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1.4.

Teoría Cuántica
1.4.1Principio de dualidad. Postulado de De Broglie
Louis de Broglie, era un aristócrata francés que ganó el premio Nobel de Física de 1929 por una
tesis que elucidaba las propiedades ondulatorias de los orbitales electrones. Se trató de un trabajo
que ayudó a resolver una antigua paradoja al mostrar que los electrones pueden ser descritos ya
sea como partículas o como ondas, según las circunstancias.

El punto de partida que tuvo Broglie para desarrollar su tesis fue la inquietante dualidad en el
comportamiento de la luz, que en ciertos fenómenos se manifiesta como onda, en otros como
partícula.

El principio de la dualidad descansa sobre el efecto fotoeléctrico, el cual plantea que la luz puede
comportarse de dos maneras según las circunstancias:

1.- Luz como una Onda: esta es usada en la física clásica, sobre todo en óptica, donde los lentes y
los espectros visibles requieres de su estudio a través de las propiedades de las ondas.

2.- Luz como Partícula: Usada sobre todo en física cuántica, según los estudios de Planck sobre la
radiación del cuerpo negro, la materia absorbe energía electromagnética y luego la libera en forma
de pequeños paquetes llamados fotones, estos cuantos de luz, tienen de igual manera una
frecuencia, pero gracias a éstos, se pueden estudiar las propiedades del átomo.

Planck realizó varios experimentos para probar su teoría, con los cuales logro estableces que la
energía de estos cuantos o fotones es directamente proporcional a la frecuencia de la radiación
que los emite, estableciendo asi la formula que decía que la energía (E) es igual a la constante de
Planck(h) por la frecuencia de la radiación(f).

E=h.f

Por último, dió el valor para dicha constante que quedo establecido con el siguiente valor:

h = 6.63 x 10−34 J.s

La dualidad onda-partícula tiene consecuencias importantes a nivel subatómico, pero también sirve
para explicar ciertos comportamientos experimentales de la luz y otras radiaciones, como la
difracción y los fenómenos de interferencia.

La teoría de los “cuantos” fue revolucionaria para su época. Incluso el mismo Planck no creyó en la
existencia real de los fotones en un principio y su aplicación al análisis de la radiación del cuerpo
negro fue casi un juego mental.

Experimentos en los que la luz y los electrones se comportaban como partículas condujeron al
francés Louis De Broglie en 1924 a enunciar su famosa hipótesis de

La dualidad onda corpúsculo, también llamada onda partícula, resolvió una aparente paradoja,
demostrando que la luz y la materia pueden, a la vez, poseer propiedades de partícula y
propiedades ondulatorias.

Una partícula ocupa un lugar en el espacio y tiene masa mientras que una onda se extiende en el
espacio caracterizándose por tener una velocidad definida y masa nula. Actualmente se considera
que la dualidad onda. Imagen 54.

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Principio de incertidumbre

Dentro del enfoque no determinista de la mecánica cuántica, el alemán Heisenberg propuso un


postulado fundamental en el desarrollo de esta disciplina.

Según la mecánica clásica de Newton, por la ley fundamental de la dinámica, para conocer el
estado de una partícula en un instante dado basta con indicar su posición y su velocidad. Newton y
sus seguidores presuponían que se podía determinar con precisión el valor de estas dos
magnitudes.

Sin embargo, Heisenberg demostró que no era posible conocer tal valor con absoluta exactitud en
el marco de la física cuántica. El principio de incertidumbre, o de indeterminación, que lleva su
nombre sostiene que, si es una coordenada de posición de la partícula y px su momento lineal en
la dirección de esta coordenada, el producto de la indeterminación de estas dos magnitudes es
siempre mayor o igual que la constante reducida de Planck dividida por dos. Es decir:

Ello indica que si se pudiera determinar con total exactitud, por ejemplo, el valor de la posición,
aumentaría la indeterminación en el conocimiento del momento lineal (y, por tanto, de la velocidad)
hasta igualar o superar el límite indicado.

