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TRASTORNO DEL

ANIMO EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES

✘ Lic. Andrea Godoy


TRASTORNO DEPRESIVO EN LA INFANCIA
✘ La depresión durante la infancia, a día de hoy, continúa siendo una entidad
infradiagnosticada, lo que se traduce en mayor número de complicaciones y
comorbilidades, así como aumento del riesgo de cronicidad o de la aparición
de enfermedades psiquiátricas en la edad adulta.
✘ A diferencia de los adultos, la depresión en los niños no se manifiesta tanto
como un estado de ánimo alterado identificado claramente por el paciente,
sino como un conjunto de síntomas variables en función del estado
evolutivo, que abarcan desde alteraciones conductuales (conductas
delictivas, agresividad, consumo de tóxicos), hasta retraso del desarrollo
psicomotor, disminución del rendimiento escolar o aparición de síntomas
somáticos, lo que dificulta el diagnóstico.
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
De acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) un episodio
depresivo mayor se caracteriza por decaimiento del animo, reducción de la energía y
actividad, deterioro de la capacidad de disfrutar, el interés y la concentración, fatiga,
incluso después de la realización de esfuerzos mínimos; alteraciones del sueño y apetito,
baja autoestima e ideas de culpa.
El niños y adolescentes el estado de animo puede ser irritable en lugar de triste. Los
síntomas han de mantenerse la mayor parte del día, casi cada día, durante al menos dos
semanas consecutivas. El episodio debe acompañarse de malestar clínico significativo o
deterioro social, escolar o de otras áreas importantes de la actividad diaria. En lugar de
perdida de peso, los niños y adolescentes pueden no alcanzar el peso y la altura
esperados para su edad.
Los niños pueden no tener la madurez cognoscitiva para hablar de sus ideas y pueden
expresarse con problemas de comportamiento.
SÍNTOMAS DE DEPRESIÓN EN NIÑOS Y NIÑAS

Los síntomas de depresión varían según la personalidad del niño y la etapa de


desarrollo en la que se encuentra:

✘ Anhedonia: se puede ver reflejada en una falta de juego con una tendencia al
aburrimiento y a la evitación de las tareas y las actividades de grupo.

✘ Falta de energía: se puede ver en una falta de actividad marcada con una
tendencia al cansancio excesivo, invirtiendo muchas horas delante del televisor,
con rechazo a las tareas extraescolares y una perdida o deterioro en el
rendimiento escolar.
Síntomas en la fases fundamentales del desarrollo de
los niños y niñas
✘ Etapa Preescolar:
Existe una tendencia al llanto y una pasividad como expresión de
tristeza. La perdida de energía puede ser un síntoma de alarma
importante. No juegan ni muestran interés por el juego, con una actitud
de aburrimiento. Tienen una tendencia al aislamiento, con sentimientos
de soledad y abandono. Pueden pasar largos ratos estando tumbados
sin hacer nada, sin incorporarse a ninguna actividad concreta. Tienden
a acompañarse quejas somáticas, especificas con dolores de cabeza,
de panza… y hay una marcada inexpresión conductual con una
irritabilidad frecuente.
Síntomas en la fases fundamentales del desarrollo de
los niños y niñas
✘ Etapa Escolar:
La irritabilidad, disforia y cambios en su conducta se acrecientan en intensidad y
adquieren mayor importancia diagnostica. La expresión de tristeza, es mas fácilmente
reconocible; también la apatía, el aburrimiento y el desinterés por el juego. La
irritabilidad y la disforia adquieren mayor representación, junto con los cambios de
conducta. Comienza a establecerse una baja autoestima, junto con sentimientos de
culpa e inferioridad. Son frecuentes las ideas recurrentes de muerte, con su
consecuente riesgo asociado. Hay una disminución en el rendimiento escolar, que en
ocasiones será el único síntoma fácilmente objetable desde el entorno del paciente.
Como expresiones de perdida de energía están la lentitud y el cansancio, y en otras
ocasiones un cambio de apetito, con frecuente aumento, y como consecuencia un
aumento de peso.
Síntomas en la fases fundamentales del desarrollo de
los niños y niñas
✘ Etapa Adolescente:
La clínica va ser mas similar a la que se observa en el adulto, con algunos matices.
Van aparecer marcados cambios de conducta, con notable tendencia a la disforia e
irritabilidad, y se acentuara la impulsividad característica propia de esta etapa
evolutiva. Aumenta el riesgo de fracaso escolar como continuo del deterioro del
rendimiento académico. Desinterés por las actividades lúdicas y perdida de las
motivaciones internas y externas. Se agravan la baja autoestima y los sentimientos
de culpa y de inferioridad con respecto al grupo. Las ideas recurrentes de muerte
aumentan de manera importante el riesgo de suicidio. Se afecta el sueño y apetito
tanto por exceso como por defecto, aunque la hipersomnia y la hiperfagia son las
mas características.
DIAGNÓSTICO

