Está en la página 1de 146

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS EMPRESARIALES Y PEDAGOGICAS

UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO:DERECHO CIVIL V :(D Reales)

ALUMNO: YILSON KEVINN VIZCARRA RODRIGUEZ

TRABAJO: RECOPILACION DE JURSIPRUDENCIAS


MOQUEGUA – PERÚ

2020
CASACION N°01

CASACIÓN Nº 287-2015 JUNíN

SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA  DE  JUSTICIA  DE  LA 


REPÚBLICA

Lima, veintiséis de mayo de dos mil quince

Vista  la causa número doscientos ochenta y siete – dos mil quince, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha; y producida la votación con arreglo a Ley, emite
la siguiente sentencia:

I. ASUNTO

En el presente proceso de prescripción adquisitiva de dominio los


demandantes Miryam Lucy Manyari de la Cruz y Víctor Francisco Pareja Santa
María han interpuesto recurso de casación mediante escrito obrante a fojas
quinientos noventa, contra la resolución de vista de fojas quinientos setenta y seis,
su fecha once de noviembre de dos mil catorce, que confirmó la sentencia apelada
de fojas cuatrocientos setenta y tres, su fecha veinticuatro de julio de dos mil
catorce, que declaró improcedente la demanda.

II. ANTECEDENTES

1. DEMANDA

El veintiuno de noviembre de dos mil once, mediante escrito obrante a fojas


setenta y seis, Miryam Lucy Manyari de la Cruz y Víctor Francisco Pareja Santa
María interpusieron demanda de prescripción adquisitiva de dominio a fin de que
se les declare propietarios del inmueble ubicado en el Jirón Los Sauces s/n (lote 6,
Manzana, C, Programa de Vivienda Ramiro Prialé), distrito y provincia  de 
Huancayo,  departamento  Junín,  con  un  área  de 207.87 metros cuadrados, el
mismo que está inscrito en la Partida Electrónica N° P16004749; argumentando
que:

– Adquirieron la posesión mediante documento “Constancia de Gestión de


compraventa a plazos y mutuo hipotecario” del veinte de diciembre de mil
novecientos noventa y ocho, que fuera efectuado dentro del marco de promoción
de dotación de vivienda promovida por ENACE, ya que el recurrente calificó como
apto y efectuó sus aportes en condición de fonavista.

– El dieciséis de noviembre de mil novecientos noventa y nueve se solicitó a


FONAVI la adjudicación del predio a fin de subsanar observaciones que hiciera la
Municipalidad al haber paralizado las obras de construcción en el inmueble. Se
realizaron solicitudes reiteradas a COFOPRI para la adjudicación y/o regularización
del título de propiedad sin recibir respuesta alguna.

– Con fecha treinta de noviembre de mil novecientos noventa y nueve el Ministerio


de Economía y Finanzas –FONAVI en liquidación informa que la comisión
liquidadora ya no tiene facultades de formalizar o transferir inmuebles de
propiedad de la cuenta de FONAVI en liquidación, señalando que serían
transferidas al Banco de Materiales, cuestión que no se cumplió pues en Registros
Públicos sigue figurando el Banco de la Vivienda del Perú. – No obstante tener
todas las condiciones para que formalicen su título de propiedad, como
consecuencia que FONAVI entró en liquidación devino la imposibilidad de contar
con un título de propiedad, a pesar de continuar en posesión del predio, ejerciendo
la posesión continua, pacífica, pública y como propietarios del inmueble materia de
usucapión, por más de doce años, por cuanto entraron en posesión del bien el
veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho.
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

El veinticinco de abril de dos mil doce, mediante escrito obrante a fojas doscientos
siete, el Procurador de la Municipalidad de Huancayo contestó la demanda
negándola en todos sus extremos, argumentando que:

– El documento denominado “Constancia de Gestión de compraventa a plazos y


mutuo hipotecario” del veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, no
es válido frente a la titularidad que viene sosteniendo el demandante, pues, existe
la Resolución de Gerencia de Desarrollo Urbano y Ambiental N° 098-2009-
MPH/GDUA del seis de mayo de dos mil nueve, que manifiesta que el terreno
destinado para uso comercial no ha sido vendido por ENACE; asimismo, la
constancia del veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho constituye
documento falso, por cuanto el señor abogado Efraín Rey Acevedo, dejó de
trabajar en ENACE el treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y ocho y
nunca tuvo facultad para adjudicar inmuebles.

– Los accionantes no tienen documento alguno idóneo frente a la titularidad del


bien materia del proceso, es más, registralmente el predio está destinado para
comercio, y no como vivienda. Asimismo, el Banco de Materiales SAC, contestó la
demanda el siete de mayo de dos mil doce, argumentando que:

– Se pretende prescribir un predio proveniente de la cartera de la UTE-FONAVI


inscrito a favor delBanco de la Vivienda del Perú sin el menor sustento legal ni
documentario, pues según los demandantes, se encuentran en posesión desde mil
novecientos noventa y ocho (sin precisar mes) sin que exista medio probatorio
alguno que demuestre dicha afirmación, ya que de los documentos que se
adjuntan (declaraciones de autoavaluo y pagos de agua desde el dos mil tres), no
exhiben ningún recibo cancelado que tenga más de diez años de antigüedad, como
lo exige la norma, así pues, carecen de valor probatorio para lo que se pretende,
por tanto, no demuestran haber actuado como propietarios del bien.
3. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El veinticuatro de julio de dos mil catorce, mediante resolución número dieciocho,


obrante a fojas cuatrocientos setenta y tres, el Segundo Juzgado Especializado en
lo Civil de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín declaró
improcedente la demanda; señalando que: – Con fecha veinticuatro de agosto de
mil novecientos noventa y ocho se decretó la liquidación del FONAVI, y la
desactivación del UTE-FONAVI.

El veintiocho de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, mediante Ley


270441 se declaró de necesidad y utilidad pública el saneamiento legal de los
bienes inmuebles del FONAVI que a la fecha de promulgación de la ley no se
encuentren debidamente inscritos en Registros Públicos, facultándose a
COLFONAVI para solicitar la inscripción respectiva, y se dispuso la transferencia a
favor del Banco de Materiales SAC de las unidades inmobiliarias pendientes de
adjudicación. – Se advierte que el inmueble cuya usucapión se pretende, es uno
que pertenece al Estado (Partida P16004749 del Registro Predial), pues está
integrado a uno de los Proyectos de Programas de Vivienda que en su día ejecutó
ENACE en liquidación con financiamiento del FONAVI durante la Administración
del Banco de la Vivienda del Perú, hoy en liquidación y de UTE FONAVI hoy en
desactivación, cuyas carteras fueron transferidas al BANMAT.

En consecuencia es al BANMAT donde debieron presentar su solicitud de


regularización de propiedad y no iniciar acción legal directa como es el caso de
autos. Se advierte además del contrato de compraventa del veinte de diciembre de
mil novecientos noventa y ocho, que la transferencia de propiedad que es alegada
por los demandantes, es con reserva de propiedad del inmueble que se vende
hasta que el precio sea totalmente cancelado. Así pues, estando al carácter
intangible que alcanza al inmueble y su precio, la vía idónea para obtener la
propiedad definitiva del inmueble no es a través de la prescripción adquisitiva de
dominio, pues la posesión alegada no es como propietarios, tanto más, si no se
sabe si los demandantes cumplieron o no con pagar el saldo de la deuda o
simplemente no pagaron, por tanto, los demandantes carecen de legitimidad para
obrar, al no cumplir todos los requisitos del artículo 950 del Código Civil.

Sin perjuicio de ello, el inmueble no se encuentra debidamente determinado y


existe contradicción entre la documentación presentada por el actor y la parte
demandada, pues el demandante adjunta a fojas ciento ochenta y tres documento
que refiere que adquirió en compraventa un área de doscientos siete, mientras el
demandado a fojas ciento noventa y seis adjunta documento que señala una
compraventa de noventa y dos metros cuadrados, del lote 19, Manzana C-2,
consecuentemente se puede concluir razonablemente que la documentación
presentada para obtener la titularidad del predio vía usucapión, no corresponde al
predio materia de litis, el cual es un argumento para declarar la improcedencia.

4. RECURSO DE APELACIÓN

El trece de agosto de dos mil catorce, mediante escrito de fojas quinientos


veintiocho, subsanado a fojas quinientos cincuenta y uno, los demandantes
apelaron la citada resolución, bajo los siguientes argumentos: – Indican que
conjuntamente ocupan el predio desde mil novecientos noventa y ocho, lo que esta
fehacientemente comprobado con los medios documentales anexados a la
demanda, y que no han sido valorados de manera correcta.

La copia de la constancia de gestión de compraventa que les fuera otorgada con


fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho por el asesor legal de
ENACE, los convierte en poseedores de buena fe, ya que los recurrentes estaban
en la creencia de su legitimidad, por lo que procedieron a tomar posesión del
predio a partir de su emisión. Durante todo este tiempo, el Banco de la Vivienda del
Perú no inició proceso alguno para desalojarlos del inmueble, ni tampoco realizó
reclamo judicial alguno durante más de diez años.

Las aéreas están perfectamente determinadas, habiéndose corregido el error, en el


asiento 0001 del dos de marzo del dos mil se inscribe una modificación de plano y
lotización y en el asiento 0002 se inscribe rectificación de varios datos, mediante
el cual se corrige el número de lote asignándole el lote 6, y corriendo la anterior
nomenclatura de lote 10, manteniéndose la manzana C.

El Banco de Materiales carece de titularidad sobre el inmueble, por cuanto las


actas de transferencia no se encuentran anexadas al  expediente.

5.  RESOLUCIÓN  DE  SEGUNDA INSTANCIA

El once de noviembre de dos mil catorce, la Primera Sala Mixta de Huancayo de la


Corte Superior de Justicia de Junín emite la resolución de vista de fojas quinientos
setenta y seis que confirma la resolución apelada y declara improcedente la
demanda, bajo  los siguientes argumentos:

– Los demandantes a efectos de acreditar su posesión a título de propietarios,


presentan la constancia de gestión de compraventa a plazos y mutuo hipotecario
de fojas once, fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, pero
que ha sido puesta en cuestión por la Carta N° 1952-99-J.L.ENACE(CGA) del
veintiséis de agosto de mil novecientos noventa y nueve, que hace constar que el
abogado Efraín Rey Acevedo dejó de trabajar en ENACE el treinta y uno de octubre
de mil novecientos noventa y ocho y nunca tuvo facultades para adjudicar
inmuebles, asimismo, el Certificado de posesión de fojas diez está referido a un
inmueble de dirección diferente al que es materia de prescripción.

Siendo que los medios de prueba no sirven para acreditar los fundamentos de la
demanda, porque corresponden a un inmueble ubicado en la Manzana C, Lote 19, y
no al inmueble urbano que es materia de prescripción adquisitiva, que se
encuentra ubicado en la Manzana C lote 6. Es más el contrato de compraventa
acredita que el inmueble de mayor extensión, dentro del cual se ubica el que es
materia del presente proceso, constituye un inmueble de dominio privado del
Estado, por lo que, en aplicación de la Ley 29618, artículo 2, que se encuentra
vigente, se declara la imprescriptibilidad de los bienes inmuebles de dominio
privado del Estado.

III. RECURSO DE CASACIÓN

El seis de enero de dos mil quince, los demandantes, mediante escrito de fojas
quinientos noventa, interponen recurso de casación contra la resolución de vista,
siendo declarado procedente por este Supremo Tribunal mediante la resolución de
fecha veinticinco de marzo de dos mil quince, por las siguientes infracciones:

a) Infracción normativa del artículo 950 del Código Civil, señalan que ha cumplido
con los requisitos de posesión pacífica, pues ingresaron al inmueble por
transferencia efectuada por ENACE; pública, lo cual se corrobora con las
testimoniales actuadas en la audiencia de pruebas; continua, en tanto desde el
ingreso al bien han cumplido con sus obligaciones tributarias, pago de servicios
públicos y construcción de cerco y ambientes; actuando como propietarios toda
vez que la transferencia fue a título de propiedad, todo ello  durante  diez años, que
se cumplieron el diez de diciembre de dos mil ocho. Agregan que el artículo 950 no
exige que el título posesorio sea válido, por lo que resulta irrelevante si el abogado
Efraín Rey Acevedo, quien firma el documento de transferencia, tenía o no
facultades para la transferencia. Añaden que si bien el inmueble tuvo las
nomenclaturas Manzana C, Lote 19, Manzana C, Lote 10 y Manzana C, Lote 6, se
trata de un mismo bien conforme se afirma en la Resolución de Gerencia de
Desarrollo Urbano y Ambiental del seis de mayo de dos mil nueve.

b) Infracción normativa del artículo III del Título Preliminar del Código Civil,
sostienen que si bien es cierto el artículo 2 de la Ley 29618 establece la
imprescriptibilidad de los bienes inmuebles  del Estado de dominio privado,
también lo es que dicha norma entró en vigencia el veinticinco de noviembre de
dos mil diez, esto es, con posterioridad a la fecha en que se cumplieron los
requisitos para la declaración de propiedad por prescripción adquisitiva de
dominio, el diez de diciembre de dos mil ocho, no pudiendo aplicarse
retroactivamente.

IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

En el presente caso, la cuestión jurídica en debate consiste  en  determinar  si 


corresponde  declarar  la prescripción

adquisitiva de dominio del bien en litis a favor de los demandantes.

5. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

Primero.- Que, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del


derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia, conforme lo señala el artículo 384 del Código
Procesal Civil.

Segundo.- Que, la fundamentación de la infracción normativa material debe estar


dirigida a cuestionar la inadecuada aplicación del derecho objetivo, que en
concordancia con el artículo 386 del Código Procesal Civil debe incidir
directamente sobre la decisión contenida en la resolución impugnada, esto es,
debe ser determinante.

Tercero.- Que, el artículo III del Título Preliminar del Código Civil, preceptúa que “La
ley se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. No tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo las excepciones previstas
en la Constitución Política del Perú.”.

Cuarto.- Que, asimismo, el mencionado precepto ha sido recogido también en el


artículo 103 de la Constitución Política del Estado, ya que es un principio general
del derecho, pues se “considera injusto aplicar una ley nueva a actos que fueron
realizados en el momento en que dicha ley no existía, y que por consiguiente no
podía ser conocida y mucho menos acatada.”, lo contrario significaría atentar
contra la seguridad jurídica.
Quinto.- Que, así pues, las leyes se dictan para regular situaciones futuras y no
para modificar efectos ya producidos en virtud de la antigua ley. El principio de
irretroactividad de la ley, significa que los derechos bajo el amparo de la ley
anterior mantienen su vigencia y sobre ellos no tiene efecto la nueva ley. Sin
embargo, ello no es absoluto, pues existen supuestos de excepción, como el caso
de la ley penal favorable al reo.

Sexto.- Que, estando a lo expuesto, es de aplicación al presente proceso la Teoría


de los derechos adquiridos, en virtud de la cual “la nueva ley no puede no puede
alcanzar a los derechos adquiridos de conformidad con la ley anterior, aunque,
durante la vigencia de esta, no se hayan hecho valer”

Sétimo.- Que, en virtud de ello, se procede a analizar la infracción del artículo 950


del Código Civil denunciada, que contiene los requisitos de la prescripción
adquisitiva de dominio, es decir, si en el presente proceso concurren dichos
requisitos a la luz de los medios probatorios actuados en el proceso. Así pues, se
tiene que: a) La “Constancia de Gestión de Compraventa a plazos y mutuo
hipotecario” de fecha veinte de diciembre de mil novecientos noventa y ocho;
fecha en la que habría entrado en posesión del inmueble. b) A fojas veintiuno y
veintidós, obran los comprobantes de pago que hiciera el demandante a la
Municipalidad, así como los trámites que realizara para la construcción de
edificación en junio de mil novecientos noventa y nueve. c) La Municipalidad
Provincial de Huancayo, emitió Declaraciones Juradas de Autoavaluo, en la que
figuran como contribuyentes los demandantes: c.1) a fojas treinta y cinco y treinta
y seis, correspondientes al año mil novecientos noventa y ocho. c.2) a fojas treinta
y ocho y treinta y nueve, correspondientes al año mil novecientos noventa y nueve.
c.3) a fojas cuarenta y cuarenta y uno, correspondiente al año dos mil. c.4) a fojas
cuarenta tres y cuarenta y cuatro, correspondientes al año dos mil uno. c.5) a fojas
cuarenta y seis y cuarenta y siete, correspondientes al año dos mil dos. c.6) a fojas
cuarenta nueve y cincuenta, correspondientes al año dos mil tres. c.7) a fojas
cincuenta y uno  a cincuenta y cinco, correspondientes al año dos mil cuatro. c.8) a
fojas cincuenta y seis a cincuenta y siete, correspondientes al año dos mil cinco.
c.9) a fojas cincuenta y ocho, correspondiente al año dos mil seis. c.10) a fojas
cincuenta y nueve, correspondiente al año dos mil siete. c.11) a fojas sesenta,
correspondiente al año dos mil ocho. c.12) a fojas sesenta y uno, correspondiente
al año dos mil diez. d) El Ministerio del Interior, expide el veinticinco de octubre del
dos mil, Certificado de Posesión a favor de los demandantes. e) A fojas sesenta y
tres a sesenta y siete obra los documentos referidos a gestiones para tener el
servicio de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica, realizadas en el año mil
novecientos noventa y nueve f) A fojas ciento ochenta y cuatro, obra la Carta N°
1952-99.J.L.ENACE(CGA) en la que se informa que el “Contrato de Gestión de
Compraventa” del veintidós de diciembre de mil novecientos noventa ocho, es un
documento no válido o falso, por cuanto, el abogado Efraín Rey Acevedo dejó de
trabajar en ENACE el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y ocho
y nunca tuvo facultades para adjudicar inmuebles. Sin embargo, no existe
resolución alguna que declare la nulidad del contrato, por tanto, no corresponde
restarle mérito  probatorio. g) Respecto a las diferentes numeraciones que tendría
el inmueble, mediante Resolución de Gerencia y Desarrollo N° 098- 2009-
MPH/GDUA, la Municipalidad Provincial de Huancayo determinó que el lote 10, lote
06, así como lote 19 corresponden al mismo predio, de un área de 207.87 metros
cuadrados; por tanto, el argumento de que el bien no se encuentra debidamente
determinado carece de validez.

Que, estando al análisis de los medios probatorios actuados en el proceso, se


tiene que éstos cumplen con lo dispuesto en el artículo 950 del Código Civil, por
cuanto, han logrado probar su posesión continua, pacífica, pública como
propietario durante diez años, derecho adquirido antes de la dación de la Ley
29618, por tanto, la demanda corresponde ser amparada. V. DECISIÓN Por tales
consideraciones, esta Sala Suprema, en aplicación de lo dispuesto en el artículo
396 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley 29364, resuelve:

1. Declarar FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Miryam Lucy Manyari


de la Cruz y Víctor Francisco Pareja Santa María a fojas quinientos noventa; en
consecuencia, NULA la resolución de vista de fojas quinientos setenta y seis, del
once de noviembre de dos mil catorce, expedida por la Primera Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín.

2. Actuando en sede de instancia: 


REVOCARON la sentencia apelada de fojas cuatrocientos setenta y tres, su fecha
veinticuatro de julio de dos mil catorce que declaró improcedente la demanda, y
reformándola, declararon FUNDADA la citada demanda; en consecuencia, que los
demandantes Miryam Lucy Manyari de la Cruz y Víctor Francisco Pareja Santa
María han adquirido la propiedad del inmueble ubicado en el Jirón Los Sauces S/N
(Lote 6, Manzana C, Programa de Vivienda Ramiro Prialé Prialé), distrito y provincia
de Huancayo, departamento de Junín.

3. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El


Peruano”, bajo responsabilidad; notificándose; en los seguidos por Miryam Lucy
Manyari de la Cruz y otro, con el Banco de Materiales SAC sobre prescripción
adquisitiva de dominio. Interviene como ponente el señor Juez Supremo Almenara
Bryson.

SS.

WALDE JÁUREGUI
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
CUNYA CELI
CALDERÓN PUERTAS

CASACION N°02

CASACIÓN Nº 3417-2015, DEL SANTA

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA CIVIL PERMANENTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA

Lima, veintiuno de abril de dos mil dieciséis.

Vista la causa número tres mil cuatrocientos diecisiete – dos mil quince, en
audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, emite la siguiente sentencia.

I. MATERIA DE GRADO

En el presente proceso, es objeto de examen el recurso de casación interpuesto


por Moisés Nephtali Osorio Santos, contra la sentencia de vista de fecha 11 de
mayo de 2015, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Santa, que confirma la sentencia de primera instancia de fecha 04 de
noviembre de 2014, que declara fundada la demanda interpuesta por Hugo Wilmer
Purizaga Olivo sobre desalojo por ocupación precaria.

II. ANTECEDENTES

Demanda

Hugo Wilmer Purizaga Olivo4 interpone demanda de desalojo por ocupación


precaria contra Moisés Nephtali Osorio Santos, a fin que desocupe y le restituya el
inmueble de su propiedad ubicado en la urbanización Popular Bellamar, sector IV –
II etapa, manzana 2, lote 6, distrito de Nuevo Chimbote, provincia del Santa,
departamento de Ancash, inscrito en la partida número PO9078707 del Registro de
Propiedad Inmueble de Chimbote, pues según refiere se encuentra conduciéndolo
ilegalmente, sin tener contrato firmado a su favor. Alega que adquirió el citado
inmueble mediante escritura pública del 23 de octubre de 2012, celebrada con
José Armando Sánchez Gordillo (anterior propietario), contando con derecho
inscrito. Afirma que desde dicha fecha viene actuando como único propietario del
bien, realizando trámites ante la Municipalidad de Nuevo Chimbote. Precisa que al
retornar de sus labores cotidianas, se dio con la sorpresa que el emplazado y su
esposa se encontraban en posesión del predio, negándose a desocuparlo hasta la
fecha.

Contestación de la demanda

Moisés Nephtali Osorio Santos contesta la demanda mediante escrito presentado


el 28 de mayo de 2014. Argumenta que el inmueble sub litis perteneció a la Caja de
Beneficios y Seguridad Social del Pescador, y como tal fue adjudicado a Roberto
Navarro Félix, quien le cedió sus derechos posesorios, por cuanto la Caja no
realizaba el saneamiento físico y legal del referido bien que formaba parte de un
área de mayor extensión. Indica que ingresó al inmueble en el año 1994,
otorgándole la Certificación de Adjudicación la Comisión Mixta de Vivienda del
Programa Bellamar, entidad encargada de administrar los terrenos. Añade que en
el año 2001, COFOPRI realizó empadronamientos, figurando como poseedor.
Precisa que la Caja ha denunciado a José Armando Sánchez Gordillo (vendedor
del demandante) al haber fraguado documentos para obtener la titularidad del
predio, ampliándose posteriormente la denuncia contra el ahora accionante.

Puntos controvertidos

En la audiencia única de fecha 26 de agosto de 2014, se fijaron los siguientes


puntos controvertidos: a) Determinar si el demandante Hugo Wilmer Purizaga
Olivo es propietario del inmueble ubicado en la urbanización Bellamar, sector IV –
II etapa, manzana 2, lote 6,  del distrito de Chimbote, provincia del Santa. b)
Determinar si el demandado Moisés Nephtali Osorio Santos carece de título
alguno que justifique la posesión del bien antes indicado. c) Determinar si como
consecuencia de determinarse que el demandado carece de título alguno, procede
o no la acción de desalojo, y si debe o no entregar el inmueble a la parte
demandante.

Sentencia de primera instancia

El Juez del Primer Juzgado Especializado Civil de Chimbote, por sentencia de


fecha 04 de noviembre de 2014, declara fundada la demanda y ordena que el
emplazado Moisés Nephtali Osorio Santos desocupe y restituya el inmueble sub
litis a la parte actora. Considera que con la copia literal de la partida número
PO9078707 del Registro de Propiedad Inmueble de Chimbote se encuentra
acreditada la propiedad del bien a favor del demandante. Asimismo, determina que
si bien el demandado posee el predio en virtud al Certificado de Adjudicación de
Terreno extendido por la Comisión Mixta de Vivienda Programa Bella Mar en el año
1994, dicha instrumental no constituye título que legitime la posesión del
emplazado, pues no ha sido expedido por quien resulte ser propietario del predio,
menos aún desvirtúa el título de propiedad el actor.

Recurso de apelación

Mediante escrito presentado el 20 de noviembre de 20148, Moisés Nephtali Osorio


Santos interpone recurso de apelación contra la decisión de primera instancia.

Sentencia de segunda instancia


Los Jueces de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, por
sentencia de fecha 11 de mayo de 20159, confirman la sentencia apelada que
resolvió declarar fundada la demanda. Determinan que el demandante es
propietario del bien sub litis, con derecho inscrito en Registros Públicos, siendo de
aplicación lo previsto en el artículo 2013 del Código Civil. Asimismo, señalaron que
el demandado presentó un documento que acreditaría su derecho  de posesión
sobre el citado inmueble (Certificado de Adjudicación que data del año 1994,
expedido por la Comisión Mixta de Vivienda), pues señala fue expedido por la
Comisión Mixta de Vivienda a quien según el ADDENDUM de páginas 114, la Caja
de Beneficios y Seguridad Social del Pescador le hizo entrega provisional del bien,
no obstante la mencionada instrumental no  ha adquirido fecha cierta, y por lo
tanto no puede producir efectos jurídicos válidos para ser considerado un título y
acreditar el derecho de posesión del emplazado, conforme a lo indicado en la
quinta regla de la Casación N° 2195-2011-UCAYALI (Sentencia Vinculante).

Recurso de casación

Contra la decisión adoptada por la Sala Superior, el demandado Moisés Nephtali


Osorio Santos interpone recurso de casación el 25 de junio de 201510. Esta Sala
Suprema, por resolución de fecha 27 de octubre de 201511, ha declarado
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: Infracción
normativa de los artículos 139 inciso 5) de la Constitución Política del Estado;
122 inciso 3), 597 y 601 del Código Procesal Civil; 896, 906 y 947 del Código
Civil; y Apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido en el Cuarto
Pleno Casatorio Civil recaído en la Casación 2195-2011-Ucayali. Señala que ha
ocupado el bien por más de diez años, por lo que ha operado la prescripción de la
acción. Agrega, que se ha demandado desalojo violento, pero de oficio se adecuó
a la de un desalojo por ocupación precaria, sin observar que la demanda debió
declararse improcedente al haber transcurrido el plazo para interponer interdicto
de recobrar, ello conforme a lo establecido en el precitado precedente judicial.
Añade, que no se ha tenido en cuenta que los documentos adjuntados por su parte
acreditan la transmisión de propiedad y su derecho a poseer, lo cual se corrobora
con la declaración del actor respecto a que el recurrente siempre ha tenido la
posesión del bien.

III. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

La cuestión jurídica objeto de control en sede casatoria consiste en determinar si


los Jueces Superiores, al emitir la recurrida, han transgredido o no lo normado por
los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado; 122 inciso 3, 597 y
601 del Código Procesal Civil; y 896, 906 y 947 del Código Civil; así como si se han
apartado del precedente judicial vinculante establecido por el IV Pleno Casatorio
Civil (Casación 2195-2011-Ucayali), de fecha 13 de agosto de 2012, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria.

IV. CONSIDERANDO

Que, según lo establecido en el artículo 384 del Código Procesal Civil modificado
por el artículo 1 de la Ley 29364, el recurso de casación tiene por fines esenciales
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia (finalidad nomofiláctica y
uniformizadora, respectivamente); finalidad que se ha precisado en la Casación N°
4197-2007/La Libertad12 y la Casación N° 615-2008 /Arequipa13; por tanto, este
Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia procesal, debe cumplir
su deber de pronunciarse acerca de los fundamentos del recurso, por las causales
declaradas procedentes.

Para tal efecto, sobre la alegada infracción procesal del artículo 139 inciso 5) de la
Constitución Política del Estado, concordado con los artículos 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, 121 y 122 del Código Procesal Civil, debe señalarse
que el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales importa que
toda resolución judicial debe estar debidamente motivada, esto es, debe contener
las razones que justifican la decisión dictada, las que deben estar apoyadas  en el
derecho aplicable y en los hechos debidamente comprobados.

Entonces, para determinar si la resolución impugnada contiene una debida


motivación, debe observarse que la justificación del juzgador sea consecuencia de
la aplicación racional de la ley, es decir, que se sustente en el derecho aplicable
acorde con el objeto del proceso, lo que da lugar al debido proceso.

Asimismo, resulta necesario referir la Sentencia dictada en el IV Pleno Casatorio


Civil de fecha 13 de agosto del año 2012, recaída en la Casación número 2195-
2011/Ucayali, en el proceso sobre desalojo por ocupación precaria, donde las
Salas Civiles de la Corte Suprema de Justicia de la República, han establecido
siete reglas que constituyen precedente judicial vinculante sobre la materia,
interpretando los alcances del artículo 911 del Código Civil y de los artículos 585 y
586 del Código Procesal Civil, respecto a la categoría de “ocupante precario”.

Que, cabe precisar que el precedente en mención tiene efectos vinculantes sobre
todos los órganos jurisdiccionales de la República a partir del día siguiente de su
publicación en el Diario Oficial “El Peruano”; por lo que, habiendo tenido lugar dicha
publicación el día 14 de agosto de 2013, sus efectos resultan plenamente
aplicables al presente proceso, teniendo en cuenta que la sentencia de segunda
instancia, materia de casación, data del 11 de mayo de 2015.

Que, en la citada Casación número 2195-2011/Ucayali, se estableció como


doctrina jurisprudencial, lo siguiente: “(…) 2. Cuando se hace alusión a la carencia
de título o al fenecimiento del mismo, no se está refiriendo al documento que haga
alusión exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico que le autorice
a la parte demandada a ejercer la posesión del bien, puesto que el derecho en
disputa no será la propiedad sino el derecho a poseer”.

En el caso concreto, el actor pretende que el demandado desocupe y le restituya el


inmueble de su propiedad ubicado en la urbanización Bellamar Sector IV, segunda
etapa, manzana 02, lote 06, distrito de Nuevo Chimbote, porque según refiere se
encuentra conduciéndolo indebidamente, sin tener contrato firmado a su favor. De
otro lado, el emplazado sostiene que el terreno materia de litis era de propiedad de
la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador, y como tal le fue adjudicado
a Roberto Navarro Félix, quien le transfirió sus derechos posesorios, ingresando al
predio en el año 1994, otorgándole la Comisión Mixta de Vivienda Programa
Bellamar la Certificación de Adjudicación del citado terreno.

Ahora bien, los Jueces Superiores al declarar fundada la demanda sostuvieron que
el actor es propietario del bien sub litis, con derecho inscrito en Registros Públicos,
siendo de aplicación lo previsto en el artículo 2013 del Código Civil, y si bien el
demandado presentó un documento que acreditaría su derecho de posesión sobre
el citado inmueble (Certificado de Adjudicación que data del año 1994), dicho título
no ha adquirido fecha cierta, y por lo tanto no puede producir efectos jurídicos
válidos para ser considerado un título y acreditar el derecho de posesión del
emplazado, conforme a lo indicado en la quinta regla de la Casación número 2195-
2011/ Ucayali (Sentencia Vinculante).

De lo antes expuesto, se advierte que la decisión a la que arriba la Sala Superior se


contrapone a los criterios señalados por el IV Pleno Casatorio Civil de la Corte
Suprema de Justicia de la República, recaído en la Casación número 2195-
2011/Ucayali, para verificar el derecho del demandado sobre el inmueble, puesto
que no solo se puede justificar con la exhibición de documentos que tengan la
calidad de fecha cierta, sino con cualquier acto jurídico que lo autorice a ejercer la
posesión del bien, lo cual constituye doctrina jurisprudencial establecida como
vinculante para los Jueces de la República, de conformidad con lo normado por el
artículo 400 del Código Procesal Civil.
Por las razones expuestas, este Supremo Tribunal estima necesario amparar el
recurso de casación propuesto, resultando imprescindible que la Sala Superior se
pronuncie aplicando adecuadamente el precedente vinculante precitado a fin de
analizar de forma adecuada las instrumentales aportadas y determinar si justifican
el derecho de posesión del emplazado sobre el acotado bien. Por consiguiente, se
debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo 396 inciso 1) del Código
Procesal Civil, careciendo de objeto pronunciarse sobre las demás causales del
recurso.

V. DECISIÓN

Por tales consideraciones, y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 396 inciso


1) del Código Procesal Civil:

Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Moisés Nephtali


Osorio Santos15; en consecuencia: NULA la sentencia de vista de fecha 11 de
mayo de 201516, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia del Santa.

ORDENARON el reenvío del expediente a la Segunda Sala Civil de la Corte Superior


de Justicia del Santa, a fin que emita nueva resolución con arreglo a ley.

DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El


Peruano”, conforme a Ley; en los seguidos por Hugo Wilmer Purizaga Olivo contra
Moisés Nephtali Osorio Santos, sobre desalojo por ocupación precaria; y los
devolvieron. Integra la Sala el Juez Supremo señor Yaya Zumaeta por licencia del
Juez Supremo señor De La Barra Barrera. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora Tello Gilardi.-

SS.
TELLO GILARDI
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA

CASACION N° 03

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA CIVIL PERMANENTE
CASACIÓN N° 3899-2015, LIMA
TERCERÍA DE PROPIEDAD

Lima, veintiséis de mayo de dos mil dieciséis. –


LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número tres mil ochocientos noventa y nueve cuatro
mil quinientos ocho – dos mil quince, en audiencia pública de la fecha; y producida
la votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia.

I. ASUNTO:

En el presente proceso de tercería de propiedad, el demandado Banco de


Crédito del Perú ha interpuesto recurso de casación contra la sentencia de vista de
fojas doscientos sesenta y dos, su fecha veintiocho de abril de dos mil quince,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
revoca la sentencia apelada de fojas ciento treinta y cinco, su fecha veinte de
mayo de dos mil trece, que declara infundada la demanda y reformándola declara
fundada la demanda, en los seguidos por Ofelia Agustina Benites Luciano.

II. ANTECEDENTES:

1. DEMANDA

Según escrito de fojas diecisiete, Ofelia Agustina Benites Luciano, interpone


demanda de tercería de propiedad contra los demandados, respecto al inmueble
de su propiedad inscrito en la ficha N° 356113 y su continuación registral en la
Partida N° 49043228 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima, ubicado en J.J.
Paso N° 530-534 Distrito de Pueblo Libre, que ha sido embargado por el
ejecutante, Banco de Crédito del Perú, reclamando el dominio del bien afectado
por la medida cautelar inscrita con fecha veintiocho de noviembre de dos mil ocho
en el rubro D-00002 del rubro Cargas y Gravámenes de la Partida Registral en
mención, por ser de su propiedad, siendo la finalidad la desafectación del bien.

Los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan dichas pretensiones son


las siguientes:

 En el proceso seguido por el Banco de Crédito del Perú contra los


demandados Manuel César Loyola Benites y Juana Rosa Valverde
Romero (expediente N° 23224-1997), se ordenó con fecha veintinueve de abril
de mil novecientos noventa y ocho un embargo en forma de inscripción sobre el
inmueble de su propiedad antes referido; que dicha medida cautelar fue
levantada por caducidad con fecha diecinueve de octubre de dos mil seis.
 Mediante minuta de compra venta del cinco de diciembre de dos mil seis,
presentada ante la notaría Ramos Rivas con fecha trece de diciembre de dos
mil seis (kárdex N° 6018) los demandados le vendieron el inmueble materia de
litis, el mismo que no pudo ser elevado a escritura pública por motivos de salud;
que cumplió con abonar el impuesto de alcabala mediante recibo de fecha doce
de febrero de dos mil siete.
 Con fecha veintiocho de noviembre de dos mil ocho, los demandantes ejecutan
nuevo embargo en forma de inscripción sobre el bien que ya era de su
propiedad, con lo cual confrontan su derecho real el cual es acreditado con
documento de fecha cierta anterior, por lo que pretende sea declarado fundada
la demanda de autos.

2. CONTESTACIÓN

El demandado, Banco de Crédito del Perú, mediante escrito de fojas treinta y seis,


contesta la demanda, señalando como fundamento principal que:
 El título que acredita la propiedad de la demandante no cumple con el requisito
establecido en el artículo 535 del Código Procesal Civil al no tratarse de un
documento de fecha cierta por lo que debe declararse infundada; que la minuta
de compra venta no se trata de un documento de fecha cierta por lo que no es
oponible a la medida cautelar trabada sobre el inmueble sub litis.
 La minuta que adjunta la accionante no constituye un documento privado de
fecha cierta por cuanto no cuenta con la acreditación necesaria, no es un
documento legalizado, no están legalizadas ni las firmas ni las fechas; que
refiere que debe primar el embargo en forma de inscripción ya que es de fecha
anterior debido a que no puede acreditarse que el contrato de compra venta
celebrado por la demandante con los demandados sea de fecha cierta; que a
modo de conclusiones refiere que: a) La minuta presentada como medio
probatorio por la demandante no constituye un documento de fecha cierta,
pues el mismo no está legalizado; b) La inscripción de la medida cautelar fue
realizada de manera correcta, ya que no existía ni existe impedimento alguno al
estar conforme con lo dispuesto por el artículo 2017 del Código Civil y
concordante con el artículo X del Título Preliminar del Texto Único Ordenado de!
Reglamento General de los Registros Públicos; c) La medida cautelar de
embargo en forma de inscripción, al estar inscrita prima y prevalece sobre el
contrato de compra venta de la parte demandada; y, d) Hay indicios de que la
tercería planteada pueda haber sido hecha por conveniencia.

3. REBELDE

Mediante resolución de fojas noventa y dos se declara rebeldes a los


codemandados Juana Valverde Romero y Manuel Loyola Benites.
4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante resolución de fecha veinte


de mayo de dos mil trece, obrante a fojas ciento treinta y cinco, declara infundada
la demanda: sustentando su decisión en que:

 En el presente caso, se tiene que la parte accionante pretende que se le otorgue


judicialmente la calidad de fecha cierta la minuta de contrato de compra venta
que aparece celebrada entre su persona (como compradora) y los hoy
demandados Manuel César Loyola Benites y Juana Rosa Valverde Romero
(como vendedores). Dicho documento obra en autos a fojas nueve a diez de
autos y en la que aparece con el sello de recepción de la Notaría Ramos
asignándole el Kárdex N° 6018 y fecha trece de diciembre de dos mil seis.
Asimismo, se verifica de dicho documento obrante en autos que el mismo no
cuenta con acto notarial alguno ya sea protocolar o extra protocolar alguno: es
decir, en el trámite del presente proceso, la parte accionante no ha acreditado
que el notario haya efectuado acto manifestación (traslado o expedición de
copia certificada) del documento que en original haya ingresado a su despacho
notarial o conste en el archivo notarial.
 A lo mucho lo que se advierte de autos, es la existencia de la legalización del
cargo de la minuta ingresada por la accionante a la referida notaría, más ello no
constituye un acto notarial efectuado propiamente sobre el documento que
supuestamente custodia el notario.
 Se debe tener presente que la sola constancia o cargo de presentación de la
minuta al notario no puede -según ley- constituir acto de acreditación de la
certeza de la fecha de suscripción de la minuta por cuanto por consideración de
la ley misma tal acto de presentación debe estar destinado y acompañado de
un acto notarial mismo (sea protocolar o mínimamente extraprotocolar, como
es la certificación de fecha o la legalización de firmas), pues son estos actos
propios del notario (y no la mera presentación del documento privado al
personal del notario) las únicas que pueden otorgar seguridad o certeza
respecto de la fecha del documento privado.
5. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Lima, mediante resolución de fecha


veintiocho de abril de dos mil quince, obrante a fojas doscientos sesenta y dos,
revocó la apelada y reformándola declaró fundada la demanda; al considerar que:

 La demanda de tercería se sustenta en la copia certificada de la minuta de


compraventa de fecha cinco de diciembre de dos mil seis, en la que se aprecia
que la misma ha sido presentada a la Notaría Ramos el día trece de diciembre
de dos mil seis, generando el Kardex N° 6018, según se advierte del sello de la
referida notaría que aparece en la parte inferior izquierda del referido
documento que corre a fojas nueve y diez, lo que determina que éste ha
adquirido fecha cierta desde aquél momento, esto es, desde el trece de
diciembre de dos mil seis. Debe tenerse en cuenta, además, que ni el
documento en general, ni el sello de recepción en particular, han sido objeto de
cuestión probatoria, por tanto, mantienen su eficacia mientras no medie
declaración judicial en contrario
 En consecuencia, en aplicación del segundo párrafo del artículo 2022 del
Código Civil y del artículo 535 del Código Procesal Civil, debe primar el derecho
real de propiedad (aún cuando no esté inscrito), por tener una oponibilidad erga
omnes, por su fuerza persecutoria, por encontrarnos dentro de un sistema
consensual de transferencia de la propiedad inmobiliaria y por tener fecha
cierta anterior (trece de diciembre de dos mil seis) a la inscripción del derecho
de crédito en forma de embargo inscrito (veintiocho de noviembre de dos mil
ocho), lo que determina que al momento de embargarse el inmueble, el
propietario de éste ya era la demandante. Tanto más, si en reiterados
pronunciamientos la Salas Civiles de la Corte Suprema han recogido el criterio
aquí asumido, ejemplo de ello son las casaciones N° 964-98- Lima, 06-01-
Arequipa, entre otras.
 En la referida sentencia se advierte también el voto singular en el que se
considera que, la demanda no sustenta su derecho solo en el Kardex N° 6018
de la Notaría Ramos de fecha trece de diciembre de dos mil seis, sino también
en la liquidación de pago del impuesto de alcabala N° 268765 de fecha doce de
febrero de dos mil siete, precisamente respecto de la compra del inmueble
materia de análisis y realizada ante la entidad pública Servicio de
Administración tributaria (SAT) siendo ambos documentos anteriores a la fecha
de inscripción del embargo, esto es, el veintiocho de noviembre de 2008; que si
el número y fecha del Kardex no genera por sí mismo convicción, no deja duda
alguna que la compra venta del inmueble por parte de la actora se realizó, con
la liquidación de pago del impuesto de alcabala, en el que se advierte el nombre
de la actora y la identificación del inmueble. Por lo que considera razonable que
se considere como un acto análogo o similar, contemplado en el inciso 5 del
artículo 245 del Código Procesal Civil, a las constancias de ingreso de un
documento a la   Notaría, pues el número de Kardex sirve para registrar el
tráfico de los documentos que ingresan a la notaría, como ha ocurrido en el
presente caso.

6. RECURSO DE CASACIÓN

Contra la resolución dictada por la Sala Superior, el banco demandado interpuso


recurso de casación el mismo que ha sido calificado mediante resolución de fecha
veintidós de abril de dos mil dieciséis, declarándose procedente por las causales
de:

i) Infracción normativa del artículo 2022 del Código Civil, concordado con el
artículo 949 del mismo cuerpo normativo Arguye que la sentencia de vista incurre
en error al declararse fundada la demanda de tercería preferente de propiedad, ya
que se reconoce un documento de transferencia de propiedad anterior a su
embargo inscrito, sin fecha cierta, otorgándosele como consecuencia de ellos, una
preferencia frente a su embargo inscrito, impidiéndoles la ejecución de éste como
forma de pago de su capital impago hasta la actualidad y generándole
posteriormente una desafectación del inmueble. Señala que resulta evidente que la
transferencia de propiedad materializada y tramitada ante el proceso de tercería
de propiedad, ha sido generada con la intención de evitar la ejecución de ésta vía
remate. El recurrente señala que existe una errónea interpretación en la sentencia
de vista ya que le otorga a una minuta que cuenta únicamente con el sello de
ingreso a la Notaría Ramos, la calidad de un documento con «fecha cierta»
dándosele una preferencia al embargo en forma de inscripción trabado por el
Banco de Crédito del Perú sobre el inmueble objeto de ejecución. Arguye que
respecto a la interpretación del artículo 2022 del Código CiviI, que si bien resultan
aplicables «las disposiciones de derecho común», estas no pueden ser
interpretadas de manera aislada, como ha pretendido la sala establecer de manera
conjunta con el artículo 949 de! Código Civil, pues ello permitiría establecer una
incertidumbre jurídica entre todos los sujetos que intervienen en todo negocio
jurídico.

ii) Infracción normativa del artículo 245, incisos 2 y 5, del Código Procesal Civil,
concordado con el artículo 4 del reglamento del Decreto Legislativo N° 1049,
aprobado por Decreto Supremo N° 010- 2010-JUS. Arguye que el notario público si
bien ejerce una función pública, no es funcionario público, por lo que el supuesto
establecido en el inciso 2 del artículo 245 del Código Procesal Civil queda
descartado completamente, no siendo razonable que la Sala Superior interprete
que la sola presentación de una minuta de compraventa ante mesa de partes de
una notaría equivale a la presentación de este documento ante un funcionario
gubernativo y por ende le otorga calidad de «documento de fecha cierta».

iii) Infracción normativa del artículo 535 del Código Procesal Civil. Que la Sala
Superior interpreta de manera errónea con el artículo 2022 del código civil, pues
«establece que la minuta presentada por el demandante como medio probatorio en
su demanda de tercería de propiedad deviene en «un documento privado de fecha
cierta», sin que éste lo sea.

III. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE

Es necesario establecer si, el contrato de compra venta que ostenta el


demandante tiene fecha cierta y verificado ello, determinar si el artículo 2022 del
Código Civil ha sido interpretado adecuadamente.
IV. FUNDAMENTOS:

CALDERÓN PUERTAS
 Que, el recurso de casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de
la Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código
Procesal Civil.

SEGUNDO.- Que, respecto a la causal de infracción normativa, según Monroy


Cabra, «Se entiende por causal (de casación) el motivo que establece la ley para la
procedencia del recurso…».[1] A decir de De Pina: «El recurso de casación ha de
fundarse en motivos previamente señalados en la ley. Puede interponerse por
infracción de ley o por quebrantamiento de forma. Los motivos de casación por
infracción de ley se refieren a la violación en el fallo de leyes que debieran aplicarse
al caso, a la falta de congruencia de la resolución judicial con las pretensiones
deducidas por las partes, a la falta de competencia etc.; los motivos de la casación
por quebrantamiento de forma afectan (….) a infracciones en el procedimiento»[2]. En
ese sentido Escobar Forno señala. «Es cierto que todas las causales supone una
violación de ley, pero esta violación puede darse en la forma o en el fondo» [3].

TERCERO.- Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el control de las


decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no las
normas que garantizan el derecho al debido proceso, tomándose en consideración
que éste supone el cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo e! ejercicio absoluto del
derecho de defensa de las partes en litigio.

CUARTO.- Se ha declarado procedente el recurso de casación por las causales de


infracción normativa procesal y material. Teniendo en cuenta ello, es de advertirse
que conforme lo dispone el artículo 396° del Código Procesal Civil, cuando se
declara fundado el recurso de casación por vulneraciones a las normas que
garantizan el debido proceso o las infracciones de las formas esenciales para la
eficacia y validez de los actos procesales en todos los supuestos se debe devolver
el proceso a la instancia inferior para que emita una nuevo fallo, mientras que si se
declara fundado el recurso por las otras causales contempladas en el artículo 386°
del Código Procesal Civil, la Sala Suprema actuando en sede de instancia deberá
resolver el conflicto según su naturaleza. Es por ello, que la revisión de las
causales por las que ha sido declarado procedente el recurso de casación debe
comenzar por el análisis de la alegación de vulneración a las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso.

QUINTO.- La denuncia de infracción normativa procesal se encuentra referida a


vicios formales, por cuanto el recurrente alega que se ha infringido el artículo 245
incisos 2 y 5 del Código Procesal Civil al establecer que el documento que ampara
a la demandante contiene fecha a por haber sido presentado ante la mesa de
partes de un Notario Público, pues es equivalente a un funcionario gobernativo.

SEXTO.- Estando al sustento del recurso que nos ocupa y a lo estipulado en el


artículo 535 del Código Procesal Civil (cuya infracción se denuncia en la causal iii)
según el cual, para la admisión a trámite de la tercería es necesario que el
demandante pruebe su derecho con documento público o privado de fecha cierta;
corresponde determinar el significado de la denominada «fecha cierta»[1].

SÉTIMO.- Tal como se ha precisado en la casación 894-2011 emitida por la Sala


Civil Transitoria de la Corte Suprema, el dieciocho de enero de dos mil doce,

La fecha cierta comprende el tiempo en que los actos jurídicos se verifican, surge
para resolver los problemas que se presentan cuando existen la concurrencia o
convicto de derechos, la fecha cierta es la constancia auténtica del momento en
que un acto jurídico se verificó. En los documentos públicos la facha se reputa
auténtica por la intervención del funcionario público.

OCTAVO.- El conflicto se origina cuanto nos encontramos ante documentos


privados, por cuanto, éstos por su propia naturaleza (autógrafo por ser obra de las
partes en su relación privada) extenderán su valor probatorio a terceros, a partir del
momento que adquieren fecha cierta.

NOVENO.- La solución da el artículo 245 del Código Procesal Civil, según el cual:
«Un documento privado adquiere fecha cierta y produce eficacia jurídica como tal
en el proceso desde: 1. La muerte del otorgante; 2. La presentación del documento
ante funcionario público; 3. La presentación del documento ante notario público
para que certifique la fecha o legalice las firmas; 4. La difusión a través de un medio
público de fecha determinada o determinable; y 5. Otros casos análogos.
Excepcionalmente, el Juez puede considerar como fecha cierta la que haya sido
determinada por medios técnicos que le produzcan convicción.» (énfasis agregado)
En suma, el legislador ha establecido circunstancias en que el documento privado
adquiere fecha cierta y por tanto eficacia jurídica; a partir de un acto que pueda
originar convicción de su existencia en un tiempo determinado.

DECIMO.- Que, encontrándonos ante un caso en el que  la instancia de mérito ha


determinado la existencia de fecha cierta por intervención notarial, corresponde
precisar que conforme al artículo 2 de la Ley del Notariado – Ley N° 26002
aplicable por razón de temporalidad:

El notario es el profesional del derecho que está autorizado para dar fe de los actos
y contratos que ante él se celebran. Para elle formaliza la voluntad de los
otorgantes, redactando los instrumentos a los que confiere autenticidad, conserva
los originales y expide los traslados correspondientes. Su función también
corresponde a la comprobación de hechos y tramitación de asuntos no
contenciosos previstos en la ley de la materia.

DECIMO PRIMERO.- Dicho ello, de la revisión de la minuta obrante en copia


certificada a fojas nueve a diez se advierte que, si bien el documento en cuestión
no contiene firma legalizada y no fue presentado para que el Notario «certifique la
fecha»  como indica el inciso 3 del mencionado artículo 245 del Código Procesal
Civil; dicha circunstancia se equipara con su presentación a la Notaría Ramo?, el
día trece de diciembre de dos mil seis pues al generar el Kardex N° 6018, se da
cuenta del registro y existencia de un trámite notarial que necesariamente se inicia
a pedido de parte y previo pago de los derechos notariales, y por tanto prueba su
existencia a la fecha de su presentación originando dicha «certificación de fecha»;
debiéndose tener en cuenta que el documento en mención así como el sello
citado, tienen eficacia probatoria al no haber sido objeto de cuestión probatoria,
pues la parte contraria no ha cuestionado la existencia ni la validez del
mencionado Kardex habiéndose limitado a indicar que dicho sello no pude dotar
de fecha cierta a un documento. En dicho sentido ya se ha pronunciado la Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema en la casación 894-2011 del dieciocho de
enero de dos mil doce.

DECIMO SEGUNDO.- De lo que se colige que nos encontramos ante «otro caso


análogo» al contemplado en el inciso 3 del artículo 245 del Código Procesal
Civil, regulado en el inciso 5 del mismo artículo, y no al caso contemplado en el
inciso 2 presentación del documento ante funcionario público) como
erróneamente motiva la instancia de mérito; por lo que hecha la rectificación
corresponde desestimar la infracción normativa procesal, en los términos
indicados en el segundo párrafo del artículo 397 del Código Procesal Civil.

DECIMO TERCERO – Que en consonancia con lo precisado en el numeral cinco


corresponde emitir pronunciamiento respecto a la infracción normativa material,
denunciada en el literal “ii”. Así tenemos que, el recurrente denuncia la infracción
normativa del artículo 2022 del Código Civil alegando que es interpretado
erróneamente, al darle fecha cierta a un documento que únicamente cuenta con un
sello de ingreso notarial y que si bien resultan aplicables las normas de derecho
común éstas no pueden ser interpretadas de manera aislada Al respecte,
corresponde precisar que, ya se ha esclarecido el conflicto respecto al contenido
de fecha cierta en el contrato de compra venta que ampara a la demandante; por lo
que únicamente se determinará si la norma material ha sido interpretada de
manera aislada.

DECIMO CUARTO. – Conforme a lo establecido en el artículo 2022 del Código Civil


Para oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también tienen derechos
reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se opone esté inscrito con
anterioridad al de aquel a quien se opone.Si se trata de derechos de diferente
naturaleza se aplican las disposiciones del derecho común

DECIMO QUINTO.- A fin de determinar cuál es la correcta interpretación de la


norma in comento, es pertinente remitirnos a la exposición de motivos del artículo
2022 del Codicio Civil que señala

No hay duda que, si se enfrentan dos titulares de derechos reales quién tendrá
preferencia en virtud del principio de prioridad será aquel que inscribió primero; esto
es, confirmado la primera parte de este articulo; pero si se trata de un
enfrentamiento entre un derecho personal y otro real, y a esto alude la segunda
parte del citado artículo. tendrá preferencia el titular del derecho real, porque goza
de la oponibilidad erga omnes, que no tiene el derecho personal y además porque el
derecho real goza de lo que se llama energía persecutoria, de la que también carece
el derecho personal.

