Un mensaje de aclaración para Gabriel García, que se atrevió a

escribir en un periódico, que la ortografía debía de desaparecer pues

no tenía importancia.

Hoy no es el único día para recordar que existe un lenguaje, debe ser todos los días y
más aún cuando existen personas que se vanaglorian de tener un titulo o un poder para
hacer declaraciones anarquistas sobre el lenguaje, o personas demasiado posesivas
en busca de una publicidad como el caso del escritor de Cien años de Soledad.

El lenguaje es la representación de códigos con que se reciben o se envían bondades

de: La naturaleza, la ciencia, las comunidades y las sociedades o también
perturbaciones de ciertos líderes ó de los medios de comunicación. Los códigos
lingüísticos son unos símbolos que se tejen en redes de información para simplificar,
sistematizar y significar las combinaciones de hechos en los distintos tiempos y en las
necesidades de comunicación ante los fenómenos que nos gesta una interrogación,
una admiración o una afirmación, por lo tanto todo código lingüístico (actos, palabras o
símbolos) tiene un proceso de evolución asumiendo una perfección o retroceso en
beneficio del enlace entre el emisor y receptor; y entre los diferentes modelos de
resonancia de agrupaciones sociales y comunidades.

Ahora aparentemente parece fácil crear o mejorar cualquier código para expresar un
mensaje ya sea utilizando raíces griegas o latinas o expresiones indoamericanas o
actitudes de la última moda (motilando el fonema): En las expresiones siguientes
quitemos la “h” y observemos las ambigüedades. Que rama tan hojosa; y que hoja tan
ojosa, ¡será que no hay que recurrir a una expresión más amplia para que entiendan el
mensaje!, que rama vegetal con abundantes hojas; y que hoja de espinaca tan
agujereada, pues se dan varios paradigmas por los dos tipos receptores y emisores
(los que conocieron el sistema viejo y los que por primera vez toman el mensaje).

Pero a grandes rasgos primero se da una acomodación fisiológica (reflejos

condicionados) y anatómica (vocalización) circunscrita a una aceptación social donde
se involucra el fenómeno de la ideología que prevalece; y que solo es de interés
descifrar la magnitud del lenguaje al filólogo u otras ramas obedientes de la
investigación del desarrollo de la comunicación.

El lenguaje tiene: Un magnetismo, un mito, una inspiración y un ímpetu de desarrollo

unido a la realidad que manifiesta el proceso del trabajo y es la razón de manejar con
claridad lo que se persigue, pues existe la desnudez o claridad y el mimetismo o
impropiedad de la objetividad de las cosas. Esto nos induce a aclarar una realidad entre
lo que es un objeto (barro quemado) y conceptualización del objeto (ladrillo), y sucede
en el ámbito de la consciencia que es una propiedad singular de la materia altamente
organizada (actividad nerviosa superior) y su capacidad consiste en reflejar el mundo
natural, pero esto no es que la consciencia esté ligada a la materia altamente
organizada, sino que está relacionada al medio material que circunda al hombre, y en
consecuencia surge el fenómeno de la imagen que ocupa el espacio entre objeto y
concepto, y la imagen es la realidad transformada adecuadamente en el cerebro
humano.

Los problemas que se manifiestan en nuestro lenguaje son de los medios de

información y no del propio desarrollo de los fonemas o códigos lingüísticos. Sí
observamos nuestro abecedario: La consonante. Es un sonido en cuya articulación
existe obstáculo.

Oclusivas: P, B, T, D, K. g

Es aquella articulación, en la cual se establece un contacto completo entre los órganos

activos y pasivos, el cual el canal vocal permanece momentáneamente cerrada,
deshecho súbitamente la oclusión, precipitándose hacia afuera con una breve explosión
el aire acumulado detrás de los órganos.

Fricativas: F, S, Z, L, Y, Z.

Articulación que posee las siguientes características. Órganos en contacto incompleto,

el cual se reduce en algunos de sus puntos a una estrechez por donde el aire sale
constreñido produciendo con su rozamiento un sonido más o menos fuerte
Bilabiales: P, B, M.

Articulación cuyos órganos activos y pasivos son los labios inferior y superior
respectivamente.

Dentales: T, D.

Articulación cuyo órganos activos y pasivos son respectivamente la cara interior de los
incisivos superior y la punta de la lengua.

Labiodentales: F, m

Articulación cuyos órganos activo y pasivo son respectivamente, el labio inferior y el

borde de los incisivos superiores.