Está en la página 1de 7

Cómo Pensar Espiritualmente

por John Piper

Este artículo es el resultado de pensamientos a la deriva un domingo por la


tarde, arrastrados hacia los comerciales de Apple. Muy graciosos. Pero
mientras pensaba en Mac vs PC, me pregunté si mi pensamiento no estaba
siendo alejado del espíritu. Sí creo que es posible pensar acerca de las
computadoras espiritualmente. Pero, ¿era eso lo que estaba haciendo? ¿O
estaba cayendo en fascinación y el deseo que hace que Dios parezca lejano y
la Biblia poco deseable y el cielo irrelevante y el infierno inconcebible? En ese
momento crítico. Dios me arrebató.

El pensamiento espiritual es un asunto de vida o muerte. Pablo dijo en


Romanos 8:6 “El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu
es vida y paz.” La frase “ocuparse del Espíritu” traduce un sujeto compuesto,
phronēma tou pneumatos—“pensamiento del Espíritu.” No existe una buena
traducción equivalente en español para phronēma. No es sólo el “pensar” si no
también el “actuar.” Y no es sólo “pensamiento” si no también “actitud.” Es el
marco o disposición de la mente. Decir que tenemos el “phronēma del Espíritu”
es decir que el Espíritu moldea nuestros pensamientos y actitudes de acuerdo
a sí mismo. Exalta a Cristo y valora a Dios y abriga la Palabra de Dios y ve a
toda persona y a todo cosa con una invariable conciencia de Dios.

Anhelo pensar espiritualmente todo el tiempo. Quiero ver el mundo con ojos
espirituales – computadoras y todo. Así que dejé de mirar las computadoras y
escribí las siguientes estrategias para alcanzar y mantener el pensamiento
espiritual. No están en ningún orden en particular. Sólo como me llegaron con
algunas correcciones.

Percatarse que la naturaleza externa se deteriora y que la naturaleza interna


debe ser renovada enfocando nuestros pensamientos hacia cosas superiores.

Para no perder la esperanza. Aunque este nuestro hombre exterior se va


desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve
tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y
eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven; sino las que
no se ven. Pues las cosas que se ven son temporales, pero las cosas que no se
ven son eternas. (2 Corintios 4:16-18)

Tomar acciones radicales para mantener la mente pura.

Oísteis que fue dicho: “No cometerás adulterio.” Pero yo os digo que cualquiera
que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por
tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; Pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno. (Mateo 5:27-29)

Hacer a Dios el regocijo de toda alegría.

Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con


arpa, oh Dios, Dios mio. (Salmos 43:4)

Dice literalmente “mi alegría y mi gozo.” Yo entiendo que en todas nuestras


alegrías, Dios debe ser el regocijo de nuestra alegría. Toda alegría debe ser
alegría de Dios. Si una alegría no es muestra de Dios, y es más grata por esa
razón, entonces no es una alegría espiritual.

Ver a cada persona que encontramos del mismo modo que las veremos en cien
años.

Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus
ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
(Lucas 16:22-23)

De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la


carne. (2 Corintios 5:16)
Tener presente que en todo momento, aún en los más felices, existe la miseria
y el llanto en 10,000 lugares, algunos de ellos muy cercanos.

¿No nos quitaría eso todas nuestras alegrías? Es mejor estar tristes y ser
reales que contentos y falsos. Pero no creo que tengamos que escoger. Reales
y contentos y afligidos es posible. Por eso es que Pablo dice ”entristecidos, mas
siempre gozosos” (2 Corintios 6:10). Escuchemos nomás esta desgarradora
historia que nos relata David Brickner (líder de Judíos para Jesús).

Algunos meses atrás durante el vuelo a casa después de una reunión, un


hombre sentado detrás de mí tuvo problemas para respirar. Un anuncio sobre
el sistema de comunicación interna solicitó un médico. En unos momentos
arribaron un médico y varias enfermeras para atender al hombre sin
resultados. Comencé a orar por él y por su esposa que iba sentada junto a él.
El piloto anunció que debido a una emergencia médica aterrizaríamos en
Edmonton. Podía escuchar la actividad detrás de mí mientras el médico y las
enfermeras se turnaban dándole resucitación cardiopulmonar. Si nunca han
estado cerca de una persona muriendo a pesar de esos esfuerzos, les puedo
asegurar que no es mucho peor que lo que vemos en la televisión. El sonido
del aire forzado de los pulmones de un ser humano, los sonidos y los olores de
la muerte fueron horrorosos. Escuche al médico decir, “Hora de fallecimiento,
10:25 A.M.”

