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This document is part of the doctoral theses collection of the Central Library Dr. Luis Federico
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Tesis Doctoral
Nocicepcióny dolor
Generalidades 15
Tipos de Dolor 15
El dolor y su rol fisiológico 16
Los Nocioeptores 17
El Asia Dorsal 19
Vías Asoendentes 21
Sistemas de analgesia endógena 23
OBJETIVOS............................... ..
SECCIÓN 1
Introducción 32
Objetivos 34
Materiales y métodos
Animales 34
Estimulación de la pulpa dental 35
Registro EMG del múscqu digástrioo 35
Medición del RAB 36
Transacción de la pulpa dental 37
Estadistica 37
Resultados 36
Conclusiones 40
SECCIÓN n 41
Introducción 41
Objetivos 42
Materiales y métodos
Animales 42
Estimulación eléctrica del estriado 42
Estimulación quimica del estriado43
Análisis de los datos 44
Estadistica 44
Histología 44
Resultados
Efectos dela estimulacióneléctrica del minado 45
Efectos dela estimulación quimica del estriado 47
Conclusiones 50
SECCIÓN 111....
Introducción 52
Objetivos 53
Materiales y métodos
Animdes 54
Registro dela adividad neuronal 54
Caraderízadón de Im neuronas del NEfc 54
Análisis de los da‘os 55
Estimulaciónestrías! 56
Diseño erqaerimentd 56
Histdogia 57
Estadistica 57
Resultados
Caraderístims generales de las neurona nodoeptivas del NEI'c 58
Respuesta neuronal ala estimulacióndela pulpa dental 59
Inhibiciónestriatd de la respuesta evoaada por el estímqu nocioeaivo 59
Características generales de las neuronas del núdeo motor del trigérnino 62
Efedo estridal sobre la actividadesporíanea y evocada en neuronas del MoTy NETc 64
Modulaciónestn'dal de aferencias no nooioeptivas 64
Conclusiones 65
CONCLUSIONESGENERALES
............................................................... .. 67
BIBLIOGRAFÍA 69
AEHMEEIMIEIÏIIS
A mijefe, por permitirme crecer en el laboratorio, por enseñarme, por el afecto que recibí todos
estos años.
A Ber y (ini/le, por el empuje, las ganas, la responsabilidad y por dejar que enseñey aprenda con
ellas.
Abstract
'l'he basal ganglia consist of a number of highly interconnected nuclei that conform a closed cortico-basal
ganglia-thalamo-cortical loop. The principal components of the basal ganglia are the striatum, the globus
pallidus, the substantia nigra and the subthalamic nucleus. The most abundant inputs to the basal ganglia arise
from the cortex in the form of topographically organized excitatory glutamatergic cortico-striatal projection.
Dopamine, released from endings of neurons that are located in the substantia nigra pars compacta, modulates
the activity of striatal cells and therefore of the whole circuit. The involvement of the basal ganglia in motor
functions has been well studied. However, several lines of evidence have implicated the basal ganglia with
autonomic, afl‘ective and cognitive function. In addition, recent electrophysiological, phannacological,
behavioral and clinical experiments indicate that the basal ganglia also process noxious somatosensory
information. The basal ganglia receive noxious somatosensory inputs from several sources such as the
cerebral cortex, intralaminar nuclei of thalamus, raphé nuclei and amygdala. The noxious inputs produce
activation or inhibition of a high proportion of the striatal, globus pallidus and substantia nigra neurons in
anesthetized animals. Studies made in human volunteers have demonstrated that thermal painful stimulation of
the hand increased the blood flow within the contralateral striatum. In addition, many patients with Parkinson
diseases eomplain of pain dysfunetions not related to the motor disturbances. The objective of my doctoral
thesis was to determine whether the striatum could be involved in the modulation of nociceptive inputs. We
worked with 300-450 g Sprague-Dawley rats anesthetized with urethane 1.2 g/kg and s.c. local anesthetic, in
which painful responses were evoked by electrical stimulation of the tooth pulp of lower incisors. The jaw
opening reflex was measured as the peak to peak amplitude of the electromyographic response evoked in the
digastric muscle by means of bipolar Stainless steel twisted electrodes. The head of the animals was fixed to a
stereotaxic frame and difl‘erent regions of the striatum were electrical or chemical stimulated during the
experiments. In addition, in a second set of experiments extracellular single unit activity was recorded by
mean of glass microelectrodes (l-lOMQ), filled with 2% Pontamine Sky Blue in 2M NaCl. Spontaneous
neural activity and evoked by dental nociceptive stimulation was recorded within the spinal trigemínal nucleus
pars eaudalis and motor trigeminal nucleus and off-line quantified using post-stimulus time histograms. The
striatum was stimulated with a mieroinjection of glutamate (82 nmol/0.5 pl). The present study demonstrates
that unilateral electrical and chemical stimulation of some regions of the medial striatum (between bregma
+0.] and +0.6 approximately) could inhibit the nociceptive reflex.. The activation of striatal neurons mainly
inhibited the responses evoked by tooth pulp stimulation in second order neurons of the sensory trigeminal
nucleus without affecting the motor response directly. In conclusion, our results provide evidence that the
striatum is involved in the modulation and control of nociceptive inputs and suggest an involvement of the
striatum in the regulation of endogenous analgesic systems.
IHÏIIIIIIIIEEIÚII
relacionado con las funciones motoras de los ganglios de la base. El territorio asociativo recibe
aferencias a partir de las cortezas asociativas frontales, parietales y temporales, que se proyectan
principalmente hacia el caudado y en menor proporción al putamen rostral. La información
procesada en este subcircuito de los ganglios de la base estaría relacionada con procesos cognitivos y
comportamentales. El territorio limbico está determinado por aferencias de la corteza limbica, del
hipocampo y de la amígdala que aniban al estriado ventral (núcleo accumbens, la región inferior del
estriado y el tubérculo olfatorio). Este circuito es considerado como la interfase limbico-motora, a
través del cual el primero se puede expresar. De esta manera, la información cortical es reorganizada
y procesada por los ganglios de la base a través de esta serie de subcircuitos en paralelo capaces de
interactuar entre si para reingresar a la corteza a través del tálamo.
El globo pálido es la estructura filogenéticamente más antigua de los ganglios de la base. Al
igual que el estriado, está subdivido en dos: el globo pálido externo y el interno. Este último se
encuentra inmerso en la cápsula intema en los no primates y en éstos recibe el nombre de
entopeduncular, mientras que al globo pálido externo se lo denomina simplemente globo pálido (y de
ahora en adelante). El globo pálido es un núcleo de interconexión dentro de los ganglios de la base,
mientras que el globo pálido interno es el otro núcleo de salida, siendo fiJncionalmente equiparable a
la sustancia negra reticulada ya que posee conexiones similares hacia el tálamo y otros núcleos del
tronco encefálico (Yelnik, 2002).
La sustancia negra se encuentra ubicada en el mesencéfalo ventral y se la subdivide en dos
zonas citoarquitectónica y funcionalmente diferentes: la sustancia negra reticulada y la compacta. La
primera es uno de los llamados núcleos de salida de los ganglios de la base y utiliza GABA como
neurotransmisor. Proyecta hacia diferentes núcleos del tálamo (núcleos ventral lateral, ventral
anterior, centro mediano), así como también hacia otros estructuras del tronco encetïtlico (colículo
superior, formación reticulada, etc). Por su parte, la sustancia negra compacta proyecta
fundamentalmente al estriado dando lugar a la vía nigroestriada, si bien ramas colaterales de estas
neuronas alcanzan a] resto de los ganglios de la base. Las neuronas de la sustancia negra compacta
forman parte de los sistemas dopaminérgicos ascendentes clasificados por Dahlstrom y Fluxe
(Dahlstrom y Fuxe, 1964; Fluxe y col., 1974) como A8 (gmpo retrorubral), A9 (sustancia negra
compacta) y A10 (área tegmental ventral). Las neuronas de este último sistema envian sus axones
preferentemente al estriado ventral y la corteza prefrontal. La vía nigroestriada asciende por el haz
prosencefálico medial; las fibras que la componen son finas, poseen varicosidades y se distribuyen
ampliamente por el estriado (Smith y Kieval, 2000). Por medio de la microscopía electrónica se pudo
establecer que las terminaciones dopaminérgicas forman contactos sinápticos simétricos con las
espinas dendríticas de las neuronas estriatofugales sobres las cuales actúan (Bouyer y col, ¡984;
Smith y Bolam, 1990).
inlrmlucción 9
La clasificación de los receptores para dopamina comenzó a mediados de los 70 con los
trabajos de Kebabian y col., en los cuales caracterizaron fannacológicamente dos tipos de receptores
dopaminérgicos denominados Dl y D2 (Kebabian y Greengard, l97l', Kebabian y col, ¡972;
Kebabian y Saavedra, 1976; Kebabian y Calne, 1979). Posteriormente, y con el advenimiento de las
técnicas de biologia molecular, pudieron clonarse y caracterizarse 5 tipos de receptores diferentes,
denominados Dl, D2, D3, D4 y D5 (Sokoloffy col., 1990; Van Tol y co|., l99l', Swarzenski y col.,
1994). Todos ellos pertenecen a la familia de receptores acoplados a proteína G. Los Dl y D5
comparten caracteristicas moleculares, farmacológicas y funcionales y por lo tanto se los agrupa en
la subfamilia del tipo D]. Algo similar ocurre con los receptores tipo D2, esta subfamilia incluye a
los D2, D3 y D4 cuyo miembro prototípico es el D2 y de allí el nombre de la misma (Sealfon y
Olanow, 2000). Los 5 tipos de receptores se encuentran presentes en los ganglios de la base si bien la
distribución de los mismos no es homogénea, por ejemplo los receptores Dl y D2 se expresan en
mayor cantidad en el estriado mientras que el D3 lo hace en el estriado ventral (Curran y Watson, Jr.,
1995; Le Moine y Bloch, 1995).
La importancia de la vía dopaminérgica en el fiJncionamiento de los ganglios de la base se
manifiesta claramente a través de la enfermedad de parkinson. Esta es una enfermedad
neurodegenerativa en la cual se observa una marcada disminución de los niveles de dopamina
estriatal como consecuencia de la degeneración selectiva de las neuronas dopaminérgicas de la
sustancia negra compacta (Hirsch y col., 1992; Graybiel y col., 1994; Marsden y Obeso, 1994;
Brooks, 1995; Wichmann y DeLong, 1996; Hirsch y col., 2000). Esto genera graves alteraciones
funcionales en los ganglios de la base, que se manifiestan clínicamente por una triada constituida por
hipoquinesia-bradiquinesia, rigidez y temblor de reposo, a los que se les agregan trastornos
posturales. La aparición de este síndrome hipoquinético se observa cuando los niveles de dopamina
estriatal ya han descendido un 80% aproximadamente. Si bien esta enfermedad cursa con
alteraciones motoras, que resultan sumamente invalidantes para el paciente, como veremos más
adelante, éstas no son las únicas manifestaciones de la patología.
partir de la deficiencia que tienen ciertos pacientes con lesiones en los ganglios de la base. Durante el
aprendizaje de planes motores, por ejemplo conducir un automóvil, el individuo tiene su atención
puesta en la ejecución de los mismos, una vez aprendidos, los realiza automáticamente sin centrar su
atención en ellos. La lesión de los ganglios de la base lleva a que los pacientes dejen de realizar estos
movimientos automáticamente, y deban ejecutarse como cuando se inició el aprendizaje, lentos e
imprecisos (Dick y col., 1986).
Movimientos simultáneos: las personas que padecen enfermedad de parkinson son incapaces
de realizar movimientos simultáneos como pararse y al mismo tiempo dar la mano para saludar. Esto
se atribuye a que el paciente no puede ensamblar adecuadamente las subrutinas motoras para ejecutar
esos movimientos (Benecke y col., 1986; Marsden y Obeso, 1994).
Planeamiento motor: esta sigue siendo la función más controvertida de los ganglios de la base,
debido a que no ha sido posible demostrar experimentalmente que el putamen o el globo pálido se
activen antes que otras áreas motoras. No obstante, existen pruebas de su participación. Los enfermos
de Parkinson son incapaces de realizar movimientos balísticos (son aquéllos que el sistema nervioso
central programa totalmente antes de realizarlos) o predictivos (como seguir un punto que se
desplaza en una pantalla con el dedo), que son movimientos planeados de antemano. Estudios
realizados en humanos mediante PET mostraron que el putamen y el globo pálido se activan
conjuntamente con las cortezas motoras suplementaria y premotora, cuando se imagina un
movimiento complejo (Roland y col., 1982; Seitz y Roland, 1992). De lo anterior se deduce que de
alguna manera los ganglios de la base estarian involucrados en el planeamiento motor.
A modo de resumen podemos decir que, si bien la participación de los ganglios de la base en la
función motora no es cuestionada, los mecanismos por los cuales ejerce su influencia sobre el
sistema motor son aún poco claros. Algunos autores sugieren que la participación de los ganglios de
la base radica en la selección de estrategias motoras ante diferentes situaciones del entorno (Schultz y
Romo, 19873, 1988, 1989; Mink, 1996) o en relación a la ejecución de planes motores aprendidos
(Marsden, 1982), mientras que existen otras teon’as que jerarquizan la importancia de los ganglios de
la base en el procesamiento de la información sensorial que finalmente alcanza las áreas corticales
motoras (Lidsky y col, 1985; Schwarting y col., 1991; Kaji, 2001).
en los que se buscaba correlacionar la actividad neuronal del mismo con parámetros motores en
animales normales o en modelos animales de la enfermedad de parkinson. Sin embargo estos
estudios sólo mostraron una débil covariancia en la actividad de las neuronas de la sustancia negra
compacta y los movimientos del brazo u ojos (DeLong y col, 1983; Romo y Schultz, 1990).
