Tema 1 2

La formación del lector competente bajo entorno LinEx:
Clubes de lectura y Librarium
Autor: Raúl Fernández Martínez
TEMA 1. LAS BONDADES DE LA LECTURA: ¿POR QUÉ LEER?
ÍNDICE
1.1. Introducción
1.2. El rotundo consenso social en torno a la lectura
1.3. Lectura, salud y ciencia
1.4. Los índices de lectura en jóvenes y adultos
1.5. La Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura (REBEX).
1.6. Lectura y adolescencia: ¿Por qué a los jóvenes no les gusta
leer?
1.7. Conclusiones: ¿enseñanza de la literatura o educación
literaria?
1.8. Notas
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1.1 Introducción
En este primer tema, vamos a abordar el gran consenso existente en torno
al valor educativo, intelectual y humano de la lectura, un consenso que no se
corresponde con los índices de lectura de la sociedad ni con los hábitos de
lectura de nuestros jóvenes, especialmente de los adolescentes. Veremos, en
primer lugar, en qué consiste este consenso para ofrecer, después, una posible
solución a este desajuste.
Nuestra apuesta para mejorar los índices de lectura del alumnado pasa por
convertir el club de lectura en el eje vertebrador de todos los planes de fomento
de la lectura que se desarrollen en los centros educativos. Este curso pretende,
por tanto, servir de inspiración para que los docentes se animen a promover
clubes de lectura en las escuelas e institutos. Asimismo, con las actividades y la
propuesta de trabajo que vamos a desarrollar queremos servir de inspiración
para el diseño de todas las actividades asociadas a la idea central del club de
lectura que, como veremos, incluye también una labor de programación y de
gestión cultural que hace del libro y de la acción de leer sus dos ejes
protagonistas.
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1.2 El rotundo consenso social en torno a la lectura
Una de las afirmaciones más rotundas a favor de la lectura tuvo lugar en la
Declaración de Cáceres sobre la lectura en el siglo XXI, un manifiesto
institucional leído en el <<I Congreso Nacional de la Lectura>> celebrado en
abril de 2006, en donde se dice que la lectura es un derecho democrático y una
cuestión de Estado, ya que de ella depende el éxito de todo el sistema educativo,
así como el desarrollo intelectual del individuo y el progreso social y científico
de toda la sociedad:
<<Sin lectura no hay educación posible. Y sin esta, cualquier aspiración a
un progreso sostenido y sostenible se convierte en una auténtica
quimera. Porque solo a través de la lectura, la sociedad de la información
en la que vivimos alcanza su máximo grado>>1.
Existe, por tanto, un consenso más que amplio acerca de que la lectura es una
herramienta social esencial para potenciar el desarrollo de la inteligencia y el
desarrollo económico y cultural. Esta certeza convierte a la lectura en algo más
que una técnica o en algo más que una “competencia”. Se debe poder leer pero,
sobre todo, tenemos que conseguir que las personas deseen leer. Nuestro
objetivo debe ser convertir a la lectura en una actividad esencial y central en la
vida de los ciudadanos, que deben aprender a valorar los libros como un bien
cultural de primera necesidad.
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1.3. Lectura, salud y ciencia.
Son muchos los estudios que se han hecho eco de las ventajas que tiene en la
vida de las personas incorporar el hábito de la lectura, tanto para jóvenes como
para adultos. Los neurobiólogos están estudiando desde hace tiempo qué
ocurre en el cerebro de una persona, joven o adulta, cuando lee un libro.
Tres son las partes del cerebro implicadas en la lectura:
1) Giro frontal inferior izquierdo (área de Broca)
2) Cortex temporoparietal izquierdo (área de Wernicke)
3) Cortex inferotemporal izquierdo (muy importante para la lectura)
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Estos tres circuitos cerebrales se activan al leer en idiomas como el castellano o
el inglés, que son lenguas alfabéticas, pero también en lenguas logográficas
como el chino, con mínimas diferencias observadas en los experimentos. El flujo
de información varía en las distintas zonas del cerebro.
Manuel Carreiras, del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje de San
Sebastián, ha demostrado que los cerebros de adultos que habían aprendido a
leer a edad avanzada presentaban una estructura distinta a la de los cerebros de
analfabetos2. La lectura provoca cambios en la estructura cerebral y permite la
conectividad funcional entre los dos hemisferios cerebrales. Estos estudios
también demuestran que la conectividad entre las diferentes partes del
hemisferio izquierdo, implicadas en el mecanismo de la lectura, es esencial
también para ser capaces de asociar sonidos con símbolos y ser capaces de
distinguir visualmente palabras muy similares, como “bata” y “pata”.
Científicos de Bélgica, Brasil, Francia y Portugal han investigado también
en qué sentido leer introduce mejores en la función cerebral. Para ello, han
medido la respuesta cerebral de sesenta y tres participantes portugueses y
brasileños ante textos orales y escritos, rostros, casas y varias herramientas
mediante imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional (RMf). De
todos los participantes diez eran analfabetos, veinte y dos aprendieron a leer a
una edad adulta y treinta y uno durante su infancia3.
Los resultados indicaron que todos presentaban respuestas más intensas ante
las palabras escritas en varias zonas del cerebro que procesan lo que
observamos. Además, en los que sabían leer, pero no en los analfabetos, las
palabras escritas también provocaban actividad cerebral en partes del lóbulo
5
temporal izquierdo que responden al lenguaje oral. Según el equipo, esto
sugiere que la lectura activa circuitos cerebrales que evolucionaron para
