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Las y los vocales que fungen de forma distrital o municipal, son esenciales para las

elecciones democráticas. Una elección libre y justa no se trata solamente de votar en las
condiciones adecuadas, sino que también es necesario contar con información relevante
sobre los partidos, las políticas, los candidatos y el propio proceso electoral, a efecto de
que los electores estén en condiciones de hacer una selección informada. Por lo tanto,
hablar de una elección democrática sin que exista libertad en la elección de dicho cargo
sería una contradicción.

No obstante, es por eso que me encuentro postulando, para asegurar esa libertad, es
necesario cierto grado de regulación.

La principal preocupación es el derecho que tienen los electores a obtener información


completa y exacta, aunque este no es el único derecho en cuestión. Los partidos y
candidatos tienen derecho a utilizar los medios necesarios sin afectar a nadie para hacer
llegar sus mensajes al electorado, mientras que nosotros debemos velar y cuidar que la
dirección de informar libremente y a indagar acerca de todo el proceso electoral. Este
control es, en sí, una garantía adicional de gran importancia contra la interferencia o la
corrupción en la gestión de la elección. El organismo electoral, por su parte, tiene la
necesidad crucial de brindar información a los electores y a otros muchos grupos,
incluidos los partidos políticos y los propios miembros que designados por este mismo
órgano son claves para que sea llevado a cabo el objetivo.

La relación entre nosotros como catalizadores de información y confianza con los


electores, por lo tanto, es bastante compleja. Existen, por tanto, tres tipos de relaciones
que a mi parecer pueden establecerse con los medios de comunicación:

Como regulador: los vocales en sus dos modalidades ya antes mencionadas, podrían, en
ocasiones, ser responsable del desarrollo y/o aplicación de los reglamentos que rigen el
comportamiento de los medios de comunicación durante las elecciones (en particular, en
lo que se refiere al acceso directo de los partidos políticos y los candidatos a los medios de
comunicación). También podría ser responsable de ocuparse de las denuncias contra los
medios.

Como comunicador: Somos, uno de los tantos medios para hacer llegar los mensajes al
electorado.
Como fuente de noticia: el OE atraerá la atención de los medios durante todo el proceso
electoral, así como la observancia de que sea cumplida la normativa y estarán interesados
en la información que pueda proporcionarles. Al mismo tiempo, es probable que analicen
el desempeño de todo y la eficiencia e integridad de las elecciones.

Es entonces que nos abocamos a los principios fundamentales consagrados en la


legislación internacional:

1. Los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de información.


2. El derecho a participar en el gobierno del país, mediante elecciones.

En su forma original, estos principios están consagrados en los Artículos 19 y 21 de la


Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en
1948. Se reproducen en múltiples tratados regionales y de la propia ONU sobre derechos
humanos que se han adoptado desde entonces. Las decisiones de diversas instancias
internacionales, como el Comité de Derechos Humanos de la ONU, la Corte europea sobre
Derechos Humanos y la Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos, han ido
depurando estos principios convirtiéndolos en una invaluable guía de aplicación legal.

Otros tipos de instituciones internacionales, como el Relator Especial de las Naciones


Unidas sobre Libertad de Opinión y Expresión, que en 1999 fijó diversos principios
importantes sobre el papel de los medios en las elecciones y la obligación del gobierno de
garantizar el pluralismo de los medios constituyen otra fuente en esta materia.

El enfoque de otros organismos internacionales tales como los órganos de las Naciones
Unidas encargados de la supervisión internacional de las elecciones también constituyen
una fuente de "leyes blandas", es decir, que sus declaraciones no poseen una
vinculatoriedad sobre los estados miembros de la ONU, pero constituyen un importante
indicador sobre las normas imperantes a nivel internacional.

Como complemento de las normas internacionales, muchas leyes y resoluciones de


tribunales nacionales ofrecen una fuente de legislación comparada. En muchos países,
especialmente aquellos con un sistema de leyes consuetudinarias, las decisiones de los
tribunales de otros países pueden ser invocadas como precedente y guía de referencia.
Tampoco estas tienen poder vinculante, pero dependiendo de la jerarquía del tribunal
cuyas resoluciones se citan, los jueces pueden tomar debida nota de sus razonamientos,
hallazgos y resultados.

Y tan es así que en México tenemos la celebre frase "Sufragio efectivo, no reelección",
pero volviendo al tema de legislación y nos abocamos a nuestra Carta magna en la que se
fundamentan los siguientes artículos y las dos vertientes que anteceden: Artículo 6 que
fue nuestro primer parámetro en libertad de expresión y acceso a la información.

Y en cuanto a la soberanía del pueblo y las elecciones se encuentran regulados en los


Artículos 39, 40, 41, 94 y 115.

Y es entonces que después de delimitar cada punto y de expresar mi anhelo por


pertenecer a esta noble causa es que, me voy satisfecha de por lo menos aportar algo
bueno y positivo para no decepcionar más a la gente y encargarme directamente de las
funciones que se me designen en dado caso con esmero y honorabilidad.

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