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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Asignatura:
Neuropsicología
Participante:
Julio Alejandro Gastillo García
Privado de libertad
Matricula:
2019-06232
Facilitador/a:
Ester Lugo
Fecha:
24 de noviembre del 2020
EL PINITO LA VEGA
(CCR-XVI)
República Dominicana
Conclusión
La enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas
más frecuentes y conocidas. Se trata de un trastorno crónico y actualmente
irreversible de causas desconocidas que actúa produciendo un deterioro
progresivo en las facultades mentales de quien lo padece. Inicialmente actúa
solo a nivel de corteza, pero según el deterioro va avanzando termina
afectando también a nivel subcortical. De inicio insidioso, las primeras lesiones
aparecen en el lóbulo temporal para posteriormente ir expandiéndose a otros
lóbulos como el parietal y el frontal.

Actualmente su diagnóstico sólo se considera totalmente definitivo después de


la muerte del paciente y del análisis de sus tejidos (antes del deceso se
considera su diagnóstico es solo probable) si bien según van avanzando las
técnicas de neuroimagen se hace posible un diagnóstico más exacto. El curso
de la enfermedad de Alzheimer provoca un deterioro cognitivo homogéneo y
continuo, teniendo una duración media de entre ocho y diez años.
Al terminar de consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de
interés científico para la temática objeto de estudio, se sugiere que
realices las siguientes actividades:
1. Redacta una lista de los cambios que son normales en la memoria y
que ocurren con el avance en la edad, en comparación con los
cambios en la memoria que sugieren una demencia.
 
Listado de los cambios Cambios en la memoria que
normales en la memoria sugieren una demencia.
ocurridos en el
envejecimiento
 pérdida de memoria  el Alzheimer
 disminución de la capacidad
para organizar la información  Pérdida de iniciativa para
actividades sociales
 Ligera pérdida en la capacidad
de conceptualización y en la
 Pérdida del juicio
flexibilidad mental.
 dificultades de concentración  Cambios de humor y
 cambios neurológicos  personalidad

 Extraviar objetos Problemas


con el lenguaje

 Grandes dificultades para leer,


incapacidad para calcular
distancias o identificar colores

 Desorientación de tiempo y
lugar
Explica en un párrafo el posible diagnóstico que recibirían los
pacientes de cada uno de los casos del documento anexo, justificando
por qué los síntomas que presentan te llevaron a hacer esta
inferencia.

Casos Neuropsicología
CASO A
Se trata de una mujer de 58 años, L. C., que presenta un cuadro de torpeza
generalizada, lentitud y temblor postural en miembros superiores de dos años
de evolución. Inicialmente es diagnosticada de Enfermedad de Parkinson
idiopática. Dos años después del inicio del cuadro parkinsoniano es reevaluada
por presentar de forma fluctuante: conducta impulsiva, cambios de carácter con
violencia y agresividad, ataques de llanto repentino y comportamiento infantil.
Presenta asimismo dificultades en concentración, poca capacidad de
comprensión y razonamiento y dificultad para hablar y expresarse. En
ocasiones confunde ideas simples, también nombres de objetos y personas.
Comienza a perder las rutinas de su vida diaria, mantiene poca relación con el
entorno y muestra falta de cuidado personal.

Según los datos recopilados sobre dicho caso concluyo de la siguiente


manera:

La paciente. L, C de 58 años la cual fue diagnosticada con el mal de párkinson

No presenta síntomas esenciales de dicha enfermedad ya que los síntomas


presentados por la paciente son síntomas más parecidos a los síntomas de
Alzheimer ya que la misma presenta rasgos o mejor dicho síntomas
contundentes los cuales me llevan a concluir que la paciente probablemente
padezca de dicha enfermedad y no del mal de párkinson.
CASO B:

J. G. es un señor de 76 años, con antecedentes de hipertensión arterial y


aumento del colesterol. Actualmente, sus familiares afirman que no se
encuentra en ningún tratamiento farmacológico. Además, relatan que hace
unos 14 meses presentó de forma brusca y durante varios días, fallos de la
memoria (dificultades en las tareas cotidianas, como alimentarse y vestirse…)
de los que se recuperó parcialmente, y desde entonces ha ido empeorando
progresivamente. Actualmente tiene fallos ocasionales en el control de
esfínteres. También se han observado cambios en su forma de comportarse en
el humor y en el interés por los demás. El paciente refiere que tiene la cabeza
menos clara que antes y se le hace difícil tomar decisiones. Ha perdido interés
en sus aficiones y su pensamiento es confuso. No tiene problemas de sueño ni
presenta síntomas depresivos.

Según los datos recopilados sobre dicho caso concluyo de la siguiente


manera:

El paciente J. G. es un señor de 76 años, con antecedentes de hipertensión


arterial y aumento del colesterol. Actualmente se han observado cambios en su
forma de comportarse en el humor y en el interés por los demás se le hace
difícil tomar decisiones. Ha perdido interés en sus aficiones y su pensamiento
es confuso. No tiene problemas de sueño ni presenta síntomas depresivos. Por
lo que concluyo de la siguiente manera: según los síntomas presentados por el
paciente es muy probable que este padezca de Alzheimer ya que el mismo
conduce a un  cambio de personalidad. El cual es generado por los síntomas
de dicha enfermedad, por eso y basándome a dichas pruebas concluyo
diciendo que el paciente padece de la enfermedad cognitiva llamada
Alzheimer. Ya que el mismo presenta cambios en el humor, perdida de interés
por los demás además se le hace difícil tomar decisiones, de igual forma a
perdido interés en sus afecciones y sus pensamientos es confuso. Entre otras
cosas.
CASO C:

