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Una aproximación fenomenológica para algunas nociones de

la sociología de Durkheim y Weber.


Disar Delherbe Pérez
disar.delherbe@live.cl

Resumen.
La sociología clásica es heredera del racionalismo iluminista (Andueza, 2011). Esta
aproximación al pensamiento Durkheim y Weber pretende trascender las
“descripciones estáticas “ de ese racionalismo”, y en ese sentido busca no solo quedarse
con la descripción del objeto de estudio sino también con el devenir de ese objeto, vale
decir, con el ocurrir de ese objeto al momento de describirlo o enunciarlo. En otras
palabras se busca responder preguntas como por ejemplo ¿de qué hablamos cuando
hablamos de una determinada noción en Durkheim o Weber? ¿Cuáles podrían ser sus
consecuencias o implicancias? ¿Qué idea implícita es sustentada con aquella noción?
¿Y qué le permite concretamente justificar a su autor en un momento determinado?, etc.
Para poder realizar esta nueva lectura necesitamos de un método que nos permita
acercarnos de manera diferente a la que habitualmente tenemos al momento de analizar
materias que conciernen a la sociología jurídica. La fenomenología, a este respecto, se
nos presenta como un método, que puede proporcionarnos un análisis que no solamente
considera la objetividad como marco referencial o contexto de las explicaciones
sociológicas sino que también da lugar a la subjetividad, dando paso, así, al análisis de
la experiencia personal y de terceros, mediante las llamadas “invariantes
fenoménicas”(descripciones de la experiencia) que luego serán explicadas en términos
objetivos, como fuente de un valioso conocimiento y saber sociológico.
Para justificar el uso de la fenomenología como método de análisis sociológico
comenzaré formulando algunos postulados, a modo de propuesta, acerca de la
constitución biológica de nosotros, los seres humanos, para luego analizarlos y
finalmente aproximarse a algunas nociones de la sociología de Durkheim y Weber.
Justificación del método empleado.

I. Propuesta de postulados acerca de la constitución biológica de los


seres humanos.
a) En la experiencia no hay objetos. Ilusión versus percepción. “La trucha
al ir por el anzuelo ve el engañoso “insecto” y salta para cazarlo, pero
“descubre” sólo al ser atrapado que el insecto era una ilusión. Que el
observador sepa a través de su diseño que él o ella se hayan estado
engañando, no altera esto. Es sólo después de haber sido cazado, que la
trucha devalúa la experiencia previa de cazar el insecto, considerándola
ahora una ilusión. Nosotros, observadores, como sistemas vivientes no
somos diferentes de la trucha en este aspecto” ( Maturana, La objetividad
un argumento para obligar, pp 22 y 23)..
b) Necesidad de poner la objetividad entre paréntesis.” Esta conciencia de
no poder distinguir entre ilusión y percepción, yo la señalo invitando a
poner la la objetividad entre paréntesis en el proceso de explicar. Lo que
quiero decir con poner la objetividad entre paréntesis, es que me doy
cuenta que no puedo pretender que tengo la capacidad para hacer una
referencia a una realidad independiente de mi, y que me hago cargo de
ello en el intento de entender lo que pasa con los fenómenos del
conocimiento, del lenguaje y sociales, no usando referencia alguna a una
realidad independiente del observador para validar mi explicar
(Maturana, Emociones y Lenguaje en Educación y Política, p.43).
c) De aquí el aforismo acuñado por Maturana “Todo lo dicho es dicho por
alguien, por tanto, queda de manifiesto la emoción como fuente o causa
fundamental de los discursos enunciados por cualquier persona.
d) Por tanto, esto sería aplicable a cualquier discurso enunciado por
cualquier persona.
II. Implicancias
a) Si sabemos que ,fundamentalmente, es la emoción el factor principal que
origina toda clase de discurso y que los discursos surgen
contingentemente del ocurrir de la experiencia de una(s) persona(s)
determinada ( Maturana, define en términos biológicos a las emociones
como “disposiciones corporales dinámicas que definen los distintos
dominios de acción en que nos movemos”, “si cambio de emoción
cambio de dominio de acción, cuando estoy en un tipo de emoción
determinada puedo aceptar cierto tipo de argumentos mientras que si
estoy en otro tipo de emoción determinado puedo no aceptar los mismos
argumentos”), se justifica o tiene sentido, por lo tanto, el preguntarse por
i) el ocurrir o descripción del contenido de esa experiencia determinada
porque en último término esa experiencia es la causa de esos
determinados discursos y ii) por las consecuencias de esos discursos, las
cuales serán las contingencias y apreciaciones políticas que puedan
hipotéticamente postularse al respecto.
b) Los elementos constitutivos enunciados, nos permiten i) describir o
caracterizar “ sobre el papel” ( a un nivel teórico descriptivo) a la
emoción como factor principal de cualquier clase de discurso
c) Los elementos constitutivos nos pueden servir de orientación al momento
de analizar cualquier clase de discurso, permitiéndonos superar la
“estaticidad descriptiva” de los discursos de cualquier clase en el
momento en que se ingresa a su contenido u ocurrir con el fin de realizar
un “examen de realidad” ( evaluamos si ese discurso es real o no para
nosotros como sujetos con experiencia vivida y las consecuencias que
vemos que tiene o ha tenido tal discurso en el mundo ,vale decir,
respectos de terceros).
d) Pero 1) ¿en base a qué criterios deberíamos realizar este examen de
realidad? 2) ¿y con que herramientas o métodos?
Respuesta 1: Respecto a los criterios se pueden se pueden deducir de la
“misma realidad”, de los elementos de realidad enunciados más arriba: “todo
lo dicho es dicho por alguien”, por lo tanto, se hace necesario analizar la
experiencia o el devenir de vivir la “objetividad entre paréntesis”, cuando
elegimos esta opción. Así, evitamos caer en descripciones estáticas que nos
alejen de esa realidad emocional de los sujetos productores de conocimiento
con unos intereses específicos y también evitamos toda clase de a
“representaciones objetivistas “del mundo, las cuales podrían eventualmente
enajenarnos del examen de nuestros propios discursos (analizar sus causas o
motivaciones y realizar el correspondiente “examen de realidad”)

