Está en la página 1de 300

untes PARA EL

análisis fjtacI0

Una introducción
al estudio del Estado
Presentación

Para el estudiante de la licenciatura en trabajo


social es fundamental el conocimiento y
comprensión del surgimiento y funcionamiento
del Estado, pues si bien estudia una profesión
prepondemntemente para la intervención, esto
no quiere decir que la reflexión es prescindible,
pues la dicotomía entre teoría y acción es un
mero artificio: de poco sirve la intervención sin
teoría y a la inversa. Es este orden de ideas, el
análisis de las formas en que surge y funciona el
Estado, permite al alumno con textual i- zar
política, económica, cultural y socialmente la
acción estatal, así como su actuación profesional
futura en el ámbito de lo público.
Todo Estado se constituye por tres
elementos: territorio, población y gobierno. Por
tanto, es una construcción social (¡uridieo-
polítiea) que concentra el poder,- asume la
responsabilidad de lo público; garantiza la
convivencia dentro de un orden constituido [en el
cual se hacen cumplir las leyes y se reprime
como recurso último y legítimo); representa
internacionalmente a los ciudadanos y; es donde
se ejecutan las funciones políticas y técnico-
administrativas por el gobierno, que es quien
actúa a nombre del Estado.
Nuestro país en las últimas décadas ha
experimentado un profundo proceso de reformas
que han cuestionado y redefinido la función del
Estado emanado de la Revolución mexicana. En
este sentido,

7
hoy os pertinente reflexionar sobre el papel,
responsabilidades y esferas de csompeteneia, tanto del
Estado, como de los componentes del sistema político
mexicano: gobiernos en sus diferentes niveles,
instituciones electorales, partidos políticos, grupos de
presión, organismos no gubernamentales, movimientos
sociales, medios de comunicación, etcétera, a lio de
comprender la nueva configuración polilico- inst.iiucional
de nuestro país, así como determinar los ámbitos de
relación o espacios de intervención reales o potenciales
para el trabajo social en el campo de la política y los
asuntos públicos.
En virtud de mies consideraciones, el presente material
ha sido elaborado VX PROFANO como guía para el curso
Análisis del Estado mexicano, correspondiente a la
asignatura obligatoria del primer semestre de la
licenciatura en traba jo social, cuyo objetivo general es:
"Que el estudiante adquiera los elementos político-
jurídicos que le permitan conocer el seguimiento del
Estado mexicano e identificar su estructura organizativa,
analizando su función socio-política y su papel en el
bienestar social."1
Al margen de las divergencias que pueda generar tal
objetivo, específicamente, se pretende que el educando,
una vez que haya cursado la materia, disponga do
conocimientos para: explicar el surgimiento y
funcionamiento del Estado; exponer de manera general
los cambios y acontecimientos relativos a las
transformaciones democráticas en el país; argumentar de
manera consistente sus reflexiones, juicios y pondera-
ciones analíticas sobre temas relacionados al Estado
mexicano y: formular marcos analitico-inteirpretativos
sobre los procesos político-sociales en México e identificar
áreas de operación profesional del trabajo social en el
ámbito de lo público.
Programa di la asignatura Análisis del listado mexicano. Plan de
listudios de la licenciatura nn trabajo socio] IWíHi. Deparan mentó de
Planes ,y Programas, üNTS-UNiVM-
Presentación
9
Asimismo, se persigue que el alumno desarrolle habili-
dades para: interrelacionar los contenidos temáticos de la
asignatura con los de otras, a fin de acercarse desde la
complejidad al análisis de los problemas políticos y
sociales; analizar V. interpretar desde una perspectiva
integral los acontecimientos políticos y sociales y ubicar su
intervención profesional como trabajador social en el
espacio estatal e; identificar categorías, conceptos y
nociones básicas para el trabajo de interpretación político-
social.
Sin embargo, producto de la revisión del programa de
la asignatura, como de la experiencia acumulada a raíz de
la impartición del curso en distintos ciclos escolares, si'
detectó la ausencia de un apartado en el programa, como la
carencia de otra asignatura, donde al estudiante se lo
brinden elementos complementarios para aprehender
dichos conocimientos y desarrollar tales habilidades. Con el
ánimo de llenar ese vacío nos dimos a la tarea de elaborar
este trabajo al que denominados APUNTES PARA EL ANÁLISIS
DEL ESTADO. (UNA INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL ESTADO),
no quisimos utilizar un título pretensioso, porque nuestro
cometido es muy modesto y puntual: señalar, apuntar lo
más relevante del tema e introducir al educando al estudio
del Estado, pero desde un enfoque complejo y riguroso que
responda a una visión integral y más cercana al trabajo
social.
Así, con el propósito de dotar al educando de una serie
de herramientas conceptuales que Je sean de utilidad para
interpretar y explicar la realidad, desarrollamos el trabajo en
dos apartados, uno inicial donde se abordan elementos
básicos de Teoría del Estado, que son conocimientos
10 Salvador fllvoradd
Gciriboldi
fundamentales para el ejercicio analítico del Estado en
general y, uno complementario, en el que con base en tal
instrumental teórico abordamos las principales
particularidades de la organización y funcionamiento del
Estado mexicano. Cabe agregar que ambos capítulos
cuentan con una serie de ejercicios y actividades de
aprendizaje complementario, con objeto de que el
estudiante profundice en la reflexión y refuerce sus conoci-
mientos con otras fuentes.
Por último, es importante señalar que este material,
como todo trabajo de esta naturaleza, es perfectible y que
es política de la Bscuela Nacional de Trabajo Social su
permanente revisión y actualización, por lo que estaremos
atentos para recoger todas las experiencias, críticas,
propuestas y recomendaciones de alumnos y profesores a
fin de mejorar y enriquecer sus contenidos.
Capítulo I
Formación Y desarrollo del Estado

Ln discrepancia mitra Aristóteles y Séneca rmpt


rio ¡i la natura lazo dr.l hombre, radica cu
discernir si este es fiulit ico o social, pero parte de
la coincidencia de (/uc ¡lara ambos es un animal
SALVADOR AI,VAHADO GAHIBALDI

INTRODUCCION AL CAPÍTULO
El conocimiento del surgimiento y funcionamiento
del Estado es Fundamental en la Formación del
trabajador social, tanto para la comprensión de
las acciones estatales: políticas, económicas y
sociales pasadas y presentes, como para la
definición de los campos de intervención
profesional del trabajo social en el ámbito de lo
público.
El Estado es una construcción histórico-social
que tiene elementos particulares que le
conforman y definen, sin embargo, no existe una
definición única y acabada del mismo, antes al
contrario existen no sólo diversas, sino incluso
antagónicas, posiciones teóricas referentes a la
naturaleza y funciones del Estado. Así, es
necesario que el educando, entienda qué es el
Estado, cómo surge, cómo funciona y qué
elementos le constituyen. De igual manera, es
12 Salvador Rlyaredo
Gonboldi
preciso que conozca las diferentes escuelas de
pensamiento que lo explican, a fin de que
disponga de elementos suficientes para que
pueda,

n
él mismo, normar su propio criterio en función de sus par-
ticulaj'es posioionamientos ideológicos.
A partir del empleo de categorías y conceptos básicos
en materia de análisis social, de las relaciones de poder y
de la política como instrumento para el tratamiento de los
asuntos públicos, abordamos los antecedentes y el proceso
de conformación del Estado, así como sus particularidades
respecto a su organización, responsabilidades y
funcionamiento.

Objetivos porticulores del capítulo

• Identificar el significado del Estado a partir del


conocimiento de sus orígenes históricos, políticos y
sociológicos.
• Explicar las particularidades del Estado respecto de
su estructura, organización y funcionamiento.

FORMACIÓN V DCSARROLLO DCL ASTADO

Uno de los temas de mayor interés en las últimas dos


décadas es el relativo a la naturaleza y las funciones del
Estado, pues mucho se ha escrito con relación a la vigencia
del Estado- nación en el contexto de la globalización y de
las reformas estructurales que acotan sus márgenes de
intervención, cuestionan sus responsabilidades en materia
económica y social y aducen la urgente reorganización de
sus servicios, asi como la necesaria profesionalización de la
forjación y ctesorrallc de festcdo 13
administración pública.
Por tanto, la tesis predominante: a lo largo del siglo xix
y durante gran parte del siglo pasado; de que el Estado era
el instrumento fundamental para transformar a la sociedad,
ha sido severamente cuestionada ante las nuevas
condiciones imperantes de un mundo cada vez más
interdependiente, caracterizado por el predominio de un
poder* militar hegemó- nico; la rearticulación de poderes
regionales organizados en bloques de países en aras de
construir un mundo muliipnlar; el creciente poder económico
c injerencista de organismos financieros internacionales y
empresas transnacionales y; la emergencia de poderes
tácticos internos y externos que acolan o condicionan el
funcionamiento del Estado. Al respecto nos señala Enrique
González Pedrero:
L.a MUNDIIILIZACIÓN, cómo la llamaron certeramente los
franceses, está cambiándolo Lodo: no sólo tiene que
ver con la información, el comercio, la vida de negocios,
los flujos financieros y de inversión, etcétera, sino
también con el comercio de seres humanos, el
narcotráfico, el crimen organizado, el tráfico de armas.
Por todo ello, el Estado -tal como lo conocíamos-ya no
es lo que fue. En efecto, los fenómenos de
globalización delictiva operan por encima de las
fronteras nacionales de manera que, para poder
combatirlos eficazmente, el Estado, tiene que proceder
en consecuencia. Si el Estado pretende seguir
actuando en estos casos como lo hacía antes, como
supremo poder coactivo nacional, lo más probable es
que no salga bien librado.3

En este contexto, las élites gobernantes, a veces por


iniciativa propia u otras por coacción, se proponen
12 Salvador Rlyaredo
Gonboldi
transformar al Estado para adaptarlo al funcionamiento e
intereses de una nueva realidad cada vez más globalizaday
a sociedades cada vez más urbanizadas, escolarizadas,
organizadas y demandantes en unos casos, y en otros
como el nuestro, además de los retos mencionados,
atender la creciente exclusión social, la pauperización, la
polarización y el desorden. En consecuencia, hoy más que
nunca se hace necesario reflexionar sobre el particular a fin
de esclarecer las características, res-

•'Enrique Uonznlr/, Pedrero, La manía tensa. Apuntes sobre la


tlrtwuraria en México, 1990-2005, pp. 27 y 28 El autor le da una
connotación más ahorcadora al concepto "mundioliz.aivión', porque
incluye Cení'míenos de carácter política y social y no solo económicos,
dado que parte de la definición de "globalización" acuñada por el i’Mi, que
precisa este último concepto como “...la interdopenden eia económica
creciente del conjunto de los países del mundo, provocada por el
aumento del volumen y la variedad di las transacciones iransfronierizas
de bienes y servicios, asi como de los flujos internacionales de capitales
a! mismo tiempo que la difusión acelerada y garantizada de la
tecnología'’.
14 SolvorJci ñlvorodo Goríbolcft

ponsabilidades, funciones, alcances y limitaciones del Estado en


términos generales y conceptuales, así como las relativas a las
particularidades del Estado mexicano.
Por tanto, es pertinente reconocer que para analizar el
surgimiento, desarrollo y funcionamiento del Estado es necesario
valerse del auxilio de determinadas ciencias y disciplinas,
principalmente: la historia, la sociología, la ciencia política y el trabajo
social. La historia es la ciencia que permite el conocimiento del pasado
para la comprensión del presente y la construcción de la utopía, es
decir, la proyección del futuro, en tanto que el estudio sociológico
permite la comprensión y explicación del sentido de los procesos
sociales, lo cual no puede lograrse con la mera descripción histórica.3
ha ciencia política estudia y explica las relaciones de autoridad y
obediencia y sus efectos sobre el comportamiento de los hombres y, el
estudio e interpretación sistemática de las políticas públicas, así como
el análisis y evaluación de los planes, programas y proyectos en
materia de atención social lo podernos realizar con auxilio del trabajo
social.
En virtud de lo señalado intentaremos un recorrido desde una
visión compleja/1 de carácter histórico-sociopolitico, que dé cuenta de
distintas interpretaciones de la naturaleza del Estado, de sus funciones
y sus responsabilidades.

Qué es Cstodo

Clomo primera condición de análisis es conveniente precisar el sentido


y significación de algunas palabras que utilizaremos a lo largo del
texto. Un concepto es la representación intelectual de una cosa u
objeto y su clara comprensión y correcta utilización es fundamental,
tanto en el proceso de
’Véase fiíiymond Aran, imcciniu» sobro ln Historia, pp 334-338.
■'Entendemos la complejidad desde el enfoque do Edgar Morin, quien manifiesta
que •’...lo complejo significa que está tejido junto, y en consecuencia, pensamiento
complejo o» pensamiento que trata a la vez de vincular y de distinguir, pero sin
desunir". Véase “Por una reforma del pensamiento”, en El í'nrtvo de la UNESCO,
16 Salvador fllvoiodo Goriooldi

febrero de 4996, p. 40.


comunicación, como en el de enseñanza-aprendizaje y, principalmente,
en el de generación de nuevo conocimiento.
Asimismo, es necesario precisar los conceptos básicos para
romper con las afirmaciones de sentido común, a fin de emplearlos de
una manera expresamente definida y metódicamente depurada, pues
como aconseja Pierre Bourdieu, hay que apartarnos de los prejuicios
que nos incitan a creer que los hechos deben de estar de acuerdo con
ciertas imágenes construidas en el discurso común y cotidiano, nos
alerta al respecto: "Por no someter el lenguaje común, primer instru-
mento de la construcción, del mundo de los objetos, a una crítica
metódica, se está predispuesto a tomar por datos, objetos
preoonsiruidos en y por la lengua común"/* Así, el concepto es una
abstracción que evita equívocos y auxilia en la comprensión y
explicación do la realidad, pues en tanto se refiere a una determinación
particular de una manera rigurosa y científica, significa eso Y no oirá
cosa.
Ahora bien, al intentar explicamos científicamente la realidad,
además de la precisión conceptual se requiere el conocimiento y
dominio de distintas posiciones teóricas que hacen el puente entre la
realidad reconstruida conceptualmente por medio de un conjunto de
abstracciones y la realidad objetiva de los hechos que vivimos en la
cotidianidad.
Una vez señaladas estas consideraciones podemos ineur- sionar
de lleno al tema que nos ocupa: el análisis del Estado, entidad cuya
existencia nadie pone en duda, éste existe, está ahí, frente a nosotros
y nosotros mismos formamos parte de él. Por lo menos en esto, el
acuerdo es generalizado.
No obstante, las desavenencias inician con las preguntas
obligadas: ¿Qué es Estado?, ¿cómo se forma?, ¿qué le constituye?,
¿hay varios lipos'3 Y si los hay, ¿de qué dependen las diferencias?,
¿de sus orígenes?, ¿de los procesos que han seguido para formarse?
o bien, ¿las particularidades han sur-
Formación \f desarrolb d©1 fstoc/o 15

Pii'rro Bqiii'clieu ni (ti.. El oficio di I sociólogo, p 38.


gido posteriormente a una etapa de formación homogénea y común a
todos ellos?h La búsqueda de respuestas a Lales cuestionamienlos es
propósito de parte de esta unidad.
Como punto de partida, debemos resaltar que un análisis complejo
no permite la aceptación de definiciones absolutas y acabadas, la
realidad es un complejo entramado de intereses, percepciones y
comportamientos que configuran distintas cosmovisiones, todas útiles
para comprender nuestro entorno y, en el caso particular del trabajo
social, también para precisar las metodologías y estrategias de
intervención. Así, como en cualesquier asunto que se precie de ser
serio, no existe una definición única del Estado.
Ninguna definición es perfecta porque, es una construcción
humana y los hombres tienen intereses y posiciona- rnientos
ideológicos que se manifiestan en sus ideas. Por ejemplo: Tilomas
Hobbes destaca la naturaleza contractual del Estado definiéndolo,
...como una persona de cuyos actos se constituye en autora una
gran multitud mediante pactos recíprocos de sus miembros con el
fin de que esa persona pueda emplear la fuerza y los medios ele
todos como juzgue conveniente para asegurar la paz y la defensa
común. El titular de esa persona se denomina soberana, y se dice
que tiene poder soberano; porque cada uno de los que lo rodean
es HÚIXIUO suyo. Se alcanza este poder por dos conductos. Uno
por la fuerza natural (...] otro, cuando los hombres se ponen de
acuerdo entre si (...) En este último caso puede hablarse, de
Estado político, o Estado por institución, y en el primero de Estado
por adquisición.7

En otro tiempo y en una perspectiva totalmente diferente, Nicolás


Lenin resalta el carácter sólo impositivo del Estado al considerarle el
instrumento de una clase en detrimento de otras

'•Véase1. A de 11 J. Jáuregili, Iti Enuulo-Nfíaion, pp. Ó)-


Sl. Thnmas llnhbes, Hl hvvialf)ll, p. ISO.
Formación y desarrollo del estado
que son presa de su dominio: "El17Estado es una máquina
destinada a mantener la dominación de una clase sobre
otra".8 En este enfoque, el Estado es un instrumento de
clase que sirve para garantizar y legitimar la explotación de
una clase por otra, así como para asegurar la reproducción
del sistema.
Desde la perspectiva del derecho, autores como
Hermán lieLlery Hans Kelsen ven ai Estado como un
sistema jurídico. El primero, lo define "como una estructura
de dominio duraderamente renovada a través de un obrar
común actualizado representativamente, que ordena en
última instancia los actos sociales sobre un determinado
territorio". En dicho autor sobresale la idea de un poder
monopolizado territorialmente, la existencia de un orden
jurídico y administrativo organizado como sistema y un
cuerpo administrativo consagrado a su cumplimiento.
Mientras que para Kelsen el Estado es la totalidad del orden
jurídico en cuanto constituye un sistema, o sea, una unidad
cuyas partes son interactuantes c interdependientes.!l
Ahora bien, desde la antigüedad y hasta nuestros días,
hay quienes consideran al Estado como garante del bien
común y de ninguna manera como la expresión de los
intereses exclusivos de la clase dominante. Tres siglos
antes de nuestra era, Aristóteles señaló:
Todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda
asociación no se forma sino en vista de algún bien,
puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean,
nunna hacen nada sino en vista de lo que les parece
ser bueno. Es claro, por tanto, que todas las
asociaciones tienden a un bien de cierta especie, y que
el más importante de todos los bienes debe ser objeto
de la más importante de las asociaciones, de aquella
que encierra todas las demás, y a la cual se llama
fqrmac(6f v desarrollo del Estado
19
precisamente Estado y asociación política."

"Véase Nicolás Lenin, El /¡«lado y ¡ti revolución,


pp. 7-25. "Véase Andrés Sorra Rojas, Teoría rluí
Bslodo, p 71 '"Aristóteles, La Poli lien, p. 21, Libro
primero, capítulo l
Bn este mismo orden de ideas, estudiosos como
Andrés Serra Rojas o Francisco Porrúa coinciden en que el
Estado se compone de una organización de hombres QUE
viven en un territorio determinado, sujetos a una autoridad,
para obtener una finalidad común de bienestar y
convivencia pacifica, dentro de las directrices de un orden
jurídico.11
Como un último ejemplo, y por la trascendencia de su
planteamiento para las ciencias sociales, políticas y
jurídicas, es conveniente recuperar y contrastar el concepto
de Estado de Max Weber. Nos dice: "...el Estado es aquella
comunidad humana que al interior de un territorio -el
concepto del territorio es esencial a la definición- reclama
para sí (con éxito) el monopolio de la coacción legítima".,H
Una mirada desde la complejidad no nos permite
asumir como verdadera y única una de las definiciones
mencionadas (y existen muchas otras igualmente válidas e
importantes) pues ello sería tanto como asumir que el resto
son erróneas y en consecuencia prescindibles. Hay pues en
todas tillas, elementos de verdad que son útiles para
comprender la realidad.

Elementos constitutivos del Estado

No obstante de las diferencias en las definiciones citadas,


es posible identificar la existencia de elementos comunes y
constantes en ellas. Por ejemplo, todos los autores al
referirse al Estado hablan de un poder instituido, antes de
18 Salvador fllvorodo
Goriboidi
someter a discusión el uso que se hace de tal poder y de
los intereses que éste representa, se reconoce su
existencia. Asimismo, ese poder que es depositado en
alguien, es aplicado a otros, con esto destacamos que
todas las definiciones contienen en si, el reconocimiento de
la existencia de sujetos que aplican poder y de otros sobre
los que se aplica ese poder. Pero no sólo eso, otra
constante en todos los autores es que la

"Véase Andrés Sorra Hojas, <>/>. fí¡L, |j IOS.


“'Max Wcbor, Emnomia y surinlad. p. 1058.
aplicación del poder, se materializa en un lugar, EN una ex-
tensión determinada donde se asienta el objeto de
aplicación del poder.
En conclusión, al margen de las diferencias ideológicas
y filosóficas, subyacen coincidencias que es necesario
resallara fin de esclarecer los componentes del Estado. Por
tanto, podemos establecer como premisa fundamental que
todo Estado, invariablemente, se constituye por tres
elementos, los cuales son: TERRITORIO, POBLACIÓN Y
GOBIERNO.
TERRITORIO es un espacio terrestre, aéreo y marítimo
delimitado geográfica y jurídicamente, por tanto, es la
fracción del espacio en el que el Estado ejerce su poder. En
dicha extensión territorial existe el principio de
impenetrabilidad, que consiste en definir que en un territorio
sólo puede existir un Estado. Incluso, en el caso de una
Federación (como nuestro país], el territorio juega un doble
papel: el federal y el local; pero el principio de
impenetrabilidad no se rompe. Al ser un elemento
constitutivo del Estado, es entendible que este último no
puede existir si no existe en un territorio.
En este sentido, es necesario señalar que la dimensión
territorial no tiene trascendencia decisiva, lo determinante
fqrmac(6f v desarrollo del Estado
19
es que exista ese territorio, su tamaña mayor o menor, al
igual que la abundancia o carencia de bienes materiales en
dicha extensión espacial, definirán en todo caso su mayor o
menor riqueza y poderío, pero no son esenciales para
determinar su mera existencia.
El territorio cumple dos funciones fundamentales en la
existencia del Estado; por un lacio fija los límites de la
acción estatal, es decir, circunscribe sus fronteras con
relación a otros Estados y establece un dique a la actividad
de los mismos en el territorio nacional. Y, por otro lado,
representa la extensión física, la porción de suelo que sirve
de asiento para su población. Así, es el espacio (y en
ocasiones la fuente de los recursos naturales necesarios
para la manutención de su población) geográfico donde
tiene vigencia el orden
20 Solvcdor Rlvarodc Goribalcli
jurídico que emana de la soberanía del Estado, por lo
cual, en ese espacio, el Estado está facultado y obligado,
para vigilar y proteger respectivamente a los habitantes.
POBLACIÓN es la totalidad de individuos que habitan el
territorio de un Estado y posee dos aspectos básicos: uno,
demográfico o cuantitativo, que considera su número y den-
sidad y; otro, de carácter cualitativo, referido a la raza, la
herencia y ciertas prácticas axiológicas. Cada uno de los
individuos que conforman a la población son sujetos activos
de derechos y obligaciones, tanto de las denominadas
garantías individuales, como de los derechos sociales,
aspectos esenciales de conocimiento y observancia para el
trabajo social.
En síntesis, podemos definir a la población como el
conjunto de seres humanos que componen una categoría
particular: POBLACIÓN MEXICANA, POBLACIÓN ESPAÑOLA,
POBLACIÓN IRANÍ, etcétera, los cuales están vinculados
jurídica y culturalmente por un interés común y supremo,
mismo que es considerado el vinculo político y legal que
relaciona a los gobernados entre sí y a éstos con el Estado
y que no debe confundirse con el concepto de ciudadanía.
Bien señala de manera puntual Juan Jacobo Rousseau
el doble papel que desempeñan los individuos que
conforman a la población. El de súbdito y el de ciudadano.
Las personas que integran la población, en tanto súbditos
se encuentran sometidas a la autoridad política y
consecuentemente constituyen el objeto del ejercicio del
poder; mientras que como ciudadanos participan en la
formación de la voluntad general y por consiguiente, son
sujetos de las acciones del Estado.113 En consecuencia, al
ser la población un elemento constitutivo del Estado, es
impensable la existencia misma del Estado sin un grupo
humano ante el cual se ejerce y del cual emana el poder.
Formación v desarrollo del tscado
"Cduardo Curda Mnynez. pp. I0(M0121
GOBIERNO SE refiere a la dirección y funcionamiento del
Estado, es el Estado mismo en acción a través de las
personas y órganos encargados de dirección. Equivale a la
gestión político-administrativa y de dirección de los órganos
de control político-social.
Empero, es necesario destacar que en las sociedades
modernas el poder del Estado, es poder institucionalizado,
donde los gobernantes no ejercen el poder como una
prerrogativa personal, pues esta facultad emana de que
están investidos de esa competencia en representación del
Estado, es decir, de una amplitud legal para realizar ciertos
actos de poder por la vía de la ley, pues el "...derecho de
mandar y de obligar no tiene más que un titular permanente
y exclusivo, es el Estado".1/1
En este orden de ideas, el Estado es una realidad
social, o sea, interrelaciones de los hombres entre sí, y
entre éstos y las instituciones, asentados en un territorio
geográfica y jurídicamente determinado, que dispone de
una organización ju- ridico- política unificada por una unidad
suprema de decisión y que se articula por un cuerpo jurídico
normativo que le constituye legal mente: la Constitución.
La interrelación y dependencia entre sí de tales elemen-
tos, es lo que permite la concreción del Estado en el mundo
fáctico y por tanto su existencia como cuerpo autónomo e
independiente, con relación a otros estados y, por otro lado,
alude también a la categoría de permanencia y estabilidad
que ha de procurar el Estado mismo para garantizar su pro-
pia supervivencia.
Existe entonces, un cuerpo de leyes generales
comprendidas en la Constitución (de las cuales emanan las
leyes reglamentarias y secundarias] que constituyen
jurídicamente al Estado y que son válidas en un territorio
22 Solvodói fitvorodó Goriboldl
determinado y aplicables a una población determinada, por
un grupo de

personas determinadas, que comprenden el gobierno y en


quienes se delega el poder del Estado. Pero ese poder
radica, única y exclusivamente en el Estado y debe
ejercerse, única y exclusivamente, a través de los órganos
de gobierno legal y legítimamente constituidos, pues ya lo
observamos en la definición de Max Weber, el Estado es el
único depositario de la violencia legítima. Asi, el poder del
Estado es un poder para garantizar la seguridad pública,
mantener el orden y el control social, e imponer sanciones a
quienes violen las leyes, así como defender la soberanía
nacional. En este sentido, vale agregar que todo Estado
moderno por definición es soberano,I ■ dado que la
soberanía significa en principio, la negación de toda
subordinación a otro poder o la limitación de la acción legal
y racional del Estado por cualquier otro poder. Por
consiguiente, el Estado encarna un poder soberano con dos
características fundamentales: que es independiente y que
es supremo.
La independencia mira principalmente a las relaciones
internacionales; desde este punto de vista, el poder
soberano de un Estado existe sobre bases de igualdad con
relación a los demás estados soberanos. En la medida en
que un Estado se halla subordinado a otro, su soberanía se
debilita o desvanece. La independencia es, pues, cualidad
de la soberanía exterior.
La noción de supremacía, en cambio, se refiere exclusi-
I ’Eduardo García Má.ynez sostiene que la soberanía está asociada, por lo
menos en cuanto declaración de principios y aspiraciones, al listado moderno,
pues señala que no es una condición inherente a iodo listado y divide entre
estados soberanos y no snixirnnos ubicando al listado de la Edad Media como
un ejemplo di esn ultimo, dado que de continuo padecía la injerencia de
poderes imperiales, del papado y de los señores feudales. Véase n p. ril... p. tus.
Formación v desarrollo del tscado
21
vamente a la soberanía interior, por cuanto a que la
potestad del Estado se ejerce sobre los individuos y las
colectividades que están dentro de la órbita del Estado. La
soberanía interior es, por tanto, un superlativo, mientras que
la soberanía exteriores un comparativo de igualdad.
NINGUNA POTESTAD SUPE-
for moción y desarrolla dal Éstooo
ñor a leí suya en el exterior, 23
ninguna potestad igual a
1
Ja suya en el interior: "
como en principio, en el mundo del deber ser, es decir,
en el plano de las interacciones apológicas, y como
aspiración permanente en el mundo fáctico, es decir, en el
ámbito de las asimétricas relaciones de poder, esta
bifurcación de la soberanía éntre lo externo e interno
permite por un lado, la relación independiente del Estado
con respecto a otros estados en el entendido de que la
interacción debe ser entre iguales, pues en tanto se exige el
respeto a la independencia propia, se asume que no hay
derecho para interferir o subordinar la voluntad de otro u
otros estados y; por otro lado, implica el reconocimiento de
que en el territorio estatal no debe haber otra organización
-formal o no- con poder igual o superior a la del Estado,
pues en este caso la interacción es entré desiguales, lo cual
se sustenta en que el Estado SE, constituye como el
legítimo y único depositario de la fuerza coercitiva, es decir,
el supremo poder que debe garantizar el Estado de
derecho.
Por su actualidad y porque es muy ilustrativa dado que
contiene de manera sintética los elementos hasta ahora de-
sarrollados podemos recurrir a la conceptualización de
Jorge Alonso y Alberto Aziz, que describen al
... listado como el conjunto de instituciones y relaciones
sociales (buena parte de ellas sancionadas por el
sistema legal de dicho Estado] que normalmente
penetra y controla el territorio y a los habitantes que ese
conjunto pretende delimitar geográficamente. Tales
instituciones tienen como último recurso, para
efectivizar las decisiones que toman, la supremacía en
el control de los medios de coerción física que algunas
agencias especializadas del mismo Estado ñor mal
formación i,/ desarrollo del €stodc
25 1
mente ejercen sobre ese territorio. -

'fhidfíin, p. II).
Alberto Azi?. Nassif y Jorge Alonso Sánchez (noords.), /!/ Enlodo
mr,ticoso. Hc.nmciaa y cmribioa, t. l, pp. l .M 'i
Ahora bien, el Estado no es una entidad homogénea y
monolítica, las diferencias van desde la diversidad territorial
en términos de extensión, características orográficas,
hidrográficas, etcétera, pasando por la diversidad
poblacional en términos axiológicos, genéticos y
demográficos, hasta las diferencias relativas a la
organización y funcionamiento del gobierno,
Sin embargo, a manera de ilustración, sí podemos
caracterizar a los elementos constitutivos del Estado y a los
que comprenden al gobierno por medio del siguiente
esquema:

ELEMENTOS roNSTnrrivos DEL ESTADO Y DEL. GOBIERNO


Independencia Exterior: igualdad ante ^
otros Estados

c) Formas de
EJERCICIO I

1. Reflexiona e intenta explicar cómo se fue


configurando en el devenir histórico cada uno de los
elementos que constituyen al Estado.
A . Describe cómo se relacionan entre si los diferentes
elementos del Estado.
3.Investiga y sintetiza un ejemplo de violación de la
soberanía (independencia) de México y ejemplifica un
caso en que se cuestione la supremacía del Estado
24 Salvador Rlvoródo
Garibaldl
en nuestro país.

Formas de Estado y de Gobierno

Es común la utilización indistinta de los conceptos Estado y


Gobierno pero no es correcta, en mucho la confusión devie-
ne de que en la antigüedad clásica, la polis, el gobierno, ¡A
F$8 PUBLICA [la cosa pública) y el Estado tenían acepciones
similares en tanto se referían a una comunidad política ad-
ministrada por sí misma, como lo revisaremos a detalle en
el punto dos del presente trabajo, baste aquí sólo destacar
que en su acepción moderna son conceptos con
significaciones diferentes.
La palabra Estado nombra la organización política en su
conjunto, en su completa unidad formada por los elementos
que, como ya vimos, le constituyen. En tanto que la palabra
Gobierno, se emplea para referir un conjunto de poderes
públicos que actúan a nombre del Estado. Asi, el Estado es
un concepto más amplio que abarca el todo; mientras que el
Gobierno únicamente designa a uno de los elementos del
Estado, que si bien tiene la responsabilidad de la
administración y ejecución del poder del Estado, no lo
sustituye.
De igual manera, es necesario señalar que no todos los
Estados, ni todos los gobiernos son iguales, hay distintas
formas que dependen de la manera en que se organiza y
administra el poder, así como de la forma en que se interre-
lacionan y articulan los elementos activos del Estado.
26 SaVodcr Blvcvodo Goriboldt
En la actualidad se pueden diferenciar claramente dos
formas de Estado, el Estado Democrático y el Estado
Totalitario o Dictatorial y se clasifican en virtud del tipo de
relación existente entre el poder y los miembros de la
sociedad por lo que se pueden esquematizar de la siguiente
manera:

FORMAN DO B ALADO

B ATUDA T OTALITARIO
O DICTATORML
B ULADO D OMO ORÁTICO P RLNCI /M DIW
FRIÓN PALOS CARACTERIAL
CARADRNALICAS :
• 1.A SOBERANÍA • L A S O B E R A N Í A ¡RRAS :
ESIDE EN EL
PUEBLO. • EL PODER SE ORGANIZA DE
• TIL PODER SE ARCR L IJAO-.
Í AI BAAB A
ABAJO HACIA • EL GOBIERNO SE IMPONE
• 1,1 GOBIERNO SE MENTE.
CON EL CONSENSO • LA LEY ES LA VOLUNTAD DEL
BERNADO. GOBERNANTE.
• ESTÁ SOMETIDO AL • PUEDE IMPUNEMENTE VIOLAR
DE LA LEY. LIBERTADES
• ES RESPETUOSO DE • REGULARMENTE RESPONDE A
I TADES.
L A SB ELR INTERESES FACCIOSOS.
INDIVIDUALES.
• SE ASUME OORNO
DEL BIEN COMÚN.

Tocante a las formas de gobierno, desde la antigüedad,


los filósofos clásicos Platón y Aristóteles estudiaron la forma
de organización del gobierno y hasta la fecha siguen siendo
una fuente obligada sobre el particular. Platón en BU
REPÚBLICA clarifica las distintas formas de gobierno, que
van de las que considera las más perfectas como la
Aristocracia o el gobierno de los filósofos, hasta aquellas
que expresan la decadencia política en formas como la
Timocracia y la Oligarquía, que surgen cuando los ricos
asumen el poder político.
28 Salvador Alvarado
Garibaldi
Sin embargo, es Aristóteles quien realiza ya no un
análisis ideal de las formas de gobierno, Sino un acucioso
estudio de distintas constituciones,111 que merced a los
elementos comunes, como diferenciadores, le permiten
construir una clasificación de las formas de gobierno en las
cuales identifica unas como puras y otras impuras.
Son formas de gobierno puras o perfectas, aquellas que
se practican conforme a derecho y procuran la justicia:
a) la Monarquía, que es el gobierno ejercido por una
persona;
/)) la Aristocracia, que es el gobierno ejercido por una
minoría selecta, y
O) la Democracia, que es el gobierno ejercido por la
multitud o mayoría de los ciudadanos.

Conocedor de que la historia no es inmutable, sino mo-


vimiento constante, y de que entre las pasiones destaca la
ambición y la sed de dominio, sostiene que estas tres
formas de gobierno pueden degenerar, por lo que cada una
de ellas corre el riesgo de engendrar su propia perversión.
Asi, son formas impuras de gobierno, degeneradas y
corrompidas:
a) La Tiranía, que no es otra cosa que la degeneración
de la monarquía, pues es el poder excesivo de un
gobierno despótico, injusto y cruel,
B) La Oligarquía o forma corrompida de la aristocracia,
en virtud de que el poder es controlado por un
pequeño grupo de individuos o familias; y
c) La Demagogia o la Oclocracia, que es la
degeneración de la democracia, dado que es el
gobierno autoritario de los aduladores y de los peores
hombres de la sociedad, los cuales consolidan su
poder halagando a las multitudes y exasperando los
fo"-Odón y desarrolla del fetooo 27
sentimientos de las masas.

Es importante resaltar que el criterio sobre el que se


funda esta clasificación, el de número de los gobernantes,
es útil
’"Véase Ansíateles, op. riel libro tercer» se dedica al estudia y
clasificación de las (iónstiluclones.
como recurso didáctico con fines explicativos, pero para
comprender la realidad es necesario considerar otros
aspectos. En este sentido Montequieu, señala por ejemplo,
que la distinción entre las diferentes formas de gobernar no
es únicamente un criterio numérico de quien o quienes
gobiernan, sino la "... combinación de dos criterios que él
define como NATURALEZA y PRINCIPIO del gobierno".
La naturaleza del gobierno depende del número de
detentadores del poder (en la República todo el pueblo o
una parte de él detenta el poder, en la Monarquía y en el
Despotismo el poder esta en manos de uno solo] y del
modo de ejercicio del poder (en la Monarquía el soberano
gobierna sobre leyes fijas y estables, en el Despotismo
gobierna sin leyes y sin reglas). El principio del gobierno es
la actitud que anima al pueblo en su existencia concreta. La
República se funda en la virtud, la Monarquía en el honor, el
Despotismo tai el miedo"." Gomo se observa, tales
elementos lejos de restarle méritos explicativos a la
clasificación aristotélica la enriquecen.
Así, con fines didácticos podemos recuperar el
siguiente esquema sobre las formas de gobierno que
sintetiza Norberto Bobbio a partir de la clasificación de
Aristóteles y del cruce de los interrogantes QUIEN GOBIERNA
y CÓMO GOBIERNA :*"
28 Salvador Alvarado
Garibaldi
F ORMA , S DR GOBIERNO C ÓMO GOBIERNA

Q UINN GOBIERNO B IEN M AL


LINO MONARQUÍA TIRANÍA
POCOS ARISTOCRACIA OLIGARQUÍA
MUCHOS DEMOCRACIA OCLOCRACIA
rúente: Tomado de laitru: Osario, Bí Estado en al reñiro tin In
itniruíiedi::fíd(iri, México, Fonda de Cultura Económica, 2005, p, 58.
'■'Vcase Norbmo Bobbio, Nicolu Maiuiuoci y Gianfranco Pasquinn,
llhicumtiriu
dr IJolitJM, p. I
"Vease Jaime Osorio, El Bsiodo an cl ceriirn clc l,i mimdlalizncidu El
autor nit:upern y pone at tlla In clasiricaoirtn de NorbertO Bobbin I n
teoria do Ins formas tie gobii-mu on la historia dol ponsarnienln
politico, publinuda on Moxie.o, IHH7, poi el Hondo do Oultnra
lioonnmioa.
f-ormooón 1,1 desarrollo del Cstodo
Funciones generales del Estado 29

El concepto de función se refiere a la actividad del Estado,


es decir, al ejercicio de sus competencias.
Etimológicamente, el concepto proviene de "fungere", que
significa hacer, cumplir, ejercitar. Por tanto, las funciones
del Estado son las acciones y formas de actuación (hacer,
cumplir, ejecutar) que adopta conforme a derecho para
realizar sus fines.
Sobre el particular nos señala uno de los clásicos de la
teoría general del Estado, Cleorg Jellinek:
El Estado normal fue definido, tanto antiguamente
cuanto en los tiempos modernos, como aquel en el que
domina la ley, esto es, como aquel en que la
administración y la actividad jurisdiccional L LENEN por
fundamento reglas de derecho. Las modernas teorías
del Estado (...) no han añadido ninguna nueva nota a
Lis doctrinas de Platón y Aristóteles sobre el Estado
legal.
Las funciones materiales están, pues, distribuidas entre
los distintos géneros de órganos relativamente
independientes unos de otros, y la dirección de una
gran parte de las cuestiones que corresponden a una
función determinada caen dentro de la actividad del
órgano competente, de suerte que todos los órganos
hallan en el supremo el punto de partida y el punto de
unión. La separación de las funciones corresponde a la
separación de los órganos y ya hemos dicho que esta
separación no es ni puede ser absoluta. De aquí se
sigue la oposición entre las funciones formales, que son
ejercidas por los órganos legislativo, administrativo y
judicial. Según su aspecto formal, divídeme las
manifestaciones de las actividades del Estado en actos
30 Solvodor ñlvü'Qdo Gonbaldi
formales de legislación, de administración y de
justicia.21

En este mismo orden de ideas, Andrés Serra Rojas


apunta:
Para realizar sus fines o propósitos, el Estado ejerce
ciertas funciones. La doctrina ha definido la función en
estos términos: Se entiende por funciones esenciales
del Estado las diferentes formas que reviste su
actividad. Las tres funciones esenciales del Estado son:
la función legislativa, la función administrativa y la
función jurisdiccional. Legislar, administrar ,y juzgar son
funciones típicas del Estado, que •encierran el arte de
gobernar.'-*“
Tales funciones se ejecutan por medio de los órganos
del Estado, que tienen esferas de competencia
determinadas jurídicamente, es decir, el fin sólo puede
realizarse o llevarse a la práctica por medio de la ejecución
de las funciones por alguien responsabilizado para ello. Así,
el ejercicio de las funciones del Estado, por sus diversos
órganos impone una necesaria repartición de las
competencias y, de la forma en que se confieren tales
responsabilidades se derivan las diferencias de
organización constitucional y administrativa en los d i
ferentes Estados.
El poder del Estado es uno aunque exista una
diversidad de funciones. Guando se habla de un poder
en particular, como el Legislativo, el Ejecutivo o el
Judicial, con ello se quiere indicar cómo se manifiesta el
poder del Estado para realizar sus fines. Estarnos en
presencia de competencias, que nos plantean el
problema de su distinción y distribución. La idea de
función alude al sentido dinámico del Estado, al
Fot nució/11,1 desarrollo ctel fetocto
ejercicio de una actividad orientada
31 al cumplimiento de
sus fines. En la fisiología se alude a que LA FUNCIÓN
HACA AL ÓRGANO, para expresar la relación de una y
otra. Tomando metafóricamente la expresión decimos
que el Estado tiene órganos, los cuales tienen fines
legales que realizar, cuyo ejercicio se encomienda a las
funciones del Estado.-1

En virtud de tales planteamientos podemos inferir por


un lado, que las funciones del Estado deben estar siempre
circunscritas a derecho: pues la observancia de la norma
'“Andrés Sefra Rojas, op. ni i., p. 368.
' ‘íbidnm, p. 387.
acota la arbitrariedad y por lanto eviLa o sanciona los exee-
sos del Estado en sus funciones y, por otro lado, que la
división de las funciones, nos señalan Jellinek y Serra
Rojas, responde más a la necesidad de encomendar su
cumplimiento a una serie de órganos y por tanto a los
responsables de la conducción de los mismos, el ejercicio
de la acción de gobierno y no propiamente a que en la
realidad dichas funciones puedan presentarse
independientes unas de las otras.
No hay pues, una separación absoluta en el mundo lác-
tico, entre las funciones de carácter político, jurídico, admi-
nistrativo, o de eualesquier otro tipo, es decir: que la deter-
minación de qué acto es específicamente administrativo o
político, es más de carácter formal que real, pero, igualmen-
te necesaria su delimitación en términos formales y
prácticos para el cumplimiento de la acción de gobierno en
la realidad concreta y consecuentemente, para la
realización de los fines del Estado.
Así, las atribuciones del Estado se ejercen a través de
la función pública, que es la acción del poder al dictar y
30 Solvodor ñlvü'Qdo Gonbaldi
aplicar las disposiciones (FUNCIÓN REGLAMENTARIA)
necesarias para el cumplimiento de las leyes (FUNCIÓN DE
EJECUCIÓN) Y para la conservación y fomento de los
intereses públicos y la resolución de las reclamaciones
ciudadanas e institucionales (FUNCIÓN de JURISDICCIÓNj.
En las relaciones entre los hombres surgen siempre
conflictos, mismos que corresponde al Estado atender para
hacer respetar las disposiciones jurídicas. En las etapas
iniciales de la formación del Estado las funciones que
realizaba eran mínimas y casi limitadas a la resolución de
conflictos entre particulares y de defensa de la vida y el
patrimonio de los mismos.
Con el paso del tiempo y a raíz del aumento en la
población, como de los progresos en la aplicación de la
ciencia y la técnica al desarrollo industrial y urbano y de la
ostensible
32 Salvador Ülvorodo Goriboldi
desigualdad de las clases sociales, creció la esfera de
acción que debía atender el Estado.
Por tal motivo se fue desarrollando una tendencia inter-
vencionista o estatísta, el Estado fue estableciendo
regulaciones, imponiendo restricciones o limitaciones, fue
creando servicios públicos y de esta manera el Estado
gendarme se fue transformando en un Estado providencia o
Estado social de derecho,
...mientras prevalecía un Estado pequeño (...) su única
función era garantizar ki propiedad y los contratos; en el
Estado liberal, sólo eran necesarios: cuatro ministerios:
el de justicia, responsable de la policía; el de defensa,
incluyendo al ejército y marina; el de hacienda y, el de
exteriores (...) Guando el Estado se transformó en el
gran Estado social y económico del siglo xx, asumiendo
un número creciente de servicios sociales como
educación, salud, cultura, previsión y asistencia social,
la investigación científica, papeles económicos como la
regulación del sistema interno y de las relaciones
económicas internacionales, la estabilidad de la
moneda y del sistema financiero, el suministro de
servicios públicos y de infraestructura, desde entonces
el problema de la eficiencia se volvió esencial

En la actualidad, donde predominan las


descalificaciones de la viabilidad del Estado de bienestar y
simultáneamente se le califica como interventor, ineficiente,
paternalista y autoritario, es pertinente exponer en su
defensa que su creciente papel en la regulación de las
relaciones económicas, como en la atención de los rezagos
sociales, durante la mayor parte de) siglo xx gravitó
favorablemente en la promoción del crecimiento económico
y del desarrollo social, por medio de la generación de
34 Solvcidor Rlvarodo
Goribaldl
marcos normativos, condiciones y ambien-

Maime Rspejnl Mena, Un en foque gemirla! en el desarrollo


mstitxmnnill de la fidmiJmü'tífíJún públieu, p. 59.
tes de estabilidad política, creación de infraestructura básica
e instituciones de atención social.
Es decir, las instituciones y las políticas públicas se eri-
gieron como instrumentos para responder a las demandas
sociales y no sólo como la materialización de la
preocupación populista o filantrópica de los grupos
dominantes.
Conforme se fueron extendiendo las necesidades y los
reclamos sociales, fue apareciendo el denominado
Estado de bienestar. Este Estado promueve la
distribución de la riqueza en sociedades marcadas por
lacerante desigualdad. Tal Estado plantea que las
reglas y modalidades de esa redistribución se pactan
socialmente. No se trata de una dádiva compasiva sino
que esa acción redistributiva obedece a derechos
reconocidos a la existencia, al traba jo, al salario justo,
a la seguridad social, a la alimentación, a la educación,
a la salud, a la vivienda, al ambiente digno, etcétera.35

Sin embargo, también es preciso reconocer que hubo


casos, como el nuestro, donde en el crecimiento del Estado,
tanto en tamaño como en áreas de intervención, se incurrió
en excesos que respondían más a una lógica de
manipulación y control político de amplios sectores sociales,
como al manejo discrecional de una extensa maquinaria
estatal y burocrática, y no a la legítima atención de las
necesidades y demandas de la sociedad. Así, el sentido
original que dio vida ai Estado de bienestar, en muchas
Formación v desarrollo del (rstádo
33
latitudes se pervirtió dando paso a la proliferación de
prácticas políticas clientelares, paternalistas y
patrimomalistas, que en mucho fueron el pretexto y
justificación que esgrimieron los grupos tecnocráücos para
denostarlo y desmantelarlo.
Al margen de estas apreciaciones, el aumento de los
espacios de injerencia del Estado y consecuentemente de
sus obligaciones, motivó la conformación de una
administración pública permanente que personifica las
acciones de gobierno,
■' ’Alberto Am Nassify .Inrge Alonso Sanche/., op. r;it., pp. -17-18.
dado que constituye un cuerpo que ha recibido del poder
político las atribuciones, los recursos y los medios
necesarios para la atención de las necesidades y demandas
públicas y la salvaguarda de los intereses generales. Dicho
cuerpo de funcionarios especializados en el manejo de los
asuntos públicos, no tiene una personalidad propia** y es
sólo uno de los conductos por los cuales se manifiesta la
personalidad misma del Estado.
Hemos revisado como tradicional mente y de
conformidad con la visión jurídica mencionada líneas arriba,
referida a los casos de Georg Jellinek y Andrés Serra Rojas,
se reconocen tres funciones esenciales del Estado para
realizar sus fines:
a]La función legislativa, que se remite al
establecimiento de las normas jurídicas generales,
pues el Estado es el creador de su propio orden
jurídico.
b)La función administrativa, que se. caracteriza por
realizar la actividad concreta y tutelar del Estado
como promotor del desarrollo económico y social de
un país.
n) La función jurisdiccional, que tiene por encomienda
34 Solvcidor Rlvarodo
Goribaldl
resolver las controversias en el marco del derecho,
por lo que debe velar por la aplicación, preservación y
observancia de la ley.