Tampoco se obtuvieron resultados al analizar tareas de respuesta retardada o mnemotécnicas
(Schultz y col., 1993). No obstante, se advirtió que estas neuronas respondían de manera
característica a diferentes estímulos de recompensa o a eventos asociados a los mismos (Hollerman _v
Schultz, 1998). De esta manera, las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra compacta no
responden a cualquier estímulo sensorial, sino sólo a aquéllos que poseen un claro significado
motivacional para el individuo, ya sea placentero o aversivo (Schultz y Romo, l987b). Es así que la
actividad de las neuronas dopaminérgicas señala eventos ambientales predictivos potencialmente
relevantes, que actúan como disparadores de acciones conductuales.
Así resulta evidente que la función de los ganglios de la base es mucho más amplia y compleja
que lo que se suponía hasta hace algún tiempo, puesto que no se encuentra restringida al control de la
fimción motora sino que incluye aspectos cognitivos relevantes para la vida de los distintos
organismos.
Funciones autonómicas
La función que desempeñan los ganglios de la base en el control del sistema nervioso
autónomo, aun menos explorada que las anten'ores, muestra el extraordinario grado de integración
que tiene lugar en los mismos (para revisiones consultar: Quadri y col., 2000; Chaudhuri, 2001; Pazo
y Belforte, 2002). Es posible hallar evidencia de esta fiinción tanto en la clínica como en trabajos
experimentales. Si bien la enfermedad de parkinson se diagnostica fimdamentalmente a partir de las
manifestaciones motoras de la misma, los pacientes presentan una serie importante de alteraciones
fimcionales no relacionadas con el trastorno motor, muchas de las cuales involucran al sistema
nervioso autónomo. Es así que estos”pacientes suelen presentar alteraciones sensoriales (que serán
analizadas en detalle más adelante), gastrointestinales (como disfagia, constipación y alteraciones en
la salivación: Chaudhuri, 2001) en el control de la presión arterial (hipotensión ortostática y
postprandial: Kallio y col, 2000; Goldstein, 2002), en la regulación de la temperatura corporal como
la intolerancia al calor e hipotermia (Appenzeller y Goss, 1971; Djaldetti y col., 200]; Fischer y col.,
2001) y alteraciones en la micción como poliuria (Sakakibara y col, 2001).
Muchas de estas alteraciones han sido estudiadas en modelos animales buscando comprender la
fisiología subyacente. A modo de ejemplo, la estimulación eléctrica o química de la sustancia negra
compacta en ratas genera un aumento de la liberación estriatal de dopamina, proporcional en ciertos
casos a un aumento de la tensión arterial que se presenta con taquicardia. Este efecto es bloqueado
introducción ¡4
Funciones sensoriales:
Existen evidencias recientes que sugieren la participación de los ganglios de la base en la
nocicepción y específicamente en los mecanismos de modulación del dolor. A continuación se
analizarán las evidencias más importantes que relacionan a los ganglios de la base con la fisiología
del dolor.
o NOCICEPCIÓN Y DOLOR
Generalidades
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (International Association for the Study
of Pain) ha definido al dolor como la experiencia sensorial y emocional displacentera asociada con el
daño, o potencial lesión de los tejidos, o bien referida en términos relativos al mismo: “Pain is an
unpleasant sensory and emo/¡(mal experience associated with actual or potential tissue damage, or
described in terms of such damage”. El dolor no sólo involucra componentes sensoriales
discriminativos sino también emocionales y afectivos, es una experiencia multisensorial que puede
llegar a desencadenar estados tales como la ansiedad y la depresión (Millan, 1999). La percepción
del dolor, junto con la capacidad de responder al mismo, es esencial para la sobrevida del organismo.
Melzack y Wall (1965) mostraron que un estímulo nocivo inesperado desencadenaba una reacción
motora compleja que involucraba una respuesta de alerta, reflejo de flexión, reajustes posturales,
vocalización, on'entación hacia la zona lesionada y otros comportamientos destinados a reducir la
sensación dolorosa. Como cualquier otra modalidad sensorial, el dolor posee vías especializadas; la
activación de las mismas genera una sensación dolorosa que recibe el nombre de nocicepción (Hunt
y Mantyh, 2001). La integración central de la información nociceptiva con otros componentes
sensoriales junto con componentes emocionales, afectivos y atencionales genera la percepción del
dolor (Loeser y Melzack, 1999). Sin embargo, el dolor puede presentarse sin que medie ningún
estímulo nociceptivo (es decir un estímulo adecuado para activar a neuronas sensoriales
especializadas), como es el caso del dolor neurogénico, que refleja la lesión del tejido nervioso
perifén'co o central (dolor central) (Millan, 1999).
Tipos de Dolor
Podemos distinguir dos sensaciones dolorosas, una de ellas es conocida como “pn'mer dolor” o
dolor rápido, que es un dolor agudo, punzante, bien localizado, que comienza y desaparece rápida y
abruptamente. Es el dolor que percibimos al pinchamos la piel (Lewis y Pochin, 1937). Por otro lado
tenemos el dolor lento o “segundo dolor”, difilSO,que habitualmente se descn'be como quemante y
que perdura más allá de la aplicación del estímulo (Sinclair y Stokes, 1964; Pn'ce, 1972). Estas dos
sensaciones dolorosas son discriminativa y emocionalmente diferentes y pueden ser generadas a
partir de un único estímulo con la intensidad adecuada (Mackenzie y col., 1975). Además, se ha
demostrado que son el resultado de la activación de dos vías sensoriales diferentes, las que serán
descriptas más adelante (Dallel y col., 1995; Loeser y Melzack, 1999).
Por otra parte, habitualmente suele clasificarse al dolor desde el punto de vista clinico en agudo
introducción l6
o crónico. Recientemente Loeser y Melzack (1999) han ampliado esta clasificación para incluir el
llamado dolor transiente (fásico según Millan). Este último es el resultado de la sola activación de los
nociceptores sin que medie daño tisular. Por el contrario, el dolor agudo se debe a la activación de
los nociceptores producto de la lesión generada por el estímulo nocivo en los tejidos. En este caso, la
respuesta de las aferencias sensoriales en la región lesionada se encuentra fiJertemente condicionada
por factores locales debidos a reajustes del sistema autónomo e inmune (Stein, 1995) así como
también resultan determinantes los sistemas centrales capaces de modular las aferencias sensoriales
periféricas (Sandkuhler, 1996). Estos mecanismos favorecen, de diferente manera, la recuperación y
reparación de los tejidos lesionados. En el caso del dolor crónico, como el que ocurre en la neuralgia
postherpética o la fibromialgia, el disparador suele ser una lesión o una enfermedad, sin embargo el
mismo se perpetua por factores diferentes a los que lo desencadenaron. Entre ellos se encuentran la
sensibilización de las aferencias primarias, expresión ectópica de receptores, alteraciones fenotípicas
de aferencias no-nociceptivas, patrones anormales de comunicación neuronal (por ejemplo
transmisión efáptica) y reorganización sináptica a nivel medular (Millan, 1999). En estos casos, la
lesión excede la capacidad de recuperación del organismo, ya sea porque la zona dañada es muy
extensa, o bien porque el sistema nervioso en sí mismo ha sido afectado. El dolor crónico es
acompañado en la mayoría de los casos por alteraciones emocionales y afectivas semejantes a las que
se observan en pacientes con depresión: anhedonia e indiferencia suelen ser signos comunes.
median el dolor crónico, siendo que éste resulta en muchos casos invalidante y lescivo. Es probable
que el dolor crónico sea el resultado de una presión de selección insuficiente debido a las
circunstancias en las cuales habitualmente se manifiesta, es decir en individuos de edad avannda o
inestables. Tómese como ejemplo el dolor asociado con enfermedades degenerativas (artritis
reumatoidea), desórdenes metabólicos (como en las últimas etapas de la diabetes ¡nsulino
dependiente), lesiones severas (fractura de un miembro) o enfermedades terminales (cáncer).
Los Nociceptores
Sir Charles Shem'ngton fire el primero en proponer, a principios del siglo pasado, la existencia
de neuronas sensoriales pn'man'as capaces de ser activadas por estímulos potencialmente dañinos
para el organismo, a las que llamó nociceptores (Shern'ngton, 1906). La característica fiJndamental
de los nociceptores es que responden a estímulos que, por su intensidad, son capaces de lesionar los
tejidos, mientras que no se activan con estímulos de mediana o baja intensidad. Los nociceptores, al
igual que el resto de las neuronas sensoriales primarias, se encuentran ubicados en los ganglios
anexos de las raíces dorsales de la médula espinal y los ganglios de los nervios craneales, sus somas
son pequeños - medianos y se tiñen intensamente con técnicas histológicas de rutina, poseen (al igual
que las demás neuronas pn'man'as) un axón que se divide en T formando dos prolongaciones (de ahí
el nombre de neuronas pseudomonopolares) y se los conoce bajo el nombre de neuronas B. Todos
ellos poseen terminaciones libres, no encapsuladas. Las prolongaciones periféricas de los axones de
las neuronas sensoriales han sido clasificados de acuerdo a su velocidad de conducción en: Aa, AB,
A6 y C; los dos primeros corresponden a axones gruesos altamente mielinizados que se encuentran
generalmente involucrados en la conducción de información no nociceptiva. Las fibras A8, finas y
ligeramente mielinizadas y las tipo C, lentas y amielínicas constituyen el grupo de fibras nociceptivas
y se asume que medían el “primer” y “segundo” dolor respectivamente (Konietzny y col., 198];
Ochoa y Torebjork, 1989).
Los nociceptores cutáneos pueden clasificarse en tres grandes grupos de acuerdo a sus
características funcionales (Birder y Perl, 1994). Los llamados mecanociceptores están constituidos
por terminaciones libres de fibras A8 y son activados por estímulos mecánicos de alta intensidad
(pinchazos, pellizcos, etc.) y constituyen la mayor parte de las fibras A8 (Julius y Basbaum, 2001).
Sin embargo, existe un grupo no muy numeroso de fibras A6 que responde no sólo a estímulos
mecánicos nocivos sino también a temperaturas extremas (menores a 10° C y mayores a 45°C), por
lo que reciben el nombre de mecanotermonociceptores. Por otra parte encontramos alos nociceptores
polimodales, que deben su nombre al amplio rango de estímulos capaces de activarlos. Así. estas
terminaciones libres de fibras tipo C son estimuladas por estímulos mecánicos de alta intensidad,
introducción 18
temperaturas extremas y diferentes sustancias químicas (entre ellas encontramos a los protones y la
capsaicina, el principio activo de los ajíes picantes). Todos ellos utilizan glutamato como
neurotransmisor, diferenciándose fundamentalmente por el cotransmisor utilizado (sustancia P,
neurokinina, péptido intestinal vasoactívo (VIP) y el péptido, relacionado con el gen de la calcitonina
(CGRP) entre otros, Caterina y Julius, 1999; Hunt y Mantyh, 2001). Los nociceptores pueden en
determinadas condiciones, sensibilizarse, es decir aumentan la intensidad de la respuesta ante un
determinado estímulo, disminuye el umbral de activación llegando en algunos casos a descargar de
manera espontánea. Este fenómeno se debe a la producción y liberación de mediadores químicos por
los terminales de las propias neuronas sensoriales primarias, así como también por parte de células
no neuronales en la región estimulada (por ejemplo fibroblastos, mastocitos, neutrófilos y plaquetas).
Cuando sobreviene una lesión en los tejidos, se desencadena una respuesta inflamatoria local que se
ve facilitada por la llamada inflamación neurogénica (Julius y Basbaum, 2001). Esta última se
desencadena por la activación de los nociceptores que conducen la información nociceptiva no sólo
hacia el sistema nervioso central, sino que también se propaga de manera antidrómica hacia otras
ramas de la neurona. De esta manera, en las terminales periféricas de los nociceptores activados se
produce la liberación de diferentes neurotransmisores (principalmente sustancia P y el péptido
relacionado con el gen de la calcitonina). Éstos contribuyen a la reacción inflamatoria ya que
provocan una vasodilatición con incremento de la permeabilidad capilar conjuntamente con la
activación de células del sistema inmune. La lesión tisular libera al medio extracelular diferentes
sustancias citoplasmáticas como ATP, K: H+, (Reeh y Steen, 1996), que poseen la propiedad de
sensibilizar a los nociceptores de manera conjunta con diferentes componentes de la “sopa”
inflamatoria (prostaglandinas, bradicinina, histamina, serotonina) (Chuang y col, 2001; Samad y
col., 2001) figura 4).
ó,” szac‘hu'decteciniem
Los nociceptores viscerales, musculares ¿ emanan NGF,
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y articulares son similaresa los cutáneos, son Gap,“ mm
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mayormente mecanociceptores constituidos - "" ‘‘’
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Inervan las paredes de las vísceras huecas, las
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tendones y ligamentos. La principal diferencia
. , . . ’ ' (2
radica en que solo se activan cuando han s1do Mew“es” a
PÜÓÜUÓÓÜUCCUUUUU.'.""..."'."'U'UUUUUUUIUUUUUUU‘
ÍIIII‘OdIlCCÍÓN l 9
puede estirarse sin que se perciba dolor alguno, y sin embargo cuando se encuentra inflamado, la más
mínima distensión genera dolor.
