meses de
gobierno peronista desde las páginas de El Combatiente Nº 98.
Estamos a fines de 1973, el diario El Mundo se publica desde hace
casi tres meses y Santucho en ese escrito afirma: “Los
revolucionarios debemos estar en condiciones de aprovechar al
máximo los resquicios legales. Partiendo de las experiencias
recientes, desarrollar hábilmente la propaganda y agitación de
masas con periódicos, volantes, afiches, solicitadas, actos, etc.,
resguardando siempre el aparato clandestino de la organización. Si
el enemigo opta por la represión (...) debemos ir con decisión al
combate, poner en tensión todas nuestras fuerzas movilizándolas
en lo político y en lo militar. El enemigo está debilitado y sumido
en la confusión” (De Santis, 2000, pp. 121-122). Sin embargo, la
debilidad de Perón con el 62% de los votos a cuestas no era algo
para nada evidente; es más, para algunos aliados del PRT-ERP,
como Agustín Tosco, los trabajadores querían a Perón en la Casa
Rosada y no tenía sentido enfrentarlo abiertamente.
La muerte de Perón en julio de 1974 apremiaba al PRT-ERP a
tener una línea más política y menos agitativa y de enfrentamiento
como la de los artículos antes citados. Con esa intención es que
salió Poder burgués y poder revolucionario, también escrito por
Mario Roberto Santucho y publicado por Ediciones el Combatiente
el 23 de agosto de 1974. El documento plantea la necesidad de
disputar el poder a la burguesía y al imperialismo en lo que
considera la apertura de una situación revolucionaria, período
extenso de luchas populares. Para ello explica que “en un período
inicial, el doble poder ha de desarrollarse en forma desigual en
distintos puntos del país, es decir que han de surgir localmente
formas y órganos de poder obrero y popular, permanentes y
transitorios, coexistiendo con el poder capitalista, enfrentándolo
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 53

constantemente bajo el formidable impulso de la movilización de


masas” (De Santis, 2000, p. 297).
En el marco de esta estrategia de doble poder es que Santucho
retoma el concepto de “enmascaramiento” (planteado en el Comité
Central de diciembre de 1972). Aquí lo desarrolla en extensión e
indica a su militancia que esta línea “ha de llevar enseguida al
surgimiento de formas de poder local, a encarar la solución
soberana de los distintos problemas de las masas locales. Avanzar
hacia el desarrollo del poder local primero enmascarado y después
abierto, como veremos enseguida, es el paso que media entre la
lucha parcial de masas y la insurrección general, paso que es
necesario dar desde ahora en todos los lugares en que sea posible”
(p. 298).
Pero la práctica del enmascaramiento era la que de hecho se
había desarrollado, por ejemplo, con los Comités de Base y con el
diario El Mundo, en ambos casos con dificultades insalvables. Los
comités tenían como tarea en cada barrio, en cada población,
organizarse contra la “farsa electoral” con un programa
democrático, antidictatorial y antiimperialista y canalizar la
inquietud política de las masas. Pero este organismo legal electoral
también tenía las tareas de un grupo de autodefensa guerrillero ya
que también debía desarrollar “la educación práctica de las masas
en la violencia y en los métodos clandestinos (...) tratar de
introducir la autodefensa colectiva” (Pozzi, 2004, p. 309). En la
práctica esta experiencia de doble carácter militar-legal no resultó
para nada bien.
En el caso del diario, la clausura en marzo de 1974 indicaba que
tampoco se habían hecho las cosas correctamente. Aunque el
principio de trabajo era el que señalaba Mattini (“tenía que quedar
claro que no era un periódico del PRT, no había ni que insinuarlo”),
el rumbo que se le imprimió fue distinto. Mattini agrega: “El
54 | MARCELO MAGGIO

concepto lo teníamos presente, además no lo habíamos inventado


nosotros, era el sistema leninista, la parte que se ve y la parte
clandestina. Pero cuando lo clandestino está muy pegado con lo
legal, jode lo legal. En realidad Lenin lo plantea de otro modo, dice
que la esencia del trabajo clandestino es la combinación con lo
legal, por eso lo legal tiene que aparecer como legal, no puede
aparecer violando la ley. Entonces un periódico que está saliendo
en la legalidad no puede estar en asociación pública con el PRT;
puede reivindicarlo en el sentido de dar la discusión ideológica,
está bien, pero no la agitación y la propaganda de todos los días”
(entrevista personal).9
Sin embargo, los alcances del enmascaramiento habían llegado
más lejos de lo que se puede suponer. Roberto Cossa (entrevista
personal, 2011) confía dos anécdotas en ese sentido. Uno de los
periodistas que trabajaba en su sección -Norberto Colominas- fue
detenido y llevado a Campo de Mayo donde fue interrogado.
Colominas militaba en el FRP y escribía en El Mundo, sin embargo
“no le preguntaron nada sobre el diario”. La otra anécdota es sobre
Carlos Somigliana que además de trabajar en el diario estaba en un
juzgado: “Desde muy joven fue empleado judicial. Trabajaba para
un juez muy jodido. Lo llamó un día y le dijo '¿vos estás trabajando
en El Mundo?', 'Sí', 'Bueno, a mi me dijeron que es un diario de la
guerrilla, yo voy a averiguar y si es así vas a tener que elegir entre el
periodismo o la justicia'. A los días vino y le dijo, 'no hay problema,
te podés quedar'”. Aunque con el tiempo la ligazón del diario con la
organización se hizo evidente, resulta interesante observar los
alcances del principio del enmascaramiento.
Entre los varios ejemplos que se pueden dar sobre la violación
de este principio de la combinación de lo legal e ilegal se puede
citar uno que puede ser considerado como el más transgresor,

9 Cfr. Lenin (1998).


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 55

sucedido luego del copamiento del Regimiento de Azul el 19 de


enero de 1974. Durante la operación, las fuerzas del ERP
capturaron al segundo hombre a cargo del lugar, el Teniente
Coronel Jorge Ibarzábal, un oficial de alta jerarquía. La
organización sacó un comunicado público con la intención de
canjear a Ibarzábal por guerrilleros presos. El diario El Mundo
difundió el comunicado y publicó en la tapa (15 de febrero de 1974)
la foto del militar detenido con partes de la insignia del ERP detrás
(que no podía aparecer completa pues había sido prohibida la
mención del ERP en los medios por un decreto presidencial). Unos
días antes esa misma foto había sido utilizada por Estrella Roja
(Nº 29, del 28 de enero de 1974).
Pero también en la práctica cotidiana el diario era usado por la
organización, lo que lo exponía aún más. “Usábamos algunos de los
recursos de El Mundo para movernos. Por ejemplo para ingresar a
algún lugar que necesitáramos nos hacíamos un carnet del diario.
Yo lo utilicé mucho para moverme por el país. Lo que pasa es que
finalmente el carnet de El Mundo no era muy saludable que
digamos”, cuenta Mattini (entrevista personal, 2008). Cuando
decir El Mundo fue lo mismo que decir PRT-ERP el
enmascaramiento se había terminado.
Los errores señalados sobre el enmascaramiento en relación a
los Comités de Base y al diario El Mundo no pasaron inadvertidos
para la organización. Por eso, durante los meses de agosto y
septiembre de 1974, luego de la muerte de Perón, se presentó el
momento para el relanzamiento de la línea partidaria sobre
principios más firmes. El documento Las tareas centrales del
partido (11 de septiembre de 1974) marca el impulso señalado, ya
que “no fue un documento más, sino que se le dio una central
importancia. Se lo distribuyó junto con Poder Burgués y Poder
Revolucionario y se lo consideró como el complemento práctico de
56 | MARCELO MAGGIO

este folleto” (De Santis, entrevista personal, 2008). Resulta de


particular interés -para un balance histórico del diario El Mundo-
cómo la dirección partidaria plantea de modo abierto y claro en
este documento el problema de la pérdida del enmascaramiento en
directa alusión a las tareas de prensa, en lo que funciona como una
pública autocrítica: “Prensa Legal: Estamos en un momento en que
aún es posible aprovechar los resquicios de la legalidad burguesa.
Desde el 25 de mayo de 1973 hemos hecho esfuerzos y experiencias
importantes. Sirviéndonos de esas experiencias debemos insistir en
el esfuerzo de utilizar también las posibilidades de la prensa legal
para difundir, con el enmascaramiento correspondiente, las ideas y
posiciones de nuestro Partido y las ideas revolucionarias en
general. En este esfuerzo debemos prevenirnos contra una
tendencia que ha venido manifestándose entre nosotros, a no
cuidar el enmascaramiento, a plantear literalmente la línea del
Partido, con las dificultades consiguientes” (De Santis, 2000, p.
323).
Es menester destacar entonces dos elementos aquí. Primero,
para el PRT-ERP aún era posible aprovechar los resquicios de la
legalidad, en un escenario en el que tan sólo cinco días antes
Montoneros anunciaba su vuelta a la resistencia para emprender
una “guerra popular integral” debido a que se habían “agotado
todas las formas legales de continuar la lucha” (Gillespie, 2008, p.
261). Este hecho marca al menos algunas dificultades para
caracterizar la situación política nacional en relación al terreno
legal por parte del PRT-ERP. El segundo aspecto a destacar del
fragmento es esa autocrítica que señala que el enmascaramiento no
se cuidó apropiadamente por el planteamiento abierto y evidente
de la línea partidaria.
La experiencia perretista acumulaba aprendizajes de sus
diversas intervenciones hasta esta fecha (septiembre de 1974).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 57

Desde la participación en las elecciones de 1965, con “candidatos


obreros con un programa antiimperialista y antipatronal”, pasando
por la concepción y puesta en marcha de la lucha armada, hasta la
experiencia de hacer política -a su modo- durante casi un año y
medio de gobiernos peronistas. Muchos de los postulados
esbozados en el Comité Central de diciembre de 1972 y en los
Boletines Internos de enero y febrero de 1973 fueron tenidos en
cuenta y cruzados con la historia recorrida, de modo que sirvieron
como insumo para la síntesis final que Santucho lanza en Poder
burgués y poder revolucionario.10
Interesa entonces de modo particular el planteo que se
condensa en el siguiente párrafo del folleto mencionado ya que
constituye el corazón de la propuesta de Santucho sobre la
utilización del enmascaramiento en una perspectiva de
construcción de un poder revolucionario, dando un marco teórico
político para una mayor comprensión del rol asignado a las
experiencias legales y de superficie. Podría decirse que este texto
no resulta en ningún sentido una ruptura con lo hecho hasta ese
momento en el terreno legal, sino que es un planteamiento
sistemático y claro de lo que se quiso impulsar para intervenir en la
“legalidad burguesa”, por lo que resulta de utilidad para
comprender la política de combinación de trabajo legal e ilegal que
el PRT-ERP venía desarrollando.
Citamos en extenso el fragmento que interesa analizar aquí de
Poder burgués y poder revolucionario publicado el 23 de agosto de
1974: “A partir de la lucha reivindicativa está hoy planteado en
Argentina, en algunas provincias, en algunas ciudades, en algunas
zonas fabriles y villeras, la formación de órganos embrionarios de
poder popular. Pero, en general en lo inmediato no es conveniente
dar un paso que atraerá rápidamente la represión
10 Incluso hay pasajes que se repiten textuales, como la referencia a la política legal
de los vietnamitas, usada en el CC de diciembre de 1972.
58 | MARCELO MAGGIO

contrarrevolucionaria. En esos casos puede avanzarse


enmascarando hábilmente tras distintas fachadas el ejercicio del
poder popular. En una villa, por ejemplo, bajo el enmascaramiento
de la Asociación Vecinal, pueden organizarse distintas comisiones
que encaren el problema de la salud, de la educación, de la
seguridad, de la justicia, de la vivienda, etc., con una orientación
revolucionaria, mediante la constante movilización de toda la villa,
teniendo como objetivo central la construcción de sólidas fuerzas
revolucionarias políticas y militares. En un pueblo de Ingenio
Azucarero igual papel podría jugar el sindicato. Pero esto sólo
como pasos iniciales de los que habrá que pasar en el momento
oportuno a la organización de una asamblea o Consejo Local que se
constituya oficialmente como poder soberano de la población de la
zona. En el campo, donde la presencia directa del estado capitalista
es relativamente débil, el desarrollo del poder local será más rápido
y más efectivo, en cuanto estará en condiciones de brindar desde el
comienzo sustanciales mejoras a las masas. Pero su
enmascaramiento será más difícil y recibirá inicialmente los más
feroces ataques del enemigo. Establecer órganos de poder local en
el campo sólo será posible con el respaldo de unidades guerrilleras
medianas capaces de rechazar exitosamente los ataques del
Ejército Contrarrevolucionario” (De Santis, 2000, p. 299, el
destacado es nuestro). Según lo expuesto, determinados órganos
embrionarios de poder popular deben comenzar su acción política
con un trabajo enmascarado con variadas fachadas legales, pero
siempre tendrán presente que el objetivo central será “la
construcción de sólidas fuerzas revolucionarias políticas y
militares”. La fachada será removida cuando la acción
revolucionaria así lo requiera. Esta es la manera de comprender el
lugar ocupado por la lucha armada en la estrategia política, es decir
como forma fundamental de lucha. Pero el abandono del
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 59

enmascaramiento no es una tarea para nada simple: no se lo puede


acelerar (ya que se reconoce que no se lo ha cuidado
apropiadamente) ni tampoco demorar (ya que se perderían
valiosas fuerzas en momentos revolucionarios).
Sin embargo esta estrategia de poder popular chocó de bruces
con las condiciones objetivas en las que se venía desarrollando la
lucha de clases en Argentina, donde el “poder burgués” tuvo como
principal puntal de lanza el desarrollo de un grado de represión
estatal y paraestatal de magnitudes insospechadas, y que no
permitió el desenvolvimiento de la estrategia de poder dual del
PRT-ERP, ni el sostenimiento de ninguna otra fuerza
revolucionaria o popular, poniendo fin de ese modo a la etapa
histórica con una derrota sin ambigüedades para el pueblo. El tipo
de represión desatado, su efectividad y salvajismo no había sido
sopesado adecuadamente ni por el PRT-ERP ni por ninguna otra
organización cercana, como Montoneros, con quienes hacia 1976
estuvieron a punto de consolidar una alianza bajo el nombre de
Organización para la Liberación de la Argentina (OLA).
Armando Jaime, fundador del Frente Revolucionario Peronista
(FRP) y principal dirigente del FAS, hace un balance de este final:
“Creo que se subestimó al enemigo (...) Una dictadura con un grado
tan grande de criminalidad no estaba calculado en la izquierda”
(Bufano y Rot, 2005, p. 66). “En el FAS nosotros calculábamos que
podía venir una represión de corte nazifascista, incluso
distribuimos un libro sobre el frente único, que hablaba de juntar
toda la gente posible contra el fascismo, un texto de la época de la
2º Guerra Mundial, con el objetivo de ablandar las posiciones de
los nucleamientos que se resistían a la unidad. Pero lo que nosotros
nunca pensamos, al menos desde nuestros espacios políticos, era
que iba a ser tan terrible la represión, tan enconada” (Jaime,
entrevista personal, 2010).
60 | MARCELO MAGGIO

De modo que la frase con la que finaliza la Marcha del ERP,


“Adelante compañeros / Hasta vencer o morir”, era más que una
simple frase, implicaba todo un grado de decisión.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 61

SEGUNDA PARTE
DE LO HISTÓRICO EMERGE LO POLÍTICO

1. El recorrido de una marca: El Mundo

En una reunión realizada en la ciudad de La Plata en febrero de


1973, Benito Urteaga, responsable del frente legal del PRT-ERP, le
manifestó a un grupo de militantes aliados la necesidad de “tener
un diario que reflejara las luchas de los movimientos sociales de los
barrios, del movimiento agrario, y la lucha antiburocrática del
movimiento obrero, que esas luchas se iban a acrecentar, y que iba
a haber un espacio democrático mayor” (Gaggero, entrevista
personal, 2008). Allí estaban, además de Urteaga, Alicia Eguren,
Miguel Ramondetti, Luis Benito Cerruti Costa, Félix Granovsky y
Manuel Gaggero, todos “aliados”. El primer interrogante fue qué
nombre darle a la futura publicación.
La utilización de la marca El Mundo en el proyecto del diario
masivo tiene directa relación con la presencia de Félix Granovsky
como aliado y simpatizante. Granovsky había sido miembro del
PCA y estaba vinculado a sus aparatos económicos, 1 especialmente
relacionado al movimiento cooperativo. Su simpatía por la
Revolución Cubana y el acercamiento a intelectuales y grupos que
estaban muy influenciados por el proceso político gestado en la isla
determinaron su alejamiento del PCA.
Granovsky propuso iniciar las negociaciones para comprar la
marca El Mundo ya que la editorial Haynes, en ese momento en

1 El frente de finanzas del PCA fue conocido en un círculo muy reservado con el
nombre de Directorio.
62 | MARCELO MAGGIO

manos de Julio Korn, estaba en quiebra y era la propietaria de la


marca y del archivo del clausurado diario. Según María Seoane, el
valor del archivo era inestimable ya que incluía “fotografías de más
de 30 años de historia política y originales de los articulistas de la
primera época [del diario], entre ellos Roberto Arlt” (2003, p. 358).
Para realizar la operación comercial Granovsky contaba a su favor
con una relación familiar con Julio Korn 2 (el antiguo empresario de
la industria editorial), sumado a la experiencia y los contactos con
los aparatos económicos del PCA que le habían quedado. El
resultado fue una transacción de compra en términos muy
favorables al PRT-ERP. Luego de esto, Granovsky pasó a
desempeñar un cargo gerencial dentro del diario, que implicaba
tanto decisiones administrativas como periodísticas.
Luis Mattini rememora también otros motivos para optar por
ese nombre: “Nosotros conocíamos el diario El Mundo de la época
de la familia Infante [años '50 y '60]. Quienes estábamos en
política y teníamos algún vínculo con la militancia comprábamos
El Mundo porque era un diario que estaba hecho por profesionales.
(...) Era el diario que había que comprar, por la calidad de la
información y la calidad de los periodistas que estaban. (...) Sobre
todo la gente de Capital y Gran Bs. As. lo conocía muy bien. Cuando
nos dijeron 'hay posibilidades de comprar el diario El Mundo', yo
dije 'maravilloso'” (Mattini, entrevista personal, 2008).
¿Hasta dónde se remonta la historia de este diario? “El 14 de
mayo de 1928 la ya poderosa editorial del inglés Alberto Haynes
saca El Mundo, diario ilustrado de la mañana, en rigor, el primer
tabloide porteño” (Ulanovsky, 1997, p. 39). Con ese tamaño de hoja
originado por el Daily News (EE.UU.) en 1908, de dimensiones
mucho menores que las habituales hasta ese entonces, tenía el
propósito de que los lectores pudieran leer con comodidad en
2 Elba Martens, esposa de Félix Granovsky, afirma que Julio Korn era primo de la
madre de Félix (Martens, entrevista personal, 2007).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 63

trenes y ómnibus. Para ese entonces la editorial Haynes ya era una


empresa consolidada. “En 1929, cuando murió Alberto Haynes, El
Mundo ya había renovado el periodismo” (Ulanovsky, 1997, p. 40),
ya que también introducía cambios en el estilo de escritura. Varios
de los periodistas formados previamente en el diario Crítica de
Natalio Botana se pasaron a la redacción de El Mundo. El más
recordado de ellos es Roberto Arlt, que publicó en las páginas de El
Mundo sus Aguafuertes porteñas.
La redacción del diario estaba en el barrio porteño de Caballito
y su actividad periodística llegó a su fin el 22 de diciembre de 1967,
fecha en que salió a la calle el último número (Año XL, Nº 13.956),
con dificultades económicas y los ojos del dictador Juan Carlos
Onganía sobre sus espaldas.3 El eslogan principal de esta primera
época anunciaba a los lectores que El Mundo era un “diario
ilustrado de la mañana”.
La editorial Haynes había mantenido una actitud hostil hacia el
gobierno del general Farrell y luego hacia las movilizaciones
populares de 1945. Sin embargo el año 1955 -cuando fue derrocado
el gobierno de Perón- encontró tanto a El Mundo como a las
revistas que manejaba la editorial en la vereda peronista. Este
alineamiento provocó que las autoridades golpistas designaran una
intervención sobre la empresa. Con la llegada del gobierno de
Arturo Frondizi en 1958 y el fin de la intervención apareció la
oportunidad de relanzar el diario. Comenzó aquí ese auge
periodístico que lo hace ser recordado por la generación a la que
pertenece Mattini.
El periodista Isidoro Gilbert 4 confía que merced al “Directorio”
-un grupo de comunistas ocultos y reservados-, y junto a un grupo
3 Hay una cantidad muy representativa de este prolongado periódico en la
Hemeroteca del Congreso de la Nación, aunque con un alto grado de deterioro
y descuido.
4 Corresponsal de la Agencia Sovética TASS en Buenos Aires, miembro del PCA,
autor del libro El oro de Moscú.
64 | MARCELO MAGGIO

proveniente de la Unión Cívica Radical, decidieron comprar


primero radio Rivadavia y luego el diario El Mundo. “El hombre
que va para el diario El Mundo es Carlos Infante, que venía de 'la
Fede'. La intención de El Mundo era meterse como diario
comercial. Era tan pluralista que estaban [Bernardo] Neustadt,
[Mariano] Grondona y Jacobo Timerman” (Gilbert, entrevista
personal, 2008). El hecho de que estos emprendimientos
periodísticos dependieran del frente de finanzas secreto del PCA le
daba características netas de empresa, por lo que no es posible
relacionarlos con alguna forma de experiencia enmascarada como
las que más tarde desarrolló el PRT-ERP. Para ser esquemáticos se
podría afirmar que al depender del Directorio los proyectos
estaban regidos por la lógica empresarial, como lo había
establecido el propio Victorio Codovilla a fines de los '40.5 En
cambio bajo la forma del enmascaramiento rige la estrategia de
construcción de poder político y popular marcada por la
organización política, con los riesgos permanentes de hacerse
manifiesta.
Samuel Sivak, propietario del Banco de Buenos Aires, era uno
de los empresarios a cargo del diario y era socio del PCA en algunos
negocios. Gilbert (2007, p. 296) cuenta que entre 1962 y 1963 Sivak
realizó viajes a Europa junto a José Ber Gelbard, un afiliado secreto
del PCA y miembro histórico del reducido grupo que integraba el
“Directorio”; la extensa gira incluía el propósito de comprar papel
en Finlandia para el diario El Mundo, pero también visitas a la
ciudad de Moscú.

5 En la obra El oro de Moscú, Gilbert cuenta: "Para los comunistas 'secretos' fue
una tarea altamente riesgosa. A Codovilla se le atribuye un concepto que es toda
una definición: 'Si los fusilan por lo que hacen, aplaudiremos a los del pelotón.
Pero sepan que a sus familias jamás les faltará el sustento ni la cobertura
sanitaria' (...) 'Si los obreros de sus empresas hacen huelga, no vengan a
pedirnos que intervengamos'" (2007, p. 292).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 65

El “auge periodístico” del diario El Mundo en los años '60 se


puede asociar con la presencia de algunos nombres, por ejemplo
Jacobo Timerman, quien trabajó durante algunos meses de 1960 a
partir de un ofrecimiento del propio Gelbard.6 Ideológicamente
ecléctico, este diario mostró señales hacia diferentes sectores,
aunque su más recordado posicionamiento tuvo que ver con la
presencia de radicales a nivel empresarial (la familia Fernández
Cortés) que hizo que El Mundo haya sido “el único diario que
defendió a Illia” (Gilbert, entrevista personal, 2008). También se
podían encontrar guiños hacia la izquierda con la publicación de
las crónicas de Jorge Masetti enviadas desde la Sierra Maestra de
Cuba en pleno desenvolvimiento de la Revolución. Y estaban
además las señales hacia la derecha, con el cada vez mayor
protagonismo de Bernardo Neustadt en la redacción o el
posicionamiento del humorista Landrú, que opinaba (según un
colaborador cercano) que Tía Vicenta, el suplemento dominical del
diario, podía burlarse “de los tiranos” sin excepción “se llamen
Trujillo, Somoza, Stroessner, Franco o Fidel Castro” (Ulanovsky,
1997, p. 139). El diario intentaba congraciarse así con varios
sectores de la clase media citadina.
Gran parte del auge tuvo que ver con las iniciativas de humor
gráfico que trascendieron mucho más allá de El Mundo. Desde el
dibujante Quino, que allí dio a conocer la tira de historieta
Mafalda, hasta la producción humorística de Landrú, primero
desde la propia tapa del diario (toda una novedad) y luego con la
mencionada revista Tía Vicenta, que salía los domingos con el
diario. Como el humor político no era algo que el régimen
dictatorial saludara, la revista fue clausurada por decreto
presidencial ya que el dibujo de tapa había caricaturizado a
Onganía como una morsa. La clausura de Tía Vicenta fue por “falta

6 Cfr. Mochkofsky (2003, p. 74).


66 | MARCELO MAGGIO

de respeto hacia la autoridad y la investidura jerárquica”. Por


encima de las prohibiciones, esa caricatura realizada por Landrú de
una morsa bigotuda tendría gran repercusión y pasaría a la
historia.
Durante 1967 (último año de esta primer época del diario) El
Mundo vendía un promedio de 160 mil ejemplares por mes. Sus
competidores ya lo superaban ampliamente en la cantidad vendida:
La Razón, 440 mil, Clarín, 340 mil; La Prensa, 225 mil; La
Nación, 220 mil; Crónica (matutino), 220 mil.7 Sin embargo
algunos años antes, en el momento de mayor éxito, El Mundo llegó
a vender 400 mil ejemplares según informó el propio Sivak
(Gilbert, 2007).
Fueron las dificultades económicas las que marcaron el fin del
diario de la renovada editorial Haynes (el 22 de diciembre de
1967). Ya en 1965 la empresa se había presentado en convocatoria
de acreedores. Los cerca de mil trabajadores que tenía el diario El
Mundo venían sin cobrar durante tres quincenas y ese día
recibieron la noticia de fin de año: “el matutino cierra sus puertas”.

2. La segunda época, el retorno de El Mundo

Con la decisión tomada de lanzar el diario, el PRT-ERP no sólo


destinó dinero a la compra de la marca El Mundo, también alquiló
y equipó todo un piso en el edificio ubicado en Sarmiento 760 en la
ciudad de Buenos Aires y estableció una serie de oficinas para el
trabajo de las corresponsalías en las provincias de Córdoba, Santa
Fe, Tucumán y Salta. Contrató cerca de 250 personas y reservó los
servicios de la imprenta COGTAL. Varias estimaciones consideran
que sólo en el inicio del proyecto ya se había gastado un millón de
dólares.
7 Promedio elaborado para esta investigación en función de los datos
proporcionados por el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 67

Según el historiador José Vazeilles, que se desempeñó como


periodista en esta segunda época de El Mundo, gran parte del
dinero utilizado para conformar el proyecto del diario provino del
exitoso golpe que dio el PRT-ERP el 29 enero de 1972 (Vazeilles,
entrevista personal, 2007). Se trató de una “expropiación”
realizada al Banco Nacional de Desarrollo que rondó los 6 millones
de dólares. Esta operación fue también muy recordada por el
comunicado del ERP que posteriormente difunde la acción en
soporte fílmico, una tarea realizada por Raymundo Gleyzer (Peña y
Vallina, 1998).
Al respecto Luis Mattini explica: “Nosotros planteábamos que
las 'expropiaciones', dinero que se obtenía 'con variados métodos',
tenían como objetivo financiar el proceso de guerra popular, no de
financiar el partido. Y el periódico era la parte política de la
guerra” (entrevista personal, 2008). Sin embargo para Mattini no
es seguro que el dinero inicial haya sido el obtenido en la acción
sobre el banco, sino que pudo haber sido originado en cualquier
otro momento, ya que no había una delimitación tan clara.
Para manejar el dinero de El Mundo, el partido había colocado
como responsable a un militante de confianza, Alberto Genoud, un
contador público nacional; y como abogado del diario a Aldo
Comoto, que era un multifuncional del aparato legal del PRT-ERP.
En esos puestos clave de gestión no periodística estaban dos
hombres orgánicos de alta consideración por parte del Buró
Político. Mattini justifica ese énfasis y cuidado: “Hay que tener en
cuenta que financiar esas cosas (...) parece fácil pero nosotros nos
jugábamos la vida de compañeros en conseguir dinero. No es que
el dinero nos caía del cielo. El periódico se transformaba
literalmente en una maleta de dinero, ¡como no usábamos cheques!
Más de una vez le tuve que llevar una valija con dinero a Genoud”
(entrevista personal, 2008). La cantidad de dinero que ingresaba
68 | MARCELO MAGGIO

por ventas y publicidad cubría muy poco de los gastos de


funcionamiento, por lo que todos los meses la organización
aportaba cien mil dólares para financiar el proyecto.
“Era un diario como cualquier diario comercial, salvo en la
posibilidad de conseguir avisos”, explica Vazeilles (entrevista
personal, 2007). Esa imposibilidad de conseguir anunciantes llevó
a Manuel Gaggero, subdirector del diario, a intentar una
negociación por avisos oficiales directamente con José Ber
Gelbard, para ese momento (diciembre de 1973) el ministro de
Economía de Perón. Desde las páginas del diario se venía
fustigando duramente al nuevo gobierno, en especial la política de
Pacto Social. En una reunión en el despacho del ministerio,
Gelbard le dio a entender a Gaggero que con un cambio en la línea
editorial del diario sería posible obtener lo que buscaba. La
respuesta de Gaggero fue una rotunda negativa y un
recrudecimiento de la posición del diario, ya no sólo contra el Pacto
Social sino contra la figura del propio Gelbard. Claro que los avisos
nunca llegaron y la dependencia de El Mundo respecto de los
fondos de la organización fueron permanentes. A la distancia
Gaggero hace una autocrítica al respecto: “Tendríamos que haber
sido menos intransigentes -ahora lo veo así- con algunos sectores
del gobierno, sobre todo del ministerio de Economía, donde estaba
Gelbard, y haber sido igual de duros como éramos con otros
sectores. Entonces todo el gobierno era un bloque en contra
nuestro. Vos siempre tenés que tener, en una prensa que es legal,
algún espacio en donde el tipo diga 'le tiran a este, pero no me tiran
a mí'” (Gaggero, entrevista personal, 2008).
A la hora de poner en marcha el periódico las dificultades no
eran sólo económicas. El PRT-ERP se encontró con el desafío de
convocar a las personas adecuadas para la tarea de aprovechar la
“ampliación de la brecha legal”. “Los compañeros no querían que
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 69

se mezcle la gente reconocida [del partido] con una actividad legal.