En la evaluación diagnostica de los niños y adolescentes se realizan entrevista con


los padres, otros miembros de la familia o adultos cercanos al niño, comunicación
directa con profesores de la escuela.
No se recomienda comentar la información que le confió el niño o adolescente a
otros miembros de la familia o con otras personas, al menos de que el lo autorice y
este de acuerdo. Sin embargo una de las situaciones en que puede romperse el
secreto profesional es que el menor comunique ideas suicidas. En este caso
debemos comunicar al menor que tenemos la obligación de cuidar de su integridad
y para ello tenemos la obligación de informar a sus padres sobre sus ideas
suicidas, se debe estimular para que el mismo lo comunique, de lo contrario es el
profesional el que tiene la obligación de hacerlo.
Factores implicados en la depresión infanto-
juvenil
Factores de vulnerabilidad (incrementan la predisposición general, pero rara vez provocan
directamente la alteración):
- Factores genéticos.
- Historia de trastorno afectivo en los padres.
- Sexo femenino.
- Edad post-puberal.
- Antecedentes de síntomas depresivos.
- Antecedentes de abuso físico y/o sexual en la infancia.
- Afectividad negativa.
- Pensamientos de tipo rumiativo.
- Homosexualidad.
- Problemas crónicos de salud (discapacidades físicas o de aprendizaje y otros trastornos
psíquicos, en particular trastornos de ansiedad, trastornos de conducta y TDAH).
Factores implicados en la depresión infanto-
juvenil
Factores de activación (directamente implicados en el comienzo de la depresión
y en presencia de factores de vulnerabilidad, sus efectos pueden ser mayores.
Suelen ser acontecimientos no deseados que dan lugar a cambios permanentes
en las relaciones familiares y de amistad):
- Conflictos conyugales.
- Desestructuración familiar.
- Acoso o humillación.
- Situaciones de abuso físico, emocional o sexual.
- Consumo de tóxicos.
TRASTORNO
DISTÍMICO
TRASTORNO DISTÍMICO EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES
La distimia puede diagnosticarse en niños cuando presenta humor depresivo o irritable, al
menos durante un año, sin que tenga un periodo libre de síntomas de más de dos meses de
duración.
Dependiendo de la edad de inicio se hace la especificación de inicio temprano si el inicio es
antes de los 21 años o después. Es este caso como nos referimos a niños y adolescentes la
distimia se especifica como de inicio temprano.
La causa de la distimia puede ser multifactorial, es decir muchos factores pueden influir en
su aparición. Dentro de estos factores se pueden incluir factores genéticos, alteraciones de
la estructura del cerebro, en los neurotransmisores; y por ultimo factores ambientales, que
incluye todo aquello que rodea al menor, por ejemplo, circunstancias familiares, escuela,
relaciones con los pares, consumo de drogas, etc.
En muchos casos adolescentes que presentan trastorno distímico tienen antecedentes de
algún familiar, ya sea padre, abuelo, tíos o hermanos que tienen o tuvieron algún trastorno
de animo alguna vez en su vida.
TRASTORNO DISTÍMICO EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES
Junto con las alteraciones del humor deben estar presentes los demás síntomas:
✘ Cambios en el apetito
✘ Alteraciones de sueño
✘ Perdida de energía
✘ Baja autoestima
✘ Dificultades para concentrarse o tomar decisiones
✘ Desesperanza
Otros síntomas que asociados con el trastorno distimico incluyen sensación de
que no son queridos, ataques de enojo, quejas somáticas, ansiedad,
desobediencia y sentimientos de desvalorización.
EVALUACIÓN, DIAGNOSTICO

