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Revista de Ciencias Sociales (Ve)

ISSN: 1315-9518
cclemenz@luz.ve
Universidad del Zulia
Venezuela

Maldonado Viloria, Zulimar


La representación americana en las Cortes de Cádiz y la lucha por la autonomía provincial: casos de
Maracaibo y Tabasco, 1810-1814
Revista de Ciencias Sociales (Ve), vol. VIII, núm. 3, septiembre, 2002, pp. 497-511
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

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Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. VIII, No. 3, Octubre - Diciembre 2002, pp. 497-511
FACES - LUZ · ISSN 1315-9518

La representación americana en las Cortes


de Cádiz y la lucha por la autonomía provincial:
casos de Maracaibo y Tabasco, 1810-1814
Maldonado Viloria, Zulimar*

Resumen
La convocatoria, expedida por la Junta Central en 1.809, para elegir y enviar diputados a las
Cortes Generales y Extraordinarias de la monarquía española representó una oportunidad única
para las elites americanas de expresar y reivindicar sus aspiraciones políticas y socioeconómicas
ante el poder metropolitano. Provincias de diferentes espacios de la América Española, como Mara-
caibo (Venezuela) y Tabasco (México), encausaron su actuación hacia la solicitud y defensa de sus
aspiraciones históricas, consistentes en reivindicaciones políticas, económicas, militares, sociales
y, sobre todo, en el logro de autonomía y status político El análisis de las actuaciones de los diputa-
dos americanos permite deducir la existencia temprana de proyectos ilustrados y autonomistas. En
particular, se considera la actuación del parlamentario José Domingo Rus, de la Provincia de Mara-
caibo y los fundamentos ideológicos, políticos, económicos y sociales que sustentaron el proyecto
de la elite que lo designó su representante.
Palabras clave: Autonomía, Cortes de Cádiz, Elite, Maracaibo-Venezuela, Tabasco-México.

The American Representation in Cortes of Cadiz


and the Fight by the Provincial Autonomy: Cases
of Maracaibo and Tabasco, 1810-1814
Abstract
The call, sent by the “Junta Central” in 1.809, to choose and to send deputies to General and
Extraordinary Cortes of the Spanish monarchy represented a unique opportunity for elites Ameri-
can to express and to vindicate its political, social and economic aspirations in the face of metropoli-
tan power. Provinces of different spaces from Spanish America as Maracaibo (Venezuela) and Ta-
basco (México) guide their performance towards the request and defense of their historical, consis-

Recibido: 02-01-10. Aceptado: 02-07-02

* Profesora Agregada. Escuela de Sociología. Universidad del Zulia. E-mail: zumavi@cantv.net

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La representación americana en las Cortes de Cádiz y la lucha por la autonomía provincial
Maldonado Viloria Zulimar______________________________________________________

ting of aspirations political, economic, military, social vindications and, mainly, in the profit of au-
tonomy and political status The analysis of the performances of the American deputies allows to de-
duce the early existence of informed and “autonomistas” projects. In particular is considered in this
article the performance of the parliamentarian Jose Domingo Rus, from the Province of Maracaibo,
who sustained the project of elite that designated him as its representative to it.
Key words: Autonomy, Cortes of Cadiz, Elite, Maracaibo-Venezuela, Tabasco-México.

Introducción sus divergencias políticas, aportaron todos sus


conocimientos, experiencias y esfuerzos para
La formación de las Cortes Generales y lograr un objetivo común: el de reorganizar
Extraordinarias, constituidas en asamblea única las bases políticas, económicas y sociales de
el 24 de septiembre de 1.810 en Cádiz, se hizo la monarquía. En palabras de Manuel Chust:
desde la “reunión de los diputados que represen- “La realidad española y americana, esto es
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tan la Nación española” ,definida por las mis- hispana, empezó a ser transformada, interpre-
mas Cortes y consagrada en la Constitución de tada y, en ocasiones, reinventada. Se transfor-
1.812 como “la reunión de los españoles de am- maba la realidad, es decir, surgían nuevos as-
bos hemisferios”. Por lo tanto, las cortes gadita- pectos, otros variaban su contenido cualitati-
nas representaron la conjunción de las ideas, in- vamente, pervivían los menos: acontecía la re-
tereses, aspiraciones y reivindicaciones de los volución y lo hacían desde la acción dialéctica
diputados peninsulares, filipinos y americanos península-América” (1999b: 18).
en el marco de la monarquía española. Pero, además, las Cortes de Cádiz se
Desde su instalación, las Cortes se cons- constituyeron en un espacio público donde, por
tituyeron en el centro de debate sobre las solu- primera vez, los problemas locales o regionales
ciones políticas que debían adoptarse para re- de los diversos territorios que integraban el Im-
formar la monarquía. De ahí que los primeros perio español se discutieron en el nivel nacio-
problemas en ser discutidos estuviesen referi- nal. En este sentido, las Cortes representaron
dos a la representación nacional, la soberanía, para los diputados americanos la plataforma
el nacionalismo, la nación, la libertad de im- sobre la cual fue posible exponer y reivindicar
prenta, la elaboración de una Constitución, la las aspiraciones históricas de sus provincias,
igualdad entre españoles peninsulares y ameri- consistentes en medidas a favor del progreso
canos, entre otros. Asuntos, cuya deliberación socioeconómico, reorganización administrati-
cobró tal envergadura, que conllevaron a la re- va, mayor autonomía y status político.
organización de todo el sistema de gobierno Para introducir esta temática se ha se-
monárquico, plasmada con la promulgación de leccionado dos estudios de caso, uno sobre la
numerosos decretos y, fundamentalmente, de provincia de Tabasco y el otro sobre Maracai-
la Constitución liberal de 1812. bo. Las representaciones y solicitudes que
Se inauguraba así la modernidad parla- para estas provincias hicieron sus diputados
mentaria en el mundo hispánico. El trabajo José Eduardo Cárdenas y José Domingo Rus,
mancomunado de los diputados peninsulares aunque refieren a circunstancias locales dis-
y americanos lo hicieron posible pues, pese a tintas ofrecen, sin embargo, varios rasgos co-

