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ES RAZONABLE SER CREYENTE ?

BIOGRAFIA DEL AUTOR

Alfonso Aguiló Pastrana, nació en Madrid en 1959. Ingeniero de profesión, pero dedicó su vida a
su verdadera pasión, la enseñanza. Llegó a ser Vicepresidente del Instituto Europeo de Estudios
de la Educación en 1991, ha publicado sinnúmero de artículos en revistas y publicaciones, así
como libros sobre educación, antropología y apologética. Actualmente es director de Tajamar.

RESUMEN

La idea de Dios esta presente en el ser humano desde siempre. A lo largo de la historia de la
humanidad no ha existido un pueblo que no haya tenido algún tipo de creencia en un ser
superior, es por esto que la religión surge ante la necesidad de dar respuesta a las grandes
incógnitas del hombre sobre su origen y la muerte.
Es incongruente pensar que la complejidad y perfección que existen en el universo sea resultado
del azar, es lógico aceptar que detrás de toda la obra maestra existe un artista, que fue la causa
primera de esta obra. Es por esto que para dar sentido a nuestra existencia, necesitamos ser
creyentes, y conciliar la razón con la fe.

Muchas teorías han surgido cuestionando a la existencia de Dios, y el origen del universo,
proponiendo argumentos ilógicos que no pueden ser explicados bajo el método científico. Uno
de los conflictos más antiguos es la contraposición de la ciencia y la fe. La ciencia se base en
procesos exactos, medibles y verificables. Es por esto que ante el progreso científico el aspecto
religioso ha tenido un declive. La idea de Dios está cada vez más lejos de muchos científicos, sin
embargo, la necesidad de la creencia de un ser supremo es necesaria, ya que es imposible
explicar su inexistencia, y al contrario, mientras más progresa la ciencia, se descubre un poco más
de Dios. Si bien es cierto, la razón y la ciencia son importantes, ya que son las cualidades que
distinguen al hombre de los animales y gracias a ellas se ha contribuido a un mundo mejor, pero
no se debe caer en la idolatría de las mismas, ya que, debido a la tendencia al mal que tiene el
hombre, podemos crear una sociedad desequilibrada, en la que se da rienda suelta a la
decadencia debido a la ausencia de Dios.

Muchos critican a Dios por haber permitir el dolor y la muerte, tal vez sería mejor un mundo en
que no existiera la posibilidad de hacer el mal, pero si Dios permitiera esto, atentaría contra la
libertad del hombre. Al ser libres podemos tender a hacer mal uso de esta libertad, pero esto no
tiene nada que ver con la Omnipotencia de Dios, ya que el poder hacerlo todo, no quiere decir, ir
en contra de su propia naturaleza y tampoco ser responsable de nuestras acciones. Muchos no
entienden porque Dios no interviene para mejorar las cosas, pero ignoran que todo aquello malo
que sucede es por consecuencia del hombre, y echar la culpa a Dios y eludir nuestra
responsabilidad, nos aleja aún más de su perdón.

No debemos dejarnos confundir por las religiones, ya que todas tienen algo bueno y malo, sin
embargo la fe cristiana es la acertada, porque da a conocer a Jesucristo como salvador, quien es
Dios mismo hecho carne, que se humilla por amor a su creación, hasta la misma muerte y quien
resucita con poder y gloria. Esto es algo que ninguna otra religión o líder ofrece.

Jesucristo dejó su legado a hombres comunes para que lo dieran a conocer al mundo entero. Esta
labor que ha llevado a cabo su iglesia, con aciertos y errores, ha sido criticada debido a muchos
episodios obscuros en la historia. Ante lo cual se debe aclarar que muchos casos fueron mal
interpretados y no siempre fue responsabilidad del cristianismo, sino como el resultado de la
unión civil y eclesiástica que junto con la mentalidad de la época, provocaron desastres en los
habitantes. Los errores que la iglesia ha tenido a lo largo de la historia, no son culpa de la verdad,
sino de quienes no la entendieron y abusaron de su poder con el fin de imponerla a toda costa.

No obstante, el cristianismo ha aportado de muchas formas a la historia de la humanidad. Desde


sus inicios y a pesar de la persecución, fue el primer movimiento que eliminó las diferencias
étnicas, acogió a la mujer y demostró verdadero interés por lo más débiles. Estas ideas se
esparcieron por el mundo, cosa que el paganismo nunca hubiese logrado. Además el cristianismo
ha ayudado a preservar la cultura, impartir educación, apoyo de leyes sociales, las misiones que
se desarrollaron en muchos lugares donde el sistema oprimía a los más débiles, apoyo en la
abolición de la esclavitud.

