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1. El conocimiento es un fenómeno, es decir puede ser reconocido por otros.

Es psíquico,
porque ocurre en nosotros. Y es intencional, pues implica un interés por parte de quien conoce.
El conocimiento siempre es conocimiento de algo, se da sobre algo.
Cuando se habla de conocimiento, se habla de relación de conocimiento, y en tal sentido,
encontramos dos partes o polos. Por un lado, el sujeto cognoscente y por otro, el objeto de
conocimiento. Dicho objeto puede ser material o inmaterial (una idea). La relación existente
entre ambos es el conocimiento mismo. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto,
la del objeto en la posibilidad de ser aprehendido por el sujeto y en el ser aprehendido por este.
En el proceso cognitivo surge un tercer elemento que es el resultado de la interacción
sujeto-objeto: la imagen. Esta es creada por el sujeto, pero por influencia del objeto.

2. Para los empiristas el conocimiento se obtiene por los sentidos, es decir, se funda en la
experiencia.
Experiencia se refiere a aquel conocimiento que alcanzamos gracias a nuestros sentidos, o
gracias a nuestra sensación interna (un dolor de cabeza, cosquillas, etc.). También incluye las
emociones (alegría, odio, deseo, etc.).
Para los racionalistas el conocimiento auténtico es el que se basa en la razón. Según esta
postura ya nacemos con determinados conocimientos, el sujeto pensante posee "ideas
innatas", no proceden de los sentidos y están en nosotros desde que nacemos (innatismo), y
los acrecentamos por medio del conocimiento sensorial (sentidos). En definitiva, la razón es
fuente y base del conocimiento humano

3. Para entender qué pensaba Descartes es bueno conocer el período que le tocó vivir, fin del
periodo medieval e inicios de la época moderna.
El problema del conocimiento se intensifica en la modernidad y toma un nuevo curso. La
concepción medieval del mundo centrado en Dios entra en crisis a partir de los nuevos
acontecimientos: el descubrimiento y conquista de América; el surgimiento del capitalismo; la
reforma protestante; el trabajo comienza a ser recompensado; surge la burguesía como nueva
clase social centrada en el comercio; entre otros.
La concepción medieval era teocéntrica, la fuente de conocimiento se ubicaba en un Dios
creador, por tanto, fuera del hombre.
El método de conocimiento era el criterio de autoridad: lo que era afirmado por ciertas
autoridades (la biblia, la Iglesia, Aristoteles) era considerado verdad absoluta, por lo tanto
indiscutible. Esto impedía el avance científico porque no permitía la posibilidad de
cuestionamiento de la realidad, entre otras cosas.
La concepción moderna es antropocéntrica, el hombre pasa a ser valorado como sujeto de
conocimiento y se empieza a confiar en la experimentación como fuente de conocimiento.
Galileo, en 1638, aporta el primer ejemplo de utilización del método experimental. De este
modo se debilita la unión que la ciencia y la filosofía habían tenido durante tantos siglos.
En esta nueva "edad de la razón" surge el pensamiento de Descartes.
Rene Descartes se planteó la posibilidad de encontrar un nuevo método más adecuado que
el del criterio de autoridad. Su método fue la duda (duda metódica).
El objetivo de Descartes es llegar a una verdad fundamental, indubitable, sobre la cual
edificar el conocimiento, el saber. No la encuentra en los datos que provienen de los sentidos.
Descartes es un filósofo que ha puesto en duda todo el conocimiento de la época: no puede
confiar ni en los sentidos ni en la razón. Pero cuando llega al extremo de dudar de todo,
aparece la certeza: si soy capaz de dudar, hay algo que puedo garantizar; si dudo existo.
Con su verdad fundamental "pienso luego existo", pone al sujeto pensante, al individuo en un
papel preponderante, es el signo fundamental de la modernidad. También Descartes es el
fundador del racionalismo moderno, que afirma que ha encontrado la verdad fundamental
(pienso luego existo) por medio de una intuición intelectual, y a partir de ella por vía racional
descubrir otras verdades. La razón es así la fuente y base del conocimiento humano.
Para Descartes, Dios es el fundamento último del conocimiento, ya que es quien ha puesto
en nosotros esas ideas innatas y la razón, para que construyamos un conocimiento verdadero
del mundo en que vivimos.

4. El saber ingenuo es una clase de saber, de conocimiento.


Es espontáneo, se va logrando a través de la experiencia diaria, lo vamos adquiriendo sin
que nos propongamos conscientemente adquirirlo.
Es un saber socialmente determinado, se comparte por el solo hecho de pertenecer a una
comunidad, es por eso que se denomina "sentido común" porque es el común denominador de
los valores, conocimientos y costumbres de una determinada sociedad.
Es subjetivo, porque está impregnado por factores emocionales, es por eso que es diferente
de un sujeto a otro, de una comunidad a otra.
Es asistematico, porque se va constituyendo sin más orden que el azar, el desorden es lo que
hace que suela estar lleno de contradicciones.
El saber crítico, es el saber científico.
La palabra "crítica" proviene del griego y equivale a "examen", o "análisis" de algo y como
resultado de este análisis: "valoración" de lo analizado.
En el saber crítico predomina el esfuerzo, a diferencia del saber ingenuo que es espontáneo.
Para alcanzar la actitud crítica es necesario esforzarse de manera intencional y consciente.
Asumir esta postura y sostenerla en el tiempo. En este sentido, exige disciplina.
Es esencial que esté presidido por un método, es decir por un procedimiento elaborado para
alcanzar el conocimiento, un conjunto de reglas que establezcan cómo lograrlo.
En el saber vulgar las afirmaciones se establecen sin saber el por qué, en cambio en el saber
crítico las afirmaciones que se establecen deben estar fundamentadas. Se debe dar pruebas
de lo que se afirma, no alcanza con que se lo diga.
Es sistemático, predomina siempre la organización, la ordenación. Se articula utilizando
relaciones lógicas, no azarosas. La organización lógica permite que no surjan contradicciones y
si estas aparecen obligan a revisarlas de inmediato para tratar de eliminarlas ya que están
indicando la presencia del error.
La crítica, es decir, el análisis, examen y valoración, opera a modo de evitar la inclusión del
factor subjetivo, en este sentido domina el puro saber y su fundamentación, pretende ser
universalmente válido y lograr la objetividad, porque lo que busca es saber cómo son para
nosotros.
La objetividad del saber crítico es un ideal, el hombre sólo raramente o de manera
inadecuada puede lograrla, pero esto no implica que siempre esté presente como exigencia del
saber crítico.
Saber vulgar y saber crítico están íntimamente ligados y se influyen mutuamente. La
característica que permite distinguir el saber ingenuo del saber crítico, no está tanto en el
contenido de los conocimientos afirmados, sino en el modo en que estos conocimientos se
afirman, es decir, deben estar convenientemente fundamentados.

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