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Mantenibilidad

La mantenibilidad es una característica interesante en aquellos equipos que se reparan cuando


fallan, y con tiempos de reparación significativos. El tiempo en que un ítem es puesto nuevamente
en funcionamiento, según los estándares de servicio establecidos, es una variable aleatoria. Dicho
tiempo depende del nivel de dificultad técnica que tiene el proceso de mantenimiento en llevar
adelante el diagnóstico y de la capacidad en efectuar la reparación. Son muchos los factores que
afectan estos tiempos y que, a su vez, se definen en las primeras etapas del ciclo de vida del activo
(diseño). Durante el anteproyecto, diseño de detalle o fabricación, es necesario tomar decisiones
que afectarán el comportamiento futuro, como es justamente su capacidad de ser mantenido.
Aquí se hace imprescindible la participación de personal especialista en mantenimiento.

Pensando en el Mantenimiento desde el principio, puede disminuirse considerablemente el costo


total del ciclo de vida y maximizarse la Mantenibilidad.

La mantenibilidad es un parámetro estadístico que se define como la probabilidad que tiene un


ítem en estado de falla, de ser diagnosticado y reparado con éxito en un tiempo t, y en el contexto
de operación establecido.

Ser mantenido incluye la capacidad que posee para que se le diagnostique el fallo, pero también
las posibilidades que tiene de ser reparado en el menor tiempo posible de acuerdo a su
complejidad. La mantenibilidad no es una propiedad o característica que debamos tener en cuenta
sólo para la ejecución de reparaciones surgidas de averías imprevistas (Mantenimiento
Correctivo), sino también para programar rutinas definidas en los Planes de Mantenimiento
Preventivo. En la figura siguiente pueden observarse los factores internos y externos que influyen
en la mantenibilidad de un sistema productivo.

A mayor complejidad técnica mayor es el tiempo de diagnóstico y menor el de reparación. Suele


suceder esto en la electrónica donde, generalmente, se insume mayor tiempo para diagnosticar el
fallo que para repararlo.

La efectividad del sistema de mantenimiento jugará un papel muy importante para el grado de
mantenibilidad. Dentro del tiempo para realizar las tareas de reparación se debe considerar
también el grado de dificultad en disponer de las piezas de recambio. La política de gestión de
repuestos asume, entonces, un rol preponderante. Una filosofía de diseño hoy utilizada, y que
colabora ampliamente con la mantenibilidad y con la disponibilidad, es fabricar piezas con
encastres, conectores, soportes, bridas, etc. que permitan una única manera de colocación o
instalación. Esto garantiza que las piezas intercambiables se instalen de la forma correcta,
mejorando así la curva de arranque del equipo y evitando los conocidos “fallos de puesta en
marcha”.

Siendo que es amplia la cantidad de factores que influyen en la Mantenibilidad, se debe utilizar un
parámetro estadístico para estimarla.

Las leyes de distribución de densidad más utilizadas para estudiar la mantenibilidad son: 
 Normal: Cuando el tiempo total de reparación es ocupado mayormente en tareas de
desarme – armado. 
 Exponencial: Para aquellas situaciones en que el diagnóstico y el tiempo medio de
reparación (MTTR) son bajos. 
 Log-normal: Para casos en los que el tiempo total de reparación está constituido por varios
tiempos diferentes, diagnóstico, desarme y armado, disponibilidad de los repuestos y herramientas,
etc, y además, cuando la relación entre ellos no sigue un patrón definido. 
 Weibull: En particular esta distribución es la más flexible para adaptarse a los datos, por
contar tres parámetros (forma, escala y posición).

VENTAJAS Y DESVENTAJAS
VENTAJAS:

DESVENTAJAS:
Mantenibilidad es definida por la ISO/DIS 14224, como la capacidad (o probabilidad si hablamos
en términos estadísticos), bajo condiciones dadas, que tiene un activo o componente de ser
mantenido o restaurado en un periodo de tiempo dado a un estado donde sea capaz de realizar su
función original nuevamente, cuando el mantenimiento ha sido realizado bajo condiciones
prescritas, con procedimientos y medios adecuados. Esto quiere decir, que si un componente tiene
un 95% de Mantenibilidad en una hora, entonces habrá 95% de probabilidad de que ese
componente sea reparado exitosamente en una hora.

La ecuación clásica de la Mantenibilidad es:

M(t) = 1 – е-(µt)

Cuando µ o rata de reparación es constante.

El MTTR (Mean Time To Repair) es el tiempo promedio para reparar de un componente cuando
este falla, es parte del tiempo promedio arriba o en servicio (MDT) y es un indicador directo de la
Mantenibilidad.

Podemos definir la rata de reparación (µ) en función del MTTR como:

µ = 1/MTTR

La rata de reparación es un parámetro el cual permite evaluar la probabilidad que tiene un


componente a ser reparado y juega un papel exactamente similar a la rata de falla (λ = 1/MTBF)
para el cálculo de la confiabilidad.