DECIMO SEXTO.- Que, en el presente caso, la tercerista opone su derecho de


propiedad sobre el inmueble sub judice proveniente de la escritura pública de
compraventa de fecha cinco de diciembre de dos mil seis no inscrita aún en
Registros Públicos al derecho del demandado acreedor consistente en un embalo
sobre el mismo bien inmueble en forma de inscripción producid» el veintiocho de
noviembre de dos mil ocho, derivado de un proceso de obligación de dar suma de
dinero

DECIMO SÉTIMO.- Que, en tal sentido, consistiendo el derecho del demandado


acreedor en uno de carácter personal a diferencia de la actora que es de
naturaleza real, el derecho registral desaparece para dejar paso a la aplicación del
derecho común, el que informa que los bienes que debe ser materia de un
embargo sor los de propiedad del deudor y siendo el inmueble sub litis de
propiedad de la tercerista por adquisición producida algunos años antes del
embargo, sobre tal no puede pesar dicha medida.
DECIMO OCTAVO.- Que como se ha indicado. al tratarse de derechos de distinta
naturaleza, el derecho registra! desaparece; y si bien, es cierto el demandado
acreedor tiene a su favor una medida de embargo en mérito a upa’ obligación
pendiente de pago, también lo es que el derecho que aparece inscrito en los
Registros públicos es el referido embargo de naturaleza personal. Por
consiguiente, la instancia de mérito ha interpretado adecuadamente el artículo
2022 del Código Civil, por lo que también corresponde desestimar ¡a infracción
normativa material.

Por las consideraciones expuestas, en aplicación del artículo 397 del Código
Adjetivo; declararon: INFUNDADO el recurso interpuesto por el demandado Banco
de Crédito del Perú a fojas trescientos cinco, en consecuencia decidieron NO
CASAR la sentencia de vista de fojas doscientos sesenta y dos, si: fecha
veintiocho de abril de dos mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil ríe la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial «El Peruano», bajo responsabilidad y los devolvieron;
en los seguidos con Ofelia Agustina Benites Luciano, sobre tercería de propiedad;
intervino como ponente el señor Juez Supremo De la Barra Barrera. Por licencia de
la señora Jueza Suprema Tello Gilardi integra esta Suprema Sala el señor Juez
Supremo Yaya Zumaeta.

SS.
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
RODRÍGUEZ CHAVEZ
CALDERÓN PUERTAS
YAYA ZUMAETA
DE LA BARRRA BARRERA

CASACION N° 04

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA


SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN NRO. 1462-2015, LAMBAYEQUE

TERCERÍA PREFERENTE DE PAGO

Lima, veintidós de marzo de dos mil dieciséis

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA; con el principal; vista la causa número 1462-2015, en audiencia
pública de la fecha y producida la votación correspondiente, conforme a ley, emite
la siguiente resolución:

1. MATERIA DEL RECURSO:

Que se trata del recurso de casación, interpuesto por el demandante Vicente Pisfil


Custodio a fojas setecientos noventa y siete, contra la sentencia de segunda
instancia de fecha dieciséis de enero de dos mil quince, de fojas setecientos
setenta y siete, que confirma la sentencia apelada de fecha veinticinco de agosto
de dos mil catorce, de fojas seiscientos noventa y cinco, que declara infundada la
demanda de tercería preferente de pago.

II. ANTECEDENTES

Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción


normativa denunciada, es necesario realizar las siguientes precisiones:

1. DEMANDA
Por escrito de fojas dieciocho, Carlos Eulogio Ramírez Hoyos, en representación
de Vicente Pisfil Custodio, María Isabel Távara del Águila, César Rosendo Troncos
Rivera, Juan Andrés Ferreñan Sandoval, Rosa Luz Chero Díaz, Luis Alberto Plica
Serrato, Reynaldo Tantalean Yrigoin, Carlos Alberto Távara Chirinos y Edinson Pisfil
Salazar, interponen demanda de tercería preferente de pago contra la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C, Ana María Vargas Ama, Rufina
Valdivieso Plasencia y Rafael Edgardo Vera Vera, a fin que se reconozca la
preferencia de sus acreencias laborales ascendentes a la suma de setecientos
treinta mil nuevos soles; en consecuencia se suspenda el pago a favor de la
demandada Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C. dispuesto mediante
proceso judicial N° 293-2008. Fundan su pretensión en lo siguiente: 1) Que con
fecha veintiocho de junio del dos mil, los demandados Rufina Valdiviezo Plasencia
y Rafael Edgardo Vera Vera, otorgaron hipoteca a favor de la Caja Municipal de
Ahorro y Crédito de Piura S.A.C, hasta por la suma de cincuenta mil trescientos
treinta y tres dólares americanos con noventa y nueve centavos, respecto del bien
inmueble ubicado en calle Los Tumbos Nro. 655 de la urbanización San Eduardo,
distrito y provincia de Chiclayo, inscrito en la Partida Nro. 02014829 del Registro
de Propiedad Inmueble de la Zona Registral Nro. II Sede Chiclayo; posteriormente,
mediante escritura púbica de fecha doce de abril de dos mil ocho a fojas cincuenta
y de los hipotecantes transfirieron la propiedad del inmueble a favor de la
codemandada Ana María Vargas Arnao; 2) Ante el incumplimiento en el pago de
las obligaciones por parte de los hipotecantes, la Caja Municipal de Ahorro y
Crédito de Piura S.A.C, inició un proceso de ejecución de garantías, en el
expediente Nro. 293-2008, en donde se ha ordenado sacar a remate el bien
hipotecado; y, 3) Con fecha veinte de noviembre de dos mil, se expidió sentencia
en el proceso Nro. 159-2000, mediante la  cual se ha ordenado que Ana Vargas
Arnao, César Augusto Rufasto Bances y JR Representaciones S.R.L, paguen a los
demandantes Vicente Pisfil Custodio y otros, la suma setecientos treinta mil
nuevos soles, por conceptos de compensación por tiempo de servicios,
vacaciones, horas extras, remuneraciones y gratificaciones; que, ante su
incumplimiento, solicitaron embargo en forma de inscripción sobre el mismo bien
inmueble hipotecado; en consecuencia, por la naturaleza de su crédito, tienen
prioridad en el pago con el precio del bien afectado.
2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

Mediante escrito de fojas setenta y uno, Caja Municipal de Ahorro y Crédito de


Piura S.A.Ccontesta la demanda, afirmando lo siguiente: 1)Que el deudor laboral
de los demandantes es la persona de Ana María Vargas Arnao, y la obligación que
ha sido puesta a cobro en el proceso principal es la asumida por Rufina Valdiviezo
Plasencia y Rafael Edgardo Vera Vera, es decir, no existe ningún vínculo ni nexo
entre sus deudores crediticios con los acreedores laborales, pues el embargo a
favor de los demandantes no tiene su origen en obligaciones laborales que hayan
asumido los codemandados Rufina Valdiviezo Plasencia y Rafael Edgardo Vera
Vera; y, 2) Que para resolver la preferencia laboral no sólo debe recurrirse a lo
establecido en el artículo 24° de la Constitución Política, sino también el Decreto
Legislativo Nro. 856.

3. PUNTOS CONTROVERTIDOS

Se ha establecido como puntos controvertidos:

1. Determinar si corresponde reconocer la deuda preferente de pago a favor de los


demandantes hasta por la suma de setecientos treinta nuevos soles.
2. Determinar si la deudora laboral de los demandantes mantiene alguna
obligación con la demandada Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura
S.A.C.
3. Determinar si la condición de propietaria del bien materia de ejecución, en otro
proceso judicial, es suficiente para calificarla como obligada respecto de la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C.
4. Determinar si existe concurrencia de acreedores y si corresponde efectuar el
pago preferente a los demandantes con el producto del remate.
4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante sentencia de fojas


seiscientos noventa y cinco, su fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce,
declara infundada la demanda, tras considerar que:

1) Se encuentra acreditado que, por sentencia de fecha veinte de noviembre de


dos mil, obrante a fojas veinticinco, expedida por el Segundo Juzgado de Trabajo
de Chiclayo, expediente número 134-2000, se declara fundada en todos los
extremos la demanda laboral de obligación de dar suma de dinero interpuesta por
Vicente Pisfil Custodio y otros contra Ana Vargas Arnao, César Augusto Rufasto
Bances y JR Representaciones S.R.L.; en consecuencia, ordena que los
demandados en forma solidaria abonen la suma de setecientos treinta mil nuevos
soles; sentencia que fue declarada consentida por resolución de fecha doce de
diciembre del dos mil, obrante en copia certificada a fojas veintinueve;

2) Asimismo, fluye de lo actuado en el expediente de ejecución de garantía real


tramitado en el mismo Juzgado número 293-2008, promovido por la Caja
Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C, con la finalidad que los ejecutados
Rufina VaIdivieso Plasencia y Rafael Edgardo Vera Vera cumplan con pagarle la
suma de ciento quince mil ciento sesenta y cinco nuevos soles con sesenta y un
céntimos, bajo apercibimiento de sacarse a remate el bien hipotecado, constituido
por el inmueble ubicado en calle Los Tumbos 665 de la Urbanización San Eduardo,
distrito y provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque, inscrito en la
Partida Nro. 02014829 del Registro de Propiedad Inmueble de la Zona Registral
Nro. II Zona Chiclayo; que en dicho proceso se emite el correspondiente auto final
e inclusive se ha efectuado el remate del bien el veinte de enero de dos mil diez,
conforme puede verse de las copias obrantes de fojas sesenta y dos;

3) Mediante Decreto Legislativo Nro. 856 se precisó los alcances de privilegio de


los créditos laborales, pretendiendo armonizar la legislación vigente con el
segundo párrafo del artículo 24° de la Constitución Política; que, en ese sentido, en
el artículo 2o de dicho Decreto Legislativo, prescribe que los créditos laborales
tienen prioridad sobre cualquier otra obligación de la empresa o empleador;
asimismo, en su artículo 3o, señala que esta preferencia o prioridad se ejerce, con
carácter persecutorio de los bienes del negocio, sólo en dos supuestos: a) cuando
el empleador ha sido declarado insolvente, y como consecuencia de ello se ha
procedido a la disolución y liquidación de la empresa o su declaración de quiebra;
y, b) en los casos de extinción de las relaciones laborales e incumplimiento de las
obligaciones con los trabajadores por simulación o fraude a la ley;

4) En el mencionado proceso de ejecución de garantías reales, intervienen corno


parte ejecutada las personas de Rufina Valdivieso Plasencia y Rafael Edgardo Vera
Vera, en el cual se ejecutó la hipoteca inscrita el veintidós de noviembre de dos mil
seis, en virtud de la escritura pública de fecha dieciséis de noviembre del mismo
año, según asiento de inscripción obrante a fojas siete; esto es, con fecha anterior
a la transferencia de propiedad a favor de Ana Vargas Arnao, ocurrida mediante
escritura pública de fecha doce de abril de dos mil ocho obrante a fojas cincuenta
y dos; en consecuencia, la persona de Ana Vargas Arnao, no tiene la condición de
obligada respecto de la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Píura S.A.C; y,

5) Bajo este razonamiento, si bien es cierto los demandantes mantienen una


obligación a su favor, debidamente reconocida en sede judicial, a cargo de sus
deudores laborales, Ana Vargas Arnao, César Augusto Rufasto Bances y JR
Representaciones S.R.L; también lo es que, la entidad demandada Caja Municipal
de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C, no mantiene ninguna relación comercial o
contractual con estas personas, y la obligación cuyo cobro se exigió en el proceso
de ejecución de garantías reales, estaba referido a una obligación a cargo de
terceras personas que mantenían relaciones contractuales con dicha entidad,
quienes con posterioridad transfirieron el bien inmueble a favor de Ana Vargas
Arnao; por lo tanto, la obligación a favor de los demandantes no puede tener
preferencia respecto de la obligación exigida en el proceso de ejecución de
garantías, pues no existe coincidencia respecto de la obligación exigida ni del
deudor, no verificándose los presupuestos exigidos en los artículos 2º y 3º del
Decreto Legislativo Nro. 856, como es que las obligaciones concurrentes sean de
cargo del empleador.
5. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN

Mediante escrito de la página setecientos once, el demandante Vicente Pisfil


Salazar y otros, interponen recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que se ha incumplido el mandato constitucional de protección
al trabajador y derechos irrenunciables contenido en el artículo 26 de la
Constitución Política del Perú, hecho que lesiona el principio de congruencia
procesal, nula la sentencia, afectando obviamente el derecho laboral frente al
derecho comercial.

6. SENTENCIA DE VISTA

Los Jueces Superiores de la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte


Superior de Justicia de Lambayeque, expiden la sentencia de vista de fecha
dieciséis enero de dos mil quince, de fojas setecientos setenta y siete,
que confirma la sentencia apelada que declara infundada la demandada sobre
tercería preferente de pago. Fundamentan la decisión en que:

1) Si bien el Decreto Legislativo N° 856 reconoce la persecutoriedad de los bienes


del deudor laboral, no debe perderse de vista que la deudora laboral de los
acreedores ahora demandantes, no es la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de
Piura SAC; pues, atendiendo a la diferencia sustancial de las relaciones jurídicas
sustantivas, lo cierto es que no obstante que los esposos Rufina Valdivieso
Plasencia y Edgardo Vera Vera transfirieron el bien hipotecado a la deudora de los
demandantes Ana maría Vargas Arnao, no la convierte a ésta última, deudora de la
Caja Municipal emplazada, ya que la relación jurídico material y principal de mutuo
dinerario no ha sido modificado en nada, pues, los esposos vendedores del bien
hipotecado siguen siendo deudores principales de la Caja Municipal; lo que en
verdad, se ha modificado es la relación jurídica material y accesoria de hipoteca,
porque al ser vendido el bien gravado a un tercero la señora Ana María Vargas
Arnao, las obligaciones dinerarias derivadas del mutuo dinerario van a ser
garantizadas con el mismo bien, pero de cargo de quien es ahora propietaria del
mismo;
2) Sin desconocer que conforme a lo dispuesto por el Decreto Legislativo N° 856
se busca en atención a lo previsto en el artículo 24° de la Constitución Política del
Perú, la primacía del pago de las remuneraciones y beneficios sociales de los
trabajadores sobre cualquier otra obligación del empleador, esta disposición en su
conjunto, es inaplicable al caso porque la tercera adquirente no es empleadora
deudora de la Caja Municipal; y,

3) En este escenario judicial amparar la demanda haría ilusorio el derecho de la


entidad financiera (ya que sus deudores principales no han honrado las
obligaciones cuando bien pudieron hacerlo con el valor de la venta del bien
hipotecado), quien de buena fe dentro del marco de sus actividades crediticias
confió en la disposición de sus deudores principales y a la vez deudores
hipotecarios para entablar regularmente un mutuo dinerario que ahora se tornaría
en irrecuperable de estimarse positivamente la demanda.

III. RECURSO DE CASACIÓN

Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha dieciocho de setiembre de dos


mil quince, de folios cuarenta y seis del cuaderno de casación, ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por el demandante Vicente Pisfil
Salazar, por las siguientes causales:

Infracción normativa de los artículos 26° y 139° incisos 3 y 14 de la Constitución


Política del Perú, II del Título Preliminar del Código Civil y el Decreto Legislativo
856, refiere que la sentencia de vista, carece de total y absoluto sustento, pues se
sustenta en los artículos 1097° y 1648° del Código Civil, cuyo supuesto normativo
no se condicen con el presente caso, e inaplica los artículos 1109° y 1954° que
serían los pertinentes; señala que en la sentencia de vista se reconoce que el
recurrente ostenta un derecho reconocido mediante sentencia judicial expedida en
el proceso laboral número 134-2000 y por tanto, un derecho principal y excluyente
e irrenunciable. La entidad financiera conoció de la existencia de la compra venta
desde la inscripción registral y no promovió oposición, ni cuestionamiento alguno;
además en la cláusula quinta de la escritura pública de compraventa del doce de
abril de dos mil ocho, la compradora Ana María Vargas Arnao asume la obligación
que tenía Rufina Valdivieso Plasencia y Edgardo Vera Vera con la codemandada
Caja Municipal de Piura.

IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE

Que, la materia jurídica en debate en el presente proceso, se centra en determinar


si la sentencia de segunda instancia incurre en infracción normativa de las normas
denunciadas, esto en razón a que el Ad quem no ha reconocido el derecho
preferente que ostenta los créditos laborales a favor de los demandantes frente al
acreedor hipotecario Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C.

IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA

DECIMO TERCERO Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el control


de las decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o
no las normas que garantizan el derecho al debido proceso, tomándose en
consideración que éste supone el cumplimiento de los principios y de las garantías
que regulan el proceso como instrumento judicial, cautelando sobre todo el
ejercicio del derecho de defensa de las partes en litigio; que en el presente caso se
han tutelado.

SEGUNDO.- Que, corresponde entonces efectuar el análisis de la infracción de las


normas denunciadas en el caso sub análisis, la controversia se centra en
determinar el marco de preferencia en atención a los derechos tutelados en el
ordenamiento jurídico; por un lado, los derechos del acreedor hipotecario
garantizados en el artículo 1097 del Código Civil, que establece que la hipoteca
otorga al acreedor los derechos de persecución, preferencia y venta judicial del
bien hipotecado; y, por otro, el derecho del trabajador al pago preferente de sus
créditos laborales consagrados en el artículo 24° de la Constitución Política del
Perú concordado con el Decreto Legislativo N° 856.
TERCERO.- Que, en esa perspectiva se debe destacar previamente que el tercero
«de derecho preferente» es quien alega tener un título que lo legitima a percibir,
antes que el ejecutante, el fruto obtenido en un remate judicial promovido por
aquel. Una situación como ésta es tutelada principalmente mediante dos
mecanismos: el proceso de tercería de derecho preferente y la intervención de
derecho preferente, al respecto el jurista Hinostroza Mínguez señala. «El proceso
de tercería de derecho preferente tiene por fundamento la protección de los
intereses legítimos de todo acreedor cuyo crédito resulte privilegiado en relación al
de otros y en virtud del cual se le faculta a exigirlo en primer lugar(…)». Es por ello
que en el auto admisorio de la tercería de derecho preferente, se suspende el pago
al otro acreedor hasta que se decida en definitiva sobre la preferencia. En suma, el
Juez debe analizar la naturaleza de los créditos contrapuestos y cuál de ellos tiene
preferencia de pago sobre el otro.

CUARTO.- Que tratándose de la hipoteca, las facultades específicas de las que es


titular el acreedor hipotecario son las señaladas en el artículo 1097° del Código
Civil, esto es, la de persecución, preferencia y venta del bien hipotecado; sin
embargo, el artículo 24° de la Constitución del Estado en su segundo párrafo
establece la preferencia respecto a los créditos laborales, en los siguientes
términos; «El pago de la remuneración y de los beneficios sociales  del  trabajador
tiene prioridad sobre cualquiera otra obligación del empleador.» En este sentido,
cabe señalar que la ratio legis del artículo 24° de la Constitución Política, debe
entenderse como la intención del Estado de proteger a los trabajadores ante el
incumplimiento de los empleadores, y para la eventualidad de que los activos de
éstos no alcancen para cubrir todas sus deudas; así en esa perspectiva, el jurista
Jorge Toyama considera que «(…) la Carta Magna indica que el pago de las
remuneraciones y beneficios sociales tienen prioridad sobre cualquier otra
obligación del empleador. Evidentemente la cobranza y su enunciado tienen su base
en el carácter protector del Derecho Laboral, de tal manera que el crédito laboral
tiene preferencia sobre una acreencia civil más antigua y pública (como puede ser
una hipoteca)». Para el autor, «El crédito laboral debe ser protegido pues estamos
ante acreedores más débiles, con un poder de información reducido y los créditos
tienen carácter alimentario y esencial fa el trabajador (…).»
QUINTO.- Que, en el presente proceso, las instancias de mérito al declarar
infundada la demanda, llegan a la conclusión de que la obligación a favor de los
demandantes no puede tener preferencia respecto de la obligación exigida en el
proceso de ejecución de garantías, adeudados, relativos al pago de compensación
de tiempo de servicios, vacaciones, remuneraciones y gratificaciones a favor de
los demandantes, que adeuda la señora Ana Vargas Arnao, conforme se verifica
del Expediente Nro. 134-2000, sobre obligación de dar suma de dinero derivada de
créditos laborales. Asimismo se ha determinado que se está ejecutando el bien
hipotecado constituido por el inmueble ubicado en calle Los Tumbos 665 de la
urbanización San Eduardo, distrito y provincia de Chiclayo, departamento de
Lambayeque, de propiedad de la misma Ana Vargas Arnao, por los créditos civiles,
ascendentes a la suma de ciento quince mil ciento sesenta y cinco mil nuevos
soles con sesenta y un céntimos de nuevos soles, a favor de la Caja Municipal de
Ahorro y Crédito de Piura S.A.C, como se comprueba del expediente número 2983-
2008, sobre ejecución de garantías, proceso que, a la fecha de la interposición de
la presente demanda, diecinueve de enero de dos mil diez, ya se había emitido el
correspondiente auto final e inclusive el remate del bien inmueble sub litis con
fecha veinte de enero de dos mil diez, conforme es de verse de las copias obrantes
de fojas sesenta y dos; siendo que este Supremo Tribunal arriba a la conclusión
que el crédito laboral a favor de los demandantes tiene preferencia sobre la
acreencia civil a favor de la entidad financiera, en aplicación la norma
constitucional contenida en el artículo 24 de la Constitución Política del Estado.
Que no es óbice para amparar la demanda, el hecho que el bien inmueble haya
sido transferido por los deudores hipotecarios Rufina Valdiviezo Plasencia y Rafael
Edgardo Vera Vera, a la Caja Municipal de Ahorros y Créditos de Piura SAC, pues
como se ha analizado en los considerandos precedentes, la compradora Ana
Vargas Arnao, tenía conocimiento que según lo estipulado en la cláusula quinta de
la escritura pública de compraventa del doce de abril de dos mil ocho el inmueble
se encontraba gravado a favor de la mencionada Caja Municipal; y siendo que la
hipoteca tiene fuerza persecutoria según la prescripción del artículo 1097 del
Código Civil, corresponde amparar la presente demanda.

VI. DECISIÓN.
1. Por estos fundamentos, de conformidad con el artículo 397 del Código Procesal
Civil: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante Vicente Pisfil Custodio, obrante a fojas setecientos noventa y
siete; en consecuencia CASARON la sentencia de vista de fecha dieciséis de
enero de dos mil quince, de fojas setecientos setenta y siete.
2. Actuando en sede de instancia REVOCARON la sentencia apelada de fecha
veinticinco de agosto de dos mil catorce, que declara infundada la demanda,
reformándola la declararon
3. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Vicente Pisfil Custodio y
otros con Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura S.A.C y otros, sobre
tercería preferente de pago; y los devolvieron. Interviene como ponente la Jueza
Suprema señora Del Carpio Rodríguez

SS.
TELLO GILARDI
DEL CARPIO RODRÍGUEZ
RODRÍGUEZ CHÁVEZ
CALDERÓN PUERTAS
DE LA BARRA BARRERA

CASACION N° 05

SALA DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y SOCIAL


PERMANENTE
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
CASACIÓN 1693-2014, LIMA

Lima, ocho de marzo de dos mil dieciséis.-


VISTA; la causa número mil seiscientos noventa y tres – dos mil catorce, con el
expediente administrativo como acompañado, con lo expuesto en el Dictamen
Fiscal Supremo en lo Contencioso Administrativo; en audiencia pública llevada a
cabo en la fecha, integrada por los señores Jueces Supremos: Walde Jáuregui –
Presidente, Lama More, Vinatea Medina, Rueda Fernández y Toledo Toribio; luego
de verificada la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia:

1. RECURSO DE CASACIÓN

Se trata del recurso de casación de fecha doce de noviembre de dos mil trece,
obrante a fojas trescientos once, interpuesto por el demandante Luz del Sur
Sociedad Anónima Abierta contra la sentencia de vista de fecha veintiocho de
agosto de dos mil trece, obrante a fojas doscientos ochenta, que confirmó la
sentencia apelada de fecha ocho de marzo de dos mil doce, obrante a fojas cien,
que declaró infundada la demanda de Impugnación de Resolución Administrativa.

2. CAUSALES DEL RECURSO

Mediante resolución de fecha doce de enero de dos mil quince, obrante a fojas
sesenta y seis del cuadernillo de casación, este Tribunal Supremo ha declarado
procedente el recurso por las causales de:

a) Infracción normativa del artículo 139º inciso 5 de la Constitución Política del


Perú; señalando que la Sala de mérito emitió un fallo con una motivación aparente,
toda vez que no cuenta con el sustento jurídico necesario para arribar a las
conclusiones anotadas, existe una falta de conexión entre los considerandos y lo
resuelto, incurriendo en errores lógicos y de análisis de los hechos, pese a que la
recurrente explicó de manera clara cómo sucedió el evento, determinándose
claramente que la responsabilidad del origen de la interrupción fue de terceros, no
teniendo en cuenta sus alegatos presentados el ocho de enero de dos mil trece.

b) Infracción normativa de los artículos 1314º, 1315º y 1317º del Código Civil;
alegando que las normas en comento determinan explícitamente los requisitos
que un evento debe cumplir para ser considerado como un caso fortuito o fuerza
mayor, y las causales de inimputabilidad por hechos no atribuibles a una de las
partes. Normas que han sido desnaturalizadas por la Sala Superior que concluye
que la interrupción del servicio de energía eléctrica producto de la falla en las
instalaciones del cliente particular “A JEPER 64237X” no pueden ser considerados
como un evento extraordinario, imprevisible e irresistible para la concesionaria.

3. CONSIDERANDO

Primero: Según se ha explicado, el recurso de casación ha sido declarado


procedente tanto en razón a infracciones normativas de carácter  in
iudicando  como a infracciones de carácter in procedendo. En ese sentido, dada la
naturaleza y efectos del error in procedendo, se emitirá pronunciamiento, en primer
término, sobre esta denuncia, pues resulta evidente que de estimarse la misma,
carecería de objeto pronunciarse sobre la causal restante, al encontrarse
perjudicada la validez de los actos procesales.

Segundo: En este sentido, cabe recordar que uno de los principales componentes
del derecho al debido proceso se encuentra constituido por el denominado
derecho a la motivación, consagrado por el artículo 139º inciso 5 de la Carta
Política, por el cual se garantiza a las partes involucradas en la controversia el
acceso a una respuesta del juzgador que se encuentre adecuadamente sustentada
en argumentos que justifiquen lógica y razonablemente, en base a los hechos
acreditados en el proceso y al derecho aplicable al caso, la decisión adoptada, y
que, además, resulten congruentes con las pretensiones y alegaciones esgrimidas
por aquellas dentro de la controversia.