Allí [en legales] actuaron 'tapados' o gente amiga que no era
militante”,8 que es la manera en que se plantea de modo práctico el
principio de enmascaramiento. Luego de varios años de lucha
clandestina, el partido tenía militantes que no podía colocar en la
superficie debido a su comprometido historial. Al recorrer los
nombres se observa el respeto de esa regla, salvo por un caso, el de
Andrés Alsina, joven periodista que había trabajado en La Opinión
y que en abril de 1972 había sido detenido por el secuestro de
Oberdan Salustro, gerente de Fiat Argentina. Extrañamente su rol
fue creciendo al transcurrir los meses en el diario.
La idea concebida por Santucho de aprovechar la apertura de la
brecha legal mediante un diario amplio debía ser ejecutada por
Benito Urteaga, responsable del frente legal del PRT-ERP en el
Buró Político. Luis B. Cerruti Costa, un abogado laboralista cercano
a Santucho, fue propuesto para ser el director del diario y Manuel
Gaggero, un peronista de izquierda que se había acercado al PRT,
quedaría como subdirector. Cerruti Costa y Félix Granovsky son los
principales colaboradores en la tarea de reclutar periodistas dentro
de un espectro político más bien amplio. José Vazeilles cuenta que
fue convocado por ellos para participar en “un nuevo proyecto
vinculado con el PRT, sin compromiso político formal, sino para
trabajar como periodista en el diario El Mundo” (2006, pp. 33-34).
Otros profesionales son convocados por José María Pasquini
Durán o incluso por el propio Andrés Alsina, ambos vinculados a
las redacciones periodísticas de la época y con amplios vínculos
políticos.
La lista de periodistas se nutre de diversas fuentes. “La planta
del diario estaba integrada por una buena cantidad de periodistas
profesionales, sobre todo en la función de jefe de sección”
8 Testimonio de un militante del PRT-ERP que participó en la estructura nacional
de propaganda y que pidió mantener en reserva su identidad (julio de 2008).
70 | MARCELO MAGGIO

(Gaggero, entrevista personal, 2008). Ese grupo de profesionales,


que era numeroso, compartía el trabajo con los militantes. Al
respecto Gaggero recuerda: “Las distintas organizaciones de la
época nos mandaban gente, que nosotros tomábamos de acuerdo a
lo que conversábamos con cada uno”. La relación con otras fuerzas
políticas afines era una tarea que Gaggero venía sosteniendo desde
su participación en el FAS, el frente político legal del PRT-ERP. De
ese modo iba tomando forma la idea de un diario que fuera “una
tribuna de los sectores de izquierda”; y que se concretó como perfil
de trabajo a partir de una particular idea de inserción en las luchas
que manejaba Gaggero: “Nosotros teníamos mucha gente que venía
de distintas organizaciones. Yo incorporé gente que me pedían las
FAP o Montoneros. Recuerdo un caso emblemático que me tocó a
mí, el de Amílcar Fidanza, ligado a las FAP. El diario tenía en ese
aspecto una política sumamente amplia. Te llamaba un compañero
para ver si tenías un lugar, 'che mirá necesito trabajo para dos
compañeros nuestros', 'mandalos, pero ¿qué saben hacer?', 'no,
periodistas no son, pero están conectados con los movimientos
sociales de los barrios', 'bueno, mandalo' (...) Entonces
necesitábamos gente que cubriera ese sector y que tuviera una
relación ahí. Esa era la función de muchos de los militantes que
entraban”. Fueron militantes que partieron de una práctica política
en algún frente y que se hicieron periodistas trabajando en El
Mundo, todo posibilitado por algún grado de inserción, que
implicaba práctica política, conocimiento y compromiso.9
Luis Mattini reafirma ese carácter amplio que debía tener el
diario, ya que “había sido pensado como la voz del campo popular,
y no sólo del PRT y sus aliados. Manuel [Gaggero], subdirector, lo
tenía más claro que nadie. Pero las presiones del partido se

9 La cuestión de los militantes, los periodistas profesionales y los intelectuales se


aborda en particular más adelante.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 71

hicieron sentir y se empujó al periódico cada vez más hacia el


sectarismo político” (Mattini, 2006, p. 234).
La convocatoria a participar del diario se daba en el marco de
un proceso autocrítico de la organización, no sólo en relación al
militarismo, sino también a la prensa. Puede leerse en el Boletín
Interno Nº 36 (24 de enero de 1973) que el Comité Central decidió
crear una Mesa Nacional de Propaganda para solucionar los
“problemas relacionados con la redacción, impresión y
distribución” para “garantizar la periodicidad de las publicaciones,
como asimismo la formación de cuadros de propaganda que
dominen con eficiencia la técnica del periodismo revolucionario”.
Este impulso fue vivido por algunos militantes de propaganda
como una tendencia a la profesionalización de los medios bajo la
gestión del PRT-ERP.10 La abundancia de medios impresos
implicaba una diversidad de objetivos y público lector. El
Combatiente y Estrella Roja son las dos publicaciones de mayor
importancia para el PRT-ERP, dependían del área de propaganda a
nivel nacional y estaban bajo la responsabilidad de Liliana Delfino.
En cada regional partidaria, el área de propaganda también tenía a
su cargo la producción de boletines fabriles y por frente de lucha.
El terreno legal también contaba con esa proliferación y división
entre lo local y lo nacional. La prensa legal de nivel nacional
contaba con dos publicaciones: el diario El Mundo (dirigido por
Cerruti Costa y Gaggero) y la revista Nuevo Hombre (dirigida por
Silvio Frondizi). Ambas publicaciones eran articuladoras y
difusoras de la herramienta para la política legal del PRT-ERP: el
FAS. Ya en el terreno de la prensa legal local (o regional), se
destacan las revistas Posición y Patria Nueva en la provincia de
Córdoba, ambos quincenarios. Posición estaba dirigida a un sector
politizado y lector, y Patria Nueva a un público mucho más amplio.
10 La opinión corresponde a Julio Carreras, corresponsal en Córdoba del diario El
Mundo (entrevista personal, 2006).
72 | MARCELO MAGGIO

Para poder garantizar la salida del diario El Mundo a la calle


también se recurrió a un aliado político. La tarea de imprimirlo
comenzó siendo riesgosa y luego se convirtió en un declarado
peligro. La cooperativa COGTAL, que estaba muy cerca de la
redacción del diario -en Rivadavia 767-, se hizo cargo de la labor.
“Se decide la imprenta COGTAL, que era una imprenta vieja, por
sugerencia de Raimundo Ongaro, secretario general de la
Federación Gráfica Bonaerense. Además se lo consulta a él porque
era amigo nuestro. Le contamos del proyecto para que incorpore
gente. Nos dice que vayamos ahí porque era gente amiga y nos iba a
hacer precio”, cuenta Gaggero. Ongaro había sido cooperativista en
COGTAL tiempo antes de ser dirigente gremial y luego principal
referente de la CGT de los Argentinos. Esta central fue expresión de
lo que comenzó a llamarse el clasismo, “un sindicalismo
democrático de bases por fuera de las directivas de Perón”
(Vazeilles, 2006, p. 125). Es dentro de la CGTA que se dio una rica
experiencia de conocimiento interpersonal entre militantes y
alianzas implícitas que constituyeron una base para lo que el PRT-
ERP tomó luego como una parte de sus aliados.
Cuando el 28 de agosto de 1973 salió el primer ejemplar de El
Mundo, la redacción ya estaba conformada y los nombres que
seguían a la dirección de Luis Benito Cerruti Costa eran Manuel
Gaggero (subdirector), Félix Granovsky (gerente de
administración), José María Pasquini Durán (secretario general de
la redacción), Sergio Peralta (jefe de redacción), y los siguientes
jefes de sección: Horacio Eichelbaum (política), Norberto Vilar
(internacional), Roberto Cossa (gremial), Carlos Somigliana
(policiales), David Korn (cine y espectáculos), Nora Lafont
(interior), Raúl Minteguiaga (deportes). Es decir que a cargo de las
secciones se encontraban todos periodistas profesionales.11

11 La estructura surge del cruce de testimonios y bibliografía.


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 73

El Mundo (segunda época) era un diario de la tarde y retomó el


slogan de su predecesor matutino, pero haciendo el cambio
correspondiente: si en la primera época el diario rezaba “diario
ilustrado de la mañana”, ahora este nuevo intento apelaba a la
memoria colectiva y reutilizaba la frase, adaptada al nuevo horario
vespertino, afirmando que El Mundo era un “diario ilustrado de la
tarde”. Sin embargo no se presentaba como una “continuidad”
total ya que se dio comienzo desde cero a la numeración de año y
de ejemplares.
El vespertino diario El Mundo salía (salvo clausuras o
atentados) para la “quinta edición”, y algunas situaciones
periodísticas animaban también la salida de una “sexta edición”.
Esto es lo que sucedía con hechos de gran importancia política o de
gran conmoción social que merecían el esfuerzo. Hubo dos sextas
ediciones que dan el tenor de lo que decimos: el 11 de septiembre
de 1973 (N° 15) por el golpe de Estado en Chile, y el 25 de
septiembre de 1973 (N° 29) luego del asesinato a balazos de José
Ignacio Rucci. Pero la regla era la salida para la quinta edición:
“Como la imprenta era vieja, teníamos que cerrar la tapa a las once
y media de la mañana para poder estar a la una en la playa. Los
tipos pasaban con los camiones y si no estabas ahí a la una con los
diarios no te esperaban. Con la quinta estábamos en los quioscos
desde las dos de la tarde” (Gaggero, entrevista personal, 2008).
En septiembre de 1973, primer mes completo que El Mundo
estuvo en la calle, la industria editorial de diarios en Argentina
arroja los siguientes datos sobre ejemplares vendidos: Crónica
matutino 370 mil; Clarín 362 mil; La Nación 250 mil; La Prensa
167 mil; y La Opinión 45 mil. Los diarios de la tarde, los que
competían con El Mundo, eran La Razón con la friolera de 426 mil
ejemplares y Crónica vespertino con 258 mil.12

12 Base de Datos del Instituto Verificador de Circulaciones (IVC).


74 | MARCELO MAGGIO

En lo que respecta a nuestro caso, Gaggero afirma que El


Mundo vendía unos 150 mil ejemplares cada tarde. 13 La otra
experiencia de similares características para la época fue Noticias,
impulsada por la organización Montoneros, que tuvo una
regularidad de 120 mil ejemplares con picos de 150 mil y salió
entre noviembre de 1973 y agosto de 1974 (Esquivada, 2004).

3. La política de alianzas expresada en algunos recorridos


personales

Es necesario retomar una expresión de Mattini citada con


anterioridad: “Tenía que quedar claro que no era un periódico del
PRT”. Por eso los militantes de la organización estaban en puestos
administrativos o de logística, principalmente, y tenían poca
presencia en lo periodístico. Para dar curso a la tarea periodística
con esa línea amplia que se pretendía, el FAS cobró un rol central
ya que aportó nombres a puestos de dirección informativa
(Gaggero) o figuras de renombre que se sumaban a la tarea de
escribir columnas de opinión y de seguir de cerca la agenda del
diario al participar del Consejo de Redacción.
Por su parte, los periodistas profesionales garantizaban la
producción cotidiana. Se sumaban los periodistas militantes,
llegados por acuerdo político directo con la dirección, que tenían
una orientación para el trabajo con las noticias que emergía de las
necesidades del campo popular, en sentido amplio, logrado a partir
de su inserción política en los frentes sociales. Por último, y no
menor, en los distintos niveles de la estructura periodística (desde
jerarquía hasta redactores) había miembros del PCA, llegados al
diario por pedido del propio Santucho, una iniciativa que formaba

13 Según Seoane (2003), la tirada promedio era de 100 mil ejemplares. No hay
datos de El Mundo (segunda época) registrados en el IVC.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 75

parte de la política de acercamiento hacia los comunistas, que se


frustró a poco de empezar.
La política en relación al diario estaba imbricada con las
posibilidades de desarrollo de uno de los cuatro pilares, el Frente
de Liberación Nacional y Social, “el lugar de la política en el sentido
tradicional de su nombre y la forma más o menos legal de la
política del PRT”.14 En enero de 1974 El Combatiente publicó
“Perspectivas del Frente de Liberación”, partiendo del clásico
principio marxista del frente único como principio de construcción.
Allí puede leerse que, como espacio de confluencia de todos los
sectores populares, el FAS no era concebido de inmediato como el
Frente de Liberación Nacional y Social, sino que para ello sería
necesario un largo proceso en el que deberían confluir militantes
del Peronismo de Base, Montoneros, Juventud Peronista, Partido
Comunista, Juventud Radical y otras corrientes populares.
“El FAS se conformó sobre la base de la frustrada experiencia de
los comités de base y del Frente Antiimperialista Antidictatorial”,
explica Pozzi (2004, p. 318). El Cuarto Congreso de este frente
antidictatorial se realizó en Tucumán en agosto de 1973, en lo que
fue “un gran acto político” con 4 mil personas en una cancha de
basquet. Aquí comenzó a circular la sigla FAS y la idea de enfrentar
a Perón con la candidatura de Agustín Tosco. Pero es recién en el
siguiente encuentro, realizado el 24 de noviembre de 1973 en la
provincia del Chaco, que se comenzó a utilizar abiertamente la
denominación de Frente Antiimperialista y por el Socialismo
(FAS), que llamaba a la unidad a amplios sectores políticos y en el
cual Perón seguía siendo la principal preocupación: “El
antagonismo no es entre peronismo y antiperonismo, sino entre

14 “El PRT tenía la estrategia que llamábamos 'los cuatro pilares': el Partido, el
Ejército, el Frente de Liberación Nacional y Social, y la Solidaridad
Internacional” (Mattini, 2006, pp. 229-230).
76 | MARCELO MAGGIO

revolucionarios y contrarrevolucionarios”, afirmaban los asistentes


al acto (De Santis, 2006).
La composición política de la dirección nacional establecida en
el FAS seguía en la línea de las intenciones antes señaladas:
Armando Jaime -que fue elegido como presidente del FAS-, Simón
Arroyo y Manuel Gaggero, pertenecían al FRP; 15 Oscar Montenegro
y Gregorio Flores eran destacados dirigentes obreros del PRT-ERP;
Alicia Eguren del Peronismo de Base; y Silvio Frondizi del Grupo
Praxis. Dentro del FAS estaban también otros grupos como la
Organización Comunista Poder Obrero (OCPO), el Movimiento
Popular de Liberación, e incluso nucleamientos más pequeños o
locales, junto a las participaciones individuales de figuras de
renombre, como Rodolfo Ortega Peña y Luis B. Cerruti Costa. A
pesar de su corta vida, el FAS expresó con nitidez las
contradicciones que se pueden desatar entre el trabajo legal y el
ilegal, esto es entre la política de masas y el desarrollo de la lucha
armada.
Decíamos antes que el PRT-ERP puso en manos de los aliados
la dirección periodística del diario. Resulta de interés entonces
señalar los recorridos políticos de estos referentes aliados, ya que
marcan el tono, la orientación y la amplitud posible de lograr en el
diario. En este punto se resalta la inserción del diario dentro de
una estrategia política que lo contempla.

Luis Benito Cerruti Costa

Si lo que se buscaba era poner en funcionamiento el principio


del enmascaramiento, Cerruti Costa era una elección adecuada.
15 La revista Nuevo Hombre Nº 53 (diciembre de 1973) da cuenta de la unificación
de numerosos sectores del peronismo revolucionario dentro de la estructura del
Frente Revolucionario Peronista que conducía Armando Jaime, que a la vez es
elegido como figura principal del FAS. En este ejemplar también puede leerse
“El programa del FAS”.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 77

Era recordado por haber sido ministro de Trabajo durante el


gobierno de facto del general Eduardo Lonardi (1955). Desde la
dirección nacional de los gremios pertenecientes a la CGT, como
desde la derecha peronista en general, se lo fustigaba por haber
integrado el gobierno de la denominada “revolución fusiladora”. En
una solicitada publicada en La Razón (diciembre de 1973), el
Consejo Superior Peronista carga contra El Mundo y su director:
“La intención es transparente: Luis Cerruti Costa -director del
mencionado diario- intenta -como siempre lo ha hecho- enlodar al
peronismo”.
Aunque el cargo en el gobierno de Lonardi lo exponía a las
críticas, su posterior trayectoria -que no era para nada oculta- lo
había convertido en una figura destacada de la izquierda. Como
intelectual y militante, Cerruti Costa presenta complejidades y no
admite reduccionismos. Estuvo en la fundación del Partido
Laborista, por ejemplo, pero se fue distanciando del peronismo
cuando Perón disolvió el partido y persiguió a sus dirigentes.
Particularmente le afectó la campaña de calumnias que Perón le
arma a Luis Gay, el dirigente del gremio telefónico, por lo que se va
pasando paulatinamente a la oposición. El historiador Vazeilles lo
define como un hombre de perfil “nacionalista católico pero
obrerista a la vez” (entrevista personal, 2007), un obrerismo
reforzado por su trabajo como abogado laboralista. Atendía y
asesoraba a una amplia gama de gremios, como por ejemplo la
FOTIA (Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera).
Cerruti Costa escribió el libro Tucumán, Argentina,
Latinoamérica, publicado en 1968, a partir de esa experiencia que
tuvo con la FOTIA. “Este sindicato se empezó a oponer a Perón
alrededor de 1950 desde el caso de un obrero de apellido Aguirre
asesinado por la policía. Quedó mucho resentimiento de la FOTIA
con Perón y de ahí viene también el posterior acercamiento de los
78 | MARCELO MAGGIO

dirigentes peronistas de Tucumán con el PRT. En las elecciones de


Illia, los peronistas de allá ganaron la gobernación con el apoyo del
FRIP” (Vazeilles, entrevista personal, 2007).
Posteriormente Cerruti Costa trabajó como abogado para la
Federación Gráfica Bonaerense y de allí pasó a integrar el Comité
de Abogados de la CGTA, que conducía Raimundo Ongaro. “Con
Luis Cerruti éramos muy amigos desde antes del diario, de los
sesenta, de la época de la CGT de los Argentinos”, cuenta Gaggero.
Ese grupo de abogados lo integraban, además de Cerruti y Gaggero,
Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde, Alfredo Curuchet,
Silvio Frondizi, entre otros.
A esta experiencia con los gremios se le agrega el trabajo
periodístico, ya que dirigió el semanario Revolución Nacional en
los períodos 1946-1950 y 1955-1957. Una publicación que es
recordada por un hecho sobre muchos: aquí se publican los
primeros artículos sobre los fusilamientos de José León Suárez. En
el prólogo a Operación Masacre (2001 [1957], p. 20), Rodolfo
Walsh agradece a “Cerruti Costa, director del desaparecido
periódico Revolución Nacional, donde aparecieron los primeros
reportajes sobre este caso”.
¿Cómo se entiende entonces que haya aceptado el puesto en el
ministerio durante el gobierno militar? La política de Eduardo
Lonardi de “ni vencedores ni vencidos” consistía en que Perón no
vuelva, y para balancear admitía que los sindicatos ocuparan un
lugar de poder. Con Cerrutti en el ministerio, y con el grave enojo
del resto de los militares, el gobierno tenía que llamar a elecciones
sindicales libres y limpias en un plazo de 120 días, sin
encarcelamientos ni proscripciones de dirigentes. Cerruti era una
pieza clave en esa negociación con los sindicatos. Pero la política de
Lonardi fracasó cuando el sector duro de las Fuerzas Armadas
tomó el poder de la mano de Pedro E. Aramburu. “Con el
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 79

desplazamiento de Lonardi, Cerruti cayó en el ojo de la tormenta”


(Vazeilles, entrevista personal, 2007). Tuvo la curiosa virtud de ser
acusado de peronista y de antiperonista a la vez, lo que lo llevó a
retirarse de la escena política durante largo tiempo.
La agitación de la década del sesenta le dio la oportunidad de
acercarse a la CGT de los Argentinos como abogado colaborador en
distintas tareas que iban desde su especialidad en el derecho
laboral hasta la defensa de presos políticos, en la que también
incluía a los militantes de las organizaciones armadas de variadas
tendencias. De este modo fue entrando en mayor contacto y
confianza con la dirigencia perretista, lo que permitió que Cerruti
Costa se convirtiera en el principal referente del Movimiento de
Acción Revolucionaria (MAR), una breve experiencia desarrollada
en 1968 que unió al naciente Partido Comunista Revolucionario
(PCR) y al PRT IV Congreso. “Cerruti fue el presidente de dicho
movimiento, ya que era un hombre independiente con un pasado
que lo ponía bien (o mal, según quien lo mire) para diversas
concepciones”.16
Al momento de desempeñarse como director del diario El
Mundo, Cerruti Costa ya tenía una relación directa y de confianza
con el Buró Político del PRT-ERP. También seguía atendiendo
problemáticas laborales de los principales gremios del clasismo en
su estudio de abogado. Esta oficina personal era un lugar visitado
por Domingo Menna o Enrique Gorriarán Merlo (miembros del
Buró), donde charlaban a menudo también con Félix Granovsky,
un amigo íntimo de Cerruti Costa. Como mantenía su labor como
abogado de los gremios, repartía el tiempo de trabajo con el diario.
En diciembre de 1973, Cerruti Costa llevaba cerca de cuatro
meses como director de El Mundo, y los problemas acumulados ya
eran varios. El déficit económico del diario se evidenció como un

16 Testimonio con reserva de identidad (julio de 2008).


80 | MARCELO MAGGIO

problema, la continuación de la lucha armada por parte del PRT-


ERP distanciaba a los aliados, y los conflictos internos con los
periodistas del PCA crecían. A todo eso se le sumaban las
reiteradas amenazas contra su vida por parte de los grupos
parapoliciales que operaban desde el mes de julio de ese año.
Incluso, según Gaggero, la familia lo presionaba para que no se
expusiera tanto. Frente a toda esa tensión, Cerruti le planteó al
PRT-ERP encontrar alguna salida a su situación personal, quizás
un viaje. El partido encontró como alternativa organizarle una gira
por varios países con los que había un interés de establecer o
mejorar el contacto (Vietnam del Norte, Corea del Norte, Angola y
Cuba). Durante la gira escribió algunos artículos que fueron
publicados en El Mundo durante enero y febrero de 1974. Cerruti
aprovechó esos meses también para avanzar en un proyecto de
libro que tenía hace tiempo sobre las experiencias de lucha popular
en los países del tercer mundo. No abandona el puesto de director
del diario, lo cual explica que Manuel Gaggero asuma como
“director interino”, quizás esperando que al regreso de la gira
internacional la situación política fuera distinta y le permitiera
retomar el cargo. Pero cuando Cerruti regresó al país, luego de
varios meses de travesía, la situación en vez de mejorar había
empeorado: las bandas parapoliciales actuaban con total
impunidad e incluso el diario ya estaba clausurado. Fue por eso que
se decidió por colaborar en la defensa de presos políticos junto a
ese grupo de abogados que se había formado en el seno de la
CGTA, un grupo que sufrió el asesinato de la mayoría de sus
integrantes. A instancias de las reiteradas amenazas de la Triple A y
la muerte de varios de sus compañeros del derecho, decidió
exiliarse en París en 1975. Falleció en 1977.17

17 Este recorrido fue elaborado con datos del artículo “La historia oculta de aquella
noche de los bastones largos”, de María Seoane, diario Clarín, 29/7/2006 y con
los aportes de las entrevistas personales a Manuel Gaggero (2008) y Elba
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 81

Manuel Gaggero

Con el director del diario fuera del país, Manuel Gaggero asumió la
tarea de reemplazarlo en diciembre de 1973 con un interinato. La
primera modificación que se evidencia es la aparición de notas
editoriales con su firma, “Dr. Manuel J. Gaggero, Director
Interino”. En el institucional del diario se reafirmaba que Cerruti
Costa seguía siendo el director.
Cuenta Gaggero que cuando llegó a la dirección empezó a
“replantear la estructura de personal”, e impulsó “una reducción de
sueldos para los jefes”, que eran periodistas profesionales. “Todos
aceptaron. No podíamos seguir pagando esos sueldos. Había que
reducir los gastos. A mi juicio el diario al principio se pensó muy
'aparatísticamente'”. Pero la principal complicación no era ésta,
sino la línea que Sergio Peralta, Jefe de Redacción, y otros
miembros del PCA le estaban imprimiendo al diario. “Tuvimos
algunos inconvenientes con el PC, un aliado que se extralimitó”,
afirma Gaggero, que desplazó de inmediato a Peralta, y aclara: “El
diario tenía muy poca presencia nuestra y de los sectores
combativos revolucionarios, y mucha presencia del sector del PC”.
Para reafirmar la línea política con la que se debía encaminar la
publicación, Gaggero y el PRT-ERP impulsaron en esas semanas la
creación de una “mesa de redacción” en la que se pretendía dar
espacio y participación a las organizaciones que posteriormente
formarían la Junta Coordinadora Revolucionaria (la alianza entre
el PRT-ERP, el ELN boliviano, Tupamaros de Uruguay y el MIR
chileno). “En vez de tener una redacción unipersonal como
teníamos hasta ese momento, armamos una 'mesa de redacción',
compuesta por tres compañeros: Julio Huasi por el MIR chileno,

Martens (2007).
82 | MARCELO MAGGIO

Héctor del Pierri de Tupamaros, y Andrés Alsina por el PRT”


(Gaggero, entrevista personal, 2008).
Gaggero aún no era un perretista, aunque ya era un referente
del FAS y sobre él recaía la responsabilidad pública del diario El
Mundo. Su recorrido político había sido de lo más heterodoxo y
cargado de experiencia hasta ese momento. Manuel Justo Gaggero
nació en Paraná y en 1966 comenzó a ejercer su profesión de
abogado como laboralista. Se inició en política con una dubitativa
identificación con el peronismo en los años '50. Pero luego, ya
cursando la carrera de derecho, se acercó al movimiento
universitario peronista y se definió abiertamente como un militante
peronista con orientación de izquierda. A partir del entusiasmo y
las repercusiones locales que tuvo la Revolución Cubana, tomó
contacto con John William Cooke y Alicia Eguren, quienes
pensaban que “se podía formar un frente de liberación basado en el
peronismo y volcado a la izquierda” (Anguita y Caparrós, 1998, p.
232). Cooke lo recibió en La Habana en los tempranos '60. En su
estadía en Cuba, Gaggero tuvo oportunidad de conocer a militantes
socialistas de las más diversas tendencias que enriquecieron su
visión y su entusiasmo.
Una circunstancia familiar lo puso en contacto con el naciente
PRT. Susana Gaggero (hermana de Manuel) estaba en pareja (y se
casa) con Luis Pujals. Ambos eran militantes de Palabra Obrera, la
organización que confluye con el FRIP para formar el PRT. Pujals
era un referente importante y se lo recuerda como un aliado de
Santucho en las disputas internas de la organización. Luego Pujals
y Gaggero se harían amigos.
Sin embargo, Manuel Gaggero seguía ligado al peronismo, de
modo que llegó a 1973 como miembro del Frente Revolucionario
Peronista (FRP) que lideraba Armando Jaime y desde allí se
relacionó con el PRT-ERP. Mattini señala lo curioso del caso
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 83

Gaggero, “un peronista de primera hora, que en momentos en que


su movimiento accede al gobierno después de dieciocho años de
proscripciones y luchas clandestinas, se va” (2006, p. 229).
Tanto Jaime como Gaggero terminan siendo centrales para la
política de alianzas del PRT-ERP y marcan el tipo de relación que
tuvo la organización con el peronismo. Desde el norte argentino
-especialmente Salta, donde nace Armando Jaime- hacía fuerza el
FRP. Jaime surgió como militante peronista y confluyó en la
resistencia junto a Gustavo Rearte y otros dirigentes en el
Movimiento Revolucionario Peronista (MRP), avalados por Perón
-que mandaba sus cartas a través de Héctor Vilallón, también
miembro del MRP-. Pero este movimiento a poco de formarse se
rompió por las distintas posiciones que había dentro del
peronismo. Para el sector de Jaime era definitoria la posición
respecto a la Revolución Cubana y el tema de la lucha armada. Por
eso hacia 1966 todo un grupo se fue junto con Jaime del MRP y
fundó el Frente Revolucionario Peronista (FRP), planteando la
necesidad de la lucha armada, definiéndose por el socialismo y
tomando los elementos teórico-políticos que les aportaba Cooke.
Jaime había podido aglutinar bajo estos principios a todo un sector
que incluía militantes de todo el norte (Salta, Tucumán, Jujuy,
Santiago del Estero, Formosa y Chaco). “Después nos extendimos a
Buenos Aires, Córdoba, Rosario, cubriendo el mapa”, cuenta Jaime
(Bufano y Rot, 2005). Por su trabajo político en la zona conocen y
tienen afinidad con Benito Romano de la FOTIA. Luego en Salta,
los miembros del PRT que allí trabajaban lo hacían en conjunto con
el FRP. Los contactos con Santucho venían desde muy temprano:
“A Santucho lo conocíamos de mucho tiempo atrás. Cuando formó
el FRIP nos solía visitar”. Pero luego hubo un momento de
distancia entre el FRP y el PRT, y tuvo que ver con la alianza con
Nahuel Moreno y sus opiniones contra Cuba luego de la muerte del
84 | MARCELO MAGGIO

Che. Sin ambages, Jaime afirma sobre la relación con el PRT:


“Cuando tomaron una posición más definida y adhirieron a la
Revolución Cubana retomamos una buena relación”. Incluso había
otros motivos para distanciarse. Cuenta Jaime en relación a los
seguidores de Moreno: “Nunca fuimos simpatizantes del
trotskismo por la conducta de ellos. Por lo general siempre que
venían a vernos los trotskistas era para ver si nos 'hacían' algún
militante. En realidad si vos entrás en una alianza tenés que
respetar a tu aliado, no le vas a quitar la gente” (entrevista
personal, 2010).
La sinergia con el FRP se va mostrando en varios hechos. El
más claro es la elección de Jaime como el principal referente del
FAS. Incluso desde el PRT-ERP se fogoneaba una fórmula
presidencial para enfrentar a Perón (en las elecciones de
septiembre de 1973), en la que Armando Jaime iría acompañando a
Agustín Tosco. Según Jaime, la propuesta electoral Tosco-Jaime
salió de una reunión del FAS mantenida en el diario El Mundo.
Pero este proyecto electoral no prospera por la negativa de Tosco.18
Esta particular relación política entre organizaciones determinó
que Manuel Gaggero, hombre del FRP, quedara ligado al proyecto
del diario El Mundo: “Una vez establecido como subdirector me
volví a mi ciudad. Tenía mi estudio, mi trabajo. Venía a Buenos
Aires cada diez días, participaba de las reuniones, me consultaban
algunas cosas, escribía alguna nota, pero yo estaba en Paraná. En
diciembre, cuando Cerruti se va de viaje, asumo la dirección”
(entrevista personal, 2008). Debe establecerse en Buenos Aires
para conducir el diario El Mundo, una tarea que desempeñó con

18 Según Gaggero, “el gringo [Tosco] planteaba, 'mirá, yo creo que es cierto, que
estaría bueno construir una oposición al próximo gobierno de Perón, pero los
trabajadores quieren que Perón vuelva, y que vuelva a la Casa Rosada, y yo me
debo a los trabajadores, no puedo hacer una cosa distinta. Yo ya sé que este
gobierno va a ser una cagada, pero no puedo hacer otra cosa'” (Gaggero,
entrevista personal, 2008).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 85

total dedicación y con extensas jornadas laborales dentro de la


redacción.
El PRT-ERP le confió la tarea debido a su capacidad para
establecer y mantener las relaciones políticas dentro del llamado
frente legal.19 “Gaggero se transforma en un cuadro nuestro que
establece alianzas, y por eso está en el periódico desde el principio;
si querías un contacto (...) él hablaba con los peronistas, con los
radicales, con los comunistas”, explica Mattini (entrevista personal,
2008). Aunque Gaggero reconoce haberse incorporado al PRT-ERP
recién en 1974, sus funciones en el diario y en el FAS demuestran
que el acercamiento había comenzado mucho antes.
Luego de la experiencia realizada como director interino de El
Mundo, Gaggero colaboró como abogado para el PRT-ERP
defendiendo presos políticos. “En septiembre de 1974 nosotros
vamos a defender a los compañeros que habían caído en
Catamarca, en el intento de copamiento del regimiento. 20 Vamos
cinco abogados, de los cuales matan a Silvio Frondizi y a Alfredo
Curuchet -que lo levantan en la puerta de mi estudio-, Rafael Perez
se exilia, y Felipe Martín se manda en un avión a Portugal”
(Gaggero, entrevista personal, 2008). Gaggero estaba en la mira y
se había salvado de varios atentados, por lo que se le planteaban
dos opciones: irse o clandestinizarse. Se decidió por esto último,
por lo que pasó a llamarse Esteban Utrillo y cambió su domicilio.
“Cuando pasás a la clandestinidad lo podés hacer si tenés una
organización que te banca. El PRT ya me había propuesto la
incorporación anteriormente, pero recién ahí es que yo les planteo
mi ingreso al partido, en septiembre de 1974. Mi decisión era
quedarme en Argentina, y para eso tenía que estar clandestino el
tiempo que me bancaran” (Gaggero, entrevista personal, 2008).

19 Ver Mattini (2006, pp. 227-236).


20 Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada de Catamarca, intento realizado
el 11 de agosto de 1974.
86 | MARCELO MAGGIO

Desde la clandestinidad siguió trabajando en prensa, esta vez


desde la revista Nuevo Hombre. Y también siguió aportando al
frente legal manteniendo abiertos los canales con los aliados. Pero
ante la debacle generalizada no le quedó más alternativa que
exiliarse como tantos otros. En el exterior siguió activo como
miembro del partido y logró participar en una reunión del Comité
Ejecutivo del PRT realizada en Roma en 1977. Quedó alineado con
una de las fracciones que surgieron de ese encuentro y siguió
impulsando luego el frente legal desde la ciudad de Madrid. Luego
de esto, sus actividades continuaron, ya bajo otras siglas, hasta el
presente.

