La lectoescritura universitaria

Dadas ciertas ocasiones las personas se ven indiscutidamente incluidas en el vasto

mundo universitario, con el cual buscan llevar su aprendizaje y educación a un nivel mucho

mayor. ¿pero a qué se debe ese interés de las personas en adquirir ese conocimiento? La verdad

es que dudo mucho que la lectoescritura infiera en los estudiantes de la manera como lo piensas

los docentes, ya que hoy en día existen factores que influyen y controlan la vida de las personas

actualmente en la sociedad, tales como lo político, lo social y lo económico. La lectoescritura ha

sido el proceso para transmitir el conocimiento y la sabiduría que a menudo nos narran a través

de los libros la misma vida de los autores, relatos que como antes mencione quedan plasmados en

la historia de la literatura. ¿pero qué sentido tiene? Si al estudiante de hoy en día ha dejado de

darle el interés que debería tener principalmente a la hora de asumir una carrera universitaria.

No había aprendido a mirar hacia otro lado y, en el proceso, no a mirarme a mí mismo

sino a lo que sucedía detrás de mi cara. Solo pude encontrar un camino cierto en el campo

minado de la imitación cuando empecé a descubrir los gustos y ardides que acompañan a

las asociaciones de palabras. Al resolví que si uno a pisar una mina, mejor que lo haga por

cuenta propia. Volar, por así decir, por las propias delicias y desesperanzas (Bradbury,

1973, p.21).

De la anterior cita podemos ver con bastante claridad lo que antes mencionábamos sobre

la lectoescritura y su importancia, es decir que para el lectoescritor su vida, su entorno, todo lo

que pasa a su alrededor puede llegar a ser el tema de una nueva historia, ver a una pareja con

problemas, ver una pelea callejera, una simple noticia o incluso el hecho de escuchar una simple

charla, ya que eso hace que el pensamiento, que la imaginación de un verdadero lectoescritor no

tenga límites.
 Dado el caso que el estudiante universitario haya seguido un proceso de lectoescritura

bastante malo desde el inicio de los estudios de su carrera, se puede decir que el proceso de

desarrollo anterior a la universidad, ósea el bachillerato, fue bastante malo, ya que se realiza con

un objetivo totalmente diferente al que normalmente debería ser, estoy hablando de el hecho de

que el estudiante de hoy en día cumplen con las actividades académicas que se le asignan no por

el hecho de aprender algo nuevo, sino por el hecho de obtener algo tan simple como lo es una

calificación.

El lenguaje no está obligado a llevar permanentemente corbata y zapatos de cordones. El

objetivo de la narrativa no es la corrección gramatical, sino poner cómodo al lector, contar

una buena historia … y dentro de lo posible hacerle olvidar que está leyendo una historia

(King, 2000, p.85).

Ciertamente en la anterior cita podemos observar claramente que por el simple hecho de

que el estudiante sea obligado a seguir un plan de estudio más, sin embargo, recuerdo que en el

transcurso de mi época como bachiller además de cumplir con el plan anteriormente nombrado

podíamos escoger una obra de carácter libre, en mi caso demostraba mi gusto por las obras de

terror y de suspenso.

Supongo que para cualquier persona debe ser motivo de orgullo culminar sus estudios

universitarios, pero, ¿Por qué lo hacen? ¿Por dinero, por el hecho de ser reconocidos por la

sociedad por tener un titulo profesional? Supongo que está bien sentir eso, pero el hecho de que

sientas amor por la carrera a la que ha decidido seguir es un sentimiento mucho mayor. Empápate

de los libros, decídete a conocer no solamente tu vida, sino muchas más.

 El párrafo anterior de frase única se parece más al habla que a la prosa escrita, y bien esta.

Escribir es seducir. La seducción tiene mucho que hablar con gracia. Si no, ¿Por qué hay

tantas parejas que empiezan cenando juntas y acaban en la cama? (King, 2000, p.85)

De la anterior cita podemos concluir que el lectoescritor es lo que es gracias a que los

libros han hecho de él alguien apasionado, alguien que tiene sentimientos hacia los libros como

cualquier otra persona por algo que le atrae. No obstante, cabe resaltar que la belleza del mundo,

de todo nuestro entorno es algo que solo pocos han logrado reconocer en el arte de escribir, de

imaginar, de crear.

La poesía talvez sea algo que destaque y saque a la luz los sentimientos, emociones y más

profundos pensamientos de los autores, debido a que la poesía identifica en su estructura como

bien antes dije los sentimientos del autor dando como resultado una opinión bastante valida de la

cruda realidad. Darío (1888) afirma:

Amo las epopeyas, porque de ellas brota el soplo heroico que agita las banderas que

ondean sobre las lanzas y los penachos que tiemblan sobre los cascos; los cantos líricos,

porque hablan de las diosas y de los amores; y las églogas, porque son olorosas a verbena

y a tomillo, y al sano aliento del buey coronado de rosas. Yo escribiría algo inmortal; más

me abruma un porvenir de miseria y de hambre... (p.23).

Para finalizar solo quisiera recalcar nuevamente la importancia de la lectoescritura, que

las generaciones futuras no pierdan ese sentido de producción y critica, que no solo vivan

manejados por la tecnología y las redes sociales. Siempre, siempre un libro va a ser el arma más

poderosa para cualquier persona amante de la lectura, especialmente para los universitarios.
 Referencias

Bradbury, R. (1973). Zen en el arte de escribir. Barcelona, España: Ediciones Minotauro.

Darío, R. (1888). Azul. La Habana, Cuba: Editorial CubaLiteraria.

King, S. (2000). Mientras escribo. Estados unidos: Editorial Charles Seribner’s Sons.