Tercero: Este derecho no solo tiene relevancia en el ámbito del interés particular


correspondiente a las partes involucradas en la litis, sino que también juega un
papel esencial en la idoneidad del sistema de justicia en su conjunto, pues no debe
olvidarse que una razonable motivación de las resoluciones constituye una de las
garantías del proceso judicial, directamente vinculada con la vigilancia pública de
la función jurisdiccional, por la cual se hace posible conocer y controlar las
razones por las cuales el Juez ha decidido una controversia en un sentido
determinado; lo que implica, sin duda alguna, un elemento limitativo de los
supuestos de arbitrariedad.

Cuarto: En el presente caso, a partir del análisis de los autos, se advierte que el
presente proceso ha sido iniciado con motivo de la demanda interpuesta en fecha
veintiséis de mayo de dos mil nueve, obrante a fojas treinta y uno, por Luz del Sur
Sociedad Anónima Abierta, a través de la cual formula como pretensión principal
que el órgano jurisdiccional declare la nulidad total de la Resolución Nº 119-2009-
OS/GG, de fecha veintitrés de marzo del dos mil nueve, que confirmó la Resolución
de Gerencia de Fiscalización Eléctrica Nº 5091-2008- OS/GFE de fecha cinco de
diciembre de dos mil ocho y; en consecuencia, infundado el recurso de apelación y
que agota la vía administrativa; además, como Primera Pretensión acumulativa
objetiva originaria y accesoria: se declare la nulidad total de la Resolución Nº 5091-
2008-OS/GFE de fecha cinco de diciembre de dos mil ocho, que declaró infundado
el recurso de reconsideración presentado por Luz del Sur Sociedad Anónima
Abierta contra la indebida calificación de fuerza mayor ocasionada por una falla
originada en las instalaciones internas de cliente particular “A Jeper 64237X”,
imputándose incorrectamente a Luz del Sur sociedad Anónima Abierta la
responsabilidad de las causas que originaron la variación del suministro de
electricidad realizada por el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y
Minería – OSINERGMIN; asimismo, formula como Segunda
Pretensión acumulativa objetiva originaria y accesoria: se declare la nulidad total
de la Resolución Nº 4431-2008-OS/GFE de fecha diecisiete de octubre de dos mil
ocho, que declaró infundada la solicitud de calificación de fuerza mayor contenida
en los documentos SGOCS-285/2008 y SGMR.08.937; y, por último, como Tercera
Pretensión acumulativa objetiva originaria y accesoria: se califique como evento
de fuerza mayor, la interrupción del servicio eléctrico ocurrido el día veintiséis de
setiembre de dos mil ocho, provocada por una falla originada en las instalaciones
internas del cliente particular “A Jeper 64237X”, imputándose incorrectamente a
Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta la responsabilidad de las causas que
originaron la variación del suministro de electricidad.

Quinto: Al conocer este proceso en grado de apelación, la Quinta Sala


Especializada en lo Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de
Lima ha señalado, en el séptimo considerando que constituía obligación de la
actora conservar y mantener sus propias obras e instalaciones en condiciones
adecuadas para garantizar la calidad del servicio de los demás usuarios; debiendo
haber coordinado con su cliente la protección de las instalaciones a fin de obtener
selectividad, conforme así también lo indica el acto administrativo materia de
impugnación, todo lo cual permite a este Colegiado Superior concluir que en el
caso de autos la entidad demandante actuó sin la previsión del caso, respecto de
un evento que era previsible, en la medida que no tomó las medidas preventivas
para resistir la posibilidad de la interrupción del sistema eléctrico dentro de la zona
de su concesión. Consiguientemente, no se puede calificar el evento que ocasionó
la interrupción o variación de las condiciones del suministro eléctrico como
imprevisible, irresistible y extraordinario, por lo que la resolución administrativa
que así lo declara resulta expedida con arreglo a ley, debiéndose confirmar la
sentencia que desestima la demanda de su nulidad.

Sexto: Tal como se advierte, la Sala Superior basa su decisión en el carácter


preventivo que le corresponde a la entidad demandante, y por el cual se deberán
realizar las acciones correspondientes, siendo esta obligación contemplada en
la Resolución de Consejo Directivo Organismo Supervisor de la Inversión en
Energía OSINERGMIN Nº 010-2004-OS/CD[1], donde establece que como parte de
la documentación probatoria mínima que deberá presentar la concesionaria para
acreditar el evento como de fuerza mayor, es la presentación del informe
detallando las medidas de prevención adoptadas; lo cual no ha sido probado por
ésta en todo el transcurso del proceso, a efectos de poder calificar
adecuadamente el evento como de fuerza mayor. Siendo que el recurrente, imputa
la responsabilidad del evento al usuario (tercero), el cual de ser el caso, no exime
que la concesionaria como tal, esté exenta de realizar las acciones de prevención a
efectos de advertir y/o prevenir cualquier posible desperfecto y/o avería a
producirse, el cual ocasionaría no solo perjuicio al usuario, sino a sus colindantes,
como se ha dado el caso. Por consiguiente, al no haberse probado en forma
fehaciente, que la concesionaria haya realizado las acciones preventivas
correspondientes, el cual es exigida como parte del sustento probatorio para la
calificación del evento como fuerza mayor, se concluye que lo analizado por la
Sala Superior se encuentra bajo los parámetros de una resolución debidamente
motivada y coherente con lo actuado en autos y los agravios presentados en su
recurso de apelación; por consiguiente, no existe tal vulneración del derecho
constitucional invocado.

6.1.- Por otro lado, el representante del Ministerio Público, en su dictamen de fojas
setenta y dos a setenta y siete del cuadernillo de casación, señala como
fundamento de su opinión, que la sentencia de vista sería nula, al no haber
respondido lo alegado por la demandante, respecto del hecho que ella –Luz del
Sur Sociedad Anónima Cerrada– no pudo prever el daño al cable del cliente
particular pues no conocía de los trabajos del tercero, y que dicha empresa no
pudo oponerse o evitar el hecho. Con relación a ello, este Colegiado Supremo no
comparte lo expresado en el mencionado Dictamen Fiscal, pues la Sala Superior se
pronuncia sobre dicha alegación en el fundamento séptimo de su sentencia, al
señalar que la demandante debió garantizar la calidad del servicio a los demás
usuarios, coordinando con su cliente la protección de las instalaciones a fi n de
obtener selectividad, como se ha indicado en el acto administrativo materia de
impugnación; concluye el citado órgano jurisdiccional indicando que la
demandante actuó sin la previsión del caso, respecto de un evento que era
previsible, y que no tomó las medidas preventivas para resistir la posibilidad de la
interrupción del sistema eléctrico dentro de la zona de su concesión. Entonces, la
causal de ausencia de motivación en la sentencia de vista, no corresponde ser
atendida.

Séptimo: Asimismo, respecto al análisis de la infracción normativa de derecho


material, debemos recordar que el artículo 1314º del Código Civil señala: “quien
actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable por la inejecución de la
obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso”, asimismo el
artículo 1315º establece que: “caso fortuito o fuerza mayor es la causa no
imputable, consistente en un evento extraordinario, imprevisible e irresistible, que
impide la ejecución de la obligación o determina su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso”; y por último, el artículo 1317º señala que “el deudor no responde de
los daños y perjuicios resultantes de la inejecución de la obligación, o de su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, por causas no imputables, salvo que lo
contrario esté previsto expresamente por la ley, o por el título de la obligación”.

Octavo: De ello, corresponde realizar un análisis a lo que se debe considerar como


“caso fortuito”, y a lo que debe ser considerado como “fuerza mayor”, esto en
virtud a que la normatividad para el caso, como es la “Directiva para la evaluación
de solicitudes de calificación de fuerza mayor”, lo entiende como una situación
diferente al caso fortuito. Siendo ello así, y como lo entiende Mosset[2] , que “la
distinción entre caso fortuito y fuerza mayor va más allá de lo puramente teórico,
caracterizan al primero por su “imprevisibilidad” y a la fuerza mayor por implicar la
“irresistibilidad”. En tal sentido, se debe entender como “caso fortuito” cuando es
posible evitar el daño producido mediante actos de previsibilidad, esto es se puede
evitar mediante una diligencia normal, en cambio será “fuerza mayor” cuando aun
habiéndose previsto, era imposible impedir que se produzca el daño, como se
daría el caso en los casos de desastres naturales[3].
8.1 De esta manera, en el presente caso, a efectos que el demandante se
encuentre exento de responsabilidad, debe ubicarse dentro de los actos
calificados como fuerza mayor, como también la señala la citada directiva
contenida en la Resolución de OSINERG Nº 010-2004-OS-CD; sin embargo, del
análisis del hecho ocurrido que produjo la interrupción del servicio de energía
eléctrica, no puede ser considerado como un evento extraordinario, imprevisible e
irresistible, pues el recurrente sí tenía el control respecto a la ocurrencia del hecho,
esto es, le correspondía realizar las acciones preventivas con los usuarios del
servicio de energía eléctrica, a efectos de asegurar la existencia de mecanismos
de protección en las instalaciones particulares que impidan el impacto de los
desperfectos que acontezcan en dichas instalaciones en el resto de los usuarios;
además, debe realizar actividades tendientes a orientar, conservar y mantener sus
propias obras e instalaciones en condiciones adecuadas a fin de garantizar la
calidad del servicio brindado.

Noveno: En este contexto, esta Sala Suprema concluye que los fundamentos que
conforman el razonamiento del órgano jurisdiccional de instancia, son
establecidos con precisión a los parámetros normativos bajo los cuales se
resuelve la controversia, adoptando una decisión acorde a los documentos
aportados en autos; razón, por la cual la sentencia de vista no vulnera de modo
alguno los artículos mencionados en el séptimo considerando de la presente
sentencia.

4. DECISIÓN

Por estas consideraciones: declararon INFUNDADO el recurso de casación de


fecha doce de noviembre de dos mil trece, obrante a fojas trescientos once,
interpuesto por el demandante Luz del Sur Sociedad Anónima Abierta contra la
sentencia de vista de fecha veintiocho de agosto de dos mil trece, obrante a fojas
doscientos ochenta; MANDARON a publicar la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano conforme a ley; en los seguidos por la parte recurrente contra el
Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería – OSINERGMIN, sobre
Impugnación de Resolución Administrativa; y los devolvieron. Juez Supremo
Ponente: Lama More.-
SS.

WALDE JÁUREGUI,
LAMA MORE,
VINATEA MEDINA,
RUEDA FERNÁNDEZ,
TOLEDO TORIBIO

CASACION N° 06

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA CIVIL PERMANENTE

Casación 4148-2015, Apurímac

Lima, veintiocho de abril de dos mil dieciséis

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA; con el expediente acompañado, vista la causa número cuatro mil
ciento cuarenta y ocho – dos mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la
fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:

ASUNTO

Viene conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación interpuesto por


la demandante Rosa Tula Batallarlos Bocangel(fojas ciento sesenta y dos), contra
el auto de vista de fecha diecisiete de julio de dos mil quince (fojas ciento
cincuenta y tres), que confirma el auto de primera instancia del trece de abril de
dos mil quince (fojas ciento veinte) que declara fundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción; en los seguidos con la Municipalidad Provincial
de Abancay, Julia Portillo de Sotomayor y Benito Sotomayor Bautista.

ANTECEDENTES

DEMANDA

En fecha diecinueve de agosto de dos mil trece, Rosa Tula Batallanos


Bocangel solicita declaración de mejor derecho de propiedad a favor de la
recurrente sobre la fracción del predio denominado “Quinta Pedregal”, la misma
que es de mayor extensión respecto al predio sub Litis, ubicado en la avenida
Circunvalación Mariño s/n de Abancay. Accesoriamente solicita la restitución del
predio indicado, bajo apercibimiento de lanzamiento y demolición de todas las
mejoras y construcciones introducidas en el predio sub litis. Argumenta lo que
sigue:

–  El título de propiedad del predio en litigio en mayor extensión, consiste en un


contrato de compraventa por escritura pública del nueve de marzo de mil
novecientos cuarenta y cinco, celebrado a favor de Serapio Batallanos Hermoza,
inscrito en los Registros Públicos el doce de junio de mil novecientos sesenta y
nueve.
– Que el doce de junio de mil novecientos sesenta y nueve, la heredera del
causante Serapio Batallanos Hermoza inscribe el predio, por lo que ningún
precepto legal es aplicable para el despojo del mismo, bajo sanción de nulidad
absoluta.

CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

El veintiséis de diciembre de dos mil trece, el Procurador Público a cargo de los


asuntos judiciales de la Municipalidad Provincial de Abancay contesta la demanda,
señalando que se remite a los extremos del informe que ha de emitir el
Departamento de la Gerencia de Obras de la Municipalidad Provincial de Abancay,
para todo cuanto la Municipalidad considere afectado sus derechos materiales y/o
inmateriales de conformidad a la Ley de la materia.

El tres de enero de dos mil catorce, Benito Sotomayor Bautista y Julia Portillo de
Sotomayor contestan la demanda, señalando que la actora no tiene derecho
material que sustente su pretensión, menos para debatir un mejor derecho de
propiedad, incluso adolece de interés y legitimidad para obrar, pues su relación
jurídica con el bien inmueble desapareció y se extinguió por imperio de la Ley.

EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA, PRESCRIPCIÓN, FALTA DE


LEGITIMIDAD PARA OBRAR DEL DEMANDANTE Y
REPRESENTACIÓN INSUFICIENTE DEL DEMANDANTE

El dos de diciembre de dos mil trece, Benito Sotomayor Bautista y Julia Portillo de
Sotomayor deducen excepción de cosa juzgada, prescripción, falta de legitimidad
para obrar del demandante y representación insuficiente del demandante, bajo los
siguientes argumentos:
– Con la actora Rosa Tula Batallanos Bocangel se ha sostenido varios juicios
(Expedientes N°s 69-1991 y 112-1996) sobre nulidad de título de propiedad,
reivindicación y restitución de inmueble, por lo que se habría configurado la triple
identidad de los sujetos, objeto y causa.-

– Desde la fecha de inscripción en los registros públicos de su título de propiedad,


que data del diez de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, ha empezado
a transcurrir el inicio del plazo prescriptorio, siendo que la pretensión de mejor
derecho de propiedad y restitución por el transcurso del tiempo ha prescrito a los
diez años en aplicación del inciso 1 del artículo 2001 del Código Civil, esto es, que
en el año dos mil prescribió cualquier acción para cuestionar su título de
propiedad.

– No demandaron todos los que deberían hacerlo ni tampoco la actora tiene poder
para ocurrir en juicio en su beneficio.

AUTO FINAL

El trece de abril de dos mil quince, el Juzgado Mixto de Abancay de la Corte


Superior de Justicia de Apurímac mediante resolución número diez expide auto
final, declarando fundada la excepción de prescripción extintiva de la acción, bajo
los siguientes fundamentos:

– De la Partida N° 05003955, adjuntada a la solicitud cautelar, se advierte que el


bien inmueble ubicado en el sector Mariño, términos de la ciudad de Abancay, de
una extensión de setecientos noventa y dos con setenta y cinco metros cuadrados,
ha sido inscrito en los Registros Públicos de Abancay, teniendo como propietarios
a Benito Sotomayor Bautista y Julia Portillo de Sotomayor en fecha diez de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve.
– La interposición de la demanda de mejor derecho de propiedad fue realizada el
diecinueve de agosto de dos mil trece, por lo que ha superado en demasía el plazo
establecido por el inciso 1 del artículo 2001 del Código Civil.

RECURSO DE APELACIÓN

Mediante escrito de fojas ciento veintinueve, la demandante Rosa Tula Batallanos


Bocangel, fundamenta su apelación señalando:

– Que por principio elemental de justicia, no se puede dejar sin protección al


Propietario originario de un inmueble con derecho inscrito, cuando respecto a ese
bien exista posteriormente concurrencia de acreedores sin la preexistencia de un
deudor, disquisición jurídica sustantiva que no se ha tomado en cuenta.

– Que tampoco se ha observado la sentencia dictada en casación N° 2689-2009-


Callao que señala que la pretensión procesal de mejor derecho de propiedad es
imprescriptible, ya que constituye una forma del ejercicio del derecho de
propiedad, por ello el carácter de imprescriptibilidad de la reivindicación se
extiende también a la pretensión de mejor derecho de propiedad.

– Que lo ordenado en el inciso 1 del artículo 2001 del Código Civil es de carácter
genérico y lo ordenado por el artículo 927 es de carácter específico en aplicación
del principio de interpretación, por lo que prima el segundo precepto legal sobre el
primero.

AUTO DE VISTA

La Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, mediante resolución


número catorce del diecisiete de julio de dos mil quince (fojas ciento cincuenta y
tres), confirma el auto de primera instancia que declara fundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción, bajo los siguientes fundamentos:
– Desde la fecha de inscripción en los Registros Públicos del título de propiedad,
diez de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, ha empezado a transcurrir
el inicio del plazo prescriptorio, siendo así la pretensión de mejor derecho de
propiedad y restitución, en aplicación del artículo 2001, inciso 1, del Código Civil,
ha prescrito.

RECURSO DE CASACIÓN

La Suprema Sala mediante la resolución de fecha once de setiembre de tíos mil


quince ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por Rosa Tula
Batallanos Bocangel, por la infracción normativa de los artículos 923, 927 y 2001,
inciso 1, del Código Civil, al haber sido expuestas las referidas infracciones con
claridad y precisión señalándose además que habría incidencia de ellas en la
decisión impugnada.

CUESTIÓN JURÍDICA A DEBATIR

Se puede observar del contenido de las infracciones denunciadas que la cuestión


materia de debate torna en determinar si la acción de mejor derecho de propiedad
es prescriptible o no.

FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

PRIMERO.- En el presente proceso se ha demandado el mejor derecho de


propiedad y accesoriamente la restitución de la fracción del predio denominado
“Quinta Pedregal”, la misma que es de mayor extensión respecto al predio en
litigio, ubicado en la avenida Circunvalación Marino s/n de Abancay.

SEGUNDO.- Lo que aquí se discute es la resolución que declara fundada la


excepción de prescripción extintiva. La Sala Superior, al confirmar dicha
resolución, expresa que la excepción de mejor derecho de propiedad se viabiliza
para la prevalencia de un título de propiedad; en cambio en la acción
reivindicatoria el propietario no poseedor solicita la restitución del inmueble contra
aquel que ocupa un bien sin tener derecho o un título ara poseerlo, en ese sentido,
dicha pretensión tiene doble efecto, declarara que el accionante es propietario del
bien, y a su vez condena al demandado a su restitución; es decir, son dos acciones
totalmente diferentes, ahora el accionante no deduce acción de reivindicación, y
solo así, en el interior del proceso se puede discutir el mejor derecho de que no es
el presente caso”. Luego de dicha exposición, la impugnada culmina: “En virtud a lo
expuesto precedentemente, es de aplicación el inciso primero del artículo 2001 del
código civil, esto es, que la excepción deducida, tiene sustento procesal, para
viabilizar la fundadez (sic) del medio de defensa”.

TERCERO.- Se puede colegir de la impugnada que la Sala Superior considera que


la reivindicación es imprescriptible, pero el mejor derecho de propiedad no; de lo
que sigue, en orden al término de cómputo de la prescripción, que se trata de una
acción real y como tal prescribe a los diez años.

CUARTO.- Con la acción declarativa de dominio (o “mejor derecho de propiedad”)


se busca eliminar una incertidumbre jurídica propiciando una sentencia de mero
reconocimiento[1]. Se trata de una pretensión de defensa de la propiedad, la que por
su naturaleza es imprescriptible. En esa perspectiva, en el expediente 65-2002-La
Libertad, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema,
compulsando ambos supuestos: el reivindicatorío y el mejor derecho a la
propiedad, ha manifestado: “Que la acción de mejor derecho a la propiedad tiene
por objeto oponer este derecho real frente a un tercero que también alega este
mismo derecho sobre el bien, siendo que esta acción también se encuentra
sustentada en el derecho de propiedad al igual como sucede con reivindicación”,
teniendo la misma naturaleza imprescriptible de la reivindicatoria.
QUINTO.- La doctrina nacional también ha asumido este criterio, indicando que si
la propiedad es imprescriptible, la acción declarativa de dominio también lo es; en
tanto, si el derecho no prescribe, el remedio tampoco puede hacerlo[2].

SEXTO.- En esa perspectiva, a este tipo de pretensiones no le son de aplicación


los plazos contenidos en el artículo 2001 del Código Civil, cuyos supuestos más
bien están dirigidos a otras acciones reales.
SÉTIMO.- Siendo ello así debe ampararse la casación y dada las facultades
contenidas en el primer párrafo del artículo 396 del Código Procesal Civil, emitir
pronunciamiento de fondo, desestimando la excepción planteada, disponiendo que
se prosiga el trámite del proceso conforme corresponda.

DECISIÓN
Por estas consideraciones y de conformidad con lo establecido en el primer
párrafo del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon FUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la demandante Rosa Tula Batallanos Bocangel (fojas
ciento sesenta y dos); en consecuencia CASARON el auto de vista fecha diecisiete
de julio de dos mil quince (fojas ciento cincuenta y tres); actuando en sede de
instancia: REVOCARON el auto final apelado del trece de abril de dos mil quince
(fojas ciento veinte), que declara fundada la excepción de prescripción extintiva de
la acción, reformándola declararon INFUNDADA dicha excepción, debiendo el Juez
de la causa continuar con el desarrollo del proceso; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos con la Municipalidad Provincial de Abancay, Julia Portillo de
Sotomayor y Benito Sotomayor Bautista, sobre mejor derecho de propiedad; y los
devolvieron; interviniendo como ponente el Señor Juez Supremo Calderón Puertas;
por licencia de señora Juez Suprema Del Carpió Rodríguez, participa el señor Juez
Supremo Yaya Zumaeta.

TELLO GILARDI
RODRÍGUEZ CHÁVES
CALDERÓN PUERTA

CASACION N° 07

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN N° 3499-2015, LA LIBERTAD


INDEMNIZACIÓN

Lima, cinco de abril de dos mil dieciséis.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA;


vista la causa número tres mil cuatrocientos noventa y nueve – dos mil quince, en
audiencia pública realizada en la fecha y producida la votación correspondiente, emite la
siguiente sentencia:

I. MATERIA DEL RECURSO.-

En el presente proceso de indemnización, la demandante Fanny Dilcia Sáenz Almeyda ha


interpuesto recurso de casación mediante escrito de fecha doce de agosto de dos mil
quince, obrante a fojas seiscientos sesenta y siete, contra la sentencia de vista de fecha
dieciséis de abril de dos mil quince, obrante a fojas quinientos ochenta y cinco, que
confirma la sentencia apelada, que declaró fundada en parte la demanda.

II. ANTECEDENTES.-

1.    DEMANDA

Por escrito obrante a fojas noventa y cuatro, Fanny Dilcia Sáenz Almeyda
interpuso demanda de indemnización por daños y perjuicios, por derecho propio y en
representación de sus dos menores hijos Diego Miguel y Miguel Ángel Fabián Loyola
Sáenz, con el propósito que el órgano jurisdiccional ordene a su favor el pago de una
suma ascendente a cuatro millones ciento nueve mil novecientos cincuenta y seis con
00/100 nuevos soles (S/. 4’109,956.00), como indemnización por los daños sufridos a raíz
de la muerte de su esposo y padre de sus hijos, Miguel Ángel Loyola Chumbiauca, como
consecuencia del accidente de tránsito ocurrido el trece de mayo de dos mil nueve. Dirige
su demanda contraMóvil Tours Sociedad Anónima y Julio Diógenes Delgado Chávez.
Para sustentar este petitorio, la demandante señala que el trece de mayo de dos mil
nueve, en el lugar denominado «Limón de Porcuya», en la carretera Fernando Belaúnde
Terry, ocurrió un accidente que involucró al bus de Placa N° VG-6443, de propiedad de la
empresa Móvil Tours Sociedad Anónima, en el cual se encontraba viajando, de la ciudad
de Chiclayo a la ciudad de Jaén, su esposo Miguel Ángel Loyola Chumbiauca. Este
accidente se produjo a causa de la conducta del empleado conductor del bus, Julio
Diógenes Delgado Chávez, quien a causa de su actitud imprudente provocó que éste se
desbarrancara a un abismo de aproximadamente doscientos metros de profundidad;
causando la pérdida de varias vidas humanas y, entre ellas la de su esposo.

Como consecuencia de este evento -la muerte de su esposo- se han producido diversos
daños a ella y sus hijos, los cuales se cuantifican del siguiente modo: a) lucro cesante, en
la suma de tres millones doscientos nueve mil novecientos cincuenta y seis con 00/100
nuevos soles (S/. 3’209,956.00), por los ingresos económicos que su esposo hubiera
percibido hasta la edad de jubilación obligatorio setenta años), como producto del trabajo
subordinado que realizaba para Labin Perú Sociedad Anónima Cerrada y Canal N; b) daño
moral, en la suma de trescientos mil con 00/100 nuevos soles (S/. 300,000.00), por el
sufrimiento afectivo que la pérdida de su esposo ha provocado en ella y sus hijos; c) daño
a la persona, en la suma de trescientos mil con 00/100 nuevos soles (S/. 300,000.00), por
todos los daños ocasionados por la pérdida de su esposo y padre de sus hijos; y d) daño
al proyecto de vida, en la suma de trescientos mil con 00/100 nuevos soles (S/.
300,000.00), debido a que el accidente de tránsito acabó con la vida de su esposo, quien
era un padre ejemplar y buen trabajador, con metas, sueños y aspiraciones no solo
profesionales sino también familiares y para con sus hijos.

2. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Por sentencia de fecha seis de agosto de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos
cinco, el Primer Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad ha declarado
fundada en parte la demanda, ordenando a los emplazados pagar a la suma de doscientos
cincuenta mil con 00/100 nuevos soles (S/. 250,000.00), por concepto de daño moral, con
intereses legales. Para ello, señala que en los autos ha quedado acreditado que la
responsabilidad civil por los daños producidos como consecuencia del fallecimiento del
señor Miguel Ángel Loyola Chumbiauca son atribuibles a las dos personas emplazadas en
este proceso: A Julio Diógenes Delgado Chávez, debido a que el Informe Técnico N° 064-
09-DIVTRAN/DEPIAT-PNP-CH ha establecido que el factor «determinante para la
producción del accidente de tránsito fue su conducta negligente, al haber tomado una vía
accidentada con presencia de curvas y pendientes, imprimiendo una velocidad superior a
la razonable; y a Móvil Tours Sociedad Anónima, por ser la empresa prestadora del
servicio de transporte.»

