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DERECHO PROBATORIO

ENSAYO CARGA DE LA PRUEBA Y ESTANDARES PROBATORIOS

Los principios en los procesos judiciales ayudan a los jueces y litigantes a aplicar de

manera más practica y precisa los preceptos jurídicos, uno de los principales principios es
el de la igualdad, el cual ha tenido un amplio desarrollo a través de la historia, su

relevancia radica en que el acceso a la administración de justicia no le debe ser vedado a


nadie y tampoco se debe favorecer a una de las partes mas que a la otra; por esta razón

para materializar el principio se crearon dos herramientas la Carga dinámica de la prueba1


y la prueba de oficio.

En este escrito se va a hacer referencia a la carga de la prueba analizando la postura a


favor y en contra; como sabemos el régimen probatorio es la metodología del

conocimiento del juez para fallar dentro de esta lógica diferentes doctrinantes y juristas
han optado por aplicar la regla “de la facilidad probatoria” donde la carga de la prueba

está en cabeza de la parte que se encuentre en mejores condiciones -técnicas,


profesionales o fácticas- para aportarla, estableciendo esto el juez determina que parte es

la que debe probar los hechos que se alegan; en este punto es en donde compartimos la
critica de Devis Echandía pues es evidente que al no haber norma que regule este tipo de

decisiones la carga de la prueba puede aplicarse sin fundamentos quedando al arbitrio del
juez y sin posibilidad de algún control (recursos) lo que atenta claramente contra los
principios de igualdad, legalidad, debido proceso, entre otros que en ultimas son el núcleo
del régimen probatorio, alejándonos como lo dice el profesor Jordi Nieva de la búsqueda

de la realidad.

Los defensores de la carga dinámica de la prueba afirman que existen 3 criterios para que

los jueces decidan que parte tiene el deber de probar determinado hecho

1. Lo anormal es lo que se debe probar

1
También es llamada Carga de la prueba compartida o Cargas probatorias dinámicas (en latín onus
probandi)
2. Las consecuencias de la falta de prueba a quien está en mejores condiciones de

probar
3. Acceso a la prueba

Esta claro que son criterios altamente subjetivos, pues tienen connotaciones amplias e
indeterminadas. Si bien es cierto que la solidaridad es otro principio rector de los procesos,

no hay que asociarlo con la carga de la prueba pues como lo expuso el profesor Giannini

“puede ocurrir que la parte que está en mejores condiciones de probar, aun

aplicando sus mejores esfuerzos (razonablemente valorados) no llegue a cumplir


con el estándar de prueba exigido para verificar sus alegaciones de hecho”. (Nieva

Fenoll et al., 2019, p. 103).

Lo ideal seria -a nuestro criterio- que se sujetara la carga de la prueba con los estándares

fijados, ya que por su conexión y dependencia podrían trabajar en función de solucionar


adecuadamente la litis.

La propuesta que recoge en su texto el profesor Jordi Nieva, resulta innovador, al proponer
la carga objetiva de la prueba se acerca más a una adecuada fijación del litigio lo que

repercute en la celeridad del proceso y una adecuada resolución de las controversias

“la carga objetiva de la prueba consistiría en determinar, no a qué litigante le es

más fácil probar un hecho, sino a qué parte perjudicará la falta de prueba de un
hecho habría dejado de importar quién aportaba la prueba, sino que el tribunal la

valoraría con independencia de ese hecho, es decir, tomaría en consideración todo


el material aportado por las partes sin tener en cuenta cuál de ellas lo había

aportado.” (Rosenberg, 1923 pág. 34)

Esta postura resulta acertada, en la medida que reconoce al proceso como un conjunto de

incógnitas fácticas que deben ser resueltas, incógnitas que atañen a ambas partes del
proceso, por lo cual es ilógico designar el aporte de pruebas a una parte, en contraste de

los criterios de prueba que propone la carga subjetiva, la carga objetiva plantea que la
carga de la prueba no es necesaria cuando
1. El hecho es notorio

2. El hecho ha sido confesado


3. El juez utiliza máximas de la experiencia para construir su convicción

En comparación con los enunciados anteriormente estos resultan menos etéreos y por
ende su aplicación sería factible y motivada; y que indudablemente compagina con los

estándares de prueba (plena probatio, semiplena probatio y probatio plennisima)

(la carga objetiva expresaría los hechos que deben probarse, y la subjetiva quién debe
hacerlo. Por ello se ha dicho que en un orden lógico primero se considera la carga

objetiva, y después la subjetiva2 esto no se donde ponerlo pero me parece como una
conclusión chevere)

2
Vid. ROSENBERG / SCHWAB / GOTTWALD, Zivilprozeßrecht, München 2018,pág. 697, LAUMEN, Hans-Willi,
„Grundbegriffe der Beweislast“, en Baumgärtel / Laumen / Prütting, Handbuch der Beweislast, München
2009, págs. 42-43

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