El Asta Dorsal
La prolongación central de los nociceptores ingresa al sistema nervioso central por el cordón
posterior de la médula espinal o a nivel del tronco del ence'falo por los pares craneales
correspondientes. La via central para el procesamiento de la información nociceptiva comienza en el
asta dorsal o posterior de la médula espinal y en el núcleo espinal del tn'gémino (estructura homóloga
del tronco encefálico) (Willis y Westlund, l997). Las redes neuronales que conforman estas
estructuras no son sólo responsables de transmitir la información hacia centros superiores sino que
también participan en su procesamiento local, integrando y distribuyendo la información sensorial.
Por ejemplo, la activación de los nociceptores cutáneos puede desencadenar el llamado reflejo de
retirada, debido a la activación medular de las motoneuronas que controlan los músculos flexores
correspondientes (Hunt y Mantyh, 2001). Ciertos patrones de estimulación pueden generar un
incremento en la amplitud de los reflejos nociceptivos conjuntamente con la sensibilización de las
neuronas de proyección, lo que mejora la transmisión de la información nociceptiva. En otros casos
las entradas sensoriales poseen un efecto opuesto, inhibiendo la transmisión de la información
nociceptiva. Este balance entre procesos excitatorios e inhibiton'os ha constituido la base para las dos
teon'as más importantes y revolucionarias respecto al rol fimcional de la médula en lo que respecta al
procesamiento de las aferencias sensoriales: la “teoría del control de entrada” (gate control theory of
pain, Melzack y Wall, 1965) y la “teon'a del control inhibiton'o difuso” (difuse noxious inhibitory
controls, Le Bars y col., 1979).
La sustancia gn's de la médula espinal ha sido dividida en diez láminas en base a las
características citoarquitectónicas de la misma (Rexed, 1952; Dubner y Bennett, 1983; Besson y
Chaouch, 1987). Las láminas I (lámina marginal), II (sustancia gelatinosa), III y lV (núcleo propio) y
V y VI (láminas profundas) conforman el asta dorsal, la cual recibe la mayor parte de las aferencias
sensoriales. Las dos láminas más superficiales (I y II) junto con las más profimdas del asta dorsal (V
y VI) se encuentran involucradas fiJndamentalmente en la recepción, procesamiento y transmisión de
la información nociceptiva periférica. Cada lámina del asta dorsal presenta en el plano horizontal una
organización somatotópica de las aferencias cutáneas. Éstas también se organizan en el plano antero
posterior de acuerdo con la zona que inervan. De esta manera, las aferencias pn'man'as de las
superficie corporal proyectan a regiones bien definidas del sistema nervioso central. Las fibras
nociceptivas de tipo C proyectan principalmente a la lámina II, si bien la lámina I, y en menor
medida la lámina V, también reciben aferencias de este tipo. Por su parte, las fibras nociceptivas A6
toman contacto con las láminas l y V de la médula espinal. Existe, además, un importante grado de
ÍIIII‘OdIlCC/ÓII 20
convergencia sobre las neuronas del asta dorsal puesto que un buen número de ellas reciben
aferencias nociceptivas cutáneas conjuntamente con viscerales. Esta convergencia provee una base
anatómica para el fenómeno conocido como dolor referido. En contraste con las fibras nociceptivas,
las fibras mielínicas gruesas, de tipo AB, que proveen aferencias no nociceptivas, poseen
terminaciones muy ramificadas que se desarrollan en las láminas lll y lV y de manera menos
marcada en las láminas V y Vl.
Las neuronas del asta dorsal de la médula espinal pueden ser clasificadas en tres grandes
grupos dependiendo de su respuesta ante estímulos nociceptivos e inocuos (Birder y Perl, 1994). Las
llamadas neuronas nociceptivas específicas (NE, del inglés nociceptive specific) fiJeron descriptas
por primer vez por Kolmodin y Skoglund (1960). Típicamente silenciosas, son activadas
exclusivamente por estímulos de alta intensidad, nocivos, conducidos por fibras de tipo A8 y C. Se
encuentran concentradas fundamentalmente en la lámina l, aunque pueden ser halladas en menor
número en las láminas V y VI. Su capacidad para codificar la intensidad del estímulo es limitada. Por
otro lado, encontramos las denominadas neuronas de rango expandido (RE, del inglés wide dynamic
range) denominadas así por Mendell (1966) sobre las cuales convergen aferencias cutáneas,
víscerales y musculares. Se localizan fundamentalmente en la lámina V y VI, aunque pueden
identificarse neuronas de este tipo en la lámina I y II, con menor frecuencia. Su nombre hace
referencia al hecho de que estas neuronas responden dinámicamente a estímulos con un amplio rango
de intensidades, esto se manifiesta como un incremento en la frecuencia de descarga de estas
neuronas frente a estímulos de intensidad creciente, que incluye desde estímulos inocuos hasta
nocivos. Gracias a ello, constituyen el grupo más importante de neuronas del asta dorsal en lo que
respecta a la codificación de la intensidad del estímulo. Son activadas por estímulos químicos,
mecánicos y témticos a través de aferencias AB, A8 y C, siendo responsables, sobre todo las
ubicadas en las láminas profundas, de la sensibilización mediada por aferencias tipo C, como se
observa en el dolor crónico. El tercer y último grupo lo conforman las neuronas no nociceptivas
también llamadas neuronas de bajo umbral (BU, del inglés low threshold neurons). Éstas codifican
información proveniente de aferencias de tipo AB, son activadas por estímulos inocuos y se
distribuyen a lo largo de las láminas III y IV fimdamentalmente (Schneider y Perl, 1994). De esta
manera y a grandes rasgos podemos distinguir en el asta dorsal dos regiones que concentran las
neuronas nociceptivas de segundo orden (láminas I —II neuronas nociceptivas específicas y V —VI
neuronas de rango expandido) separadas por las láminas III y IV, caracterizadas por la presencia de
las neuronas de bajo umbral. Sin embargo, esta división no es absoluta y se encuentra en revisión ya
que recientemente han sido descn'ptas en la lámina l neuronas nociceptivas denominadas
polimodales (debido a que pueden ser activadas por calor, frío y presión), así como también neuronas
introducción 2]
que reciben aferencias de una subpoblación de fibras de tipo C, sumamente lentas, activadas
fundamentalmente por la liberación de histamina, y que mediarían la sensación de picazón (Craig,
2003). Esto indicaría que la codificación central de las aferencias periféricas sería más compleja de
lo pensado.
Vias Ascendentes
Existen dos sistemas principales de transmisión de la información periférica que viajan por los
cordones medulares, son los llamados sistema del cordón posterior o lemniscal y sistema del cordón
anterolateral o extralemniscal, (para una revisión consultar Willis y Westlund, 1997; Millan, 1999).
El primero se conforma a partir de las fibras gruesas, altamente mielinizadas, que ingresan por la raíz
posterior a la médula. Éstas dan colaterales que terminan en las láminas del asta posterior e
intermedia y ascienden por el cordón posterior hacia los núcleos de relevo; y luego de decusarse,
alcanzan el complejo ventrobasal del tálamo, cuyas neuronas proyectan a la corteza somatosensorial.
Este sistema es el encargado de transmitir la información que permite la percepción de los estímulos
vibratorios (palestesia), el tacto ligero o epicritico, la propiocepción. En lo que respecta al sistema
del cordón anterolateral las fibras finas (aferencias de tipo A8 y C) que entran por la parte lateral de
la raíz dorsal ingresan al fascículo de Lissauer, a través del cual ascienden uno o dos segmentos
medulares para contactar con las neuronas de segundo orden del asta dorsal. Allí se originan las
fibras que conformarán el cordón anterolateral que asciende contralateral, alcanzando diferentes
estructuras superiores. Este sistema transmite fimdamentalmente información termoalgésica (dolor y
temperatura), aunque parece ser responsable en buena medida de la percepción del tacto grueso y
ciertas vibraciones de baja frecuencia (flutter). También se ha postulado que a través de este sistema
llegarían las aferencias responsables de la percepción de cosquillas, pmrito, sensaciones táctiles
sexuales y de fatiga muscular (Handwerker y col., 1991; Craig, 2002).
La información nociceptiva asciende a través de seis vías principales (figura 5), la mayor parte
de las cuales transcurren por el cordón anterolateral. Entre ellos, encontramos el haz espinotalámico,
ligado a los aspectos sensorio discriminativos del dolor; el haz espinorreticular, que asciende
bilateral para contactar la formación reticular del bulbo y protuberancia, de allí la información
alcanza los núcleos intralaminares del tálamo; participaría en los componentes emocionales afectivos
del dolor, regulando sistemas inhibitorios descendentes. Un rol similar tendría el haz
espinomesencefálico, el cual inerva diversas estructuras mesencef'alicas como la sustancia gris
periacueductal, la formación reticular mesencefálica y el colículo superior. La estimulación de
determinadas regiones de la sustancia gris periacueductal y la formación reticular desencadenan
comportamientos aversivos, de lucha o huida, orientación, vocalización y diversas respuestas
autonómicas, lo cual indicaría la participación de esta vía en los aspectos afectivo-emocionales y en
introducción 22
la generación de respuestas ante la percepción del dolor. Recientemente ha cobrado gran impulso el
estudio de la vía espino-parabraguio-amigdalina y la espino-hipotalámica en lo referente al rol que
desempeñan en la transmisión de la información nociceptiva al sistema límbico y la participación del
mismo en los aspectos emocionales y homeostáticos del dolor (Gauriau y Bernard, 2002). Todos
estos sistemas ascienden a través del cordón anterolateral mientras que los axones del último
componente a mencionar, el haz espino-cervico-talámico, ascienden por el cordón posterior hasta Cl
—C3 para contactar las neuronas del núcleo cervical superior y, luego de decusarse por la comisura
blanca anterior, continuar la vía del sistema lemniscal. Sus funciones se superponen con las del
cordón anterior aunque que no lleva información propioceptiva ni vibratoria y sí termoalgésica. No
se ha demostrado su existencia en ratas.
La sensibilidad termoalgésica de la región orofacial es transmitida por el nervio trigémino (V
par craneal) y las vías centrales para la misma poseen una organización similar a la mencionada
anteriormente y será descripta en detalle en la sección correspondiente).
BULBO
MÉDULA
ESPINAL
Figura 5 Representación esquemática de las tres principales vias de entrada de la información nocieeptiva al
sistema nervioso central a través de la médula espinal.
infralucción 23
sustanciagris MESENcÉFALO
periacueductal
n o c ic e pto r '
glutamato sutanma p
otros neuropéptidos
en falina
núcleo del
;,
rafe magno
sh
r.
kd/ .J
‘u _ \ \‘.
ganglio de
raíz dorsal MÉDULA
‘x ESPINAL
\
,Áeurona de
proyeccron
Figura 6 Esquema representativo del sistema de analgesia endógena descendente. Se ejemplificaademás, el circuitolocala
nivel del asta dorsal en donde tienen lugar los procesos modulaton'os de las aferencias nociceptivas. La activación de la sustancia
gris periacueductal junto con el núcleo ceruleus genera cambios a nivel del rafe magno y determina la liberación de encefalina y otros
neuropéptidos en el asta dorsal de la médula espinal. En este proceso se encontraría involucrada no solo la noradrenalina sino
también la serotonina. La encefalina ejerce su efecto actuando tanto a nivel pre como postsináptico, disminuyendo la amplitud de los
potenciales excitaton'os postsinápticos y la duración del potencial de acción en el nociceptor respectivamente. ENC: enoefalina; NA‘
noradrenalina; Nc: nociceptor, 5-HT: serotonina.
«0......0.00...COCO...II'IOIIIIUvivvvvvvvvvvvvvvvr
o PARTICIPACIÓN DE LOS GANGLIOS DE LA BASE EN LA FISIOLOGÍA DEL DOLOR
Evidencias neuroanatómicas
Diversas estructuras del sistema nervioso central involucradas en el procesamiento de la
información nociceptiva poseen una estrecha relación neuroanatómica con los ganglios de la base. Es
así que una de las principales aferencias a los ganglios de la base está constituida por la proyección
tálamo-estriatal que conecta los núcleos intralaminares del tálamo con el estriado (Sadikot y col.,
1992; Deschenes y col., 1995, 1996). El 72% de las neuronas de los núcleos intralaminares
(parafascicular, central lateral y paracentral) en el gato han sido clasificadas como nociceptivas
(Dong y col., 1978). Estas neuronas se caracterizan por tener campos receptivos extensos, bilaterales,
sin estar somatotópicamente organizadas, siendo en esos aspectos similares a las observadas en el
estriado. Además, estudios realizados en ratas han mostrado que una gran proporción de neuronas en
estos núcleos son activadas por estímulos dolorosos aplicados en la región orofacial (Chudler y col.,
1993). Es así que se ha sugerido que esta vía podría estar involucrada en el control de los
movimientos de la cabeza ante un estímulo nociceptivo, tales como orientación o posicionamiento
durante el escape y la vocalización.
El papel de la corteza cerebral en la sensibilidad dolorosa file puesto en duda hasta no hace
mucho tiempo. Sin embargo, actualmente ha quedado firmemente aceptada su participación debido a
evidencias obtenidas tanto en animales como en el hombre. En la corteza, las áreas SII y 7b, que
proyectan al territorio asociativo del estriado, reciben importantes aferencias nociceptivas. Sus
neuronas poseen campos receptivos periféricos grandes, contra y bilaterales, capaces de codificar la
duración del estímulo y en algunos casos la intensidad del mismo. Se ha demostrado que ablaciones
masivas y bilaterales de las cortezas frontal, parietal y temporal reducen el número de neuronas que
responden a la estimulación del nervio ciático en el núcleo caudado de gatos (Pazo y col., 1992). Las
relaciones anatómicas, electrofisiológicas y fiJncionales de estas zonas sugieren, su participación en
procesos integrativos más que en fiJnciones discriminativas, por lo que se les atribuye un rol en el
componente emocional-afectivo del dolor (Chudler y Dong, 1995).