permitir el lenguaje oral, una «innovación» bastante más antigua que la lectura
en la comunicación humana. La lectura es una invención relativamente reciente
en la historia de la humanidad, pues tanto ésta como la escritura no tienen más
de 5.000 años.
Aprender a leer, ya sea durante la infancia o en la edad adulta, mejora las
respuestas cerebrales al fomentar, en primer lugar, la organización de las
cortezas visuales, la parte del cerebro que recibe y procesa impulsos procedentes
de los nervios ópticos. Estas respuestas mejoradas se observaron en el área de
la formación visual de las palabras, situada en la corteza occipital temporal
izquierda mediante el aumento de las respuestas tempranas visuales en la
corteza occipital.
En segundo lugar, la lectura «permite que la práctica totalidad de la red del
hemisferio izquierdo dedicada al lenguaje oral se active al observar frases
escritas. Por consiguiente la lectura, un avance cultural tardío, se acerca a la
eficiencia del canal de comunicación más evolucionado de la especie humana: el
habla.» Por último, las investigaciones concluyen que la lectura perfecciona el
procesamiento del lenguaje oral.
Hay que tener en cuenta que un lector medio lee unas cuatro palabras por
segundo, realizando con ello una codificación visual, ortográfica, semántica y
fonológica en un tiempo record, es decir, una palabra por cada doscientos
cincuenta milisegundos. Por este motivo, la lectura es uno de los mejores
ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades
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mentales por la cantidad de procesos cerebrales que activa, entre los que
destacan la percepción, la memoria o el razonamiento. Ya hemos indicado que
cuando leemos activamos el hemisferio izquierdo del cerebro, el más dotado de
capacidades analíticas en la mayoría de las personas. Pero, además, la lectura es
un ejercicio que implica a los dos hemisferios cerebrales. Por ejemplo,
decodificar las letras, las palabras y las frases y convertirlas en sonidos mentales
requiere ampliar áreas de la corteza cerebral. La corteza frontal motora se activa
cuando evocamos mentalmente las palabras de los sonidos que leemos y los
recuerdos que evocan la interpretación de lo leído activan poderosamente el
hipocampo y el lóbulo temporal medial4.
Guillermo García Ribas, neurólogo del Grupo de Estudio de Conducta y
Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), sostiene que aquellas
personas que leen presentarán el mismo número de neuronas que las que no
leen, pero tendrán un mayor número de conexiones más eficientes. Esto implica
aumentar nuestra reserva cognitiva ante el envejecimiento o enfermedades
neurodegenerativas como el Alzheimer. Por todo ello, un lector frecuente
retrasa el proceso degenerativo cerebral5.
También es muy importante la contribución de la lectura a nuestro
bienestar psicológico. La lectura opera como una herramienta que nos ayuda a
combatir los sentimientos de ansiedad, angustia, soledad o nerviosismo.
Potencia, además, las habilidades sociales y la empatía. Existen estudios
basados en correlaciones que afirman, incluso, que existe una relación directa
entre las personas de mayor longevidad y aquellas con hábitos de lectura más
sólidos. Así lo ha defendido un grupo de investigación de la Universidad de Yale,
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cuyos resultados han sido publicados en la revista Social Science and Medicine6.
Leer alargaría la vida dos años más y el factor de lectura puede llegar a ser más
determinante que el sexo, el poder adquisitivo, la formación académica o el
estado de salud. Aun manteniendo un ritmo de vida sedentario, el estudio
demostró que se puede conseguir una mejor calidad de vida con los libros. El
matiz que introduce el estudio es que todos estos beneficios no se consiguen con
cualquier tipo de lectura. Deben ser libros y, si son novelas, mejor. Leer
periódicos o artículos en redes sociales no produce los mismos efectos
beneficiosos para nuestro bienestar.
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1.4. Los índices de lectura en jóvenes y en adultos.
Acabamos de ver cómo en los últimos años se han llevado a cabo
numerosos estudios que han venido a confirmar, desde un punto de vista
empírico y científico, el consenso unánime que existe en torno a las bondades de
la lectura. Como en otras tantas cosas, este consenso social, político y científico
contrasta con los índices de lectura que tenemos en España y en Extremadura,
así como con el desarrollo de la competencia lingüística en nuestras escuelas e
institutos.
Según el CIS y la Asociación de Cámaras del Libro en España, el 42% de
los ciudadanos declaró en 2015 no leer o leer muy poco. La Federación de
Gremios de Editores de España (FGEE) publica desde 2012 un barómetro en el
que introduce diferentes variables que estudian el perfil de los lectores o
establecen diferencias entre el lector general y el lector de libros 7 . En el
barómetro de 2017, titulado Hábitos de lectura y compra de libros en España
2017, los porcentajes son algo mejores: un 65,8% de lectores de libros frente a
un 34,2 % de personas que no están interesadas en la lectura o que no les gusta
leer. Si ampliamos la lectura a periódicos, redes sociales, revistas o cómics, el
porcentaje de lectores que leen, al menos una vez al trimestre, es del 94,7 por
ciento. Con respecto al 2010, crece la lectura de libros en general y de
contenidos digitales, mientras que desciende el número total de lectores de
publicaciones periódicas (prensa y revistas) y cómics.
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Así, podemos decir que un 95% de la población española de 14 años o
más leen en cualquier formato y soporte (impreso o digital) con una frecuencia
al menos trimestral y un 89% lee con frecuencia, al menos una vez por semana.