Félix Granovsky

Una de las tareas que el Buró Político del PRT-ERP estaba


interesado en aprender era la de “montar empresas”. Señala
Mattini que “esas eran las cosas que a Roby le encantaba charlar
con Granovsky”. El paso de Félix Granovsky por el PCA le había
dejado una serie de conocimientos y contactos con el aparato
económico secreto que controlaba José Ber Gelbard. De modo que
fue el encargado de realizar las tratativas con Julio Korn para la
compra del nombre y el archivo de El Mundo.
Sobre él recuerda Gaggero (entrevista personal, 2008):
“Granovsky se había ido del PC. Era muy amigo de Cerruti Costa.
Granovsky junto a Cerruti y Tosco habían formado el ICO
[Instituto de Capacitación Obrera]. Ahí llega Granovsky al diario.
Además era un gran organizador, esos cuadros que tenía el PC con
gran capacidad organizativa y mirada empresarial”.
También participó en el reclutamiento de periodistas para El
Mundo y se desempeñó en un cargo administrativo con
incumbencias periodísticas. Pero no tuvo un buen inicio. Cuenta
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 87

Elba Martens, su esposa: “A mi marido le dio un infarto cuando


murió Salvador Allende, él estaba ahí, en la redacción de El
Mundo” (entrevista personal, 2007). El 11 de septiembre de 1973
sería cubierto con una mezcla de inexperiencia y rabia, dos cosas
que quedaron registradas en las páginas del diario. Dentro de la
redacción, las tareas de Granovsky podían también ser
periodísticas, ligadas a la línea editorial y al armado de los títulos
de tapa, función que lo llevó a la tensión permanente con Sergio
Peralta, jefe de redacción y miembro del PCA, o con José María
Pasquini Durán, secretario de la redacción, también ex PCA. A
partir del viaje de Cerruti Costa, Granovsky decidió irse del diario,
en parte por las tensiones que mantenía con los periodistas
comunistas, y también porque no estaba de acuerdo con la línea del
PRT-ERP de continuar con la lucha armada durante la etapa
democrática.
Granovsky estuvo afiliado al PCA, pero su simpatía con la
Revolución Cubana y su amistad con figuras como Raúl Aragón y
Luis Cerruti Costa determinaron el alejamiento. Según Elba
Martens la decisión se produjo luego de un viaje a Cuba a mediados
de los '60.21 La principal actividad que Granovsky venía
desempeñando para el PCA consistía en la administración o
creación de empresas, algunas de las tantas que controlaba este
partido a través del Directorio.
La figura de Granovsky es la expresión acabada de todo un
abanico de militantes e intelectuales que el PRT-ERP tenía interés
en incorporar y que a partir de las discusiones sobre la lucha
armada y la Revolución Cubana rompen con el PCA. Mattini
(entrevista personal, 2008) completa: “Santucho consideraba que
el PCA era un partido que estaba 'enfermo de reformismo', lo

21 En 1966 se realizó en La Habana la Conferencia Tricontinental, y en 1967, en la


misma ciudad, la Conferencia de la Organización Latinoamericana de
Solidaridad (OLAS).
88 | MARCELO MAGGIO

llamaba así literalmente, pero que era un partido valioso porque


tenía cuadros valiosos, capaces y había que ganarlos”. Otro caso
similar fue el del corresponsal en Tucumán, Marcos Taire, quien se
desvincula del PCA y luego entabla relaciones con el PRT primero a
través del FAS y luego al incorporarse al diario El Mundo.
En la tarea de convocar periodistas Granovsky fue de gran
importancia. Norberto Vilar recuerda que fue Granovsky quien lo
llamó para integrarse al diario El Mundo: “Era un hombre que
venía del partido [PCA] y que en ese momento estaba ya afuera. Él
aparece como gerente o administrador y verdaderamente tallaba
fuerte en el diario”. Vilar pasó a conducir la sección Internacional a
la vez que dirigía los destinos de la agencia de noticias DAN del
Partido Comunista, que le vendía sus servicios al diario. “Yo era
subdirector de la agencia DAN y tenía una materia prima bárbara
para hacer la parte de política internacional. Se trataba de poner
una patita en un diario donde me daban un espacio", rememora
Vilar.
Militantes como Granovsky, por lo tanto, eran la llave para ir
llegando tanto al PC como a un arco de activistas y profesionales
filocomunistas que el PRT no quería desaprovechar.

Los comunistas

“Decidida la compra del desaparecido diario El Mundo con sus


valiosos archivos, Santucho pidió a la dirección comunista, como
parte del acercamiento político, que proporcionara al vespertino un
staff de periodistas, cosa que fue aceptada” (Seoane, 2003, p. 205).
Sergio Peralta, que venía de ser jefe en el diario Crónica, “fue
contratado para que el diario tenga un tono popular y se vendiera
en las clases populares. Peralta era del PC y pertenecía a la vieja
línea del partido" cuenta Vazeilles (entrevista personal, 2007).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 89

Junto con Peralta llegaron otros periodistas militantes del PCA


como Norberto Vilar, o periodistas profesionales de renombre
como Pasquini Durán, que se mantenía cercano a esta
organización.
Vilar (entrevista personal, 2009) recuerda que su presencia en
el diario fue algo que se discutió y estableció desde el partido, pero
como algo periodístico: “Yo fui a laburar”, aclara. “Se pensaban que
Peralta y yo éramos un dúo, pero yo me quería separar porque él
les discutía todo”. De todos modos, Vilar insiste en que ellos
estaban allí como periodistas y no en representación del partido ya
que de otro modo el PCA hubiera puesto un cuadro distinto a
Peralta, con otra personalidad. Con el tiempo, y llevando adelante
esa posición tan profesional, Vilar pudo llegar a comandar la
redacción del diario e incluso estar hasta los últimos días del diario.
Lo que queda claro es el delicado modo de acercamiento con el
que se manejó el PCA, en el que predominaron las evasivas (“esto
es profesional, no político”) o el secreto, como en el caso de
Pasquini Durán, quien “no se sabe por qué razones no quería
figurar en planillas, cobraba por separado y siempre negó que
hubiera desempeñado esas funciones. Tanto es así que en La
Voluntad (Anguita y Caparrós, 1998) cuentan que a Pasquini
Durán le ofrecieron trabajar en El Mundo y que no quiso. Según el
periodista Norberto Colominas (entrevista personal, 2011)
“Pasquini Durán era entre los periodistas profesionales el de más
alto rango en el diario”. Además, tanto Eichelbaum como Cossa
(jefes de sección) reconocen haberse acercado a la redacción del
diario El Mundo a partir de la invitación de su amigo en común,
Pasquini Durán.
Consultado sobre el tipo de acuerdo que se mantuvo con el PCA,
Luis Mattini (entrevista personal, 2008) explica: “Con el PC era
imposible ponerse de acuerdo sobre la lucha armada, pero
90 | MARCELO MAGGIO

podíamos decirles 'nuestros compañeros están en el sindicato tal,


enfrentemos la burocracia sindical juntos', y una moneda de
cambio que nosotros teníamos era un lugar en el periódico. Eso lo
disponía la dirección del PRT”. Esta afirmación, además de explicar
las condiciones políticas, expone del modo más crudo el carácter
instrumental con el que era concebido el medio. Como fue
explicado antes, ese grado de instrumentalidad del medio se
lograba gracias a la existencia de una subordinación al proyecto
político, que establece un objetivo mayor más allá de las fronteras
del propio medio.
Como el PCA sabía de las intenciones de cooptación de
militantes por parte del PRT-ERP, “había gente que estaba
destinada a hablar con los del ERP, no cualquiera. Era un miembro
del Comité Central del PC el que hablaba con ellos (...) Las
relaciones se mantenían con mucha precaución”, explica Isidoro
Gilbert (entrevista personal, 2008). También la intención de los
comunistas era que nunca se mezcle lo militar con lo político.
Armando Jaime (entrevista personal, 2010) completa el cuadro de
situación al afirmar que “Santucho consideraba que el PC tenía que
ser un aliado del FAS, y nosotros también considerábamos lo
mismo, por la estructura que tenía, por sus militantes, porque eran
marxistas. Eso lo discutimos juntos con Santucho”.
En primera instancia, el trabajo cultural de los comunistas
dentro del diario es puesto en crisis a partir de la línea política que
estaban desarrollando. “Los tipos llegaron al diario y dijeron 'esto
es nuestro, papita para el loro, estos traen la plata y nosotros
ponemos la gente'. Entonces cuando yo llegué a la dirección del
diario me encontré con esa situación”, explica Gaggero respecto de
las condiciones internas hacia diciembre de 1973. Pero pese a la
ruptura producida con Peralta a partir de la llegada de Gaggero a la
dirección, Norberto Vilar, a cargo de la sección Internacional,
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 91

permaneció en el diario: “Era muy leal, pese a que era del PC”,
afirma Gaggero. Se puede pensar que se adaptaba de modo
profesional o que también tenía sus propios objetivos relacionados
con la agencia DAN.
El Mundo publicaba los servicios de DAN (Distribuidora
Argentina de Noticias), que había creado el PCA en 1964 a partir de
la iniciativa de José María Peco y Norberto Vilar. DAN era una
agencia de noticias que publicaba las informaciones provenientes
de los países del bloque socialista y las distribuía en los medios
comerciales de Argentina. DAN dependía orgánicamente del área
de Propaganda del PCA, cuyo responsable era Fernando Nadra. Lo
cierto es que Vilar encontró en El Mundo un lugar para insertar las
informaciones del proyecto que él impulsaba y desde allí
posicionarla como servicio periodístico para el resto de los medios,
cosa que logró, en opinión de Isidoro Gilbert: “Con DAN se logra
hacer un servicio competitivo. El primer contrato es de El Mundo,
que publica sus noticias internacionales, lo que le permitió luego
entrar en Clarín y otros medios como una agencia normal”.22 La
relación del PCA y el PRT también llegó a generar algunas
humoradas dentro del diario: “Decíamos que nuestro periódico era
tan pero tan de izquierda que usaba de ‘tapadera’ al Partido
Comunista”, contó el periodista Horacio Eichelbaum (entrevista
personal, 2012).
Para entender mejor esta relación política hay que agregar un
dato: el PRT-ERP quería borrar su pasado trotskista y estaba
intentando acercarse tanto al PCUS como al PC local. Arrastraba
tanto los conflictos locales con la gente de Moreno como toda la
lucha interna desatada por la Fracción Roja a instancias de
militantes de la Cuarta Internacional. Por su parte, el PCA estaba

22 Por su parte Gilbert era corresponsal de la agencia soviética TASS y afirma que
si bien alguna vez pasó de visita por la redacción de El Mundo, nunca trabajó en
este diario, como se afirma en La Voluntad (entrevista personal, 2008).
92 | MARCELO MAGGIO

siendo influenciado por la propagación de la lucha armada en el


continente, y a partir de esto fue considerando las formas violentas
o “no pacíficas” de la política a partir de una elaboración propia.
Un ejemplo de esto es la preparación militar especializada del PC
local, que no trascendió a las bases y se mantuvo en el más absoluto
secreto, dependiendo directamente del secretario general. Escribe
Fernando Nadra en 1968 que “hay que prepararse concienzuda y
responsablemente para el evento de lucha no pacífica”. La
posibilidad de un escenario de este tipo seguramente tiende a
acercarlo al PRT-ERP.23
Los problemas entre el PCA y el PRT-ERP se desataron a poco
de iniciado el diario, cuando se produjo el copamiento del
Comando de Sanidad Militar, ubicado en la ciudad de Buenos
Aires. A partir de esto las relaciones se congelaron y a fin de año se
dio la mencionada retirada de la mayoría de los colaboradores que
había en el diario. Luego, el copamiento de Azul exacerbó las
tensiones con declaraciones hirientes de todos lados.
Pasado un mes de la muerte de Perón (agosto de 1974), el PRT-
ERP realizó dos ataques, el de Catamarca (Regimiento 17 de
Infantería Aerotransportada) y otro en Córdoba (Fábrica Militar de
Explosivos de Villa María); aquí se produce el alejamiento final
entre las dos organizaciones. Explica Seoane (2003, p. 232): “La
cúpula tradicionalmente conservadora del PC creyó que era el
momento de deslindar aguas para siempre. En una declaración
publicada en el Nº 58 de su periódico Nuestra Palabra, a fines de
agosto, calificó a los guerrilleros actuantes en Catamarca y Córdoba
como 'agentes de la CIA' y 'provocadores ultraizquierdistas':
simples 'terroristas'. El tono de la crítica comunista ponía fin a una
relación signada por la desconfianza mutua. Enfurecido, Santucho

23 Sobre esta línea de preparación militar dentro del PCA ver el interesante
artículo de Gabriel Rot, “El Partido Comunista y la lucha armada” (2006, pp. 14-
25).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 93

intentó inútilmente reunirse con el dirigente Fernando Nadra,


miembro de la dirección del PC, para debatir posiciones. (...) Esta
fractura se profundizaría cada vez más no sólo por la obstinación
del PRT-ERP sino por las posiciones comunistas frente al gobierno
de Isabel Martínez y, posteriormente, frente al golpe militar de
1976”. Seoane se refiere a la incomprensible posición del PCA tras
el golpe de 1976, cuando la dirección del partido siguió alentando la
diferencia entre milititares pinochetistas y democráticos. En mayo
de 1976 un máximo dirigente del PCA, Arnedo Álvarez, decía: “Los
sectores nacionalistas y demócratas liberales de las Fuerzas
Armadas pueden, si lo comprenden, apoyarse en esa mayoría
[partidos, organizaciones sociales y culturales, la mayoría de la
población] para asegurar el normal desenvolvimiento democrático
del proceso abierto el 24 de marzo” (Rot, 2006, p. 25).

4. Organización y organicidad

Debido a sus particulares características, el diario El Mundo se


organizaba internamente de modo distinto a una prensa comercial
o a una prensa de partido. Aparece en su estructura inicial una
matriz organizativa de prensa comercial que se fue corriendo hacia
otra con un control partidario más evidente. 24 Los cambios en las
formas organizativas no pueden pensarse como algo que se
produce de un día para el otro, sino que se van dando como una
adaptación y respuesta a las necesidades de desarrollo del
proyecto.
A la clásica estructura de Director/Subdirector/Secretario de
Redacción, el partido había sumado desde los inicios un Consejo de
Redacción25 que pretendía abrir el diario a la participación de los

24 Estas estructuras se presentan en el Anexo Documental bajo los títulos


“Momento inicial” y “Etapa final”.
25 Gaggero utiliza ese término. Mattini en cambio utiliza “consejo editorial”.
94 | MARCELO MAGGIO

principales aliados del PRT-ERP. Cuenta Gaggero (entrevista


personal, 2008): “La idea era hacer un órgano periodístico que
fuera lo más amplio posible. Por eso armamos un consejo de
redacción-dirección con Agustín Tosco, Hipólito Solari Yrigoyen,
Raúl Aragón, Armando Jaime, Juan Carlos Arroyo, Alicia Eguren,
Miguel Ramondetti, Alfredo Curuchet, el mayor Bernardo Alberte,
Jorge Di Pascuale. Era un consejo muy amplio. Se arma después de
que empezamos a sacar los primeros números. La idea era que
muchos de ellos fueran columnistas del diario y que cada semana o
cada diez días discutiera la línea del diario y sus problemas”. Se
incluía en este consejo a los miembros de primera línea del FAS e
incluso a aquellos que eran cercanos al FAS pero no miembros
plenos, como el caso del senador radical Hipólito Solari Yrigoyen
de gran presencia en las páginas de El Mundo. Pero la capacidad de
intervención del Consejo de Redacción fue relativa, limitada, y
recién en los últimos meses se le dio más participación, tanto en
producción de notas como en discusión de línea. En definitiva el
Consejo nunca terminó de cumplir esa función para la que fue
creado, por demás interesante si se piensa que era el articulador
FAS-diario. Así lo manifestó Armando Jaime (entrevista personal,
2010): "La relación con el diario era que éste sería una expresión
política no sólo de los grupos políticos que estaban en el FAS, sino
además de promover las políticas del FAS y expandirlas hacia otros
nucleamientos”. Aunque no lo logró, consecuencia de la espiral
política en la que se fue envolviendo el propio PRT-ERP y en la cual
lo legal quedaba cada vez más expuesto y atado a lo ilegal, el corto
tiempo de esas experiencias legales mostró un crecimiento
exponencial.
Como se ha explicado antes, al nivel de las jefaturas de sección
se habían establecido todos periodistas profesionales. Dentro de
cada una de esas secciones había una diversidad de periodistas,
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 95

orgánicos del PRT-ERP, militantes, simpatizantes varios y una


amplitud de profesionales, además de una cantidad de jóvenes que
hacían sus primeras armas en la escritura, como es el caso de las
mujeres periodistas Victoria Azurduy, Stella Calloni o Ana María
Guzzetti. Se destacaba también la nutrida sección de deportes que
ocupó siempre una gran cantidad de páginas y salvó la presencia
del diario en la calle en los momentos más difíciles, como fue luego
de los atentados o del secuestro y quema de ejemplares. Con la
jefatura de Raúl Minteguiaga trabajaban allí Juan José Panno,
Guillermo Gasparini, Adrián Desiderato (turf), Jorge “Gallego”
Fernández (automovilismo), Horacio del Prado, Horacio Pagani
(colaborador en Box) y Guillermo Blanco (colaborador).
Sin embargo, la idea de un periodista profesional no es la
misma según el momento histórico que se considere. Al respecto es
interesante el ejemplo de lo sucedido con la formación de la
plantilla para el diario La Opinión, que salió a la calle en abril de
1971, por tomar un caso de prensa comercial emblemático. En la
biografía de Jacobo Timerman se explica que “casi todos los
candidatos a integrar La Opinión eran militantes peronistas o de
izquierda, tenían relaciones estrechas con esos militantes o, cuanto
menos, simpatizaban con ellos. Los periodistas sin compromiso
político eran escasos y resultaban sospechosos: no se concebía que,
en una época de proyectos colectivos y revulsión política, un
periodista no adhiera a algún bando” (Mochkofsky, 2003, p. 153).
Juan José Panno, periodista deportivo, es el caso de un
periodista profesional que se desempeñaba en El Mundo. Describe
así su participación: “Yo no militaba en el ERP, ni en el PRT. Tenía
como todos en esa época simpatía por cualquier organización de
ese tipo, lo veía con buenos ojos porque esa era la corriente que
circulaba por esos tiempos. O sea que estaba a gusto de trabajar en
un diario de esos. (...) Nosotros éramos periodistas, no éramos
96 | MARCELO MAGGIO

militantes. Ninguno de los que estábamos en la sección Deportes


era militante de ninguna organización, aunque sí participábamos
en el gremio de prensa” (entrevista personal, 2008).
De todos modos, los testimonios dan cuenta de una tensión y un
conflicto permanente entre los periodistas profesionales y los
militantes, tensión exacerbada sobre todo en las instancias
asamblearias. Panno recuerda que durante las asambleas se
debatían hasta las cuestiones nimias: “Era un tiempo en el que se
discutían mucho las cosas, y eso se trasladaba a la redacción”. Pero
las tensiones se generaban principalmente por el modo de concebir
la práctica dentro del diario, porque lo que para unos era una
fuente laboral (que no había que exponer a la represión), para otros
era un frente de lucha para hacer la revolución.
Según Gaggero era un debate que cruzaba permanentemente el
diario y al que no se le encontró una solución: “Un sector de
trabajadores del diario decía 'para mí éste es el lugar de mi trabajo
y ustedes lo ponen en riesgo con esta posición política. Si ustedes
siguen confrontando con el gobierno, van a llegar con los camiones
de culata al diario -como se decía en esa época-, nos van a meter a
todos, y nos van a hacer mierda'. Había otro sector más politizado
que decía 'este es un diario combativo, no tiene que cambiar de
línea'. Y había otro sector, más duro, que decía 'este diario se paga
con la sangre de los compañeros que pelean y combaten'. Entonces
era una discusión irresoluble, porque lo que decía el personal era
correcto, 'yo acá vengo a trabajar, a militar me voy a mi sindicato o
a mi barrio'. Otros decían, 'no, este es mi espacio de militancia', lo
que también era correcto. Y otros decían 'esto se financia con la
plata que obtienen los guerrilleros jugándose la vida', también era
correcto. Esta discusión no tiene resolución” (entrevista personal,
2008).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 97

El desarrollo del tipo de comunicación alternativa que realizaba


El Mundo, mediante un trabajo periodístico enmascarado en una
prensa comercial, es el que genera esa tensión (entendida como
articulación-conflicto) que señalan los testimonios. Frente a esto y
para poder sostener el rumbo -una línea política-, el PRT-ERP y
sus aliados impulsaron diversos modos de organización del medio,
que implicaron distintas ideas acerca de la organicidad de los
militantes y los periodistas, de sus márgenes de maniobra y
distanciamiento en relación a lo que puede ser considerado el
núcleo ideológico del medio: la estrategia de la organización
revolucionaria.
La tensión que se plantea en este terreno es entre organicidad y
autonomía, esto es, en qué medida la línea partidaria se traduce en
acciones para el diario, cuánta atención le debe dar alguna parte de
la organización política a lo que sucede en el medio, tanto en el
nivel operativo como en el de los contenidos, y también qué grado
de iniciativa y determinación propia se pueden permitir los
miembros del medio. Dentro del espíritu de época, la organicidad
era un valor positivo (no sólo para las organizaciones armadas, sino
para la izquierda en un sentido amplio) y podía ser entendida
mediante términos como “seguir la línea” o “subordinación
consciente”. La autonomía, por otra parte, si se planteaba de modo
laxo o imprudente, podía ser el equivalente a “desviación
individualista” o “espíritu pequeño burgués”.
Una organicidad que implicara grados de “iniciativa personal”,
creatividad, o crítica al rumbo de la política llevada a cabo
colectivamente muchas veces podía ser entendida como vacilación
o como conspiración y fraccionalismo (más allá de los motivos
fundados que se pudiera tener para sospechar, como en el caso del
PRT-ERP luego de haber experimentado el trabajo fraccional
interno por parte de grupos trotskistas). Pero incluso era muchas
98 | MARCELO MAGGIO

veces la propia militancia de base la que reclamaba con la pregunta


“¿cuál es la línea a seguir?”, con lo cual se empujaba a la dirigencia
a esa posición vertical. Ya hacia 1957 Silvio Frondizi abordaba
teóricamente estos problemas y a través del Grupo Praxis y sus
militantes influyó sobre la naciente nueva izquierda. En su crítica
al trotskismo y al PC afirma que “la izquierda tradicional era
responsable de producir una subjetividad similar a la de la
sociedad burguesa mediante el misticismo de la propia
organización y de los dirigentes infalibles (...) lo que había
terminado por aplastar la personalidad, el espíritu crítico, y la
actividad creadora de sus militantes y simpatizantes” (citado en
Tarcus, 1996, p. 145).
Entonces, en términos de organicidad (o de ligazón directa del
diario con la organización) se habían establecido varios canales. 26
Aparecen en este sentido varias instancias de decisión “política” en
el medio. La denominada “Mesa Directiva” (Alberto Baquelas,
Alberto Genoud del PRT-ERP, y Manuel Gaggero) coordinaba la
parte 'operativa-logística' del diario con la parte periodística. La
Mesa tenía relación directa y semanal con el responsable del Frente
Legal del partido, Benito Urteaga. Además Urteaga (o el miembro
del Buró que lo reemplazara) era el encargado de llevar el dinero
todos los meses al diario. Quien recibía los cerca de cien mil
dólares mensuales era Alberto Genoud, un contador que además de
participar en la Mesa Directiva supervisaba el área administrativa
contable. Por último, en la parte de “legales” del diario estaba Aldo
Comoto, un abogado sindical que había estado en Praxis y que
tenía experiencia política, un hombre que “estaba en el aparato
legal del PRT y que como era abogado era un poco tapa agujeros de
cualquier cosa” (Mattini, entrevista personal, 2008).

26 Descriptos en el organigrama del diario (ver Anexo).


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 99

El PRT-ERP no colocó ningún hombre propio del periodismo


que pudiera ser una referencia a la vez política y periodística dentro
de la redacción.27 El más cercano a esa combinación pudo haber
sido Andrés Alsina, pero su pasado en acciones directas del ERP lo
relegaba a posiciones menos expuestas en lo legal. Integraba sí la
célula de los militantes del PRT-ERP que estaban dentro del diario
y su figura fue destacada tanto en los inicios como en la etapa final
del diario. Más bien se siguió el modelo mediante el cual se trabajó
tanto en el FAS como en el MSB, en el cual los referentes visibles
tenían que ser de otras fuerzas políticas, según lo establecido por el
propio Santucho.
En relación a los militantes del partido que estaban en el diario,
no eran considerados como militantes con jerarquía de decisión.
Según Mattini, los únicos que tenían capacidad de decisión en
relación al diario eran los miembros del Buró Político. Sin embargo
todo este planteo de jerarquías y estructuras debe matizarse con el
grado 'incipiente' de formalización de la organización del diario y el
alto nivel de utilización de la improvisación y la informalidad para
muchas tareas, por lo cual no puede tomarse en sentido estricto. Al
respecto cuenta Gaggero: “Yo me reunía, así de cruce, con el Gringo
Menna, con el Flaco Carrizo, alguna vez incluso conversamos del
diario incluso con el Pelado Gorriarán. Todos daban vueltas, si
estaban por el Centro y tenían tiempo, decían 'che, ¿tomamos un
café?'” (Gaggero, entrevista personal, 2008). Lo mismo sucedía con
la relación de Cerruti Costa y Félix Granovsky con los miembros del
Buró en general y con Santucho en particular, con quien se
juntaban a discutir o leer en la oficina de Cerruti.

27 En esto se diferencia de lo que pudo ser Miguel Bonasso dentro del diario
Noticias (una experiencia que, como ya se ha dicho, posee varias características
en común con El Mundo). El rol de Bonasso en el diario aparece tanto en su
libro Diario de un clandestino como en El diario Noticias. Los Montoneros en
la prensa argentina (Esquivada, 2004).
100 | MARCELO MAGGIO

Según el esquema de la organización interna del PRT-ERP que


puede encontrarse en la investigación de María Seoane (2003), el
partido sostenía cinco frentes de trabajo: Propaganda, Sindical,
Legal, Solidaridad e Internacional. Cada miembro del Buró
“atendía” algún frente. “En general teníamos una función específica
pero siempre combatíamos lo que era la especialización, la
unilateralidad en los cuadros dirigentes. Para nosotros los cuadros
dirigentes tenían que ser múltiples. Claro que alguno tenía que
encargarse, pero de vez en cuando reforzábamos o cambiábamos de
posición”, explica Mattini. Benito Urteaga era el que atendía el
frente Legal, y el diario El Mundo dependía de este frente. Además,
Urteaga era quien escribía los documentos internos del PRT sobre
Legales.
Para que el trabajo del diario no cediera a las “presiones
hostiles” de las diferentes líneas ideológicas que allí convivían (son
los términos usados por el partido), Mattini cuenta que “se le
dedicaba en cada reunión semanal del Buró Político al menos una
hora de discusión al tema del diario. Y de ahí se agarraba [Benito]
Urteaga para después implementar”.
Esta dependencia del frente legal resulta importante para la
comprensión de la función del diario, ya que efectuaba un cambio
fundamental del esquema clásico leninista al no depender de
Propaganda. Eso le imprimió el contenido específico y su misión,
ya que si el frente legal tenía como tarea central establecer fuertes
vínculos políticos con los aliados, el diario se conformó sobre la
base de la relación con esos aliados, tanto al interior de la
redacción de El Mundo como por el apoyo y la creciente
participación del Consejo de Redacción. De este modo, Legal se
convirtió en un espacio en donde se discutía y se construía con los
aliados, donde se forjaban los lazos políticos que permitían
solidificar una verdadera fuerza social masiva. Hacia afuera, en
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 101

perspectiva, esto fue lo que le permitió pensarse como un diario de


masas, porque formaba parte de una política de masas.
Sin embargo, “Propaganda mantenía contactos laterales” con el
diario, revela Mattini. Esto es que “le hacía llegar materiales
reservados del partido para ser publicados” (entrevista personal,
2008), como el caso de un artículo sobre la creación de la Junta de
Coordinación Revolucionaria (JCR), con el cual hubo serios
problemas y que da cuenta también de la relación del Buró con el
diario. Por este asunto Baquelas fue sancionado y desplazado de su
función. El artículo apareció con el pseudónimo de Ernesto
Contreras, que era el nombre que usaba el partido dentro del diario
durante la última etapa de la publicación. Las notas de Contreras
podían ser escritas por miembros de la dirección del PRT-ERP,
pero podían llegar a través del contacto lateral con un órgano de
propaganda del PRT, como el periódico El Combatiente, siempre
que fuera a pedido de la dirección. El incidente en relación a este
artículo sobre la JCR tenía implicancias internacionales: “La
aparición pública de la JCR era un notición y se decide que lo
escriba Contreras”. Le encargan la nota a un militante de
Propaganda (que se encargaba de escribir para El Combatiente).
“La cuestión es que escribe que la JCR es una nueva internacional.
Sale la nota y se arma la cagada. Además de que era incorrecto nos
metía en un lío con los cubanos porque ellos se oponían y decían
que no la hagamos pública” (Mattini, entrevista personal, 2008). A
partir de este incidente (el artículo sale en la tapa de El Mundo Nº
141, 13 de febrero de 1974), y con el desplazamiento de Baquelas,
Gaggero asumió mayores responsabilidades políticas dentro del
diario.
Gaggero se recargó de tareas y responsabilidades, ya que al
asumir despidió a Peralta, tampoco estaban Cerruti Costa ni
Granovsky, y el partido quitó a Baquelas. La nueva estructura de
102 | MARCELO MAGGIO

dirección del diario quedó definida de un modo heterodoxo. 28 Al


desaparecer la “Mesa Directiva”, Gaggero impulsó la creación de la
“Mesa de Redacción”, que pretendía amalgamar el trabajo
periodístico con la naciente línea política de coordinación
latinoamericana (Julio Huasi por el MIR chileno, Héctor Pierri por
Tupamaros y Andrés Alsina por el PRT-ERP). También se toman
determinaciones consultando al Consejo de Redacción. Queda
entonces conformado un núcleo de dirección más “político” que
reemplaza al anterior esquema “periodístico”. Como es de esperar,
esto repercute en el contenido del diario. Norberto Vilar, por su
parte, deja entrever que pasó a coordinar la redacción del diario
cuando vino la crisis con Peralta.
Estos desplazamientos organizacionales son propios de la
tensión señalada por la comunicación alternativa y que se
profundizaron mediante el trabajo enmascarado en una prensa
comercial, esto es, bajo la cobertura-máscara de un “periódico
independiente de información general”. ¿Qué implica esta idea
genérica sobre los periódicos? Según el investigador Héctor Borrat,
un periódico de este tipo es “todo aquel que se define y actúa en
función de los objetivos permanentes de lucrar e influir,
excluyendo toda relación de dependencia estructural respecto de
cualquier otro actor que no sea su empresa editora” (citado en
Esquivada, 2004, p. 124). Pero esos no son los objetivos de El
Mundo, ya que la empresa editora no tiene como meta lucrar, ni
tampoco pretende influir en la sociedad sin tener dependencia de
otro actor social, porque más bien el diario se encuentra regido por
el carácter instrumental que le da su organización política.
Esas características que resultan centrales en El Mundo, y que
se combinan con el enmascaramiento, son propias de una
comunicación alternativa. En términos generales este diario no fue

28 Ver Anexo.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 103

una experiencia comunicacional aislada sino que se inserta en una


práctica que se extiende desde fines de los años '60 en América
Latina. Las características que van a delinear estos proyectos
político-comunicacionales como alternativos serán sus vínculos de
diferente tipo con proyectos de cambio social, sostenidos por la
presencia de una vanguardia política que los define o también
mediante una vinculación amplia al campo popular en su conjunto.
El PRT-ERP desarrolló una política comunicacional que fue más
allá del clásico concepto leninista de propaganda, o incluso del
original modo que tuvo el PCA durante los últimos años de la
primera época del diario El Mundo, que se regía por las normas de
lucro y secreto absoluto del Directorio. En este sentido el
enmascaramiento constituyó un verdadero salto teórico político:
implicó el impulso de una comunicación alternativa desarrollada
bajo formas específicas de una prensa comercial (la de un periódico
independiente de información general). Por lo tanto fue además
una implementación concreta del principio leninista de la
combinación del trabajo legal con el ilegal.
La amplitud y los márgenes de autonomía posibles en un
proyecto de este tipo adquieren características especiales. La
originalidad de la propuesta determina un tipo de trabajo
comunicacional específico que, por su particularidad, habilita la
emergencia de problemas como el mencionado por Gaggero: la
dificultad entre los periodistas profesionales y los militantes, que
en principio aparecieron como irresolubles.
La asunción por parte del medio de una relación de
subordinación estratégica de objetivos implica que sus formas de
funcionamiento se adapten a las necesidades de la organización. 29
Esa subordinación estratégica es la que marca los límites de la
autonomía en un proyecto. El PRT-ERP lo tenía presente para