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munes como apuntalar hacia mayores condi- ceañista más las reivindicaciones que,
ciones de autonomía y alcanzar un status polí- como portavoces de las fracciones auto-
tico acorde con su tradición histórica y condi- nomistas americanas en los cabildos, ha-
ciones geoeconómicas. Finalmente, es preci- bían sido elegidos en América... Los de-
so aclarar que en este trabajo fue posible hacer
cretos de Cádiz serán hispanos y no sólo
mayor énfasis en la actuación del diputado
porque se van a aplicar sino porque sus
maracaibero José Domingo Rus al poder con-
representantes contribuyeron a elaborar-
tar con la versión directa de sus actuaciones en
las cortes gaditanas entre 1812 y 1814, que los. (1999 b: 6).
fueran publicadas por el mismo bajo los títu- Desde las primeras sesiones las voces
los de Maracaibo representado en todos sus americanas se hicieron sentir en las Cortes de
ramos y Agere propatria. Cádiz, pues, al segundo día de su apertura ya
la delegación de ultramar proponía que el de-
1. La participación americana en creto de instalación de las Cortes debía enviar-
las Cortes de Cádiz, 1810-1814 se a América acompañado por una declara-
ción de concesiones para los americanos.
La representación nacional americana Para discutir la citada propuesta, la
cuantitativamente estuvo en desventaja signi- Asamblea resolvió designar una comisión in-
ficativa respecto a la peninsular, sin embargo, 2
tegrada por diez diputados americanos . Abo-
al igual que sus colegas desplegaron impor- gando justicia y conveniencia política, la co-
tantes esfuerzos por desmantelar el esquema misión presentó su dictamen consistente en
organizativo del antiguo régimen y estructu- una lista de peticiones; en esencia, solicitaron
rar un nuevo sistema político y un modelo de igualdad de derechos entre la España america-
sociedad acordes con las ideas ilustradas y li- na y la peninsular, extensión de su representa-
berales del momento. Los aportes de muchos ción nacional como parte integrante de la mo-
diputados americanos en la elaboración de la narquía y amnistía para los sublevados ameri-
legislación española, fundamentalmente la canos “o por mejor decir olvido que con-
Constitución de 1.812 y, sobre todo, sus de- vendría conceder a todos los extravíos ocu-
mandas por obtener igualdad de derechos y rridos en las desavenencias de todos los paí-
respuestas favorables a los múltiples proble- ses de América” 3. Los parlamentarios ameri-
mas que aquejaban sus jurisdicciones dan canos estaban convencidos que con estas me-
cuenta de la importancia de su papel en el didas se apaciguarían los brotes de insurgen-
Congreso gaditano. Al respecto afirma Ma- cia contra las autoridades monárquicas que ya
nuel Chust: habían comenzado con la creación de Juntas
En Cádiz se formulan las bases de un Es- Supremas autónomas en ciudades como Cara-
tado nacional que va a integrar a los terri- cas, Santa Fe de Bogotá, Buenos Aires.
torios peninsulares más los americanos y Pese a este intento de la delegación
los asiáticos. Los diputados americanos americana por exponer sus intereses, su pro-
no sólo participarán activamente sino que puesta no prosperó de inmediato en las Cortes.
además incorporarán toda la especifici- Con una mayoría peninsular que oía con res-
dad americana a esta transformación do- quemores las aspiraciones de sus colegas de

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ultramar, se optó por dejar pendientes las pro- de ultramar”, tampoco dejó resuelto el “núme-
posiciones para discutirlas posteriormente en ro y forma que debía tener la representación
sesiones secretas 4, bajo el argumento de que nacional” postergándolo con un “oportuna-
“...las reformas americanas son problemas mente”. No obstante, representó el primer
constitucionales a tratar con la Constitución” paso en la defensa de las reivindicaciones
(De Castro, 1975: 155). Sin embargo, la pre- americanas que, poco tiempo después, toma-
sión e insistencia de los parlamentarios ameri- ría mas fuerza con la presentación de una nue-
canos llevó a la Cámara legislativa a promul- va lista de peticiones, once en total, excluidas
gar, el 15 de octubre de 1810, el decreto que en el decreto de 15 de octubre.
recogía las concesiones para la América his- Las nuevas solicitudes presentadas
pana: ante la Asamblea gaditana por los diputados
Las Cortes generales y extraordinarias americanos el 16 de diciembre de 1810 pue-
confirman y sancionan el inconcuso con- den dividirse en sociopolíticas y económicas.
cepto de que los dominios españoles en Entre las primeras pueden enumerarse las si-
ambos hemisferios forman una misma y guientes: representación nacional equitativa
ante las Cortes, igualdad de derechos de los
sola Monarquía, una misma y sola Nación
americanos, españoles o indios para poder
y una sola familia, y que por lo mismo los
ejercer cualquier cargo político, eclesiástico o
naturales que sean originarios de dichos
militar, distribución de la mitad de los cargos
dominios europeos o ultramarinos, son a favor de los naturales de cada territorio,
iguales en derechos a los de esta Penínsu- creación de comités consultivos para la elec-
la, quedando a cargo de las Cortes tratar ción de cargos públicos entre los residentes de
con oportunidad y con un particular inte- la localidad y el restablecimiento de la orden
rés de todo cuanto puede contribuir a la fe- de los jesuitas. En el orden económico, se pro-
licidad de los de ultramar, como también puso la supresión de todos los monopolios del
sobre el número y forma que deba tener Estado y particulares y el establecimiento de
para lo sucesivo la representación nacio- libertades para el cultivo y la manufactura, la
nal en ambos hemisferios. Ordenan asi- importación y exportación de toda clase de
mismo las Cortes, que desde el momento bienes a España o a las potencias neutrales y
aliadas, la extracción de mercurio, el comer-
en que los países de ultramar, en donde se
cio entre las posesiones de América y Asia y
hayan manifestado conmociones, hagan
entre cualquier puerto de América o Filipinas
el debido reconocimiento a la legítima au-
con otras regiones 6.
toridad soberana que se halla establecida
Este pliego de peticiones constituyó, en
en la Madre Patria, haya un general olvido palabras de Chust, (1999b: 8) “un auténtico
de cuanto hubiese ocurrido indebidamen- programa autonomista y liberal americano en
te en ellas, dejando, sin embargo, a salvo Cádiz”. Además, sirvió de base para las poste-
el derecho de tercero 5. riores solicitudes particulares que hicieron las
diputaciones americanas para sus respectivas
El texto del decreto, no sólo, se mostra-
provincias.
ba ambiguo al no establecer cuáles eran los
En opinión de María Teresa Berruezo
medios que contribuirían a la “felicidad de los
(1986:310-311) y Marie Laure Rieu-Millan