Existen otros núcleos capaces de transmitir la información nociceptiva a los ganglios de la
base, entre ellos la amígdala, la corteza prefrontal, el colículo superior, la formación reticulada, la
corteza del giro cíngulo, todos ellos conectados con los ganglios de la base, habiéndose demostrado
su participación en los componentes afectivos del dolor (Yasui y col., 1987; Yamasaki y Krauthamer,
1990; Bernard y col., 1992; Lapper y Bolam, ¡992; Grunwerg y col., ¡992; Shinonaga y col, l992;
Corvaja y col., 1993). Otro componente importante es el núcleo dorsal del rafe, el cual se encuentra
involucrado en los mecanismos de analgesia endógena y envía proyecciones serotonine’rgicas a la
sustancia negra, el estriado y el globo pálido (Wang y Nakai, 1994), pudiendo modular la actividad
neuronal en esos núcleos.
Tiene particular interés para este trabajo la existencia de una vía descripta para la información
nociceptiva trigeminal independiente del tálamo. Yasui y colaboradores (¡987) demostraron la
presencia de una proyección directa desde la lamina l del núcleo espinal del trigémino (subnúcleo
caudal), núcleo relacionado con la recepción nociceptiva de la región oral, hasta el caudado y el
putamen en gatos. Si bien el significado fiincional de esta vía se desconoce, su existencia indicaria
que la información nociceptiva trigeminal puede acceder a los ganglios de la base mediante una vía
directa y otra indirecta a través del tálamo como ya se mencionó.
Además, los ganglios de la base, y en particular el estriado, se encuentran dentro de las
estructuras con una concentración de opioides endógenos así como de sus receptores más altas del
sistema nervioso central, tanto en humanos como en roedores (Herkenham y Pert, 1981; McGeer y
McGeer, 1993; Angulo y McEwen, 1994). Dichos receptores serían fiJncionaIes y podn’an relacionar
los ganglios de la base con los mecanismos de analgesia endógena (Thom-Gray y Levitt, 1983;
Kurumaji y col., 1988; Hebert y col., 1990).
A modo de resumen, podemos concluir que existe amplia evidencia neuroanatómica que
demuestra que la información nociceptiva puede alcanzar los ganglios de la base a través de
múltiples vías. Esta redundancia en cuanto aferencias aseguran'a la llegada de las entradas sensoriales
nociceptivas a los ganglios de la base.
Evidencias electrofisiológicas
Mediante técnicas electrofisiológicas pueden estudiarse los efectos de la estimulación
periférica sobre la actividad neuronal en los diferentes miembros de los ganglios de la base. De esta
manera se identifican distintas poblaciones de neuronas en base a su capacidad de codificar la
localización, duración e intensidad del estímulo sensorial. Numerosos estudios electrofisiológicos
demostraron que gran parte de las neuronas de los ganglios de la base responden a estímulos nocivos
eléctricos, químicos, mecánicos y térmicos, ya sea incrementando o disminuyendo su frecuencia de
descarga (Yasui y col., 1987; Yamasaki y Krauthamer, 1990; Bernard y col., 1992; Lapper y Bolam,
1992; Grunwerg y col., 1992; Shinonaga y col, 1992; Corvaja y col, 1993). Por ejemplo, las
neuronas de la sustancia negra reticulada pueden ser activadas por estímulos nociceptivos. Estas
neuronas poseen campos receptivos grandes que muchas veces incluyen todo el cuerpo del animal
(Barasí, 1979; Tsai, 1989; Gao y col., ¡990). Los campos receptivos extensos sugieren que estas
neuronas no se encuentran involucradas en la localización espacial del estímulo. Es por eso que el
papel de estas podría estar relacionado con la codificación de la intensidad del estímulo, ya que
aumentan su frecuencia de descarga en relación a la intensidad del mismo (Gao y col., ¡990).
Por otro lado, hay trabajos que demuestran la existencia, tanto en el globo pálido como en el
estriado, de una gran cantidad de neuronas que pueden ser activadas por estímulos nocivos tanto
eléctricos, como mecánicos o térmicos (Bernard y col., 1992; Chudler y col., ¡993, ¡998), si bien
existen diferencias entre los distintos autores en cuanto al porcentaje de neuronas de cada tipo. A
modo de ejemplo podemos citar el trabajo de Richards y Taylor (1982), con 44% neuronas estriatales
clasificadas como nociceptivas frente al 97% observado por Chudler y colaboradores (1993), ambos
trabajando en ratas anestesiadas. Estas diferencias se deben probablemente a las distintas técnicas de
estimulación y muestreo utilizadas, así como también a los diferencias en el grado y el tipo de
anestésico empleado. Bernard y colaboradores (1992) demostraron en ratas paralizadas que
aproximadamente el 80% de las neuronas del globo pálido ventral respondían preferente o
exclusivamente a estímulos nocivos mecánicos y/o térmicos, mientras que otros tipos de estímulos
incluyendo inocuos, somatoestésicos, visuales y auditivos resultaban poco o nada efectivos. La
mayoría de las neuronas estudiadas presentaban campos receptivos amplios incluyendo en muchos
casos la mayor parte del cuerpo. La utilización de estímulos térmicos graduados permitió observar
que estas neuronas eran capaces de codificar la intensidad del estímulo nocivo. Resultados similares
fueron descriptos por Chudler y colaboradores (1993) con respecto a neuronas estriatales.
En la mayoria de los trabajos no se observa una distribución somatotópica de las neuronas
estudiadas. Sin embargo Richards y Taylor (1982) observaron en ratas que las neuronas con campos
receptivos rostrales y caudales del cuerpo se ubican en la parte anterior y posterior del estriado
respectivamente. La convergencia de entradas multisensoriales al estriado sugiere que este núcleo
podn’a estar involucrado en la integración de diferentes modalidades sensoriales, coordinando una
respuesta comportamental.
De esta manera, podemos afirmar que la información nociceptiva no sólo alcanza los ganglios
de la base, sino que además es funcionalmente relevante ya que la actividad neuronal de los
diferentes componentes de los ganglios de la base puede ser modificada sustancialmente por estas
entradas.
Evidencias clínicas
Evidencias clínicas permiten relacionar a los ganglios de la base con alteraciones en la
percepción del dolor. Aproximadamente el 40 % de los pacientes que padecen de enfermedad de
parkinson (enfermedad neurodegenerativa en la que se encuentran alteraciones anátomo funcionales
de los ganglios de la base) presentan alteraciones sensoriales, no atribuibles a las manifestaciones
motoras de la patología (Snider y col., 1976; Koller, 1984; Sandyk y Snider, 1985; Goetz y col.,
1986; Quinn y col., 1986; Goetz y col., 1987; Ford y col., 1996; Ford, 1998; Honey y col., 1999;
Serratrice y Michel, 1999; Factor y col., 2000; Witjas y col., 2002). Entre ellas, las más frecuente es
el dolor intermitente o crónico, en la mayor parte de los casos no localizado, si bien han sido
descriptos casos en donde el dolor se encuentra limitado a la región oral (Ford y col., 1996). Sumado
a esto, experimentos realizados en modelos animales de enfermedad de parkinson (ratas lesionadas
unilateralmente con 6-hidroxidopamina 6-OHDA) muestran alteraciones asimétricas en la percepción
de estímulos nocivos aplicadas unilateralmente (Saade y col., 1997).
Por otro lado, el síndrome de la boca quemante (burning mouth sindrome) es un síndrome en el
que se presenta un intenso dolor crónico de causa desconocida. Un estudio reciente de estos
pacientes mediante PET indicaría que el dolor que manifiestan se debe a una disfunción en el sistema
dopaminérgico nigroestriatal (Jaaskelainen y col., 2001) que no involucra el circuito motor, ya que
estos pacientes no presentan ningún signo de disfimción motora. Este estudio sugiere que la vía
nigroestriatal estaría involucrada en el procesamiento de la información nociceptiva.
Evidencia farmacológica y comportamental
Como ya vimos, la mayoría de las neuronas nociceptivas de los ganglios de la base poseen
campos receptivos extensos y una cierta capacidad de codificar la intensidad del estímulo, por lo que
se ha propuesto que intervendrían no sólo en la nocicepción, sino también en los mecanismos de
control y modulación de la misma. Es asi que, desde hace algunos años se llegó a considerar a la
sustancia negra reticulada como parte del sistema de analgesia endógena (Baumeister y col., ¡988).
La estimulación eléctrica de la sustancia negra es capaz de inhibir significativamente la actividad
espontánea y la evocada por estímulos nocivos en neuronas nociceptivas específicas del núcleo
parafascicular en ratas anestesiadas (Li y col., 1992). También, experimentos realizados en gatos
decerebrados a nivel precolicular, mostraron que la estimulación eléctrica de la sustancia negra era
capaz de inhibir la respuesta evocada, en neuronas de la lámina V a nivel lumbar, por estímulos
nociceptivos periféricos (Barnes y col., 1979). Esta inhibición es bloqueada por antagonistas
dopaminérgicos y no por antagonistas serotoninérgicos inyectados por vía intravenosa.
Se han realizado numerosos estudios en los cuales se examinaron los efectos comportamentales
de la microinyección de opioides en diferentes miembros de los ganglios de la base (Chudler y Dong,
1995). La microinyección bilateral de morfina en el globo pálido ha mostrado tener un efecto
analgésico dosis-dependiente, naloxona reversible, en estudios realizados con ratas ambulantes
evaluado mediante el test de la plancha caliente (hot plate) (Anagnostakis y col., 1992). Además, la
morfina microinyectada en el globo pálido posee un efecto locomotor dosis-dependiente, lo cual
sugiere que la analgesia observada no estaría relacionada con un impedimento motor. Por otro lado,
Baumeister y colaboradores (1990) han obtenido resultados similares trabajando con ratas
implantadas crónicamente con cánulas en la sustancia negra. Han demostrado, en este modelo, que la
microinyección bilateral de morfina o encefalina es capaz de producir efectos analgésicos. Estos
fiJeron evaluados en base a respuestas motoras, test de la plancha caliente y reflejo flexor de la cola
(tail flick), sin que se observaran alteraciones motoras tales como ataxia, aquinesia o catalepsia.
Los resultados obtenidos mediante estudios similares con respecto al estriado son
controversiales. Existen trabajos que muestran que la microinyección de morfina en el estriado es
incapaz de elevar los umbrales para el dolor (para revisión ver Chudler y Dong, 1995). Estos
resultados se oponen a lo observado por otros grupos; Juma y Heinz (1979) demostraron que la
microinyección estriatal de morfina tenía un efecto antinociceptivo, al evaluar el reflejo flexor de la
cola en ratas ambulantes, siendo este efecto bloqueado mediante la administración sistémica de
naloxona. Además, la microinyección de etorfina en ciertas zonas del estriado produce analgesia sin
catatonía (Thom-Gray y Levitt, 1983).
En la actualidad, la participación de los ganglios de la base en el procesamiento de la
información nociceptiva y en los mecanismos de analgesia endógena parece clara. Sin embargo, el
introducción 30
papel de los mismos en estos procesos dista mucho de ser conocido. Como vimos, los estudios
farmacológicos referentes al estriado, el pn'ncipal núcleo de entrada de los ganglios de la base,
arrojan resultados contradictorios.
Por otro lado, uno de los mayores inconvenientes en el estudio de los ganglios de la base en
relación al dolor radica en que buena parte de los modelos utilizados habitualmente para evaluar
efectos analgésicos (test de la plancha caliente, reflejo flexor de la cola, test de la fonnalina, Tjolsen
y col., 1992; Porro y Cavazzuti, 1993; McCormack y col, 1998) involucran respuestas motoras, las
cuales pueden ser afectadas directamente por el tratamiento. De esta manera, la manipulación
farmacológica de un núcleo puede modificar la capacidad de respuesta motora ante los estímulos
nociceptivos sin alterar la sensación o percepción del estímulo nocivo. Algo similar ocurre en la
parálisis neuromuscular inducida por drogas, en la que se suprime la respuesta motora sin que
medien modificaciones sensoriales. Este punto resulta cn’tico a la hora de estudiar a los ganglios de la
base ya que, como se ha mostrado, participan en el control de la fiJnción motora, lo que dificulta
notablemente la interpretación de los trabajos conductuales.
3l
Dll-TIN S
o OBJETIVO GENERAL:
Con el objeto de ampliar los conocimientos referentes al rol funcional de los ganglios de la
base en la neurofrsiologia del dolor nos planteamos el objetivo global de estudiar la participación del
estriado de la rata en el control de la nocicepción y los mecanismos de analgesia endógena.