Sin embargo, cabe destacar que no obstante la utilidad


de tal división y en el entendido ya señalado, de que tal se-
paración obedece más a una cuestión formal para la organi-
zación y ejecución de las acciones de gobierno, es
necesario resaltar que el Estado también tiene áreas de
injerencia que no quedan lo suficientemente explieitadas en
la división jurídica expuesta.
Por ejemplo, el Estado cumple también con una
destacada tarea pedagógica, cultural e ideológica, y
asimismo, es
’"Esto planteamiento se ubica en ol Ámbito do lo normativo y del
deber ser, a lo lai^u de la historia podernos constatar la existencia de
burocracias que se mantienen por laicos periodos en el poder e inmutan
perpetuarse en c'd y que actúan contarme a sus intereses particulares y
personifican al Estado.
formación y desarrollo del «todo
35
ámbito de su competencia la regulación de la lucha política,
espacios que no se vislumbran con la debida nitidez en las
funciones manifestadas, y particularmente, tales ámbitos
son fundamentales para la intervención profesional del
trabajador social, por lo que consideramos necesario
ensayar otro ordenamiento de las funciones del Estado que
vislumbre con mayor precisión los posibles campos de
intervención profesional en el ámbito público para el trabajo
social.
En consecuencia, las funciones generales del Estado
pueden agruparse en tres grandes apartados que guardan
las atribuciones en materia de economía y administración;
de disputa por el poder y; aquellas relativas a las cuestiones
de orden axiológieo e ideológico. EJ siguiente esquema
ejemplifica estas funciones:

FUNCIONES CJKNIÍHMÍBS DI,I, ESTADO

Funciones económico- Funciones pedagógico- Funciones políticas


iur¡d¡ro-ad ministrad vas ideológicas

Función sustancial del Estado:


Preservar la estabilidad del
sistema y garantizar la
permanencia del Estado

Puede observarse que la interconexión de las funciones


generales del Estado converge en lo que denominamos fun-
ción sustancial, la cual tiene que ver con la permanencia del
Estado mismo. Es decir, a través de las acciones en materia
económica, cultural y política, las partes actuantes del
Estado: población y gobierno, que en el mundo láctico se
3ó Salvador Rlvorcdo Goribaldi
interrelacionan como sociedad civil y sociedad política37
generan los
No os propósito de esto trabajo polemizar en tomo del uso adecuado de
los conceptos "sociedad civil" y “sociedad política", por lo cual nos
remitirnos a
acuerdos o los causes institucionales que regulan los
conflictos y priorizan la permanencia del Estado,“8 a veces
de manera accidentada, otras por la vía del consenso y
otras más mediante la subordinación de alguna de las
partes de la relación a la otra a través de la fuerza.
A las funciones económico-jurídico-administrativas les
caracterizan aspectos técnicos de planeación y ejecución.
Comprenden el ejercicio de la administración y prestación
de servicios y/o venta de bienes y, de recaudación,
préstamo y manejo de recursos económicos. Además de la
administración de los recursos humanos en el sector
público. Así como las disposiciones jurídicas que norman y
sancionan la convivencia de los hombres entre sí y de éstos
con las instituciones.
has funciones pedagógicas-ideológicas se refieren a las
acciones realizadas por el Estado para educar a los ciuda-
danos conforme a pautas de comportamiento acordes con
el orden establecido que se recrean y socializan a través de
la cultura, la educación, la doctrina oficial cívico-nacionalis-
ta, etcétera. En algunos casos contempla la relación con las
instituciones religiosas a fin de regular que las prácticas y
ritos de las mismas no contravengan los principios
generales del Estado.

sus definiciones generales que? diferencian las paites de la sociedad en


virtud do que cumplan o no funciones gubernamentales.
"»Esta función sustancial del Estado tiene hondas implicaciones
filosóficas que bien pueden remitirnos a la Etica de Barush Spinoza. que.
en su Proposición fita., de la parte III señala: •’...cada cosa, en cuanto es
en si, se esfuerza por preservar su ser." De dicha proposición podemos
Formación i,, desarrolla M (Estado
inferir que In búsqueda de la permanencia37no es privativa del Estado sino
comportamiento lógico y racional de todo ser. Asi al sorel Estado una
construcción humana transporta consigo dicha racionalidad. Es necesario
complementar que el deseo de permanencia no está limitado ti un tiempo
definido, sino que como aspiración es atemporal. Nos dice Spinoza en su
Ova. Proposición: "...el esfuerzo con que cada cosa se esfuerza por
perseverar en su ser, no implica tiempo finito, sino indefinido." Por tanto,
la permanencia del Estado será tal, sólo en e) entendido de que las
panes actuantes que le constituyen: población y gobierno, sean capaces
de construir los acuerdos que antepongan los intereses particulares y el
listado exprese mayormente los intereses generales, lies pecio a las
reflexiones de Spinoza, éstas son citadas por Miguel de U-namuno en su
afamado libro: Del senLimir.nlo trágico de ¡ti vicia.
En tanto que las funciones políticas son las que actúan
en el escenario de las disputas por el poder entre las clases
sociales; como entre los poderes constituidos: Ejecutivo y
Legislativo, así como federal, estatal y municipal; además
de las pugnas o alianzas entre los partidos políticos, los
grupos de presión y los movimientos sociales.
Consideramos esta última división con fines exclusiva-
mente didácticos y de acuerdo con el perfil profesional del
trabajador social, pues lo que es útil en la formación de los
abogados, por señalar un ejemplo, no necesariamente res-
ponde a las particularidades de otras disciplinas.
Verbigracia, limitarnos a la división de las funciones
estatales en tareas legislativa, administrativa y judicial, no
permite ubicar en todo lo que vale el potencial de
intervención del trabajo social en la esfera de lo público. Sin
duda que es necesario aspirar a que los trabajadores
sociales sigan realizando tareas legislativas, pero al igual
que los diputados o senadores de cualquier otra disciplina,
siempre serán pocos en número y existirá siempre el riesgo
que actúen en función de sus intereses partidistas y no
como profesionales del trabajo social. Por lo que toca al
ámbito judicial y administrativo se tiene ya una visión muy
estigmatizada de este profesional como un apéndice de
3ó Salvador Rlvorcdo Goribaldi
abogados y médicos que contribuye a la reproducción de
una imagen simplificadora de la profesión.
Así, al identificar la existencia de funciones económico-
jurídico-administrativas, nos permitimos plantear un campo
de desarrollo profesional en la esfera estatal para el trabajo
social, donde el diseño y ejecución de políticas públicas, las
tareas de planeación e investigación social, la realización de
diagnósticos sociales y la atención de individuos o grupos
humanos Conflictivos o de alta vulnerabilidad son materia
de su atención.
Respecto a la función pedagógica ideológica, se expan-
de un amplio espacio de intervención profesional para el tra-
bajo social, pues la educación no se circunscribe a la de ca
38 Salvador Rlvnrado
Ganbatói
rácter formal Y escolarizada. Siendo el trabajador social
un especialista en educación social y a la vasta experiencia
de trabajo en comunidades que posee, su labor es en
extremo relevante para consumar la misión educativa del
Estado. Y, tocante a las funciones políticas, su
conocimiento de las relaciones sociales, su capacidad de
penetración en las comunidades y su experiencia y
formación en materia de organización y participación social
le hacen un profesional con un enorme potencial por
explotar en la materia. Como puede observarse, la ventaja
que presenta la división propuesta es la de hacer más
didáctica y comprensible la extensa gama de espacios de
intervención profesional que en la esfera de lo público tiene
el trabajo social.
EJERCICIO 2
1.Describe las diferencias entre Estado y Gobierno, asi
como las distintas formas de Estado y de Gobierno.
Define que y cuáles son las funciones del Estado e
ilustra cada una de las mismas con un ejemplo
específico.
3.Ejemplifica un caso particular de intervención del tra-
bajo social en cada una de las funciones generales
del Estado.

€l ORIGÉN DÉl ÉSTUDIO SOBRÉ ÉL ÉSTflDO

En el presente apartado sólo haremos referencia a algunos


autores de manera muy general, esto por dos cuestiones
básicas,- la primera, que no tiene más explicación que las
limitaciones de espacio y, la segunda, la de peso, obedece
a que si bien estos autores no son los únicos importantes
en el tema, sí es posible justificar su insoslayable atención.
Con Platón y Aristóteles inicia la reflexión sobre los asuntos
40 Salvador Hlvoradc Gonaddi
públicos y, particularmente con el segundo, el estudio
sistemático de la organización política. Corresponde a
Maquiavelo el tratamiento del Estado en su acepción
moderna y. Hobbes, Lockey Rousseau, son los teóricos
principales del pacto o el contrato social, idea fundamental
de la ciencia política que lia trascendido hasta nuestros
días.
El estudio de las particularidades del Estado tiene sus
orígenes en la Grecia clásica y su paternidad no es muy
clara. Algunos autores se lo atribuyen a Platón y otros se lo
confieren a su principal discípulo. A decir de Norberto
Bobbio, la obra de Aristóteles, HA POLÍTICA, debe ser
considerada como el primer tratado sobre la naturaleza, las
funciones y las divisiones del listado, asi como sobre las
diversas formas de gobierno.2'1
Sin embargo, tal apreciación a favor de Aristóteles pasa
por alto la obra de su maestro. Andrés Serra Rojas, plantea
al respecto:
El primor trabajo que merece llamarse ciencia política,
pues aplica un razonamiento sistemático y una
investigación crítica a las ideas políticas y a las
instituciones, os la REPÚBLICA de Platón. Después de
dos mil trescientos años continua siendo la única
introducción a las cuestiones básicas para considerar a
los seres humanos como ciudadanos.*"

La discrepancia estriba en la naturaleza de los estudios


de ambos filósofos, mientras Platón ubica su reflexión en el
plano de lo "ideal", Aristóteles se refiere a la realidad.
Platón concibe a la sociedad corno un sistema de
servicios en la que todo hombre aporta y recibe algo y lo
que compete al Estado es regular justamente este proceso
de intercambio. Así, iodos lo hombres realizan una labor
ForiTiocw ^ desarrollo del fcstoclo 39
importante y su relevancia social depende del valor del
trabajo que efectúan. Tal apreciación se basa en la
distinción platónica de tres especies de hombres: los que
son aptos por naturaleza para el trabajo, pero no para el
gobierno, los que son aptos para gobernar, pero bajo el
control y la dirección de otros y, finalmente, los que son
aptos para las más altas tareas del Estado: el gobierno.

“■•Véase Nurbmci Bobbio ct al. op. cu., p 121 ó.


^Andrés Sorra Hojas, op. c/t., p. -170.
Estos últimos, tienen como responsabilidad la elección
de medios y fines para lograr la felicidad de los hombres, y
son los más virtuosos, los sabios. Nos dice al respecto:
...todo Estado organizado naturalmente debe su
prudencia a la ciencia que reside en la más pequeña
parte de él mismo; es decir, en aquellos que están a la
cabeza y que mandan. Y al parecer la naturaleza
produce en mucho menos número los hombres a
quienes toca consagrarse a esta ciencia; ciencia que
es. entre todas las demás, la única que merece el
nombre de prudencia. "

Este ideal, de que los asuntos públicos deben


organizarse conforme a la naturaleza de las aptitudes
humanas, deja entrever la idea platónica de la sociedad
como una unión armónica de individuos donde cada uno de
los cuales ha encontrado la ocupación de su vida con
arreglo a su aptitud natural y preparación y no considera las
pasiones, las ambiciones y las conductas antisociales de la
propia naturaleza de los hombres (incluidos los que son
sabios) que pueden producir enfrentamientos, conflictos de
intereses y los comportamientos más abyectos. En la obra
referida, más adelante se lamenta:
40 Salvador Hlvoradc Gonaddi
Gomo los filósofos no gobiernen los Estados, o como
los que hoy se llaman reyes y soberanos no sean
verdadera y seriamente filósofos, de suerte que la
autoridad pública y la filosofía se encuentren en el
mismo sujeto (...) no hay remedio posible para los
males que arruinan al Estado ni para los del género
humano...38

Para Platón, el solo hecho de que quien detente el


poder sea un sabio, un filósofo, en suma: el hombre más
virtuoso, es garantía de que este ser ilustrado conducirá sus
actos siempre conforme a la razón y la justicia.
"Platón U¡ fírpúb/ini n ni Estado, Libra cuarto, p. I 12.
•v¡bidi!tn, Libra quinto, p. 172.
Formación y desarrollo del fetado 41
En la obra de Aristóteles prevalece el interés ético que
predomina en el pensamiento platónico, el hombre bueno y
el ciudadano bueno son una misma cosa y el fin del Estado
es producir el tipo moral más alto de ser humano: recorde-
mos que para el estagirita, el Estado es una asociación y en
virtud de que la existencia de toda asociación sólo se com-
prende y justifica para la consecución de algún bien, pues
los hombres en sociedad nunca hacen nada contrario a lo
que les parece ser bueno. Es de entenderse entonces que
la consecución del mayor bien colectivo posible correspon-
de consumarlo a la asociación política más importante y
trascendente de todas las asociaciones: el Estado.Ul Esto
implica en consecuencia el reconocimiento de que el Estado
contiene un principio moral: la consecución del bien para
quienes lo conforman.
.Sin embargo, el Estado ideal de LA REPÚBLICA de
Platón es sometido a una acuciosa crítica en su obra LA
POLÍTICAd4 pues sus tesis no fueron aceptadas nunca por
Aristóteles, sobre todo la relativa al gobierno de los sabios.
En este sentido, el ideal aristotélico fue siempre el del
gobierno con observancia de las normas jurídicas y nunca
con apego a las personas, por más sabias que éstas
pudieran llegara ser. Lo cual resulta tanto del
reconocimiento de la fragilidad humana: el hombre por más
sabio que sea, puede en cualquier momento, ser presa de
las pasiones; como de la convicción aristotélica de que un
gobierno apegado a derecho es intrínsecamente un buen
gobierno. "Ni siquiera el gobernante más sabio puede
prescindir de la ley, ya que ésta tiene calidad impersonal
que ningún hombre, por bueno que. sea, puede alcanzar.
LA LEY es LA RAZÓN DEA PRO VI A LA DE PASIÓN."'IR'

‘‘Véase Aristóteles, op. ni.. p ai.


42 Solvodor ñlva'Gclo Garibaldi
'Ansíateles dedica los dos capitulas iniciales del libro segundo de La
Fb/ífica al examen de Lu República de Platón.
"'Citado por Cíoerge H. Salarie, Historia de la teoría política. p. 79.
En función de este deslinde con la construcción de un
Estado sustentado en bases idealistas, Aristóteles
construye la idea de institucionalidad que prevalece en la
ciencia política hasta nuestros dias. En primer término, para
Aristóteles un gobierno que se apega a derecho, es e.1
garante del interés público o general a diferencia de un
gobierno faccioso o tiránico, que gobierna en interés de una
clase o individuo. Segundo, es un régimen jurídico en el
sentido de que el gobierno se realiza mediante regulaciones
generales y no por decretos arbitrarios. Y, tercero, el
gobierno con arreglo a derecho significa gobierno de
súbditos que obedecen voluntariamente y se diferencia del
despotismo, que se apoya únicamente en la fuerza. Como
veremos más adelante, tales preceptos son el antecedente
de tos actuales conceptos de dominación y consenso.
Gomo quiera que sea, para los griegos, incluidos los
autores señalados, el Estado, era la POLIS, el gobierno y la
sociedad misma: En la "ciudad" lo político y lo jurídico se
identifican con lo religioso y con lo moral, por lo que puede
decirse que no existía distinción alguna entre lo público y lo
privado, de tal suerte que la vida del hombre era sustan-
cialmente vida EN y PARA la comunidad y la vida de la comu-
nidad se identificaba con la vida de cada momento de sus
integrantes.1"
Lo mismo es válido para lo romanos, el Estado es la
CIVI- LÍIS, la comunidad de los ciudadanos o la RES PUBLICA,
esto es, la cosa común a todo el pueblo. Georg Jellinek
apunta en referencia: "El NI VIS ROMANAS es, y permanece
siendo, únicamente el ciudadano de la ciudad de Roma (...)
Como caí Grecia, así también úsese aquí, a más de estas
denominaciones, la de pueblo para expresar el Estado, por
Forrnd'ciór y desarrollo del (istcido 43
cuanto abstractamente POPULAS Y GONS significan también
Estado."17

" VóriKc Arnaldo (íórdova. Soctedad y KsUUio i>n ri mundo


moc/orao, p. 2S. (íeorg Jellinek, op. cii,r p. 4M.
Al respecto vale decir, que esta identificación de la
comunidad con el Estado y la convergencia de lo público y
lo privado, así como la indiferenciación entre pueblo y
Estado, es extremadamente selectiva: la gozan sólo los
ciudadanos, de ahí su identificación con los asuntos
públicos; lo cual es imposible de replicarse en la actualidad,
pues estaba cimentada en la ausencia total de derechos y
en la más injusta explotación de la mayoría de quienes
conformaban esos Estados: los esclavos."’
El proceso de decadencia y colapso de los Estados
esclavistas, dio paso a una larga etapa de la historia
conocida como el oscurantismo. Durante la edad media el
guardián de todos los saberes fue la Iglesia y el dogma se
impuso como una sanción divina, pues todos los asuntos
humanos fueron explicados como expresión de la voluntad
de Dios. Será hasta el siglo xv, con el Renacimiento, que el
estudio del Estado cobrará un nuevo impulso, durante este
periodo se someten a cuestionándome) las ideas
predominantes de la edad media, a partir de una
reinterpretación de la filosofía griega, principalmente de las
obras de Platón y Aristóteles; a una crítica sistemática de la
escolástica y sus métodos; como a las formas de
organización social y económica; y a la emergencia de la
revolución copernicana que mina los cimientos de la
cosmovisión cristiana.
En este marco habrán, de resurgir los estudios sobre el
Estado y se sentarán las bases de la moderna ciencia
política, Maquiavelo, Hobbes, Locke y Rousseau, serán las
42 Solvodor ñlva'Gclo Garibaldi
figuras trascendentales en la consolidación de esta ciencia.
En su acepción moderna, como Estado-nación, es
Maquiavelo el primero en utilizar el concepto de Estado. A
finales del siglo xv, los cambios económicos gestados
duran-

" Nn hay que pasar por alto que Aristóteles, eri su obra magna Ln
J’olíürd, dedica el capítulo II del labro primero, a justificar la esclavitud
como un hecho natural, merced a que unos hombres esuín hechos para
mandar y otros para obedecer.
44 Salvador fiivorodo
Goribaidi
te muchos años produjeron una profunda transformación
institucional que daría paso a una nueva organización
social. En la medida en que los gobiernos pudieron
controlar el comercio y la calidad de las mercancías, apoyar
el desarrollo y aplicación de la ciencia y la tecnología,
regular los precios y la ocupación, como establecer
sistemas tributarios, los gobernantes eclesiásticos fueron
sometidos cada vez en mayor grado al control real, hasta
que desapareció la autoridad jurídica de la Iglesia, dicho
poder se desvaneció como potestad independiente y paso a
ser una asociación voluntaria o un socio del gobierno
nacional.
Ningún hombre de su época, como Nicolás Maquiavelo,
vio con tanta claridad la dirección que tomaban los cambios.
Nadie como él comprendió mejor el arcaísmo de las institu-
ciones que estaban siendo desplazadas y nadie aceptó con
mayor facilidad el papel que la fuerza bruta estaba
desempeñando en el proceso. Así como tampoco hubo
quien percibiera mejor, la corrupción moral y política que
acompañaba a la decadencia de las lealtades y devociones
consuetudinarias. Pero también, nadie dio en esa época
mayor valor que Maquiavelo al sentido y trascendencia de
la unidad nacional, ni mostró mayor nostalgia porque la vida
social y política fuese más sana.3“
El libro más famoso de Maquiavelo, EL PRINCIPE, es en
realidad un manual para el gobernante que expresa la esen-
cia del Renacimiento, en cuyo contexto nació la teoría de
Estado-nación y contiene los principios básicos de la
moderna teoría política, lo que hace del florentino una
referencia obligada en el estudio del Estado, en palabras de
Georg H. Sabine:
Más que ningún otro pensador político J’uc Maquiavelo
el creador del significado que se ha atribuido al Estado
46 Salvador fitvoiitido Goritoldl
en el pensamiento político moderno. Aún la propia
palabra T.s-
‘"Vrásc Goett<e H. Sabine, op di.. pp. 2í>2-258.
tada", empleada para designar al cuerpo político
soberano, parece haberse difundido en los idiomas
modernos en gran parte debido a sus escritos. El
Estado como fuerza organizada, suprema en su propio
territorio y que persigue una política consciente de
engrandecimiento en sus relaciones con otros estados,
se convirtió no sólo en la típica institución moderna,
sino en la institución cada vez más poderosa de la
sociedad moderna. Sobre el Estado recayeron en grado
cada vez mayor el derecho y la obligación de regular y
controlar a todas las demás instituciones sociales y de
dirigirlas siguiendo lineas traza das francamente en
interés del propio Estado. El papel que el Estado así
concebido ha desempeñado en la política moderna es
un índice de la claridad con que percibió Maquiavelo la
tendencia de la evolución política.11

El estudio del Estado habrá de cobrar un nuevo


impulso, a partir de las obras de dos pensadores británicos,
que, inscritos en el influjo de renacentismo, colocan al
hombre en el centro de la reflexión y hacen de la razón el
punto sobre el que gravitan las relaciones políticas y
sociales: Tilomas Hobbesy John Locke.
Tilomas Hobbes, es un continuador de la tradición rena-
centista. Por medio del dominio del humanismo clásico, a
través del conocimiento de los autores griegos y romanos,
descubre una civilización secular en la que la teología y los
sacerdotes no juegan ningún papel relevante y en la cual, la
medida y explicación de todas las cosas está en la razón
humana. Así, Hobbes es uno de los principales pensadores
Formación y desarrollo del Estado
que contribuye a la destrucción de45la supremacía de la teo-
logía mediante argumentos filosóficos y un nuevo lenguaje
de carácter científico.
Imbuido por el racionalismo y el método científico de
Baeon, Hobbes intenta explicar las relaciones humanas
científicamente. Para él, la conducta humana es una forma
de movimiento que comprende sensación, sentimiento y
pensa-
•"Ibuhan, p. 263.
miento. Ese movimiento, es conducta social, una manifesta-
ción particular de la conducta humana, cuando los hombres
actúan con referencia a los demás.
Por tanto, Hobbes procede a formulare] mecanismo psi-
cológico del que derive una ley natural que explique la con-
ducta humana, y esa es, el instinto mediante el cual todos
los hombres buscan su propia conservación. Para él, la
naturaleza humana tiene dos principios: el deseo y la razón.
El primero impulsa a los hombres a tomar para sí lo que
otros hombres desean o poseen, lo cual los coloca en
posición de confrontación, en estado de guerra y* la razón,
le permite al hombre regular sus deseos y no poner en
riesgo su propia conservación, es decir, que si no está en
riesgo su propia supervivencia impondrá su condición de
más fuerte.
Asi, para Hobbes el estado de naturaleza de los
hombres, os un estado de guerra de todos contra todos.
Dicho estado de desconfianza y conflicto deriva de que en
la naturaleza existen tres causas de discordia entre los
hombres: la primera, la competencia,- la segunda, la
desconfianza y; la tercera, la gloria. La primera causa
impulsa a los hambres a atacarse para ganar un beneficio,
la segunda, para obtener seguridad y la última, para lograr
reputación:
46 Salvador fitvoiitido Goritoldl
La primera hace uso de la violencia para convertirse en
dueña de las personas, mujeres, niños y ganados de
oíros hombres; la segunda, para defenderlos; la tercera,
recurre a la fuerza por motivos insignificantes, como
una palabra, una sonrisa, una opinión distinta, como
cualquier otro signo de subestimación, ya sea
directamente en sus personas o de modo indirecto en
su descendencia, en sus amigos, en su nación, en su
profesión o en su apellido. Con todo ello es manifiesto
que durante el tiempo en que los hombres viven sin un
poder común que los atemorice a todos, se hallan en la
condición o estado que se denomina de guerra; una
guerra tal que es de todos contra todos.-U '•'Thomas
Hobbes, <>p. cil-, pp. 13Ó-13S.
t'ormouón y arrollo del f ;todu
47
La larga cita no es ociosa, ella contiene la clave que
justifica la necesidad de la constitución del Estado, dado
que mientras no exista un poder común que someta y
atemorice los hombres, éstos permanecen en estado de
guerra. Asi, la paz no es una condición natural, sino una
construcción humana que institucionaliza los antagonismos
y, al darles estatuto jurídico, permite la convivencia
civilizada. Para I lobbes la paz se rige por el temor al
aniquilamiento propio, su sustento es una especie de
pacifismo fatalista. Desde esta perspectiva la paz no es un
estado natural, sino un estado de derecho moralmente
fundado e instituido voluntariamente, cuya primera ley
consiste en poner fin al estado de guerra de todos contra
lodos.
Ikram Antaki, se pregunta y se contesta de manera lúdi-
ca y por demás didáctica sobre la consumación de la paz:
¿Cómo se logra la paz? Declarándola; porque
DECLARAR NS HACER. La declaración de guerra se hace
en sentido único; la declaración de paz necesita una
reciprocidad. La declaración de guerra produce guerra
por el solo hecho de decirla. La declaración de paz aún
no es paz; es instituir un horizonte, un deber ser. La
declaración de paz supone la comunicabilidad, el
lenguaje, el intercambio. La declaración de guerra no
reclama respuesta: donde hay guerra, ya no hay comu
nicación, es el fin de las relaciones entre los hombres.
¿Quién declara la paz? Una autoridad soberana legal
que tiene el monopolio de la fuerza legítima.*3 En suma:
el Estado.

Las motivaciones que encuentra Hobbes en los


hombres para lograr la paz son el temor a la muerte, el
deseo de las cosas que son menester de una vida decorosa
48 Salvador fllvoroclo Goribaldl
y confortable, y la esperanza de obtenerlas por medio del
trabajo. La razón sugiere entonces, la construcción de
normas de paz, a las cuales puedan llegar los hombres por
mutuo consenso, esos acuerdos son las leyes.

"Ikram Antaki, Manual dnl ciudadana múdeme, p. 41.


Bn consecuencia y concordancia con Ikrarn Antaki, esa
autoridad soberana que declara e instituye la paz es el
Estado, el LEVIATÁN, que nace de un pacto para acotar las
ambiciones de los hombres y garantizar la vida y la
propiedad de todos, mediante el temor al castigo que
resulte de violar los acuerdos,- las leyes, pues sin temor y
sin castigo no hay garantía de su cumplimiento: "Los pactos
que no descansan en la espada no son más que palabras,
sin tuerza para defender al hombre".45*
Con esta sentencia Hobbes rompe en definitiva con la
tradición escolástica. A partir de entonces, el Estado es una
construcción humana que debe ser explicada por medio de
la razón.
A decir de autores como Sabine y Crossman,Vl a
menudo se considera al Ensayo sobre EL GOBIERNO CIVIL
de John Loeke como una refutación de los argumentos de
Hobbes y su LFÍVIAT.ÁN, sin embargo, estos autores
coinciden en que la teoría propuesta por Loeke es tan
individualista como la de Hobbes: el hombre sólo vela por
sus intereses y la autoridad del Estado sólo se justifica en
tanto existe para garantizar los derechos del individuo. ¿En
dónde están entonces las diferencias entre ambos autores?
Loeke introduce un factor que será fundamental en la
consolidación del pensamiento liberal al señalar que los
límites a las ambiciones y deseos de posesión de los
hombres, no sólo devienen del temor al castigo por infligir la
ley, sino que están acotadas por los derechos de los
demás. Según manifiesta, hay una ley natural que nos
Formación y desarrollo ctel fcstodo 49
otorga el derecho a la propiedad y contiene ella misma el
límite a ese derecho.

El hombre puede apropiarse de las cosas por su


trabajo en
la medida exacta en que le: es posible utilizarlas con
provecho
Thomas Hobbes, op. <;/(., p. 175. Este planteamiento perdura en la ¡dea
we- beriana de pensar al Estado como el único depositario de la violencia
legítima.
' Véase H. II S. Omssman, RiogratUi tlrJ Pistado moderno, pp. B1-H2
y Uearg U Sílbine, op. ni., p 388.
antes de que se echen a perder, lodo aquello que
excede ese límite no le corresponde al hombre, y
constituye la parte de los demás.'1,

Del reconocimiento de lo propio como de lo que consti-


tuye "la parte de los demás" encontramos una diferencia
sustancial enLre Hobbes y Loeke, que tiene que ver con el
estado de naturaleza, pues mientras para el primero es un
estado de guerra de todos contra todos, para el segundo el
estado natural es de completa libertad e igualdad, dentro
del cual todo poder y toda jurisdicción son recíprocos y en el
que nadie tiene más que otro. "El estado natural tiene una
ley natural por la que, se gobierna, y esa ley obliga a lodos.
La razón, que coincide con esa ley, enseña a cuantos seres
humanos quieren consultarla que, siendo iguales e
independientes, nadie debe dañar a otro en su vida, salud,
libertad o posesiones...'"’''
Esta ley natural existente en el estado de naturaleza le
confiere derechos al individuo como la propia conservación,
la defensa de la vida y la propiedad y el derecho a la
libertad, pero a su vez le implica responsabilidades con los
olios: jus- tamente la observancia de los derechos de los
48 Salvador fllvoroclo Goribaldl
otros, que son los mismos que los propios.
De lo anterior se concluye que el estado de naturaleza
en Loeke es un estado de armonía en el que los hombres
viven en libertad y bajo el imperio de la razón. Sin embargo,
el cumplimiento de la ley natural comprende dos vertientes:
cada uno está obligado a conservar su propia vida y cada
uno está obligado a conservar la humanidad entera,
"...cualquiera tiene la facultad de castigar el crimen para
evitar que vuelva a cometerse, en razón del derecho que
tiene de proteger al género humano..."''' Asi, quien lesiona a
otro en su perso-

.John Loeke, En.s.ivo sobre H gnbwrrn civil, pp.


37-38. íbiclnm. p. 13.
Itihlcm, p. 17.
50 Solvadoi ñlvarodo Gonboldi
na o bienes debe ser considerado no apto para la vida en
sociedad pues es una amenaza para la humanidad. El acto
de agresión es el uso de la fuerza sin derecho y sin justicia,
lo que para Locke conduce al estado de guerra, que es un
estado de odio y destrucción que altera la relación de paz,
benevolencia, ayuda reciproca y defensa mutua del estado
de naturaleza.
Ahora bien, en el estado de naturaleza la propiedad era
común, todo mundo tenia derecho de tomar los medios de
subsistencia que la naturaleza le ofrecía, pero la propiedad
comunal tiene por limite lo que la tierra produce naturalmen-
te: los bienes producidos por la mano espontánea de la
Naturaleza, y no así lo que es producto del trabajo humano,
lo producido por la mano del hombre. Todos los hombres,
naturalmente, tienen derecho a la propiedad, y su principal
propiedad es su propia persona, lo que le permite señalar a
Locke:
Podemos también afirmar que el esfuerzo ele su cuerpo
y la obra de sus manos son también auténticamente
suyos. Por eso, siempre que alguien saca alguna cosa
del estado en que la Naturaleza la produjo y la dejó, ha
puesto en esa cosa algo de esfuerzo, le ha agregado
algo que es propio suyo,- y por ello, la ha convertido en
propiedad suya. Habiendo sido él quien la ha apartado
de la condición común en que la Naturaleza colocó esa
cosa, lia agregado a ésta, mediante su esfuerzo, algo
que excluye de ella el derecho común de los demás/1'

Gomo puede observarse, la tesis de Locke radica en


que el derecho a la propiedad privada emana de que el
hombre extiende su propia personalidad a los objetos
producidos a través del trabajo: al efectuar un desgaste de
energía en ellos les convierte en parte de sí mismo. En este
52 Solvcdor Rlvoíodo Gcirtboldi
planteamiento subyace uno de los pilares del pensamiento
liberal: la igual-
dad de lodos los hombres ante la ley,
'"//j/c/eín, p. l j
incluida la natural por supuesto, pero la diferenciación de
los hombres en virtud de la propiedad que poseen como
fruto del trabajo e iniciativa individual.
Así, mientras en Habbes el Estado nace para superar el
estado natural de guerra de todos contra todos y garantizar
la seguridad de los individuos, en Locke el Estado tiene
razón de ser para la preservación deJ estado de naturaleza
de libertad e igualdad, de buena voluntad, de conservación
y respeto a la propiedad. Aduce Grossman refiriéndose a
Locke: en estado natural los hombres poseen los derechos
naturales a la vida, a la libertad y a la propiedad, por lo que
el Estado sólo surge para el mantenimiento de esos
derechos. Por tanto, Locke no comparte la idea del temor
generalizado de l-Iobbes, al contrario considera que la
fuerza del Estado sólo existe para castigar a una minoría
criminal y relevar a la notoria mayoría, que se conduce
conforme a la razón y la justicia, del deber de la defensa
propia.1'1
El poder estatal, y el Estado mismo, tiene su origen en
la Ubre y autónoma determinación de los individuos que por
asi convenir a sus intereses se unen a otros para formar un
cuerpo poiitico. Todos pactan y transfieren los poderes que
cada uno tenía en el estado de naturaleza a manos de un
cuerpo representativo. El pacto implica el consentimiento de
los individuos de someterse a la voluntad de la mayoría,
toda vez que es muy difícil contar con el consentimiento
unánime. Al hacer esto, cada hombre renuncia a sus
poderes legislativos y ejecutivos en la forma en que le
pertenecían en estado natural, ya que autoriza a otros
elaborar y ejecutar las leyes que requiera la razón y el bien
Formación y desarrolla ctel (sta'db
51
común.
Esta transferencia de poderes será el origen del Poder
Legislativo y Ejecutivo concentrados en un cuerpo político
que actúa como un solo organismo y, asimismo, será la úni-

w
V6ase K, H. s. Grossman, op. afL, p. B5.
ca garantía para Ion hombres de preservar los derechos
inalienables a la vida, la libertad y la propiedad. En este
orden de ideas, es por demás nítida la definición que nos da
Locke aJ respecto:
...el Estado viene a disponer de poder para fijar el
castigo que habrá de aplicarse a las distintas
transgresiones, según croa que lo merecen, cometidas
por los miembros de esa sociedad. Este es el poder de
hacer las leyes. Dispone también del poder de castigar
cualquier daño hecho a uno de sus miembros por
alguien que no lo es: eso constituye el poder de la paz y
de la guerra. Ambos poderes están encaminados a la
defensa de la propiedad../111

En suma, Locke, realizó importantes aportaciones al es-


tudio del Estado, pues replanteó el engarce entre derechos
y obligaciones, lo que se puede traducir como: la exigencia
del respeto a nuestros derechos, paralelamente, obliga a la
estricta observancia y respeto de los ajenos; asimismo,
apuntó la idea de la diferenciación de los hombres en virtud
de la propiedad emanada del trabajo y la iniciativa
individual, lo que repercutirá más tarde en las futuras
teorías del valor y, planteó la importancia de observar la
voluntad de la mayoría en virtud de la imposibilidad de
consumar el consentimiento unánime, idea que será
fundamental hasta la actualidad en los debates y reflexiones
sobre la democracia representativa.
52 Solvcdor Rlvoíodo Gcirtboldi
Por otro lado, la idea imperante del egoísmo natural del
hombre y de la naturaleza util itarista del pacto social, sea
ya para garantizar la vida o para proteger la propiedad, será
fuertemente cuestionada por Juan Jacobo Rousseau. Para
este autor, la comunidad es el principal instrumento de mo-
ralización y por tanto la sujeción política es esencialmente
ética y sólo de manera secundaria cuestión de poder. A la
tesis de Hobbes que considera al "hombre el lobo del hom-

'"John Locke, op. di., p. B5.


formación y 'desarrollo del 6 si odo 53
bre", antepone, la idea de que el hombre es bueno por na-
turaleza y es la sociedad quien lo pervierte, parafraseando a
Rousseau, se pregunta y responde Georg H. Sabine al
respecto:
¿Qué hay de realmente natural y qué de artificial en la
naturaleza humana? En términos generales, su
respuesta consiste en que por encima del egoísmo y
más allá de él, los hombres sienten una reacción innata
ante el subimiento de los demás. A diferencia de
Hobbes y Locke, la base común de sociabilidad es el
sentimiento y no la razón,- salvo para el hombre
perverso, el sufrimiento, dondequiera que se produzca,
es directamente doloroso. En este sentido los hombres
son NATURALMENTE buenos.^

La apelación al sentimiento más que a la razón como


elemento cohesionador de la sociedad, apunta contra los ci-
mientos de otra de las ideas imperantes hasta entonces.
Para Rousseau no hay evidencia alguna que permita
sostener que la razón por si sola haya podido unir a los
hombres si éstos solamente se ocupaban de su felicidad
individual, pues él considera a la sociedad como una
persona moral que nace de un vínculo real que une a sus
miembros. Esa cohesión emana de las cosas que tienen en
común los hombres, tales como un idioma, un interés
específico y la búsqueda de un bienestar determinado,
cosas que no son comúnmente naturales a toda la especie
humana.58
Así, para Rousseau el pacto o el contrato social no
puede ser entre individuos del cual se reconozca a un
soberano o una asamblea representativa, como señalan
Hobbes y Locke, sino el contrato se formaliza con la
comunidad, entre los hombres que tienen elementos
54 SolvoOpr í llvcrodo Goribaldi
comunes entre sí y entre los que existe un interés supremo
que subordina los intereses particulares, de lo cual se
constituye la voluntad general:
’‘GtKH'g I I. Sabino. op. cil. p.
4S9. Ibidem. p. 4ñtt.
(Jada cual pone en común su persona y su poder bajo
la suprema dirección de la voluntad general, y cada
miembro es considerado pane indivisible dol todo (...) La
persona pública que así se constituye, por la unión de
todas las demás (...) es denominado Estado (...) En
cuanto a los asociados, éstos toman colectivamente el
nombre de PUEBLO y particularmente de CIUDADANOS,
como participes de la autoridad soberana, y el de
SÚBDITOS por estar sometidos a la ley.'1

E,n el pacto social cada uno se une a todos y no se une


a nadie en particular, de suerte tal que no obedece más que
a sí mismo que está unido a Lodos y permanece tan libre e
igual, pero en el marco de la ley: "...el hombre pierde su
libertad natural y el derecho ilimitado a todo cuanto desee y
pueda alcanzar, ganando en cambio la libertad civil y la
propiedad de lo que posee".'” En consecuencia, el pacto no
le obliga eon un monarca en particular' o con una asamblea
de representantes específica, sino eon la comunidad toda,
pues la soberanía reside en esta última.
En este sentido, e! contrato, y su cumplimiento, garanti-
zan la igualdad y la libertad, pues según Rousseau el
hombre sólo es libre en el marco de la ley,- el hombre
realiza su libertad obedeciendo las leyes: (pues) "Un pueblo
libre obedece, pero no sirve; tiene jefes, pero no amos;
obedece a las leyes, pero no obedece más que a las leyes,-
y es por fuerza de las leyes por lo que obedece a los
hombres." Vemos, así, que la libertad en Rousseau es muy
formación v desarrollo del Cstodo
diferente de la libertad en Locke.55Eocke asocia libertad y
propiedad; Rousseau, libertad e igualdad. Para Locke, la
libertad es conciencia de una particularidad; para
Rousseau, es ante todo solidaridad. Para Locke la libertad
es un bien que se protege; para Rousseau, una posibilidad
que se realiza ",r>

Vluan Jambo Rousseau. El raaM/vifo swMI. pp. 42-4.'*.


•'Ibidmi. p 48.
•Véase Juan Tbuohaixl, Historia do las ¡tinas paI¡ticas, pp. .Mii-.-t.-ii
Ahora bien, respecto a los alcances de los conceptos li-
bertad e igualdad, se debe precisar que Rousseau distingue
entre libertad natural, que tiene por límites las fuerzas indi-
viduales y, libertad civil, que está circunscrita a la voluntad
general y el derecho y, asimismo, es ineludible destacar que
el autor de EL CONTRATO SOCIAL nunca se pronunció por una
sociedad rigurosamente igualitaria, antes al contrario, reco-
noce que la igualdad absoluta en una quimera inviable en la
realidad y por tanto imposible de practicar. Pero concluye, .y
de allí la importancia de sus reflexiones respecto al papel
del Estado (y para el trabajo social como disciplina), que si
el abuso y la desigualdad son inevitables, se hace
imprescindible entonces la existencia de un poder y de
mecanismos políticos y sociales, que al menos les controlen
y regulen.
Dicha propuesta lo que hace en realidad es con ferirle
al Estado, la responsabilidad política de velar por ki
equidad, como por la generación de canales de movilidad y
ascenso social que eviten la polarización entre opulencia y
miseria, pues una segmentación de la sociedad que permita
la ominosa relación entre hombres tan ricos y poderosos
que puedan comprar a otros hombres forzados a venderse
por la pobreza, es el marco perfecto para el llorecimiento
del despotismo y la injusticia. Señala textualmente:
54 SolvoOpr í llvcrodo Goribaldi
Si intentáis dar la suficiente consistencia a un Estado,
aproximad todo lo posible los extremos, no consintáis
gentes opulentas ni mendigos. Esos dos estados,
naturalmente inseparables, son igualmente funestos
para el bien común: del uno brotan los instigadores de
la tiranía, del otro nacen los tiranos. Entre ellos se
realiza el tráfico de la libertad pública: tinos la compran,
otros la venden.'"'

Esta somera revisión de los estudiosos del pacto social


Hobbes, Locke y Rousseau, nos permite concluir, primero,

Juan Jai-utx) Rousseau, O/J. eíi., p. 8A


56 '>::Jv::,ítor divorcíete Garlooldi
que el contrato, social, es un acto racional, libre y de
beneficio propio (individual y colectivo) que constituye al
Estado. Que es la base de la legitimidad del gobierno y de
la obligación de obedecer y, segundo, que la soberanía
tiene distintas manifestaciones dependientes de la
interacción entre los componentes activos del Estado, así,
mientras en Hobbes la soberanía descansa en el gobierno
unipersonal, en Locke en la asamblea representativa y, en
Rousseau en el cuerpo de los ciudadanos, en la voluntad
general.