Si hablamos de lectura de libros, el porcentaje se reduce al 65,8% de
lectores, de los cuales un 59,7% lo hace en su tiempo libre y el resto (28,1%) lo
hace por trabajo y estudios. En general, las mujeres leen más libros que los
hombres en su tiempo libre (64,9% frente a un 54,4%).
En jóvenes los datos de la lectura de libros son los siguientes: De 10 a 14
años el porcentaje de lectores es del 90% y de éste, el 79,8 son lectores
frecuentes (leen semanalmente) Este porcentaje baja al 70,8% en jóvenes de 15
a 18, del que solo un 54,8% son lectores frecuentes. La mayoría de los niños
menores de 9 años lee o sus padres le leen de forma habitual; la proporción de
niños lectores de esta edad ha crecido en los últimos años.
Con este estudio es posible llegar a varias conclusiones. En primer lugar, que el
número de lectores que leen libros con frecuencia disminuye a partir de los 15
años y sigue disminuyendo en los adultos mayores de 18 años, de los que sólo
un 47% son lectores frecuentes. El número de lectores en todos los formatos
sigue disminuyendo a partir de los 45 años y, aproximadamente, un 40% de la
población adulta no lee libros. Existe también un porcentaje nada desdeñable de
adolescentes entre 15 y 18 años que no lee libros (un 29,2 %)
Parece existir, por tanto, una tendencia en el mundo adulto a disminuir la
lectura de libros por placer. En el ámbito educativo, el Programa Internacional
para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de 2015 situaba la comprensión
lectora de los alumnos españoles en veintiún puntos por debajo de la media de
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los países de la OCDE. En Extremadura, la situación es mucho peor, ya que
ocupamos el último puesto en comprensión lectora del ranking nacional, un
puesto que también señala el Informe de La Federación de Gremios de Editores
de España (FGEE), que sitúa a Extremadura en el último lugar en el porcentaje
de lectores de libros en el tiempo libre (52,6% frente al 59,7%). Extremadura
también está a la cola en la compra de libros (no de texto) sólo por delante de
Castilla y León y Canarias. Extremadura fue, junto con Canarias, la única
Comunidad Autónoma que no aumento sus índices de lectura de libros en 2017.
En 2018, según un estudio publicado por AIS en el Día Internacional del Libro
de 2018, Extremadura volvió a situarse en la cola en compra de libros, con un
gasto de 82 € por familia, muy inferior a los 173 € que invierten las familias que
viven en la Comunidad de Madrid8.
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Es posible cuestionar estas estadísticas, ya que todas ellas están basadas
en un muestro más o menos completo, que no tienen por qué reflejar la realidad
tal y cual es. Sin embargo, sí nos indican cuáles son las tendencias o las inercias
que se dan en los distintos territorios y contextos y, seguramente, están
directamente relacionadas con las cifras de fracaso y de éxito escolar.
En cualquier caso, estas estadísticas indican que, a pesar del enorme esfuerzo
que como sociedad estamos haciendo para hacer de la lectura uno de los ejes de
la formación intelectual y existencial de las personas a lo largo de su vida,
seguimos teniendo enormes dificultades para llegar a algunos sectores de la
población. El factor territorial, el contexto económico y el nivel sociocultural y
educativo son elementos decisivos que están detrás de todas estas estadísticas y
de los diferentes hábitos lectores de la población. Estas diferencias generan
desigualdades que se plasman en los diferentes resultados educativos y que
explican también algunas de las cifras del fracaso escolar.
Podemos, por tanto, intuir que el fracaso escolar y la desmotivación hacia
el aprendizaje están directamente relacionados con los bajos índices de lectura y
con la escasa presencia de libros en las casas de nuestras alumnas y alumnos. De
lo que sí podemos estar seguros es que existe una correlación entre los buenos
índices de lectura y el éxito escolar.
Intuitivamente, todos los docentes sabemos que los buenos alumnos y,
especialmente, los alumnos brillantes, suelen ser grandes lectores. Esta
intuición ha sido avalada por el documento Pisa in focus9 (2011/8septiembre),
12
que establece una correlación directa entre el desarrollo de la competencia de la
comunicación lingüística y la lectura por placer.
Los estudiantes que leen por placer diariamente tienen una puntuación muy
superior a los estudiantes que declaran leer por obligación, puntuación que
equivale a un año y medio de escolarización. Hay también evidencias de que las
adolescentes y los estudiantes aventajados desde un punto de vista
socioeconómico leen más por placer que el alumnado más desventajado.
El hecho de que leer por placer esté asociado a un mayor desarrollo de la
competencia de la comunicación lingüística nos puede ayudar a encontrar
soluciones para solventar los problemas de aprendizaje de nuestro alumnado,
así como para mejorar los resultados de nuestro sistema educativo.
Conscientes de todo ello, las distintas Consejerías de Educación han
invertido más de tres millones de euros desde el año 2006 en crear una Red de
Bibliotecas Escolares (REBEX) en Extremadura, un proyecto al que se
encuentran adheridos en la actualidad un total de doscientos setenta y dos
centros escolares de la red pública y concertada. Además, la comunidad
educativa puede acceder, desde el noviembre de 2017, a la plataforma
Librarium, una plataforma digital pionera en España de la que hablaremos más
adelante.
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Inversión en REBEX
Todo este esfuerzo debe completarse con estrategias efectivas de dinamización
lectora que puedan motivar a los jóvenes a leer por placer, es decir, a hacer de la
lectura una actividad de ocio atractiva. Sólo de esta manera la lectura de libros