29 Ver Vinelli (2002, pp. 60-66).


104 | MARCELO MAGGIO

todas sus tareas políticas mediante el planteo de “firmeza


estratégica y flexibilidad táctica”, lo que le permitía hacer
propuestas en términos amplios (que después le resultaba difícil
implementar). En el caso del diario El Mundo la flexibilidad táctica
se vio restringida cada vez más por un control partidario motivado
por varias causas, como el agotamiento acelerado de la legalidad
democrática, la frustrada alianza con el PCA o los temores fruto de
la inexperiencia. Como lo veremos en la tercera parte del trabajo,
esto se manifiesta en una vulneración cada vez mayor del modelo
de enmascaramiento en donde el discurso ideologizado se hace
cada vez más evidente.
De todos modos, los tres aspectos de la comunicación
alternativa, que son oposición, inserción e instrumentalidad, se
mantuvieron hasta el final del proyecto, presentes más allá del
mayor o menor grado de enmascaramiento, por lo que vale
considerarlos puntualmente. El carácter oposicional y de
enfrentamiento supone al periódico disputando contra un enemigo
al que se caracteriza por la dominación que ejerce en la estructura
capitalista. Segundo, la asunción de un tipo de relación particular
con lo social, con aquello que se quiere comunicar, que se lleva
adelante mediante la inserción. Esto por ejemplo se traduce en la
relación que hay entre la agenda del medio y los objetivos políticos
del grupo (o los grupos) a los que se adscribe el medio, de modo
que la agenda se torna dinámica, dialéctica, y así lo social le puede
imponer los ritmos a lo periodístico. Tercero, el reconocimiento del
carácter instrumental que tiene el medio da lugar a desarrollar
mecanismos de mayor o menor dependencia (o autonomía, según
lo que se valore) en relación a las instancias políticas que lo
determinan.
Se ha señalado que los medios ligados a un proyecto de cambio
social presuponen un carácter oposicional con el orden
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 105

establecido: “Las prácticas alternativas, contrainformacionales u


oposicionales (en términos de Raymond Williams) que se
enmarcan en un proyecto de cambio social (...) definen su agenda
de acuerdo a los objetivos políticos del grupo que integran” (Vinelli
y Rodríguez Esperón, 2004, p. 15). Y continúa: “La
contrainformación supone enfrentamiento, no sólo contra el
discurso oficial sino también contra el orden establecido.
Enfrentamiento que algunos nos empeñamos en seguir
caracterizando como lucha de clases” (p. 17). No se trata de una
conflictividad u oposición generada por elementos arbitrarios, sino
que es un conflicto en principio objetivo, y que se puede cristalizar
en el medio de comunicación a partir de una profunda imbricación
entre el análisis político-ideológico y el orden del discurso.
La inserción social lleva directo al problema de la agenda. El
medio se puede orientar a ser un amplificador de los procesos
sociales de lucha que se vienen desarrollando en un marco cercano
o estrecho (donde están las organizaciones de extrema confianza y
afinidad), o puede optar por arriesgar más y en el día a día
encontrar nuevos márgenes de amplitud ideológica y periodística.
En este último camino, uno de los objetivos es suturar las grietas
que hay en el interior del campo popular. De alguna manera las
concepciones iniciales tanto del FAS como del diario El Mundo
arriesgaban ese camino; a su modo también lo implementaron.
Por último, y en relación al reconocimiento de la
instrumentalidad del medio, dijimos que requiere del desarrollo de
mecanismos de relación con la organización política, y en el caso de
no haber una pertenencia específica se da en relación a un campo
de lucha social, que es determinado por un abanico de alianzas que
debe ser definido desde el medio. Para ambos casos se parte de un
reconocimiento, de una asunción, por parte de quienes impulsan el
medio: se trata de una herramienta para el cambio social (Vinelli y
106 | MARCELO MAGGIO

Rodríguez Esperón, 2004). Como primera consecuencia de esto,


los límites entre el adentro y el afuera del medio se tornan
borrosos. Un medio de comunicación así configurado deja de ser
un proyecto en sí mismo e identifica sus intereses con los del
desarrollo de un cuerpo social más amplio.
Por supuesto que las prioridades y el modo de asumir la tarea,
el compromiso, cambiarán si esta asunción la hacen todos o sólo
una parte de los partícipes del medio. Ésta es la dificultad que se
plantea en El Mundo con la presencia de los periodistas
profesionales, enmarcados por la simpatía pero también por la
necesidad salarial. Una línea de delimitación marcaba que al
menos había que ser simpatizante de la causa popular. Juan José
Panno explica así esta situación dentro de El Mundo: “Dentro de
esa pluralidad no había fachos, pero los matices en esos momentos
eran muy grandes, aunque las discusiones eran bastante más
fraternales de lo que pueden ser ahora, porque se visualizaba a un
enemigo común” (entrevista personal, 2008). Tito Cossa señala
que el tiempo que estuvo en El Mundo trabajó libremente “porque
tenía una coincidencia ideológica con el diario”. Y que luego la
contradicción con la “conducción revolucionaria” lo convirtió en un
diario periodísticamente débil y por eso decidió marcharse. Se
aprecia así cómo los periodistas profesionales asumían la
delimitación e incluso la existencia del conflicto social (“enemigo
común”, “coincidencia ideológica”) y un carácter de enfrentamiento
que era insalvable (que por supuesto muchos pedían mitigar dada
la exacerbación que hacía el PRT-ERP con la continuación de la
lucha armada). Este ejemplo sirve también para contribuir a la
historización del concepto de periodista profesional.
La medida o el grado en que la herramienta comunicacional se
apoya en militantes propios, militantes aliados, o profesionales, y el
modo de asumir el compromiso por parte de quienes llevan
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 107

adelante la tarea periodística, se explica en parte por cómo es la


relación entre organización política e intelectuales.

5. Los intelectuales

Es posible deducir que el diario El Mundo para poder desarrollar el


trabajo periodístico de calidad que pretendía (esto es, con
periodistas no individualistas, con iniciativa política y que a la vez
asumen formar parte de un proyecto colectivo con diversos grados
de compromiso), requería contar con una masa crítica de
intelectuales orgánicos que lo sostuvieran.
Entonces la práctica impone una necesidad: intelectuales
ligados a la organización. A partir de esa asunción aparece el
imperativo de encontrar algún tipo de política para la relación,
desarrollo y proyección con estos intelectuales, que tendrán que
crecer con el tiempo hasta llegar a ser orgánicos. “El intelectual
orgánico [en la concepción de Gramsci] será el punto de unión o el
eje entre la filosofía y el pueblo, adepto a la primera pero
activamente identificado con el segundo”, no es un pensador
contemplativo, sino que su tarea es la de un organizador, un
constructor que “participa activamente en la vida social y ayuda a
articular teóricamente aquellas corrientes políticas positivas ya
contenidas en ella” (Eagleton, 1997, p. 157). En esta explicación de
Gramsci que hace Eagleton hay una insistencia: se trata de dar una
batalla cultural desde la perspectiva e intereses de las clases
populares.
En la medida en que la organización política triunfa en las
tareas de relación, desarrollo y proyección de intelectuales
orgánicos, logra reducir su necesidad de “profesionalismo” en caso
de que eso sea lo que pretende. Pero la organicidad en términos
gramscianos no debe entenderse como una dependencia lograda
108 | MARCELO MAGGIO

mediante mecanismos de control ideológicos, sino que se logra


mediante profundos lazos motivados por la confianza y el
desarrollo en común, donde es posible la creatividad y la
autonomía dentro de un marco de subordinación estratégica, del
modo en que también lo entendía Silvio Frondizi.
Algunas interpretaciones ven la relación del PRT-ERP con los
intelectuales como tormentosa. Según Pablo Pozzi había dentro del
PRT-ERP una jerarquización no institucionalizada pero que sí
formaba parte de la vivencia partidaria, en la cual estaban en la
cima quienes no pasaban la prueba de parafina, es decir, quienes
desarrollaban las actividades militares. “Dicha jerarquía iba,
aproximadamente, en orden de importancia: la Compañía de
Monte 'Ramón Rosa Jiménez' del ERP en Tucumán; las otras
unidades del ERP; los frentes de masas en sindicatos o fábricas; el
trabajo en barrios o villas de emergencia; el activismo estudiantil;
la organización juvenil; y en último lugar el frente legal” (Pozzi,
2004, p. 147). Dentro del frente legal se desarrolló una parte del
trabajo cultural, como el diario El Mundo. En cambio, según Daniel
De Santis, “lo que plantea Pozzi es una visión deformada” ya que en
lo político “el frente obrero o el de propaganda no sólo tenían más
prestigio sino que en última instancia eran los que terminaban
marcando la línea. Sería algo falso afirmar que desde el frente
militar se bajaba la línea” (De Santis, entrevista personal, 2009).
Dejamos aquí planteadas las dos posiciones entendiendo que
avanzar sobre estos puntos excede los propósitos de este trabajo.
Pero en definitiva cabe sí comentar que la organización desarrolló
desde 1970 una política revolucionaria en la cual la lucha armada
era considerada la forma fundamental de lucha y todas las demás
actividades estaban en su función, entonces pareciera que Pozzi y
quienes aceptan ese esquema olvidan eso con el sólo fin de
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 109

cristalizar conceptos ad hoc como “militarismo” o


“antiintelectualismo”.
Más allá de las consideraciones internas de la organización
(sobre supuestos prestigios o no), para los militantes del frente
legal y cultural la continuidad de la lucha armada fue un elemento
que terminó colapsando lo legal, como explicaba el principio
leninista. A esto se sumaba otro elemento, la consideración que
para la época se le tenía al frente legal en particular: el Buró
Político “no podía zafar de un prejuicio muy enquistado, el temor a
que demasiada 'política legal' favoreciera el fantasma del
reformismo y el populismo. Todos los militantes del sector legal
eran, prima facie y mientras no se demostrara lo contrario,
sospechosos de reformismo” (Mattini, 2006, p. 230). Y para que las
presiones de las clases hostiles no se impongan sobre el militante
legal-cultural, es necesario que se proletarice, esto es, que
comparta “la práctica social de la clase obrera, su modo de vida y su
trabajo” si es que pretende tener “las auténticas virtudes
proletarias: humildad, sencillez, paciencia, espíritu de sacrificio”,
como explicaba el folleto Moral y proletarización de julio de 1972
(De Santis, 2006, p. 99). Del mismo modo que con la lucha
armada, el modo de vida proletario constituye también un
generador de subjetividad. Por eso según estos principios de
proletarización establecidos en este documento, “es un error creer
que basta con abrazar la ideología de la clase obrera y luchar por
ello para adquirir sus características y puntos de vista”.
Hay una tendencia a interpretar la proletarización como
antiintelectualismo: “Pasó a ser regla no escrita que cuanto más
analfabeto, más proletario sería el militante” (Carnovale, 2006).
Ese es el espíritu de la crítica que por ejemplo realiza Vera
Carnovale y que de algún modo amplifica la visión de Pozzi. Pero
tras una idea como esta hay una simple incomprensión de todas las
110 | MARCELO MAGGIO

dimensiones que implica una política como la proletarización, ya


que en realidad abarca valores sociales y modos de vivir, para
convertirse así en un momento práctico en la dialéctica del
militante. La proletarización sería la parte práctica de la ideología
debido a que, según el PRT-ERP, el militante no está completo con
tan sólo la declamación. No entender la proletarización en este
sentido, en primer lugar, es no contemplar la idea de praxis. En
segundo lugar, la proletarización tiene una dimensión de política
cultural importante al darle valor específico a la cultura popular,
que aparece así como fuente de la que se debe nutrir el partido
revolucionario y sus militantes, el mar en donde florece lo nuevo (y
no sólo en las cabezas de sus ilustres dirigentes). Se trata entonces
de otra manera de entender y enriquecer la dimensión subjetiva del
militante, como de modo germinal lo planteó Silvio Frondizi, para
quien el comportamiento de la vieja izquierda conduce al
“sectarismo, al aislamiento aristocrático y a la pérdida del sentido
del medio social”, lo cual hace aparecer ante las masas a los
militantes como “gente extraña, irreal, venida de otros mundos”. El
militante integral de la nueva izquierda, 30 en cambio, tomaba en
cuenta todas las formas de la alienación, fundaba su acción no sólo
en la pura necesidad sino también en las necesidades menos
elementales aunque igualmente reales, hablaba con otro lenguaje y
presentaba las exigencias propias de la libertad y no sólo de la
necesidad. Para ello era menester que la organización política se
fuera constituyendo como un espacio de preconfiguración de la
sociedad futura, a la vez que una herramienta para la lucha por el
poder.31

30 En referencia a los nuevos grupos políticos que se fueron constituyendo en


oposición al dogmatismo y anquilosamiento de la izquierda tradicional, tanto
comunista como socialista.
31 Ver Tarcus (1996, pp. 143-147).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 111

¿Es necesario que el intelectual se proletarice? Si se entiende al


intelectual en el sentido liberal del término (como grupo social
autónomo), esa será la salida encontrada. En cambio es posible
encontrar numerosos casos, tanto en el PRT-ERP como en otras
organizaciones de la época, en los que es posible entender a los
intelectuales del modo en que lo plantea Gramsci. El error más
difundido en relación al análisis de las tareas de los intelectuales,
según Gramsci, “es el haber buscado un criterio de distinción en lo
intrínseco de las actividades intelectuales y no, en cambio, en el
conjunto del sistema de relaciones en que esas actividades se hallan
(y los grupos que representan)” (2000, p. 12). En el caso que
estamos abordando, se ha dado cuenta de ese sistema de relaciones
a partir de la categoría de inserción, con la cual los periodistas
pueden articular la agenda en el medio de comunicación. La
existencia concreta de esa inserción de los periodistas militantes da
cuenta de un trabajo intelectual de otro tipo.
Más interesante aún es un señalamiento de Gramsci sobre el
problema de la inserción y la organicidad en el periodismo: “Las
redacciones, si no están ligadas a un movimiento disciplinado de
base, tienden a convertirse en conventículos de profetas
desarmados o a dividirse según movimientos descompuestos y
caóticos” (2000, p. 153). El ritmo que la lucha social impuso no
sólo al diario El Mundo sino a todo el arco de publicaciones legales
y militantes de la época, demuestra la existencia de intelectuales
orgánicos pensados no sólo por sus tareas sino también por el
sistema de relaciones en que estaban insertos.
Por su carácter embrionario y contradictorio, los proyectos
pertenecientes al frente de la cultura fueron encontrando su lugar
desde la práctica. Por ejemplo, esa referencia a la valija mensual
de dinero que costaba el diario El Mundo, podría haber servido
para hacer un cuestionamiento, alguien que dijera “por qué no
112 | MARCELO MAGGIO

usamos ese dinero para otra cosa”. Mattini contesta que ese
planteo hubiera sido imposible: “Nosotros teníamos muy claro que
todo lo que se invirtiera en ideas, en tirada, en publicidad hacia
afuera, en propaganda, era positivo. (...) Y nunca hicimos una
proporción entre la masa del esfuerzo y la resultante” (entrevista
personal, 2008). Incluso se invertía dinero de la organización en
proyectos que eran afines y que estaban pasando dificultades
económicas: “Se ponía guita por abajo para otros emprendimientos
ya existentes, que no eran nuestros pero sí afines de hecho, como la
Revista Militancia de Ortega Peña y Duhalde o la editorial La Rosa
Blindada, que había sido del PC y a través de la cual nosotros
editamos muchos libros no conocidos antes en nuestro país”.32
De modo que había una suerte de riqueza germinal que se iba
manifestando en las tareas de los intelectuales vinculados al PRT-
ERP desde la trinchera cultural y legal que era posible gracias al
estado de búsqueda que caracterizó a la nueva izquierda. Por lo
tanto, este recorrido se muestra como un desarrollo contradictorio
en donde, junto a las limitaciones señaladas -principalmente como
se viene insistiendo en la combinación de los trabajos legales y los
ilegales-, se dan las condiciones de posibilidad para la gestación de
lo nuevo (retomando el concepto de Lenin desarrollado en el
capítulo 1).
Por último, existen algunas curiosas operaciones históricas que
llaman la atención, como por ejemplo la de separar la obra o la
biografía de grandes figuras intelectuales de su militancia dentro o
junto al PRT-ERP. Entonces se puede neutralizar o canonizar al
escritor Haroldo Conti; ponderar la exquisitez de la obra de
Raymundo Gleyzer;33 o hacer una asociación por descarte con el
32 Testimonio con reserva de identidad (julio de 2008).
33 Gleyzer produce una obra que es evaluada como de las más originales e
influyentes dentro del cine militante. Se acerca al PRT a partir de participar en
una experiencia impulsada por el temprano PRT en 1968, denominada Frente
Antiimperialista de Trabajadores de la Cultura (FATRAC), que era un
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 113

PRT-ERP, como hace Horacio Tarcus con la figura de Silvio


Frondizi (de modo que Frondizi parecería adherir a la organización
porque no había algo mejor). También podemos agregar a la
nómina al periodista Enrique Raab, al abogado Luis Cerruti Costa y
al destacado Rodolfo Ortega Peña. Ese tipo de operación en la que
se exalta al intelectual y se silencia o estigmatiza a la organización
por la que fueron perseguidos, es al menos poco generosa con las
figuras que se pretende resguardar. En todo caso resultaría más
interesante la discusión del tipo de aporte a los destinos
estratégicos de la organización que pudieron o no hacer los
intelectuales y preguntarse por qué eligieron en muchos casos la
subordinación consciente.
Para finalizar cabe señalar que la aparición del diario El Mundo
se da dentro de ese desarrollo contradictorio donde los
intelectuales y el frente de la cultura debe abrirse paso en un
proceso signado por la lucha armada. Como proyecto cultural es
germen de algo nuevo, nuevas prácticas de inserción, y asume la
importancia de la batalla cultural. Se encuentra con que la
organización que lo sostiene no escatima recursos a la hora de
“invertir en ideas”. Pero se enfrenta a que esta misma organización,
a partir del “fantasma del reformismo o el populismo”, podía
sospechar o relegar a los encargados de poner en práctica el
proyecto: los intelectuales.

nucleamiento de artistas e intelectuales. Si bien “el FATRAC tuvo corta vida”


permitió a Gleyzer armar y consolidar un grupo de trabajo. Se puede consultar
al respecto el artículo de Ana Longoni (2005).
114 | MARCELO MAGGIO
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 115

TERCERA PARTE
EL DIARIO QUE QUISO SER

1. Popular, educativo y de izquierda

Se ha señalado anteriormente1 que las primeras organizaciones de


la clase obrera asignaban un especial valor al aprendizaje de la
lectura, ya que mediante esta práctica los obreros podían educarse
en doctrinas políticas de liberación a partir de procesos de
autoaprendizaje, recurriendo a los más diversos tipos de proyectos
de “ilustración popular”, como escuelas nocturnas, bibliotecas y
por supuesto periódicos. La prensa de izquierda estuvo siempre
muy influenciada por este verdadero modelo educativo. A este
modelo de prensa que funciona como proyecto de ilustración
popular, la tradición leninista le aporta la tarea de ser un
organizador colectivo, cuyo eje está no sólo en la toma de
conciencia individual sino también en un llamado a la acción, a la
práctica revolucionaria organizada. Estas dos matrices de trabajo,
educativa y organizativa, constituyen un verdadero acervo para la
tradición de la prensa de izquierda, y resultaron también una
fuente que influyó de distintas formas sobre El Mundo.
Dentro de la matriz organizativa leninista hay un énfasis puesto
en una diferenciación: propaganda y agitación, cada una con sus
especificidades, pero teniendo en cuenta su complementariedad.
“La propaganda, decía Lenin, supone muchas ideas que son
recibidas por un público restringido, frente a la agitación que es en
realidad una sola idea que apunta a un público masivo o mucho

1 Ver "Política cultural y modelos de prensa", en la Primera Parte.


116 | MARCELO MAGGIO

más amplio” (Gándara, 2004, p. 46). Ese público restringido


constituye la vanguardia revolucionaria, los que están cerca de
integrarla o aquellos con las competencias suficientes como para
trabajar con un conjunto grande y complejo de ideas. Prensa de
partido, vanguardia y propaganda quedan así ligados. Por otra
parte, el complemento que resulta ser la agitación de la consigna
(de esa idea única) se implementa teniendo en cuenta a las amplias
masas y mediante una diversidad de herramientas de difusión (no
sólo la prensa).
El PRT-ERP parte de esta concepción pero la reelabora.
Sistematiza de un modo claro su posición en el editorial “Las tareas
centrales del partido”, publicado en El Combatiente el 11 de
septiembre de 1974, un texto de importancia en relación a las
consideraciones que realiza sobre la prensa. Allí se postula que el
periódico El Combatiente y otros folletos son “propaganda de
vanguardia”, “dirigida a los elementos políticamente conscientes
del proletariado y el pueblo”; y que los boletines Estrella Roja y los
variados volantes son una “propaganda de masas”, dirigida a “las
más amplias masas proletarias y no proletarias” (De Santis, 2000,
p. 321). Por lo tanto, el PRT-ERP reemplaza el concepto de
agitación por el de propaganda de masas, pero orientado en la
misma dirección.
Además, y aquí hay una originalidad, agrega al esquema un
tercer tipo de prensa, la prensa legal, que debe “aprovechar los
resquicios de la legalidad burguesa”, que mediante el
“enmascaramiento correspondiente” debe difundir las ideas
revolucionarias. Resultará de interés ver de qué manera los
elementos propagandísticos y agitativos van entrando en acción
dentro del diario El Mundo, sobre todo un tipo de discurso
agitativo que no surge por simple voluntad, sino que es una
respuesta y una búsqueda de salida frente a la salvaje escalada
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 117

represiva que sufrían en el país los luchadores populares, las


organizaciones de izquierda y el mismo diario en carne propia.
Teniendo en cuenta este concepto de prensa legal ya es posible
entonces considerar que el diario El Mundo entra a disputar en un
terreno de prensa comercial particular: la que está dirigida a los
sectores populares. El investigador de la comunicación Guillermo
Sunkel analiza, en un clásico trabajo, la prensa sensacionalista y
marca la diferencia entre el modelo de ilustración popular de la
prensa de izquierda y el modelo comercial sensacionalista: “Es
posible distinguir dos líneas de desarrollo de los diarios populares,
que implican dos modos diferentes de relacionarse con la cultura
popular. Por una parte, una línea ligada al movimiento popular y a
los partidos políticos de izquierda, la que toma como punto de
partida la prensa obrera, que encuentra su significación principal
en el proyecto de ilustración popular. (...) Por otra parte, una línea
de desarrollo vinculada a la industria de las comunicaciones, la que
tiene su antecedente principal en ciertas formas tradicionales del
periodismo popular (particularmente en la lira popular)” (2002, p.
57).
Sunkel afirma que en el surgimiento del diario sensacionalista
predomina una relación de continuidad con los elementos
centrales de la cultura popular; en cambio, los diarios de izquierda
tienden a ser rupturistas con esos elementos. ¿Cuáles son los
elementos centrales de la cultura popular que, según Sunkel,
pueden llegar a definir continuidad o ruptura? Para él se trata de la
“estética melodramática”, “fascinada por lo sangriento, macabro,
por la atención que le presta a los ídolos de masas tanto en el
mundo del deporte como del espectáculo” (p. 63). De este modo,
un medio sensacionalista puede ser considerado como el espacio
para la masificación de temas, lenguajes, y de un cierta estética
presente en la cultura popular. Una consecuencia es que desde sus
118 | MARCELO MAGGIO

páginas queda alterada la separación racionalista entre temáticas


serias y las que carecen de valor. Los diarios que se definían a sí
mismos como populares -es el caso de Crítica en nuestro país-
“construían lo popular apoyándose en las prácticas deportivas y el
juego” (Lobato, 2009, p. 102). En la medida que este tipo de prensa
popular comenzaba a ser asociada con grupos conservadores y sus
empresas periodísticas, fue creciendo esa distancia y oposición por
parte de los sectores de izquierda y sus organizaciones. Ese modelo
lúdico, emocional, se alejaba cada vez más de las ideas de
liberación que apuntaban a “saber leer y escribir, tener nociones de
ciencias sociales y naturales, así como entender de estadística, ya
que era necesaria para recabar datos, cuantificarlos y discernir
sobre los problemas de la sociedad. El manejo de la información
era medular para modificar la óptica y el modo de analizar los
temas laborales” (p. 48). Por ejemplo, el periódico gremial El
Obrero Gráfico en 1907 arengaba a sus lectores: “La lectura de la
prensa burguesa es el veneno que atrofia el cerebro de los obreros.
Leed, pues, la prensa obrera que os conduce hacia la Verdad”. De
modo que la oposición a las empresas periodísticas fue una
característica de la prensa de obrera y de izquierda desde sus
inicios, ya que se debía “encauzar las luchas y corregir las
deformaciones producidas por la prensa general”. Llegaban incluso
a rechazar a los periodistas por considerar que escribían por placer,
a diferencia del obrero-periodista o propagandista que concebía su
periódico como un instrumento de combate.
Desde este punto de vista resulta todo un desafío para una
publicación de izquierda apelar a los temas, lenguajes y estéticas
que se fueron instalando en las masas populares a través de la
prensa comercial y a la vez conservar sus intenciones de liberación,
para de ese modo no caer en la dicotomía ruptura o continuidad.
Por lo tanto, una prensa de este tipo tiene que partir de hacer pie
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 119

en determinados aspectos de la cultura popular. Este problema, la


relación de las élites ilustradas con lo popular, fue abordado por
Gramsci teóricamente y nos permite enriquecer la mirada acerca
de una prensa popular masiva. Desde su punto de vista sería
posible un tipo de relación no dicotómica con lo popular a partir de
la introducción de dos conceptos: sentido común y núcleo de buen
sentido.
Gramsci valoraba especialmente los modos de decir populares y
las expresiones de los escritores de carácter popular como una
parte integral de la concepción extendida del mundo. Todas las
expresiones, dispersas y contradictorias, fruto de la experiencia
social conforman ese sentido común popular, que sin embargo
siempre posee, según Gramsci, un núcleo sano, “lo que podría
llamarse el buen sentido y que merece ser desarrollado y
convertido en una cosa unitaria y coherente” (2003, p. 12). Hacia
ese trabajo de desarrollo coherente deben apuntar las tareas de los
intelectuales orgánicos, y no adoptar posiciones cientificistas que
llevan a una negación elitista de lo popular (que conducen a
encontrar en toda experiencia popular una falsa conciencia), ni
tampoco tener una actitud populista condescendiente que frente a
todo hecho popular encuentra elementos auténticos. En un breve
cuadernillo sobre Gramsci, Daniel Campione resume muy bien esta
problemática: “La praxis revolucionaria al disputar el apoyo de las
masas populares no confronta con los sistemas de los filósofos,
coherentes y fundamentados, sino con las creencias populares, con
esa filosofía de los no filósofos que constituye el sentido común”
(Campione, s/d, p. 12). Claramente una prensa masiva se ve
inmersa en esta disputa y de modo errático El Mundo señala los
andariveles de esa búsqueda.
La dirección del PRT-ERP veía en relación a El Mundo el
peligro del populismo y el elitismo. Esto lo señala Mattini cuando
120 | MARCELO MAGGIO

indica que El Mundo tenía que ser un diario popular sin ser
populista, lo cual para el PRT-ERP era sinónimo de ser peronista.
Además tampoco tenía que tener “una política de sensacionalismo
con sangre tipo Crónica”. Al otro lado, “popular” también
implicaba “no ser 'finoli' como La Nación. (...) Incluso el lenguaje
del periódico tenía que ser amplio, abierto, pero nada de
chabacano. Cuidábamos que no tuviera refinamientos sin sentido,
de intelectuales y cosas así”, subraya Mattini (entrevista personal,
2008).
Para llevar adelante este planteo, El Mundo incorpora
elementos del modelo educativo, que tanto acompaña la historia de
la prensa de izquierda: “La guía era la educación primaria en el
sentido de saber leer: una persona que supiera leer tenía que poder
interpretar el diario” (Mattini, entrevista personal, 2008). Desde
esa idea y esa práctica no elitista tanto el diario como la propia
organización se relacionaron con lo popular, casi en sintonía con
los principios que había establecido Gramsci, aunque habiendo
llegado allí por otros caminos.2
Es por eso que desde las páginas de El Mundo es posible
encontrar una continuidad con elementos de la cultura popular, en
un sentido amplio y disperso, desde secciones como Deportes y
Espectáculos, hasta los aportes más jugados del policial y la
historieta. Este último caso es el de Fierrito, un personaje que
aparece en tapa durante los últimos tres meses del diario, que