€1 surgimiento del €stcido

Como punto de partida debemos señalar que el Estado es


una construcción histórico-sociaP relativamente reciente en
la historia de la humanidad, pues mientras los restos fósiles
más remotos del HOMO SAPIENS datan de aproximadamente
hace 40,000 años, los del Estado más antiguo de que se
tenga registro, el de Mesopotamia, se remiten al año 3000
a. 0.r,K Puede deducirse entonces que el hombre
experimentó un largo proceso de fermentación de sus
relaciones sociales, en las cuales primero privó el
predominio del más fuerte, asi como el tomar de la
naturaleza los bienes necesarios para la subsistencia. La
caza, la pesca y la recolección, que ejemplifican este
"tomar" de la naturaleza cedieron ante el "hacer" propio del
cultivar. La revolución agrícola iniciada hace
aproximadamente 10,000 años antes de nuestra era, fue el

T,l carñrinr historien del Petado es un punro de coincidencia entre


les autores que estudian su origen, sin embargo, las riisei’epanoias
radican en los elementos históricos que convergen para su creación. Asi.
hay múltiples enfoques de entre los que destacan la teoría del origen
familiar del Estado; lo teoría del origen violento del lisiado, la teoría del
origen convencional del Estado; la teoría de la conslitueión espontanea y
58 Salvador H'ivorado
Ganbolci' del Estado; la teoría de la religión eomo origen del Estado y. la
necesaria
teoría del origen hisloríeoonatenalista En nuestro estudio retomaremos
diversos de sus elementos para intentar una explicación integral Para
ahondar en las temías mencionadas, véase Uaniel Montero Zendeias,
fiaría un nuern censf/fuiio/inJisnifi, Colección Pensamiento Jurídico
Veraeruzano, núin r>, pp. 236-307.
•'Véase Jhon A Hall y ti. ,Ilion tkenberry. El Estada, p. 39;
inicio de un lento .y largo proceso de asentamiento y conso-
lidación de las primeras civilizaciones humanas. El cultivo
de la tierra permitió la superación del nomadismo y la
seden- tarización, inicial mente en los márgenes de los
grandes ríos: dotó a los primeros grupos humanos
organizados de uno de los elementos constitutivos del
Estado: el territorio.
Fue ese un proceso muy lento que apareció en el
estadio superior de la Barbarie"'1 en el cual encontramos
por vez primera el arado de hierro tirado por animales
domésticos, lo que hizo posible la roturación de la tierra en
gran escala (y con tillo la revolución de la agricultura] y
produjo, en las condiciones de entonces, un aumento casi
ilimitado de los medios de existencia, lo que permitió de
manera simultánea satisfacer los requerimientos de
alimentación, como el almacenamiento del excedente y el
inicio de la comercialización de parte del mismo, mediante
el intercambio. Asi, en los grupos humanos más avanzados,
las prácticas nómadas de subsistencia fueron sustituidas
por las economías sedentarias que ya no produjeron
únicamente para el consumo cotidiano y a la vez, la
producción de un excedente obligó a que se configu- rara
una nueva forma de organización social que modificaría de
fondo las relaciones entre los hombres tanto en la sociedad
en general, como en el seno de la institución familiar en lo
particular.
El asentamiento definitivo en un territorio determinado,
Formación 1,1 desarrollo del fetodo 57
la generación de riqueza como producto del cultivo de la
tierra y la crianza de animales y, consecuentemente la
emer-
Tederico Fngels reconoce tres grandes periodos en la historia ele la
humanidad. "Salvajismo.- Periodo 011 que predomina la apropiación ele
productos que la naturaleza da ya hechos, las producciones del hombre
están destinadas sobre codo, a facilitar esa apropiación, barbarie.
Periodo en que aparecen la ganadería v la agricultura y se aprende a
incrementar la producción de la naturaleza por medio del irahajo humano.
Civilización.- Periodo en que el hombre sigue aprendiendo a elaborar los
producios naturales, periodo de la industria, propiamente dicha, y del arle
' Federico F.ngels, El origen de Ja familia, de Ia propiedad privada v rl
Estado, p. 26. Asimismo, el mencionado amor realiza una subdivisión en
los dos primeros periodos que comprende estadio inferior, medio y
superior. Para mayor información sobra las particularidades de cada uno
(pp 20-26).
gencia del excedente y de la propiedad privada, derivaron
en un conjunto de prácticas sociales inéditas hasta
entonces.'" La familia, que durante todo el salvajismo y dos
terceras par tes de la barbarie había sido de carácter
matriarcal y poligá- mico es la primera en resentir los
cambios.
Durante el lapso que comprende tanto ai salvajismo
como a la barbarie, prevaleció la familia por grupos, en la
que no era posible determinar con certeza la autenticidad
de la paternidad, pero si conocer la maternidad. "Aun
cuando ésta [la madre] llama hijos suyos a todos los de la
familia común y tiene deberes maternales para con ellos, no
por eso deja de distinguir a sus propios hijos entre los
demás."" Por consiguiente y siempre de acuerdo con el
autor citado, en todas partes donde existe el matrimonio por
grupos la descendencia sólo puede establecerse por la
linea materna. Este hecho no es de importancia menor,
pues con la aparición de la propiedad particular en manos
de los hombres: los rebaños, el excedente agrícola, los
enseres de metal y los esclavos, fue necesario considerar a
58 Salvador H'ivorado
Ganbolci'
quiénes heredar tales bienes acumulados.
Asi, de manera lenta pero irreversible se transitó a la
configuración de la familia patriarcal y monogámiea que so-
juzgó a la mujer, le confirió un papel de servidora en su
seno y le redujo a un instrumento de reproducción.
‘“Uhon A. Hall .y G .Ilion Ikenberry, aducen que: “Tanto el
liberalismo como el marxismo poseen hipótesis esencialmente
evolucionistas •acerca do los orígenes del listado Ambas tendencias
teóricas aseguran que el estilo de vida basado en la caza y la recolección
dejó de tener vigencia .y fue remplazado por la inven eiún de la
agricultura, que se consolidó en el mareo de un fenómeno más tarde
denominado revolución neolítica; consideran, asi, que te enorme
complejidad social resultante, en ocasiones asonada a un avaneo en
términos de organización política hizo posible el paso de la banda a la
tribu y condujo a la creación del Cstado." No obstante de que los mismos
autores más adelante señalan que: "Con toda, no hay una
correspondencia absoluta entre lo invención o adopción de la agricultura
y el origen del Estado: los agricultores primitivos abundan, pero los
Estados no.* Sin embargo, dicha explicación sobre el surgimiento del
Estado es la más consistente conocida hasta ahora, si bien no deja de
ser una construcción hipotética (pp. 39 y 42, respectivamente).
'"Federico Erigels, op. rif., p. 40;
Pormooón y desorrojio ctel (Estado 59
La familia monogámica. Nace (...) en el periodo de
iransieión entre el estadio medio y el estadio superior
de la barbarie (...) Se funda en el predominio del
hombre,- su fin expreso es el de procrear hijos cuya
paternidad sea indiscutible; y esta paternidad
indiscutible se exige porque los hijos, en calidad de
herederos directos, han de entrar un día en posesión de
los bienes de su padre.Ha

Ahora bien, la familia monogámica de finales del


estadio superior de la barbarie transportaba consigo el
germen de la dominación patriarcal porque el primer vínculo
de sometimiento en su interior se refería a la incorporación
de los esclavos a la potestad paterna. En su origen la
palabra familia no aducía a las relaciones conyugales ni a
los hijos, sino exclusivamente a los esclavos: FÁMULAS
significa esclavo doméstico Y FAMILIA era el referente del
conjunto de esclavos pertenecientes a un mismo hombre.'"
Con el paso del tiempo la connotación de la familia cambió,
quedó adscrita a las relaciones con la esposa y los hijos
herederos, pero lo que no varió ya, fue el carácter
dominante del padre y las relaciones de subordinación del
resto de los miembros de la familia, relaciones típicas en los
orígenes de dicha institución y persistentes hasta nuestros
dias.
Asentadas las comunidades en extensiones
geográficas lijas, reformada la familia, consolidadas las
relaciones de parentesco y herencia y fortalecidos los
vínculos entre familias, se crearon lazos y prácticas
culturales integradoras que les dieron identidad y cohesión
social a las comunidades y que fueron la base de las
grandes civilizaciones.“ Paulatinamente
'mfbidem, p. 61.
'Véase ibkJfím. pp. 56 y 57
;
T.,a transformación (Je la familia ira ¡o consigo una primera división
del irahajo: entre el hombre y la mujer y la sedenmrización, la división
entre campo y ciudad. Señala .luán IVrnm al respecto ‘Durante miles de
años la sociedad humana, en sus grupos más avanzados, pasa de ser
recolectara a productora. El cultivo de plantas y la cria de animales, que
al principio sólo desempeñaban un papel secundario, llegan a ser
deierminanies. Uno de los resultados más 60 Solvodor fìlvnrodo
Garibaldi entonces, se Fue consolidando otro de los
elementos constitutivos del Estado: la población, que se
adscribió a un territorio determinado.
Debido a que no todos los grupos humanos se sed
entapizaron de manera simultánea, hubo un largo periodo
de la historia en el que coexistieron comunidades
establecidas permanentemente en un lugar, con los grupos
nómadas y primitivos, algunos de los cuales dejaron de
transitar de un lugar a otro en búsqueda de mejores climas
y de los bienes naturales necesarios para la subsistencia y
se dedicaron al hostigamiento y saqueo de las riquezas
producidas por lo gru pos se den l ari os.
La generación del excedente en las comunidades
sedentarias y su creciente intercambio comercial, el
fortalecimiento de lazos identitarios y de prácticas
integradoras; apológicas.y religiosas/1' asi como la
hostilidad, tanto de los grupos bárbaros, como de otras
comunidades debidamente estable- importantes de esta
transformación. que ;i HU vez confirmará y acelerará las otras
consecuencias de la misma, es la aparición ile las ciudades, que tiene
lugar en el tercer milenio antes de nuestra era. 1.a ciudad no es
simplemente una población importante, como se le considera con
frecuencia: es un centro de actividades especializadas, que ya no son
desempeñadas pur los agricultores y los pastores fuera de sus
ocupaciones básicas; en ella se expresa una nueva, segunda división
social del trabajo; su población se integra, eri lo fundamental, por
personas dedicadas a las artesanías, al culto, al comercio y al gobierno.
Formación y desarrollo da! estado
61
I,as ciudades pronto llegan a ser los principales núcleos de la cultura y
del progreso, en ellas se concentra la mayor parti - del producto social no
indispensable para alimentar a los productores directos, y se linee posible
así la vida de grupos dedicados al arle, a las ciencias, a la meditación.*
Juan Brom, Para comprender ki historia, pp. 65-66. I,n larga cita bajo
ningún concepto la consideramos ociosa toda vez que ilustra de manera
puntual el importante proceso de transformación social que implicó la
aparición de las ciudades.
•151 pensamiento religioso de la época, hasta donde podemos
reconstruirlo, se caracteriza por el temor a lo desconocido, por el uso de
la magia para dominar a la naturaleza; a pesar di' sus múltiples
elementos objetivamente falsos, no deja di jugar también un papel de
impulso al progreso: facilita el pensamiento abstracto, y con ello sienta
bases para generalizaciones que, muchas veces permitirán una
profundizar,ión en la realidad del mundo, al combinarse con
observaciones de mayor objetividad. Vea se ibidem, p. 62. Es importante
señalar que conforme se fue configurando una cosmovisióri religiosa del
mundo, también se fue conso fidando un grupo humano depositario de
los saberes y explicaciones religiosas que pasaría a formar parte de las
clases gobernantes. Asi como se requirió de ciclas y el riesgo
permanente de ser objeto de la agresión y despojo, derivó
en una creciente d¡versificación de actividades en la
sociedad, de entre Jas cuales se destacaron por su papel
trascendental en el proceso de desarrollo de construcción
del Estado: las administrativas y las militares,
...el Estado se había desarrollado sin hacerse notar.
Los nuevos grupos constituidos por la división del
trabajo, primero entre la ciudad y el campo, después
entre las diferentes ramas de la industria en las
ciudades, habían creado nuevos órganos para la
defensa de sus intereses y se instituyeron oficios pú-
blicos de todas las clases. Luego, el joven Estado tuvo,
ante todo, necesidad de una fuerza propia, que en un
pueblo navegante (Engels analiza la génesis del Estado
en la Grecia clásica, por eso hace esta alusión), como
eran los atenienses, no pudo ser primeramente sino
una fuerza naval, usada en pequeñas guerras y para
proteger los barcos mercantes.'EH

La organización militar fue necesaria para garantizar la


seguridad de la comunidad y salvaguardar sus bienes, por
lo que inicialmente cumplió una función defensiva ante el
posible; ataque y saqueo de los grupos bárbaros o
enemigos, de ahí que la organización castrense en sus
orígenes tuvo un gran aprecio y reconocimiento de la
sociedad, pues representaba su propia seguridad y
motivaba una admiración colectiva el hecho de que hubiera
quienes estaban dispuestos a arriesgar la vida -y
frecuentemente a perderla- en aras de defender a la
comunidad. En consecuencia, tales acontecimientos
forzaron a que la sociedad exentara a un grupo de personas
de las actividades productivas con la finalidad de que se
especializarán en las artes de la guerra. Sin embargo, la
invención de la esclavitud le dio una nueva connotación y
función a la milicia, la defensa ya no fue su único o más
administradores para el excedente y las tareas públicas, se necesité
también quien diera certidumbre administrando los temores y las almas.
,lh
Ihidem, p. 115.
Ó2 Solvcdot Hlvorodc
GunoalcJi
importante cometido, sino hacer la guerra con fines expan-
sivos y en aras de someter a la esclavitud a los grupos ven-
cidos,"' fue entonces el preámbulo de la aparición del listado
esclavista.
Conforme se daba el proceso descrito, las tareas admi-
nistrativas se hicieron cada vez más complejas y
demandaron de creciente especialización, lo cual
desembocó en la consolidación y perfeccionamiento del
tercer elemento constitutivo del Estado: el gobierno.
A partir de la existencia interdependiente de los tres ele-
mentos constitutivos: territorio, población y gobierno, es que
podemos hablar propiamente del Estado y como ya señala-
mos, el registro más remoto data de aproximadamente
3,000 años antes de nuestra era.
Con el transcurrir del tiempo, el Estado ha evolucionado
continuamente, pero la constante ha sido la porvivencia de
los elementos que le constituyen. Desde la polis griega, al
imperio romano se articula como Estado esclavista, en el
cual sólo una parte muy reducida de la población es
considerada portadora de derechos y obligaciones con la
cosa PÚBLICA, muy pocos son considerados ciudadanos, en
tanto que las mayorías eran sometidas a la más cruel
explotación. La decadencia del esclavismo da paso a la
configuración del Estado feudal, donde los derechos y
márgenes de libertad se amplían. Por ejemplo, los
campesinos son dueños de su existencia pero disponen de
una libertad condicionada, pues están adscritos a la tierra
que deben labrar para subsistir y pagar el tributo al señor
feudal.

■ Jhon A. Hall v < ¡ .Jhnn Ikcnherry, realizan un reoiieiHu de la


transformación del Estado a través del uso de las armas, señalan con
respecto al Estada tic quise tiene el registro más remoto: "...no tuvo que
transcurrir mucho tiempo pata que el primitivo Estado mesopotámico
descubriera que centralizar el control ofrecía enormes beneficios
militares. Hacia el año 2,.«Mi a. O., Saragón de Akkad ya dirigía esta
capacidad militar hacia la creación del primer sistema imperial. De ahí en
adelante, las páginas de la historia antigua están pobladas por Estados
creados por instancias militares...", up. til., p. 47.
Sin embargo, durante el medioevo los individuos que
por necesidad estaban sometidos al poder feudal, lucharon
por su libertad y quienes lograban escapar de las
imposiciones señoriales, se desplazaban a las nacientes y
precarias ciudades, que paradójicamente eran consideradas
como comunidades de hombres libres. A partir de las cuales
se vivió un lento pero irreversible proceso de centralización
del poder en la figura del monarca que concedía fueros y
privilegios a determinados grupos.
Empero, duran Le más de tres siglos el Es Lado
absolutista, viviría el fermento y emergencia de los
sentimientos de identidad nacional en un cada vez mayor
número de grupos humanos unidos por tradiciones, valores
compartidos y semejanzas genéticas, así como el asedio
por el reclamo de la ampliación de las libertades y por el
acotamiento del poder y la arbitrariedad del monarca
absoluto.
Si en el siglo xv observamos la consolidación de los
Estados nacionales, donde cada Estado emergente reclama
para sí los tres elementos constitutivos: territorio, población
y gobierno, el siglo XVlii será el escenario de la configura-
ción del Estado liberal moderno, caracterizado por la su-
premacía de los intereses de la burguesía en detrimento de
los propios de la nobleza y de la predominancia de la de-
mocracia como forma de gobierno, a partir del cual los ele-
mentos actuantes del Estado: población y gobierno jugarán
un papel cada vez más relevante en la vida política, por un
lado y por otro, el Estado experimentará su crecimiento, en
poder y en sus ámbitos de injerencia, pues las sociedades
I or moción y desarrollo del Ostooo 63
organizadas y demandantes lograrán hacer que las políticas
públicas también expresen sus intereses y satisfagan sus
necesidades.
EJERCICIO 3
1. Explica las diferencias sustanciales entre los
argumentos de Platón y Aristóteles respecto a la
organización del Estado.
64 botvcdor Rlvorodo Gartooldl

a.Expón qué es el estado de naturaleza para Thomas


Hobbes y Jonh Locke y el porqué de la necesidad del
surgimiento del Estado.
3'.Describe por qué I lobbes, Locke y Rousseau son
considerados los principales exponentes de la teoría
del pacto social.
4. Explica la importancia de la revolución agrícola, la
transformación de la familia, la emergencia del
sacerdocio y la milicia en la conformación del Estado.

Teorías básicos sobre el (Estado

En términos generales podemos definir a una teoría como


un conjunto de proposiciones articuladas de manera lógica,
que en materia política, representan una consmovisión, es
decir, una manera de ver e interpretar las cosas. En ese
sentido, sirve al trabajador social conocer diferentes teorías
para ampliar su campo de conocí miento, pero,
fundamentalmente para emplearles como un instrumento de
interpretación de la realidad y de definición de sus
particulares pnsicionarnien- los. Esto así, porque una teoría
no sólo sirve para pensar la realidad, sino también para
pensarse en la realidad y actuar en consecuencia. En este
apartado, abordaremos sólo las teorías clásicas y antitéticas
sobre el Estado.
Liberalismo
El liberalismo, es una doctrina filosófica, económica y políti-
ca que aboga como premisa fundamental por el desarrollo
de la libertad personal individual y, a partir de ésta, por el
progreso de la sociedad.
Con base en esta premisa, podemos señalar que las
principales tesis que sostienen al liberalismo suscriben que:
l.La sociedad está regida por leyes naturales,
universales y permanentes, sobre todo aquellas
referidas a la observancia y cumplimiento de los
derechos naturales e inherentes del. hombre: la vida,
la libertad, la propiedad.
formación v desarrollo del (-stotto 65
Ü.El ámbito económico está regido por el interés
personal y la competencia de los esfuerzos
individuales, lo que asegura el éxito de los más
hábiles, los mejores, los más competitivos.
3. El destino humano se realiza por la libre elección
individual.
4. El Estado debo garantizar seguridad en lo interno y
en la defensa del país.
5. El Estado debe limitar su campo de acción a
funciones de gobierno, interviniendo lo menos posible
en el plano económico, a fin de garantizar el libre
juego del mercado.

De la conjunción de tales principios se deriva la convic-


ción liberal de que cada individuo actúa conforme a la
razón, por lo que busca 1(3 mejor de si mismo y, que las
relaciones resultantes de este modo de actuar terminan
beneficiando a Lodos, por lo cual, corresponde al Estado
una actuación mínima, sólo a nivel administrativo y de
gobierno, bajo ('I imperativo cuidado de que sus
intervenciones no inhiban las iniciativas individuales, a las
cuales se les debe "dejar hacer".
Si bien se reconoce a Jhon Locke como el principal
pensador del liberalismo en materia filosófica y política,
como a Jos clásicos librecambistas Adam Smith y David
Ricardo en el ámbito económico, quien expresa de nítida
manera la naturaleza del Estado desde el pensamiento
liberal, es Emmanuel Kani.
Para Kant, el Estado nace como una exigencia de la
razón y son leyes a PVIORI las que determinan su
establecimiento y sus funciones, lo cual es acorde con el
punto uno que enumeramos en el párrafo anterior como
tesis fundamentales del liberalismo. Esas leyes que
Ó6 Salvador filvororio
Goriboldi
anteceden la formación de! Estado son la necesidad
racional y natural de los hombres de asociarse y de
preservar su vida y su propiedad.
Así, ('1 Estado, o mejor dicho, el acuerdo mediante el
cual nace el Estado, es primero una idea:
...el hombre debe salir del estado de naturaleza, en el
cual cada uno obedece a los caprichos de su propia
fantasía, .y unirse a los demás (con los cuales no puede
evitar el encontrarse en relaciones reciprocas),
sometiéndose a una constricción exterior públicamente
legal; es necesario, por tanto, entrar en un estado
(Zustand) en el que se determine legalmente lo que
debe ser reconocido a cada quien como suyo y se le
asigne como parte por una potencia suficiente (que no
es la potencia de un individuo, sino una potencia
exterior); vale decir, que antes que nada liada uno debe
entrar en un estado civil (...) El estado de naturaleza no
podía ofrecer lia garantía legal (suficiente) que es
precisa al mantenimiento de lo suyo de cada quien;
podía muy bien existir en tal estado un mío y un tuyo
que se mantuvieran incólumes por un respeto
espontáneo entre los hombres, pero esto no daba la
garantía que ofrece la potencia superior del Estado.**

En interesante reflexión sobre el planteamiento anterior,


Amálelo Oórciova señala que el punto al que Kant quiere
arribar es al establecimiento de una forma de Estado que
sea capaz de otorgar aquella garantía legal (que es
permanente y no está al arbitrio de persona alguna], que
asegure el suyo de cada quien. En consecuencia, para Kant
lo importante es encontrar el medio que legalmente
garantice la propiedad; pues un Estado en el que de modo
permanente cada uno de los ciudadanos estuvieran en
riesgo de perder sus bienes, seria tanto como reproducir las
condiciones de inseguridad propias del estado de
naturaleza y por tanto el pacto de construcción de la
sociedad civil intrascendente, pues el Estado no tendría
razón de ser. En este orden de ideas, únicamente el
derecho puede constituir ese elemento que da seguridad a
la propiedad y solamente el derecho puede hacer del
Estado, esa entidad que no se identifica con los intereses
de

'•'Emmamiel Kant, citad» por Ama Ido Górdóva, <H> OI., pp.
137-138.
un propietario en particular, SINO CON LUDAS, EN GENERAL.''"
Desde este enfoque entonces, el Estado es la expresión del
interés general.
Finalmente, conviene mencionar ciertos rasgos del libe-
ralismo que hacen atractiva y sugerente a esta corriente de
pensamiento: el liberalismo ha pugnado siempre por la exis-
tencia de mecanismos sociales que permitan a los
individuos ascender socialmente, y se pronuncia contra las
restricciones a la libertad de expresión o de opinión, como
contra la censura y toda autoridad del Estado ejercida con
arbitrariedad e impunidad sobre el individuo. En la esfera
económica los liberales están contra los monopolios y las
políticas que someten la economía ai control del Estado y
en materia de culto religioso, los liberales se han opuesto a
la injerencia de la Iglesia en los asuntos públicos, como a
los intentos de grupos religiosos de influir sobre la opinión
pública.

Marxismo
La diferencia sustancial entre el pensamiento liberal y el
marxismo con relación a la naturaleza del Estado, parte del
significado de las clases sociales. Carlos Marx nunca dejó
de reconocer el papel revolucionario que jugó la burguesía
en el tránsito del feudalismo a la sociedad capitalista, ni de
valorar el avance que significó la universalización de los
derechos políticos del ciudadano preconizados por los
revolucionarios franceses. Sin embargo, para Marx estos
valores no eran suficientes para garantizar la libertad
humana en general, dado que mientras reconocían
universalmente la igualdad política y jurídica de los
hombres, a través del control del Estado, se legitima,
garantiza y reproduce la desigualdad económica. De suerte
tal que, en abierta contraposición con el ideario liberal, el
Estado no puede ser el garante del bien común, pues no es
una fuerza neutral.

'Ibklmi, p. i ¡8.
Ó8 Sulvodor Rlvdrodo Goriboldi

En este sentido, para esta escuela de pensamiento el


Estado es un instrumento fundamental del poder político en
la sociedad dividida en clases sociales, que desde su naci-
miento se caracteriza como una organización ai servicio de
los intereses de la clase económicamente dominante.
En los albores de la civilización humana, durante el
régimen del comunismo primitivo, los hombres vivían y
trabajaban colectivamente. En esta sociedad no existían
clases sociales y todos los problemas eran resueltos en el
ámbito de la comunidad. Las personas designadas para
asumir tareas de conducción de los asuntos de interés
colectivo: ancianos, jefes militares o espirituales, etcétera,
gozaban de una gran autoridad, pero no disponían ni de
recursos materiales ni de ninguna fuerza coactiva para
imponer su voluntad al resto de los hombres. En caso de
cualquier amenaza Contra la gens o la tribu todos los
hombres que estaban en condiciones de empuñar las
armas se organizaban en su defensa, pues prevalecía el
interés colectivo. Sin embargo, con la aparición de la
propiedad privada y las clases sociales ya no fue posible
mantener esa organización armada de todo el pueblo en vir-
tud de que los intereses de las clases dejaron de ser
comunes y entraron en conflicto/0
La división en clases modificó las relaciones de poder
en el seno de la colectividad, la clase dominante debía
apoyarse ya no en la fuerza de la autoridad, como antaño,
sino en la autoridad de la fuerza, de ahí el imperativo del
nacimiento del Estado. Con la aparición de las clases
sociales surge también la necesidad del Estado como un
aparato especial para mantener el orden social y garantizar
los intereses de la clase dominante, que vive de la
explotación de las clases dominadas.
For moción u ftesorrallo de-i (-
sloor. (f)
Desde la perspectiva marxista, la historia humana
registra la existencia de varios tipos de Estado explotador:
el

"l. Blaubr.ig, Oiccionnrio marxiste de filmufía. pp. 97-98.


esclavista, el feudal y el burgués, en los cuales es posible
también identificar distintas formas de gobierno que se con-
figuran con base en las interrelaciones interclasistas,- la
monarquía absoluta, la monarquía constitucional, la aristo-
cracia, la república democrática, etcétera. Sin embargo, la
esencia es la misma no obstante los diferentes tipos de
Estado y las diferentes formas de gobierno: la imposición y
salvaguarda de los intereses de la clase que domina econó-
micamente.
Así para esta escuela, el Estado, al ser un instrumento
de dominación, está integrado también por destacamentos
de hombres armados que salvaguardan el orden y aseguran
la reproducción de las relaciones de explotación: el ejército
y la policía. Los recursos indispensables para la
manutención de los aparatos del Estado son obtenidos a
través de los impuestos, para cuya recaudación se emplea
un ejército de funcionarios y complicados sistemas de
tributación. Para la consecución de este fin, el Estado se
vale tanto de la coacción como de la ideología, a través de
las cuales se cumplen las disposiciones fiscales. Para los
marxistes, el Estado nos cuesta a todos, todos le
mantenemos, pero no responde a los intereses de todos,
sino particularmente a los de la clase dominante.
No obstante el rigor analítico que caracteriza al materia-
lismo histórico, no deja de persistir en él una visión lineal de
la historia, la cual avanza mediante el acomodo de etapas
sucesivas. Reconocida la lucha de clases corno el motor de
70 Solvodor Rlvúroida Gariboldi

la historia por los marxistas, el enfrentamiento entre explo-


tados y explotadores: esclavos y esclavistas,- siervos y
señores feudales; proletarios y burgueses, traerá consigo la
desaparición del Estado como instrumento de la clase
dominante y el advenimiento de la sociedad sin clases
donde no exista la explotación del hombre por el hombre.
Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que esta
tesis optimista, lamentablemente no tiene su correlato empí-
rico en la historia, por lo menos hasta ahora, antes al
contrario las experiencias emanadas de los procesos
revolucionarios de orientación marxista: la revolución rusa,
la china y la cubana, solamente por mencionar las más
representativas, ni acabaron con la explotación, y no sólo
no desapareció el Estado como instrumento de dominación,
sino que perfeccionó sus métodos de dominio en detrimento
de las libertades individuales y del sometimiento de aquel a
quien supuestamente debía de liberar: al hombre.

€stodo y político

La importancia de esta relación se deriva de la necesidad


de analizar cómo se ejerce el poder del Estado a partir de la
premisa de que su ejercicio no se da únicamente por vía de
la imposición. Si nos cuestionamos, ¿qué es lo que hace
que un mandato encuentre obediencia, es decir, por qué
hay quienes ejecutan órdenes que vienen de otros sin
necesidad de la coacción? para respondernos, debemos
recurrir al papel que juega la política en la creación y
articulación de los acuerdos. Es decir, el poder del Estado,
no es sólo imposición, sino también es convencimiento.

Política, poder y < lases socoles


For moción u ftesorrallo de-i (-
sloor. (f)
La política tiene distintas acepciones, en su significado
clásico deriva de la polis griega (POLILIKÓS) que significa
todo lo que se refiere a la ciudad, y en consecuencia al
ciudadano, lo civil, lo público y también lo sociable y lo
social. En la edad moderna perdió su significado original y
poco a poco Tue acotando su alcance para referirse
particularmente a las relaciones de poder o al estudio de
éstas. Por lo cual, para efectos pedagógicos, por lo menos
debe ser considerada en dos vertientes: como ciencia y
como actividad. En su primera significación, es la ciencia
que estudia las relaciones de autoridad y obediencia y sus
efectos sobre el comporta mien-
formación u etesatralto del Btado 71

lo de los hombres. Asi, se constituye por un conjunto de


saberes sistematizados con un objeto propio de estudio,
con conceptos generales específicos y con particulares
métodos y técnicas de análisis.
Empero, para la formación de los trabajadores sociales,
es muy importante abordarla y entenderla también como ac-
tividad, toda vez que se peñere a las interacciones de domi-
nación de los hombres entre sí y, a las relaciones de mando
y obediencia entre éstos .y las instituciones públicas. Gomo
actividad (ni como ciencia], la política no es un hecho de la
naturaleza, es una relación entre los hombres, creada Y re-
creada por ellos, lo que motiva que no esté sujeta a leyes
inmutables, absolutas e inviolables. Dicha relación es resul-
tante de una necesidad vital del hombre para subsistir: la
necesidad física de todos los seres humanos de convivir
con los otros. Como resultado de esta necesidad, el hombre
establece relaciones políticas (de mando y obediencia] que
se modifican con el tiempo: la tradición, la moral o el
derecho comprenden reglas, normas y disposiciones
jurídicas y axio- lógicas creadas, transmitidas y preservadas
para regular la vida del hombre en comunidad y son
modificadas en diferentes épocas y por distintos grupos
humanos.
Así, es necesario revalorar el sentido de la política y rei-
vindicarla como práctica, pues no obstante al descrédito
que vive actualmente y al desgaste al que se ve sometida
cotidianamente por los "políticos profesionales", merced a
las descalificaciones entre sí, los videoeseándalos y las
prácticas de corrupción que empañan el quehacer de los
hombres públicos, la política, en tanto actividad relativa a
las relaciones de lucha y administración clel poder, es el
arte de la construcción de los acuerdos que como sociedad
I-cu mnaón ^ desmeollo dsl tstodo
73
nos permiten dirimir civilizadamente las diferencias.
No es aceptable bajo ningún concepto, por más clásica
que sea, la tesis de Karl Yon Glausewitz que sostiene que
"la guerra es la continuación de la politica por otros medios",
antes al contrario, la guerra es el fracaso de la política o
como dice Juan María Al ponte: "...ha Llegado 1.a hora de
establecer con toda claridad, el cambio: que la guerra no es
la política por otro camino ni el último recurso de la política,
sino el fin de la política y el comienzo de la catástrofe en
cadena".71 En consecuencia, la política representa el
principal vehículo a través del cual se pueden generar los
acuerdos, los consensos que nos permitan fortalecer y
preservar a la sociedad, sobre todo en momentos como los
actuales donde predomina la violencia, la desconfianza y la
inseguridad. De ahi la urgencia de reivindicar a la política
como el arte de la construcción de los pactos que regulen
las relaciones de poder en la sociedad.
EII ese orden de ideas, entender la política y hacer polí-
tica es un poderoso instrumento para el trabajo social como
disciplina: para analizar, comprendero modificar las relacio-
nes de mando y obediencia en las comunidades donde
intervierte profesionalmente, para lo cual es menester que
el trabajador social comprenda y maneje con precisión el
concepto clave de la política: el poder.
En su acepción más amplia, el concepto poder designa
la capacidad o posibilidad de obrar y producir efectos a
través de los arlos de voluntady puede referirse tanto a los
individuos, como a los grupos humanos. El poder precisa la
capacidad del hombre de obrar en sociedad, pues el
individuo no es sólo sujeto, sino paralelamente objeto del
poder, en consecuencia, tiene el poder, una naturaleza
social: se ejerce poder sobre otro u otros, y a la inversa otro
72 Solví irtor fllvoródo Goribotíi

u otros ejercen poder sobre nosotros. Lo cual nos permite


apuntalar una máxima que se deri-

Muíin María /Upame, Hambres un la historia El autor haré un muy


arunin- -;o análisis de la vida y la obra da Kari Vori Ulnusewilz, mnneidu
rumo rl gran t.c(.ri'ie.u que. irun la publicación (Ir sil libro Sobre lo puerro,
en lilil í, revolucionó la ciencia bélica y las tánicas militan:«, asi corno rl
sentido v iusiilirariou de. In guerra, véase pp. 7-1 (1.
va de la obra MASA Y PODER, de Elias CanetLi. Las
reflexiones del autor de origen búlgaro, nos dejan entrever
que en toda relación humana subyace una relación de
poder,*2 al margen de las jerarquías que ocupen los sujetos
en sus interacciones existe siempre una relación de poder,
pues mientras que entre iguales hay negociación, hacia
arriba se obedece Y hacia abajo se ordena. No es fortuito
entonces que Aristóteles, tres siglos antes de nuestra era
definiera al hombre como un animal político.
Asi, en el poder que ejerce el padre al impartir órdenes
a sus hijos; o el de un jefe de cualesquier empleo al
imponer una cuota determinada de producción; o el del
sacerdote al exigir un determinado comportamiento a sus
feligreses, etcétera, como en el de un gobierno al comunicar
órdenes a sus ciudadanos, hay la expectativa de la
ejecución de una acción derivada de tal mandato. En
consecuencia, el común denominador de todos estos
ejemplos, es que alguien tiene el imperativo para que los
demás actúen conforme a sus designios. Por consiguiente,
definimos TIL PODER COMO ¡O [ACUITAD QUE TIENE ALGUIEN
PAM QUE OTRO U OTROS EJECUTEN SU VOLUNTAD. Aduce Ellas
CanetLi al respecto:
Lo primero que llama la atención en la orden es que
provoca una acción. Un dedo extendido que señala en
I-cu mnaón ^ desmeollo dsl tstodo
73
una dirección puede tener el efecto de una orden: todos
los ojos que perciben el dedo giran en la misma
dirección. Parece pues que la acción provocada cuya
dirección está determinada, es todo lo que importa en
la orden/'

’'•Véase lilías Ganetti. Musa y podetr. Ganetti sostiene que la


palabra Macht. podei deriva de una vieja rafe gótioa, mugan, que quiere
deoii ser capa?, .y que no está relacionada en absoluto con la rafe,
m/wtien: hacer. 1,1 autor analiza los orígenes y los elementos del poder,
hace la diferenciación eon relación a la tuerza .v determina como
elementos dt I poder la rapidez, la autoridad, rl conocimiento y el
KCM.reto. Se sugiere la revisión de los capítulos: Los e lomen los del
poder y La orden pp. 375-295 y 297-329, respectivamente.
‘thktem. p. SOI).
74 SolvtxJoi flUoioi l:
Ggribc'idi

De esta manera distinguimos nítidamente la diferencia


entre el poder del hombre sobre el hombre y el poder de
éste sobre las cosas, pues como fenómeno social el poder
es siempre entre hombres.
En este contexto, no son aceptables aquellas
definiciones que omiten esta particularidad y conceptual
izan al poder como la posesión de instrumentos aptos para
alcanzar los fines deseados. Ejemplo de ello lo
encontramos en 'Tilomas Hobbes, que define en EJ
LEVIATÁII: "El poder de un hombre ('umversalmente
considerado) consiste en sus medios presentes para
obtener algún bien manifiesto futuro". • Definiciones como
esta declaran al poder como algo que se posee, como un
objeto u sustancia útil para la consecución de un fin. Sin
embargo,
...no hay poder si no hay, junto al Individuo (o grupo)
que lo ejerce, otro individuo (o grupo) que se ve
inducido a comportarse del modo deseado por el
primero. Ciertamente, el poder puede ser ejercido por
medio de instrumentos o de cosas. Si tengo dinero,
puedo inducir a otro a tener determinada conducta
que,yo deseo, a cambio de dinero. Pero si me
encuentro solo o si el otro no está dispuesto a tener
aquel comportamiento por ninguna cifra de dinero, mi
poder desaparece. Ello demuestra que mi poder no
reside en ninguna cosa (en este caso dinero), sino en til
hecho de que hay otro y que éste se ve inducido por mi
a comportarse según mis deseos. El poder social no es
una cosa, o una posesión: es una relación entre
hombres.7 .
f'ormacón i,i desarrollo del fctadc
75

1 io anterior nos permite exponer la existencia de


distintas fuentes de poder que tienen que ver con la calidad
del mismo. El poder por sí mismo, no os ni bueno ni malo,
es un aspecto ineludible de la convivencia humana y su
calidad tiene que ver con los niveles de desarrollo
alcanzados por la sociedad,

•Tilomas Hobbes, op. 1,71., p. 99.


Norberto Bobbio, op. cit, p. 1191.
pues en la medida que se tenga una sociedad más
organizada, más informada, demandante y democrática
mayor será la calidad del poder que caracterice sus
interrelaoiones.
Tres son las fuentes tradicionales del poder: la fuerza,
el dinero y el conocimiento. Por medio de la fuerza alguien
puede verse obligado a ejecutar un acto que de no ser
forzado no realizaría, igualmente como ya vimos, por medio
del dinero se puede comprar la voluntad del otro, e incluso,
por medio del dinero podemos comprar la fuerza de un
tercero para que otro se vea obligado a cumplir con
nuestros deseos. Sin embargo, estos actos de poder
ejecutados por medio de la fuerza y/o el dinero son propios
de relaciones arbitrarias y expresan un poder de mala
calidad.
La fuerza por sí misma, incluso cuando funciona,
genera siempre resistencias, quienes la padezcan estarán
siempre al acecho de la primera oportunidad para liberase
del control e incluso cobrarse los agravios. Igualmente,
aquellos cuyo poder se basa en el usufructo de la riqueza,
tienen siempre el riesgo do que se enfrenten a otro
potentado que les llegue al precio a sus incondicionales.
Recuérdese como ejemplo que una de las principales
7ó Salvador Rlvarodo
Garibaldi
preocupaciones de Nicolás Maquiavelo, era la inexistente
lealtad del mercenario, lo que menguaba
considerablemente la calidad del poder del príncipe. Otro
aspecto que tiene que ver con la escasa calidad del poder
emanado de tales fuentes, es que la fuerza, al igual que la
riqueza, es finita.
Un poder de calidad es aquel que se ejerce con la auto-
ridad que emana de la razón y el convencimiento, y que
tiene como sustento el conocimiento. Esta fuente, a
diferencia de las dos anteriores es infinita en extensión y
aplicación, así como mucho más accesible para un mayor
número de personas. En palabras de Alvin Toffler:
...una úlLima diferencia, todavía más crucial, separa la
violencia y el dinero del conocimiento a medida que
penetramos en lo que hemos dado en llamar una edad
de la información: poi' definición, tanto la fuerza como la
riqueza son propiedad de los fuertes y de los ricos. La
verdadera característica revolucionaria del
conocimiento es que también el débil.y el pobre pueden
adquirirlo. F.l conocimiento es la más democrática
fuente do poder. Y eso lo convierte en una continua
amenaza para los poderosos, incluso a medida que lo
utilizan para acrecentar su propio poder. Y lo que
explica también por qué todo aquel que ostenta poder,
desde el patriarca de una familia hasta el presidente de
una compañía o el Primer Ministro de una nación,
desea controlar la cantidad, calidad y distribución del
conocimiento dentro de sus dominios.7'1

En virtud de lo expuesto, podemos resumir que el ejer-


cicio del poder puede realizarse rie dos maneras que mani-
f'ormacón i,i desarrollo del fctadc
75

fiestan la calidad del poder: por la fuerza, es decir, por la IM-


POSICIÓN atenuada o brutal o por la coacción derivada de la
compra de la voluntad poi- dinero y, por convencimiento,
que es la forma de DOMI MININA en la cual el que obedece
acepta consciente y voluntariamente la presión de la norma.
Esto último, nos remile a Max Weber, que define a la
dominación como la probabilidad de encontrar obediencia
dentro de un grupo determinado para mandatos específicos
o cyalesquier tipo de mandato. Es decir, que la dominación
"no es toda especie de probabilidad de ejercer poder", sino
aquella que cuenta aunque sea con un mínimo de voluntad
de obediencia, o sea de interés (externo o interno] en
obedecer, lo cual es esencial en toda relación auténtica de
autoridad.77
Para la materialización de tales formas de ejercicio del
poder existen diferentes etapas o mecanismos de actuación
que se pueden resumir de la siguiente manera:
a)El Poderío: cuya base es "la ley del más fuerte", dado
que se fundamenta en la desigualdad de fuerza y
puede Lenercomo fuente de poder: la fuerza fisica o
la presión económica.
"Alvin Tbffler. El rambla dal ¡miar. p. Vi.
•Max Wi'bci’. op. atL, p. 17IÌ.
formación 1,1 desarrollo del tstodc 77

b] La Influencia: que permite la manipulación


psicológica del sujeto. Se le motiva a efectuar
determinada conducta sin que. haya una explicación
expresa y clara para tal efecto, en otras palabras, se le
maneja sentimental y emocional- mente para que actúe
de determinada forma, a]El Mando: que se fundamenta
en el derecho o los reglamentos que determinan
sanciones para aquél que no cumple eon sus
disposiciones jurídicas. d]La Autoridad: que tiene su
fundamento en el reconocimiento de los valores,
cualidades y saberes implícitos y explícitos manifiestos
en el que manda. El que obedece lo hace por
convencimiento y porque reconoce una serie de
cualidades en quien ordena, que bien pueden derivarse
de su propia personalidad como de la investidura
institucional que représenle o bien de la conjunción de
ambos aspectos.
fot macón g d&sarrolo del í-stodc
79
FORMAS DI; F„IKROK:IO DI,I, PODI.S
Imposición - dominación

POR LA FUERZA ACEPTAC IÓN INDIVIDUAL

V NORMAS ^

PRESIÓN
PRESIÓN INTERNA
EXTERNA

EXTERNO Y
OBLIGADO A U TOCON. VENCÍ M IENTO

CONVENCIMIENTO

Es de entenderse que la calidad del poder pasa por la


observancia de la ley por parte de los gobernantes y su ne-
cesaría internalización en los gobernados, como resultado
de los procesos de socialización que hacen que los
comportamientos cíe los individuos estén sujetos a las
normas de la colectividad. Es decir, el sujeto vive conforme
a la ley, porque la ley vive en su interior.
ha convivencia regida por la ley es buena, conveniente
y justa. El nomos establece orden en las relaciones de
los hombres, regularidad, juateza. Hace que los
hombres se emparejen, se igualen. El ser político es
entonces un estado de perfeccionamiento del hombre
que ha devenido cada vez más humano. Un ser que, a
la vez que ha construido la POLIS fuera de sí, edifica
una POLIS dentro. Construye, como dice Platón, una
POLIS en el alma: una POLIS interna. La POLIS de afuera
78 Salvador í-llvorado Goribaldi

conduce a la intima y, a la inversa, la subjetiva me


conduce a la cié los otros iguales a mí: lleva al convivio
común, a la comunidad ciudadana.™

En consecuencia, si se aspira a un poder con calidad,


entendido como un poder al servicio del gobernado, el ejer-
cicio del poder y la consecución del convencimiento deman-
dan no sólo de la legalidad. Un acto de fuerza que obligue a
alguien a actuar de determinada manera puede estar
sustentado en la fuerza y será legal si es ejecutado
conforme a la ley, es decir, siempre y cuando su ejecución
sea dentro de los marcos legales de la violencia legitima de
la que es depositario el Estado, pero no es suficiente,
también será legítimo si adicional mente cuenta con la
aceptación de la sociedad, con el autoconvencimiento de la
misma, de que dicha acción de fuerza era necesaria y justa.
En este sentido, es imperativo que el lector distinga y
comprenda las particularidades de los conceptos legalidad y
legitimidad.
La LEGALIDAD, tiene su fundamento en el principio de
"iso- nomía" de los griegos clásicos, la "supremacía de la
ley", la cual se tiene como la ¡dea rectora de un buen
gobierno por
"Tiiinque CJorv/álrvs Pedrero, op. cíf.., p. S2.
excelencia. Así, "...se entiende por legalidad un atributo y
un requisito del poder, por el cual se dice que un poder es
legal o actúa legalmente o tiene carácter de legalidad
cuando se ejerce en el ámbito o de acuerdo con las leyes
establecidas o de algún modo aceptadas". 1 En suma, poder
legal es aquel que se ejerce única y exclusivamente con la
estricta observancia de la ley.
fot macón g d&sarrolo del í-stodc
79
En tanto, la LEGITIMIDAD es un proceso interactuante de
la comunidad, entre gobernados y gobernantes. Cuando el
poder es capaz de cumplir con sus funciones esenciales
(defensa, desarrollo económico, asistencia y bienestar
social, etcétera), es una dominación legítima que hace valer
la justificación de su propia existencia a través de la
adhesión de los grupos beneficiados y de la apelación de
reconocimiento y apoyo de las mayorías a nombre del bien
común. Así,
...se puede definir a la legitimidad como el atributo del
Estado que consiste en la existencia en una paite
relevante de la población de un grado de consenso tal
que asegure la obediencia sin que sea necesario, salvo
en casos marginales, recurrir a la fuerza. Por tanto,
todo poder trata ele ganarse el consenso para que se lo
reconozca como legítimo, transformando la obediencia
en adhesión. La creencia en la legitimidad os, pues, el
elemento integrante de las relaciones de poder que se
desarrollan en el ámbito, estatal.""

En suma, poder legítimo es aquel que cuenta con el


consenso de la mayoría de la población y recurre al uso de
la violencia legitima sólo en casos extremos y justificados.
Ahora bien, en concordancia con Max Weber. hay
distintos tipos de dominación, cuyo
...fundamenta primario de legitimidad puede ser:
1. De carácter RACIONAL: que descansa en la creencia
en la legalidad de ordenaciones estatuidas ,y di* los
derechos de
Norborio Bobino nf. ,ri., op. vil... p.
861). " Ibidfim, p. 862.
80 SdvocJoí Rfwadc
Garibaldi

mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer


la autoridad (autoridad legal).
2. De carácter TRADICIONAL: que descansa en la
creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones que
rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los
señalados por esa tradición para ejercer la autoridad
(autoridad tradicional).
3. De carácter carismàtico: que descansa en la entrega
extra- cotidiana a la santidad del heroísmo o
ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por
ella creadas o reveladas (autoridad carismàtica).
En el caso de la autoridad legal se obedecen las
ORDENACIONES INI PERSONALES y objetivas legalmente
estatuidas y las PERSONAS POR ELLAS DESIGNADAS, en
méritos éstas de la legalidad formal de sus
disposiciones dentro del círculo de su competencia. En
('I caso de la autoridad tradicional se obedece a la
PERSONA del señor llamado por la tradición y vinculado
por ella (en su ámbito) por motivos de PIEDAD, en el
círculo de lo que es consuetudinario. En el caso de la
autoridad carismàtica se obedece al CAUDILLO,
carismàticamente calificado por razones de confianza
personal en la revelación, heroicidad o ejemplaridad,
dentro del circulo en que la fe en su carisma tiene
validez.11

En suma, los hombres se relacionan tanto a título indivi-


dual, como colectivo, pero por la naturaleza de nuestra asig-
natura y como campo de estudio e intervención del trabajo
social, nos interesan preponderantemente sus vínculos co-
lectivos, como miembros de grupos societies, en ese
sentido el conocimiento de las particularidades de la
formación i,r desarrollo de! ferodo
81

agrupación de los individuos en clases o estratos sociales


cobra relevancia especial. De inicio, es necesario destacar
que no obstante a que es común que lleguen a utilizarse de
manera indistinta los conceptos de clase y estrato no son lo
mismo y responden a corrientes de pensamiento
diferenciadas, empero, es con venienti' que el educando
conozca y determine, merced a lecturas complementarias,
cuál responde más a su propio posicionamiento. Como
quiera que sea su comprensión es
"Max Writer, up. rii., pp. 172-473.
requisito para el adecuado trabajo en comunidad que
desarrolla el trabajador social.
Para distintos autores ubicados en la corriente
funciona- lista, la estratificación social se define como la
diferenciación de una determinada población en grupos'
humanos jerarquizados y superpuestos, en virtud de que
todas las sociedades, funckmalrnenie distribuyen a sus
miembros en términos de superioridad, inferioridad o
igualdad. Es decir, en una escala de valoración vertical que
separa a las personas en estratos o capas.H:; Cada estrato
configura y delimita un tipo determinado de papeles, roles y
funciones, asignados a cada sector o segmento social, con
diferencia de niveles que permiten establecer formas de
vida diferenciadas por el reconocimiento social (estatus),
por la identidad, la riqueza y el acceso a los bienes que les
permiten independizarse, aun cuando se mantenga la
proximidad física de los diferentes estratos y su interacción
en la sociedad.
El sistema de estratificación, dependiendo del caso que
se trate, puede ser abierto o cerrado: inclusivo y móvil o
excluyeme y rígido respectivamente. La sociedad moderna
82 Solvodcir fKvorodo Goribak.'i

sería un ejemplo del primer tipo y la sociedad dividida en


castas del segundo.
Otra forma de analizar la agrupación de los hombres en
saciedad, es aquella que desde el materialismo dialéctico
les clasifica en clases sociales. Nos advierte Arnaldo
Górdova:
El concepto de clase social de inmediato nos trae a la
mente la idea de desigualdad entre los hombres. En
electo la clase indica a una categoría de individuos que
desempeñan funciones diferentes de las que
desempeñan individuos de otras categorías en la
actividad económica, política y cultural de la sociedad.*1

“-Véase u motilJ de ilustración, P. Sorokin, ■Bslmiificnaión y


movilidad social. v Kingsley Davis y WillMTI I, Moore, "Algunos
principios de la estratificación", en R. Bendix y S. Upset, O ¡me, estatus y
poder.
«“Arnaldo Górdova. ó/x ài, p. alo.
La olase social no es una condición natural de los hom-
bres, sino el resultado de sus Inter relaciones histórico-
socia- les. Durante miles de años las diferencias entre los
hombres fueron prácticamente imperceptibles, su escasa
productividad inicial y su precaria existencia en Ja
prehistoria les obligaba a la unidad y el reparto equitativo de
los bienes producto de la caza y la recolección. Carlos Marx
señala que la historia del hombre es la historia de la lucha
de clases, pues como observamos en apartados previos de
este texto, es a partir de la sedentarización, la revolución
agrícola, la producción de un excedente y la propiedad
privada, que surgen las clases sociales, es decir, a partir de
entonces y hasta la sociedad moderna, es la apropiación
del excedente y el papel desempeñado en el ámbito de la
formación i,r desarrollo de! ferodo
81

producción lo que determina la aparición y reproducción de


las clases sociales.
Así, cuatro son los aspectos a considerar para
caracterizar y analizar a las clases sociales:
1. el lugar que ocupa la clase social, en el sistema de
producción social;
las relaciones en que la clase social se encuentra
respecto a la posesión de los medios de producción;
3. el papel que la clase social desempeña en la
organización social del trabajo, y;
/i. El modo y la proporción en que obtiene la parte que
le corresponde de la riqueza social."''

Elementos adicionales que mucho enriquecen la


perspectiva del tema, los encontramos en las
introspecciones de Max Weber concernientes al particular.
Si por un lado Carlos Marx no elaboró nunca una definición
explícita de clase social.

"d/m/em. pp. 230-231.


■Si bien en gran pane de la obra de Carlos Marx está presente. e.|
concepto de l iase social, en cnanto a su definición explícita sólo escribió
enanilla y inedia correspondiente al capitulo Lili de Bi f'npitnl. en el cual
sólo hace un esbozo general y se corta abruptamente el análisis con una
nota del editor. Al parecer la muerte le impidió desarrollara detalle la
cuestión. Loa elementos que
FormodÓn u dssanollo elei f ;tado
83
Wuber en cambio define el concepto claramente, pero lo cir-
cunscribe a un ámbito estrictamente económico, pues esta-
blece que una clase comprende a todos los individuos colo-
cados en una misma situación económica, es decir,
aquellos que tienen las mismas posibilidades objetivas de
acceso a determinados bienes disponibles en el mercado.
Coincide con Marx en el sentido de que la clase de
propietarios tiene mayores ventajas en la competencia por
el disfrute de los bienes, pero difiere con él, en cuanto a que
no es la propiedad la base de la división de la sociedad en
clases, sino únicamente una fuente de privilegios y
discriminaciones en el mercado/"’
En este sentido Weber aduce que las clases sociales
no tienen como base la división social del trabajo, sino la
existencia de una situación competitiva en el mercado, e
igualmente manifiesta que la situación de mercado tampoco
es suficiente para determinar una identidad de intereses de
la clase como grupo social. Es decir, para este autor lo
económico ni es suficiente, ni determinante en la
configuración de una clase social, pues enfatiza que una
clase sólo puede convertirse en la base de una acción
colectiva o comunitaria, cuando se desarrolla en ella un
sentimiento comunitario de interés o de destino y cuando
ese sentimiento alimenta una acción común en defensa de
estos intereses, lo cual es de gran interés para la
intervención del trabajo social.1,7
Este sentimiento comunitario emana de intereses afines
entre quienes comparten honor y prestigio y se refuerza por
un estilo particular de vida o comportamiento y por la exis
paríiculany.au a la clase social desdé la óptica Itistórico-materialista son
obra ríe la inflexión ile Nicolás Lonin.
"‘Max Weber, ap. ni.. pp '¿-'12-24 ¿i
Formación y cesorrollo da) fcstodt 85

•^I'.n este sentido hay convergencia con el pinna amienlo de Marx,


dicho sentimiento comunitario ríe Weber so asoméis a la idea .de Marx
de la conciencia para si di ' la clase social. I .a dilcrcnna radica en que
Marx ubica la cuestión economica como la central en todo el espectro
político, social y cultural y Weber le confiero a lo económico Importancia
sólo dentro de la estera del increado, por fiso para este último autor,
cobran importancia los conceptos de estamento v partido para el estudio
de lo social, lo político.y lo cultural.
cencía de afinidades que se articulan y organizan en
asociaciones que buscan el poder. En consecuencia, Max
Weber analiza la estructura de las desigualdades sociales
con respecto a tres dimensiones: la riqueza, el prestigio y el
poder,1’8 en el entendido indiscutible de que tales
dimensiones son interdependientes, aunque en ocasiones
disponen de relativa autonomía entre si.
Como puede observarse, la comprensión y manejo de
conceptos como política, poder, estrato o clase social son
básicos en el instrumental teórico que debe poseer y
manejar el trabajador social, pues a partir de su
comprensión estará en condiciones de realizar una mejor
intervención profesional. »Si la política es el arte de la
construcción de los acuerdos, es fundamental que el
trabajador social entienda y haga política, tanto en la
gestión para la consecución de recursos y servicios públicos
y sociales en beneficio de la comunidad en la que
interviene, como al interior de la misma a través de la
generación de acuerdos y acciones que fortalezcan su
entramado y cohesión social, lo que ahora a dado en
llamarse el tejido social y contribuyan al CMIPODERANMMIO
de la comunidad en la que labora.
Si como hemos dicho, el poder es la facultad de que
otros ejecuten la voluntad de quien detenta ese poder, el
trabajo social debe apelar a un poder de calidad, sustentado
m Salvador Rlvorado Goribaldi

en la razón y el conocimiento, pues el poder del trabajo


social está en su posibilidad de modificar percepciones,
actitudes y comportamientos en las comunidades donde
interviene y con los individuos con los que trabaja por medio
del convencimiento.
Ese es uno de los grandes atributos, lamentablemente
poco desarrollado y no siempre comprendido del trabajo so-
cial: su capacidad de ejercer poder para mejorar la convi-
vencia social, a través del desarrollo y fortalecimiento del

w
Ibiclfím, pp. 682-694.
sentimiento de comunidad o de la conciencia para sí de los
grupos humanos; a l'in de atender necesidades sociales y ;
en consecuencia, contribuir a elevar la calidad de las prac-
ticas convivenciales y los niveles de bienestar de la comuni-
dad donde interviene.