puede convertirse en una aliada del éxito educativo.
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1.5. La Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura (REBEX)
REBEX es una red institucional de centros educativos que consideran y
utilizan la biblioteca escolar como uno de los espacios educativos más
importantes para el apoyo a los procesos de enseñanza y aprendizaje, el fomento
de la lectura, la comprensión lectora y la educación en información, y que se
comprometen a alcanzar el modelo de biblioteca escolar propuesto desde la
Consejería de Educación y Cultura.
En ella se integran los centros educativos que voluntariamente lo solicitan y que
son escogidos por una Comisión de Valoración y Selección, creada para tal fin,
que estudia las solicitudes con una serie de criterios, de entre los que podrían
destacarse la trayectoria de trabajo en el uso pedagógico de la biblioteca escolar,
el plan de trabajo que se quiere desarrollar y la implicación y apoyo de la
comunidad educativa.
La Orden que regula su funcionamiento data de 2007 10, pero se modificó en el
curso 2011/12, para permitir el ingreso de los centros concertados y adaptarla a
la LEEX11.
Esta Orden, que es el marco normativo en el que se mueve la Red, detalla los
objetivos de la red, centros que pueden pertenecer a ella, beneficios,
compromisos, metodología de trabajo, entre otros aspectos.
Entre los objetivos de la REBEX puede distinguirse el de conseguir que los
centros adscritos alcancen el modelo de biblioteca escolar propuesto y, sobre
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todo, el de fomentar la cooperación, investigación, innovación, intercambio y
difusión en el ámbito de las bibliotecas escolares.
El profesorado participante en los equipos de bibliotecas recibió como
beneficios el reconocimiento de un punto en los concursos de traslado para los
coordinadores o responsables, y créditos formativos y de innovación, tanto para
él mismo, como para el resto del equipo.
Los compromisos que se le piden a los centros adscritos a la REBEX están
enumerados en la Orden que la promueve. El equipo directivo debe
responsabilizarse de cumplir una serie de ellos, de entre los que podríamos
destacar la formación de la Comisión y Equipo de la biblioteca12, la asignación
de un porcentaje del presupuesto del centro para mejorar sus recursos e
infraestructuras, procurar su integración en los documentos de centro y, en
definitiva, potenciar el trabajo en la biblioteca en todas las áreas y materias.
Asimismo, debe responsabilizarse de la puesta en marcha de un Plan de
Lectura, Escritura y Acceso a la Información (PLEA).
El equipo de la biblioteca por su parte debe desarrollar el plan de trabajo para
poner sus recursos a disposición de la comunidad educativa, apoyar el PLEA y
participar en las actividades de intercambio y formación que tengan lugar en el
ámbito de la REBEX.
Muy importante en el ámbito de la colaboración presencial es la participación
de los centros REBEX en los seminarios y grupos de trabajo de los Centros de
Profesores. Algunos de ellos promueven el intercambio de información y
experiencias entre centros que pertenecen a la red y los que quieren ingresar en
un futuro.
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Finalmente, a medio camino entre la difusión y la colaboración está el blog
http://rebex.educarex.es , donde de forma automática se recogen diariamente
todas las entradas que se producen en todos los blogs de la REBEX.
Paralelamente a la REBEX, la Consejería de Educación y Empleo ha ido
desarrollando en los últimos cursos académicos programas destinados a
fomentar la lectura en la escuela. Uno de ellos ha sido la campaña “Leer en
familia” El objetivo es promover un tiempo de lectura diario de los alumnos en
casa, con la ayuda o compañía de sus padres. Las que así lo cumplen reciben un
diploma acreditativo.
La campaña está dirigida a las familias con hijos/as en el último curso de
Educación Infantil y en cualquiera de Educación Primaria de centros sostenidos
con fondos públicos.
En la campaña 2015 participaron 44.917 alumnos de 404 centros educativos
sostenidos con fondos públicos. Terminaron su compromiso 33.095
alumnos/as, lo que significa el 74% de los que empezaron.
Los centros educativos que quieren participar deben inscribirse en el C.P.R. de
su zona comunicando el alumnado que participará. Cada centro debe contar con
el profesorado necesario para recibir los cupones de las familias todos los meses
y enviar los datos de los alumnos que han finalizado.
En los tres meses que dura la campaña (marzo, abril y mayo) las familias deben
compartir un tiempo de lectura de media hora al día con los hijos/as. Cada vez
que así lo hagan marcarán el día en el calendario que se suministra en el
tríptico. Esto debe repetirse al menos veinte días al mes.
Cuando termina el mes, las familias recortan el cupón correspondiente del
tríptico y rellenan la parte posterior con el nombre del niño/a y la firma del
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padre o madre. El niño/a entregará dicho cupón al maestro/a encargado en su
centro que lo pegará en la hoja de control de lectura de cada uno de los niños.
La Consejería de Educación entrega a cada alumno una guía de lecturas
recomendadas, que no obligatorias, un díptico con orientaciones sobre la lectura
en familia y un tríptico con el calendario que deberá usarse para marcar los días
que se ha leído.
En la web http://bibliotecasescolares.educarex.es/principal-leer-en-familia/
pueden descargarse los materiales que se distribuyen para desarrollar
correctamente la campaña.
Otra iniciativa orientada al fomento de la lectura es el Concurso de
Lectura en Público de Extremadura, desarrollado actualmente por el Plan de
Fomento de la Lectura de Extremadura. Este concurso pretende potenciar