Sección I:
Sección II:
Sección III
Sección IV
Como se expuso anteriormente, el modelo de dolor a utilizar resulta crucial para evaluar
correctamente la posible participación de los ganglios de la base y en particular del estriado en la
modulación del dolor. En nuestro caso, decidimos estudiar el reflejo de abertura bucal (RAB, jaw
opening reflex en inglés) evocado por la estimulación eléctrica de la pulpa dental en ratas
anestesiadas. Este reflejo fiJe descripto por primera vez por Sherrinton en gatos decerebrados
(Sherrington, 1917). La estimulación de la región perioral o intraoral genera la activación bilateral de
los músculos de abertura bucal e inhibición de los de cierre (Kidokoro y col, 1968; Mahan y
Anderson, 1970; Junge y col., 1979). En la rata, a1 igual que en el gato y el conejo, el músculo
digástrico y el pten'goideo externo son los responsables de la apertura de la boca (Fung y col, 1976;
Iriki y Toda, 1980). El RAB puede ser evocado a partir de la estimulación de mecanorreceptores de
bajo umbral, como los ubicados en el periodonto, o de nociceptores, como los que inervan la pulpa
dental (Mahan y Anderson, 1971; Anderson y Mahan, 1971). La activación de los mecanorreceptores
parece ser importante para la realización de los movimientos masticatorios, mientras que el reflejo
desencadenado por estímulos nociceptivos aparentaría ser un reflejo flexor de defensa (Kidokoro y
col., 1968; Bratzlavsky y col., 1976). Las estructuras involucradas en la vía de este reflejo bisináptico
Se encuentran esquematizadas en la figura 1.1, adaptada de Mason y colaboradores (1985a). La
información de la
región orofacial Núcleos
_ Superiores
tanto de la piel,
como de la mucosa 4 .-;;:: '
oral, la articulación
temporomandibular,
músculo
el periodonto, la digástn'co
pulpa dental, el
periostio y los
músculos masticato
rios es recogida por
el nervio trigémino
a traves de sus tres Figura 1.1 Esquema del reflejo de abertura bucal adaptado de Mason y col. (1985a)_Se
ramas . representa en azul la neurona aferente primario, en rojo la neurona de segundo orden (sensorial) y
en negro la motoneurona que inerva el múscqu digástn'co. NETc: núcleo espinal del trigémino,
MOT:núcleo motor del trigémino.
P.’......................Ó....'"UÓUÜUUUÚUUUUUUUU'
sección / 33
El núcleo sensorial del trigémino, centro receptor de las aferencias sensoriales orofaciales, se
extiende a lo largo del tronco del encéfalo conformando tres núcleos independientes: el núcleo
mesencefálico, el principal (ubicado en la protuberancia) y el núcleo espinal del trigémino (dividido
en tres sectores en sentido antero-posterior a lo largo del bulbo: subnúcleo oral, interpolar y caudal).
La información proveniente de la pulpa dental es recibida y procesada fundamentalmente en el
subnúcleo caudal, donde se ubica la neurona de segundo orden en la via del reflejo (como se
explicará en detalle en la Sección lll), que a su vez activa las motoneuronas encargadas de controlar
la musculatura mandibular figura 1.1.
Se eligió este modelo para trabajar ya que presentaba una serie de características que lo volvían
sumamente apto para nuestros intereses.
Este reflejo puede ser desencadenado por una serie importante de estímulos tanto inocuos
como nociceptivos aplicados en la región oral (Sessle, 2000). Sin embargo, sólo es aceptado como un
modelo de dolor puro cuando se activa selectivamente (eléctrica o químicamente) la pulpa dental.
Ésta posee únicamente aferencias nociceptivas (Myslinski y Matthews, 1987) debido a que su
inervación está dada casi exclusivamente por fibras de tipo A6 y C (Johnsen y Karlsson, 1974;
Holland, 1978; Bishop, 1981; Bennett y Sessle, 1990). Se ha demostrado que la estimulación de la
pulpa dental en humanos resulta en una sensación dolorosa (Hannam y col., 1970; Azerad y Woda,
1977; Sessle y col., 1979) cuya magnitud correlaciona con la amplitud del potencial de acción
compuesto para las fibras A6 provenientes de la pulpa dental (Ahlquist y col., 1984). Existe una
cierta controversia en lo que respecta a la posible activación de fibras gruesas altamente mielinizadas
descn'ptas en la pulpa dental de algunas especies (Cadden y col, 1983; Dostrovsky, 1984); éstas sólo
sen'an fisiológicamente relevantes en la respuesta a estímulos cercanos al umbral sensorial y
partíciparían en la generación de la percepción displacentera - no dolorosa - denominada predolor
(Azerad y Woda, 1977; Chatn'an y col., 1982; Fernandes, V y col., 1982; Fields y Heinricher, 1985).
Sin embargo se acepta que el RAB evocado por estímulos supraumbrales aplicados de manera
selectiva en la pulpa dental resulta de la activación de fibras nociceptivas (Mason y col., l985a;
Sessle, 2000) y constituye un modelo experimental válido para el estudio del dolor (Mason y col,
l985a; Myslinski y Matthews, 1987).
Este modelo ha sido utilizado para evaluar el efecto analgésico de un gran número de
diferentes estructuras dentro del sistema nervioso central (Mason y col, l985b; Chiang y col, 1989;
Chiang y col., 1991; Boissonade y Matthews, 1993; Takeda y col., 1998; Zhang y col, 1998;
Schmidt y col, 2002a', Schmidt y col, 2002b), tanto en estudios clásicos sobre la sustancia gris
periacueductal y el núcleo del rafe magno (Oliveras y col., 1974; Sessle y col., 198]; Sessle y Hu,
198]), como en estudios más recientes en relación al núcleo accumbens (Schmidt y col., 2002a;
.s‘ecciún I 34
Schmidt y col, 2002b); desde estudios neurofarmacológicos (Boucher y col., 1993) hasta trabajos
sobre acupuntura (Toda y col., ¡980).
Desde el punto de vista técnico-experimental, posee como ventaja que puede obtenerse una
respuesta estable durante horas, siendo posible cuantificar la misma a partir de la medición de la
amplitud pico a pico de la respuesta electromiográfica evocada en el músculo digástrico de la rata
(Myslinski y Matthews, ¡987). Además, este modelo permite llevar a cabo registros extracelulares de
actividad neuronal unitaria (single unit) en los diferentes núcleos de la vía del reflejo (lriki, 1982; Hu
y col., 1986; Takeda y col., 1998). De esa manera, puede determinarse simultaneamente el efecto
ejercido por el estriado sobre el reflejo y la actividad neuronal en el núcleo sensorial y el motor,
permitiendo lograr una correcta apreciación del efecto, discriminando una inhibición sensorial o
efecto analgésico de una acción puramente motora. Sin embargo, presenta como desventaja lo
relativamente complejo de la preparación: los procedimientos quirúrgicos destinados implantar los
electrodos de registro y estimulación demandan un tiempo apreciable comparado con el requen'do en
otros modelos de dolor agudo (reflejo flexor de la cola o el test de la formalina, Pazo y col, 200]).
o OBJETIVOS
Lograr la puesta a punto del modelo, obteniendo una respuesta estable, fácilmente
cuantificable.
Demostrar la selectividad de la estimulación eléctrica de la pulpa dental.
o MATERIALES y MÉTODOS
Animales
Se utilizaron ratas machos Sprague-Dawley con un peso de 350 a 500 gr, anestesiadas con
uretano (1,2 gr./kg. i.p.) y bupivacaína s.c_ como anestésico local de larga duración (el mismo se
aplica en las heridas y puntos de presión). El grado de anestesia se evaluó a lo largo del experimento
pinchando patas y cola o tocando la córnea; al observarse reflejos de retirada o el reflejo corneal se
administraron dosis suplementarias de uretano. Se utilizó este anestésico general debido a que, en la
dosis utilizada, tiene un efecto analgésico duradero, durante el cual no se observan variaciones en la
presión sanguínea o en la frecuencia respiratoria y se obtiene un RAB estable por varias horas (Gear
y Levine, 1995). Todos los experimentos de esta tesis se realizaron de acuerdo con la NIH's Guide
for Care and Use of Laboratory Animals.
secoión l 35
mmswos reallzados medlame desgaSte con un Figura 1.2 Fotomicrografias de los incisivos inferiores
implantados con electrodos de plata. La ampliacion muestra un
disco carburundum, descartándose los
cone sagital realizado por desgaste en donde se observa el
resultados obtenidos en aquellos casos en los emm,“ P'ata,q”eame“ ¡adenmepama'canÉaraPUIPa
dental. Notese el angulo de entrada del electrodo y Ia aislación del
que no se encontraban correctamente implan- mismoconacrilicodental.
tados.
Registro EMGdel músculo digástrico
Para registrar la actividad electromiográfica del digástrico se utilizaron electrodos fabricados
en el laboratorio a partir de alambres de acero inoxidable aislados (80 um diámetro, Midwires). Para
ello, dos secciones de unos 5 cm se retorcieron cuidadosamente y luego de chequear la integridad de
la aislación se les colocó una gota de pegamento epoxi formando una pequeña esfera a unos 5 mm
del extremo temiinal (la misma sirve de retén para la sujeción del electrodo mediante suturas). La
punta se seccionó en bisel para facilitar la penetración en el músculo y al extremo libre se le soldaron
los conectores correspondientes. Se implantó un electrodo bipolar de este tipo en cada uno de los
músculos digástricos (izquierdo y derecho), Para ello, se practicó una incisión de unos 2 cm en la piel
sección I 36
de la línea media de la mandíbula. Se expusieron los vientres anten'ores de los músculos digástricos y
se introdujo en cada uno de ellos un electrodo paralelo a la superficie muscular (1-2 mm de
profundidad) fijándolo mediante suturas al tendón y a la piel para evitar su desplazamiento. Una vez
finalizada la maniobra, se cerró la apertura quirúrgica y se sujetó el animal en un marco estereotáxico
(David Kopf). Se aplicó el anestésico local en los puntos de presión y heridas. Se controló la
temperatura rectal (37i0,5°C) mediante una manta calefaccionada autorregulable.
Para evocar el RAB se estimuló la pulpa dental mediante un pulso cuadrado (0,5 mseg de
duración, 0,83 Hz de frecuencia e intensidad variable) aplicado entre los electrodos dentales
mediante un estimulador electrónico (A300 Pulsemaster WPI and S.I.U. 385). Se estableció para
cada animal el valor umbral de la respuesta, definido como la intensidad de estimulación a la cual en
la mitad de casos se observa una respuesta. Luego, la intensidad de estimulación se incrementó 1,5
2,5 veces respecto al umbral de manera de obtener una respuesta estable y fácilmente cuantificable.
Los métodos de registro fiieron los convencionales en electrofisiología: el animal en experimentación
se alojó dentro de una jaula de Faraday, la actividad refleja se filtró (ancho de banda 30-300 Hz) y se
registró mediante amplificadores y cambiadores de impedancia (P511 Grass Instruments, Quincy,
MA, USA). La señal se monitoreó en un osciloscopio y almacenó en cinta de video por medio de un
grabador PCM (Neurodata DR-890) para su posterior análisis. La adquisición se llevó a cabo
mediante una computadora personal equipada con el hardware y software necesarios para realizar la
conversión A/D (tarjeta A/D DigiData 1200 y Axoscope 1.1, Axon Instruments, frecuencia de
muestreo 5 kHz). El RAB se
midió como la respuesta
estimulador
electromiográfica del músculo
digástrico. Para cuantificarla se
midió la amplitud pico a pico y
en ciertos casos también la
latencia de la respuesta .
registrode la mmm
evocada en el músculo (figura actividad EMG del “¡í
múscqu digástrico
1.3). Para efectuar la medición
de la amplitud pico a pico y la Figura 1.3 Esquema del diseño experimental utilizado en esta sección paa
medir el reflejo de abertura bucal evocado por la estimulación de la pulpa dental
latencia de cada respuesta se mediante un pulso simple generado por un estimuladorelectrónico.El reflejose
_. , cuantificó a partir de la amplitud pico a pico (indicada en rojo) de respuesta evrmda
utlllZO un programa ad-hoc en 9| múscuk)digásmco
(PSW V5.1, DataWave Tech.)
sección] 37
Estadistica
Los datos se presentan como la media i sem de n casos. En esta sección se emplearon
diferentes tests estadísticos según correspondía (test de student para muestras pareadas, ANOVA
para muestras repetidas utilizando el test de Newman-Keuls para realizar contrastes post-hoc), en
todos los casos se consideró un nivel de significación del 5% (p<0,05).
o RESULTADOS
Para determinar si la
aCfÍIICO
estimulación de la pulpa dental era dental
selectiva y no existía difusión de la
corriente eléctrica a estructuras
cercanas como el periodonto se r ón'ficio
realizaron una serie de experimentos - electrodos
O 5 cm
pilotos (n = 4) en los cuales se
seccionó la raíz de la pulpa dental de
los incisivos inferiores (figura 1.7-A). B 1 l digástricoizq.
o CONCLUSIONES
El procedimiento descripto permite la correcta medición del reflejo de abertura bucal evocado
por la estimulación nociceptiva de la pulpa dental en ratas anestesiadas. Los valores obtenidos
(umbral, latencia, duración, etc) coinciden con lo esperado en base a la literatura (Mason y col,
l985b; Chiang y col., 1989; Chiang y col, l99l; Boissonade y Matthews, 1993; Takeda y col., 1998;
Zhang y col, ¡998; Schmidt y col., 2002a', Schmidt y col, 2002b). La estimulación repetida de la
pulpa dental con una frecuencia baja como la utilizada (0,83 Hz) resulta en la obtención de un reflejo
estable, sin que se evidencien fenómenos de habituación o sensibilización como los descriptos para
frecuencias más altas (Herrero y col., 2000), durante un pen'odo de tiempo apreciable. Sin embargo,
aun con una frecuencia baja, la estimulación repetida durante periodos sumamente prolongados
(mayores a l hora — 1,5 horas) resulta en una ligera caída de la respuesta. Esto probablemente se
deba al deterioro fisico de la preparación, posiblemente por lesión de las fibras que inervan la pulpa,
ya que la respuesta no se recupera aun luego de una hora de reposo sin estimulación. Por esta razón,
se utilizará un protocolo de estimulación continuo para explorar el efecto de la estimulación eléctrica
del estriado sobre el RAB (al igual que al utilizar glutamato como neurotransmisor excitaton'o) ya
que en ambos casos se espera un efecto de corta duración. En caso de ser necesario utilizar drogas
cuyo efecto sea sumamente prolongado (como en el caso de los agonistas y antagonistas utilizados en
la sección IV) se empleará un protocolo de estimulación diferente (pen'odos de estimulación y
descanso intercalados) que permita la cuantificación precisa del RAB buscando preservar la
integridad dela preparación.