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(1990: 407-410), los diputados americanos Pese a la insistencia de los diputados


centraron su interés en aquellos temas relacio- americanos, muchas de estas propuestas no
nados con América y sus provincias natales. llegaron a concretarse. Y en el caso de las que
No podía ser de otro modo si, se toma en cuen- se aprobaron, la lentitud con que se sanciona-
ta que, las Cortes se constituyeron para ellos ron, no alcanzaron a frenar el descontento de
en el espacio público más importante; allí po- los criollos americanos y los movimientos de
dían exponer ante el poder central “las reivin- insurgencia que ya habían brotado en la Amé-
dicaciones de sus compatriotas y exigir las re- rica hispana.
formas por la vía relativamente rápida de le- Los diputados americanos, también,
yes aprobadas en sesión”(Rieu-Millan, 1990: dieron muestras de su preocupación por los
XXII). asuntos de interés general para toda la monar-
En este sentido, los asuntos en que ma- quía española. En este sentido, participaron en
yoritariamente participaron continuaron en la las discusiones teóricas sobre: el carácter
misma línea de los expuestos el 16 de diciem- constitucional o tradicional que debía tener la
bre de 1,810. Así, en el aspecto social se insis- Monarquía 9 , los principios liberales (liberta-
tió en mejorar la situación de los indígenas, des económicas, igualdad de derechos, des-
castas pardas y los esclavos dentro de la socie- centralización administrativa y liberalización
dad americana, incluso, se llegó a proponer la del sistema de gobierno) que debían ser con-
abolición de la esclavitud por el diputado Gu- templados en la Constitución de 1.812, la ob-
ridi Alcocer de Nueva España 7. En lo políti- servancia del texto constitucional, la aboli-
co-administrativo la actuación de los diputa- ción de la Inquisición y la salvaguardia de la
dos se orientó a reclamar la igualdad de repre- religión católica en todo el Imperio español
sentación nacional en las Cortes, a impulsar la (Cfr. Berruezo,1986: 310).
autonomía provincial y municipal y la consi-
guiente descentralización administrativa, a 2. Las diputaciones americanas
proponer la creación y normativa de funciona- y sus reivindicaciones
miento de instituciones como la Diputación autonomistas en la coyuntura
Provincial y nuevas Audiencias, a defender la de la independencia: casos
igualdad para el desempeño de los cargos pú- de las provincias de Tabasco
blicos, a abogar por la libertad de prensa, a de- y Maracaibo
batir sobre la Independencia de América y la
aplicación de una amnistía para los subleva- Como se señaló anteriormente, las Cor-
dos americanos 8. Finalmente, en lo que más tes de Cádiz representaron una oportunidad
insistió la delegación de ultramar fue en im- única para las elites americanas de expresar y
pulsar el desarrollo económico de sus respec- reivindicar sus aspiraciones políticas y so-
tivas provincias; constantemente, tocaron te- cioeconómicas ante el poder metropolitano.
mas como la libertad del comercio, la agricul- Permitieron “... no sólo establecer relación a
tura, la manufactura y la explotación minera, distintos niveles entre los diputados ultrama-
la supresión de algunos impuestos, estancos y rinos, sino que, también crearon una platafor-
del monopolio comercial, las mejoras en me- ma desde la cual fue posible exponer y reivin-
dios de comunicación y transporte terrestre, dicar sin la intermediación de cadena burocrá-
marítimo, fluvial y lacustre, entre otros. tica alguna ni depender de documentos que

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llegaban tarde y no siempre obtenían respues- que consumen el tiempo y el dinero infructuo-
ta” (Rieu-Millan, 1990: XV). samente” 11 . Estas circunstancias llevaron al
En este sentido, la descentralización ad- diputado a afirmar que: “seguramente... quien
ministrativa y el logro efectivo de la autonomía planteó esta dirección tan extraviada ignoraba
para las provincias americanas ocupó un lugar la geografía de aquellos países” (Riev-Millán,
destacado dentro de las solicitudes de los diputa- 1990: 232). Asimismo, el representante de
dos americanos 10 , quienes en repetidas ocasio- Tabasco se quejó ante las Cortes de la ausen-
nes describieron el desorden y caos administra- cia casi total de jueces competentes para ad-
tivo en que se encontraban sus jurisdicciones. ministrar justicia en su provincia lo que lleva-
Dos casos, el de Tabasco (México) y Maracaibo ba al desorden y caos administrativo en esta
(Venezuela) sirven para ilustrar el afán de sus materia.
diputados, José Eduardo Cárdenas y José Do- Desde el punto de vista eclesiástico,
mingo Rus, por proponer reformas conducentes Cárdenas calificó la situación de su provincia
a elevar el status político y alcanzar mayor auto- como “deplorable”. Rieu-Millan resume la
nomía para sus provincias. descripción que sobre el estado eclesiástico
fue presentada por el diputado tabasqueño
2.1. Provincia de Tabasco ante las cortes gaditanas:
...la provincia [de Tabasco] está gober-
En una Memoria presentada a las Cor- nada por un Vicario que depende del Obispo
tes en agosto de 1811, el representante por Ta- de Mérida; la distancia (120 leguas) impide
basco José Eduardo Cárdenas describió como que el Obispo haga las visitas pastorales exigi-
crítica e injusta la situación político-adminis- bles. El seminario conciliar está en Mérida:
trativa de la provincia de Tabasco y su capital los tabasqueños no entran casi nunca en la ca-
Villahermosa. Según el diputado, el caos ad- rrera eclesiástica... y quedan también exclui-
ministrativo y financiero en que se encontraba dos de las prebendas y demás beneficios ren-
su provincia obedecía a la dependencia de ésta tables, reservados a los peninsulares o a los
de Mérida, capital regional de Yucatán, asien- naturales de la capital local... En cambio, Ta-
to del Intendente y el Obispo. basco contribuye al mantenimiento del obis-
En la citada Memoria impresa Cárde- pado porque manda el importe íntegro del
nas expuso los efectos perniciosos que esta diezmo a Mérida (1990: 232).
dependencia ocasionaba en el funcionamiento Cárdenas consideraba que estas cir-
administrativo y desarrollo socioeconómico cunstancias resultaban injustas para su pro-
de Tabasco. En lo que respecta a los asuntos vincia, hasta el punto de llegar a afirmar que
de la administración de Hacienda, el diputado constituían “un yugo, no quiera gravísimo,
se quejó del entrabamiento que sufrían los sino que va tocando en la raya de intolerable.
mismos por el largo y oneroso recorrido que Un acervo de gravámenes la tiene oprimida
debían seguir: “van de Villahermosa a Méri- bajo un peso más enorme que el Etna, y so-
da, capital de Intendencia, de allí van a Méxi- breoprimida, esclava o gimiendo” (Riev-Mi-
co donde reside el Superintendente; vuelven a llán, 1990: 232).
Mérida para regresar finalmente a Villaher- Además, señalaba el diputado que, debi-
mosa... después de tantas idas y venidas, subi- do a la falta de un Seminario los curas de Tabas-
das y bajadas, retrogradaciones y estaciones, co eran en su mayoría originarios de Mérida de