aspectos relacionados con la lectura en voz alta, necesaria aún en la educación
primaria y secundaria para potenciar la capacidad de escucha del alumnado así
como sus habilidades sociales y comunicativas. Este concurso pretende,
además, recuperar el gusto por la lectura en público.
El Concurso está dotado con 6.000 euros y está destinado al alumnado del
último ciclo de Educación Primaria y de cualquier curso de Educación
Secundaria Obligatoria. El alumnado podrá participar en las siguientes
categorías:
 Categoría A. Destinada al alumnado que curse estudios en el último
ciclo de Educación Primaria.
 Categoría B. Dirigida al alumnado que curse estudios de Educación
Secundaria Obligatoria.
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Dentro de cada una de estas categorías, existen las siguientes modalidades que
recibirán los siguientes premios:
I) Modalidad individual:
o Un primer premio de 500 euros.
o Un segundo premio de 350 euros.
o Tres finalistas, que recibirán 150 euros cada uno.
II) Modalidad de grupo (cuatro alumnos/as):
o Un primer premio de 650 euros.
o Un segundo premio de 450 euros.
o Tres grupos finalistas, que recibirán 200 euros cada uno.
Las fases del Concurso son las siguientes:
1-. Selección de los representantes del centro. Cada centro educativo
realiza las pruebas oportunas para escoger al alumnado que le representa en las
distintas categorías y modalidades. Seguidamente, grabará un vídeo, con las
características que se indican en la Convocatoria y lo envía a la dirección
establecida en la convocatoria.
2-.Selección de finalistas. El Jurado nombrado por la Consejería de
Educación y Cultura escoge cinco finalistas en cada categoría y modalidad,
visionando los vídeos presentados.
3-.Final autonómica. Se suele celebrar en la Biblioteca Pública del Estado
“Jesús Delgado Valhondo”. En dicho acto, todos los finalistas, de forma
presencial, leen una o varias lecturas escogidas por el Jurado, que escoge y
proclama a los ganadores.
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1.6 Lectura y adolescencia: ¿Por qué a los adolescentes no les gusta
leer?
Como educadores, tenemos que preguntarnos por las causas que explican
el rechazo de muchos jóvenes a los libros y a la lectura. No podemos decir que
este rechazo sea generalizado. Entre los niños menores de 9 años los índices de
lectura, aunque mejorables, son bastante buenos. El problema está en los
adolescentes. Aunque no podemos saber hasta qué punto los niños eligen leer
voluntariamente al margen de la actividad escolar, lo que sí parecen indicar los
estudios es que cada vez son más los niños que no aprecian el placer que se
deriva de la lectura, problema que empeora significativamente cuando llegan a
la adolescencia en, al menos, un 50% de jóvenes. ¿Por qué ocurre esto?
La idea de que la escuela es una fábrica de lectores atormentados es
muy antigua y tiene que ver con una concepción de la literatura concebida como
“historia nacional de la literatura”, centrada básicamente en la literatura
comparada y totalmente alejada de la retórica, la teoría de la literatura y la
estética. Esta concepción historicista ligada al canon literario nacional (Gonzalo
de Berceo, El Cid, Fernando de Rojas, el Lazarillo de Tormes, Quevedo,
Góngora, Bécquer, Espronceda, Galdós, Lorca, Unamuno, Camilo José Cela,
etc.) concibe la literatura desde un punto de vista totalmente historicista, es
decir, ligada al pasado pero totalmente alejada de la realidad contemporánea.
Ese sesgo historicista impuesto desde el currículo oficial hace que los alumnos,
en vez de leer novelas, tengan que estudiarlas. Esto puede explicar, en parte, el
rechazo a las novelas por parte de los jóvenes, dado que en las aulas aprenden a
20
concebir las novelas como documentos del pasado cuyos argumentos y
personajes hay que memorizar para aprobar.
Otro de las causas del alejamiento del alumnado de la lectura por placer
es su vinculación con una asignatura o con un área de conocimiento muy
concreta. Es verdad que gran parte del placer de leer se obtiene y se aprende de
las novelas, pero estas novelas no tienen que estar vinculadas necesariamente a
la asignatura de Lengua y Literatura española y a ese canon literario “nacional”.
La lectura es algo transversal y mejora los resultados educativos en todas las
áreas del conocimiento. Hay novelas que permiten acercar al estudiante al
mundo de la ciencia y de la tecnología, de la economía y de la geografía; la
literatura tiene, incluso, la capacidad de despertar vocaciones en esos ámbitos
del conocimiento. ¡Y qué decir de la relación de las novelas con la historia, el
arte o la filosofía! Gran parte de la literatura no se entiende sin la teoría
literaria, que no es más que una reflexión filosófica y estética de la literatura,
que se hace explícita en el diálogo en torno al libro. Además, es importante que
el alumnado conozca que la difusión del conocimiento no se realiza a través de
los libros de texto, sino que el ensayo y la divulgación científica y filosófica son
esenciales en la sociedad de la información y del conocimiento. Es muy
importante, por tanto, que desde los centros educativos el número de libros
leídos por el alumnado sea variado y que leer no se vincule solo a la asignatura
de Lengua y Literatura española.
En el marco del III Congreso Internacional del Sindicato PIDE, titulado
La educación del siglo XXI, entre la realidad y el deseo, el escritor Juan José
Millás afirmó que una persona empieza a leer por las mismas razones por las
que empieza a escribir: para comprender el mundo 13 . Sin embargo, añade
21
Millás, “a mí de adolescente me prohibieron las novelas, mientras que, hoy,
todas las instituciones, sin excepción, nos hablan de las bondades de la lectura”.
Si en el pasado leer fue un acto de rebeldía, en la actualidad es un imperativo de