No obstante, a pesar de haber acreditado la responsabilidad que corresponde a los


emplazados por el fallecimiento de su esposo, la actora no ha logrado sustentar
debidamente la totalidad de daños cuyo resarcimiento exige: ¡) en cuanto al lucro cesante,
aun cuando ha probado que él percibía ingresos ascendentes a cuatro mil cuatrocientos
setenta y dos con 53/100 nuevos soles (S/. 4,472.53), por los servicios subordinados que
prestaba a las empresas Labin Perú Sociedad Anónima Cerrada y Noticias e
Informaciones Sociedad Anónima Cerrada, no ha acreditado fehacientemente que estos
ingresos seguirían produciéndose hasta que cumpliera los setenta años; ¡¡) en cuanto al
daño moral, éste debe ser fijado en la suma de doscientos cincuenta mil con 00/100
nuevos soles (S/. 250,000.00), teniendo en cuenta la magnitud del dolor que se ha
generado en la actora la muerte de su esposo y en sus hijos la pérdida de la protección
paterna; sobre todo si el fallecido era el único sostén del hogar; ¡¡¡) en cuanto al daño a la
persona, no es posible que exija un monto indemnizatorio independiente del requerido por
concepto de daño moral, dado que éste último es parte de aquel; y c) en cuanto al daño al
proyecto del vida, tampoco es posible que exija un monto indemnizatorio independiente,
dado que, aun cuando la actora ha sufrido un profundo dolor emocional, ello no
menoscaba la libertad que posee para alcanzar sus logros personales.

3. RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA


Esta decisión ha sido confirmada por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, mediante resolución de vista de fecha dieciséis de abril de dos mil quince,
obrante a fojas quinientos ochenta y cinco; expresando para ello los mismos argumentos
que, en esencia, han sustentado la decisión del aguo. Además, ha precisado que para el
resarcimiento del lucro cesante no casta con acreditar su existencia en términos
genéricos o meramente posibles, sino que es necesario probar fehacientemente su
entidad y alcances, y esta exigencia no ha sido cumplida en este caso, pues aunque la
demandante ha probado que, al momento del accidente, su fallecido esposo percibía
ingresos mensuales por el trabajo que realizaba como ingeniero electrónico en las
empresas Labin Perú Sociedad Anónima Cerrada y Noticias e Informaciones Sociedad
Anónima Cerrada, no ha demostrado que en ambos centros laborales haya existido «la
certeza de que se iba a mantener laborando hasta la edad cronológica los setenta años».

III. RECURSO DE CASACIÓN.-

Contra la mencionada sentencia de vista, la actora ha interpuesto el presente recurso de


casación, que ha sido declarado procedente por esta Suprema Sala, a través del auto
calificatorio de fecha veintinueve de octubre de dos mil quince, en base a las siguientes
causales:

a. Infracción normativa del artículo 50 del Código Procesal Civil. Sostiene que la Sala
Superior incurre en arbitrariedad en la recurrida, al solicitar a los demandantes acreditar el
lucro cesante con documentación futura, la cual se extiende hasta el año dos mil cuarenta
y siete, criterio o motivación totalmente irracional basada en la exposición de causas
ilógicas. No se tuvo en cuenta la obligación constitucional de razonar correctamente y no
vulnerar las reglas que rigen el pensar. Pues resulta un imperativo constitucional que los
justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones.
b. Infracción normativa del artículo 1985 del Código Civil. Alega que la Sala Superior ha
incurrido en errónea interpretación del citado artículo, respecto al lucro cesante, al
considerar que lo solicitado es hipotético y exige probanza de la presunción que conlleva
intrínsecamente dicho daño, el cual tiene que ser acreditado con medio probatorio futuro,
deviniendo en imposible jurídicamente .

IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE.–

La materia jurídica en discusión se centra en determinar, por un lado, si la argumentación


expresada en la sentencia de vista para desestimar el extremo de la demanda por el cual
se pretende una indemnización por lucro cesante cumple con el estándar de motivación
que requiere la observancia del debido proceso y, por otro, analizar si el criterio adoptado
por la Sala Superior en este asunto – desestimación del lucro cesante— se encuentra
acorde a los alcances de la regla e reparación integral del daño, prevista en el artículo
1985 del Código Civil.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA.-

1. Según se ha expuesto precedentemente, el recurso de casación objeto de


pronunciamiento ha sido declarado procedente tanto en razón a una infracción normativa
de carácter in procedendo como a otra de carácter in iudicando. En ese sentido, dada la
naturaleza y efectos del error in procedendo, este Colegiado emitirá pronunciamiento, en
primer término, sobre esta denuncia, pues resulta evidente que de ser estimada, carecería
de objeto pronunciarse sobre la causal restante, al encontrarse perjudicada la validez de
los actos procesales.

A. Denuncia de carácter procesal

2. El artículo 139 numeral 3 de nuestra Constitución Política consagra como principio


rector de la función jurisdiccional, dentro de nuestro ordenamiento jurídico, ¡a observancia
del debido proceso; el cual, conforme a la interpretación que reiteradamente ha sostenido
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, exige fundamentalmente que todo
proceso o procedimiento sea desarrollado de tal forma que su tramitación garantice a las
personas involucradas en él las condiciones necesarias para defender adecuadamente y
dentro de un plazo razonable los derechos u obligaciones sujetos a consideración.

3. Uno de los principales componentes del derecho al debido proceso se encuentra


constituido por el denominado derecho a Ja motivación, consagrado por el artículo 139
numeral 5 de la Carta Política, por el cual se garantiza a las partes involucradas en la
controversia el acceso a una respuesta del juzgador que se encuentre adecuadamente
sustentada en argumentos que justifiquen lógica y razonablemente, en base a los hechos
acreditados en el proceso y al derecho aplicable al caso, la decisión adoptada, y que,
además, resulten congruentes con las pretensiones y alegaciones esgrimidas por aquellas
dentro de la controversia.

4. Este derecho no solo tiene relevancia en el ámbito del interés particular correspondiente
a las partes involucradas en la litis, sino que también juega un papel esencial en la
idoneidad del sistema de justicia en su conjunto, pues no debe olvidarse que una
razonable motivación de las resoluciones constituye unade las garantías del proceso
judicial, directamente vinculada con la vigilancia pública de la función jurisdiccional, por la
cual se hace posible conocer y controlar las razones por las cuales el juez ha decidido una
controversia en un sentido determinado; implicando, en ese sentido, un elemento
limitativo de los supuestos de arbitrariedad. Razón por la cual, su vigencia específica en
los distintos tipos de procesos ha sido desarrollada por diversas normas de carácter legal,
como el artículo 50 numeral 6 del Código Procesal Civil, que impone al juez el deber de
fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad.

5. Ahora bien, a fin de determinar si un pronunciamiento específico ha cumplido con el


deber de motivación, en los términos antes reseñados, conviene recordar que, según lo ha
sostenido esta Suprema Corte,

el cumplimiento de este deber no se satisface con la sola expresión escrita de las razones
internas o psicológicas que han inclinado al juzgador a decidir la controversia de un modo
determinado, sin importar cuáles sean éstas; sino que, por el contrario, exige
necesariamente la existencia de una exposición clara y coherente en la sentencia que no
solo explique, sino que justifique lógicamente la decisión adoptada, en base a las pruebas
y demás hechos acontecidos en el proceso, y en atención a las normas jurídicas
aplicables al caso[1].

6. En este contexto, tanto la doctrina como la práctica jurisdiccional han desarrollado


diversas clasificaciones para hacer referencia a los distintos modos en que los
parámetros de la debida motivación a los cuales se ha hecho referencia precedentemente
pueden verse afectados -viciados— en una resolución judicial. Entre ellas, se encuentra
comprendida la denominada motivación aparente de la sentencia, la cual se presenta en
aquellos casos en los que si bien la resolución judicial contiene una exposición
argumentativa que da la impresión (tiene el aspecto) de constituir una justificación
razonada de lo decidido, en realidad se encuentra compuesta por razones que al ser
adecuadamente evaluadas resultan inapropiadas para arribar a la conclusión adoptada
por el juzgador, por ser artificiales o impropias para el caso concreto.

7. En el presente caso, al dar lectura a la sentencia de vista objeto de impugnación, puede


advertirse que, para desestimar el extremo de la demanda referido al lucro cesante, la Sala
Superior ha expresado las siguientes consideraciones (considerandos sétimo a décimo
del voto del magistrado Mariano Salazar, que alcanzó mayoría):

3. La demandante señala que, al momento del accidente, su esposo percibía


ingresos anuales por la suma de ochenta y cuatro mil cuatrocientos setenta y
dos con 53/100 nuevos soles (S/. 84,472.53), como producto de los servicios
subordinados que prestaba para las empresas Noticias e Informaciones
Sociedad Anónima Cerrada y Labin Perú Sociedad Anónima Cerrada, y que,
debido al fallecimiento de su esposo, estos ingresos ya no serán percibidos por
su familia; razón por la cual debe ordenarse el pago de una indemnización por
concepto de lucro cesante ascendente a la suma de tres millones doscientos
nueve mil novecientos cincuenta y seis con 00/100 (S/. 3’209,956.00), en razón
a los ingresos que su esposo hubiera acumulado en caso de seguir trabajando
hasta cumplir la edad de jubilación obligatoria, esto es, los setenta años.
4. Las reclamaciones por lucro cesante calculadas sobre la base de ganancias o
ingresos dejados de percibir por una persona implican siempre la prueba de
una realidad que todavía no se ha producido; por lo que, no pueden ser
sustentadas sobre la base de esperanzas vagas o inciertas.
5. Dado que el lucro cesante no puede ser sustentado sobre la base de simples
posibilidades o conceptos imaginarios, es necesario que quien pretenda su
resarcimiento demuestre fehacientemente la probabilidad de las ganancias
dejadas de percibir. Esta probabilidad debe fundamentarse en parámetros
puramente objetivos, pues lo contrario «representaría la imposibilidad de
concebir a las ganancias dejadas de percibir como probables, pasando a
calificarse, en «sueños de fortuna» o en meras expectativas carentes de
fundamento y no sujetas a ningún tipo de resarcimiento» (sic.).
6. En este caso, la demandante ha acreditado los ingresos que su cónyuge
fallecido percibía en las dos empresas en las que se desempeñaba como
ingeniero electrónico, pero no ha demostrado que «en ambos centros laborales
haya existido la certeza de que se iba a mantener laborando hasta la edad
cronológica de los setenta años, a decir de la misma, para la jubilación
obligatoria y automática».
7. En vista a la circunstancia, puede concluirse que la demandante no ha probado
la cuantía de las ganancias frustradas cuyo resarcimiento pretende.

8. En virtud a lo expuesto precedentemente, se observa que el extremo de la demanda por


el cual se exige una indemnización por lucro cesante ha sido desestimado por la Sala
Superior por considerar que la parte actora no ha probado adecuadamente la cuantía
exacta del lucro cesante; y ello debido a que, aun cuando ha acreditado los ingresos que
su esposo percibía al momento del accidente, no ha presentado ninguna prueba que
acredite fehacientemente que él hubiera continuado trabajado para las mismas
empresas que en ese momento lo empleaban hasta llegar a la edad de setenta
años (jubilación obligatoria). Específicamente, la Sala Superior ha sostenido que

(..) no ha demostrado que en ambos centros laborales haya existido la certeza de que se
iba a mantener laborando hasta la edad cronológica de los setenta años» pues, en su
opinión, «(…) pudieron haberse generado diversas circunstancias que hubiesen conllevado
al rompimiento del vínculo laboral con las mismas.
9. No obstante, en relación a esta argumentación, es necesario tener en cuenta que, al
estar referida a la pérdida del sostenimiento familiar que el fallecido proveía y hubiera
seguido proveyendo a favor de los integrantes de la parte actora, es evidente que
la cuantificación exacta del lucro cesante exigido en la demanda nunca podrá ser fijada
en términos de certeza, pues su determinación se encuentra sujeta a variables futuras
cuya producción es incierta. En efecto, al tratar de determinar a cuánto ascienden los
beneficios económicos que la demandante y sus hijos dejarán de recibir a causa del
fallecimiento del señor Miguel Ángel Loyola Chumbiauca, siempre existirá un grado de
incertidumbre que no podrá ser superado por el juez, pues aun cuando ha sido posible
identificar a cuánto ascendían los ingresos mensuales que aquel obtenía como producto
de su trabajo subordinado en el momento del accidente, todavía pueden plantearse dudas
respecto a qué parte de estos ingresos habría beneficiado realmente a la actora y sus
hijos, por cuánto tiempo su esposo habría mantenido estos mismos ingresos, por cuánto
tiempo se habrían seguido beneficiado los hijos de estos ingresos, por cuánto tiempo
habría mantenido su el esposo su aptitud para el trabajo, etcétera.

10. Empero, estas circunstancias -que no son atribuibles a la conducta procesal de la


parte actora, sino a las particulares propias que involucra el caso- no pueden ser
empleadas por el órgano jurisdiccional como medio para fundamentar un criterio que
termine por negar a la víctima el acceso a una reparación integral del daño sufrido, pues
ello restringe injustificadamente el derecho de la víctima a una reparación adecuada e
integral de los daños sufridos (el principio fundamental que rige la cuantificación de la
indemnización la responsabilidad civil se encuentra referido justamente a la reparación
integral del daño, recogido por el artículo 1985 del Código Civil).

No debe perderse de vista que, a diferencia del daño emergente, que es conceptuado
como la pérdida patrimonial efectivamente sufrida por la víctima [2] (v. g., las averías
causadas a un vehículo, en los casos de accidentes de tránsito), el lucro cesante es la
renta o ganancia frustrada o dejada de percibir [3] o, como lo ha entendido esta Suprema
Corte, «aquello que la víctima deja de percibir por del daño en determinado bien es decir
que por efectos del daño no ha ingresado cierto bien a su patrimonio» [4]; y, en
consecuencia, al encontrarse propuesto en términos de aquello «dejado de percibir», este
último a veces podrá establecerse en término de certeza (v. g., cuando la percepción de la
ganancia solo depende de la producción de un evento futuro cierto -plazo-), pero otras se
encontrará ligado a la incertidumbre que usualmente acompaña a los eventos futuros
(v.g., las rentas que pudieran recibirse del arrendamiento de un inmueble o la cosecha que
pudieran obtenerse de un predio dedicado a la actividad agrícola). Por esta causa, se ha
sostenido que la diferencia más trascendental entre daño emergente y lucro cesante «(…)
está en la mayor dificultad de prueba inherente a éste último, con el resultado de que esta
figura se presta más fácilmente par ser sometida a una apreciación equitativa» [5].

11. No obstante, esta circunstancia no impide que el órgano jurisdiccional pueda aplicar al
caso criterios que, sobre la base de la equidad y las reglas de la experiencia, permitan
arribar a una determinación razonada del lucro cesante cuando, a pesar de haberse
probado su existencia, existan circunstancias que razonablemente impidan al
demandante acreditar con exactitud la cuantía a la que ésta asciende (no por causa de
negligencia o insuficiencia probatoria, debe precisarse). Estos criterios deben tomar como
punto de partida el modo en que la ahora demandante, Fanny Dilcia Sáenz Almeyda, y su
fallecido esposo habían distribuido los roles dentro de su familia (pues se ha evidenciado
que mientras ella se mantenía a cargo del cuidado del hogar, éste procuraba el sustento
económico para toda la familia) y deberían, además, dirigirse a determinar, mínimamente,
i) qué parte de los ingresos del fallecido hubieran sido destinados efectivamente para el
mantenimiento de los integrantes de la parte actora, ii) cuál es el periodo por el que es
presumible que cada uno de ellos lo hubieran percibido, iii) si existe algún beneficio
económico que los demandantes hayan recibido como consecuencia -directa o indirecta-
del evento dañoso, etcétera. Empero, una decisión que se limite únicamente a obviar
cualquier criterio para reconstruir hipotéticamente el lucro frustrado, incumplirá
necesariamente con las exigencias de justificación razonada que impone el deber de
motivación, en los términos descritos en esta resolución.

12. Y esto es justamente lo que ha sucedido en esta ocasión, pues las instancias de
mérito han adoptado como criterio para la solución de la controversia una regla probatoria
que resulta irrazonable, por ser de imposible cumplimiento para la actora, al exigirle
acreditar en el proceso que el fallecido hubiera seguido trabajando para los mismos
empleadores hasta la edad de setenta años o, peor aún, que en el futuro no se
presentarían circunstancias que provocaran la ruptura de sus relaciones laborales. Cabría
preguntarse en este punto qué medios probatorios podría emplear un sujeto para probar al
juez que vivirá hasta tal o cual fecha, que podrá trabajar hasta una edad determinada o
que continuará laborando en el mismo lugar y ganando la misma cantidad.

13. En este orden de ideas, se evidencia que aun cuando los argumentos expuestos en la
sentencia de vista objeto de impugnación tienen apariencia de constituir una
fundamentación razonada de lo decidido, en realidad resultan inapropiados para justificar
la decisión adoptada en ella por la Sala Superior, pues omiten valorar adecuadamente los
alcances del lucro cesante sufrido por la parte demandante a causa del evento dañoso. Y,
siendo ello así, se evidencia que el pronunciamiento analizado afecta el derecho
fundamental al debido proceso, en su vertiente de derecho a la motivación; razón por la
cual corresponde declarar fundada la causal de infracción normativa del artículo 50
numeral 6 del Código Procesal Civil.

B. Denuncia de carácter material

14. Al haberse determinado en los párrafos precedentes que la sentencia de vista objeto
de impugnación ha incurrido en una vulneración al debido proceso, carece de objeto emitir
mayor pronunciamiento en cuanto a la denuncia casatoria de carácter material, en vista a
los efectos previstos en el numeral 1 del artículo 396 del Código Procesal Civil.

VI. DECISIÓN:

En base a las consideraciones expuestas, esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado


en el artículo 396 del Código Procesal Civil:

 Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la


demandante Fanny Dilcia Sáenz Almeyda, de fecha doce de agosto de dos mil
quince, obrante a fojas seiscientos sesenta y siete; en consecuencia, NULA la
sentencia de vista de fecha dieciséis de abril de dos mil quince, obrante a fojas
quinientos ochenta y cinco.
 ORDENARON a la Sala Superior emita nueva resolución de vista conforme a los
lineamientos previstos en la presente resolución.
 DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial «El
Peruano», bajo responsabilidad y los devolvieron; en los seguidos contra Móvil
Tours Sociedad Anónima y otro, sobre indemnización. Intervino como ponente
la señora Juez Supremo Rodríguez Chávez.-

CASACION N° 08

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

CASACIÓN NRO. 4302-2015, LIMA

REMOCIÓN DE ALBACEA

Lima, tres de mayo de dos mil dieciséis


Vista la causa número 4302-2015, en audiencia pública de la fecha y producida la votación
correspondiente, conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, emite la siguiente
resolución:

I. MATERIA DEL RECURSO:

Que se trata del recurso de casación interpuesto por la demandante Betty Alexander


Dávila a fojas doscientos cincuenta y tres, contra el auto de segunda instancia de fecha
tres de junio de dos mil quince, de fojas doscientos treinta y siete, que confirma el auto
apelado de fecha diez de noviembre de dos mil catorce, de fojas doscientos siete, que
declara fundada la excepción de cosa juzgada deducida por la demandada Dalila Esther
Sturmer Ortega; en consecuencia, declara nulo todo lo actuado y por concluido el proceso.

II. ANTECEDENTES:

Para analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la infracción normativa
denunciada, prima facie, es necesario realizar las siguientes precisiones:

1. DEMANDA

Por escrito de fojas sesenta y seis, Betty Alexander Dávila interpone demanda de


remoción de albacea contra Dalila Esther Stumar, a fin que se proceda a la remoción del
cargo de albacea testamentaria de Constantin Sturmer Popescu a favor de la demandada;
como pretensión accesoria se nombre a la demandante como albacea. Funda su
pretensión en lo siguiente: 1) Que mediante escritura pública testamentaria de fecha
catorce de febrero de mil novecientos noventa y cuatro de Constantin Sturmer Popescu
(fallecido el dos de febrero de mil novecientos noventa y siete), se constituyó como
herederos a su cónyuge supérstite Blanca Luz Dávila viuda de Sturmer (falleció el treinta
de julio de dos mil doce) y a su hija Dalila Esther Sturmer Ortega, a esta última a su vez
nombró como su albacea; y, 2) Que la albacea hasta la fecha no ha cumplido con los
plazos de ley ( dos años) para ejecutar el testamento ni con la voluntad del testador, pues
no ha realizado los inventarios de los bienes que conforman la masa hereditaria, como se
evidencia del proceso de inventario de bienes que se encuentra archivado mediante
resolución de siete de agosto de dos mil trece, infringiéndose con ello lo dispuesto en el
artículo 787 incisos 1, 3 y 5 y el artículo 796 del Código Civil.

2. EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA

Mediante escrito de fojas ciento cuatro, la demandada Dalila Esther Sturmer Ortega,


formula excepción de cosa juzgada, afirmando que ante el 35° Juzgado Civil de Lima,
Expediente N° 21712-1 998 la parte demandante a través de su causante, Blanca Luz
Dávila Recio le siguió el mismo proceso de remoción de albacea, por no iniciar el
inventario; proceso con sentencia firme que declaró infundada dicha pretensión.

3. AUTO DE PRIMERA INSTANCIA

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante auto de fojas doscientos siete, su


fecha diez de noviembre de dos mil catorce, declara fundada la excepción de cosa
juzgada deducida por la demandada Dalila Esther Sturmer Ortega; en consecuencia,
declara nulo todo lo actuado y por concluido el proceso, al considerar que: 1) Revisada la
presente demanda se advierte que ha sido incoada por Betty Alexander Dávila Martínez,
quien tiene la calidad de heredera legítima de su madre la causante Blanca Luz Dávila
Recio viuda de Sturmer contra Dalila Esther Sturmer Ortega, sobre remoción del cargo de
albacea testamentario de Constantin Sturmer Popescu, por la inaplicación del articulo
795 y el incumplimiento de los numerales 1, 3 y 5 del artículo 787 del Código Civil;

2. Asimismo examinado el Expediente N° 21712-1998, se advierte que ha sido


interpuesto por Blanca Luz Dávila Recio viuda de Sturmer, contra Dalila Esther
Sturmer Ortega, sobre remoción del cargo de albacea testamentario, por no haber
dispuesto la facción de inventario de la masa hereditaria de Constantin Sturmer
Popescu; demanda que ha sido declarada infundada; la cual ha adquirido la
autoridad de cosa Juzgada; y,
3. De lo expuesto se colige que en el presente caso se da la triple identidad que
exige la normatividad procesal vigente, para amparar la presente excepción.

4. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN

Mediante escrito de la página doscientos quince, la demandante Betty Alexander Dávila,


interpone recurso de apelación contra el auto de primera instancia, alegando que: 1) Que,
se han infringido los principios procesales de economía procesal, de la tutela
jurisdiccional efectiva y el debido proceso, pues la naturaleza de la sentencia invocada
constituye un caso de cosa juzgada formal, y por ende puede ser revisada en otro proceso
si se comprueba que aparecen nuevos elementos que no se consideraron en el primer
proceso; 2) En el presente caso la parte demandada no ha cumplido con dedicarse a la
función de albacea testamentaria, aun a pesar de haber transcurrido más de quince años
desde que se declaró infundada la demanda de remoción de albacea; y, 3) Que la función
de albacea es transitoria, mientras duraba el proceso de distribución de la masa
hereditaria y no puede permanecer en el tiempo mucho menos tratándose de un asunto de
facción de inventario.

5. AUTO DE VISTA

La Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, expide el


auto de vista de fecha tres de junio de dos mil quince, de fojas doscientos treinta y siete,
que confirma el auto apelado que declara fundada la excepción de cosa juzgada
formulada por la demandada Dalila Esther Sturmer Ortega; en consecuencia, declara nulo
todo lo actuado y por concluido el proceso, fundamentando la decisión en que analizado
el proceso signado como expediente N° 21712-1998, se advierte que concurren los tres
elementos de identidad, esto es, las mismas partes, la misma pretensión (remoción de
albacea por no haber realizado los inventarios de los bienes de la masa hereditaria
perteneciente a Constain Summer Popescu) y el mismo interés para obrar (la demandante
es heredera de la demandante en el anterior proceso), siendo que la pretensión de la parte
actora tiene calidad de cosa juzgada.

III. RECURSO DE CASACIÓN: 

Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha trece de enero de dos mil dieciséis, de
folios diecinueve del cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación interpuesto por la demandante Betty Alexander Dávila, por la siguiente causal:

Infracción normativa de los artículos 139 numeral 9 de la Constitución Política del


Estado, 452 y 453 del Código Procesal Civil, alega que se han inaplicado los referidos
artículos, relativos al amparo de las excepción de la cosa juzgada; indica que no hay
identidad del petitorio entre los dos procesos, pues en el presente caso la pretensión de
su difunta tía Blanca Luz Dávila de Sturmer fue por no iniciar la facción de inventario y no
cursarle la carta notarial como lo establece el artículo 795 del Código Civil y así lo hizo ver
la casación número 1352-99, mientras que la presente demanda es por no culminar la
facción de inventario y por abandonar el proceso de facción de inventario, infringiendo el
artículo 787 incisos 1, 3 y 5 del acotado Código, que establece las obligaciones del
albacea como pagar exequias, hacer el inventario judicial y pagar las deudas, hechos que
no ha efectuado la demandada hasta la fecha; señala que la decisión en este tipo de
proceso determina la cosa juzgada formal, y por ende se puede revisar y hasta modificar,
si se comprueba que la parte demandada no ha cumplido con la función de albacea
testamentaria, función que es transitoria mientras dure el proceso de distribución de la
masa hereditaria.

IV. MATERIA JURIDICA EN DEBATE:


Que, la materia jurídica en debate en el presente proceso, se centra en determinar si en el
auto de vista de segunda instancia incurre en infracción normativa de la norma
denunciada, esto es, las normas referente al amparo de la excepción de cosa juzgada.

V. FUNDAMENTOS DE ESTA SUPREMA SALA:

PRIMERO.- Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el control de las


decisiones jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no las normas
que garantizan el derecho al debido proceso, tomándose en consideración que éste
supone el cumplimiento de los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio del derecho de defensa de las
partes en litigio; que en el presente caso se han tutelado.

SEGUNDO.- Que, al respecto se debe destacar previamente que, la excepción es un


instituto procesal a través del cual el emplazado ejerce su derecho de defensa
denunciando la existencia de una relación jurídico procesal inválida, por omisión o defecto
de algún presupuesto procesal o de una condición de la acción, lo que determina el
impedimento de pronunciarse sobre el fondo de la controversia; que entre tales
excepciones está la de cosa juzgada. El Tribunal Constitucional ha considerado que
mediante la garantía de la cosa juzgada se instituye el derecho de todo justiciable, en
primer lugar, a que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser
recurridas mediante nuevos medios impugnatorios, ya sea porque estos han sido
agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y, en segundo lugar, a que el
contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición no pueda ser dejado sin
efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de
los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó
(fundamentos 36 al 45 de la STC N.° 4587-2004-AA).