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donde venían para “enriquecerse desvergon- cualquier otra a la conquista por haber sido la
zadamente”. Según Cárdenas aquellos eran: patria de Doña Marina [la esposa de Hernán
“una maligna y perniciosa sanguijuela la que Cortés]” (Riev-Millán, 1990: 233).
bajo el nombre de pastor chupan la sangre de Ante tantos males que aquejaban la
las ovejas, pero sobre todo sangran la provin- Provincia de Tabasco, era obvio que el diputa-
cia de Tabasco; un año con otro, salen para do Cárdenas propusiera soluciones para reme-
Yucatán, sin esperanza de regreso, largos diarlos, como en efecto lo hizo en la segunda
treinta mil pesos fuertes” (Riev-Millán 1990: parte de su Memoria presentada a las Cortes.
232). Llama la atención que este tipo de refle- En primer lugar, Cárdenas propuso una refor-
xiones y críticas violentas hacia la administra- ma descentralizadora para la provincia; ésta
ción eclesiástica proviniesen de miembros del debía ser dividida en municipios y reorgani-
clero como es el caso del diputado José Eduardo zarse de manera más racional. Planteó la nece-
Cárdenas, que se había ordenado sacerdote en sidad de delimitar la extensión geográfica de
1794 y fue catedrático de Latín en el Seminario los partidos y que se le otorgaran a las capita-
de Mérida en Yucatán. les de éstos el titulo de Villas; éstas debían ser
Por otra parte, la dependencia fiscal de regidas por un Ayuntamiento electivo. En este
Tabasco respecto a Mérida resultaba “odiosa sentido propuso el diputado: “Que en toda po-
e insoportable” según Cárdenas. Afirmaba blación de América que sea cabeza de partido
por ejemplo que Tabasco, además de contri- se erija un ayuntamiento electivo, que cele so-
buir con el diezmo y las exacciones del clero, bre el bien público, que colecte auxilios a fa-
ayudaba a financiar al gobierno provincial, las vor de la patria y que elija sus alcaldes ordina-
tropas, etc., que residían en Mérida y Campe- rios para la recta administración de justicia”
che, y no recibía nada a cambio. Pero, añadía (Riev-Millán, 1990: 231).
el diputado: “Lo que da horror y grima es que Igualmente, expuso que Tabasco debía
muchas provincias de ambas Américas, cada tener su propia administración de hacienda, y
una bajo su respectivo yugo de hierro corren la depender directamente de México o de Vera-
mismísima suerte de Tabasco” (Riev-Millán, cruz, sin la necesidad de un Intendente, pues
1990: 232). consideraba que éstos obstaculizaban el pro-
Pero la mayor demanda en la represen- greso económico al señalar que: “las inten-
tación de Cárdenas estuvo dirigida a recuperar dencias ocasionan más gastos, pero no han
el status político que había perdido la capital producido más fondos”; en todo caso, estima-
de su Provincia, Villahermosa. Para el diputa- ba el diputado que el aumento de los ingresos
do resultaba inadmisible que Villahermosa fiscales después de la creación de las Inten-
hubiese sido despojada de los signos de su au- dencias se debía al desarrollo del comercio
toridad sobre las demás ciudades y pasase a (Riev-Millán, 1990: 221).
ser subalterna de Mérida. Cárdenas demandó Asimismo, propuso la creación de una
en las Cortes la restitución del escudo a que te- “Junta de sabios”, encargada de vigilar la apli-
nía derecho la provincia y el titulo de “Muy cación de las leyes, en cada capital de provin-
Noble y Leal” bajo el argumento de que su cia; la creación de un Obispado para Villaher-
provincia “fue la primera fundación española mosa y la separación de los gobiernos civil y
en la Nueva España y que contribuyó más que militar. En definitiva, las demandas del dipu-
tado de Tabasco se traducen en simplificar al

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máximo la administración en manos de los pe- En lo político, José Domingo Rus y la


ninsulares en pro del fortalecimiento de los elite que representaba estaban conscientes de
poderes locales. la situación interna de la Capitanía General de
Venezuela, a raíz del movimiento autonomis-
2.2. Provincia de Maracaibo ta iniciado por Caracas; por lo tanto, para de-
fender su espacio político, consideraron opor-
La representación de Maracaibo a tra- tuno solicitar la erección de Maracaibo en
vés de su diputado José Domingo Rus (1768- Capitanía General:
1835) constituye otro ejemplo de demanda ...restituir a Maracaibo al goce y pose-
autonomista en las cortes gaditanas. Como sión del Capitán General, que obtuvo
miembro y representante de la elite maracai- hasta casi la mitad del siglo XVIII, no es
bera, Rus encausó su actuación hacia la solici- más que cumplir con las leyes de restitu-
tud y defensa de reivindicaciones políticas,
ción al despojado, y ejecutar éstas en un
militares, económicas y sociales para la Pro-
día en que, si cabe, obran poderosamente
vincia de Maracaibo y, sobre todo, devolverle
convencimientos de la mayor fuerza y
la autonomía y el estatus político que había
perdido en 1777 con la creación de la Capita- utilidad de la Nación... (Rus, 1969:74).
nía General de Venezuela. En repuesta a esta solicitud y mientras
La concesión por parte de las autorida- se decidía el expediente sobre erigir a la Pro-
des monárquicas de solicitudes tan importan- vincia de Maracaibo en Capitanía General, la
tes como: la erección de la Provincia de Mara- Regencia decretó por Real Orden de 2 de octu-
caibo en Capitanía General, la concentración bre de 1812 nombrar al Mariscal de Campo
de centros eclesiásticos, educativos y de ad- Fernando Miyares Capitán General de Mara-
ministración de justicia en su capital y la intro- caibo, en calidad de comisión (Rus, 1969:
ducción de algunas medidas económicas re- 175; Febres Cordero, 1911: 317).
portarían la consolidación de las aspiraciones No obstante, Miyares fue despojado
históricas de la elite maracaibera, es decir, del mando por Domingo Monteverde que ha-
mayor autonomía para administrar sus recur- bía llegado a la Provincia de Caracas para pa-
sos y más poder político, con el consiguiente cificarla. A raíz de ello, tanto Rus como la eli-
prestigio social. De allí la insistencia del dipu- te que representaba, comenzaron una insisten-
tado en alcanzarlas, como veremos luego. te lucha por lograr de la Regencia la revoca-
Todo ello hace pensar que, tales demandas po- ción del poder a Monteverde, en favor de Mi-
drían ser parte de un proyecto autonomista e yares, y lograr la sede permanente de la Capi-
ilustrado que, con visos liberales, fue conce- tanía General bajo el argumento de que la disi-
bido y adelantado por los grupos de poder en dencia de Caracas tornaba imprescindible la
Maracaibo para preservar sus privilegios ante autonomía de la Provincia de Maracaibo para
la amenaza del movimiento emancipador ini- preservar la unión con España. De ello da
ciado por Caracas. La oportunidad para expo- cuenta una extensa representación, con fecha
ner dicho proyecto se presentó con la partici- de 19 de enero de 1.814, enviada por el Ayun-
pación de Maracaibo en las Cortes de Cádiz tamiento de Maracaibo al diputado Rus para
mediante su diputado José Domingo Rus. ser introducida en las Cortes:

