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¿Cuánto vive la lucha en un cuerpo?

1
′′ Estar lo más cercano no es tocar, es asumir lo lejano del otro ".
Jean Oury

Esta breve nota es una especie de “testimemoria”2 que recoge una cierta
experimentación apoyada en dos encuentros “enlazados”. Uno realizado en
entre el 5 y el 7 de febrero de 1999, y otro realizado 20 años después, entre
el 22 y 24 de marzo de 2019.

Habiendo participado en ambos, quiero compartir cuestiones que emergen y


se sumergen entre uno y otro, como unas ciertas insistencias en el ejercicio
de las transformaciones.

Esta pregunta inicial resuena en aquella otra spinoziana de “qué es lo que


puede un cuerpo”... los cuerpos, cuerpos de cuerpos, afectivos, politicos,
constituyentes... las composiciones, el perseverar en el ser en tanto
resistencia, la movilidad de las fuerzas, las mutaciones...

Crear comunidad afectiva

En el juego de las similitudes...

Año 1999. Mujeres latinoamericanas anarquistas se reúnen en Pinar Norte,


Canelones, Uruguay, el 7 de febrero, durante un fin de semana en la senda de que
es necesario que “Cambiemos nuestra vida cotidiana para cambiar el mundo”.

Hay mujeres de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay... no recuerdo de qué


otros lares... Nos convoca el anarquismo en tanto mujeres y el feminismo desde una
visión libertaria de la vida... lo que allí palpita en tanto posibilidad, desde ciertas
maneras de concebir las transformaciones, pero que es necesario expandir para
mutaciones radicales necesarias para abrir campos de la vida.. Hay alegría de estar
juntas, de ese espacio propicio para compartir lo que cada quien trae. Hay un
compartir desde lo vivencial, que juntas vamos transformando en experiencia... Hay
trayectorias diversas que en su despliegue nos mueven...

Y de las diferencias...

Año 2019... Mujeres, convocadas por una ética libertaria nos juntamos nuevamente
en Pinar Norte, a 20 años de aquél encuentro... estamos algunas de entonces... y
están muchas, muchas jóvenes. Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, España...

La ronda de presentación es dura: aparece necesario decir quiénes somos y en qué no tranzamos...
Luchar contra la unidad que hegemoniza, que invisibiliza la multiplicidad... Marcar los múltiples sesgos
de los feminismos en juego. Luego, en el transcurrir de la convivencia se abre paso la experimentación
en ausencia del requerimiento de “La Unidad”, no es necesario estar a la defensiva... aquí ocurre otro
modo del mundo que acoge las singularidades que son colectivas a la vez.

Presto atención especialmente a la “lengua” de quienes nos reciben. Es una marca que habilita este
ejercicio de un modo del mundo, que expresa un tipo de imágenes raras, extrañas, creativas de un

1 Pregunta que una participante expresó en el encuentro de 2019 luego de ver el video del encuentro de 1999
2 Parafraseando a Joaquín Rodríguez Nebot en su libro Multiplicidad y subjetividad, Ed. Nordan, Montevideo 1994
tiempo en devenir. Y pienso en aquello de que el “devenirrevolucionario se mueve como el amor,
trazando líneas vitales flexibles, sabiendo perforar los sistemas cerrados (Deleuze, Guattari, 2007)”. 3

Memorias, aquelarres, rondas, intercambios, saberes, emociones, cantos... Los temas abarcan
universos más o menos distantes, se conversa, se interroga, se piensa, se escucha, se aprende... no
hay conclusiones... se transitan zonas de diferencias y se producen mutaciones...

Del poder de los afectos


En el grito que desgarra...

1999... Compartimos un mensaje que nos llega, donde las afganas nos dicen de su situación terrible...
el avance del fundamentalismo...

Dejarse afectar por lo que pasa, da lugar a lo que nos pasa en lo que pasa... a la producción singular y
colectiva a partir de aquello que hace límite.

Traspasar también los límites de lo que es aceptable, incluso en tanto “acto radical”, incluso para
quienes están más cerca en su sensibilidad política y social, a quienes presentimos respirar en nuestra
nuca abriendo juicios...

Dice Yanina Vidal “¿Por qué las mujeres ponemos el cuerpo en


una marcha o en una acción artística? Para denunciar o hacernos
cargo de las ausencias.” y más adelante dice “Poner el cuerpo es
algo bien relevante de la lucha feminista que no se da en otras.”4

“Desde el desnudo del cuerpo un grito de libertad ante la opresión


sufrida por las mujeres afganas”
Montevideo, Plaza Libertad
8 de febrero 1999

En la movilidad de la potencia

2019... de aquel inicio en que todas presentamos las diferencias con que nos abanderamos... quedan
las diferencias acogidas en una ronda, donde justamente no se diluyen, sino que hacen parte de lo que
somos capaces de producir, de nuestra fuerza, que también deriva de aquello que hace límite...
Correrse de la disputa de la verdad, para dar paso a los flujos mutantes, productivos, en el sentido de
la afirmación de la vida...