✘ En muchas ocasiones, es un reto diferenciar entre el trastorno depresivo mayor y el


trastorno distímico por el hecho de que los dos trastornos comparten síntomas parecidos
y porque sus diferencias en inicio, duración, persistencia y gravedad, no son fáciles de
evaluar retrospectivamente. En general, el trastorno depresivo mayor consta de dos o
mas episodios depresivos que pueden distinguir de la actividad normal del chico,
mientras que el trastorno distímico cursa como síntomas menos graves y mas crónicos,
que se han mantenido por más de un año.
✘ Cuando el trastorno distímico tiene mas de un año de duración, es difícil de distinguir la
alteración del estado de animo del funcionamiento habitual del menor, y erróneamente se
le califica al niño como retraído, enojón o solitario.
TRASTORNO DISTÍMICO EN NIÑOS Y
ADOLESCENTES
El cuadro de presentación de la depresión en la infancia es similar al de los
adultos, con la salvedad de que en vez de animo deprimido puede presentarse
irritabilidad y que se requiere un año de duración en vez de dos para el trastorno
distimico. Existen algunas diferencias con respecto al adulto en la presentación de
síntomas asociados. Los niños refieren con más frecuencia síntomas como
ansiedad, ansiedad de separación, quejas por molestias físicas y alteraciones de
conducta.
A medida que aumenta la edad, puede observarse una incidencia mayor de
alteraciones de las funciones vitales, como el sueño y el apetito. Los síntomas
psicóticos y el riesgo de suicidio aumentan después de la adolescencia.
CONDUCTA SUICIDA

Las conducta suicida se observa aproximadamente en el 30% de las personas


deprimidas, pero afortunadamente solo pocos lo consuman.
Los factores más comunes que llevan a un adolescente a tener conducta suicida son
las siguientes y todos deben identificarse:
- Trastorno depresivo mayor.
- Historia familiar de suicidio.
- Abuso de sustancias
- Impulsividad y agresión.
- Antecedentes de abuso psicológico, físico o sexual.
- Rompimientos amorosos.
- Conflictos con los limites amorosos.
TRASTORNO
BIPOLAR
BIPOLARIDAD

El hijo de un progenitor con trastorno bipolar, puede convivir con este viéndolo un día más o
menos normalizado en cuanto a su estado de ánimo (eutimia), otro día profundamente
deprimido, y otros momentos bajo los efectos de un episodio maníaco. Es fácil adivinar el
desconcierto, la ansiedad y la preocupación del menor ante la precaria estabilidad mental de
su progenitor.
No son pocos los estudios que han efectuado un seguimiento de estos niños y todos
concluyen, más o menos, lo mismo: se trata de niños de alto riesgo para experimentar un
sufrimiento mental excesivo.
Un metaanálisis de 17 estudios (DelBello y Geller, 2001) mostró que la probabilidad de sufrir
un trastorno del estado de ánimo en los hijos de padres con Trastorno bipolar oscilaba entre el
5 y el 67 por ciento, mientras que en los niños del grupo control oscilaban entre el 0 y el 38 por
ciento. Para los otros tipos de psicopatología, las ratios eran del 5 al 52 por ciento en los hijos
de Trastorno bipolar y del 0 al 25 por ciento en los niños control
BIPOLARIDAD
Se estima que la prevalencia de la enfermedad bipolar en el adolescente es similar
que la del adulto (1%) y es inferior en la edad infantil. Algunos estudios realizados en
adultos con enfermedad bipolar han demostrado que el 20-40% de ellos había sido
diagnosticado antes de los 20 años de edad y se han observado dos picos de
incidencia: uno a los 9 años de edad y otro a los 15 años. Hasta un 70% de los niños
(menores de 13 años) con enfermedad bipolar, tienen su primer episodio coincidiendo
con el episodio depresivo.
Aproximadamente, el 10-15% de los pacientes con un diagnostico de depresión mayor
desarrollara una enfermedad bipolar. El riego de conversión a enfermedad bipolar
parece mayor cuando mas joven sea el paciente con depresión (20% en adolescentes
y 32% en niños menores de 11 años).
BIPOLARIDAD