Lo outononiíü relativa de! Éstodo


Hemos ya señalado que las clases sociales se definen en
las relaciones sociales de producción, dado que es el lugar
donde se dirime cotidiana e institucionaLmente el
enfrentamiento de intereses de clases diferenciadas.
Consecuentemente, corresponde al Estado actuar
particularmente en ese ámbito a fin de evitar que las
desavenencias pongan en riesgo la estabilidad y existencia
del sistema.
Ante las diferencias entre las distintas clases sociales,
es el Estado el encargado de arbitrar, regular, conciliar y,
finalmente, al ser el exclusivo depositario de la violencia
legitima, reprimir en aras de mantener la estabilidad y
garantizar la reproducción del sistema. Asi, el Estado
procurará que el conflicto no rebase los límites de las
Formación y cesorrollo da) fcstodt 85

relaciones de producción y ejercerá la fuerza cuando se


desborden los límites institucionales. Sin embargo, el
Estado no actúa de manera abierta y transparente en favor
de una clase, pues no puede presentarse como un
instrumento de dominación, antes al contrarío, se ostenta
como la instancia que regula los conflictos entre seres libres
e iguales, para lo cual se asume como el representante y el
garante del interés general, mismo que en ocasiones [de-
pendiendo de los niveles de organización y corresponsabi-
lidad alcanzados por la sociedad), no es otra cosa que una
abstracción que se invoca según diferentes contextos dis-
cursivos: el interés de la sociedad, de la nación, de la patria,
etcétera.
Toda sociedad es por naturaleza dinámica y conflictiva,
ello implica tensiones y enfrentamientos de manera perma-
nente, ante los cuales el Estado debe paliar o eliminar los
86 Salvador lilvorudo
Ganboldi
desequilibrios y asegurar políticamente la reproducción
de las relaciones sociales de producción. En este orden de
ideas, plantea Samuel Schmidt que el Estado, entendido
como la entidad encargada de asegurar políticamente la
reproducción de las relaciones sociales de producción, tiene
que asegurar que se cumplan las condiciones para esta
reproducción,- las cuales se pueden resumir tentativamente
como las siguientes:

a] preservar la propiedad privada?


b) asegurar la reproducción de los distintos
componentes del capital, en especial la fuerza de
trabajo;
c] asegurar un clima de tranquilidad, que significa
mantener bajo el nivel de conflicto, sea por medio de
mecanismos políticos, jurídíco-ideológicoB o
represivos, ,y
d) dirigir los recursos necesarios para la reproducción
del capital, bien sea extrayéndolos de la riqueza
producida por la via de los impuestos o acudiendo al
endeudamiento.

De lo dicho hasta aquí parece derivarse la impresión de


que el Estado es un ente colocado SUPRAPARTRS (por
encima de las partes] a partir de un distaneiamiento
respecto a las clases sociales.”“
Sin embargo, Ivemos ya constatado que el Estado no
es ningún poder impuesto desde fuera de l¿t sociedad, es
más bien un producto de la propia sociedad cuando llega a
un grado de desarrollo determinado? es un entramado
institucional que regula las diferencias entre las distintas
clases sociales. Desavenencias que es necesario canalizar
Formación y desarrollo del «todo 87

por vías civilizadas para evitar que los conflictos se


desborden y se ponga en entredicho la estabilidad y
existencia misma del Estada y el sistema político. Es decir,
para que los antagonismos derivados de la relación de
clases con intereses en pugna no se desborden y dichas
clases sociales no se devoren entre sí y
"Véase Saimirí Sdimidl, TI Estado y su autonomía', en OU.-HA.TJIOS
del vijúa. NÚM. Ai.
no consuman a la sociedad, es preciso la existencia de un
poder situado por encima de la sociedad que tiene por
cometido amortiguar el entontamiento y mantener la con 11
¡envidad social en los límites del orden. "Y ese poder,
nacido de la sociedad, pero que se porte por encima de ella
y se divorcia de ella inris y más, es el Estado".““
Ahora bien, ante este hecho vale preguntarse qué es lo
que le permite ai Estado colocarse por encima de las partes
y mantener una autonomía relativa con respecto a todas las
clases sociales. El Estado para ser un ente autónomo,
aunque esa au LO no mía es siempre relativa, dado que la
clase social
1 el bloque de clases que se hagan del control del Estado y
por tanto del poder del mismo, intentarán siempre
salvaguardar sus prerrogativas e imponer sus concepciones
e intereses como los predominantes, procurando siempre,
mediante ar
2 ¡linios ideológicos que a veces tienen éxito, hacer que
dichos intereses se confundan con el de la sociedad toda o
por lo menos con los de la mayoría. Así, para gozar de
autonomía el Estado requiere de dos condiciones mínimas
pero esenciales, que conjuntadas le permiten un amplio
margen de maniobra en el arbitraje y regulación de los con
88 Sdlwidor fllv'Qrodc Gaiibc:|
di
Hielos en tre las diferentes clases sociales, las cuales son:
a) ni control del aparato represivo y de las fuerzas del
urden, y
b) el control de un sis Lema de recaudación fiscal que le
dote de recursos económicos propios a través del
cobro de impuestos (nosotros agregamos en este
punto; la importancia del control de la estructura
estatal, dado que por medio de la venia de bienes o
la prestación de servicios puede generar y allegarse
ingresos).

La existencia y complementarán de tales controles son


el basamento que permite al Estado autonomizarse y colo-
carse por encima de la sociedad y mostrarse como el único
""Véase Ríderim E’ngels, op. ciL, p 173 capaz de definir,
dar cause institucional o reprimir los eon- fliotos sociales. En
otros términos: un Estado con recursos propios, es un
Estado tuerte y cada vez más autónomo, en tanto que un
Estado pobre es un Estado débil y presa fácil del control y
chantaje, cuando no del dominio de las clases
económicamente poderosas.
Al ser el exclusivo depositario de la violencia legitima
tiene la facultad de arbitrar, conciliar o someter a las partes
en pugna. Aunque, si bien en el Estado se; expresan las
más de las veces los intereses de los grupos más
favorecidos económica y políticamente, vale precisar que si
dichos intereses ponen en riesgo la estabilidad o la
existencia misma del sis- tema, el Estado, si dispone de la
fortaleza y autonomía requerida, actuará imponiendo sus
propios intereses de supervivencia, pues, como
manifestamos en el apartado relativo a sus funciones, tiene
Formación y desarrollo del «todo 87

como fin último la salvaguarda del sistema, asi como la de


su propia existencia. En otras palabras, si bien en el Estado,
preponderan teniente, se representan los intereses de los
sectores dominantes, el Estado debe tener la capacidad de
ver más allá de la percepción inme- diatista e individualista
de determinados sectores o grupos sociales y atender al
interés mayoritario si de esta manera se garantiza la
manutención del sistema. Por tal motivo, son las
instituciones del Estado el escenario de la disputa ideo-
lógico-políLica donde se dirimen las diferencias entre las
clases sociales.
Una sociedad cada vez más organizada, informada y
par- ticipativa es una sociedad fiscalizadora que exige
cuentas a sus gobernantes y que logra que los intereses,
necesidades y demandas de todas las clases sociales se
expresen en las políticas del propio Estado. Si el Estado, en
las sociedades modernas, representa exclusivamente los
intereses de las clases dominantes es el resultado de que
los sectores menos favorecidos no han alcanzado niveles
de organización y participación político-social que les
permitan disputar
formación v desarrollo del € -lado
89

institucionalmente espacios ele poder a fin de cjue en el


Estado también se expresen sus intereses. Nos plantea
Michel Grozier al respecto:
La libertad, la capacidad de: actuar no están dadas,
tampoco se decretan con leyes, por excelentes que
sean; se conquistan poco a poco mediante la
experiencia (...) Toca al Estado hacerlas surgir y
mantenerlas; al político, guiar al Estado. Tanto al uno
como al otro, invertir en el conocimiento y en las
oportunidades de aprendizaje.”*

Grozier, es autor de un libro polémico hasta en el título,


ESTADO MODESTO, ESTADO MODERNO, donde aduce que
reformar al Estado pasa por la necesaria reforma de la
sociedad, pues las transformaciones requeridas son de tal
envergadura que no basta con cambios institucionales y
legislativos, sino que contempla también la necesaria
modificación ríe las relaciones y comportamientos al interior
de cada uno de los componentes activos del Estado
(población y gobierno] como de las formas en que éstos se
vinculan e interactúan entre sí. Por tanto, un Estado
modesto, es aquél que sirve a la sociedad, que no es una
carga para ella, que expresa los más variados intereses de
las diversas clases sociales que constituyen a la sociedad,
que no sustituye la iniciativa ni las acciones de la colectivi-
dad, puntualiza:
Para que una sociedad sea viva en la actualidad se
necesita un Estado modesto, no un Estado débil o
precipitado, sino un Estado respetuoso, que sepa lo que
no sabe, que conozca sus límites, que antes que nada
sea un Estado al servicio de la sociedad y no un Estado
Formooór y d«sorrollb de €stcdo
91
que le dé órdenes (...) Querer cambial' el mundo es un
sueño rara vez inofensivo,- querer cambiar' sus
comportamientos es el punto de partida de todo progre-
so. Cierto, no es fácil cambiarse uno mismo...”'1
"'Michel Grozier, Bulado moUrs'lo. FJstmh moderno. Emtraivgia
para oí cambio, p. asa.
w
Ibidem, p 63.
En resumidas cuentas, un Estado con las
características enunciadas es el resultado de una sociedad
responsable, informada y organizada, con vocación de
cambio, que exige que su gobierno atienda sus reclamos de
manera institucional, el cual reacciona responsablemente y
so coloca al servicio de la sociedad. De ah i nuevamente la
importancia del trabajo social para la educación,
organización y empoderamienlo de la sociedad a fin de
modificar prácticas sociales y axioló- gieas que permitan la
conquista de espacios de poder en el Estado, que se
expresen institucional mente en políticas públicas de
atención social.
En este orden de ideas, la autonomía y fortaleza del
Estado radica también en su capacidad para resolver
problemas mediante la utilización de fondos públicos, de
esta manera puede canalizar inversiones para mejorar las
condiciones de vida de los sectores más desfavorecidos y
contribuir a la configuración de una sociedad más equitativa
mediante procesos de redistribución del ingreso a través de
programas sociales. Para ello necesita entonces, de un
sistema de recaudación de impuestos eficiente y amplio que
le dote de los recursos económicos para actuar con
independencia.
En la medida que mayores recursos propios tenga el
90 Sotvadcf fílvorodo GorlboWi

Estado mayor será su margen de maniobra e igualmente


mayor podrá ser su nivel de autonomía con respecto a las
clases dominantes. Un Estado pobre es un Estado débil y
por tanto un ente con poco margen de maniobra e
independencia.
Si bien es cierto que un factor importante a considerar
en la captación de recursos del Estado, son los generados
por la venta de bienes y servicios que produce la
administración pública, así como los derivados del
endeudamiento público, también es necesario resaltar, que
a raíz de los procesos de ajuste iniciados en los años
ochenta del siglo xx, que úenden a limitar cada vez más ai
Estado en cuanto a la producción de bienes y prestación de
servicios, así como el agotamiento de la capacidad de
crédito de muchos Estados na- clónales, podemos concluir
que estos hechos refuerzan la idea de que los factores
esenciales de a u ton o miz ación del Estado son
básicamente los ya señalados. Por lo cual, la autonomía
relativa del Estado descansa en el control de las fuerzas del
orden y en la existencia de un sistema recaudador ele
recursos que le permiten ubicarse por encima do los dis-
tintos grupos sociales.4* tí Ést'oc/o en b globateaaón
Si bien el estudio de la globalizaoión puedo efectuarse
desde diferentes aristas, dos son los enfoques
predominantes. Uno. que ubica a la globalizaeión como una
categoría histórica que corresponde a la etapa de la
internacional izaoión de la economía y que expresa la fase
más avanzada del desarrollo Y expansión del capitalismo, y
otro, que de manera sobreideo- logizada concibe a la
globalizaeión como un proceso de ho- mogeneización que
conduce a la democracia, el progreso y el bienestar, con la
Formooór y d«sorrollb de €stcdo
91
consecuente disminución de las funciones del Estado
nacional y la autorregulación del sistema económico
mundial.“*
De entre quienes destacan las bondades del nuevo
orden mundial, resalta I Vanéis Fukuyama, tanto por la
originalidad de sus planteamientos como por la aceptación
que tienen los mismos en los círculos de poder más
conservadores a nivel

"FtKia idea exime ya en la abra de Federico llngels. para quien el


Rutado es un insU'umenlo de. ríase, que dispone de la tuerza publica
para salvaguardar los intereses de la clase dominante. Señala en alusión
a la autonomía relativa drl listado- "Para sostener en pie esa fuer/a
pública, se necesitan contribuciones por parle de los ciudadanos del
Pistado: los impuestos. |...) Unenos de la liiciv.fi pública y del derecho de
reanudar los impuestos, los función* ríos, como órganos de la sociedad,
aparecen ahora situados por encima de esta " Véase <>/>. di., p. 174.
Sin embargo, existen ejemplos en los cuales el uso de 1« s recursos
económicos del lisiado tiene efectos redlistributlvos que contribuyen a la
equidad social, como en el caso de Suecia.
"'guien refiere estas das perspectivas es John Saxe-l'emande/. en
Glohiilizn- riniu Grilirui a ¡m paradigma, pp. 9-H8. Para ampliar sobre el
tema en general son recomendables, Octavio lonni, Sociedad aJnlvíl,
Juan María Alponie, F>¡ Idliulr nn ¡n mi nhrrndir.il. y José Luis León
(cocird. I. ¡’I nuevo sistema tnlrnwirioiifil.
92 Splyaaor íllvorodo
Ganbaldi

mundial, sobre todo los relativos al funcionamiento del capi-


talismo y el Estado. (Si bien sus tesis no resisten un análisis
riguroso, es imperativo conocerlas, pues son los
planteamientos dominantes en muchos sectores de la
sociedad, sobre todo en los más favorecidos
económicamente). Según este autor, el siglo xx fue el
escenario de la contienda entre el liberalismo y tres grandes
enemigos de la libertad: los remanentes del absolutismo, el
fascismo y el marxismo. El primero fue destruido durante la
Primera Guerra Mundial con la desaparición de los imperios
Austro-Húngaro, Otomano y Zarista. El segundo, fue
superado con la derrota del eje Berlín-Roma-Tokio en la
segunda conflagración mundial, y; el tercero, el marxismo,
con el fin de la guerra fría a raíz de la desaparición del la
Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín.
A partir de tal perspectiva, aduce que este largo y con-
vulso proceso lo que refleja es el triunfo del capitalismo
sobre cualquier otra forma de organización económico-
polítioo-so- cial. Fukuyama llega al extremo de exponer que
somos testigos del "fin de la historia", no porque los
hombres no hagan más historia, sino entendido esto como
el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y
la universalización de la democracia liberal occidental como
forma decisiva de gobierno humano.1'’
Por consiguiente, apunta que nos encontramos ante la
presencia de un "idear que gobierna al mundo y que aún
falta completarlo en el mundo real o material. Para ello, es
imprescindible la existencia de un Estado que en la globa-
lización sea el garante de una sociedad en la que se respe-
ten las libertades individuales, se ejerzan libremente los
derechos políticos y se promueva el acceso al consumo de
todos los habitantes. A una instancia de esta naturaleza, el
forrrociór y desarrollo riel estado 93

citado autor llega al exceso de bautizarle como el "Estado

“Véase • rancis Fukuyama, El fin de la ¡listona, p. 2.


94 Salyockx Piyofcdo
Gorit>oloi
Liberal Homogéneo Universal", el cual se constituye por los
siguientes tres sistemas:

ESTADO LIBERAL

SISTEMA ECONÓMICO
(Que se sustenta
en la economía de
universal del hombre gobernados) mercado y promueve
a la libertad] el acceso al eonsumo)
forrrociór y desarrollo riel estado 93

ción de grandes utilidades merced a la liberalizadón del co-


mercio. Por ejemplo, las descalificaciones a Cuba se ubican
precisamente en este sentido, se le acusa de no respetar
las libertades individuales y de ser una dictadura y, el caso
más reciente y extremo es el de Iraq, donde una invasión se
justifica como un acto de liberación de un pueblo cansado
de la opresión.
Asi, según este autor, todos los países, no importa su
nivel de desarrollo tienen que orientar sus esfuerzos y
recursos para la construcción de un Estado con tales
características a fin de homogeneizar y global izar sus
sistemas legales, políticos y económicos, lo cual oculta el
verdadero tras fondo: dar certidumbre y garantías a las
empresas transnaeionales e inversionistas foráneos, pues
el proyecto que es muy atractivo en el papel -¿quién en su
sano juicio puede oponerse al disfrute de las libertades, al
ejercicio de ios derechos políticos y al bienestar para la
familia?- no tiene referente con la realidad de la mayoría de
los países pobres.
Lis difícil empatar un sistema legal que reconozca y
proteja la libertad cuando el incremento de la pobreza y la
desigualdad social hace cada vez, más complicado el
ejercicio pleno de la libertad; cómo pensar un sistema
democrático que exista sólo con el consenso de los
gobernados cuando los países pobres tienen un inmenso
déficit en la creación de los actores de la democracia
[instilaciones electorales, partidos y ciudadanos] y en donde
imperan sistemas que legitiman los proyectos e intereses de
las minorías dominantes y; cómo hacer dinámica una
economía de mercado con masas desintegradas,
depauperadas y lumpenizadas.
Un orden articulado por la interacción de Estados con
94 Salyockx Piyofcdo
Gorit>oloi
las características descritas no es más que una aspiración
que oculta la existencia de relaciones asimétricas e
históricamente condicionadas entre los Estados y la presión
que ejerce el ■capital privada sobre los más débiles: "...las
empresas transnacionales organizan el mundo, jerarquizan
a las economías
forrnocit ■ ! I : I.--' :l|: < M ,! V, . 95

nacionales y se apropian de las Funciones económicas


de los Estados".97
En consecuencia, es necesario aludir a los
acontecimientos que se concatenan para darle sustento a la
globalización como proceso histórico, así como una
reflexión relativa a! origen y evolución del concepto. La
globalización como concepto es reciente, pero como
proceso histórico tiene más de cinco siglos.
Oonceptuálmente se empezó a utilizar a principios de los
años sesenta y tiene su origen en dos diferentes ámbitos
disciplinarios: el de las ciencias de la comunicación, a
través de las reflexiones de Marshall McLuhan en la
Universidad de Toronto, que señaló que los cambios
ocurridos en la esfera de la comunicación, a raíz de la
revolución tecnológica, permitirían con formar la "aldea
global". Y, por otro, en el ámbito de los estudios
estratégicos, cuando en la Universidad de Columbia,
Zbigniew Brzeziiiski, vaticinó el advenimiento de la
"sociedad global" al señalar que Estados Unidos era capaz
de hacer universal su modo de vida gracias a su primacía
económica y el dominio de las nuevas tecnologías.
En los años setenta, el concepto quedó integrado al
ámbito de la mercadotecnia y la gestión empresarial.
Durante los ochenta, Th codone Levil i., en la Universidad
de Harvard, lo emplea para definir una nueva realidad
comercial caracterizada por la constitución de mercados
globales para productos de consumo universal
(básicamente los electrónicos e informáticos).m Finalmente,
a partir de la década de los noventa, la globalización
empezó a significar una extensa y compleja trama de
relaciones internacionales que no se limita a la esfera
económica, sino que involucra la política (que repercute en
9ó Salvador ñlvorád.0
Gofllxildl
las funciones del Estado-nación) y las manifes-

TVHchel Partei* I.' avanutge concurrentiel des nniions citado pur


Iiorenoi: Léze Lorond, ‘'Los efectos de IH gbbalizaciún sobre la soberanía
CIÉ los estados nací o na Iris", en LUX. Difusión y nwilists. niim. 1(17, p.

55.
"•Véase Vietar M. Godine?« “Una tutniica sobre la economía
mundial en el enrubio de siglo”, en José Luis Lebn (eocjrdj, 1,1 tumo
sistema inir.mncioi'uii, pp. S5-32.
taciones culturales, que pretenden homogeneízar los
mercados a través de un "tipo de sujeto social" que
responda a la lógica del consumo universal.
En consecuencia, al amparo de la revolución de las
lele- comunicaciones, de la aparición de sistemas globales
de producción y de un perfil de consumidor universal, se
han generado expectativas de alcanzar patrones
generalizados de consumo a nivel planetario.
Las relaciones de opresión y saqueo, son también un
perfil de la globaiización desde hace muchos años. La con-
quista de la independencia de múltiples naciones, los
avances políticos en términos de creación institucional., los
adelantos técnicos, así como en el ámbito de las
comunicaciones y transportes, han obligado a moderar las
relaciones asimétricas, pero la imposición de los intereses
de las potencias, y ahora de sus empresas, sigue
prevaleciendo. Ahora la globaiización es promovida por las
grandes empresas con el apoyo de sus gobiernos
nacionales correspondientes, o por medio de distintas
alianzas entre los mismos, de suerte tal que con el ofre-
cimiento de canalizar fuertes sumas de dinero para invertir y
con el argumento fascinante de la "generación de empleos"
en los países pobres, se genera una aguda competencia
entre los distintos estados nacionales, principalmente entre
formación y desarrollo del forado 97

los países menos desarrollados para "ganar" tales recursos.


Así, las naciones pobres para hacerse "más
competitivas" reducen o contienen salarios, ofrecen
ventajas fiscales y no reparan en los costos sociales y
hacen más laxos sus contro- les ambientales, es decir,
instrumentan una política de privatización, de exenciones
fiscales, concesiones aduanales, de creación de
infraestructura de apoyo a la empresa foránea y
liberalización de transacciones de divisas hacia el exterior,
factores todos ellos que reducen la capacidad de acción y
decisión del Estado nacional, por lo cual podemos resumir
que:01'
"'Para una revisión amplia del terna y pari.icnilanne.nte de sus
repercusiones en Latinoamérica, véase Ricardo Zapata Marti, "Ue la
geopolítica a
• La consolidación de la globaLiz,ación como
mecanismo de estructuración comercial dominante
tiene hondas repercusiones no sólo económicas, sino
políticas, sociales y culturales.
• Las empresas multinacionales le imprimen a la
globaliza- eión tres características fundamentales:
a) la flexibilidad, que en ocasiones atenta contra la
legislación laboral de los países pobres;1""
/>) la intensidad, que determina el grado de interacción
e interdependencia, y
r) la desregulación, que impone condiciones a los
Estados nacionales para canalizar la inversión.
• lias empresas iránsnacionales, como cualquier
empresa, tiene como fin ultimo la obtención máxima
de utilidades
9ó Salvador ñlvorád.0
Gofllxildl
la gcoeeommiia', en Jo»é I a Os León (coonl.l, HI nuevo sMema
iniemaciotuil. pp. 44-89.
"‘Un múltiples ocasiones el procesó de flcxibili/aeiún no sólo atenta
neutra las legislaciones Incales, sino inclusa trastoca los acuerdos
internacionales de mayor jerarquía. Por ejemplo, en materia di
percepciones salariales, los bajos ingresos constituyen un factor esencial
orí el marco de las ‘’ventajas comparativas* ,y en la •’disputa" por las
inversiones foráneas. Pagar bajos salarios es un atractivo que garantiza
mayores utilidades para algunas empresas U»ansn¡n i' niales, pero es
viola lorio del articulo pri de la Declaración de las Naciónos Unidas qui
establecí! en su fracción segunda: “Toda persona, sin ninguna
discriminación. Iiene derecho a igual salario por igual trabajo." La fracción
tercera rlefíne que. “Toda persona que trabaja tiene derecho a una
retniineración justa y razonabli que les asegure a ella y a su familia una
existencia digna de la condición humana y complementada, si es
necesario, por otros medios de pmtotv.ión social". Y la cuarta "Toda
persona nene derecho a formar ,v unirse a sindicatos partí la protección
de sus intereses "
Homo puede constatarse, las diferencias salariales entre obre ros o
empleados de los paisos centrales y los atrasados son abismales, no
obstante de ser la misma actividad y los niveles de exigencia en cuanto a
calidad homólogos. Respecto al derecho a la vida digna, la protección
social y la defensa sindical, igualmente! se soslayan estos derechos,
pues las Lajas remuneraciones impiden una villa decorosa y el propio
proceso de llexibili/aeión en múltiples ocasiones incluye la eliminación de
las prestaciones sociales, asi como la destrucción de los medios de
defensa y seguridad en el empleo, pues los contratos temporales, la
rotación de horarios y la ausencia de mecanismos de defensa laboral
dejan al trabajador en estado de indefensión. Sin embargo, hay que
reconocer que en mucho el rechazo al sindicalismo es el resultado de los
excesos e un lic.icneias, cuando no corruptelas que carncien/an a
nuestras organizaciones laborales. Respecto a la Declaración de las
Naciones Unidas, véase Marvin T. Rrovvn, I4 tifien en ¡n empresa, pp.
184-185
98 Salvador fllvarocto Gariboldi

en un tiempo mínimo posible, por tanto no importa si


viola derechos, leyes o corrompe a las élites nativas.
• La globalización, en los términos actuales, se ubica
dentro de la lógica de la competencia, la acumulación,
la privatización, la desaparición de las regulaciones
económicas y de las prerrogativas del Estado, todo en
beneficio de los intereses de las empresas
multinacionales.
• La hegemonía de las empresas multinacionales se
sustenta en siete criterios o conductas:
a]el imperativo de la ganancia [tiene prioridad sobre el
bienestar de la comunidad);
b)el imperativo del crecimiento (búsqueda de mayores
riquezas y condiciones ventajosas);
e)la "a mora lid ¿id" (no hay lugar para consideraciones
éticas, la ganancia es sinónimo de éxito],-
d) la cuaruificación [todo debo expresarse en cifras, no
hay lugar para subjetividades);
o) la intemporalidad y la movilidad (la empresa no tiene
obligación hacia el lugar de localización, ni hacia los
empleados);
/) la oposición a la naturaleza (no importa el daño
ambiental, sólo la utilidad], y
g) la homogeneiz,ación (estandarización de
consumidores por medio de la penetración de valores
y actitudes: construcción del consumidor global]."11

A través de los principios enumerados las empresas im-


ponen sus intereses, y socavan la función y capacidad
rectora de la economía de los Estados nacionales, situación
que obliga a la construcción de un nuevo tipo de
negociaciones que permita compartir los beneficios de la
100 Salvador fllverodo
Goribolcfi

globalizaoión sin menoscabo de la soberanía y la capacidad


rectora de los Esuidos nacionales.
Es claro que las reiteradas exigencias de apertura
comercial, desaparición de subsidios, desmontaje de
mecanismos de regulación arancelaria, etcétera, con que se
presiona a los

'•'Véase tiornnee Lém Leranrl, op, ci!... pp. 53-54.


países pobres no es un imperativo para el óptimo y equitati-
vo funcionamiento del mercado mundial, pues el principio
clásico liberal de David Ricardo, de que el mercado mundial
se articula con base en las ventajas comparativas
resultantes de que los países están dotados de manera
desigual de recursos y materias primas, por lo que deben
especializarse en aquellas áreas donde sean más
competitivos, merced justamente a esas ventajas, no es
actualmente sino un discurso con el que se ataca y debilita
al Estado nacional en los países de menor nivel de
desarrollo.
Los países que menos practican el libre comercio son
particularmente aquellos que forzan su Iiberalizaeión en los
países atrasados, pues las naciones ricas son altamente
proteccionistas de sus aparatos productivos y de sectores
sociales muy específicos. Por ejemplo: los altos niveles de
vida y competidvidad de los campesinos franceses y
norteamericanos en mucho se hallan apuntalados en la
política de subsidios y en las prácticas proteccionistas con
que sus respectivos Estados les socorren.
Asi, se requiere revisar y comparar las actuaciones gu-
bernamentales de países de diferente nivel de desarrollo en
materia de intervención del Estado a fin de adecuar sus res-
ponsabilidades y funciones a un mundo cada vez más inter-
Formooóí y desarrollo d«l fstodo
99
dependiente, sin menoscabo de sus compromisos internos,
pues está comprobado que las naciones desarrolladas, lo
son entre otras cosas, por el papel desempeñado por sus
Estados nacionales.
En este sentido, es preciso desideologizar el discurso
relativo a la injerencia mínima de Estado, pues como señala
Mi obel CJrozier:
Los neoliberales persiguen un sueño imposible de
liberación de la economía que se supone garantizada
por un retiro total del Estado (...] Esa actitud de ios
neoliberales sería aceptable si estuviera basada en nna
percepción realista de la evolución actual del mundo
desarrollado [. .) Si en la ae-
Lualidad presenciamos una reacción anlintervencionista
es porque los problemas que plantea el papel del
Estado en la economía son de una naturaleza
radicalmente distinta de la que planteaban hace sólo 20
años, lo que no quiere decir por ello que el Estado
puede y debe retirarse de la economía.
La evolución económica y social de las sociedades
desarrolladas se encuentra dominada durante largo
tiempo por tres grandes tendencias, cuyo efecto está
transformando todos nuestros principios de
administración colectiva:
1. la decadencia gradual del modelo predominante, la
producción en serie para consumo de masas; el
ascenso de las actividades de servicio, y la penetración
cada vez mayor de la filosofía del servicio en todas las
actividades económicas, hacen caducos los modelos de
organización preferidos polla tecnocracia, pública o
privada;
100 Salvador fllverodo
Goribolcfi

2. la mundialización de la economía, que en lo sucesivo


se manifiesta en un desarrollo paralelo, complejo y
contradictorio de la competencia y de la cooperación,
obliga a revisar modos de intervención directos de los
Estados-nacionales, y u. la importancia de la alta
tecnología y de la ciencia, no como nuevos campos de
producción sino como fermentos y vectores de
innovación, obliga a conceder mayor atención a las
regulaciones complejas y delicadas de esas actividades.
El efecto de esas grandes tendencias va a ser cada vez
más evidente. Prosperarán las sociedades que sepan
adaptarse a él y sacar partido, las demás declinarán.
Esta adaptación es particularmente difícil, pues requiere
soluciones al parecer contradi ('tocias y que sólo
pueden coneiliarse dentro de otra filosofía de la
administración pública".M

Gomo puede observarse, al margen de las disputas


ideológicas, el Estado ha sido, es y será (por lo menos
mientras la especie humana no sepa darse otra forma de
organización político-social] un ente imprescindible para la
preservación de la civilización e incluso para garantizar los
mínimos niveles de convivencia en sociedad.
'" Michel Cro/.ior, op. nil, pp.
formación u desarrollo del:Estado 101

EJEROICIO 4

I.Identificacon una I. o una M, los siguientes principios


como propios del pensamiento liberal o marxiste con
relación a la naturaleza del l isiado.

[ ) til hombre de manera natural tiene derecho a la vida,


la libertad y la propiedad.
I ) El Estado debe intervenir lo menos posible en la
economía a fin de garantizar el libre juego del mercado.
I ) El Estado es un instrumento de clase que sirve para
justificar, mantener y reproducir las relaciones sociales
de dominación y explotación.
( ) El Estado se conforma por un conjunto de
instituciones y leyes que regulan las relaciones entre los
hombres y garantizan la salvaguarda del bien común.
( J has relaciones que establecen lus hombres en la so-
ciedad capitalista son relaciones de desigualdad y
explota ció ri.

a. Relaciona las siguientes columnas:


a]
Autoridad
L)} Estrato
c) Política
d) I .egalidad
e) Fuerza
f) Poder
g) Ciarlos
Marx /i) l.,<
'.gilimidad
i) Max Weber
J) Glasé social
102 Salvador RtvorocJo GnubtilcJi

K) Sociología

l ) Es el autor que señala que existen tres tipos de


dominación: racional, tradicional y carismática.
( ) Gomo ciencia estudia las relaciones de autoridad y
obediencia, corno práctica permite la construcción de
acuerdos. I ) Es la capacidad que tiene alguien para que
otro u otros ejecuten su voluntad.
( ) Es la actuación del Estado conforme a los
ordenamientos juríd ico-legales.
( ] Se refiere al. lugar que se ocupa con relación a los
medios de producción y al modo y proporción de la
riqueza social que se percibe.
1 ) Es la actuación del poder público que cuenta con el
consenso de la mayoría de los gobernados.
( ] Es aquella que emana de la razón y el conocimiento y
se reconoce por convencimiento.

3. Reflexiona sobre la relación resultante entre un


Estado fuerte y autónomo y una ciudadanía
organizada, participa- tiva, corresponsable y fiscal
izado ra.
4. Elabora un ensayo (dos cuartillas] donde analices
qué impacto ha tenido la globalizaeión en el
funcionamiento de los Estados nacionales.
5.Investiga los efectos que la globalizaeión ha tenido en
el funcionamiento del Estado mexicano.

ResuM€N Da CAPÍTULO
En el presente capítulo se abordan aspectos básicos de
Teoría del Estado a fin de dotar al educando de las
herramientas analíticas que le permitan comprender la
Formc:d6n y ctesarrclb ctel £síoc¡o
103
naturaleza y funciones del Estado. Por tanto, se precisan
conceptos elementales de la ciencia política y se realiza un
recorrido breve, pero riguroso, del carácter histórico y
sociológico del desarrollo de las instituciones estatales.
Así, el apartado responde a dos intenciones, una de
orden conceptual en la cual se le ofrecen al alumno los
elementos que le permiten definir qué es el Estado, cómo
surge y a partir de qué y cómo se constituye, asi corno los
diversos tipos de Estado e igualmente, se esclarecen las
diferencias entre Estado y gobierno y se analizan los
diferentes tipos existentes de este último. El inicio y la
originalidad en el estudio del Estado son explorados a partir
de la revisión de los planteamientos de Platón y Aristóteles
sobre el particular y los principios (Je la naturaleza del
Estado moderno y del pacto social se analizan a la luz de
las reflexiones de Maquiavelo, Hobbes, Lockey Rousseau.
De igual manera se diserta sobre las funciones del Estado,
sus alcances, responsabilidades y limitaciones, se revisan
las relaciones de éste con la sociedad en general y los
estratos o clases sociales en particular,y finalmente, se
estudian los impactos de la globalizaeión en la
configuración de los Estados nacionales.
A partir de la compresión y manejo do tal instrumental
conceptual, se pretende poner en claro la importancia de
estos temas para el trabajo social como disciplina y la
relevancia de su conocimiento y manejo para la práctica del
ejercicio profesional del trabajador social en el marco de sus
intervenciones, por ello se pone especial atención al análisis
de las funciones del Estado y se diserta sobre la política y el
poder como prácticas colectivas que constituyen
importantes ámbitos de actuación para los especialistas en
el estudio y atención de los problemas sociales.
102 Salvador RtvorocJo GnubtilcJi

Así, se aspira a que el alumno disponga de los conoci-


mientos esenciales en materia de análisis del Estado y
tenga claridad de en dónde interviene su profesión, para
qué le sirven tales conocimientos y en dónde puede
aplicarlos.

ñCTIVIDRD€S COMPl6M€l\ITRfllRS D6 RPfi€l\IDIZRJ€:


lecturas axriptefneotartos obligatorios.
Tilomas Hobbes, LEVIALÁN, Editorial Sarpe, España.
4984, t. i., Colección l.os grandes pensadores, núm. 24,
capítulo XIII (pp. 433-438); capíLulo xvti (pp. 475-491J;
capitulo XXI (pp. 215-227).
John Locke, ENSAYO SALMI VI GOBIERNO CIVIL, México,
Editorial Gernika, 1996, capítulos l-v (pp. 7-54).
Jean Jacques Rousseau, EL CONTRATO SOCIAL, Editorial
Sarpe, España, 1983, Colección Los grandes pensadores,
núm. 2,
104 Salvador Hlvarodo
Gáribddi
Libro primero, capítulos I-IX (pp. 35-52); Libro segundo, ca-
pítulos i-rv [pp. 53-65) y capítulo XI (pp. 89-94). Libro
tercera, capítulo l (pp. 95-102).

lecturas complementaran opcionales:


George H. Sabino, HISTORIA DO LA TEORÍA POLÍTICA,
Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1984, Parte
primera, capitulo ni, Platón: La República (pp. 38-59);
capítulo v, Aristóteles: Ideales políticos Y vi, Aristóteles:
Realidades políticas (págs. 75 a 99); Parte tercera, capítulo
xvn, Maquiavelo (pp. 249-264); capitulo xxiil, Tilomas
Hobbes (pp. 337-354), capítulo XXVI, Halifax Y Locke (pp.
382-399) Y¡ capitulo xxviii, El redescubrimiento de la
comunidad: Rousseau (pp. 423-4 38).
Joan Touchard, HISTORIA DO LAS IDEAS POLÍTICAS,
Editorial REI, México, 1990, capítulo Xiv, El Marxismo (pp
475-508) y capítulo XV,- Liberalismo, tradicionalismo,
imperialismo (pp 509-544).
R. H. S. Grossman, BIOGRAFÍA DOL ESTADO MODERNO,
Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1978.
Colección Popular, núm. 63, capitulo fi, Los comienzos del
Estado moderno (pp. 18-54).

Peh( ohs complemerltoriüí.


Lulero
Director: Erick Ti 11
Producción: Alemania, 200'3.

El último emperador
Di rector: Bernardo Bemolucci
Producción: Francia, ITong Kong, Italia y Giran Bretaña,
1987.
En el nombre dol padre
Director: .Jim Sheridan
Producción: Estados Unidos, 1993.
Ciudad de Dios
Director: Fernando Me i rol
les Producción: Brasil, 2002.

HOTEL RWANDA Director:


Terry Goerge
Producción: Reino Unido, Sudáfrica, Estados Unidos e
Italia, 2004.
Capítulo II
Organización Y
estructura del Astado
mexicano

Cluando llegaron, rilen trniíin la Biblia


üji las /nanos y naso ¡ras i rolamos la
¡.ierra. Nos rnsrñamn a rozar y nos
pidieron (¡un cerráramos lo* ojos. Al
abrirlos, olios tr.nlan la Horra y
nosoIros la Biblia.
I II.SMUM) Ti mi

INTRODUCCIÓN AI CAPITULO

Realizamos un análisis particular de la


organización y estructura del l istado mexicano,
como fuente básica y obligada nos remitimos a
la (^institución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en virtud de que define
específicamente los tres elementos que
constituyen a todo Estado (tal y como estudia-
rnos en el capítulo precedente]: territorio,
población y gobierno.
Los artículos Y¿ y 43 de la Constitución
vigente dan cuenta del primer elemento,
demarcando de manera nítida los espacios
geográfico y marítimo que comprende el
territorio nacional; en tanto, los referentes a la
población mexicana se contienen en los artículos
30, d i y dd, pues no obstante de que diversos
artículos se refieren a las garantías individuales
y derechos ciudadanos, los tres mencionados
hacen alusión explícita a la población mexicana
y ; en complemento, la estructura del Estado y
por tanto la forma de gobierno, sus niveles,
funciones, formas de organización y
competencias, así como la división de polo?
deres y sus interacciones, se tratan de la siguiente
manera: los artículos 39, 40 y 41 nos hablan de nuestra
conformación republicana y del ejercicio de la soberanía.
Del 49 al 107 versan sobre la división de poderes, la
configuración y funciones del ejecutivo, legislativo y
Judicial. Y, los artículos 115 y 116 nos remiten a la
estructura política, funciones y atribuciones de los estados
y los municipios. Por último, el artículo 1.24 define los
límites de las facultades de los estados y IÍI Federación.
A partir de tales elementos efectuamos una somera
revisión de cómo se futí constituyendo nuestro sistema
federal, dedicamos especia! atención a estudiar las
esleías de competencia e interacción de los distintos
niveles de gobierno: federal, estatal y municipal y
exploramos sus antecedentes en ios ordenamientos
jurídicos previos a la Constitución de 1917.
Asimismo, se analizan las ventajas y justificaciones de
la necesidad de la división de poderes, enfatizando su
función de equilibrio al representar un sistema de
contrapesos entre los poderes l'jeemivo, Legislativo y
Judicial y, particularmcn te en el caso fie nuestro país, se
explica el porqué de la preponderancia del poder Ejecutivo
Sobre los otros poderes, hecho que ha sido la base de la
configuración de nuestro presidencialismo. Finalmente, en
esta Unidad, se hace un breve recuento de nuestro
accidentado, pero irreversible proceso de ampliación de
libertades y derechos políticos, como de la construcción
de los ordenamientos jurídicos e instilo clones que en
materia electoral le dan certidumbre y transparencia a los
procesos políticos.

Objetivos particulares del capitulo


• Identificar la estructura del Estado mexicano a partir
del conocimiento de sus niveles de organización,
funcionamiento y competencia.
• Identificar la organización del gobierno mexicano, su
funcionan! ionio y competencia.
• Describir el Sistema Político Mexicano a partir de? su
funcionamiento y organización; asi como su
interpelación entro los diferentes actores políticos.

ORGANIZACIÓN V
ÉSTRUCTURA Da
ASTADO MGCICANO
R1 FEDERALISMO, es una corriente política de pensamiento
que pugna por la existencia de una república formada sobre
la base de un pacto entre los estados que la constituyen,
los cuales deberán ser libres y soberanos en lo que atañe a
su régimen interior y en todo aquello que no se oponga a
las bases de dicho pacto. En tal orden de ¡deas, la
estructura del Estado mexicano es de carácter federal, en
tanto está constituido por la unión de estados libres y
soberanos y por el Distrito Federal; asimismo, dichos
estados tienen como base de su división territorial y de su
organización política, como administrativa: al municipio
libre. De esta manera se constituyen los tres órdenes de
gobierno:

Estado federal
soberano o Independiente
Consl i loción Política de los
Estados Unidos Mexicanos
Artículos 39 al i M

Ent idades federativas


Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos
Articulas 40 y -l 1G

Municipios Ubres
Oonslil.iH'ión Política de tos Estados
Unidos Mexicanos
Articulo 115
no Salvador Hlvcrcido Garitaldi

Es conveniente resaltar que el nacimiento de la


Federación se puede ubicar en dos planos. Uno primero,
que emana del pacto que realizan algunos estados
preexistentes para consumar la unidad inicial y, otro, que es
la adopción de la l'orma federal por un Estado inicialmente
centralizado. En nuestro caso, después de una larga y
cruenta lucha entre liberales de vocación federalista y
conservadores de tendencia centralista, las respectivas
constituciones de 1824, 1857 y la vigente, recogen el
espíritu federalista y colocan al país en el primer plano
mencionado: en el cual, mediante un pacto, las entidades
federativas delegan en la Federación ciertas facultades
reservándose para si las restantes.
Nuestro país prorrumpió como nación independiente en
1821 y luego del fallido intento imperial de Agustín de
Iiurbide, el 24 de enero de -1824 se aprobó el Acta
CONSTITUTIVA DE LA FEDERACIÓN MEXICANA, que fue Ley
Fundamental en tanto se promulgó la primera Constitución
Nacional, suscrita el 4 de octubre del mismo año y en la
cual se estableció que: "La nación mexicana adopta para su
gobierno la forma republicana popular federal."
Dicho pronunciamiento no estuvo exento de dificultades
y confrontaciones: desde el inicio de la presidencia de José
Miguel Fernández Félix, mejor conocido como Guadalupe
Victoria, polemizaron federalistas y centralistas. En el pri-
mer bando se agruparon los representantes de los sectores
tradicional mente marginados y los miembros de la logia
yorkina, que inspirados en la experiencia de Estados
Unidos, esperaban justicia, igualdad, libertades individuales,
democracia, educación y oportunidades de ascenso social.
En contraposición, en el bando centralista se aglutinaron los
Órgoriizoción y escrituro del Estado mejicana
111

defensores de los privilegios: la vieja aristocracia colonial, el


alto clero y la naciente burguesía que. veían con admiración
el curso de la historia inglesa, donde capitalistas y terrate-
nientes, con apoyo del sistema monárquico y la jerarquía
eclesiástica, habían podido conciliar sus intereses y
avanzar en la industrialización.,o:' Así, las diferencias entre
federalistas y centralistas, que a la postre desembocaría en
la conformación y definición de los grupos liberales de
orientación republicana, democrática y federal por un lado,
y por otro, los conservadores de inspiración centralista y
monárquica, conducirán a nuestro entonces débil y naciente
país a un sangriento enfrentamiento que duró más de 50
años, como veremos en párrafos próximos.
En la actualidad, México cuenta con una extensión terri-
torial de 1/964,375 kjTó, de los cuales 1'959,248 son
superficie continental y 5,-127 corresponden a superficie
insular. La República Mexicana tiene fronteras con los
Estados Unidos de América, Guatemala y Belice, a lo largo
de 4,304 km" distribuidos ele la siguiente forma:
• Gon los Estados Unidos de América, se extiende una
linea fronteriza a lo largo de 3,152 km desde el
Monumento 258 al noroeste de Tijuana hasta la
desembocadura del Río Bravo en el Golfo de México.
Son estados limítrofes del país: Baja California,
Sonora, Chihuahua, Ooahuila, Nuevo León y
Tamaulipas.
• L.a linea fronteriza con Guatemala tiene una
extensión de 956 km, y la de Belice 193 km. Los
estados fronterizos del sur y sureste de México son:
Ghiapas, Taba seo, Campeche y Quintana Roo.
Órgoriizoción y escrituro del Estado mejicana
111

Respecto a los litorales, México destaca por su


extensión, que es de 14,122 km, exclusivamente en su
parte continental, es decir, sin considerar litorales
insulares.1"''
La actual Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, promulgada el 5 de febrero de 4917, consta de
136 artículos, nueve títulos y dos partes. Una doctrinaria:
del

|,:
""Véaae Humberto Musacchio, Dirrimumo fínrAclopadicp «7f
México, i H
p. 611.
'"‘Velase maps0r\'er.int:t'¡.gc)b.mx
112 Solvodor fitvoiodo Goribddi

artículo primero al veintinueve Y¡ otra orgánica: del


artículo treinta al ciento treinta y seis.
El Título Segundo, capitulo primero trata: "De la
Soberanía Nacional y de la Forma de Gobierno". Rn su
articulo 39 establece claramente que la soberanía nacional
reside esencial y originalmente en el pueblo, por Lo que
todo poder público nace en el pueblo y para beneficio del
mismo, razón por la cual posee el derecho de modificar la
forma de gobierno talando ésta obre en su contra. Estos
principios, de clara influencia roussonian a, tienen su
antecedente nacional más remoto en la inspiración de José
María Morolos y Pavón, quien en la Constitución de
Apatzingán aprobada el 22 de octubre de 1814, señalaba
que en tanto la soberanía reside originalmente en el pueblo,
tiene éste la prerrogativa de establecer el gobierno que más
le convenga, alterarlo, modificarlo, o abolirlo totalmente
cuando su felicidad lo requiera. Tales preceptos fueron
recogidos por los legisladores que promulgaron las
constituciones de 1824 y de 1857 y, como ya se observa,
fue ratificado por los constituyentes de 1917.
Establecido que la forma de gobierno dimana de la vo-
luntad popular, el artículo 40 constitucional puntualiza que
es voluntad del pueblo de México constituirse en una
República representativa, democrática y federal, compuesta
por estados libres y soberanos unidos en una Federación.
Nuevamente, el ideal republicano en México nos
remonta de inicio a la lucha insurgente, como a una serie de
acontecimientos históricos donde se ha defendido el
principio republicano. Diferentes experiencias ponen en
evidencia que lo estipulado por el articulo 39, referente a la
soberanía nacional y a la libre elección de la forma de
Organización v estriMi/o ctel fstodo moxicano 1 ] 3

gobierno más acorde con el interés general, no es una mera


construcción discursiva, sino expresión viva de un pueblo
protagonista de su propia historia: la negativa a permitir la
consolidación de un imperio (el de Agustín de Tturbide] en
los albores del nacimiento independiente; la larga lucha
contra la dictadura cen- i [’alista ele Antonio López de Santa
Ana; la derrota del Imperio de Maximiliano de HabsburgO;
el repudio de la dictadura porfiriana y la usurpación
huerüsta, así lo constatan.
Tales acontecimientos históricos expresan la voluntad
del pueblo de México por preservar la República y con ello
el Pacto Federal como estructura de articulación del poder.
El federalismo es una forma de organización opuesta o
distinta al centralismo. En los dos regímenes existe la
división de poderes tradicional: Ejecutivo, Legislativo y
.Judicial, sin embargo, la diferencia sustancial radica en que
mientras en el régimen centralista estos poderes actúan de
manera directa e inmediata sobre la totalidad de la
población y el territorio que comprenden la nación ; en el
sistema federal, los mismos poderes, además de operar en
el ámbito nacional deben coexistir y delimitarse
mutuamente con los poderes ejecutivos, legislativos y
judiciales de cada entidad federativa; que sólo tienen
competencia en sus correspondientes territorios. En este or-
den de ideas, el artículo \ '¿H constitucional es fundamental
en la configuración del sistema federal, pues señala textual-
mente: "Las facultades que no están expresamente
concedidas por esta Constitución a los funcionarios
federales, se entienden reservadas a los Estados".
Dicha disposición lo que hace en realidad, es delimitar
las esferas de competencia y la distribución de funciones de
1 14 Salvador fllvcrodo Goribaicli

dos poderes públicos: federales y locales. En consecuencia,


los poderes federales sólo pueden efectuar las funciones
que específicamente les confiere la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, en tanto que los poderes
locales sólo asumen aquello que no está reservado
explícitamente a la Federación y lo hacen a partir de que las
constituciones estatales definen las facultades
correspondientes a su favor, de suerte tal que la invasión en
las competencias por el Gobierno Federal o a la inversa, es
inconstitucional, toda vez viola la soberanía de las
entidades federativas o de la propia Federación.
Niveles de gobierno

Hemos señalado que en un Estado que se define a sí


mismo como federal, soberano e independiente, coexisten
distintos niveles de gobierno, pues toda federación está
compuesta por unidades territoriales que se autogobiernan
y que disponen de la facultad de legislar en su espacio local
a la vez que están obligadas a observar la legislación
federal. Por consiguiente, las entidades y la Federación se
inteiTelacionan e interactúan recíprocamente en el marco
de sus respectivas competencias juridico-políticas. En el
caso particular de México, los tres niveles de gobierno son:
federal, estatal y municipal.