Podemos decir entonces que la Mantenibilidad está inversamente relacionada con la duración y el
esfuerzo requerido para realizar las actividades de Mantenimiento. Puede ser asociada de manera
inversa con el tiempo que se toma en lograr acometer las acciones de mantenimiento en relación
con la obtención del comportamiento deseable de un componente.

Existen dos tipos de Mantenibilidad: la intrínseca, que está relacionada al aspecto de diseño de una
instalación y que hace una consideración sobre como las características de diseño ayudan al
mantenimiento de un componente (accesibilidad y facilidades para el mantenimiento) y la
extrínseca, que considera el contexto de dependencia de la gestión de mantenimiento cuando se
repara un componente (logística, organización de las tareas, aislamiento, entrega de los equipos
etc.), estas dos diferenciaciones deben considerarse al analizar los factores que afectan a la
Mantenibilidad.
Parámetros básicos de la mantenibilidad

Para la estimación de este índice, se puede decir que existe un solo parámetro básico, conocido
como el tiempo promedio fuera de servicio (TPFS), el cual, puede ser obtenido analítica o
gráficamente basándose en el número total de horas fuera de servicio debido a una falla y el
número de acciones de mantenimiento involucradas.

 El TPFS, es el tiempo transcurrido desde que el equipo es desconectado hasta que es entregado
de nuevo para cumplir su función. Este intervalo de tiempo está constituido por la sumatoria de
los siguientes períodos individuales:

·         Enfriamiento: Es el tiempo transcurrido desde que el equipo es desconectado y el instante en


que las condiciones permitan su intervención.

·         Localización de la falla: Representa el tiempo empleado en ubicar el desperfecto.

·         Reparación: Es el tiempo que dura la reparación del equipo.

·         Demora por materiales: Comprende el tiempo gastado en la espera de materiales, de no


existir en el almacén.

·         Administrativo: Es el tiempo gastado en actividades como turnos no trabajados, fines de


semana, espera de permisos, prioridad de realización de otros trabajos, etc.

·         Arranque: Es el tiempo que se debe dedicar a la puesta en marcha del equipo una vez
reparado. Miguel Rodríguez, 1998

Es importante entender la relación entre mantenibilidad y el “tiempo empleado” en las tareas de


mantenimiento. La mantenibilidad está directamente relacionada con el área de la parte inferior
de la gráfica de funcionabilidad de un sistema. Las medidas mediante las cuales se puede describir
la mantenibilidad están relacionadas con el tiempo en el cual el sistema se encuentra y debido a
que este tiempo no es constante se utilizan medidas tales como:

Tiempo medio entre fallas (MTBF), Tiempo de recuperación (TTR), Tiempo medio de recuperación
MTTR etc. y son consideradas variables aleatorias y sólo pueden ser descritas de forma
probabilística.

·         Tiempo de recuperación TTR

El lapso de tiempo comprendido desde el instante en que ocurre una falla en el sistema, que
imposibilite su funcionabilidad, hasta el instante en el cual se logre recuperar el sistema, es
conocido como Tiempo de recuperación TTR (Time to Restore), como mencionamos en la sección
anterior, diversos factores involucrados en el proceso de mantenimiento o de recuperación del
sistema, provocaran que TTR sea variable, incluso para sistemas idénticos con fallas idénticas.  De
la variabilidad de TTR se deduce que el proceso de recuperación del sistema solo puede describirse
en términos probabilísticos, siendo TTR una variable aleatoria.

·         Tiempo medio de recuperación MTTR

            Lo definimos como la media de la variable aleatoria TTR o la media de la distribución de


probabilidad de TTR. También es común referirse a esta media como la esperanza matemática o el
valor esperado, en este caso de la variable TTR y denotada por MTTR, es importante hacer énfasis
que éste es un valor promedio del tiempo de recuperación, pero que no necesariamente tiene que
ser el resultado de algunos de los tiempos que tome recuperar el sistema. Sabemos que la media o
valor esperado de cualquier variable aleatoria discreta, se puede obtener al multiplicar cada uno
de los valores de la variable aleatoria por su correspondiente probabilidad y sumar los productos.
Sin embargo, en este caso TTR es una variable aleatoria continua, por lo cual utilizamos integrales
para reemplazar a las sumatorias, de este modo:

Donde m(t) es la función de densidad de probabilidad de la variable TTR.

·         Tiempo medio entre fallas MTBF

 El tiempo medio entra fallas MTBF, se utiliza en sistemas cuya funcionabilidad puede ser
recuperada y se establece, como el valor medio entre fallas, luego de fallas consecutivas durante
un periodo determinado.

Donde:

n = Número de componentes objeto del análisis de fallas.


T = Tiempo analizado.

K = Cantidad de fallas durante el tiempo analizado.

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