La iglesia católica en la actualidad es de carácter universal, debido a la diversidad nacional y


étnica de sus fieles, es por esto necesario establecer dogmas y una autoridad que guíe al pueblo
en cuanto a los principio cristianos, aún a pesar de esto en muchos casos se ha considerado que
la iglesia carece de pluralismo ya que no se ha aceptado la disconformidad de varios oponentes
de la doctrina oficial, pero a pesar de que la iglesia católica es el lugar donde más libertad de
expresión se puede encontrar, no se puede permitir dar rienda suelta a aquellas ideas que vayan
en contra de la doctrina recibida de Jesucristo.
Muchos opinan que la iglesia debería cambiar para adaptarse más a los tiempos, y reducir sus
exigencias a fin de tener más creyentes. Pero esto no es así, la falta de virtud, no cederá aún a
pesar de los cambios y al contrario podría perjudicar a los creyentes actuales. El cambio es
necesario pero no a costa de perder su identidad y perder el eje mismo de su mensaje.
Es importante mencionar, que la autoridad de la Iglesia viene por parte de Jesucristo, quien la
instituyó, a fin de hacer discípulos y enseñar la verdad sobre la salvación a la humanidad, por lo
tanto no es elección de la Iglesia el aceptar o no nuevos pensamientos que se adapten a la
cultura actual o que estén de moda, aún a pesar que muchos piensen que es una actitud
intolerante.

A pesar de que muchos consideran que aceptar una creencia es una posición servil, es necesario
la existencia de valores absolutos divinos en nuestra vida a fin de tener parámetros de
comportamiento y diferenciar la justicia de la injusticia y lo bueno de lo malo, para no dejarnos
llevar por el relativismo moral, porque pondría en grave riesgo la dignidad humana. El
alejamiento de las leyes de Dios no hace más que sumir al hombre en una horrible depravación,
pero en cambio la verdad nos libera, pero no cualquier verdad, sino aquella inmutable que no
cambia de acuerdo a la voluntad de los pueblos.
Es importante entonces inculcar principio morales, sin que esto quiera decir que se debe influir la
forma de pensar de cada persona, al contrario, se debe dar a cada uno la capacidad de juzgar
desde una óptica de hábitos generosos. Si bien es cierto que la finalidad de la iglesia no es la
imposición de valores religiosos a la sociedad civil, la iglesia debe expresar con libertad su
mensaje a todos aquellos que muestren sensibilidad de conciencia y abran su corazón a la
verdad.

Es por esto que la posición de la iglesia frente a muchas ideas, aclara el camino, como por
ejemplo, el respeto por la vida humana, la tolerancia hacia los más débiles, la sexualidad, entre
otros. Es importante estar conscientes de que la libertad que Dios nos da, incluye el uso sensato
de la misma, es decir el aceptar las leyes que rigen nuestra naturaleza. El transgredir la ley
obviamente nos perjudica, ya que el hombre que la trasgrede una y otra vez, pierde la
sensibilidad moral y se degrada.

Una vida sin fe puede resultar más relajada, pero al mismo tiempo más obscura y sin esperanza.
Muchos piensan que ser creyente es llevar una vida llena de privaciones, pero en realidad
debemos entender que solo haciendo el bien podemos ser felices y podemos disfrutar la vida, es
por esto que tener fe es algo razonable.

OPINION PERSONAL

EL libro "Es razonable ser creyente?", presenta al lector un análisis profundo de la religión
católica, proponiendo una serie de cuestionamientos a manera de diálogo, en el que
aparentemente el interlocutor trata de dar razones lógicas sobre la fe.
Personalmente esta lectura me ha resultado muy enriquecedora, dado que trata temas actuales
que, en muchos casos generan polémica y que pocos se atreven a tratar. He podido tener una
óptica diferente sobre lo que piensan los no creyentes y a cuestionar ciertos conceptos que los
tenía asumidos, pero ahora encuentro más sentido en ellos. Tras leer este libro, tengo la
sensación de haber consolidado mi fe, y creo más que nunca, que es sensato intentar conocer a
Dios, pero no a cualquier Dios, sino al único y verdadero. Nuestras vidas pueden solo tener un
enfoque diferente cuando llegamos a tener un encuentro personal con Jesucristo, ya que nos
muestra un Dios entregado por su creación y que se identifica con nuestras luchas.

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