2 Más allá de ser citado y ser el núcleo implícito de un documento de gran


difusión (“Moral y proletarización”, julio de 1972) el filósofo italiano parece no ir
más allá de una nota al pie para el PRT-ERP. La aparición de Gramsci allí se
debe a que Julio Parra, quien redacta el texto en la cárcel de Rawson, había
militado en Vanguardia Revolucionaria, un grupo ligado a la experiencia de la
revista Pasado y Presente y a la figura de José Aricó, responsable de esa revista
y de la difusión de Gramsci en Argentina. El PRT también tiene en cuenta a
Gramsci en el artículo “Por qué nos separamos de la cuarta internacional”,
publicado en El Combatiente del 17 de agosto de 1973, donde aparece en la
genealogía de quienes “aportaron” al desarrollo de la teoría revolucionaria.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 121

intenta vincularse con los lectores mediante un lenguaje y un decir


populares.
Fierrito es el nombre de la historieta y de un personaje que se
presenta como “tataranieto de Martín Fierro”. Desde la tapa del
diario hace siempre una pregunta, que es la que se puede hacer
algún trabajador urbano politizado (ese es su modelo). Ya dentro
del diario, o en la contratapa, él mismo responde y explica en un
segundo dibujo ese planteo. Pero el uso de este personaje es llevado
al límite y desemboca en una especie de relación paternalista sobre
lo popular. Desde los primeros dibujos, aparecidos en enero de
1974, se combinó la intención educativa con la utilización del decir
popular. Pero el tono declamativo y agitativo fue ganando al
personaje, por lo que abandona la posición inicial de ser “uno más
de la clase social que opina” para pasar a ser “alguien que le explica
a la clase social”. Es este tipo de problemas el que conduce al diario
a salirse de su modelo de enmascaramiento como prensa
comercial.
El siguiente es un ejemplo que da cuenta del modo de
funcionamiento de esta historieta. En la tapa de El Mundo del 15 de
enero de 1974, Fierrito dice: “Está bien que Gelbard haya vuelto al
país, pero no lloren nenes, no lloren”, y en una cuna lloran los hijos
de Fierrito. En la contratapa del diario Fierrito continúa y explica:
“Che, hermano, si es para llorar como están llorando los
pibes en la tapa: la palabra Gelbard se ha convertido en algo
parecido al cuco. Viene de pactar con los capitales
imperialistas norteamericanos que, para moverse mejor,
atienden en el Caribe, otro invento de los Rockefeller,
Morgan y otras familias de la liberación nacional. Pero ojo,
los gringos no ponen dólares, ponen la chapa y los dólares
los juntan acá mismo, esa es la verdad de las famosas
'inversiones'. Sería bueno que Gelbard le diga la verdad al
país sobre estas conversaciones. Bueno, Negro, te darás
cuenta en qué terminan los cuentos sobre 'liberación' y todas
las frases de la campaña electoral contra los 'dos'
imperialismos. Terminan con la entrega negociada al único
122 | MARCELO MAGGIO

imperialismo que conocemos: el yanqui. El otro, es el yanqui


de las Bahamas. Me parece que es la última vez que nos
meten el perro. Ahora tendremos que cortarle la cola al
pacto social y otros bichos de la jauría. Después les
cortaremos la cabeza. Chau, hermano, mañana la
seguimos”.3
Con este ejemplo también aparece el modo en que la práctica de
El Mundo era sometida a ese juego de dos niveles (prensa
comercial / herramienta de accionar ideológico), que destilaba la
ambigüedad por varios costados. El modelo de fondo nunca dejaba
de actuar y determinaba todo lo demás, presionando por salir a
superficie. Explica Mattini que “aunque lo veíamos con
entusiasmo, nunca estábamos conformes respecto a la función que
queríamos que cumpliera [el diario], que era dar la batalla de
ideas” (entrevista personal, 2008) y la dificultad que sigue a esto
es: desde qué modelo de prensa se quiere dar esa batalla. En la
medida que la organización política se impuso cada vez más dentro
del diario, también lo hizo su propio modo de concebir la batalla de
ideas, esto es, desde la matriz organizativa leninista (agitación y
propaganda).
La búsqueda del modelo de prensa comercial implicaba
encontrar las claves de una práctica también históricamente
constituida, proveniente del modelo de publicidad en la sociedad
burguesa,4 que se presenta con un solo objetivo y búsqueda:
informar. Y que también se presenta descartando en gran medida
otro aspecto: opinar. Este modelo de prensa profesional-comercial
se construye sobre el supuesto de que otorga al público los
elementos necesarios para que éste forme por sí mismo su opinión
3 Ver también algunas imágenes de Fierrito en el Anexo.
4 Tomado aquí en el sentido de Habermas: “La publicidad burguesa puede
captarse ante todo como la esfera en la que las personas privadas se reúnen en
calidad de público” (1994, p.65). La publicidad es la mediación entre el poder
público y las necesidades de la sociedad mercantil, de modo que la prensa diaria
escrita remite a un conjunto de instituciones y tradiciones que tienen que ver
con la formación misma del capitalismo.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 123

y en la búsqueda de esa aparente objetividad desarrolla las técnicas


ajustadas para tales fines (Ford, 1985). Son estas técnicas
profesionales las que debe hacer carne el diario El Mundo para
realizar un enmascaramiento exitoso, esto es, producir también el
“efecto de verdad objetiva” al no utilizar la primera persona, citar
fuentes confiables y seleccionar los términos menos connotados.
Pero si El Mundo quería insertarse en el campo de la prensa
profesional-comercial no le bastaba con el simple manejo de las
técnicas básicas como la pirámide invertida o la utilización de una
escritura concisa, equilibrada en información y clara; también
quería ser un diario popular, por lo que debía tener presentes las
prácticas y tradiciones específicas en relación a este tipo de diarios.
En Argentina, la historia de los diarios populares comerciales
remite al diario Crítica fundado en 1913 por Natalio Botana. Es allí
que tiene origen ese nuevo tipo de periodismo carente de
solemnidad y animado por “un espíritu que rinde permanente culto
a las formas amenas, atrevidas y libres de comunicación” (Rivera,
2000, p. 74). Ese modelo de prensa popular tiene muchos
herederos, pero son todos tributarios de la yellow press
norteamericana de Pulitzer y Hearst. Explica el historiador Jorge
Rivera que “Botana exploró numerosas zonas del periodismo,
prácticamente inéditas entre nosotros: el uso atractivo de titulares
a gran cuerpo, las noticias de interés humano, las campañas
solidarias, las denuncias por irregularidades municipales, la
búsqueda de personas extraviadas, las colectas y la beneficencia,
las 'reconstrucciones gráficas'” (2000, p. 75).
Para insertarse en esa zona de los diarios populares, El Mundo
debía hacer uso de ese modelo periodístico que se fue construyendo
con los años. Si en Fierrito aparece una parte de ese lenguaje
popular, será desde la escritura de las noticias de diverso tipo,
como las policiales, que se introducirán las formas amenas y
124 | MARCELO MAGGIO

atrevidas que se requieren para cumplir con el modelo de prensa


popular comercial.
El siguiente ejemplo pretende ilustrar lo dicho. Una noticia
policial que muestra hasta dónde se podía llegar con las formas
amenas, utilizando incluso elementos cercanos al lunfardo, que era
el modo de decir popular propio de Buenos Aires. En el Nº 91
(diciembre de 1973) y con el título “Se abrió y cantó”, se narra:
“José Mario Ysmael, más conocido como 'Rito', 'El flaco
costilla' o 'Costeleta', se abrió de una banda con la cual
cometió diversas tropelías. Detenido que fue, aclaró varios
robos en los que participó activamente junto a Juan Carlos
Villanueva, José Salas, Hugo Verón, Angel Rossini (o
Ricchini) y un tal José (El Leri). Los robos cometidos le
reportaron una cantidad aproximada a los 80 millones a
esta banda. Pero parece que al 'flaco costilla' no le dieron el
'toco' que le correspondía, por lo que se enojó y se abrió.
Ahora la policía está buscando a los demás integrantes, que
parece que no guardan buen recuerdo del flaco”.
En otra noticia policial se puede encontrar un interesante
abordaje de la temática antirrepresiva desde esa matriz carente de
solemnidad que se explicó antes. La nota, correspondiente al Nº
105, del 26 de diciembre de 1973, titula “Insólito: 23 detenidos y
ningún muerto”. Bajo esa afirmación entre descriptiva y burlona
puede leerse:
“Aunque parezca mentira, la policía bonaerense realizó siete
procedimientos en los que detuvo a veintitrés personas
acusadas de diversos delitos, sin matar a ninguno de los
presuntos delincuentes. El saldo no fue totalmente
incruento, ya que dos de los detenidos resultaron heridos de
bala, pero no deja de ser alentadora y digna de destacar esta
disminución de la indiscriminada violencia policial”.
Norberto Colominas trabajó en El Mundo y según su opinión
“no hacía falta una sección policial como podía ser la de Crónica.
Con tanta bomba, atentado y secuestro más bien era todo político-
policial”. Esta idea de lo político-policial la podemos ver con
claridad en algunas de las portadas del diario: “EXPLOSIVA
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 125

CONFESIÓN DEL RAPTADO DE BONIS: Vendí armas a la JSP, al


C. de O. y a la UOM. El Ejército dio pistolas a la JSP. La CIA arma
grupos parapoliciales” (Nº 105, 26 de diciembre de 1973). O la del
22 de de noviembre de 1973 (Nº77), una tapa que combina dos
fuertes noticias político-policiales: “Muere ejecutivo cordobés tras
resistirse a comando”; “SECUESTRAN A OTRO DIRIGENTE
GREMIAL”. También: “RAPTADO CRESPO FUE VISTO POR SU
ESPOSA” (Nº 102, 21 de diciembre de 1973). O la aparición del
tema del secuestro del ejecutivo de la ESSO, Víctor Samuelson:
“PIDEN ASTRONÓMICO RESCATE POR VICTOR
SAMUELSON” / “Se habrían producido contactos entre sus
captores y la Esso” (Nº 90, 7 de diciembre de 1973). Sobre todo es
significativa esta noticia pues era el propio ERP quien mantenía
cautivo a Samuelson, sin embargo a lo largo de la noticia no
encontraremos mención a esta organización. De alguna manera
cabe pensar que la configuración de lo policial como político-
policial es un modo de adaptarse por parte de El Mundo a ese
formato de diario de tipo popular, pero manteniendo su
orientación de la lucha de ideas, que opera siempre de fondo, de
modo que se expresa un original tratamiento de la información en
el que se decide qué denunciar y qué ocultar, qué exagerar y qué
objetivar.
Siguiendo con la exploración de lo popular en la prensa aparece
la temática de los juegos de azar, que es de tratamiento obligado
en la prensa comercial en general y que dentro de la prensa popular
cobra mayor relieve y protagonismo. Consecuentemente, El Mundo
no olvidaba su cobertura. La tapa de El Mundo el día 28 de
diciembre de 1973 estaba compelida a hacer referencia al “gordo de
navidad”, caso contrario se corría del modelo que pretendía llevar a
cabo. Por eso titula en la portada y con un cuerpo de letra gigante
(un tercio de la página): “EL NÚMERO DE LA FORTUNA: 13224”.
126 | MARCELO MAGGIO

Y debajo, en la misma tapa, sigue con lenguaje popular haciendo


referencia a un conflicto sindical: “PORTUARIOS: SANTOS Y
MATONES”, con foto y un epígrafe en el que se lee: “Obreros
portuarios se reunieron hoy para discutir problemas del gremio.
'No a los matones' y que ciertos dirigentes 'no se levanten con el
santo y la limosna', fueron algunas expresiones de los asistentes.
Clima agitado”. Se vislumbra un modelo de prensa carente de
solemnidad, atrevido hasta el punto de incorporar el decir popular
(humorada mediante) dentro de una noticia sobre un conflicto
sindical.
Un párrafo especial merece la sección de turf. Visto desde hoy es
difícil entender la presencia en dos o tres páginas (en un diario de
dieciséis) de este deporte entendido como juego de apuestas, sobre
todo si se lo analiza desde la perspectiva de la lucha revolucionaria.
Sin embargo no sólo se publicaban los resultados de las carreras
sino que también El Mundo se daba el lujo de “cantar alguna fija”,
como por ejemplo en el Nº 36 (octubre de 1973):
“Programa para mañana en La Plata” / “Sin lugar a dudas es
Alejo el que tiene mayores posibilidades de triunfo (...) En
cuanto a Pont Levis, tendrá en esta ocasión una buena
oportunidad y es la posible sorpresa de la carrera”.
Dado que los pronósticos de El Mundo cobraron notoriedad por
sus aciertos, no era raro encontrar apostadores en los hipódromos
con un ejemplar del diario bajo el brazo.
En resumen, la combinación de los temas y su tratamiento
constituye una perspectiva de lo popular aplicada a un diario
masivo: el número ganador de la lotería junto a una lucha gremial,
en la que no se usa un lenguaje militante de denuncia (donde se
podría haber optado por el término “burócrata” se dice “ciertos
dirigentes”), y se citan las propias expresiones de los trabajadores,
como “el santo y la limosna”.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 127

También esa combinación en una misma tapa (juego y conflicto


social) permite encontrar una línea de trabajo en la que no se
impone una taxativa separación entre temáticas serias y otras que
carecerían de valor noticiable (de seguir de un modo taxativo el
modelo de ilustración). Se puede observar en El Mundo una
intención inicial de insertarse en esa zona periodística construida
por los diarios populares comerciales, pero conservando
determinadas características que le impone su deber de accionar
ideológico, por lo que desarrolla una intención de ser popular,
educativo y de izquierda.

2. Escritura y agenda: el enmascaramiento bajo presión

Con los siguientes ejemplos se podrá observar de qué manera los


distintos modelos de prensa señalados aparecen dentro de El
Mundo, combinados y complementados en algunos casos, y en
contradicción en otros. La diversidad de artículos y de coberturas
periodísticas desemboca en una presión ostensible sobre el
enmascaramiento.
Uno de los hechos que el diario debió cubrir a poco de haberse
iniciado (sólo habían salido catorce números), es el Golpe de
Estado en Chile el 11 de septiembre de 1973. En la sexta edición de
ese día, El Mundo titulaba en tapa “HA MUERTO ALLENDE”, y la
bajada indicaba:
“SANTIAGO DE CHILE: Al cesar la resistencia en el Palacio
de la Moneda, se suicidó el presidente Salvador Allende. La
información fue confirmada en fuentes militares. La Agencia
DPA, por su parte no confirmó la noticia militar, insinuando
que podía haber sido asesinado”.
Esta edición se cuidaba de guardar un tono informativo incluso
citando las fuentes militares. Sin embargo la quinta edición había
sido realizada mientras se estaban sucediendo los combates y el
128 | MARCELO MAGGIO

bombardeo a La Moneda. Esta edición cedió a la tentación de


acudir al tono de agitación, y tituló: “RESISTE EL PUEBLO AL
GOLPE FASCISTA”; “Clima general de guerra civil por la escalada
derechista”. En el mismo día, dos modos muy diferentes de
describir los hechos. La utilización de los términos “derechista”,
“fascista”, o la agitación que genera la frase “resiste el pueblo”
están en una clave de escritura distinta del uso de fuentes militares
o de las agencias informativas para dar cuenta de los hechos. La
confusión, la inexperiencia y las contradicciones internas se
adueñaron de la práctica ante un hecho político tan perturbador y
grave.
El modelo educativo también estuvo presente en la sexta
edición del 11 de septiembre; y ese es uno de los aportes
enriquecedores que puede tener una prensa de izquierda popular.
Acertó El Mundo en publicar aquel día un artículo que explicaba
con datos objetivos lo realizado por Salvador Allende hasta la
fecha, mostrando cómo el golpe militar era un ataque directo a ese
programa de gobierno, todo mediante datos y sin recursos
connotados que se salieran del modelo de prensa profesional. En la
página 2 titula “El precio de un programa” y comienza la nota con
este párrafo:
“Cuando el 4 de septiembre de 1970 Salvador Allende logró
reunir el 36,7 por ciento de los votos en las elecciones
presidenciales, se abría la posibilidad de iniciar un proceso
inédito en el mundo: una coalición de partidos políticos de
izquierda, la Unidad Popular, intentaría conducir a ese país
hacia una meta socialista por el estrecho camino de la
legalidad democrático-burguesa. La herencia que recibió
Allende tanto del democristiano Eduardo Frei como de
anteriores gobernantes, no era alentadora”.
A partir de allí el artículo hace un recorrido explicando la
reforma agraria, cómo se procedió a la nacionalización del cobre,
las represalias financieras sufridas por Chile, y los logros agrarios a
partir de la reforma. Todo esto publicado bajo el subtítulo “Cifras
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 129

concretas”. El lector del diario tenía así la posibilidad de entender


el hecho más allá de las circunstancias inmediatas, es decir, tener
una mirada de proceso histórico sobre la noticia puntual.
Aparece en relación al caso de Chile la observación de un
proceso histórico que implica seguimiento, explicación y mirada
atenta, lo que muestra un evidente contraste con la prensa
comercial tradicional, en la cual las noticias mueren
repentinamente, nacen de la nada y no se les da continuidad.
Podemos asociar este tipo de seguimiento al enfoque de lucha de
ideas, donde la guía de un perfil educativo amplía mucho más las
fronteras de la noticia: se trata de explicar y que el lector
comprenda los procesos sociales. La situación política de Chile
ocupó las tapas del diario desde el Nº 1 y sólo fue desplazada hacia
el interior del diario en el Nº 29 del día 25 de septiembre. 5 Un dato
interesante es la publicación en contratapa de una carta de
despedida y agradecimiento del embajador de Chile en Argentina
“por las atenciones que recibí por parte del diario El Mundo”.
Desde lo periodístico se destaca el efectivo seguimiento de un tema,
su no desaparición repentina de la agenda, algo que permite la
comprensión del proceso histórico por parte de los lectores. Desde
lo político, Chile no era un tema más, ni para la dirección del diario
ni para el PRT-ERP. Consultado sobre la valoración que se hizo del
golpe en Chile, De Santis (entrevista personal, 2009) opinó: “¿Cuál
fue la segunda gran movilización de masas que hizo el PRT? La
primera fue la del 22 de agosto de 1973, pero ¿cual fue la segunda?
La del 12 de septiembre en Capital Federal en repudio al golpe de
Pinochet”, una movilización que también fue retratada en el diario.
Sin embargo, para cumplir con los requisitos de expectativa que
genera el modelo de “periódico independiente de información

5 Fecha en que es asesinado José Ignacio Rucci. Este tema ocupa toda la portada
con sus correspondientes letras de catástrofe. Ver en Anexo, “Titulares de El
Mundo en la tapa para el tema de agenda “Situación política en Chile”.
130 | MARCELO MAGGIO

general”, El Mundo debía atender a una amplia variedad de temas,


como los de la agenda de política nacional oficial, esto es, los
asuntos de importancia que se generan a partir de la actividad de
los funcionarios estatales. Si sólo atendiera noticias generadas por
el campo popular y sus luchas y reivindicaciones (aunque su
tratamiento sea profesional) no podría jugar en ese territorio de la
prensa comercial y se deslizaría seguramente a la zona de la prensa
militante de modo explícito.
El siguiente ejemplo (del 9 de octubre de 1973) muestra cómo
podía ser el seguimiento de esa agenda nacional-oficial:
“LASTIRI HABLA AL PAÍS”; “Desde los Altos Hornos de
Zapla donde inaugurará una nueva planta”; “El presidente
de la Nación, Raúl Lastiri, viajará hoy a Jujuy para asistir al
acto central en celebración del trigésimo segundo
aniversario de la creación de Fabricaciones Militares. La
ceremonia, tal como informó EL MUNDO ayer, se realizará
en el complejo siderúrgico Altos Hornos Zapla, desde donde
el jefe de Estado dirigirá un mensaje al país que será
difundido por la red de nacional de radio y televisión”.
Y continúa con el mismo tono informativo. Cabe recordar el
abismo ideológico que había entre este presidente interino y los
miembros del diario. Sin embargo si el hecho era noticiable debía
aparecer. Hay otros ejemplos que resultan interesantes por su
significación política: “Lopez Rega: si el General dice que me vaya,
me voy”, y se citan palabras textuales de un testimonio del ministro
justificando su presencia en el gobierno (El Mundo N° 3). Y otro
más:
“Culminó la crisis naval”; “Tiene ya nuevo comandante
general la Armada. Con la asunción del cargo por parte del
contraalmirante Emilio Eduardo Massera se cumple el ciclo
de la crisis desatada en las filas de dicha institución
castrense en los últimos días” (El Mundo N° 90, 7 de
diciembre de 1973).
En el ejemplar del 9 de octubre, en el que aparece la actividad
oficial del presidente Lastiri, también se encuentran noticias
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 131

ligadas a los intereses populares desde un sentido amplio, si se


toma como parámetro la posición y marco de alianzas del PRT-
ERP. Se trata entonces de ejemplos de periodismo orientado hacia
la izquierda en términos generales. Podría denominarse
periodismo popular a partir de esa amplitud en las definiciones
políticas que le permiten configurar una agenda bien diversa. Un
claro ejemplo de esto es el siguiente artículo, titulado “Iglesia por el
pueblo”:
“LA RIOJA (C) - El movimiento rural diocesano agradeció
públicamente las adhesiones expresadas en apoyo de la línea
pastoral de la Iglesia Riojana. / En una declaración, el
Movimiento Rural reafirma que 'tales adhesiones ratifican
que la Iglesia Riojana, como lo quiere Medellín, camina
desde el pueblo y a través del pueblo'. / Entre las adhesiones
recibidas figuran las de las Ligas Agrarias del Noroeste,
Juventud Peronista, Juventud Universitaria Peronista,
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo,
Movimiento Iglesia y Cambio en la Argentina y Cambio en la
Argentina (MICAR), Acción Misionera Argentina (AMA) y
otros” (El Mundo N° 37, 9 de octubre de 1973).
Y siguiendo con el análisis de ese ejemplar del diario, resulta
también de interés otra noticia que da indicios de cómo valoraba El
Mundo la capacidad política e interpretativa de sus lectores. El
artículo es titulado “Alianza: La voz de la ultraderecha confesó sus
fines”:
“La organización de ultraderecha Alianza Libertadora
Nacionalista anunció la ampliación de sus estructuras y
funciones en su flamante periódico 'Alianza' con la firma de
su 'jefe del Comando Nacional', Juan Queraltó. / La Alianza
Libertadora que se autodefine como peronista, anunció hace
tiempo su preocupación por la infiltración marxista en
facultades de La Plata. Poco después se produjo el incendio
del comedor universitario de esa ciudad. / (...) Informa
también que el periódico 'Alianza' será el vocero oficial de
esta organización paramilitar anticomunista, prensa a la que
se le agregará 'una hoja, la Gota de Agua, destinada a
mantener la información sobre temas que hacen a la
132 | MARCELO MAGGIO

seguridad nacional' presuntamente de circulación interna, y


un semanario de circulación general, 'El Pampero'”.
La posibilidad de acceder desde El Mundo a estos datos sobre el
accionar del fascismo y mediante una escritura periodística
bastante llana implica una confianza suficiente en el lector, que
sabrá darle la connotación necesaria.
Resulta importante recordar que de fondo seguía operando el
marco ideológico general que orientaba la organización política.
Esto aparece de modo evidente, aunque enmascarado bajo las
formas profesionales de la escritura periodística, en el caso del
asesinato del dirigente sindical José Ignacio Rucci. El PRT-ERP no
estaba de acuerdo con el linchamiento de gremialistas 6 y tampoco
quería pagar los costos políticos por esa acción que no contó con un
adjudicatario público.7 Desde El Mundo se intentaría dejar en claro
esta posición mediante la utilización de los recursos periodísticos.
El tema de Rucci aparece en tapa, en contratapa y en la doble
central de la sexta edición del día martes 25 de septiembre (El
Mundo N° 29). En la doble central, además de una serie de
fotografías tomadas en el lugar de los hechos, había un artículo que
hacía un recorrido biográfico y político de Rucci: en ningún lugar
se usaba el término “burócrata” y era sumamente descriptivo. La
tapa del diario esa tarde decía:
“RUCCI. GIGANTESTO OPERATIVO POLICIAL”; “Fuego
cruzado sobre el secretario general”; “Cuando se dirigía a su
casa, durante el mediodía, fue baleado el dirigente gremial
José Ignacio Rucci. En el atentado, que le costó la vida,
también fue herida parte de su custodia. Un claro operativo
comando permitió balear al líder sindical. Gran repercusión
tuvo el hecho en todos los medios oficiales. La policía, casi

6 De hecho es conocida la discusión que se dio respecto al desenlace de la película


Los traidores, en donde Raymundo Gleyzer filma el asesinato de un burócrata
sindical. La dirección del partido le sugiere cambiar esa parte porque “esa no es
la línea de la organización” para el frente sindical.
7 Muchos años después Miguel Bonasso, en Diario de un clandestino, revela que
la acción fue de Montoneros.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 133

en forma inmediata, dispuso gigantesco operativo que


abarca a todos los medios disponibles. Manifestaron su
consternación diferentes personalidades oficiales y se
intenta aclarar los pormenores de la acción”.
La narración se destaca por la cautela: habla de “líder sindical”,
se remite a las acciones de la policía como punto central y evita
hablar de la autoría.
El Mundo refuerza su posición sobre el hecho también desde la
contratapa de esta sexta edición. Debajo de una fotografía de casi
un tercio de página se lee:
“EN EMOCIONADO HOMENAJE PÓSTUMO, la mesa
directiva de la CGT, cumple un minuto de silencio por José
Ignacio Rucci. Otto Calace, Adelino Romero, Lorenzo
Miguel y Casildo Herrera testimonian el dolor y la
preocupación que el sangriento atentado les proporciona.
Decidieron el paro general”.
Debajo de la foto se reproduce el comunicado de prensa que
anuncia el paro general que convoca la CGT. El movimiento táctico
de enmascaramiento del diario sobre este tema tuvo una
proporción mayúscula ya que escribir “emocionado homenaje”
debajo de una gran foto con el rostro de Lorenzo Miguel resultaba
hasta provocador (sobre todo si se tiene en cuenta que sería este
dirigente sindical uno de los responsables de la clausura de El
Mundo). En realidad detrás de esta cobertura periodística estaba el
posicionamiento del PRT-ERP sobre el tema, y aquello que quería
dejar en claro. Pero además, esta posición política en contra del
linchamiento de líderes sindicales tenía destinatarios concretos,
por un lado el activismo, y por otro, los sectores de derecha que
comenzaron a nombrar al PRT-ERP como posible autor. El
enmascaramiento estaba bajo presión, incluso cuando lo que
aparecía publicado era una correcta cobertura periodística según
las normas de la legalidad vigente. Esto es, no sólo se vulnera el
enmascaramiento cuando la línea política aparece en forma de
agitación o propaganda, también se lo debilita con giros tan
134 | MARCELO MAGGIO

abruptos como el señalado (“emocionado homenaje”) que dañan la


credibilidad del medio y que sólo persiguen el fin de proteger a la
organización política.
Pese al movimiento táctico, y a que PRT-ERP se desentendió del
hecho públicamente, el 28 de septiembre (tres días después del
asesinato de Rucci) Raúl Lastiri (presidente provisional) firmó un
decreto ilegalizando al ERP. “Es probable que el gobierno supiera
que [el ERP] no había tenido nada que ver con la muerte de Rucci,
pero el clima político era propicio para una medida semejante. A
partir de ese momento, la prensa no podría llamarlo por su
nombre, bajo amenaza de penas severas: el ERP pasaría a ser 'la
organización declarada ilegal' o incluso ODI” (Anguita y Caparrós,
1998, p. 190). Ese mismo día El Mundo iba a publicar el
comunicado del ERP en el que se desentendía del atentado a Rucci.
Pero la edición no pudo salir a la calle porque fue secuestrada y el
diario clausurado por orden también de Lastiri. Recurso de amparo
mediante, El Mundo vuelve a salir el 1º de octubre.

3. Estructuras, secciones y agenda: un problema de


ideología

La escritura periodística se insertaba en una estructura de diario


determinada y contaba con un diseño en el que el material
fotográfico tenía singular importancia, un punto que no sólo seguía
la tradición de los diarios populares sino también la de su
antecesor de la primera época, que declaraba ser un “diario
ilustrado”. La fotografía aparece como un elemento cuidado y en
esto es coherente con la orientación popular que pretendía seguir.
Para marcar un ejemplo sobre la estructura general del diario
tomamos la quinta edición del día 11 de septiembre de 1973. Tenía
un total de cuatro pliegos tabloide (16 páginas) para el cuerpo
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 135

principal, y un suplemento de espectáculos de dos pliegos (8


páginas) llamado “2º Sección. El Mundo Espectáculos”. Al igual
que los principales diarios de esa época, El Mundo no presentaba
indicaciones en los márgenes superiores sobre el inicio o fin de
alguna “sección”, aunque esta categoría de división temática de las
noticias por páginas estaba presente, como en el resto de los
diarios, de modo implícito.8 La estructura de organización de la
información que adquiere un diario debe desarrollarse dentro de
unos márgenes más o menos estables; en su interior será posible el
movimiento creativo de formas, pero no se debe ir más allá de esos
márgenes para no atentar contra la comprensión y lectura ágiles,
propia del periodismo. Es necesario pensar la estructura del diario
también en términos de convención, y si seguimos a Williams al
respecto, encontraremos que “una convención es una relación
establecida o el fundamento de una relación a través de la cual una
práctica específica compartida -la producción de las palabras
reales- puede ser comprendida” (1980, p. 198).
La siguiente lista de secciones por páginas, por lo tanto, intenta
ser descriptiva de la posible asignación de noticias; no la
encontramos declarada de modo explícito pero resulta gráfica para
aproximar una idea de la estructura del ejemplar tipo señalado:
- TAPA: tema del día. CONTRATAPA: continuación del tema.
- P. 2 y P. 3: Internacional.
- P. 4 y P. 5: Provincias (o Interior).
- P. 6 y P. 7: Política Nacional.
- P. 8 y P. 9: (doble central) Sindical.
- P. 10: Policiales.
- P. 11: Turf.
- P. 12, 13, 14 y 15: Deportes (fútbol, rugby, boxeo,
automovilismo y otras disciplinas).

8 Se consultaron los diarios La Nación, Crónica y La Razón de la época.


136 | MARCELO MAGGIO

Por su parte, el suplemento presenta las siguientes


características:
- TAPA: desarrollo de un artículo cultural. CONTRATAPA:
televisión.
- P. 2 y P. 3: cartelera de cine y teatro.
- P. 4 y P. 5: artículos cortos sobre cine, teatro y música.
- P. 6 y P. 7: notas de color y juegos como crucigrama.
La cantidad de pliegos impresos se mantuvo fija de principio a
fin de la publicación. Y la estructura (implícita) de secciones osciló
en torno a la recién descripta, aunque con el correr de las semanas
la sección Internacional fue desplazada hacia la doble central o sus
posteriores. Su lugar es ocupado por la Política Nacional que, como
se verá, presentaba una agenda harto voluminosa. Por su parte,
Turf y Deportes siempre ocupaban entre cuatro y cinco páginas
(que en un diario de dieciséis es un espacio considerable). Incluso
llegó a editarse -a partir de febrero de 1974- un suplemento
deportivo dominical.
Al recorrer las páginas, es posible encontrar que la escalada
represiva sobre el propio diario (principalmente a partir de los
hechos de Azul) hizo que la estructura se fuera desdibujando
durante la etapa final (febrero-marzo de 1974) alterando el orden
de las secciones, la intensidad de cada una, y siempre ganando
espacio la política nacional para denunciar la oleada represiva.
De modo simultáneo a ese cambio mencionado en la estructura
general, también hubo modificaciones sustanciales en el contenido
del suplemento de espectáculos. En los últimos días de enero de
1974 pasará a llamarse simplemente “El Mundo Segunda sección”.
Si bien mantendrá algunas de las anteriores funciones -como las
carteleras de cine, teatro y televisión- los artículos de cultura son
reemplazados por textos políticos. Esta serie se inicia el 27 de enero
con una larga entrevista a Fidel Castro realizada por Luis Cerruti
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 137

Costa en La Habana (El Mundo N° 127). En esa línea se sigue hasta


el final, como el 15 de febrero de 1974 que en la tapa del
suplemento titula “Gorilas amaestrados” a un artículo que explica
cómo es el funcionamiento de la Escuela de las Américas en
Panamá; las páginas 2 y 3 contienen un dossier sobre la teología de
la liberación, con el título “Camilo Torres: Cristo y fusil” (El Mundo
N° 143). Los cambios son tan profundos en el suplemento que
parece haberse convertido en una especie de suplemento de
formación política, lo cual se confirma con la aparición de dos
suplementos clave: “Suplemento Especial Octubre 1917”, realizado
con documentación de la Agencia DAN, y el “Suplemento Especial
Revolución Cubana”.9 Este cambio acompañó el proceso de pérdida
del enmascaramiento generalizado en el diario.
Dentro de las secciones informativas duras, la de
Internacionales fue la que presentó una regularidad en el
tratamiento de los contenidos y una presencia permanente más allá
de los huracanes que azotaron al diario. No es casual que haya sido
un profesional del periodismo, Norberto Vilar, quien estuviera a
cargo también de modo permanente. Como subdirector de la
Agencia DAN (que era impulsada por el PCA), Vilar disponía de
una cantidad importante de materia prima informativa para su
tarea, pero no era fácil su adaptación al formato local: “Yo tenía
que darle una forma a la torta esta [que venía de las agencias de
Europa Oriental], si no, era muy difícil de comer, porque la
estructura informativa de los países socialistas no tenía nada que
ver con la nuestra, como la forma de empezar directamente con la
adjetivación; decían 'los washingtonianos locos de atar belicistas
bla bla en Vietnam' y después ponían 'tiran una escuela donde
murieron', ¡no!, y yo escribía 'un B29 bombardeó una escuela, mató
a 50 chicos; al respecto la agencia TASS dice, ‘los washingtonianos,

