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Música para sentirnos mejor

Todas las familias tienen una canción favorita con la que recuerdan, cuando la
escuchan, momentos especiales que pasaron juntos, lo que genera emociones que se
intensifican al cantarla o ejecutarla.
En la actividad de hoy, explorarás con los sonidos percutidos para experimentar con
las emociones que te provoque el tocar el cajón peruano para grabar un audio.
Si tienes alguna dificultad para realizar la actividad, solicita el apoyo de un familiar
¿Alguna vez tocaste un instrumento de percusión? ¿Cuál? ¿Qué recuerdas de esa
experiencia? La semana pasada analizaste de manera crítica la canción que representa
a tu familia para reflexionar sobre ella y comentar sobre los recuerdos, significados,
experiencias y emociones que les genera a través de un texto escrito. En esta semana,
asumirás el reto de explorar con los sonidos percutidos para experimentar con
emociones que te provoque el tocar el cajón peruano para luego grabar un audio y
presentarlo a tu familia, para que juntos reflexionen sobre cómo la música permite
generar emociones que recordarán con el paso del tiempo

La historia del cajón


A mediados del siglo XVI, el cajón peruano surgió de la prohibición de la
práctica de cualquier manifestación cultural de las personas traídas de África,
como esclavos. Fue entonces que, con cajas de madera y trozos huecos de
calabazas, produjeron sonidos percutidos para replicar sus melodías en sus
reuniones, bailando y compartiendo, para no olvidar de dónde venían. Recién
en el siglo XIX, el músico Porfirio Vásquez le dio al cajón el acabado y la
medida que hoy conocemos. Con el paso de los años, el cajón fue integrado
al festejo, el tondero y también acompañó los versos octosilábicos (versos
de ocho sílabas) que recitaban famosos decimistas como Nicomedes Santa
Cruz. En épocas más recientes, quien le dio sonido al cajón peruano en
los emotivos valses criollos fue el recordado Arturo “Zambo” Cavero. Otro
exponente del cajón y que fundó el Festival Internacional del Cajón Peruano
fue Rafael Santa Cruz, quien hizo historia en el libro de récords Guinness,
al reunir a más de mil personas para tocar cajón en la Plaza de Armas de
Lima. El cajón peruano, Patrimonio Cultural de la Nación, cada 2 de agosto
celebra su día, siendo un instrumento que ha trascendido en otros géneros
musicales, aportando así mucha riqueza cultural a nuestro país.1
El cajón es un instrumento musical de percusión. Para tocarlo, nos sentamos
encima, colocando los pies a los costados y casi pegados al instrumento
para dejar libre la parte frontal del cajón. Mantén la espalda recta y las manos
colgando hacia adelante. Para desarrollar esta actividad, si tenemos un cajón
en casa, es hora de buscarlo. En el caso de no tener uno, no te preocupes,
puedes utilizar un bidón de agua, una caja, un balde u otro objeto.
Empieza por sentarte en el cajón para explorar y experimentar tocando el
cajón, dando golpes en las diferentes partes del instrumento para descubrir
qué sonidos emite. Luego de explorar y experimentar con los sonidos
percutidos, prueba conseguir los sonidos agudos, golpeando la parte
superior del cajón. Para conseguir sonidos graves, golpea la parte media
superior del instrumento, como se muestra en las imágenes:

Para continuar aprendiendo, practica con 2 frases rítmicas, las cuales debes pronunciar
sílaba por sílaba mientras tocas el cajón:
Frase 1: Yo toco festejo
Para tocar esta frase, empieza desde la sílaba “to” y luego continúa pronunciando y
tocando el resto de las sílabas hasta terminar la frase para luego continuar con toda la
frase una y otra vez.
Toca la frase en el cajón golpeando la parte superior derecha, a la vez que pronuncias
la sílaba “to”, y el siguiente golpe en la parte superior izquierda pronunciando “co” y
así sucesivamente, como si estuvieras dando pasos rápidos con las manos, de un lado
a otro. Puedes empezar con la mano con la cual te sientas más cómoda o cómodo.
Luego de unos minutos de práctica, seguramente te darás cuenta de que el acento en
la frase está en la sílaba “to”. Cada vez que estés tocando y pronunciando la sílaba,
baja la mano hacia la parte media superior del cajón para que el sonido sea grave y
luego continúa tocando el resto de la frase a cada lado superior del cajón.
Cuando hayas aprendido a tocar esta frase, practica, pero sin mencionar la frase, una
y otra vez, solo sonidos hasta que te la aprendas.
Frase 2: Yo no como rocoto, sí señor
Para tocar esta frase, también pronuncia sílaba por sílaba. Empieza a tocar la primera
parte de la frase, golpeando primero con una mano y luego con la otra, por encima de
la parte media superior del cajón para producir sonidos graves, mencionando la frase
por sílabas: “yo no co-mo ro-co-to”, varias veces, un golpe tras otro, hasta aprenderla.
A continuación, toca la segunda parte de la frase, golpeando un extremo superior del
cajón; luego el otro y así sucesivamente para producir sonidos agudos, mencionando
la otra parte de la frase: “sí se-ñor”, y vuelve a tocar y pronunciar “Yo no co-mo ro-
coto”, tocando por encima de la parte media superior del cajón.
Continúa tocando la frase completa, mezcla los sonidos graves y agudos.
Cuando hayas aprendido a tocar la frase, practica tocando el cajón sin mencionar la
frase, solo sonidos una y otra vez.
Sobre la base de tu exploración y la práctica de las frases rítmicas, agrega algunas
variantes, quizá palmadas al terminar cada frase o algún zapateo. ¡Tú decides!
Planifica la ejecución de la grabación de las frases rítmicas, a partir de las siguientes
preguntas:
¿Cuánto tiempo durará tu audio?
- ¿Con qué aparato electrónico harás tu grabación?
- ¿Qué otras variantes a las frases agregarás a tu presentación?
- ¿Tocarás utilizando un cajón, una caja, un balde, un bidón u otro objeto?
- ¿En qué momento harás que tu familia escuche tu grabación?
- ¿Qué emociones quieres generar en tu familia con el audio que grabarás?
Si deseas, puedes observar algunos videos tutoriales para seguir aprendiendo. El
enlace que te dejamos a continuación es un tutorial que elaboró el músico peruano
Lucho Quequezana para enseñar a tocar cajón. El video se titula: A tocar cajón todos.
¡Mira el tutorial!
• Luego de practicar las frases rítmicas tocando cajón, graba un primer audio para
que te des cuenta de lo que necesitas mejorar. Puedes hacer que un familiar
escuche tu grabación para que te dé sugerencias de mejora.
• Graba el audio y luego reúne a tu familia para que lo escuchen y reflexionen juntos
sobre las emociones que les genera. Anímalos a que ellos también toquen las
frases rítmicas porque tú les puedes enseñar. Construyan juntos momentos en
familia que recordarán gracias a que la música genera emociones y recuerdos que
perduran en el tiempo.
• Registra de manera escrita todo tu proceso de exploración y experimentación
con las frases rítmicas, la creación de variantes, la presentación de tu audio y la
experiencia que se generó con tu familia porque ello te servirá para saber cuánto
aprendiste.
• Guarda tu planificación y el registro de todo tu proceso de tu aprendizaje en tu
portafolio personal para tener evidencia de tu aprendizaje.
Autoevaluación
• ¿Qué he aprendido de esta experiencia?
• ¿Qué dificultades he tenido y cómo las he superado?
• ¿Qué emociones me ha generado esta experiencia?
• ¿Qué recordaré de esta experiencia con el paso de los años?

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