A partir de desarrollos teóricos, la formulación anterior del principio de indeterminación es


equivalente a la siguiente:

Es decir, no es posible determinar simultáneamente y sin errores el valor exacto de la energía de


un proceso y el momento en que dicho proceso se producirá.

La ecuación de onda de Schrödinger. 1925

El físico austríaco, Erwin Schrödinger (1887-1961), desarrolló en 1925 la conocida ecuación que
lleva su nombre. Esta ecuación es de gran importancia en la mecánica cuántica, donde juega un
papel central, de la misma manera que la segunda ley de Newton (F= m.a) en la mecánica clásica.

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Son muchos los conceptos previos implicados en la ecuación de Schrödinger, empezando por los
modelos atómicos. Dalton, Thomson, Rutherford, Bohr, Sommerfeld… todos ellos contribuyeron al
modelo atómico actual, ideado por Erwin Schrödinger, modelo conocido como “Ecuación de onda”.

Esta es una ecuación matemática que tiene en consideración varios aspectos:

 La existencia de un núcleo atómico, donde se concentra la gran cantidad del volumen del
átomo.
 Los niveles energéticos donde se distribuyen los electrones según su energía.
 La dualidad onda-partícula
 La probabilidad de encontrar al electrón
Aunque con la mecánica cuántica queda claro que no se puede saber dónde se encuentra un
electrón (Heisenberg), sí define la región en la que puede encontrarse en un momento dado. Cada
solución de la ecuación de ondas de Schrödinger, Ψ, describe un posible estado del electrón. El
cuadrado de la función de onda, Ψ2, define la distribución de densidad electrónica alrededor del
núcleo. Este concepto de densidad electrónica da la probabilidad de encontrar un electrón en una
cierta región del átomo, llamada orbital atómico, concepto análogo al de órbita en el modelo de
Bohr.

1.4.3.1 Significado físico de la función de onda ψ

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La ecuación de Schrödinger requiere cálculos avanzados para ser resuelta. Sin embargo, es
importante destacar que esta ecuación incorpora ambos comportamientos, en términos de masa m,
y ondulatorio, en términos de una función de onda Ψ (psi), que depende de la posición del sistema
en el espacio (como la de un electrón en un átomo).La función de onda en sí misma no tiene
significado físico real directo. Sin embargo el cuadrado de la función de la onda, Ψ, está
relacionado con la probabilidad de encontrar al electrón en cierta región del espacio. Se puede
pensar en Ψ, como la probabilidad por unidad de volumen de tal manera que el producto de Ψ por
un pequeño volumen (llamado elemento de volumen) da la probabilidad de encontrar el electrón
dentro de ese volumen. (La razón de especificar un pequeño volumen es que Ψ varía de una
región del espacio a otra, pero su valor se puede considerar constante dentro de un pequeño
volumen.) La probabilidad total de localizar al electrón en un volumen dado (por ejemplo alrededor
del núcleo del átomo) está entonces dada por la suma de todos los productos de Ψ y el volumen
correspondiente de los elementos. La idea de relacionar Ψcon la noción de la probabilidad,
proviene de una analogía de la teoría ondulatoria. De acuerdo con la teoría ondulatoria, la
intensidad de la luz es proporcional al cuadrado de la amplitud de la onda, o Ψ. El lugar más
favorecido para encontrar un fotón es donde la intensidad es mayor, esto es, donde el valor de Ψ
es máximo.

Orbitales y Números cuánticos


Mientras que en el modelo de Bohr se hablaba de órbitas definidas en el modelo de Schrödinger
sólo podemos hablar de las distribuciones probables para un electrón con cierto nivel de energía.
Así para un electrón en el estado fundamental la probabilidad de la distribución se refleja en la
siguiente figura, dónde la intensidad del color rojo indica una mayor probabilidad de encontrar al
electrón en esa región, o lo que es lo mismo una mayor densidad electrónica.