Respuesta 2: Respecto a las herramientas a emplear, propongo los métodos


en primera persona para obtener datos fenomenológicos. Los métodos en
primera persona son prácticas disciplinadas que los sujetos pueden utilizar
para incrementar su sensibilidad a la experiencia momento a momento. Éstos
involucran el entrenamiento sistemático de la atención y de la auto-
regulación emocional. Dichos métodos existen en fenomenología,
psicología, y en las tradiciones meditativas contemplativas. Algunos son
utilizados rutinariamente en programas clínicos y de salud, y los correlatos y
efectos fisiológicos de estas prácticas han podido ser investigados. La
relevancia de estas prácticas para la fenomenología deriva de que éstas
cultivan sistemáticamente la capacidad de atender a la experiencia de forma
sostenida. Esta capacidad hace posible que los aspectos tácitos, pre-verbales,
y pre-reflexivos de la experiencia subjetiva se vuelvan accesibles y
describibles, y por tanto disponibles para su caracterización íntersubjetiva y
objetiva.
.
La visión que de la fenomenología se tiene en los métodos en primera
persona(empleados por Francisco Varela en sus programas de investigación
del problema de la conciencia( el tenía una propuesta para solucionar la
brecha explicativa entre la subjetividad o experiencia de la conciencia y su
neurobiología o caracterización de la actividad neuronal), puede servirnos de
gran ayuda porque no se busca bajo esta mirada “ hacer ideología” de estas
técnicas al momento de emplearlas ( si se vuelven ideología nos alejamos del
“examen de realidad” de nuestros propios discursos), por el contrario, el
operar de esta mirada fenomenológica se construye con 1) la actitud básica
de la fenomenología, “la epoché”, (“un procedimiento llevado a cabo por los
fenomenólogos en primera persona, consiste en un gesto que es practicado
mentalmente que consiste en redirigir nuestra atención desde el objeto
intencional de la experiencia, hacia nuestra propia experiencia del objeto, de
forma que el objeto es ahora tomado estrictamente como el correlato
objetivo del proceso o acto de experienciar” Palacios y Cohen-Varela,2011 )
y 2) reconociéndola como una aproximación “no neutral” a los
fenómenos, vale decir, hay una “dimensión hermenéutica” que otorga un
lugar relevante a la subjetividad de la experiencia humana( a la experiencia
vivida o vivenciada) pero a la vez respeta y no niega la “objetividad del
mundo”(Varela y Shear,1999).Hay, por lo tanto, una interrelación entre
subjetividad ( objetividad entre paréntesis) y objetividad(objetividad
tradicional o trascendente),que nos permitirá acercarnos a interpretaciones
más “prístinas y novedosas”, y al mismo tiempo alejarnos de entelequias y
posturas intransigentes.
Esquema y explicación de los aspectos generales del procedimiento
fenomenológico (Palacios y Cohen-Varela, 2011)