La paciente S. D., mujer de 77 años, se ha perdido varias veces debido a la


desorientación espacial originada por la enfermedad. Con respecto a la
movilidad no parece presentar graves problemas, ya que mantiene la postura
adecuada, no se observa rigidez ni temblor, y se conserva la motricidad gruesa
y fina. No necesita de ayuda para caminar. Según el informe del neurólogo,
presenta una grave desorientación de tiempo y espacio, lo que provoca que se
pierda frecuentemente. La memoria está muy afectada, rellenando las lagunas
que tiene con falsos recuerdos. No presenta afasia, aunque ha perdido la
capacidad de iniciar la conversación. Reitera con frecuencia expresiones o
frases. Tiene alterada su expresión emocional tanto a nivel de expresión facial
como verbal. Tiene dificultad para planificar tareas y secuencias de tareas, se
suele “saltar pasos” para realizar cualquier tarea. La paciente presenta un alto
grado de ansiedad y miedo, debido a su inseguridad en la realización de
cualquier actividad. Necesita la comprobación constante por parte de los
demás de que lo que hace está bien.

Según los datos recopilados sobre dicho caso concluyo de la siguiente


manera:

La paciente S. D., es una mujer de 77 años la cual presenta desorientación


espacial, presenta una grave desorientación de tiempo y espacio. La memoria
está muy afectada, rellenando las lagunas que tiene con falsos recuerdos, No
presenta afasia, aunque ha perdido la capacidad de iniciar la conversación.
Reitera con frecuencia expresiones o frases. Tiene alterada su expresión
emocional tanto a nivel de expresión facial como verbal. Tiene dificultad para
planificar tareas y secuencias de tareas, se suele “saltar pasos” para realizar
cualquier tarea por lo que concluyo en que la paciente S. D de 77 años
presenta síntomas que indican que probablemente sea  Alzheimer, ya que la
paciente presenta síntomas como la desorientación de tiempo y espacio, más
la afectación de la memoria, los cuales son producidos por dicha enfermedad
razón por la cual concluyo diagnosticando Alzheimer en la paciente.
Diagnósticos que recibirían dichos paciente

Según las pruebas arrojadas puedo concluir diciendo que los pacientes
presentados en este documento presentan rasgos o mejor dicho síntomas de
lo que podríamos decir que probablemente sea Alzheimer.
Conclusión
Al término de este trabajo puesto por nuestra facilitadora quiero concluir de la
siguiente manera: Al igual que la mayor parte de demencias corticales, la
enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una pérdida progresiva de
funciones que se dan especialmente en tres ámbitos, configurando lo que se ha
denominado síndrome afaso-apraxo-agnósico. Dicho de otra forma a lo largo
de su deterioro el paciente va perdiendo la capacidad de hablar (es muy típica
la presencia de anomia o dificultad para recordar el nombre de las cosas),
realizar acciones secuenciadas o incluso de reconocer los estímulos
provenientes del exterior, culminando en un estado de mutismo e inmovilidad.
La presencia de caídas, alteraciones del sueño y la alimentación, alteraciones
emocionales y de la personalidad y pérdida de olfato suelen ser también
comunes en quienes padecen Alzheimer. Con el tiempo, el sujeto tiende a
desorientarse y perderse, tener descuidos y comportamientos extraños y
descuidos, olvidar el valor de las cosas e incluso acaba por ser incapaz de
reconocer a sus seres queridos. A medida que la enfermedad avanza el sujeto
va perdiendo poco a poco su autonomía, dependiendo con el tiempo del
cuidado y la gestión de agentes externos.

Estadísticamente, la media de edad a la que empieza a aparecer la


enfermedad de Alzheimer se sitúa alrededor de los 65 años, aumentando su
prevalencia según la edad va aumentando. Se considera de inicio temprano o
presenil si empieza antes de los 65, y senil o de inicio tardía si ocurre después
de dicha edad. A menor edad de inicio peor pronóstico, avanzando con más
rapidez los síntomas.

Como hemos dicho la enfermedad de Alzheimer provoca un deterioro


progresivo de las funciones mentales del paciente. Dicha progresividad puede
observarse a lo largo de las tres fases en las que se ha diferenciado el proceso
de degeneración.
Además de dichas fases, se ha de tener en cuenta que en ocasiones puede
haber un periodo de tiempo previo al inicio del trastorno en que el individuo
padece un deterioro cognitivo leve (generalmente de tipo amnésico).

Primera fase: Inicio de los problemas

En los primeros momentos de la enfermedad, el paciente empieza a


experimentar pequeños déficits de memoria. Le cuesta recordar lo que acaba
de hacer o comer, así como retener nuevas informaciones (dicho de otro modo,
padece amnesia anterógrada)

Segunda fase: Pérdida progresiva de capacidades

La segunda fase de la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la aparición


del síndrome afaso-apraxo-agnósico, junto a la aparición de la amnesia
retrógrada. Es decir, el sujeto empieza a tener problemas de comprensión y
emisión de lenguaje más allá de la anomia, así como a tener severas
dificultades para realizar actividades secuenciadas y a reconocer objetos,
personas y estímulos, además de comenzar a tener problemas para recordar
hechos pasados (hasta ahora las pérdidas de memoria se refieren
principalmente a sucesos que acababan de suceder y que no eran retenidos

Tercera fase: La fase avanzada de la enfermedad de Alzheimer

Durante la tercera y última fase de la enfermedad, el deterioro del individuo


resulta especialmente intenso y evidente. La pérdida de memoria episódica
puede llegar a remontarse a la infancia. También existe pérdida de memoria
semántica. El sujeto deja de reconocer a sus familiares y seres queridos e
incluso es incapaz de reconocerse a sí mismo en una imagen o un espejo.

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