Un punto de suma importancia en este modelo es el referente a la selectividad de la
estimulación de la pulpa dental. Los resultados obtenidos en los experimentos de transección de la
pulpa demostraron que, en nuestro caso, la estimulación de la pulpa dental quedaba restringida a la
misma, no activando estructuras cercanas como el periodonto con la consiguiente pérdida de
especificidad (debida a la presencia de receptores no nociceptivos en el periodonto y otros tejidos
próximos a la pulpa).
De esta manera, podemos considerar válido a nuestro modelo para explorar los efectos
antinociceptivos mediados por el estriado.
o INTRODUCCIÓN
el núcleo. Es así que, resulta dificil asignar al caudado un rol dentro de los mecanismos de analgesia
endógena, sobre todo al considerar el importante número de fibras que lo recorren (corticofugales,
talamo-corticales, etc). Por su parte la estimulación química mediante la microinyección de
glutamato resulta técnicamente mas compleja pero es selectiva debido a que solo activa a las
neuronas del núcleo.
De esta manera vemos que hasta el momento no se han llevado a cabo estudios sistemáticos
para explorar la capacidad antinociceptiva de las distintas zonas del estriado, utilizando técnicas de
estimulación simples y confiables, en un modelo que permita discriminar claramente efectos
sensoriales de motores.
o OBJETIVOS
Estudiar la posible capacidad modulaton'a del estriado sobre el reflejo de abertura bucal.
Para ello se estimularán diferentes áreas del estriado, eléctn'ca y químicamente, buscando
caracterizar las diferentes regiones del mismo según posean o no efecto sobre la actividad
nociceptiva refleja .
o MATERIALES y MÉTODOS
Animales
Se utilizaron 48 ratas machos Sprague-Dawley con un peso de 350 a 500 gr. anestesiadas con
uretano (1,2 gr./kg. i.p.) y bupivacaína s.c. como anestésico local. Los animales se implantaron con
electrodos de estimulación en la pulpa dental y de registro EMG del músculo digástrico como fire
descn’pto en la sección precedente. Se colocaron en un marco estereotáxico y se realizaron pequeñas
craniotomías, utilizando un tomo dental sobre las regiones de interés.
efectuó una segunda microinyección en la misma posición estriatal. La figura 2.2 muestra un
esquema del diseño experimental utilizado en esta sección.
Estadística
Los datos se expresan en todos los casos como la media i sem (como % del control) y se
evaluaron mediante ANOVA de una y dos vías seguido por el test de Newman-Keuls como test post
. hoc y test de Student para medidas repetidas. Se consideró significativa una diferencia del 5%
(p50,05).
Histología
Al finalizar cada experimento se marcaron las posiciones estriatales estimuladas
eléctricamente con una corriente continua (anódica 50 uA durante 30 seg.). A continuación, el
animal se anestesió profundamente con uretano y se perfimdió por via transcardíaca con solución
P0.0..O...0.0..O0.0.0......OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOI
sección II 45
fisiológica, seguida por paraformaldehido tamponado al 4%, (300 ml de cada solución en ese orden).
En el caso de la estimulación química la cánula se ubicó en la posición de la última microinyección y
se dejó alli durante la perfusión de modo de marcar su ubicación en el estriado. Los sitios de
estimulación y microinyección fireron confirmados histológicamente. Para ello se extrajo el cerebro y
se postfijó por un par de días como mínimo en paraformaldehido tamponado al 4%. Se cortó el
estriado en secciones de 70 um mediante un micrótomo de congelación. Los cortes se montaron
sobre portaobjetos gelatinizados y tiñeron con Cresil violeta (técnica de Nissl). Se dibujaron
diagramas de las secciones utilizando un proyector histológico. Los trazos y los sitios de
estimulación junto con las lecturas del micromanipulador se emplearon para reconstruir las
posiciones de estimulación en esquemas de secciones coronales del estriado, adaptados del atlas de
Paxinos y Watson (1997). La ubicación de los electrodos dentales se verificó como se comentó en la
sección previa.
o RESULTADOS
Efectos de la estimulación eléctrica del estriado
Se emplearon 13 animales para explorar un total de 68 posiciones dentro del estriado. El 34 %
de estos sitios fiieron capaces de modular de alguna manera el RAB cuando se los estimuló
eléctricamente. El efecto predominante era el inhibitorio, ya que pudo demostrarse una inhibición
significativa del RAB en 2] posiciones (31%). El umbral para la inhibición del RAB por la
estimulación estriatal fire de 26,3 i 5,7 uA (n = 31), mientras que la corriente media a nivel del
estriado necesaria para producir inhibiciones mayores al 70 % fiJe de 59,1 i 2,2 uA. La figura 2.3
muestra un ejemplo representativo del efecto inhibitorio estriata] sobre el RAB registrado ipsilateral
a la estimulación. Sin embargo, la estimulación unilateral del estriado en los sitios inhibitorios fue
O r
r v 1
represena vos antes, rante y
° 2° 4° 60. 8° 10° 12° “o 16° luego de Ia estimulación estnatal. Las
t¡empo (seg) flechas negras indicanIaestimulación.
sección II 46
capaz de disminuir la amplitud del RAB de manera bilateral, no evidenciándose diferencias en los
valores umbrales. No se observó ningún efecto en estimulaciones simuladas en las que se descendía
el electrodo en la posición a estudiar sin aplicar corriente eléctrica. Además la estimulación del
estriado por sí sola no tuvo efecto sobre la
120
actividad del músculo digástrico registrada e l
8
medianteel EMGen estasposiciones.La É 100'" """""""""""""" "
inhibición del reflejo era acompañada en g 50'
la mayor parte de los casos por un 2€ eo
m
incremento en la latencia del RAB. É 40l
'0
Se evaluó el curso temporal de la g
o. 2o .
k‘t- L, z
o Inhibitorio
o Facilitatorio
1 mm .
"""" I lnefectivo
Figura 2.5 Reconstrucción histológica de los sitios estimulados eléctricamente y sus efectos. Losdagramas y niveles
en esta y en las figuras subsecuentes han sido adaptados del atlas de Paxinos y Watson (1997). CA: comisura anterior,
CCe: corteza cerebral, cc: cuerpo calloso, Estr: estriado, GP, globo pálido, VL:ventrículo lateral.
sección II 47
>
So
‘
th
8|
3o
. 00
+ solvente
-o- glutamato
RAB
amplitud
del
(°/o
control)
_¿ á, (2 1'.
tiempo (mm)
O
200 wlawifi‘ ¡ht
.n 50 t
.o
oo _ _ _ _ __
50
RAB
(°/o
amplitud
del
control)
0 2 4 6 B 10 12 14 16 16 20 O 2 4 6 6 10 12 14 16 18 20
tiempo (min) tiempo (min)
Figura 2.7 Ejemplos representativos de los efectos obtenidos al microinyectar L-glutamato ylo solvente en diferentes
sitios del estriado. Cada punto representa Ia meda :t sem de 25 respuestas indviduales consecutivas como % del control.La
bana negra indca el periodo de la microinyeoción' p<0,05. Curso temporal de la respuesta en A) un sitio inlúbitorio,Newman
Keuls post ANOVApara medchs repetidas F3115“= 19,1 p<0,0001; B) un sitio facilitaton'o, Newman-Keuls post ANOVApara
meddas repetidas Fausu = 29,9 p<0,0001; C) un sitio bifásioo, Newman-Keulspost ANOVApara meddas repetichs me =
15,2 p<0,0001; D) un sitio inefectivo, ANOVApara metidas repetichs me = 0,97 p = 0.97 NS. Detalles Slpr'ÍOfBSZejerrplos
representativos del RAB antes. durante y luego de la estimulación estriatal. Las flechas negras ¡ndn el momento de la
estimulación.
Figura 2.9
+0,2 mm
Reconstrucción
histológica de los
sitios estimulados
químicamente y
sus efectos.
Obsérvese que los
sitios inhibitoriosse
concentran en la
región media del
estriado central (B
+0,2 mm).
o lnhibitorio I lnefectivo
1mm o Facilitatorio 9 Bifásico
Para descartar un posible efecto inhibitorio del glutamato mediado por la lesión excitotóxica
del tejido, en algunas posiciones inhibitorias se realizó una segunda microinyección
aproximadamente 30 min después de la primera. Los resultados demuestran un alto grado de
reproducibilidad en la respuesta obtenida al estimular estos sitios, no observándose diferencias
>00...O...OOOOO‘OOOÓOOOOOOOÓOOCOOOOOOOOOOOOOOOOOOOI
sección II 50
o CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en la presente sección muestran que la estimulación unilateral del
estriado es capaz de modular bilateralmente el reflejo de abertura bucal evocado por la estimulación
eléctrica de la pulpa dental en ratas anestesiadas. Es así que, la estimulación tanto eléctrica como
quimica de determinados sitios del núcleo, tiene un efecto inhibitorio marcado sobre la amplitud del
RAB. Esto concuerda con los resultados obtenidos por Lineberry y Vierck (1975), los cuales
muestran que la estimulación eléctrica del núcleo caudado en monos puede reducir la respuesta de
escape ante un estimulo nocivo sin afectar la capacidad motora del animal.
En lo que respecta a la estimulación eléctrica, es de esperar que, si el estímulo condicionante se
aplica mucho tiempo antes que el estímulo test, sea incapaz de modificar la respuesta evocada por
este último. Esto se observa claramente al evaluar el curso temporal de la inhibición producida por el
estímulo condicionante aplicado en el estriado, en donde se obtiene un efecto inhibitorio máximo con
un intervalo C-T de 20, disminuyendo la capacidad inhibitoria al aumentar la separación temporal
entre los dos estímulos. Por otro lado, la disminución en la amplitud de la respuesta lograda al
estimular las zonas inhibitorias se ve acompañada por un aumento en la latencia. La asociación entre
una disminución en la amplitud y un incremento en la latencia ya ha sido reportada por otros autores
(Chiang y col, 1989) y puede ser explicada a partir de la inhibición de las aferencias provenientes de
fibras gruesas.
Al analizar las respuestas al L-glutamato encontramos que, si bien el efecto predominante es el
inhibitorio, existen sitios capaces de facilitar el reflejo. Además, se identificaron sitios con un efecto
bifásico, excitaton'o - inhibitorio, sobre la amplitud de la respuesta. Este efecto podría explicarse a
partir de la difiJsión del glutamato a sitios excitaton'os e inhibitorios cercanos entre sí. La respuesta
en estos casos sería la resultante de la activación de sitios de efecto contrapuesto. Esta explicación
resulta particularmente adecuada para los sitios dispersos (bregma +1 y + 0,2 mm figura 2.9) ya que
estos se encuentran próximos tanto a sitios excitatorios como a inhibitorios. Sin embargo, no resulta
convincente para la región posterior, en la cual los sitios bifásicos se distribuyen en toda la zona
ventral. Esta se encuentra próxima, y se superpone parcialmente, con la región estn'atal que participa
en el control de la musculatura orofacial según muestran trabajos anatómicos (Sasamoto y col. 1990;
xección I/ 5 l
Zhang y Sasamoto, 1990) y funcionales (Hashimoto y Amano, 1998). Por lo tanto podemos suponer
que parte del efecto bifásico se debe a un efecto motor. A la vez, lado la región central media que
concentra la mayor parte de las respuestas inhibitorias (B +0,2 mm) se encuentra dentro del llamado
territorio asociativo y recibe aferencias de la corteza prefrontal (Deniau y col, ¡996; Deniau y
Thierry, 1997; Sgambato y col., 1997). Más precisamente de la región órbito-lateral y órbito
ventrolateral de la misma, la cual a sido relacionada con los mecanismos de analgesia endógena en
este mismo modelo (Zhang y col., 1998, 1999). Esto sugiere su participación en los mismos y será
objeto de estudio en las siguientes secciones .
Los resultados de esta sección ponen en evidencia la importancia que tiene el sitio de
estimulación dentro de un núcleo de gran tamaño como el estriado. La mayor parte de los trabajos
farmacológicos realizados para evaluar el papel del estriado en la nocicepción no contemplan este
factor, considerando al núcleo como homogéneo (Chudler y Dong, 1995). Esto podría explicar las
discrepancias, en los resultados obtenidos por diferentes grupos, en cuanto al posible papel
antinociceptivo - analgésico del estn'ado. En nuestro caso, se llevó a cabo un estudio topográfico
abarcando la mayor parte del estn'ado, pudiendo identificarse regiones tanto con efectos
contrapuestos (inhibitofias-excitatoñas), como también zonas incapaces de modular el reflejo. Las
regiones delimitadas mediante las dos metodologías de estimulación empleadas se superponen en la
mayoría de los sitios. Sin embargo, en algunas regiones la estimulación ele'ctn'ca resultó efectiva
mientras que la microinyección de L-glutamato no modificó la amplitud de la respuesta. Esto se debe
probablemente a la estimulación de fibras de pasaje al aplicar el estímulo eléctrico, no siendo estas
activadas por el glutamato que ejerce su efecto sobre receptores dendríticos y somáticos.