De la resolución de la ecuación de onda de Schrödinger se obtiene una serie de funciones de onda


(ó probabilidades de distribución de los electrones) para los diferentes niveles energéticos que se
denominan orbitales atómicos.

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La figura anterior representa el orbital de mínima energía del átomo de hidrógeno. Mientras que el
modelo de Bohr utilizaba un número cuántico(n) para definir una órbita el modelo de Schrödinger
utiliza tres números cuánticos para describir un orbital: n, l y ml . A continuación vemos las
características de estos números:
 Número cuántico principal (n): Representa al nivel de energía (estado estacionario de Bohr) y
su valor es un número entero positivo (1, 2, 3, 4, etc) y se le asocia a la idea física del
volumen del orbital. Dicho de otra manera el número cuántico principal determina el tamaño
de las órbitas, por tanto, la distancia al núcleo de un electrón vendrá determinada por este
número cuántico. Todas las órbitas con el mismo número cuántico principal forman una capa.
Su valor puede ser cualquier número natural mayor que 0 (1, 2, 3...) y dependiendo de su
valor, cada capa recibe como designación una letra. Si el número cuántico principal es 1, la
capa denominada k, si 2L,si 3M, si 4M si 5P. etc.

.
 Número cuántico secundario (l):
Identifica al subnivel de energía del electrón y se le asocia a la forma del orbital. Sus valores
dependen del número cuántico principal "n", es decir, sus valores son todos los enteros entre 0 y
(n-1), incluyendo al 0. Ejemplo: n = 4 ; l = 0, 1, 2, 3. Dicho de otra manera, El número cuántico azimutal
determina la excentricidad de la órbita, cuanto mayor sea, más excéntrica será, es decir, más
aplanada será la elipse que recorre el electrón. Su valor depende del número cuántico principal n,
pudiendo variar desde 0 hasta una unidad menos que éste(desde 0 hasta n-1). Así, en la capa K, como
n vale 1, l sólo puede tomar el valor 0, correspondiente a una órbita circular. En la capa M, en la que n
toma el valor de 3, l tomará los valores de 0, 1 y 2, el primero correspondiente a una órbita circular y los

segundos a órbitas cada vez más excéntricas.


 Número cuántico magnético (m): Describe las orientaciones espaciales de los orbitales. Sus
valores son todos los enteros del intervalo (-l,+l) incluyendo el 0.Ejemplo: n = 4l = 0, 1, 2, 3m = -3,
-2, -1, 0, +1, +2, +3. Dicho de otra manera, El número cuántico magnético determina la orientación
espacial de las órbitas, de las elipses. Su valor dependerá del número de elipses existente y varía
desde -l hasta l, pasando por el valor 0. Así, si el valor de l es 2, las órbitas podrán tener 5
orientaciones en el espacio, con los valores de m -2, -1, 0, 1 y 2. Si el número cuántico azimutal es
1, existen tres orientaciones posible (-1, 0 y 1), mientras que si es 0, sólo hay una posible
orientación espacial, correspondiente al valor de m 0

5
.