TERCERO.- Para la procedencia de dicha excepción, es un presupuesto que entre éste y el


caso anterior decidido judicialmente pueda acreditarse la «triple identidad» procesal: 1) de
partes; 2) de petitorio materia del proceso; y 3) de causa o motivo que fundamenta el
petitorio. Al respecto, Hurtado Reyes comenta que:
(…) de tal manera que cuando se propone la excepción de litis pendencia las partes del
nuevo proceso son las mismas del concluido (elementos subjetivo), el objeto litigioso del
anterior proceso es idéntico al actual, aquí nos referimos a la pretensión (elemento
objetivo) y la causa petendi del proceso concluido es idéntica a la del nuevo proceso,  es
decir los hechos que sustentan la pretensión (elemento fáctico). 

CUARTO.- Que bajo este contexto normativo y dogmático, se infiere que en el caso de


autos no se da la triple identidad, toda vez que la causa petendi se sustenta en hechos
nuevos, pues la demanda de mil novecientos noventa y ocho se fundamentó en el
incumplimiento de inicio de facción de inventario dentro de los noventa días que prevé el
artículo 795 del código Civil, mientras que la presente demanda de dos mil trece, se
sustenta en que hasta la fecha no se ha cumplido con terminar dicho inventario pese
haber transcurrido diecisiete años desde el fallecimiento del testador; tanto más si por
naturaleza la función del albacea es transitoria; siendo ello así, la excepción de cosa
juzgada formulada por la demandada Dalila Esther Sturmer Ortega debe ser desestimada.

QUINTO.- A mayor abundamiento, cabe precisar que la sentencia emitida en el proceso de


remoción de albacea, expediente N° 2171-98 tiene la calidad de cosa juzgada formal, pues
es pasible de ser controvertido en otro proceso dado los elementos fácticos nuevos en
que se funda su pretensión. Sobre el tema el jurista Ticona Postigo expresa:

la doctrina también se ha distinguido entre la cosa juzgada formal y cosa juzgada


material. En la primera, cosa juzgada formal, la eficacia de la sentencia es transitoria,
porque no se puede impugnar ya la sentencia dentro del proceso donde ha sido expedida,
lo que no impide cuestionar lo resuelto en otro proceso ulterior; por tanto la sentencia
adquiere carácter de inimpugnable (además de coercitivo), pero todavía carece de calidad
de inmutable (puede volverse a discutir lo resuelto en otro proceso posterior) [1].

En el caso de autos como se ha señalado en el considerando precedente, la presente


demanda sustenta su pretensión en hechos nuevos, referente a que el albacea ha
incumplido con sus obligaciones, entre ellas, el inventario judicial de los bienes que
constituyen la masa hereditaria, para lo cual ofrece como medios probatorio la resolución
de fecha siete de agosto de dos mil trece mediante la cual dispone el archivamiento del
proceso de inventario; por ende no resulta amparable la excepción formulada por el
demandada.

VI. DECISIÓN

A) Por estos fundamentos, de conformidad con el artículo 396 del Código Procesal Civil:
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la demandante Betty
Alexander Dávila a fojas doscientos cincuenta y tres; en consecuencia CASARON el auto
de vista de fecha tres de junio de dos mil quince, de fojas doscientos treinta y siete.

B) Actuando en sede de instancia REVOCARON el auto apelado de fecha diez de


noviembre de dos mil catorce, de fojas doscientos siete, que declara fundada la excepción
de cosa juzgada deducida por la demandada Dalila Esther Sturmer Ortega; reformándola,
la declararon INFUNDADA debiendo continuar el proceso según su estado.

C) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial «El Peruano”,


bajo responsabilidad; en los seguidos por Betty Alexander Dávila con Dalila Esther Sturmer
Ortega, sobre remoción de albacea; y los devolvieron. Interviene como ponente el Juez
Supremo señor De la Barra Barrera. Por vacaciones de la señora jueza suprema del Carpio
Rodríguez, integra esta Sala Suprema el señor Juez Supremo Yaya Zumaeta.

SS.
TELLO GILARDI
RODRÍGUEZ CHÁVEZ

CASACION N° 09 PARA LA EXPOSICION


CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA CIVIL TRANSITORIA
CASACIÓN 3870-2015
LIMA
REIVINDICACIÓN

1
SUMILLA:
“En el proceso de reivindicación, cuando las partes
alegan tener derecho de la propiedad se presenta entonces un
claro conflicto entre invocados derechos reales sobre un bien
inmueble, es pertinente establecer el derecho que se opone al
otro ”.

Lima, veintiuno de septiembre


de dos mil dieciséis.-

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA; vista la causa número tres mil ochocientos setenta – dos
mil
quince en audiencia pública de la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, procede a emitir la siguiente sentencia:
I.- ASUNTO:

Se trata del Recurso de Casación corriente de fojas doscientos catorce a


doscientos veinte, interpuesto por W.M..A..Q. contra la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número diecisiete de fecha dieciocho de agosto de
dos mil quince, obrante de fojas ciento cincuenta y seis a ciento sesenta y uno,
que confirmó la sentencia apelada de primera instancia contenida en la
resolución número diez de fecha veinticinco de abril de dos mil catorce,
corriente de fojas ciento once a ciento catorce, que declaró que el demandante
tiene mejor derecho de propiedad respecto del alegado por el demandado y
ordena a William M..A..Q. reivindique el inmueble ubicado en el Jirón
Sandia número 443, departamento número 06, Distrito del Cercado de Lima, a
favor del accionante.

II.- ANTECEDENTES DEL PROCESO:

2.1.- Demanda:
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Secretario De Sala - Suprema:C..
P.A.E. (FAU20159981216)
Fecha: 17/05/2017 07:52:45,R.:
RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL -
CERTIFICACIÓN DEL CONTENIDO
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE CORTE SUPREMA -
Sistema de Notificaciones Electrónicas SINOE
El veintiuno de octubre de dos mil once, según escrito corriente de fojas
quince a veinte, D.A..S.N. interpone demanda de Reivindicación en la vía del
proceso abreviado contra W.M.A..Q., solicitando como pretensión principal
la reivindicación del inmueble de su propiedad ubicado en el Jirón Sandia
número 443, interior número 6, Cercado de Lima, al haber adquirido dicha
propiedad de su anterior propietaria F..C..O. viuda de Mendoza, ya que el
demandado lo viene ocupando sin tener título alguno que justifique su
posesión, y como pretensión accesoria la restitución del precitado bien. Como
fundamentos de hecho el accionante señala lo siguiente:
1) La transferencia indicada se realizó mediante Escritura Pública de fecha
diez de noviembre de dos mil diez, cuyo precio por el bien fue cancelado en
su totalidad;
2) Mediante Carta Notarial de fecha diez de diciembre de dos mil diez
solicitó al demandado se sirva proceder a la desocupación total del
inmueble de su propiedad, por ser de imperiosa necesidad del recurrente
proceder a ocuparlo y residir en el mismo, ya que ese fue el motivo principal
de la adquisición, sin que la misma haya sido aceptada, por lo que recurrió al
Centro de Conciliación Extrajudicial a fin de tratar el tema de la desocupación
del inmueble, persistiendo el demandado en no tener ninguna actitud ni
propósito de transigir el problema, ni mucho menos de entregar el inmueble a
su legítimo propietario; y 3) Por ello se ve obligado a interponer la demanda,
al amparo de lo dispuesto por los Artículos 923º y 927º del Código Civil.

2.2.- Contestación a la demanda por parte del demandado W.M...A.Q.:

El dos de diciembre de dos mil once, según escrito corriente de fojas cuarenta
y seis a cincuenta y tres, el precitado demandado solicita que la demanda se
declare improcedente y/o infundada, alegando que: 1) El actor demandó antes
del Desalojo por Ocupación Precaria -expediente número 3531-2011-, que fue
declarado infundado, en el que se establece que los hechos deben ser
analizados en un proceso sobre Mejor Derecho de Propiedad, debido a que las
partes alegan tener título de propiedad; y, 2) Asimismo se estableció que el
demandado fue ahijado del anterior propietario A..M.C.toy y que su padre
tuvo una posesión de más de treinta años antes de haber comprado el inmueble
el veinticinco de febrero de mil novecientos ochenta y seis, según Contrato de
Compraventa, por lo que corresponde a la Sucesión realizar la transferencia
del inmueble.

2.3.- Sentencia de Primera Instancia:

Tramitada la causa acorde con su naturaleza, el J. de primera instancia


mediante sentencia contenida en la resolución número diez de fecha
veinticinco de abril de dos mil catorce, corriente de fojas ciento once a ciento
catorce, declaró que el demandante D..A..S..N. tiene mejor derecho de
propiedad respecto al demandado W.M.A.Q. y en consecuencia que éste debe
reivindicar a favor de aquel el inmueble sujeto a materia. Considera lo
siguiente: 1) El derecho de propiedad que se arroga el actor D.A..S..N., bajo
cuyo título pretende la reivindicación y desalojo, ubicado en Jirón Sandia
número 443, interior número 6, Cercado de Lima, el cual se halla bajo la
posesión del demandado William M.A.Q., se encuentra fehacientemente
acreditado con la Partida número 49027535 del Registro de la Propiedad
Inmueble; 2) El accionado exhibe un documento denominado compraventa,
el que no ha sido objeto de cuestión probatoria, de cuyo texto se desprende
que el primigenio propietario A.M..C. vende el inmueble antes mencionado a
favor del ahora demandado W.M.A.Q., con fecha veinticinco de febrero de
mil novecientos ochenta y seis; sin embargo, de la Partida Electrónica antes
citada se advierte que el demandante adquirió el dominio del inmueble sub
materia de su anterior propietaria F.C.O. viuda de Mendoza, quien a su vez lo
adquirió a título sucesorio deA.M.C.; y, 3) Es evidente que al actor le asiste el
mejor derecho de propiedad sobre el inmueble objeto de esta litis, por lo que
la demanda incoada debe ampararse, procediendo también el desalojo
correspondiente.
2.4.- Recurso de Apelación:

El cinco de junio de dos mil catorce el demandado W.M.A.


Q. ejercita su derecho impugnatorio contra la precitada sentencia, según
Recurso corriente a fojas ciento veinticinco y ciento veintiséis,
expresando los siguientes agravios:
i) La pretensión de reivindicación incurre en la causal de improcedencia, pues
es jurídica o físicamente imposible; y, ii) El acto jurídico celebrado el
veinticinco de febrero de mil novecientos ochenta y seis por el vendedor A.
Mendoza C. se ha realizado válidamente y ha sido ratificado mediante la
resolución número nueve de fecha treinta y uno de agosto de dos mil once,
expedida por el Vigésimo Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que tiene el carácter de firme al no haber
sido impugnada por el demandante, por lo que la controversia tiene el carácter
de cosa juzgada.

2.5.- Sentencia de Vista:

La Sala Superior mediante resolución número diecisiete de fecha dieciocho de


agosto de dos mil quince, obrante de fojas ciento cincuenta y seis a ciento
sesenta y uno, confirma la sentencia recurrida que declaró fundada la
demanda. Considera que: 1) Conforme a reiterada jurisprudencia emitida por
la corte superior.

5Corte Suprema de Justicia de la República


1 y al Acuerdo
2 adoptado por el Pleno Jurisdiccional Nacional Civil del año dos mil ocho, en
el proceso de Reivindicación es posible analizar el mejor derecho de
propiedad que le asiste a las partes, a fin de resolver la controversia mediante
un pronunciamiento de fondo, cuando la demandada del proceso de
reivindicación opone al demandante un derecho real de propiedad sobre el
mismo bien de la demanda, en observancia a los principios de economía y
celeridad procesal regulados en el Artículo V del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, con lo que se desestima el agravio referente a que la
demanda debe ser declarada improcedente porque es jurídicamente
imposible que se pueda desalojar en el proceso de Reivindicación a quien
también tiene la calidad de propietario; 2) Respecto al agravio vinculado con
la existencia de la cosa juzgada a la que alude el apelante, en principio se
advierte que el demandado no formuló una excepción en la etapa postulatoria,
por lo que aquel es un argumento de defensa extemporáneo que no fue
alegado en su oportunidad. Asimismo, se tiene en cuenta que el expediente
número 03531-2011 tramitado ante el Vigésimo Segundo Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima se refiere a
una pretensión sobre Desalojo por Ocupación Precaria, que es una distinta a la
pretensión reivindicatoria, por lo que no puede existir la cosa juzgada, tanto
más si en aquel proceso se dejó a salvo el derecho del actor y se le exoneró del
pago de las costos y costas del proceso, por tener motivos atendibles para
haber demandado; 3) En el caso de autos corresponde tener en cuenta que el
título de propiedad del actor fue inscrito y publicitado por los Registros
Públicos desde el siete de mayo de dos mil diez,

1. Por ejemplo, la Casación Nº 729-2006-Lima del 18 de julio de 2006;


Casación N° 1803-2004-Loreto del 25 de agosto de 2005 y Casación Nº 1240-
2004-Tacna del 01 de septiembre de 2005.
2.“En un proceso de reivindicación, el J. puede analizar y evaluar el título del
demandante y el invocado por el demandado para definir la reivindicación”.
demandado recién adquiere fecha cierta con la legalización notarial del
documento, ocurrida el nueve de mayo de dos mil once, teniendo entonces una
fecha cierta posterior al título del demandante; 4) El demandante logró
inscribir su título de propiedad, obteniendo la protección que otorga el
Registro, en
virtud a los Principios de Buena Fe Registral y de Prioridad Registral; y, 5) El
demandado no ha aportado medio probatorio que permita inferir que el actor
tuvo conocimiento antelado de la inexactitud registral, referida a que él era su
propietario, es decir que el demandante haya adquirido el bien de mala fe.

III.- RECURSO DE CASACIÓN:

Esta Sala Suprema mediante la resolución del once de diciembre de dos mil
quince, corriente de fojas veintiocho a treinta del Cuaderno de Casación,
declaró la procedencia del Recurso por las causales de Infracción Normativa
Procesal de los Artículos I y V del Título Preliminar del Código Procesal Civil
y 139° incisos 3), 5), 14) y 200° de la Const itución Política del Perú, así como
por Infracción Normativa Material del Artículo 219° inciso 8) del Código
Civil. Respecto a la denuncia procesal se alegó que se afecta los derechos que
le corresponden toda vez que se confirma la apelada sin advertir que la misma
adolece de nulidad, pues no se corrigió el error que se viene suscitando desde
la sentencia de primera instancia, al ampararse la demanda sin observar que
el actor debió hacer valer su derecho en la vía
correspondiente y acorde a ley, situación que no sólo le genera malestar sino
también indefensión, por cuanto se aplica una norma de mejor derecho de
propiedad a un proceso de reivindicación. En relación a la denuncia material
se precisó que se vulnera su derecho por cuanto se confirma la apelada sin
tener en cuenta que el J. de la causa inaplica lo dispuesto por el Artículo 219°
inciso 8) del Código Civil, sin advertir que el acto materia de cuestionamiento
celebrado entre el demandante con la esposa de quien le transfirió el bien.
CASACION N° 10
CASACION N° 11

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

SENTENCIA

CASACIÓN N° 3674-2017

AREQUIPA

Cancelación de inscripción registral

La norma (Ley 26639) en la cual sustenta su derecho

el demandante solo se aplica para actos inscribibles

que restringen facultades al titular del derecho

inscrito, situación que no ocurre en el presente caso,

pues la inscripción derivada de la sentencia materia

de caducidad expedida en un proceso de

reivindicación el cual se concedieron derechos reales

(posesión), no configurándose los supuestos que

establece la Ley 26639, toda vez que no restringe el


derecho del titular y no es pasible de renovación.

Lima, siete de agosto

de dos mil dieciocho.-

La norma (Ley 26639) en la cual sustenta su derecho

el demandante solo se aplica para actos inscribibles

que restringen facultades al titular del derecho

inscrito, situación que no ocurre en el presente caso,

pues la inscripción derivada de la sentencia materia

de caducidad expedida en un proceso de

reivindicación el cual se concedieron derechos reales

(posesión), no configurándose los supuestos que

establece la Ley 26639, toda vez que no restringe el

derecho del titular y no es pasible de renovación.:

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

DE LA REPUBLICA: vista la causa número tres mil seiscientos setenta y

cuatro – dos mil diecisiete en audiencia pública llevada a cabo en la fecha,

producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia:

I. ASUNTO

Viene a conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación de

fecha dieciocho de julio de dos mil diecisiete, interpuesto a fojas trescientos

treinta y tres, por Fortunato Quispe Colque, en representación del

Asentamiento Humano La Galaxia Zona B, contra la resolución de vista de

fecha veintiuno de junio de dos mil diecisiete, de fojas trescientos dieciocho,

que Revocó la sentencia de primera instancia de fecha seis de octubre de

dos mil dieciséis, de fojas doscientos cincuenta y siete, que declaró

Infundada la demanda; y reformándola declaró Improcedente dicha

demanda, con lo demás que contiene; en los seguidos con Beatriz Cano
viuda de Valderrama y otros, sobre cancelación de asiento registral.

II. ANTECEDENTES

2.1 Demanda

Mediante escrito de fecha treinta de octubre de dos mil catorce, obrante a

fojas ochenta, subsanada a fojas ciento treinta y tres, Fortunato Quispe

Colque, en representación del Asentamiento Humano La Galaxia Zona

B interpone demanda, la que dirige contra Juan Rodríguez, José Gálvez,

Manuel Muñoz, Antonio Zamudio, Silverio Aguilar, Cerbando Romero,

Beatriz Cano viuda de Valderrama y Rafael Vargas; siendo su pretensión

principal que se declare la caducidad de la inscripción Registral de fecha

veinte de junio de mil novecientos treinta y uno, registrada en la Partida

Registral N° 01143050; asimismo, solicita como pretensión accesoria el

cierre de la Partida N° 01143050.

Como argumentos de su demanda expone:

i. Señala que el recurrente a nombre del Asentamiento Humano

Urbanización Popular de Interés Social La Galaxia Zona B, inicia los

trámites de formalización de propiedad de la Asociación de Vivienda ante

COFOPRI, con la finalidad de poder obtener el título de propiedad de los

asociados (que suman en total setenta familias) respecto del denominado

Asentamiento Humano, ubicado en el distrito de Miraflores, Provincia y

Departamento de Arequipa, comprendido en un área de 30.924.96 m2

(treinta mil novecientos veinticuatro punto noventa y seis metros

cuadrados).

ii. Indica que dicho proceso de formalización se vio interrumpido debido a

que en el acto de inscripción de los correspondientes planos perimétricos

y de trazado y lotización, presentados por COFOPRI ante SUNARP, el


Registro de Predios observó dicha inmatriculación por cuanto detectó la

superposición del terreno ocupado por el Asentamiento Humano

Urbanización Popular de Interés Social La Galaxia Zona B con la Partida

N° 01143050, la misma que en mérito a la sentencia de fecha doce de

agosto de mil novecientos dos, dictada por el Juez de Primera Instancia

doctor Enrique Villaseñor, consignó derechos de posesión sobre un predio

sin límites precisos ni ubicación exacta a favor de Juan Rodríguez, José

Álvarez, Francisco Velarde, Manuel Muñoz, Antonio Zamudio, Silverio

Aguilar, Cerbando Romero, Beatriz Cano viuda de Valderrama y Rafael

Vargas, para la extracción y explotación de piedra granito.

Sostiene que en la partida registral N° 01143050 se registra varias

transferencias entre posesionarios a herederos y en ese sentido los

posesionarios serían: Juan Rodríguez, José Álvarez, Manuel Muñoz,

Silverio Aguilar, Rafael Vargas, Mercedes Zamudio viuda de don Domingo

Delgado, Domitila Zamudio de Málaga, Elena Zamudio Delgado y Manuel

Lázaro Zamudio Mantilla. Asimismo han gestionado la búsqueda en el

Archivo Central del Poder Judicial así como en el Archivo Regional del

expediente de Reivindicación donde se expidió la sentencia de fecha doce

de agosto de mil novecientos dos, informando ambas entidades que

varios expedientes se habrían perdido con el transcurso del tiempo.

iii. Alega que en relación a los acontecimientos mencionados, resulta

necesario señalar que en el terreno ocupado por el Asentamiento

Humano Urbanización Popular de Interés Social La Galaxia Zona B, ni en

zonas aledañas existe ninguna cantera de piedra granito, ni mucho menos

se da explotación de tal material y no hay indicio de que los beneficiarios

de los derechos de posesión inscritos en la partida N° 01143050, se

dedicaron a tal actividad, es decir que no cumplieron o se beneficiaron

con la explotación de piedra granito, ni mucho menos renovaron la

inscripción de la sentencia de posesión de fecha doce de agosto de mil


novecientos dos, sino que su representada desde hace más de diez años

está en posesión, viven allí y han consolidado sus viviendas, motivo por el

cual COFOPRI procuró su formalización la misma que se vio suspendida

cuando el Registro de predios determinó la superposición del terreno

ocupado del inmueble con la partida N° 01143050 ya que se trataría de un

derecho dictaminado judicialmente.

iv. Por otro lado se debe tener en cuenta que la sentencia inscrita en la

partida N° 01143050 perdió su efecto jurídico y los beneficiarios de la

misma ya que no explotaron ningún yacimiento de piedra granito ni otro

recurso natural, ni mucho menos renovaron la inscripción de la sentencia

que les otorgó la posesión, perdiéndola puesto que la abandonaron, y en

vista que han pasado más de ciento doce años y no se cumplió con lo

dispuesto judicialmente y mucho menos fue renovada, y que

desconociendo esos derechos su representada se encuentra en posesión

directa, pública, pacífica y de buena fe, hace más de diez años por lo que

pretenden titularse ante COFOPRI.

v. Refiere que los posesionarios del inmueble establecieron pericias del

caso determinándose así que eran del Estado y que la señora Fermina

Muñoz reclamaba como suyos supuestamente por haberlos heredado.

Medios probatorios:

- Sentencia de fecha doce de agosto de mil novecientos dos, emitida por el

juez de primera instancia, sobre juicio de reivindicación (fojas tres).

- Partida registral N° 01143050, que consigna la fe cha de anotación veinte

de junio de mil novecientos treinta y uno (fojas cuarenta y seis).

- Plano de ubicación y memoria descriptiva del bien (fojas cincuenta y tres).


- Oficio N° 3895-2013-COFOPRI/OZARE (fojas cincuenta y ocho)

- Acta de fecha uno de diciembre del dos mil (fojas sesenta)

2.2 Contestación de la demanda

Mediante resolución número doce de fecha dos de octubre de dos mil

quince, se nombra como curador procesal de los demandados al abogado

Alberto Bert Salecsi Gutiérrez, quien mediante escrito de fecha veintinueve

de diciembre de dos mil quince, obrante a fojas doscientos veintiséis,

contesta la demanda sosteniendo básicamente lo siguiente:

a. Al hecho uno, considera que es un hecho cierto ya que obran las

respectivas copias literales de la inscripción de la Asociación Popular de

Interés Social La Galaxia Zona B, emitida por la SUNARP siendo

representado por su presidente Fortunato Quispe Colque.

b. Al hecho dos, manifiesta que de la copia literal de la Partida N° 01143050

se observa la descripción de yacimientos de piedra de granito ubicado en

las alturas del Distrito de Miraflores, y donde se puede apreciar en el

Asiento C de títulos y dominio los nombres y apellidos de los

posesionarios por habérselas ministrado el señor juez de ese entonces, y

que COFOPRI informa al presidente de la Asociación La Galaxia Zona B

que los tramites han quedado suspendidos en vista de que existe una

superposición del terreno ocupado por el pueblo de Galaxia; asimismo

obra la constancia de búsqueda otorgado por el Archivo Regional de


Arequipa en la que certifica que no existe el expediente sobre

reivindicación otorgado por el señor Antonio Zamudio del año mil

novecientos dos.

c. Al hecho tres, es cierto que obran en autos recibos de agua potable y luz

con los cuales se demostraría que se encuentran en posesión y que

además se puede apreciar que hasta el día de hoy la sentencia emitida en

ese entonces no fue renovada y que la vía administrativa no es

competente para poder levantar la referida inscripción ordenada por el

Juez.

d. Al hecho cuatro, respecto a la sentencia inscrita en la partida registral N°

01143050 y los beneficiarios inscrita en los mismos, el señor Juez ha de

determinar conforme lo establece las normas de nuestro ordenamiento

jurídico, debiéndose tener en cuenta que han transcurrido ciento doce

años, y más aún nunca fue renovada la inscripción por los herederos

forzosos.

e. Al hecho cinco, es cierto que en los legajos de la SUNARP obra la

sentencia de fecha doce de agosto de mil novecientos dos, donde el juez

solo le otorga la posesión de los terrenos a favor de los demandados:

Juan Rodríguez, José Álvarez, Francisco Velarde, Manuel Muñoz, Antonio

Zamudio, Silverio Aguilar, Cerbando Romero, Beatriz Cano viuda de

Valderrama y Rafael Vargas, lo que demostraría que nunca ostentaron el

título de propietarios.

2.3 Puntos Controvertidos

Por resolución número dieciséis de fecha dieciocho de mayo de dos mil

dieciséis, obrante a fojas doscientos cuarenta, se procedió a fijar los

siguientes puntos controvertidos:

1.- Determinar si corresponde declarar la nulidad de la inscripción registral

de fecha veinte de junio de mil novecientos treinta y uno.


2.- Determinar si como consecuencia de declararse la nulidad de la

inscripción registral corresponde disponer el cierre de la partida registral

N° 01143050; los mismos que serán materia de prueba .

2.4. Sentencia de Primera Instancia

Tramitada la causa conforme al proceso de conocimiento, el Juez del

Segundo Juzgado de Familia – Módulo Básico de Justicia de Mariano Melgar

de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, mediante sentencia de fechaseis de octubre de dos


mil dieciséis, obrante a fojas doscientos cincuenta y siete, ha declarado Infundada la demanda,
sosteniendo:

Que pretender cancelar el asiento de la partida registral N° 01143050, no

puede ser amparado en razón a lo siguiente: Primero; el acto inscribible en

la citada partida registral no deriva de un derecho de crédito o relación

obligacional que haya generado la inscripción registral, tal como prevé la Ley

N° 26639, sino de una sentencia que deriva de un proceso de reivindicación,

en el que se ha discutido el mejor derecho de posesión, resultando vencedor

de dicho proceso los señores Juan Rodríguez, don José Alvares y otros con

fecha 12 de agosto del 1902, entender lo contrario, implicaría atentar contra

el derecho fundamental de toda persona a la propiedad, la que se encuentra

protegida en el apartado 16) del artículo 2 de nuestra Constitución Política

del Perú. Segundo; si bien la Ley N° 26639, prevé l a caducidad; sin

embargo, esta institución jurídica no puede ser peticionada vía acción (dada

su naturaleza), sino como medio de defensa dentro del proceso; es más solo

puede ser aplicada dentro de los parámetros del artículo 625 del Código

Procesal Civil, quiero decir, referidas a la extinción de medidas cautelares

que se encuentran inscritas en asientos registrales. Tercero; tal como

establece la mencionada Ley N° 26639, este pedido d e caducidad tiene

como efecto la cancelación de su inscripción, empero esta debe realizarse

ante una institución registral, dada la sumariedad o procedimiento formal que


implica, tal como lo establece su segundo y tercer párrafo del artículo 1 y 2

de la Ley N° 26639 .