9 Ver Anexo.
138 | MARCELO MAGGIO

belicistas, locos de atar’ bla bla” (entrevista personal, 2010). Según


Vilar el acuerdo era simple de cumplir ya que se trataba de publicar
“todo lo que fuera contra el imperialismo, ya que era un diario
antiimperialista”.
Ese concepto de antiimperialismo era reforzado por una agenda
que se generaba a partir de los movimientos de liberación nacional,
el movimiento de países no alineados, el tercermundismo y las
resistencias a las dictaduras. Entonces, por ejemplo, podemos
encontrar la cobertura de la 4º Conferencia de Países No
Alineados, la represión que sufría el pueblo de Chile, o cómo
resistía Vietnam los bombardeos de los EE.UU.
Más allá de la situación en Chile, también se pueden encontrar
números de El Mundo donde Internacionales llega a la tapa, como
el 8 de octubre de 1973: “Consolida posiciones el Ejército Árabe
tras cruenta lucha” (El Mundo N° 36). El tema pasa a la doble
central incluyendo imágenes y citando las versiones de los bandos
en lucha, árabe e israelí: “Desde el lado Árabe” / “Así informa
Israel”, lo cual aporta al seguimiento de las formas periodísticas y a
los efectos de objetividad. Según Vilar, el acuerdo era no publicar
nada de los problemas chinos o soviéticos, ni nada que fueran
directamente problemas del campo socialista. Sí es interesante
destacar que podían aparecer las declaraciones del gobierno de la
URSS respecto al problema tratado: “Leonid Brezhnev declaró que
la URSS continuaba dispuesta a contribuir al establecimiento de
una paz duradera y justa en el Cercano Oriente”, por ejemplo.
De alguna manera esta sección, junto con la de Deportes, le
dieron un esqueleto informativo al diario y le permitieron
adaptarse a las turbulencias gracias a su estabilidad. Todo lo que
fue Interior, Sindical, Nacional y Policial dependió mucho de la
suerte corrida por los periodistas y sus artículos, sobre todo
teniendo en cuenta los atentados sufridos, las detenciones
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 139

arbitrarias de las que muchos fueron víctimas y los desacuerdos


internos que provocaron una sangría permanente de profesionales.
En relación a la estructura del diario y la extensión de los
artículos aparece una clara intención en el El Mundo de seguir un
modelo de prensa popular. Se presentaban varias noticias por
página, con mediana o corta extensión en cada una de las notas.
Cada página podía llegar a presentar entre dos y ocho noticias. Por
supuesto que la cantidad de fotografías utilizadas o la eventual
presencia de una publicidad hacían variar esto. Una noticia
mediana dentro de una página con diseño regular tenía alrededor
de 3.000 caracteres. También este punto es de importancia al
momento de considerar el destinatario y una pretensión de
masividad que tenga en vista a los sectores populares. Las formas
amenas de escritura no sólo son un requisito de la prensa popular
comercial, también Lenin hacía énfasis en la escritura breve
destinada a los obreros mediante el “estilo telegráfico” (Lenin,
1980, p. 47).
Debido a la carencia de anunciantes, las páginas del diario eran
por lo general utilizadas en su totalidad para publicar noticias. 10 La
regla era la ausencia de publicidades de empresas, y la muy
excepcional presencia de algún aviso oficial (sólo en las primeras
semanas de vida de la publicación). En cambio sí se mantuvieron,
de manera constante, las pequeñas publicidades de la 2º Sección,
en su mayoría pertenecientes a profesionales que simpatizaban con
el PRT-ERP dedicados a diversas tareas, principalmente abogados.
También se registran algunos anuncios de revistas o periódicos que
estaban ubicados en el marco de alianzas del PRT-ERP o eran
directamente impulsados por esta organización, como las antes
mencionadas Nuevo Hombre y Posición o el periódico El
Trabajador y la revista Confluencia. Pero la regla fue que el
10 Sobre publicidad y financiamiento ver "La segunda época, el retorno de El
Mundo".
140 | MARCELO MAGGIO

espacio del diario destinado a otros fines que no fueran los


informativos era mínimo.
Esta estructura del diario, mediante sus secciones y modos de
escritura, tiene íntima relación con la agenda y los criterios con los
que se juzga la relevancia del acontecer social. El establecimiento
de estos criterios de noticiabilidad manejados en un medio de
comunicación resulta de difícil especificación desde el análisis, ya
que tienen un gran componente práctico y un componente
ideológico poco discutido (y por lo general silenciado) en la arena
periodística, que sólo se pone en cuestión cuando emergen aristas
políticas muy evidentes.
Una primera consideración sobre la agenda en relación al diario
El Mundo es que estuvo muy condicionada por la realidad con la
que tuvo que lidiar, desde la práctica misma, en una sociedad
signada por un gran auge de masas, por lo que los hechos
producidos desde los sectores populares imponían sus urgencias
prácticas al trabajo periodístico de quienes les resultaban afines. El
margen de maniobra desde la redacción se achicaba de este modo,
reduciendo espacio a temáticas o tratamientos “menos duros” de lo
informativo, al uso más extendido del color y a otros recursos que
aligeran el peso político de una publicación.
Esa ambigüedad entre una necesidad de dar cuenta de los
principales procesos políticos y, a la vez, permanecer dentro de un
modelo periodístico de prensa popular, se hace evidente en la
siguiente afirmación de Gaggero sobre Deportes: “Teníamos una
sección deportiva muy grande y hacíamos la cobertura de los
partidos con autos y fotógrafos, y realmente Deportes era leída,
pero no era la sección fundamental” (entrevista personal, 2008).
Gaggero reconoce que Deportes era una sección “muy grande” pese
a que no le correspondiera esa importancia; y como no era
fundamental tampoco se le prestaba una atención particular. Dice
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 141

Juan José Panno al respecto: “No nos daban ninguna indicación de


lo que teníamos que hacer, laburábamos con total libertad, y
hacíamos deportes. Esta sección siempre es como una isla en los
medios, nadie se mete, nadie te dice nada, no tenés pautas de
laburo, aunque nosotros sabíamos bien qué poner y qué no”. No
hay en la práctica periodística de El Mundo un pensamiento
específico sobre cómo, desde el deporte, también dar una batalla de
ideas. Otras secciones y temas podían ser considerados como los
realmente importantes, esa es la crítica que hace Panno: “No estaba
la profundidad política que se supone debería tener una sección
Deportes en un diario de este tipo” (entrevista personal, 2008). Se
puede ir más allá del caso puntual de Deportes y pensar cómo se
establecen las prioridades sobre las secciones y los temas que serán
tratados en un medio, y de qué manera se jerarquiza la distribución
no sólo de los recursos, sino también del tiempo destinado a una
planificación del trabajo. Se trata en definitiva de analizar los
problemas relacionados con la agenda.
Plantear la cuestión de la agenda desde un punto de vista más
analítico implica revisar lo que la teoría del periodismo denomina
criterios de noticiabilidad, es decir preguntarse acerca de los
esquemas valorativos que se tienen en cuenta para la confección de
la agenda. Una agenda particular no se puede explicar por sí sola,
ya que se encuentra siempre multideterminada, tanto por la
dinámica social (pensada como lucha de clases desde El Mundo)
como por las propias definiciones del medio sobre lo que es noticia,
y por las consideraciones de los otros medios de comunicación, que
en conjunto constituyen la agenda de los medios.
Los estudios de la teoría del periodismo sobre las agendas
marcan una distinción entre la agenda pública (que contempla los
temas relevantes para la sociedad en su conjunto, a un nivel amplio
de opinión pública) y la agenda de los medios (que son los temas
142 | MARCELO MAGGIO

tratados desde los medios de comunicación). Aquello que se


incorpora en la agenda de los medios y aquello que se deja afuera
resulta crucial para la sociedad, ya que los medios no pueden decir
“cómo” pensar sobre un tema, pero sí tienen éxito en decirnos
sobre qué temas hay que pensar (McCombs y Shaw, 1986). Este
tipo de planteo es el que realiza una clásica corriente de
investigación de las comunicaciones de masas, conocida como
hipótesis de agenda setting.11
Hay algunas consideraciones que hace esta línea de trabajo que
apuntalan la importancia de la agenda de los medios como cuestión
a tratar. En primer lugar, reconoce que los medios tienen una
capacidad de elegir los temas sobre los que se debe discutir y crear
sentido. Y en segundo lugar, la influencia de los medios sobre el
público se reconoce como no inmediata (causa y efecto) sino más
bien en términos de efectos acumulativos de largo plazo; así los
medios de comunicación brindan un marco interpretativo para
estructurar la imagen de la realidad social.
Los estudios de agenda setting parten de una relación medios-
público que pone el énfasis en las consecuencias a largo plazo, en
cómo se va construyendo determinada manera de interpretar la
realidad a partir de una particular relación de los sujetos con los
medios, ya que “la gente deriva conocimientos de la comunicación
masiva” (McCombs y Shaw, 1986).
Ahí radica la centralidad y la importancia de una adecuada
selección de las noticias para conformar una agenda. Desde El
Mundo queda planteado y asumido que la selección de las noticias
es entendida como una operación ideológica, intencionada, en
función de determinados objetivos, marcos de alianza y criterios de
relevancia social, subordinados a un particular modo de entender
el cambio social.

11 Ver Wolf (1991).


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 143

De esos objetivos planteados para el diario El Mundo se


desprende una cantidad de criterios de noticiabilidad, entendidos
como “el conjunto de requisitos que se exige a los acontecimientos
para adquirir la existencia pública de noticias” (Wolf, 1991, p. 216),
tanto para la confección de la agenda como para la idea de los
agrupamientos temáticos y el espacio que puede tener cada
sección, confluyendo todo en un tipo de estructura general del
diario.
¿Cuáles eran esas exigencias para convertir al acontecimiento
en noticia dentro de El Mundo? Si el objetivo era “estar en función
de las fuerzas motrices de la revolución” desde una perspectiva
amplia, entonces las noticias se derivarían de la capacidad de
reconocer e interpretar las necesidades de los actores que
componen estas fuerzas a partir de una caracterización. Pero es un
reconocimiento no sólo del orden político: si el diario pretendía
introducirse en un campo periodístico comercial-profesional debía,
además, caracterizar los gustos y necesidades populares sobre el
deporte y el espectáculo (de ello se desprendía, por ejemplo, una
amplia cobertura a turf y boxeo) y también mantenerse en sintonía
con la agenda de la política nacional (agenda de los medios).
Esta multideterminación de la agenda del medio se genera,
entonces, desde una cantidad de lugares: la propia dinámica de la
lucha de clases; las necesidades estratégicas y coyunturales de la
organización política que orienta el proyecto; los gustos,
tradiciones y necesidades populares; las diversas valoraciones
sobre lo social que hay en el colectivo de trabajo periodístico
(donde conviven variedad de visiones políticas); la cultura
profesional que se va gestando en la práctica (que de hecho acciona
en la práctica periodística como en toda práctica, pero no de modo
unívoco como se lo suele plantear); 12 y, no menor, la presión que
12 Sobre la explicación de la agenda únicamente desde conceptos como “cultura
profesional” o “convenciones profesionales”, que dejan a un lado todo tipo de
144 | MARCELO MAGGIO

ejerce la agenda de los medios que determina el gusto y el


consumo de las masas (ya que con el tiempo se van construyendo
verdaderas tradiciones comunicacionales de consumo que se
arraigan en la población). Impulsada por esa cantidad de vectores
surge la propia agenda del diario El Mundo.
Manuel Gaggero rememora un diálogo en el que se pone de
manifiesto lo que aquí se trata. El diario El Mundo fue clausurado
por decreto de Perón el 14 de marzo de 1974. Durante los días
posteriores a la clausura, miembros del diario efectuaron una
disputa judicial para invalidar la decisión presidencial. En medio
de argumentaciones legales, Gaggero se sorprende por una
pregunta que le hizo el juez: “¿cuál es el criterio de ustedes para
titular?”. El cuestionamiento iba directo al tipo de trabajo
periodístico del diario y a sus diferencias con los otros impresos.
Gaggero explica que “los títulos nuestros no tenían nada que ver
con los otros diarios. Le digo al juez que 'para nosotros era noticia
Villa Constitución, aunque para los otros diarios el mismo día fuera
cualquier otra cosa” (entrevista personal, 2008). No se equivocaba
el director interino, había un desplazamiento de la agenda de El
Mundo que lo exponía, sobre todo, a la ira de Lorenzo Miguel,
secretario general de la UOM (gremio en disputa por ese conflicto
en la localidad santafesina) que le pidió a Perón el cierre del diario
en reiteradas oportunidades.
Los diarios de la tarde -con los que competía El Mundo- eran
La Razón (6ta), que lideraba el mercado con más de 400 mil
ejemplares vendidos todos los días, y Crónica (5ta) con alrededor
de 250 mil. En el siguiente cuadro comparativo se destacan los
principales títulos de la portada en la última etapa del diario

determinación ideológica y económica, se puede consultar la bibliografía


referida al Newsmaking, corriente de investigación sobre las rutinas
productivas. Ver Wolf (1991).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 145

(febrero-marzo de 1974) para ilustrar en qué medida podía resultar


disonante la voz de El Mundo en esos días.13

diario La Razón (6ta) * diario El Mundo (5ta) **


15/2/74 15/2/74
EL JEFE DE POLICÍA HIZO ENÉRGICA ANUNCIO EN CONFERENCIA DE
ADVERTENCIA PRENSA
El jefe de la Policía Federal (re) Miguel GUERRILLA: INTIMACIÓN AL
Ángel Iñiguez habló en entrega de EJÉRCITO
diplomas (...) 'Estamos en guerra contra Exige la aparición de Roldán y Antelo.
la subversión'. Otorga plazo de 48 horas a tal efecto.
[Ni un día antes, ni en esta edición, ni el En caso contrario fusilan a Ibarzábal.
día posterior se menciona algo, en Anuncian carta del prisionero a Anaya.
alguna parte del diario, de lo publicado [Con foto del militar detenido y la
en tapa por El Mundo]. bandera del ERP detrás].
22/2/74 22/2/74
DOS NAUFRAGIOS DEJARON UN AVANZA LA ESCALADA REPRESIVA
SALDO DE 178 MUERTOS [Epígrafe de foto aclara: "Anoche, (...) la
Hundiéronse un buque coreano y otro Policía Federal allanó la sede central de
de Italia. la JTP, en Constitución". La nota sigue
[Lo que publica El Mundo en tapa en Contratapa y empieza diciendo: "En
aparece en la p. 8 de La Razón con el un espectacular y aparatoso
título "ESPECTACULAR procedimiento policial dirigido por los
PROCEDIMIENTO / Un largo comisarios mayores Alberto Villar y Luis
procedimiento policial efectuado anoche Margaride, la Policía Federal allanó
en el local central de la Juventud anoche la sede central de la Juventud
Peronista Trabajadora (JTP)". Cita Trabajadora Peronista"].
debajo el “Comunicado de la Policía
Federal”].
23/2/74 23/2/74
CLAUSURAN LA REUNIÓN DE BRUTAL ATAQUE: UNIRSE FRENTE
MÉXICO CON ACUERDO DE EE.UU. Y AL FASCISMO Balearon nuestro diario
AMÉRICA LATINA durante 15 minutos. Usaron armas
[En la p. 2 de La Razón hay una breve largas. Los atacantes integran la JPRA
referencia a lo que publica El Mundo en de Yessi. Utilizaron varios vehículos.
su tapa. La breve se titula “Se registró Amplia solidaridad de sectores
un confuso tiroteo frente al local de un populares.
diario”]. [Esta edición de El Mundo es
denominada “edición de emergencia” y
tiene sólo 3 pliegos].

13 Como se dijo en la Introducción, la utilización preferencial de lo tratado en las


portadas del diario parte de entender que son un “espacio privilegiado de
construcción de identidad pública en los diarios” (Sunkel, 2002, p. 75).
146 | MARCELO MAGGIO

26/2/74 26/2/74
KISSINGER LLEGA A SIRIA PARA UNA SECUESTRO DEL SWIFT: CANJEAN
GESTIÓN DE PAZ LIBERTAD POR REINTEGRO DE
[En la p. 6 La Razón publica, entre CESANTES
noticias policiales: "SECUESTRO EN Exigen retiro de policías de la planta.
ROSARIO / La víctima es un alto Mejoramiento de condiciones de
funcionario del frigorífico Swift (...) Un trabajo. Advierten al burócrata sindical
comunicado de una organización Cabrera. El Swift anunció que acepta
extremista de izquierda que hizo llegar condiciones.
a los diarios locales..." y luego
reproduce los reclamos del
comunicado].
28/2/74 28/2/74
EL GOBIERNO NACIONAL CÓRDOBA: FASCISMO ASALTÓ LA
GARANTIZARÁ EL ORDEN Y LA CIUDAD. BANDAS ARMADAS BALEAN
TRANQUILIDAD EN CÓRDOBA OBREROS
Dio un comunicado el M. del Interior Bombas contra SMATA, ministro y juez.
reafirmando su respeto por el General Della Croce sería interventor.
federalismo. [El tema de tapa coincide Obregón y López en manos policiales.
en ambos diarios]. Los Combativos en reunión
permanente.
* Las portadas analizadas de este diario ** La portada de El Mundo presenta un
se caracterizan por tener varias noticias tema principal ineludible, con fotografía,
desarrolladas y una que se destaca y una bajada. Otros temas acompañan
como la principal por lugar y tamaño. Se desde la parte superior e inferior de la
cita en esta columna ese titular principal hoja con el escaso planteo de un título.
de La Razón.

diario Crónica (5ta) * diario El Mundo (5ta)


4/3/74 4/3/74
CÓRDOBA: BOMBAS Y TIROTEOS CORDOBA. LLAMADO POR UN
Aumenta la escasez de alimentos; FRENTE UNIDO ANTIFASCISTA
Senado trata hoy la intervención. Bandas parapoliciales siembran el
terror. Se resquebraja el paro
burocrático.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 147

12/3/74 12/3/74
BRUNELLO ES INTERVENTOR EN Villa Constitución: Paró todo el pueblo.
CÓRDOBA NUEVA TOMA DE ACINDAR: 12
[El conflicto sindical de Villa REHENES
Constitución aparece rodeado de [Epígrafe de foto: "Más de cinco mil
noticias policiales en la p. 4: trabajadores de Acindar y Marathon, en
"METALÚRGICOS OCUPAN PLANTA Rosario, dijeron basta a la burocracia
INDUSTRIAL". Son sólo dos párrafos, de la UOM (que cesanteó a la comisión
junto a otras breves sindicales, en el interna) y reocuparon ambas plantas
marco de dos páginas de noticias con amplio apoyo popular. El comercio
policiales. Dice esta nota: "Otra vez cerró sus puertas en solidaridad y
fueron ocupadas por el personal las dos varios gremios se movilizan. El
plantas fabriles que la empresa impresionante despliegue policial creó
ACINDAR posee en Villa Constitución"]. tensión"].
13/3/74 13/3/74
CÓRDOBA: RENUNCIÓ CORONEL ACINDAR: OBREROS ACOSAN A LA
NAVARRO UOM
El ex jefe de policía vendría a ocupar un [Foto de masiva asamblea con un
cargo en el gobierno. epígrafe: "Una masiva asamblea de los
[El conflicto en Villa Constitución no es trabajadores de ACINDAR ratificó su
mencionado en esta edición]. decisión de seguir la lucha, sin ceder un
centímetro. Los obreros mantienen en
su poder a 12 rehenes, mientras Villa
Constitución los apoya. La solidaridad
crece y la burocracia se preocupa"].
14/3/74 14/3/74
[La empresa ESSO publica una [Decreto 811 del presidente Perón
solicitada en este y otros diarios clausura El Mundo].
contando que pagó 14, 2 millones de
dólares de rescate por el rescate del
directivo Víctor Samuelson. Este
comunicado era parte del acuerdo.
Nada se publica sobre la clausura de El
Mundo].
* Las portadas de Crónica se presentan
con un tema principal ineludible, con
fotografía y bajada. Acompañan en
menor proporción otras noticias.

Frente a esta comparación resulta evidente la distancia


existente entre los temas de agenda privilegiados por El Mundo en
su última etapa y por los otros vespertinos. Cuando el tema
converge (el 4 de marzo, con la crisis política de Córdoba), el
148 | MARCELO MAGGIO

tratamiento de la información difiere radicalmente. Una


característica que sobresale de las portadas del diario La Razón es
el uso conciliador y neutralizador del conflicto que se le daba a la
agenda internacional, lo que le permitía evadir el tratamiento de
las noticias polémicas de nivel local en la portada. Sólo frente a un
hecho ineludible como lo fue el Navarrazo en la provincia de
Córdoba apareció la política nacional en el primer plano. 14 En
tanto, el diario Crónica reducía los hechos de Córdoba a su costado
“policial”, destacando la violencia desatada y esfumando la parte
política. Para Crónica una “acción directa” sindical, como la toma
de una fábrica, también constituía un hecho policial, y pese a eso
los hechos de Villa Constitución no figuraban entre sus prioridades.
El particular enfoque dado a las noticias por El Mundo en estas
semanas finales del diario se trata en el siguiente punto, al analizar
la pérdida del enmascaramiento.
Entonces es necesario volver a la pregunta del juez hacia
Gaggero, ¿cuál es el criterio para titular? Que en términos
periodísticos sería ¿por qué tienen un criterio de noticiabilidad
distinto a los otros diarios? Para encontrar la raíz de las diferencias
en el tratamiento de la información entre estos diarios no basta con
recurrir al clásico argumento de la teoría del periodismo (en la
vertiente conocida como construcción de la noticia), según la cual
“las rutinas productivas de periodistas y editores periodísticos
constituyen operaciones cotidianas de reproducir la realidad como
noticia y al mismo tiempo son la materialización de los procesos
institucionales en los cuales tiene lugar la producción de la noticia”,
por lo tanto “la noticiabilidad, en cuanto esencia de noticia, no
tiene existencia independiente de la operatoria profesional de los
14 El 28 de febrero de 1974, el jefe de policía de la provincia de Córdoba, Antonio
Navarro, depuso al gobernador Obregón Cano y al vicegobernador Atilio López,
simpatizantes del ala izquierda del movimiento peronista. Se impuso un estado
de sitio “de hecho” garantizado tanto por la policía como por grupos de civiles
armados.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 149

periodistas o editores” (Dellamea, 1995, p. 101). Este modo de


pensar “tan periodístico” deja de lado las determinaciones de todo
tipo que se ciernen sobre la redacción del diario. Aquí preferimos
pensar la complejidad del discurso periodístico como lo plantea la
perspectiva de la noticia en tanto discurso social, en la cual los
valores noticia pueden pensarse en relación con valores
económicos, sociales e ideológicos. La aparición y consideración de
otros valores además del simplificado “valor noticia” es esencial
para comprender la complejidad del periodismo, sobre todo los
valores ideológicos y económicos.
El reduccionismo realizado mediante el valor noticia es una
operación que considera unívocamente el proceso productivo en
una redacción periodística: “Los valores noticia son reglas prácticas
que incluyen un cuerpo de conocimientos profesionales que dirigen
los procesos de trabajo” (Dellamea, 1995, p. 134), simplemente eso.
Entonces si tenemos presentes los elementos ideológicos, sociales y
económicos que describimos en relación al funcionamiento de El
Mundo, podremos adentrarnos en la comprensión de la tabla
comparativa anterior. En cambio si sólo prestamos atención a las
“rutinas productivas” para entender las diferencias en la
noticiabilidad, sólo estaremos dibujando los bocetos preliminares
del asunto. Por supuesto que la teoría del periodismo puede hacer
esto al montarse sobre la tesis de la muerte de las ideologías, por
un lado, y tras negar cualquier tipo de determinación sobre los
discursos (a los que considera simples textos), por otro.
¿En qué medida la agenda que aporta un nuevo medio, al
insertarse en la agenda de los medios, tiene alguna capacidad de
influir sobre ella? Esta es una cuestión de difícil evaluación. En el
caso del diario El Mundo, que parte de considerar una sociedad en
la cual existen clases antagónicas, hay una conflictiva relación con
los otros medios masivos de comunicación, ya que los considera
150 | MARCELO MAGGIO

como herramientas de dominación por estar subordinados a la


clase dominante. Haciendo uso de una terminología actual se
podría decir que los medios masivos son un campo de la actividad
social mediante el cual se potencia la dimensión de un fenómeno
conocido como discurso dominante, subsidiario de una ideología
dominante (Raiter, 1999).
Como el discurso dominante es “un sistema social de
referencias semióticas”, es en el terreno de la comunicación masiva
que se da todo su potencial de aceptación. Claro que para
compartir esta formulación es también necesario asumir que un
discurso dominante “está compuesto por un conjunto de signos
ideológicos, con un determinado valor, en torno de los cuales giran
todas las demás significaciones sociales potencialmente válidas”
(Raiter, 1999, p. 26). Por ello, este discurso dominante determina
los valores de “verosimilitud” de las producciones de signos (por
ejemplo, los signos que produce el diario El Mundo). Tenemos
entonces que un discurso dominante -que es tal debido a su
posición en el sistema social- puede marcar lo que es verosímil y lo
que no, que es algo muy diferente de lo que es verdadero o falso
(tomando en cuenta las noticias de la tabla comparativa anterior: el
barco que se hunde en el Mar Mediterráneo el 22 de febrero de
1974 efectivamente se hunde, y la fábrica que está en Santa Fe se
encuentra, a la vez, efectivamente tomada, pero ¿por qué para el
juez que interpela a Gaggero es más verosímil el lejano barco?).
Aunque este es un tema complejo y largo de tratamiento, cabe
mencionar que uno de los problemas que tienen las “nuevas
producciones de signos” es disputar esa verosimilitud, ser creíble
para la comunidad que los recibe, más allá de la distancia con la
verdad que se mantenga (recordemos a Gramsci y la idea de que no
se confronta con los sistemas de los filósofos, coherentes y
fundamentados).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 151

Esta disputa por la verosimilitud sólo se explica mediante el


concepto de signo ideológico, desarrollado por el lingüista Valentin
Voloshinov. El signo ideológico remite a la lucha de clases que se
da en el seno de la cultura: el valor del signo será multiacentuado
por las distintas posiciones de clase en una comunidad de
hablantes, y es por eso que será una “arena de la lucha de clases”.
En nuestro caso, si seguimos esta línea de disputa en el campo
cultural, entendemos que la agenda de los medios está claramente
determinada por los “valores de verosimilitud” establecidos por el
discurso dominante, es decir, por el discurso de los mass media o
prensa comercial. Retomando la primera pregunta: ¿en qué
medida la agenda que propone el nuevo medio (por caso, El
Mundo), al insertarse en la agenda de los medios tiene capacidad
de influir sobre ella? Si se asume el principio de la lucha por la
verosimilitud, es posible afirmar que en la relación entre las
agendas de los distintos medios, el medio de izquierda ve
determinado el valor semiótico de sus signos por el que establece
el discurso dominante.
¿Cómo salir del atolladero y disputar la verosimilitud? Según
Raiter, todo nuevo discurso “en tanto no cuestione la legitimidad
de los valores de los signos impuestos, pasará a engrosar el
discurso dominante” (1999, p. 27). Es decir, hay que cuestionar la
legitimidad y no meramente oponerse, aunque la idea de
cuestionamiento de la legitimidad es difusa y puede derivar en
diversos planes de acción cultural. Según Raiter, “no sirve
oponerse a un discurso dominante, hay que cuestionarlo; quitarle
legitimidad al sistema de referencias imponiendo uno nuevo. Para
realizar esta operación es imprescindible conocer a fondo el
discurso dominante [d.d.], comprender el funcionamiento de los
imaginarios sociales a partir de su análisis, para realizar (...) una
operación (discursiva) que permita la modificación de conductas,
152 | MARCELO MAGGIO

actitudes y creencias sociales a partir de una nueva


referencialidad, de la circulación de un nuevo discurso verosímil
que, como tal, comience a cuestionar la legitimidad-verosimilitud
del actual d.d.” (1999, p. 28-29, el destacado es nuestro).
Aquí nos interesa en particular esta idea de una nueva
referencialidad, que puede ser utilizada para comprender la
experiencia político cultural del PRT-ERP, ya que una simple
operación discursiva tiene escasas posibilidades de generar por sí
sola la referencialidad pretendida. Por esto las organizaciones
revolucionarias como el PRT-ERP establecían el desarrollo de sus
discursos desde la vinculación e impulso de un vasto proyecto
social y político, constituido por una alianza de fuerzas sociales que
le diera sustento y capacidad transformadora a la propuesta. Los
diferentes proyectos para el trabajo de masas de tipo legal
(principalmente el MSB y el FAS, sumados al frente estudiantil,
agrario y territorial), el sostenimiento de las tareas para la
construcción del partido, el trabajo militar de masas (ERP),
constituían el mar social en el que las herramientas de la cultura
(como el diario) se imbricaron.

4. Fin del enmascaramiento, la agenda al rojo vivo y la


clausura

1974 se presentaría como un año convulsionado desde sus inicios.