Esquema

Actitud básica (epoché): suspensión (de la inmersión inatenta al contenido


de la experiencia), redirección (de la atención al proceso en curso de la
experiencia), y apertura receptiva (a la nueva experiencia que va surgiendo).
Esta posición o postura puede ser adoptada en nuestro propio caso en
primera persona.
Llenado Intuitivo: estabilización y mantención de la actitud básica de modo
que la conciencia del proceso experiencial llegue a ser completamente llena
de contenido. Este proceso requiere de práctica, e involucra la perspectiva en
segunda persona de un entrenador o guía.
Validación y expresión intersubjetiva: este paso de descripción verbal y
evaluación intersubjetiva es necesario para validar cualquier dato en primera
persona (fenomenológico). Este paso involucra y está siempre situado en
primera persona plural.

Explicación

Las tres fases, de suspensión, redirección, y apertura receptiva forman un


ciclo dinámico. La primera fase induce una suspensión transitoria de las
creencias o pensamientos habituales acerca de lo que se experimenta. El
objetivo es poner entre paréntesis las creencias o constructor explicativos
con el fin de adoptar una actitud descriptiva abierta y sin prejuicios. Esta
actitud es un pre rrequisito importante para acceder a la experiencia vivida
pre-reflexivamente. La segunda fase de redirección procede sobre esta base:
dada una actitud de suspensión, nuestra propia atención puede ser redirigida
desde su inmersión habitual en los objetos, hacia el carácter vivido del
proceso experiencial.
Por lo tanto, la “epoché” moviliza e intensifica la auto-conciencia tácita de
la experiencia, induciendo la actitud explícita de atención pura al proceso
experiencial. “Atención pura” significa darse cuenta, notar, o hacer presente
aquello que está ocurriendo en la propia experiencia, sin la atribución de
juicio o explicación. Esto requiere de la aceptación de lo que está ocurriendo,
o en otras palabras, requiere de una apertura receptiva. Así, una actitud de
receptividad o de dejarse llevar es requerida de modo de ampliar el campo de
experiencia hacia nuevos horizontes.
Muchos aspectos de la experiencia no se notan inmediatamente, sino que
requieren varias instancias y variaciones para emerger. La repetición de una
misma tarea en un entorno experimental, por ejemplo, permite el
surgimiento de nuevos contrastes, y permite validar categorías fenoménicas
emergentes. El entrenamiento y la práctica resultan por tanto un componente
necesario para cultivar estas tres fases, y permitir la emergencia y
estabilización de las invariantes fenoménicas.
Más abajo en este ciclo de tres fases se encuentra la fase de verbalización o
expresión. La comunicación de invariantes fenoménicas proporciona el paso
crucial mediante el cual este tipo de conocimiento en primera persona puede
ser compartido y calibrado intersubjetivamente, y eventualmente relacionado
con los datos objetivos.
Aproximación fenomenológica, en primera persona, a diversas nociones de
la sociología de Durkheim y Weber.