 El conjunto de estos tres números cuánticos determinan la forma y orientación de la órbita que
describe el electrón y que se denomina orbital. Según el número cuántico azimutal (l), el orbital
recibe un nombre distinto. cuando l = 0, se llama orbital s; si vale 1, se denomina orbital p,
cuando 2 d, si su valor es 3, se denomina orbital f, si 4 g, y así sucesivamente. Pero no todas las
capa tienen el mismo número de orbitales, el número de orbitales depende de la capa y, por tanto,
del número cuántico n. Así, en la capa K, como n = 1, l sólo puede tomar el valor 0 (desde 0 hasta
n-1, que es 0) y m también valdrá 0 (su valor varía desde -l hasta l, que en este caso valen ambos
0), así que sólo hay un orbital s, de valores de números cuánticos (1,0,0). En la capa M, en la que
n toma el valor 3. El valor de l puede ser 0, 1 y 2. En el primer caso (l = 0), m tomará el valor 0,
habrá un orbital s; en el segundo caso (l = 1), m podrá tomar los valores -1, 0 y 1 y existirán 3
orbitales p; en el caso final (l = 2) m tomará los valores -2, -1, 0, 1 y 2, por lo que hay 5 orbitales d.
En general, habrá en cada capa n2 orbitales, el primero s, 3 serán p, 5 d, 7 f, etc.
 Número cuántico de espín (s): Describe el giro del electrón en torno a su propio eje, en un
movimiento de rotación. Este giro puede hacerlo sólo en dos direcciones, opuestas entre sí. Por
ello, los valores que puede tomar el número cuántico de spin son -1/2 y +1/2. Dicho de otra
manera, Cada electrón, en un orbital, gira sobre si mismo. Este giro puede ser en el mismo sentido
que el de su movimiento orbital o en sentido contrario. Este hecho se determina mediante un nuevo
número cuántico, el número cuántico se spin s, que puede tomar dos valores, 1/2 y -1/2.

Según el principio de exclusión de Pauli, en un átomo no pueden existir dos electrones con los
cuatro números cuánticos iguales, así que en cada orbital sólo podrán colocarse dos electrones

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(correspondientes a los valores de s +1/2 y -1/2) y en cada capa podrán situarse 2n2 electrones
(dos en cada orbital).
Representaciones de los Orbitales

 Orbitales "s": Los orbitales "s" son esféricamente simétricos.

 Orbitales "p": La forma de los orbitales p es de dos lóbulos situados en lados opuestos al núcleo. Hay
tres tipos de orbitales p ( ; ml= -1,0,1) que difieren en su orientación. No hay una correlación simple
entre los tres números cuánticos magnéticos y las tres orientaciones: las direcciones x, y y z. Los
orbitales p del nivel n se denominan npx, npy, npz. Los orbitales p al igual que los s aumentan de
tamaño al aumentar el número cuántico principal.

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Orbitales "d": En el tercer subnivel tenemos 5 orbitales atómicos (para n>3 l =2;
ml=-2,-1,0,1,2) con diferentes orientaciones en el espacio tal y como vemos en la

figura :
 Orbitales "f": Son orbitales de mayor energía. Para n>4 tendremos 7 orbitales
f ( =3 y ml=-3,-2,-1,0,1,2,3) . Los orbitales f son importantes para comprender
el comportamiento de los elementos con número atómico mayor a 57.
Observaciones:

Para valores de >4 tenemos los orbitales g y subsiguientes (a partir de f sigue el


orden alfabético de las consonantes). En química general nos bastará con los
orbitales s, p y d para comprender las propiedades de los elementos.
Las energías de los orbitales atómicos
En el modelo de Bohr la energía de un electrón dependía únicamente del número
cuántico principal. Lo mismo ocurre en la descripción de los orbitales atómicos en
mecánica cuántica para el átomo de hidrógeno.
Para átomos con más de un electrón (polielectrónicos) los orbitales atómicos
tienen la misma forma que los orbitales del átomo de hidrógeno, pero la presencia
de más de un electrón afecta a los niveles de energía de los orbitales (debido a la
repulsión entre dos electrones).
Así por ejemplo el orbital 2s tienen un valor de energía menor que los orbitales 2p
para átomos con más de un electrón

8
:
Por lo tanto, la combinación de n y l describe a un orbital que es la región del
espacio en la que es más probable encontrar al electrón y en la cual tiene
una cantidad específica de energía. El valor que tome el número cuántico
secundario (l) determina el tipo de orbital:

Cuadro que resume los orbitales que hay en cada nivel de energía y la
capacidad máxima de electrones que pueden contener los niveles y
subniveles de energía.

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