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Serenísimo Señor. La provincia de Ma- pronta y eficaz providencia, a fin de sos-


racaibo y su capital, que ha dado nombre tenga la independencia de esta provincia
a Venezuela, debe merecer el mayor con- de las de Venezuela en todas sus partes,
cepto en presencia del Gobierno Nacio- así en lo militar como en lo político, y an-
nal y de la soberanía misma, atendidas tes bien sea atendida esta capital, para
sus opulentas producciones e industria... que se fijen los establecimientos tan con-
y que protegidas por V. A. S. serán sin ducentes a su fidelidad. (Rus, 1969:
duda un objeto de delicias, al paso que, 173-174; negritas de la autora).
desatendida, continuará en el vértigo a
Las autoridades y la elite de Maracaibo
que la ha reducido la intriga y rivalidad
consideraron que la dependencia de su Pro-
de los caraqueños... vincia a de Caracas perjudicaba el buen fun-
Con bastante conocimiento y sinceridad, cionamiento de la primera y lesionaba sus in-
y aún con desprendimiento de su autori- tereses locales. De allí que Rus, en numerosas
dad en la extensión, representó en 28 de intervenciones y en atribución a los poderes
octubre de 1810 el capitán general don que le confirió su ciudad para representarla en
Fernando Miyares... lo necesario que las Cortes, insistiera drásticamente en separar
era establecer esta ciudad en Capita- a Maracaibo de Caracas, en lo administrativo
nía General, con las demás gracias que y político, basándose en los criterios liberales
aprobados por la Constitución de 1812:
solicitó por su informe citado... y fue así
que bajo este aspecto ya se le nombró a él ... ya es preciso confesar que Maracaibo
ni por un momento debe depender de Ca-
por tal general de esta ciudad y su provin-
racas, cuyas determinaciones y recursos
cia, y sucesivamente se declaró como
negados parece se habían propuesto dar
parte integrante de ella la provincia de
en tierra con su agricultura, comercio y
Río Hacha. Y si este Ayuntamiento ha de
defensa; y no es bien ya se deje de cono-
decir con sinceridad lo que es verdad,
cer a mejora en que debe empeñarse cada
ninguna de las ciudades y provincias
provincia cuando por la Constitución po-
de Venezuela se halla en la actualidad
lítica de la Monarquía española que aca-
ni tan ilesa, ni tan impenetrable, ni tan
ba de sancionarse, todas tienen un interés
proporcionada de sostener la Capita-
igual para ocurrir a sus ramos y salir del
nía General, Audiencia y cuantos esta-
abatimiento en que las habían tenido los
blecimientos principales ha habido en
siglos de hierro o las depravaciones de
Caracas, como en Maracaibo, por su
aquellos que con títulos de capitales,
fidelidad, situación local y que en nada
como Caracas, todo se lo absorbían y
le ha tocado la general desolación de
nada concedían a las pobres subalternas,
las demás ciudades vecinas.
a quienes miraban con desprecio, porque
En vista de lo cual, este Ayuntamiento
nunca consultaron sino su propio interés
suplica a V.A. Se sirva, con la prudencia
y el brillo de sus poseedores. Debe cesar
y amor que les es tan propio, dar la más
este sistema y mejorarlo, para pasar al de

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La representación americana en las Cortes de Cádiz y la lucha por la autonomía provincial
Maldonado Viloria Zulimar______________________________________________________