Y luego escuche al capitán anunciar que la situación del pasajero se había


estabilizado y que por lo tanto continuaríamos hasta San Francisco. No se
cuantos se percataron que lo anunciado como una emergencia momentánea
era en realidad el anuncio velado del paso de la vida de un ser humano.
Ciertamente los que estuvimos cerca supimos. Los asistentes de vuelo le
cubrieron la cabeza con una manta. Su esposa, seguía a su lado, sollozando y
lamentando. Y luego los asistentes de vuelo comenzaron a pasar por los
pasillos … ¡sirviendo el almuerzo! ¡¿El almuerzo?! ¿Cómo podría alguien en esa
cabina comer después de lo que había sucedido? Sin embargo, comieron.
(Judíos para Jesús, Boletín, Nov. 2006, p. 1)

Esta es una parábola del mundo en cualquier instante. Algunos toman el


almuerzo mientras miles lloran. Es útil recordarlo cuando nos escapamos de la
realidad con un comercial de computadoras.

Recordar la advertencia de Jesús acerca de lo que ahoga la vida espiritual: los


afanes, las riquezas y los placeres de la vida.
Éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las
riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. (Lucas 8:14)

Los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras
cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. (Marcos 4:19)

¡Considerar lo que tiene buen aroma para Dios y lo que le deleita!

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrifico a Dios en olor fragante. (Efesios 5:2)

Porque para Dios somos grato olor de Cristo. (2 Corintios 2:15)

No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del


hombre. Se complace Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su
misericordia. (Salmos 147:10-11)

Entablar amistad con aquellos que piensan espiritualmente.

El que anda con sabios, sabio será; Mas el que junta con necios será
quebrantado. (Proverbios 13:20)

No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. (1


Corintios 15:33)

Leer autores de pensamiento espiritual enamorados de Dios.

Por ejemplo, leer los sermones de Jonathan Edwards y John Oliver del séptimo
tomo de su Obra, Sobre el Pensamiento Espiritual. He aquí algunos ejemplos
de títulos de sermones del vigésimo quinto tomo de la edición de Yale de la
Obra de Edwards, para darnos una idea de cuan diferentes eran las cosas en
aquellos días.
“La Gran Preocupación de un Guardián de Almas”

“La Belleza de la Piedad en la Juventud”

“El Matrimonio de la Iglesia a Sus Hijos y a Su Dios”

“Ceded a la Palabra de Dios ó Sed Quebrantados Por Su Mano”

“La Fe Salvadora y la Obediencia Cristiana Emanan del Amor de Dios”

“La Paz que Cristo Da a Sus Verdaderos Seguidores”

“La Inhumanidad de los Hombres Hacia Dios”

“Cristo Es al Corazón Como el Río Es al Árbol Plantado Junto a Él”

“Dios es Infinitamente Poderoso”

Considerar nuestras vidas que pronto carecerán de cuerpos.

Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al


Señor. (2 Corintios 5:8)

¿Qué tan arraigados estamos a los placeres del cuerpo?

Pensar en que tan corta es la vida.

“Toda la carne es como hierba, Y toda gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para
siempre.” Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. (1
Pedro 1:24-25)

Pedir pensamiento espiritual.


De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos
nuestros días. (Salmos 90:14)

Los salmistas a menudo piden el corazón y la mente que anhelan tener.

Recordar que morimos con Cristo y hemos crucificado la carne.

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
(Gálatas 5:24)

La clave más fundamental del pensamiento espiritual es la inquebrantable


seguridad que realmente morimos y resucitamos con Cristo y que hemos sido
perdonados y justificados en él.

Aceptar el sufrimiento impuesto por Dios para enseñarnos disciplina y darnos


un mayor pensamiento espiritual.

Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que


nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de
nuestras fuerzas, de tal modo que perdimos la esperanza de conservar la vida.
Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, Para que no
confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. (2
Corintios 1:8-9)

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como hijos; porque ¿qué hijo es aquel a
quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos
han sido participantes, entonces sois bastados, y no hijos. Por otra parte,
tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
venerábamos. ¿Porqué no obedecemos mucho mejor al Padre de los espíritus,
y viviremos? Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a
ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que
participemos de su santidad. Es verdad que ninguna disciplina al presente
parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados. (Hebreos 12:7-11)
Ir al hospital y orar con un hombre moribundo.

Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el
fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón. (Eclesiastés
7:2)

Eso fue lo que hice la semana pasada y, como siempre, tuvo un profundo
efecto en mí que hizo desaparecer mucha de la mundicia de mi pensamiento.

Arriesgar hacer el ridículo y ser visto como extraño.

Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al


padre de la familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa? (Mateo
10:25)

Percatarnos que millones de seguidores de otras religiones en el mundo no


están buscando Americanos guay conocedores de tecnología. Están buscando
un “santo,” un “hombre de Dios.”

La pregunta no es “¿Es gracioso y con buen verbo y astuto?” La pregunta será:


“¿Ora mucho? ¿Conoce el Santo Libro de memoria? ¿Se niega a sí mismo y se
enfoca a Dios? ¿Es acaso poderoso en su debilidad?”

Anhelo compartir el pensamiento espiritual con ustedes.

Pastor John

También podría gustarte