Federal
De lo expuesto en el apartado relativo a la organización y
estructura de nuestro Estado nacional, se deriva entonces
que las entidades federativas, en el pacto federal, son libres
y soberanas, en virtud de que sus ciudadanos en pierio
ejercicio de sus derechos y obligaciones tienen la facultad
de elaborar [por medio de sus respectivas legislaturas
Organización v estriMi/o ctel fstodo moxicano 1 ] 3

lóenles) su propia constitución y disposiciones jurídicas que


de ella emanen, siempre y cuando no contravengan los
ordenamientos do la Constitución Nacional. Merced a tales
prerrogativas, los estados disfrutan de la libertad de
gobernarse a sí mismos, disponen de patrimonio y
personalidad jurídica propia que les distingue de los otros
estados y del Estado federal, con la limitante de que no
poseen personalidad y representación en el ámbito
internacional, pues éste es atributo de quien resulta de la
unión de las entidades libres: la República representativa.
democrática y federal como versa el artículo 4ü cons-
titucional.
En este urden de ideas, corresponde al artículo dar
cuenta de corno está integrado el territorio nacional. A la
letra señala que comprende:
OfgciflKOciór y ast'iiGuro 'tel fatodo mratfKjrc 115

1.- El de las partes integrant.es de la Federación.;


IT..- El de. las islas, incluyendo tus arrecifes y cayos en
los mares adyacentes¡
III. - El de las islas de Guadalupe y las de
Reviilagigedo situadas en el Océano Pacifico;
IV. L.a plataforma continental y los zócalos submarinos
de las islas, cayos y arrecifes;
V. - Las aguas de los mares territoriales en la extensión
y términos que fije el derecho internacional y las
marítimas interiores, y
VI. -El espacio situado sobre el territorio nacional, con
la
extensión y modalidades que establezca el propio
derecho internacional.

En complemento, el artículo 43 detalla las partes


integrantes de la Federación, y por tanto, especifica sólo lo
enunciado en la fracción primera del artículo referido con
antelación, t ’un base en tal información estamos en
condiciones de elaborar, como recurso didáctico, el
esquema de la página siguiente:
Así entonces, queda claro que en la estructura federal,
las entidades federativas carecen totalmente ele soberanía
exterior y pierden ciertas facultades interiores a favor del
gobierno central, pero conservan para su propio-gobierno la
Facultad de ejercer el poder en su delimitada jurisdicción.

(Esíciíol
El Titulo Quinto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos se refiere a los estados de la
Federación. Originalmente el artículo 11 r> del citado título
se refería a la organización y funcionamiento de los estados
Ozonización s> esttucluro ctel fsi;ado medican.
117
de la Federación como de los municipios. Sin embargo, por
la relevancia de las propias entidades se efectúo la reforma,
que so publicó en el DIARIO OFICIAL el 17 de marzo de 1987,
donde se modificaron los artículos 115 y 118, con el
propósito de que comprendieran todo lo relativo a los
asuntos propios de los municipios y de los estados de la
Federación respectivamente.
ENTIDADES ÍJUE INTEGRAN A I,A FEDERACIÓN
| 11 Mi mu :i| in r.

Ami.'iiviii a MLIIIH
IDIIII .
rmns I'm,i
I IUija ('•ulilonna S 6 Muni
ripios
.Unmpeohis
California
11 Municipios

r- fvifiliuUii til Municipios

E
Cl llilTIH in Municipios

(' 111 I la Municipios

iiiiii-
UHtll Ualiim fi7 Municipios

Durongo 39 Mi.nm ipk a

(■Hiannj Alt Munitllpios


uiiift
Gufiiwo It I Mm nri|m in

Hidalg fiA Municipios


o
■ ill lift«! I Hi, Municipios

til l Municipios

E SUII J 31 Michoao 11 l Municipios 'ftlUlltll.'


1
OH LINTITL
REDIN án
M CNIR' - -ISIR
■ nu.iiiii:ipii.is
LILÍLII A D :t l a i'Livol
ANN »
( M . TIN F EDERA
ÍIO Municipin riaclouill
ULO
ÍK ' PÚ W ( IIRIII
L Havant
s31) Municipio*! 2,Aait
O WIUII
TAN P SNRTE
ULN A3 *
IVICIN I NICGR
TTL
r
Y i1 Municipios
IV DER FINIWI
NL U C LA Municipios

21 "Municipios
Oneirism
tit
(Juintnna It* ID H Municipios

Su,i l.uis aft Munlt'.iplnti


I'lilnal
in Municipios

72 Municipios

Tabas 17Muiiititplus
co
TainiiuUpu« A3 Municipio,.

I til) Municipios
laxmla
2I'¿ Municipios

10fi
Municipios
ñB Municipios

Dimitía nalnr.il 1¡! DIIIITÍII


limes
Municipios
’Actualizado del 14 de lebrero de 2008. I'uunte:
Elaborado con base en: Instituto Desarrollo Municipal
Segob, México. wvvw.eloCal,

Nacional para la Federacirin


y ,gob.mx/wb2
AHÍ, el. poder de las estados de la República se norma
y define en los artículos constitucionales '116 a 122, en los
cuales se especifica que el poder público en los estados de
la Federación, para su ejercicio, se dividirá en Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, de los cuales no pueden concentrarse
dos o más poderes en una sola persona o corporación, en
tanto que el poder Legislativo no puede recaer en un solo
individuo.
Respecto al poder Ejecutivo local, la Constitución
establece que éste recaerá en la figura del gobernador del
Estado, el cual no podrá durar más de seis años en su
encargo y en caso de que su origen sea la elección popular,
bajo ningún concepto podrá nuevamente ocupar ese cargo,
con lo que se preserva el principio de no reelección en las
entidades federativas.
Dicho principio opera de manera singular para el caso
de gobernadores sustitutos, interinos o provisionales, que si
bien, al ocupar nuevamente el cargo no vulneran el principio
de no reelección, pues estas figuras son designadas y no
electas. Para evitar equívocos, la Constitución expresa que
éstos no podrán ser electos para un periodo inmediato a la
terminación de su encargo. Por último, para ser gobernador
constitucional de un estado de la Federación es requisito
indispensable ser mexicano por nacimiento, originario del
estado o demostrar residencia efectiva en la entidad que se
aspira gobernar, de por lo menos cinco años al día anterior
en que se celebre la elección.
Tocante al poder Legislativo en los estados de la
República, la Constitución estipula que el número de
representantes (diputados) en las legislaturas será
proporcional al de los habitantes de cada Entidad. Pero, en
el caso de que un estado no cuente con una población
mayor de 400,000 habitantes el número de legisladores no
podrá ser menor de siete- de nueve para el caso de que la
población sea mayor de 400,000 residentes Y no llegue a
los 800,000 y, de 11 para aquellos
118 SohpCjqi fllvamco
Gonboldi

estados cuya población exceda esta última cifra. Los


legisladores locales, al igual que los federales, no podrán
ser reelectos para un periodo inmediato y por cada diputado
propietario se elegirá un suplente.
En lo correspondiente al Poder Judicial local, la Gana
Magna señala que éste se; ejercerá por los tribunales que
establezcan, las constituciones locales, mismas que
deberán garantizar la independencia en el ejercicio de sus
funciones para los magistrados y jueces y definir las
condiciones de ingreso, formación y permanencia para
quienes sirvan a los poderes judiciai.es de los estados.
Respecto a las atribuciones y competencias de los esta-
dos, establece el artículo 117 que, entre otras limitaciones,
están impedidos para celebrar alianza o coalición con otro
Estado o potencia extranjera,- acuñar o emitir papel
moneda o estampillas, gravar el tránsito de personas o
cosas (mercancía nacional o extranjera] que atraviesen su
territorio; contraer directa o indirectamente obligaciones o
empréstitos con gobiernos de otras naciones, con
sociedades o particulares extranjeros. Asimismo, el 118
sentencia que los estados no pueden imponer
contribuciones o derechos sobre importaciones o
exportaciones; que bajo ningún concepto ni tiempo pueden
tener tropa permanente, ni buques de guerra y, que
Lampoeo pueden, por sí mismos, hacer la guerra a potencia
extranjera alguna.
En reciprocidad, el articulo 119 constitucional establece
que los poderes de la Unión tienen el deber de proteger a
los estados contra toda invasión o violencia exterior y en
caso de sublevación o trastornos internos que pongan en
riesgo el interés general también tiene la Federación la
Organización y astructuro del (suida mejicano 1J9

obligación de asistir a la entidad.


Esta obligación se deriva del compromiso de
salvaguardar el pacto federal, pues cuando un estado de la
República fuere in vadido por una potencia extranjera, la
Federación tiene el deber de acudir en defensa de su
territorio, pues es parte del espacio geográfico nacional. Y,
por otra, si una entidad federativa sufre conflictos internos
que pongan en entredicho la existencia de las instituciones
y atonten contra el interés general, la Federación puede
intervenir para restablecer el orden, siempre y cuando dicha
actuación sea solicitada por la legislatura local o el
gobernador a fin de mantener incólume el principio de
soberanía y libertad estatal.1"
El artículo 119 señala también la obligación de las enti-
dades de entregar a los presuntos delincuentes que se ubi-
quen en su territorio y que sean requeridos por otros
estados o la Federación misma. Dicha obligación expresa
un importante principio del pacto federal: los estados
administran la justicia de manera local, en su demarcación
jurisdiccional, pero de manera simultánea forman parte de
un todo: el Estado mexicano, lo que les obliga a responder
para que otras entidades o la Federación misma cumplan
adecuadamente con sus obligaciones judiciales.
Asi, es claro que las leyes de un Estado sólo tienen
efecto en su propio territorio por lo que no son obligatorias
fuera de él, a excepción de los actos del registro civil y la
expedición de títulos profesionales, como de algunos otros
documentos oficiales que son respetados en los demás
componentes ele la Federación.

A/lun'Opol
El articulo 115 constitucional establece que las entidades
120 íjQlvíidür fílvorodo
Gonbaldi
federativas para su régimen interior adoptarán la forma de
gobierno republicana, representativa y popular, teniendo
corno base de su división territorial y de su organización
política y administrativa, el municipio libre.

'T.NUI nos remite n los domemos di: Iti soberanía ya analizado« en


el apar tacto anterior: Independencia que guarda relaman con el exterior
y que establece la igualdad del Estado nacional' (en nuestro caso l
ederai) trente a oíros Estados del inundo y, supremacía, que precisa que
al intenur ningún pcidei puede ser igual o superior. En nuestro caso
ninguna entidad Federativa puede colorarsi por encima de la Peti
oración.
En su acepción elemental el municipio es la circunscrip-
ción administrativa básica en que se divide cada uno de los
estados de la Federación, el cual es regido por un ayunta-
miento. Este último constituye una corporación compuesta
por un presidente municipal, regidores y síndicos electos
por votación popular para la administración de un municipio
determinado.
En nuestro país, el municipio cuenta con una larga
tradición histórica que antecede al México independiente,
pues el primer ayuntamiento que se fundó en tierras
nacionales fue el de la Villa Rica de la Veracruz en 1519, a
partir del cual la Corona española concedió a Hernán
Cortés los títulos de capitán general y justicia mayor de la
Villa, acto que formaliza el deslinde de la autoridad del
gobernador de Cuba, Diego Velázquez y constituye el inicio
de la institucionalizaeión del poder en los nuevos territorios.
En los tres siglos de dominación española los ayunta-
mientos fueron una discreta manifestación del gobierno de
los pueblos, la participación era muy reducida y teóricamen-
te los alcaldes eran electos por elección popular, pero en
los hechos muchos cargos eran ocupados merced a las
Organización y astructuro del (suida mejicano 1J9

relaciones con las autoridades virreinales, cuando no


directamente con l¿i Corona. Quizá un acontecimiento de
gran relevancia sea el que en 1808, el ayuntamiento de la
Ciudad, formado por criollos deseosos de alcanzar el poder,
sostuvo que ante el dominio francés en España,
correspondía al Ayuntamiento asumir el ejercicio de la
soberanía. Si bien el intento fracasó, la experiencia sirvió
para alentar el deseo de la emancipación política de México
en los años próximos.
Consumada la independencia, y ante la fragmentación
e incomunicación territorial, la falta de cohesión social y la
violenta disputa por el poder entre grupos conservadores de
orientación monárquica y liberales de filiación republicana,
el municipio no alcanzó un papel relevante en la vida
política nacional. El orden y la paz porfiriana en mucho se
sustenta
Ogonizoctái 1 ¡ 11 uro ¡tel feti ido mexict * 1 | g ]

ron en la cancelación de las libertades, como en la


práctica y aplicación de recursos ilegales. Porfirio Díaz, con
el propósito de lograr la centralización del poder, agrupó a
los ayuntamientos en demarcaciones administrativas
denominadas partido, distrito, jefatura o cantón, cuyos jefes
políticos eran agentes del gobierno dictatorial y en
contubernio con los gobernadores de los estados eliminaron
totalmente la autonomía municipal. Este hecho, en mucho
explica la aversión que la población tenía a los jefes
políticos y el porqué de la aspiración de recuperar al
municipio como base de la democracia en el movimiento
revolucionario.
El primer tefe del movimiento constitucionalista,
Venustiano Carranza, supo captar dichos anhelos, por lo
que eri el Plan de Veracruz, signado el 12 de diciembre de
1944, comprometió en su artículo segundo, expedir y poner
en vigor las leyes y disposiciones tendentes al
establecimiento de la libertad municipal. Y, congruente con
tal compromiso, expidió el 25 de diciembre del mismo año,
la Ley del municipio Libre, que es el antecedente básico del
articulo 115 de la (Constitución vigente.
Asi, el actual ordenamiento jurídico (artículo 115],
señala que el municipio será administrado por un
ayuntamiento de elección popular directa y que entre éste y
el Gobierno del Estado no habrá ninguna autoridad
intermedia.
La Constitución vigente, instituye que los presidentes
municipales, regidores y síndicos de los ayuntamientos,
electos por voto popular, no podrán reelegirse para el pe-
riodo inmediato y las legislaturas locales, por acuerdo de las
dos terceras partes de sus integrantes, podrán suspender
Oi’or.ini.-'ücinn ^ astructuro del fcsroa:» mexicano
123
ayuntamientos, declarar que éstos han desaparecido y sus-
pender o revocar el mandato a alguno de sus miembros,
por causas graves que la ley local prevenga, siempre y
cuando sus miembros hayan dispuesto de Jos medios v la
oportunidad suficiente para defenderse y ofrecer pruebas
en su defensa.
Respecto a las funciones y atribuciones de los
municipios, la ley les confiere personalidad jurídica propia y
facultades para manejar su patrimonio de conformidad con
la Ley¡ asi como para expedir los bandos de policía y buen
gobierno y, los reglamentos, circulares y disposiciones
administrativas de observancia general al interior de sus
respectivas jurisdicciones. En tanto base de la división
territorial y de la organización político-administrativa de los
estados, la fracción 1.11, del artículo 11$, les confiere la
responsabilidad de atender, justamente los asuntos
relativos a servicios básicos e inmediatos para desempeñar
un "buen gobierno" y establecer un vinculo directo con los
pobladores, asi tienen a su cargo los siguientes servicios
públicos:
al Agua potable y alcantarillado
b) Alumbrado
público r) Limpia
d] Mercados y centrales de
abasto c| Panteones i') Rastro
g) Gallos, parques y jardines ii)
Seguridad pública y tránsito
í) Los que señalen las legislaturas locales según las
determinaciones territoriales y sociuecn nóminas de
los municipios, así como su capacidad administrativa
y financiera.
122 Salvador AlVoredo
GoribaidJ

Adicional mente, puede el municipio orientar las interre-


laciones de la población hacia el bien común a través de la
promoción de actividades de servicio social; de la organiza-
ción comunitaria y fomento a la participación cívico-ciudada-
na,- del impulso a la promoción y desarrollo cultural y, de la
expedición o prohibición de licencias de funcionamientos de
giros comerciales y recreativos en aras de garantizar la
sana convivencia.
Lo anterior pone de manifiesto que el ámbito municipal
es un espacio natural para la intervención del trabajo social.
El especialista en dicha profesión, dispone en su perfil, de
un con junio de saberes y habilidades para impulsar la orga-
nización y educación social, así como para potenciar la par-
ticipación comunitaria en la atención de sus problemas co-
lectivos más urgentes e inmediatos, pues como bien denota
Enrique González Pedrero:

...en los municipios está el comienzo de la participación


su- cial que es parte nodal de la democracia integral. La
posibilidad de sumar las voluntades particulares a una
voluntad colectiva se forja, justamente, entre individuos
que se conocen y construyen su vida ¡unios. Se trata
del principio de identidad, al que aspira la democracia,
que se hace evidente, casi palpable, en las
comunidades que comparten un territorio de pequeñas
dimensiones, con problemas y necesidades más o
menos comunes, donde el significado del interés
colectivo y el destino común os algo más que un
conjunto de símbolos.

E.JEIUMOÍO 5
Oi’or.ini.-'ücinn ^ astructuro del fcsroa:» mexicano
123
l. Especifica las dos formas a partir de las cuales surge
el pacto federal.

Identifica en la Constitución Política de los Estados l


inicios Mexicanos, el articulo que señala que es
voluntad del pueblo de México constituirse en una
República representativa, democrática y federal,
compuesta por estados libres y soberanos unidos en
una Federación.

a) 39
á) lie
o) 40
<718
2 e]
43

"‘"línriqut: (:lonz;Utv/. I’ciln'ro, o/j. vil., p l ni


124 iolvGidor filvorodo Garibañi

3. En un Estado que se considera a sí mismo como federal,


soberano e independiente, existen tres niveles de gobierno.
Defínelos y ordénalos jerárquicamente:
a]_________
bj______________________
cj_______________________

4. ¿Por qué se dice que las entidades federativas son libres


y soberanas?
a] Porque poseen personalidad y representación tanto en el
ámbito nacional como internacional.
/)) Porque los estados tienen patrimonio y personalidad jurí-
dica propios y pueden establecer acuerdos con otras enti-
dades federativas para fijar impuestos y contratar deuda
interna .y externa.
e] Porque sus ciudadanos tienen la facultad de elaborar
(por medio de las legislaturas locales] su propia Constitu-
ción, siempre Y cuando no contravenga la Constitución
Nacional.

5. Investiga: a) cuántas R.NTIDADCS federativas.y qué otra


figura institucional conforman el Estado Federal. Asimismo,
indaga: B \ cuántos municipios existen en México y cuáles
son los estados que tienen: r) el menor y, d] el mayor núme-
ro de municipios.
6. Marca con una X los dos antecedentes principales del
actual artículo 145 constitucional.

aj Plan de Veraoruz B) Plan


de Agua Prieta r) Ley del
Municipio Ubre
d) Ley de deslindes de baldíos y municipios
Organización y estructura del Cstodomexicano ]
25
I II
e] Plan DE San LJLIÍS
Competencias y
atribuciones de los
poderes

El reconocimiento de la necesidad de la división de poderes


es una de las grandes contribuciones de Montesquieu, tamo
al desarrollo de la ciencia política, corno al ejercicio de la
política como práctica en Las sociedades modernas.
Profundamente impactado por la herencia de la Revolución
Parlamentaria de 1688 en Inglaterra, lugar donde residió
entre 1728 Y 1781, y de lo cual concluyó que la libertad de
que gozaban los ingleses era explicable en función de la
división de poderes entre Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Así, en el Libro XI DEL ESPÍRITU ELE LAS LEYES, se da a la
tarea de analizar las particularidades de cada uno de estos
poderes tomando como referente a la República Romana.1"7
En la citada obra, Montesquieu desarrolla uria teoría del
gobierno y del derecho que da cuenta de las condiciones
constitucionales de las que depende la liberad. Cáustico cri-
tico del despotismo, aduce que éste es posible por la anula-
ción de poderes intermedios entre el monarca Y el pueblo;
como entre el derecho Y la voluntad del soberano, por lo
que la arbitrariedad sólo es posible acotarla con la división
de poderes. Esta reflexión es la base del constitucionalismo
liberal hasta nuestros días, pues la coexistencia de los
diferentes poderes es en realidad el reconocimiento de la
existencia necesaria de frenos y contrapesos jurídioo-

I Investiga cuál fue el primer ayuntamiento formado en


nuestro país y cuándo se fundó:
II Describe brevemente, qué funciones puede desempeñar el
trabajador social para promover el desarrollo del municipio.
12ó Salvador fllvurodci Goribaldi

políticos entre esos poderes.


En el caso particular de México, en la lucha de los
insurgentes por la independencia estaba presente la
impronta de este ideal Con el propósito de proteger al
hombre frente al despotismo y la injusticia, José María
Morelos y Pavón, en el documento constitucional de
Apatzingán señala con transparencia que las atribuciones
de la soberanía se dividen entre

Véase Charles Mnniustiuieu, Dv¡ espíritu dr Ias Idytis,


pp. 186-107. Revisar los capítulos xvi al xix, del Libro primero.
las Facultades de dictar leyes, aplicarlas y hacerlas cumplir,
y en su articulo 12, expresa que los tres poderos:
Legislativo, Ejecutivo y Judicial, no deben ejercerse ni por
una sola persona, ni por una sola corporación.
Si bien este documento nunca alcanzo vigencia, ha
tenido una profunda influencia en la evolución jurídico-
política de México, l ias constituciones de 1824, 4857 y
1917 recogen el espíritu de este principio y lo consagran
como una premisa fundamental de nuestra estructura
política. Sin embargo, es preciso reconocer que una cosa
es la letra del ordenamiento jurídico y otra la realidad en la
cual debe aplicarse tal disposición. Nuestra historia,
lamentablemente nos nuestra episodios en los que, ajenos
a la ley, los poderes no se han respetado y el despotismo y
la tiranía han predominado.
Empero, hay que insistir que el principio ele división de
poderes es Fundamental en todo régimen democrático
porque establece un sistema de contrapesos en que un
poder delimita a otro poder, estableciendo una distribución
equilibrada de facultades y Funciones, que preserva la
libertad individual y social porque impide el monopolio de
Organización y estructura del Cstodomexicano ]
25

poderes que colocarían en estado de indefensión al sujeto


y, por otro lado, propicia la repetición continua de los actos
de gobierno, de lo que se deriva la posible espeeialización
en las funciones y la eficiencia en el desempeño.
Ahora bien, bajo ningún concepto debe confundirse
división de poderes con ausencia de relación entre poderes.
La división no es ni puede ser absoluta. Si bien en lo
relativo a su Forma de organizarse y de actuar cada poder
es independiente uno del otro, persiste siempre el hecho
predominante que son parte de un todo y que se
complementan para darle funcionalidad al Estado, por lo
que la división de poderes se opera eficientemente a partir
de la colaboración ,y coordinación entre ellos. Así, el Título
Tercero del texto constitucional, que es el más extenso, se
divide en cuatro capítulos y comprende los artículos 49 a
107, mismos que se refieren a la
Organ<2ocii.y» u estructuro del fetodo menroru.
127
división de poderes Y al Funcionara ionio y facultades
de cada uno de los poderes: ejecutivo, Legislativo y
Judicial.

DIVISIÓN Y RELACIÓN DE PODERES

Poder ejecutivo <

t
V
Poder 1 legislativo

<
Poder Judicial

En este orden de ideas, el artículo 49, a la letra dice:

El Supremo poder de la Federación se divide, para su


ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No podrán
reunirse dos o más de estos poderes en una sola
persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en
un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias
al Ejecutivo de la Unión conforme a lo dispuesto en el
artículo 29. En ningún oaso, salvo lo dispuesto en el
segundo párrafo del articulo 131, se otorgarán
facultades extraordinarias para legislar.

Ambos casos de excepción se refieren a situaciones


que justifican la concentración de; facultades. En el caso del
artículo 29, las facultades especiales del Ejecutivo se
prevén como respuesta a tiempos anormales, como
situaciones de rebelión, invasión extranjera o guerra, en las
cuales sólo el Presidente de la República, previa
aprobación del Congreso de la Unión o de su Comisión
ürqoneeaón u estructura del feWda maxicaro 129

Permanente, en caso de receso, puede suspender, on todo


el país o parte de él, y por tiempo limitado, las garantías
que fuesen obstáculo para hacer frente a la situación. Y, en
el caso del articulo 131, el párrafo segundo establece que el
Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión
para aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de
exportación e importación expedidas
128 Salvador Rearado
SarbuU¡

por el propio Congreso, y para crear otras, asi corno


para restringir o prohibir las importaciones, exportaciones y
el tránsito de productos o artículos, cuando estime urgente
regular el comercio exterior, la economía del país o la es-
tabilidad de la producción interna a fin de garantizar el
beneficio de la nación.

ftxtor ےewtivo
Octavio Paz sostiene en TIL OGRO MAN TRÓPICO, que? en la
historia de México existen dos constantes, una que es
herencia del periodo colonial: el patrimonial ¡ SITIO Y otra;
que heredamos de nuestro pasado prehispánico Y hemos
reproducido a lo largo de nuestra vida política: el
autoritarismo.
Esta última manifestación, el autoritarismo, que no es
otra cosa que el uso arbitrario del poder, ha sido posible en
virtud de la existencia y reproducción de un poder Ejecutivo
que ha subordinado,, cuando no cancelado a los otros
poderes. Ello explica en mucho que en el primer proyecto
constitucional, el de Apatzingán de octubre de 1814, los
insurgentes, temerosos de la réplica de los excesos
virreinales, depositarán el gobierno en un triunvirato, en el
cual cada uno de los tres personajes ejercía el poder
individualmente por espacio rotativo de cuatro meses. La
inoperancia de tal fórmula hizo que desde la primera
Constitución promulgada en México, en 1824, se otorgara el
Poder Ejecutivo de la Federación a un solo individuo con el
título de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos,
disposición que fue ratificada por las subsecuentes Cartas
Magnas de 1857 y 1917.
En consecuencia y en comunión con el artículo 80 de la
Constitución vigente, el Poder Ejecutivo reside en el
ürqoneeaón u estructura del feWda maxicaro 129

Presidente de la República y para la ejecución de sus


funciones y ejercicio de la administración pública se auxilia
de las Secretarías de Estado y Departamentos
Administrativos, según el artículo 90; de la Procuraduría
General de la República, de acuerdo con el artículo 102
Y¡ de conformidad con los artículos 90 y 93, de los
organismos centralizados y empresas paraestatales. M
En nuestro caso, las disposiciones jurídicas especifican
que la elección del Presidente de la República será por
elección popular de manera directa, su encargo durará seis
años y bajo ningún concepto podrá volver a desempeñar
ese cargo y que para ocupar la titularidad del Poder
Ejecutivo se necesita:
Artículo ÍV¿. Para ser presidente se requiere;
I - Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno
goce de sus derechos, hijo de padre o madre
mexicanos y haber residido en el país al menos durante
veinte años.
IL- Tener 35 años cumplidos al tiempo de la elección,-
IIP- Haber residido en el país durante todo el año
anterior al día de la elección. La ausencia del [tais hasta
por treinta días, no interrumpe la residencia.
IV. - No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro
de algún culto,-
V. - No estar en servicio activo, en caso de pertenecer
al Ejército, seis meses antes del día de la elección,
VI. - No ser secretario o subsecretario de estado, jefe o
secretario general de departamento administrativo,
procurador general de la República, ni gobernador ele
algún Estado, a menos de que se separe de su puesto
seis meses antes del día de la elección, y
128 Salvador Rearado
SarbuU¡

VIL- No estar comprendido en alguna de las causas de


incapacidad establecidas en el artículo 83. [Este último
articulo preserva el principia de no reelección, pues
define que el ciudadano que haya desempeñado el
cargo de Presidente de
""“La rama ejecutiva del gobierne.! incluye dos tipos de agencias, u
órganos los que tienen equivalente en la mayoría de los países del
primor y el lerrer mundos, como, tas secretarías de Relaciones exteriores
,y de Defensa Nacional, v otros que son idiosincrásicamente mexicanos,
llamados a veces descentraliza dos o paraestatales l .) Los enuvs
paraestatales son producto del naeiontiliamu mexicano, la
mexieani/,ación y expansión del lisiado de los años cuarenta o los
ochenta, culminando en 1982 con la nacional ¡znción de los bancos
nacionales de [impiedad privada.“ Se presenta esta cita non el propósito
de ilustrar que no lodos los listado» disponen de manera obligada de un
setítoi paraestatal, así como para contexiuaiizar la idea que de dicho
sector tienen autores rxtranlen is que son reconocidos como
especialistas en el caso mexicano. Véase Rodé rio. Ai (líirnp, La pnJiUqa
en Máviro. pp 211-2-12.
130 SelvoGor filvorodc Gano:-k
ti
México, electo por votación, o con carácter interino,
provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún
motivo podrá volver a desempeñar ese puesto].

Respecto a sus facultades y obligaciones, éstas están


contenidas en el articulo 89 de la (/arta Magna, y destacan:
promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la
Unión; nombrar y remover libremente a los secretarios del
despacho, remover a los agentes diplomáticos y empleados
superiores de hacienda, así como a los demás empleados
de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no esté
determinado de otro modo en la Constitución; nombrar, con
aprobación del Senado a los oficiales superiores de las
fuerzas armadas y al procurador general de la República;
preservar la seguridad nacional y disponer de la totalidad de
la fuerza armada para garantizar la seguridad interior y la
defensa exterior de la federación¡ declarar la guerra en
nombre de la nación; dirigir la política exterior y celebrar
tratados internacionales, entre otras.

Poder Leg/sfalívo
f.l articulo 50 constitucional establece que el Poder I
.egislativo de los Estados Unidos Mexicanos so deposita en
un Congreso General que se conforma por dos cámaras,,
una de Diputados y oLra de Senadores.
Con base en el artículo 73, y en una muy apretada
síntesis podemos señalar que las principales facultades del
Congreso son:
a) admitir nuevos Estados tai la Unión Federal o formar
nuevos estados dentro de los límites de los existentes;
cambiar la residencia de los supremos poderes de la
132 Salvador ñlvoiudo
Ganbaldi

Federación; />) atender todo lo relativo a ios


empréstitos sobre el crédito de leí nación, aprobar esos
mismos empréstitos y reconocer y mandar pagar la
deuda nacional; aprobar anualmente los montos de
endeudamiento que deberán incluirse en la ley de
ingresos;
c] legislaren toda la República sobre hidrocarburos,
minería, industria cinematográfica, comercio, juegos
con apuestas y sorteos, intermediación y servicios
financieros, energía eléctrica y nuclear;
c) declarar la guerra, en vista de los datos que le
presente el Ejecutivo; expedir leyes relativas al
derecho marítimo de paz. y guerra; dictar leyes sobre
nacionalidad, condición jurídica de los extranjeros,
ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e
inmigración y salubridad general; dictar leyes sobre
vías y medios de comunicación;
d] establecer casas de moneda; dictar reglas para
determinar el valor relativo de la moneda extranjera y
adoptar un sistema gene,ral de pesas y medidas,-
expedir las leyes de organización del cuerpo
diplomático y del cuerpo consular mexicano,-
establecer los delitos .y faltas contra la Federación y
fijar los castigos que por ellos deban imponerse y,
Í) organizar y sostener en toda la República escuelas
rurales, elementales, superiores, secundarias y
profesionales; de investigación científica, de bellas
arles y de enseñanza técnica, bibliotecas,
observatorios y demás institutos concernientes a la
cultura general de los habitantes de la nación, entre
otras muchas facu.lta.des> así como expedir un
Organización y estrixvc del Éstodo medicara 131

sinnúmero de leyes en las más diversas maLorias.

Específicamente, la Cámara de; Diputados se compone


por representantes de la nación, que son electos en su tota-
lidad cada tres años y se integra por 500 diputados, de los
cuales 300 son electos según el principio de votación
ma,volitaría relativa, mediante el sistema de distritos
electorales uninominales, y 300 diputados que son electos
según el principio de representación proporcional. Es decir,
estos últimos legisladores son investidos según la cantidad
proporcional de votos alcanzados por sus respectivos
partidos y tienen nomo objetivo garantizar la representación
de las minorías en los órganos legislativos.
Los 300 legisladores electos por votación, son el resul-
tado de dividir al país en 300 distritos electorales uninomi-
ríales, que son la demarcación territorial que resulte de di-
vidir la población total del país entre los distritos señalados,
a reserva de considerar, que en ningún caso la representa-
ción de un estado pueda ser menor de dos diputados de
mayoría.
Desdo 1979 nuestro país cuenta con 300 distritos un i
nominales. Lo que ha cambiado es la distribución de los
distritos entre las 32 entidades federativas,
considerando como primer1 criterio el demográfico.
Para tal efecto, la población total se divide por 300
distritos y se obtiene el cociente de asignación. Luego
la población total de cada estado se divide por aquel
cociente y se determina el número de distritos que
corresponden a cada entidad federativa. Por ejemplo,
en 1979 el Distrito Federal .contaba con 40 distritos
electorales; para la elección de 2006 contará con 27,
132 Salvador ñlvoiudo
Ganbaldi

debido a que otros estados, como el de México, han


aumentado más rápidamente su población y por tanto
tienen ahora más distritos.108

Por otro lado, los principales criterios para facultara los


200 diputados de representación proporcional son los si-
guientes:
ajlos partidos políticos para aspirar a las diputaciones
de representación proporcional (mediante registro de
listas regionales) deberán acreditar su participación
con candidatos a diputados por mayoría relativa en
por lo menos doscientos distritos uninorninales;
Jb)deberán alcanzar por lo menos el dos por ciento del
total de la votación emitida para las listas regionales de
las circunscripciones pluri nominales; c) al partido
político que cumpla con las dos bases anteriores,
independiente y adicionalmente a las constancias de
mayoría relativa que hubiesen obtenido sus candidatos,
le serán asignados por el principio de representación
proporcional, de acuerdo con su votación nacional
emitida, el
""'Jomo Alcow.r y Humberto Muaacchio, op. oír., pp. ló- tr¡.
QfyGfiizctcíóri '.(«-srructuro d®| fetatía mexicano 133

número de diputados de su lista regional que le


corresponda en cada circunscripción plurinominal. En
la asignación se seguirá el orden que tuviesen los
candidatos en las listas correspondientes, .v
f/jningún partido político podrá contar con más de 300
diputados por ambos principios.

Es necesario resaltar este último criterio, pues en


mucho recoge el espíritu de integración y apertura a las
minorías, como a la obligatoriedad de los partidos de tener
acercamientos entre ellos, formar alianzas y establecer
acuerdos, pues con este condicionamiento, una fuerza
política por sí sola no puede realizar modificaciones
constitucionales, toda vez que el artículo 135 de la misma
exige como un mínimo, la suma de las dos terceras partes
con relación al total de 500 diputados, lo que significa 334
votos.
Los requisitos para ser diputado se especifican en el ar-
tículo 55, de entre ellos destacan:
a) ser ciudadano mexicano, por nacimiento;
h) tenor veintiún años cumplidos el día de la elección;
c) ser originaria del Estado en que se haga la elección o
vecino del mismo con residencia efectiva de más di' seis
meses anteriores a la Fecha del proceso electoral, y i/)
no estar en servicio activo en el ejercito federal, ni tener
mando en la policía o gendarmería rural en el distrito
donde se baga la elección, no ser secretario o
subsecretario de estado, ni ministro de la Suprema
Corte de .IUSLÍ- cia de la Nación, cuando menos
noventa días antes dr la elección.
134 Salvcdor flbaroao Qoiibaldi

Respecto a la Cámara de Senadores, el articulo 56


constitucional plantea que se integrara por ciento veintiocho
senadores, los cuales serán investidos de la siguiente ma-
nera:
a] en cada estado y el Distrito Federal, dos serán
electos según el principio de votación mayo ri tari a
relativa;
b) en cade estado y el Distrito Federal se asignará uno a
la primera minoría. La senaduría de primera minoría
le será asignada a la fórmula de candidaios que
encabece la lisia del partido político que, por sí
mismo, haya ocupado el segundo lugar en número de
votos en la entidad de que se trate, y
o) los treinta y dos senadores restantes serán elegidos
según el principio de representación proporcional,
mediante el sistema de listas votadas en una sola
circunscripción plu- rinominal nacional.

A diferencia, do la Cámara de Diputados que se


renueva por completo cada tres años, la de Senadores se
renovará en su totalidad cada seis años y para ser senador
se requieren los mismos requisitos que para ser diputado,
excepto ('1 de la edad, qiie será de 25 años cumplidos el
día de la elección.
Los senadores y diputados no podrán ser reelectos para
el periodo inmediato. Los senadores y diputados suplentes
podrán ser electos para el periodo inmediato con el carácter
de propietarios, siempre que no hubieren estado en ejerci-
cio; pero los senadores y diputados propietarios no podrán
ser electos para el periodo inmediato con el carácter de
suplentes.
1
"'i y asín (k¡¡ Éstoejo mexicano

En una labor se síntesis y con base en el artículo 7A po-


díanos destacar como las principales facultades exclusivas
de la Cámara de Diputados:
a) aprobar anualmente el presupuesto de egresos de la
Federación, previo examen, discusión y, en su caso,
modificación del proyecto enviado por el Ejecutivo fe-
deral. y
ÍJ] declarar si es o no procedente la acción penal contra
los servidores públicos que hubieren incurrido en
delito en los términos del artículo 111. de la
Constitución. Conocer de las imputaciones que se
hagan a los servidores públicas a que se refiere el
artículo 410 constitucional y fungir como ót'gano de
acusación en los juicios políticos que contra éstos se
instauren.

El mismo ejercicio respecto a las facultades exclusivas


del Senado, según el artículo 76:
A) analizar la política exterior desarrollada por el
Ejecutivo federal; aprobar los tratados internacionales
y convenciones diplomáticas;
/>) ratificar los nombramientos que haga el Presidente
del procurador general de la República, ministros,
agentes diplomáticos, cónsules generales, empleados
superiores de hacienda, coroneles y demás jefes
superiores del ejército, armada y fuerza aérea
nacionales; dar su consentimiento para que el
Presidente ele la República pueda disponer de la
guardia nacional;
c) declarar, cuando hayan desaparecido todos los
poderes constitucionales de un estado, y en el caso,
134 Salvcdor flbaroao Qoiibaldi

nombrarle un gobernador provisional, quien


convocará a cien.iones conforme a las leyes
constitueionales del mismo estado;
EL) designara los ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de entre la terna que someta a
su consideración el Presidente de la República, y
e) nombrar y remover al ¡efe del Distrito federal en los
supuestos previstos en la Constitución.

Según ordena el artículo 78 constitucional, durante los


recesos del Congreso de la Unión habrá una Comisión
Permanente, que se compone con •17 miembros, de los
que, 19 serán diputados ,y 18 senadores, los ('males son
nombrados por sus respectivas Cámaras en la víspera de la
clausura de los periodos ordinarios de sesiones.
Con objeto de ilustrar de manera clara y sencilla la es-
tructura y composición del Poder Legislativo, se presenta el
siguiente esquema:
ESTRUCTURA DF,L PODER LEGISLATIVO DF LA FEDERACIÓN

Gomi.siún Permanente 37 Legisladores:


19 diputados y 18 senadore: (articulo 78)
138 Scrutici í-Vuarado
Garibaldi
Poder Judicial
El Poder Judicial de la Federación tiene como funciones
principales el proteger los derechos de las personas;
interpretar y aplicar las leyes sobre casos concretos y
particulares y, ser factor de equilibrio entre los poderes
Ejecutivo y Legislativo federales, como entre los poderes de
la Federación y los respectivos de los estados de la
Federación, observando siempre la supremacía de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Se estipula en el artículo 94 de la citada Constitución,
que el ejercicio del Poder Judicial de la Federación se
deposita en una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal
E lee toral, en tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito
y en Juzgados de Distrito.
El siguiente esquema ilustra la composición actual del
Poder Judicial de la Federación: foro JUDICIAL di LA
FEDERACIÓN

► ----------------------
Suprema Corte de
Justicia

> ----------------
Poder Judicial de la I odoración {articulo 94)

Tribunal Electoral
► --------------------
Tribunales Colegiados y l Hilarios de Circuito

► -----------------
Juzgados de Distrito
El artículo constitucional en cuestión expresa que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación se compone de 11
ministros y funciona en pleno o en salas y sus sesiones son
en principio públicas, pues se exceptúan sólo aquellas cuyo
desahogo secreto lo exijan la moral o el interés público.
La Suprema Corte de Justicia es el organismo superior
del Poder Judicial de la Federación y sus decisiones no ad-
miten apelación, revisión o inconformidad, pues son irrevo-
cables. La Corte se ubica en la cúspide del Poder
jurisdiccional lederai.I“'
LI pleno de la Suprema Corte de Justicia está facultado
para expedir acuerdos generales, para la distribución entre
las salas de los asuntos que competa conocer a la Corte,
así como para remitir a los Tribunales Colegiados de
Circuito, aquellos en los que hubiera establecido
jurisprudencia. Como se señaló ya, la Suprema Corte se
compone de 4 I ministros, esto a partir de las reformas de
4994 que redujeron el número de ministros de 3(5 a 41, tal
y como lo establecía la Consúiudón en su versión original
de 4 947, pues al quitarle a la Corte la pesada carga de
administrar y vigilar a los integrantes del Poder Judicial
Federal, misma que se transfirió como responsabilidad del
Consejo de la Judicatura, se consideró que un menor
número de; ministros era suficiente para atender con
prontitud y eficiencia los asuntos de su competencia.
Respecto a las responsabilidades de la Suprema Corle
de Justicia, Ignacio Pichardo Paga/,a aduce que en
...términos jurídicos por competencia SÍ' entiende el
ámbito material-la materia- y por jurisdicción el ámbito
geográfico, sobre el que una autoridad jurisdiccional
puede tomar una decisión, reatándose de la
competencia de la Suprema Corto se entiende como el
conjunto de materias sobre las cuales ese allo tei bu
nal putide dictar resolución.1,1
I Véase Ignacio Pichardo Pagaza, IntrocJurcjón n lo nueva aiinwúnlraciún
¡niblkfi dr México, p. luy.
"Ibtifcrn, p. 102
De manera especifica, en el artículo 10 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se definen las siguientes
facultades elei pleno de la Suprema Corte:
O'qori.wnn y asmjeturo del Estoco (rtexjüono 139

Conocer:
I. - De les controversias constitucionales y acciones de
in- oonsutuclonalidad;
II. - Del recurso de revisión contra sentencias de los
jueces de distrito;
III. - Del recurso de revisión contra sentencias que en
amparo directo pronuncien los tribunales de circuito;
IV. - Del recurso de queja en los juicios de amparo;
V. - Del recurso de reclamación contra acuerdos del
Presidente del pleno;
VI. - De las excusas e impedimentos de los ministros;
VIL- Del incumplimiento de una sentencia de amparo
por parte de la autoridad responsable del aet.o
reclamado;
VIII - De las denuncias de contradicción entre tesis
sustentadas por las sitias de la corte¡
IX. De los conflictos de Trabajo suscitados por los
propios servidores;
X. De los juicios que planteen los listados por su
exclusión del sistema de coordinación fiscal.1'*

Tocante a la permanencia en el cargo, los ministros de


la Suprema Corte de Justicia durarán en su encargo 15
años y ninguno podrá ser nombrado para un nuevo periodo,
salvo que hubiera ejercido ei cargo eon el carácter de
provisional o interino.
Para el nombramiento de los ministros .y según el
artíou lo 96 constitucional, el Presidente de la República
someterá una terna a consideración de la Cámara do
Senadores, la cual, previa comparecencia de las personas
propuestas, designará al ministro que deba cubrir la
vacante. La designación se hará por el voto de las dos
140 Salvador fllvarodo
Garibaleft

torceras partes de los miembros riel Senado presentes,


dentro del improrrogable plazo de treinta días. Si el Senado
no resolviera dentro de dicho plazo, ocupará el cargo ele
ministro la persona que, dentro de dicha terna, designe el
Ejecutivo federal. I'n caso de que la Cámara

"V'bklwn, p i en de Senadores rechace la totalidad de la


terna propuesta, el Presidente de la República someterá
una nueva, en los términos del párrafo anterior. Si esta
segunda terna fuera rechazada, ocupará el cargo la
persona que dentro de dicha terna, designe el Presidente
de la República.
Y, finalmente, en cuanto a los requisitos para ser nom-
brado Ministro de la Suprema Corte de Justicia, la
Constitución establece en su artículo 95:

Para ser electo Ministro de la Suprema Corte dé


JusLicia de la Nación, se necesita:
[.- Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno
ejercicio de sus derechos políticos y civiles;
II.- Tener cuando menos treinta y cinco años cumplidos
el día de la designación;
III - Poseer el día de la designación, con antigüedad
mínima de diez años, título profesional de licenciado en
derecho, expedido por autoridad o institución
legalmente facultada para elIo¡
IV. - Gozar de buena reputación y no haber sido
condenado por delito que amerite pena corporal de más
de un año de prisión; pero si se tratare de robo, fraude,
falsificación, abuso de confianza y otro que lastime
seriamente la buena fama en el concepto público,
inhabilitará para el cargo, cualquiera que haya sido la
Qrqai iizoción w «sttuctunú dal estado mexicano
141
pena.
V. - Haber residido en el país durante los dos años
anteriores al día de la designación, y
VI. - No haber sido secretario de Estado, jefe de
departamento administrativo, procurador general de la
República o de justicia del Distrito Federal, senador,
diputado federal, ni gobernador de algún estado o jefe
del Distrito Federal, durante el año previo al día de su
nombramiento.

Respecto al Tribunal Electoral, revisaremos su


composición, funciones y competencias en el apartado
próximo denominado: "Las instituciones electorales: el
Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral" en el que
daremos cuenta de las relaciones institucionales entre
arabas entidades y de sus respectivas atribuciones y
responsabilidades.

los podares escótales y mipc/pates


Ya en apartados anteriores hemos definido a los poderes
estatales, así como también dimos cuenta de sus
funciones, atribuciones y alcances con relación al ejercicio
del poder al interior de su jurisdicción, como de su
inlerrelación con otras entidades federativas, como con el
gobierno federal. Sirva este apartado entonces, sólo para
ilustrar gráficamente la estructura de los poderes estatales,
a fin de esclarecer su principal diferencia con el poder
federal, que básicamente se da en la estructura del Poder 1
legislativo, pues en los Estados de la República dicho poder
es unicameral, es decir, se compone sólo con la Cámara de
Diputados.
140 Salvador fllvarodo
Garibaleft
LOS PODERES ESTATALES

Organos dn Gobierno Llstalales


(articulo I I (i)

l:ijceuliva=GotJomadur Legislativo1 Diputados Judicial l'ribimcilcs

Respecto al gobioi'no municipal, igualmente aludirnos a


su estructura en exposición gráfica y destacamos que en
virtud del desigual nivel de desarrollo estatal y de la gran
cantidad, como diversidad de municipios; en términos de
desarrolla, dé potencialidades y recursos, constituye el país
un extenso y heterogéneo mosaico municipal.
Los 2,439 municipios que configuran el mapa nacional.,
expresan fielmente los contrastes de desarrollo-atraso y po-
breza-riqueza entre las entidades federativas y las regiones
que conforman nuestra nación. Por ello, si bien la estructura
es la misma, ni en tamaño, ni en el número de quienes con
142 Satvodor í-llvorodo
Goriboldi

forman los ayuntamientos, ni mucho menos en materia


de recursos y potencialidades hay una cercana
homogeneizaeión de los municipios. Referente a lns
contrastes, -alerta Enrique González Pedrero que no
seremos un país más justo y desarrollado:
...mientras el México moderno no se reconcilie con el
México tradicional; mientras el México urbano no se
reencuentre con el México rural; mientras los parientes
ricos no se junten con los pai lentes pobres, que suman
ya cerca de las dos terceras partes de la población
nacional. Y para ello, el municipio y su acción
organizada y organizadora tiene que vincularse a las
más de 150,000 pequeñas comunidades que. también,
constituyen este país. El municipio puede, y debe
volverse, un motor de desarrollo social.’"