2.5. Apelación

Mediante escrito de fecha tres de noviembre de dos mil dieciséis, obrante a

fojas doscientos setenta, Fortunato Quispe Colque, en representación del

Asentamiento Humano La Galaxia Zona B, interpone recurso de apelación

contra la sentencia de primera instancia, alegando lo siguiente:

i) Señala que la resolución solo otorgaba derechos de posesión para la

explotación de canteras más no un derecho de propiedad; indica que los

demandantes vienen ocupando actualmente esos terrenos y a fin de

regularizar su situación es que acudieron a COFOPRI pero que debido a

una observación registral es que tuvieron que acudir a la vía judicial al

ser la vía factible para levantar el derecho de posesión inscrito.

ii) Asimismo, precisa que no existe otra vía para que se declare la caducidad

de la inscripción; asimismo que al tratarse la inscripción de un derecho

de posesión que nunca fue renovado e inclusive abandonaron las

canteras y al tratarse de un derecho de posesión el mismo debía de ser

renovado; que no se interpuso una demanda de reivindicación de

propiedad por ello la sentencia otorgó la posesión; que los demandantes

vienen ocupando y poseyendo tales terrenos desde hace más diez años;

agrega que, la posesión no puede entenderse como un derecho de

propiedad y que su representada al ser quienes poseen actualmente los

terrenos debían reputarse como propietarios, que no atentan contra el

derecho de propiedad puesto que mediante la inscripción se obtuvo

derechos de posesión mas no de propiedad.


2.6 Sentencia de Vista

Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso de apelación

interpuesto por la parte demandante, la Primera Sala Civil de la Corte

Superior de Justicia de Arequipa, mediante sentencia de vista de fecha

veintiuno de junio de dos mil diecisiete, obrante a fojas trescientos dieciocho,

Revocó la sentencia apelada que declaró Infundada la demanda; y

Reformándola, la declaró Improcedente.

Siendo sus fundamentos más trascendentes los siguientes:

a) La norma en la cual sustenta su derecho la demandante (Ley N° 26639)

se aplica para actos inscribibles que restringen facultades del titular del

derecho inscrito y además son susceptibles de renovación; situación que

no ocurre en el caso de autos, pues la inscripción de la sentencia que es

materia de caducidad, se deriva de un proceso de reivindicación por el

cual se otorgaron y reconocieron derechos reales, al haberse reconocido

un derecho de posesión por el cual se reputa dueños del predio a los

titulares inscritos; por tanto atendiendo a la naturaleza propia tales

derechos reconocidos, con su otorgamiento no se va a restringir las

facultades del titular del derecho inscrito y además no son susceptibles

de renovación.

b) Si bien la demandante señala estar ocupando el predio más de diez

años, se encuentra habilitada para accionar en la vía que corresponda el

reconocimiento de su derecho (prescripción adquisitiva).


III. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO

PROCEDENTE EL RECURSO:

Esta Sala Suprema por resolución de fecha diez de noviembre de dos mil

diecisiete, ha declarado procedente el recurso, por:

a) Infracción normativa de los artículos 478°, 543° , 545°, 550° y 555° del

Código Civil de 1852. Alega que ha interpuesto la demanda de

caducidad de la inscripción registral en la Partida N° 01143050 en la que

se inscribió la sentencia del doce de agosto de mil novecientos dos, a fin

de que se cierre la misma, por lo que no está cuestionando la ejecución

de dicha sentencia, la cual ya se ejecutó en esa época. Refiere que, no se

tiene en cuenta que se trata de una sentencia de posesión y no de

propiedad, además, se debió estar en posesión ininterrumpida por veinte

años para acceder a la prescripción, conforme lo requiere los artículos

543° y 545° del Código Civil de 1852, sin embargo n o lo hicieron,

abandonaron el inmueble, conforme a lo establecido en el artículo 550°

del Código Civil, por lo que los demandados no tienen ningún derecho

que les pueda asistir.

b) Infracción normativa de los artículos 526°, 527° , 536°, 537°, 538°,

539°, 540°, 542°, 543°, 545°, 549°, 550°, 551°, 555 °, 559° y 560° del

Código Civil de 1852. Argumenta que los beneficiarios con la sentencia

de posesión de fecha doce de agosto de mil novecientos dos, inscrita en

la Partida N° 01143050, debieron instaurar un proce so de prescripción de

dominio con la finalidad de obtener la propiedad del inmueble, empero no

lo hicieron, es más abandonaron el inmueble que ahora ocupa la

demandante por más de diez años, haciendo además los tramites de

titulación ante el COFOPRI.

c) Infracción normativa del artículo tercero de la Ley 26639. Refiere que,

en aplicación a la norma denunciada el derecho de posesión de los

demandados ha caducado en la actualidad, por cuanto debieron prescribir


para poder obtener la propiedad del inmueble. Señala que, no puede

existir una inscripción de una sentencia perenne, más si los beneficiarios

de la sentencia de posesión hicieron abandono del mismo.

d) Sin perjuicio de lo anterior, siendo uno de los fines del recurso de

casación, la aplicación correcta del derecho objetivo al caso concreto, y, a

que dentro del control que realiza esta Corte Suprema, se halla el

cumplimiento de las normas que enmarcan la tutela jurisdiccional efectiva,

el debido proceso y la debida motivación, establecidos en el artículo

139°, incisos 3 y 5 de la Constitución , así como el artículo I del Título

Preliminar del Código Procesal Civil, resulta menester precisar que,

cuando del análisis del caso concreto se advierte la trascendencia no

solo individual o particular, sino el interés público o social, el cumplimiento

de tales fines no puede ser conculcado por el exigente control del

cumplimiento de la forma; es por ello, que la Ley 29364 introduce

modificaciones sustanciales al régimen del recurso de casación civil,

incorporando la facultad contemplada en el artículo 392-A, mediante la

cual se otorga una atribución excepcional a este Supremo Tribunal para

que, se declare la procedencia del recurso si el caso lo amerita, para los

efectos de alcanzar alguno de los indicados fines, como en efecto sucede

en el presente caso, a fin de arribar a la decisión del caso.

IV. CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE

De la lectura de los fundamentos del recurso de casación, así como de la

resolución de procedencia a que se ha hecho referencia con anterioridad, en

esta resolución, se establece que la materia jurídica en discusión se centra

en determinar si la resolución de vista impugnada ha sido emitida

garantizando el derecho al debido proceso y la motivación de las

resoluciones judiciales, garantías reconocidas por el artículo 139° incisos 3 y

5 de la Constitución Política del Estado, así como de los artículos 478°, 543°,
545°, 550° y 555° del Código Civil de 1852; de los artículos 526°, 527°, 536°,

537°, 538°, 539°, 540°, 542°, 543°, 545°, 549°, 550 °, 551°, 555°, 559° y 560°

del Código Civil de 1852; y, del artículo 3° de la Ley N° 26639.

V.- FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

Primero.- Es menester precisar que el recurso de casación es un medio

impugnatorio extraordinario que permite ejercer el control de las decisiones

jurisdiccionales, con la finalidad de garantizar la correcta aplicación e

interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia

nacional de la Corte Suprema de Justicia de la República, así como

determinar si en dichas decisiones se ha respetado el debido proceso,

traducido en el respeto a los principios que lo integran.

Segundo.- Habiéndose declarado procedente el recurso por infracciones

normativas de carácter procesal y material, en primer lugar debemos

analizar las de carácter procesal y solo si estas se desestiman, pasar a

analizar la infracción sustantiva o de carácter material denunciada.

Tercero.- Entrando al análisis de las causales procesales por las cuales se

ha declarado procedente el recurso de casación de manera excepcional, en

aplicación del artículo 392°-A del Código Procesal Civil, se debe señalar que

el derecho fundamental al debido proceso, reconocido en el artículo 139°,

numeral 3, de la Constitución Política de 1993, es un derecho continente que

comprende un conjunto de derechos fundamentales de orden sustantivo y

procesal. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado que “su

contenido constitucionalmente protegido comprende una serie de garantías,

formales y materiales, de muy distinta naturaleza, que en conjunto

garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se encuentra inmersa

una persona, se realiza y concluya con el necesario respeto y protección de


todos los derechos que en él puedan encontrarse comprendidos”1

Cuarto.- Asimismo, “el debido proceso es un derecho humano abierto de

naturaleza procesal y alcances generales, que busca resolver de forma justa

las controversias que se presentan ante las autoridades judiciales. Este

derecho contiene un doble plano, pues además de responder a los

elementos formales o procedimentales de un proceso (juez natural, derecho

de defensa, plazo razonable, motivación resolutoria, acceso a los recursos,

instancia plural, etc.), asegura elementos sustantivos o materiales, lo que

supone la preservación de criterios de justicia que sustenten toda decisión

(juicio de razonabilidad, juicio de proporcionalidad, etc.)”2

Quinto.- En su aspecto procesal, el debido proceso comprende también el

derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, reconocido en el

artículo 139°, numeral 5, de la Norma Fundamental, que implica que los

jueces están obligados a expresar las razones o justificaciones objetivas que

sustentan sus decisiones. Y ello es así porque, en un Estado Constitucional

y Democrático de Derecho, la motivación de las resoluciones judiciales

garantiza que las partes y los ciudadanos en general ejerzan un adecuado

control y fiscalización sobre el poder delegado a los jueces para administrar

justicia en nombre del pueblo.

Sexto.- Sobre la dimensión del derecho a la debida motivación de las

resoluciones judiciales se ha afirmado que “no solo es un derecho de toda

persona (natural o jurídica) a recibir de los órganos de la jurisdicción una

decisión debidamente justificada, sino que constituye al mismo tiempo un

principio que define a la función jurisdiccional del Estado y, a su vez, una

garantía instrumental para asegurar el cumplimiento de otros principios y


derechos fundamentales en el marco de un Estado Democrático”3

Sétimo.- Que, como también lo ha señalado el Tribunal Constitucional, las

razones o justificaciones objetivas que llevan a los jueces a tomar una

determinada decisión, deben provenir no solo del ordenamiento jurídico

vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente

acreditados en el trámite del proceso. Bajo esa visión, el derecho a la

motivación de las resoluciones judiciales “es una garantía del justiciable

frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se

encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en

datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se

derivan del caso”4

Octavo.- Que, como es de verse, la resolución materia de casación, se

encuentra debidamente motivada tanto fáctica como jurídicamente,

realizando una apreciación razonada de los medios probatorios ofrecidos y

actuados en el proceso, llegando a la conclusión de que la norma (Ley

26639) en la cual sustenta su derecho el demandante solo se aplica para

actos inscribibles que restringen facultades al titular del derecho inscrito,

situación que no ocurre en el presente caso, pues la inscripción deriva de la

sentencia materia de caducidad expedida en un proceso de reivindicación en

el cual se concedieron derechos reales (posesión), no configurándose los

supuestos que establece la Ley 26639, toda vez que no restringe el derecho

del titular y no es pasible de renovación, además de ello que al señalar el

demandante que se encuentra en posesión del predio por más de diez años,

este se encuentra habilitado para accionar en la vía que corresponda el

reconocimiento de su derecho (prescripción adquisitiva), coligiéndose de lo

expuesto que no existe infracción alguna al debido proceso y motivación de

las resoluciones judiciales contempladas en el artículo 139° incisos 3 y 5 de

la Constitución Política del Estado, razón por la cual este extremo del
recurso debe ser declarado desestimado.

Noveno.- Que, el artículo 3 de la Ley 26639 prescribe: “Las inscripciones de

las hipotecas, de los gravámenes y de las restricciones a las facultades del

titular del derecho inscrito y las demandas y sentencias u otras resoluciones

que a criterio del juez se refieran a actos o contratos inscribibles, se

extinguen a los 10 años de las fechas de las inscripciones, si no fueran

renovadas. La norma contenida en el párrafo anterior se aplica, cuando se

trata de gravámenes que garantizan créditos, a los 10 años de la fecha de

vencimiento del plazo del crédito garantizado.” (El subrayado es nuestro).

Como es de verse la demandante al interponer la presente demanda

sustenta su pretensión en la norma antes descrita, sin embargo, de autos se

advierte que la sentencia que es materia de caducidad deriva de un proceso

de reivindicación en el cual se le reconoce un derecho de posesión por el

cual se reputa dueños del predio a los titulares inscritos, tal como se aprecia

de la sentencia de fecha doce de agosto de mil novecientos dos, adjuntada

como anexo a su demanda de fojas tres, la misma que es inscrita en los

Registros Públicos en la Partida N° 01143050, de lo s que se puede colegir

que dicha norma es aplicable a aquellos actos inscribibles que restrinjan

facultades del titular del derecho inscrito y además son susceptibles de

renovación, situación que no se da en el presente caso, razón por la cual

también debe ser desestimada dicha infracción.

Décimo.- Finalmente en cuanto a la infracción de los artículos 478°, 526°,

527°, 536°, 537°, 538°, 539°, 540°, 542°, 543°, 545 °, 549°, 550°, 551°, 555°,

559° y 560° del Código Civil de 1852, de la verificación de las normas

antes señaladas, se tiene que el artículo 478° describe cuando hay pérdida

de la posesión, mientras que los artículos 526° y s iguientes se encuentran

descritos en la Sección Tercera, Título I, denominado del Modo de Adquirir el

Dominio, por Prescripción, Enajenación y Donación; al respecto, esta Sala

Suprema debe señalar que se aprecia de autos que la demanda versa sobre
cancelación de la inscripción registral, y siendo que las normas antes

señaladas prescriben la forma de perder la posesión, así como los modos de

adquirir el dominio, articulado que no guarda relación con lo que es materia

de autos, razón por la cual tampoco se aprecia infracción de estas normas

citadas. De la lectura del propio recurso de casación de casación se verifica

que el recurrente no sustenta la inaplicación o pertinencia de los artículos

que cita del primer ordenamiento civil sustantivo de nuestra historia

republicana (Código Civil de 1852); limitándose a efectuar la copiosa

enumeración del articulado; por todo lo cual el recurso debe desestimarse.

Décimo primero.- Resulta necesario precisar que el Recurso de Casación

tiene como objetivo un control de contenido eminentemente jurídico, no

correspondiendo atender el pedido formulado por la parte dirigido

directamente a lograr que esta Sala Suprema realice una nueva revisión de

los hechos, o una nueva valoración de las pruebas, que ya han sido

admitidas, actuadas y valoradas en las etapas correspondientes del proceso,

especialmente por la Sala Superior, al momento de dictar la resolución de

vista. El pedido revisorio no puede jamás sustentarse únicamente en la

disconformidad con la decisión adoptada sobre el fondo por la Sala Superior,

en uso de su apreciación razonada y valoración conjunta del caudal

probatorio; pretendiendo que esta Sala Suprema actúe como tercera

instancia.

VI. DECISIÓN:

Por las consideraciones precedentes y en aplicación del artículo 397° del

Código Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación

interpuesto a fojas trescientos treinta y tres por Fortunato Quispe Colque,

en representación del Asentamiento Humano La Galaxia Zona B; y, en

consecuencia, NO CASAR la sentencia de vista de fecha veintiuno de junio

de dos mil diecisiete, obrante a fojas trescientos dieciocho, que Revocó la

resolución de primera instancia de fecha seis de octubre de dos mil dieciséis,


de fojas doscientos cincuenta y siete, que declaró Infundada la demanda y,

reformándola declaró Improcedente dicha demanda, con lo demás que

contiene; MANDARON publicar la presente resolución en el Diario Oficial “El

Peruano”, conforme a ley; en los seguidos con José Alvez y otros, sobre

cancelación de inscripción registral; y los devolvieron. Interviene como

ponente el señor Juez Supremo Távara Córdova.

SS.

TÁVARA CÓRDOVA

HURTADO REYES

HUAMANÍ LLAMAS

SALAZAR LIZÁRRAGA

CALDERÓN PUERTAS

CASACION N° 12

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL PERMANENTE

CASACION N° 1589-2016

LIMA NORTE

Nulidad de Acto Jurídico

Lima, nueve de mayo de dos mil diecisiete.-

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

DE LA REPÚBLICA: vista la causa número mil quinientos ochenta y nueve -

dos mil dieciséis, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y

producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:


I. ASUNTO

Viene a conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación

interpuesto por el demandado Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga,

contra la sentencia de vista de fecha dieciocho de noviembre de dos mil

quince (página ochocientos setenta y uno), que confirma la sentencia de

primera instancia, que declara fundada la demanda.

II. ANTECEDENTES

1. DEMANDA

Mediante escrito de fecha diez de marzo de dos mil once (página cuarenta y

cuatro) Carla del Rosario Eda Espejo interpone demanda, a efectos que se

declare la nulidad: 1.- De la compraventa de fecha tres de agosto de dos mil

nueve celebrada por Zenobio Murillo Lavado a favor de Humberto Teodomiro

Santillán Otiniano, respecto del inmueble ubicado en el lote 42, de la

manzana F, Urbanización El Parral, distrito de Comas – Lima. 2.- De la

compraventa de fecha trece de octubre de dos mil diez, celebrada por

Humberto Teodomiro Santillán Otiniano a favor de Segundo Esteban

Zegarra Pucahuaranga, respecto del inmueble ubicado en el lote 42, de la

manzana F, Urbanización El Parral, distrito de Comas – Lima. Solicita,

además, se disponga la cancelación de los asientos registrales, en la que se

anotan las compraventas materia de nulidad.

La demanda, se sustenta en las causales de fin ilícito y objeto jurídicamente

imposible.

Señala que el demandado Zenobio Murillo Lavado, en su condición de

propietario del inmueble, vendió a favor de Ruben Levi Murillo Meza (esposo

de la demandante e hijo del vendedor), los aires del segundo piso del

inmueble materia de litigio, con fecha veintinueve de setiembre de mil

novecientos noventa y siete, siendo que desde esa fecha, comenzaron a

construir los aires del tercer, cuarto y quinto piso, pagando los arbitrios y

tributos correspondientes. Luego, el veintitrés de febrero de dos mil siete,


volvieron a celebrar con el demandado Zenobio Murillo Lavado, una minuta

de compraventa (legalizada), en el cual éste transfería en venta a la

recurrente y a su esposo el cincuenta por ciento sobre la totalidad de su

inmueble (el tercer, cuarto piso, y el cincuenta por ciento de la azotea del

quinto piso).

Indica que luego de mantener problemas con el citado demandado, con

fecha veinte de mayo de dos mil diez, le solicita vía carta notarial la

formalización de la escritura pública de la compraventa efectuada. Sin

embargo, éste había celebrado con fecha veintidós de julio de dos mil nueve

la transferencia del inmueble a favor del demandado Humberto Teodomiro

Santillán Otiniano, considerándose solo como predio (un piso) por la suma

de $ 30,000 (treinta mil dólares americanos. El demandado Humberto

Teodomiro Santillán Otiniano nunca comunicó dicha compraventa. Luego,

con fecha cuatro de agosto de dos mil diez, el nuevo comprador se colude

con el demandado Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga, quien adquiere

el inmueble, señalando que la transferencia se hace sobre la totalidad,

vendiendo el tercer y cuarto piso, por la suma de $10,000 (diez mil dólares

americanos cada uno, dejando constancia que el vendedor no se obliga a la

entrega de recibos cancelados por servicio de agua y energía eléctrica del

último periodo y el comprobante de pago cancelado del impuesto predial,

todo ello con el objeto de protección legal de publicidad y oponibilidad que

otorgan los registros públicos.

2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

Mediante escrito obrante a fojas ochenta y seis, Zenobio Murillo Lavado

contesta la demanda, señalando que es falso que haya expresado su

voluntad para celebrar un acto jurídico destinado a transferir la propiedad del

inmueble. Refiere que el acto jurídico celebrado con Humberto Teodomiro

Santillán Otiniano fue realizado con buena fe, actuando como propietario,

teniendo su derecho inscrito. Agrega que, si bien en ocasiones suscribió


documentos a favor de su hijo, ello fue con la finalidad de tramitar el servicio

de energía eléctrica, telefonía y otros, con los que quizás pretenda un

provecho indebido.

Por escrito de fojas ciento veinticuatro, Humberto Teodomiro Santillán

Otiniano, contesta la demanda indicando que no tiene ningún vinculo

familiar con la demandante ni con el codemandado Zenobio Murillo Lavado,

por lo que es ajeno al debate y no le consta lo que se señala en la demanda.

Que es cierto que adquirió el inmueble materia de litigo, pero lo vendió

porque las personas que ocupaban el predio no lo desocupaban.

Por escrito de fojas ciento doce, Segundo Esteban Zegarra

Pucahuaranga, contesta la demanda indicando que desconoce los

argumentos de la demanda, que solo conoce a Humberto Teodomiro

Santillán Otiniano, quien fue quien le vendió el inmueble materia de litigio,

tomando conocimiento de la venta a través de un aviso aparecido en el

diario El Comercio. Luego de adquirirlo, y tomando conocimiento que el

mismo venía siendo ocupado por terceros, inició un proceso de

reivindicación contra los ocupantes.

3. FIJACION DE PUNTOS CONTROVERTIDOS

Mediante resolución número dieciséis de fojas cuatrocientos setenta y tres,

se fijaron como puntos controvertidos, los siguientes:

• Determinar si la compraventa del inmueble materia de litigio, celebrada

por Zenobio Murillo Lavado a favor de Humberto Teodomiro Santillán

Otiniano, contenido en la escritura pública de fecha tres de agosto de dos

mil nueve, y la compraventa del inmueble que le corresponde a Humberto

Teodomiro Santillán Otiniano a favor de Segundo Esteban Zegarra

Pucahuaranga de fecha trece de octubre de dos mil diez, adolecen de las

causales de fin ilícito y objeto jurídicamente imposible.

• Determinar si existe colusión entre los demandados y si estos tenían

pleno conocimiento que la recurrente y esposos vivian en el inmueble


materia de litis.

• Determinar si la fecha de suscripción del acto jurídico celebrado por la

demandante y esposo fue realizado con fecha anterior a los actos

jurídicos suscritos por los demandados.

• Determinar si está acreditado que la recurrente y esposos son acreedores

propietarios por tener a su favor el contrato de compraventa del 50% de

derecho y acciones en aplicación del artículo VI del Título Preliminar del

Código Civil.

• Determinar si los demandados podían o no transferir el 50% de derechos

y acciones de la propiedad que le corresponde a la recurrente, pues

tenían pleno conocimiento que no les pertenecía y no podrían invocar el

principio de buena fe registral.

4. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Culminado el trámite correspondiente, el Juez mediante resolución de fecha

treinta de diciembre de dos mil catorce (página setecientos veinticuatro),

declaró fundada la demanda, bajo el fundamento que el vendedor Zenobio

Murillo Lavado, no tenía la condición de propietario sobre la totalidad del

inmueble, al haber celebrado la venta a favor de la demandante con fecha

veintitrés de febrero de dos mil siete, habiéndose legalizando las firmas con

fecha treinta de marzo del mismo año. Señala que la transferencia entre los

demandados fue con el propósito de perjudicar a la demandante, toda vez

que se llevó a cabo a sabiendas que esta era poseedora del inmueble y

quien asumía los pagos de tributo ante la Municipalidad de Comas. Indica

que los demandados compradores, debieron indagar sobre los poseedores

del bien y bajo qué titulo ejercen derecho, revisando y examinando los

antecedentes registrales (títulos archivados), dado que de esta forma


hubiesen advertido, sin margen de duda, sobre los hechos anómalos (fecha

de declaratoria de fabrica), todo lo cual revela que su adquisición no se

encuentra protegida por la buena fe registral.

5. APELACIÓN

Por escrito de fecha veinte de enero de dos mil quince (página setecientos

cuarenta), Zenobio Murillo Lavado fundamenta su recurso de apelación,

señalando: (a) Que la venta realizada a su hijo Rubén Levi Murillo Meza y su

esposa, es simulada, prueba de ello es que no han acreditado con

documento cierto la entrega del dinero de la supuesta venta. (b). Refiere que

se debe respetar la venta que realizó a Humberto Teodomiro Santillán

Otiniano ya que se hizo con todas las formalidades de ley. (c) Indica que la

Juez sin tener ningún medio probatorio que lo avale ha declarado fundada la

demanda y no ha tomado en cuenta que esta tiene por fin causarle perjuicio

abusando del ejercicio de un derecho derivado de un documento

fraudulento.

Por escrito de fecha veinte de enero de dos mil quince (página setecientos

cincuenta), Humberto Teodomiro Santillán Otiniano fundamenta su recurso

de apelación, señalando: (a) Que adquirió el bien cumpliendo todas y cada

una de las formalidades establecidas en el Código Civil. (b) Refiere que la

demandante ha indicado que ha tenido contubernio con Zenobio Murillo

Lavado, sin embargo no ha demostrado con ninguna prueba su dicho.

Asimismo, la Juez no ha desvirtuado que adquirió el bien bajo el principio de

la buena fe

Por escrito de fecha veintiuno de enero de dos mil quince (página

setecientos ochenta y cuatro), el apoderado de Segundo Esteban Zegarra

Pucahuaranga fundamenta su recurso de apelación, señalando: (a) Que la

Juez no ha argumentado debidamente las cuestiones puestas a debate

detallados en el fundamento segundo de la sentencia apelada, así como

tampoco se ha pronunciado sobre el segundo punto controvertido. (b) Indica


que la Juez debió tomar en cuenta que su apoderado adquirió la propiedad

amparado por el principio de fe pública registral, siendo que la demandante

no ha aportado ninguna prueba que vulnere la buena fe de su poderdante.

(c) refiere que corresponde aplicar el principio de legalidad, de publicidad y

de legitimación.

6. SENTENCIA DE VISTA

Elevados los autos en virtud del recurso de apelación interpuesto, la Sala

Superior mediante resolución de fecha dieciocho de noviembre de dos mil

quince (página ochocientos setenta y uno), confirmó la sentencia de primera

instancia, al concluir que las adquisiciones efectuadas por los

codemandados Humberto Teodomiro Santillán Otiniano y Segundo Esteban

Zegarra Pucahuaranca, no se encuentran en rigor bajo el marco normativo

que regula el Código Civil; ello debido a que si bien el primero de los

nombrados adquirió el bien cuando este se encontraba inscrito a nombre de

su inmediato transferente Zenobio Murillo Lavado, este acto sólo publicitaba

el derecho que se ejercía sobre un lote de terreno, cuando en la realidad

existían edificaciones, las cuales han sido independizadas con posterioridad

a la transferencia precitada. Y en cuanto al segundo de los codemandados,

este reconoce expresamente que el bien se encuentra bajo la posesión de la

parte demandante, cuya circunstancia incluso ha motivado que recurra al

órgano jurisdiccional interponiendo pretensión reivindicatoria, lo que revela

que no actuó de buena fe.