El diario El Mundo tuvo que dar cuenta del ataque del ERP a la
unidad militar de Azul (Regimiento 10 de Caballería Blindada y el
Grupo 1 de Artillería Blindada). En las páginas del Estrella Roja
(Nº 29, 28/1/1974) se narra: “A las 22.30 hs del sábado 19 de
enero, la Compañía 'Héroes de Trelew' (reforzada) del Ejército
Revolucionario del Pueblo realizó una incursión en la ciudad de
Azul (Provincia de Buenos Aires) y atacó la guarnición del Ejército
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 153

Contrarrevolucionario” (De Santis, 2000, p. 135). “Ninguna tregua


al ejército opresor, ninguna tregua a las empresas explotadoras”,
una consigna que además de presentar como inquebrantable la
lucha contra el capitalismo, consideraba que el partido militar
mantenía un poder que le permitía seguir reorganizándose de
modo agazapado, como explicaba Mattini.
Para el diario El Mundo este hecho no pasaría como uno más.
“El lunes 21 [de enero] muy temprano la redacción de El Mundo se
preparaba para dar su versión de los hechos. Un editorial firmado
por Manuel Gaggero se interrogaba '¿Estamos en guerra general?' y
enumeraba a los que consideraba los verdaderos enemigos del
pueblo argentino: el imperialismo, la gran burguesía, los grupos
fascistas y parapoliciales y las Fuerzas Armadas. La crónica de la
acción decía que la muerte de la esposa de [el general] Gay era
responsabilidad del Ejército (...) y reproducía un parte de guerra
del ERP” (Anguita y Caparrós, 1998, p. 244). Gaggero recibió un
llamado de la imprenta: un oficial de la Federal le dijo que con esas
dos páginas el diario no salía. De modo que fue hasta la imprenta
Cogtal y una vez allí habló por teléfono con el jefe policial, el
general Iñíguez, quien le dijo que si sacaba esas dos páginas, el
diario salía inmediatamente. Tras arduas negociaciones -e intentar
sacar una sexta edición-, la policía ingresó por la fuerza, sacó las
pilas de diarios impresos a la calle y los quemó allí mismo. Al día
siguiente “El Mundo volvió a salir y su secuestro fue su propia
noticia de tapa; en las páginas centrales aparecían las notas sobre
Azul que no habían podido publicar el día anterior” (Anguita y
Caparrós, 1998, p. 245). La portada del martes 22 de enero decía
“CENSURAN Y QUEMAN EL MUNDO”, con la foto de una pira de
diarios en la calle (El Mundo N° 122).
Luego de Azul, el general Anaya había declarado: “Estamos en
guerra”. Gaggero sin disimulo se atrevía a responder con un
154 | MARCELO MAGGIO

editorial desde la doble central de El Mundo del mismo día 22, un


texto que cierra así:
“No hay duda de que el pueblo está en un combate
permanente. El mismo está dirigido a terminar con las
injusticias y con la opresión; a instaurar una PATRIA
SOCIALISTA. Los que pretenden mantener el sistema son
beligerantes en este conflicto. Dr. Manuel J. Gaggero,
Director Interino”.
En el tratamiento del caso Azul el diario salió a dar una disputa
ideológica tomando una posición abierta, que incluía un lenguaje
de agitación que se iría imponiendo a partir de duras
circunstancias. Incluso Fierrito fue cambiando su tono con el
correr de las semanas.
Resulta de interés comparar esta cobertura con la realizada al
copamiento del Comando de Sanidad (6 de septiembre de 1973).
En esos momentos iniciales, el diario tenía otra composición
periodística y directiva.15 Además de contar con los periodistas del
PCA estaban los aliados Félix Granovsky y Luis Cerruti Costa en las
tareas directivas y organizativas del diario, con posiciones críticas
al sostenimiento de la lucha armada en ese momento de apertura
democrática.
El ataque al Comando de Sanidad sucedió en la segunda semana
de vida del diario. A los problemas políticos para la cobertura
periodística de un hecho así se le sumaba la inexperiencia. De las
páginas del diario se desprende sin embargo que la decisión era
separarse todo lo posible de las acciones que pudiera tomar el ERP.
La portada de la edición del 6 de septiembre de 1973 (El Mundo N°
10) titula “LOS REDUJERON A CAÑONAZOS” / “Coparon un
comando militar. Operó el ERP. Fue muerto un teniente coronel. 2
heridos. 13 presos”. El posicionamiento aparece con claridad en un
recuadro que salió en la tapa titulado “'ESTAMOS RODEADOS'.
Diálogo con los guerrilleros”, donde se reproduce una
15 Ver en el Anexo los organigramas.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 155

comunicación telefónica entre un periodista de El Mundo y un


militante del ERP que está dentro de Sanidad. El cronista del diario
utiliza la siguiente frase: “Tenemos información de que un grupo
de extremistas ocuparon esa dependencia esta madrugada” (el
destacado es nuestro). Se pone deliberadamente en escena una
relación extraña entre el diario y quienes copan el lugar (cuando en
realidad la dirección del diario puede obtener los detalles con un
simple llamado a los máximos responsables políticos de la
organización).16 Menos sutil y más efectiva es la utilización del
término “extremista”, como un claro recurso para no sólo estar en
el mismo registro que la prensa comercial de ese entonces, sino
también para alejar al diario del ERP. Ninguno de los periodistas
pensaba que los guerrilleros eran simples extremistas, aunque no
estuvieran de acuerdo con la decisión tomada. Como tampoco
pensaban que era necesario rendir un “emocionado homenaje
póstumo” a Rucci pocos días después. Estas coberturas
periodísticas sólo se explican por el sostenimiento del principio de
enmascaramiento, según el cual no es conveniente dar pasos que
atraigan “rápidamente la represión” y que exige conservar
hábilmente las fachadas para ejercer el trabajo político ideológico.17
Sin embargo, con el alejamiento del director y del primer grupo
de responsables y periodistas, el enmascaramiento del diario como
prensa comercial y profesional se fue desdibujando hasta
esfumarse por completo. En el tipo de relación específica con las
acciones del ERP esto aparece de modo evidente.
En el caso de la cobertura de Azul sucede algo particular. La
policía manifiesta que el diario N° 122, del 22 de enero de 1974,

16 En una entrevista Hernán Invernizzi, participante del copamiento, afirma:


“Teníamos todos los teléfonos del comando a nuestra disposición y fuimos
informando sobre lo que sucedía” (Rot y Bufano, 2006a, p. 58-59).
17 Los principios que fueron establecidos por Santucho en “Poder Burgués y Poder
Revolucionario”, explicados aquí en el punto "Los '70 y el retorno a la
legalidad".
156 | MARCELO MAGGIO

podía salir a la venta pero sólo si eran eliminados tres artículos allí
presentes: la crónica sobre el copamiento del cuartel, el editorial
firmado por Gaggero y una nota que narraba “los principales
hechos protagonizados por la guerrilla en nuestro país”. Estos tres
artículos sólo se pudieron leer al día siguiente ya que -como se dijo
antes- la policía confiscó y quemó inclusive la 6ta edición que en
vez de las notas contenía recuadros en blanco.
Ya se ha citado parte del editorial de Gaggero que polemizaba
con los dichos de la cúpula militar, justificando elípticamente el
copamiento del cuartel. El artículo sobre las acciones
protagonizadas por la guerrilla remite al estilo de las notas con las
que cerraba la revista Estrella Roja una sección titulada “Crónica
de la guerra revolucionaria”. 18 El tercer texto en cuestión es la
narración de los hechos sucedidos específicamente en Azul que
mantenía un estricto tono informativo y descriptivo. Pero esta
crónica que publica El Mundo tiene detalles de la operación que,
por ejemplo, el artículo escrito por Osvaldo Soriano para el diario
La Opinión no incluye (como señalamientos de tipo logístico del
copamiento, ropa utilizada, puntos de referencia y horarios).19 La
posibilidad de reconstruir los hechos desde la mismísima línea de
combate era una posibilidad que se le presentaba al diario El
Mundo, una posibilidad que aprovechó.20 El diario, antes que
distanciarse de las acciones del ERP, pretendía darles una
justificación pública, no sólo avalando los motivos (como “terminar
con las injusticias y con la opresión”) sino también el método (“el

18 Que a su vez refería de modo implícito al libro escrito por Ernesto Guevara,
Pasajes de la guerra revolucionaria, una detallada crónica de cómo se realizó la
Revolución Cubana.
19 La versión de Osvaldo Soriano es reproducida en el libro La Voluntad II
(Anguita y Caparrós, 1998, p. 240-241).
20 La crónica de los hechos de Azul realizada por El Mundo se reproduce completa
en el Anexo. También en la sección de imágenes se incluye la página
correspondiente con estos tres artículos.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 157

pueblo está en un combate permanente”). Manuel Gaggero decide


así guiar al diario por otro camino bien distinto al anterior.
A escasos días luego de los hechos de Azul, el presidente Perón
aprovechó para darle nuevo impulso a una reforma del Código
Penal que estaba en danza, endureciendo penas y creando nuevos
delitos. Las páginas de El Mundo se conviertieron durante esas
semanas en una tribuna antirrepresiva. En la tarde del viernes 25
de enero puede leerse en la tapa (El Mundo N° 125):
“APROBARON LA LEY REPRESIVA” / “Valenzuela: Hasta
las gomeras son armas. Sueldo: Vamos camino a estado
policial. Decenas de detenidos en el Congreso. La ley
ocasionó divisiones en FREJULI. Aprobada la ley luego de
tenso debate”.
La ley impactó directo en las filas peronistas; ocho diputados
pertenecientes a la Tendencia renunciaron y no votaron lo que
pidió Perón.
La reforma al Código Penal abría la puerta a una escalada que
como primer movimiento tuvo la designación -por parte de Perón-
de Alberto Villar y Luis Margaride como subjefe de la Policía
Federal y jefe de la Superintendencia de Seguridad,
respectivamente. Eran hombres que no sólo llegaban de la mano de
López Rega, sino que traían en sus espaldas la particular
especialización de represión al movimiento obrero. Con estas
designaciones, el accionar de la Triple A cobraba otra dimensión:
Villar se convierte en su cabeza operativa. Con el ascenso de Villar
a la conducción de la Policía Federal, la represión a la izquierda da
un salto cualitativo.
El primer coletazo fue lo que El Mundo N° 129, del 30 de enero
de 1974, titula en su tapa: “Se desató la crisis en la Policía Federal”.
La noticia da cuenta de la renuncia de casi toda la plana mayor de
la institución (nueve comisarios generales). Sólo de un modo
figurativo permanecía el general Miguel Ángel Iñíguez a cargo de la
158 | MARCELO MAGGIO

policía, obligado a renunciar en abril. Si bien desde El Mundo no


podían sospechar el tamaño de lo que se tramaba -hay estudios que
calculan alrededor de 1.500 asesinatos perpetrados por la Triple A
(Buffano, 2005) y no sólo un puñado de decenas como suele
considerarse-, sí se puede constatar cierto tono de desesperación
en los clamores que se fueron lanzando desde las páginas del diario
por el cambio de rumbo respecto a las libertades democráticas.
Esto implica que la transformación en una tribuna antirrepresiva
no sólo se explica por los cambios de la política editorial: la
situación concreta presionaba también en ese sentido.
Veamos algunos ejemplos de ello. Hacia el 22 de febrero, Villar
y Margaride estaban en plenas funciones, y fueron directo contra la
izquierda peronista en un gran operativo. Dice El Mundo N° 149 en
su tapa: “AVANZA LA ESCALADA REPRESIVA”, con tipografía
tipo catástrofe. En la contratapa, un artículo empieza diciendo:
“En un espectacular y aparatoso procedimiento policial
dirigido por los comisarios mayores Alberto Villar y Luis
Margaride, la Policía Federal allanó anoche la sede central
de la Juventud Trabajadora Peronista”.
El Mundo aprovecha para unir el allanamiento a los peronistas
con una genealogía represiva: “Dos combatientes del ERP
desaparecidos -Roldan y Antelo- y la prisión de Caride y Quieto”.
Por su parte Fierrito aprovecha para descargar su ira:
“Secuestros, torturas y crímenes, 'ta bien; pero al pueblo
unido y reunido no lo arrodilla nadie. El cazador puede
matar a un puma, pero el pumaje se comerá al cazador”.
Los márgenes se habían agotado.
Luego del ataque que recibieron los jóvenes peronistas, sería el
turno del diario impulsado por los marxistas. La edición del sábado
23 de febrero (El Mundo N° 150) sale “de emergencia” y la tapa es
doble apaisada. El Mundo había sido baleado: “BRUTAL ATAQUE:
UNIRSE FRENTE AL FASCISMO”, titula la tapa. Abajo sigue:
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 159

“Balearon nuestro diario durante 15 minutos. Usaron armas


largas. Los atacantes integran la JPRA de Yessi. Utilizaron
varios vehículos. Amplia solidaridad de sectores populares”.
Esta edición contaría con sólo 3 pliegos en total (12 páginas);
cuatro páginas serían de turf y una de espectáculos, lo que marca
las dificultades con las que salió el ejemplar (no había sido una
simple balacera frente al diario como reproducía La Razón, sino
que habían atacado el edificio; como saldo de la posterior
intervención de la policía, diecisiete trabajadores del diario fueron
detenidos). El Mundo recién volvió a la calle el martes 26 de
febrero (domingo y lunes no salió). “Crónica de otro atentado
contra nuestro diario”, dice un recuadro en la portada; y dedica seis
páginas a narrar el ataque sufrido, con una gran cantidad de
fotografías. Lo que le sucede al diario vuelve a convertirse en
noticia.
Hay otro ejemplo que señala la profundidad de las
transformaciones en el contenido y el enfoque que sufrió la
publicación. El 24 de enero el Congreso había votado la reforma
penal, pero recién el 11 de febrero apareció un artículo en El
Mundo que explicaba la reforma en sus aspectos prácticos y
directos. Todo lo publicado entre el 25 de enero y el 10 de febrero
fue únicamente agitación política y antirrepresiva en contra de la
reforma, con opiniones de referentes de la izquierda y de
destacados miembros de la cultura, pero sin brindar una
información más específica o analítica. El artículo mencionado del
11 de febrero (El Mundo N°139) se titula “Código Penal: El pueblo
tiene ahora la palabra” y explica, recién aquí, cuáles eran los puntos
reformados (el agravamiento de las penas a delitos como privación
de libertad personal, robo con armas, tenencia de armas de guerra
o explosivos, asociación ilícita; y la creación de nuevos tipos
penales, como la incitación a la violencia, eran todos cambios que
160 | MARCELO MAGGIO

tenían como objetivo combatir a las organizaciones de izquierda en


general).
La distancia entre el suceso y su explicación marca un profundo
cambio en las concepciones del diario. Basta con recordar que al
producirse el Golpe en Chile la contextualización histórica salió el
mismo día. De lo que se trata aquí es de un abandono del modelo
educativo de la prensa popular, que es reemplazado por un
modelo agitativo político, una agitación de más de dos semanas
con posicionamientos políticos, opiniones de referentes, sentencias
grandilocuentes y narraciones sobre reuniones o marchas en contra
de una reforma que el diario no explicaba.
La situación represiva concreta marcaba urgencias que El
Mundo no podía eludir, aunque desde la práctica periodística se
podía elegir distintos modelos y formas de dar cuenta de los
hechos. Las organizaciones populares habían ingresado en lo que
ya se evidenciaba como una espiral represiva ascendente. Y El
Mundo no era para nada ajeno. Su director interino, Manuel
Gaggero, se encontraba en la primera lista de los condenados a
muerte que publicó la Triple A el 30 de enero de 1974. El breve
comunicado decía: “Los mencionados serán ajusticiados en el lugar
donde se encuentren”. El 8 de febrero, Ana Guzzetti, periodista de
El Mundo, le preguntó en una conferencia de prensa al presidente
Perón “si su gobierno estaba investigando las organizaciones
parapoliciales de la derecha que habían asesinado a doce militantes
peronistas y destruido veinticinco de sus locales durante la
quincena anterior”. “Perón ordenó que se procediera legalmente
contra ella por difamación. Fue detenida el mismo mes y catorce
meses después secuestrada a su vez por los hombres a quienes
había denunciado” (Gillespie, 2008, p. 241). Claro que Perón
estaba al tanto, Villar y López Rega eran sus hombres.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 161

El clímax de la escalada represiva se da, al menos para la corta


vida del diario El Mundo, con los hechos del golpe de Estado que
sufre la gobernación progresista de la provincia de Córdoba, golpe
que fue conocido públicamente como Navarrazo (debido al jefe de
la policía provincial, el teniente coronel Antonio Navarro). La serie
de hechos que constituyen el Navarrazo se suceden desde el 28 de
febrero de 1974 en adelante, y formaron parte de una “depuración
ideológica” interna del peronismo avalada (o directamente
impulsada) por el presidente Perón. Se trataba de un “modelo de
reemplazo de los gobernadores cercanos a la Tendencia”, como
sucede con Oscar Bidegain, desplazado luego de los hechos de Azul,
acusado de “tolerancia culposa” con el ataque al cuartel. En la
provincia de Buenos Aires asumió el poder un vandorista probo,
Victorio Calabró. También se suma a la lista de gobernadores
destituidos por la depuración Alberto Martínez Baca, de Mendoza,
en junio de 1974, un hecho que sucede luego de la cumbre Perón-
Pinochet en la base aérea de Morón el 16 de mayo de 1974.
Pinochet habría expresado su preocupación por “la instalación de
los asilados chilenos cerca de la frontera”. Perón prometió
“cumplir” con el pedido y le regaló un elogio a Pinochet, ya que se
sentía “cubierto” porque “Chile dejaba de ser un santuario para la
extrema izquierda argentina”. Luego del desplazamiento de
Martínez Baca, Mendoza dejaba de ser una preocupación para
Pinochet. Gillespie explica que “varios gobernadores provinciales
prestaron su vacilante apoyo a la 'movimientista' izquierda
peronista, o al menos toleraron su presencia en sus
administraciones. (...) Todos eran atacados por los mandamases
sindicalistas constructores del imperio y por la derecha peronista”
(2008, p. 214).
El Navarrazo es el punto más alto de esta crisis con los
gobernadores, el más violento y sangriento. Con la colaboración de
162 | MARCELO MAGGIO

fuerzas policiales y civiles -locales y de otras provincias- grupos que


respondían al ministro José López Rega junto a paramilitares de la
Alianza Libertadora Nacionalista, literalmente pusieron en estado
de sitio la ciudad. En las esquinas de la capital de Córdoba los
retenes de paramilitares pertrechados con armas largas se
caracterizaban por sus brazaletes de la ALN. Contribuyeron a este
golpe las cámaras empresarias de la provincia, la burocracia
sindical y la juventud sindical peronista. Jorge Osinde había
realizado cuatro viajes a Córdoba en las semanas previas al golpe.
Perón decretó la intervención federal con el aval del Congreso
Nacional (vía acuerdo con Balbín) acusando a Obregón Cano de
“repartir armas a subversivos en la gobernación” y de fomentar y
proyectar el accionar subversivo desde Córdoba hacia el resto del
país (Perón retomó los argumentos y palabras textuales del jefe
policial Navarro).
Es posible afirmar que el Navarrazo resulta una bisagra en la
institucionalidad que muchos no quisieron ver, incluido el PRT-
ERP. Un golpe de Estado dentro de una democracia que
nuevamente languidecía. Santucho consideraba que luego del
Navarrazo había que profundizar “la lucha democrática” y se tenía
que fortalecer la unidad de los sectores populares. En el artículo
“Perspectivas de la lucha democrática” (3 de abril de 1974),
Santucho consideró que la falta de unidad era “la debilidad
fundamental de las fuerzas progresistas y revolucionarias de
nuestro pueblo” (De Santis, 2000, p. 175). Parecía tarde, al menos
para el PRT-ERP, esta consideración: luego de Azul la organización
fue repudiada por un amplio arco político. El aislamiento,
consecuencia inmediata, fue advertido por la dirigencia perretista,
por lo que de inmediato resurgieron los llamados a la unidad. Al
igual que la dirigencia partidaria, los llamados a la resistencia
mediante la unidad también fueron una característica de este
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 163

último momento de El Mundo. Y la agitación antirrepresiva resultó


el último grito periodístico frente a lo inevitable.
Aquel trágico 28 de febrero El Mundo Nº 153 tituló en su tapa:
“CÓRDOBA: FASCISMO ASALTÓ LA CIUDAD” / “BANDAS
ARMADAS BALEAN OBREROS”. Debajo seguía, “Bombas contra
SMATA, ministro y juez. General Della Croce sería interventor.
Obregón y López en manos policiales. Los Combativos en reunión
permanente”. Al día siguiente (El Mundo Nº 154), siempre desde la
portada principal, decía: “CORDOBA. PARO TOTAL CONTRA EL
GOLPE FASCISTA” / “BANDAS ARMADAS IMPONEN TERROR”.
El 2 de marzo (El Mundo Nº 155) insistía, “CORDOBA: LLAMAN A
ORGANIZARSE PARA RESISTIR”. Para el 4 de marzo (El Mundo
Nº 156) seguía la incertidumbre y se hacía una propuesta:
“CORDOBA. LLAMADO POR UN FRENTE UNIDO
ANTIFASCISTA” / “Bandas parapoliciales siembran el terror. Se
resquebraja el paro burocrático”.
Pero esa salida de “unidad” no tendría posibilidades y la
intervención federal de Perón, avalada por el Congreso, fue
inevitable.
La intensidad del terror desatado en la ciudad fue de tal
magnitud que ni la prensa se salvó. El edificio del diario La Voz del
Interior sufrió reiterados ataques por parte de las fuerzas
derechistas. Ese no era un lugar más, debido a que allí El Mundo
había alquilado un piso completo que era ocupado por la
corresponsalía de Córdoba y que se compartía con otros dos
medios legales y locales que impulsaba el PRT-ERP: Posición y
Patria Nueva. La gran cobertura del Navarrazo se corresponde
con la presencia en el territorio de la mayor corresponsalía del
diario, que incluía no sólo cronistas, sino también fotógrafos
propios.
164 | MARCELO MAGGIO

Para la organización política, Córdoba era una provincia


estratégica. Uno de los principales centros industriales de
Argentina estaba allí. El movimiento obrero se encontraba
desarrollando una experiencia organizativa muy avanzada, que se
conocería como “clasismo”, y contaba con el aporte de numerosas
figuras de primer orden, como el dirigente Agustín Tosco. El
Mundo había encarado con seriedad el desarrollo del trabajo en
esta provincia, central en la estrategia política del PRT-ERP. Sobre
la organización de la oficina donde funcionaba la corresponsalía,
uno de sus periodistas explica: “A cargo de la redacción de cada
medio [Posición, Patria Nueva, El Mundo] se había colocado a un
militante de alto nivel partidario, como garante de una 'línea
correcta' y para mantener las relaciones con la dirección partidaria.
El Mundo tenía como responsable y jefe de la redacción a César
Argañarás, quien después caería bajo las balas policiales en el
copamiento del cuartel de Villa María el 11 de agosto de 1974”
(Carreras, testimonio, 2006). Pozzi desarrolla este último punto:
“En el ataque a Villa María participó casi toda la conducción
regional incluyendo a los responsables del trabajo legal y sindical.
(...) En ninguno de estos casos 'fueron enviados' sino que más bien
'querían ir' y la organización no tuvo la madurez para decir que no”
(2004, p. 281). La acción de Argañarás explica las implicancias del
llamado “todo el partido al combate”. Un caso similar fue el de
Hernán Invernizzi, que de muy joven ya había realizado tareas
periodísticas y que decidió ingresar directamente al frente militar.
Fue detenido en la acción sobre el Comando de Sanidad y liberado
recién en mayo de 1986.
Córdoba era una metáfora exacerbada de la dinámica que
caracterizaba la lucha de clases en el país en ese momento. Si por
un lado la espiral represiva hacía crecer una agenda en ese sentido
(y dar respuestas antirrepresivas desde las páginas de El Mundo),
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 165

por otro lado había una potente agenda sindical impulsada por
crecientes procesos de lucha (de reivindicación salarial y
recuperación de los sindicatos), un alza que tuvo un pico en 1975
cuando, según Pozzi, “el flujo de activistas obreros hacia la
izquierda (armada y no armada) era un río” (2006, p. 52). No sólo
la inflación y el Pacto Social eran los causantes de la inquietud.
Luego de años de intervenciones y prohibiciones de los sindicatos,
los trabajadores ejercían una creciente presión para que se les
devuelva la democracia interna a los gremios y para recuperar la
capacidad de sus salarios. En El Mundo la agenda sindical siempre
fue una firme protagonista. Y es precisamente cuando lo sindical
vuelve a ocupar los temas de portada, y desplaza a los resonantes
temas represivos o de política nacional, que sella su destino de
clausura. Aunque desde Córdoba se alimentaba cotidianamente las
páginas de El Mundo con abundante información sindical, fue
desde otra provincia que provino el hecho gremial de mayor
dimensión en ese momento y que empujó para llegar a la portada.
Villa Constitución es una localidad ubicada en la provincia de
Santa Fe, cerca de Rosario. En ese momento gran parte de la
población dependía de su actividad industrial. La toma de la
fábrica Acindar por parte de sus trabajadores ocupó las últimas dos
tapas de El Mundo. El 12 de marzo de 1974 El Mundo (N° 163)
decía “Villa Constitución: Paró todo el pueblo” / “NUEVA TOMA
DE ACINDAR: 12 REHENES”. En el epígrafe de una foto que
muestra a decenas de trabajadores dice:
“Más de cinco mil trabajadores de Acindar y Marathon, en
Rosario, dijeron basta a la burocracia de la UOM (que
cesanteó a la comisión interna) y reocuparon ambas plantas
con amplio apoyo popular. El comercio cerró sus puertas en
solidaridad y varios gremios se movilizan. El impresionante
despliegue policial creó tensión”.
Al día siguiente el eje del título de la tapa ya no son los rehenes
o la acción directa sino el sindicato: “ACINDAR: OBREROS
166 | MARCELO MAGGIO

ACOSAN A LA UOM” (El Mundo N° 164). El diario, en parte, fue


arrastrado por esa radicalidad popular hacia un tipo de discurso
agitativo que se fue extendiendo por todas sus secciones. La foto
de tapa de ese último número muestra una gran asamblea y su
epígrafe dice:
“Una masiva asamblea de los trabajadores de ACINDAR
ratificó su decisión de seguir la lucha, sin ceder un
centímetro. Los obreros mantienen en su poder a 12
rehenes, mientras Villa Constitución los apoya. La
solidaridad crece y la burocracia se preocupa”.
Resulta interesante señalar la presencia, en ese mismo
ejemplar, de contenidos que refieren a otros modelos de prensa. En
la contratapa de este número del 13 de marzo aparece un artículo
que contiene ese estilo mixto que atraviesa toda la experiencia de
El Mundo, donde está lo informativo, lo agitativo, pero sobre todo
lo educativo. “La bronca viene de abajo” se titula. Y sigue:
“Los trabajadores metalúrgicos de Villa Constitución
continuaron ayer con la toma de fábricas. Desde las 10 de la
mañana se paralizó toda la actividad de la ciudad en
adhesión a los obreros en conflicto. Cerró el comercio y
adhirieron portuarios, ferroviarios, telefónicos, Junta
Nacional de Granos y otros gremios menores. Los
burócratas Fernández y Oddone hicieron una propuesta que
fue rechazada de plano por las bases. Amenazas de un
comando fascista”.
En este fragmento seleccionado aparecen sobre el final y de
modo disruptivo los términos más connotados. Pero luego se puede
leer en esta misma contratapa una explicación estructural del
problema, que intenta salir de la urgencia de la noticia y ubicar el
tema dentro del sistema social, propio del gesto educativo que se
venía señalando:
“Villa Constitución es una ciudad de unos 20 mil habitantes.
Ubicada en la ruta que une esta ciudad con Buenos Aires,
sus principales actividades están referidas a la industria
metalúrgica. De esas actividades dependen en forma directa
unos seis mil trabajadores. Las tres principales fábricas son
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 167

Acindar, Marathon y Metcon que reúnen en conjunto unos


5.500 trabajadores todos ellos son afiliados a la Unión
Obrera Metalúrgica. La misma se encuentra intervenida
desde hace cuatro años”.
Es un gesto educativo similar a los que se dan en los materiales
de formación política marxista, un análisis concreto de la situación
concreta, aunque en este caso con un intento de adaptación a una
prensa de masas.
El impacto y adhesión logrados en la población por esta
reivindicación sindical fue absoluto. Como se narra en el artículo,
no abrieron los comercios y el resto de los gremios se solidarizaron
con los trabajadores de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) local.
El saldo de esta lucha fue vivido como una victoria no sólo por los
trabajadores involucrados, sino por toda la población, una
movilización social recordada como Villazo. La UOM no lo
perdonaría y un año después exactamente, en marzo de 1975,
volvió a la carga de la mano de la presidenta María Estela Martínez,
con fuerzas policiales y parapoliciales de la Triple A, con las que
desató en Villa Constitución una salvaje represión y cacería sobre
toda la población del lugar, en lo que a la distancia aparece como
uno de los primeros ensayos de los métodos utilizados
sistemáticamente desde marzo de 1976.
Navarrazo y Villazo, dos hechos políticos que agitaron las
páginas del diario El Mundo entre las agendas antirrepresiva y
sindical, atrayendo enemigos de diferente tipo, y con la evidente
pérdida de las características elementales de un “periódico
independiente de información general” a partir de la batalla
ideológica que se pretendía librar “de frente” y no de modo
enmascarado. Los propios periodistas del diario veían cómo se
estaba cambiando el rumbo del proyecto. Norberto Colominas
ingresó como periodista para trabajar a las órdenes de Roberto
Cossa. Aunque estaba vinculado al FRP de Jaime se desempeñaba
168 | MARCELO MAGGIO

como profesional y veía del siguiente modo el proceso: “Me parece


que la principal enseñanza que deja El Mundo es que un diario,
antes que ninguna otra cosa, es una herramienta informativa, ergo
hay que informar (...) si se hace mal es evidente que se trata de un
manijazo ideológico y político (...) La discusión era que algunos
decíamos que para ser una buena herramienta política tenía que
ser un buen diario” (entrevista personal, 2011).
Todo indicaba que El Mundo no necesitaba ni un solo problema
más. Pero aún faltaba la resolución de un asunto no menor: el
secuestro de Víctor Samuelson, producido alrededor de tres meses
antes del cierre del diario y que seguía en negociación. El 6 de
diciembre de 1973 el ERP había realizado una acción cronometrada
en las instalaciones del Club ESSO de Campana. Allí tomó como
prisionero a Víctor Samuelson, Gerente General de la ESSO.
“Nosotros pensamos que por un ejecutivo norteamericano
podíamos sacar 2 millones de dólares, para los precios de la época.
Pero resultó que Samuelson era familiar, tal vez un hijo no
reconocido, de Rockefeller, o sea que era un pez gordo y no un
ejecutivo más. Cuando el ERP lo advierte, incrementa el rescate”,
cuenta Mattini (entrevista personal, 2008).
Desde El Mundo el tema se había tratado en varias
oportunidades, incluso en las semanas en que aún estaban Cerruti
y Granovsky. En esos primeros artículos sobre el caso imperaba la
distancia propia del modelo enmascarado aunque, a la vez, asumir
la publicación de este tipo de información implicaba de todos
modos un alto riesgo. El siguiente fragmento periodístico, del 8 de
diciembre de 1973 (dos días después del secuestro), da cuenta de
ese distanciamiento con las acciones del ERP (El Mundo N° 91):
“Se han producido algunas novedades en torno del secuestro
del señor Víctor Samuelson, gerente general de operaciones
de la empresa petrolera norteamericana ESSO. (...) Como es
sabido una organización política armada declarada ilegal por
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 169

el gobierno interino de Raúl Lastiri se adjudicó el operativo.


Precisamente ayer difundió en la Capital Federal un
comunicado, por los medios habituales, en el cual da cuenta
del rapto del ejecutivo estadounidense y aporta un elemento
totalmente inesperado en cuanto a los objetivos de la acción:
'Samuelson ha sido secuestrado para ser sometido a un
juicio' -se afirma-”.
Más cerca aún de los registros periodísticos de la época se
encuentra este fragmento publicado el día anterior (El Mundo N°
90):
“'Me siento enferma' -dijo en Cleveland, Estados Unidos- la
madre de Víctor Samuelson al enterarse que su hijo había
sido secuestrado por guerrilleros argentinos”.
Aquí no sólo desaparece el nombre de la organización sino que
se apela al color y el drama con la madre del empresario
secuestrado por la propia organización. Pero, como se ha dicho,
esto corresponde a otro momento periodístico en la breve historia
del diario, al momento más enmascarado y periodístico.
El secuestro de Samuelson se extendió más allá de lo que el
Buró del PRT-ERP veía como recomendable; pensaban que se tenía
que resolver rápido, pero los encargados de la negociación por
parte del ERP no se movían de los 20 millones de dólares y
especulaban con estirar el secuestro el tiempo que sea necesario.
Sin embargo Santucho dio la orden de resolverlo cuanto antes y
aceptar lo que ofrezca la empresa porque el operativo se estaba
complicando. La petrolera norteamericana aceptó pagar una cifra
cercana a los 14 millones de dólares. Parte del acuerdo era también
darle publicidad a lo sucedido, por lo que ESSO además de pagar el
rescate publicó el 14 de marzo la correspondiente solicitada que le
pidiera el ERP -como era costumbre en esos tiempos- en los
principales diarios de la ciudad de Buenos Aires.21
Con este hecho, el explosivo coctel detona y el presidente Perón
decreta el cierre del diario El Mundo ese mismo 14 de marzo
21 Víctor Samuelson recuperó su libertad el 29 de abril.
170 | MARCELO MAGGIO

mediante el decreto 811 “por su clara concomitancia con las


organizaciones ilícitas”. Manuel Gaggero opina que la clausura no
tiene directa relación con el secuestro de Samuelson, sino con un
pedido directo desde la cúpula de la CGT. “Cuando nos
clausuraron, yo hablé con Emilio Abras [Secretario de Prensa de
Perón] y le digo '¿che, pero qué pasó?, vos me dijiste...'. Y me
contesta, 'mirá, acá los metalúrgicos, Lorenzo Miguel, le pedía al
general permanentemente que los clausurara. El viejo [Perón], le
decía dejemos que los zurditos tengan un diario, pero ellos [la
UOM] le decían que no y que no'”, cuenta Gaggero (entrevista
personal, 2008). El diálogo entre Gaggero y Abras marca dónde
estaba el principal eje de confrontación, aunque la confluencia de
hechos muestra el agotamiento del tiempo: una tapa desde la que
se señala que la UOM está acosada, y por otro lado -a la vez- la
multinacional que paga 14 millones de dólares. “Acá todos dicen
que si los dejan, con la plata que el ERP le sacó a la ESSO van a
sacar más y más diarios”, afirmó Abras (Anguita y Caparrós, 1998,
p. 290).
Gaggero atribuye el encono por parte de la CGT al desarrollo e
inserción que había logrado El Mundo: “El diario había penetrado
mucho y generó una forma de comunicación alternativa [sic] que le
daba espacio a todas las luchas que se estaban generando en el
movimiento sindical contra la burocracia; porque no era solamente
lo de Villa Constitución, eran los metalúrgicos en Capital Federal,
el gremio de la carne, la FOTIA [Federación Obrera Tucumana de
la Industria Azucarera], [René] Salamanca y [Agustín] Tosco en
Córdoba. Todo eso tenía cabida en el diario, entonces para ellos
[CGT] era un problema, porque era darle presencia nacional a
todos estos movimientos antiburocráticos” (Gaggero, entrevista
personal, 2008). Ese punto de vista de Gaggero sobre la
importancia de las luchas populares en un sentido amplio en el
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 171

diario la ratifica el corresponsal en Tucumán, quien había sido


militante del PCA y luego se integra al FAS, Marcos Taire: “No
había ningún sectarismo, si había una lucha se la difundía (...) uno
podía poner en el diario lo que se decía en las asambleas, en las
reuniones, era extraordinario, para mí era tocar el cielo con las
manos, no lo podía creer que existiera ese diario, más cuando lo
empecé a ver realmente en la calle, sentía orgullo. Decía, 'ahora sí
volví a tener ganas de ser periodista'” (entrevista personal, 2010).
El diario llegaba por la tarde en un avión a Tucumán y se distribuía
en los kioscos y a la militancia tucumana.22
Al respecto Gaggero amplía: “Mandábamos el diario a todas las
provincias. Teníamos una distribución nacional bastante aceitada.
Llegábamos en el día, hacíamos el esfuerzo con camión, aviones...
En los principales lugares el diario se distribuía. Y tenía una
influencia importante, era un diario leído, sobre todo por una
fracción de la sociedad que miraba con cierta bronca a Perón, y por
una fracción del peronismo más combativa y de base que se sentía
reflejada en el diario” (entrevista personal, 2008).
En relación con esta distribución nacional resulta de interés
también la declaración que reproduce Pozzi de una militante
sindical de base de la provincia de Formosa, simpatizante del PRT-
ERP: “Lo que podía captar, lo que podía leer [sobre Santucho y el
ERP] era en El Mundo. Pero El Mundo también llegaba salteado,
porque los boicot que se le hacía a veces a Formosa no llegaba. (...)
Estábamos enloquecidos con El Mundo, estábamos chochos, con
Fierrito, con todos esos. Lo que pasa es que Formosa no tenía
literatura, no es que uno no tenía interés, ¿me entendés? El Mundo
lo devorábamos, no todos de pronto, pero un grupo de gente”
(2004, p. 190). Este testimonio abre otro tipo de problemáticas,
como por ejemplo las relacionadas con los consumos culturales
22 En el punto “Corresponsalía en Tucumán” del Anexo se hace una descripción
detallada del trabajo de una corresponsalía.
172 | MARCELO MAGGIO

que se pueden dar en una época, ese apetito por la información del
que hablamos en el inicio de esta investigación. Dentro de esa
característica amplia se pueden destacar varios rasgos específicos,
como la existencia de un grupo de trabajadores, con un grado de
politización, que se informaba con El Mundo; o la cuestión de la
llegada a una provincia distante como Formosa, lo que implica una
voluntad manifiesta de cobertura.
De todos modos, según el corresponsal de Tucumán, el diario
estaba pensado para Buenos Aires, dado que la corresponsalía en
su provincia era pequeña y contaba con escasos recursos, a pesar
de que estaba justamente en una de las provincias centrales según
la caracterización del PRT-ERP: “Si a Tucumán no se le dio esa
importancia no se le debe haber dado a otros lugares” (Taire,
entrevista personal, 2010). Pese a esa sensación de centralismo
porteño en el diario, lo cierto es que la distribución nacional había
sido bien encaminada.
Sin embargo, la creciente visibilidad e inserción del diario no
resuelve ni explica en sí misma (como desliza Gaggero) el problema
del final abrupto. No se puede negar que se puede encontrar una
relación entre el grado de visibilidad e inserción de una
herramienta comunicacional que se propone dar una batalla de
ideas con las posibles represalias y respuestas que emana el poder
dominante. Pero también, por lo que se ha analizado hasta aquí,
esas represalias pueden ser aceleradas (e incluso motivadas) si no
se realiza una adecuada combinación del trabajo legal con el ilegal
(en lo que corresponde a la organización política que impulsa el
proyecto) y, en relación al proyecto en sí, si se producen errores
como el abandono del enmascaramiento y la incorporación de
rasgos agitativos que pueden provocar por sí mismos una
aceleración de la represión (como explicaría Santucho luego en su
folleto “Poder Burgués y Poder Revolucionario”).
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 173

