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La Era de Trujillo inicia con el ciclón de San

Zenón
Por El Nacional
24/05/2016

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Los medios historiográficos y políticos coinciden en señalar que la Era de Trujillo comenzó
tras el impacto del ciclón de San Zenón, el fuerte huracán que devastó a Santo Domingo el
3 de septiembre de 1930. Este potente fenómeno de la naturaleza dio ocasión a Rafael
Leonidas Trujillo Molina de implementar una política social clientelista, muy bien
aprovechada en su objetivo original.
Trujillo, como dice Juan Ulises García Bonnelly en su libro Obras Públicas de la Era de
Trujillo, “pudo verter, en cuerpo, y en el alma de su patria, el prepotente y magnífico fulgor
de su genio”.
El autor refiere que “tristeza en la historia y congoja en el alma del pueblo dominicano:
estas hubiesen sido los únicos elementos disponibles para la reconstrucción del desastre
que en esos momentos confrontaba el país, si no hubiese sido Rafael Leonidas Trujillo
Molina el primer magistrado de la Nación”.
García Bonnelly destaca “el temple y la idoneidad de Trujillo”, que afirma lo llevaron de la
mano, ayudándolo a esguazar, con asombro de la gloria misma los profundos abismos de
aquel caos, para que pasase de la materia al espíritu y rasgara para siempre el tupido velo
de sombras que el destino quería interponer en su camino”.
La ciudad había quedado convertida en un montón de escombros, con casas arrasadas,
edificios golpeados y alrededor de cuatro mil muertos y más de ocho mil heridos.
Las pérdidas materiales fueron estimadas en 25 millones de pesos. Enfrentar aquel desastre
era para un gobernante de coraje, con mucho valor en las fuerzas de su espíritu.
Santo Domingo, fundada el 1 de agosto de 1494, había supervivido a grandes pruebas, pero
no como a la de San Zenón.
Las fotografías de la época muestran la gran desgracia de la capital dominicana, limitada
entonces a la Ciudad Colonial, la hoy Ciudad Nueva, Gazcue, San Carlos y otros sectores
aledaños. Su población no alcanzaba las 35 mil personas.
La reconstrucción de la ciudad se ejecutó mediante un plan administrativo en el cuatrienio
1930-1934.
Trujillo adoptó una serie de medidas y mediante el decreto No. 10 del 5 de septiembre de
1930, prohibió la venta de mercancías y provisiones consideradas de primera necesidad,
además de su precio de costo. En su artículo 2 de ese mismo decreto dispuso que los
comerciantes que fueran sorprendidos vendiendo a sobreprecio fuesen juzgados por una
Corte Marcial, o sea por un tribunal militar.
Asimismo, decretó la instalación de cocinas ambulantes para socorrer a las familias pobres
en sus necesidades de alimentos y que fueron afectadas por el huracán.
Trujillo decretó otras medidas adicionales, entre ellas crear hospitales de emergencias y
centros de socorro.
El proceso de reconstrucción de la ciudad se inició de inmediato y poco a poco la ciudad
fue reponiéndose del desastre.
Para julio de 1933 se había reconstruido el Puente Ozama y la avenida Capotillo, hoy
avenida Mella.
Además de impulsar el desarrollo urbano, Trujillo realizó obras de mejoramiento social,
aumentó los campos bajo cultivo y se establecieron nuevas industrias con capital
dominicano, nuevas escuelas y el desayuno escolar.
El progreso material de la Ciudad de Santo Domingo fue asombrosamente rápido.
Trujillo dispuso aumentar los campos bajo cultivo, creación de empleos con las nuevas
empresas y jornales mínimos.
También el suministro de medicina gratuita y servicios hospitalarios y medidas en pro del
abaratamiento de la vida.
Ampliación del número de escuelas con servicios del desayuno escolar y entrega de los
libros a los pupilos con la inclusión del médico escolar.
Creó centros sociales, instituciones culturales y un circuito de bibliotecas públicos en barrios
marginados. Además, protección a la infancia desvalida y fundación del programa La gota
de leche para los recién nacidos en los primeros meses de su existencia.
Dentro de estas condiciones Trujillo fortaleció su estructura de poder creando un ambiente
propicio para la extensión de su mandato más allá de 1934 cuando expiraba
constitucionalmente.
Trujillo había expresado que con su llegada a la Presidencia se acababa el afán continuista.
El fenómeno nefasto que constituyó el ciclón de San Zenón y que requirió la urgencia
inmediata del Gobierno fue aprovechado sabiamente por Trujillo, utilizando la serenidad,
que le era característica ante una situación de dolor y desgracia.
UN APUNTE
Ciclón de San Zenón
El ciclón de San Zenón ocurrió apenas dos semanas después de Trujillo asumir la
Presidencia del país. El huracán atacó con furia la ciudad, destruyendo el 70% de las
viviendas y causando cuatro mil muertos.
https://elnacional.com.do/la-era-de-trujillo-inicia-con-el-ciclon-de-san-zenon/

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