De esta manera, los resultados obtenidos proveen evidencia experimental acerca del posible
papel del estriado en los mecanismos moduladores de las aferencias nociceptivas a nivel trigeminal.
Si bien hemos confirmado la capacidad del estriado de modular un reflejo nociceptivo, no puede
demostrarse su participación en los sistemas de analgesia endógena. Para comprender el mecanismo
por el cual el estriado estan'a actuando es necesario realizar estudios que permitan discn'minar un
efecto senson'al de uno exclusivamente motor. Dichos estudios se presentan en la siguiente sección.
E lllll
. INTRODUCCIÓN
Hemos demostrado que la activación del estriado puede resultar en la inhibición del reflejo de
abertura bucal evocado por la estimulación de la pulpa dental en ratas anestesiadas. Sin embargo,
como ya se analizó en la introducción general, la sola inhibición de un reflejo nociceptivo no
constituye evidencia suficiente para involucrar al estriado en los mecanismos de analgesia endógena.
Para ello es necesario discriminar un posible efecto sensorial de uno motor. En nuestro caso debemos
considerar que ocurre con las aferencia nociceptivas de la pulpa dental, que ingresan al tronco del
encéfalo a través del nervio trigémino.
El nervio tn'gémino lleva la mayor parte de la sensibilidad de la cara, la mucosa bucal y la
duramadre, junto con la inervación motora de los músculos de la masticación. Es por eso que se lo
considera un nervio mixto, ya que posee aferencias sensoriales y eferencias motoras; además
presenta tres ramas pen'fén'cas: la rama superior u oftálmica recoge información de los ojos, las cejas
y la porción frontal del cráneo; la rama media 0 maxilar, abarca el labio, arcada dentaria y encías
supen'ores, mejillas, párpado inferior y parte lateral de la nariz; y la rama inferior o mandibular, que
comprende al labio, arcada dentaria y encías inferiores y la cara lateral de la lengua. Las neuronas
sensoriales primarias pseudomonopolares cuyas prolongaciones conforman este nervio se encuentran
en el ganglio de Gasser y en el núcleo mesencefálico del tn'gémino.
El ganglio de Gasser es equivalente a los ganglios de la raíz dorsal, alojándose sobre el hueso
temporal. Hay cierta superposición de las áreas inervadas por cada rama de este nervio y en la región
pen'oral la proyección es bilateral. Además, el tamaño de los campos receptivos tn'geminales
disminuye a medida que se acercan a la región oral.
La información sensorial recogida por el nervio tn'ge'mino se encuentra segregada dependiendo
de la modalidad senson'al, alcanzando diferentes núcleos del tronco del encéfalo denominados
colectivamente núcleo sensorial del tn'gémino (núcleo mesencefálico, principal y espinal del
tn'gémino). El pn'mero se diferencia por contener a las neuronas pn'man'as provenientes de los husos
neuromusculares de los músculos masticaton'os, siendo equivalente al ganglio de Gasser. A él
también am'ban aferencias de los mecanorreceptores del periodonto, mientras que las prolongaciones
centrales de estas neuronas inervan monosinápticamente a las motoneuronas que controlan los
músculos de la masticación (reflejo de estiramiento o miotático).
Por otro lado, la sensibilidad cutánea de la cara y la intraoral llegan al núcleo principal y
espinal del tn'gémino. La proyección central de los mecanorreceptores cutáneos y bucales termina en
el núcleo principal y en la región oral del núcleo espinal del trigémino (NET), mientras que los
nociceptores proyectan hacia la región interpolar y caudal del NET. Es así que el NET se divide
sección ll/ 53
o OBJETIVOS
o MATERIALES y MÉTODOS
Animales
Se utilizaron 42 ratas machos Sprague-Dawley con un peso de 350 a 500 gr. anestesiadas con
uretano (1,2 gr./kg. i.p.) y bupivacaína s.c. como anestésico local. Los animales se implantaron con
electrodos de estimulación en la pulpa dental y de registro EMG del músculo digástñco como ya fue
descripto. Se colocaron en un marco estereotáxico y se realizaron pequeñas craniotomías, utilizando
un torno, sobre las regiones de interés.
previas en los mismos intervalos de tiempo empleados para la construcción de los histogramas post
estimulo, expresándose como la media i sem de 50 respuestas individuales, en porcentaje del
control. Se consideró una respuesta inhibitoria cuando la amplitud media del RAB difería
significativamente respecto al control al realizar un ANOVA para medidas repetidas.
Estimulación estriatal
La estimulación del estriado se efectuó microinyectando L-glutamato (80 nmoles / 0,5 ul de
solución fisiológica) como se describió anteriormente. La cánula de microinyección se dirigió hacia
la región central del estriado medio (Bregma: + 0,2 a + 0,48 mm, Lateral: 2,7 mm V: 5-6 mm debajo
de la duramadre) debido a que concentra la mayor parte de los sitios inhibitorios segun los resultados
obtenidos en la sección II (para mas detalle véase la discusión de esa sección). Como control algunos
animales recibieron una microinyección del solvente, mientras que otros fiieron microinyectados con
glutamato en una posición dorsal, incapaz de modular el MB según resultados previos (Bregma: +
0,2 a + 0,48 mm, Lateral: 2,7 mm V: 3,5 mm debajo de la duramadre). Todas las coordenadas se
tomaron del atlas de Paxinos y Watson (1997). Las microinyecciones se realizaron ipsilaterales al
registro neuronal excepto cuando se estudiaron dos neuronas simultáneamente en el NETc (registros
bilaterales). En estos casos se microinyectó glutamato en los dos estriados (con una diferencia de 20
a 40 minutos entre inyecciones y luego de que el efecto remitiera) para explorar el efecto ipsilateral y
contralateral de la microinyección sobre la dos neuronas.
Diseño experimental
Para ven'ficar la estabilidad del registro las unidades aisladas se monitorearon durante
aproximadamente 10 minutos, para luego registrar la actividad espontánea durante 3 a 5 minutos. A
continuación se analizaron las propiedades de la respuesta neuronal a estímulos inocuos y
nociceptivos, clasificándolas como NE, RE o BU y delineando el campo receptivo de las mismas.
Luego, y para las neuronas nociceptivas (NE y RE) del NETc, se comenzó a estimular la pulpa dental
de manera continua (como en secciones previas) durante 3 a 6 min como control de la respuesta
evocada (pulso simple de 0,5 mseg. de duración cada 1,2 seg = 0,83 Hz; 2-2,5 veces el valor umbral
del RAB). A continuación se microinyectó glutamato, prosiguiendo la estimulación y se registró
durante 7 a 15 minutos post inyección. Algunos animales (n = 8) recibieron una segunda
microinyección en la misma posición (20 a 40 minutos después) pero en este caso se administró
únicamente el solvente. Otros (n = 14) recibieron, además de en la región central del estn'ado (zona
inhibitoria efectiva), una microinyección de glutamato en una posición dorsal (zona inefectiva) como
control. En una segunda serie de experimentos (n = 8) se registraron neuronas nociceptivas en el
sección III 57
NETc simultáneamente con unidades en el MoT. En estos animales primero se estudió el efecto de la
administración intraestriatal de glutamato sobre la actividad espontánea neuronal y luego de 20 a 40
minutos, mediante una segunda microinyección, sobre la actividad evocada por el estímulo dental.
De esta manera se buscó explorar el efecto estriatal sobre todas las estructuras involucradas en la vía
del reflejo, pudiendo analizar la evolución temporal del mismo. Finalmente, en un grupo adicional de
8 animales se analizó el efecto de la activación estriatal sobre la respuesta evocada por estímulos
mecánicos inocuos en neuronas de bajo umbral. En todos los casos se registró una única neurona por
lado. La figura 3.1 muestra un esquema que resume el diseño experimental utilizado en esta sección.
ï
esta sección. Se estimuló
químicamente el estriado
y registro de actividad mientras se cuantificaba la
neuronal unitaria '
amplitud del RAB y Ia
actividad neuronal espon
tánea y evocada en el NETc:
núcleo espinal del trigémino y
l o en el MoT: núcleo motor
del trigémino. Los registros de
actividad neuronal unitaria
V estimulación eléctrica
de la pulpa dental (single unit) se efectuaron
mediante microelectrodos de
vidrio cargados con
Pontamine Sky Blue al 2% en
mfi‘ NaCl2M, que avanzarona
registro dela actividad EMG g Más del "úCIeo mediante
del múscqu digástrico (RAB) micromanipuladores hidráuli
cos.
Histología
Al finalizar el experimento se marcó la posición de los microelectrodos mediante la aplicación
microiontoforética de Pontamine Sky Blue (50 uA durante 20 minutos). A continuación las ratas se
anestesiaron profundamente, se perfundieron y se procesó el cerebro para histología como se
describió en la sección H. Se reconstruyó la localización de la cánula de microinyección y los sitios
de registro a partir de las observaciones histológicas de los trazos y depósitos de colorante,
conjuntamente con las lecturas del micromanipulador, sobre esquemas adaptados del atlas de Paxinos
y Watson (1997). Sólo fiieron considerados para el análisis los resultados obtenidos a partir de
experimentos en los que la localización de la cánula y sitios de registro era correcta.
Estadística
Se emplearon las técnicas estadísticas utilizadas en las secciones previas, la distribución de
frecuencias se analizó mediante el test de Chi cuadrado (x2).
roo...ooo-000000000000ooooooooo0000000000000000001
sección III 58
o RESULTADOS
A 4° B NETc É
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0.20' <
3 -o- neurona del NETc(A6) v
3k 10' 4- RAB «1
Figura 3.3 Respuesta de una neurona nociceptiva especifica representativa del NETc.A) patrón de respuesta a estímulos
mecánicos de intensidad creciente aplicados en el campo receptivo de la neurona. Las barras indican el momento de la
estimulación. Observese la ausencia de una respuesta frente a estímulos mecánicos de baja intensidad (presión). B) Registro
eléctrico de la actividad neuronal (NETc) y EMG (RAB)evocada por la estimulación de la pulpa dental (flecha), la primer reflexión
corresponde al artefacto de estimulación. Se presentan 5 trazos superpuestos. Nótese la rápida activación neuronal, qre
precede al iniciodel reflejo, correspondiente a entradas provenientes de fibras A6. C) Histogramas post-estimulo representativos
precediendo (pre), durante (glutamato) y luego del efecto del glutamato microinyectado en el estriado. El tiempo cero
corresponde al inicio de la estimulación (50 muestras, intervan 0,5 mseg). Se observa una clara disminución de la respuesta
neuronal evocada. El detalle superior presenta trazados EMG representativos del RAB en las tres condiciones estudadas. D)
Arriba: representación esquemática del campo receptivo de la neurona estudiada. Abajo: reconstrucción histológica del sitio de
registro y estimulación. B: bregma, cc: cuerpo calloso, CCe: corteza cerebral, Cu: núcleo cunneatus, Estr. estriado, IA: linea
interaural, FRet; formación reticular. E) Curso temporal del efecto estriatal sobre las respuestas neuronal (NETO)y EMG (RAB)
evocadas por el estímqu dental. Las mismas se obtuvieron a partir de histogramas post-estímulos ejemplificados en C (1
histograma I min) o de la media :t sem de 50 respuestas indviduales respectivamente. La bana negra indica el momento de la
microinyección.
Algo similar ocurrió al microinyectar glutamato en la región dorsal del estriado (incapaz de
modificar el RAB), ya que este no tuvo efecto alguno sobre la actividad neuronal evocada (figura
3.5-C). Por otro lado, no se encontraron diferencias significativas en la magnitud del efecto
inhibitorio para los dos tipos de aferencias (test de Student t46 = 1,26; p = 0,21). A su vez, no se
evidenciaron diferencias significativas en cuanto al efecto inhibitorio obtenido al microinyectar
r'Ü'ÜUÚUÜ'U'Ü'U'U'Ü'U'Ü'ÜfU...UUUUUUUUUUUUUUUUUUUVl
sección II] 61
glutamato en el estriado ipsilateral o contralaterai al registro extracelular (49,6 i 8,8 % contra 52,1 i
9,6% respectivamente; test de Student para medidas repetidas ts = 0,60; p = 0,57).
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á _ 1'0 1'2 1'4 1'6 1.8 230
tiempo (mln)
Figura 3.4 Respuesta de una neurona de rango expandido representativa del NETc.A) patrón de respuesta a diferentes
estímulos mecánicos aplicados en el campo receptivo de la neurona. Las banas indcan el momento de la estimulación.
Obsérvese ei incremento en la respuesta ante el aumento en ia intensidad dei estímuio. B) Registro eléctrico de la actividad
neuronal (NETc) y EMG (RAB) evocada por la estimulación de Ia pulpa dental (flecha), la primer reflexión corresponde al
artefacto de estimulación. Se presentan 5 trazos superpuestos. Nótese la rápida activación neuronal, conespondiente a entradas
provenientes de fibras A6 y la tardía conespondiente a fibras de tipo C. C) Histogramas post-estimqu representativos
procediendo (pre), durante (glutamato) y luego del efecto del glutamato microinyectado en el estriado. EI tiempo cero
corresponde ai inicio de la estimulación (50 muestras, intervan 0,5 mseg). Se observa una clara disminución de la respuesta
neuronal evocada, tanto para las aferencias A6 como ias de tipo C El detalle superior presenta trazados EMGrepresentativos del
RAB en las tres condiciones estudiadas. D) Arriba: representación esquemática dei campo receptivo de la neurona estudiada.