todas las instituciones. Todo el mundo asegura que leer es bueno. Lo dicen los
padres, lo predican los profesores, los políticos. Por este motivo, Millás confiesa
con franqueza que si él fuera adolescente no se acercaría a una actividad
ensalzada por todos los adultos sin excepción y, en vez de eso, se entregaría a los
videojuegos, que producen mucha más inquietud en las personas de orden. El
reto está en saber transmitirles a los jóvenes que leer es un acto de rebeldía, a
pesar de que en la actualidad no exista un listado de libros prohibidos. Millás lo
explica muy bien: necesitamos hacerles llegar a los jóvenes que es más
revolucionario quedarse un sábado por la noche leyendo en casa Madame
Bovary que rompiendo papeleras o destrozando semáforos. Esto es así porque
los potenciales delincuentes son absolutamente necesarios para el sistema.
Confirman la ley en el momento de transgredirla y, por lo tanto, hacen lo que se
espera de ellos. Pero la persona que lee es también aquella que consigue forjarse
un ser propio y auténtico, es la única que puede albergar la esperanza de hacerse
con una voz propia en el mundo. La búsqueda de la autenticidad y la
reivindicación de la rebeldía frente a lo establecido son dos poderosos mensajes
que reman a favor de la lectura.
A pesar de que los profesores estamos constantemente ensalzando los libros y la
lectura, muchos jóvenes comprueban en su casa lo que las estadísticas dicen, es
decir, que a un gran porcentaje de adultos no les gusta leer, a pesar de lo que
digan en público. Por este motivo, los docentes, personas de autoridad
representantes del mundo de los adultos, somos los primeros que debemos
22
demostrar nuestro amor por la lectura y por los libros, vinculándolo además con
la capacidad de resistencia y de rebeldía frente a la doble moral de la sociedad
adulta y frente a la hipocresía del sistema. Hablar desde la autenticidad y desde
la autonomía que nos otorgan los libros es, quizás, nuestra mejor arma para
luchar contra el rechazo que muchos jóvenes sienten hacia la lectura, que no es
más que un rechazo hacia un mundo de reglas y de valores establecidos por
adultos que no respetan ni creen en ese mundo establecido por ellos mismos.
En este sentido, es importante subrayar que la lectura es un acto de
libertad y de autoafirmación personal. El lector no está sometido al libro sino
que es el libro el que está al servicio de lector, sometido a su juicio. Es necesario
ser capaces de respetar el buen juicio del joven sobre el libro que le
recomendamos o le hacemos leer. Lector y libro deben mantener una relación
simbiótica de ayuda y de enriquecimiento mutuo. Como vamos a ver, los clubes
de lectura son el mejor recurso que tenemos desde las escuelas e institutos para
inculcar el amor por los libros y para fomentar una relación más libre de los
jóvenes con la lectura. A través de las distintas asignaturas, de un plan lector
que debería estar coordinado en cada centro educativo, y a través de un diálogo
continuado, la escuela está obligada a ofrecer instrumentos para que los jóvenes
puedan efectuar sus propias elecciones de libros en el futuro. Como afirma Italo
Calvino, las elecciones que cuentan son las que ocurren fuera o después de
cualquier escuela14; sólo en las lecturas desinteresadas puede suceder que un
alumno o alumna se tropiece con un libro que llegará a ser su libro. Nuestro
objetivo es precisamente este: poner las condiciones para que nuestros jóvenes
puedan elegir desinteresadamente qué libros se convertirán en sus libros, sus
clásicos. Seamos conscientes de que la elección de un libro no es una elección
23
baladí, como pueden serlo muchas de las elecciones supuestamente libres que
hacemos en la sociedad de consumo. <<Tu clásico es aquel que no puede serte
indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en
contraste con él>>15
Es cierto que las lecturas desinteresadas, sobre todo las de los clásicos, suelen
darse durante la edad adulta. Sin embargo, para que esto ocurra es muy
importante que en las escuelas e institutos ofrezcamos los instrumentos
necesarios para que los jóvenes tengan acceso a estas lecturas. Los clubes de
lectura, como vamos a ver en el siguiente tema, son unos instrumentos muy
valiosos para que las lecturas de juventud sean realmente provechosas, al menos
en el sentido de que predispongan para la lectura desinteresada de clásicos de la
literatura universal en el futuro.
Italo Calvino nos explica que las lecturas de juventud suelen ser poco
provechosas por la impaciencia, la distracción, la inexperiencia en la vida. Sin
embargo, los grandes libros tienen un gran valor formativo por su capacidad
para moldear la experiencia futura, proporcionando modelos, contenidos,
términos de comparación, esquemas de clasificación, escalas de valores y
paradigmas de belleza. Todos estos elementos llegan a formar parte de los
mecanismos de reflexión internos de las personas incluso si, en la edad adulta,
hemos olvidado por completo los libros que hemos leído. Es por ello que los
clásicos <<son libros que ejercen una influencia particular ya sea cuando se
imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la
memoria mimetizándose en el inconsciente colectivo o individual>>.16
Hacer de la lectura de un libro una experiencia inolvidable, tanto a nivel
consciente o inconsciente, depende mucho de cuáles fueron las circunstancias
24
en la este libro se nos hizo presente. La metodología dialógica y comunicativa
que se despliega en el club de lectura moldean en un sentido muy positivo todas
estas circunstancias y de ahí que sean una herramienta esencial para la
formación de lectores con capacidad para elegir y descubrir sus verdaderos
clásicos.
25
1.7 Conclusiones: ¿Enseñanza de la literatura o educación literaria?
El primer tema del curso nos lleva a una conclusión fundamental