F,L-GOBIERNO MIJNIÍ'IWU
► --------------
Proal dcnti: mmiicipal

Ayuntamiento "filmo por voto popular” Regidores


|l'l numen) que la
larl.ículo 11 f->J
ley cleterrainej

Síndicos
[El iiiimn roque la ley
determine)

Uno de los principales aspectos que debemos resallar,


os el papel jugado por los municipios en el proceso de tran-
sición democrática, en ellos el país experimentó un cambio
144 Salvador HH/orado Goribaldl

de dimensiones profundas, pues en los espacios locales,


cercanos e inmediatos se fraguaron en pocos años, formas
diferentes de hacer política, donde destaca la cercanía, el

''•Enrique Clonzález Pedrero, op. cu., p. 1114


OigünizGGón v estructua del fcstado mexicano 143

conocimiento y la construcción identitaria que permite una


relación más horizontal entre gobernantes y gobernados,
así como un constante reciclaje entre los mismos. Señala
Mauricio Merino que-
...la gran mayoría de los presidentes municipales son
gente de su municipio. En los mismos municipios que
gobiernan nació 87.4 por ciento de ellos, y 87.3 por
ciento ha vivido en sus lugares de origen por más de 80
arios. El 22.5 por ciento habla lengua .indígenay la
abrumadora mayoría está formada por hombres
mayores de 35 años. Entre quienes integran las
administraciones municipales los datos son similares:
más de 80 por ciento de los titulares de las áreas más
importantes de apoyo al presidente municipal ha vivido
en el municipio al que sirven por más de cinco años.11'1

El mismo autor manifiesta que el involucrarniento de las


comunidades en la atención de sus problemas locales ha
sitili una puerta de acceso a la alternancia política. En esLe
orden de ideas, aduce en otra fuente:
Hasta 1989 solamente 39 de 2,387 municipios que
había entonces eran gobernados por partidos distintos
al Partido Revolucionario Institucional (riti), 1.84 por
ciento do la población. Al final del año 20(10, el FBI
gobernaba a 44.11 por ciento de la población en el
ámbito municipal. Antes de las elecciones de ese
mismo año, ya 83.8 por ciento de la población había
experimentado la alternancia en su gobierno local, sin
contara los habitantes del Distrito federal.

Estos datos se pueden complementar con el siguiente


144 Salvador HH/orado Goribaldl

cuadro, que ilustra de manera nítida la transición, lo cual


refuerza la idea de que es justamente en el ámbito local
don
"'Mauricio Merino, "Los gobiernos municipales »1«? México -í pmblt
roa del diseño instíiuetoruiT. en Alburio A/.i-/. NassiC y Jorge Alonso
SánclHí/, leoords.j. I'l Hulado immc-Hihh Hntvnvim y aoolúm, i. ¡,
Glotolización, podares y soguridml nacional; p. 293.
" Mauricio Merino, ha transición rotada, p. 2H.
de el país ha experimentado los cambios cualitativos más
significativos; aquellos que implican nuevas formas de rela-
ción convivencial entre los actores sociales y entre éstos ,y
las instituciones para la atención de los problemas
colectivos del entorno inmediato, generando con ello,
escenarios propicios para la intervención del trabajo social.
0()MIV.ILACIÓN II'' MIÍMI'JU.1 DE MUNICIPIOS, 1&94-2I102, SECÓN
PA1MD0 GOBERNANTE
O ÍRO CO OAF OYE T OIUL
A ÑO PRI PAN PRO
S NI
1994 2,12 101 84 37 42 2,392
ROO* 4 , 18
5 379 3 0 » •151 117 3 418 2,429
DIFEREN ■ I.
+ 37» + 124 -1 + 117 39+4 1» 1 37
CIA 114
FTI'VI'M. WCHN, y partidos
Otros: pt, W»’. nsuualrs (’•(vil: Ci}
¡il¡c.iáof:!s tli1 <lus o más partidos ti,ve: lisos y c.oauimljrcs
Purmir.: Miguel Ha/jJríriurh Parada, “La transición nn el orden
municipal", en Alborto AyJz NatiHify Junte Alonso Sanche?.
looocds ), fil ButnrJn mewwano. 'Htirmwimy aunhiox, i. i, Oto/JíiHmiirln,
poden1« y scgi indar/ iwnimnl. México, editorial Miguel Ángel
Pom'm, (jn.KAS, 2IH)C>, p. 268

EJ ti ROI OtO 6
i. De acuerdo con el artículo 115 constitucional,
responde quiénes componen un ayuntamiento.
OigünizGGón v estructua del fcstado mexicano 143

C
¿. Revisa el artículo 116 constitucional .y define: a)
cómo se determina el número de diputados locales que
deben tener los poderes legislativos estatales; B]
cuántos le corresponden como mínimo a un estado con
monos de 400,000 habitantes; el cuántos a uno con
población mayor a 400,00.0 y menor a 800,000 y; D)
cuántos para las entidades cuya población es superior
a los 800,00,0.

3. Selecciona de las opciones siguientes el enunciado


que explique por qué es importante la división de
poderes:

a] Porque delimita las funciones y establece una


separación absoluta de responsabilidades entre el
Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
v >ganraociór y esta''. :nro ctel Escodo rp^xioio 145

b) Porque establece un sistema de contrapesos y


equilibrio en que un poder delimita a otro.
c) Porque permite la especial ización de las fundones de
cada poder y el predominio del Ejecutivo.

4. Analiza el apartado relativo al Poder Legislativo y


explica brevemente por qué es importante la disposición
constitucional que impide a cualquier partido político
contar con más de 300 diputados.

5. Revisa la Constitución vigente o el texto de la


asignatura y responde:

a) ¿Cómo son electos los miembros de los poderes


Ejecutivo, Legislativo y Judicial federales?
/)) ¿Cuánto duran en sus cargos cada uno? r) ¿Qué
odad le marca la ley como mínimo a cada uno para
ocupar el cat'gd?

6. Explica la relevancia que han tenido los municipios


en el proceso de transición democrática cu nuestro
país.

estructuro básico del Sistemo Político Mexicano


En su significado más general, se entiende por sistema
político al conjunto de instituciones, de grupos y de
procesos políticos caracterizados por un cierto grado de
interdependencia recíproca. De acuerdo con Norberto
Bobbio,

...el sustantivo sistema no se refiere a la TOTALIDAD de


los aspectos y filiaciones de un fenómeno dado (por
ejemplo, la totalidad de los hombres, de las
Orgonteoción y «staiauro ctel tMcrii > iriem-: me
147

instituciones, de los valores de un régimen político


determinado), sino sólo a un cierto número de ellos; y
más precisamente, a aquellas filiaciones que definen el
modo en que las distintas partes se interac- túan (...) en
términos técnicos, el objeto del análisis sistémi- co no
es la totalidad sino la generalidad de un fenómeno: no
tanto el universo de sus componentes como las
relaciones que median entre cada componente y de las
cuales descienden las filiaciones generales de un
conjunto (por ejemplo, la estabilidad de un régimen o su
capacidad decisional).'1"

Gomo todo sistema, para elucidar el funcionamiento del


sistema político es necesario recurrir a las nociones de en-
trada, salida y retroalimemación que caracterizan a la
estructura sistemica. Asi, en este ('aso
...con el primer término, "'entrada*, se pueden y se
deben sintetizar los "desafíos" (como quiera que se
manifiesten y provenientes de cualquier parte) que
ponen en función el sistema; con el segundo término,
"salida", se pueden y deben sintetizar las "respuestas"
que el sistema da (y sin el cual cesaría de subsistir);
con el tercer término., "reiroa- limentación", en fin se
pueden denotar los instrumentos por los cuales los
gobernantes (pero no sólo) operan en vista del éxito de
las propias decisiones. Cualquier tipo de sistema
político, sea éste una dictadura monárquica o una
democracia liberal, puede ser considerado, bajo esta
perspectiva desde el momento que cada sistema, para
sobrevivir, no puede no tratar de responderá los
desafíos a los cuales está sujeto,117
146 Salvador filvorodo
üaribalci

En este orden de ¡deas, el sistema político mexicano es


de corte presidencial y formalmente, tiene carácter federal y
funciona a partir de la división de poderes que ya
describimos con antelación. Sin embargo, en el terreno de
los hechos durante mucho tiempo el Ejecutivo federal
mexicano ha concentrado tal cantidad de poder que ha
subordinado tanto al poder Legislativo, como Judicial. Esta
preponderancia se explica en función de los "desafíos" que
tuvo que enfrentar la nación ante la debilidad de las
instituciones, cuando no su ausencia, así como la
fragmentación con que nacimos como pais independiente,
lias "respuestas" a tales hechos fueron
"' Nurhmn ftnbbiu, Nimia Matteucri y (¡iarrfrancó Pasquino, op. Hit.,
p.
US'».
" í/mlon. pp 1496-1466.
configurando una forma de hacer política de corte
autoritario que concentró poder en el Ejecutivo en
detrimento de los otros poderes. Con el paso del tiempo, la
"rctroalimentación" fue generada por distintos movimientos,
grupos y actores sociales que propiciaron que el país
experimentara un lento y accidentado, pero irreversible
proceso de cambio en el que las libertades se ampliaron,
las opciones y oportunidades políticas se diversificaron y
paHialinamente han cobrado protagonismo los poderes
Legislativo y Judicial.

Sistemo Presidencial
(diferencias con el Sistemo fór/omentorioj
En la actualidad existen básicamente dos grandes sistemas
de gobierno en el mundo occidental: el parlamentario y el
presidencial. El primero es un régimen de gobierno basado
Orgonteoción y «staiauro ctel tMcrii > iriem-: me
147

en un relativo equilibrio de los poderes del Estado


(Legislativo, Ejecutivo y Judicial], que tiene una
determinada colaboración de los mismos. Como ideal
político supone un Ejecutivo dualista: un jefe de Estado y un
jefe de Gobierno, este último electo de entre los miembros
del Parlamento, en virtud del voto mayoritario o de las
alianzas que permitan construir mayoría. En tanto que el
segundo sistema en cuestión, el presidencialismo, es un
régimen de gobierno que se caracteriza por la separación
de poderes y por la acumulación de las funcionéis de jefe
de Estado y jefe de Gobierno en la figura del Presidente de
la República, por lo que el poder Ejecutivo, a diferencia del
régimen parlamentario, es unitario,y es electo de manera
directa por voto popular.
Nuestro país, al consumarse como nación
independiente y superare! intento imperial de Agustín de I
túrbale, optó por el régimen presidencial, el cual, con
diversos altibajos persiste hasta nuestros días.
A fin de ilustrar de una manera clara, sencilla y compa-
rativa, las diferencias entre los sistemas parlamentario y
presidencial, presentamos el siguiente ejercicio:
148 Salvador ñlvaroaa Cctribaldi

(-COMPARATIVO BNTIII; I.ÜS SISTEMAS PARLAMENTARIO Y


PRESIDENCIAL

S/simut PurhumiHMrin í>islam»


h] El Poder Ejecutivo es doble: existe un a) El Poder Ejecutivo es unitario.
jefe de Estado que tiene prinei pálmente Está depositado en un
['unciones de representación y protocolo Presidente que es, al mismo
y un jefe de Gobierno que es quien lleva tiempo, jefe de Estado y jefe de
la administración y el gobierno Gobierno.
mismo, /i) Los miembros de) gabinete
(Poder Ejecutivo) son también miembros h\ El Presidente es electo por el
riel parlamento IPoder Legislativo). pueblo y no por el Poder
Legislativo, lo que le da indepen-
c) 1*1 gabinete está integrado por los je- dencia frente a éste.
fes del partido ma,ventano o por los r) El Presidente puede estar afiliado
jefes de los partidos que por coalición a un partido político diferente al
forman la mayoría parlamentaria, di El de la mayoría del Congreso.
gabinete subsistirá, siempre y cuando
cuente con el apoyo de la mayoría (I) Ni el Presidente ni los secretarios
parlamentaria, e) En el gabinete existe de Estado son politicamente
una persona que tiene supremacía y a responsables ante el Congreso.
quien se le suele llamar Primer e] Ni el Presidente ni los secreta ríos
Ministro. de Estado pueden ser miembros
/) La administración pública está en- del Congreso.
comendada al gabinete, pero éste se 0 El Presidente nombra y remueve
encuentra sometido a la constante libremente a los secretarios de
supervisión del parlamento, g) Existe Estado.
entre gobierno y parlamento mutua
control. 1.11 parlamento puede exigir g) El Presidente no puede disolver al
responsabilidad política al gobierno Congreso, pero el Congreso no
puede negar un voto de confianza u puede darle un voto de censura.
otorgar un voto de censura al gabinete, La separación de poderes es más
con lo cual éste se ve obligado a dimitir; clara y profunda, se trata tic
realizar un deslinde tajante
pero clgobier no no se encuentra
entre los poderes Ejecutivo y
desarmado frente al Parlamento, pues
Legislativo y que los miembros
puede pedirle al jefe de Estado que
de uno no sean al mismo tiempo
disuelva al Parlamento, y en caso de ser
miembros del otro, por lo que no
así. en nuevas elecciones, es el pueblo
pueden disolverse entre si.
quien decide quién tenía ía razón: si el
Parlamento o el gobierno.

Prmidcmcial
Organización .1 astmctura ctel fotado mexicano 149
Fuente: lorge Oarpizn, Pmsitferidatttwnn en Móxico. México Siglo
XXI. 1S88. ¡iva Edición, pp. 1M-18.
150 Salvador Blvarado
Gcinboldi

Ei primer sistema presidencial lo encontramos en


Estados Unidos, que en su Constitución de 1787 configuró
nuevos tipos de relaciones entre los poderes Ejecutivo y
Legislativo que dio por resultado el régimen presidencial.
Dicho marco normativo recogió como antecedentes el
derecho público inglés, pero modificó la figura monárquica,
los norteamericanos suplantaron al jefe Estado hereditario
por uno electo popularmente y con funciones limitadas en el
tiempo; asimismo, las constituciones de Nueva York de
4777 y Massachussets de 1780, en virtud de que definían
los rasgos de un Ejecutivo independiente fueron tomadas
en cuenta para configurar el régimen presidencial
estadoun¡dense.
La consolidación del sistema presidencial
norteamericano fue inspiración para los países
latinoamericanos, incluido México, sin embargo, las
diferencias entre un país rico, en expansión, con una
sociedad con niveles crecientes de organización,
urbanización, industrialización, educación, conocimiento e
identidad, frente a naciones desintegradas, semia-
nalfabetas, eminentemente rurales y atrasadas, hizo que el
sistema presidencial evolucionará en diferentes direcciones.
El estudioso de la democracia, Alexis de Tocqueville,
hace una observación profunda que en parte describe
nuestros pesares:
La Constitución de los Estados Unidos se parece a
esas bellas creaciones de la industria humana que
colman de gloria y de bienes a quienes las inventan,
pero que son estériles en otras manos. Esto es lo que
Méjico ha demostrado en nuestros días. Los habitantes
de Méjico, queriendo establecer el sistema federativo,
Organización .1 astmctura ctel fotado mexicano 149

tomaron por modelo y copiaron casi enteramente la


constitución federal de los angloamericanos, sus
vecinos. Pero al trasladar a su patria la letra de; la lc;y,
no pudieron trasportar al mismo tiempo el espíritu que
la vivifica. Se ha visto, pues, cómo incesantemente se
atascaban en los engranajes de su doble gobierno.
Tanto la soberanía de los Estados como la de la Unión,
rebasando el círculo trazado por la Constitución,
invadían a diario la esfera ajena.11“

Lo que pone en evidencia que no basta con copiar, por


avanzado que pueda ser lo copiable, lo importante es la
racionalidad e inte realización axiológiea que acompaña
todo proceso de creación, de ahí la necesidad de
pensarnos a partir de núestras particularidades.
Si bien, Hamilton señala como principio en EJ
FCDEMLISLA, que "...un ejecutivo débil significa una
ejecución débil del gobierno", esto bajo ningún concepto
significa, que el Ejecutivo deba subordinar a los demás
poderes, como fue el caso en diversos países de América
Launa y específicamente en México. La ausencia de una
sociedad de ciudadanos, las disputas internas, la
fragmentación y debilidad nacional fueron el escenario
propicio para la configuración de un sistema político
caracterizado por:
...la existencia de un gobierno autoritario, la
concentración de las atribuciones legislativasy
ejecutivas en el presidente, y la subordinación del
Legislativo al Ejecutivo,- diferenciándolo de la
autocracia por la existencia de procedimientos
constitucionales.11''
150 Salvador Blvarado
Gcinboldi

La experiencia de la debilidad del Poder Ejecutivo, a lo


largo de nuestros primeros 50 años de vida nacional inde-
pendiente, producto de las encarnizadas disputas entre
liberales y conservadores, como del papel desempeñado
por la dictadura porfiriana que con base en un Ejecutivo
fuerte y autoritario, logró pacificar al país e iniciar su
proceso de modernización, serán factores importantes en la
conformación de un sistema donde el poder se concentre
en la figura del Ejecutivo. Consumada la Revolución de 4
910, la

l,i¡ (htnmmcia en Amarina, p. 170.


"‘Alexis Torqueville,
"Margo Carpí/,a, FJ pnisidemia/ittmo vn México, p. 17.
Orcien^íKitn.) estructuro ctel estado mexitont •
151
Constitución recoge la idea de la necesidad de un Ejecutivo
fuerte y en la consolidación del Estado posrevolucionario
tendrá que dirimirse lentamente una lucha entre poderes
formales e informales. El caudillismo y después el
Maximato serán dos impedimentos para la cabal
institucional ¡zación de los poderes.
Será hasta el cardenismo, cuando la figura del
Ejecutivo se confirme como el vértice del poder político en
México. La destrucción del Maximato como fuerza ingerente
en las funciones del Ejecutivo; la modificación del PNIV EN
PR.M, es decir, su transformación en un partido de masas a
raíz de la integración de obreros y campesinos al órgano de
disputa electoral oficial Y¡ el control del Ejército por parte de
oficiales leales al presidente de la República, serán
elementos que permitirán configurar el presidencialismo
mexicano a partir dol cardenismo.
Con base en tales hechos, podemos destacar como
rasgos Fundamentales del sistema político mexicano y de
su régimen presidencial durante más de 70 años en que
detentó el poder el partido oficial (PRI), los tres elementos
siguientes, que en mucho explican el excesivo poder que
concentró la figura presidencial:
1. El Partido oficial (PRI) no nace para disputar ('I poder,
nace en el seno mismo del poder. Su función es dirimir pa-
cíficamente la transmisión del poder y distribuir cuotas de
poder en virtud de la fuerza de los distintos actores políticos
y sociales, por lo que las elecciones durante muchos años
sr convirtieron en un mero formalismo.
La incorporación de obreros y campesinos ai Partido
Lerrninó subordinando sus intereses a los de los sucesivos
gobiernos. Los movimientos obrero y campesino al quedar
corporativizados perdieron su autonomía y las cúpulas sin-
152 Sol'/üdor ñlVarorto
Goriboldl
dicales se incorporaron a la élite: gobernante,
distanciándose cada vez más de sus bases y de los
intereses de las mismas, a cambio, las dirigencias obrero-
campesino disfrutaron de
Oroor izoción ¿ estructuro del Éstodo memoro 153

B U S respectivas cuotas de poder: diputaciones,

senadurías, gobiernos estatales, etcétera.


3. La concentración excesiva de facultades en la figura
del Presidente de la República, también llamadas
metacons- litucionales. Al ser simultáneamente el jefe del
gobierno y el jefe del partido oficial, concentró tal cantidad
de poder que tenia la facultad de opinar y selecionar,
cuando no imponer, a quienes ocuparían los cargos
públicos incluidos los relativos a los propios de los poderes
Legislativo y Judicial, e incluso se llegó al extremo que tenia
poder de decisión sobre quien habría de sucederle.
El cuadro siguiente es un ejercicio ilustrativo sobre las
causas del presidencialismo, que se basa en lo señalado
con antelación, pero intenta contrastarlo con la situación
actual que se deriva de la existencia de un gobierno no
priísta.

H ARGOS DEL PRESIDENCIALISMO MEXICANO


Amas del i de pillo de 2000 Después (Ini 2 (le. fulío de 2000
152 Sol'/üdor ñlVarorto
Goriboldl
al t'.l Presidente de la Repiibiioa es el
infe LIi!I ptu'ddn predominante, pai-
lido quo està intcgrado por las gran
ile» rentrales oblierà«, aiiEnpcsmos v
populares.

/)] LldebilitamiéniodelPoder I.legislativo,


la gran mayoría de ION legisladores
son miembros dei partirlo predomi-
nai ile y saben que si se oponen a las
iniciativas del Presidente truncan
sus aspiraeiones poliiieas

a] No so vislumbran reformas es-


tructurales que tiendan a la de-
saparición del corporal i vismo,
antes al contrario hay indicio-,
de aprovechar las estructuras
existentes por el ejecutivo
(eruto de la reforma laboral:
pacto con las cúpulas y no e.nn
las bases o el acercamiento
con el sindicalismo del
magisterio).
b) Aetna Intente le ha sido muy di-
fícil operar al íijcculivo al no
tener mayoría en el Legislativo,
empero, al parecer el
Presidente no tiene claridad
sobre la necesaria división de
poderes y se ha enfrascado en
reiteradas ocasiones en
confrontaciones estériles con el
Legislativo, por lo que no ha
Oroor izoción ¿ estructuro del Éstodo memoro 153

tenido la capacidad de cons


truir acuerdos.
Amen (Jal ¿ de julio (le 2(100 Después del di julio de. 2000

cj La integración de la Suprema Corte el Si bien este poder es el que más


de Justicia por elementos políticos avances ha logrado en términos
que no se oponen a los asuntos en de su independencia y eficacia, at
los cuales el Presidente está intere- parecer, aún en aspectos tras-
sado. cendentales se doblega ante el
Fijecu.ti.vo; como es el caso de
los "Amigos de Fax".
i/j La marcada influencia en la econn- rJ) La independenr.ia del Banco de
mía a través de: diversos mecanis- México respecto del Ejecutivo, es
mos del Banco Central, los organis- uno de los avances más sig
mos descentralhsadris y las nílioativps, que si bien no es lo-
empresas paraestatales. gro de Vicente Fox, sino herencia
del régimen anterior, si disminu-
ye considerablemente el margen
dediscreeionalidad del Fieetiiivo.
Asimismo, la disminución del
tamaño del F,atado lia diezmado
el poder presidencial.
c] La i nstitucional ¡/.ación del Lié re i Ll BjectJiivo sigue siendo ii jefe
lo, cuyos jefes dependen de él. nato de las Fuerzas Armadas, las
cuales han dado muestra de gran
insLitucionalidad.
f] lista influencia lejos de amino-
0 La fuerte influencia de su opinión a
rarse se ha incrementado, la
través de los medios de comunica-
mercadotecnia poli tira manipula
ción, asi ruino el control ejercido en
la opinión pública y la nueva re-
éstos.
glamentación de medios crea
subordinación ,v complicidades.
g) F.l Fjeeuüvu continúa
g) La concentración de recursos eco- concentrando grandes Facultades
nómicos de la federación y especi- en la materia y gran pcxlor
l'icamente en, el Ejecutiva discrecional para su uso Ejemplo
recie nte es el manejo de los
excedentes por la venta de
petróleo a altos precios.
JiJ Las amplias facultades constitucio- /i] La experiencia es inédita, sin
nales v metai (institucionales: como embargo no deja de ser signifi-
la de designar a su sucesor, a legis- cativo el deseo del Ejecutivo de
ladores y gobernadores, etcétera influir en los procesos electora-
les. Igualmente, no se ha valo-
rado aún si el destape de la
"señora fvlarta" o el apoyo al
Santiago proel, fue sólo una pifia
o la tentación autoritaria dé
imponer al posible sucesor
154 Salvador ñivo rodo Garibaldi

(Continuación)
Antes /id ¿ (¡a julio de umili Después (Jnl '¿ de julio de
‘¿UGO
Asimismo, ha sido, muy cuestio-
nada la injerencia del Presidente
a favor do la candidatura presi-
dencial de Felipe Uaklerón.
il ha determinación de tocios los aspee /)Si bien el Presidente enfrenta a
tps internacionales,' sin que exista nin- una sociedad expectante de
sus gún freno por parte del Congreso. dec.isiones y a un Senado con
el
que ha tenido fuertes diferen-
cias, el ejecutivo sigue actuando
con aran discreciorúilidad en el
ámbito internacional, donde:
hemos tenido lamentables
descalabros por los excesos
presidenciales: el caso de Cuba,
Aigentina, Venezuela, etcétera.

rumie-. Jorge Oarpiwj, l’rruídcncialismu en Mànica, México.


lid Siglo XXI, 19B.B ava tidiuirtn, y rnmrasuición propia.

Sistema mutopaiíícfeta
En su acepción clásica, los partidos políticos constituyen
asociaciones de individuos con afinidades ideológicas,
cuyos intereses comunes los cohesionan y se agrupan para
buscar el acceso al poder. En este orden de ideas, tos
partidos políticos son la expresión organizada de una
posición político- ideológica de una parte de la sociedad. De
ahí la naturaleza del vocablo "partido" (parte de) y la
relevancia de que haya varios partidos, porque así habrá
diversas interpretaciones de la realidad, como propuestas y
opciones para atender los problemas económicos, políticos,
sociales y culturales.
Ofgoneork^n y estructuro riel fstodo m^ximoc 155

Lo anterior explica la importancia y necesidad de los


partidos políticos en una sociedad democrática, la cual,
para serlo requiere de por lo menos dos opciones para
poder elegir. En consecuencia, no hay sociedad
democrática donde sólo exista un partido, pues resulta un
contrasentido: un partido, como hemos expuesto,
representa a una pane de la
156 Solvodcx Rlvorodo Goriboldi

sociedad y nunca a toda ella y, por otro lado, la


democracia es impracticable si no hay forma de elección y
sobre todo opciones para elegir.
De lo anterior resulta entonces que hay sistemas
competidos donde existen dos o más partidos y sistemas no
competidos donde, un solo partido se abroga para sí mismo
la representación de la sociedad toda. En los sistemas
competidos es posible distinguir entre sistema bipartidista y
multi- partidista. En: los primeros sólo se ofrecen dos
opciones a los electores, las cuales representan posiciones
bien definidas y contrarias a fin de que el elector tome
partido, es decir, se "asuma de una parte”. Por el contrario,
los sistemas mui tipa r- tidistas parten del reconocimiento
de que en la sociedad, por lo menos en las que opera tal
sistema, existe una gran diversidad de posiciones y visiones
que igualmente requieren representación en los órganos de
gobierno. En consecuencia, lo que se pretende con el
multipartidismo, es la confrontación institucional e
ideológica entre las "partes" que conforman a la sociedad,
así como que los diferentes partidos políticos ten gan
oportunidades similares en la disputa por el electorado, de
tal suerte que no exista un partido y un sistema sustentado
en la unanimidad y porot.ro lado, se busca también
garantizar que las minorías accedan a la representación
política.
Este último sistema, el multipartidista, en virtud de la
gran diversidad que caracteriza a nuestra nación es el que
se ha adoptado para promover y conquistar el sufragio
popular, por lo que actualmente existen ocho partidos
políticos con registro [consumada la elección presidencial
de 2006): el Partido Revolucionario institucional, el Partido
Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática,
Ofgoneork^n y estructuro riel fstodo m^ximoc 155

el Partido del Trabajo, el Part ido Verde Ecologista de


México, el Partido Convergencia Democrática, Partido
Nueva Alianza y el Partido Alternativa Sooialdemócrata y
Campesina. En nuestro caso particular, los partidos
políticos tienen un papel preponderante en las contiendas
electorales, pues a
...diferencia de otras naciones con sistema democrático,
en México los partidos tienen un monopolio: el del
registro de candidatos a cargos de elección popular.
Este singular privilegio significa que ningún ciudadano
puede aspirar a ser presidente, gobernador, alcalde,
diputado, senador o regidor municipal si no es
propuesto por un partido político.'2"

El reconocimiento del sufragio universal como derecho


ciudadano en México tiene una larga tradición. La Constitu-
ción de 1857 lo instituye por vez primera, aunque por
elección indirecta, para decidir sobre diputados, Presidente
de la República e incluso ministros de la Suprema Corte. El
sistema de elección directa se adoptó en 1912 y fue
ratificado por la Constitución de 1917, la cual suprimió el
sufragio para ministros de la Suprema Corte.
Respecto de los partidos políticos, la Carta Magna de
1917 no estableció preceptos específicos sobre los mismos,
su existencia hubo de sustentarse durante mucho tiempo
únicamente en el derecho de asociación referido en el
artículo noveno constitucional. Será hasta 1963 cuando por
VEZ primera se hará mención explícita de los partidos
políticos en la Constitución, al establecerse en el sistema
electoral la representación de las minorías con el concepto
ele "diputados de partido".
La falta de opciones, la hegemonía del partido oficial
156 Solvodcx Rlvorodo Goriboldi

(PM) y una serie de sucesos convulsos que abordamos en


el apartado siguiente, dieron como resultado la Reforma
Política de 1977 y con ello la reforma constitucional en
materia electoral y particularmente de la naturaleza y
funciones de los partidos políticos en nuestro país. El
articulo 41 constitucional, en su párrafo segundo define:
"Los partidos políticos son entidades de interés público; la
ley determinará las formas especificas de su intervención
en el proceso electoral."

'■'Morge Alcocver y I lumbertn Mimanchio, SOftfi. Manual pura


luc.iorra y tslaciatviH, México, p. 72.
Organización y estructura del atada mejicano
157
Esta definición es fundamental para entender el funcio-
namiento de nuestro sistema multipartidista, la propia
Constitución habla en plural de ellos, y les asigna una serie
de funciones, derechos y responsabilidades claramente
delimitadas: tienen por fin promover la participación del
pueblo en la vida democrática; contribuir a la integración de
la representación nacional; hacer posible el acceso de los
ciudadanos al ejercicio del poder; tienen el derecho al uso
de los medios de comunicación y; a contar en forma
equitativa con los medios para desarrollar sus actividades
de búsqueda del sufragio popular. Ahora bien, al definir la
Constitución a los partidos políticos como "entidades de
interés público" y asignarles tan encomiables tareas, se
asume entonces el compromiso del Estado de otorgar
financiamiento público para el desarrollo de sus funciones.
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales (Cíofipe), detalla los procedimientos para la
creación de un partido político. A raíz de la reforma de
2003, sólo las organizaciones que previamente hayan sido
registradas ante el IFE como "agrupación política nacional"
pueden solicitar registro como partido político y atender los
siguientes requisitos:
• Contar con un número de afiliados no menor al 0.20
por ciento del padrón electoral de la elección
inmediata anterior. Para tener una idea de lo que esto
significa: quienes intenten registrar un partido en
2007, deberán comprobar la afiliación de
aproximadamente 182,000 ciudadanos.
• Celebrar en presencia de funcionarios del (.FE, un
mínimo de 200 asambleas en igual número de
distritos electorales, con una asistencia mínima de
300 afiliados en cada asamblea, asi como una
158 Sdvocior Alvoradc
GuribolcJi
Asamblea Nacional con delegados que representen a
la totalidad de los afiliados.

Una vez satisfechos tales requisitos, el partido político


tiene derecho a recibir financiamiento público y a hacer uso
de las prerrogativas que la ley le otorga, está obligado a
pro-
poner candidatos a los (.cargos de elección popular y la
permanencia de su registro está condicionada a la
obtención de al menos por ciento de ios votos de la
elección.I'1

Los ACTORES DE LA DEMOCRACIA


En las sociedades modernas el ejercicio de la democracia
demanda de la existencia de ciertos actores y reglas que re-
presenten los distintos posicionamientos de la sociedad y
regulen su manifestación y expresión por causes institucio-
nales. Esos actores son:
<I) las instituciones electorales, que arbitran las
contiendas por el poder y dan certidumbre v garantía
a elegibles y electores;
H) los partidos políticos, que representan las diferentes
"parles" que conforman a la sociedad, es decir,
expresan los distintos posicionamientos ideolúgico-
politioos de grupos e individuos, y
r') el ciudadano, que en tanto sujeto con derechos y
obligaciones, es el actor individual sustancial de la
democracia, pues la expresión de su voluntad
agregada a la ma.yoritaria constituye la voluntad
general, pero en caso de no ser pane de la misma,

I ‘Vísase Ibidmi. pp 7U-77.


Orgoruixitiói i y estructuro de-i Estooo meaccino 1
5#
persiste su derecho a ser respetado como minoría,
como contiene su obligación de respetar a la
mayoría.

Los instituciones electorales:


el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Federal Electoral

Durante muchos años en nuestro país la organización y


realización de los procesos electorales fue accidentada,
confusa y muchas veces cuestionada. Desdo el origen de
México como nación independiente, la organización de las
elecciones estaba a cargo de las autoridades locales y la
falta de participación de la ciudadanía permitía que muchas
ocasiones éstas Impusieran su voluntad e intereses.
Hasta 4946 se. creó la Comisión Federal de Vigilancia
Electoral, así como las comisiones locales electorales y el
consejo del padrón electoral. Tuvieron que pasar décadas y
acontecimientos de gran convulsión en la vida nacional, de
entre los que destaca el movimiento estudiantil de 1968 y
La respuesta excesiva y cruenta ríe las autoridades
federales, que radicalizó a ciertos grupos que optaron por la
via armada para buscar los cambios en la estructura política
nacional. Paradójicamente, mientras el país atravesaba una
etapa de gran conflictividad, el sistema electoral mexicano
se encontraba en la peor crisis de credibilidad y legitimidad
de su historia: "...en 1976 el país fue a unas elecciones
donde aparecía un solo candidato a la presidencia de la
República, quien, por supuesto obtuvo. 1.00 por ciento de
los votos. Es decir, existía un desfase de gran dimensión
entre la enorme conQiciividad social que se vivía, y un
mundo de unanimidades en la esfera electoral". 1“- En este
contexto os que nace la Reforma Política de 1977, a partir
de la cual se expidió la Ley de Organizaciones Políticas y
158 Sdvocior Alvoradc
GuribolcJi
Procesos Electorales (I.OPPF.J, cuya principal aportación
fue la de permitir el ingreso a la vida institucional de fuerzas
políticas antes "proscritas" y propició su representación en
los órganos legislativos.
En apretada síntesis, las reformas de 1963, 1973 y
1977 cumplieron su cometido de fortalecer la presencia de
la oposición en el régimen político. Ea reforma de 1963
redujo los impuestos a los partidos políticos y dio a éstos la
posibilidad de que sus miembros accedieran a los órganos
de representación popular como diputados de partido en
función de la proporción de votos obtenidos. La del 73, dotó
a todos los partidos de representación en los órganos
electorales y por vez primera de tiempos en los medios de
comunicación masiva. Y, la de. 1977, facilitó el acceso y
registro de las oposiciones al sistema formal de partidos.
.losé Woldimbcrg, ‘ Sntrevisla a José Wotebnbeig realizada por1
Salvador Alvarndo". i-u flemln Trulvijn »Soria/. Juventud: Participación
política y • ultura ciudadana, p AS.
lóO Solvodo' fllvuiodo Gcnbald1

En materia de organización institucional la LOPPE modifi-


có la integración de la Comisión Federal Electoral e incorpo-
ró la participación de los partidos políticos registrados -cuyo
registro podía ser condicionado o definitivo- en. igualdad de
condiciones; así. la Comisión quedó integrada por el secre-
tario de Gobernación, un representante de la Cámara de
Diputados y otro de Senadores, un representante de cada
partido político con registro y un notario público.
Un segundo factor decisivo en la reforma de los
órganos electorales en México, fueron las cuestionadas y
conflictivas elecciones de 1988. A raíz del descrédito
ocasionado por la "caída del sistema" y de las exigencias
ciudadanas de contar con una institución electoral imparcial,
que brindara certidumbre, transparencia y legalidad en la
contienda política, se emprendió una nueva reforma
constitucional a partir de la cual se expidió el Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales
(OofipeJ que dio lugar a la creación del Instituto Federal
Electora) como un organismo con personalidad jurídica y
patrimonio propios. Sin embargo, aún quedaba supeditado
a los poderes Ejecutivo y Legislativo. El texto constitucional
de 1989 precisaba que la organización de las elecciones
era una función estatal a cargo de estos poderes, aunque si
bien con la participación de los partidos políticos y de los
ciudadanos. Asi, el nuevo órgano electoral: el Instituto
Federal Electoral, nació el 11 de octubre de 1990, fecha en
que sesionó por primera vez su Consejo General.
En los 17 años que tiene de existencia el IIT,, se han
vivido tres etapas fundamentales en su organización y
desarrollo como institución crecientemente autónoma. La
primera se caracteriza por la creación de la figura de los
consejeros magistrados, que eran personalidades de
1Ó2 Salvado» fllvorodo Gcw'léolrji

reconocido prestigio, sin filiación partidista con una sólida


formación académica y profesional en el campo del
derecho, que eran propuestos por el Presidente de la
República y aprobados por las dos terceras partes de la
Gámara de Diputados.
De esta manera, el máximo órgano de deliberación del
iFi:i se conformaba por seis consejeros magistrados, el
presídeme del Consejo General, que paralelamente era el
secretario de Gobernación, el director y secretario
generales, dos diputados y dos senadores y representantes
de los partidos políticos.
En 1993 y 1994 se experimentaron dos importantes re-
formas, la primera otorgó facultades al Consejo General
para designar al secretario general y a los directores
ejecutivos del IIT, por el voto ele las dos terceras partes de
sus miembros a propuesta del consejero presidente. Previo
a esta modificación, el nombramiento de los directores
ejecutivos era facultad del director genera! del instituto. La
segunda, fue un avance en la "ciudadanización'' y "despartí
dizacion" del órgano electoral: los partidos políticos
quedaron con sólo un representante y dejaron de tener
voto, pero conservaron su voz en las decisiones del
Consejo General; la figura de los consejeros magistrados
fue sustituida por los consejeros ciudadanos, que no
necesariamente debían ser abogados. Es importante
destacar que desde esLa reforma, los consejeros ya no son
propuestos por el Presidente de la República, sino por las
fracciones partidarias en la Cámara de Diputados y electos
por el voto de las dos terceras partes de sus miembros.
A raíz del proceso electoral federal de 1994 y
calificadas las elecciones por el presidente Ernesto Zedillo
como "legales, pero inequitativas", éste se comprometió a
Otgontáncióh g éátnxtijrc ctel fcstodo rtiéilcono 161

impulsar una nueva reforma electoral consensuada con los


partidos políticos con representación en el Congreso de la
Unión. Los trabajos fueron arduos y sus resultados son
conocidos como los Acuerdos del Seminario del Castillo do
Olía pul topee, que sirvieron como cimientos de la reforma
constitucional de; agosto de 1996 y para las modificaciones
al Gofipe de noviembre del mismo año, cuyos rasgos más
trascendentes son la completa ciudadanización del órgano
directivo del HT„ pues se suprime toda participación y
representación del Po.dei
1Ó2 Salvado» fllvorodo Gcw'léolrji

Ejecutivo en su conformación. Asimismo, eJ nuevo Oofipe


eliminó las figuras de director y de secretario generales y se
crearon las de la presidencia del Consejo General y la
secretaría ejecutiva.
Por tanto, a raíz de la reforma de 1996 el Consejo
General del IFE está constituido por un consejero presidente
y ocho consejeros electorales: ciudadanos sin filiación
partidista y electos por las dos terceras panes de la Cámara
de Diputados, con derecho a voz y voto; además, til
secretario Ejecutivo; los consejeros del Poder Legislativo y
los representantes de cada partido político con registro,
todos estos últimos con derecho a voz, pero sin voto.
La tercera, que establece nuevas disposiciones a partir
de septiembre de 2007, y que deriva del conflicto proceso
electoral de 2006, debido a lo cerrado de la contienda presi-
dencial y de la intervención indebida de agentes
económicos y del propio presidente Vicente Fox, así ('.orno
de la previa imitación ciudadana respecto a los altos costos
de la democracia mexicana, fundamentalmente el cuantioso
Imancia- miento a los partidos políticos y el onoroso gasto
de campañas electorales tan largas.
Desde su nacimiento y hasta la fecha, en el Instituto
Federal Electoral ocho han sido sus titulares, de los cuales
cinco de manera simultánea ocuparon la »Secretaría de
Gobernación y dos son ya exclusivamente de extracción
ciudadana v sin Filiación partidista.

TITULARES MI. INSTITI. TO Í-BDEMI, Eiamm

Prefiniente ile.l Cunw'.jo Genera/


(Inmhión aectvtúrío de Gobarndtíón)

Ir mando Gutiérrez, Barrios Faime, 1990


¡nio González, Blanco Guarido
199r
1999 1993
199
4
1994

1995 1990
Otgontáncióh g éátnxtijrc ctel fcstodo rtiéilcono 161

Jome Garpiz.o MacGregor I


'.steBan M tjctrzi11 na Barragán
Emilio GluiaviTei Ohcmor

PTVXIDUNLV. FINÍ CONSEJA GENERAL (T/IMBIRN SNCRAT/IRLO


DN GOBNMANIÓN)
Consejero presidente
José Wnldenberg Karakowski 1996 - 2003
1 ans Carlos Ugalde Ramírez 2003 - al 14/42/2008
Andrés Albo Márquez 17/42/2007 7/02/2006
I.eopardo Valdes Zurita 8/02/2008 - a la tedia

La página electrónica del IFE define a la Institución de


la siguiente manera:
...[El] Instituto Federal Llectoral es un organismo
público, autónomo, responsable de cumplir con la
función estatal de organizarías elecciones federales, es
decir, las relacionadas con la elección del Presidente de
los Estados Unidos Mexicanos y de los diputados y
senadores que integran el Congreso de la Unión.

Una voz constituido formalmente, empezó a funcionar el


11 de octubre de 1990 como resultado de una serie de
reformas a la Constitución Política aprobadas en 1909 y de
la expedición de una nueva legislación reglamentaria en
materia electoral, el Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales (Oo(ipe), en agosto de 1990.
Cabe reiterar que desde la fecha de creación del
Instituto Federal Electoral, la normatividad constitucional y
legal en la materia l ia experimentado cuatro importantes
procesos de reforma, corno ya lo t iernos mencionado:
1993,1994 y 2007,1996 y 2007 que han impactado de
1Ó2 Salvado» fllvorodo Gcw'léolrji

manera significativa la integración y atributos del organismo


depositario de la autoridad electoral.
En síntesis, entre los principales cambios o innovacio-
nes, resultado de estos procesos de reforma, destacan tos
siguientes:
• La reforma de 1993 facultó ¿i los órganos del Instituto
Federal Electoral para la declaración de validez y la
expedí
ciño de: constancias para la elección de diputados y
senadores asi como para establecer tupes a los
gastos de campaña de las elecciones.
• La reforma de 1994 incrementó el peso e influencia de
los consejeros ciudadanos en la composición y
procesos de toma de decisiones de los órganos de
dirección, confiriéndoles la mayoría de los votos y
amplió las atribuciones de los órganos de dirección, a
nivel estatal y distrital.
• La reforma de 1996 reforzó la autonomía e
independencia del Instituto federal Electoral al
desligar, por completo, al Poder Ejecutivo de su
integración y reservar el voto dentro de los órganos de
dirección, exclusivamente a los consejeros
liW
ciudadanos.
• La reforma de 2007 prohíbe la participación de
organizaciones gremiales en la formación de partidos
políticos, restringe la contratación ele propaganda
electoral, recorta los recursos económicos a los
partidos y las campañas electorales, asi como su
duración y brinda acceso a todos los partidos políticos
a los medios electrónicos de comunicación de manera
proporcional.
Otgontáncióh g éátnxtijrc ctel fcstodo rtiéilcono 161

Para el cumplimiento de sus funciones el Instituto


Federal Electora) debe regirse por cinco principios
fundamentales:
1. Certeza: se refiere a que las acciones que
desempeñe el instituto sean voraces y completamente
veril! cables, fidedignas y confiables.
2. Legalidad: obliga a que todas las acciones que
realice el instituto estén estrictamente apegadas a la
ley.
ó.Independencia: implica que todas las deliberaciones y
decisiones del Instituto se den con absoluta libertad y
respondan exclusivamente al imperio de la ley con
total independencia de cualquier otro poder.
4. Imparcialidad: obliga a que todos los integrantes del
Instituto velen por el interés de la sociedad y
supediten cualquier interés personal o preferencia
política.
5.Objetividad: significa la obligación de percibir e
interpretar los hechos por encima de visiones y
opiniones parciales o unilaterales.
iv
'Vóase vvww.ife.org.mx
A partir de la estricta observancia de tales principios
rectores en todas sus actividades, corresponde al iri,
cumplir con los siguientes lines: a) contribuir al desarrollo de
la vida democrática; B) preservar el fortalecimiento del
régimen de partidos políticos,* c] integrar el Registro
Federal de Electores,-
d) Asegurar a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos
político-electorales y vigilar el cumplimiento de sus obliga-
ciones; el garantizar la celebración periódica y pacífica de
las elecciones para renovar a los integrantes de los poderes
Legislativo y Ejecutivo de la Unión,- /j velar por la
1Ó2 Salvado» fllvorodo Gcw'léolrji

autenticidad y electividad del sufragio, y GJ¡ llevar a cabo la


promoción del voto y coadyuvar a la difusión de la cultura
democrática.,IM
Es importante no perder nunca de vista, que el
elemento central de todo proceso electoral es una
contienda, una disputa por el poder’ entre distintas fuerzas
organizadas que representan posiciones ideológicas e
intereses políticos e incluso económicos divergentes. Por
tanto, existe siempre la posibilidad de desavenencias,
inconformidades e impugnaciones entre los contrincantes,
ante lo cual la autoridad debe estar atenta y velar siempre
por la existencia de recursos legales para darles cauce y
salida institucional. Esto es precisamente lo que justifica la
razón de ser del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación.
Los antecedentes en la materia datan apenas de 1986,
con la creación del Tribunal de lo Contencioso Electoral
cuyas funciones fueron muy limitadas y fue sustituido en
1991 por el Tribunal Federal Electoral, que fue un órgano
autónomo como el i FE. Sin embargo, una nueva reforma, la
de 1996, otorga una mayor certidumbre jurídica a raíz de la
constitución del Tribunal Electoral como parte del Poder
Judicial de la Federación.
Dicho órgano, por los temas que le competen, se
constituye en un actor institucional fundamental para el
justo desarrollo y legal desenlace de las contiendas
electorales. Es la

•IbUlbm, Apartado iv. Pinos.


lóó Salvador fílwaradc
Gariocildi
máxima autoridad jurisdiccional en materia electoral y para
el ejercicio de sus atribuciones, Funciona en una Sala
Superior y cinco Salas Regionales.
I ,a SALA SUPERIOR es un órgano permanente que se
integra por siete magistrados electorales designados por la
Cámara de Senadores a propuesta del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia y tiene su sede en el Distrito
Federal.
Las SALAS REGIONALES son órganos temporales, que
deben quedar instaladas a más tardar en la semana en que
inicie el proceso electoral federal ordinario y entrar en
receso a la conclusión clel mismo. Se integran por cinco
magistrados electorales y sus sedes son las ciudades
designadas corno cabecera de cada una de las
circunscripciones pinrinominales en que se divida el país,
actualmente: Distrito Federal, Cuadalajara, Monterrey,
Tolucay Xalapa.
De conformidad con la Constitución Política y las leyes
aplicables, este Tribunal es competente para: resolver, en
Forma definitiva e inapelable, las impugnaciones, sólo como
última instancia, sobre las elecciones federales y locales
que Formulen ciudadanos y partidos políticos; dictaminar
sobre el comportamiento que los partidos políticos y sus
dirigentes respecto a sus obligaciones constitucionales y al
respeto de los derechos de los ciudadanos afiliados a ellos;
en suma, resolver, en Forma definitiva e inatacable, los
medios de impugnación previstos en la Ley General de
Sistemas de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
Alcocer y Mussachio, afirman que mientras al iré le
compele organizar las elecciones, con la participación de la
ciudadanía y los partidos, al Tribunal Electoral le
corresponde garantizar que todo ocurra bajo el imperio de
168 SoMhJüí Rívarñdo Gcritialüi

la ley, y destacan que como rasgo distintivo


...entre el UT. y el Tribunal existe una importante
diferencia por su ámbito de competencia: mientras que
el primero no tiene atribución alguna en los procesos
electorales estatales ni en los locales del Distrito
Federal, el segundo tiene faoul- tacl ele conocer y
resolver tanto sobre los procesos electorales federales
como sobre los celebrados en las entidades
federativas, por lo que se trata, en estricto sentido, de
un tribunal nacional ele •elecciones.'^’

En este orden de ideas, la encomienda del Tribunal


Electoral del Poder Judicial de la Federación en los
pasados comicios federales, específicamente en la revisión
de la Impugnación interpuesta por la Coalición por el Bien
de Todos iPRD-rr-Cónvergencia), respecto de la elección
presidencial del 2 de julio de 2006, fue en extremo
relevante. En virtud de lo cerrado del proceso, de lo
contaminado por la mutua guerra de calificativos y Ja
desmedida e ilegal injerencia del presidente Vicente Fox. y
del Consejo Coordinador Empresarial, para el Tribunal no
fue Fácil calificar la valiclez.de los comicios y declarar
presidente electo a Felipe Calderón 1 linojosa. Los siete
magistrados coincidieron en que la mayor irregularidad Fue
la intromisión del presidente Fox, no obstante también
convinieron en que ésta no afectó, el resultado del proceso.
Durante la sesión del Tribunal Electoral del 5 de
septiembre de 2006, los siete magistrados fijaron su
postura, todos a favor del dictamen que validó los comicios
y si bien reconocieron las irregularidades, también
cuestionaron la estrategia de la Coalición Por el Bien de
Todos y de su candidato presidencial. En este sentido, el
Ongonixocicr v jiíQ' del fetada mexico i. 167

magistrado Eloy Fuentes descalificó la estrategia legal y


política de la Coalición, señaló que las pretensiones del
voto por voto Fueron más un planteamiento de orden
político que jurídico, pues no impugnaron los BOU distritos
electorales, únicamente lo hicieron en el 35 por ciento de
las casillas instaladas en 2 Vi distritos. Agregó que el
tribunal no tenia base jurídica alguna para ordenar de /noLU
PROPIO abrir lo paquetes electorales.
De igual manera, los magistrados resaltaron la
contradicción de la Coalición al reclamar la nulidad de la
elección pre-
,t
*.Jorge Alcocer y Humberto Músacchio, op. cit.., p. H7.
sidencial y a su vez reconocer la validez del resto de la
elección, el magistrado I Hoy Fuentes subrayó que
simultáneamente a la elección presidencial se renovó el
Congreso de la Unión y que en el proceso actuaron los
mismos funcionarios de casilla v la misma autoridad
electoral realizó los cómputos respectivos, donde
compitieron los mismos partidos, en suma una elección
espejo en la que no existieron cuestionamientos sobre su
validez y sin mayor protesta se ocuparon cumies y escaños
legítimamente obtenidos.I:s »Si bien la resolución dio por
concluido jurídicamente el proceso, los alcances de la
protesta callejera Y las implicaciones políticas quedaban en
suspenso, pues el lopezobradorismo arremetería contra el
ganador de la contienda ai que calificó de "pelele" Y contra
el árbitro electoral al descalificar al IFE y acusar a su titular
ele ser el orquestador del fraude.
Asi, a los cuestionamientos de origen al Consejo
General del ll’E encabezado por Luis Garlos IJga Ideen
3008, cuya Composición acordaron EI mu Y el PAN Y que fue
duramente criticada por organismos civiles corno el
168 SoMhJüí Rívarñdo Gcritialüi

Movimiento por la Paz con »Justicia Y Dignidad; Alianza


Cívica; Consejo de la Sociedad Civil; Convergencia de
Organismos Civiles por la Democracia etcétera; hasta
sumar 25 organizaciones que denunciaron en un
pronunciamiento conjunto en 2003 "...un proceso viciado Y
de clara involución democrática, con acuerdos basados en
el interés particular de una élite partidista que pretende pri-
vilegiar la elección de 2006, mediante la conformación poco
clara del nuevo Consejo General del irr",' ;i7 se sumó el des-
crédito de las autoridades del Instituto por el papel
desempeñado en los comicios presidenciales de 2006. En
consecuencia, una de las prioridades del gobierno de Felipe
Calderón y una exigencia primordial de la oposición fue. el
pacto de una nueva Reforma electoral.