Durkheim.
i) La sociedad: “La sociedad” como una apelación a la objetividad
(“sustanciación ontológica”, “tengo acceso a ese mundo independiente
de mi”, Durkheim habla como si él no fuera responsable de esa certeza
que manifiesta como real, él no tendría acceso a la experiencia de
modificar esa “roca inmutable” que sería la sociedad).

ii) El espíritu del pueblo o conciencia colectiva


“La conciencia colectiva “como una invariante fenoménica o una categoría
fenomenológica que se implica de la “apelación a la objetividad “, podría
describirse filosóficamente como un accidente aristotélico donde la
“esencia” de la que emana este sería “la sociedad”.
Yo diría que la invariante fenoménica que permite describir tal noción sería
la siguiente. La experiencia inmediata, inicial y emotiva que de las demás
personas tuvo el autor. Esto considerando la muerte de su hijo, lo que
probablemente le ocasionó un gran dolor, fue una “experiencia crítica o
fatal” que le implicó asumir probablemente “la realidad de la sociedad”
inmanentemente, como si estuviera “ahí”.
Críticas y Contra críticas. La primera debilidad que plantea Andueza es que
lo indemostrable de creer en la existencia de la conciencia colectiva. Desde la
perspectiva fenomenológica no hay necesidad de demostrar (en función de un mundo
objetivo) la existencia de esta creencia sino que únicamente nos basta que a través
procedimiento fenomenológico podamos dar cuenta de esta invariante fenoménica en
nuestra experiencia o en relación a otras experiencias que tengamos. De modo
podríamos preguntarnos, por ejemplo, ¿qué estoy queriendo decir cuándo justifico una
determinada conducta con base en la conciencia colectiva? ¿Que esa conducta está
legitimada en determinado caso?, y en este caso podríamos ver a la conciencia
colectiva como un argumento moral para la justificación de determinadas conductas, de
unos determinados intereses o deseos.
Apropósito de “pueblo” viene la segunda debilidad que plantea Andueza: la generalidad
de la expresión. Habla de pueblo y no de “el espíritu de una persona en
particular”.Implícitamente en esta critica que el profesor hace, queda de manifiesto la
necesidad de analizar fenomenológicamente esta expresión ya que precisamente esta
clase de lectura comienza desde una persona en particular, del sujeto en primera
persona, en este caso siguiendo al profesor, sería desde el “espíritu de una persona”. Por
lo tanto, esto serviría para reforzar la idea de que existiendo o no la conciencia
colectiva como objeto, siempre habrá lugar para emplear el procedimiento
fenomenológico y darnos cuenta de que ese argumento, tiene un determinado ocurrir
que genera unas determinadas consecuencias (ej. justificar una conducta).

iii) La paradoja anomia versus demandas estudiantiles


Paradoja de la educación en Andueza. La educación en Durkheim es un hecho social
que cumple una función dirigista de “la sociedad” hacia los “individuos”, limitando la
libertad de éstos, volviéndolos más homogéneos de pensamiento y por el contrario si no
se educarán habría diversidad de pensamiento y por tanto cada quien reivindicaría lo
que su educación le dictara y por tanto se generaría anomia. Luego, considerando que
la educación tiene entre sus finalidades la libertad del individuo, habría una flagrante
paradoja o contradicción al afirmar que la educación en tanto que hecho social busca la
libertad de los individuos y al mismo tiempo el dirigir a la sociedad.

Comprendiendo la paradoja.

En Andueza la educación, por una parte, se constituiría como un elemento que forma
parte de la sociedad Durkhemiana, una sociedad objetivada y , por otra, la formulación
en si de esta paradoja tiene raíces probablemente en la paradoja del mismo nombre que
planteara Kant).Hago esta interpretación porque en clases el profesor se limitó a
enunciar la paradoja, de modo que solo vería la educación como el traspaso de
información racional de un sujeto a otro sujeto de acuerdo a una norma social que así lo
dispone. Hay una mirada lógica e influencia de Kant.
En Maturana y Pòrksen, la educación es un proceso de transformación que surge de la
convivencia con adultos ( Maturana y Pòrksen, Del Ser al Hacer”), esto no excluye que
haya una norma social que así lo disponga. Hay una mirada fenomenológica.
En Maturana y Pòrksen sin embargo podría contraargumentarse que los “adultos” son
una metáfora de quienes sabrían más que los “niños”, vale decir, aquellos poseedores de
un conocimiento objetivo trascendente potencialmente dispuesto a ser enseñado. Sin
embargo esto contraria lo dicho por los autores, generando una paradoja explícita con la
que el autor declara no estar de acuerdo explícitamente: el valor del conocimiento en si
o de un determinado tipo de conocimiento por si mismo (esta es la propuesta de Kant).