Abajo: reconstmcción histológica del sitio de registro y estimulación. E) Curso temporal del efecto estriatai sobre las respuestas
neuronal (NETc) y EMG (RAB) evocadas por el estimqu dental. Las mismas se obtuvieron a partir de histogramas post
estimulos ejemplificados en C (1 histograma l min) o de la media :t:sem de 50 respuestas individuales respectivamente. La barra
negra indica ei momento de ia microinyección.
PUC...CU..CUCUU‘CUICUUÜCUUUUCUUU'U'U'U'U'UUUUUIUUU'
sección 11I 62
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Figura 3.5 oo O
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capaces de inhibir el RAB disminuye la respuesta 0') O
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tiempo (min)
Figura 3.6 Resultados representativos obtenidos al registrar simultáneamente una neurona del NETcy una del MoT.A)
Efecto de la microinyección de glutamato intraestriatal sobre la actividad espontánea neuronal. Cada punto corresponde a la
frecuencia media de descarga cada 30 seg. La bana negra indica el momento de la microinyección. B) Registro eléctrico de la
actividad neuronal (NEl'c y MoT) y EMG (RAB) evocada por la estimulación de la pulpa dental (flecha), la primer reflexión
corresponde al artefacto de estimulación. Se presentan 5 trazos superpuestos. Nótese la rápida activación neuronal de la neurona
sensorial y la mayor latencia de la motora que coincide con el RAB. C) Histogramas post-estimulo representativos precediendo
(pre), durante (glutamato) y luego del efecto del glutamato microinyectado en el estriado para la neurona sensorial (NETc) y la
motora (MOT).El tiempo cero corresponde al inicio de la estimulación (50 muestras, intervalo 1 mseg). Se observa la respuesta
sensorial que precede a la motora y una clara disminución en ambas respuestas evocadas por acción del glutamato. El detalle
superior presenta trazados EMG representativos del RAB en las tres condiciones estudiadas. D) Arriba: representación
esquemática del campo receptivo de la neurona sensorial estudiada. Abajo: reconstrucción histológicas de los sitios de region y
estimulación. E) Curso temporal del efecto estriatal sobre las respuestas neuronales (NETc y MoT)y EMG (RAB)evocadas por el
estímqu dental. Las mismas se obtuvieron a partir de histogramas postestimulos ejemplificados en C (1 histograma l min) o de la
media :r;sem de 50 respuestas individuales respectivamente. La barra negra indica el momento de la microinyección.
PÜÜÜÜÓÜÜÜÜÜUUUÜ‘..U'U'ÚUUÉUÚUUUU'U'U'UUUUUUUUUUUIU‘
sección III 64
Efecto estriatal sobre la actividad espontanea y evocada en neuronas del MoTy NETc
Los resultados obtenidos en un experimento representativo se presentan en la figura 3.6. La
estimulación del estriado mediante la microinyección de glutamato no modifica la actividad
espontánea de descarga de la neurona del núcleo motor ni la del NETc (figura 3.6-A) en ninguna de
los 8 pares estudiados (figura 3.7-A). Sin embargo no puede descartarse por completo un efecto
inhibitorio leve del estriado sobre la actividad espontánea de las neuronas del NETc debido a la
dificultad para caracterizar un efecto de este tipo en neuronas con una actividad basal tan baja (0,35
1,7 Hz; n = 8). Para confirmar la naturaleza inhibitoria de los sitios estimulados en estos
experimentos, se realizó una segunda microinyección destinada a estudiar el efecto sobre la actividad
evocada. Como se esperaba, la administración de glutamato intraestriatal produjo una inhibición
significativa tanto de la respuesta evocada en la neurona del NETc como en la amplitud del RAB
(figura 3.6-C). Aun más, la activación estriatal resulta en la inhibición de la respuesta evocada en la
neurona del MoT. Dicha inhibición presenta un curso temporal similar al obtenido para la respuesta
sensorial (figura 3.6-E), lo cual refleja, probablemente, la disminución en la entrada proveniente del
NETc. La magnitud del efecto inhibitorio estriatal sobre la actividad evocada en el NETc, el MoT y
el RAB es comparable (63,9; 47,7 y 47 % de inhibición respecto al control; ANOVA de una vía F231
= 1,32 p = 0,29; figura 3.7-B).
= 3,36; p<0,02 n = 6). Sin embargo, la incidencia del efecto inhibitorio mediado por el estriado es
mayor para las respuestas nociceptivas que para las inocuas (RE 93 %, NE 90 % vs BU 50 % de
neuronas con inhibición; p<0,05 Chi cuadrado x2 = 6,3).
o CONCLUSIONES
Los resultados de la presente sección muestran que la activación de la región central del
estriado medio resulta en la inhibición del reflejo de abertura bucal conjuntamente con la respuesta
neuronal evocada por el estímulo nocivo en las neuronas sensoriales y motoras de la via.
Las neuronas sensoriales estudiadas se encuentran ubicadas en la región dorso lateral del
núcleo espinal del trigémino subnúcleo caudal, principal centro receptor de aferencias nociceptivas
orofaciales (Clements y col., 1991; Strassman y col., l993; Strassman y Vos, 1993; Oakden y
Boissonade, 1998) y exhiben una respuesta compatible con la de neuronas de segundo orden en la via
del reflejo. Esto se desprende de analizar la relación temporal de la respuesta neuronal con respecto
al RAB. El valor obtenido para la latencia media en las neuronas del NETc (4,4 i 0,23 mseg) indica
que la activación sensorial precede al pico excitatorio observado en las neuronas motoras (latencia
6,35 i 0,4 mseg). A su vez, este prácticamente coincide temporalmente con el inicio del reflejo
(latencia RAB: 6,9 i 0,3 mseg), de acuerdo a lo esperado para las motoneuronas que controlan el
músculo digástrico. De esta forma, el estriado ejercen'a su efecto inhibitorio sobre la respuesta
evocada en la primera estación central de relevo de la información nociceptiva.
Por otro lado, según los resultados obtenidos al analizar el efecto de la activación estriatal
sobre la actividad espontánea de las neuronas motoras involucradas en la via del reflejo, el estriado
no parece ejercer ningún control sobre la actividad de las mismas. Es así que, la disminución en la
respuesta evocada en el núcleo motor se deberia a una disminución en las aferencias sensoriales
provenientes del NETc. Esto se ve apoyado por la estrecha relación temporal que existe en la
inhibición de la respuesta evocada en las neuronas sensoriales y motoras registradas
simultáneamente. De esta manera, la inhibición del reflejo de abertura bucal se debería a una
disminución en la respuesta al estímulo dental, en las neuronas sensoriales receptoras de la
información nociceptiva periférica. Esta disminución no sólo determinan'a una menor respuesta
motora refleja, sino también un menor flujo de la información nociceptiva hacia estructuras
superiores del sistema nervioso central como el tálamo, con la consiguiente disminución en la
percepción del dolor.
Si bien nuestro estudio se orientó hacia el rol del estriado en el control de las aferencias
nociceptivas, observamos que la activación del mismo puede modular la entrada de información no
nociceptiva al sistema nervioso central. Sin embargo, el control que ejerce sobre estas aferencias no
sección III 66
seria tan importante como el observado en el caso de las entradas nociceptivas. Se han reportado
resultados similares al estudiar otros núcleos del sistema de analgesia endógena (Sessle y col.,
l98lb). Por ejemplo, la estimulación eléctrica de la sustancia gris periacueductal, en este mismo
modelo en gatos anestesiados, fire capaz de inhibir la actividad evocada en el 64 % de las neuronas
de bajo umbral (n = 69) mientras que inhibió la respuesta evocada por la estimulación dental en el 97
% de las neuronas nociceptivas estudiadas (n = 103) (Sessle y col., ¡98 l a).
Cabe destacar que se encontró una correlación entre los sitios capaces de inhibir el reflejo con
los sitios efectivos en cuanto a la modulación de las aferencias sensoriales, lo que demuestra la alta
dependencia anatómica para el efecto inhibitorio observado. Esto demuestra la necesidad de realizar
estudios topográficos detallados en lo que respecta al las funciones del estriado. Asimismo, es
interesante destacar que el estriado ejerce su efecto modulando no sólo las aferencias A6 sino que
también es capaz de regular el flujo de información nociceptiva mediado por aferencias de tipo C.
Estas han sido relacionadas con los componentes emocionales del dolor (Craig, 2002), lo que sugiere
que el estriado también podría regular aspectos afectivos del mismo.
Los resultados obtenidos en esta sección han permitido discriminar el efecto motor del
sensorial, etapa fundamental para la correcta apreciación de un efecto analgésico evaluado a través
de un reflejo nociceptivo, especialmente en relación a los ganglios de la base. Todo lo cual sugiere la
participación del estriado en los mecanismos de analgesia endógena.
Bajo el marco de la presente tesis doctoral hemos podido poner a punto y validar un modelo de
dolor sumamente especifico que nos permitió explorar la capacidad analgésica del estriado de la rata
(sección l). Trabajando sobre el mismo, hemos demostrado que el estriado es capaz de modular un
reflejo nociceptivo como lo es el reflejo de abertura bucal producido por la estimulación eléctrica de
la pulpa dental (sección ll). Además, hemos podido demostrar que el efecto inhibitorio generado por
la estimulación del estriado se debe a la modulación de las aferencias sensoriales y no a un efecto
motor, como podria esperarse al tratarse de los ganglios de la base (sección lll). De esta manera,
demostramos que el estriado puede activar los mecanismos de analgesia endógena probablemente
dependientes de opioides.
Debemos resaltar que, buena parte de los estudios neurofarrnacológicos llevados a cabo para
estudiar el rol de los ganglios de la base en los mecanismos de analgesia endógena no contemplan
adecuadamente la posible regionalización del efecto analizado (ver introducción sección II).
Nuestros resultados destacan la necesidad de llevar a cabo estudios topográficos en núcleos como el
estriado, que se manifiestan histológicamente homogéneos pero funcionalmente
compartimentalizados. La regionalización del efecto inhibitorio demostrada en nuestro estudio,
podría explicar una serie de resultados contrapuestos en lo referente al rol del estriado en los
fenómenos de analgesia endógena (ver discusión sección II)
El análisis conjunto de los resultados expuestos en esta tesis nos lleva a considerar fuertemente
la participación de los ganglios de la base en la modulación del dolor y en los mecanismos de
analgesia endógena. De esta manera, los ganglios de la base podrían regular el flujo de información
nociceptiva, y probablemente también no nociceptiva, que ingresa al sistema nervioso central al
modular la actividad de las neuronas sensoriales. Si bien no hemos demostrado que este efecto
analgésico mediado por el estriado tenga lugar de manera espontánea, existen evidencias que
permiten suponer que el mecanismo descripto tendn’a un rol fisiológico en determinadas situaciones.
Como ya se comentó, la información nociceptiva alcanza el estriado mediante proyecciones
glutamatérgicas, a partir de proyecciones directas o indirectas desde el tá.lamoy/o corteza, generando
la activación de las neuronas del mismo. Esto sugiere que el propio dolor podria desencadenar un
efecto analgésico mediado por el estriado, como ocurre en otras estructuras pertenecientes a los
sistemas de analgesia endógena como la sustancia gris periacueductal. De este modo, el dolor
generaría, al activar las neuronas estriatales, una respuesta similar a la observada experimentalmente
en nuestro estudio con la microinyección de glutamato. F.sta hipótesis se ve reforzada por los
conclusiones generales 68
resultados obtenidos al mapear los sitios con efecto inhibitorio sobre el reflejo de abertura bucal
(sección ll). Como ya se mencionó, la región orbital ventro lateral de la corteza prefrontal, que envía
información a la principal región inhibitoria del estriado, ha sido involucrada en los mecanismos de
analgesia endógena en estudios realizados sobre este mismo modelo. Asimismo, esta región de la
corteza prefrontal podria ser la encargada de activar selectivamente zonas del estriado que
desencadenarían el fenómeno analgésico.
Por otro lado, las aferencias glutamatérgicas no son las únicas que fisiológicamente pueden
desencadenar un fenómeno analgésico mediado por estriado. Es ampliamente aceptado el rol
regulatorio que juega la aferencia dopaminérgica de la sustancia negra pars compacta en el
funcionamiento del estriado, y de los ganglios de la base en general. En vista de los resultados
obtenidos previamente en nuestro laboratorio al microinyectar diferentes agentes dopaminérgicos en
el estriado, podemos afirmar que este sistema, actuando a través de receptores tipo DZ, puede
desencadenar el efecto analgésico estudiado. Además, debemos recordar que se ha demostrado que
los estímulos nocivos resultan en un incremento en la frecuencia de descarga de dichas neuronas, con
el consiguiente aumento de la concentración intraestriatal de dopamina. Esto explicaría de alguna
manera, las alteraciones sensoriales que tienen lugar en la enfermedad de parkinson, en la cual, los
niveles estn'atales de dopamina se encuentran sumamente disminuidos; así como también apoyaría la
hipótesis dopaminérgica postulada como explicación en la etiología del síndrome de boca quemante.
De esta manera, los ganglios de la base no solo estarían involucrados en la coordinación e
integración de la función motora con aspectos motivacionales y afectivos; sino que además, podrían
promover respuestas fisiológicas adaptativas consecuentes con el plan motor seleccionado. La
activación de los mecanismos de analgesia endógena podría formar parte de este proceso.
"Slimulation oflhe dental pulp with simultaneous recording o/‘Ihejaw opening reflex in the rar".
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