oro de cada pueblo. Mi provincia busca La actitud asumida por José Domingo
el de su pertenencia y quiere ser restitui- Rus ante el proceso independentista, desenca-
da, si como es justo se lo merece... (Rus, denado desde Caracas, es igualmente revela-
1969:74-75). dora de las diversas modalidades de ilustra-
ción y liberalismo que se debaten en las Cor-
En este texto, Rus denuncia las irregu- tes. Claramente expone su apego a la legitimi-
laridades en el sistema de administración es- dad de la Monarquía, pero pugna por el otor-
pañol en América, y plantea la tesis autono- gamiento de mayores libertades y privilegios
mista que compartían la elite y el sector oficial autonómicos para su provincia. El enemigo
maracaiberos; argumento que en opinión de común de la nación española era Francia,
Martínez Torrón formaba parte de las ideas li- pero, también, el absolutismo real. Tanto para
berales discutidas en América por los propios Rus, como para la elite que él representa, la li-
españoles. (Martínez, 1992: 85). bertad nacional y la seguridad individual de
Esta posición autonomista en nada americanos y españoles están vinculadas a la
contradecía la fidelidad a la Monarquía, repe- observancia de la Constitución de Cádiz (Rie-
tida en todo momento por el diputado Rus. La v-Millán, 1990: 233).
elite maracaibera pretendía reasumir su sobe- Rus criticó abiertamente al sistema co-
ranía dentro de la estructura monárquica que lonial y a los “excesos que en, nombre de la
le podía asegurar el goce de los privilegios au- Metrópolis, se podían cometer en la adminis-
tonómicos: “ la lealtad hacia España ya no era tración de los territorios americanos” (Cfr.
un simple atavismo histórico; era una opción Langue, 1995: 233). En este sentido, el dipu-
política ”. (Rieu – Millan, 1992:409). Esta fi- tado abogó repetidamente por el respeto a los
delidad a España le valió a Maracaibo el titulo derechos de los americanos; asimismo, de-
de “Muy Noble y Leal” otorgada por la Re- nunció en varias ocasiones el abuso de poder y
gencia y a instancia de José Domingo Rus se- las injusticias en que incurrieron algunos fun-
gún Decreto de 21 de marzo de 1813. cionarios de la Capitanía General de Vene-
Sin embargo la fidelidad del diputado zuela como el Gobernador Pedro Ruiz de Po-
no llega al extremo de pensar en el fortaleci- rras, el auditor de guerra José Vicente de Anca
miento de los lazos con la Península; por el y el Capitán de Navío Domingo Monteverde
contrario, trabaja por lograr una gran autono- (Cfr. Rus, 1969: 72, 134, 280, 294). También,
mía local para las provincias americanas; en al referirse al envío de tropas para el comple-
1814, solicita que se designe en Maracaibo a mento del Batallón Veteranos de Maracaibo,
un Gobernador e Intendente autónomo, y exi- se queja amargamente de la actitud de algunos
ge que este último y sus subalternos sean natu- funcionarios peninsulares:
rales de su provincia. Diferimos en este senti- Aquí note V.M. que si se tratase de buena
do, de Marie Laure Rieu-Millan quien califica fe por la tranquilidad de los países con-
de conservador a Rus en virtud de su fidelidad movidos de América, no se les remitiría,
a España, y lo ubica dentro del grupo de “ los
como se les remite, una tropa inmoral,
diputados americanos [que] representaban en
sin disciplina y corrompida, para ir hacer
gran medida lo que podría llamarse fidelismo
el mal y no el bien; y de este modo Señor,
criollo, políticamente conservador...”(Rieu-
Millan, 1992:368 ). ¿ Habrá América tranquila ?. Entienda

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V.M. que no ha faltado ministro de Gue- chos, y poniendo fin a la preocupación de al-
rra, que reconvenido sobre estos excesos gunos engañados, no continúen las desgra-
u otros semejantes de soldados, que acá cias” (Rus, 1969: 286).
no se pueden sufrir, contestó que « para Las peticiones de Rus y de la elite que
representaba se orientaron, también a lograr la
América estaban buenos »; así como otro
remoción de las instituciones eclesiásticas de
de Justicia expuso en estos últimos tiem-
Mérida a Maracaibo: Silla Episcopal, Cate-
pos en Consejo pleno « que no convenía
dral, Colegio Seminario y Convento de Mon-
allí establecimientos literarios, sino de jas. Argumentaba el diputado que, Maracaibo
agricultura, para entregarnos al ara- merecía ser sede episcopal tanto por su fideli-
do y sepultarnos en la ignorancia ». dad a la metrópolis como por su “calidad de
¡Dura suerte, Señor, la nuestra en esta puerto de mar, de su comunicación libre para
materia¡ (Rus, 1969: 284-285; negritas el progreso de las artes, literatura, industria y
de la autora ). demás circunstancias”.(Rus, 1969: 75). En
1813 el gobierno español favoreció a Mara-
Por otra parte, Rus aspiraba a una orga- caibo con el traslado interino de tales institu-
nización administrativa más coherente y fun- ciones; y en 1814 Rus, con instrucciones de su
cional para la América hispana; al discutir so- provincia, instó en las Cortes y, al ser abolidas
bre el funcionamiento de las instituciones éstas, ante el mismo monarca Fernando VII
afirmaba: “... todos [los Ayuntamientos] de- para obtener la sede permanente.
ben igualarse, para que ninguno tenga queja Estas solicitudes eran de importancia ca-
de etiqueta despreciable cuando sólo debe tra- pital para las aspiraciones de las autoridades y la
tarse del buen servicio, única substancia de los elite dirigente de Maracaibo. Reportaría benefi-
gobiernos y sociedades más útiles...” (Rus, cios económicos a la provincia por cuanto con-
1969: 75). taría con un considerable fondo anual proceden-
Su posición ante los acontecimientos te de los diezmos 12 . El Colegio como centro aca-
políticos del resto de la Capitanía General es- démico, al igual que en otras capitales importan-
tuvo enmarcada en el rechazo a las injusticias tes, facilitaría el acceso de Maracaibo a la mo-
y la aplicación de las leyes. Si bien condenó el dernidad y daría prestigio a la elite.
proyecto y proceso emancipador liderado por En lo social, las solicitudes de Rus esta-
Caracas, en su momento, criticó la actuación ban a tono con las máximas ilustradas de la
de Monteverde por haber desconocido la jefa- época. Según Jean Sarrailh (1957), los espíri-
tura de Fernando Miyares como Capitán Ge- tus ilustrados proclamaban el concepto de un
neral y haber sembrado el terror y el desorden, nuevo hombre: “el hombre debe hallarse, ra-
desacatando el proceso de pacificación, las le- zonablemente en la posibilidad de adquirir
yes y procedimientos judiciales establecidos conciencia de sus capacidades y de llevarlas a
por la Constitución monárquica de 1.812. cabo. Es preciso instruirlo, educarlo, transfor-
Aquélla, según Rus, no debía servir “ para ma- mar su alma de siervo en un alma de ciudada-
tar gente, ni para que corra la sangre de nues- no” (1957:112).
tros hermanos en aquel hemisferio, sino para José Domingo Rus estuvo consciente
que deje de correr y por el respeto de la fuerza de esta novedad, no sólo por su insistencia en
armada se alce el empeño equivocado de mu- el traslado del Colegio de Mérida, sino por su