Si desde los sucesos de Azul el PRT-ERP se vio encerrado


políticamente, cuestionado hasta por los aliados más cercanos, y el
diario a su vez no hizo más que incrementar su filiación pública con
el PRT-ERP, se estaba dando todo lo contrario a una correcta
combinación del trabajo legal con el ilegal en términos leninistas.
El PRT-ERP profundizaba la radicalidad del trabajo ilegal
reafirmando la línea del copamiento de cuarteles, mientras que
desde el frente legal se le pretendía dar soporte y consenso a ese
accionar.
Pasó casi una semana hasta que los lectores de El Mundo se
pudieron enterar los detalles de lo que había pasado con su diario.
Fue a través de otra publicación legal que también impulsaba el
PRT-ERP, la revista Nuevo Hombre (Nº 59, marzo de 1974):
“Eran las tres de la tarde del jueves 14 de marzo [1974]
cuando los atareados transeúntes de Sarmiento entre Maipú
y Esmeralda observaron el rápido desplazamiento de
numerosos policías que con gran despliegue de aparato
cortaban el tránsito y se dirigían al ya famoso edificio de
Sarmiento 760, donde funcionaba la redacción y oficinas del
diario El Mundo”.
Según esta crónica el operativo policial era nutrido, encabezado
por tres comisarios y con el apoyo de la Brigada de Explosivos, que
llevaron el decreto presidencial hasta el interior mismo de la
redacción del diario para notificar el final del diario. “Con el apuro
de acabar con El Mundo, se olvidaron de clausurar el local, lo que
harían horas después mediante otro decretazo, notificado esta vez a
las tres de la mañana” (De Santis, 2000, p. 191).
Las repercusiones de la clausura estuvieron más ligadas a lo que
en términos de alianzas había podido conservar el partido que a un
desarrollo político propio del diario sobre el terreno de la libertad
de prensa. Nuevo Hombre, en el artículo mencionado, agrega que
“el Bloque Peronista de Prensa, aunque señalando sus diferencias
con la línea editorial del diario, destaca su justa preocupación
174 | MARCELO MAGGIO

'porque el primer diario que clausura el gobierno peronista no es


La Prensa, en un acto de legítima recuperación nacional y popular,
sino El Mundo'”. Las voces que se levantaron para repudiar el
hecho fueron las menos, algo que estaba marcando el estado de las
relaciones con las otras fuerzas políticas, sobre todo después del
copamiento de Azul.
Como la medida de la clausura era ilegal (se requería de la
vigencia del Estado de Sitio para ser válida), un grupo de diputados
alfonsinistas pidió interpelar al ministro del Interior, Benito
Llambí: la solidaridad llegaba de un lugar poco esperado. 23 Llambí
afirmó que “lo clausurado estaba bien clausurado” y que “la medida
era definitiva”.
Para la revista Nuevo Hombre la situación daba un vuelco con
este cierre: “Somos conscientes de que la creciente fascistización
del Gobierno -evidenciada con el Navarrazo y la clausura de El
Mundo- va creando rápidamente una situación en la que se borra
todo vestigio de las libertades democráticas”. Sin embargo, incluso
hacia septiembre de 1974, a seis meses de la clausura y con una
espiral represiva que lejos de disminuir se había incrementado, el
Buró Político seguía afirmando desde las páginas de El
Combatiente (editorial del 11 de septiembre de 1974 titulado “Las
tareas centrales del partido”), que “estamos en un momento en que
aún es posible aprovechar los resquicios de la legalidad burguesa”
(De Santis, 2000, p. 322).
Con el diario cerrado y viendo qué se podía hacer, Aldo
Comotto, asesor legal de la publicación y miembro del partido,
sugirió aprovechar un resquicio legal que había detectado para

23 Las relaciones con el radicalismo tienen especial densidad, partiendo del origen
político familiar de varios de los miembros del Buró, la cercanía del senador
Hipólito Solari Yrigoyen con el FAS, o el interés que tuvo el propio Alfonsín en
mantener un canal de diálogo con el PRT-ERP (ver Seoane, 2003). El senador
radical Solari Yrigoyen era de hecho un aliado y tenía marcada presencia en las
páginas de El Mundo.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 175

continuar con la tarea periodística: sólo había que utilizar otro


nombre. A Gaggero le pareció una buena idea, por lo que decidió
reactivar el trabajo. La nueva intentona se llamó Respuesta
Popular, que pudo salir a la calle únicamente el lunes 25 de marzo,
bajo la dirección formal de Comotto. Como si se tratara de un acto
reflejo, Perón lo clausuró de inmediato, esta vez “con un decreto
mucho más completo que el anterior, que prohibía El Mundo,
Respuesta Popular o cualquier otro periódico que intentara
reemplazarlo” (Anguita y Caparrós, 1998, p. 291).
Desde Nuevo Hombre se reclamaba por la situación laboral de
los “300 trabajadores” que quedaron en la calle. Hubo
negociaciones sobre este punto con Emilio Abras, secretario de
prensa del gobierno, quien llegó a prometer que se inscribiría a los
periodistas en un registro para reabsorberlos en la actividad de
prensa. Pero esto nunca sucedió y en líneas generales “cada uno se
la rebuscó como pudo”, según recuerda Juan José Panno
(entrevista personal, 2008). Algunos periodistas pudieron volver a
trabajar gracias a Rafael Perrota, director y propietario de El
Cronista Comercial, que propició la absorción tanto de periodistas
provenientes de El Mundo como del posteriormente clausurado
Noticias (de Montoneros). Norberto Colominas (entrevista
personal, 2011) recuerda que “en un momento se van [José María]
Pasquini Durán, Tito Cossa y Carlos Somigliana, después de Azul, y
dos semanas después me voy yo. Los cuatro pasamos de El Mundo
a El Cronista Comercial”.
Rafael Perrota pertenecía o colaboraba con el PRT-ERP y
brindaba información al aparato de inteligencia del partido (Pozzi,
2004); incluso por su vía el Buró Político se enteró de la fecha que
manejaban los militares para el golpe de Estado con varios meses
de anticipación. Perrota engrosó la lista de los periodistas
desaparecidos, y si bien compartía las mazmorras con otro
176 | MARCELO MAGGIO

periodista reconocido, Jacobo Timerman, no corrió su misma


suerte, ya que Timerman fue liberado por la relevancia
internacional de su caso.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 177

PALABRAS FINALES

La iniciativa por un trabajo enmascarado desde las trincheras de la


legalidad fue una de las tantas propuestas creativas que supo
arriesgar la organización. Las incomprensiones y dificultades van
en paralelo a la complejidad para desarrollar en la práctica esta
idea, y dan cuenta de la distancia que hay entre asumir la
propuesta de Lenin sobre la combinación del trabajo legal e ilegal,
por un lado, y su efectiva y exitosa concreción, por otro.
El enmascaramiento fue, para el PRT-ERP, un modo general de
trabajo en el terreno legal, que implicaba “avanzar hacia el
desarrollo del poder local”. La prensa legal formaba parte de los
intentos por establecer ese “ejercicio del poder popular”,
hábilmente enmascarado tras una fachada particular, como afirma
Santucho en “Poder burgués y poder revolucionario” (De Santis,
2000). Pero debe considerarse que el trabajo sobre prensa legal
estaba también orientado y determinado por los desarrollos
alcanzados en términos de agitación y propaganda que la
organización reiteradamente llamaba a cuidar, incrementar,
mejorar, asumir estratégicamente. El trabajo de propaganda tenía
la función central de extender cada vez más la vanguardia obrera y
popular a partir del impulso de una profunda “lucha ideológica”. A
esa batalla de las ideas también se sumaba El Mundo, pero ya no
pensando en un lector de vanguardia, o políticamente cercano, sino
en términos de las “más amplias masas”. Esta vocación de
intervenir en la lucha ideológica fue impulsada por la organización
hasta los últimos días del período democrático, ya que por ejemplo
178 | MARCELO MAGGIO

en octubre de 1975 se da el lanzamiento de “la Primera Escuela


Nacional de Propaganda Abel Herrera” (De Santis, 2010, p. 401).
La definición de esta tarea de prensa de masas, por lo tanto,
estaba signada por la combinación de esas dos características:
difusión de ideas revolucionarias (batalla de ideas) y trabajo legal
(enmascarado como prensa comercial). En “Las tareas centrales del
partido” (11 de septiembre de 1974) el PRT-ERP así lo definía:
“Debemos insistir en el esfuerzo de utilizar también las
posibilidades de la prensa legal para difundir, con el
enmascaramiento correspondiente, las ideas y posiciones de
nuestro Partido y las ideas revolucionarias en general”; y a la vez
hacía la autocrítica de lo sucedido en las fallidas intentonas, como
lo sucedido con El Mundo, afirmando que “debemos prevenirnos
contra una tendencia que ha venido manifestándose entre
nosotros, a no cuidar el enmascaramiento, a plantear literalmente
la línea del Partido, con las dificultades consiguientes”.
También la tarea de prensa legal, a la que El Mundo respondía,
debía seguir un particular modelo de prensa comercial popular:
“Pensamos un diario popular, que pudiera ser popular enfrentando
el populismo”, según señalaba Mattini. Esa tradición de prensa que
implicaba hacer un diario popular le aportaba un abanico de
prácticas periodísticas a tener en cuenta, y a la vez le marcaba sus
posibles destinatarios, a los que se debía dirigir mediante una
escritura simple y un extendido uso de la fotografía. Enmascarado
como “periódico independiente de información general”, conformó
su redacción con periodistas profesionales y militantes. Y
estructuró inicialmente esa redacción como lo hacen estos mismos
periódicos. Los periodistas debían seguir los criterios del trabajo
profesional y comercial vigente en la prensa de ese momento. Pero
a la vez debían garantizar que ese trabajo fuera realizado desde una
perspectiva y una agenda de izquierda en el sentido más amplio
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 179

posible: “El diario El Mundo había sido pensado como la voz del
campo popular, no sólo del PRT y sus aliados” (Mattini, 2006, p.
234). Todas estas combinaciones eran fuertes desafíos a resolver y
evidencian una mirada más allá de las fronteras del propio
desarrollo (de la propia organización y del propio medio de
comunicación).
Esa imbricación de El Mundo con un particular desarrollo de lo
político social es necesario explicarla desde “las tres
consideraciones principales” que se han tomado de los aportes de
la comunicación alternativa: oposición, inserción e
instrumentalidad. Oposición como un modo de enfrentamiento
específico (no arbitrario) que se derivaba de una matriz de
comprensión de la realidad social: la lucha de clases. El trabajo
cultural se inserta en esa dinámica y no le es ajeno su
desenvolvimiento, ya que puede y debe intervenir. En segundo
término, y para intervenir no desde la exterioridad sino como parte
involucrada, se desarrolla un tipo de relación específica con lo
social popular a partir de una práctica política de inserción,
relación y confianza con los sectores a dinamizar. Y tercero, está la
pretensión de que esa intervención tenga un carácter
instrumental, orientada por una estrategia política que le es dada,
en la que participa y a la que aporta desde su experiencia, lo cual
quita al medio de comunicación el carácter de fin en sí mismo. Este
conjunto de consideraciones hace que las necesidades
comunicacionales estén más allá de los límites del propio medio, y
esto constituye su debilidad y su fortaleza a la vez.
Las tensiones que implican estos principios se pusieron al
desnudo al momento de la clausura del diario: quedaba expuesta
cuál era la capacidad de comprender la política bajo circunstancias
de legalidad por parte del PRT-ERP y la caracterización que se
hacía de las libertades democráticas vigentes. El propio partido
180 | MARCELO MAGGIO

reconocía que la represión se podía desatar o incluso acelerar si no


se realizaba una adecuada combinación del trabajo legal con el
ilegal. La continuación de la lucha armada por parte del ERP,
sumado al abandono del “enmascaramiento bajo formas
periodísticas” mediante la incorporación de rasgos agitativos
propios de la tradición leninista en el diario, están por lo tanto
relacionados con el cierre.
En términos políticos más amplios, la política nacional se ve
determinada por la función que debía desempeñar Perón en esta
etapa: la dictadura militar de la autodenominada “Revolución
Argentina” lo veía como la única manera de frenar la revolución en
ciernes. Con el retorno de Perón se desatan varias consecuencias,
ya que dio tiempo al partido militar para reagruparse (si se utilizan
los términos empleados por el PRT-ERP), sacó a la superficie legal
gran parte de la estructura militante de la izquierda (mediante los
instrumentos de masas), y sobre todo dividió a la izquierda entre
aquellos que aplaudían el retorno del líder y quienes lo veían como
una trampa, provocando escisiones hasta en el propio PRT-ERP.1
La combinación de estos elementos fue letal y permitió primero
la aniquilación selectiva mediante las fuerzas parapoliciales y luego
-de modo creciente y constante- mediante la sumatoria de fuerzas
de todo el aparato represivo estatal (proceso que se inició
formalmente con el gobierno de Perón a partir de la reforma del
Código Penal y que fue continuado y profundizado por la dictadura
militar).
Luego del ataque a la guarnición de Azul, Perón dejó de
caracterizar al PRT-ERP como “delincuentes comunes” (palabras
usadas en ocasión del copamiento a Sanidad); ahora el partido era
visto como “una organización con dirección extranjera”, en un
discurso dirigido a la Nación en el que mostraba nuevamente su

1 Ver "Tras las huellas del marxismo-leninismo" en el primer capítulo.


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 181

añejo uniforme de general. La respuesta periodística que brindó El


Mundo al copamiento de Azul marcó un quiebre para la
publicación. A partir de allí se reforzó un desplazamiento que
pretendía librar la batalla ideológica prácticamente “de frente”,
mediante elementos político agitativos y abandonando el
enmascaramiento. Este desplazamiento de un modelo de trabajo
hacia otro fue posibilitado por los cambios que se habían producido
en la organización interna del medio, en la cual quedaba
conformado una especie de núcleo de dirección más “político” que
se impuso y reemplazó al anterior esquema de “redacción
periodística”. Forma y contenido, como era de esperar, se
imbricaron.
Mattini (entrevista personal, 2008) asume las implicancias de
este error: “Si lo clandestino está muy pegado con lo legal, jode a lo
legal; (...) [porque] lo legal tiene que aparecer como legal, no puede
aparecer violando la ley”. Mientras que desde el frente legal se le
pretendía dar soporte y consenso al accionar del PRT-ERP, se
profundizaba la radicalidad del trabajo ilegal que impulsaba la
organización. Cabe recordar que el 30 de mayo de 1974 hizo su
presentación la Compañía de Monte en Tucumán con la ocupación
de la localidad de Acheral. Es decir que a poco más de dos meses de
cerrado el diario ya se estaba lanzando la guerrilla rural. El
corresponsal de El Mundo en Tucumán afirma que vio llegar los
primeros grupos destinados al monte “entre febrero y marzo de
1974”, es decir mientras él trabajaba para el diario.
Pero también, como se dijo en relación a la distribución del
diario, el grado de visibilidad del medio, su inserción, y su
vinculación con un proyecto político que amenazaba con disputar
seriamente la estructura de poder establecida, es un elemento que
también determina la violencia a enfrentar. Esto lo explica Pozzi en
relación a la política general del PRT-ERP, y destaca que la
182 | MARCELO MAGGIO

burguesía y las fuerzas políticas que la custodiaban, principalmente


el partido militar, vieron en esta construcción política (y en
aquellas que se desarrollaron en un sentido similar y desafiante)
una amenaza, a ello se debe que “las expresiones legales del PRT-
ERP y los organismos que éste ayudaba a establecer fueran
permanentemente cerrados y perseguidos” (Pozzi, 2004, p. 335).
Finalmente, cabe señalar que en tiempos de tristeza ideológica
como los que siguieron, o del más reciente proceso de florecimiento
de significantes vacíos, resulta enriquecedor poder analizar una
experiencia comunicacional y política que se atrevió a pensar el par
masividad y poder: medios masivos para una política de masas, un
desarrollo concebido dentro de una estrategia social general.
Este trabajo pretende ser una contribución, una mínima
explicitación de aspectos que los militantes del PRT-ERP no
tuvieron tiempo de hacer. Así lo deja entrever un viejo perro, como
les solían decir a los perretistas: “Nunca hicimos un balance.
Cuando prohibieron el diario, en realidad, tuvimos la tendencia a
consolarnos, en el sentido de decir 'bueno, cómo no lo iban a
prohibir si era un periódico de la guerrilla'” (Mattini, entrevista
personal, 2008). Quizás desde el presente aquel recorrido parezca
puro atrevimiento y desafío desbocado, pero sin embargo se debe
asumir que fue expresión de una época.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 183

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Entrevistas

Entrevista a Pedro Cazes Camarero, Buenos Aires, julio de 2008.

Entrevista a Norberto Colominas, Buenos Aires, enero de 2011.

Entrevista a Roberto “Tito” Cossa, Buenos Aires, enero de 2011.

Entrevistas a Daniel De Santis, Buenos Aires, junio de 2008 y diciembre de


2009.

Entrevista a Horacio Eichelbaum, por vía electrónica, diciembre 2011-


febrero 2012.

Entrevista a Manuel Gaggero, Buenos Aires, junio de 2008.

Entrevista a Isidoro Gilbert, Buenos Aires, junio de 2008.

Entrevista a Armando Jaime, Avellaneda, enero de 2010.

Entrevista a Elba Martens, Buenos Aires, julio de 2007.

Entrevista a Luis Mattini, Buenos Aires, febrero de 2008.


DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 189

Entrevista a Juan José Panno, Buenos Aires, junio de 2008.

Entrevista a Marcos Taire, Buenos Aires, junio de 2010.

Entrevista a José G. Vazeilles, Buenos Aires, agosto de 2007.

Entrevistas a Norberto Vilar, Buenos Aires, 2009 y 2010.

Testimonio de Julio Carreras. Intercambio de correo electrónico realizado


por Hernán Farías Dopazo, julio-agosto de 2006 (gentileza de
Hernán Farías Dopazo).

Testimonio de un militante de la estructura nacional de propaganda del


PRT-ERP, con pedido de reserva de identidad, julio de 2008.

Publicaciones y otras fuentes

Boletines internos del PRT-ERP período 1972-1976, gentileza de Daniel De


Santis.

Diario El Mundo (segunda época). Archivo CEDINCI y colección personal


de Norberto Vilar.

Diarios La Nación, Crónica y La Razón período 1972-1974. Diario El


Mundo (primera época). Ejemplares seleccionados,
Hemeroteca del Congreso de la Nación, Ciudad de Buenos
Aires.
190 | MARCELO MAGGIO
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 191

ANEXO DOCUMENTAL

Organigramas del diario


192 | MARCELO MAGGIO
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 193

Crónica del Combate de Azul.


Diario El Mundo Nº 122 (22/1/1974)

EL COMBATE DE AZUL
Cerca de 80 hombres intervinieron en la acción

A las 20,30 horas del sábado una eucaliptos, es el acceso directo hacia la
compañía del ERP compuesta por vivienda donde moran normalmente las
alrededor de ochenta hombres y cuyo autoridades de la base. En este caso, el
nombre de guerra sería “Héroes de coronel Camilo Arturo Gay, su esposa
Trelew”, acampó en la periferia del Hilda Irma Casaux de Gay, y sus dos
regimiento de Azul. hijos un varón de veinte y una mujer de
Vestían uniformes similares a los del quince años.
ejército donde inclusive podían leerse El grupo especial, simultáneo al que
grados militares y nombres, y llegaron atacó las instalaciones principales
en varios vehículos, entre los que avanzó hacia las viviendas. Según las
figurarían un camión, dos ómnibus y informaciones obtenidas en el lugar, y
tres o cuatro automóviles. los partes oficiales, reunidos
Según versión extraoficial recogida periodísticamente por EL MUNDO, el
en el lugar, los guerrilleros coparon la comando habría logrado copar los
guardia central y el puesto N° 3. puestos (número 6 y 7) que controlan el
Inmediatamente se formalizó el tiroteo acceso al lugar. Frente a la vivienda
entre los atacantes y los defensores del encontraron al conscripto Daniel
cuartel. González, quien pese a ser rodeado por
Los guerrilleros mantuvieron su los guerrilleros habría opuesto seria
ofensiva durante más de media hora, resistencia, perdiendo la vida.
comprobando la imposibilidad de vencer Los atacantes ingresaron a la
la resistencia numéricamente superior. vivienda, en donde se encontraba
Mientras ocurrían estos episodios, también el teniente coronel Ibarzábal
otro grupo de la compañía atacante –un (segundo jefe de la unidad), intimando la
comando compuesto aparentemente por rendición de los moradores e
no menos de diez hombres- penetró por instándolos a que los siguieran hacia la
la avenida Catriel (en el parque ubicado herrería del cuartel, lugar que en cierta
dentro de la guarnición), hacia la forma dominaban las fuerzas
residencia del jefe del regimiento. La guerrilleras.
avenida, un camino bordeado de
194 | MARCELO MAGGIO

Aparentemente, la resistencia las patrullas que recorrían el lugar y los


impuesta por Ibarzábal culminó en un guerrilleros que estaban en la zona.
abierto tiroteo dentro de un campo Los vecinos informaron que los
reducido, lo que provocó la muerte del miembros de la organización guerrillera
jefe de la unidad, coronel Gay y la arrojaron miles de volantes en la zona.
rendición de Ibarzábal, quien fue Según versiones, el grupo que se
tomado prisionero por los guerrilleros. hizo cargo de la señora Hilda Casaux de
Mientras tanto los guerrilleros Gay, esposa del coronel, permaneció
continuaron el tiroteo durante atrincherado, posiblemente en el casino
prolongado lapso dentro del cuartel y de oficiales. Las informaciones
poco después de las tres de la extraoficiales indican que esos
madrugada iniciaron la retirada, guerrilleros ofrecieron rendirse a cambio
utilizando en la huída los mismos del arribo de un juez. La negativa del
vehículos en que habían llegado. Ya ejército desató un tiroteo, en el cual
habían partido hacia Azul fuertes perdió la vida la esposa del jefe militar.
contingentes del Regimiento 2 de También habrían fallecido dos
Caballería Blindada de Olavarría y del guerrilleros, y según el testimonio de un
Batallón Logístico N° 1. empleado de la funeraria, se trataba de
Por varias horas más se siguieron dos jóvenes que por su apariencia no
oyendo disparos, producidos al parecer llegaban a los 20 años de edad.
por enfrentamientos esporádicos entre

Titulares de El Mundo en la tapa para el tema de agenda


“Situación política en Chile”

Nº1. Terminante respuesta a la derecha en Chile: la central obrera realizará un


multitudinario mitin en Santiago
Nº2. Chile: mitin popular contra los golpistas
Nº7. Más atentados de la derecha chilena
Nº9. Apoyo de masas al gobierno chileno
Nº14. Dramático panorama enfrenta Chile
Nº15. 5ta. (11/9) Resiste el pueblo al golpe fascista
Nº15. 6ta. Ha muerto Allende // recuadro: EL MUNDO en Chile. Con motivo de
los trascendentes acontecimientos que vive la hermana república de Chile, EL
MUNDO envió al país trasandino a uno de sus cronistas y un reportero gráfico,
para poder transmitir a sus lectores un testimonio vivo y directo de esos sucesos
que conmueven al mundo y a nuestro país.
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 195

Nº16 . No se suicidó. Lo mataron. Se lucha en las minas y ciudades (noticia


tapa completa con foto de Allende).
Nº16. 6ta. Dura lucha en minas y ciudades. Asesinaron a Allende y a 5
colaboradores. // Los obreros controlarían Valparaiso
Nº 17. 5ta. La Iglesia no apoya a la junta // Sublevación militar contra el golpe //
También mataron a la mujer de Allende // Los trabajadores combaten desde las
fábricas
Nº 17. 6ta. El general Carlos Prats estaría en la resistencia // La junta militar no
controla el País. Existe rigurosa censura. // Desmentida: no murió la señora de
Allende
Nº18. 5ta. Amplia zona bajo control popular // Reconocimiento de los gorilas:
hay guerrillas // Argentina: paro, duelo y actos
Nº18. 6ta. Habrá paro nacional de repudio el lunes // El Ejército no domina en
los barrios obreros // Cómo mataron al presidente los golpistas // Mortal lucha en el
centro de Santiago // “Murió Allende, pero el gobierno legal no”
Nº19. Feroz lucha en cordones fabriles. Heroica Resistencia // Prats en
Argentina
Nº21. Ofensiva combinada contra el pueblo. Admiten que no cesan la
resistencia // Ayer manifestación, hoy paro y mañana funeral de repudio al golpe
chileno // Foto: Chile hoy
Nº22. Hoy a las 20, en Congreso, el gran homenaje a Allende // Golpe a la
guerrilla
Nº23. (19/9) Repudio al fascismo trasandino en el funeral cívico de anoche //
foto: “Allende dio la vida por la patria socialista” // Chile aislado y bajo el terror
Nº 24. 5ta. Ayuda económica de EE.UU. tendrá el gobierno de los militares en
Chile // Contratapa: carta de despedida y agradecimiento del embajador de Chile
en Argentina hacia el diario El Mundo.
Nº 24. 6ta. Chile recibe ahora capitales foráneos // Relaciones diplomáticas
Nº 25. 5ta. Nueva constitución en Chile. Será modificada por la junta golpista //
Reconocen acción de grupos guerrilleros
Nº25. 6ta. Suprimen partidos políticos en Chile // La junta reforma la
constitución
Nº26. 5ta. Chile: violan a las mujeres // Detalles del golpe planeado por la CIA
Nº27. Plan de gobierno en Chile (23/9, día de elecciones a presidente en
Argentina)
Nº29. 25/9 Este número dedica toda la tapa al asesinato de Rucci. El primer
ejemplar de los disponibles que no coloca en tapa el tema Chile.
196 | MARCELO MAGGIO

Corresponsalía en Tucumán, Marcos Taire

Historia y objetivos
Yo integraba la conducción de la asociación de prensa de Tucumán.
Venía de militar en el PCA y hacía varios años que había dejado.
Me vinculo al PRT a través del FAS, que estaba naciendo en ese
momento, tenía muchos amigos ahí. Un día me citaron para una
reunión donde me ofrecieron ser el corresponsal. El que me lo
ofreció fue Oscar Montenegro, acompañado por Andrés Alsina, se
entrevistaron conmigo en Tucumán. Me plantean participar en un
diario del FAS en cuanto a organización política que nucleaba a
sectores de izquierda.

Funcionamiento
Las tareas periodísticas estaban a mi cargo y Fernando Evia se
encargaba de las relaciones políticas y tareas confidenciales, es
decir que la corresponsalía en lo periodístico estaba a mi cargo.
Tuve además un colaborador que era quien se encargaba de
garantizar la distribución del diario en los kioscos cuando llegaba a
la noche. El diario llegaba en el último vuelo de Aerolíneas
Argentinas a las 20 hs. aproximadamente. Este colaborador era
Luis Montenegro, el hijo de Oscar.
La oficina en la que estábamos era una habitación grande del
Hotel Plaza, en pleno centro de Tucumán, sobre la plaza
Independencia, en diagonal con la Casa de Gobierno, al lado del
Jockey Club, con balcón a la plaza. El dueño del hotel era el papá
de este compañero que hacía la tarea confidencial, entonces se
alquiló por muy poca plata. Además los del hotel nos pusieron
todo, hasta el escritorio y la máquina de escribir.
Una cláusula que puse era que este lugar se no se usara para
reuniones. Dije, “si esa va a ser una oficina tiene que ser para el
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 197

laburo periodístico exclusivamente”. A lo único que accedí fue a


que el paquete para la militancia se pase a retirar por ahí. Y pasaba
es que llegaba uno y se encontraba con otro y se ponían a charlar, y
llegaba otro, y así. Yo los tenía que rajar.

Periodismo
Sobre el trabajo en sí nunca recibí ninguna instrucción, ni presión,
ni censura, ni nada, trabajé con absoluta libertad. Obviamente que
pensaba de un modo similar a quienes dirigían el diario.
Redactabas en una vieja Lexicon, en papel normado por el
diario, nos mandaban un tocaso de papel que estaba con los límites
para la cantidad de caracteres y líneas. Hablabas por teléfono y te
decían “¿qué tenés?”, yo le decía tal cosa y me decían “bueno, tenés
tantas líneas”, nada más. Después sí los títulos los manejaban en
Buenos Aires. Eso más las fotografías se ponía en un sobre, se iba
al aeropuerto de Tucumán y se ponía “gentileza de Aerolíneas
Argentinas para entregar a fulano de tal, diario El Mundo,
Aeroparque”. Y así llegaba y el piloto del avión bajaba con eso y se
entregaba. Eso era un servicio que brindaba AA, que lo hacía para
el periodismo en general, gratis.
Se intentaba cubrir todo lo que fueran las luchas vinculadas a
los movimientos populares, a todo tipo de corriente. Recuerdo en
ese sentido la primer charla que tuve con Montenegro y Alsina que
quedamos en que íbamos a recibir y brindar información de todos
los movimientos populares sean cuales sean. Y se hizo así,
realmente, con una libertad absoluta. Recuerdo haber publicado las
primeras luchas del movimiento villero tucumano que eran todos
del peronismo, ni siquiera combativo, vinculados más a la cosa
medio lumpen de los anteriores peronistas. No había ningún
sectarismo, si había una lucha se la difundía.
198 | MARCELO MAGGIO

Fierrito
DIARIO EL MUNDO. PRT ERP: PRENSA MASIVA PARA UNA POLÍTICA DE MASAS | 199

Transformación de la Segunda Sección en


suplemento de formación política
Imágenes de las tapas del diario

El Mundo Nº 10 El Mundo Nº 15, 5ta

El Mundo Nº 29
El Mundo Nº 15, 6ta
El Mundo Nº 29, contratapa El Mundo Nº 107

El Mundo Nº 141 El Mundo Nº 143


El Mundo Nº 155 El Mundo Nº 156

El Mundo Nº 163 El Mundo Nº 164


Último número

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