Una conclusión un tanto ingenua o “naif” podría ser que la educación no limita la
libertad, aunque tampoco la potencia ¿pero implicará esta afirmación el separar
teóricamente, por ejemplo, las políticas públicas de educación de el fenómeno
relacional en la sala de clases enunciado por Maturana y Pòrksen, mostrando que es
meramente superficial o irrelevante la relación entre las normas jurídicas de educación y
la transformación en esa convivencia con adultos que ocurriría en la sala de clases?
Personalmente creo que tal relación no es irrelevante porque las redes de
conversaciones que se tengan en la sala de clases pueden influir en las políticas
públicas, quizás no directamente en las normas jurídicas, hoy por hoy, pero tal vez si,
por ejemplo, en la elección y enseñanza de un determinado programa académico que
influencia el modo relacional cotidiano que tenemos con los demás y por tanto nuestras
emociones en tanto que partícipes de esta convivencia, como veremos a continuación en
relación a Weber.
Weber
i) Derecho romano como “fenomenología histórica” y como
“superestructura”.
En Chile, algunos profesores de derecho romano sostienen que
es imposible comprender a cabalidad el actual derecho civil chileno si es
que no se conoce y maneja genuinamente el procedimiento jurídico
romano. Este postulado tiene probablemente su fundamento en la
aproximación que Alvaro D`Ors tenia del derecho romano y la visión
predominante en el pensamiento de Alfonso García Gallo de Diego
plasmada en su “Metodología del Derecho Indiano”, publicada en Chile en
1971. D`Ors, a grandes rasgos, le otorga un valor técnico en si mismo,
desprovisto de toda clase de contingencia sociohistórica, a las fórmulas
jurídicas de la roma republicana, esto ha influido en muchos profesores
chilenos los cuales predican que tal valor en relación a la estructura de las
actuales fórmulas jurídicas chilenas es el mismo, o por lo menos de gran
similitud , que el de aquellas, prescindiendo, por tanto, al mirar de esta
forma, de el actual devenir político y social del país como factores relevantes
para la actual fórmula nacional.
García Gallo de Diego sostuvo, predominantemente, que la investigación
histórico-jurídica, porque fundamentalmente considera a la historia del
derecho una ciencia jurídica, debe desatender cualquier categoría que no sea
jurídica (social, económica, etc.) (Palma González., 2005).
Siguiendo a Weber y su tipología de los actores sociales podríamos decir en
principio que estamos en presencia del actor racional orientado a valores, en
principio, debido a que ambos autores eran cercanos al servicio religioso
“Opus Dei” (Blasco Gil y Mancebo, 2010).Pero revisemos algunas líneas
fundamentales de su pensamiento.
D`Ors (Rafael Domingo, 2005) construye su “crítica palíngenésica” (estudio
pormenorizado de cada una de las obras de la jurisprudencia romana) en
oposición a la corriente pandectística (método de la dogmática jurídica)
(enciclopedia virtual Wikipedia), fundado en una idea transversal a toda su
obra, la de que la historia es historia de textos y no de hechos,”verba, non
facta”. Así su crítica privilegia el estudio de los textos romanos “en si
mísmos”, vale decir, como “estos se presentaban genuinamente en aquella
época” dejando de lado toda “subjetividad que pudiera contaminar el análisis
de aquellos”. Por el contrario la pandectística, fundamentalmente, hace su
análisis reconociendo al “status quo del momento presente” como base de
sus especulaciones y desde ahí extrae principios o deduce conceptos nuevos.
El pensamiento de García Gallo de Diego puede considerarse conservador:
se vincula al franquismo y colabora con la exaltación del nacionalismo
español construido a partir de Castilla (Palma González, 2005).