relacionada con el concepto de “educación literaria” en tanto que diferenciado
de la “enseñanza de la literatura”. Existe una concepción un tanto arcaica y
prejuiciosa, que considera que la responsabilidad de enseñar el castellano y su
literatura corresponde exclusivamente a aquellos maestros o profesores
encargados de impartir la asignatura de Lengua y Literatura. Nada más alejado
de las nuevas directrices como el PLEA y de lo que debe ser una concepción
global y comprensiva de la enseñanza. Así, mientras que la enseñanza de la
literatura estaría enfocada a la transmisión de información y de conocimientos
relacionados con la historia literaria, la “educación literaria” tiene como objetivo
formar lectores competentes. Esta idea lleva aparejada un cambio en la
orientación de los objetivos de la asignatura de Lengua y Literatura, pero
también en la orientación didáctica de todas las áreas y materias que tienen la
responsabilidad de trabajar la competencia de la comunicación lingüística.
Los objetivos generales de una educación literaria orientada a la

formación de lectores competentes y autónomos pueden agruparse en tres
bloques:
1) Ayudar a los alumnos a descubrir la lectura como experiencia

satisfactoria, que depende de la respuesta afectiva del lector cuando se
relaciona con la intriga, se identifica con los personajes, reconoce en
el texto su propia experiencia vital como experiencia humana,
descubre mundos alejados de su experiencia inmediata, contrasta su
propia interpretación con la de otros lectores, se sorprende ante el
modo diferente de usar el lenguaje y disfruta con ello, etc.
2) Enseñar a construir el sentido del texto, es decir, confrontar la visión
que el lector tiene de sí mismo y del mundo con la elaboración
cultural de la experiencia humana que ofrece la obra literaria, que ha
sido producida en un contexto histórico-cultural determinado.
26
3) Enseñar a familiarizarse con las particularidades discursivas,

textuales y lingüísticas de las obras literarias, características que están
condicionadas históricamente y configuran los géneros o formas de
textos convencionales mediantes las que la humanidad ha
simbolizado su experiencia17.
La escuela tiene, pues, como objetivo principal formar lectores competentes y

autónomos, esto es, que hayan adquirido la competencia lectora, sin la que no es
posible la lectura placentera. Es importante, no obstante, como ya señalamos
anteriormente, que en las escuelas e institutos ofrezcamos los instrumentos
necesarios para que los jóvenes tengan acceso en un futuro a los grandes
clásicos de la literatura y debemos predisponerlos a hacer de la lectura una
experiencia satisfactoria. Como ya hemos señalado, la lectura por placer es
garantía de éxito educativo. En este sentido, no se conoce una herramienta más
eficaz que los clubes de lectura -y todas las actividades que se desarrollan
alrededor de los mismos- para formar lectores competentes que lean por placer.
Como vamos a ver en los próximos temas, el club de lectura es la experiencia
más valorada entre los usuarios de las bibliotecas de adultos y es también la
actividad que más ha contribuido a mantener vivas las bibliotecas y a aumentar
el número de sus lectores y usuarios. En las bibliotecas escolares deberíamos
desarrollar estrategias similares atendiendo a las particularidades de las
mismas. Si conseguimos que toda la actividad cultural del centro y de los
departamentos didácticos gire en torno a la lectura y a los libros (actividades
que incluyen, por ejemplo, al viaje de fin de curso, que también debería
convertirse en “literario”) habremos conseguido cumplir todos los grandes
objetivos de la educación literaria.
27
1.8. Notas
1
Véase Declaración de Cáceres sobre la Lectura del siglo XXI
(http://centros3.pntic.mec.es/cp.cisneros/caceres.htm) apud., ORTIZ
MACÍAS, M.: Biblioteca. El servicio público con corazón. Barcelona:
Editorial UOC, 2017, p. 38
2
Véase CARREIRAS, M.: “Neurociencia, Lectura y Literatura”
(https://www.bcbl.eu/page/12/?s&submit=Go&lang=es).
3
Se trata de un equipo de científicos dirigidos por el especialista en
neurociencia cognitiva Stanislas Dehaene, del Instituto Nacional de
Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM) en Gif-sur-Yvette 3
(Francia). Vid., https://cordis.europa.eu/news/rcn/32801/esç
4
Véase MORGADO BERNAL, I.: “Razones científicas para leer más de lo
que leemos”. El País (16/01/2017)
https://elpais.com/elpais/2017/01/11/ciencia/1484155657_662258.html
5
Véase SANCHEZMATEOS, A.: “Cómo funciona el cerebro de un buen
lector”. En La Vanguardia (21/04/2017)
https://www.lavanguardia.com/vivo/salud/20170421/421922845847/lectura-
leer-salud-cerebro.html
6
Véase GONZÁLEZ HAMBOUR, B.: Al fin una droga buena para la salud:
leer alarga la vida. En El País (22/08ç72016).
https://elpais.com/elpais/2016/08/19/opinion/1471621596_718582.html
7
Véase Hábitos de lectura y compra de libros en España.
http://federacioneditores.org/documentos.php
8
Véase “Extremadura es una de las CCAA que menos invierte en la compra
de libros” En Expansión, 23 de abril de 2018.
http://www.expansion.com/extremadura/2018/04/20/5ada0895468aebdd578b46
1d.html
9
Véase Pisa in Focus (2011/8) Septiembre. OCDE 2011.
https://www.oecd.org/pisa/pisaproducts/pisainfocus/49184736.pdf
10
Véase Orden de 25 de abril de 2007 publicada en el DOE de 8 de mayo.
http://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2007/520O/07050202.pdf
11
Modificación de la Orden REBEX:
http://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2012/1150o/12050121.pdf
12
En la REBEX se distingue entre Comisión y equipo de la biblioteca.
Este último está formado por los docentes y demás personal que
gestiona y mantiene directamente la biblioteca. La Comisión está
formada por los miembros del equipo directivo, el equipo de
biblioteca, representantes de las familias y el alumnado, así como el
informático y el educador social si hubiera en el centro. También
28
puede participar el bibliotecario municipal, si así se estima