Cada quien y la manera en que se llega a hacer parte de los feminismos nos deja marcas. Las más
jóvenes tienen la experiencia fuerte de la expansión, lo que la multitud trae consigo, las presencia
insoslayable de las mareas feministas, su potencia y el lidiar con las disputas de cooptación, las
lógicas que también circulan de la representación... Las más veteranas vienen de las grupalidades
cómplices y los atravesamientos y tensiones de “las dobles militancias” las exigencias de coherencia y
fidelidades, que a la vez que retoman ciertos linajes, inventan maneras de existir y gestos sostenidos
de entramar para alivianar las soledades...

Compartir saberes, trayectorias, lo que nos inquieta en estos paisajes, poder de afectar y ser
afectada... hacer común frente al desastre5, y encontrar las maneras de “cómo seguir con el

3 Grebert Dearmas, L. Cartografías de diálogos entre la locura y el ordenamiento psiquiátrico, Tesis Maestría en Psicología Social,
2016 p. 171 y ss
4 Entrevista a Yanina Vidal en https://ladiaria.com.uy/feminismos/articulo/2020/8/el-arte-como-canal-politico-en-la-lucha-feminista-
entrevista-con-yanina-vidal-autora-de-tiemblen-las-brujas-hemos-vuelto/?
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5 Entrevista a Isabel Stengers en https://www.youtube.com/watch?v=a8wH9Lsut74&feature=youtu.be
problema”...vivir en las ruinas invita Haraway6, en el sentido de no esperar que mañana sea como hoy,
en la imposibilidad de caminar sin mirar cómo y por dónde...

Aquí la política se entrama con los cuerpos-lenguas, deseos-potencia, geografías-afectos, y así


logramos unos ciertos modos de andar...

La plaza, las plazas, ya no públicas sino nuestras

Ayer y hoy parece ser que estamos ante la necesidad de aprender a plantear los problemas. Porque
problematizar es un ejercicio de aprendizaje, invención e imaginación, para escapar a la evidencia (que
diagrama dónde está la verdad, quién la tiene, y su disputa) y a la tentación de realizar diagnósticos
que no dejan otra posibilidad que la de suscribir a su pronóstico impotente.

No siempre partimos sabiendo cómo hacer, pero nos fuimos encontrando en la necesidad de que no
claudicaran las preguntas como forma de sostener el movimiento rebelde y transgresor y su potencia
deseante y evitar que se transforme en posición fija. La batalla argumentativa fue dando paso a los
aquelarres, la “Plaza Pública” y su diagrama de “La Política” como campo separado de la vida se fue
disolviendo en nuestras plazas, que se desplegaron como espacios de vida en común en un pulular de
multiplicidades.

Nuestras plazas, esos nuevos territorios que se configuran (y los por


configurar aún), no son otro «suelo» como dice Annabel Teles, sino la
apertura a nuevas conexiones. Y éstas traen la pregunta por “los hilos que
pasan por nuestras manos y el cómo tejerlos, en qué entres” 7. Nuestras
plazas se desterritorializan de la imagen dogmática y el “movimiento
minoritario” que se constituye, disminuye los efectos de dominación de las
fuerzas descompositivas con que se suelen impregnar los encuentros entre
campos relacionales, entre cuerpos-lenguas que no siempre presentan
afinidad.8

Encontrar la forma de resonar, de “sabernos parte, partenaires, parientes.


Pariente viene del latín parens, parentis, participio presente del verbo parire,
partum, “parir, engendrar”9. Entonces, apropiarnos de la capacidad de
devenir engendros, de parir y engendrar, reconocernos engendros,
configurarnos engendros. Cuerpos de cuerpos, cuerpos políticos, gestos de una memoriamundo en
nuevas geografías afectivas. Algo de esto provocaron estos encuentros.

Ariana Mira

6 Haraway, D., Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno. Ed. Consonni, Bilbao, 2019
7 Yañez, A.P., Dona Haraway y otros posibles, Revisrta Ñácate Digital http://www.revistanacate.com/wp-content/uploads/2020/05/D.-
Haraway-y-otros-posibles-A.-P.-Y%C3%A1%C3%B1ez.pdf
8 Grebert Dearmas, L. op.cit. p.185
9 Yañez, A.P. Op cit

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