Los factores que predisponen a los niños y adolescentes a desarrollar una enfermedad
bipolar son:
✘ Historia previa de depresión o intento de suicidio.
✘ Historia familiar de enfermedad bipolar o de trastorno de la conducta u oposicional
desafiante.
✘ Estrés psicosocial (especialmente, historia de abuso físico en el niño).
✘ Tratamiento con algunos agentes psicofarmacológicos (especialmente antidepresivos)
✘ Antecedentes de problemas de desarrollo psicomotor
✘ Complicaciones durante el embarazo y el parto.
✘ Si uno de los padres tiene trastorno bipolar , el riego es del 27%.
✘ Si los padres tienen enfermedad bipolar, entonces el riesgo aumenta al 75%.
TRATAMIENTO
Los trastornos del humor cursan con síntomas que
interfieren en varias áreas del funcionamiento normal
de la persona, y presenta una alta de comorbilidad
psiquiátrica, por lo que su tratamiento requiere un
abordaje multidisciplinar.
TRATAMIENTO CONDUCTUAL DE LA DEPRESIÓN

Teniendo en cuenta la atención de las teorías conductuales de la depresión hacia


los reforzadores y hacia las contingencias ambientales, un objetivo principal de las
terapias de orientación conductual para la depresión implica el aumento del refuerzo
positivo que recibe el individuo. Por ejemplo, se requiere que los pacientes observen
normalmente sus actividades, estado de ánimo y pensamientos. Se anima a los
pacientes a que se planteen objetivos alcanzables, con el fin de asegurarse unas
primeras experiencias satisfactorias y concederse a sí mismos recompensas por
alcanzar sus objetivos. Finalmente, la mayoría de los enfoques conductuales implica
un entrenamiento diseñado para remediar distintos déficit de habilidades y de la
actuación de los pacientes deprimidos (p. ej., entrenamiento en habilidades
sociales, entrenamiento en asertividad) y son de tiempo limitado, desarrollados para
durar normalmente de cuatro a doce semanas.
Aumento de las actividades agradables y disminución de
las desagradables

Se ha subrayado la relación significativa de la depresión con bajas tasas de refuerzo positivo


y con altas tasas de experiencias aversivas. Basándose en esta formulación, se desarrollo un
programa conductual muy estructurado, de 12 sesiones, dirigido a cambiar la calidad y
cantidad de las interacciones de los pacientes deprimidos con sus entornos. De modo
específico, por medio del empleo de tácticas de intervención cognitivas y conductuales
conjuntas, incluyendo el entrenamiento en asertividad, la relajación, el autocontrol, la toma de
decisiones, la solución de problemas, la comunicación y el manejo del tiempo, se enseñaba a
los pacientes deprimidos a controlar y reducir la intensidad y la frecuencia de los
acontecimientos aversivos y a aumentar su tasa de implicación en actividades agradables.
✘ Primer paso: El registro diario
✘ Segundo paso: El entrenamiento en relajación
✘ Tercer paso: Vérselas con los acontecimientos aversivos
✘ Cuarto paso: Manejo del tiempo
✘ Quinto paso: Aumento de las actividades agradables
Terapia de habilidades sociales
✘ El programa de entrenamiento se centra principalmente en tres repertorios conductuales
específicos que parecen ser especialmente relevantes para los individuos deprimidos: la
aserción negativa, la aserción positiva y las habilidades de conversación. La aserción
negativa implica conductas que permiten que las personas defiendan sus derechos y
actúen según sus intereses. La aserción positiva se refiere a la expresión de
sentimientos positivos sobre otras persona, como el afecto, la aprobación, la alabanza y
el aprecio, así como presentar las disculpas apropiadas. El entrenamiento en habilidades
de conversación incluye iniciar conversaciones adecuadamente. En todas estas áreas,
se entrena directamente la conducta de los pacientes deprimidos y se les proporciona
también entrenamiento en percepción social. Se anima a los pacientes a que practiquen
las habilidades y las conductas a lo largo de diferentes situaciones.
✘ El tratamiento tiene lugar a los largo de 12 sesiones de una hora a la semana, en donde
los pacientes reciben entrenamiento en las cuatro áreas problema descritas
anteriormente. A estas sesiones de tratamiento les sigue de seis a ocho sesiones de
mantenimiento a lo largo de un período de seis meses, sesiones en las que el énfasis
está puesto en la revisión y solución de problemas.
La terapia de conducta cognitiva