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preocupación ante la falta de escuelas de pri- dad práctica al destinar su producto a una obra
meras letras en Maracaibo, cuyos habitantes, de bienestar público.
afirmaba “...aún existen privados de este be- Las peticiones de carácter económico
neficio con la mayor inconsideración e injus- de José Domingo Rus ante las Cortes apor-
ticia” (Rus, 1969:86). En consecuencia, hizo tan nuevos elementos sobre el universo
ante las Cortes en la sesión de 1º de septiembre mental ilustrado y las tendencias liberales
de 1813 la siguiente propuesta: propias de quienes representaba. Sus propo-
Que los productos y rentas de la canonjía siciones económicas siguen el mismo mo-
suprimida en la Catedral de Mérida de delo del pliego de peticiones presentadas
Maracaibo, destinada antes a la Inquisi- por la delegación americana el 16 de diciem-
ción, se apliquen al establecimiento de bre de 1810. De hecho, presentó una Nota
articulada de lo que más urgía “ al la capital
escuelas gratuitas de primeras letras, ma-
y provincia de Maracaibo para el fomento de
temática y geografía en la capital de Ma-
su agricultura y el que necesariamente reflu-
racaibo, y que dando aquéllas para más,
ya en su comercio, abatidos ambos objetos
se ponga en el Colegio Real de San Fer- hasta hoy por falta de protección a sus ra-
nando otra en que se enseñe la Constitu- mos” (Rus, 1969: 100). En esta Nota, pre-
ción política de la Monarquía española, sentada el 4 de septiembre de 1812, Rus hizo
para que aquellos fieles y buenos ciuda- 25 solicitudes para su Provincia entre las
danos españoles, con su particular ins- cuales destacaban las económicas referidas
trucción, se radiquen mejor en sus leyes a libertad de comercio, derechos, impues-
fundamentales y gocen con más gusto de tos, hacienda pública, puertos, vías de co-
su benéfico influjo por el que tienen en municación, tráfico de esclavos y medidas
toda la Monarquía española para que fue- para superar el déficit de las rentas
ron sancionadas (Rus,1969:289). (Rus,1969: 100-121); en conjunto expresan
la preocupación por el crecimiento de la
Rus, en su afán de lograr el progreso provincia y la consolidación de las liberta-
social de su provincia y solucionar el proble- des y de la propiedad.
ma de la mendicidad, propuso la creación de En lo tocante a derechos e impuestos
una Lotería Nacional. Ésta serviría como una regionales, las solicitudes de Rus contempla-
renta de beneficencia social a fin de auxiliar la ron el ámbito legal. Reclamó la modificación
Hacienda Pública, la construcción de una de algunas legislaciones con el fin de hacer
Iglesia y, muy especialmente, la instalación más flexibles los trámites para el mejoramien-
de una Casa de Misericordia similar a la exis- to y/o establecimientos de industrias producti-
tente en Cádiz, es decir donde sus asilados tra- vas como la elaboración de aguardiente de
bajarían en actividades de provecho y erradi- caña y la construcción de buques en el puerto
carían sus vicios (Rus, 1969:228). Asimismo, de Maracaibo.
propuso el establecimiento de un teatro de co- Asimismo propuso la libertad del dere-
medias para contribuir al mantenimiento del cho de alcabala a las ventas de tierras yermas o
Hospital de Caridad. El teatro serviría, no poco cultivadas; ventas, cambios y permutas
sólo, de medio de difusión cultural y entrete- de esclavos; comercialización de frutos de
nimiento, sino que además, tendría una utili- primera necesidad y eximir de todo derecho,

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por más de diez años, al café, algodón y añil. formar la realidad monárquica y sentar las ba-
El diputado marabino consideraba que los im- ses de una política moderna.
puestos pechados a los productos eran perju- Por otra parte, las Cortes de Cádiz se
diciales para el fomento de la agricultura y el convirtieron en receptáculo de los intereses
bienestar del labrador. Por otra parte, para históricos de las jurisdicciones americanas al
Rus, el comercio libre en el interior de las pro- converger dichos intereses en torno a las soli-
vincias era el medio más seguro de moderar citudes que era necesario elevar a las instan-
los precios de los frutos en tiempos de carestía cias superiores de la Monarquía para acceder a
(Rus, 1969: 234-235). mejoras en la organización político-adminis-
En definitiva, las solicitudes expuestas trativa, actividades económicas y bienestar
por José Domingo Rus, analizadas en su con- público. Tales solicitudes, como lo demues-
junto, demuestran la temprana presencia en la tran los casos de Tabasco y Maracaibo, gene-
elite maracaibera de un proyecto autonómico, ralmente estaban precedidas por descripcio-
inspirado en algunos principios de la Ilustra- nes exactas acerca de las condiciones geográ-
ción y al cual Rus trató de introducir y alcan- ficas, estado administrativo y económico, si-
zar con el apoyo de las Cortes de Cádiz, apro- tuación política y problemas reales de la pro-
vechando el ambiente liberal reinante. vincia. Para ello, los diputados contaban no
sólo con el conocimiento personal que tenían
3. Consideraciones finales de sus propias ciudades, sino además dispo-
nían de una documentación complementaria
Durante el período comprendido entre (instrucciones, informes, balances estadísti-
1810 y 1814, las Cortes de Cádiz se constitu- cos) recopilada antes de su incorporación a las
yeron en el espacio público más importante de Cortes o recibida durante sus actuaciones par-
Hispanoamérica al converger allí las ideas y lamentarias mediante la correspondencia en-
opiniones de los más ardientes defensores de viada por sus electores. De tal manera que los
las corrientes ideológicas de la época, es decir, diputados americanos, además de convertirse
del Liberalismo, Constitucionalismo o Abso- en portavoces y defensores de las propuestas y
lutismo. Desde este escenario fue posible con- peticiones hechas por las autoridades locales,
formar una opinión pública moderna que, comerciantes y hacendados de las jurisdiccio-
aunque venía gestándose a partir de la crisis nes que representaban, fungieron como im-
monárquica en 1808, los diputados gaditanos portantes fuentes de información para disipar
pusieron en evidencia en plenas sesiones par- el desconocimiento que se tenía sobre la Amé-
lamentarias al debatir los problemas esencia- rica hispana.
les de la Nación Española y aportar las solu- En todo caso, los escritos analizados de
ciones necesarias mediante la discusión racio- los diputados Cárdenas y Rus revelan el inte-
nal y el consenso. rés que estos tenían en dar a conocer una ima-
En este sentido, la representación ame- gen positiva y atractiva de Tabasco y Maracai-
ricana desempeñó un papel destacado en los bo, respectivamente; argumentos éstos que
debates gaditanos. Pese a haber constituido sirvieron para justificar la necesidad de sus
una minoría y a las divergencias políticas peticiones y criticar el sistema de administra-
frente a la delegación peninsular, contribuye- ción monárquico por haber descuidado y su-
ron con sus conocimientos y opiniones a re- bestimado el valor histórico, la belleza natural