oportuno.
13
Vease III Congreso Internacional del Sindicato PIDE en:
https://www.youtube.com/watch?v=v5hBMiQCBVs&t=57s y
http://sentircacerestv.com/index.php/component/content/article?id=743.
14
Cfr., CALVINO, I.: Por qué leer los clásicos. Madrid: Siruela, 2009,
p. 17.
15
Cfr. CALVINO, I.: opus. cit., p. 17.
16
Cfr. CALVINO, I.: opus cit., p. 15.
17
Cfr. ZAYAS HERNANDO. F.: La educación literaria. Cuatro secuencias
didácticas. Madrid: Octaedro, 2012, p. 9 y ss.
29

Tema 1 2

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La formación del lector competente bajo entorno LinEx:

Clubes de lectura y Librarium

Autor: Raúl Fernández Martínez

TEMA 1. LAS BONDADES DE LA LECTURA: ¿POR QUÉ LEER?

1.2. El rotundo consenso social en torno a la lectura

1.3. Lectura, salud y ciencia

1.4. Los índices de lectura en jóvenes y adultos

1.5. La Red de Bibliotecas Escolares de Extremadura (REBEX).

1.6. Lectura y adolescencia: ¿Por qué a los jóvenes no les gusta

1.7. Conclusiones: ¿enseñanza de la literatura o educación

Autor: Raúl Fernández Martínez

En este primer tema, vamos a abordar el gran consenso existente en torno

al valor educativo, intelectual y humano de la lectura, un consenso que no se

corresponde con los índices de lectura de la sociedad ni con los hábitos de

lectura de nuestros jóvenes, especialmente de los adolescentes. Veremos, en

solución a este desajuste.

convertir el club de lectura en el eje vertebrador de todos los planes de fomento

de la lectura que se desarrollen en los centros educativos. Este curso pretende,

clubes de lectura en las escuelas e institutos. Asimismo, con las actividades y la

propuesta de trabajo que vamos a desarrollar queremos servir de inspiración

lectura que, como veremos, incluye también una labor de programación y de

Autor: Raúl Fernández Martínez

1.2 El rotundo consenso social en torno a la lectura

Una de las afirmaciones más rotundas a favor de la lectura tuvo lugar en la

Declaración de Cáceres sobre la lectura en el siglo XXI, un manifiesto

institucional leído en el <<I Congreso Nacional de la Lectura>> celebrado en

abril de 2006, en donde se dice que la lectura es un derecho democrático y una

cuestión de Estado, ya que de ella depende el éxito de todo el sistema educativo,

así como el desarrollo intelectual del individuo y el progreso social y científico

<<Sin lectura no hay educación posible. Y sin esta, cualquier aspiración a

un progreso sostenido y sostenible se convierte en una auténtica

quimera. Porque solo a través de la lectura, la sociedad de la información

en la que vivimos alcanza su máximo grado>>1.

herramienta social esencial para potenciar el desarrollo de la inteligencia y el

desarrollo económico y cultural. Esta certeza convierte a la lectura en algo más

objetivo debe ser convertir a la lectura en una actividad esencial y central en la

cultural de primera necesidad.

Autor: Raúl Fernández Martínez

1.3. Lectura, salud y ciencia.

ocurre en el cerebro de una persona, joven o adulta, cuando lee un libro.

Tres son las partes del cerebro implicadas en la lectura:

1) Giro frontal inferior izquierdo (área de Broca)

2) Cortex temporoparietal izquierdo (área de Wernicke)

3) Cortex inferotemporal izquierdo (muy importante para la lectura)

Autor: Raúl Fernández Martínez

Estos tres circuitos cerebrales se activan al leer en idiomas como el castellano o

el inglés, que son lenguas alfabéticas, pero también en lenguas logográficas

como el chino, con mínimas diferencias observadas en los experimentos. El flujo

de información varía en las distintas zonas del cerebro.

Manuel Carreiras, del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje de San

Sebastián, ha demostrado que los cerebros de adultos que habían aprendido a

leer a edad avanzada presentaban una estructura distinta a la de los cerebros de

analfabetos2. La lectura provoca cambios en la estructura cerebral y permite la

conectividad funcional entre los dos hemisferios cerebrales. Estos estudios

también demuestran que la conectividad entre las diferentes partes del

hemisferio izquierdo, implicadas en el mecanismo de la lectura, es esencial

distinguir visualmente palabras muy similares, como “bata” y “pata”.

Científicos de Bélgica, Brasil, Francia y Portugal han investigado también

medido la respuesta cerebral de sesenta y tres participantes portugueses y

brasileños ante textos orales y escritos, rostros, casas y varias herramientas

mediante imágenes obtenidas por resonancia magnética funcional (RMf). De

una edad adulta y treinta y uno durante su infancia3.

palabras escritas también provocaban actividad cerebral en partes del lóbulo