✘ El enfoque cognitivo-conductual de tratamiento se basa en los modelos más recientes de las


teorías conductuales de la depresión e incluye elementos descritos anteriormente para el
aumento de las actividades agradables, para la disminución de acontecimientos desagradables y
para el entrenamiento de habilidades sociales e interpersonales, en combinación con la terapia
cognitiva de Beck.
✘ La depresión se ve como el resultado de varios factores, incluyendo las experiencias aversivas y
los problemas crónicos (antecedentes), que tienen como consecuencia la disforia y la depresión
si un sujeto muestra vulnerabilidades predisponentes, procesos cognitivos negativos, déficit de
habilidades sociales e interpersonales, una falta de experiencias positivas, y una disminución de
las actividades y refuerzos positivos. En consecuencia, el enfoque cognitivo-conductual se centra
en la programación de actividades para aumentar las actividades reforzantes, en la
representación de papeles y en el entrenamiento en habilidades sociales, en la reestructuración
cognitiva, y en la influencia del pensamiento automático negativo y de las suposiciones
disfuncionales básicas
Terapia de solución de problemas

✘ El modelo de solución de problemas para la depresión se centra en las relaciones


entre los principales acontecimientos negativos de la vida, los problemas actuales, el
afrontamiento por medio de la solución de problemas y la sintomatología depresiva.
Así, las estrategias y los procedimientos de tratamiento que se han desarrollado a
partir de este modelo están diseñados para reducir la sintomatología depresiva por
medio del entrenamiento en habilidades de solución de problemas.
✘ Se plantea cuatro objetivos de la terapia de solución de problemas para los individuos
deprimidos: 1) ayudarles a identificar las situaciones de su vida anteriores y actuales
que pueden ser antecedentes de un episodio depresivo; 2) minimizar el impacto
negativo de los síntomas depresivos sobre los intentos de afrontamiento actuales y
futuros; 3) aumentar la eficacia de los esfuerzos de solución de problemas en el
afrontamiento de las situaciones actuales, y 4) enseñar habilidades generales para
vérselas más eficazmente con futuros problemas. Se incluye también el
entrenamiento en el mantenimiento y generalización en este programa.
Tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos
bipolares
¿CÓMO PUEDE UN TRATAMIENTO PSICOSOCIAL AYUDAR A MODIFICAR UN
TRASTORNO BIPOLAR?
a. La mejora de la adherencia a la farmacoterapia;
b. Ayudar a los pacientes a identificar síntomas subsindrómicos, de modo que una
intervención temprana pueda evitar una recurrencia o recaída total o limite
quizás la potencia de un nuevo episodio;
c. Proporcionar a los pacientes técnicas que ayuden a detener el empeoramiento
de los síntomas subsindrómicos; y
d. Enseñar a los pacientes estrategias para afrontar los estímulos estresantes
sociales e interpersonales que puedan ser factores desencadenantes o
exacerbantes en las manifestaciones de los síntomas.
Tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos
bipolares
La terapia cognitivo-conductual (tcc) para el tratamiento de la fase de mantenimiento en el
trastorno bipolar amplifica, no reemplaza, el control farmacológico de este trastorno. Los
principales objetivos para el trastorno bipolar son:
1. Educar a los pacientes y a las personas importantes de su entorno sobre el trastorno,
su tratamiento y las frecuentes dificultades asociadas con el mismo.
2. Enseñar a los pacientes métodos para registrar la ocurrencia, la gravedad y el curso de
los síntomas maníacos y depresivos que permitan una intervención temprana si los
síntomas empeorasen.
3. Facilitar la adherencia a la medicación prescrita eliminando los obstáculos que
interfieren con dicha adherencia.
4. Proporcionar estrategias no farmacológicas para afrontar los síntomas conductuales y
cognitivos de la manía y de la depresión.
5. Enseñar habilidades para afrontar los problemas psicológicos que desencadenan, o
son secuelas de, los episodios depresivos y maníacos.
Muchas
Gracias

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