Jnrmtdii, mióreókw B .de septiembre de aner».


.www.joiTiaida.urpm.inx '■'/</» Jnrnuiki domingo 2 de noviembre de
2l)ü:i. www.j<«•nada.imamnix
OrqQi'iìzodón y »istnjLU.ro del €sìoco mentono 169

Por tanto, el 12 septiembre de 2007 el Senado de la


República aprobó con 111 votos a favor y 11 en contra, un
nuevo modelo electoral sin considerar las presiones en con-
tra de los dueños de las televisoras (Televisa y TV-Azteea)
y la solicitud, de la Cámara Nacional de la Industria de
Radio y Televisión para efectuar un referéndum antes de su
aprobación. Los coordinadores de las fracciones
parlamentarias de los tres principales partidos políticos
expresaron: "...las modificaciones amplían la libertad de
expresión e incorporan el derecho de réplica en beneficio
de ciudadanos” (Santiago Crecí, del PAN) "Quienes quieren
hacer valer su fuerza o poder acumulado, que no se
equivoquen, porque podrán doblar a más de un político,
pero nunca quebrar el Listado" (Manlio Fabio Buitrones, del
riti) “...nunca más se utilizará dinero para descalificar a
candidatos en campaña como ocurrió en el 2006" (Garlos
Navarro te, del PUD). Desde diferente óptica los tres partidos
grandes coincidieron en las ventajas de la nueva ley, en
tanto que el Partido Verde Ecologista de México y
Gonvergencia se opusieron a la reforma.I“'1
En tiempo récord la propuesta logró el aval para
convertirsi' en ley. La Constitución establece en su articulo
135 que cualquier modificación a sus artículos debe contar
con una votación calificada mínima de las dos terceras
partes del Congreso de la Unión, además con el respaldo
de la mayoría de los congresos estatales. En sólo 15 días
las legislaturas locales necesarias hicieron suya la
propuesta, pues el 27 de septiembre de 2007 sumaron ya
16 congresos estatales los que avalaron la reforma
electoral, quedando sólo pendientes a esa fecha, los
resolutivos de las legislaturas restantes y su promulgación

I "*/•!/ Ünívcrsái. jueves 13 de «eptienibti: de 21107, www.Btun¡veissal.airn.mx


170 Solvocot rilvoKidc
Gorlbddi
por el Gobierno Federal en el DINRIN OFICIE)!.
El corazón de la polémica desatada por la reforma en
cuestión radica en la remoción del Consejo General del itr.
en funciones y, principalmente, en la prohibición de la com-
pra de tiempos y espacios en los medios de comunicación
para los partidos políticos, los candidatos v los particulares
en torno de cuestiones electorales y de campaña, asi como
a la reducción de los dineros públicos que reciben los
partidos por concepto de financiarme nto, lo que trastoca
los intereses de las poderosas empresas mediáticas.
La prohibición de acceso a tiempos y espacios
comerciales en los medios de comunicación para los
partidos y los políticos tendría al menos dos efectos
benéficos sobre la política mexicana. Por un lado
reduciría el costo de hacer política y permitiría el recorte
de los recursos públicos a los partidos. Si sólo se
recorta el dinero que reciben ios partidos del Estado, sin
reducir los requerimientos económicos, entonces se
estaría abriendo la puerta al dinero negro y difícilmente
los mecanismos de fiscalización serían eficaces para
frenar y sancionar completamente la entrada de
recursos ilegales a los partidos. En cambio, si los
partidos dejan de necesitar cantidades exorbitantes de
recursos para pagar sus anuncios, entonces serán más
libres frente a sus posibles finan madores, lo que
aumentará la autonomía de la política frente a los
intereses económicos.U!1

Las reacciones fueron inmediatas y en cadena: Emilio


Azcárraga deán acusó que la reforma no honra ni la libertad
ni alienta la democracia'y Luis Garlos Ugalde denunció la
reforma como un pretexto para sacara los consejeros, y
OntjanúzQcáfi y estnj<tuKi del tstodo m&sicoao 171

más allá, dejó entrever que su remoción era fruto de una


negociación para pactar la Reforma Fiscal y a tercio pe lar
la ceremonia del primer informe presidencial, rematando:
aceptar esto es tanto como darle la razón a quienes
denunciaron un fraude electoral en los pasados comicios
del '¿ de julio.
Si el Congreso tuviese la información de que
efectivamente los Consejeros cometimos una violación
a la Constitución,
'-'\Joige Javier Horniim Víulilki Lft Uránica, Miáronles Y¿ de
septiembre de ¡¿007. ívww.eitmicíi.eom.rnx
*"'KJ Semanario, Viernes 21 de septiembre de ¡¿007.
www.elBetmriamo.enni inx
1 monees creo que lo que hubiera procedido o
procedería hoy es un juicio político que es la vía
transparente y abierta a la Nación para juzgar a
Consejeros que hicieron mal su trabajo. Como eso no
es cierto, me parece que procederá la remoción de los
Consejeros, es faltara la verdad histórica y seria decir si
los Consejeros se van es porque algo hicieron mal, y si
algo hicieron mal ns porque la elección del 2006 fue
fraudulenta.I*1

Gomo quiera que esto sea, la Reforma Electoral de


2007 considera la modificación de nueve artículos de la
Constitución, la Minuta del Proyecto de Decreto establece la
renovación de los artículos 6o., 41,85, 99,108, 116.y 122 ; la
adición de tres párrafos al 134 y la derogación del párrafo

I "fW (kxiúMWl, mufles 2 de oolúbre de 2007. www.oem.oom. mx


Proyecto i/o lìcerti o por al ijur* se mfnntmn los ;¡ ritraine, fia Ai,
8ó, 99. MU. lió y V¿'¿: se flt/ie/fjiití el articulo Í3A v se derogo mi fuirruíu ti
articula 97 tic la Constitución Mitica <le los listados Unidos Mmic-nttas. S«pliemlm
de 2(l(j7, www.senadOigdb.mx
170 Solvocot rilvoKidc
Gorlbddi
tercero del 97.""
De entre los cambios aprobados desiaoa que el artículo
sexto agrega el derecho do réplica; el 41 prohíbe la
intervención de organizaciones gremiales en la creación cié
partidos políticos (en clara alusión al protagonismo de la
dirigente nacional del magisterio en el proceso electoral de
2006), re- define ti esquema de financiamiento para los
partidos y fundamentalmente, impide a partidos, persona
física o moral contratar propaganda electoral en radio y
televisión, asi corno proferir calumnias y expresiones
denigrantes, anuncia también la creación de la Dori tra loria
General del IIT. y rede fine las regias de fiscalización de las
finanzas de los partidos políticos.
Importancia en demasía tiene el artículo cuarto transito-
rio que señala que en un plazo no mayor de 30 días natura-
les contados a partir do la entrada en vigor del Decreto, la
Cámara de Diputados integrará un nuevo Consejo General
del ÍPl; conforme a las siguientes bases:
172 Salvador flh/orodo Ganbaldi

a) Elegirá a un nuevo consejero presidente, cuyo


mandato concluirá el 30 de Octubre de 3013, que
podrá ser reelecto por una sola vez,.
b) Elegirá dos nuevos consejeros electorales, cuyo
mandato terminará el 30 de octubre de 3010.
c) Elegirá, de entre los ocho consejeros electorales en
Funciones, a tres que concluirán su mandato el 15 de
agosto de 2008 y a tres que continuarán en su
encargo hasta el 30 de octubre de 2010.
d) A más tardar el 15 de agosto de 2008, elegirá a tres
nuevos consejeras electorales que concluirán su
mandato el 30 de octubre de 2013.

Una vez consumada la Reforma, lo que parecía una re-


moción sin contratiempos se tradujo en una renuncia airada
de Luis Carlos Ugalde como consejero presidente del li'c. El
11 de diciembre de 2007, reprochó, lo que él llamó, el
desaseo legal con el que procedieron los legisladores de los
tres partidos políticos principales, toda vez cjue no pudieron
ponerse de acuerdo para designar al titular del Instituto,
hecho viola- tono de sus propias disposiciones, pues no
cumplieron con la ordenanza de nombrarlo en el periodo
señalado. Al respecto denunció el funcionario saliente:

El cumplimiento del artículo cuarto transitorio del


decreto de reforma constitucional afecta el principio de
certeza y legalidad que debe imperar en el li r. El
incumplimiento de la Cámara de Diputados violenta la
vida institucional del MT. y genera incertidumbre sobre
decisiones fundamentales que el Consejo General debe
aprobar para cumplir las nuevas disposiciones de LA
reforma electoral - Y sentenció-, ...el II T, no puede ser
sujeto de los vaivenes y desacuerdos de los partidos
174 Solvudtar fi vuraao Geribcifoi

políticos; merece respeto...1"

La renuncia de Luis Carlos Ugalde y la renuencia de los


legisladores para nombrar al nuevo titular del Instituto, puso
-'/..i Gríkiirui. Sábado 1.5 de diciembre de; 2007. www.<'.ronica.com.mx
al descubierto las tensiones internas en el seno del Consejo
General del IFE, por lo que no fue posible la unanimidad de
los ocho consejeros en funciones, para designar, el 17 de
diciembre de 2007, a Andrés Albo Márquez como
presidente provisional.
Tras un largo y borrascoso proceso de negociaciones
donde predominaron las desconfianzas, vetos y
calificativos, el 7 de febrero de 2008, los legisladores
acordaron designar como nuevo titular del Instituto a
Leonardo Valdés Zurita, mismo que rindió protesta como tal
un día después, con lo que se conjuró la reedición del
conflicto derivado de la designación del anterior presidente
consejero, pues en esta ocasión no quedó al margen el
partido del sol azteca.
La renovación escalonada del Consejo General
persigue que el ife cuente siempre con personal
experimentado y sentenció la salida de Luis Garlos Ugalde.
Al margen de las pasiones, si bien la Reforma representa
un significativo avance que subsana vacuos legales, no
deja de ser imperfecta e incompleta, por ejemplo no aborda
nada referente a la segunda vuelta electoral, que muchos
problemas nos evitaría en futuras elecciones competidas,
nada de la reelección de los legisladores y nada del
referéndum o el plebiscito, entre otros importante temas.

Los principóles partidos políticos

Contra la creencia generalizada, nuestro país cuenta con un


Organización y estructuro del Gstado mexicano 173

largo historial relativo a la existencia de fuerzas partidistas


enfrascadas en la lucha por el poder político. Los primeros
50 años de nuestra vida independiente se caracterizaron
por el enfrentamiento entre los partidarios liberales y
conservadores; en los albores de la Revolución mexicana,
el Partido Liberal Mexicano, de los hermanos Flores Magón
y otros brillantes intelectuales, asi como el Partido Nacional
Antirreleccionista de Francisco I. Madero, jugaron un papel
trascendental en la caída de la dictadura de Porfirio Díaz.
En los primeros años del régimen emanado de la
Revolución mexicana, el Partido Laborista, el Partido
Nacional Agí’arista y el Partido Nacional Gooperatista entre
otros, ¿agruparon a las fuerzas políticas más
representativas. Otros sectores se mi otearon en el Partido
Comunista Mexicano creado e.n 4919, pero nunca lograron
un apoyo significativo de la sociedad. El asesinato de
Alvaro Obregón; 1.a necesidad de establecer mecanismos
institucionales de transmisión pacifica del poder, ante el
acoso de los caciques militares regionales que se sentían
con los méritos suficientes para ocupar la Presidencia de la
República,- la inviabilidad de mantener al caudillismo y; la
visión de estadista del general Plutarco Elias Galles, dieron
paso a la constitución del Partido Nacional Revolucionario.
Una década después, se formó el Partido Acción
Nacional, como manifestación de la inconformidad de
grupos de intelectuales y católicos, además de miembros
de la naciente clase media urbana, contra el orden
imperante y, en la región del bajío, se agruparan sectores
ultraderechistas herederos de la lucha cristera en la Unión
Nacional Rinarquista, que conforme avanzaron los años fue
diluyendo su presencia y en los años setenta se convertiría
en el Partido Demócrata Mexicano que perdió su registro en
174 Solvudtar fi vuraao Geribcifoi

los años ochenta.


Con diferentes siglas, pero siempre ostentándose como
el heredero de la Revolución mexicana, el piulido oficial
(Pivi) gobernó al país por más de siete décadas, en las
cuales, para ampliar sus márgenes de legitimidad alentó
una oposición a modo a través de partidos satélites como el
Partido Popular Socialista o el Partido Auténtico de la
Revolución Mexicana, los cuales aspiraban ocupar espacios
en el Poder Legislativo pero se sumaban a la candidatura
presidencial del partido dominante, hasta la elección de
1988, donde se articularon en torno de la figura de Guau
htémoc Cárdenas. Paralelamente a la existencia de estos
partidos a modo, diversos grupos opositores, lenta pero
persistentemente fueron ganando no-
OtjMt y estructuro del ¡istoJo nexicono 175

i.oriedad y presencia política en el trabajo comunitario,


en la lucha sindical e incluso en la clandestinidad, de los
cuales algunos aprovecharon, como ya mencionamos, la
Reforma Política de '1977 y se constituyeron en partidos
políticos, de los cuales sobresalen el Partido Socialista
Unificado de México [heredero del Partido Comunista
Mexicano], el Partido Mexicano de los Trabajadores y, el
Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Ahora bien, respecto a la lucha partidista, es preciso
destacar que durante 71 años, es decir, de 4929 a 2000, del
nacimiento del partido oficial al triunfo de un candidato
presidencial opositor, la disputa por el poder tenía como
escenario principal: el interior del partido gobernante y de
manera secundaria el espacio electoral (lo cual es válido a
nivel federal, pues en al ámbito estatal el "navismo” en 4991
y 4994. protagonizó una cerrada contienda en San Luis
Potosí y en 19S9 el PAN fue victima del "fraude patriótico"
en Chihuahua); y como protagonistas estelares de la
contienda, a sus propios militantes. En otras palabras, las
reales amenazas de disputa por el acceso ai poder para los
candidatos del partido tricolor, se gestaron en el partido
mismo a raíz de diferentes rupturas en el seno de la "familia
revolucionaria".
En 1940, en la sucesión presidencial del general Lázaro
Cárdenas que favoreció a Manuel Ávila Gamacho, el
general Juan And rew Al mazan se separó del partido
gobernante y fundó el Partido Revolucionario de Unificación
Nacional (PRON], que canalizó la inconformidad de amplios
sectores sociales por lo que fue sofocado por medios
fraudulentos y violentos. Para el cambio de poderes de
4:952., nuevamente se convulsionó el Partido
Revolucionario Institucional, el general Miguel Henj’iquez
17ó Salvador Al varada Gar
balct¡
Guzmán se escindió del sistema y se postuló como
candidato a la Presidencia de la República por la
Federación de Partidos del Pueblo (FPP], e igualmente la
alquimia electoral y la represión se utilizaron para proclamar
la victoria del candidato oficial Adolfo Ruiz Cortinas. Una
vez más, en 1988, una nueva fractura en el Piu, merced a
las diferencias entre políticos tradicionales, convencidos del
ideario de la Revolución mexicana y el ala tecnocrática del
partido oficial, formada en las universidades
norteamericanas y ele filiación ideológica neoliberal,
cristalizó en la ruptura de un importante grupo liderado por
el ingeniero Guauhtémoc Cárdenas que abanderó la
candidatura presidencial del Frente Democrático Nacional ( I
ON ). Para no desentonar, las argucias electorales, la "caída
del sistema", en suma: el fraude, fueron la tabla de flotación
para declarar el triunfo electoral de Carlos Salinas de
Gortari.
Sobresale el que en las rupturas descritas, una vez que
las reglas no favorecen a los inconformes, el factor coinci-
dente es la rebelión contra el autoritarismo, la exigencia de
mayor libertad y de reglas claras y democráticas para la se-
lección de candidatos. Reclamos que no fueron privativos
de algunos militantes priístas, sino coro colectivo de una
sociedad que en los setenta años de gobierno del partido
oficial, se transformó sustancialmente, y do manera
paradójica, en mucho como resultado de las políticas del
propio partido en el poder. Sin embargo, la cerrazón y los
intereses de los grupos más conservadores en el seno del
rm, aún hasta nuestros días, han impedida al otrora instituto
político invencible, estar a la altura de las exigencias que
reclaman los cambios de la sociedad. Hoy, con la existencia
de otras fuerzas políticas consolidadas e instituciones
Oríjonlzocfóri v •JStr-jCi.rra de! fetodo montanc 1 77

electorales autónomas y confiables, la democracia se


impone como una condición necesaria al interior de los
partidos y como el marco de interacción externa con los
otros partidos.
En este sentido, los avances son innegables, hoy
disponemos de partidos políticos con posibilidades reales
de disputar y acceder ai poder por vía de las urnas y con
instituciones cuya labor de arbitraje y sentencia fue
incuestionable durante la presidencia del primer presidente
consejero ciudadano: José Woldenberg. Sin embargo, a
raíz de la actuación del
Instituto Federal Electoral en las pasadas elecciones presi-
denciales del 2 de julio de 2006, aún no se evalúan los
costos en términos de su credibilidad para con la sociedad,
pero aun así, lo Irrefutable es la solidez y fortaleza del
Instituto para soportar la presión, incluso, de una crisis de
tal magnitud.

£1 Ponido fíevolua'ofWío Insttuaonoi


Es el heredero de la Revolución mexicana y fue fundado
por iniciativa del presidente Plutarco Elias Galles. En su
larga travesía, tres han sido sus denominaciones.
Partirlo Nacional Revolucionario: oficialmente nace el 4
de marzo de 1.929, durante La Gonvención celebrada en la
ciudad de Querétaro. Se integró con la fusión de múltiples
partidos y funcionó (jomo un instrumento de regulación de
las disputas entre los caudillos militares y caciques
regionales en virtud de las fuerzas que ostentaban en sus
respectivos espacios.
Partido de la Revolución Mexicana: el cambio de
nombre se formalizó el Mü de marzo de 1938 y se
transformó en un partido de masas compuesto por sectores:
17ó Salvador Al varada Gar
balct¡
el obrero, integrado a la Gon federación de Trabajadores de
México (OTM); el campesino, en la Gon federación Nacional
Campesina (CNC); el militar y el sector popular, que en
1942 so constituiría en la Confederación Nacional de
Organizaciones Populares (CNOI1).
Partido Revolucionario Institucional: el 20 de enero
1946 es rebautizado con el nombre de Partido
Revolucionario Institucional (i’iu), denominación que
conserva hasta la fecha. El cambio no es solamente de
membrete, pues el Partido experimentó un viraje hacia los
intereses de los grupos eco- nómioamente dominantes,
distanciándose claramente del "radicalismo cardenista" y la
moderación avilaeamachista.
A lo largo de sus 78 años de existencia, el FRI ha tenido
como presidentes nacionales a: Manuel Pérez 'Previno
(marzo de 1929); Basilio Badillo (febrero de 1930); Emilio
Portes Gil (abril de 1930); Lázaro Cárdenas (octubre de
1930), Manuel Pérez Treviño (agosto de 1931); Melchor
Ortega (mayo de 1933); Manuel Pérez Treviño (junio de
1933),- Garlos
178 Solvocnr fil'/arodo Gariboldl

Riva Palacio (agosto de 1933); Matías Ramos Santos


(diciembre de 1934); Emilio Portes Gil (junio de 1935);
Silvano Barba González (agosto de 1936); Luis L Rodríguez
(abril de 1938); Heriberto Jara Corona (junio de 4939);
Antonio I. Villalobos (diciembre de 1940); Rafael P Gamboa
Cano (enero de 1946); Rodolfo Sánchez Taboada
(diciembre de 1946); Gabriel Leyva Velásque.z (diciembre
de 1952); Agustín O lachea Aviles (abril de 1956); Alfonso
Corona del Rosal (diciembre de 1958); Carlos A. Madrazo
(diciembre de 1964); Lauro Ortega (noviembre de 1965);
Alfonso Martínez Domínguez (febrero de 1968); Manuel
Sánchez Vite (diciembre de 1970); Jesús Reyes Heroles
(febrero de 1972); Porfirio Muñoz Ledo (septiembre de
1975); Carlos Sansores Pérez (diciembre de 1976);
Gustavo Carvajal Moreno (diciembre de 1979); Javier
García Pan i agua (marzo de 1.981); Pedro Ojeda Paullada
(octubre de 1981); Adolfo Lugo Verduzco (diciembre de
1982); Jorge de la Vega Domínguez (octubre de 1986); Luis
Donaldo Gol os i o [diciembre de 1988); Rafael Rodríguez
Barrera (abril de 1992); (Jenaro Borrego Estrada (mayo de
1992); Fernando Ortiz Arana (marzo de 1993); Ignacio
Piohardo Pagaza (mayo de 1994); María de los Ángeles
Moreno [diciembre de 4994); Santiago Oíiate [.aborde
(agosto de 1995); Humberto Roque Villanueva (diciembre
de 1996); Mariano Palacios Alcocer (septiembre de 1997);
José Antonio González (abril de 1999); Dulce María Sauri
(noviembre de 1999); Roberto Madrazo Pintado (febrero de
2002); César Augusto Santiago (agosto de 2005), Mariano
Palacios Alcocer (marzo de 2007); Beatriz Paredes Rangel
(4 de marzo de 2007 a la fecha).
E:n su declaración do principios, signada en su XIX
Asamblea de noviembre de 2004, define su posicionamienio
180 Soltador fllvtirodo
Goriboldi
ideológico y visión de país, destaca que los pri islas so com-
prometen cumplir con los principios de libertad, soberanía,
democracia y justicia como valores esenciales que aspiran
para México,- se asumen como un partido nacionalista y po-
pular, conformado por una alianza incluyente de
ciudadanos, de organizaciones y sectores, en la que está
representada la diversidad de la sociedad mexicana y con
la responsabilidad de promover permanentemente la
participación ciudadana en la vida democrática y en la
defensa de las instituciones y el estado de derecho.
El ideario que representa es la democracia social y en-
tiende arabos conceptos en una clara correlación que los
identifica y cohesiona, de modo que la democracia, como
régimen político, extravía sus posibilidades si no se soporta
en una sociedad que viva en condiciones de justicia social y
la sociedad no puede alcanzar justicia al margen de la
democracia. Asi, define que la democracia es un sistema de
vida Fundado en el constante mejoramiento económico,
político, social, cultural y ambiental del pueblo, que debe
alentar el pleno respeto a los derechos humanos y
promover la cooperación y la convivencia pacifica entre las
naciones, como entre los individuos. Sostiene, que como
partido, lucha por el poder, pero no lo considera un fin en sí
mismo, sino un medio para impulsar la justicia social.
Por tanto, su compromiso es a favor de un Estado
social, cuya idea responde a la convicción de que la justicia
no habrá de alcanzarse por la mera inercia del desarrollo
del país o por la simple expansión del mercado. A través del
Estado se ha de impulsar un conjunto de políticas que,
siendo compatibles con la expansión del mercado y con el
ejercicio de las garantías y libertades que establece la
Constitución, puedan orientar el desarrollo nacional hacia
Organización y &sl.aicU«ia del fcscoco mexicano 179

los fines de la justicia social.


En consecuencia, el Estado social debe ser un
instrumento eficiente de respuestas a las desigualdades
con. el propósito de fortalecer la vigencia del Eistado social.
La idea de rectoría del Estado que postula el PRI no
solamente no inhibe el mercado, sino que le otorga
viabilidad y amplias posibilidades de desarrollo, supone
también una intervención de calidad del Estado en la
economía, sin que ello suponga una gran propiedad estatal,
calificada como estatismo. Considera que el compromiso
social del Estado no riñe con la consolidación y expansión
de la economía de mercado.
El PR.T asume que el compromiso con la soberanía es
indeclinable, ya que radica en el pueblo y ningún gobierno
tiene derecho a comprometerla, por lo que su ejercicio en la
globalización exige una política exterior basada en los prin-
cipios rectores constitucionales y en el respeto absoluto al
orden jurídico que rige las relaciones internacionales.
Entiende al federalismo como una forma de Estado que
respeta las peculiaridades propias de las entidades federati-
vas, y como partido promueve una revisión de la hacienda
pública, para que se distribuyan mejor las competencias le-
gales en materia de ingresos y gastos y, propugna por un
régimen federal basado en la institución municipal.
Asimismo, el PM ratifica su compromiso con el Estado
laico, ya que constituye, la base de una sociedad plural,
tolerante y democrática, caracterizada por el ejercicio de las
libertades y busca que los avances de la ciencia y la
tecnología hagan posible un desarrollo soslenible, que
promueva la satisfacción de las necesidades de los
individuos de la presente generación sin menoscabo de las
posibilidades de. las generaciones futuras.1™
180 Soltador fllvtirodo
Goriboldi
tí fbrttdo Acción Nacional
Es una organización política fundada en la ciudad de
México el IB de septiembre de 1939, por iniciativa de
Manuel Gómez Morin, con apoyo de antiguos miembros de
la Unión de Estudiantes Oatól icos.
Durante su larga trayectoria, han conducido al partido
los siguientes presidentes nacionales:
Manuel Gómez Morin (1939-1949); Juan Gutiérrez
L.ascurain (1949-1956); Alfonso Ituarte Servín (1956-1959);

’ ’Véase www.pri.oig.mx para lo relativo a los principios que


onarboln el Partido.
Organización y estructura del fetacla 'mexicana
181
José González Torres (1959-1962); Adolfo Ghristlieb
Ibarrola (1962-1968); Ignacio Limón Maurer (1968-1969);
Manuel González Hinojosa (1969-1972 y 1975-1978); José
Ángel Conche lio Dávila (1972-1975); Efraín González
Morfín (1975); Raúl González Schmall (1975); Abel Vicencio
Tovar (1978- 1984); Pablo Emilio Madero (1984-1987); Luis
H. Álvarez (1987-1993); Garlos Castillo Peraza (1993-
1996), Felipe Calderón Hinojosa (1996- 1999); Luis Felipe
Bravo Mena (1999-2005), Manuel Espino Barrientos (2005-
2007), Germán Martínez Cazares (2007 a la fecha).
En el marco de su XLV Convención Nacional, realizada
el 14 de septiembre de 2002, el partido ratificó su adhesión
a los Principios de Doctrina aprobados en la Asamblea
Constituyente del 14 al 17 de septiembre de 1939, que han
servido de fundamento y motor para sus tesis y actividades.
Según sus documentos básicos, los principios del
partido tienen boy tanta vigencia como en su origen a pesar
de que el mundo ha evolucionado, pues algunas tendencias
que hace cuatro décadas apenas se avizoraban, boy están
profundamente arraigadas en la sociedad y otros
fenómenos, que entonces no podían anticiparse han
emergido con fuerza. Así, Acción Nacional considera que es
posible para una organización pol ítica, guardar fidelidad a
sus principios fundamentales, sin perjuicio de aplicarlos
eficazmente a situaciones históricas cambiantes. En
cumplimiento de esta misión, Acción Nacional renueva y
reitera su compromiso con la estricta observancia de la
Constitución y sus leyes, sin aceptar pactos o acuerdos que
lo subordinen a alguna organización del exterior.
El principio rector se basa en la persona y la libertad,
pues el partido centra su pensamiento y acción en la prima-
cía de la persona humana, protagonista principal y destina-
182 Sabedor Afeado Ganbolfcl¡

tario definitivo de la acción política. Busca que el ejercicio


responsable de la libertad en la democracia conduzca a la
justicia y a la igualdad de oportunidades para la
consecución del bien común.
Por tanto, la libertad no puede ser constreñida arbitra-
riamente por el Estado y no tiene otros limites jurídicos que
los impuestos por el interés nacional, por las normas so-
ciales y por el bien común. La vida y la dignidad del ser
humano deben protegerse y respetarse desde el momento
de su concepción hasta su muerte natural. Enarbola el hu-
manismo bioético que parte de la premisa de que el
derecho a la vida es inviolable. El embrión humano es
persona: tiene dignidad y derecho a la vida, a la identidad, a
la protección por el Estado y la sociedad y no puede ser
objeto de manipulación ni de las agresiones que conducen
a su destrucción y eliminación.
La política para el pan está asociada a la
responsabilidad social, la cual no se agota en el ejercicio
del derecho ciudadano al sufragio, sino que se perfecciona
permanentemente con la participación ciudadana en el
cumplimiento de los deberes cívicos, políticos y sociales
que tiene la persona en comunidad. La democracia es un
sistema de vida y de gobierno, que se funda en Ja igualdad
de todos los seres humanos, condición esencial para
responsabilizar a las personas del cuidado y procuración
del bien común.
Especial atención pone Acción Nacional en la familia, a
la que considera como el cauce principal de la solidaridad
entre generaciones; como el espacio primario de la
responsabilidad social, que debe ofrecer la más leal red de
seguridad y de afecto ante contingencias y amenazas.
Compete a la familia comunicar y desarrollar los valores
í>CjüriiAXión ■} estn.irl.i irc dfel Cátodo mexiconn
183
morales e intelectuales necesarios para la formación y
perfeccionamiento de la persona y de la sociedad, pues la
familia tiene preeminencia natural sobre las demás formas
sociales, incluso el Estado, el cual está obligado a respetar
la libertad de conciencia de los miembros de la familia y el
derecho preferente de los padres para determinar el tipo de
educación que deben recibir sus hijos.
El partido se pronuncia por el desarrollo sustentadle, lo
que implica que los intereses de las generaciones futuras
reciban la misma atención que los de la presente y
manifiesta que es éticamente obligatoria la protección del
medio ambiente. Por lo que reconoce que el crecimiento
económico debe dai’se dentro de los límites naturales de
regeneración de los ecosistemas, evitando la
sobreexplotación de los recursos naturales y la degradación
y contaminación de aire, agua y suelo.
En el ámbito de la economía Acción Nacional, suscribe
lo que denomina humanismo económico, según til cual im-
pulsa una economía eficiente y moderna, equitativa en la
distribución de oportunidades, responsabilidades y benefi-
cios; una economía social de mercado, sustentada en el tra-
bajo libre, respetuoso de la dignidad humana y del medio
ambiente, que tenga su raíz en la libertad y en la iniciativa
de las personas; que promueva el acceso de las personas a
la propiedad y a la formación de un patrimonio. Sostiene
que el mercado no es un fin en si mismo, sino un
instrumento para asignar satis factores a las necesidades
de los seres humanos. En tanto que el trabajo es el medio
fundamental para la realización del ser humano y la
satisfacción de sus necesidades y tiene como eje a la
persona humana; no es una mercancía y tiene primacía
sobre el capital.
182 Sabedor Afeado Ganbolfcl¡

Por otro lado, manifiesta que es tarea del Estado


mexicano promover* un federalismo responsable, que
implica que las autoridades manejen honrada y
transparentemente la hacienda pública, donde la
descentralización ele funciones y de* recursos confluya en
el compromiso de los gobiernos municipales, estatales Y
federal para gestionar til bien común de la nación desde
cada ámbito de competencia. En este orden de ideas, es
fundamental el respeto a la autonomía de los municipios
para que éstos determinen libremente las características
propias de su gobierno de acuerdo con sus necesidades
partí c u lares.1 35
ViViau: www.pwi.niti.nix para lo referente a Jos principios
que sostienen al Partido.
184 So vado» illvurodt •
bariba'di
€1 fhrtido do lo Revolución Democrática
Se constituyó oficialmente el 5 de mayo de 1989, su antece-
dente inmediato ES el Frente Democrático Nacional (FDN),
que contendió en las elecciones del 6 de julio de 1988 bajo
el liderazgo del ingeniero Guauhtémoc Cárdenas
Solórzano, del cual, es imperioso resaltar su mesurada y
patriótica actitud para evitar un enfrentamiento nacional de
dimensiones inCALCULABLES, por lo que todos los
ciudadanos le estamos en deuda y tarde o temprano
habremos de reconocerle un lugar preponderante en la
historia de México. Lejos de precipitar a sus seguidores a la
violencia, les convocó a la formación de un partido y con
ello reivindicó la vía institucional.
Tres son las corrientes políticas que se conjuntaron
para dar nacimiento al PRD: la comente democrática, que se
escindió del PRI y representaba su ala de izquierda;
izquierda socialista, representada por el Partido Mexicano
Socialista (PMS), creado en marzo de 1987; la Coalición de
izquierda y el Movimiento de acción popular, así como la
denominada Izquierda Social que agrupaba a diversas
organizaciones sociales. Es importante recordar que el
PHD, se formalizó ron el registro del PMS., que a su vez fue
el resultado de la fusión en 1984, entre el Partido Mexicano
de los Trabajadores [PMT] y el Partido Socialista Unificado
de México (PSUM), este último heredero del Partido
Comunista Mexicano, fundado el 84 de noviembre de 1919.
A la novel, pero experimentada institución política le
han sucedido las siguientes presidencias nacionales, la
primera de carácter colectivo, del 5 de mayo de 1989 a
noviembre ele •1990; la segunda bajo la dirección de
Guauhtémoc. Cárdenas (noviembre de 1990 a febrero de
1993]; la tercera de carácter interino con Roberto Robles
18ó Solvwdôf filvorado
Gonoüldi
Cárnica (febrero a julio de 1.993 ); la cuarta encabezada por
Porfirio Muñoz Ledo (julio de 1993 a agosto de 1998]; fecha
a partir de la cual y hasta abril de 1999, Andrés Manuel
López Obrador estuvo al frente y dio paso al interinato de
Pablo Gómez Áivarez, a quien sustituyó Amalia García
Medina, en agosto del mismo 1999. De abril de 2002 a
agosto de 2003, lo dirigió Rosario Robles, quien fue
sustituida por el interinato de Leonel Godoy, hasta que en
marzo de 2005, fue electo Leonel Cota Montano.
De acuerdo con su Declaración de Principios, aprobada
en el marco de su VI Congreso Nacional de abril de 2001, el
PRD se define como una organización independiente Y laica,
que entiende la democracia no sólo como un sistema
político, sino también como una forma de vida, lo que
supone la búsqueda permanente de la mejoría de las
condiciones de vida de la población.
Asume las tradiciones históricas dé las principales
luchas libertarias de México y se identifica con las luchas
obreras, campesinas, populares, feministas, estudiantiles,
del movimiento nacional indígena Y de los movimientos
sociales progresistas y se propone darles voz Y cauce.
Asimismo, se reconoce también en los anhelos de libertad y
justicia social de las revoluciones socialistas, los
movimientos de liberación nacional y la izquierda mundial.
Se propone recoger las aspiraciones, intereses y
demandas de la ciudadanía, en especial de quienes sufren
la explotación, la opresión y la injusticia. No busca el poder
por el poder mismo, lo concibe como medio para
transformar democráticamente la sociedad y el Estado. Se
asume como un partido de izquierda y aspira a representar
a los trabajadores del campo y la ciudad, a la intelectualidad
democrática, a los pequeños empresarios, a los jóvenes, a
Organización u estructura clel Citado merkoi 10
185
los pueblos y comunidades indígenas, a las personas de la
tercera edad, a los sectores excluidos, y en general a todos
aquellos que se identifican con la construcción de una
sociedad más justa y no pretende imponer una moral
pública ni mucho menos sancionar la vida privada de las
personas.
Se pronuncia por la construcción de una sociedad igua-
litaria, equitativa, democrática, libre y justa y considera al
trabajo como un valor esencial de la sociedad y fuente prin-
cipal de la riqueza y la creatividad de los seres humanos.
Por ello, se compromete a luchar por acabar con la explota-
ción de la Tuerza de trabajo y convoca a defender las
conquistas y derechos de los trabajadores y a dignificar el
empleo.
Lucha por la equidad de género en todas las
actividades humanas, por la igualdad de oportunidades y
condiciones para el acceso de mujeres y hombres al uso,
control y beneficios de los bienes y servicios de la sociedad
y postula la formación de un Estado democrático y social en
el que todos Jos niveles de gobierno rindan cuentas a la
ciudadanía y exista transparencia en la administración de
los recursos y eficiencia en sus programas y acciones de
gobierno. Manifiesta su compromiso con el principio de
separación entre las iglesias y el Estado y se opone a que
se utilice el poder político para imponer dogmas o creencias
religiosas; se pronuncia por un Estado laico que sea
tolerante con todas las formas de pensamiento y estilos de
vida.
También aspira a un desarrollo sustentable y a un
crecimiento económico planificado, armónico y equitativo
entre las regiones del país, entre la ciudad y el campo;
entre el trabajo y el capital,- y entre el mercado mundial y el
18ó Solvwdôf filvorado
Gonoüldi
mercado nacional; que no aten ten contra el medio
ambiente.
Para el partido, el orden internacional debe basarse en
la paz, el respeto a la soberanía de los países; en la ayuda
y la cooperación económica a las naciones mas
necesitadas; en el intercambio comercial, científico y
tecnológico que apunten hacia el desarrollo y el bienestar
de todos los países. La globalizaeión, controlada por unos
cuantos gobiernos nacionales y corporaciones
transnaeionales, deberá dejar su lugar a una nueva
mundialización basada en la distribución, entre todos los
pueblos, de los beneficios del conocimiento científico y
técnico, en la eliminación de la especulación financiera, en
un comercio mundial equitativo y en la libre circulación y
divulgación de los bienes culturales y artísticos.
Igualmente, lucha por la asociación de países a nivel
regional y mundial, especialmente con los de América
Latina,
Orgnrit/aeftn y estructuro del 6stn<.. ¡ meu oro 187

siempre y cuando estas asociaciones tiendan a superar


las desigualdades y sirvan para que los países de menor
desarrollo alcancen niveles superiores de bienestar.
Atención central requieren los trabajadores migrantes y en
particular los mexicanos que en Estados Unidos son
víctimas de violaciones a sus derechos humanos y
laborales, por lo que se pronuncia por su defensa y
protección.t:w

Los ciudadanos y lo
expectativa de los
alcances democráticos

En los últimos 30 años, México ha experimentado avances


muy significativos que han cambiado nuestra vida política,
empero, no hay unanimidad con relación a los alcances de
tales transformaciones. La polémica persiste, algunos estu-
diosos insisten en la transición democrática,- otros señalan
que ésta ha concluido y que nos encontramos en la instau-
ración democrática, y algunos más manifiestan -los menos
afortunadamente- que las transformaciones son limitadas y
de alcances pinicos. Como quiera que sea, lo cierto es que
si bien el cambio ha sido accidentado, el avance
democrático es innegable y eso lia sido posible porque el
proceso de democratización no ha sido exclusivamente
político, dado que también se manifiesta como un proceso
con profundas repercusiones en los valores, las normas, las
tradiciones, las interacciones entre los grupos y los sujetos,
asi como en las instituciones culturales, sociales,
económicas y j u rid i co-po I í ti cas.
Un cambio de tales dimensiones, no puede ser sino un
cambio cultural, pues exige la interna! ización y
socialización de valores y prácticas democráticas en el
188 Salvador Adverado. Ganbaldi
individuo; tolerancia, pluralismo, responsabilidad y
solidaridad, que son el instrumental que le permite
relacionarse e interactuar con los "otros" y construir los
acuerdos que constituyen el "nosotros" como sociedad. Asi,
la cultura política no se limita exclusivamente
Vftast! www.prri.oig.mx pora lo que ae reitere a los prinripJos que
afirman al partido.
a la organización y a la participación en procesos
electorales y partidos políticos, sino implica también
conciencia v participación, así como una explicación
histórica del porqué se debe asumir una posición y actuar
en consecuencia.
No obstante, también es irrefutable, que existe un
desfase entre los logros democráticos y la elevación de los
niveles de bienestar, pues a nuestra sociedad la caracteriza
un complejo y contradictorio entramado donde coexiste la
ampliación de las libertades y la participación política con
un agudo y prolongado proceso de pauperización social.
¿Cómo entender que una nación catalogada como la
on- ceava economía del mundo tenga a más de la mitad de
su población nacional abatida por la pobreza? Esto es un
contrasentido. La sociedad está cada vez más fragmentada
y polarizada, los sectores más pobres padecen la miseria y
los sectores medios retroceden de posiciones económicas
que habían logrado conquistar,- los niveles de bienestar se
desploman y el fatalismo, el abandono, el hedonismo, la
violencia y la multiplicación de la delincuencia se muestran
como signos elocuentes de la creciente desintegración
social y como viva expresión de la destrucción ciudadana.
Así, las condiciones que enfrentan la mayoría de los
mexicanos son muy adversas y en nada se reflejan en las
preocupaciones y ofertas que plantean los partidos
Orqoni'úuón y estn ir i iro dei astado mexicano
189
políticos, y tampoco tienen correspondencia con ios
programas de las dependencias gubernamentales. Si bien
algunas de ellas reconocen la gravedad de los reíos, no
pasa de ser un reconocimiento en el plano discursivo, que
no se traduce en acciones.
El tono festivo con que se trata el cambio democrático
en México tiene escaso eco en la sociedad y existe el
riesgo de que en amplios grupos sociales la democracia y la
participación en sus procesos pierdan atractivo ¿inte la
configuración de una gran paradoja: vivimos momentos en
los que la ampliación de las libertades y la participación
política coexisten con la exacerbación de un agudo y
prolongado proceso de pauperización social que los
partidos politicos no han sabido o no han querido entender.
El cuadro siguiente nos ilustra sobre la concurrencia
ciudadana a las urnas, se deja entrever una sensible
disminución de votantes si se comparan las elecciones
4997 y 2003 que son intermedias, es decir, las que se
refieren a la renovación de las diputaciones federales.
La elecciones de diputados se celebran cada tres años,
y las de senadores, cada seis. Do ahí que cuando se
eligen solamente diputados, a esa elección federal se le
llame IMERMECLM, pues se lleva a oabo cuando el
presidente de México y los senadores se encuentran a
mediados de su mandato [en el tercer año). Guando se
eligen presidente, senadores .y diputados (...) a esa
elección federal se le denomina GENERAL.' *7

En consecuencia, la elevada tasa de abstencionismo no


debe explicarse bajo una óptica simplista de la apatía polí-
tica. Nos parece aventurado pensar que estamos ante la
presencia del individualismo perverso y la despofiti/,ación
188 Salvador Adverado. Ganbaldi
creciente, son más bien las precarias condiciones de exis
to,ACIÓN ENTRE P/innÚN Y VOTACIÓN
A ÑO P ADRÓN L ISTO NOMINO I % DE VOTACIÓN

4.997* 53*116,049 52‘233,957 57


21X10* 59*594,638 50*782,787 64
2008* 65*337,047 64'740,5915 44
2006*" 71*758,545 71'378.668 58-9***

Cuentea! ' Alberto^ Azi?. Nassif. 'Elecciones, abstención y dinero


en México", en Alberto Azi'/. Nuaslíy Jorge Alonso Sánchez.
(Uoords.); El Estado mexicano. Herencias Y cambios, I. N, Economía .Y
poliUca. México, Editorial Miguel Angel Porrú.i. CILSAS, antis, p.
SHA.
** tPI*. la .fornida, jueves 25 de mayo de H(.)l.)f5 ||?jj, l’Hi’.i1, lunes t de
julio de 2P(lf>.
Ñola: IM Padrón electoral comprende a nulos Jos mexicanos mayores
de 18 años que en él se inscribieran y »oiieilaron su credencial de
elector. I,a lisia nominal se refiere a iodos aquellos ciuuadaiios que ya
cuentan' con so credencial para vquu-.

" Jorge Alcocer y Humberto Musacchio, op. e/t., p. 34.