Una mirada fenomenológica de las consecuencias del pensamiento de D`Ors


y García Gallo de Diego, vale decir de lo que ocurre cuando éstos justifican
las consecuencias de los valores en tanto que actores racionales orientados a
éstos, nos permitirá apreciar que ambos realizan una “apelación a la
objetividad” razonando, de paso, con argumentos de autoridad al señalar a
los textos romanos, aquél, y a la historia del derecho como ciencia jurídica,
éste, debido a que en los dos autores el respectivo objeto de estudio se
constituye como real y superior a otras posibilidades de estudio (como por
ejemplo la dogmática jurídica) en tanto que su objeto i) es despojado de todo
fenómeno que no pertenezca a la clase del que ellos analizan ii)requieren
insistentemente de la mención de “personajes históricos trascendentes” para
legitimar el operar “práctico”(como sistema de acciones) que habría tenido el
derecho romano, así por ejemplo , se habla del Pretor como el encargado de
dar la acción cuando no la había o de la Universidad de Bolonia ( mos
italicus) en oposición al Humanismo jurídico renacentista ( mos galicus),
para justificar el valor del “derecho romano en si mismo” como un
fenómeno” valioso digno de ser divulgado y enseñado por aquella
universidad, por lo mejores especialistas versados en el mismo, como por
ejemplo, “Bártolo de Sassoferrato”, y a la cual acudían estudiantes de todo el
mundo conocido” ( Guzmán Brito,1976).
La invariante fenoménica predominante, me parece, sería el de llevar una
existencia conforme a “fervor religioso”, similar a la que puede apreciarse
principalmente en las distintas religiones orientales
( hinduismo, jainismo, budismo, etc.) donde el “objeto de devoción” es
empleado frecuentemente para los diversos fines del “devoto”.
Por última otra invariante fenoménica, no menos importante, que podría realizarse, sería
la de ver el proceso de enseñaza del derecho romano de acuerdo a la forma de D`ors y
de García Gallo de Diego, análogamente a cómo Weber describe los estadios del
derecho, de modo que, siguiendo a Weber, pero leyendo fenomenológicamente,
podríamos sostener que i) la creación de normas producto de guía o profetas jurídicos
,vendrían a ser los textos de derecho romano mismos o en si mismo”, ii) la etapa de
creación de normas empíricas producto de “ notables juristas”, correspondería a la
propuesta que D`Ors y García Gallo de Diego tienen para el análisis del derecho
romano y la historia del derecho, respectivamente , iii) la imposición del derecho por un
imperium secular o poderes teocráticas, sería la elección de una determinada política
académica por parte de determinadas universidades nacionales y iv) el derecho estatuido
sistemáticamente y la administración de justicia a manos de juristas que han sido
instruidos en base a una formación jurídica lógica- formal, sería la experiencia
“psicológico-moral” de los estudiantes de derecho de las universidades que imparten la
cátedra de derecho romano con el “modo romanista”, en tanto que estudiantes cursando
la cátedra, en tanto que estudiantes cursando una cátedra diferente, como por ejemplo,
derecho civil y relacionando la “visión romanista” con lo aprendido en clases, la
vivencia de los profesores de derecho con la convicción de que aquella visión es
“genuinamente” superior o más completa que otras aproximaciones al respecto, por
ejemplo en la presentación del comienzo de un curso de derecho civil, etc.
Referencias

Andueza, (2011), Clase Durkheim

Maturana, Humberto “La objetividad un argumento para obligar”

Maturana, Humberto “Emociones y Lenguaje en Educación y Política”

Palacios, Adrián y Cohen-Varela, Amy, (2011), “La ciencia del ser, Las rutas de
Francisco Varela”: Universidad de Valparaíso.

Varela, Francisco, y Shear, Jonathan, (1999), “Metodologías en primera persona: Qué,


Por qué, Cómo”

Maturana, Humberto y Pòrksen, Bernhard, “Del Ser al Hacer” (artículo, La paradoja de


la educación).

Palma González, Eric, (2005), “Historia del Derecho, colección de guías de clases nº
12”: Universidad Central.

Blasco Gil y Mancebo, (2010), “Oposiciones y concursos a cátedra de Historia en la


Universidad de Franco, 1939- 1950”.

Domingo, Rafael, (2005), “Alvaro D`Ors, una aproximación sobre su obra”: Revista de
Derecho PUCV, XXVII

Guzmán Brito, Alejandro, (1976), “Mos Italicus y Mos Gallicus”

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