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y las potencialidades económicas y humanas to por Nueva España, el marqués de San


de sus provincias. Felipe por Cuba, Esteban Palacios por
Finalmente, los ejemplos estudiados de Venezuela, Ramón Power por Puerto
Tabasco y Maracaibo indican que la voluntad Rico, Andrés de Llano por Guatemala y
autonomista de las provincias americanas se José Álvarez de Toledo por Santo Domin-
manifestó tanto en contra de las metrópolis lo- go. (Cfr. Chust, 1999 a: 50).
cales (Mérida de Yucatán y Caracas) como en 3. Diario de Sesiones de las Cortes, 25 de
contra de España al denunciar el sistema de septiembre de 1.810. Citado por Chust,
administración monárquico. En ambos casos 1999: 50 negritas de la autora.
los diputados aspiraban la formación de uni- 4. Era obvio que si las peticiones se debatían
dades territoriales autónomas, cuyo gobierno en sesiones públicas se atraería fácilmen-
interior sería criollo; pues de lo que se trataba te la atención de los americanos residen-
era de limitar al máximo la intervención pe- tes en Cádiz y, posiblemente, sus opinio-
ninsular en las provincias americanas y con- nes transcenderían a la prensa para apoyar
centrar los poderes locales en la capital pro- a sus representantes.
vincial. Sin embargo estas aspiraciones auto- 5. Colección de Decretos y órdenes de las
nomistas no eran incompatibles aún con la de- Cortes de Cádiz, 15 de octubre de 1.810.
fensa de la unión política de las provincias Vol. I. Madrid, 1987.
americanas con la Monarquía española. De 6. Para un análisis más detallado de estas
hecho, para la Provincia de Maracaibo repre- proposiciones y su aplicabilidad en la
Constitución de 1.812 consúltese: Chust,
sentó una opción política, pues a la elite mara-
1999: 54-72; Rieu Millan, 1990: 13,109-
caibera le convenía apegarse a la legitimidad
110,150-151,175-216.
de las Cortes, demandar mayor autonomía en
7. Sobre la discusión de estos temas se des-
el marco de la estructura monárquica y recibir
tacaron aquellos diputados cuyas juris-
ayuda militar de España que le permitiera ase-
dicciones contaban con una elevada po-
gurar la independencia de Maracaibo con res-
blación indígena y de castas pardas como:
pecto a su metrópoli inmediata Caracas.
Florencio del Castillo, Antonio Larrazá-
bal y Mariano Robles por Guatemala, Vi-
Notas cente Morales y Dionisio Inca Yupanqui
por Perú y José Miguel Guridi y José Ra-
1. Constitución Política de la Monarquía Es- mos Arispe por Nueva España. Respecto
pañola, 1812, Título III, art. 27º. En Blan- a la abolición de la esclavitud emitieron
co y Azpurúa (1988). Documentos para su opinión, entre otros: Guridi, Esteban
la historia de la vida pública del Liber- Palacios y José Domingo Rus por Vene-
tador. Vol. III, p. 624. zuela, Mexía Lequerica por Nueva Gra-
2. La comisión estuvo conformada por los nada, Juan Bernardo O’Gaban, Andrés
siguientes diputados: José Mexía Leque- Jáuregui y Francisco Arango Parreño por
rica por Nueva Granada, Francisco López Cuba. Véase Rieu-Millan, 1990: 107-
Lispérguer por Río de La Plata, Joaquín 172; Rodríguez, 1984: 79-107.
Fernández de Leiva por Chile, Dionisio 8. Los discursos, propuestas y solicitudes
Inca Yupanqui por Perú, José María Cou- sobre estos asuntos fueron defendidos por

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casi todos los representantes americanos, (1810-1814). Madrid, Centro de Estu-


distinguiéndose entre ellos: Guridi, Ra- dios Constitucionales.
mos Arispe y Gutiérrez de Terán, por Chust, Manuel (1999 b) “Soberanía y Sobera-
Nueva España, Larrazábal por Guatema- nos: Problemas en la Constitución de
la, Rus por Venezuela, Mexía Lequerica 1812”. Ponencia presentada en el Con-
por Nueva España, Feliú y Morales Duá- greso Internacional “Los procesos de
rez por Perú y Fernández de Leiva por Independencia en la América Españo-
Chile. Consúltese Rieu-Millán, 1990: la”. Morelia-México, 26 al 30 de julio
219-360. de 1999.
9. En este asunto las diferencias de opinión De Castro, Concepción (1975). “Los diputados
dividieron a la delegación americana en americanos en las Cortes de Cádiz y el
dos grupos: los que propugnaron por el Régimen Local de 1812”. En: Politeia,
poder limitado del rey mediante la pro- Nº 4. Caracas, pp. 153-173.
mulgación de una Constitución y la divi- Febres Cordero, Tulio (1911). Documentos
sión de poderes, es decir, por una Monar- para la historia del Zulia. En la época
quía Constitucional, y los que defendie- Colonial. Maracaibo, Imprenta Ameri-
ron una Monarquía con amplios poderes cana.
para el rey, es decir tradicional. Véase: Langue, Frédérique (1995). “La Representación
Chust, 1999: 175-194; Rieu-Millan, Venezolana en las Cortes de Cádiz:
1990: 294-299; Berruezo, 1986: 310. José Domingo Rus”. En: Boletín Ame-
10. Se expresan claramente estas solicitudes ricanista, Año XXXV Nº 5, pp. 221-
en las memorias y discursos de Ramos 247.
Arispe de Coahuila, Cárdenas de Tabas- Martínez T, Diego. (1992). Los Liberales Ro-
co, Larrazábal, Ávila y Castillo de Cen- mánticos Españoles ante la Descolo-
troamérica y José Domingo Rus de Mara- nización Americana. Madrid, Edito-
caibo. Véase Rieu-Millan, 1990: 219- rial MAPFRE.
259. Rieu-Millan, M.L. (1990). Los Diputados
11.José Eduardo Cárdenas. Memoria a fa- Americanos en las Cortes de Cádiz
vor de la Provincia de Tabasco en la (Igualdad o Independencia). Madrid,
Nueva España presentada a S.M. las Consejo Superior de Investigaciones
Cortes Generales y Extraordinarias. Científicas.
Cádiz, 1811. Citado por Rieu- Millan, Rus, José Domingo (1969). Maracaibo a prin-
1990: 231-233. cipios del siglo XIX. Refundición de
las obras tituladas Agere Pro patria y
Bibliografía Citada Maracaibo representado en todos sus
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Zulia.
Berruezo, María T. (1986). La Participación
Americana en las Cortes de Cádiz Sarrailth, Jean (1957). La España Ilustrada en
la segunda mitad del siglo XVIII. Mé-
xico, Fondo de Cultura Económica.

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