190 Sclvodor ñlvorodo Gunooldi

tenoia que viven millones de mexicanos, asi como la falta


de contenido en las ofertas de los partidos políticos, la
ausencia de principios y programas que empaten con las
preocupaciones y necesidades de la sociedad y
particularmente de los jóvenes.
No es que los mexicanos seamos lontos o
irresponsables, es que poco interesa el lamentable y
costoso espectáculo de descalificaciones mutuas en que se
han enfrascado las instituciones políticas, incluidas las de
gobierno, mientras en el país se enfrentan problemas tan
severos como la ausencia de oportunidades educativas y
de empleo, como la migración ,y la creciente inseguridad
pública, entre otros.
Rebasadas por los problemas en un marco de creciente
desintegración social e inmersas en un contexto de mutuas
descalificaciones, las fuerzas políticas tanto del gobierno
como de la oposición no encuentran la brújula para elaborar
un proyecto incluyente de nación y una propuesta de
creación de ciudadanía, cuando es ésta precisamente la
que se está destruyendo, pues, ¿qué derechos pueden
tener y qué capacidad de ejercerlos?, ¿qué tipo de cultura
ciudadana y cuál interés de participación poLítica puede
desarrollarse en aquellos que se saben y/o se sienten sin
un lugar en la sociedad?
En este orden de ideas, es entendióle que la tendencia
decreciente en la participación electoral también se
manifieste en la elección general, es decir, en la
concerniente a la innovación total del Congreso como a la
sucesión presidencial. Contra la euforia infundada de
calificar las elecciones del 2 de julio de 2006 como las más
copiosas de nuestra historia, el cuadro anterior muestra una
considerable caída de 5.1 puntos porcentuales en la
192 Salvador Rk/orado
Goribddi
votación, al pasar del 64 por ciento en los comicios de 2000
al 58.9 por ciento en el proceso de 2006.
Sin embargo, lo que si es histórico es el proceso en si
mismo. No obstante de una larga y rispida campaña de des-
calificaciones mutuas, de hostigamiento, calumnias y
denuncias entre distintos candidatos y miembros del
gobierno, asi como de la propagación desde diferentes
medios del riesgo de vivir en un ambiente de inestabilidad y
crispación, la ciudadanía dio muestras de un
comportamiento ejemplar. Si bien, en términos
porcentuales, el número de sufragantes fue inferior al
proceso donde emergió victorioso Vicente Fox, nunca como
ahora las preferencias estaban tan definidas en porcentajes
tan cercanos. De una contienda de tercios, se pasó a una
polarización entre dos fuerzas con amplias posibilidades de
triunfo, pero el llamado choque de trenes o el
enfrentamiento entre simpatizantes dejó su paso a una
muestra de civilidad que coloca a la ciudadanía muy por
encima ele los partidos políticos y sus respectivos
candidatos. La responsabilidad, la mesura y el respeto lúe
el signo distintivo de los más de 41 millones de votantes,
cuyo mensaje es claro y contundente: por medio de las
urnas y de manera pacífica queremos dirimir nuestras
diferencias.
Respecto a las instituciones electorales, su papel fue
en extremo relevante en la jornada, en los estados donde
se tenían que renovar diversos poderes, los comicios se
desarrollaron sin sobresaltos y a nivel nacional destaca la
tarea del Instituto Federal F.lectora 1 y del concurso de más
de 940,000 ciudadanos, previamente calificados para el
desarrollo del proceso. Doi un total de 1:30,488 casillas se
instalaron 130,407, es decir el 99.4% de las mismas. La
Organizar,ón v estro.iuro dal t'srndc m&ucQOo
191
participación fue significativa y la disputa por la Presidencia
de la República en extremo cerrada entre el candidato de
Acción Nacional y el de la Coalición por el Bien de Todos
(PRD-PT-Oonvergenciaj, pues el abanderado de la Alianza
por México fptu-PVF.M) confirmó su rezago vaticinado
durante los últimos meses de la campaña por las distintas
casas en cues tad o ras. Es más, el gran perdedor en los
comicios fue el PRI, SU candidato a la Presidencia se ubicó
en un distante tercer lugar, a 15 puntos porcentuales del
puntero y no ganó en ninguna entidad federativa, en tanto
que su partido se desplomó al tercer lugar corno fuerza
política en nueve estados gobernados por el PRI, hechos
insólitos en la historia de México.
De lo intenso de la contienda se pasó a lo tenso del
conten de los votos correspondientes a los candidatos
Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón I Iinojosa.
La autoridad electoral hizo un llamado a la prudencia ante la
imposibilidad de declarar una tendencia ganadora a partir
del comeo rápido de más de 7,000 casillas y del ejercicio
estadístico de un Comité Giemifico, por lo que señalo la
necesidad de esperar al conteo de las actas, tal y como lo
marca la ley. Sin embargo, la exhortación a la mesura rué
desoída por los contendientes y empezó la guerra de cifras.
La confusión aumentó con los números del Programa
de Resultados Electorales Preliminares (PREPJ QUE con el
98.45 de las actas procesadas dio una ventaja al candidato
blanquiazul de poco más de un punto porcentual: 36.38
contra 35.34 por ciento. Una nueva andanada de
descalificaciones brotó del perredismo cuando se denunció
la desaparición de más de tres millones de votos, lo cual se
aclaró al hacer del dominio público que todos los partidos
políticos tenían conocimiento de un archivo de
192 Salvador Rk/orado
Goribddi
inconsistencias que no seria procesado por el PREP. El
miércoles 5 de julio de 2006, en jornada m ara tónica en los
300 distritos electorales se contabilizó el total de las actas
correspondientes a más de 130,000 casillas, ejercicio que
ratificó el triunfo del candidato panista en la tarde del día 0
de julio, aunque con un margen aún más reducido, 0.58 por
ciento, equivalente a 243,934 votos, al quedar los
porcentajes en: 35.31 por ciento y 35.89 por ciento, con
14'756,350 y 45/000,284 sufragios respectivamente.
Empero, para ese entonces .Andrés Manuel López
Obrador, había ya externado su desconocimiento de los
resultados y su decisión de impugnarlos.
No hay duda que ésta ha sido la más complicada
prueba para nuestra incipiente democracia y un reto de
enormes dimensiones para las instituciones electorales.
Nada más injusto que satanizar a la Coalición por el Bien de
Todos (PRD-i’T-ConvergenciaJ por impugnar el resultado
del proceso.
Üigorvzc- <6n u estructura del Gstoda m»xicono
193
Es un recurso legal y es un derecho que deben agotar
mientras persistan las dudas y sean probables las
inconsistencias denunciadas. No se trata de descalificar o
desconocer la autoridad de las instituciones, sino al
contrario, de exigir su intervención y actuación bajo los
principios de objetividad, legalidad e imparcialidad.
Finalmente, un gobierno votado por el 36 por ciento del
electorado’ participante, debe ser sensible y entender que el
tiempo actual de México es el tiempo de la reivindicación de
la política como el arte de la construcción de los acuerdos y
del reconocimiento de la pluralidad nacional misma que
debería reflejarse en un gobierno incluyente y de coalición,
máxime que el Ejecutivo tendrá que lidiar con un Congreso
dividido fundamentalmente en tres fuerzas políticas en sus
dos Cámaras.
.Sin embargo, a un año de iniciada la administración de
Felipe Calderón Hinojosa y de analizar lo expuesto en su
primer Informe de Gobierno, no existen motivos 'suficientes
que permitan vislumbrar un futuro muy halagüeño. En la
conformación del gabinete presidencial se dejó pasar una
oportunidad excepcional para incorporar a los mejores
talentos nacionales al margen de las filiaciones partidistas,
situación que no sólo hubiera permitido una más rápida y
sólida legitimación, sino que principalmente hubiera am-
pliado el margen de operación para pactar las reformas que
necesita el país para recobrar su crecimiento económico y
el camino del desarrollo. A cambio, se conformó un grupo
con discutidas personalidades que no dejó satisfecho ni
siquiera al partido donde milita el presidente de la
República.
Si bien es cierto que lo acontecido el primero de
septiembre de 2007 en el Congreso de la Unión, es un
194 jolvodci i llvorodo
Gonboloi
significativo avance de civilidad si lo comparamos con la
accidentada y estridente toma de posesión del primero de
diciembre de 2006, en la que el presidente Felipe Calderón
tuvo que ingresar por la puerta trasera y rendir protesta
entre porras y valias de sus correligionarios e insultos,
descalificaciones y empellones de los legisladores
opositores, no deja de ser relevante que el acuerdo político
no acaba de cuajar como una práctica respetable y
respetada por los propios actores políticos,
A más de '¿0 años de confrontaciones en el marcó del
informe presidencial, que va de respetuosas
interpelaciones, airadas protestas, estridentes calificativos e
histriónicas mascaradas de cerdo, ahora predominó el
respeto pese al retiro voluntario de la fracción periodista,
incluida la presidenta dría Mesa Directiva de la Cámara de
Diputados, empero, no fue suficiente para que no se
cometiera el agravio al Poder Legislativo al no transmitir el
mensaje de la diputada Ruth Zavaleta donde expuso el
motivo por el que se ausentaba. No obstante que la
interrupción de la transmisión le costó el puesto a René
Palavicini, director del Centro de Producción de Programas
Informativos y Especiales [Gepropie], por parte del
secretario de Gobernación, el daño estaba hecho, el dardo
había dado en el corazón mismo del acuerdo. Así, la
censura contra la perredista y presidenta de la Mesa
Directiva fue tomada como bandera de todos los integrantes
del Congreso de la Unión, incluido el PAN, en contra del
Poder Ejecutivo Federal.
Pese a ello, destaca que actos históricamente
criticados por el PAN durante los sexenios de predominio
priista, sean reeditados con los mismos signos de
autoritarismo y culto a la personalidad. El '¿ de septiembre
Órc¡/ini?ndnn y estructura de- fcstodo mexicaftC )95

de 2007 fue restituido el "Día del Presidente" en Palacio


Nacional con toda la parafer- nalia tricolor, con un público a
modo y 74 minutos en cadena nacional, donde el
Presidente de la República (ajeno a la autocrítica, por
ejemplo.- jamás explicó por qué el "candidato del empleo"
se convirtió en el "Presidente de la seguridad pública") hizo
gala de triunfalismo y resumió Ins logros alcanzados por su
Gobierno.
Respecto a la oposición perredista, es lamentable la
forma en que en unos cuantos meses dilapidó el valioso
capital político tan costosamente construido en muchos
años. A los legítimos reclamos del "voto por voto-casilla por
casilla" y las multitudinarias concentraciones en el zócalo
capitalino, le siguieron una cadena de excesos y errores
que disminuyeron sensiblemente las simpatías por el
candidato tabasqueño.
A la soberbia del postulante de la Coalición por el Bien
de Todos (PRD-PT-Convergencia] durante la campaña por
la Presidencia de la República ("no le lian quitado una
pluma a nuestro gallo" "ya cállate chachalaca", su ausencia
al primer debate, etcétera], en la que no tuvo ni la serenidad
y el oficio político, ni la asesoría adecuada de sus
colaboradores más cercanos para sortear inteligentemente
la arremetida de los sectores más conservadores del país,
que en contubernio con el presidente Vicente Fox
orquestaron exitosa e ilegalmente una"guerra sucia" en su
contra, debernos añadir la carencia de autocrítica de
Andrés Manuel López Obrador una vez consumado el
proceso electoral del 2 de julio.
Empelotado por su gran arrastre popular y el avance
electoral sin parangón de la izquierda, convocó a los
ciudadanos a una serie de acciones erráticas y costosas
194 jolvodci i llvorodo
Gonboloi
como el mega- plantón de avenida Reforma que generaría
gran irritación incluso entre sus propios simpatizantes,- a un
ejercicio auto- complaciente denominado Convención
Naeional Democrática, donde la sociedad nada acordó y
donde la democracia de hecho era impracticable; decidido,
el ex candidato mandó "al diablo a las instituciones", y a los
legisladores del Frente Amplio Progresista, organismo
emanado de la Coalición por el Bien de Todos y de las
movilizaciones poselectorales, los orilló a la ambigüedad:
con un píe en el Congreso y el otro en la protesta callejera
hizo incongruente e ineficiente su accionar,- y como punto
climático y apelando al artículo 39 constitucional: su
autoproclamación como "Presidente Legítimo" de todos los
mexicanos el 20 de noviembre de 2006. Otros pudieron
haber sido los derroteros de la protesta poselectoral, por
ejemplo, se dejó pasar la oportunidad
196 Sotoodw Fltvarackj
Go^bald
de exigir' la rendición de cuentas del presidente Vicente
Fox, a quien el propio Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación acusó de actos ilícitos que pusieron en
riesgo la elección presidencial misma.
La evidencia muestra que la izquierda no aprende a
ganar; extraviado su candidato más popular en acciones y
declaraciones incoherentes, como nombrar un
intrascendente gabinete presidencial o acusar a sus
correligionarios legisladores de no "tener pantalones" y de
"cambiar el morral por la Suburban"; las tribus que
conforman al PHD se enfrascan en Costosa contienda
interna en tanto que Felipe Calderón Hinojosa, lenta pero
consistente e inteligentemente alianza su cuestionada
presidencia.
EJERCÍ oin 6
1.Marca cada uno de los siguientes enunciados, con el
número 1 (uno) si corresponde al Sistema
Parlamentario y con el 2 [dos) si es propio del
Sistema Presidencial.

( ) a) El Ejecutivo es electo por el pueblo y no por el


Poder Legislativo.
( | /J) Los miembros del gabinete [Poder Ejecutivo) son
también miembros del Poder Legislativo.
( J G) Ni el Presidente ni los secretarios de Estado son
politicamente responsables ante el Congreso.
( ) EL) El Ejecutivo no puede disolver al Congreso, pero
el Congreso no puede darle un voto de censura al
Ejecutivo. Por lo que no pueden disolverse entre si.
( ) e) El Poder Ejecutivo es doble: existe un jefe de
Estado y un jefe de Gobierno que es quien lleva la
administración y el gobierno mismo.
198 SolvorJor ñi va retío GcílbcUtíl

( ) f] En el gabinete existe una persona que tiene


supremacía y a quien se le suele llamar primer
ministro.
í ) g] El Poder Ejecutivo es unitario, está depositado en
un presidente que es, al mismo tiempo, jefe de
Estado y jefe de Gobierno.
í ) h] Ni el Presidente ni los secretarios de Estado
pueden ser miembros1 del Congreso.
i ) /) El gabinete está integrado por los jefes del partido
mayoritario o por los jefes de los partidos que por
coalición forman la mayoría.
( ) J) El Ejecutivo puede estar afiliado a un partido político
diferente al de la mayoría del Congreso ( ) IcJ Existe mutuo
control entre poderes. Uno puede negar un voto de
confianza u otorgar un voto de censura al otro, por tanto
puede haber disolución de poderes en e! sistema.
2. Reflexiona sobre la importancia y utilidad de la división
de poderes entre Ejecutivo, Legislativo y Judicial y explica
el porqué de la preponderancia que ha tenido el Ejecutivo
en nuestro país.
3. Revisa el articulo 41 constitucional y explica cómo se de-
finen los partidos políticos en la Constitución. Asimismo,
describe las principales funciones y responsabilidades que
les confiere la Constitución.
•i. Previa consulta del apartado correspondiente al Instituto
Federal Electoral, responde las siguientes preguntas:
a] ¿Qué significa y cuándo se expidieron la Loppe y el
Cofipe? /;) Enlista los principios rectores que rigen al
Instituto Federal Electoral.
A) Señala qué reforma otorgó al Instituto Federal Electoral
total autonomía e independencia con relación al Poder
Qrgarwocjfti n estructura ctel €stado mencono 19/

Ejecutivo, hecho que permitió oiudadanizai* a su órgano


directivo y elabora un breve ensayo de tres cuartillas
sobre la importancia de esta decisión.
5. Reflexiona sobre In importancia de que existan institucio-
nes electorales que den certidumbre y legalidad a los pro-
cesos electorales y especifica la importancia del Tribunal
Electoral.
6. Realiza un cuadro comparativo donde distingas
diferencias y resaltes coincidencias en las declaraciones de
principios de los tres partidos políticos más importantes: rm,
PAN Y PRO.
7. Efectúa en breve ejercicio de sondeo de opinión entre
tus amigos y compañeros de clase sobre si es importante o
no participar en los procesos electorales.
R€SUM€N D€l CAPÍTULO

El presente capítulo explora la forma en que se organiza y


estructura el Estado mexicano, se pone especial énfasis en
describir y explicar cómo se organizan e interactúan los dis-
tintos niveles de gobierno, así cómo los diferentes
elementos y poderes que conforman la Federación.
Es nuestro país una República representativa,
democrática y federal en virtud do que se constituye a
través de un pacto federal entre Estados libres, soberanos y
autónomos. Dicha estructura es el resultado de un largo y
accidentado proceso ele integración nacional y de la
vocación republicana preexistente a nuestra nación corno
país independiente, pues su antecedente más remoto data
del proyecto constitucional de Apatzingán de 1814.
Consumada la luidla inde- pendeniista, y derrotado el
proyecto imperial de Agustín de Iturbide, México se define
como una república desde su primera constitución
198 SolvorJor ñi va retío GcílbcUtíl

promulgada en 1824, cuyo principio fue recogido y ratificado


por las constituciones subsiguientes de 1857 y 1917.
Actualmente nuestra Federación se constituye por la
adición de 31 entidades federativas y el Distrito Federal,
yen su nivel básico de organización administrativa
encontramos uri total de 2,439 municipios, como 16-
delegaciones políticas.
Si bien es cierto que México, en sus más altos ordena-
mientos jurídicos ha declarado siempre el principio de divi-
sión de poderes entre Ejecutivo, Legislativo y Judicial, por
características muy particulares de nuestra historia, hasta
hace apenas pocos años, persistió una relación favorable al
Poder Ejecutivo en detrimento de la autonomía de los otros
poderes, hecho que fue la base del sistema presidencialiata
de corte autoritario que durante muchos años nos
caracterizó.
En este orden de ideas, la creación de un mareo legal y
de las instituciones políticas fundamentales para el desa-
rrollo de una sociedad democrática, ha sido lento pero con
íJrgonizcictáfi v osrructijro di: t lorJc. imxKQnij 199

sisteme e irreversible. La configuración de leyes que


hacen más transparente y equitativa la contienda política, la
legalización de la participación de grupos disidentes a
través del reconocimiento oficial de los partidos políticos y,
fundamentalmente, la creación del Instituto Federal
Electoral, organismo que le da certidumbre y credibilidad a
la lucha por el poder, han sido avances muy significativos,
pero aún insuficientes.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS DE APRENDIZAJE


LECTURAS rxxwbniectQnos doligatonos
Octavio Paz, EJ Ogro FILANTRÓPICO, Revista VUV.LLA,
agosto de 4978.
José Woldenberg, Ricardo Becerra y Pablo Sa lazar, L;I
MECÁNICA ILNL CAMBIO POLÍTICO OÜ MÉXICO. ELECCIONES,
PARTIDOS Y REFORMAS, México, Editorial Gal y Arena, 2UU0,
pp. 15-73.
Enrique González Pedrero, LA CUERDA TENSA. APUNTES
SOBRE LA DEMOCRACIA EN MÉXICO, !990-2005, México,
Fondo do Gullura Económica, 2008, pp. 205-307.
Enrique Cabrero Mendoza, "La reconstrucción del
pacto federal: ¿múltiples gobiernos o un gobierno mullí ni ve
I", en Alberto Aziz N assit y Jorge Alonso Sánchez [coords.],
EL ESTADO MEXICANO. HERENCIAS Y CAMBIOS, t. l,
GLOBALIZACIÓN, PODORES Y SEGURIDAD NACIONAL, México,
Editorial Miguel Ángel Porrúa, CURSAS, 2005, pp. 227-255.

Lecturas cofnpbmentonnr, opcionoles


César Cansino, "Transición democrática y reforma del
Estado en México", en Alberto Aziz .Massif y Jorge Alonso
Sánchez [coords.], EL ESTADO mexicano. HERENCIAS Y
CAMBIOS, [. il, ECONOMÍA y POLÍTICA, México, Editorial Miguel
200 bulvodor ftivarodo
Gcaboldj
Ángel Porrúa, OIRSAS, 2005, pp. 377-389.
José Antonio Crespo, "Del absolutismo presidencial al
presidencialismo débil", en Alberto Aziz Nassify Jorge
Alonso
Sancho/ (coords.), El Estado MEXICANO. HERENCIAS Y
CAMBIOS, i. i, GLOBÍÜIZACKM, PODERES Y seguridad NACIONAL,
México, Editorial Miguel Ángel Porrúa, cMESAS, 2005, pp.
147-478.
Miguel Bazdresoh Parada, "La transición en el orden
municipal", en Alberto Aziz Nassif y Jorge Alonso Sánchez
[coords.], EL ESTADO MEXICANO. HERENCIAS y CAMBIOS, t. 1,
GLOBALIZARIÓN, PODEROS Y SEGURIDAD NACIONAL, México,
Editorial Miguel Ángel Porrúa, 01 ESAS, 2005, pp. 257-285.
Mauricio Merino, "Los gobiernos municipales de
México: el problema del diseño institucional", en Alberto
Aziz Nassif y Jorge Alonso Sánchez [coords.), EL ESTADO
MEXICANO. HERENCIAS Y CAMBIOS, t. I, GLOBALIZACIÓN,
PODERES Y SEGURIDAD NACIONAL. México, Editorial Miguel
Ángel Porrúa, ( M E S A S , 2005, pp. 287-305.

fte/ícnías comptemeztanas
LA LEY DE HEREDES
Director: Luis Estrada
Producción: México,
1999.

Fe, esperanza y raridad (Sólo la parta relativa a


Claridad) DIRECTOR: JORGE FONS P RO D U CCIÓ N:
MÉXICO. 1972.

ROJO AMANECER Director:


Jorge Fons Producción:
México, 1989.
El bulto
Director: Gabriel Retes.
Producción: México, 1994.

UN MUNDO MARAVILLOSO
Director: Luis Estrada
Producción: México,
2006.
Consideraciones Pinoles

200 bulvodor ftivarodo


Gcaboldj
El derecho que tango n volar,
me impone el deber de
InBLruirme.
JUAN JACOBO IÍOUSSEAU

Reflexionar sobre el Estado, su origen y


naturaleza, organización y funciones es un tema
no sólo de actualidad, sino de prioritario interés,
tanto para quienes se están formando como
especialistas en la atención de problemas
sociales, como para cualquier persona que se
precie de ser un ciudadano responsable.
El Estado es una creación humana cargada
de paradojas: lo mismo puede ser una
maquinaria para sojuzgar a la sociedad que el.
instrumento que garantice su libertad y la
convivencia civilizada, lo cual depende,
fundamentalmente, del papel que jueguen sus
dos componentes interactuantes: población y
gobierno. Mientras más informada, educada,
organizada, demandante y 11 aca l i/,adora sea
la sociedad, menos arbitrario, despótico y
corrupto será el gobierno; mientras más
movilizada y protagonista de su propia historia
sea la sociedad, tanto más el Estado deberá
expresar los intereses de la mayoría de los
sectores sociales y no sólo salvaguardar los
intereses de los grupos dominantes,- mientras
más responsable sea la sociedad en general y
más celoso de sus deberes el ciudadano en lo
particular, tan-
202 Salvador ñlvorodo GarlbnWi

lo más el Estado dispondrá de legitimidad y recursos, lo que


lo hará más fuerte .y autónomo.
Por eon siguí en Le, la discusión no radica ya en el
tamaño del Estado no se trató de remontarnos a tiempos ya
superados, no obstante que la discusión ética sobre nuestra
deses- tatlzación está pendiente, pues este proceso se
realizó con múltiples irregularidades y en favor de los
grupos económicamente dominantes en detrimento de la
sociedad toda, lo que condujo a una mayor concentración
del ingreso- sino en el papel que debe jugar la sociedad en
la construcción de un Estado que responda a los intereses y
necesidades de la mayoría de sus ciudadanos. Un Estado
democrático apegado al cumplimiento de la ley, donde la
burocracia esté al servicio de la sociedad y los políticos
rindan cuentas a los volantes. IJn Estado con fortaleza
institucional y certidumbre jurídica, que le doten de los
instrumentos para cumplir con lo que debe hacer, a la vez
que sean un dique para lo que no se debe hacer. Es decir,
nos urge construir un andamiaje legal e institucional que,
por un lado, permita al Estado cumplir cabalmente con sus
responsabilidades económicas, políticas v sociales que
propicien una mayor y mejor integración social y, por otro
lado, que evite la corrupción y el abuso del poder, que son
generadores de comportamientos antisociales, corrosivos y
anómicos.
Sólo con un Estado fuerte y eficiente, con amplios már-
genes de autonomía y legitimidad será posible enfrentar los
retos externos propios de un mundo cada vez más interde-
pendiente y globalizado; solamente con un Estado al
servicio de sus ciudadanos y que en consecuencia cuente
con el respaldo mayoritario de éstos, será posible
contrarrestar la injerencia de los poderes tácticos que
204 Soldador flivorodo Gáábofc!

erosionan al poder del Estado nacional y trasladan el centro


de las decisiones a esferas externas de los territorios e
instituciones estatales. Al interior, sólo con un Estado que
asuma su ineludible responsabilidad social será posible
aminorar el desencanto duda- daño con una democracia
que no ha venido aparejada de mejores condiciones de
vida. Hoy vivimos una gran contradicción: la ampliación de
las libertades y derechos políticos se coniextualizan en un
agudo proceso de pauperización social y destrucción
ciudadana.
En suma, en nuestros días y circunstancias
corresponde al Estado velar por la generación de
mecanismos de integración social, tanto para garantizar la
paz pública como para asegurar su propia supervivencia. Si
entendemos por desintegración social la fragmentación de
una sociedad, comunidad o grupo en unidades atomizadas
romo consecuencia de la ruptura de los lazos de cohesión
social y de la pérdida de todo sentimiento de intereses
colectivos, lo que estamos evidenciando es el fracaso de la
responsabilidad cohesionadora del Estado, así como un
extenso ámbito de intervención para ('I trabajo social, pues
del debilitamiento, erosión ,y fractura dé los lazos que social
mente unen a la colectividad, pueden derivarse de
desajustes estructurales que impiden el desarrollo y
ascenso de los actores sociales, como de la internaliza-
ciún inadecuada de las normas y valores necesarios para la
vida en sociedad o bien de la conjunción de tales factores.
Así, es necesario tener en cuenta que como
responsabilidad del Estado, la integración social supone
una estructura social capaz de brindar oportunidades de
movilidad social a los sujetos y que se sustenta en un
conjunto de normas que orientan las acciones de los
Cosir.i’-.rnriariiv i moles
203
individuos, que para integrarse y ascender socialmente se
conducen con arreglo a las mismas. En consecuencia, la
desintegración social plantea la inexistencia de alguno de
estos dos mecanismos o de ambos: una estructura de
oportunidades relativamente abierta y sujetos culturalmente
movilizados en la demanda de integración y ascenso social.
En este orden de ideas, los cambios operados desde el
inicio de los años ochenta en nuestro país no sólo
propiciaron cambios en el seno de cada grupo social, sino
también en las interrelaciones entre los diferentes grupos.
El agotamiento del Estado de bienestar significó también la
crisis y la paulatina rearticulaciún o desaparición de las
relaciones entre los distintos grupos sociales que le daban
razón de ser, lo cual se manifestó como un proceso de
desestructuración social que implicó ruptura con las viejas
identidades y certidumbres, asi como la corrosión de las
añejas formas de movilidad e integración social. En suma,
el problema no fue sólo el desmontaje del Estado
interventor, sino la ausencia de políticas supletorias.
Nuestra sociedad se caracteriza por una cada vez
mayor polarización y pauperización. El desorden
desemboca en violencia y en el incremento de prácticas
delincuencia-íes. Las añejas certidumbres de la
modernidad, fundamentalmente la confianza en el Estado
benefactor y la creencia en la educación como vehículo de
ascenso Y reconocimiento social Y del trabajo como
elemento edificante, se colapsan. Los datos son en extremo
reveladores de la desintegración social, 29 de cada cien
mexicanos de entre los 20 y los 24 años ni estudia ni
trabaja formalmente, .y en el grupo de edad de 25 a 29
años los datos son aún más preocupantes, pues 34 de cada
100 no tienen ocupación,"8 lo cual de no atenderse puede
204 Soldador flivorodo Gáábofc!

desembocar en una situación explosiva.


El gobierno estadounidense reveló en días recientes,
que al año más de dos millones de mexicanos intentan
internarse en su territorio (aproximadamente el 2 por ciento
de la población nacional], de los cuales más de 400,000
consiguen burlar la vigilancia fronteriza y quedarse a laborar
en alguna localidad del vecino país del norte. Más de
400,000 mexicanos al año, no es dato menor: son alrededor
de 1,100 personas que cada día abandonan México.
Somos un país que vive siempre bajo la tensión de pro-
blemas no resueltos, donde se acumulan los retos, asi
como los agravios y resentimientos a raíz del abandono del
que son
•■v,F>ucuu8tn Nackuuú di ,/rwenlud 2005. Rnaulunlm
fjrulimin/úos, Jd»r Amonio Pftrez Islas, coordinador general, p. 9.
Cosidf^oóones finales
205
victima amplios sectores sociales. Somos un país donde
cada vez es más difícil atender lo prioritario porque no
alcanzamos siquiera a resolver lo urgente. Un país donde
las instituciones gubernamentales y los partidos politicos no
procesan la intensidad ni la densidad de los problemas, por
lo que constantemente son rebasados por la sociedad.
En este contexto, no es fortuito que la inseguridad
pública y la delincuencia se hayan incrementado de manera
alarmante en todo el país y que en la comisión de delitos se
involucre a un número cada vez mayor de jóvenes, con
edades cada vez menores. Tampoco es un hecho aislado
que los niveles de violencia se hayan incrementado de
manera considerable: la muerte por lesiones infligidas
intencional mente por otra persona, es la segunda causa de
mortalidad juvenil a escala nacional y; mucho menos puede
considerarse como un suceso inconexo el incremento del
hedonismo y las conductas adictivas: fuentes oficiales
sostienen que el consumo de drogas ilegales ha crecido en
ios últimos años y que involucra ya al 15 por ciento de la
población urbana de entre los 18 y 34 años de edad y que
el consumo de bebidas alcohólicas guarda relación con más
del 50 por ciento de las personas cuyas edades fluctúan
entre los 12 y Jos 29 años.
Pero lo que más preocupa, por los estragos en la salud
pública, la violencia y la penetración corrosiva en las institu-
ciones del Estado, es el cambio experimentado en los
últimos 15 años en México respecto al comercio de drogas
ilegales. Hemos dejado de ser un país de tránsito de
sustancias tóxicas para convertirnos en un país de
crecientes consumos. El narcotráfico, se ha convertido en
un poder paralelo que atenta contra la supremacía del
Estado, mina la institucionalidad estatal, corrompe y compra
206 SGIIVOOOI fllvorodo
Gv.lflb.-.Vdl
voluntades públicas y propicia peligrosos procesos de
desintegración social.
La existencia de poderes lácticos que compiten con el
poder del Estado, el crimen organizado, la inseguridad
pública y la propagación de un sentimiento colectivo de
indefensión por til aumento de la violencia y la delincuencia,
asi como la incapacidad creciente del Estado para
garantizar la paz, los bienes y la vida de las personas ante
la ola incontenible de robos, asaltos y secuestros, ponen en
entredicho la justificación de la existencia misma del
Estado, o por lo menos de este Estado. Hemos estudiado
que el Estado nace justamente para garantizar la vida y la
propiedad de las personas y aquel que es incapaz de
cumplir con su función sustantiva no tiene razón de ser. De
ese tamaño os la crisis institucional que padecemos y el
reto que debemos enfrentar urgentemente.
Sin embargo, no habrá reforma del Estado, sin un
proceso paralelo de fortalecimiento de la sociedad civil. Una
sociedad organizada, participativay fiscalizadora es
condición imprescindible para la vigencia y
perfeccionamiento del sistema democrático, como para la
existencia de un proceso de desarrollo sostenido, justo y
equitativo. Los mayores obstáculos para el Fortalecimiento
y protagonismo de la sociedad organizada son la exclusión
socioeconómica, la debilidad de las instituciones
democráticas, la inoperancia de la ley, como la precariedad
con que los ciudadanos ejercemos nuestros derechos y
cumplimos nuestras obligaciones. En resumen, no habrá
reforma del Estado, si ésta no comprende la reforma,
simultánea, complementaria y reciproca de gobierno y
sociedad.
Será necesario conjuntar esfuerzos y recursos para
Cosideroíiofif- : finales
207
construir una sociedad más educada, donde se fortalezcan
identidades y se potencien cualidades y virtudes que nos
hagan mejores mexicanos y estemos en condiciones de in-
sertarnos favorablemente en un mundo cada vez más inter-
dependiente y competido, para lo cual es deseable explorar
un esquema que haga compatible y complementario el con-
curso de Estado-sooiedad-mercado, en el que como apunta
Rene Villarreal, la supuesta "mano invisible" del mercado
opere para la asignación eficiente de los recursos y la corrí-
potencia, pero en complemento con la "mano promotora"
del Estado para el crecimiento, el empleo .y el desarrollo
sustenta ble, en concordancia con la "mano solidaria" de la
sociedad para promover el bienestar social y la equidad dis-
tributiva en un sistema económico y político donde el
hombre sea el actor principal como sujeto y objeto del
desarrollo.
Glosario

ANARQUÍA: Designa en primer lugar la


situación de u n pueblo que no tiene gobierno o
cuyo gobierno no tiene o ha dejado de tener
autoridad necesaria para ser el árbitro de los
antagonismos políticos, económicos y sociales.
En su límite, este Estado social se define por la
ausencia de toda ley y de todo gobierno.
AUTORITARISMO: Se entiende como una
perversión de la autoridad, pues mientras esta
última está sustentada en la razón y el derecho,
el autoritarismo es el ejercicio arbitrario y sin
limites del poder.
AYUNTAMIENTO: Corporación que comprende
el gobierno de un municipio y que se constituye
con la figura de un presidente municipal,
regidores y síndicos.
GIRCUNSMPCIÓN: División administrativa, mili-
tar, religiosa o electoral, etcétera, de un territorio
determinado.
CIUDADANÍA: Puede ser definida como un
conjunto de derechos y deberes que hacen del
individuo miembro de una comunidad política, a
la vez que lo ubica en un lugar determinado
dentro de la organización política, y que,
finalmente, inducen un conjunto de cualidades
morales (valores} que orientan su actuación en
el mundo público. Visto así, comprende tres
dimensiones; una, PROCEDIMEN- TAL que se
refiere al conjunto de derechos y mecanismos
para su ejercicio; una, de carácter SITUACIO-
NAL (o locativa] que implica a la vez. un aspecto relaciona!
y, una, INORA] que tiene que ver con el conjunto de ideas
acerca de la vida pública Y con los valores que orientan el
comportamiento.
CONSENSO: Grado de aceptación de las reglas
comunes y de la voluntad de resolución de los conflictos.
Toda la sociedad supone un consenso mínimo para
perpetuarse, pero algunas se caracterizan por un grado de
consenso más o menos elevado. Por debajo de cierto
nivel de consenso hay desintegración social.
OORPORALJVISMO: Doctrina económica y social que
preconiza la creación de instituciones profesionales
corporativas dotadas de poder económico, social y
político. Particularmente en México so refiere a la
incorporación organizada, a través de confederaciones (la
(TM, la ONC y la CNor principalmente), de masas
campesinas, obreras y populares a la estructura partidista
oficial, hecho que les da poder como organizaciones,
particularmente a sus dirigencias, pero a sus bases Ies
conculca la independencia para hacer valer sus derechos
e intereses.
DIVISIÓN DE PODERES: I.a tesis de la necesidad de la
división de poderes es una de las grandes contribuciones
de Montesquieu, tanto al desarrollo de la ciencia política,
como al ejercicio de la política como práctica en las
sociedades modernas. Sus planteamientos son la base del
constitucionalismo liberal, dado que la coexistencia de los
diferentes poderes es eri realidad el reconocimiento de la
necesidad de frenos y contrapesos juríd ico-poli ticos entre
ellos.
ESIARÍO DO BIENESTAR: El Estado de bienestar [WELÍARE
STATE) o Estado asistcncial se define como un Estado que
garantiza estándares mínimos de ingreso, alimentación,
salud, habitación, educación a todo ciudadano como
derecho político y no como beneficencia. Por tanto, lo que
distingue al Estado asistencia! de otros tipos de Estado no
es tanto la intervención directa de las estructuras públicas
para mejorar el nivel de vida de la población, sino más
bien el hecho de que tal acción es reivindicada por los
ciudadanos como un derecho.
Gtoscuu
211

ESTADO DA DORADLO: Esta conceptualización implica la


subordinación del Estado al orden jurídico, por lo tanto la
idea que subyace es que el Estado al dictar el derecho
queda obligado él mismo a su estricto cumplimiento.
ESTADO MODERNO: Es un concepto que sirve para
indicar y describir una forma de ordenamiento político que
se dio en Europa a partir del siglo xin y hasta finales del
siglo xvm o inicios del xix, sobre la base de presupuestos y
motivos que se han extendido a todo el mundo civilizado. La
historia del Estado moderno está estrechamente vinculada
al nacimiento de las naciones, pues mediante el tránsito del
sistema poli- céntrico y complejo de los señoríos de origen
feudal se llega al estado territorial centralizado y unitario,
mediante la llamada racionalización de la gestión del poder
dictada por la evolución de las condiciones históricas
materiales.
ESTRUCTURA DD ASTADO: Es la forma en que las
diferentes partes que componen al Estado están dispuestas
entre sí y adquieren sumido sólo en relación con el
conjunto.
INSTITUCIÓN: Es un conjunto de actos o de ideas y de
creencias, que los individuos ven que se les imponen en
una so- eiedad dada. Administrativamente, toda institución
tiene normas, actividades propias, personal y aparato
material. Todas estas nociones implican la función, porque
la institución está destinada a satisfacer una necesidad.
MUNICIPIO: Circunscripción administrativa básica, regida
por un Ayuntamiento y, en el cuso de México, en que se di-
vide oficialmente el territorio nacional.
PARLAMENTARISMO: Régimen político en el que el
gobierno es responsable ante el parlamento y donde existe
Glosario
213

un Ejecutivo dual: un jefe de Estado y un jefe de Cobierno.


PARTICIPACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA: Se refiere al hecho de
que determinados sujetos tomen parle de manera
consciente en la interacción político-social. Puede hacer
alusión a los grupos informales o a las agrupaciones
constituidas. En estos últimos existe una identificación más
completa déla personalidad con el grupo debido a ios
sentimientos compartidos de afección, lealtad,
responsabilidad mancomunada o tradición.
PARTIDO: Proviene del vocablo "parte de", por tanto en
una sociedad democrática, un partido representa a una
parte de la sociedad, caí tanto que en una dictadura "el
partido" se abroga la represen tatividad de toda la sociedad.
En su acepción clásica se entiende como una asociación
voluntaria de hombres con afinidades ideológicas que tiene
por objetivo la disputa del poder.
PRESIDENCIALISMO: Régimen político en el que el Poder
Ejecutivo pertenece al Presidente de la República, el cual
ostenta simultáneamente las funciones de jefe de Estado y
del Gobierno.
PLURALISMO: Concepción que sostiene la existencia de
una multiplicidad de totalidades,- de ideas, de valores y de
escalas estimativas irreductibles entre si y equivalentes, asi
como la de las experiencias en que se captan. Es uno de
los principios fundamentales de la vida democrática porque
implica el reconocimiento de la diferencia.
RAZÓN DO ESTADO: Es la exigencia de seguridad del
Estado, la cual impone determinadas conductas a los
regidores del Estado y la doctrina relacionada se puede
formular, en su núcleo esencial, ya sea como una norma
presc.riptiva de carácter técnico, del tipo "si quieres llegar a
1
212 r I oril di

este fin, emplea estos medios", ya sea como una teoría


empírica, que constata y explica la conducta específica de
los estadistas en deterja inadas condiciones.
REFORMA: Movimiento general que trata de eliminar o
mitigar los males derivados del funcionamiento defectuoso
del sistema político-social o de cualquier parte de él.
REFORMISMO.: Defensa del cambio social por medio de
mejoras graduales y fragmentarias, de tal naturaleza que
conserven y fortifiquen el STATUS CJUO.
RÉGIMEN POLÍTICO: Se entiende como el conjunto de
instituciones que regulan la lucha por el poder y el ejercicio
del poder, asi como los valores que animan la vida de tales
instituciones. Hay distintas tipologías de regímenes
políticos, la más conocida es la elaborada por Aristóteles, la
cual distinguía la monarquía o gobierno de uno solo, la
aristocracia o gobierno de pocos y la democracia o gobierno
de todos. A cada una de éstas Aristóteles contraponía una
forma impura o corrupta: la tiranía, la oligarquía y la
demagogia respectivamente:. En épocas recientes sirve
para distinguir en las sociedades modernas y democráticas
dos tipos de régimen: el presideneialisia o parlamentario.
REPRESENI,ACIÓN: Es la expresión de la voluntad
general a través del depositario del poder. En la sociedades
modernas la democracia no puede ejercerse de manera
directa, por ello ('1 poder se ejerce a través de
representantes y actualmente, la representación política
advierte como necesidad, el establecer un vínculo mayor y
más concreto entre gobernantes y gobernados. Este vinculo
se entiende como adecuación y correspondencia entre una
sociedad y su régimen político. De allí, la idea de que las
acciones de gobierno reflejan las demandas sociales.
Glosario
213

SISTEMA FEDERAL: Sistema que se constituye por la


unión de estados autónomos que en los asuntos de interés
general están sujetos a las decisiones del centro.
SISTEMA POLÍTICO: En su acepción más general, la
expresión sistema político se refiere a cualquier conjunto de
instituciones, de grupos y de procesos políticos
caracterizados por un cierto grado de interdependencia
recíproca.
TRANSICIÓN : Hace referencia a un proceso de cambio
mediante el cual un régimen preexistente, político y/o
económico, es remplazado por otro, lo que conlleva la
sustitución de valores, normas, reglas de juego político e
instituciones asociadas a éste. Ello implica que las
transformaciones no siempre se circunscriben a
transformaciones políticas, sino también pueden afectar
otros ámbitos.
Bibliografía

Ai C'AMI', Roderle, LA POLITICA ON MEXICO, A a.


edición México, Siglo XXI, 2000.
ALCÜGER, Jorge y Humberto Musacohio, MÉXICO
2006. MANUAL PARA LECTORAS Y ELECTORES,
México, Fondo de Cultura Económica, 2006.
ALONSO, Jorge, Alberto Azizy .Jorge Tamayo
[coordsj, EL NUEVO ESTADO MEXICANO, t. i,
México, Nueva Imagen, 1992.
AI,PONTE, JUAN MARÍA, Hombre;s en la historia,
MÉXICO, El Día, 1984.
, El Estado en la era cibernética, MÉXICO,
Rinoceronte, 2000.
A N T A K I , IKRARN, Manual del ciudadano moderno,
MÉXICO, ARIEL, 2002.
ARISTÓTELES, La politica. México, Es pasa
Oalpe, 1982 [colee. Austral, núm. 239}.
ARON, RAYMOND, LECCIONES SOBRE LA
/ASTORI,A, MÉXICO, Fondo de Cultura
Económica, 1996.
AZIZ N ASRir, ALBERTO y JORGE ALONSO SÁNCHEZ
[COORDS.J, El Estado mexicano. Herencias y
CAMBIOS, T. I, GlobaJJzación, poderes y
seguridad nacional, I. N, Economia y política,
T. ILI, La sociedad civil y su diversidad.
MÉXICO, MIGUEL ÁNGEL PORRÚA, CU S A S ,
2005.
BLAUREHC!, I., DICCIONARIO MARXISTA DE
FILOSOFÍA, México., Ediciones de Cultura
Popular, 1978.
BOB-RIO, NORBERTO, La teoría de las formas de
gobierno en la historia del pensamiento
politico, MÉXICO, FONDO DE CULTURA
ECONÓMICA, 1987.
, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino, DINDONARLO
DE POLITICS, México, Siglo XXI, 1991.
Bou UDII,i ¡, Pierre ET A!., EL OFICIO DEI SOCIÒLOGO, México,
Siglo XXI, 1988.
BIUM, Juan, Para COMPRENDER IN ITISIORICI, México,
Nuestro Tiempo, 1984.
BROW, Marvin T.( LA ÉTICA EN LA EMPRESA, España,
Paiclós, 1998.
BUBDEAU, Georges, TRATADO DE CIENCIA POLITICA, t. n, BL
ESTADO, Mexico, ENEPA-UNAM, 1985.
UANETTI, Elias, MASA Y PODER, Madrid, Muchnik, 1982.
Oarpizo, Jorge, EL PRESIDENCIALISMO EN MÉXICO, México,
Siglo XXI, 1998.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
CONSULTADA EN: www.iij.unani.mx
OóunovA, Arnaldo, SOCIEDAD Y ESTADO EN EL MONDO
MODERNO, México, Grijalbo, 1976.
GROSSMAN, R.H.S., BIOGRAFIA DEL ESTADO MODERNO,
México, Fondo de Cultura Económica, 1978 (Colección
Popular, núm. 63].
GROZIIER, Michel, ESTADO MODESTO. ESTADO MODERNO,
ESTRATEGIA PARA EL CAMBIO, México, Fondo de Cultura
Económica, 1992.
DAVIS, Kingsley y Wilbert F,. Moore, "Algunos principios de
la estratificación", en R. Bendix y ,S. Lipset, Clase,
ESTATUS Y PODER. Madrid, Suramérica, 1972.
EITCUESTA NACIONAL DE JUVENTUD 2005. RESULTADOS
PRELIMINARES, José Antonio Pérez Islas, coordinador
general, México, Instituto Mexicano de la Juventud,
Centro de. Investigación y Estudios sobre la Juventud,
mayo de 2006.
F,NOELS, Federico, EL ORIGEN DE LA FAMILIA, DE JA
PROPIEDAD PRIVA DA Y EL ESTADO, Madrid, Endimión-
Textos universitarios, 1988.
ESPEJEE MENA, JAIME, Un enfoque gerencitü en el
desarrollo instil odono I de la administración pública,
MÉXICO, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE
MÉXICO, 2003.
Bibliografía 217

FtIKUYAMA, Francia, "¿El fin de la hirtoria?", en EL GALLO


ILUSTRADO. SEMINARIO DEL PERIÓDICO, EJ DIO, domingo
29 de abril de 1990, pp. 2-9.
, La construcción del Estado, Hacia un nuevo orden
mundial en el siglo xxi. ESPAÑA, EDICIONES B, 2004.
GONZÁLEZ PEDRERO, ENRIQUE, La cuerda tensa. Apuntes
sobre la democracia en México, 1990-2005, MÉXICO,
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, 2006.
HALL, Jhon, A. y G. Jhon Ikenberry, EL ESTADO, México,
Nueva Imagen, 1991.
HoBBiiS, Thomas, EL LEVATÁN, t. i, Madrid, Sarpe, 1984
(colee. Los grandes pensadores).
IANNI, Octavio, SOCIEDAD GLOBAL, México, Siglo XXi, 1999.
JAUREGUI ADELL, J., EL ESTADO-NACIÓN, Madrid, Ediciones
29, 2004.
JOLLÍNEK, Georg, TEORÍA GENERAL DEL ESTADO. México,
Fondo de Cultura Económica, 2004.
LEAL, Juan Felipe, LA BURGUESÍA Y EL ESTADO MEXICANO,
México, Ediciones El caballito, 1978.
LENIN, Nicolás, EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN, 13a. ed.,
Moscú, Progreso, 1979.
LEÓN, José Luis (coord.), EL NUEVO SISTEMA
INTERNACIONAL, México, Fondo de Cultura Económica,
1999.
LLZ.I; LLHOND, Florence, "Los efectos de la globalización
sobre la soberanía de los estados nacionales", en
LEX. DIFUSIÓN Y ANÁLISIS, México, num. 107, Biblioteca
Jurídica, 3ra. época, año vi.li, mayo de 2004.
LOGRE, John, Ensayo SOBRO EL GOBIERNO CIVIL, México,
Gernika, 1996.
I .OYOLA DÍAZ, RAFAEL, La crisis Ohregón-Oalles y el
SíWiixjfafío 219

Estado mexicano, MÉXICO, SIGLO XXI, 1994.


MEDINA PEÑA, Luis, HACIA EL NUEVO LISTADO. MÉXICO,
1924-1994. México, Fondo de Cultura Económica,
2004.
MERINO, Mauricio, LA TRANSICIÓN VOLADA, México, Fondo
de Cliliura Económica, 2003.
MEYER, Lorenzo, "El primer tramo del camino", en
HISTORIA GENERAL c/e MÉXICO, México, El Colegio de
México, 4981.
Montero Zendejas, Daniel, HACIA UN NUEVO
CONSTITUCIONALISMO, México, Gobierno del Estado de
Veraoruz, 2001 (colee. Pensamiento Jurídico
Veracruzano, núm. 5).
MONTESQUIEIJ, CLUIRLES, Da/ espíritu do las leyes, MADRID,
SARPE,
-1984 (colee. Los grandes pensadores, núm. 39).
Musa.COHI.Ov Humberto, DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO ELE
MÉXICO, Sector de Orientación Pedagógica, Programa
Educativo Visual, México, 1990.
Oso RIO, Jaime, EL ESTADO EN EL CENTRO DE LA
RMINDIALIZACIÓN, México, Fondo de Cultura
Económica, 2005.
Paz, Octavio, "El ogro filantrópico", en revista VUELTA,
México, agosto de 1978.
PI OH ARDO P ACAZA, IGNACIO, Introducción a la nueva
administra ción pública en México, MÉXICO, 2000.
Peatón, LA REPÚBLICA O EL ESTADO, México, Espasa Calpe,
1983 (colee. Austral, núm. 220).
P RESTO N, JULIA Y SAMUEL DILLON, El despertar de
México. Episodios de una búsqueda de la democracia,
OCÉANO, MÉXICO, 2004.
ROUSSEAU, JUAN JACOBO, EL CONTRATO SOCIAL, Madrid,
Sarpe, 1983 (colee. Los grandes pensadores, núm. 2).
SABINE, Goerge H., HISTORIA DE LA TEORÍA POLÍTICA,
México, Fondo de Cultura Económica, 1984.
S ARTORI , Giovanni, RÁNIDOS Y SISTEMAS DE PARTIDOS,
Alianza, Madrid, 2002.
SAXE-I ERNÁNDEZ, JOHN et al.. Globalizació/i: Critica a un
para digma, MÉXICO, PLAZA Y JANÉS-UNAM, 1999.
SOHMIDT, Samuel, "El Estado y su autonomía", en
CUADERNOS DEL CELA, México, Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales- IJNAM, NÚM. 41, 1979.
S.ERRA Rojas, Andrés, TEORÍA DEL ESTADO, México,
Porrúa, 2003.
SonoKiN, P., ESTRATIFICACIÓN Y MOVILIDAD SOCIAL, México,
Pondo de Cultura Económica, 1958.
Toitleb, Alvin, EL CAMBIO DEL PODER, Madrid, Plaza Y
Janes, 1990.
TOCQLievh.LE, Alexis de, LA DEMOCRACIA EN AMÉRICA,
Madrid, Sarpe, 1984 (colee. Eos grandes pensadores,
núm. 50).
Toughard, Joan, HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS, México,
'lóenos, REI, 1990.
WOLDCNBKlU!, José, Ricardo Becerra y Pedro Salazar,
LA MECÁNICA DEL CAMBIO POLÍTICO EN MÉXICO, México,
Cal y Arena, 2003.
WERER, Max, ECONOMÍA Y SOCIEDAD, México, Pondo de
Cultura Económica, 2004.

También podría gustarte