III. RECURSO DE CASACION

La Suprema Sala mediante la resolución de fecha cuatro de enero de dos mil

diecisiete ha declarado procedente el recurso de casación interpuesto por el

demandado Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga, por infracción

normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del

Estado, al haber sido expuesta la referida infracción con claridad y precisión,

señalándose además la incidencia de ella en la decisión impugnada.


IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA

Primero.- Constituyen fundamentos del recurso de casación interpuesto, la

correcta fundamentación de las resoluciones judiciales; siendo en este caso

que el recurrente alega la falta de debida motivación de la sentencia de vista.

Segundo.- El debido proceso formal constituye una garantía constitucional

que asegura que en la tramitación de un proceso, se respeten unos

determinados requisitos mínimos1

. Tales requisitos, que han sido objeto de

discusión2

, en general se considera que abarcan los siguientes criterios: (i)

Derecho a ser oportunamente informado del proceso (emplazamiento,

notificación, tiempo razonable para preparar la defensa); (ii) Derecho a ser

juzgado por un juez imparcial, que no tenga interés en un determinado

resultado del juicio; (iii) Derecho a tramitación oral de la causa y a la defensa

por un profesional (publicidad del debate); (iv) Derecho a la prueba; (v)

Derecho a ser juzgado sobre la base del mérito del proceso; y, (vi) Derecho

al juez legal. Derecho fundamental que asiste a todos los sujetos de derecho

a plantear sus pretensiones o a ser juzgados por auténticos órganos

jurisdiccionales, creados mediante Ley Orgánica, pertenecientes al Poder

Judicial, respetuosos con los principios constitucionales de igualdad,

independencia y sumisión a la ley, y constituidos con arreglo a las normas

comunes de competencia preestablecidas.

En ese orden de cosas, en el presente proceso se ha respetado de manera

escrupulosa los derechos antes señalados y no son ellos, además, los que

han sido cuestionados en el recurso de casación, por lo que puede afirmarse

que no se han vulnerado las normas del debido proceso.

Tercero.- Respecto a defectos en la motivación de la sentencia debe

señalarse lo que sigue:

1. La obligación de fundamentar las sentencias propias del derecho moderno


se ha elevado a categoría de deber constitucional. En el Perú el artículo 139,

inciso 5, de la Constitución del Estado señala que: “Son principios y derechos

de la función jurisdiccional: (…) 5. La motivación escrita de las resoluciones

judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con

mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que

se sustentan”. Igualmente el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial

prescribe: “Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son

motivadas bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que

se sustenta…”.

2. Que se haya constitucionalizado el deber de motivar implica que se está

ante una obligatoriedad universalizada e indisponible tanto para la esfera

privada como para la pública. Además, siendo la motivación un instrumento

comunicativo cumple funciones tanto endoprocesales como extraprocesales.

3. En el primer caso (función endoprocesal) la motivación permite a las

partes controlar el significado de la decisión. Pero además permite al juez

que elabora la sentencia percatarse de sus yerros y precisar conceptos, esto

es, facilita la crítica interna y el control posterior de las instancias revisoras.

En el segundo supuesto (función extraprocesal) se posibilita el control

democrático de los jueces, que obliga, entre otros hechos, a la publicación de

la sentencia, a la inteligibilidad de la decisión y a la autosuficiencia de la

misma.

. Por lo tanto, los destinatarios de la decisión no son solo las partes,

sino lo es también la sociedad, en tanto el poder jurisdiccional debe rendir

cuenta a la fuente del que deriva su investidura.

4. De otro lado, es ya común mencionar que la motivación no significa la

exteriorización del camino mental seguido por el juez, pues ello implicaría

considerar que no importa la decisión en sí misma, ni lo racional o arbitraria


que ésta pueda ser, sino solo el proceso mental que llevó al juez a emitir el

fallo. Por el contrario, la motivación como mecanismo democrático de control

de los jueces y de control de la justicia de las decisiones exige que exista

una justificación racional de lo que se decide, dado que al hacerlo no solo se

justifica la decisión sino se justifica el mismo juez, ante las partes, primero, y

ante la sociedad después, y se logra el control de la resolución judicial.

5. Tal justificación racional es interna y externa. La primera consiste en

verificar que: “el paso de las premisas a la conclusión es lógicamente -

deductivamente- válido” sin que interese la validez de las propias premisas.

Por su parte, la justificación externa consiste en controlar la adecuación o

solidez de las premisas.

, lo que supone que la(s) norma(s) contenida(s) en la

premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s) en el ordenamiento jurídico y

que la premisa fáctica sea la expresión de una proposición verdadera.

6. En esa perspectiva, la justificación externa exige.

: (i) que toda motivación

debe ser congruente, de lo que sigue que no cabe que sea contradictoria; (ii)

que toda motivación debe ser completa, por lo que deben motivarse todas las

opciones; y (iii) que toda motivación debe ser suficiente, por lo que es

necesario ofrecer las razones jurídicas que avalen la decisión.

7. Teniendo en cuenta los conceptos antes señalados, la motivación puede

presentar diversas patologías que en estricto son la motivación omitida, la

motivación insuficiente y la motivación contradictoria10. En esa perspectiva:

7.1. En cuanto a la motivación omitida: (a) Habrá omisión formal de la

motivación cuando no hay rastro de la motivación misma. (b) Habrá

omisión sustancial de la motivación cuando exista: (i) motivación

parcial que vulnera el requisito de completitud; (ii) motivación implícita


cuando no se enuncian las razones de la decisión y ésta se hace

inferir de otra decisión del juez; y (iii) motivación per relationem

cuando no se elabora una justificación autónoma sino se remite a

razones contenidas en otra sentencia.

7.2. Habrá motivación insuficiente, entre otros supuestos, cuando no

se expresa la justificación a las premisas que no son aceptadas por

las partes, no se indican los criterios de inferencia, no se explican los

criterios de valoración o no se explica por qué se prefiere una

alternativa y no la otra.

7.3. Habrá motivación contradictoria cuando existe incongruencia

entre la motivación y el fallo o cuando la motivación misma es

contradictoria.

8. Por último, lo que debe motivarse es : a. La decisión de validez respecto

a la disposición aplicable al caso. b. La decisión de interpretación en torno al

significado de la disposición que se está aplicando. c. La decisión de

evidencia, esto es, a los hechos que se tienen como probados. d. La decisión

de subsunción relativa a saber si los hechos probados entran o no en el

supuesto de hecho que la norma contempla. e. La decisión de

consecuencias.

Cuarto.- En esa perspectiva en cuanto a la justificación interna (que consiste

en verificar que “el paso de las premisas a la conclusión es lógicamente -

deductivamente- válido” sin que interese la validez de las propias premisas),

se advierte que el orden lógico propuesto por la Sala Superior ha sido el

siguiente: (i) Como premisa normativa la sentencia ha considerado

fundamentalmente lo previsto en los artículos 949 y 2014 del Código Civil. (ii)
Como premisa fáctica la Sala Superior ha indicado que la demandante, ha

ejercido la posesión del inmueble durante años, en virtud de haber celebrado

un contrato con el primigenio propietario, y por otro lado que los

codemandados Humberto Teodomiro Santillán Otiniano, y Segundo Esteban

Zegarra Pucahuaranga conocían de dicha posesión. (iii) Como conclusión la

sentencia considera que los codemandados compradores del inmueble no

actuaron de buena fe y no están asistidos con la protección al tercero que

ofrece el artículo 2014 del código civil.

Tal como se advierte la deducción lógico formal de la Sala es compatible

con el silogismo que ha establecido, por lo que se puede concluir que su

resolución presenta una debida justificación interna.

Quinto.- En lo que concierne a la justificación externa, ésta consiste en

controlar la adecuación o solidez de las premisas lo que supone que la(s)

norma(s) contenida(s) en la premisa normativa sea(n) norma(s) aplicable(s)

en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica sea la expresión de una

proposición verdadera. En esa perspectiva, este Tribunal Supremo estima

que la justificación externa realizada por la Sala Superior es adecuada. En

efecto, la norma glosada es pertinente para resolver el presente caso, en

vista que el mismo se circunscribe a las leyes especiales para su actividad.

Sexto.- Por otra parte, el recurrente, manifiesta que no ha existido

pronunciamiento expreso sobre el punto controvertido , relacionado a

determinar si existió colusión entre los demandados y si estos tenían pleno

conocimiento que la demandante y su esposo vivían en el inmueble materia

de litigio. Al respecto se debe señalar que en el punto 4.5. de la sentencia de

vista, la Sala Superior al referirse al principio de la buena fe, señala que

cuando Humberto Teodomiro Otiniano, adquirió el inmueble de Zenobio

Murillo Lavado, este último solo tenía derecho sobre un lote de terreno, sin

embargo existían edificaciones. Al respecto se dice que aquel: “reconoce

expresamente que el bien se encuentra bajo la posesión de la parte


demandante, cuya circunstancia incluso ha motivado que recurra al órgano

jurisdiccional interponiendo pretensión reivindicatoria, todo lo cual revela que

en definitiva, no actuó de buena fe”.

De lo expuesto se verifica que la Sala Superior, si precisó cuáles fueron las

razones por las cuales el recurrente no puede ampararse bajo el principio de

buena fe. Aunado a ello, este Tribunal Supremo observa lo siguiente:

1. A fojas doce, obra la minuta de compraventa, celebrada en el año dos

mil siete, por el demandado Zenobio Murillo Lavado como vendedor

con Rubén Levi Murillo Meza (esposo de la demandante) como

comprador, en dicho documento, se señala que la venta se realiza

respecto del 50% de la totalidad del inmueble materia de litigio, que

conforme la primera cláusula adicional comprende la totalidad del

tercer y cuarto piso, y el 50% de la azotea del quinto piso. El precio

pactado fue por la suma de S/. 48,225.76 (cuarenta y ocho mil

doscientos veinticinco y 76/100 nuevos soles).

2. Zenobio Murillo Lavado en su contestación de demanda (fojas

ochenta y seis), señala, por un lado, que la compraventa celebrada a

favor de Rubén Levi Murillo Meza no tiene validez ni eficacia; pero,

por otro, reconoce que es cierto que en innumerables ocasiones ha

suscrito documentos a favor de su hijo Rubén Levi Murillo Meza para

otro tipo de trámites. Sin embargo, respecto al documento de

compraventa a favor de éste último, no ha presentado ni obra

documentos que descarte dicho medio probatorio, por tanto que se

presuma de su nulidad, aunado al hecho que las firmas de las partes

intervinientes se encuentran legalizadas por un notario.

3. A fojas ciento veinticuatro, obra la contestación de la demanda de

Humberto Teodomiro Santillán Otiniano, quien refiere que tenía

conocimiento que existían personas distintas a su vendedor que

ocupaban el predio, y fue la razón por lo que decidió vender el predio


a Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga.

4. Asimismo el demandado Zenobio Murillo Lavado señala que la venta

que realizó a Humberto Teodomiro Santillán Otiniano fue de

conocimiento público, pues puso un aviso en el periódico; sin

embargo, revisado la copia del aviso obrante a fojas ochenta y cinco,

se verifica que lo que el demandado Zenobio Murillo Lavado, ofertó

fue un inmueble: “características dos locales comerciales” lo que

difiere del inmueble materia de litigio.

5. Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga (recurrente), en su

contestación de demanda (fojas ciento doce), señala que la compra

del inmueble lo realizó a raíz que Humberto Teodomiro Santillán

Otiniano, puso el ofrecimiento de venta en un aviso del Diario El

Comercio. En este caso, revisado el aviso periodístico de fojas

noventa y ocho, se verifica que lo que se habría puesto en venta es

“3dom.zona comercial departamento de 178m2”, lo que de igual

forma, como en el caso anterior, difiere de las características del

inmueble materia de litigio, que consiste en un inmueble de más de

cuatro pisos.

6. Además no pasa desapercibido a este Tribunal Supremo, que el

recurrente, en su recurso de casación, punto 6, señala: “la única

imputación que me hace el juez y la Sala Superior Civil para

cuestionar la buena fe en mi adquisición es haber adquirido un bien

que se encontraba ocupado, cuando esto es muy usual en el tráfico

comercial, además, para este caso existen medios legales para

amparar tu derecho de la propiedad y el ejercicio de la posesión”. Lo

que respalda el hecho que el recurrente conocía de la posesión de la

demandante, siendo que un comprador diligente no solo intenta

conocer quién ocupa el inmueble que pretende adquirir, sino a título

de qué lo ocupan.
Sétimo.- En lo que respecta a los problemas específicos de motivación se

tiene que existe motivación aparente cuando en una determinada resolución

judicial parece que se justifica la decisión pero su contenido no explica las

razones del fallo; que existe motivación insuficiente cuando no hay un

mínimo de motivación exigible y que existe motivación incongruente cuando

se dejan incontestadas las pretensiones o se desvía la decisión del marco

del debate judicial15. Ninguna de tales circunstancias que se advierten en la

sentencia de vista, dado que el fallo, conforme se ha expuesto, explican a

detalle las razones por las que fue dictado. Por las razones expuestas, debe

desestimarse la casación por supuesta infracción normativa del artículo 139

incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado.

V. DECISIÓN

Por estas consideraciones y en aplicación del artículo 397 del Código

Procesal Civil: Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto

por el demandado Segundo Esteban Zegarra Pucahuaranga, contra la

sentencia de vista de fecha dieciocho de noviembre de dos mil quince;

DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial

“El Peruano” conforme a ley; en los seguidos por Carla Del Rosario Eda

Espejo, sobre nulidad de acto jurídico; y los devolvieron. Interviene como

ponente el señor Juez Supremo Calderón Puertas.-

S.S.

TÁVARA CÓRDOVA

TELLO GILARDI

DEL CARPIO RODRÍGUEZ

CALDERÓN PUERTAS
CASACION N° 13

CASACION N°5323 Lima, dos de Julio del dos mil nueve.‐ 

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, vista la causa número

cinco mil trescientos veintitrés guión dos mil ocho, en audiencia pública de la fecha, oído los

informes orales de los abogados defensores y producida la votación correspondiente de

acuerdo a ley, emite la siguiente resolución:  

1.  MATERIA DEL RECURSO:  

Se trata del recurso de casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú, representado

por su apoderado Enrique Palacios Pareja, contra la resolución de vista de fojas doscientos

setenta y ocho, su fecha dieciséis de julio de dos mil ocho, expedida por la Primera Sala Civil

con Sub Especialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmando la

sentencia apelada de fojas ciento ochenta y seis, su fecha diez de agosto de dos mil siete,

declara fundada la demanda de tercería de propiedad, interpuesta por Carmen Leonor Otero

Ramos de Ascenzo y otros, contra el Banco de Crédito y otros.  

2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE   EL RECURSO:  

El recurso de casación ha sido declarado procedente, mediante resolución de fecha veintisiete

de marzo último, por las causales previstas en los incisos 1° y 2°  del artículo 386 del Código

Procesal Civil , consistentes en la interpretación errónea del artículo 2022 del Código Civil,

e inaplicación del artículo 2016 del mismo cuerpo normativo. Las alegaciones de la entidad

recurrente, fueron delimitadas por el auto de procedencia en los siguientes términos: I)

Interpretación errónea del artículo 2022 del Código Civil: Sostiene que aún cuando tal

precepto legal resulte aplicable al caso de autos, el mismo ha sido interpretado erróneamente

por la Sala Superior, por cuanto de él no se desprende que en “base a las disposiciones del

Derecho común se afirme a priori la prevalencia del derecho real frente al derecho personal,

sin tener en cuenta que en materia civil el artículo 949 del Código Civil no es el único que

asigna propiedad, sino que también podemos encontrar al artículo 1135 del Código Civil en el
cual la preferencia se determina de acuerdo a quién fue el que ha protegido mejor su derecho

al darle publicidad y por tanto oponibilidad”. Señala que el carácter erga omnes del derecho

real es sólo consecuencia del carácter absoluto del derecho de propiedad, lo cual no hace que

éste último tenga preferencia respecto del derecho personal. Refiere que el artículo 2022 del

Código Civil debe ser interpretado sistemáticamente con los principios que el Derecho Civil

establece, y que en caso de conflicto entre un embargo inscrito y un derecho de propiedad

anterior, prima el primero, pues nuestro sistema jurídico tiene como uno de sus principios la

protección de la seguridad jurídica, por el cual se otorga oponibilidad a aquel que publicite su

derecho, con independencia de la naturaleza del derecho publicitado. Destaca que acudir a las

normas del Derecho común supone buscar normas que resuelvan el conflicto de derechos

entre el titular y los terceros interesados, y no recurrir a normas que se refieran solamente a la

posición del propietario respecto a terceros en general. Y es que no existe norma alguna que

en materia civil afirme de modo inequívoco que prima el derecho real frente al derecho

personal, mientras que por el contrario existe gran cantidad de artículos que otorgan

preferencia a los derechos inscritos (1135, 2014, 2016, 2022 y 1670). II) Inaplicación del

artículo 2016 del Código Civil: Señala a este respecto que en el quinto considerando de la

sentencia de vista, el Ad quem colige que no resulta aplicable al caso el principio de prioridad

establecido en el artículo 2016 del Código Civil, dado que el Derecho común excluye las reglas

del derecho registral. Refiere que el artículo 2022 del Código Civil establece que para

determinar la oponibilidad de derechos de distinta naturaleza, se aplican las disposiciones de

Derecho común, no existiendo norma legal a que establezca que el principio de prioridad en el
tiempo de las inscripciones no se

apliquen en el caso de derechos de distinta naturaleza. Por lo tanto, la oponibilidad erga

omnes es característica de aquellos derechos que son publicitados en el registro,

independientemente del derecho que se trate, por lo que mal se hace al afirmar que el único

derecho que tiene la característica de oponibilidad erga omnes es el derecho real.  

3.  CONSIDERANDO:

Primero.‐ El vicio in iudicando de interpretación errónea se produce cuando el juez unipersonal

o el Colegiado, habiendo seleccionado la norma correcta para resolver el caso concreto, esto
es, que guarda relación de pertinencia con los hechos acreditados en el proceso, sin embargo

al momento de aplicar la disposición normativa concede a esta un sentido interpretativo que

no le corresponde.  

Segundo.‐ 

regulado en los artículos 923 y 949 del Código Civil, se concluye que prevalece el derecho de

propiedad del tercerista por ser un derecho oponible erga omnes, en contra del derecho

personal del demandado Banco de Crédito, que tiene efectos Inter partes (…) (Considerando

octavo): Ha quedado demostrado que el contrato de compra venta del inmueble sub litis, tiene

como fecha cierta el trece de diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, en virtud de la

legalización notarial de la misma data, en tanto que el embargo solicitado por el Banco

ejecutante se inscribió en los Registros Públicos el  veintiséis de abril del  dos mil cinco, es

decir, con fecha posterior, por lo que no puede oponerse al derecho real de propiedad que

ostenta el tercerista (…)”.  

Tercero.‐ Este Supremo Tribunal, debe destacar como ya lo ha hecho en casaciones anteriores,

que el segundo párrafo del artículo 2022 del Código Civil, prescribe una excepción al principio

de prioridad previsto por el artículo 2016 del referido Código, pues señala que al oponer

derechos de diferente naturaleza se deben aplicar las disposiciones del Derecho común. En

este sentido ha de señalarse que la inscripción de un derecho personal en los registros

públicos no convierte a éste en real, sino que conserva su carácter, de tal modo que ante la

concurrencia de un derecho real (como es el de propiedad) con otro de distinta naturaleza,

prevalece el primero, ello por aplicación del Derecho común que por mandato del referido

artículo se impone al derecho registral. Este criterio concuerda con la Exposición de Motivos

del Código Civil que, sustentando el artículo 2002 del anotado cuerpo normativo, señala: “No

hay duda que, si se enfrentan dos titulares de derechos reales, quien tendrá preferencia en

virtud del principio de prioridad será aquél que inscribió primero; esto es conformado por la

primera parte de este artículo. Pero si se trata de un enfrentamiento entre un derecho

personal y uno real, y a esto alude la segunda parte del citado artículo, tendrá preferencia el

titular del derecho real, porque goza de oponibilidad erga omnes, que no tiene el derecho

personal, y además porque el derecho real goza de lo que se llama energía persecutoria, de la
que también carece el derecho personal” (Biggio Chrem, Jack. Exposición de Motivos Oficial

del Código Civil. Lima, Cultural Cuzco Sociedad Anónima, Editores, mil novecientos noventa y

ocho, página doscientos veinticuatro).  

Cuarto.‐ En el presente caso el tercerista opone su derecho de propiedad proveniente de la

escritura pública de compra venta de fecha trece de diciembre de mil novecientos ochenta y

cuatro, y acto jurídico que contiene ‐se trata de un documento público que causa convicción

respecto de su certeza‐ al derecho de créditodel codemandado acreedor Banco de Crédito, cuyo

cobro aseguró mediante un embargo en forma de inscripción, medida que fue registrada el

veintiséis de abril del dos mil cinco, esto es,con mucha posterioridad a la citada compra venta

(más de veinte años); en tal sentido, consistiendo el derecho del referido codemandado en uno de

carácter personal, a diferencia de la actora que es de naturaleza real, el derecho registral se

desplaza para dejar paso a la aplicación del Derecho común, el que informa que los bienes que

deben ser materia de embargo son los de propiedad del deudor, y siendo el inmueble sub júdice

de propiedad de los terceristas, por adquisición producida antes de verificarse el embargo, sobre

tal no puede pesar dicha medida; razón por la cual este extremo del recurso deviene en

infundado, en consecuencia, no se ha configurado ninguna interpretación equivocada del

precepto normativo de marras.

Quinto.‐ De otro lado, y respecto del extremo II), se tiene que la inaplicación de una norma

material se configura cuando concurren los siguientes supuestos: a) el Juez, por medio de una

valoración conjunta y razonada de las pruebas, establece como probado ciertos hechos; b) que

estos hechos guardan relación de identidad con determinados supuestos fácticos de una

norma jurídica material; c) que no obstante esta relación de identidad (pertinencia de la

norma) el Juez no aplica esta norma sino otra, resolviendo el conflicto de intereses de manera

contraria a los valores y fines del Derecho y, particularmente, lesionando el valor de justicia.  

Sexto.‐ En autos se denuncia la inaplicación del artículo 2016 del Código Civil. El citado artículo

regula el principio de Prioridad Registral, según el cual los derechos que otorgan los Registros

Públicos están determinados por la fecha de su inscripción. Debe entenderse, sin embargo,

que dicha prioridad rige sólo cuando se trata de confrontar dos derechos con posibilidad de

concurrencia registral, lo que ocurriría si nos encontramos ante derechos de igual naturaleza;
así se establece en la Exposición de Motivos del Código Civil cuando, refiriéndose al artículo

2016 citado, señala: “Este artículo reconoce el principio de prioridad de rango, que es la que se

produce respecto de derechos sucesivamente inscritos con posibilidad de concurrencia

registral. En este caso, los derechos inscritos no se excluyen pero sí se jerarquizan en función

de la antigüedad de su inscripción. (…) Esto se produce, por ejemplo, cuando un acreedor

hipotecario, sin importar cuando se celebró el contrato de hipoteca, logra su inscripción con

una fecha determinada, digamos del primero de diciembre de mil novecientos ochenta y

cuatro. Posteriormente el quince del mismo mes, un segundo acreedor hipotecario, también

sin importar la fecha del contrato de hipoteca lo inscribe. Es evidente que el primero tendrá

prioridad de rango sobre el segundo (…)” (Biggio Chrem, Jack. Op. Cit. página doscientos once).  

Sétimo.‐ En consecuencia, la aplicación de la norma en mención, al momento de confrontar el

derecho de propiedad de los terceristas contra el embargo inscrito a favor del Banco de

Crédito, resultaba impertinente para motivar una supuesta prevalencia de éste último derecho

para el caso específicamente planteado, pues no existe posibilidad alguna de concurrencia de

tales derechos en el registro, por ser el primero de los nombrados de naturaleza real  y el

segundo de naturaleza personal o de crédito. Distinto sería ‐siguiendo el ejemplo planteado en

la Exposición de Motivos‐ si los demandantes pretendieran el reconocimiento de algún tipo de

gravamen dirigido a afectar el bien inmueble alegando que el suyo fue otorgado

anteriormente al del Banco, no obstante que la entidad financiera lo inscribió con anterioridad

en los registros públicos; en dicho supuesto es obvio que el juzgador deberá preferir el

gravamen primeramente inscrito, haciendo prevalecer el rango de la inscripción; pero en el caso

de autos estamos ante dos derechos sobre los cuales no puede determinarse prioridad alguna, ya

que el Banco de Crédito no tiene a su favor ningún derecho real inscrito con anterioridad al

derecho de propiedad de los demandantes, sino que se trata de un derecho personal; razón por la

cual se concluye que la inaplicación del citado precepto normativo resultaba congruente con lo

actuado, por lo que este extremo del recurso resulta también infundado. Finalmente se debe

advertir que este es el criterio jurisdiccional que viene adoptando de manera reiterada este

Colegiado, y aún cuando existan casaciones anteriores, que entren en contradicción con lo

motivado en el presente caso, no esta demás señalar que las anteriores resoluciones no reúnen los
requisitos previstos en el artículo 400 del Procesal Civil, y que asimismo se debe tomar en cuenta

la dinámica de la realidad social, a la cual debe atender este Supremo Tribunal, bajo cánones

estrictamente jurídicos, con independencia e imparcialidad.

4.  DECISIÓN:

Estando a las consideraciones expuestas y a lo establecido por el artículo 397 del Código

Procesal Civil:  

Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas trescientos siete por el

Banco de Crédito del Perú; en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fojas

doscientos setenta y ocho, su fecha dieciséis de julio de dos mil ocho, emitida por la Primera

Sala Civil con Sub especialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima.  

CONDENARON a la entidad recurrente a la multa de dos Unidades de Referencia Procesal, así

como al pago de las costas y costos originados en la tramitación del recurso; en la causa

seguida por Carmen Leonor Otero Ramos y otros, sobre tercería de propiedad.  

DISPUSIERON la publicación de esta resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo

responsabilidad; actuando como Ponente el señor Távara Córdova; y los devolvieron.‐ 

SS.

TAVARA CORDOVA

SOLIS ESPINOZA

CASTAÑEDA SERRANO

IDROGO DELGADO
CASACION N° 14.
CASACION N°15
CONTINUACION DE LA CASACION N° 15

CASACION N°16 EXP N°1003-97 LIMA 3 DE JULIO 1997


CASACION N°17
CASACION N° 18 …N°3178-99/AREQUIPA

CASACION N° 18 CONTINUACION
CASACION N°19
CASACION N° 20
FIN

También podría gustarte